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Estando dentro de los caminos que fueron hablados en las Primeras

Memorias, sobre cuanto del Origen se me ha dicho y me es a mi presente


recordado, he aquí las memorias narradas a las almas sobre los comienzos,
tanto así las recuerdo desde mi infancia, tanto así como hoy también os las
cuento a ustedes, almas encarnadas…

........
Y fue así que tras verme observando el universo y sus entes y
funciones, me vi retornando al campo de luz en donde todos una vez
nacimos, nuestra primera vez nacidos al vivir y al sentir, donde rebosando
nacimos junto a nuestra compañera eterna.
Me asomé por sus caminos y me adentré a donde las almas yacían casi
sin sentido.
A todas las observé mientras todas a mí me observaban, como si fuese
la primera vez que lo hacían; suspiré aquel puro ambiente y me coloqué
entre ellas como uno más. Pronto me vi totalmente rodeado, en todas las
direcciones, y esta vez, hice una pregunta radicalmente diferente a la
anterior:
_ “¿Quieren oír lo que hoy me ha pasado?”- todas, asombradas,
pusieron atención. Inclinaron sus “cabezas” y algunas, extendieron sus
luminosas extremidades en espera y petición de mi palabra.
Me sentí, pues, aceptado, y comenté:
_ No sé si sabrán lo que sucede en la zona de LO, pero allí todo el
mundo va muy acelerado… hay millones de colores y lo peor, es que
toman forma y contextura; sí, lo peor digo, pues, ¡no más haces que
maravillarte, que te llevan por delante! Jamás hubiese creído que podría ser
así, pero este día, un color me habló, ya suficiente habían tenido con ser
materiales, ¿no lo creen? Pero no, éste, me habló, y… ¿sabéis qué me
dijo?- todas las almas esperaban la respuesta:
_ “Estás pálido, viejo… ¿por qué no tienes color?”; ¿Os lo creéis? Eso
me dio en qué pensar, ¿por qué yo no poseía color? ¿Alguno sabe la
respuesta?- pregunté sin recibir ninguna…A lo que continué:- pues… la
respuesta fue una pregunta: la cuestión no era porqué yo no poseía color…
sino por qué él lo poseía…
Ninguna de las almas, parecía entender lo que yo decía, y ninguna
hacía más que sorprenderse más que por lo que yo representaba con mi
presencia que por mis propias palabras. Había visto lo que quería ver. Tal
vez, Sör-ah no estaba preparado para escuchar cuentos…
Así pues, decidí marcharme, ya que debía seguir con el camino
correspondido. Mientras todos me observaban, marché hacia los extremos
de las nebulosas, a punto de encaminarme hacia el próximo sol de LO,
pero, de pronto, algo me detuvo… una leve voz:
_ ¿Cuál es tu nombre?- preguntó. Me giré, y vi detrás de mí a una
joven alma que se me acercaba.
_ Ghan… mi nombre es Ghan…- dije, esperando la respuesta del
alma.
_ …Vuelve pronto Ghan… deseo oír las historias… desde el
principio…
Sonreí mientras el alma se deslizaba hacia atrás, nuevamente con las
demás. Volví a tener aquellas esperanzas. No podía pretender que todos
oyesen mis cuentos, pues, no todos los entenderían… Alegre me
encontraba, ya que ahora sabía, que al menos una de ellas, sí lo haría.

“El Gran Cuento”

No pasó mucho tiempo desde la vez en que me acerqué a Sör-ah, que


ya había vuelto. Esta vez, me dirigí directamente hacia donde estaba esta
joven alma, y al encontrarla, ella, sujetándome la mano levemente, me
llevó delante suyo, junto a otras tantas almas que la rodeaban.
_ Cuéntanos…- dijo una, expectante y alegre-… cuéntanos la
historia…
_ …Bueno, hermanos míos,- me propuse a hablar- comenzaré con la
historia, la historia de nuestra historia, así como me la han contado, y así
como la he vivido… Sentaos y escuchad, pues esta es una larga historia de
oír…

_ En los momentos en que todos nacimos, en los albores del universo,


hubo una luz que a todos nos aclamó, un espíritu mil veces fuerte, que dio a
cada uno un nombre y un deber. A mí, me llamó Ghan, y me dio el deber
de recorrer el universo anotando todo cuando viese, y aquello que viese,
anotarlo para registrarlo en los grandes archivos universales. Pero, el ser
me dijo: “para entender tu labor debes saber cómo comenzó todo, debes
saber la historia del origen”:
“ẄŮN”
(El Origen)

“_ Mira al frente- presentí en esa voz- dime qué es lo que ves.


