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ESCUELA SUPERIOR POLITECNICA DEL

LITORAL

DESASTRES
PETROLEROS EN EL
MUNDO
PETROLEO Y MEDIO AMBIENTE

ALUMNO

Jefferson Proaño
Menéndez
PROFESOR

Ing. Heinz Terán Mite

4 de enero de 2011
CONTAMINACION EN EL ORIENTE ECUATORIANO: CASO CHEVRON TEXACO
- DERRAME DEL BUQUE EXXON VALDEZ – DERRAME EN POZO IXTOC I –
DESASTRE EN PLATAFORMA DEEPWATER HORIZON DE BRITISH
PETROLEUM

CONTAMINACION EN EL ORIENTE
ECUATORIANO: CASO CHEVRON –
TEXACO
La demanda de 30 mil indígenas y campesinos del Oriente ecuatoriano contra Chevron-
Texaco arrancaron en 1993, en una corte de Nueva York, y tardó diez años en llegar al
Ecuador. Es la primera vez que una petrolera norteamericana debe responder a las leyes
de otro país. El proceso ha sido largo y podría extenderse durante varios años más. En
teoría, para 2009 habrá un veredicto. Sea cual sea la decisión del juez, la parte que se
vea afectada apelará con uñas y con dientes. Mientras tanto, la gente sigue ahí, alerta,
recordando a sus muertos, consolando a sus enfermos, cuidando la esperanza que les
queda como si estuviese hecha de oro puro.

La historia del desarrollo petrolero en


Ecuador se remonta a 1878 cuando la
Asamblea Nacional de Ecuador decretó los
derechos exclusivos a M. G. Mier and
Company para la extracción de petróleo,
carbón, kerosene y otras sustancias
bituminosas en la Península Santa Elena.

En 1937, el gobierno de Ecuador otorgó la


primera concesión petrolera a Shell Oil en la
región Oriente del Amazonas. En 1964 el
gobierno invitó a la subsidiaria de Texaco, Texaco Petroleum Company, y a Gulf Oil a
explorar y producir petróleo en dicha región a través de una sociedad con el gobierno.
En 1972, Chevron - Texaco sacó del suelo el primer barril de crudo ecuatoriano y no se
detuvo sino hasta después de dos décadas. Texaco admite haber echado más de 18 mil
millones de galones de desechos tóxicos en tierra ecuatoriana mientras estuvo en el país.
También reconoce que el suelo que absorbió los peligrosos residuos era el hogar de seis
nacionalidades indígenas. Hablar del suelo es hablar de los desechos tóxicos filtrándose
por la tierra, llegando a ríos, lagos y esteros en los que beben animales que se mueren y
gente que vive enferma, que usa esa agua para bañarse y para cocinar porque no les
queda de otra.

Durante sus años de operación en la Amazonia ecuatoriana, la Chevron Texaco


explotaba la riqueza petrolera del país con técnicas muy contaminantes, que usaban
diferentes tipos de “fosas de tierra” o “piscinas de deshechos” para deshacerse de los
contaminantes químicos y residuos petroleros resultantes de las exploraciones y
explotaciones.

En este sistema sumamente contaminante, que hace décadas no se usa en Estados


Unidos, se vierten los desechos tóxicos de las plataformas de extracción en simples
fosas excavadas cerca de la plataforma en el suelo. Según el tamaño de la piscina,
el gradiente del agua subterráneo, la permeabilidad del suelo y otras variables, los
tóxicos contaminan todo el ecosistema circundante, inclusive entrando por los
flujos subacuáticos a los ríos cercanos, que, a su vez, alimentan el Amazonas. Con
este sistema la Chevron Texaco se ahorró los gastos de instalar y operar una adecuada
Planta de Disposición Final, capaz de tratar los residuos tóxicos de manera ecológica.
Los ahorros para la empresa, según los cálculos de los querellantes, ascienden a
alrededor de 4 mil millones de dólares,

Un estudio de la empresa ecológica estadounidense, Global Environmental Operations,


Inc., calificó los diferentes tipos de piscinas usados por la Chevron Texaco en Ecuador,
de la siguiente manera.

