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Capacidades y Límites de la Práctica Psicológica en el Área Educativa

Universidad Centroamericana

“José Simeón Cañas”

Mayo, 2020

Antiguo Cuscatlán, El Salvador


Referentes históricos de la psicología educativa

Desarrollo histórico

La psicología educativa, como las otras ramas de la psicología, ha evolucionado


mucho desde su nacimiento en el siglo pasado hasta la actualidad, siendo impulsada por
cambios económicos, sociales, científicos y tecnológicos. Esta evolución es especialmente
visible en cuatro grandes ámbitos de la educación: a) la enseñanza, b) el aprendizaje, c) los
contenidos y d) el contexto (Beltrán & Pérez, 2011).

La psicología educativa, aunque es una ciencia relativamente joven, tiene un largo


pasado. El comienzo de su historia pudo pasar inadvertida, según Berliner (1993 citado en
Beltrán y Pérez, 2011) como parte de tradiciones populares que trataban de educar a los hijos.
Por ejemplo, el antiguo ritual judío de la Pascua que precede al actual modelo de Cronbach y
Snow (1977), anticipando su sistema instruccional basado en las interacciones aptitud-
tratamiento; en donde el líder del servicio Pascual debía contar la historia de la Pascua cada
año, pero debía hacerlo de manera diferente con cada uno de sus hijos, de acuerdo a sus
diferencias individuales. Siguiendo la línea, Demócrito (Siglo V a. C.) escribió sobre las
ventajas de la escolaridad y la influencia del hogar en el aprendizaje. Un siglo más tarde,
Platón y Aristóteles (Siglo IV a. C.) discutieron sobre los contenidos de la psicología
educativa: los fines de la educación, educación diferenciada, desarrollo de las habilidades
psicomotoras, formación del carácter, posibilidades y límites de la educación moral,
relaciones profesor-alumno, métodos de enseñanza-aprendizaje, entre otros (Beltrán & Pérez,
2011).

Por su parte, Quintiliano (Siglo I d. C.) defendió la educación pública frente a la


privada, condenó la fuerza física como método disciplinario y recomendó una buena
enseñanza con un currículo atractivo para resolver problemas de conducta. También propuso
a los profesores tener en cuenta las diferencias individuales de sus alumnos y estableció
criterios para la selección del profesorado. Por otra parte, Luis Vives (1531), fue un pionero
en psicología educativa con su obra De tradendis disciplinis, supo anticiparse en varios siglos
a las figuras más destacadas de la disciplina en asuntos esenciales como la didáctica de las
materias, las diferencias individuales y la evaluación. Vives recomendó que debe haber una
presentación ordenada de los hechos que se van a aprender, anticipando a Herbart del siglo
XIX; advirtió que lo que se tiene que aprender debe ser practicado y de esta manera se
anticipó a Thorndike con su ley del ejercicio. Discutió el rol de la escuela en el desarrollo
moral, anticipando el trabajo de Dewey, Piaget, Kohlberg y Giligan, entre otros aportes
(Beltrán & Pérez, 2011).

Otra figura destacada es Comenio (1657), quien escribió textos basados en la teoría
evolutiva y señaló el uso de ayudas visuales para la instrucción y que esta debía empezar de
lo general a lo particular, planteado que su objetivo no era la memoria sino la comprensión.
Por su lado, Descartes y Locke defendieron posiciones opuestas, así Descartes defiende el
protagonismo de las ideas innatas como base del conocimiento, mientras que Locke apela a
las impresiones sensoriales o experiencia. Sin embargo, los especialistas coinciden en
reconocer a Thorndike como padre de la psicología educativa. Thorndike se entrenó en el
área de la psicología experimental, él fue, ante todo, un diseñador experimental en el campo
de la educación (Beltrán & Pérez, 2011)

Pero la historia más específica de la psicología educativa, podemos dividirla en cuatro


fases según el surgimiento de los puntos más relevantes, en cuanto a su constitución como
una disciplina de la psicología. La primera fase se da en 1880-1920, se caracteriza por la
atención al estudio de las diferencias individuales y la utilización del manejo de pruebas para
el diagnóstico y tratamiento de niños, considerados problemáticos, de este modo se puede
inferir que la psicología educativa está relacionada con la educación especial. Considerando
que educación especial no solo es dirigida a las personas con discapacidad, sino a todo el que
necesite de un empuje extra para su aprendizaje. La segunda fase, se centra en los años 1920-
1955, siendo influenciado por el movimiento de la salud mental, se realizó una difusión de
los servicios psicológicos para el tratamiento de problemas psicológicos dentro y fuera de las
instituciones educativas y se extendió la idea de una psicología dirigida a la escuela, con
especial atención en aspectos emocionales y sociales (Varela, 2014)

La tercera fase, 1955-1970, considera la necesidad de capacitar a los maestros para


mejorar los conocimientos psicológicos e integrarlo en los métodos de enseñanza. Y se
consideraba a todo profesional en psicología como el único puente entre la brecha psicológica
y la práctica escolar. La cuarta fase, oscila 1970-2000, se realiza una búsqueda de modelos
alternativos basados en las teorías cognitivas, sistémicas, organizacionales, ecológicas y
comunitaria, con el fin de transformar los programas tradicionales de atención personalizada
en aquellos casos considerados problemáticos, enfatizando la importancia del contexto, el
proceso de enseñanza y lo socio comunitario (Varela, 2014).
Enfoques y teorías de la psicología educativa

Enfoque conductista

La teoría conductista se basa en las teorías de Ivan P. Pavlov. Se centra en el estudio


de la conducta observable para controlarla y predecirla. Su objetivo es conseguir una
conducta determinada. Mediante el aprendizaje por observación aprendemos no sólo a
ejecutar una conducta, sino también lo que nos sucedería en situaciones específicas si la
llevamos a cabo. La observación puede ser un proceso de aprendizaje muy eficiente
(Woolfolk, 2014 p.17).

De esta teoría se plantearon dos variantes: el condicionamiento clásico y el


condicionamiento instrumental y operante. El primero describe una asociación entre estímulo
y respuesta contigua, de forma que si sabemos plantear los estímulos adecuados, obtendremos
la respuesta deseada. Esta variante explica tan solo comportamientos muy elementales. La
segunda variante, el condicionamiento instrumental y operante, persigue la consolidación de
la respuesta según el estímulo, buscando los reforzadores necesarios para implantar esta
relación en el individuo (Woolfolk, 2014 p.221).