_ Veo todo oscuro, no logro ver nada, como si estuviese ciego.
_ No puedes estarlo, puesto que la ceguera no existe. Todo a tu
alrededor es una energía, la energía más extraña de todas, e irrepetible;
cuando un rayo de luz la atraviesa deja de ser la misma; esto mismo es una
“imaginación”, puesto que con nuestra presencia, dejaría de ser la misma.
Estamos en la llamada “Ptnishal”, la inconfundible, única e irrepetible
“Nada”.
En ese momento, sentí un extraño escalofrío, que expandía por todo
mi ser una especie de miedo, respeto y admiración.
_ Mira allí abajo, describe lo que ves.
_ La Nada, no veo más que oscu... espera un momento... veo chispas,
se extienden en forma de círculo; ¿qué es eso?.
_ Eso, es el fin de la Nada. No puedo llevarte hacia donde reaccionó la
energía, ni decirte a qué punto llegó para que esto sucediese, pero lo que sí
sabemos, es que pasó, y esa reacción en cadena de una energía neutral al
cien por cien, creó una nueva que desde hoy comenzó a vibrar y variar en
cientos de formas. Jamás se separaban, y esa unión comprimida de energías
vibrantes ahora, formaron una gran energía, la Gran Energía, el núcleo
vibratorio más grande de todos, el nacimiento del “Todo”.
En ese momento, paseando por la ex-Nada, este susurrar en mi mente
me contó sobre las primeras energías, a las que más adelante veía, y a las
que observaba con cierto deseo.
Dijo que al principio, vibró una de las más fuertes energías que se
pudieron haber creado, que hizo temblar a la Nada como si estuviese
desnuda en pleno invierno. Sus reacciones provocaron cierta combinación
forzosa con las demás comprimidas, y se convirtió en la esencia de todas, el
núcleo de la gran mole, la cual al recibir de los dotes de esta vibración,
creció y creció, alimentándose de la misma, y dejando mover a los demás
en su entorno.
_ ¿Quieres sentir de cerca esta energía?- me preguntó la voz.
_ Guardo cierto recelo, pero en mí hay algo extraño que me llevaría a
hacer todo lo que dices- respondí.
_ Esa, es otra de las vibraciones que en tu nacer te ha envuelto, mas
tiempo este que vemos es en el que tu sentir no había nacido aún. Tu frase,
si no me equivoco, ha respondido con un sí.
Entonces, comencé a moverme involuntariamente hacia mi derecha,
hasta un lugar extraño, mas cuando llegué, sentí en mi pecho un golpe.
Retortijo interior ipsofacto, un cosquilleo subía por mi garganta y relajaba
mi mente. Comencé a vibrar y brillar, era increíble, todo en mí estaba en
pleno movimiento, y una sonrisa, seguido de una gran carcajada dulce me
hicieron sentir algo precioso que desde ese momento dejaron amplia una
sonrisa en mi ser para todo y todos.
_ ¿Qué fue tal espectáculo?- pregunté alucinado y relajado,
completamente lleno y agraciado.
_ Ese fue el gran vibrar, el gran sentir, la energía que forma parte de
todo, calma y reconfortante, la que te mantiene en puro equilibrio con todo
lo que se creó, la llamada “Amor”.
En el comienzo, sólo había esencias, existencias, neutrales por
supuesto, pero nadie sabe cómo, una de esas esencias insignificantes, las
partículas más diminutas de las que se pueda conocer, chocó con una
vecina, y ésta provocó que su vecina chocase con la siguiente, y así
sucesivamente hasta que crearon una oleada forzosa, que al moverse con
enorme rapidez, creó una “vibración”. Ésta, chocaba aún más fuerte de lo
normal con las demás, creando extensas filas de corrientes vibracionales,
las que se llamaron “corrientes energéticas”. Éstas energías, según la forma
en que chocasen, creaban diferentes grados de vibraciones, y las energías
comenzaron a evolucionar muy rápidamente, creando la primer energía
más fuerte de todas, la que colisionó contra sí misma y creó los llamados
“chispazos”, que provocaron la reproducción, unión y evolución de todas
las demás esencias que la rodeaban. Comprimiéndose, crearon a un enorme
ser energético, valido de la unión de todas y cada una de las esencias
transformadas en vibraciones. Al vivir todas unidas y al vibrar aún más
fuertemente, variaron y se mezclaron formando nuevas, pero dando aspecto
a esa formación que se extendía por todos los ángulos de la Nada, la que ya
había dejado de ser la misma. Poco a poco, esta gran mole energética,
cubrió todo, hasta sus límites, y fue entonces cuando al no poder seguir
creciendo hacia los lados, creció dentro suyo, o sea, las vibraciones se
comprimieron, y las corrientes eléctricas se unieron, formando así el primer
y puro “sentimiento”, el Amor, padre y madre de todos los demás y abuelo
de los a por nacer.
El Amor, como ya lo he sentido, era la esencia esencial de todo, la