1. Piscinas de perforación abierta, con varios metros de profundidad que pueden


contener petróleo libre, sulfato de bario, fluidos de perforación y residuos de
petróleo.
2. Piscinas de producción y de desechos de petróleo abiertas, que pueden contener
entre 5% y 40% de aceites libres, desechos de petróleo y otros fluidos y que
pueden haber estado en fuego en una o más ocasiones.
3. Piscinas de perforación cubiertas por vegetación con una cubierta de 15 a 30 cm.
de grosor, flotando sobre una capa de agua y aceites.
4. Piscinas cerradas mediante el movimiento de suelo que, como resultado,
contiene una mezcla de sales, lodo, fluidos de perforación, aceites y tierra.

DAÑOS AMBIENTALES

Los daños ambientales


generadas por estas “malas
prácticas operativas” de la
transnacional en la región
amazónica fueron
cuantificados por la abogada
ambientalista Judith
Kimerling en 1991, en el libro
Amazon Crude (Petróleo
amazónico), de la siguiente
manera:
1. La deforestación de por lo menos un millón de hectáreas en los bosques
pluviales del Ecuador,
2. El derramamiento de alrededor de 17 millones de galones de petróleo crudo;
3. La quema de 235 mil millones de pies cúbicos de gas natural de deshecho y,
4. El “vertido intencional” de 19 mil millones de galones de residuo tóxico sin
tratamiento, en el ambiente.
Bajo la presión del gobierno ecuatoriano, el consorcio Chevron - Petroecuador accedió
en 1992 a realizar una evaluación ambiental de sus operaciones entre 1973 y 1990. La
auditoria, realizada por una empresa canadiense escogida por la transnacional, confirmó
93 vertidos en los pozos y 10 en las estaciones para el lapso de tiempo analizado. De 18
muestras de agua, 12 (67 %) sobrepasaron los criterios de calidad de vertido para
cloruros; 16 (89 %) sobrepasaron la calidad de vertido para sulfuros, y todos (100 %)
sobrepasaron los criterios de calidad de vertido para sólidos suspendidos. La conclusión
del estudio fue que las operaciones en los campos petroleros potencialmente “no
cumplían con las leyes y reglamentos ecuatorianos”.
La dimensión del desastre causado por la transnacional se refleja en el estudio
preliminar “conservador” de la Global Environmental Operations, Inc., sobre los costos
de limpieza de la catástrofe ecológica:
1. La remediación de las 554 piscinas de lodo, 455 millones de dólares;
2. La remediación de las 73 charcas en las estaciones de separación, $US 183
millones;
3. La remediación de aguas subterráneas a un total de 627 piscinas, $US 190
millones;
4. Sedimentos de los ríos, $US 1.32 mil millones; 5. Humedales, $US 1.8 mil
millones;
5. Limpieza de alrededor de 11.95 millones de metros cúbicos de agua
contaminada, $US 2.026 mil millones;
6. Infraestructura adicional, $US 140 millones.
7. Costo estimado total: $US 6.114 mil millones.
Dos estudios de salud pública, uno realizado bajo los auspicios de una de las
instituciones de posgrado más importantes de Europa, la London School of Hygiene and
Tropical Medicine (“Informe Yana Curi”), y el otro por la Escuela de Salud Pública de
la prestigiada Universidad de Harvard, encontraron que los carcinógenos vertidos en las
operaciones de la Chevron Texaco desde mediados de los años setenta en el oriente
ecuatoriano podrían tener consecuencias devastadores para la población de esta zona de
100 000 km2 de bosque húmedo tropical.
El estudio realizado por investigadores asociados a la Universidad de Harvard en abril
de 1993, demostró que los vertidos de agua producidos por la Texaco contenían muy
altos niveles de compuestos orgánicos volátiles, así como hidrocarburos aromáticos
policíclicos (HAP) y carcinogénicos. En los Estados Unidos un cáncer en exceso por un
millón de habitantes es típicamente considerado como el límite aceptable por
exposiciones ambientales. Este estudio concluye que en las regiones muestreadas existe
un límite de riesgo entre 12 y 1.000 veces mayor.
El “Informe Yana Curi”, a su vez, establece que en un estudio realizado en la población
de San Carlos, la cual contiene más de 30 pozos petroleros construidos por Texaco, los
índices de cáncer detectados superaban los índices normales respectivos hasta por 30
veces. Sobre las mujeres de comunidades cercanas a los pozos y estaciones de petróleo
afirma que “presentaron un riesgo de abortos espontáneos 2.5 veces más alto, es decir,
un 150 % más, que las mujeres que viven en comunidades no contaminadas”.
REMEDIACION AMBIENTAL

