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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

FACULTADAD DE LA EDUCACION, EL ARTE Y LA COMUNICACIÓN

PSICOPEDAGOGIA

Psicología del desarrollo

Docente: Mg. Jorge E. Farias C.

Nombre: Inti Pacuri Lozano González

Ciclo: Tercero

Fecha: 30/05/2020

Orden: Investigar sobre:

PERÍODO CRÍTICO DE ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE

En la infancia existe lo que se denomina “periodo crítico” para la adquisición del lenguaje, que es
cuando se desarrollan las facultades neurológicas que permiten aprender el mismo. El periodo
crítico propone, pues, que, si no se dan ciertas condiciones internas y/o externas relacionadas con
el desarrollo lingüístico, un niño nunca podrá aprender a hablar. La interacción humana es
indispensable para ello, de hecho, si en los dos primeros años de vida los tutores del infante no se
han encargado de interactuar con él, se habla de una privación social para impedir el desarrollo del
lenguaje.

Hacia los dieciocho meses de edad, los dos hemisferios del cerebro comienzan a especializarse (su
función consiste en controlar las áreas de actividad humana); Eric Heinz Lenneberg (1921 – 1975),
lingüista y neurólogo, pionero en las ideas de la adquisición del lenguaje y la psicología cognitiva,
notó que después de la pubertad el cerebro pierde plasticidad, ya que sus funciones especiales se
vuelven permanentes, por tanto, como dice Lenneberg, si el lenguaje no se aprende antes de esta
etapa (la pubertad), nunca formará parte de las funciones cerebrales. Existen algunos casos de
niños que han sufrido un severo aislamiento, como por ejemplo Gennie, y su desarrollo se retrasó
en todas las áreas: cognoscitivas, sociales y lingüísticas.
El objetivo de la psicología del lenguaje o psicolingüística es conocer cómo se percibe la
información que llega del exterior, cómo se procesa y almacena, cómo se razona y se solucionan
problemas, etc.

Así, esta disciplina estudia todas las operaciones que se llevan a cabo desde que llegan los sonidos
del habla a los oídos, o los signos gráficos de la escritura a los ojos, hasta que se extrae el mensaje
y se integra en los propios conocimientos. Y también a la inversa, desde que se planifica un
mensaje en la mente hasta que se transforma en sonidos pronunciados o en letras escritas
(Compresión y producción).

El lenguaje está organizado en una jerarquía de componentes de distinta complejidad:

1. Fonema: unidad más pequeña que establece distinciones de significado en una lengua.
Unidades abstractas a diferencia de los fonos o sonidos fonéticos que son las realizaciones
acústicas de cada fonema. El castellano tiene un total de 24 fonemas: 5 vocales más 19
consonantes, no obstante, esta cifra varía en las diferentes lenguas. El número más frecuente
(moda) es el de 5 vocales, como sucede en lenguas tan distantes como el castellano o el
japonés.
2. Palabras o morfemas: unidades más pequeñas cargadas de significado (Prefijos y sufijos).
Existen dos clases diferenciadas de vocabulario: palabras de contenido (sustantivos, adjetivos,
verbos y algunos adverbios) y palabras de función o functores (determinantes, preposiciones,
conjunciones, modificadores, verbos auxiliares), que no tienen contenido semántico pleno,
pero modifican las relaciones de significado de las primeras.
3. Oraciones o sintaxis: nivel de organización superior que permite combinar las palabras para
formar oraciones. Las oraciones constituyen la verdadera unidad de significado del lenguaje
humano (Estructura binaria: sintagma nominal y sintagma verbal).
4. Discurso: nivel más alto de organización del lenguaje que se sitúa en el plano supra
oracional, y que implica varias oraciones con unidad de sentido o coherencia.
Eric H. Lenneberg es el principal defensor de la existencia de un período crítico para el
lenguaje situando dicho período entre los 2 años de edad y el comienzo de la adolescencia.
Tras la pubertad, las capacidades de autoorganización y ajuste a las demandas fisiológicas del
comportamiento verbal disminuyen rápidamente, de forma que el cerebro parece entrar en
una fase de estabilidad en la que las habilidades más primarias y elementales que no han sido
adquiridas hasta ese momento permanecen, por regla general, defectuosas durante toda la
vida.

Lenneberg propone cinco argumentos en su defensa de un período crítico:

• El desarrollo del lenguaje en los niños gravemente retrasados se detiene en la pubertad.


• Las posibilidades de recuperación del lenguaje tras una lesión cerebral son mayores
en los niños pequeños que en los adultos.
• Respecto de la adquisición de una segunda lengua, un adulto que aprende un nuevo
idioma tiende a conservar su antiguo acento y lo más probable es que su habla nunca
llegue a confundirse con la de un nativo, desde el punto de vista fonético. Sin embargo,
un niño adquirirá la segunda lengua sin ningún acento extranjero.
• El período crítico coincidiría con el período de lateralización del lenguaje cuando una
mitad del cerebro, la izquierda en la mayoría de las personas, se va haciendo cargo de
los principales mecanismos neurales del lenguaje entre los 2 y los 14 años.
• Los niños salvajes, individuos que se han visto expuestos al lenguaje tardíamente.

Niños salvajes

A lo largo de la historia se han relatado episodios de niños abandonados o perdidos desde su


nacimiento o a una edad muy temprana, que han sido criados en estado salvaje por lobos y otros
animales.

En otros casos, los niños consiguieron sobrevivir por sí mismos, sin que aparentemente hayan
crecido en compañía animal. Algunos casos raros se criaron con sus padres en absoluto
aislamiento, como Genie.

Algunos autores describen las capacidades lingüísticas de los niños al ser descubiertos,
coincidiendo en la ausencia de habla y en su incapacidad para entenderla. La mayoría de los
intentos de enseñarles a hablar terminaron en fracaso.

