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APUNTES
DERECHO ROMANO I
PRIMER SEMESTRE
EDICIÓN 2020
PRÓLOGO
En este periodo del derecho antiguo o quiritario, los hechos históricos no nos son bien
conocidos, en cuanto caen dentro de una esfera de narraciones legendarias y mitológicas
que los hacen difícilmente comprobables, y solo con la ayuda de métodos investigativos
idóneos puede reconstruirse, en alguna medida, el derecho de aquella época, de una
Roma aislada, rústica, de economía incipiente, que inicia su proceso de expansión.
La costumbre es la fuente del derecho antiguo, por no decir la única de esta primera
época. Se nos presenta el derecho antiguo con un perfil extremadamente personalista y
formal y con un carácter eminentemente nacional, pues ampara y beneficia a los
ciudadanos romanos, dejando a los extranjeros o peregrinos al margen de toda
protección jurídica. Es, además, un típico derecho de clases, ya que sus normas son
aplicables a la clase privilegiada de la sociedad, el patriciado romano, con olvido
absoluto de la clase plebeya.
El derecho quiritario o antiguo no constituye ni integra un sistema organizado de
normas jurídicas. Se trata de un conjunto de principios aislados, rudos y formalista que
constituyen el derecho civil de esa época. El derecho propio de los civis (ciudadano) es
el ius civile, que antiguamente suele designarse también como ius quiritium, por
cuanto la denominación antigua de los ciudadanos romanos tras la fundación de la
sociedad es la de quirites.
La costumbre o derecho consuetudinario, que en la época antigua se les conoce como
los mores maiorum, esto es, la tradición de los jueces sobre el sentido en que se
resolvían los litigios, era conocido únicamente por los llamados pontífices, miembros de
un importante y antiguo colegio sacerdotal llamado colegio de los pontífices, y por este
motivo, cuando un ciudadano quería saber la posible opinión de un juez frente a un
problema jurídico, consultaba al colegio de los pontífices. La respuesta solía ser
transmitida en estilo oracular, por cuanto no expresaba las razones sobre la que se
fundamentaba. La clase de los pontífices constituyó así una especie de escuela de
sabiduría (iurisprudentia) que mantuvo durante bastante tiempo la exclusividad en el
conocimiento y la enseñanza del derecho, aun cuando la tradición oral fue codificada a
mediado del siglo V a.C., por obra de una magistratura extraordinaria, que dio origen a
la famosa ley de las XII tablas, terminando así la prevalencia de un derecho
costumbrista, que es reemplazado por un ordenamiento jurídico que el propio pueblo
elabora a través de la ley de las XII tablas.
Aun cuando el ius, en el sentido más estricto, significa una calificación judicial, era
natural que los jueces, en presencia de situaciones semejantes, resolvieran también de
una manera similar, y aun más, que la similitud fuera debida a que el juez posterior
tomara como antecedente la calificación ya emitida por el juez anterior, de manera que
en cada litigio particular podía darse una previsión de las partes que intervenían, sobre
el sentido que habría de tener la calificación o sentencia del juez, previsión que se
fundamentaba sobre una serie continuada de antecedentes. El conjunto de estos
antecedentes, que provienen de jueces antiguos (mores maiorum) termina pues por
constituir un verdadero sistema de derechos, que por extensión reciben cada uno y el
conjunto la denominación de derecho antiguo aplicada a cada momento o situación.
2. LA REPÚBLICA: 509 a.C.- 27 a.C. Periodo del Derecho Honorario
Este periodo histórico-político se inicia en el 509 a.C., con la expulsión de Tarquino el
Soberbio y termina en el año 27 a.C., con la llegada al poder de Augusto, primer
emperador romano.
La fase o periodo del derecho honorario se inicia con la creación del gobierno de la
república, a nuestro entender específicamente en el año 367 a.C., cuando se dicta la lex
Licinia de consulatu que, a la vez que admite a los plebeyos al consulado, crea una
nueva magistratura patricia, la del magistrado pretor.
Corresponde esta época a un momento decisivo para la historia de Roma, ya que se abre
paso a una nueva etapa existencial con la ascendente expansión del núcleo originario de
la urbe por territorios y pueblos limítrofes. Esto trae como consecuencia que el derecho
quiritario, estrictamente nacional, sufra las modificaciones que impone necesariamente
el engrandecimiento del Estado y que, debido a la especial actitud del magistrado pretor,
se hayan introducidos medios más equitativos para regular las relaciones jurídicas.
