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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

APUNTES
DERECHO ROMANO I
PRIMER SEMESTRE

El Senado Romano, reproducción de una escena histórica en el año 63 a. C. en el


Hemiciclo, aparece Marco Tulio Cicerón, filósofo y orador en uno de sus más célebres
discursos, dirigiéndose a Catilina para recriminarle su conspiración contra la República.

AUTOR: GABINO DÍAZ PROLL

EDICIÓN 2020
PRÓLOGO

Ante la urgente necesidad de que los estudiantes tengan a su alcance un


texto de estudio que recoja en forma resumida el programa de la materia de
Derecho romano de manera sencilla y pedagógica, he decidido elaborar en
forma escrita y ordenada mi diaria disertación ante el curso. Constituyen
estos apuntes, más que un esfuerzo investigativo y analítico sobre la
asignatura, la expresión de los resultados de varios años de experiencia
docente impartiendo la cátedra de Derecho romano. Por lo tanto, estos
apuntes no aspiran a ser un manual completo de Derecho romano.
Únicamente me impulsa el deseo de que los alumnos adquieran una visión
clara sobre la materia y les despierte el interés por el estudio.
Este trabajo ofrece especial interés si toma en cuenta que no existe nada
escrito de manera analítica con relación a la materia del programa del
primer semestre de Derecho romano. De ahí, espero que este primer
resumen de la materia sirva de estímulo a nuestra intelectualidad romanista
y de fuente de consulta para los estudiantes.
Termino expresando mi esperanza de que estos apuntes solucionen en parte
las constantes inquietudes que de manera permanente se me han planteado
dentro de la clase al calor de los debates con mis alumnos.

GABINO DÍAZ PROLL


CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO ROMANO

I. CONCEPTO DEL DERECHO E IDEAS ROMANAS


El objeto de esta parte introductoria consiste en analizar una serie de nociones básicas, a
fin de explicar algunos conceptos e instituciones fundamentales del Derecho romano,
cuyo conocimiento es fundamental para los estudiantes en posteriores explicaciones de
la materia.
1. CONCEPTO DE DERECHO ROMANO
En su significado más amplio (lato sensu), se entiende por Derecho romano el conjunto
de normas y principios jurídicos que rigieron las relaciones del pueblo romano en las
distintas épocas de su historia, es decir, desde la fundación de Roma (753 a.C.) hasta la
muerte del emperador Justiniano (565 d.C.).
En sentido restringido (stricto sensu), se designa con el nombre de Derecho romano al
ordenamiento normativo contenido en la compilación justinianea. Este cuerpo
legislativo, que más tarde fue denominado corpus iuris civilis, es una obra de
codificación efectuada en el siglo VI de nuestra era por el emperador Justiniano.
2. IUS
Los romanos designaron al derecho con la voz latina ius. Este concepto era entendido
en un sentido objetivo como norma que regula con carácter obligatorio las relaciones
sociales y, en sentido subjetivo, como la facultad o poder que el ordenamiento jurídico
reconoce a un sujeto para hacer valer sus derechos frente a otros, el cual generalmente
se realiza a través del ejercicio de una acción (demanda), como ejemplo de derechos
subjetivos tenemos: el derecho de crédito y el derecho de propiedad que tienen los
titulares de esos derechos.
3. PRECEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO
Los romanos no siempre evitaron confundir el derecho con la moral, esto se percibe
claramente en los tres famosos preceptos o reglas del derecho formuladas por Ulpiano,
en las que se pretendió resumir los deberes que el derecho impone a los individuos,
estos son:
 honeste vivere, vivir honestamente.
 alterum non laedere, no dañar a otro.
 suum cuique tribuere, dar a cada uno lo suyo.
Solo los dos últimos son preceptos de derecho, el primero, en cambio, es una regla de
moral que tiene sanción en la conciencia y no en la ley.
Sin embargo, la confusión resulta comprensible si se tiene en consideración que en
aquella época se sentía con gran fuerza la influencia del estoicismo griego, doctrina
filosófica que entendía que el derecho no era sino una moral de carácter restringida.
4. FAS
Así como los romanos calificaron con el término ius a la norma jurídica, denominaron
con la voz latina fas a la norma religiosa.
Derecho y religión aparecen en el periodo antiguo como ideas que guardan entre sí un
nexo de unión que hace que no haya diferenciación entre una y otra. Esto se explica,
principalmente, porque los primeros intérpretes del derecho fueron los pontífices
romanos (jurisprudencia pontifical o religiosa), quienes entendían que los actos
humanos eran lícitos en la medida que se conformaran con la voluntad de los dioses.
Sin embargo, fue solo en la época de la República, cuando al abrirse paso la
jurisprudencia laica (particular), que las personas comienzan a estudiar e interpretar el
derecho a raíz de la publicación del ius flavianum y del ius aelianum, que se opera el
proceso de secularización del ius (se aparta de la religión) y, con tales publicaciones,
viene a producirse la separación entre el derecho y la religión. Desde esa época,
entonces, fas equivale a ius divinum, es decir, la norma religiosa que regula las
relaciones de los hombres con la divinidad, en tanto ius es el derecho humano,
constituido por las normas creadas por el hombre para regular las relaciones de estos
entre sí y con el Estado.
5. IUSTITIA
No tiene en el Derecho romano la voz justicia una acepción muy distinta a la actual.
Justo es lo que se conforma al derecho, y si esa conformación o adaptación es constante,
se llega a ese valor que es meta del derecho y que los romanos llamaron iustitia.
Las fuentes romanas nos dan el concepto de justicia según el jurista Ulpiano, al decir
que es “la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo”. Supone pues, una
aptitud en la persona de comportarse conforme a lo que exige el derecho.
6. AEQUITAS
Etimológicamente significa equidad, igualdad, y viene a ser el ideal o modelo al cual
debe acomodarse el derecho, la finalidad que debe cumplir el ordenamiento jurídico
para que sus normas no sean contrarias a lo justo. Pero no todas las normas jurídicas
responden a los fines del derecho, así a veces la equidad se contrapone al mismo
derecho y se origina una contradicción entre ambas.
7. IURISPRUDENTIA
Según el jurisconsulto Ulpiano, se entiende por iurisprudentia el conocimiento de las
cosas divinas y humanas y ciencia de lo justo y de lo injusto. Hace referencia, la
definición, a la necesidad del jurista de tener conocimiento general de las cosas divinas
(fas) y humanas (ius), para saber determinar lo que es justo y lo que es injusto, a fin de
tender a lo primero y evitar lo segundo.
Se entiende que la definición de jurisprudencia pertenece a la era filosófica de los
jurisconsultos romanos, que entendieron por tal el conocimiento del derecho o, mejor
dicho, el conocimiento de las cosas divinas y humanas para saber determinar lo que es
justo y lo que es injusto.
El Derecho romano reconoció ciertos poderes a las personas para poder administrar la
sociedad romana. Se distinguieron en Roma tres poderes: el imperium, la potestas y la
auctoritas, los cuales veremos a continuación.
8. IMPERIUM
El imperium era el poder o facultad suprema de mando correspondiente a los
magistrados superiores, cuyo origen se remonta al poder de mando en el ejército. En
virtud de este poder de mando, el magistrado tenía sobre los ciudadanos romanos la
facultad de exigir obediencia a sus órdenes, y de adoptar las medidas necesarias para
hacerlas cumplir.
La manifestación externa del imperium del magistrado es su acompañamiento por los
lictores, que llevan un haz de varas (fasces), con la segur (hacha) instrumento de
castigo.
Inicialmente, este poder correspondió al rey durante el periodo de la Monarquía,
después durante la República, a los magistrados superiores del pueblo romano
(cónsules, pretores, dictador, etc.) y, en la época del Imperio, al emperador.
9. POTESTAS
Potestad o poder, que en la esfera del derecho privado corresponde a la facultad de
disposición atribuida a alguien sobre otras personas y sobre sus adquisiciones o bienes.
Y en la esfera del derecho público, referida a los magistrados, la potestas indica la
facultad o competencia que tienen los magistrados de ejercer en cada momento las
funciones designadas por el Estado, creando para los ciudadanos romanos derechos y
obligaciones que deben acatar, y correspondiendo esta facultad o potestas por igual a
todas las magistraturas según su competencia.
En Roma, existían a manera de ejemplos dos tipos de potestas: en la esfera del derecho
privado, la del jefe de familia (pater familias) y, en el derecho público, la potestas del
magistrado.
La potestas del pater familias, llamada patria potestas, consistía en el poder que tenía
sobre todos los miembros de su familia y sobre los bienes de los sometidos.
Las potestas del magistrado por el contrario, indicaba la competencia que el derecho le
atribuía al detentador de alguna magistratura. Por ejemplo, el pretor peregrino tenía la
competencia para resolver los litigios entre los ciudadanos romanos y los peregrinos.
10. AUCTORITAS
Literalmente, el vocablo auctoritas significa autoridad. En Roma, la auctoritas era un
poder socialmente reconocido a una persona para autorizar o dar su consentimiento a un
acto. Cuando la persona titular de auctoritas daba consentimiento a un acto, lo
autorizaba, es decir, le da fuerza jurídica y obligatoriedad. Como ejemplo de auctoritas,
tenemos la reconocida al senado romano para autorizar las leyes que eran votadas en las
asambleas populares, la cual era llamada auctoritas patrum.
CAPÍTULO II
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO ROMANO

I. DIVISIÓN DE LA HISTORIA JURÍDICA ROMANA


Probablemente haya sido el historiador inglés, Eduardo Gibbon, autor de la “Historia de
la decadencia y caída del Imperio romano”, uno de los primeros expositores que en el
siglo XVIII abordó el tema de la división de la historia jurídica romana. Por otra parte,
al jurista alemán, Gustavo Hugo, se debe otra de las primeras clasificaciones de las fases
de la evolución de la historia del Derecho romano.
Antes de seguir con el análisis del tema, interesa destacar que no se trata, en modo
alguno, ya que es imposible en un derecho en permanente evolución, de establecer en el
lento y complejo proceso del desarrollo del Derecho romano líneas tajantes y definidas
o momentos cronológicos netamente separados en que se destaquen matemáticamente,
por así decirlo, el fin de un ciclo y la siguiente iniciación de otro.
Estas consideraciones nos llevan a la convicción de que resulta tarea difícil abordar la
evolución del Derecho romano si no señalamos periodos distintos de su desarrollo. Los
expositores de la materia han coincidido en este punto, en la necesidad de la
periodificación del Derecho romano, habiendo discrepado únicamente en la
consideración de las circunstancias que servirían para caracterizar las distintas etapas de
su cambiante realidad jurídica.
Nosotros empezaremos el tema de la periodificación del Derecho romano señalando que
en la vida de los pueblos hay acontecimientos históricos que, por su particular
importancia, son factores gravitantes en el desarrollo del derecho y determinantes de
distintos periodos en la evolución del mismo. Estos momentos históricos que
determinaron el desarrollo del Derecho romano son, en nuestra opinión, las diferentes
formas de gobierno que rigieron la vida romana, y los que nos servirán para estudiar la
evolución histórica del Derecho romano como a continuación se describe:
1. MONARQUÍA: 753 a.C. - 509 a.C. Periodo del Derecho Antiguo
Este periodo comprende desde la fundación de Roma, probablemente en el año 753 a.
C., hasta la expulsión del último rey etrusco, llamado Tarquino el Soberbio.

