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El dispositivo1 ‘máquina colectiva’2 en el Teatro de Pompeyo Audivert como ejercicio de la que por lo mismo se constituye en respuesta al llamado de la Historia

llamado de la Historia en lo que de esta no


ipseidad3: la revelación de una identidad otra en respuesta al llamado de la Historia. consta. Lo otro de la Historia que conmina es lo que construye en la escena la identidad en
su aspecto ipse, es decir, de un sí que no es un mismo, y cuya permanencia se funda ya no en
El presente trabajo tiene como objetivo dar cuenta de la dimensión ética y política del Teatro la preservación del carácter (también en el sentido teatral de ‘personaje’) como en el caso de
de Pompeyo Audivert a partir del dispositivo ‘máquina colectiva’ por él creado y que se la mismidad, sino en el sostenimiento de la palabra dada. El correlato de esta palabra dada en
encuentra a la base de toda su estética -ya sea que sus puestas trabajen con textos dramáticos lo que hace a la construcción de la identidad personal es en la escena el sostenimiento de la
preexistentes o a partir improvisaciones - en lo que este dispositivo tiene de revolucionario ‘máquina’ de principio a fin como un sí que jamás es el mismo, pero que tampoco jamás se
respecto de la concepción de identidad, y entendiendo esta revolución como una respuesta a pierde. Podríamos aventurarnos a decir, y lo desarrollaremos en el transcurso de las páginas
la coyuntura histórica en la que su teatro se inscribe. A estos fines analizaremos los que siguen, que el dispositivo ‘máquina colectiva’ es una conciencia, y que, como tal,
procedimientos de deconstrucción de identidad que el dispositivo pone en funcionamiento y funciona como un sustrato y se piensa a sí misma pensando el mundo, es decir, se juega en el
determinaremos la novedad en la experiencia teatral y en los modos de percepción que el borde de una voz - la voz de la conciencia - que llama, y una voz que escucha y que
mismo promueve. La hipótesis que guiará nuestro estudio propone que ‘la máquina responde5. Queda por determinar entonces de qué clase de conciencia se trata, qué devela
colectiva’ como dispositivo abre un espacio de desidentificaciones y reidentificaciones respecto de la identidad, cuáles son los procedimientos que la animan y cuáles las
reguladas por la técnica, que se constituye como privilegiado para la revisión del sentido implicancias ético - políticas que se desprenden de las operaciones estético - filosóficas a las
mismo de la identidad, desmontando las relaciones históricas que la configuran como una y que el teatro de Audivert nos invita.
poniendo de manifiesto el aspecto de la ipseidad en cuanto alteridad constitutiva, según lo
observa Paul Ricoeur en su trabajo Sí mismo como otro4 que tomaremos como fundamento Nosotros otros
teórico para nuestro propio desarrollo. Creemos que el juego de discontinuidades que
despliega el teatro de Audivert al poner en jaque la configuración del espacio y del tiempo La premisa fundante del trabajo de la ‘máquina colectiva’ en tanto dispositivo es la del
como coordenadas existenciales, y al elaborar formas de habitación y de inscripción diversas nosotros otros, entendido en primer lugar como corrimiento del anclaje identitario
respecto de la lógica instrumental, lo que hace presente es la teatralidad misma en su característico del teatro realista. Si bien hablar de ‘teatro’ es hablar siempre de un espacio
carácter cuestionador, en su sentido negativo, y en su función de desdoblamiento; es decir, la otro respecto de la ‘realidad’ - comprendida como realidad histórica - también resulta
teatralidad en cuanto otro. La escena se vuelve entonces un conocido - desconocido, un necesario distinguir aquellas posiciones estéticas que recrean o reproducen las condiciones y
“entre - dos” que permite el advenimiento de la alteridad como huella, o como invocación, y la lógica de esta realidad de aquellas otras que tienden a cuestionarlas o desmantelarlas. Lo
1
interesante en el caso del teatro de Audivert es que, aunque se inscribe en el segundo grupo,
El concepto de ‘dispositivo’ que aquí adoptamos es el desarrollado por G. Agamben en Qué es un dispositivo
tampoco se trata de un teatro que se oponga a la realidad histórica como referente
