Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
estado libres de críticas, generando una gran desconfianza en parte debido a sus “cambios de
guión”. Sin entrar en los motivos que promueven las decisiones gubernamentales y sirviéndonos de
la lógica formal, todo razonamiento válido tiene al menos una premisa verdadera y lo verdadero en
este caso, parece ser, es que a partir de este domingo muchos progenitores podrán salir con sus
hijos/as a la calle.
Sin embargo, esta transición que nos acerca poco a poco hacia el final del túnel-estado en el que nos
hemos visto inmersos, no deja de traer consigo ciertas contrariedades que una vez más como
adultos, padres, madres y cuidadores tendremos que resolver.
Aparentemente los niños han llevado mejor este estado de alarma. Lejos de las preocupaciones de
los adultos (conciliación familiar, economía doméstica, aislamiento social) para los niños esta
situación ha sido un retorno a su zona de confort. Su sensación de seguridad se ha visto satisfecha al
estar cerca de sus figuras de apego, sus padres, y en un entorno controlado, su hogar. ¿Cómo
abordar entonces la salida paulatina de los niños a la calle?
Lo importante es hacerles ver que este proceso es una forma de volver a la sociedad. Promover la
cooperación y la responsabilidad sin entorpecer por ello la convivencia. Ahora bien ¿Qué nos
podemos encontrar?
• Negativa a salir a la calle, bien por miedo (ven el exterior como algo amenazador) o bien
porque su hogar es su zona de confort libre de competitividad. Por no hablar del atrayente
uso de las tecnologías y de las concesiones extraordinarias que, lógicamente, hemos
permitido.
CONSEJO: El adulto tiene que servir de guía para que el niño sienta seguridad.
¿Cómo? Planificando las salidas (tiempo que estaremos en la calle, lugar al que
iremos -dentro de las opciones permitidas -y posibilidad de llevar un juguete) Es
recomendable fomentar la participación en las salidas para proporcionar sensación de
control en el niño (e.j qué juguete llevar)
Recordad que todo proceso lleva consigo un cambio y todo cambio implica un nuevo aprendizaje.
Es normal que en ciertos momentos no sepamos qué hacer ante la cantidad de imprevistos que día a
día nos llegan. Confiad en vosotros, lo haréis bien. Si afrontamos este momento con seguridad y
responsabilidad, nuestros hijos también lo harán.
Tamara Jaimez
Psicóloga Infanto-Juvenil