En este periodo del derecho antiguo o quiritario, los hechos históricos no nos son bien
conocidos, en cuanto caen dentro de una esfera de narraciones legendarias y mitológicas
que los hacen difícilmente comprobables, y solo con la ayuda de métodos investigativos
idóneos puede reconstruirse, en alguna medida, el derecho de aquella época, de una
Roma aislada, rústica, de economía incipiente, que inicia su proceso de expansión.
La costumbre es la fuente del derecho antiguo, por no decir la única de esta primera
época. Se nos presenta el derecho antiguo con un perfil extremadamente personalista y
formal y con un carácter eminentemente nacional, pues ampara y beneficia a los
ciudadanos romanos, dejando a los extranjeros o peregrinos al margen de toda
protección jurídica. Es, además, un típico derecho de clases, ya que sus normas son
aplicables a la clase privilegiada de la sociedad, el patriciado romano, con olvido
absoluto de la clase plebeya.
El derecho quiritario o antiguo no constituye ni integra un sistema organizado de
normas jurídicas. Se trata de un conjunto de principios aislados, rudos y formalista que
constituyen el derecho civil de esa época. El derecho propio de los civis (ciudadano) es
el ius civile, que antiguamente suele designarse también como ius quiritium, por
cuanto la denominación antigua de los ciudadanos romanos tras la fundación de la
sociedad es la de quirites.
La costumbre o derecho consuetudinario, que en la época antigua se les conoce como
los mores maiorum, esto es, la tradición de los jueces sobre el sentido en que se
resolvían los litigios, era conocido únicamente por los llamados pontífices, miembros de
un importante y antiguo colegio sacerdotal llamado colegio de los pontífices, y por este
motivo, cuando un ciudadano quería saber la posible opinión de un juez frente a un
problema jurídico, consultaba al colegio de los pontífices. La respuesta solía ser
transmitida en estilo oracular, por cuanto no expresaba las razones sobre la que se
fundamentaba. La clase de los pontífices constituyó así una especie de escuela de
sabiduría (iurisprudentia) que mantuvo durante bastante tiempo la exclusividad en el
conocimiento y la enseñanza del derecho, aun cuando la tradición oral fue codificada a
mediado del siglo V a.C., por obra de una magistratura extraordinaria, que dio origen a
la famosa ley de las XII tablas, terminando así la prevalencia de un derecho
costumbrista, que es reemplazado por un ordenamiento jurídico que el propio pueblo
elabora a través de la ley de las XII tablas.

Aun cuando el ius, en el sentido más estricto, significa una calificación judicial, era
natural que los jueces, en presencia de situaciones semejantes, resolvieran también de
una manera similar, y aun más, que la similitud fuera debida a que el juez posterior
tomara como antecedente la calificación ya emitida por el juez anterior, de manera que
en cada litigio particular podía darse una previsión de las partes que intervenían, sobre
el sentido que habría de tener la calificación o sentencia del juez, previsión que se
fundamentaba sobre una serie continuada de antecedentes. El conjunto de estos
antecedentes, que provienen de jueces antiguos (mores maiorum) termina pues por
constituir un verdadero sistema de derechos, que por extensión reciben cada uno y el
conjunto la denominación de derecho antiguo aplicada a cada momento o situación.
2. LA REPÚBLICA: 509 a.C.- 27 a.C. Periodo del Derecho Honorario
Este periodo histórico-político se inicia en el 509 a.C., con la expulsión de Tarquino el
Soberbio y termina en el año 27 a.C., con la llegada al poder de Augusto, primer
emperador romano.
La fase o periodo del derecho honorario se inicia con la creación del gobierno de la
república, a nuestro entender específicamente en el año 367 a.C., cuando se dicta la lex
Licinia de consulatu que, a la vez que admite a los plebeyos al consulado, crea una
nueva magistratura patricia, la del magistrado pretor.
Corresponde esta época a un momento decisivo para la historia de Roma, ya que se abre
paso a una nueva etapa existencial con la ascendente expansión del núcleo originario de
la urbe por territorios y pueblos limítrofes. Esto trae como consecuencia que el derecho
quiritario, estrictamente nacional, sufra las modificaciones que impone necesariamente
el engrandecimiento del Estado y que, debido a la especial actitud del magistrado pretor,
se hayan introducidos medios más equitativos para regular las relaciones jurídicas.
Durante el periodo del derecho honorario, las primitivas instituciones jurídicas del ius
quiritium se transforman profundamente, porque deben operar armónicamente con la
nueva conciencia social y política, modificada por el contacto con las ciudades
extranjeras del mundo antiguo con las que Roma ha entrado en relación. Los institutos
jurídicos se reforman y se oponen al formalismo, en consonancia con las exigencias de
una sociedad animada de un evidente espíritu mercantil.

La función del magistrado pretor se ve favorecida por la sanción de la lex aebutia,


probablemente del 130 a.C., que vino a constituir un hito fundamental en la evolución
del derecho de la época. Aparece, entonces, con nuevas formas procedimentales el
sistema formulario, una de las vías principales de que se vale el magistrado pretor para
renovar el derecho antiguo, dando nacimiento a un derecho nuevo, el ius honorarium o
pretorium, frente al primitivo derecho civil antiguo o quiritario.
El derecho civil antiguo, con prioridad de origen y con el profundo arraigo que le daba
la costumbre o tradición, se resiste a que el derecho honorario se imponga y lo desplace,
pero los edictos del pretor van infiltrándose poco a poco en razón de que sus principios,
que reconocen como fuente la equidad, están más en consonancia con las necesidades
impuestas por la convivencia de una sociedad, que ejerce ahora amplio dominio en las
regiones del mare nostrum (mar mediterraneo).
De esta manera, se va produciendo una mutua corriente de transfusión paulatina, pero
profunda, que hace que el ius civile antiguo vaya limando su antiguo rigor formalista
hasta llegar el momento en que se opera la aproximación, y hasta la fusión con el ius
honorarium en un sistema uniforme de derecho positivo o vigente. De ahí en adelante, el
dualismo, derecho civil antiguo – derecho honorario, solo tiene un mero valor histórico,
imponiéndose en este periodo el periodo honorario, como el nuevo derecho civil
romano.
3. IMPERIO: 27 a.C. - 565 d.C. Periodo de la Codificación Justinianea
Este periodo histórico-político se inicia con la llegada al poder de Augusto, primer
emperador romano, hasta la muerte del emperador Justiniano en el año 565 d.C.
La tercera y última fase de la evolución histórica del Derecho romano se caracteriza por
el profundo debilitamiento del derecho clásico debido a factores de muy diversa índole
e importancia. Entre las fuentes del derecho de esta etapa aparecen las constituciones
imperiales, que vienen a ser la norma legal obligatoria emanada de la voluntad del
emperador, las cuales adquieren su mayor fuerza y vigor a partir de Diocleciano como
consecuencia de la plenitud del Imperio absoluto.
La absorción total de las otras fuentes por el emperador hace crecer cuantitativamente
las constituciones imperiales, las que no solo por su gran número, sino también por las
disposiciones contradictorias que contienen, vienen a crear un caos legislativo que se
debe cortar de raíz. Se impone pues la ordenación del derecho vigente de las leges,
como se denomina a las constituciones imperiales.

En procura de esta ordenación de las leges (constituciones imperiales), se dictan los


códigos Gregoriano y Hermogeniano, probablemente en época de Diocleciano,
Maximiniano y Constancio Cloro. El proceso de ordenación de las leges, iniciando con
estas colecciones, alcanza mayor relevancia cuando en el año 438 se publica el código
Teodosiano, dictado a instancia de Teodosio II, emperador de Oriente y aplicado
también en Occidente por decisión de Valentiniano III.
Durante este periodo se hace necesaria también la ordenación del ius o iura, esto es, el
derecho comprobado y transmitido por los escritos de los jurisconsultos, en especial la
obra de los jurisconsultos clásicos. A ese fin tiende una constitución imperial dictada
por Teodosio II, en el año 426, y aplicada también en Occidente, que se conoce con el
nombre de ley de citas. Esta ley tuvo por objeto establecer el procedimiento que los
jueces debían seguir para aplicar la doctrina de los jurisconsultos, confiriendo valor
legal a la opinión de cinco de los más grandes jurisconsultos o prudentes romanos:
Papiniano, Paulo, Ulpiano, Gayo y Modestino.
Este ciclo del derecho de la codificación desemboca, finalmente, en la obra de
codificación del emperador Justiniano, con lo que viene a clausurarse el proceso
evolutivo del Derecho romano. Justiniano lleva a feliz término la codificación tanto del
ius como de las leges.
Jurisprudencia y constitucines imperiales se plasman a través del monumento jurídico
más grande de todos los tiempos, el Corpus Iuris Civilis o codificación de Justiniano.
3.1 PERIODO DEL ALTO IMPERIO o PRINCIPADO 27 a.C. al 235 d.C.
Este periodo comprende desde Augusto, en el año 27 a.C., hasta la muerte del
emperador Alejandro Severo, en el año 235 d.C. A este periodo se le ha denominado
también periodo Clásico del Derecho romano, porque en este periodo los jurisconsultos
romanos llevaron la ciencia del derecho a su máximo esplendor.
3.2 PERIODO DEL BAJO IMPERIO. 235 d.C al 565 d.C.
Periodo que va desde la muerte del emperador Alejandro Severo hasta la muerte del
emperador Justiniano, en el año 565 d. C.
El emperador Teodosio el Grande, en el año 395 d. C., dividió el Imperio en dos,
repartiéndolo entre sus dos hijos, otorgándole a Honorio el de Occidente y a su hijo
Arcadio, el de Oriente.

Dos hechos trascendentes y de gravitación en el desarrollo del Derecho romano


acaecieron durante este periodo, estos son: la división del Imperio en dos partes: oriente
y occidente y la invasión de los pueblos bárbaros. Esto trajo como consecuencia la caída
del Imperio de Occidente que sucumbió ante los pueblos bárbaros, como fue la invasión
de los visigodos, los que terminan por ocupar el Imperio occidental, terminando su
existencia en el año 476 d.C.
Así, el azar de los acontecimientos hizo que las dos partes en que el Imperio había
quedado dividido después de la muerte de Teodosio no volvieran a reunirse. En los
siglos que se sucedieron a su separación corrieron suertes muy distintas, pues mientras
Oriente subsistió durante mil años independientemente y apegado a sus tradiciones,
Occidente cayó en poder de los invasores germanos y sirvió de origen a la formación de
nuevas naciones.
Puede decirse, pues, que a partir del año 476 d.C., el Imperio romano desaparece como
gran unidad política, y comienza otro acontecimiento trascendente: la Edad Media, una
nueva época en la historia universal.
La parte oriental del Imperio, al cortar sus relaciones con occidente después del año
476, vio resurgir nuevamente la tradición griega, un estilo cultural que le había sido
arrebatado por la acción romanizadora. Esto determinó que el Imperio de Oriente fuera
llamado Imperio griego y, más frecuentemente, Imperio bizantino, por el auge que
adquirió como metrópoli Bizancio.
El Imperio bizantino sobrevivió a la catástrofe del año 476 por espacio de diez siglos, ya
que después de experimentar toda clase de vicisitudes, solo cedió ante la acción
arrolladora de los turcos otomanos cuando estos ocuparon Constantinopla en el año
1,453, poniendo fin al Imperio de Oriente, y, en consecuencia, al Imperio romano.