Al finalizar el contrato de concesión, se contrató la ejecución de dos auditorías


ambientales para que midieran los impactos ambientales de sus operaciones en el suelo,
el agua y el aire de las zonas en que había operado el Consorcio y, a la vez, evaluaran el
grado de cumplimiento de las leyes, normas y las prácticas operativas petroleras de
aceptación general. Dichas auditorías constituyen una práctica común en las
operaciones de la industria petrolera. Las dos renombradas firmas internacionales que
llevaron a cabo estas auditorías, fueron AGRA Earth & Environmental Ltd.
(anteriormente HBT AGRA Ltd.) y Fugro-McClelland (FM). Ambas auditorías
concluyeron, independientemente, que Texaco había operado de manera responsable y
no había impactos ambientales significativos ni duraderos como resultado de las
operaciones del antiguo consorcio.
Asimismo, Texaco Petroleum llevó a cabo un programa de remediación cuya magnitud
correspondía a su participación de una tercera parte en el consorcio, en el cual se
cerraron los pozos de producción utilizados previamente por Texaco Petroleum; se
modificaron los sistemas de agua de producción; se sembraron terrenos despejados y se
remediaron los suelos contaminados. Todas las actividades de remediación fueron
inspeccionadas y certificadas por el gobierno del Ecuador.
El programa de remediación de US$40 millones se inició en 1995 y se completó al final
del verano de 1998. Durante el proceso, el gobierno ecuatoriano inspeccionó todas las
actividades de remediación realizadas en cada emplazamiento. El 30 de septiembre de
1998, el Ministro de Energía y Minas de Ecuador, el Presidente de Petroecuador y el
Gerente General de Petroproduccion firmaron la "Liberación Final de Demandas y
Entrega de Equipos". Este acuerdo de 1998 finalizó la aprobación y certificación por
parte del Gobierno del Ecuador de los trabajos de remediación del medio ambiente
llevados a cabo por Texaco Petroleum y dispone que Texaco Petroleum cumpliera a
cabalidad con todas las obligaciones establecidas en el contrato de remediación firmado
en 1995. Asimismo, los municipios de la zona de las operaciones de perforación
firmaron un acuerdo negociado con Texaco Petroleum en que se eximió a la compañía
de reclamos y obligaciones futuros.

