Vous êtes sur la page 1sur 3

COMENTARIO

LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO DE DELACROIX

La obra de arte que, a continuación vamos a comentar, representa una de las


manifestaciones artísticas más importantes para la Historia del Arte.

Se trata de un óleo sobre lienzo cuyas medidas son 260x325 cm. La composición de la
obra se estructura a partir de una sólida pirámide, en la que la bandera tricolor de Francia es el
vértice superior, y los cuerpos muertos que introducen la escena en primer término, la base. A
su vez, la figura femenina se convierte en el eje central de la obra, alrededor del cual se
distribuyen el resto de personajes. Esta composición a base de diagonales y gestos exaltados
dan unidad al cuadro.

Destaca en esta obra la gran movilidad que el pintor consigue imprimir a la escena,
dando una mayor importancia a la línea curva, y elevando ligeramente la figura principal,
dejándola sin ningún obstáculo visual que permita detener su avance. Así se consigue que la
acción se dirija hacia el espectador, haciéndole partícipe de la escena. En segundo plano, se
intuye la silueta de algunos edificios de París, así como las dos torres de Notre-Dame, lo que
nos permite situar geográficamente la acción.

Cromáticamente la escena se encuentra dominada por tonalidades oscuras y ocres. El


artista rompe esta monotonía con la inclusión de determinadas zonas del lienzo de los colores
de la bandera francesa: blanco, rojo y azul, que se encuentran iluminados a partir de un foco
irreal. La pincelada suelta y la luz violenta contribuyen a crear una atmósfera tensa que
refuerza el carácter combativo del cuadro.

Fundamentándonos en los rasgos que acabamos de analizar podemos afirmar que


estamos ante una pintura romántica francesa del siglo XIX y que se trata de El 28 de julio: la
Libertad guiando al pueblo de Delacroix.

El Romanticismo no es sólo un estilo artístico sino también una actitud vital que
afecta al arte, a la literatura, a la música y a otros ámbitos de la vida. Sus raíces ideológicas se
hallan en los grandes pensadores del siglo XVIII como Rousseau.

Aplicado al arte, el concepto “romántico” nace en contraposición al cálculo y las


encorsetadas normas neoclásica. El Romanticismo fue un movimiento eminentemente
pictórico en el que se pueden distinguir los siguientes rasgos fundamentales:

- Exaltación del individuo y de las tradiciones nacionales.

- Reivindicación de la libertad individual y nacional, idea que conecta con las


revoluciones burguesas, como podemos observar en esta obra objeto de comentario.

- Historicismo como búsqueda de las raíces nacionales en el pasado.


- Necesidad de explorar nuevos campos: exotismo oriental, conflictos bélicos,
cementerios, costumbres populares, etc.

La pintura romántica rechazó el clasicismo y la tradición del renacimiento clásico. En


Francia, entre 1820 y 1840, se contrapusieron dos concepciones pictóricas: la tendencia
clasicista de Ingres, que prefería el dominio de la línea y el dibujo con formas equilibradas por
encima del color; y la romántica de Delacroix y Géricault, que apostaron por un cromatismo
vivo, que les sirviera como expresión de las emociones y los sentimientos. Alemania tuvo en
Otto Runge y Caspar David Friedrich a los dos máximos exponentes del romanticismo alemán.
El romanticismo inglés viene representado por William Turner y John Constable, que
percibieron los nuevos valores de la naturaleza como el color, la luz y la atmósfera.

No obstante, podemos establecer unas características comunes a todos los


románticos: rechazo de las concepciones neoclásicas, el predominio del color sobre el dibujo y
el tratamiento de la luz para difuminar figuras con juegos de luces y sombras. Dramatismo de
las composiciones, con gran preocupación por el movimiento y la complejidad compositiva con
gestos violentos, escorzos y detalles ambientales. Importancia del paisaje que expresa
estrados de ánimo. Técnica rápida con pinceladas sueltas y pastosas. Aparición de temas
actuales (revoluciones, como en la obra que nos ocupa, guerras, desastres) y la gran
importancia del tema histórico y el paisaje.