vibración más grande de todas, y el origen de muchos otros aún dormidos.
Estaba aquel que de los demás no se separaba nunca, llena de vibraciones,
siempre iba de la mano de otra que rebosaba en esplendor y a todos
confortaba con su presencia; eran las llamadas Amistad y Alegría. La
Felicidad, padre de Alegría, era una de las mayores unida al Amor. Existía
el Temor y el Miedo, hermanos que con los ojos abiertos observaban todo
como dos conejitos mirándose a duelo con un águila. El Odio, hijo
encerrado del Amor, hervía en energía y rozaba a todos peleándolos,
esperando sacar beneficio, con lo cual nació de sus brazos la Venganza. En
el fondo de todo, una energía creaba sola un sentimiento que daba la
espalda a todo, la Soledad, era su nombre; pero al contrario, rodeando los
confines de su hogar un sentimiento vigilaba los límites y todo bajo su
dominio, esquivando siempre a su primo lejano el Miedo; su nombre era
Valor. Pero una que a todos azotaba con sus espeluznantes gritos y rozaba
incansable era la Desesperación, quien a sus hermanos Temor y Miedo
aterraba. El Amor se unía a veces con sus compañeras Amistad, Alegría y
Felicidad, y juntas crearon al Placer y la Confortabilidad. Pero en el otro
extremo se encontraba la Represión, que no soltaba para nada a la Tristeza
de sus fauces vibratorias. En el centro, la Ternura alucinaba a la
Compasión, y el Ego, pegado a la Impaciencia y la Vanidad, esperaba junto
a la Tranquilidad el paso de las hermanas Gloria y Voluntad. Y así la rama
seguía, hasta completar la larga lista de sentimientos que ahora vivían en
lugar de lo que antes había sido la Nada. Pero cuando Soledad se decidió
por ir a dar una paseo alrededor de su hogar, llenó de su estructura a la gran
mole, la cual se sintió vacía y despertó en sí la Tristeza, dormida allá junto
al Sueño, quienes ambas despertaron un nuevo sentir. En esa mezcla de
nuevos sentimientos, nació un pequeño, pero en crecimiento, sentir,
llamado Sufrimiento. Junto a la Desesperación, introdujo con Valor uno de
sus extremos en el centro de su ser, y a pesar de que al introducirlo con
rapidez y crear un desorden vibratorio el cual creó inmediatamente un
nuevo sentir, el Dolor, quitó una parte de su interior. No estuve allí, eso es
seguro, pero en mi mente pude verlo. Resplandeciente, un brillo iluminó
todo con una fuerza tal que a cualquier otro ser hubiese segado. Era el Gran
Sol. Fue esa esencia nueva, creada de todos los sentimientos puros del
interior del Todo; blanca y brillante, fue la primer energía capaz de ser
vista sin necesidad de sentirla; fue la llamada “Luz”. Sus vibraciones eran
tan fuertes que podían verse, además de sentirse, puesto que cuando más
cerca estabas de ella, se sentía una especie de vibración que poco a poco
obtuvo el nombre de “calor”.
La luz cada vez crecía más y más, y las energías que emanaba dio paso
a una nueva.
_ ¿Puedes verlo?- me preguntó.
_ ¿A quién?- dije.
_ Aquella luz que rodea al Gran Sol.
_ ¡Ah!, sí, es maravillosa; ¿Qué es?
_ Esa, es la segunda creación del Todo.
Sin darse cuenta, el Todo había dado paso a la creación de una nueva
energía que surgía de su primer creación, la Luz. Cuando éste se dio cuenta
de que el centro de su hogar, el Gran Sol, no se encontraba solo, puesto que
había otra energía de luz diferente que la rodeaba, comenzó a fijarse
detalladamente para descubrir qué era esa repentina aparición. Por esa
cuestión formulada, un nuevo sentir surgió de los demás, una composición
hija de la Aventura y la Desconfianza, quien estaba dormida; su nombre era
Duda, y junto a la Voluntad, emprendió camino corto a su objetivo. El
Todo lo sentía todo, por eso podía saber cómo tratar a este nuevo ser.
Buscándolo alrededor del Sol, puesto que era magnánimamente veloz,
comenzaron a jugar a un juego que dio origen al sentir de la Diversión, e
hizo resurgir la Amistad. El primer compañero del Todo, creado de las
mimas energías que él, sin ser una en su totalidad.
Su nombre era “Ra”, protector del Gran Sol, hermano de la Luz Solar.
Ambos parecían jugar eternamente. Compartieron varios de sus
sentimientos mutuos, el amor, la amistad, e incluso el placer, eran
perfectos, todo lo era para ellos. Pero paso a paso y con la llamada
Convivencia, nacida hace poco, Ra, comenzó a cansarse un poco, y el
Todo, quería seguir con él, compensando el largo rato que había estado sin
la compañía de nadie. Entonces, Ra no tuvo más que esconderse de su
creador, quien no comprendió la acción y se envolvió en la crecida
Tristeza. Por ello, se retiró, y tan solo se volvió a sentir que nuevos
pensares se reanudaron en sus aposentos.

