INSTITUTO ESTATAL DE EDUCACIÓN

PÚBLICA DE OAXACA
SUBDIRECCIÓN GENERAL DE
SERVICIOS EDUCATIVOS
UNIDAD DE EDUCACIÓN NORMAL Y FORMACIÓN
DOCENTE
ESCUELA NORMAL URBANA FEDERAL DEL ISTMO.
CLAVE: 20DNL0002Q
CD. IXTEPEC, OAXACA

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA

CICLO ESCOLAR 2019-2020

SEGUNDO SEMESTRE

GRUPO: “C”

CURSO: PRACTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE

COORDINADOR DEL CURSO: DR. MARIO APOLINAR RUIZ

ACTIVIDAD: TEXTO NARRATIVO DE LAS PRACTICAS DE PROMOCION A LA

LECTURA Y A LA PRODUCCION DE TEXTOS

PRESENTA: CITLALY ALEJANDRA SALAS VELASCO

CIUDAD IXTEPEC, OAXACA. MAYO, 2020.

 TEXTO NARRATIVO

PRACTICAS DE PROMOCION A LA LECTURA Y A LA

PRODUCCION DE TEXTOS

La habilidad lectora en el siglo XXI está determinada por significados diferentes; en el

siglo XX la lectura traducía predominantemente secuencias y lineamientos convencionales,

pero actualmente la lectura es considerada como la base del aprendizaje permanente, donde

se privilegia para la comprensión y es necesaria para la búsqueda, el manejo, la reflexión y

el uso de la información. En la educación primaria y secundaria, el estudio del lenguaje se

realiza en el área de Español, y su aprendizaje se centra precisamente en la prácticas

sociales del lenguaje, definidas como modos de interacción; de producción e

Interpretación de prácticas orales y escritas; de comprender diferentes modos de leer,

interpretar, estudiar y compartir textos, de aproximarse a su escritura y de participar en

intercambios orales.

Hoy en día, la educación en México representa uno de los mayores retos para la

sociedad y más aún para este nuevo gobierno que si bien todavía no se ha notado un avance

claro en materia educativa, cada día se intenta en contribuir a que nuestro país sea uno de

los mejores en ese ámbito, pero para que esto suceda, es necesario recapitular un poco y

analizar todo lo que acontece en el quehacer educativo, en ese proceso enseñanza-

aprendizaje desde un salón de clases.

Es por ello que en esta ocasión nos enfocamos especialmente en la lectura y las prácticas

que los docentes realizan para motivar a que los alumnos sean unos buenos lectores y,

cuando digo buenos lectores, me refiero a la verdadera lectura que deje un aprendizaje y un
nuevo conocimiento en cada uno de los alumnos, porque leer no es repetir la mayor

cantidad de palabras en un tiempo determinado, sino que se refiere a entender cada una de

esas palabras que se lee para transformar un nuevo conocimiento.

Cuando hablamos de lectura se puede encontrar aseveraciones tales como que quien

tiene el hábito de leer lo hace por gusto; que la lectura correcta y constante comienza desde

la infancia; que vivimos en un país donde casi nadie lee, y que quienes constituyen la

excepción a la regla leen demasiado o por obligación; que en la escuela no se trabaja lo

suficiente para promover la lectura y por ello los niveles de desempeño de los estudiantes

son alarmantemente deficientes. En años recientes, también se ha difundido la idea de que

el arribo de los dispositivos tecnológicos a la vida cotidiana ha modificado de forma

notable el proceso comunicativo y, en ese sentido, la lectura silenciosa y el libro como

objeto están en la cuerda floja.

La lectura, es la principal arma de los estudiantes, toda vez que siempre y en cada

momento de su vida estará presente rodeada de letras, palabras, textos y líneas que

intentarán transmitir lo que en sus palabras estén inmersos, la lectura en la educación

primaria, es de suma importancia que los profesores logren transmitir ese gusto por la

lectura, iniciar todos los días con una buena lectura es una buena forma de guiarlos para

que poco a poco vayan adquiriendo ese bonito hábito. Porque una vez que los niños logren

el gusto por la lectura, entonces y solo entonces podremos soñar con cosas nuevas y

mejores y una de ellas es la producción de textos a través de una lectura de un cuento o

porque no, producir un texto a partir de imágenes, porque bien recuerdo que cuando yo me

encontraba en ese nivel educativo, mi gusto por la lectura nació cuando mi maestro nos leía
un cuento al inicio de cada día de clases para después nosotros hacer nuestro propio

resumen de lo que le entendíamos y de igual manera representarlo mediante un dibujo.

Al igual que leer, escribir supone un esfuerzo intelectual y un proceso amplio, por lo que

los avances en la producción de textos escritos estarán significativamente relacionados con

las actividades didácticas que los docentes propongan a sus alumnos. Tradicionalmente, en

el aula se hacían pocas actividades de escritura con propósitos comunicativos, ya que se

daba preferencia al dictado y a la copia para luego centrarse en los aspectos ortográficos.

También era frecuente que cuando se pedía una “composición libre”, ésta se dejara sin

revisar, o bien se evaluara sólo atendiendo aspectos periféricos de la escritura y

ortográficos. La presentación y la ortografía son importantes; sin embargo, conviene

resaltar otros aspectos centrales del texto:

• El proceso mismo de la escritura de un texto; es decir, la planeación, realización y

evaluación de lo escrito.

• La coherencia y cohesión en la manera de abordar el tema central del texto.

• La organización del texto a través de la puntuación, selección de las diferentes oraciones,

frases, palabras y elaboración de párrafos.

• Secciones ordenadas del texto, paginación, ilustración, uso de recuadros y otros recursos.

• Los aspectos formales del texto: el acomodo del contenido en la página, el empleo de

recursos tipográficos e ilustraciones y la ortografía, entre otros.

Como podemos ver, leer y producir textos es una tarea sumamente importante de que los

alumnos aprendan y más aún es tarea de los maestros, alumnos, padres de familia, etc.,
contribuir a que esto suceda, porque la responsabilidad no es de solo una persona, sino que

es de toda la comunidad estudiantil y el contexto en que este se desarrolla.

Cabe señalar, que fomentar la lectura en los estudiantes no es tarea fácil, puesto que

somos un país poco lector, pues no nos agrada la lectura y ciertamente lo hacemos por

cumplir un trabajo, pero es ahí donde el profesor recobra ese verdadero amor a su

profesión, pues en su práctica de cada día tiene que hacer modificaciones e intervenciones

para que de alguna manera los alumnos se motiven por practicarla cada día y para cuando

llegue ese momento seguir fomentándolos para que no se pierda ese buen hábito, porque

como dicen por ahí, un pueblo que lee es un pueblo culto que lo demuestra en sus actos y

un pueblo que lee siempre será mejor que uno que no lo hace o realiza.

Finalmente, necesitamos de un gran esfuerzo tanto de maestros, alumnos, autoridades

educativas, padres de familia para que el proceso educativo logre sus objetivos y más aún

en estos tiempos donde nuestro México requiere de hombres preparados con un alto sentido

de humanidad, autonomía y un sentido crítico para dar salida a los nuevos retos que se

vayan presentando en la vida cotidiana de una sociedad o del medio en que se desenvuelva.