Durante el periodo del derecho honorario, las primitivas instituciones jurídicas del ius
quiritium se transforman profundamente, porque deben operar armónicamente con la
nueva conciencia social y política, modificada por el contacto con las ciudades
extranjeras del mundo antiguo con las que Roma ha entrado en relación. Los institutos
jurídicos se reforman y se oponen al formalismo, en consonancia con las exigencias de
una sociedad animada de un evidente espíritu mercantil.
III LA MONARQUÍA
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA MONARQUÎA
La Monarquía romana se asienta en tres órganos políticos: rex, el senado y los comicios.
Veamos cada uno de ellos.
1.1. REX
Es el supremo y exclusivo magistrado de la época monárquica, por tanto el rey no tenía
colegas, es el único magistrado que rige en este periodo. Esta magistratura vitalicia es
monocrática, por cuanto el rey no tiene compañero, y sagrada, ya que todo delito
contra su persona era reputado un sacrilegio, le confería a su titular amplios poderes.
El nuevo rey era elegido vitalicio por el rey de turno, por lo que hace que con relación a
la sucesión del rey no se acepta que el rey fuera elegido por el pueblo en los comicios,
ni que la designación tuviera un carácter hereditario, sino el concepto, genuinamente
romano, de que el rey de turno elige al nuevo magistrado, lo que hacia que el rey
saliente designara quien debía sucederle, correspondiendo al comicio solamente la
función de investirlo de imperium (poder supremo de mando).
Al morir el rey y si este no había designado quien debía sucederle, la autoridad real
pasaba al senado, produciéndose el periodo llamado Interregnum, que hacía que cada
senador ejerciera por cinco días el poder real en carácter de Interrex, hasta que
reunidos los comicios, el Interrex de turno propusiera el nuevo rey, al que los comicios
lo dotaban de Imperium; La Ley que investía de imperium al rey se llamaba Lex
Curiata de Imperio.
Entre las funciones más importantes que tiene el rey tenemos que convoca y preside los
comicios y designa a los miembros del senado. Es el supremo sacerdote (pontifex
maximus) encargado de organizar la sacra pública (culto público). Es igualmente el jefe
del ejército y, en consecuencia, tiene la dirección de la defensa del Estado.
Por otra parte, todo parece indicar que la función legislativa de dictar normas jurídicas e
interpretarlas no habría sido ejercida por los reyes romanos, pues confiaban al colegio
de los pontífices esta tarea. Sin embargo, la historia romana refiere que Rómulo y sus
sucesores dictaron una serie de leyes regias o leyes reales a través de los comicios, que
fueron coleccionadas y publicadas por un pontífice llamado Sexto Papirio, a esta
colección se le llamó ius civile papirianum. Así, a la par del derecho consuetudinario o
costumbrista habrían tenido vigencia durante la fase del ius quiritium o derecho
antiguo las llamadas leges regiae y el ius civile papirianum, a los que si bien la
leyenda proclama como ciertos, faltan datos documentados que nos conduzcan a admitir
su verdadera existencia.
1. 2. EL SENATUS
Senado viene de la palabra latina senex que significa viejo, anciano. La idea guarda
relación con la integración primitiva del senado romano, el cual estaba integrado en la
época monárquica por los más viejos entre los patricios jefes de familia, los quienes
eran vistos como venerables ancianos descendientes de los fundadores de Roma.
Los senadores eran designados directamente por el rey y actuaban como cuerpo de
consultores asesorando al rey, que regularmente los consultaba sobre cuestiones del
Estado romano. No obstante lo anterior, todo parece indicar que la verdadera función de
los senadores fue la potestad para asumir el Interregnum en la elección del rey y las
auctoritas patrum, a través de la cual convalidaban las resoluciones votadas en el
comicio.
Así, solamente los patres, es decir, los integrantes de esa clase privilegiada de la
sociedad romana primitiva (patricios) fueron los únicos con derecho a integrar el senado
romano, que de esta manera vino a tener una constitución de corte netamente
aristocrático.