_ Él pensó- dijo la voz- ¡Yo soy el padre de todo, el Gran Sol y la Luz
me pertenecen! ¡Ra es mi siervo! ¿Por qué habría yo de alejarme, cuando él
es el intruso?
Sordo y mudo, ciego ante todo se había vuelto, y las vibraciones en su
interior comenzaron a quemarse, y así, desde los confines de su ser, le
invadió un nuevo sentir, la llamada “Avaricia”. Ra se percató de ello, y
conservó uno de sus sentimientos firmes, la Perseverancia, por lo que no se
propuso a ponerse en contra de su padre.
_ Imagínatelo diciendo:- dijo- “...¡El Sol es mío! ¡y tú me perteneces,
te desterraré de mis tierras, porque son mías, y haré de ellas lo que a mí me
concierne!”-
Ra, ante Él no podía hacer nada, sólo defenderse con lo poco que
tenía, la Luz. Así se desató una lucha entre padre e hijo, que comenzó a
desorbitar al Gran Sol. Ra encandilaba al Todo, y éste lo perseguía para
cogerlo y desterrarlo. Pero tan ciegos estaban ambos por una propiedad,
que fue demasiado tarde para detener lo que estaba por suceder. Una fuerte
ola solar se desprendió, y cientos de rayos gaseosos se desprendieron hacia
los confines del espacio; de repente, en forma de espiral, una oleada
envolvió al Sol, iluminándolo con diferentes tonos de blanco y oscuro; para
entonces, todo se volvió a comprimir, y la gravedad solar estaba
disparatada. El Todo se percató de lo sucedido e inmediatamente sintió la
Compasión, junto a la cual un nuevo sentir venía creciendo con rapidez, la
Culpa y la Lamentación. Ra huyó lo más rápido posible hacia las afueras,
pero no alcanzó a escapar de la onda expansiva que creó el Gran Sol al
estallar. Ra no podía entender cómo del centro de la luz haya salido toda
esa roca dura que vio pasar a su lado a una velocidad terrible, mas el Todo
sí lo comprendió. La energía misma, debajo de tantos grados de calor
creado por los sentimientos, que vibraban a las energías, se había
concentrado tanto y aprisionado con tal fuerza contra sí que creó miles de
millones de nuevas partículas. En especial fueron dos las esenciales, que se
unieron y conformaron algo esencial para la energía que allí existía y
crecía. Si mal no recuerdo, sus nombres eran “Neutrón” y “Protón”. Este
último, contrajo en sí una fuerza increíble aunque en muy pocos grados, su
ser atraía a los contrarios, como un enemigo llamando a duelo a su peor
rival, pero que si no existiese esa lucha, la existencia sería pura utopía.
Estos “enemigos” se llamaban “Electrones”, la base de las energías que en
el espacio existían y que habían creado el calor al bailar aquella aligerada
danza. Al unirse y comprimirse millones de estos luchadores
microscópicos, se formó un componente extraño y gaseoso que componía
la mayor parte de la superficie del Gran Sol, el llamado “hidrógeno”. Así
como nuevas formas de masa “visible”, llamadas “neutrinos”. Creando
otras nuevas y variando los componentes químicos, hasta formar el llamado
“helio”, aquí, aquellas partículas luchadoras, llamadas protones, se unían
entre sí y explotaban en el núcleo de estas esferas de luz, que al haber más
hidrógeno en los núcleos y poco helio, explotaba sus desechos sobrantes en
vibraciones, las cuales emitían luces, llamadas “radiaciones”, quienes se
expandían creando brillo y luz. Fue por eso que el Gran Sol explotó, al no
soportar las cargas del exterior que estos dos seres le adjudicaban, y al
dentro ser una bomba de tiempo en busca de espacio para “respirar”. Pero
allí también había aparecido un nuevo componente formado de los mismos
orígenes energéticos, el llamado “Carbono”, quien varió también junto a
otros componentes formando nuevos gases y energías, llamados
“nitrógeno” y “oxígeno”, hermanos que dieron lugar a uno nuevo y más
joven de la familia, el “hierro”. Fue éste último quien al comprimirse con
los demás, formaban esferas no sólo visibles, sino que también duras y
palpables, las rocas que tanto habían asustado a Ra.
Todo comenzaba a calmarse, pero Ra se vio sorprendido al ver lo que
el Todo estaba sufriendo donde antes había estado el núcleo del Gran Sol.
El Todo, quería reiterar lo ocurrido compensando a Ra con la creación de
un nuevo Gran Sol, entonces, se propuso a crearlo de lo que había estado
formado. Pero las partes que volaron hacia el infinito habían todas estado
penetradas por las vibraciones de sentimientos y energías que éstos habían