(2007) retomando la definición de M. Foucault en Dits et écrits (1994), especialmente en lo que refiere al
declarándose decididamente ‘no realista’, ni que construya personajes o situaciones de
dispositivo como función estratégica inscrita en una relación de poder y en tanto cruzamiento de relaciones de
género fantástico o de ciencia ficción, ni universos utópicos que confronten como
saber y poder.
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Si se habla de ‘máquina’ - una que Audivert designará como ‘máquina colectiva’ o ‘máquina de cuerpos’- es
alternativas al referente histórico para cuestionarlo; sino que se trata más bien de un trabajo
justamente en el sentido de su inorganicidad. La máquina requiere la correcta coordinación de todas sus piezas,
de investigación transversal respecto del ‘mundo’ que la representación refiere.
como diferenciales, para funcionar; en contraposición al organismo cuyas partes contienen y reproducen la Nosotros otros es la formula paradójica que orienta esta transversalidad: los que allí - en la
estructura del todo.
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Término propuesto por Paul Ricoeur en Sí mismo como otro (1990) para referirse a una concepción dialéctica El sentido de ‘voz de la conciencia’ al que hacemos referencia no se vincula a aspectos religiosos ni morales,
de la identidad en la que el aspecto idem designa la mismidad como continuidad para la construcción de la es más bien el que se expresa en la cita de M. Heidegger del Ser y el tiempo, en la que se lee: “La llamada no
identidad, y el aspecto ipse, al que Ricoeur privilegia, designa la alteridad como discontinuidad inmanente a viene, sin duda alguna, de otro que está en el mundo conmigo. La llamada viene de mí, y, sin embargo, me
toda identidad. sobrepasa”. (1927) En ese ‘sobrepasar’ de la llamada al que el autor se refiere, y siguiendo la síntesis de
4 Heidegger que hace Paul Ricoeur (1990), es que la conciencia se manifiesta como un sí.
Paul Ricoeur, Sí mismo como otro, París, Seuil, 1990.
escena - se presentan son efectivamente un nosotros, pero en calidad de otros, como si el ninguna de las dos dimensiones pierde los estribos gracias al sistema de movimientos que se
dispositivo mismo tuviera la capacidad de condensar - y desplegar - las dimensiones de instaura como método y que interpela a lo colectivo en tanto multiplicidad de cuerpos
identidad que una perspectiva realista tendería a achatar y unificar. Tampoco se trata, y es sujetos a una unidad de acción que se orienta a fines directamente de supervivencia: si la
necesario aclararlo, de una pluralidad de voces, en el sentido de participación de múltiples acción no encuentra unidad, la máquina desaparece. La responsabilidad de cada cuerpo será
puntos de vista, generalmente concebidos desde una matriz sociológica, sino que la la del sostenimiento del dispositivo como un ‘todo’ en el devenir - y en función - del drama.
operación sería más bien de diferenciación, tendiente a la resta más que a la suma, en tanto Si hablamos de ‘cuerpos’ y no de sujetos es justamente porque lo que la ‘máquina’ cuestiona
no agrega voces sino que abre un espacio de silencio propicio para la ‘invocación’ de lo otro en primer término es la categoría misma de sujeto en su concepción moderna de ‘sujeto
en y de nosotros en la medida en que este nosotros, como se ha dicho, siempre se construye centrado’, incluso podríamos decir que la ‘máquina’ construye un sujeto alternativo que no
con otros. En este sentido, lo que queda puesto de relieve en la experiencia estética que la deja de permanecer ahí en cuanto conciencia pero cuya identificación con un ‘yo’ que piensa
‘máquina’ promueve es que somos con otros, como postulado radical. Somos con otros no se ve interrumpida. Así conformada, la ‘máquina’ evoluciona bajo condiciones de existencia
significa aquí junto a otros, ni tampoco unidos a otros, sino que ser con otros afecta muy precisas, tiempos internos que la regulan en sus operaciones y mecanismos de
directamente el estatuto ontológico del nosotros: no hay nosotros sin otros y este es el significación que se complejizan conforme avanza la acción. En un primer momento la
sentido de lo colectivo que la ‘máquina’ revela. Pero ¿cómo lo hace? ¿cuáles son los ‘máquina’ es muda, su forma de existencia es la de la acción dramática de los cuerpos en
