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ELEMENTOS DE LA COGNICION PARA LOGRAR UN LOCUTOR

CON PENSAMIENTO CRITICO

Antes de adentrarnos en la aventura de las teorías de la comunicación, la Cátedra


considera que el estudiante de Locución debe elevar su criticidad en vistas a su
felicidad individual y comunitaria.
Daremos el gateo y los primeros pasos del “aprender a aprender”. Son saberes
prístinos que aplicaremos a nuestro entorno.
El estudiante de esta carrera conocerá los diversos elementos que
intervienen en el complicado proceso de la cognición, para luego, lanzarse a
la captura de la compleja realidad que lo rodea, ya sea en sus grupos
primarios como en los secundarios.
Describiremos brevemente nuestros considerandos. No estaría de más que el
estudiante amplíe estos breves conocimientos en bibliografías especializadas. De
cualquier manera, intentaremos ser claros y concretos con el propósito de facilitar
definiciones que de por sí pueden resultarles complejas.
A propósito de simplificaciones recordamos una leyenda que circula por el ámbito
científico. Se dice que un lego le pidió al físico Albert Einstein que le explicase la
teoría de la Relatividad. El científico alemán accedió a la solicitud. Una vez
finalizada la explicación, el inquisidor comentó que no había entendido nada. Le
solicitó que se lo repitiera de manera más sencilla. El científico volvió a desarrollar
la teoría, a lo que el sujeto replicó que seguía sin entender un bledo. Esta
situación se repitió un par de veces más. Finalmente, el paciente investigador
volvió a expresar su teoría. El aprendiz respondió con alegría que lo había
comprendido, a lo que su maestro ocasional respondió que ésa ya no es la teoría
de la Relatividad.
Con esto queremos significar que hay un límite para la simplificación de una
exposición compleja o que pretenda serlo.
Entendemos por cognición el acto que engloba varios procesos mentales:
atención, imaginación, lenguaje, memoria, pensamiento, percepción, razonamiento
y toma de decisiones.
Ahora, expondremos algunos componentes cognitivos del aprendizaje,
indispensables para entablar cualquier disciplina.
Es dable preguntarse: ¿qué es aprender?
Aprender es “lograr la modificación, más o menos estable y duradera, de las
conductas de una persona, que le permitan adaptarse al medio y a las distintas
situaciones que deba resolver”.
(Abril, Julio y Marina, Faya. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p.18.)

1
Ejemplo: Un buen libro de antropología puede modificar la visión que tenemos de
un determinado grupo social y variar nuestra creencia sobre él. Logramos una
adaptación. Para aprender es necesario “saber ver” o mejor dicho: observar.
Asimismo, en cualquier campo de la vida la motivación es una fuerza motora. En
el aprendizaje es imprescindible.
(Gómez Poviña, Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993. p.17.)
Es la pujanza que nos lleva a una mejor crónica, a una buena entrevista, a una
insuperable investigación.
Aconseja el doctor en medicina Oscar Gómez Poviña “lo primero en que debe
pensar cuando hace una evaluación de algo es si dispone de información
pertinente y necesaria”. Fundamental en el planteo del problema a investigar.
(Gómez Poviña, Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993. p.18)
Asimismo, expone el mencionado profesor que “un conocimiento [que] se
incorpora a nuestra memoria unido a un componente afectivo, tendrá mayor o
menor carga. Es ese componente lo que produce en algunos un efecto negativo
que los llevará a oponerse y en otros un efecto positivo que los llevará a
movilizarse en una acción. Cuando mayor sea ese compromiso afectivo positivo
mayor será su motivación para la acción, que podrá ir desde un enunciado único
hasta destinar toda la vida a trabajar por ese ideal”.
(Gómez Poviña, Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p.19)
No descuide este punto. Hemos leído muchas notas críticas, escritas con saña,
contra una determinada gestión gubernamental sin argumentar los motivos de su
posición adversa. Generalmente, cambian la línea editorial cuando el gobierno en
cuestión aumenta la pauta publicitaria oficial con dicha empresa periodística...
Lamentablemente, puede que el componente afectivo esté hermanado con el
económico…
Julio Abril y Marina Fava afirman que “la forma en que aprendemos es tan
importante como lo que aprendemos” y proponer adquirir saberes para utilizarlos
y no para acumularlos en un rincón de nuestra mente.
(Abril, Julio y Faya, Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005.p. 7.)
Estos profesores enseñan a conocer y aplicar procesos como: la observación, la
percepción, la comparación, la clasificación, la interpretación, la aplicación,
crítica, entre otros.
Grosso modo, observar es “percibir con atención”. Más adelante nos ocuparemos
de este poceso.
Abril Julio y Faya, Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005.p.19.)
En la percepción o proceso perceptual intervienen los sentidos.
Al realizar una investigación debemos tenerlo en cuenta.
Ejemplo: tocar y mirar el billete, cheque o documento adulterado (tacto y vista);
escuchar la respiración acelerada de un testigo que miente (oído); degustar y
olfatear un alimento que puede estar en mal estado (gusto y olfato).