creado en conjunción, por lo que el Todo, a pesar de sentirlo, no se percató
de que si volvía a crear el Gran Sol, ya no sería lo mismo.
Comenzó a reunir en el centro millones y billones de partículas, a las
que atraía con el llamado “magnetismo”, recién nacido, el cual se había
estado formando en el interior de los protones. Al comenzar a unirse, se
crearon extrañas nubes de colores extraños, sin un eje definido, ni rojo, ni
naranja, simplemente un color que parecía ser violáceo, pero que no lo era;
éstas, se juntaron, y poco a poco se fueron comprimiendo. En una especie
de círculo, las nebulosas ésas crearon un nido, una hermosa y lumínica
cuna que en su interior albergaba una pequeña semilla, la compresión
atómica más grande de todas. En eso, luego de mucho esperar, más aún
comenzó a comprimirse, y de allí nacieron muchas nuevas energías. El todo
y Ra se vieron alucinados, puesto que una de ellas, comenzó a definir
aquellos extraños colores: rojos, azules y amarillos, todos trastocados por el
oscuro del fondo espacial y la blanca luz del centro nebular. Había nacido
el Color, al que llamaron “Aëldhru”. Sus magnanimidades crearon de la
mezcla de esos tres bellos colores, aún más variedad, que se introducían
fuertes al centro en mezclarse con sus cinco padres primarios. De la energía
atómica nebular, nació el color, y la luz blanca, en ese momento, los
albergó a todos. Un naranja se definía, así como el verde, el violeta y el
índigo.
Pero otro había nacido, así como ya lo he mencionado, de la energía
particular apareció la atómica. El llamado “átomo” era la unión de estas
tres partículas principales, que formaron a los componentes que llegaron a
constituir una gran familia, la cual ahora era padre y madre de “el bebé
estelar” que se estaba formando. Su nombre era “Oklûl”, el espíritu
energético de las partículas atómicas. Éste, con una personalidad muy
inestable, un día se amigaba con Aëldhru, y al momento siguiente se
enemistaba, lo que llevaba a que sus vibraciones variasen en mil formas.
Hubo un momento en que su hermano colorido quiso entrar en sí y dar
color y sentimiento a su existencia, pero él quería ser invisible, y odió que
lo tocase sin permiso. En ese momento, surgió de la nada una nueva
vibración, la Furia, quien hizo que, en especial los neutrones de su ser,
comenzasen a ponerse locos. Unos a otros se chocaban, y el Desorden y la
Locura fueron los dueños de su ser. Pero así y todo, aunque triste el color
se desvaneció entre tanta luz blanca creada por las energías de su hermano,
tuvo compasión, y dio un toque de belleza a esa situación dando otro tipo
de color electrónico y químico a su hermano enfurismado, el “flúor”. Tanta
seguía siendo la furia de Oklûl que su ser comenzó a invadir a la pequeña
semilla. El Todo se percató de ello, pero sin embargo, no hizo nada, porque
sintió una vibración inexistente, la llamada “futurista” que vibra en su
situación antes de que ésta ocurra, y ese fue el pie de letra que dejó que
todos observasen lo a suceder. Fue entonces cuando estalló, pero no hacia
el infinito, sino a su interior. Fue maravilloso, se había formado una
enorme nube esférica que en su interior aguardaba un pequeño ser que dejó
de ser aquella pequeña semilla, para llamarse una “Supernova”. Al crecer y
crecer, un nuevo núcleo blanco se formaba, una Estrella. Ésta creció tanto y
tanto que se convirtió en un sol, el que no dejó de crecer, hasta
transformarse en lo que ambos grandes seres esperaban, obsequio del Todo
para su primer hijo, Ra, el renovado Gran Sol. Pero éste, no era sólo de
energía vibratoria y lumínica como antes, sino que las reacciones que en su
núcleo habían tenido lugar, ahora habían creado nuevos componentes que
hacían del Gran Sol una llamada estrella: silicio, magnesio, hierro y
aluminio, las primeras sustancias duras. Mientras tanto, el Gran Sol ya era
una realidad. Lo que quedaba ahora a merced de la voluntad del Todo, eran
todos los desperdicios, y no, que habían quedado dispersos por el sistema,
tales como las nebulosas en formación y variación, rocas, y polvo
interestelar, cosa que quería decir, que parte de Oklûl y Aëldhru existían
dentro del primer Gran Sol, y que al estallar, se habían impregnado en otras
partículas disueltas, aferrándose y creando nuevas, pero pequeñísimas a
comparación de la original: las Supernovas.