Bajo la República este cuerpo asesor adquiere mayor importancia, sus miembros son
ahora elegidos entre exmagistrados por los cónsules y, posteriormente, por los censores
a raíz de la promulgación de la lex ovinia. Finalmente, en la época del Imperio, son
elegidos por el propio emperador y pasan a ser instrumentos dóciles y subordinados al
emperador de turno.
1.3. COMITIA CURIATA
Estaba compuesta esta asamblea popular por los miembros de las tres tribus que
fundaron la ciudad y que según la leyenda estaban distribuidas en treinta curias a razón
de diez curias por cada tribu. Los comicios son convocados y presididos por el rey, y
las decisiones de los comicios se convierten en leyes (lex curiata). El comicio se reunía
en Roma sobre una parte del foro llamado comitium.
Se ha atribuido al comicio curiado, siguiendo una tendencia muy arraigada en la
historiografía romana, funciones legislativas como las tuvo en el periodo republicano.
No obstante, todo parece indicar que no es verosímil tal hipótesis, porque no se han
admitido como ciertas las referencias antiguas que aludían a leyes votadas por el
comicio a propuesta de los reyes (leyes regias) y recopiladas luego por SEXTO
PAPIRIO en el ius civile papirianum.
La verdadera y específica función del comicio por curia fue la de investir al rey de
Imperium, mediante la lex curiata de Imperio. Pero también decidían sobre la
adrogación que era la forma de adopción de un pater familia y sobre un tipo de
testamento antiguo llamado calatis comitiis, consistente en la declaración de voluntad
realizada oralmente por el testador ante la comitia curiata, reunidos con este fin dos
veces al año.
También era convocado el comicio por el rey para anunciar al pueblo decisiones de
importancia y obtener su adhesión, como iniciar una guerra o celebrar un tratado de paz.
La votación de los comicios se realizaba a través de la unidad del voto de cada curia.
Dentro de cada curia votaban los ciudadanos individualmente para determinar la
opinión de la curia.
Cuando 16 curias se pronuncian en el mismo sentido forman la mayoría y se toma esa
decisión. Sin embargo, la ley curiata no tiene validez legal hasta tanto no hayan
recibido la autorización del senado romano a través de la auctoritas patrum.
2. REFORMA DE SERVIO TULIO
2.1 Causas:
La importancia que la clase plebeya iba adquiriendo en la roma monárquica a raíz de su
incesante aumento, lo que viene a significar un apreciable aporte para las legiones
romanas, hace necesario un reconocimiento de sus legítimas aspiraciones para no correr
el riesgo de perder su apoyo en la tarea de expansión territorial en que Roma estaba
empeñada.
Este problema fue percibido por los reyes etruscos que entendieron que debían efectuar
ciertas concesiones a favor de la plebe. Así, el rey Tarquino el Antiguo fue el primero
que admitió nuevas gentes plebeyas en las antiguas tribus y, como consecuencia,
aparecieron los llamados ramnes, ticies y luceres secundi como se les denominó a este
nuevo grupo social. Estos plebeyos, que en cierta medida se asimilaban a los patricios,
pudieron también formar parte del aristocrático senado con el nombre de patres
minorum gentium, para distinguirlo de los senadores patricios que eran 1os patres
maiorum gentium.
Una reforma más completa y revolucionaria que la de Tarquino el Antiguo se le
atribuye al rey Servio Tulio, la cual establece una nueva división del pueblo romano,
fundado no ya sobre el origen o la raza de los ciudadanos sino sobre su fortuna. La
reforma tenía como fin resolver tres necesidades públicas. Estas son:
V. PERIODO DE LA REPÚBLICA
1. INTRODUCCIÓN
Las fuentes de la historia romana señalan el año 509 a.C., como el fin del periodo
histórico-político llamado Monarquía y el advenimiento del periodo llamado la
República, al producirse la expulsión del último rey etrusco (Tarquino el Soberbio) que
fue reemplazado por dos cónsules: Junio Bruto y Tarquino Colatino.
Causas:
Las causas que originaron el derrocamiento de la Monarquía no es tema que esté
perfectamente dilucidado. Sin embargo, se ha considerado por los estudiosos de esta
materia que el cambio institucional haya obedecido a una reacción de la clase patricia
que venía desde hacía algún tiempo conspirando contra los reyes etruscos, los que, a
partir de Tarquino el Antiguo, iniciaron una serie de reformas políticos-sociales que
atentaban contra los intereses y privilegios de que gozaba la clase patricia.