procedimientos que constituyen la ‘máquina’ en dispositivo? ¿y cuáles las operaciones que cada zona. y la de la relación de las zonas entre sí por circulación reglada e intercambio
posibilitan un funcionamiento colectivo en el sentido fuerte que acabamos de proponer? En regulado de cuerpos, y por conexión de zonas a través de la mirada. Este primer momento
primer lugar habría que señalar la importancia que la máquina asigna a la posición de cada busca y alcanza una serie de detenciones colectivas en las que todos los cuerpos suspenden
cuerpo en el espacio, en relación con ese espacio, en relación con él mismo y en relación su acción a favor de la presentificación de su ‘colectivo’ como conciencia. Tras una serie de
con los otros cuerpos. Dado que, como se ha repetido, la ‘máquina’ es un dispositivo, puede detenciones la ‘máquina’ se acelera gradualmente, la acción dramática de cada zona se
funcionar a nivel de un solo cuerpo y sus operaciones son susceptibles de llevarse a cabo vuelve más semantizada y su vinculación en la totalidad empieza a construir una unidad de
siempre que se pueda establecer una relación de mutua determinación entre cuerpo-tiempo- acción: este es el momento en el que ingresa la palabra. Es importante señalar que a esta
espacio. En el caso de la ‘máquina colectiva’ a la que nos referimos, todos los cuerpos en altura del procedimiento la palabra no se añade desde fuera sino que responde a una
escena, que pueden ser una veintena de ellos o incluso más, deben distribuirse en zonas necesidad dramática engendrada por el propio dispositivo, habla quien tiene algo que decir y
espaciales determinadas de modo tal que se compense formalmente la composición de la cuya acción lo convoca al decir como necesidad y como consecuencia de la serie de
escena - cuadro que desde el punto de vista del espectador quedará conformada. Estas zonas relaciones establecidas por la acción. Podría decirse que la máquina ‘desemboca’ en la
a su vez remitirán a un referente histórico reconocible pero como suspendidas en una palabra en tanto la línea de acción dramática la exige para evolucionar. Esta palabra se
totalidad espacial que las supera y las resignifica incesantemente. La mesa, la alfombra, el plantea en un primer momento como palabra ‘rota’, extraña respecto de su uso cotidiano y al
mirador, la pieza y el espejo se constituirán como puntos de anclaje espaciales ‘móviles’ no servicio de asociaciones poéticas que refiguren su sentido, tanto en las intervenciones de
sólo en tanto semánticamente dinámicos - dado que las intervenciones de los actores cada actor, como en su sentido general, que se irá entramando a fuerza de relaciones. Los
reformularán constantemente el sentido de estos espacios - sino también efectivamente cuerpos serán entonces cuerpos parlantes, pero que mucho más que emitir su locuciones
móviles, en tanto el devenir de la ‘máquina’ prevé un sistema de alternancia en el espacio de serán como ‘dichos’ por ellas en tanto la palabra los despoje de su subjetividad y los arroje a
los objetos que componen cada una de esas zonas a una hora determinada de la un territorio extraño de averiguación y pesquisa del sentido.
representación. Esta alternancia desmantela la carga semántica que pudiera haberse La palabra también evolucionará conforme a reglas y pautas de comportamiento. En una
instaurado en cada zona y reconfigura el espacio global de modo tal que cada zona en primera instancia primarán las asociaciones inéditas apoyadas en fragmentos recogidos de un
términos pragmáticos se configura en una actualidad no desprovista de pasado- de historia - corpus poético de autor, y luego se irán entretejiendo esas asociaciones con las fuentes
en la que ya se inscribe un futuro potencial - de anticipación y de espera del próximo temáticas del teatro, la inmigración, el cuento infantil y el nacimiento, así como con las
movimiento -. asociaciones que cada actor in situ pueda establecer. Estas fuentes en vinculación con un
De este modo las zonas configuran un espacio móvil y un tiempo escindido, pero que universo poético de autor irán dando consistencia al tema o los grupos de temas que se