“Sif even atumyu”


(Hacia un nuevo camino)

La Curiosidad invadió al Todo, y junto a sus sentimientos, quienes


cada vez más tomaban forma, se decidieron a investigar y conocer esos
parajes desconocidos y nuevos de su ser. Así se adentraron en totalidad en
un sitio donde estaba más frío de lo normal, era muy lejos del Gran Sol, y
había diferentes energías en movimiento que ninguno de los sentimientos,
en persona, conocía, ya que habían sido formados por sólo un pequeño
fragmento de cada uno desprendido en la gran explosión. Exaltada por lo
nuevo, el Asombro y Excitación crecieron tratando de llegar más lejos aún
para ver más allá de todos. Buscaron más seres como ellos por todo el
espacio desconocido, recorriendo roca por roca, nube por nube, buscando
nuevas energías “vivas”. Entraron entonces, en un interminable campo de
una espesa nebulosa que parecía vibrar en acorde desde una punta a la otra,
sin moverse más que en círculos, siendo traspasada a veces por rocas que
seguían en movimiento luego de tanto tiempo. El Amor, el más cercano y
preciado sentir del Todo, fue palpado por la Curiosidad, y no hubo cerca
Duda para reiterar su sentir repentino; extendió uno de sus extremos y
cogió una parte de la nebulosa, a la cual llevó consigo acariciándola y
observándola. La Alegría se dio cuenta de esta acción y se unió a ella, con
lo cual Excitación comenzó a gritar de desesperación entre risas y alegrías
sobre lo que Amor tenía en sus manos. Al tan cerca ponerse uno del otro
estos sentimientos, Excitación abrazó a Amor y Alegría, creando una
vibración que tocó al Todo con una gran fuerza la cual lo desesperó. Las
nuevas vibraciones crearon la llamada “Lujuria”, y ésta, estaba
permanentemente en contacto con la Irritación y la Exaltación, más con su
madre, la Excitación. Ésta creció muy rápidamente, envolviendo al ser
energético que Amor había encontrado. El Todo observó detalladamente el
acontecimiento, y su ser desesperado hizo nacer un nuevo sentimiento.
_ “¡No peleéis más!”, gritó- dijo la voz- “¡Es mío, y solamente mío!
Cometió un grave error, había nacido la “Envidia”.
Quitó a Amor y Lujuria de las manos su posesión, y aunque Amor,
vecina de Comprensión, no hizo nada, Lujuria, no se quedaría atrás con el
hurto de su padre. Ella se acercó al centro del Todo y le dijo que le
ayudaría a darle forma, para que tuviese a alguien a quién amar y tocar, que
cumpla en todos los aspectos el papel esencial de compañera eterna, una
nueva “súper energía”. Todo aceptó, hipnotizado por las palabras de la vil
energía, y fue así cuando mientras recelado observaba como un niño la
actuación de Lujuria ante su nueva posesión, ésta creció y creció, y por su
tamaño y calor, muchos sentimientos decidieron albergarse en ella. El
Amor, la Comprensión, la Pasión, la Felicidad, la Hermandad, el Cariño, la
Ternura, todas aquellas que necesitaban de su calor vibratorio. Pero al esta
energía tomar forma, el Todo sintió algo nuevo que jamás había tenido la