A raíz de la revolución patricia del año 509 a.C., las funciones que tenía el rey la
asumen dos magistrados llamados cónsules. Estos magistrados eran elegidos por los
comicios por centurias y desempeñaban su cargo alternativamente por el periodo de un
año y, cada uno, tenía derecho de veto (intercessio) sobre las decisiones del otro cónsul.
El nombre de rey subsiste bajo la República en dos casos: para un sacerdote que
reemplaza al rey etrusco en sus funciones religiosas, pero que posteriormente es
reducido a una categoría inferior al aparecer la figura del pontifex maximus como el
verdadero jefe del grupo religioso. El otro caso es el del interrex, un senador que
gobierna por cinco días mientras se designan los nuevos cónsules, por los comicios por
centurias.
2. LA ESTRUCTURA REPUBLICANA
La República se caracteriza por ser un periodo histórico-político basado en la creación
de las magistraturas. Estas magistraturas republicanas tienen una serie de características
que la hacen diferente a la que presentaba el rey, magistratura única de la monarquía, así
tenemos las siguientes características:
2.1 LA PLURALIDAD: En la República existen varias clases de magistrados,
en comparación con la monarquía en donde existe un único magistrado: el rey.
2.2 LA ANUALIDAD: En la República, los magistrados duran un año en su
cargo, con excepción del censor, que disponía de 18 meses para cumplir con sus
funciones; en cambio en la monarquía, el rey único magistrado tiene carácter vitalicio.
2.3 LA COLEGIALIDAD: En el periodo de la República, las magistraturas
son ejercidas por dos o más titulares, actuando en forma alternativa, pero cada titular
tiene el mismo poder que su colega. De los dos magistrados, mientras uno ejercía la
función, el otro estaba en receso, pero con la facultad de oponer su veto (intercessio) a
las decisiones del colega, de tal manera que para actuar las decisiones tienen que ser
tomadas por unanimidad. También las magistraturas de mayor poder podían vetar las
decisiones de las de menor jerarquía. Así, un cónsul puede vetar la decisión de un
pretor. De esta manera, la intercessio se daba en forma horizontal y vertical.
2.4 LA ELECTIVIDAD: Los magistrados eran elegidos por el pueblo reunido
en los comicios. Los magistrados mayores eran elegidos por los comicios por centurias
y los magistrados menores por los comicios por tribus.
2.5 LA GRATUIDAD: Todo estos cargos no están retribuidos, la magistratura
era un honor –ius honorum- al servicio del pueblo romano, por consiguiente, estos
cargos no eran remunerados.
2.6 LA GRADUALIDAD: Las Magistraturas estaban organizadas
jerárquicamente por grado, de modo que forman una escala ascendente, el llamado
cursus honorum, del modo siguiente: cuestor, edil curul, pretor y cónsul.
Estas características del poder de los magistrados estuvo presidida por la idea de que el
poder debe estar balanceado para que no hubiera un poder monárquico, tan deshonesto y
poco apreciado por los romanos, todo esto pues para evitar la unidad de poder en una
sola persona.
El atributo fundamental de los magistrados era la potestas, la cual indicaba la
competencia que el derecho le atribuía al detentador de alguna magistratura judicial o
administrativa. Así, por ejemplo, la potestas del magistrado censor incluía la facultad de
confeccionar el censo, y la de formar el álbum senatorial de donde se elegían los
senadores.
3. CLASIFICACIÓN DE LAS MAGISTRATURAS REPUBLICANAS
En la época de la República se distinguieron principalmente dos clase de magistraturas,
a saber: las patricias (magistratus populi romani) y las plebeyas (magistratus plebis).
Las magistraturas patricias eran aquellas a las cuales solo tenían acceso los ciudadanos
patricios, por ejemplo la magistratura consular. Por el contrario, las magistraturas
plebeyas eran aquellas en donde solo tenían acceso los plebeyos, tales como el tribuni
plebis y el edil plebeyo.
Las magistraturas patricias, por su parte, se dividían en ordinarias y extraordinarias. Las
ordinarias eran las que existían en forma permanente, por consecuencia su elección
estaba prevista regularmente, como por ejemplo el cónsul, el pretor y el edil curul.