SITUACION ACTUAL
Un encuentro casual entre científicos ecuatorianos y abogados estadounidenses en el
área de Nueva York, a inicios de los años noventa, dio motivó para que en 1993 dos
despachos de abogados estadounidenses iniciaran una demanda judicial contra Texaco
en una Corte Federal de Nueva York, por daños ambientales y daños a personas. Nueve
años después, el 16 de agosto del 2002, el juez instructor del caso resolvió que era más
conveniente decidir el caso ante una corte ecuatoriana, bajo el argumento de que las
pruebas estaban en ese país.
Un año después se inició el caso en la Corte Superior de Nueva Loja, Ecuador, donde
avanza lentamente ante el enorme poder legal, mediático y económico que despliega la
transnacional. Durante la fase de inspecciones judiciales, Texaco usó su amplia
experiencia en este tipo de conflictos, para evitar que las pruebas científicas de campo
indicasen con claridad su responsabilidad causal en el desastre: tratando de imponer sus
protocolos técnicos a los abogados de las victimas; protocolos que están estructurados
para derrotar a las víctimas, tergiversando la representatividad de los muestreos, usando
la trampa de los promedios y aceptando sólo pruebas de terreno a no más de un metro
de fondo, cuando la mayoría de la contaminación se encuentra a mayor profundidad.
Al igual que en el caso de la industria tabacalera, que durante décadas ocultó
investigaciones científicas internas que habían demostrado que el fumar causa cáncer, la
Texaco ocultó datos respectivos sobre su criminal política anti-ecológica en el Ecuador.
Por ejemplo, un documento interno de la corporación de 1996, demuestra que la
transnacional sabía, que los niveles del cancerígeno cadmio eran 19 veces superiores a
los permitidos por las leyes ecuatorianas, al igual que los cancerígenos plomo, níquel y
fenol que fueron encontrados al menos en niveles tres veces superiores a las normas
ecuatorianas.
Otros ardides usados por la transnacional son la “inundación” de la corte ecuatoriana
con Informes Judiciales de miles de páginas que son irrelevantes para el caso; de ignorar
deliberadamente los estándares ecológicos ecuatorianos, utilizando estándares
“internacionales” inventados por sus expertos y tratando de culpar a Petroecuador por
los daños causados. Es por eso, que el Frente de Defensa de la Amazonia calificó a los
primeros cuatro informes de Chevron Texaco entregados a la Corte a inicios del año,
como “lleno de falsedades, carente de argumentos técnicos, tendenciosos, sin respaldo y
sin respecto a las normas nacionales”.