Leiva, (S.F.) menciona que, entre las características del conductismo sobresalen las
siguientes: se aprende asociando estímulos con respuestas; el aprendizaje está en función del
entorno, el aprendizaje no es duradero, necesita ser reforzado y, el aprendizaje es
memorístico, repetitivo y mecánico y responde a estímulos

Este enfoque formuló el principio de la motivación, que consiste en estimular a un


sujeto para que éste ponga en actividad sus facultades. La finalidad del conductismo es
condicionar a los alumnos para que por medio de la educación supriman conductas no
deseadas, así alienta en el sistema escolar el uso de procedimientos destinados a manipular
las conductas, como la competencia entre alumnos. La información y los datos organizados
de determinada manera son los estímulos básicos, la motivación, frente a los que los
estudiantes, como simples receptores, deben hacer elecciones y asociaciones dentro de un
margen estrecho de posibles respuestas correctas que, de ser ejecutadas, reciben el
correspondiente refuerzo una estrella en la frente, una medalla o una buena calificación
(Leiva, S.F.).
En las prácticas escolares el conductismo es el enfoque educativo utilizado en
escuelas y universidades. Se muestra, que la motivación es ajena al estudiante, es decir, el
profesor es el único que lo sabe todo, y que sus estudiantes son entes pasivos que solo reciben
información sin ser partícipes en su propio aprendizaje y educación. Se destaca que el
conductismo ha conducido a que se desarrolle únicamente la memoria, ya que, es repetitivo el
aprendizaje. Así mismo cree dependencias del alumno a estímulos externos, como lo son las
recompensas positivas para que se mantenga la conducta, siendo así que, la evaluación se
asocie a la calificación y suele responder a refuerzos negativos (Leiva, S.F.).

Enfoque Cognitivo

Este enfoque se destaca como la perspectiva teórica que estudia todos los procesos
psicológicos que están inmersos en la contribución al construir el conocimiento que las
personas poseen del mundo y de sí mismas. Dentro de la psicología educativa este enfoque,
busca la comprensión de los procesos psicológicos con los que toda persona establece sus
relaciones, como lo es la memoria, la atención, el pensamiento y el lenguaje (Woolfolk, 2014
p.16).

Se considera que el aprendizaje es un proceso activo y constructivo, y el sujeto es su


principal protagonista y por medio de la utilización de estrategias de mecanismos asociados
logra que esa información sea adquirida, organizada y almacenada en la memoria. En donde,
la actividad mental permite estructurar los conocimientos, construir significados y crear una
relación con lo que le rodea (Woolfolk, 2014 p.16).

Teoría del desarrollo cognitivo (Jean Piaget)

Jean Piaget, fue un psicólogo y epistemólogo de origen suizo. Piaget, consideraba que
la inteligencia se debía a la existencia de un proceso de maduración biológica, social y
ambiental. Afirmaba en que los infantes, presentan diferencias de pensamiento, pero que no
por eso son menos competentes en comparación con los adultos, sino que perciben el mundo
de manera diferente. En esta teoría se establece que los infantes van construyendo un modelo
mental, por medio de una reorganización de los procesos cognitivos. Los procesos cognitivos,
son aquellos que permiten el conocimiento y la interacción con todo lo que nos rodea; estas
funciones cognitivas son la base de nuestro conocimiento como lo es la atención, el lenguaje,
el pensamiento y la memoria. De esta manera los infantes logran comprender lo que les
rodea, experimentar y saber discernir entre lo ya conocido y el nuevo aprendizaje (Woolfolk,
2014 p.31).

La teoría del desarrollo cognitivo se representa por tres enfoques los cuales son: el
primer enfoque que se subdivide en cuatro etapas: 1) etapa sensorio motora, se adquieren
conocimientos por medio de experiencias sensoriales; 2) etapa pre-operacional, el aprendizaje
se da por medio del juego, el pensamiento es egocéntrico; 3) etapa de operaciones concretas,
el pensamiento se vuelve más lógico y; 4) etapa de operaciones formales, aumenta el uso de
la lógica como parte del proceso racional y habilidades deductivas ( Woolfolk, 2014 p.31).

El segundo enfoque se da por esquemas constructivos del conocimiento, es la


interpretación y entendimiento del ambiente que le rodea. Este esquema es una imagen
simplificada de una estructura mental que puede ser transferida. El tercer enfoque, se
subdivide por otros tres procesos de adaptación los cuales son: a) asimilación, proceso
subjetivo en el cual se adquiere nueva información en los esquemas cognoscitivos; b)
acomodación, alteración de los esquemas, provocada por la nueva información adquirida y; c)
equilibrio, se busca un orden mental en la transición del pensamiento y las etapas del
desarrollo cognitivo (Woolfolk, 2014 p.31).

Teoría cognitiva del aprendizaje significativo de Ausubel.

Ausubel (1968, citado por Lazo, 2009), sostiene que el individuo logra su aprendizaje
por recibir la información verbal necesaria, la cual puede ser relacionada con su conocimiento
previo y de esta forma le puede dar a la nueva información un significado especial.

Más detalladamente esta teoría se ocupa del desarrollo en la construcción de


significados constituidos por parte de quien está aprendiendo, es así cómo se constituye el
primordial papel de la enseñanza, partiendo siempre de que el docente desea crear un
conocimiento significativo en lo que sus estudiantes aprenden (Rodríguez, 2011). Por ende, el
estudiante tiene el rol principal de transformar el conocimiento que está adquiriendo y se
encuentra expuesto en adquirir en darle un significado propio (Lazo, 2009), teniendo como
finalidad, sostener todo aquello que procure la adquisición, asimilación y retención de los
contenidos vistos en las instituciones escolares, así como se ha mencionado antes, atribuirle
un significado propio y significativo a los contenidos (Rodríguez, 2011).
El origen de esta teoría del aprendizaje significativo tiene una inclinación por conocer
y explicar las condiciones y propiedades presentes en el aprendizaje, y poder explicar la
relación eficaz y efectiva en provocar los suficientes y estables cambios cognitivos,
susceptibles de dotar significado individual y social (Ausubel, 1976 citado por Rodríguez,
2011). Buscando que los aprendizajes que se producen dentro de las instituciones escolares
sea significativo, ocupándose del carácter complejo y significativo que tiene el aprendizaje
verbal y simbólico; este referente inicialmente se llamó teoría del aprendizaje verbal
significativo. Así mismo, y con objeto de lograr esa significatividad, debe prestar atención a
todos y cada uno de los elementos y factores que le afectan, que pueden ser manipulados para
tal fin (Rodríguez, 2011).

Remarcando que, la mayor fuente de conocimiento y generación de aprendizaje se da


dentro de las aulas por medio de la comunicación oral, verbal, pues, por lo general, Ausubel
(1983, citado por Rodríguez, 2011), considera que los estudiantes no dedican tiempo en la
revisión de apuntes. Es decir, el aprendizaje verbal, oral es casi el único recurso económico y
eficaz en generar un aprendizaje significativo. Por otra parte, Ausubel (1973, citado por
Rodríguez, 2011) advierte de la distinción de tres tipos de aprendizaje significativo, el
primero, es el aprendizaje de representaciones, en donde se le atribuye un significado a los
objetos. El segundo, aprendizaje de conceptos, se amplía el vocabulario por parte de símbolos
que es designado por eventos o atributos comunes. El tercero, aprendizaje de proposiciones,
es la captación del significado de las ideas expresadas en forma de proposiciones.

Enfoque cognitivo-social

La teoría cognoscitiva social ostenta varios supuestos acerca del aprendizaje y la


educación de conductas que tratan de las interacciones recíprocas de personas,
comportamientos y ambientes; del aprendizaje en acto y el vicario, es decir, las formas en que
ocurre, y de la distinción entre aprendizaje y desempeño (Woolfolk, 2014 p.351).