Las magistraturas extraordinarias, por el contrario, eran aquellas que se creaban para
casos excepcionales o cuando circunstancias especiales así lo aconsejaban, durando los
magistrados el tiempo necesario para cumplir el cometido que había determinado su
creación. Ejemplo de este tipo de magistratura fueron los decenviros, que se
constituyeron para dictar la ley de las XII tablas, llamada también ley decenviral.
Los romanos también establecieron una magistratura extraordinaria llamada dictatura,
que contempla la posibilidad de volver en cierto modo a una autoridad personal y sin
límites, debido a las dificultades que significaba la colegialidad. Así, en caso de un
problema externo (guerra) o interno que pusiera en peligro al Estado Romano, los
cónsules eran reemplazados por un dictador con plenos poderes, el quien hacia caer o
suspender las demás magistraturas ordinarias. El cargo de dictador se mantenía todo el
tiempo que duraba la emergencia, pero en ningún caso más de seis (6) meses, a menos
que la circunstancia que la habían originado siguieran, entonces, se podía prorrogar su
mandato.
4. FUNCIONES DE LAS MAGISTRATURAS REPUBLICANAS
4.1. CÓNSULES
A raíz de la revolución del año 509 a.C., el rey fue reemplazado por dos magistrados
anuales y electivos llamados cónsules a quienes pasó la totalidad del imperium de que
gozaban los reyes en la época monárquica, salvo en cuanto al derecho de veto o
intercessio, el cual fue una facultad que no tenia el rey, por cuanto fue un magistrado
único.
Es probable que, una vez derrocado el rey en el año 509 a.C., los senadores patricios no
hayan nombrado a los dos primeros cónsules, sino que nombraron un dictador hasta el
año 450 a.C., y a partir de esa fecha se nombraron los dos primeros cónsules. Los
cónsules eran elegidos por los comicios por centurias y no podían ser separados de sus
cargos en el año en que debían desempeñarlo, salvo que se diera el nombramiento de un
dictador.
Las atribuciones del cónsul fueron en el fondo las mismas que las del rey etrusco: era el
jefe militar, administraba justicia y tenía la facultad de proponer proyectos de ley (ius
agendi cum populi). Además, hasta la creación de los censores, los cónsules
confeccionaban el censo y la lista de los senadores.
4.2. PRETOR
La creación de esta magistratura, en el año 367 a.C., se debió a que los cónsules, al ser
los jefes militares, pasaban mucho tiempo fuera de Roma, con lo que descuidaban la
administración de justicia. Esta situación hizo imperiosa la necesidad de tener un
magistrado que se dedicara exclusivamente a esa actividad y, que al mismo tiempo,
permaneciera sin moverse de Roma.
El pretor, colega menor del cónsul, es elegido al igual que este en los comicios
centuriados y goza de imperium y de potestas. El cargo de pretor fue único en los
primeros tiempos, rompiendo así el principio de la colegialidad.
Al crearse el magistrado pretor en el año 367 a.C., se nombró a este con el título de
pretor urbano, con la función de atender los litigios entre los ciudadanos romanos. Con
el tiempo, sin embargo, y a raíz de las conquista de los plebeyos, la magistratura se hace
colegiada al crearse, en el año 242 a.C., un segundo pretor llamado peregrino, en
oposición al anterior pretor urbano.
El pretor peregrino tiene competencia para la administración de justicia entre peregrinos
o entre peregrinos y romanos. Así, la pretura llegó a formar como magistratura un grado
dentro del cursus honorum, inmediatamente inferior al cónsul, y los colegas pretores
tienen entre ellos el derecho al veto (intercessio).
En la República todos los magistrados gozan de potestas independientemente de que
posean mayor o menor jerarquía. En cambio, solo los magistrados superiores tienen
imperium como es el caso del cónsul, el pretor y el dictador.
Los pretores van a desarrollar su programa de acción a través de los edictos, lo que
viene a constituir una de las fuentes del derecho más importantes del periodo clásico del
Derecho romano. En efecto, el pretor fue el principal artífice de la creación del derecho
honorario, de ahí que se le haya denominado a este derecho también con el nombre de
derecho pretoriano o ius praetorium para aludir a la actividad jurisdiccional (iuris
dictio) del pretor. Al derecho honorario lo podemos definir como el conjunto de normas
que emanan de los edictos de los magistrados con ius edicendi, en especial el del
magistrado pretor.