II. FUNDACION DE ROMA


1. ORIGEN Y ORGANIZACIÓN TRIBAL
Tema envuelto en el misterio y sobre el cual no se han puesto de acuerdo los autores, es
el de la fundación de Roma. Partiendo de ideas generalmente aceptadas, como punto de
referencia en el tratamiento del tema, debemos decir que Roma estuvo formada por tres
tribus, a saber:
1.1. La tribu de los Ramnes, de raza latina, cuyo jefe fue Rómulo.
1.2 La tribu de los Ticies, de raza sabina, cuyo jefe fue Tatio.
1.3 La tribu de los Luceres, de raza etrusca, cuyo jefe fue Lucumon.
Estos tres pueblos o tribus asentados en la ribera del río tíber, bajo la autoridad de un
rey, formaron la ciudad de Roma. Se dice que los etruscos era un pueblo guerrero lo que
representaba una constante amenaza para la pequeña tribu de los latinos. Esto motivó a
que los latinos hicieran alianza con la tribu sabina. De esta alianza surgen los cuatro
primeros reyes romanos:
Rómulo (753-715 a.C.), Numa Pompilio (715-672 a. C.), Tulio Hostilio (672-640 a.
C.) y Anco Marcio (640-616 a. C.). El primero y el tercero son de origen latino y el
segundo y el cuarto de origen sabino.
A estos cuatro primeros reyes les suceden los representantes de la dinastía etrusca en
Roma. La conquista del poder por los etruscos se enmarca, según la tradición romana,
dentro del reinado de los siguientes reyes: Tarquino el Antiguo (616-578 a. C.), Servio
Tulio (578-534 a. C.) y Tarquino el Soberbio (534-509 a. C.).
Con los reyes etruscos, se denomina a la ciudad, que hasta entonces había carecido de
nombre, con el vocablo de origen etrusco ruma (roma), que significa ciudad del río.
Con los etruscos, se introduce el concepto geográfico-político de ciudad-estado,
además, se atribuye a los etruscos la construcción de los muros de la ciudad, consistente
en un muro de seis metros de ancho con espacio interno para 200,000 habitantes,, que si
bien no demuestra el número real de su población, indica que era ya más grande que las
ciudades vecinas. El efecto del régimen etrusco fue general, y contribuyó a formar los
elementos básicos de la Monarquía romana.
2. DIVISIONES DEL DERECHO ROMANO
La jurisprudencia romana dividió el Derecho romano en dos grandes ramas: Derecho
Público y Derecho Privado.

2.1 DERECHO PÚBLICO ROMANO


Corresponde al derecho público el conjunto de normas que regulan la organización,
constitución y actividad del Estado romano y las relaciones que este tiene con los
particulares. El derecho público se fundamenta en el interés de todos los ciudadanos.
Por tanto sus normas tienden a ordenar lo que es justo para el conjunto de la sociedad

2.2 DERECHO PRIVADO ROMANO


Por el contrario, el derecho privado es aquel conjunto de normas que rige las relaciones
entre los particulares. El derecho privado tiene su fundamento en la igualdad entre los
individuos y sus normas buscan que entre ellos sus relaciones sean justas y legales.
El derecho privado será el objeto fundamental del estudio que emprenderemos en
nuestra asignatura de Derecho romano.
El derecho privado romano tiene a su vez las siguientes divisiones: derecho natural,
derecho de gentes y derecho civil.
a) Derecho Natural (ius naturale). Se entiende por derecho natural el conjunto
de normas derivadas de la razón natural y que la naturaleza ha impuesto a todos los
hombres por igual.
b) Derecho de Gentes (ius gentium). Es el conjunto de normas de las que
pueden hacer uso los extranjeros y los ciudadanos romanos. Se entiende también en este
derecho las reglas aplicables a todos los pueblos sin distinción de nacionalidad. Se
señala como una institución de derecho de gentes aquellas que, como la esclavitud, los
romanos las ven establecidas en todos los pueblos.
c) Derecho Civil (ius civile). Es el derecho exclusivo del pueblo romano,
aplicable solamente a los ciudadanos romanos y del cual no pueden hacer uso los
extranjeros (ius propium civium romanorum).
2.3. DERECHO ESCRITO Y DERECHO NO ESCRITO
Las fuentes también clasifican el derecho en escrito y no escrito, pero sin tomar en
consideración que las normas estuviesen o no redactadas por escrito, sino tomando en
cuenta quien la promulgaba o elaboraba.
2.3.1. Derecho escrito (ius scriptum). Era el conjunto de normas promulgadas
por los órganos del Estado romano (comicios, senados, magistrados, emperadores, etc.),
estuviesen o no materialmente fijadas por escrito, aunque en la práctica lo estaban
normalmente.
2.3.2. Derecho no escrito (ius non scriptum). Son las normas formadas por el
uso y la costumbre, las cuales eran tenidas como regla de conducta (mores maiorum).
En la época de la monarquía la costumbre fue la principal y única fuente del derecho.

III LA MONARQUÍA
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA MONARQUÎA
La Monarquía romana se asienta en tres órganos políticos: rex, el senado y los comicios.
Veamos cada uno de ellos.
1.1. REX
Es el supremo y exclusivo magistrado de la época monárquica, por tanto el rey no tenía
colegas, es el único magistrado que rige en este periodo. Esta magistratura vitalicia es
monocrática, por cuanto el rey no tiene compañero, y sagrada, ya que todo delito
contra su persona era reputado un sacrilegio, le confería a su titular amplios poderes.
El nuevo rey era elegido vitalicio por el rey de turno, por lo que hace que con relación a
la sucesión del rey no se acepta que el rey fuera elegido por el pueblo en los comicios,
ni que la designación tuviera un carácter hereditario, sino el concepto, genuinamente
romano, de que el rey de turno elige al nuevo magistrado, lo que hacia que el rey
saliente designara quien debía sucederle, correspondiendo al comicio solamente la
función de investirlo de imperium (poder supremo de mando).
Al morir el rey y si este no había designado quien debía sucederle, la autoridad real
pasaba al senado, produciéndose el periodo llamado Interregnum, que hacía que cada
senador ejerciera por cinco días el poder real en carácter de Interrex, hasta que
reunidos los comicios, el Interrex de turno propusiera el nuevo rey, al que los comicios
lo dotaban de Imperium; La Ley que investía de imperium al rey se llamaba Lex
Curiata de Imperio.
Entre las funciones más importantes que tiene el rey tenemos que convoca y preside los
comicios y designa a los miembros del senado. Es el supremo sacerdote (pontifex
maximus) encargado de organizar la sacra pública (culto público). Es igualmente el jefe
del ejército y, en consecuencia, tiene la dirección de la defensa del Estado.
Por otra parte, todo parece indicar que la función legislativa de dictar normas jurídicas e
interpretarlas no habría sido ejercida por los reyes romanos, pues confiaban al colegio
de los pontífices esta tarea. Sin embargo, la historia romana refiere que Rómulo y sus
sucesores dictaron una serie de leyes regias o leyes reales a través de los comicios, que
fueron coleccionadas y publicadas por un pontífice llamado Sexto Papirio, a esta
colección se le llamó ius civile papirianum. Así, a la par del derecho consuetudinario o
costumbrista habrían tenido vigencia durante la fase del ius quiritium o derecho
antiguo las llamadas leges regiae y el ius civile papirianum, a los que si bien la
leyenda proclama como ciertos, faltan datos documentados que nos conduzcan a admitir
su verdadera existencia.
1. 2. EL SENATUS
Senado viene de la palabra latina senex que significa viejo, anciano. La idea guarda
relación con la integración primitiva del senado romano, el cual estaba integrado en la
época monárquica por los más viejos entre los patricios jefes de familia, los quienes
eran vistos como venerables ancianos descendientes de los fundadores de Roma.
Los senadores eran designados directamente por el rey y actuaban como cuerpo de
consultores asesorando al rey, que regularmente los consultaba sobre cuestiones del
Estado romano. No obstante lo anterior, todo parece indicar que la verdadera función de
los senadores fue la potestad para asumir el Interregnum en la elección del rey y las
auctoritas patrum, a través de la cual convalidaban las resoluciones votadas en el
comicio.
Así, solamente los patres, es decir, los integrantes de esa clase privilegiada de la
sociedad romana primitiva (patricios) fueron los únicos con derecho a integrar el senado
romano, que de esta manera vino a tener una constitución de corte netamente
aristocrático.
Bajo la República este cuerpo asesor adquiere mayor importancia, sus miembros son
ahora elegidos entre exmagistrados por los cónsules y, posteriormente, por los censores
a raíz de la promulgación de la lex ovinia. Finalmente, en la época del Imperio, son
elegidos por el propio emperador y pasan a ser instrumentos dóciles y subordinados al
emperador de turno.
1.3. COMITIA CURIATA
Estaba compuesta esta asamblea popular por los miembros de las tres tribus que
fundaron la ciudad y que según la leyenda estaban distribuidas en treinta curias a razón
de diez curias por cada tribu. Los comicios son convocados y presididos por el rey, y
las decisiones de los comicios se convierten en leyes (lex curiata). El comicio se reunía
en Roma sobre una parte del foro llamado comitium.
Se ha atribuido al comicio curiado, siguiendo una tendencia muy arraigada en la
historiografía romana, funciones legislativas como las tuvo en el periodo republicano.
No obstante, todo parece indicar que no es verosímil tal hipótesis, porque no se han
admitido como ciertas las referencias antiguas que aludían a leyes votadas por el
comicio a propuesta de los reyes (leyes regias) y recopiladas luego por SEXTO
PAPIRIO en el ius civile papirianum.
La verdadera y específica función del comicio por curia fue la de investir al rey de
Imperium, mediante la lex curiata de Imperio. Pero también decidían sobre la
adrogación que era la forma de adopción de un pater familia y sobre un tipo de
testamento antiguo llamado calatis comitiis, consistente en la declaración de voluntad
realizada oralmente por el testador ante la comitia curiata, reunidos con este fin dos
veces al año.
También era convocado el comicio por el rey para anunciar al pueblo decisiones de
importancia y obtener su adhesión, como iniciar una guerra o celebrar un tratado de paz.
La votación de los comicios se realizaba a través de la unidad del voto de cada curia.
Dentro de cada curia votaban los ciudadanos individualmente para determinar la
opinión de la curia.
Cuando 16 curias se pronuncian en el mismo sentido forman la mayoría y se toma esa
decisión. Sin embargo, la ley curiata no tiene validez legal hasta tanto no hayan
recibido la autorización del senado romano a través de la auctoritas patrum.
2. REFORMA DE SERVIO TULIO
2.1 Causas:
La importancia que la clase plebeya iba adquiriendo en la roma monárquica a raíz de su
incesante aumento, lo que viene a significar un apreciable aporte para las legiones
romanas, hace necesario un reconocimiento de sus legítimas aspiraciones para no correr
el riesgo de perder su apoyo en la tarea de expansión territorial en que Roma estaba
empeñada.
Este problema fue percibido por los reyes etruscos que entendieron que debían efectuar
ciertas concesiones a favor de la plebe. Así, el rey Tarquino el Antiguo fue el primero
que admitió nuevas gentes plebeyas en las antiguas tribus y, como consecuencia,
aparecieron los llamados ramnes, ticies y luceres secundi como se les denominó a este
nuevo grupo social. Estos plebeyos, que en cierta medida se asimilaban a los patricios,
pudieron también formar parte del aristocrático senado con el nombre de patres
minorum gentium, para distinguirlo de los senadores patricios que eran 1os patres
maiorum gentium.
Una reforma más completa y revolucionaria que la de Tarquino el Antiguo se le
atribuye al rey Servio Tulio, la cual establece una nueva división del pueblo romano,
fundado no ya sobre el origen o la raza de los ciudadanos sino sobre su fortuna. La
reforma tenía como fin resolver tres necesidades públicas. Estas son:

 El pago de los impuestos.