Teoría del aprendizaje social de Albert Bandura

Bandura, consideraba que el enfoque conductista tradicional del aprendizaje eran


incompletas, porque ofrecían parcialmente una aclaración del aprendizaje y dejaban de lado
aquellas influencias sociales que moldeaban y ayudaban en su condicionamiento para
aprender y adquirir conocimiento ( Woolfolk, 2014 p.17).
Los psicólogos conductistas, explican que la adquisición de nuevas habilidades y
conocimientos se daba por medio de métodos de ensayo y que su aproximación gradual es
acertada en su aprendizaje por los reforzamientos que se reciben. Bandura, hacía la diferencia
de que los sujetos aprenden unos de otros y de esta manera su conocimiento avanza a un nivel
cualitativo significativamente sin la necesidad de ensayos. Sin embargo, las predicciones
conductuales son cruciales para el aprendizaje porque afectan las metas, el esfuerzo, la
perseverancia, la estrategia y la resiliencia (Woolfolk, 2014 p.351).

La teoría cognitivo social del aprendizaje de Bandura, tiene por un lado, un interés por
la motivación que impulsa a la conducta y la consecuencia que resulta, y por el otro, un
interés por el pensamiento. Los conceptos básicos para la comprensión de esta teoría son las
interacciones entre el comportamiento, el entorno, características individuales que, son las
capacidades personales, aprendizaje por observación y modelamiento,y aprendizaje propio
por medio de la autorregulación (Woolfolk, 2014 p.17).

La teoría de Bandura, se centraliza en el papel que representa la autoeficacia, sobre el


humano, es decir la influencia que se da en relación de lo cotidiano, para términos más
sencillos y utilizados se refiere a la reciprocidad triádica. Su primer componente: primero la
experiencia de dominio, son las experiencias que se viven de primera mano, las propias; su
principal propósito es que, el éxito aumenta la eficacia cuando son los fracasos quienes las
disminuyen. Las opiniones que se tienen acerca de nuestras propias capacidades, son
fundamentales para emprender, organizar, las acciones necesarias para alcanzar el grado de
desempeño deseado y esperado influyendo de esta manera al logro. El segundo componente
es, las experiencias vicarias, que influye en la autoeficacia, por parte de otra persona que
modela los logros. Es decir, mientras más elevado sea el parecido del aprendiz con el modelo,
más eficaz será el logro, mayor será el efecto que se tenga en la autoeficacia. Finalmente la
persuasión social, se centra en el incentivo que logra hacer que el aprendiz se esfuerce,
pruebe nuevas estrategias, o persevere lo suficiente para obtener el éxito. Logrando así,
disminuir las dificultades que se ven infundidas, como las dudas personales y la interrupción
de la persistencia (Woolfolk, 2014 p.351).

Enfoque histórico-cultural

A través de la mediación social, el enfoque histórico cultural, plantea el desarrollo


individual como sujeto de la historia, lo cual ofrece posibilidades en la pedagogía. Desde este
enfoque, el sujeto se percibe como un ser social con acciones complejas, producto de la
interacción y de la capacidad de pensar sobre la acción. De esta manera, el desarrollo de la
personalidad está mediado por la relación con otros y el ser social se constituye a partir de las
experiencias sociales particulares que le permiten aprender a negociar significados en forma
congruente con la cultura en la cual está inmerso (Patiño, 2007).

Teoría sociocultural de Lev Vygotsky

Vygotsky (1968 citado en Patiño, 2007) estudió la forma en que la interacción social
conduce a un funcionamiento psicológico superior, caracterizado por la realización
consciente y el control voluntario por parte del sujeto. Según él, el papel preponderante que
posee la sociedad en el comportamiento humano se manifiesta en la existencia de
herramientas psicológicas o de signos que pueden ser utilizados para controlar la actividad
propia y de los demás. Para Vygotsky, el aprendizaje sociocultural a partir de signos o
símbolos, como el lenguaje, es el mediador que explica la relación dialéctica entre los
procesos individuales y sociales. Los signos son los instrumentos que mediatizan las
relaciones entre las personas y afirma que los niveles de generalización en un niño
corresponden estrictamente a los de desarrollo en la interacción social; así, un nuevo nivel de
generalización significa otro igualmente nuevo en la posibilidad para la interacción social.

Además, Vygotsky resaltó la estrecha relación entre lenguaje y pensamiento, es decir,


entre la actividad mental y la palabra. Así pues, la función principal de los signos es la
comunicación; ellos permiten la mediación interpersonal y la relación social. En este sentido,
el habla y el pensamiento verbal son, como productos históricos del hombre, tienen una
función esencial en la estructuración de la mente y la consciencia. Para Vygotsky, el hombre
no está armado para enfrentarse al mundo solo con su naturaleza biológica, sino que su
conducta está mediada por herramientas materiales y simbólicas; y estas últimas orientan
nuestra conducta porque tienen significados, nuestro mundo es simbólico y está organizado
por sistemas de creencias, convicciones y órdenes, en las cuales somos socializados por la
interacción con adultos. Además, destaca que los procesos mentales no se dan en forma
automática, ya que no son estáticos ni universales; cambian con el modo de producción y la
estructura dentro de la cual socializan las personas (Patiño, 2007).
Patiño (2007) afirma que el enfoque histórico cultural propone superar aquellas
tendencias psicológicas tradicionales que han reducido su interés a la esfera cognoscitiva del
hombre, y lo traslada al desarrollo integral de la personalidad.

La teoría de la actividad

En la enseñanza, los profesores se enfrentan a una contradicción básica: las exigencias


orientadas socialmente por la profesión, que se precisan en el objeto de trabajo, y la
posibilidad de dar respuestas a esas exigencias, a partir de condiciones individuales y sociales
donde se desarrolla la práctica pedagógica. En cuanto a la práctica, lo anterior se refleja en un
conjunto de operaciones concretas que garantizan la formación de conocimientos,
habilidades, hábitos y otros componentes de capacidades más complejas que forman parte de
la actividad interna del sujeto y sirven como eslabón de enlace hacia las funciones psíquicas
superiores en el proceso de formación del profesional, que condiciona un saber hacer desde la
aplicabilidad y transferibilidad de los conocimientos y habilidades (Patiño, 2007).

El objeto de la actividad puede ser interno o externo; así, se incorpora se incorpora en


la propuesta pedagógica como base orientadora de la acción, en la cual la actividad cambia de
aspecto y se enriquece, y es este enriquecimiento el que se cristaliza en forma de producto,
tornándola más valiosa al utilizar procedimientos que buscan llevar el contenido objetal de la
actividad a su producto. La enseñanza representa una concepción dialéctica, que genera un
proceso de desarrollo en el marco de su diseño, es decir, en el sistema de procesos
desarrollados consecutivamente, que dirigen el cumplimiento de las acciones y operaciones
exigidas en el contexto de la práctica. Estos procesos permiten que las acciones y operaciones
se vayan haciendo gradualmente más y más independientes de las condiciones y medios
externos y materiales, y se conviertan en una propiedad que pertenece al estudiante y a los
profesores, como sujetos que se van transformando en el contexto de la enseñanza (Patiño,
2007).