determinen como fondo y motor de la acción y cuyos vocablos según su pregnancia sonora nombra. El arribo al “esto es esto” como síntesis de pensamiento es lo que marca la no
instaurarán una forma de la palabra que, aunque libre y dinámica, guardará coherencia tanto necesidad de la continuidad. Sería un desenlace en sentido lógico por ausencia de
a nivel semántico como en el plano del significante. En suma, toda esta primera etapa de la consecuente tal como lo platea Paul Ricoeur en su revisión de la Poética de Aristóteles en
máquina será una toma de posición, una puesta en situación, diversa de la del referente Tiempo y Narración6, un desenlace lógicamente necesario para la comprensión del devenir
histórico pero que sin embargo lo implica y lo evoca. Con los cambios espaciales y la de la representación como totalidad, y para su interpretación retrospectiva. La ‘máquina’
reconfiguracíón de las zonas que referimos anteriormente, la palabra acumulada hasta el entonces responde a relaciones lógicas pero lógicas en un sentido alternativo respecto de una
momento encontrará una instancia de síntesis en la que de todo lo dicho se recuperará lo más lógica instrumental o de la producción, por lo que podríamos hablar de una lógica propia y
significativo, aquello que sedimentó y que cohesionó algunas líneas de sentido, incluso autónoma que se sustrae a la lógica del capital develándola como una entre otras y no la
algunos posibles embriones narrativos que se desenvolverán en la hora final. única posible. Es justo en este punto donde se nos impone el regreso al problema de lo
La recuperación y síntesis de la palabra dicha dará lugar a un trabajo de desambiguación colectivo a partir del cual nos preguntábamos cómo el ‘dispositivo máquina’ en cuestión
parcial del sentido en lo que a la última etapa de ‘la máquina’ concierne; con el último revela un ‘colectivo’ en sentido fuerte, en el sentido de ser con otros, alterando
cambio espacial las referencias se volverán más históricas y tendrán la capacidad de vincular profundamente la noción misma de identidad. Tras haber trazado un recorrido por el
el universo poético construido hasta el momento con sucesos y personajes reconocibles en el funcionamiento del dispositivo en sus características diferenciales y en sus etapas de
nivel del referente, que por su llegada tardía y mancillada por la poesía se nos presentarán en desarrollo tal vez estemos en condiciones de arribar a algunas conclusiones parciales, a
toda su extrañeza: son nuestros referentes, y a la vez son otros, en tanto que lo que de ellos saber:
se dice ilumina zonas que el relato histórico y la tradición mantenían en penumbras. Así 1- que lo ‘colectivo’ en la máquina de cuerpos se construye actualizando un tiempo lógico
tratados los referentes se universalizan, se vuelven “todos los que”, “cada uno de los que” o más que cronológico, cuya estructura interna es la de la acción en la suspensión, y la de la
“cada vez que”, lo que permite abstraer de la contingencia el rasgo común que une tiempos y puesta en juego de pasado, presente y futuro como dimensiones del presente de la
espacios “en los que” pudieron - o podrían - establecerse las relaciones de poder y de saber representación. Esta síntesis que permite mirar la historia como un aconteciendo más que
que la máquina actualiza. En el preciso momento en que podamos efectuar la operación como un acontecido y figurar la dimensión del porvenir como una ya aquí interpela lo
sintética que como hipótesis - una entre muchas posibles - nos permita crear la relación de colectivo como una conciencia del ser escindido en tiempos, de los que participa
sentido para todo el procedimiento que se resume en un “esto habla de esto” la ‘máquina’ activamente y que lo constituyen como siempre/ ya con otros (tiempos)
habrá llegado a su fin. No porque necesariamente se detenga, en rigor la máquina no se
detiene, el apagón es un alto en el espectador, un punto final que permite la interpretación de 2- que lo ‘colectivo’ en la máquina de cuerpos se construye actualizando una palabra que es
la secuencia completa en diferido (muy diferido de hecho, ya que las reverberanciones de la a la vez evocación e invocación y que entrama textos venidos de la tradición con la novedad
experiencia suelen superar con mucho el tiempo de la representación y el inmediatamente de la producción del aquí y ahora de la representación, dejando al desnudo el discurso como