 El servicio militar.
 El voto en el comicio.
Las cuatro reformas creadas por Servio Tulio fueron las siguientes:
2.2 CREACIÓN DEL CENSO
Para determinar la fortuna de cada ciudadano, Servio Tulio creó el censo, el cual se
realizaba cada cinco años. En el debía anotarse cada jefe de familia, que tenia su
capítulo especial (caput), haciendo constar el número de miembros de la familia, los
bienes que poseyera y los esclavos que estuvieran sometidos a su potestad.
El interés del censo estriba en servir de base para determinar las obligaciones militares y
fiscales de los ciudadanos, a los efectos del servicio militar y el pago de los impuestos.
2.3 POBLACIÓN
Tomando en cuenta la fortuna determinada por el censo, se dividió la población romana
en cinco clases:
 Primera clase: estaba compuesta por los ciudadanos que poseyeran más de cien
mil ases.
 Segunda clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 75 mil ases.
 Tercera clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 50 mil ases.
 Cuarta clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 25 mil ases.
 Quinta clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 11 mil ases.
A través de esta reforma, Servio Tulio decide quienes pagarán los impuestos,
entendiendo que estos serán pagados proporcionalmente a su fortuna por los ciudadanos
de las cinco clases y los que tengan, por lo menos, hasta 1,500 ases. Aquellos que
tengan menos de esa cantidad están eximidos de pagar impuestos.
Los ciudadanos de menos de 1,500 ases son llamados proletarii, no pagan impuestos y
solo aparecen en el censo por el número de hijos que tengan.
Con la división de las cinco clases sociales, Servio Tulio conforma igualmente el nuevo
ejército romano compuesto ahora ya no solo por patricios, sino también por los
plebeyos que integran las cinco nuevas clases sociales.
El puesto de los soldados dentro del ejército se establece con base en el censo de las
cinco clases sociales así: los ciudadanos más ricos de la primera clase servían a caballo
y eran llamados caballeros (equites), los restantes de la primera clase servían a pie
(infante) y se situaban en las primeras filas de la legión. Los ciudadanos de las otras
clases tenían un armamento más ligero y se situaban en las filas últimas. Los
pertenecientes a la infra classem (proletarii) estaban exentos del servicio militar.
3. COMITIA CENTURIATA
Dividida la población en 5 clases con sus correspondientes centurias, crea entonces una
nueva organización o asamblea popular denominada comicios por centurias. En esta
asamblea se reúnen en armas tanto patricios como plebeyos, fuera de los límites de la
ciudad de Roma, en el campo de Marte.
Estas clases eran divididas en centurias, cada una comprendía un número igual de
ciudadanos de 17 a 46 años (iuniores) y de ciudadanos de 46 a 60 años (seniores) así:
correspondían 80 centurias a la primera clase, 20 a la segunda, 20 a la tercera, 20 a la
cuarta y 30 a la quinta, lo que daba un total de 170 centurias. A estas debían agregarse
18 centurias de caballeros, como una clase extra que procedían de la primera clase. Los
ciudadanos de menos de 11 mil ases formaron 5 centurias (2 de artesanos, 2 de
músicos y una de soldados no armados). Así la reforma de Servio Tulio distribuyó el
conjunto de los ciudadanos en 193 centurias.
La unidad del voto en esta asamblea es la centuria y las leyes votadas se llaman lex
centuriata, que también requieren la aprobación del senado romano para que sus leyes
tengan validez y puedan aplicarse al pueblo.

4. DIVISIÓN POR TRIBUS DEL TERRITORIO ROMANO


Servio Tulio dividió el territorio romano en cuatro tribus urbanas (collina, palatina,
esquilina y suburana) y la campiña romana en 17 tribus rústicas. El rey etrusco
distribuyó las tribus teniendo en cuenta el domicilio de los ciudadanos y no sus orígenes
de razas. La importancia que tiene esta nueva división es que en las tribus se incluyen
tanto a patricios como plebeyos, sin distinción alguna, tomando en cuenta solo su
domicilio.
En conclusión, la reforma realizada por el rey Servio Tulio resolvió el pago de los
impuestos haciéndolo obligatorio para las cincos clases sociales, conforma el nuevo
ejército romano compuesto ahora tanto por patricios como por plebeyos y asegura el
voto de los plebeyos en la nueva asamblea de los comicios por centurias.

IV. ORGANIZACIÓN SOCIAL (Patricios-Plebeyos)


1. FUNDAMENTOS DE LA DIVISIÓN POR CLASES
Son numerosos los fundamentos que se dan en cuanto a la división de las clases y el
origen de ellas. Se ha dicho que hay una diferencia de origen económico, los patricios
eran los ricos y la plebe los empobrecidos. Del mismo modo, se ha dicho que los
patricios eran los terratenientes dueños de grandes tierras y los plebeyos los que
carecían de ellas.
El romanista, Arangio-Ruiz, sostiene por el contrario que la diferencia de estas dos
clases sociales está en las distintas nacionalidades. Los patricios estaban formados por
los etruscos que habían conquistado los otros pueblos y fundaron Roma. Los plebeyos
eran las demás tribus y pueblos conquistados, además de todos los inmigrantes que se
establecieron en Roma.
Los patricios eran los únicos que tenían el goce de los derechos de la ciudad, y estaban
constituidos, como ya hemos visto, por los pater familias y sus descendientes, que
componen la asamblea de las 30 curias.
2. DERECHOS DE LOS PATRICIOS
Los derechos a los cuales solo tienen acceso los patricios los podemos resumir dentro
del orden público, religioso y privado, como a continuación se detalla:
2.1. DERECHOS PÚBLICOS
 Ius Suffragii: Los faculta a votar en los comicios o asamblea popular.
 Ius Honorum: Derecho a ocupar las magistraturas.
 Ius Militae: Ser jefe de las legiones romanas.
 Ius Occupandi Agrum Publicum: Tomar posesión de las tierras
conquistadas.
2.2. DERECHOS RELIGIOSOS
 Ius Sacerdotii: Derecho a integrar los colegios sacerdotales como por
ejemplo, el colegio de los pontífices.
 Ius Sacrorum: Derecho a ejercer el culto de la ciudad.
2.3. DERECHOS PRIVADOS
 Ius Conubii: Derecho a contraer matrimonio legítimo (iustae nuptiae)
 Ius Commercii: Derecho a realizar toda clase de negocio jurídico.
 Ius Actionis: Facultad de hacer valer en justicia sus derechos,
regularmente por medio del ejercicio de una acción (actio).
3. CONDICIÓN JURÍDICA DE LOS PLEBEYOS
Siguiendo el mismo orden establecido para los patricios, podemos decir que los
plebeyos tenían la siguiente condición jurídica:
 Carecían de los derechos públicos o políticos.
 Carecían de los derechos religiosos.
En cuanto a los derechos privados:
 No tenían derecho al ius conubii con patricios, hasta la sanción de la ley
canuleia en el año 445 a.C. que deroga tal prohibición.
 No tenían derecho al ius commercii y solo se les reconoció en la medida que
fueron admitidos en las colonias latinas.
Al no poder participar del culto de la ciudad, tenían sus propias divinidades como la
diosa Diana. Todo ello ha hecho decir que dentro de Roma vivían dos pueblos que
colaboraban en la economía local, pero que estaban separados de todos los demás
aspecto de la vida.
4. CLIENTES
Este grupo social está colocado entre el patriciado y la plebe. Podría decirse que los
clientes fueron ciudadanos de segunda clase que provenían de familias empobrecidas o
extranjeros llegados a Roma, que se colocaban al amparo de una familia patricia a la
que se subordinaban, con la obligación de prestarle servicio a cambio de ayuda
económica y jurídica.
El cliente le debía respeto y obediencia al jefe de familia, al cual debía asistirle en caso
de una necesidad económica y acompañarle a la guerra.
El jefe patricio estaba obligado a darle alimentos y representarle en los juicios. Este
conjunto de derechos y obligaciones recíprocas entre el jefe patricio y el cliente se le
llamó: derecho de patronato (ius patronatus).

V. PERIODO DE LA REPÚBLICA
1. INTRODUCCIÓN
Las fuentes de la historia romana señalan el año 509 a.C., como el fin del periodo
histórico-político llamado Monarquía y el advenimiento del periodo llamado la
República, al producirse la expulsión del último rey etrusco (Tarquino el Soberbio) que
fue reemplazado por dos cónsules: Junio Bruto y Tarquino Colatino.