Solo la formación completa de las acciones y de las operaciones internas puede llevar
al estudiante al auténtico dominio de los conocimientos, destrezas, modos de actuación de un
saber hacer profesional, a partir de las exigencias deontológicas. Esto permite percibirlo
como un sujeto en proceso de formación en el marco de las potencialidades de la enseñanza,
es decir, como individuo que asume un carácter activo frente a su orientación y a su relación
con un contexto histórico determinado, desde donde se va consolidando gradualmente el
desarrollo de su independencia cognoscitiva, lo cual se traduce en un auténtico dominio de
las habilidades profesionales explícitas en el currículo (Patiño, 2007).

La enseñanza desarrolladora

En el contexto de la enseñanza adquiere renovada vigencia los postulados de


Vygotsky referidos al diagnóstico, a los niveles de ayuda, a la zona de desarrollo potencial y
a las situaciones sociales de desarrollo, ya que estos favorecen un proceso de transformación
para profesores y estudiantes. Actualmente, son incuestionables los planteamientos de
Vygotsky acerca de la comprensión integradora del diagnóstico, que en el marco de la
enseñanza retoma los fundamentos del mismo, como conocimiento profundo de las diferentes
categorías de la enseñanza: qué, cómo, por qué y a quiénes se enseña. Es a partir de estas
categorías que se propicia un proceso reflexivo de las condiciones para la enseñanza. En la
concepción de una enseñanza desarrolladora a partir del enfoque histórico cultural se puede
comprender el papel de cada uno de los sujetos que participan en el aula de clase,
considerando que la psiquis humana tiene un carácter activo en la regulación de la actuación,
y se determina histórica y socialmente en su origen y desarrollo en la medida en que se forma
en el proceso de la actividad y comunicación que el sujeto establece con el medio socio-
histórico en que vive (Patiño, 2007)

Vygotsky (1985 citado en Patiño, 2007) asigna un significado especial a las relaciones
existentes entre los participantes de un proceso en lo que se refiere al desarrollo y al
aprendizaje, por su repercusión en el diagnóstico de las capacidades intelectuales y en la
elaboración de una teoría de la enseñanza que abre una nueva perspectiva de actuación. Para
él, lo que las personas logran hacer con la ayuda de otros es la base para construir el
andamiaje, fundamento mismo del análisis de la concepción desarrolladora de la enseñanza y
de todos los procesos implicados en el aprendizaje. De ahí que se considere necesario
trascender de la simple determinación de los niveles evolutivos reales de los estudiantes al
descubrimiento de las relaciones de este proceso con las posibilidades de desarrollo.

Para la enseñanza desarrolladora es imprescindible considerar, como mínimo, dos


niveles evolutivos en los estudiantes: el de sus capacidades reales y el de sus posibilidades
para aprender y desarrollarse con la ayuda de los demás. La diferencia entre uno y otro nivel
es lo que Vygotsky denominará la “zona de desarrollo próximo”, definida como la distancia
entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver un problema, y el
nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la
guía del adulto o en colaboración con otros pares más capacitados. Desde esta perspectiva, se
concibe la enseñanza como acción reflexiva que permite la integración, mediante un proceso
colectivo de análisis y contraste de todos los aspectos que implica la orientación de la
enseñanza para el aprendizaje. (Patiño, 2007)

Enfoque constructivista

Muchos de los conceptos del enfoque constructivista están basados en las obras de
Baldwin, Dewey, Piaget, Vygotski, Bruner y otros importantes investigadores. Las
metodologías y métodos constructivistas incluyen lenguaje general, estrategias cognitivas
para la enseñanza, guía para las estrategias cognitivas, descubrimiento dirigido, entre otras.
Este enfoque se basa en que el individuo hace su propia construcción de conocimientos y que
estas son por la interacción de las disposiciones internas y su entorno, es decir, su
conocimiento es la construcción de la persona con su realidad (Chadwick, 2001).

Carretero (1994, citado por Chadwick, 2001) refiere que esta construcción es el
resultado del inicio de la presentación de información y de la actividad externa o interna de
cada individuo. Es decir, es un proceso activo por parte del estudiante el cual consiste en que
debe relacionar, organizar y extrapolar los significados y de esta manera construir
conocimiento desde la experiencia en relación de la información que recibe. En fin, el punto
clave del constructivismo es el proceso en la adquisición y construcción de conocimiento. Es
por tanto, que los psicólogos educativos, los profesores, los diseñadores de libros, la
pedagogía deben dedicarse a desarrollar las estructuras cognitivas que impulsen y generen un
mejor aprendizaje.

Las estructuras cognitivas, se encargan en representar y organizar las experiencias


previas, siendo estas la base para que se dé el proceso de construir aprendizaje, las cuales son
permanentes y van orientadas por medio de esquemas mentales, los cuales funcionan de filtro
para distinguir de lo relevante y luego categorizar la información. Por lo general, estos
esquemas son las representaciones de situaciones concretas, de conceptos, los cuales
permiten el manejo interno del enfrentamiento a situaciones parecidas (Chadwick, 2001).

La aplicación de este enfoque reconoce que el estudiante aprende de diferentes


maneras, y que existen metodologías pertinentes que ayudan a promover y potenciar los
recursos que llevan al estudiante a tener confianza en sus propias habilidades y experiencias
para resolver problemas, comunicarse y sobre todo adquirir conocimiento comprendido como
un aprendizaje (Chadwick, 2011).

En base a lo escrito anteriormente, se considera el constructivismo como el enfoque


que debe perdurar y mantenerse al momento de aprender, ya que, el conocimiento no se
descubre, sino que se construye. Es decir, se mantienen un proceso activo en el cual los
estudiantes construyen nuevas ideas, nuevos conocimientos, adquieren nuevo aprendizaje;
basados en sus experiencias y su conocimiento previo. En este proceso la mente va
construyendo progresivamente modelos explicativos, complejos de manera que nos permite
conocer la realidad a través de los modelos que construimos para explicarla (Serrano & Pons,
2011).

Por último, contextualizando el constructivismo le pone mayor énfasis a la


importancia de los conocimientos previos, de las creencias, motivaciones y experiencias que
tiene cada estudiante, para tener un aprendizaje significativo. Así como, el establecimiento de
relaciones entre los conocimientos para la construcción de esquemas, por medio de las
estructuras cognitivas. Profundizando en que los estudiantes deben auto-aprender dirigiendo
sus capacidades a ciertos contenidos y construyendo ellos mismos el significado de esos
contenidos que han de procesar (Serrano & Pons, 2011).

Psicología educativa en El Salvador

El papel de la psicología en el sistema educativo salvadoreño.

