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Cuál es la mejor bicicleta de

balance
Las bicicletas de balance son bicicletas sin pedales diseñadas
para niños y niñas a partir del año y medio de edad, es decir,
muy poco tiempo después de aprender a caminar. Estas
promueven el desarrollo cognitivo como el equilibrio, la
agilidad, los reflejos y la coordinación de una manera muy
segura.
Las bicicletas de balance son mucho más simples que las
convencionales pero su elección debe ser igual de cuidadosa
porque la experiencia del niño puede variar enormemente de
acuerdo a factores como la talla, el peso o la presencia de
elementos adicionales como frenos manuales o posapiés. Al
momento de escoger, se debe tener como prioridad el
confort y seguridad del niño.  Te compartimos los aspectos
principales que debes considerar al buscar una bicicleta de
balance:

1. La talla
Hay dos variables que determinan la talla de las bicicletas de
balance: el tamaño de la rueda y la altura del sillín. Las ruedas
van desde 10” hasta 16” y determinan cuanto tiempo podrá
ser utilizada antes de que el niño o la niña sea muy grande
para la bicicleta. No obstante, la altura del sillín es la mejor
forma de evaluar si la bicicleta se ajusta a tu peque. Como
regla general, el sillín debe estar 5 centímetros por debajo de
la altura de la entrepierna del niño parado.
2. El peso
Una bicicleta muy pesada puede ser difícil de impulsar y
maniobrar, por lo que se recomienda que la bicicleta no pese
más del 30% del peso corporal del niño. Puede ser necesario
sacrificar otros beneficios como el mayor diámetro de las
ruedas o los frenos adicionales para alcanzar el peso ideal de
la bicicleta.

3. La geometría
Dado que esta bicicleta requiere del impulso con las piernas,
los niños deben tener suficiente espacio entre el sillín y el
manubrio para poder inclinarse hacia adelante y no deben
tener obstáculos que le impidan extender libremente las
piernas hacia atrás al realizar la zancada. Adicionalmente, el
sillín colocado en la posición más baja debe estar muy cerca
de la rueda trasera, ya el centro de gravedad debe ser bajo
para aumentar la estabilidad de la bicicleta.

5. Las llantas
El material, el dibujo y el tamaño de las llantas determinan la
amortiguación y la tracción de la bicicleta. Hay básicamente
tres tipos de llantas: las de aire, las de hule y las de plástico
duro. Las de aire proveen mayor amortiguación y tracción,
solo que pueden sufrir eventuales pinchazos. Las de hule son
un poco más livianas pero tienen muy poca tracción y, dado
que son rígidas, no amortiguan los impactos. Las de plástico
duro son las más económicas y de menor calidad. Están
diseñadas únicamente para interiores.

7. El material
Son tres los materiales más usados para la fabricación de
bicicletas de balance: metal, madera y composite. Sus
diferentes características afectan el peso total de la bicicleta y
su durabilidad.

Metal: las bicicletas de acero son económicas y muy fuertes


pero son más pesadas y propensas a la oxidación. Las
aleaciones de aluminio, muy resistentes a la oxidación, son
utilizadas en bicicletas un poco más costosas.

Un buen ejemplo es la Red Bullet de Chicco. Esta bicicleta es


bastante ligera y tiene la ventaja de que tanto el manillar,
como el asiento, son ajustables. Además, sus ruedas son de
10″, con llantas de caucho sólido, por lo que no te
preocuparás de los pinchazos.

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