posterior) y que se concibe como una decisión de la dirección: si se deja ahí, se deja ahí por intertexto y a la vez interpelándolo a ser refigurado por la operación sintética de pensamiento
ahora; y si se deja ahí por ahora es porque hay algo que fue dicho, o mejor, revelado, y que que como aporte arriba a un “esto es esto”; tercer término de una dialéctica que confronta los
por tanto debe permanecer suspendido antes de que una nueva significación anule su efecto. sentidos cristalizados con la novedad de la disociación-asociación en el uso de la palabra
En esta dirección se podría pensar la relación de la máquina con la producción de para la refiguración de su sentido, que ahora aparece como develado en su ser construcción,
conocimiento o el proceso de enseñanza - aprendizaje, en tanto se produce en un tiempo, que y como nuevo en la ampliación de los límites del mundo al que refiere. La palabra heredada,
no está determinado a priori, en el que el proceso se cumple o no se cumple, y que es tanto como la palabra legada, es una palabra - y un sentido - siempre ya con otros (textos)
justamente el tiempo del cumplimiento, un tiempo lógico y por eso trágico, interior a la
propia operación y que nada debe al tiempo cronológico mensurable que regula las 3- que lo ‘colectivo’ en la máquina de cuerpos se construye presentando el espacio librado a
actividades productivas del tiempo instrumental. También podría establecerse una analogía la intervención del tiempo y la acción que lo refiguran según sus devenires y que lo
con el tiempo del psicoanálisis en el marco de una sesión, en el que la clausura viene desde constituyen como cohabitable en tanto es capaz de reunir situaciones presentes, pasadas y
dentro en tanto conclusión de la operación de esclarecimiento por medio de la cual algo se 6
Ricoeur Paul, Tiempo y Narración, París, Seuil, 1985.
futuras, así como distancias inconmensurables en una geografía multidimensional y móvil en ipse de la identidad en su relación con el llamado de la Historia? ¿Y cómo es que el
la que el dinamismo que caracteriza el traslado de los cuerpos y los objetos también cualifica dispositivo al que nos referimos la eleva por sobre la identidad idem mediante operaciones
el espacio como un todo cambiante. El ser a la vez en esta y en otra zona, y la huella del estéticas? Contrariamente a la mismidad presente en la identidad idem fundada en la
haber sido en el recorrido regulado por la totalidad de las zonas que conforman el espacio, la permanencia del carácter y más cercana a la constitución de un ‘yo’ o de un ‘ego’, la
memoria como garante de las compensaciones, reagrupaciones y asociaciones espaciales identidad ipse se define por el mantenimiento de sí en el sostenimiento de la palabra dada, en
novedosas, y la conciencia de la incidencia del aquí en el allí como regla de intervención términos de Ricoeur la ipseidad se manifiesta por medio de “La palabra mantenida en la
espacial, configuran un espacio que siempre/ya con otros (espacios). fidelidad de la palabra dada. Veo en este ‘mantener’ la figura emblemática diametralmente
opuesta a la del carácter. La palabra mantenida expresa un mantenerse a sí que no se deja
Queda por determinar en qué sentido este ser con otros que el dispositivo de la ‘máquina inscribir, como en el carácter, en la dimensión de algo en general, sino únicamente en la del
colectiva’ promueve y devela en los niveles a los que nos referimos es garantía de una ‘quién’” (Ricoeur:1990) Un sí es, entonces, quien responde – no alguien que responde, sino
concepción de la identidad que privilegie el aspecto ipse sobre el aspecto idem; y de qué el que responde como función - y el colectivo que la ‘máquina’ de cuerpos construye se
forma la puesta en relieve de la identidad ipse en el teatro de Pompeyo Audivert es a la vez erige como respuesta estética (y por tanto ética y política) al llamado de la Historia en tanto
una ética en tanto se constituye como respuesta al llamado de la Historia. que mediante operaciones formales específicas que afectan al espectador, deja al descubierto
las relaciones de sentido que nos vinculan al mundo (también, o fundamentalmente, en el
aspecto sensible), y altera su lógica habitual en favor de nuevas formas de estar en el mundo,