La psicología educativa se define como la rama de la psicología la cual estudia los


aprendizajes de los ambientes educativos según (Santrock, 2006) citado por Orellana, L.
(2005) los cuales sirven para diseñar y ejecutar los aspectos psicológicos que con llevan a los
procesos, y que desarrollan programas de orientación, para participar en equipos
multidisciplinarios los cuales promueven el desarrollo integral de la salud mental.

El papel del psicólogo en el sistema educativo salvadoreño lo han dejado de lado.


Debido a que los sistemas de las escuelas públicas, no son parte de los programas a lo regular
en los apoyos de los psicólogos y psicólogas. Por tanto las instituciones que brindan apoyo a
los niños y niñas con las necesidades valiosas son parte de la educación ante la psicología en
sus principios éticos. Las reformas que presentan los del MINED en 1997 muestran una
cantidad de proyectos que se dirigen a desarrollar con los niños y niñas de El Salvador ante el
sector público según Orellana, L. (2005).

La psicología educativa se desarrolló para el ámbito escolar teniendo como base los
propósitos de la intervención del campo que utilizaba el ser humano según Hernández, los
objetivos principales de la psicología educativa era enseñarles los aprendizajes ante los
instrumentos que son fundamentales para los psicólogos ya que ellos conducen diferentes
tipos de enseñanzas. Por lo anterior se puede mostrar que el rol del psicólogo educativo es
expuesto a las instituciones que están vinculadas con proyectos que ayudan a la convivencia y
salud mental (Yurley A., 2011).

El psicólogo educativo puede crear situaciones que se deben a algunos dilemas éticos
a la hora de intervenir cualquier problema que se les puede presentar, para ellos el problema
ético se debe a causa de la estigmatización ya que pueden repercutir a un nivel más
psicoafectivo para los alumnos, ya que no hacen un adecuado cuido de las pruebas que se le
presentan. Sin embargo Franca Tarragó hace mención de una confidencialidad donde se
cuestiona éticamente ante los conflictos para poder mantener un estado estable para las
familias ya que la práctica recurre a mostrar un informe de toda la información, eso indica
que deben ser conscientes de lo que está pasando. De igual forma se expone la ética y las
opciones pedagógicas como se da el área de los conflictos entre la técnica de los psicólogos y
la ética de la psicología educativa ya que intentan demostrar que los hábitos como los
pensamientos, sentimientos o de la conducta pueden prescindir a comportamientos que
puedan beneficiar lo académico o la disciplina ante la institución haciendo referencias a los
padres por igual (Yurley A., 2011).

Las normas de la ética como parte del rol del psicólogo se basa en la veracidad y
fidelidad de las promesas que se dan específicamente ante el caso del profesionalismo ya que
corresponden a que de igual manera el psicólogo se concientice en corresponder y dar como
práctica lo ético y estar dispuesto a tolerar las situaciones. Ante todo esto el psicólogo debe
trabajar en conjunto con los docentes u otra parte de la institución para hacer referencia a los
impulsos específicos en el área académica según Orellana, L. (2005).

Es apasionante entender como lo realizan J. Piaget y L. Vygotsky, la constitución


como parte esencial de que el educador ha de asumir las potenciales modificaciones que se
obtiene al ser humano en lo que respecta al desarrollo y la forma como lo va desempeñando.
La posibilidad de entender al individuo desde su dimensión evolutiva, le ha de permitir a todo
educador saber cuáles pueden ser los conocimientos que son inherentes a ser difundidos, ante
la edad cronológica del individuo y sus condiciones socioculturales que presentan según
(Presti, 2007).

Futuro de la psicología educativa

La psicología educativa pone de manifiesto una preocupación de los psicólogos


educativos ante una una posible pérdida en el interés de estudio a esta rama por parte de los
profesionales en el campo de la educación, se nota una disminución en la motivación de los
propios psicólogos con relación a la historia de esta rama. Hoy, aunque ya más consolidada,
la psicología educativa sigue presentando interrogantes en torno a lo que se hace y a lo que le
prepara a la psicología educativa (Beltrán & Pérez, 2011). Se debe tomar en cuenta las
contribuciones y las críticas hasta el momento de lo que moralmente se hace correcto desde la
corriente neo-consecuencialista, el trabajo que ejercen los profesionales en la educación y el
bien que hace a las mayorías.

Para poder lograr el venidero de la psicología educativa, y mantener los cambios que
profesores, padres y profesionales han logrado con ella, se necesita que el involucramiento de
las grandes ideas en opinión popular puedan incluir a más personas que se sienten parte
orgullosa no solo de la calidad del conocimiento y de las técnicas profesionales sino, del
aprovechamiento y uso de la propia capacidad para intervenir como padres o profesores y
lograr una expansión y desarrollo de mejores habilidades que se comparte con los demás y
permite introyectar esas maneras de aprendizaje vicario, en acto, junto con más personas. Se
debe fortalecer esa creencia. Se necesita también combinar y pulir las direcciones de cambio
al mejoramiento de la psicología en la educación, cambiar el ambiente de aprendizaje de cada
escuela, alcanzar que los maestros adquieran roles más de guías y no solo de transmisores de
información (Beltrán & Pérez, 2011).

El trabajo arduo de aprender a profundizar y construir el conocimiento es parte de la


formación del psicólogo educativo, sin embargo es importante preguntarse el papel de las y
los psicólogos en los ámbitos educativos, en otros países se ha logrado un proceso de
reordenación en los servicios en los que se viene interviniendo, se han creado Departamentos
de Orientación en los Institutos de Educación Secundaria lo cual ha multiplicado la cantidad
de puestos de trabajo para los psicólogos (Beltrán & Pérez, 2011). Hace falta implementar lo
que se venía platicando, una emancipación de la opinión popular en el trabajo de
aprovechamiento que se hace al brindar una materia en calidad de lo construido
históricamente y de las técnicas a nivel integral que se utilizan en el desarrollo de habilidades.

Ética y la acción de la psicología educativa

Los planteamientos científicos sobre la acción de la psicología educativa, hacen un


análisis de la práctica de la ética en la diversidad de la educación. Según Coll, hace referencia
a que el papel de la psicología de la educación está más equilibrado que en lo pasado es
decir; que la psicología de la educación hizo un papel relevante en su protagonismo que se
hizo científico de la pedagogía o se puede pretender que fuera científico ante la práctica de
las disciplinas, todo esto fue cuestionado por el papel que desempeñaba (Rigo Lemini, Díaz
Barriga Arceo, & Hernández Rojas, 2005).

Los procesos educativos pueden ser complejos y muy importantes a la vez, por tanto
los psicólogos tienen un riesgo hoy en día en la educación ya que se diluye en una
especificidad de la mirada del marco en la multidisciplinariedad de todos los procesos
educativos que se encuentran. Según (Rigo Lemini, Díaz Barriga Arceo, & Hernández Rojas,
2005) hacen relación con los conocimientos que se marcan en la realidad de la visión de la
ética, epistemológica y educativas se considera que la psicología se estudia a raíz de los
comportamientos humanos y ante esta situación deberían de entenderse por los significados,
los sentidos y por las intencionalidades pero sin embargo los psicólogos se rigen en cómo se
construyen los propios sentidos y en como las demás personas construyen el sentido de las
diferentes actividades de las acciones que representan situaciones concretas por parte de su
contorno cuando se despliega de su especificidad ante las críticas.