Aplicación al cerebro
Cuando un neurocirujano tiene que intervenir en el cerebro, es muy importante que conozca qué
hemisferio de ese individuo concreto se encarga de las funciones lingüísticas, ya que existe un
porcentaje pequeño de personas en las que el lenguaje se localiza en el hemisferio derecho o en
ambos.

A tal fin, antes de la operación se aplica el test de Wada, que consiste en la introducción en la
arteria carótida derecha o izquierda, a través de un catéter femoral, de una sustancia anestésica,
que inhabilita durante unos minutos el hemisferio cerebral del mismo lado.

El test de Wada es invasivo, por lo que en los últimos años se tiende más a utilizar las técnicas de
neuroimagen funcional para localizar.

La prueba de Wada es útil para determinar la dominancia hemisférica del lenguaje y la memoria
como parte de la evaluación preoperatoria en pacientes candidatos a cirugía de epilepsia;
asimismo, permite determinar el riesgo de desarrollar amnesia anterógrada postquirúrgica. El
procedimiento incluye las edición transitoria de uno de los hemisferios cerebrales mediante la
inyección vía transfemoral de amital sódico, tiempo en el cual el paciente realiza diferentes tareas
cognitivas.

Caso clínico

Se valoró mediante la prueba de Wada a una mujer de 21 años de edad con diagnóstico de epilepsia
refractaria y hemiatrofia cerebral congénita izquierda, de lateralidad manual zurda y analfabeta.

Pruebas aplicadas

Se implementó una versión modificada del Protocolo de Trenerry y Loring3 adecuando las
tareas al contexto cultural de la paciente, para valorar el lenguaje y la memoria en los siguientes
niveles:- Repetición- Denominación por confrontación visual- Comprensión verbal- Memoria de
reconocimiento.

Discusión

La posibilidad de que lesiones en el hemisferio izquierdo asociadas a epilepsia puedan


alterar la representación del lenguaje fue propuesta, inicialmente, por Broca.
Esta hipótesis fue apoyada por el estudio de Rasmussen y Milner 7 en pacientes epilépticos
seleccionados para prueba de Wada. Ellos encontraron una representación atípica del lenguaje
en 55% de 134 pacientes con lesiones cerebrales de inicio a edades tempranas. Otros estudios han
verificado estas observaciones. Strauss y Wada8 reportaron que 7 de 11 pacientes con lesiones a
edades tempranas en el hemisferio izquierdo tenían una representación del lenguaje en el
hemisferio derecho. En la atrofia del hemisferio izquierdo esto es un hallazgo frecuente.9 En el
presente estudio los resultados indicaron dominancia hemisférica derecha para el procesamiento
lingüístico y memoria. Por otra parte, permite confirmar los efectos de la plasticidad cerebral en
la reorganización y/o compensación de las funciones cognoscitivas en el hemisferio cerebral no
afectado. Estos hallazgos indican que es claramente importante realizar la prueba de Wada en
aquellos pacientes con lesiones cerebrales que pueden alterar la representación del lenguaje y
la memoria, realizando las modificaciones necesarias de acuerdo al contexto sociocultural del
paciente.

Este estudio permite concluir que la prueba de Wada posee una gran flexibilidad en la adaptación
de los parámetros específicos del procedimiento para su aplicación en pacientes analfabetos, lo
que es de suma necesidad e importancia por dos razones fundamentales:

1. Sin una consideración cuidadosa de las variables educacionales, se corre el riesgo de


suponer la existencia de patología cerebral cuando sólo hay diferencias educacionales.

2. Se conoce que las variables educacionales y culturales pueden afectar el grado de


dominancia hemisférica para el lenguaje y otras capacidades cognoscitivas.

Por tal motivo, la implementación de la prueba de Wada para sujetos analfabetos con tareas que
se adecuen al contexto sociocultural, contribuye a una mejor comprensión acerca de la
organización cerebral de la actividad cognoscitiva. Con base en estas consideraciones, en el
presente estudio fue posible determinar la representación cerebral del lenguaje y memoria en
una paciente analfabeta.

El análisis del caso indicó una dominancia hemisférica derecha para el procesamiento de ambas
funciones, lo cual constituye una representación cerebral atípica, hallazgo frecuente en la atrofia
del hemisferio izquierdo y en la epilepsia de inicio temprano. Diferentes estudios han
verificado estas observaciones.
Finalmente, estos resultados confirman los efectos de la plasticidad cerebral en la
reorganización y/o compensación de las funciones cognoscitivas en el hemisferio cerebral no
afectado y la importancia de realizar la prueba de Wada en aquellos pacientes con lesiones
cerebrales que pueden alterar la representación del lenguaje y la memoria.

Conclusión

En conclusión, el niño aprende el lenguaje mediante varios métodos, aprender un idioma significa
aprender las reglas: las combinaciones de sonidos, el significado de las palabras, la estructura de
la oración y los patrones de interacción. El niño necesita oír a los adultos hablar el idioma para
aprenderlo, ya que ellos refuerzan la conducta lingüística global del infante. Los adultos apoyan
los esfuerzos del niño cuando responden al contenido y significado de lo que dice, cuando formulan
preguntas para estimular la expresión oral.

Bibliografía

Ana,(2013) DESARROLLO DEL LENGUAJE, Recuperado de:


http://desaleng.blogspot.com/2013/01/periodo-critico-de-adquisicion-del.html

SPIKIPEDIA, Conceptos Principales de la Psicología del Lenguaje, Recuperado de:


https://psikipedia.com/libro/lenguaje/3950-conceptos-principales-de-la-psicologia-del-lenguaje

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