DERRAME DE PETROLEO EN MAR DE


ALASKA: BUQUE EXXON VALDEZ
El Desastre del Exxon Valdez fue un derrame de petróleo provocado por el petrolero
Exxon Valdez tras encallar el 24 de marzo de 1989, con una carga de 11 millones de
galones de crudo, en Prince William Sound, Alaska, vertiendo 37.000 toneladas de
hidrocarburo.
Alaska vivió la peor tragedia ecológica de su historia al encallar el petrolero y verter
millones de litros de crudo que se expandieron sobre más de 2.000 kilómetros de costa.
Para la limpieza de la marea negra se utilizaron aspiradores, mangueras de agua caliente
a presión, se trasladó el crudo que aún contenía el Exxon Valdez a otro petrolero. Los
daños a la fauna que se produjeron en esta zona aún se siguen estudiando.
El vertido condujo a la aprobación de nueva legislación medioambiental en los Estados
Unidos de América (Oil Pollution Act 1990).
El buque petrolero Exxon Valdez (nombre compuesto formado por las palabras Exxon,
empresa petrolera norteamericana propietaria del barco, y Valdez, nombre del puerto
con el que operaba) salió de la terminal petrolera Valdez, en Alaska, a las 21:12 h. del
23 de marzo de 1989 (24 de marzo, según la hora local UTC) con destino a Long Beach,
California. Uno de los prácticos del puerto guió a la embarcación a través de los Valdez
Narrows antes de abandonar la nave y devolver el control a Joseph Jeffrey Hazelwood,
capitán del barco. La embarcación maniobró fuera de la ruta, a fin de evitar el choque
contra los icebergs. Después de la maniobra y poco después de las 23:00 h., Hazelwood
dejó el puente de mando. Dejó al Tercer Oficial de cubierta Gregory Cousins a cargo del
puente de mando y a Robert Kagan en el timón, pero estos dos miembros de la
tripulación no habían descansado las seis horas que son obligatorias en su trabajo antes
de que comenzara su turno de 12 horas. El barco estaba en piloto automático, y usó el
sistema de navegación que había sido instalado por la compañía constructora del barco.
La vía de salida del barco estaba cubierta por icebergs, así que el capitán, Hazelwood,
solicitó permiso de la guardia costera para salir a través de la vía de entrada.
El 24 de marzo de 1989, alrededor de las 00:04 h., el buque petrolero Exxon Valdez
golpeó el arrecife de coral conocido como Bligh Reef, situado en el Prince William
Sound, en Alaska, y derramó cerca de 10,8 millones de galones de petróleo crudo
(alrededor de 40,9 millones de litros).
El incidente puso a prueba la capacidad de respuesta de organizaciones locales,
nacionales e industriales ante un desastre de gran magnitud. Muchos factores
complicaron los esfuerzos del gobierno y la industria que participaron en la limpieza del
derramamiento, entre ellos el tamaño del vertido y su localización remota en el Prince
William Sound, accesible solamente en helicóptero y barco. El derramamiento planteó
amenazas a la delicada cadena de alimentación en que se apoyaba la industria de la
pesca profesional de Prince William Sound. También estaban en peligro diez millones
de pájaros y aves acuáticas migratorias, centenares de nutrias del mar y docenas de otras
especies de la orilla, tales como marsopas, leones de mar y diversas variedades de
ballenas.
Alyeska, la asociación que representa a siete compañías petroleras que funcionan en el
puerto Valdez, entre ellas Exxon, fue la que primero asumió la responsabilidad de la
limpieza, de acuerdo con la planificación de urgencia del área. Alyeska abrió un centro
de comunicaciones de emergencia en Valdez poco después del derramamiento, y las
segundas operaciones se centralizaron desde Anchorage, Alaska.
ACCIONES
Los trabajos de limpieza se dividieron en tres fases:
respuesta, evaluación de daños y restauración. La fase
de respuesta fue coordinada por el Servicio de
Guardacostas y el Departamento de Conservación
Ambiental, ambos de EEUU. También tuvieron un
papel fundamental las distintas agencias federales y
estatales y las comunidades locales. En las fases de
evaluación de daños y de restauración, las actividades
llevadas a cabo fueron administradas por el Estado de
Alaska y tres agencias federales. En estas dos últimas
fases, también se construyó la base estatutaria para
compensar económicamente a las distintas poblaciones
humanas afectadas por la catástrofe. La estructura
orgánica que se estableció para la fase de restauración
quedó recogida en el llamado Memorandum de
Acuerdo, aprobado, por el Juez de Distrito de Estados Unidos H. Rusell, el 28 de agosto
de 1991.
Junto con Alyeska, hubo 3 organizaciones que prestaron ayuda de forma inmediata.
• Los especialistas de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados
Unidos) en el uso de las tecnologías experimentales de biorremediación
asistieron a la limpieza del derramamiento.
• La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) estuvo implicada
en el abastecimiento de los partes meteorológicos para Prince William Sound, y
permitió que el equipo de limpieza adaptase sus métodos a las condiciones
atmosféricas.
• Los especialistas del Instituto de Marina de Hubbs en San Diego y el Centro
Internacional de Investigaciones sobre Aves de Berkeley (California),
establecieron un centro para limpiar y rehabilitar aves acuáticas.
Se probaron tres métodos en el esfuerzo de limpiar encima del derramamiento:

• Dispersores químicos.- Éste fue el primer intento de limpieza. El 24 de marzo


una compañía aplicó dispersores con un helicóptero, pero como no había
bastante acción de onda para mezclar el dispersor con el petróleo en el agua, el
uso de éste fue discontinuo. Entre otros dispersores se utilizo Corexit 9580
producido por Nalco Holding Company.
• Limpieza mecánica.- La limpieza mecánica fue iniciada luego de terminado el
uso de dispersores químicos, y para ello se utilizaron bombas extractoras y
skimmers. Sin embargo, los skimmers no podían ser usados fácilmente luego de
24 horas. Y lamentablemente el crudo y las algas terminaron obstruyendo este
tipo de maquinarias, con lo que los procedimientos de reparación se convirtieron
en una pérdida de tiempo.
• La quemadura.- Se ordenó una quemadura durante las primeras horas del
derramamiento. Aislando parte del derrame con material resistente al fuego, esta
prueba fue exitosa, pues se logró reducir 113,400 litros de petróleo a 1,134 litros
de residuo, pero debido al mal tiempo ya no se intentó ningún otro
procedimiento en los esfuerzos de limpieza.
Los estudios de evaluación de daños comenzaron con el objetivo principal de conocer
los daños causados por el vertido. La mayoría de estos estudios se llevaron a cabo en
1.992, tres años después del accidente. Estos estudios formaron el proyecto más grande
de evaluación de daños de la historia de Estados Unidos, con un coste total que superó
los 100 millones de dólares. Estos estudios se efectuaron desde cinco perspectivas
diferentes:
1. Daños inmediatos.
2. Alteración de poblaciones a largo plazo.
3. Efectos letales.
4. Efectos en los ecosistemas.
5. Degradación de hábitat.
El vertido ocasionado por el Exxon Valdez
ocasionó daños en todos los niveles de la
cadena trófica. Sin embargo, el alcance y el
grado de gravedad eran muy desiguales en
las distintas zonas afectadas. Algunas
especies fueron ligeramente afectadas como
por ejemplo el oso y el ciervo, mientras que
otras como la nutria de mar sufrieron graves
daños. El punto exacto de gravedad o alcance
del daño causado por esta catástrofe es aún una incógnita y todavía es materia de
discusión en las Cortes estadounidenses, en convenciones y congresos científicos y en
obras escritas.
Los esfuerzos de limpieza del petróleo incidieron muy severamente en los diferentes
hábitats afectados. Las aves y mamíferos marinos, que son especialmente vulnerables al
petróleo, sufrieron las mayores tasas de mortalidad. Se estimó que alrededor de 300.000
aves murieron y que algunas poblaciones animales comunes de la zona se vieron
reducidas a la mitad. Por ejemplo, la población de nutrias de mar sufrió una pérdida de
aprox. 2.650 individuos.
Estudios llevados a cabo en 1.993 para determinar el destino del petróleo derramado
afirman que:
• El petróleo recuperado, por operaciones de espumeo en la superficie marina, fue
del 8.5% del total del volumen original derramado.
• Las operaciones de limpieza de las playas eliminaron cerca de 31.000 toneladas
de residuos sólidos, del 5 al 8% del total del volumen original derramado.
• Alrededor del 90% del petróleo sedimentado en las playas fue retirado gracias a
los distintos procesos naturales dados en la zona (erosión por tormentas y
biodegradación), durante los inviernos de los años 1.989 y 1.990. Esto es válido
únicamente para un espesor menor de 25 cm., para espesores mayores el
petróleo no puede ser retirado por estos procesos.
Los trabajos de limpieza concluyeron el 10 de junio de 1992.
SITUACION ACUTAL
EL concepto de recuperación o restauración está vinculado estrechamente al concepto
de daño. Si una población, hábitat o ecosistema puede esperar un período de tiempo
razonable para recobrar sus atributos normales estructurales y funcionales, entonces la
intervención humana en los mismos debería ser innecesaria. Si esta recuperación natural
no puede tener lugar, entonces la intervención humana puede ser necesaria.
En el caso de los daños producidos por el vertido del Exxon Valdez, éstos han sido
difíciles de estimar. En muchos casos, los datos básicos sobre las condiciones en las que
se encontraban las diferentes poblaciones de especies eran inadecuados o no se tenía el
suficiente conocimiento de los mismos. Además, el tamaño y las condiciones de las
poblaciones de la misma especie varían enormemente respecto a su situación
geográfica, ya que el área afectada por el desastre es de enorme superficie.
Estos niveles de incertidumbre rodean a todos los procesos de evaluación de daños y de
cálculo de escalas de recuperación.
Dado esto, ha sido necesario considerar que la recuperación total se habrá finalizado
cuando las distintas poblaciones de fauna y flora de la zona presenten la misma
abundancia, salud y productividad que tenían antes de ocurrir este desastre.