Los psicólogos educativos dependen de los procesos de auditoría y la posible


elaboración de los informes, que son centrados para los derechos de las personas e
instituciones, para eso la evaluación psicoeducativa lo ejecuta como los principales sólidos
éticos. Por tanto, según lo anterior se puede asemejar que los psicólogos educativos pueden
asumir todos los dilemas éticos como su responsabilidad y así se podría decir que esas
estratégias las presentan al enfrentarse a los ámbitos del contexto educativo: la
confidencialidad que se conocen más, son las que se presentan en los pacientes pero lo que
se llevaría a lo contrario a esto sería que los psicoeducativos no lo asumieron como los
dilemas éticos, como lo generan los demás si no que; los diversos cargos que se le dejarían
ante el código de la psicología ante la ley de 2006, lo desarrollarían algunos psicólogos como
algunos recursos (Yurley A., 2011).

En el siglo VI a. c. se puede explicar que la ética solía entender como la disciplina


teórica reflexiva y crítica, es decir que investigaba lo contrario ya sea del bien o del mal,
teniendo como punto de partida la conducta humana, sin embargo desde la teoría humana de
que apareció el homo sapiens se desarrolló la ética como la moral vivida y practicada en
cuento se hacía referencia por toda la cultura que marcaban para la evolución del hombre. La
ética y sus recorridos lo concientizan los ideólogos como Spinoza, Rousseau entre otros que
buscaban poder resolver los problemas que se solían dar a la ética.

Desde los comienzos de este siglo la ética se ha convertido en una variante muy
grande para poder darles un resultado al contexto y a sus parámetros socioculturales; por
tanto la psicología educativa se emplea a partir de cuatro momentos, el primero se caracterizó
por las diferencias individuales de las personas ya que se necesitaban un test para
diagnosticar y poner a tratamiento a los niños que padecían de problemas ligadas a la
educación, el segundo momento se dio por el impacto del tratamiento que se generó por el
psicólogo ante los problemas de los niños que padecían dentro y fuera de la educación para
aprender, esto generaría aspectos emocionales, afectivos y sociales del alumno ante su
educación, un tercer periodo sería la consideración de las necesidades para los conocimientos
de los psicólogos educativos ya que servirían como un conocimiento pedagógico y por último
momento se da la búsqueda de las alternas teorías cognitivas, intentando no involucrarse con
las intervenciones de la atención individual que el sujeto tenía inmerso ante la orientación de
su educación según (Yurley A., 2011).

La ética y psicología según Martín Baró

En términos comunes la ética la define Martín Baró como un sentido amplio que
supone que debe ser científico y técnico, es decir que debe permitir unos principios ante la
sociedad de que es lo bueno y cuando es malo. Pueden existir algunas concepciones sobre la
ética profesional que se extienden en nuestro medio y para nuestra opinión lo representan con
dos erróneos enfoques que pueden dar algunas consecuencias y estas pueden ser: la
concepción de la ética como un aditamento postizo y la concepción de la ética como el
conjunto de posibles ideas que son abstractas y otras universales según (Ulloa, 2016).
A) La ética impostada: esta se refiere como una añadidura que puede ser postiza para
el cuerpo científico y técnico para las personas. Estas las pueden ejercer como una sociedad
muy específica como por ejemplo los médicos, arquitectos, agricultor y hasta los psicólogos,
todo lo que se aprende lo deben de ejercer con adecuado trabajo y esto lo deben de poner en
práctica cuando sea necesario. Todo lo que se pone en práctica en esta rama es lo
racionalidad, lo moral y las aplicaciones para las prácticas científicas según (Ulloa, 2016).

B) La ética idealista: este enfoque se refiere a toda la opinión que se da errónea es


decir que los principios generales están vinculados a las series de valores que se postulan ante
los lugares en donde se cumplen. Según esta perspectiva el hombre cumple un desarrollo pero
en cambio no evoluciona y no tiene ninguna evolución dialéctica. La psicología presenta
algunos análisis ideológicos que generalizan los intereses sociales. Según (Ulloa, 2016) hace
referencia a que la ética idealista cumple condiciones concretas que pueden determinar los
hechos y las posibilidades. Por tanto se puede prescindir lo que en realidad se necesita para
poder vivir con los valores, es decir que es posible determinar un aislamiento neurótico que
sea aparente ante los valores que se pueden vivir con la relación y la entrega de Dios ya que
es predicada para construir las condiciones que se viven.

Estos dos enfoques lo retoman en la actividad psicológica como una actividad


psíquica ante los comportamientos de los humanos, todos estos procesos que constituyen en
la ciencia de la psicología pueden explicar desde la propiedad más adecuada para la acción y
que no sea de la conducta en si como en realidad suelen ser en todo lo que plantean los
psicólogos. Como lo define John B. Watson (1925/1972) citado por (Ulloa, 2016) la conducta
lo pueden reducir con los aspectos que sean externos ante las cosas. Sin duda alguna se
asemeja por los comportamientos de todas las personas humanas que no sean muy
clasificadoras para mantener la comprensión en su interioridad.

Código de la JVPP y la APA y las normas que rigen el área de estudio.

En el Código de Ética de la APA se establecen varias normas que guían el quehacer


psicológico, dentro de los cuales el apartado número 7, “Educación y capacitación”, hace
referencia específicamente a las acciones a tomar dentro del área educativa, que incluyen
normas sobre el diseño de programas de educación y capacitación, la docencia y el resguardo
de información de los estudiantes, brindar terapia psicológica enmedio de un programa
educacional, evaluación a estudiantes y evaluación del desempeño de personas supervisadas,
y sobre vínculos sexuales con estudiantes y supervisados (APA, 2010). Estas normas entran
también en comunión con otras del mismo código, a fin de que todo el código se cumpla de
manera equitativa.

La norma 7.01 (Diseño de programas de educación y capacitación) dicta que los


psicólogos son responsables de elaborar planes de educación y capacitación razonables que
brinden los conocimientos adecuados para el tipo de curso que se impartirá, ya sea una
licenciatura, certificación o cualquier otro objetivo. Esta norma va de la mano con la norma
5.03 (Descripción de programas educativos de talleres y actividades extracurriculares) que
indica que los psicólogos son responsables de los anuncios, catálogos o cualquier otra
publicidad que se haga con información de los programas educativos, asegurando que el
contenido describa de manera precisa el público al que van dirigidos, los objetivos
educativos, así como los docentes involucrados y los costos respectivos (APA, 2010).

La norma 7.02 (Descripción de programas de educación y capacitación) indica que los


psicólogos responsables de programas de educación y capacitación deben asegurar la
descripción puntual y actualizada de los contenidos de dicho programa, incluyendo los
requisitos de participación en caso de que se incluyan grupos experimentales, psicoterapia, y
otros requerimientos, además de los objetivos específicos que persigue dicho programa, sus
beneficios y costos también. Esta norma también establece que esta información debe ser de
fácil accesos para los interesados (APA, 2010).