La revolución del sí de concebir el tiempo, el espacio y las relaciones intersubjetivas que nos configuran como
parte de un devenir histórico. En este sentido el dispositivo ‘máquina colectiva’ interviene el
Al hablar de ‘colectivo’ en el apartado anterior no hacíamos referencia, según la tradición, a mundo, en tanto habilita un espacio de resistencia a la reproducción - más o menos
un grupo o un conjunto de individuos que se define por actividades, intereses, objetivos o consciente - de las condiciones de existencia regidas por la lógica del capital, y ensaya
intenciones comunes, sino que atendiendo a la definición de ipseidad propuesta por Paul modos de ser con otros en la conciencia plena de la alteridad constitutiva de toda identidad.
Ricoeur que guía nuestro desarrollo - que en un sentido retoma a idea de ‘convergencia’ pero La revolución del sí se produce en virtud de una toma de poder y en tanto rehabilitación de
que muy especialmente plantea la alteridad como parte constitutiva de esa convergencia - recursos simbólicos - que se expresan luego en la praxis concreta – y muy especialmente en
entendíamos lo colectivo en el dispositivo ‘máquina colectiva’ como un sí que es a la vez un la elaboración de estrategias, a la base del concepto mismo de dispositivo, capaces de
sí en cuanto otro y que trascendería al sujeto y a cada ‘yo’ para constituirse en una intervenir el mundo ampliando sus márgenes y modificando para siempre su fisonomía.
conciencia, pero ¿conciencia de qué?, citando al propio Ricoeur “…el sí es esencialmente El mundo no vuelve nunca más a ser el mismo luego de la ‘máquina colectiva’ tanto desde la
apertura al mundo, y su relación con el mundo es de conciencia total: todo me concierne” perspectiva de quienes participan en su ejecución como desde la perspectiva de los
(Ricoeur:1990). En tanto que “todo le concierne“, esta conciencia no puede cerrarse sobre sí espectadores, cuya experiencia estética se vuelve implicada y comprometida por cuanto lo
ni definirse como mismidad, su modo de ser es el de la conminación, que no se le añade que se juega en esa experiencia es su propia identidad subvertida hasta volverse extraña y a
desde fuera sino que la constituye y exige la alteridad como parte de su estructura. la vez reconocible justo en el punto en que se vuelve una experiencia de ser con otros, una
La consecuencia práctica de esta conciencia entendida como un sí conminado es la experiencia dialéctica entre mismidad y alteridad, o mejor de la mismidad en cuanto
responsabilidad, que al escuchar el llamado de la conminación en la conciencia, responde. Y alteridad; dialéctica que sólo un discurso que se esfuerce por permanecer distinto de sí
es aquí donde nuestra hipótesis encontraría su fundamento, en tanto la respuesta es al mismo puede desplegar. Es esta la paradoja que define el trabajo de Audivert en su
llamado de la Historia, o mejor, al llamado de la Historia como un otro de sí, como un ser dimensión ética y política: permanecer distinto de sí es la forma de mantener el sí: he aquí
con otros que nos interpela y nos compromete. Una vez más con Ricoeur “… la noción de una palabra dada y sostenida, he aquí una respuesta.
responsabilidad tiene también una cara vuelta hacia el ‘pasado’, en la medida en que
implica que asumamos un pasado que nos afecta sin que sea enteramente obra nuestra, pero Natalia Torrado. 2015.
que asumimos como nuestra” (Ricoeur:1990) ¿Cuál sería entonces la especificidad del modo
Bibliografía utilizada:

Agamben, Giorgio. (2007) ¿Qué es un dispositivo?, Sociológicas, Mexico, 2011.

Heidegger, Martin. (1927) El ser y el tiempo, FCE, México, 1951.

Ricoeur, Paul. (1985) Tiempo y Narración, Siglo XXI, Buenos Aires, 2003.

Ricoeur, Paul. (1990) Sí mismo como otro, Siglo XXI, Madrid, 1996.

Corpus de obras analizadas:

Pompeyo Audivert (director)

Antígona Vélez de Leopoldo Marechal, Teatro Nacional Cervantes, 2010.

Edipo en Ezeiza de su autoría, Camarín de las Musas, en cartel.

Muñeca de Armando Discépolo, Centro Cultural de la Cooperación, en cartel

Museo EZEIZA 73 instalación, Centro Cultural Haroldo Conti, en cartel.

Pater Dixit, adaptación de Trastorno de T. Bernhard, Teatro Estudio El Cuervo, 2009.

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