DERRAME DE PETROLEO EN EL
GOLFO DE MEXICO: POZO IXTOC I
PEMEX

Ixtoc I fue un pozo exploratorio de


petróleo localizado en el Golfo de México,
a 965 kilómetros al sur de Texas y 94
kilómetros de Ciudad del Carmen. El 3 de junio de 1979, sufrió un reventón (blowout en
perforación) y se volvió el derrame no intencional más grande de la historia hasta
entonces.
La empresa Pemex estaba perforando a una profundidad 3.63 kilómetros un pozo de
petróleo, cuando se perdió la barrena y la circulación de lodo de perforación. Debido a
esto, se perdió la estabilidad y hubo una explosión de alta presión la cual provocó el
reventón. El petróleo entró en ignición debido a una chispa y la plataforma colapsó.
Las corrientes llevaron el petróleo a
las zonas costeras de Campeche,
Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, y
también zonas de Texas resultaron
contaminadas, por lo cual Estados
Unidos pidió compensación lo cual
México rechazó.
Durante los 280 días que siguieron
desde el inicio del accidente del
Ixtoc-1 (3 de junio de 1979 hasta el
24 de marzo de 1980) se derramó un volumen aproximado de 3.3 millones de barriles
de crudo (530 300 toneladas). De esta cantidad se quemó el 50%, se evaporó el 16%, se
recolectó el 5.4% y se dispersó el 28%, según informes de Pemex. Pemex contrato a
Conair Aviation para espacir el dispersante químico Corexit 9527 sobre el petróleo
derramado. Con un total de 493 misiones aerias y tratando un total de 2800 km² (1100
millas cuadradas) de crudo.
El 9 de marzo de 1980, después de varios días de inyectar agua de mar por los dos
pozos de alivio, se apagó totalmente el fuego del Ixtoc I y el 27 de marzo se selló,
concluyendo el 5 de abril los trabajos de taponamiento.
Se estima que el desastre del Ixtoc-1, erogó 30 millones de pesos (33 872 166.55 de
pesos actuales de 2009) diarios para controlar el derrame dando un total de 840 millones
de pesos (948 millones de pesos actuales de 2009) gastados en todo el desastre,
movilizando 200 barcos, 12 aeronaves y 500 hombres.
Rancho Nuevo, una zona de anidación de tortugas golfinas, fue
rescatada y miles de bebés tortugas fueron transportadas por
avión hacia una zona segura.
DERRAME DE PETROLEO EN EL
GOLFO DE MEXICO: PLATAFORMA
DEEPWATER HORIZON POZO
MACONDO

Deepwater Horizon era una plataforma petrolífera semisumergible de posicionamiento


dinámico de aguas ultra-profundas construida en el año 2001. El propósito de la torre
era perforar pozos petrolíferos en el subsuelo marino, trasladándose de un lugar a otro
conforme se requiriera. Una vez que se terminaba de perforar, la extracción era
realizada por otro equipo.
Deepwater Horizon era propiedad de Transocean y había sido arrendado a BP hasta
septiembre de 2013. En septiembre de 2009 perforó el pozo petrolero más profundo de
la historia. Deepwater Horizon se hundió el 22 de abril de 2010 como resultado de una
explosión que había tenido lugar dos días antes provocando uno de los más importantes
derrames de petróleo.
La torre estaba en la fase final de la perforación de un pozo, en la cual se refuerza con
hormigón. Este es un proceso delicado ya que existe la posibilidad de que los fluidos del
pozo sean liberados descontroladamente. El 20 de abril de 2010 una explosión tuvo
lugar en la torre, provocando un incendio. Algunas informaciones aseguraron que, tras
la explosión y el incendio, once personas estaban desaparecidas. Siete trabajadores
fueron llevados vía aérea a la estación aérea naval en Nueva Orleans y desde allí fueron
trasladados al hospital. Varios barcos de apoyo lanzaron agua a la torre en un
infructuoso intento de extinguir las llamas. Deepwater Horizon se hundió el 22 de abril
de 2010, a una profundidad aproximada de 1.500 metros, sus restos se encontraron en el
lecho marino desplazados aproximadamente 400 metros al noroeste del lugar donde se
ubicaba el pozo.
El incontrolado derrame de petróleo -mezclado con una pequeña parte de metano-,
provocado por la dificultad de sellar varias fugas en las tuberías del fondo marino,
amenaza el hábitat de cientos de especies marinas y de aves.