Respecto a la docencia, la norma 7.03 (Precisión en la docencia) determina, en primer


lugar, que los psicólogos deben asegurar que los programas educativos que formulen deben
ser precisos en relación con el tema a tratar, así como en cuanto al proceso de evaluación en
dichos cursos, sin que le impida al instructor modificar los contenidos según sea
pedagógicamente necesario, permitiendo también que los alumnos estén enterados de dichos
cambios. Esto va de la mano con la norma 5.01 (Evitar declaraciones falsas o engañosas), que
indica que los psicólogos no realizarán declaraciones públicas que sean falsas, engañosas o
fraudulentas en lo relativo a su capacitación o preparación académica, sus afiliaciones
institucionales, sus servicios y grado de éxito de los mismos, sus publicaciones o hallazgos de
una investigación, etc. Asimismo, esta norma indica que los psicólogos sólo pueden hacer
exhibir sus títulos como referencia para servicios de salud, cuando estos hayan sido obtenidos
en una institución educativa regionalmente acreditada, o que hayan constituido la base para la
licenciatura en psicología dentro de la región en la que ejercen (APA, 2010).
Por otro lado, la norma 7.03 indica también que en cuanto a las actividades de
docencia, los psicólogos deberán presentar la información psicológica de un modo preciso.
La norma 2.03 (Mantenimiento de la competencia) respalda la norma 7.03, de manera que
indica que los psicólogos deben realizar esfuerzos constantes para desarrollar y mantener su
competencia (APA, 2010).

La norma 7.04, Revelación de información personal de los estudiantes, señala que los
psicólogos no deberán solicitar a los estudiantes o a personas que supervisen que revelen
información personal ni en forma oral ni en forma escrita, principalmente cuando dicha
información sea en relación a la historia sexual, abusos, tratamientos psicológicos y
relaciones personales, a excepción de cuando el programa o capacitación han identificado
claramente este requerimiento al momento de la admisión, o cuando dicha información es
necesaria para obtener asistencia para los estudiantes cuyos problemas personales pudieran
considerarse impedimentos para desempeñar sus actividades profesionales o de capacitación
de manera competente, o si dichos problemas resultan en ser una amenaza a otras personas
(APA, 2010).

En cuanto a recibir o dar terapias de manera individual o grupal, la norma 7.05


(Terapia individual o grupal obligatoria) señala, en primer lugar, que los psicólogos
responsables les permitirán a los estudiantes realizar la terapia con profesionales externos al
programa cuando esta sea un requisito del programa educativo. En segundo lugar, esta norma
establece que los profesionales que son o pudieran ser responsables de la evaluación del
desempeño académico de los estudiantes no brindarán dicha terapia. Esto principalmente para
evitar generar relaciones múltiples, acorde a como se señala en la norma 3.05 (Relaciones
múltiples) (APA, 2010).

Sobre la evaluación a estudiantes y a supervisados, la norma 7.06 (Evaluación de


estudiantes y del desempeño de los supervisados) establece que los psicólogos deben
establecer un momento oportuno y específico en sus relaciones académicas y de supervisión
para dar respuesta sobre el desempeño de sus estudiantes y supervisados. Además, los
psicólogos deberán evaluar a los estudiantes y supervisados con base a su desempeño real
conforme a los requisitos establecidos en los programas educativos (APA, 2010).

Como última norma del apartado sobre educación y capacitación, la norma 7.07
(Vínculos sexuales con estudiantes y supervisados) señala que los psicólogos no deben
involucrarse sexualmente con estudiantes ni con supervisados cuando estos pertenezcan
directamente a su departamento o centro de práctica, o cuando los psicólogos tengan o
pudieran tener autoridad de evaluación sobre ellos. Esta norma también está en
concomitancia con la norma 3.05 sobre relaciones múltiples (APA, 2010).

En el Código de Ética para el ejercicio de la profesión de Psicología en El Salvador


(2009) también existen algunas disposiciones que rigen la ocupación de los psicólogos en
nuestro país directamente. Dentro de las Normas Específicas, están las que rigen el área de
docencia (inciso número 2.6) que se detallan a continuación:

a) Es deber primordial ayudar a otros a que adquieran conocimientos y


habilidades y a mantener altos niveles éticos y académicos.

b) Mantener alto sentido de responsabilidad pedagógica y científica; evitar el


incumplimiento de los deberes docentes, y la delegación de estas obligaciones
en asistentes no capacitados.

c) Ser responsable de los conocimientos que imparte, de acuerdo a su nivel y


formación profesional; en ningún caso debe hacerse cargo de programas o
cursos que no sean de su competencia.

d) Adoptar, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, una actitud de respeto y


atención a los puntos de vista de los alumnos, los conduce al análisis profundo
de los temas en discusión y les da libertad para que con una adecuada
orientación, deduzcan sus propias conclusiones.

e) Fundamentar las actividades docentes en una preparación didáctica cuidadosa,


procura una enseñanza objetiva, actualizada y precisa y estimula a los
estudiantes a la búsqueda de conocimientos mediante la investigación.

f) Proponer en sus programas de formación académica los contenidos y


objetivos, en forma clara, concreta y que ilustren la naturaleza y característica
de los programas de estudio.
g) Promover el conocimiento y aplicación de la ética profesional en el desarrollo
teórico y práctico de sus actividades docentes, y proporcionar supervisión
adecuada y oportuna a sus estudiantes.

h) Participar y/o en la elaboración de programas o actividades docentes en


instituciones que forman profesionales en Psicologìa; legalmente establecidos
y contribuir a clarificar lo concerniente a los diferentes niveles de formación y
ejercicio profesional.

i) Actuar como miembro de un equipo científico y docente, en el que priva el


respeto y lealtad mutua, para cumplir en forma eficiente y eficaz con los
propósitos de la enseñanza-aprendizaje.

j) Establecer un proceso apropiado de evaluación, para calificar el progreso en el


desarrollo de la materia que imparte y del aprendizaje de los estudiantes, de
acuerdo con requisitos establecidos en el programa.

k) Respetar los requisitos previos a la enseñanza de técnicas o procedimientos


que requieren entrenamiento especial.

l) Mantener con los estudiantes una relación docente de respeto, honestidad y


consideración y evitarles daños en su integridad y estabilidad emocional en el
proceso enseñanza-aprendizaje.

m) Promover con sus alumnos de Psicología la necesidad de cumplir con un


proceso de atención psicológica durante su formación, y posteriormente en su
ejercicio profesional.

n) Ser claro en los fundamentos científicos y profesionales que expone para no


dar lugar a falsas ideas de competencia profesional, en los cursos de formación
y orientación con enfoque psicológico, para personas sin título profesional en
Psicología.
Discusión

Los enfoques y teorías exploradas permiten poder tener una visión más amplia del
desarrollo de la psicología educativa en El Salvador, el cual con el paso de los años ha ido
evolucionando. La psicología educativa ha sido un terreno que ha evolucionado con lentitud,
afrontando innovación y práctica de nuevas propuestas de enfoques y teorías que se explican
a los largo de la investigación. En general la psicología educativa se ha visto
significativamente influenciada por diferentes enfoques, dentro de los cuales algunos de los
que mejor se aplican a dicha área de estudio son los que obedecen a las teorías conductista,
cognitivista y constructivista, especialmente esta última. Los antecedentes de esta rama se
sientan prácticamente en enseñar según las habilidades o capacidades de las personas, y poco
a poco, según dichas teorías han ido evolucionando se puede decir que se han vuelto teorías
más objetivas, llegando, por ejemplo, al punto de considerar que realmente el aprendizaje se
construye, y que es el individuo quien se encarga de su propio aprendizaje para que este sea
significativo.