En cuanto a la función y significado de la obra, La Libertad guiando al pueblo, muestra


de modo alegórico, los sucesos revolucionarios que se dieron durante los días 27, 28 y 29 de
julio de 1830, y que pusieron fin al reinado de los Borbones en Francia, dando paso a una
monarquía constitucional. El lienzo tiene como finalidad resaltar el espíritu combativo y de
rebeldía que unió al pueblo francés. Para destacarlo, en la tela aparecen representantes de
varias clases sociales: la burguesía, personificada en la figura que lleva una chistera y empuña
un fusil; el proletariado, representado en el personaje de camisa blanca, un sombrero con
escarapela y un sable en su mano derecha; los jóvenes que simbolizan el futuro cambio; o la
gran masa popular que llena el fondo de la obra. Guiando a todos ellos destaca una figura
femenina armada con un fusil que ondea la bandera tricolor de Francia, y que avanza
imparable, como la revolución. Asume los ideales revolucionarios de libertad, igualdad y
fraternidad. Se trata de la personificación de la Libertad, y por asimilación, de la nueva
Francia.

El gran impacto que tuvo la obra hizo que, con el tiempo, dejara de tener su inicial
función propagandística para pasar a adquirir un carácter más conmemorativo.

En referencia a los antecedentes y consecuentes de la obra de arte objeto de


comentario, sabemos que Delacroix recoge la influencia de varios creadores: la fuerza
dinámica de Rubens, la terribilità de Miguel Ángel, el claroscuro de Caravaggio y el tratamiento
del color de la escuela veneciana, en especial de Tiziano. Asimismo, tampoco fue ajeno a
pintores más cercanos como Goya o su maestro Géricault, de quien parece haber sacado
algunas de las figuras moribundas de la parte inferior del lienzo, que recuerdan a las
aparecidas en La balsa de la Medusa.
Considerado el máximo exponente del romanticismo, Delacroix fue uno de los
principales pintores de la temática exótica, mostrando gran riqueza cromática. Ello tuvo una
gran repercusión e inspiró la obra de numerosos artistas como Renoir, Seurat y Van Gogh ,
entre otros.

Analizando la localización y el contexto histórico hemos comentado que La Libertad


guiando al pueblo, muestra los sucesos revolucionarios que se dieron durante los días 27, 28 y
29 de julio de 1830, y que pusieron fin al reinado de los Borbones en Francia, dando paso a una
monarquía constitucional.

La Revolución Francesa (1789) y la Revolución Industrial marcaron los últimos años del
siglo XVIII y la totalidad del siglo XIX. Ambas supusieron la aparición de dos nuevas clases
sociales: la burguesía y el proletariado.

Todos estos acontecimientos se tradujeron en el fin del régimen absolutista


monárquico, surgiendo paralelamente una conciencia nacional que se materializó en la
creación de nuevos Estados y la emancipación de las posesiones españolas en América.

Durante las primeras décadas del siglo XIX se consolidó la clase burguesa y el proceso
de industrialización provocó un aumentó de la población en las ciudades, los transportes y la
aparición de nuevas formas de energía. El crecimiento demográfico fue el resultado de varios
factores: retroceso de la mortalidad, aumento de la producción de alimentos y en las medidas
higiénicas. Ello tuvo como consecuencia un fuerte proceso de transformación de las ciudades
y el urbanismo.

El autor de esta obra fue Eugène Delacroix (París, 1798-1863). Fue discípulo de
Géricault, y su formación se centró en la copia de los viejos maestros del Louvre, en especial de
Rubens y la escuela veneciana. El descubrimiento de la técnica y la atmósfera de la obra de
John Constable le hizo viajar a Inglaterra. Atraído por lo exótico, visitó Marruecos, donde
descubrió la brillante luz y el color de sus paisajes. Cuando regresó a Francia recibió encargos
oficiales para pintar edificios públicos, llegando a ser, al final de su carrera, uno de los pintores
murales más conocidos del país. Otras obras destacadas de este artista son: La matanza de
Quíos (1824) y La muerte de Sardanápalo (1827)

La Libertad guiando al pueblo se encuentra en el Museo del Louvre de París y se erige


como obra cumbre de la pintura romántica, constituyendo una de las manifestaciones más
trascendentales de la historia de la Humanidad.

Ofelia Mª Sandoval Romero

Bibliografía

J.R. Triadó Tur, M. Pendas y X. Triadó Subirana Historia del Arte. Vicens Vives. Bachillerato.
Barcelona. 2009.

Hugh Honour El Romanticismo. Alianza Forma. Madrid. 1994.

Vous aimerez peut-être aussi