4.3. CENSOR
Esta magistratura fue creada en el año 443 a.C., con el objeto de relevar a los cónsules
en la confección del censo. Tuvo la especial característica de no ser una magistratura
anual permanente debido a que sus titulares eran elegidos por los comicios por centurias
a propuestas de los cónsules, cada cinco años, durando en sus funciones 18 meses. Estos
magistrados no gozaron de imperium, y solo poseían el poder de la potestas del
magistrado.
La importancia que alcanzó esta magistratura se debe fundamentalmente a la
circunstancia de que se le confirió, por una ley ovinia del año 312 a.C., la potestad de
confeccionar la lista de los miembros del senado (album senatorial) de la que se
elegían los senadores, además del ejercicio de la llamada cura mores, es decir, la
vigilancia sobre las actividades personales de los ciudadanos romanos.
En virtud del ejercicio de la cura mores, los censores tenían el poder de decidir sobre el
honor de una persona, lo que los facultaba para poner en el censo, junto al nombre de un
ciudadano, una nota censoria o tacha de infamia de su vida pública como privada, lo
que acarreaba al afectado una minusvalía, que incluso lo hacía inhábil para desempeñar
los cargos del Estado, lo que significó tener el control moral del pueblo. Todas estas
circunstancias terminaron por hacer de esta magistratura la más importante de todas.
4.4. EDIL CURUL
Esta magistratura patricia ordinaria nació al mismo tiempo de la creación de la pretura
en el año 367 a.C., cuando se crearon dos nuevos magistrados elegidos por los comicios
por tribus (comitia tributa): los ediles curules, magistrados colegiados, se incorporan
al cursus honorum en un grado inferior a los pretores.
Esta magistratura tuvo la particularidad de que se le otorgó el uso de la silla curul para
diferenciarla del edil plebeyo, pero, no obstante, los plebeyos pudieron acceder a la
edilidad curul, en cambio los patricios no podían acceder al edilato plebeyo. Solo gozan
de potestas y carecen de imperium.
Las funciones de los ediles curules están circunscritas a la cura urbi, es decir, se refiere
al cuidado y limpieza de la ciudad, la reparación de las calles, plazas y edificios
públicos, de la vigilancia nocturna y del cuidado de los mercados.
En el cuidado de los mercados les correspondía la vigilancia de los precios y del
abastecimiento en general y en virtud de la potestad jurisdiccional de que gozaban en el
ejercicio de esta última función, crearon acciones especiales para regular los casos de
vicios ocultos en la venta de animales y esclavos. Acción que después se incorporó a
todos los negocios de venta y, tiene la particularidad, que hoy en día se contempla en
nuestro contrato de compra y venta regulado en nuestro Código Civil.
4.5. CUESTOR
Esta magistratura apareció en Roma con el consulado en el año 450 a.C. En un principio
aparecieron como meros ayudantes de los cónsules, los que los elegían libremente.
Posteriormente fueron elegidos en los comicios por tribus, convirtiéndose en
magistrados del pueblo romano, formando parte del cursus honorum.
La magistratura de los cuestores se originó con dos, según la costumbre romana de
nombrar magistrados in collegium (conjuntamente), pero este número se fue elevando a
cuatro, dos por cada cónsul en el año 421 a.C., para llegar a ocho en el 267 a.C., y a
veinte en la época de Sila.
Estos magistrados están encargados de dos funciones. Por una parte, están encargados
de las finanzas del Estado, por tener la función de administrar el tesoro público
(aerarium populi romani), cuando ejercían esta función se les llamaban quaestores
aerari o cuestores del erario, por otra parte, tuvieron la instrucción criminal en las
causas que podían traer como sanción una pena capital, es decir, una pena de muerte
como era el caso del homicidio.
En esta última función, los magistrados se encargaban de determinar los hechos que
originaron el delito, es decir, hacían las veces de funcionarios de investigación. Cuando
ejercían esta función se les llamaba quaestores parricidii o cuestores de parricidio y
como tales asistían al pretor. Estos magistrados solo gozan de las potestas y carecen de
imperium.