oportunidad de contemplar y sentir, el Todo había comenzado a vibrar, esa
vibración le hizo olvidar todo lo que a su alrededor existía, los demás
sentimientos, las estrellas y rocas, las luces, Ra, las nebulosas, todo,
excepto a esa magnífica creación, la llamada “Hathör”; el Todo, se había
Enamorado.
Ésta se convirtió en un todo, siempre había formado parte de él, y fue
quien dio el verdadero amor al Todo, quien le proveía de lo que ella
pidiese. Pero sus vibraciones llegaron a un punto tan alto, que hizo crecer a
Lujuria por encima de todos los demás, y ésta invadió a su padre y a la
nueva energía pura de Hathör. La lujuria emprendida entre los dos, creó un
desorden del que todos los sentimientos desearon escapar, pero del cual no
podían hacerlo. Miles de destellos lanzaban en luz, destruyendo todo a su
paso sin consideración alguna de lo que hacían. La llamada Orgía, fue el
primer período de destrucción que el Todo provocó junto a un ser de gran
magnitud y en crecimiento.
Pasó así un largo tiempo en que ambos siguieron “fornicando” sin
observar más que su objetivo, el otro ser amado. Pero tal fue su ignorancia,
que ni él ni Hathör se fijaron en lo que detrás suyo de repente había salido.
Tantos lugares habían recorrido que giraron al centro en espiral, atraídos
por el magnetismo, y contemplados por una nueva energía atómica, la
“Gravedad”. Resplandecientes y con una velocidad indescriptible, la más
rápida de todas, ambas fuerzas estaban por colisionar con el Gran Sol. Ra
hizo lo posible por detenerlos, pero iban tan rápido que superaban la
velocidad de la luz, su energía era mental y sentimental, las más rápidas de
todas. A Ra, no le quedó más remedio que salir disparado hacia las lejanías,
pero los sentimientos, no podían escapar de las fauces de su padre, porque
eran parte de Él. Esto, no sería como aquella primera explosión del Gran
Sol, ésta sería la verdadera “Gran Explosión”, puesto que sería una
colisión. Y así fue. De repente, todo quedó en silencio, ambas energías
chocaron con esta energía comprimida y evolucionante a rígida, y eso fue
la gota que a todo culminó.
_ ¡Pum!- dijo la voz.
El silencio, fue precedido por un leve zumbido en las lejanías, pero
de cerca, en el mismo abismo del Sol, una explosión gruesa e interna se fue
convirtiendo poco a poco en un fuerte sonido agudo de onda expansiva. La
fuerza desprendida arrasó con todo a su paso, arrastrando aún más lejos
todo aquello ya desperdiciado antes, y aún más sus nuevos y duros
fragmentos, que no sólo de hierro y aluminio estaban hechos, sino que
ahora también del llamado “uranio”. La onda que arrastraba todo llegó casi
hasta los confines del espacio del Todo, pero la onda energética en
expansión llegó hasta un cierto punto, el llamado “Dvah-a-pui”, los límites
del espacio. Cuando chocaron con las fuentes magnéticas existentes allí en
las paredes del “Galapé” (universo del Todo), rebotaron, y volvieron hacia
el centro sacudiendo y removiendo todo una y otra vez…”

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