Causas:
Las causas que originaron el derrocamiento de la Monarquía no es tema que esté
perfectamente dilucidado. Sin embargo, se ha considerado por los estudiosos de esta
materia que el cambio institucional haya obedecido a una reacción de la clase patricia
que venía desde hacía algún tiempo conspirando contra los reyes etruscos, los que, a
partir de Tarquino el Antiguo, iniciaron una serie de reformas políticos-sociales que
atentaban contra los intereses y privilegios de que gozaba la clase patricia.
A raíz de la revolución patricia del año 509 a.C., las funciones que tenía el rey la
asumen dos magistrados llamados cónsules. Estos magistrados eran elegidos por los
comicios por centurias y desempeñaban su cargo alternativamente por el periodo de un
año y, cada uno, tenía derecho de veto (intercessio) sobre las decisiones del otro cónsul.
El nombre de rey subsiste bajo la República en dos casos: para un sacerdote que
reemplaza al rey etrusco en sus funciones religiosas, pero que posteriormente es
reducido a una categoría inferior al aparecer la figura del pontifex maximus como el
verdadero jefe del grupo religioso. El otro caso es el del interrex, un senador que
gobierna por cinco días mientras se designan los nuevos cónsules, por los comicios por
centurias.
2. LA ESTRUCTURA REPUBLICANA
La República se caracteriza por ser un periodo histórico-político basado en la creación
de las magistraturas. Estas magistraturas republicanas tienen una serie de características
que la hacen diferente a la que presentaba el rey, magistratura única de la monarquía, así
tenemos las siguientes características:
2.1 LA PLURALIDAD: En la República existen varias clases de magistrados,
en comparación con la monarquía en donde existe un único magistrado: el rey.
2.2 LA ANUALIDAD: En la República, los magistrados duran un año en su
cargo, con excepción del censor, que disponía de 18 meses para cumplir con sus
funciones; en cambio en la monarquía, el rey único magistrado tiene carácter vitalicio.
2.3 LA COLEGIALIDAD: En el periodo de la República, las magistraturas
son ejercidas por dos o más titulares, actuando en forma alternativa, pero cada titular
tiene el mismo poder que su colega. De los dos magistrados, mientras uno ejercía la
función, el otro estaba en receso, pero con la facultad de oponer su veto (intercessio) a
las decisiones del colega, de tal manera que para actuar las decisiones tienen que ser
tomadas por unanimidad. También las magistraturas de mayor poder podían vetar las
decisiones de las de menor jerarquía. Así, un cónsul puede vetar la decisión de un
pretor. De esta manera, la intercessio se daba en forma horizontal y vertical.
2.4 LA ELECTIVIDAD: Los magistrados eran elegidos por el pueblo reunido
en los comicios. Los magistrados mayores eran elegidos por los comicios por centurias
y los magistrados menores por los comicios por tribus.
2.5 LA GRATUIDAD: Todo estos cargos no están retribuidos, la magistratura
era un honor –ius honorum- al servicio del pueblo romano, por consiguiente, estos
cargos no eran remunerados.
2.6 LA GRADUALIDAD: Las Magistraturas estaban organizadas
jerárquicamente por grado, de modo que forman una escala ascendente, el llamado
cursus honorum, del modo siguiente: cuestor, edil curul, pretor y cónsul.
Estas características del poder de los magistrados estuvo presidida por la idea de que el
poder debe estar balanceado para que no hubiera un poder monárquico, tan deshonesto y
poco apreciado por los romanos, todo esto pues para evitar la unidad de poder en una
sola persona.
El atributo fundamental de los magistrados era la potestas, la cual indicaba la
competencia que el derecho le atribuía al detentador de alguna magistratura judicial o
administrativa. Así, por ejemplo, la potestas del magistrado censor incluía la facultad de
confeccionar el censo, y la de formar el álbum senatorial de donde se elegían los
senadores.
3. CLASIFICACIÓN DE LAS MAGISTRATURAS REPUBLICANAS
En la época de la República se distinguieron principalmente dos clase de magistraturas,
a saber: las patricias (magistratus populi romani) y las plebeyas (magistratus plebis).
Las magistraturas patricias eran aquellas a las cuales solo tenían acceso los ciudadanos
patricios, por ejemplo la magistratura consular. Por el contrario, las magistraturas
plebeyas eran aquellas en donde solo tenían acceso los plebeyos, tales como el tribuni
plebis y el edil plebeyo.
Las magistraturas patricias, por su parte, se dividían en ordinarias y extraordinarias. Las
ordinarias eran las que existían en forma permanente, por consecuencia su elección
estaba prevista regularmente, como por ejemplo el cónsul, el pretor y el edil curul.

Las magistraturas extraordinarias, por el contrario, eran aquellas que se creaban para
casos excepcionales o cuando circunstancias especiales así lo aconsejaban, durando los
magistrados el tiempo necesario para cumplir el cometido que había determinado su
creación. Ejemplo de este tipo de magistratura fueron los decenviros, que se
constituyeron para dictar la ley de las XII tablas, llamada también ley decenviral.
Los romanos también establecieron una magistratura extraordinaria llamada dictatura,
que contempla la posibilidad de volver en cierto modo a una autoridad personal y sin
límites, debido a las dificultades que significaba la colegialidad. Así, en caso de un
problema externo (guerra) o interno que pusiera en peligro al Estado Romano, los
cónsules eran reemplazados por un dictador con plenos poderes, el quien hacia caer o
suspender las demás magistraturas ordinarias. El cargo de dictador se mantenía todo el
tiempo que duraba la emergencia, pero en ningún caso más de seis (6) meses, a menos
que la circunstancia que la habían originado siguieran, entonces, se podía prorrogar su
mandato.
4. FUNCIONES DE LAS MAGISTRATURAS REPUBLICANAS
4.1. CÓNSULES
A raíz de la revolución del año 509 a.C., el rey fue reemplazado por dos magistrados
anuales y electivos llamados cónsules a quienes pasó la totalidad del imperium de que
gozaban los reyes en la época monárquica, salvo en cuanto al derecho de veto o
intercessio, el cual fue una facultad que no tenia el rey, por cuanto fue un magistrado
único.
Es probable que, una vez derrocado el rey en el año 509 a.C., los senadores patricios no
hayan nombrado a los dos primeros cónsules, sino que nombraron un dictador hasta el
año 450 a.C., y a partir de esa fecha se nombraron los dos primeros cónsules. Los
cónsules eran elegidos por los comicios por centurias y no podían ser separados de sus
cargos en el año en que debían desempeñarlo, salvo que se diera el nombramiento de un
dictador.
Las atribuciones del cónsul fueron en el fondo las mismas que las del rey etrusco: era el
jefe militar, administraba justicia y tenía la facultad de proponer proyectos de ley (ius
agendi cum populi). Además, hasta la creación de los censores, los cónsules
confeccionaban el censo y la lista de los senadores.

4.2. PRETOR
La creación de esta magistratura, en el año 367 a.C., se debió a que los cónsules, al ser
los jefes militares, pasaban mucho tiempo fuera de Roma, con lo que descuidaban la
administración de justicia. Esta situación hizo imperiosa la necesidad de tener un
magistrado que se dedicara exclusivamente a esa actividad y, que al mismo tiempo,
permaneciera sin moverse de Roma.
El pretor, colega menor del cónsul, es elegido al igual que este en los comicios
centuriados y goza de imperium y de potestas. El cargo de pretor fue único en los
primeros tiempos, rompiendo así el principio de la colegialidad.
Al crearse el magistrado pretor en el año 367 a.C., se nombró a este con el título de
pretor urbano, con la función de atender los litigios entre los ciudadanos romanos. Con
el tiempo, sin embargo, y a raíz de las conquista de los plebeyos, la magistratura se hace
colegiada al crearse, en el año 242 a.C., un segundo pretor llamado peregrino, en
oposición al anterior pretor urbano.
El pretor peregrino tiene competencia para la administración de justicia entre peregrinos
o entre peregrinos y romanos. Así, la pretura llegó a formar como magistratura un grado
dentro del cursus honorum, inmediatamente inferior al cónsul, y los colegas pretores
tienen entre ellos el derecho al veto (intercessio).
En la República todos los magistrados gozan de potestas independientemente de que
posean mayor o menor jerarquía. En cambio, solo los magistrados superiores tienen
imperium como es el caso del cónsul, el pretor y el dictador.
Los pretores van a desarrollar su programa de acción a través de los edictos, lo que
viene a constituir una de las fuentes del derecho más importantes del periodo clásico del
Derecho romano. En efecto, el pretor fue el principal artífice de la creación del derecho
honorario, de ahí que se le haya denominado a este derecho también con el nombre de
derecho pretoriano o ius praetorium para aludir a la actividad jurisdiccional (iuris
dictio) del pretor. Al derecho honorario lo podemos definir como el conjunto de normas
que emanan de los edictos de los magistrados con ius edicendi, en especial el del
magistrado pretor.
4.3. CENSOR
Esta magistratura fue creada en el año 443 a.C., con el objeto de relevar a los cónsules
en la confección del censo. Tuvo la especial característica de no ser una magistratura
anual permanente debido a que sus titulares eran elegidos por los comicios por centurias
a propuestas de los cónsules, cada cinco años, durando en sus funciones 18 meses. Estos
magistrados no gozaron de imperium, y solo poseían el poder de la potestas del
magistrado.
La importancia que alcanzó esta magistratura se debe fundamentalmente a la
circunstancia de que se le confirió, por una ley ovinia del año 312 a.C., la potestad de
confeccionar la lista de los miembros del senado (album senatorial) de la que se
elegían los senadores, además del ejercicio de la llamada cura mores, es decir, la
vigilancia sobre las actividades personales de los ciudadanos romanos.
En virtud del ejercicio de la cura mores, los censores tenían el poder de decidir sobre el
honor de una persona, lo que los facultaba para poner en el censo, junto al nombre de un
ciudadano, una nota censoria o tacha de infamia de su vida pública como privada, lo
que acarreaba al afectado una minusvalía, que incluso lo hacía inhábil para desempeñar
los cargos del Estado, lo que significó tener el control moral del pueblo. Todas estas
circunstancias terminaron por hacer de esta magistratura la más importante de todas.
4.4. EDIL CURUL
Esta magistratura patricia ordinaria nació al mismo tiempo de la creación de la pretura
en el año 367 a.C., cuando se crearon dos nuevos magistrados elegidos por los comicios
por tribus (comitia tributa): los ediles curules, magistrados colegiados, se incorporan
al cursus honorum en un grado inferior a los pretores.
Esta magistratura tuvo la particularidad de que se le otorgó el uso de la silla curul para
diferenciarla del edil plebeyo, pero, no obstante, los plebeyos pudieron acceder a la
edilidad curul, en cambio los patricios no podían acceder al edilato plebeyo. Solo gozan
de potestas y carecen de imperium.
Las funciones de los ediles curules están circunscritas a la cura urbi, es decir, se refiere
al cuidado y limpieza de la ciudad, la reparación de las calles, plazas y edificios
públicos, de la vigilancia nocturna y del cuidado de los mercados.
En el cuidado de los mercados les correspondía la vigilancia de los precios y del
abastecimiento en general y en virtud de la potestad jurisdiccional de que gozaban en el
ejercicio de esta última función, crearon acciones especiales para regular los casos de
vicios ocultos en la venta de animales y esclavos. Acción que después se incorporó a
todos los negocios de venta y, tiene la particularidad, que hoy en día se contempla en
nuestro contrato de compra y venta regulado en nuestro Código Civil.

4.5. CUESTOR
Esta magistratura apareció en Roma con el consulado en el año 450 a.C. En un principio
aparecieron como meros ayudantes de los cónsules, los que los elegían libremente.
Posteriormente fueron elegidos en los comicios por tribus, convirtiéndose en
magistrados del pueblo romano, formando parte del cursus honorum.
La magistratura de los cuestores se originó con dos, según la costumbre romana de
nombrar magistrados in collegium (conjuntamente), pero este número se fue elevando a
cuatro, dos por cada cónsul en el año 421 a.C., para llegar a ocho en el 267 a.C., y a
veinte en la época de Sila.
Estos magistrados están encargados de dos funciones. Por una parte, están encargados
de las finanzas del Estado, por tener la función de administrar el tesoro público
(aerarium populi romani), cuando ejercían esta función se les llamaban quaestores
aerari o cuestores del erario, por otra parte, tuvieron la instrucción criminal en las
causas que podían traer como sanción una pena capital, es decir, una pena de muerte
como era el caso del homicidio.
En esta última función, los magistrados se encargaban de determinar los hechos que
originaron el delito, es decir, hacían las veces de funcionarios de investigación. Cuando
ejercían esta función se les llamaba quaestores parricidii o cuestores de parricidio y
como tales asistían al pretor. Estos magistrados solo gozan de las potestas y carecen de
imperium.
5. MAGISTRADOS DEL CURSUS HONORUM INFERIOR
Además de los magistrados indicados existían otros que formaban el cursus honorum
inferior. La mayoría estaba constituida por tribunos militares elegidos por los comicios
por tribus. Entre los magistrados civiles podemos mencionar: los tresviri capitales,
magistrados inferiores integrados en un colegio de tres miembros, encargados de los
ciudadanos sometidos a penas capitales; los tresviri monetales encargados de la
acuñación de moneda; los praefecti iure dicundo que eran representantes del pretor
para administrar justicia en algunas ciudades de la península itálica. Era costumbre e
incluso indispensable haber desempeñado algunos de estos cargos antes de presentarse a
la cuestura.