Las cifras del derrame son dispares, dependiendo de las fuentes estarían entre las 680 y
las 11.600 toneladas diarias (1 barril de crudo estadounidense tiene 158,987 litros y su
peso está entre los 119 y 151 kg). Desde el inicio del derrame hasta el 15 de junio de
2010 (55 días) las cifras del derrame acumuladas alcanzarían las 228.000 toneladas. Si
la fuga continúa con cifras tan negativas -alrededor de 60.000 barriles diarios (más de
9,5 millones de litros diarios podría convertirse en uno de los mayores derrames de
petróleo siendo el 15 de junio de 2010 al menos seis veces superior al del Exxon
Valdez.
CONTAMINACION
Debido a la posición de la plataforma en el golfo
de México, compartido por Estados Unidos, Cuba
y el propio México, el daño puede extenderse por
una zona extremadamente amplia. Las primeras
afectaciones ocasionadas por el derrame se
localizaron en las marismas de la desembocadura
y el delta del Mississippi, con la aparición de
tortugas, delfines y varias especies de aves
marinas muertas o atontadas. Los perjuicios al negocio de la pesca y el camarón en el
área de Luisiana se estiman en cifras millonarias. Los frágiles ecosistemas de pantanos,
con una variada población animal y vegetal se ven perjudicados, especies como el
manatí, son las más afectadas. Los daños previstos al sector turístico de playas de
Florida y Cuba, son también considerables.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) determinó que los
químicos diluyentes usados por British Petroleum (BP) (2,5 millones de litros del
dispersante Corexit fueron vertidos durante el primer mes), no son seguros para la
fauna marina, ya que pueden bioacumularse en los tejidos de los organismos. El vertido
del golfo de México afectó a más de 944 kilómetros de litoral. Los estados más
afectados fueron Luisiana (540 km. de litoral), Misisipi (180 km.), Florida (114 km.) y
Alabama (110 km.).
Un estudio publicado en Science concluye que la desaparición de la marea negra es más
lenta de lo esperado, encontrándose bajo la superficie, lo que podría suponer un grave
riesgo para la fauna marina.
ACCIONES
Varios intentos de sellar la tubería del pozo que
producía el derrame fracasaron -campana de
hierro e inyección de lodo pesado y cemento-, el
último, mediante inyección de lodo y cemento o
top kill, el 27 de mayo de 2010. El 13 de julio de
2010 British Petroleum colocó una nueva
campana con la pretensión de acabar con la fuga
incontrolada cerrando las válvulas
progresivamente, para detener el escape, pero si
se necesita canalizando el petróleo a barcos en la superficie.
El 15 de julio de 2010 las cifras mínimas del derrame podrían alcanzar las 298.000
toneladas y las máximas unas 594.000 tonelas (de 3.300.000 a 5.200.000 barriles). El 15
de julio de 2010 la empresa British Petroleum asegura que aunque la nueva campana
tiene éxito eso no significa que la fuga se vaya a detener de manera definitiva.
Según datos de los Estados Unidos el pozo de BP vertió 780 millones de litros, según la
investigación e de la revista Science, el volumen final de crudo vertido al golfo asciende
a unos 700 millones de litros, con un margen de error del 20%. Es decir, unos 8,9
millones de litros al día.

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