5. MAGISTRADOS DEL CURSUS HONORUM INFERIOR
Además de los magistrados indicados existían otros que formaban el cursus honorum
inferior. La mayoría estaba constituida por tribunos militares elegidos por los comicios
por tribus. Entre los magistrados civiles podemos mencionar: los tresviri capitales,
magistrados inferiores integrados en un colegio de tres miembros, encargados de los
ciudadanos sometidos a penas capitales; los tresviri monetales encargados de la
acuñación de moneda; los praefecti iure dicundo que eran representantes del pretor
para administrar justicia en algunas ciudades de la península itálica. Era costumbre e
incluso indispensable haber desempeñado algunos de estos cargos antes de presentarse a
la cuestura.
Con estas publicaciones, se abre el conocimiento y estudio del derecho a los plebeyos y
patricios, permitiendo a Tiberio Coruncanio ser el primer plebeyo que inicia la
práctica de dar consultas públicas de derecho, por eso es considerado el primer
jurisconsulto romano que enseñó públicamente el derecho, también fue el primer
plebeyo nombrado gran pontífice en el año 254 a. C.
Aun, cuando aceptemos que la Ley de las XII Tablas sirvió para la vigencia de un
derecho quiritario de corte personalista, que debía amparar al ciudadano romano con
exclusión del extranjero y al patricio en detrimento del plebeyo, tiene el mérito
innegable de haber sido el primer intento realizado por los romanos de una codificación
completa de sus leyes, que solo se repitió, después de un milenio, cuando Justiniano
ordenó la compilación del derecho en su época (527 a 565 d. C.), en el corpus iuris
civilis.
De esta manera, la plebe fue obteniendo la ansiada igualdad en todos los campos,
incluso llegó a ocupar cargos públicos que en un principio fueron reservados solo a los
patricio, además de la promulgación de ciertas leyes favorables a sus intereses de clase,
permitiendo la integración patricio-plebeya, que a continuación detallamos.
10. INTEGRACIÓN PATRICIO-PLEBEYA DURANTE LA REPÚBLICA
El punto inicial de las conquistas plebeyas parte del año 494 a. C., cuando se organizan
políticamente al exigir el nombramiento de los tribunos de la plebe y su magistratura
auxiliar, el edil plebeyo. Por su parte, con la reforma de Servio Tulio se forma una
escala social nueva en atención a la riqueza, con influencia preferente de las más ricas,
pero con la participación conjunta de patricios y plebeyos, nos referirnos a los comicios
por centurias.
En el año 451 a.C., los decenviros publican la Ley de las XII Tablas de enorme
importancia para el logro de la igualdad jurídica.
En el año 445 a.C., se promulga la ley canuleia que autorizaba el matrimonio entre
patricios y plebeyos. En el año 421 a.C., los plebeyos son admitidos a la cuestura,
primera magistratura patricia a la que pudieron acceder.
En el año 367 a.C., a través de la ley licinia, se les concedió el derecho a ocupar el
consulado y en el año 364 a. C. fueron admitidos a la edilidad curul.
En el año 356 a.C., se nombra al primer dictador plebeyo Marcio Rutilo y llegaron los
plebeyos a ser censores en el año 351 a.C., y a la pretura en el ano 337 a. C., y en el año
254 a. C., Tiberio Coruncanio se convierte en el primer jurisconsulto que enseña
públicamente el derecho y, a la vez, el primer plebeyo que fue nombrado pontífice
máximo.
Las leyes valeria horatia del año 449 a. C. deciden que los plebiscitos tendrán fuerza
de ley cuando después de ser votados hubiesen obtenido la auctoritas patrum del
senado, la ley publilia del año 339 a. C. decide que esta aprobación senatorial debía
obtenerse antes de ser votado el plebiscito y, finalmente, la ley hortensia del año 289 a.
C, da fuerza legal a los plebiscitos sin requerir de la auctoritas patrum equiparándolo a
la ley y, por tanto, obligatorios no solo para los plebeyos, sino también para los
patricios.
De esta manera, la plebe fue obteniendo la ansiada igualación en todos los campos,
incluso llegó a la superación política de los patricios hasta la formación de la
constitución republicana definitiva que se denomina con propiedad constitución
patricio-plebeya. Esta constitución tiene sus pilares en los tres grandes
órganos del estado romano: el pueblo reunido en comicios, el senado y los magistrados.