6. LOS EDICTOS DE LOS MAGISTRADOS. IUS EDICENDI


El ius edicendi es el derecho que tenían los magistrados de publicar sus edictos. El ius
edicendi se formaliza así en los edictos que son publicaciones que se hacían en tablas
de madera pintadas de blanco denominadas álbum, en las que el magistrado le
expresaba al pueblo romano las reglas jurídicas que aplicaría en el ejercicio de sus
funciones. Era costumbre que al inicio de sus funciones el magistrado anunciara al
pueblo su edicto.
Los magistrados cuyos edictos son fuentes importantes de derecho son los ediles, los
gobernadores de provincia y, muy especialmente, el magistrado pretor. Es por esta
razón, que trataremos en especial el edicto del pretor, por haber sido la fuente del
derecho que primordialmente nutrió al derecho honorario.
7. EL EDICTO DEL PRETOR Y EL DESARROLLO DEL IUS HONORARIUM
Al principio de su magistratura el pretor en virtud del ius edicendi, publicaba en tablas
de madera blanca (álbum) su edicto que contenía las normas de derecho que iba a
aplicar, y las fórmulas procesales que ofrecía a los litigantes durante el año de duración
de sus funciones.
El edicto que publicaba el pretor se le llamaba edicto perpetuo (edictum perpetuum),
porque no lo podía modificar una vez haya sido publicado. Este edicto perpetuo podía
contener a su vez diferentes partes o cláusulas edictales como veremos a continuación.
En la práctica, el nuevo pretor promulga el edicto perpetuo de su antecesor sin ninguna
modificaciones, en este caso se le llamaba edicto trasladado (edictum translatitium).
Cuando por el contrario modificaba el edicto de su colega saliente, imponiendo
innovaciones propias, dictaba un edicto nuevo (edictum novum). Cuando al pretor se
le presentaba un asunto surgido en el ejercicio de sus funciones, no contemplado en su
edicto perpetuo, entonces dictaba un edicto particular llamado edicto repentina
(edictum repentinum).
En la época clásica del Derecho romano, durante tres siglos, desde mediados del siglo II
a.C. hasta mediados del siglo II de nuestra era, los edictos son el vehículo fundamental
en la creación del derecho; pero en ellos actúa el magistrado de un modo muy diverso
al de un legislador. Así emplea una vía indirecta, basada en el ejercicio de su imperium,
ofreciendo en el álbum medios procesales y acciones para obtener en juicio ciertos
efectos y excepciones que oponer en ciertas pretensiones basadas en el derecho civil
tradicional o prometiendo ordenar la ejecución de ciertos actos en determinados casos,
para no solo, como dice Papiniano, ayudar al derecho civil, sino para suplirlo y hasta
corregirlo.
Por esa vía indirecta, se nos ha permitido entender el derecho clásico como un sistema
de derechos subjetivos, en el que los pretores logran adecuar con agilidad las
instituciones a las necesidades y permiten al Derecho romano llegar a una alta
perfección.
Si bien es cierto que el pretor fue el más importante de los magistrados que dictaban
edictos en lo que hace a la creación del derecho honorario, no menos cierto es que la
labor edictal de los ediles curules y gobernadores de provincia también fue fecunda y
nutrió de igual manera al derecho honorario.
Al final de la República, la labor de los magistrados con ius edicendi ha producido
tanto de sí, que ha permitido una acumulación importante de normas jurídicas creadoras
de un nuevo derecho llamado ius honorarium o ius praetorium, para aludir a la acción
preponderante del pretor, un derecho paralelo al derecho civil antiguo. Digamos por fin
que durante toda la época republicana ambos derechos coexistieron paralelamente, si
bien con posterioridad se integran mutuamente formando un nuevo derecho civil. En el
derecho justinianeo el derecho honorario no tiene otro valor que el de datos históricos,
pues se incorporan sus normas al derecho civil codificado de la época.
8. MAGISTRATURAS PLEBEYAS REPRESENTANTES DE LA PLEBE
8.1. TRIBUNOS Y EDILES PLEBEYOS
La distinción entre patricios y plebeyos se acentúa con la revolución aristocrática del
509 a. C., la que desde un principio deja sin protección a los plebeyos. Esto dará inicio a
lucha por la igualdad entre estos dos grupos sociales que marcará la historia romana
durante mucho tiempo.
La primera constitución de esta República es indudablemente patricia, ya que solo a esta
clase está reservada la gestión de la cosa pública. Los plebeyos desprovistos de la
protección real e incluso impedidos de contraer matrimonio con los patricios van a
luchar durante un siglo y medio para obtener la igualdad con los patricios, tanto en el
plano político- jurídico como social.
La plebe, que constituye el mayor volumen de la población se vale fundamentalmente
de dos armas para lograr sus propósitos: por una parte la amenaza de secesión para
formar una nueva ciudad y por otra parte, la huelga militar.
En primer lugar, la plebe se organiza políticamente al poder elegir sus propios
representantes: Los tribuni plebis. Además de la organización del pueblo
(conjuntamente patricios y plebeyos) en los comicios por centurias.
Si adoptamos un orden cronológico para seguir este proceso de integración de las clases
en la República, debemos señalar el año 494 a.C. como el inicio de la conquista
plebeya.
En el año 494 a. C., los plebeyos salen de Roma y se retiran al monte Aventino. Los
plebeyos condicionan el regreso a la ciudad, si los patricios aceptan nombrarles dos
magistrados exclusivamente plebeyos, dando origen a los llamados tribunos de la plebe
(tribuni plebis).
Esta magistratura solo fue accesible a los ciudadanos plebeyos, siendo elegidos sus
titulares primero por los comicios por centurias con exclusión de los patricios, mediante
propuesta de los magistrados salientes a la colectividad plebeya y más tarde por los
comicios por tribus.
Los tribunos de la plebe reúnen a la plebe en asambleas populares llamadas concilia
plebis, en donde votan resoluciones llamadas plebiscitos, que no tienen fuerza
obligatoria más que para ellos mismos.
Los tribunos de la plebe tienen derecho a veto (intercessio) y lo pueden oponer a todos
los magistrados, lo mismo que a los cónsules y al senado, además, se les enviste de un
carácter sagrado. Los tribunos tenían la intercessio en toda su extensión, cuya atribución
solo se suspendía en caso de dictadura o de una emergencia fijada por el senatus
consultum ultimun. El carácter sagrado de los tribunos hacía que el atentado contra
uno de ellos, llevara consigo la consecratio del hechor y de sus bienes a los dioses de la
plebe, posibilitando que el culpable pudiera ser muerto impunemente al ser declarado
sacer (enemigo del pueblo). Un tribuno podía también pronunciar la consecratio
considerada pena capital contra un enemigo de la plebe, pero este tenía el derecho de
provocatio ante la concilia plebis. el tribuno tiene, además, el ius agendi cum plebi, es
decir, la facultad de presentar determinados asuntos a la decisión de la asamblea del
pueblo plebeyo.
Los tribunos toman la costumbre de convocar a los plebeyos sobre el foro, pero de
acuerdo con la organización creada por el rey Servio Tulio, que como ya hemos visto,
fue según el domicilio de ellos, es decir, por tribus, esta forma de reunión es imitada por
la clase patricia, así en lugar de reunir al pueblo por centurias sobre el campo de marte,
los reúnen por tribus, sobre el foro, dando origen a una nueva asamblea popular llamada
comitia tributa (comicios por tribus).
Desaparecida la lucha entre las dos órdenes sociales, se mantuvo el cargo de tribuno,
equiparándolo la oligarquía patricia al grado de los ediles curules, abriéndoles de esta
manera la carrera de las magistraturas. Junto a los tribunos de la plebe aparecen
también los ediles plebeyos como una nueva magistratura plebeya, los que se
desempeñaban como auxiliares de los tribunos, siendo designados por la concilia plebis
y encargados de funciones religiosas y económicas en el ámbito de los intereses de su
clase. Este edilato prácticamente desapareció, cuando se admitió el acceso de los
plebeyos a la edilidad curul.
9. LEY DE LAS XII TABLAS
En el campo jurídico, los plebeyos consiguen en primer lugar la escrituración del
derecho hasta entonces esencialmente consuetudinario con la redacción de la Ley de
las XII Tablas. En el año 462 a.C., el tribuno Terentelio Arsa propuso la elección de
una magistratura extraordinaria para dictar un cuerpo legal que regulara los derechos
tanto de los patricios como de los plebeyos, y a la vez conocidas por todos.
Se nombró a los Decemviri magistratura extraordinaria integrada por diez ciudadanos
patricios, los cuales redactaron en el 455 a.C. las diez primeras tablas. En el año 451
a.C., se nombraron diez nuevos decenviros con la participación de plebeyos, que
redactaron las dos últimas tablas, dando origen a las llamadas XII tablas o código
decenviral.
Las consecuencias o efectos jurídicos que produjo la publicación de la Ley de las XII
Tablas son las siguientes: Es el primer ordenamiento legal escrito del pueblo romano,
reglamentó el derecho público y el derecho privado, es la primera ley aplicable tanto a
patricios como a plebeyos, y al ser conocida por todos disminuyó los abusos cometidos
por los magistrados patricios.
El texto de la Ley de las XII Tablas no es conocido porque, al parecer, fueron destruidas
en el incendio de Roma por los Galos, en el año 387 a. C. Sus normas han sido
recogidas por las referencias y comentarios que de ellas han hecho antiguos
historiadores como Tito Livio y los escritos del célebre Cicerón. De estas referencias
podemos decir que la Ley de las XII Tablas tuvo el siguiente contenido:

 I y II Tablas: Contienen las normas de la Organización Judicial y del


procedimiento en el sistema de las acciones de la ley (atio legis).
 III Tabla: Contiene las normas referentes a la ejecución de los juicios contra
los deudores insolventes.
 IV Tabla: Contiene las normas referentes a la patria potestad. En ese aspecto
legisla sobre los amplios poderes del pater familias, obligando al padre a matar a
sus hijos deformes o monstruosos.
 V Tabla: Legisla sobre las sucesiones y tutelas.
 VI Tabla: Trata sobre el derecho de propiedad y la posesión, consagrando la
existencia de una propiedad exclusiva de los ciudadanos romanos, el dominio ex
iure quiritium.
 VII Tabla: Trata sobre las diversas servidumbres legales.
 VIII Tabla: Trata de los delitos, distinguiéndolo en públicos y privados
 IX Tabla: Trata del derecho público.
 X Tabla: Legisla sobre el derecho sagrado.
 XI y XII Tablas: Se dictaron con posterioridad a las diez primeras y tuvieron por
fin complementarlas.
La sanción de la Ley de las XII Tablas no abrió el conocimiento del derecho ni a los
patricios ni a los plebeyos, pues el colegio de los pontífices continuó con la privacidad
del mismo, dado que eran los únicos que conocían los secretos de las fórmulas del
procedimiento de las acciones de la ley y la lista de los días fastos y nefastos, durante
los cuales se podría litigar delante del magistrado y realizar los ritos de las acciones de
la ley.
Esta situación hace que Gneo Flavio, amanuense de Apio Claudio el Ciego, publique en
el año 304 a.C. las formulas de las acciones de la ley y la lista de los días fastos y
nefastos, a esta publicación se le conoce como ius flavianum. La crítica ha formulado
diversas hipótesis acerca de cómo pudo llevarse a cabo esta publicación, que trajo como
consecuencia la rotura del secreto pontifical en que se mantenían.
Esta publicación fue completada en una obra de Sexto Aelio, llamada ius aelianum o
tripartita que comprende: El texto de la Ley de las XII Tablas, la interpretación de esta
ley y los ritos de las acciones de la ley.