Definitivamente hay muchos puntos éticos que se deben tomar en cuenta para ejercer
la psicología educativa. Tomando puntos de las diferentes teorías abordadas, es mucho mejor,
por ejemplo apoyarse en teorías como la constructivista, que indica que los individuos pueden
ser autores de su propio aprendizaje. Esto, por lo tanto, implica que se debe permitir que los
individuos se eduquen de tal manera, según como les convenga mejor de acuerdo a sus
diferencias individuales. Esto contribuye al cumplimiento de diversas normas éticas que
señalan que se deben facilitar los contenidos de los programas educacionales, así como
ayudar a otros en su proceso de aprendizaje, fomentar también la búsqueda de información
para generar conocimientos, etc.

La ética de la psicología desde Martín Baró brinda herramientas para poder visualizar
los enfoques de la psicología educativa, de una manera que sean accesibles para aplicar en el
contexto educativo de Latinoamérica. Dicho enfoque parte de tres divisiones: la relación de la
ética con la psicología, los valores de la psicología, y los principios fundamentales que deben
regular la psicología. A partir de estas tres divisiones Martín Baró brinda una crítica a las dos
concepciones de la ética más utilizadas en el área psicológica, la corriente positivista y la
idealista; las cuales desde la postura de Martín Baró carecen de muchos aspectos para poder
utilizarse, por lo tanto él las califica como erróneas.
El positivismo sostiene la neutralidad de la ciencia en lo que respecta a valores, dado
que para esta corriente estos son subjetivos, en este caso la ética queda postergada a la
aplicaciones prácticas a los problemas de la sociedad y esta postergación la convierte en una
ética postiza. La ética idealista por su parte propone principios generales, vinculados a
valores absolutos que son válidos para todo tiempo y lugar, lo cual para Martín Baró es
imposible debido a las diferencias entre las sociedades y los cambios que se van dando a lo
largo de la historia, por lo tanto es una concepción ahistórica del ser humano. Esto no puede
ser aplicable ya que Martín Baró creía que la realidad socio histórica era la fuente y el
fundamento de la persona.

La ética de la psicología que Martín Baró defendió es una ética que está vinculada
eminentemente a la práctica y está orientada hacia la transformación de la realidad social en
lugar de un aditamento postizo, por lo tanto debe de estar impulsada a la evolución del
hombre y la sociedad como una praxis iluminadora. Así, la psicología no puede aislarse de la
evolución de las sociedades, debe ir en constante cambio y evolución, no dejando de lado su
esencia más pura, la cual está formada por la ética. Martín Baró advierte del problema de
considerar los problemas éticos como simples problemas de integración, ya que podrían
llevar a una manipulación de la persona como puede verse en la psicología de la publicidad,
totalmente entregada a las exigencias de la sociedad del consumo (Martín Baró, 1980).

Conclusiones

Para concluir la relación de la psicología educativa ha contribuido al trabajo de los


padres, profesores y profesionales en base a las etapas del individuo en el crecimiento
educativo es hablar de cómo la misma ha evolucionado siendo impulsada por cambios
económicos, sociales, científicos y tecnológicos, sus aportaciones son tales que no es
necesario entender la educación actual sin tener en cuenta las raíces que la psicología el ser
humano y como ha guiado para el desarrollo del proceso educativo dentro de los causas del
modelo científico. Siguiendo las cuatro directrices de la educación, se pueden mencionar que:
a) la enseñanza, b) el aprendizaje, c) los contenidos y d) el contexto, la psicología educativa
no sólo ha convertido el poder de enseñar en una ciencia, sino que ha pilotado los pasos de su
evolución paradigmática centrada progresivamente en las técnicas del maestro, en las áreas
de oportunidad específicas del alumno o en los derechos inalienables de todos ellos.
El análisis expuesto nos indica que es recalcable el desarrollo histórico de la
psicología educativa desde sus principios en la atención al estudio de las diferencias
individuales y la utilización del manejo de pruebas para el diagnóstico y tratamiento de niños,
dentro y fuera de las instituciones educativas, considerar la necesidad de capacitar a los
profesores para mejorar los conocimientos psicológicos e integrarlo en los métodos de
enseñanza en conjunto con el apoyo de los padres y acompañamiento de otros profesionales.
Sin embargo los temas y conceptos como comunidad de aprendizaje, metacognición,
educación inclusiva y aprendizaje autorregulado son tan conocidos hoy como desconocidos
hace mucho tiempo. La variedad, la riqueza y la amplitud de la información educativa
constituye hoy una prueba palpable del desarrollo de la educación, así como del impacto que
ha dejado sobre el campo del aprendizaje.

Es importante que se pueda tomar el papel del psicólogo en el sistema educativo


salvadoreño, ya que se ha dejado de lado debido a que los sistemas de las escuelas públicas,
no incluyen en sus programas regulares los apoyos de los psicólogos y psicólogas, así como
la total aprobación y presupuesto del gobierno, por tanto, las instituciones que brindan apoyo
a los niños y jóvenes con necesidades valiosas, habilidades en desarrollo y más, son parte de
la notable necesidad de la educación y la psicología bajo el derecho y sus principios éticos,
por lo que lo anterior también puede mostrar que el rol del psicólogo educativo es expuesto a
las instituciones que están vinculadas con proyectos que ayudan a la convivencia y salud
mental. Se debe manejar el cuidado especial ante algunos dilemas éticos a la hora de
intervenir cualquier tema que se pueda presentar, ya que para las demás personas el problema
ético se debe a causa de la estigmatización, para poder mantener un estado estable para la
familia ya que la práctica recurre a mostrar un informe de toda la información, eso indica que
deben ser conscientes de lo que sucede en las intervenciones.

Y finalmente partiendo del espíritu de los propios fundadores de la psicología


educativa, la contribución que se hace se debe tomar desde una perspectiva psicológica sobre
la naturaleza de los problemas de la vida y la educación, esto llevaría a los psicólogos
educativos a diseñar intervenciones contrastadas con los resultados previos de la
investigación y a usar instrumentos científicamente validados. El resultado sería ver la
educación, y sus innumerables problemas, con ojos psicológicos, es decir, un enraizamiento
profundo en la psicología como ciencia y un compromiso con la práctica basada en la
evidencia científica y manteniendo los principios éticos establecidos por JVPP y la APA.
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