Frente a los conceptos teóricos griegos sobre las clases de gobierno acuñados por
Aristóteles, el historiador Polibio, señalando hacia el momento en que se estableció esta
constitución, hace el siguiente comentario: “Las tres formas de gobierno de que he
hablado más arriba, se hallaban amalgamadas en la Constitución Romana, y la parte de
cada una estaba tan exactamente calculada, todo estaba en ella tan equitativamente
combinado, que nadie, ni entre los romanos, hubiera podido decir si era una aristocracia
o una monarquía.
Esta indecisión era, por lo demás, muy natural porque examinando bien los poderes de
los cónsules, se hubiera dicho que constituía un régimen monárquico, una realeza; a
juzgar por los del senado, era, por el contrarió, una aristocracia; en fin, si se
consideraban 1os derechos del pueblo, llegaba a aparecer que se trataba francamente de
una democracia". Con el establecimiento definitivo de la constitución patricio - plebeya
hacia el año 300 a. C., desaparecen las clases sociales de patriciado y plebeyos; en el
futuro estos términos tendrán un sentido esencialmente social y económico.
11. LA CRISIS DE LA CONSTITUCIÓN PATRICIO-PLEBEYA
Las conquistas, hasta cubrir el territorio italiano y la expansión por toda la cuenca del
mediterráneo, cambian el aspecto de las clases romanas y de su sistema político.
Encontramos ahora tres clases bien diferenciadas: la nobleza gobernante; orden
senatorial cuya más alta expresión son los consulares; la orden ecuestre, integrada por
los caballeros, que tienen en sus manos el comercio, la banca y el cobro de los
impuestos. Por último, el pueblo formado por los campesinos, plebe urbana, plebe
rústica y el proletariado. El juego de estas clases, según su influencia política, forma el
panorama interno de Roma en los siglos III y II a. C.
Fueron las propias conquistas las que produjeron las causas que terminarían por
arruinar el régimen republicano. Preludio de esta ruina fueron las cuestiones que
preocuparon a Roma en la segunda mitad del siglo II y a comienzos del siglo I: Las
luchas democráticas y la cuestión italiana o guerra social.
Las primeras giraron en torno a la persona de los hermanos Graco en cuanto ambos
quisieron reformar la situación producida al formarse el latifundio senatorial del ager
publicus, al arruinar al pequeño propietario romano, piedra angular de la antigua
República.
Cayo Graco obtiene la aplicación de la ley agraria propuesta por Tiberio y dicta luego
una ley colonial; obtiene la aprobación de una ley frumentaria y se atrae al orden
ecuestre arrendándole el cobro de los impuestos de la provincia de Asia y entregándole
el control de las quaestiones perpetuae (tribunal).
La cuestión italiana se plantea ante el hecho de participar los aliados intensamente en las
guerras de conquistas con cuerpos auxiliares y fuertes tributos, pero sin obtener ninguna
ventaja en el reparto del botín. Ante la negativa del senado de conceder la ciudadanía
romana, se originó una guerra cruentísima, hasta que en el año 90 a. C., una lex iulia
otorgó la ciudadanía a los latinos y demás italianos no sublevados y la lex plautia
papiria del año 89 la hizo extensiva a todos.
La crisis del régimen republicano se explica al analizar las consecuencias de las
conquistas. Una organización que era perfecta para una Ciudad Estado tenía que ser
innecesariamente imperfecta para gobernar un Imperio. La creación de las provincias y
el imperativo de mantener largas campañas guerreras hace cambiar al soldado
ciudadano por el mercenario, unido a su jefe por un vínculo más fuerte del que lo une
con la república. Por otra parte, la clase dirigente ha perdido las condiciones morales
que la caracterizaban para dejarse llevar por la ambición y la codicia. Los intereses
económicos escapan al control del senado y la plebe urbana empieza a tomar conciencia
de clase. Todo esto unido a la ausencia de un régimen representativo hace que solo unos
poquísimos ciudadanos, los que están en Roma, puedan llevar las riendas del gobierno.
Cayo Graco y Escipión Emiliano aparecen como el primer antecedente del poder
personal. Unos años más tarde esto ya se concreta sin límites en la figura de Mario o
incluso en el caso de Sila y del segundo triunvirato transformado en reforma
constitucional.