Con estas publicaciones, se abre el conocimiento y estudio del derecho a los plebeyos y
patricios, permitiendo a Tiberio Coruncanio ser el primer plebeyo que inicia la
práctica de dar consultas públicas de derecho, por eso es considerado el primer
jurisconsulto romano que enseñó públicamente el derecho, también fue el primer
plebeyo nombrado gran pontífice en el año 254 a. C.
Aun, cuando aceptemos que la Ley de las XII Tablas sirvió para la vigencia de un
derecho quiritario de corte personalista, que debía amparar al ciudadano romano con
exclusión del extranjero y al patricio en detrimento del plebeyo, tiene el mérito
innegable de haber sido el primer intento realizado por los romanos de una codificación
completa de sus leyes, que solo se repitió, después de un milenio, cuando Justiniano
ordenó la compilación del derecho en su época (527 a 565 d. C.), en el corpus iuris
civilis.
De esta manera, la plebe fue obteniendo la ansiada igualdad en todos los campos,
incluso llegó a ocupar cargos públicos que en un principio fueron reservados solo a los
patricio, además de la promulgación de ciertas leyes favorables a sus intereses de clase,
permitiendo la integración patricio-plebeya, que a continuación detallamos.
10. INTEGRACIÓN PATRICIO-PLEBEYA DURANTE LA REPÚBLICA
El punto inicial de las conquistas plebeyas parte del año 494 a. C., cuando se organizan
políticamente al exigir el nombramiento de los tribunos de la plebe y su magistratura
auxiliar, el edil plebeyo. Por su parte, con la reforma de Servio Tulio se forma una
escala social nueva en atención a la riqueza, con influencia preferente de las más ricas,
pero con la participación conjunta de patricios y plebeyos, nos referirnos a los comicios
por centurias.
En el año 451 a.C., los decenviros publican la Ley de las XII Tablas de enorme
importancia para el logro de la igualdad jurídica.
En el año 445 a.C., se promulga la ley canuleia que autorizaba el matrimonio entre
patricios y plebeyos. En el año 421 a.C., los plebeyos son admitidos a la cuestura,
primera magistratura patricia a la que pudieron acceder.
En el año 367 a.C., a través de la ley licinia, se les concedió el derecho a ocupar el
consulado y en el año 364 a. C. fueron admitidos a la edilidad curul.
En el año 356 a.C., se nombra al primer dictador plebeyo Marcio Rutilo y llegaron los
plebeyos a ser censores en el año 351 a.C., y a la pretura en el ano 337 a. C., y en el año
254 a. C., Tiberio Coruncanio se convierte en el primer jurisconsulto que enseña
públicamente el derecho y, a la vez, el primer plebeyo que fue nombrado pontífice
máximo.
Las leyes valeria horatia del año 449 a. C. deciden que los plebiscitos tendrán fuerza
de ley cuando después de ser votados hubiesen obtenido la auctoritas patrum del
senado, la ley publilia del año 339 a. C. decide que esta aprobación senatorial debía
obtenerse antes de ser votado el plebiscito y, finalmente, la ley hortensia del año 289 a.
C, da fuerza legal a los plebiscitos sin requerir de la auctoritas patrum equiparándolo a
la ley y, por tanto, obligatorios no solo para los plebeyos, sino también para los
patricios.
De esta manera, la plebe fue obteniendo la ansiada igualación en todos los campos,
incluso llegó a la superación política de los patricios hasta la formación de la
constitución republicana definitiva que se denomina con propiedad constitución
patricio-plebeya. Esta constitución tiene sus pilares en los tres grandes
órganos del estado romano: el pueblo reunido en comicios, el senado y los magistrados.
Frente a los conceptos teóricos griegos sobre las clases de gobierno acuñados por
Aristóteles, el historiador Polibio, señalando hacia el momento en que se estableció esta
constitución, hace el siguiente comentario: “Las tres formas de gobierno de que he
hablado más arriba, se hallaban amalgamadas en la Constitución Romana, y la parte de
cada una estaba tan exactamente calculada, todo estaba en ella tan equitativamente
combinado, que nadie, ni entre los romanos, hubiera podido decir si era una aristocracia
o una monarquía.
Esta indecisión era, por lo demás, muy natural porque examinando bien los poderes de
los cónsules, se hubiera dicho que constituía un régimen monárquico, una realeza; a
juzgar por los del senado, era, por el contrarió, una aristocracia; en fin, si se
consideraban 1os derechos del pueblo, llegaba a aparecer que se trataba francamente de
una democracia". Con el establecimiento definitivo de la constitución patricio - plebeya
hacia el año 300 a. C., desaparecen las clases sociales de patriciado y plebeyos; en el
futuro estos términos tendrán un sentido esencialmente social y económico.
11. LA CRISIS DE LA CONSTITUCIÓN PATRICIO-PLEBEYA
Las conquistas, hasta cubrir el territorio italiano y la expansión por toda la cuenca del
mediterráneo, cambian el aspecto de las clases romanas y de su sistema político.
Encontramos ahora tres clases bien diferenciadas: la nobleza gobernante; orden
senatorial cuya más alta expresión son los consulares; la orden ecuestre, integrada por
los caballeros, que tienen en sus manos el comercio, la banca y el cobro de los
impuestos. Por último, el pueblo formado por los campesinos, plebe urbana, plebe
rústica y el proletariado. El juego de estas clases, según su influencia política, forma el
panorama interno de Roma en los siglos III y II a. C.
Fueron las propias conquistas las que produjeron las causas que terminarían por
arruinar el régimen republicano. Preludio de esta ruina fueron las cuestiones que
preocuparon a Roma en la segunda mitad del siglo II y a comienzos del siglo I: Las
luchas democráticas y la cuestión italiana o guerra social.
Las primeras giraron en torno a la persona de los hermanos Graco en cuanto ambos
quisieron reformar la situación producida al formarse el latifundio senatorial del ager
publicus, al arruinar al pequeño propietario romano, piedra angular de la antigua
República.
Cayo Graco obtiene la aplicación de la ley agraria propuesta por Tiberio y dicta luego
una ley colonial; obtiene la aprobación de una ley frumentaria y se atrae al orden
ecuestre arrendándole el cobro de los impuestos de la provincia de Asia y entregándole
el control de las quaestiones perpetuae (tribunal).
La cuestión italiana se plantea ante el hecho de participar los aliados intensamente en las
guerras de conquistas con cuerpos auxiliares y fuertes tributos, pero sin obtener ninguna
ventaja en el reparto del botín. Ante la negativa del senado de conceder la ciudadanía
romana, se originó una guerra cruentísima, hasta que en el año 90 a. C., una lex iulia
otorgó la ciudadanía a los latinos y demás italianos no sublevados y la lex plautia
papiria del año 89 la hizo extensiva a todos.
La crisis del régimen republicano se explica al analizar las consecuencias de las
conquistas. Una organización que era perfecta para una Ciudad Estado tenía que ser
innecesariamente imperfecta para gobernar un Imperio. La creación de las provincias y
el imperativo de mantener largas campañas guerreras hace cambiar al soldado
ciudadano por el mercenario, unido a su jefe por un vínculo más fuerte del que lo une
con la república. Por otra parte, la clase dirigente ha perdido las condiciones morales
que la caracterizaban para dejarse llevar por la ambición y la codicia. Los intereses
económicos escapan al control del senado y la plebe urbana empieza a tomar conciencia
de clase. Todo esto unido a la ausencia de un régimen representativo hace que solo unos
poquísimos ciudadanos, los que están en Roma, puedan llevar las riendas del gobierno.
Cayo Graco y Escipión Emiliano aparecen como el primer antecedente del poder
personal. Unos años más tarde esto ya se concreta sin límites en la figura de Mario o
incluso en el caso de Sila y del segundo triunvirato transformado en reforma
constitucional.

VI. PERIODO DEL IMPERIO


1. ALTO IMPERIO (27 a.C. - 235 d.C.)
A las circunstancia antes señaladas, se sumó el relajamiento de las costumbres, el
desprecio de la religión y las instituciones de los antepasados y las convulsiones
internas promovidas por ambiciosos caudillos como Mario, Sila, Pompeyo, Julio
Cesar, Marco Antonio, Octavio, todo esto contribuyó a destruir la fuerza del Estado y
la moral del pueblo y traería consigo la creación de un nuevo régimen político: el
Imperio.
Octavio se convierte en el primer emperador romano. El senado otorga a Octavio el
titulo de imperator y el calificativo de augustus que significa "sagrado por designación
divina". En el año 27 a.C, se designa a Augusto "princeps senatus" primero entre los
senadores. Esta decisión senatorial hace nacer la primera etapa de esta nueva
organización imperial, la que recibe el nombre de principado, también llamado Alto
Imperio.
El emperador Augusto reúne en sus manos todos los poderes haciéndose conceder los
poderes de los magistrados de la república, por ejemplo el poder consular (mando de
todos los ejércitos); potestad tribunicia (intercessio). Estas potestades constituyen la
base del poder imperial.
No obstante que los emperadores tenían un poder absoluto, al comienzo del Imperio
sometían las leyes a la aprobación de los comicios, sobre todo los comicios por tribus.
Con el correr del tiempo, los emperadores reemplazan el voto de los comicios por los
senadoconsultos del senado y las constituciones imperiales, como veremos a
continuación.
2. SENADOCONSULTOS (DECISIONES DADAS POR EL SENADO)
Los emperadores tomaron la costumbre de someter las leyes a la aprobación del senado.
Las decisiones dadas por el senado se les llamaron senadoconsulto (senatus
consultum), pero estas respuestas no son obligatorias para el emperador, aunque
generalmente son acatadas, pero a partir del emperador Adriano se imponen con
carácter obligatorio. Los senadores llegan a convertirse en servidores dóciles de los
emperadores, quienes tienen la facultad de escoger a los senadores por el hecho de que
los emperadores tienen en su poder la potestad otorgada al censor por la lex ovinia.
3. CONSTITUCIONES IMPERIALES
Los senadoconsultos van siendo reemplazados por las constituciones imperiales que
vienen a ser la norma legal obligatoria emanada de la voluntad del emperador. Se
distinguieron varias clases de constituciones imperiales, a saber:
 Edicta: Son las reglas de derecho aplicables a todo el Imperio. Estas reglas de
derecho son publicadas en los edictos del emperador en su calidad de magistrado
y en ejercicio del ius edicendi.
 Decreta: Decisiones judiciales dadas por el emperador en las causas sometidas a
su conocimiento en primera instancia o en apelación.
 Rescripta: Las respuestas por escrito que el emperador daba, a manera de
jurisconsulto, a las consultas jurídicas formuladas por particulares o
funcionarios. Las respuestas a los particulares se denominaron subscriptio, en
tanto que las emitidas para sus funcionarios se denominaban epístolas y se
contestaban en pliego aparte.
 Mandata: Son instrucciones dirigidas por el emperador a sus funcionarios,
especialmente a los gobernadores de provincia. Las mandatas eran válidas solo
para la región del Imperio a la cual se dirigían y únicamente durante la vida del
emperador.
4. DERECHO HONORARIO EN EL PERIODO IMPERIAL
4.1. Edicto Perpetuo de Salvio Juliano
Los senadoconsultos y las constituciones imperiales vinieron a reemplazar a las leyes y
a los plebiscitos, pero los edictos de los magistrados y las respuestas de los
jurisconsultos, de la época de la república, se convierten en este periodo en fuentes del
derecho.
La proliferación de edictos hizo que en los tiempos del Imperio se sintiera la necesidad
de poner orden a la gran cantidad de edictos promulgados por los pretores en las
diferentes épocas. Esto determinó que el emperador Adriano, en el año 130 d.C.,
encargara al más grande jurisconsulto de esa época, Salvio Juliano para que recopilara
en un solo cuerpo legal los edictos publicados por los pretores y ediles curules. En este
trabajo, Salvio Juliano suprimió todo lo que había caducado, añadió y alteró ciertas
reglas para adecuarlas a la época y dividió las materias para facilitar su estudio.
Esta codificación fue ratificada por Adriano por un senadoconsulto en el año 131 d.C.,
dándole el carácter de inmutable y definitivo, pasando a formar parte de las fuentes del
derecho, denominándosele Edicto Perpetuo.
Sobre esta obra es poco lo que se ha podido conocer dado que no ha llegado completa a
nuestros días, pero sin embargo, ha sido posible su reconstrucción gracias al trabajo
realizado por el romanista alemán, Otto Lenel, publicado en Leipzig en el año 1883.
4.2. Las Respuestas de los Jurisconsultos
A partir de Augusto, algunos jurisconsultos reciben como concesión especial del
emperador el ius publice respondendi, a aquellos que se les otorga este derecho tenían
más crédito sus respuestas, que aquellos jurisconsultos que carecían de este derecho.
Más dictámenes de uno y de otros, no tenían carácter obligatorio.
Con el emperador Adriano se resuelve que las respuestas de los jurisconsultos que
tenían el ius publice respondendi tendrán fuerza de ley, cuando dos o más
jurisconsultos que gocen de esta concesión se pronuncien de la misma manera, el juez
estará obligado a tener que tomar esa opinión en su sentencia, de esta manera las
respuestas de los juriconsultos se convierten en fuente de Derecho romano. Papiniano
fue considerado el príncipe de los jurisconsultos romanos.
5. BAJO IMPERIO (235 d.C. al 565 d. C.)
Después de la muerte de Alejandro Severo comienza el periodo del Bajo Imperio que se
extiende hasta el reinado de Justiniano. Las constantes invasiones de los bárbaros, las
guerras civiles y las constantes luchas entre los emperadores terminaron por destruir la
organización de la roma imperial. El Imperio se divide en dos partes: el Occidente y el
Oriente. El Imperio de Occidente desaparece en el 476 d.C. El Imperio de Oriente
encuentra en el año 535 d.C. alguna prosperidad, pero con la muerte de Justiniano viene
la decadencia total del Imperio, el que finalmente es invadido por los turcos otomanos
cuando estos ocuparon Constantinopla en el año 1453, poniendo fin al Imperio de
Oriente y, en consecuencia, al Imperio romano.
6. CORPUS IURIS CIVILIS (527-565 D.C.)
El emperador Justiniano, que ascendió al poder en el año 527 d.C., se propuso lograr y,
en gran parte lo logra, restaurar políticamente el gran Imperio romano. Así, apenas sube
al poder comienza a desarrollar una activísima labor de ordenar en un solo cuerpo legal
todo el material jurídico existente, especialrnente el derecho clásico y posclásico. Así,
nace el más grande monumento jurídico de todos los tiempos, conocido universalmente
como el Corpus Iuris Civilis.
La obra de codificación estuvo dirigida personalmente por Justiniano y la valiosa
colaboración de uno de los hombres más culto de la época, Triboniano, a cuyos dote de
jurista, agregaba el de ser un gran bibliófilo y un técnico en legislación. Su obra también
se vio facilitada por la ayuda brindada por eminentes profesores de derecho de las dos
escuelas más importantes, la de Berito y la de Constantinopla.
6.1 El Corpus Iuris Civilis
Comprende las siguientes partes:
a. El Código (CODEX) 528 d.C.- 529 d.C.
El primer trabajo de Justiniano fue la preparación de un código. Para tal efecto nombró
una comisión el año 528 d.C., conformada por 10 personas para que reunieran en un
código todas las leyes (constituciones imperiales) recopiladas anteriormente en los
códigos Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano, así como también las constituciones
imperiales que se habían publicado hasta la fecha. Se autorizó a esta comisión a tomar
de las leyes lo que pareciera útil, a abreviarlas y a suprimir lo que estuviera en desuso y
a ordenarlas cronológicamente por materia en una sola obra. Este código fue
promulgado en abril del año 529 d.C.
b. El Digesto (530 d.C. - 533 d.C.)
No contento el emperador con el trabajo del código, nombró el 15 de diciembre del año
530 d.C. una comisión encargada de estudiar, seleccionar y ordenar en un todo las
opiniones de los jurisconsultos clásicos que habían gozado de la concesión especial
dada por el emperador Augusto del ius respondendi y formar con ellas un cuerpo de
doctrina legal.
Esta comisión estuvo presidida por Triboniano, quien ocupaba el cargo de Quaestor
Sacri Palatii (Cuestor del Palacio Imperial), especie de ministro de justicia, encargado
especialmente de la redacción de las leyes y de las respuestas (rescripta) a las peticiones
elevadas por los particulares al príncipe, y formada por once abogados: dos profesores
de la escuela de Berito, Doroteo y Anatolio, y dos de la escuela de Constantinopla,
Teófilo y Cratino.
Los comisionados estuvieron facultados para retocar los textos a fin de mantener la
congruencia en toda la obra. Todos los escritos utilizados tendrían el mismo valor,
desapareciendo por lo tanto el juego de la ley de citas ya comentada anteriormente. Los
encargados revisaron cerca de dos mil libros en la que participaron 1,570
jurisconsultos desde fines de la República hasta el Bajo Imperio.
Los fragmentos extraídos de esos autores fueron ordenados sistemáticamente, al parecer
siguiendo el plan del edicto perpetuo, en cincuenta libros, divididos en títulos y estos en
fragmentos. Los autores más consultados fueron Ulpiano, de quien proviene un tercio
del Digesto, y Paulo a quien pertenece una sexta parte.
En suma, en el Digesto se recogió todo el material que se estimó vigente de la obra de
los jurisconsultos clásicos. El Digesto, llamado también Pandectas, fue promulgado el
16 de diciembre del año 533 d.C., y entró en vigor el 30 de ese mismo mes.

c. Las Instituciones 533 D. C.


Justiniano decidió que para la práctica de los escolares se redactara un tratado elemental
de derecho, que el emperador dedicó a la juventud amante de las leyes (Cupidae
Legum Inventuti). Y en especial a los alumnos de derecho de la universidad de
Constantinopla.
Se encargó a Triboniano dirigir la preparación de esta obra junto con los profesores
Doroteo y Teófilo, se realizó la redacción de este manual que comprende cuatro libros,
divididos en títulos. Todo el material está ordenado de acuerdo con la clasificación de
las Instituciones de Gayo de la siguiente manera: libro primero trata de las personas,
libro segundo y tercero trata sobre las cosas y el libro cuarto trata sobre las acciones.
Los redactores utilizaron como fuente las Instituciones de Gayo y otros escritos de ese
jurisconsulto, además de varios manuales de Marciano, Florentino, Ulpiano y Paulo; y
pusieron especial atención en hacer notar las innovaciones introducidas por Justiniano.
Las Instituciones de Justiniano se promulgaron con fuerza legal, a pesar de tratarse de
una obra de derecho, el 30 de diciembre del año 533 junto con el Digesto.
d. El Segundo Código (534 d.C.)
La redacción del Digesto y las numerosas constituciones publicadas por Justiniano
destinadas a introducir reformas o interpretaciones hicieron envejecer el código del 529.
Esto obligó a la preparación de un nuevo código, obra de Triboniano y Doroteo con el
auxilio de tres abogados. Este nuevo código, que se llamó Codex lustinianus repetitae
Praelectionis, abrogó el anterior y fue puesto en vigencia el 29 de diciembre del año
534.
El código comprende XII libros cuyo contenido es el siguiente: I, Derecho Público y
Eclesiástico; II al VIII, Derecho Privado; IX, Derecho y Procedimiento Penal, y X al
XII, Derecho Administrativo. Los libros están divididos en títulos y en estos las
constituciones aparecen en orden cronológico.
e. Las Novelas (535 d.C.)
A partir de la promulgación del segundo código, la actividad legislativa de Justiniano
no concluyó, así a partir del año 535 promulgó nuevas constituciones, llamadas
Novellae Constitutiones, las cuales debían ser recogidas en un código, pero no pudo
llevarse a cabo tal obra por su muerte, por lo que nunca fueron oficialmente reunidas.
Se publicaron, sin embargo, colecciones de estas, debido a la iniciativa privada, que han
tenido el mérito de hacernos conocer las leges novellae del emperador Justiniano.
7. IMPORTANCIA DEL CORPUS IURIS CIVILIS
El emperador Justiniano, que ascendió al trono de Bizancio el 1 de abril del 527, se
propuso realizar un ambicioso plan de gobierno: la restauración de todo el Imperio
romano bajo un solo emperador, una sola iglesia y un solo derecho.
Justiniano, como hemos visto, emprendió la labor de realizar una compilación general
del ius (opinión de los jurisconsultos) y de las leges (constituciones imperiales),
llevando a feliz término una completa codificación del Derecho romano, a través del
Corpus Iuris Civilis.
El Corpus luris Civilis, como obra de codificación, tiene la importancia de haber
reunido todas las fuentes del derecho en un solo cuerpo legal. Como labor legislativa,
tiene la importancia por haber dado fuerza legal a todas sus partes, haciéndolas
obligatorias a todo el Imperio.
Como obra histórica, el Corpus luris Civilis es la fuente principal que tenemos para el
derecho de la época de Justiniano, pero también es fuente de conocimiento para todo el
derecho anterior. En suma, el Corpus Iuris Civilis ha transmitido a la posteridad un
cuadro completo del Derecho romano, que ha servido de base para nuestro derecho
panameño y para el derecho latinoamericano.
El auténtico esplendor del trabajo de Justiniano se produjo unos seis siglos más tarde de
la publicación de esta obra, cuando la cultura europea adoptó su legado como una
referencia cargada de autoridad y muy útil para la formación de los nuevos juristas en
un derecho común.
El gran mérito de la obra de Justiniano fue condensar el saber jurídico de Roma y actuar
como el eslabón de continuidad para que ese pensamiento pasara a la conciencia
jurídica europea suponiendo, sin duda, el segundo gran monumento de expansión del
Derecho romano.
Así, vio la luz el más grande monumento jurídico de todos los tiempos al que, desde la
famosa edición realizada por Jacobo Godofredo en el año 1,583, se le comenzó a llamar
con el nombre de Corpus Iuris Civilis, para diferenciarlo del Corpus Iuris Canonici.

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