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También, registrar detalles que pueden ser importantes; y “al organizarlos, se
estará en condiciones de establecer comparaciones. Para comparar, deben
detallarse tanto las similitudes o semejanzas como las diferencias entre los
objetos”.
(Abril, Julio y Faya, Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p. 20.)
Por ejemplo: comparar los niveles de corrupción en las administraciones de
algunos presidentes; comparar el nivel de vida de un sindicalista decente con el
que se supone un coimero, etc.
En cuanto a la clasificación “cuando ordenamos objetos o una variedad de cosas
formando grupos con ellos, estamos clasificando. Claro que estos objetos deben
tener entre sí una similitud o relación”.
(Abril, Julio y Faya, Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p. 21.)
Ejemplo: en una investigación sobre dietas podemos clasificar los alimentos que
engordan de los que no lo hacen; clasificar a los médicos dietólogos por su
impacto mediática. En metodología de la investigación es importante distinguir qué
se clasifica, a qué grupos o conjuntos pertenecen: no sumar mosquitos con peras,
ni modelos de pasarela con periodistas.
Otro punto que mencionamos supra es la interpretación: “interpretar es algo más
que describir o traducir lo que vemos, observamos o leemos, puesto que quien
interpreta se ajusta al sentido estricto de los datos precisos que tiene”.
(Abril, Julio y Faya, Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p. 23.
Tiene que ver con las connotaciones, segundas lecturas o lecturas críticas.
En tanto que, aplicar es “transferir conocimientos adquiridos a nuevas situaciones
(...) para aplicar, necesitamos relacionar lo que ya sabemos con lo nuevo que
estamos aprendiendo”.
(Abril, Julio y Faya, Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p. 25.)
De allí lo significativo de tener una muy buena cultura general. Como bien queda
expuesto en una crítica de “BBC Mundo”:
“Carlos Menem tiene varios gaffes célebres en su haber.
La prensa local le atribuye las siguientes frases:
+ "Leo mucho a Sócrates. Tengo la colección completa de sus obras", en
declaraciones al programa televisivo Tiempo Nuevo. Sócrates no dejó obras
escritas.
+ "Acá no se trata de sacarle a los ricos para darles a los pobres, como hacía
Robinson Crusoe", en comentarios a la prensa en 1998. Probablemente se refería
a Robin Hood.
Por su parte su sucesora en el cargo, la actual presidenta argentina Cristina
Fernández, reinventó una supuesta parte de El Quijote a principios de 2010.
"Recordaba a Cervantes cuando le decía a Sancho: 'Ladran, Sancho; señal que
cabalgamos'. Lo voy a adaptar a una versión crisinesca: 'Ladran, Sancho; señal
que son perros'(sic)".

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La mandataria confundió "Cervantes" con "Quijote", pero además obvió que, en
realidad, estaba citando un pasaje de la adaptación cinematográfica de El Quijote,
por Orson Welles. El pasaje parafraseado no existe en el libro”.
(S\A. Redacción. BBC Mundo. Historias de políticos "peleados" con los libros.
05.12.2011
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2011/12/111205_sp_pena_nieto_libros_literat
ura_gaffes_med.shtml)
En cuanto a la crítica, se suele entender mal el término y se lo toma en un
sentido peyorativo: “criticar no sólo es ver lo negativo de las cosas, esto sería una
crítica destructiva (...) criticar es ver tanto lo negativo como lo positivo. Para
que la crítica tenga valor debemos, primero, pensar y luego fundamentar la
posición que tomamos al respecto.
(Abril, Julio y Faya, Marina Faya. Metodología de estudio para aprender a
aprender. Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p. 27.)
Julio Abril y Marina Faya, autores que citamos en todo este tramo, sostienen que
“imaginar es: enfocar de manera diferente un tema, un problema, una
situación, etc. (...) Alejarnos, tomar distancia de lo ya conocido, para que no nos
dispersen las nuevas ideas que queremos encontrar (...) Inventar cosas nuevas
(...) Poder ‘abrir las alas y soltarnos a volar’ con libertad. Cuando empleamos la
imaginación, nuestras producciones son más ricas y creativas”
(Abril,Julio y Faya,Marina. Metodología de estudio para aprender a aprender.
Editorial Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 2005. p. 29)
Retomando. Mencionamos que en el proceso perceptual intervienen los
sentidos y al sobre estos en el periodismo de investigación dice el profesor
Héctor Pavón:
“El escritor argentino italiano J. Rodolfo Wilcock tenía una extraña y, aparente,
inútil manía: le gustaba juntar recortes de diarios con noticias insólitas, ocurrentes
y llamativas. En apariencia no lo hacía por algo en especial.
Tal vez fuera por una inexplicable pasión investigativa. Uno a uno los guardó con
paciencia hasta que finalmente decidió recrearlas y publicarlas en un maravilloso
libro que se llama ‘Hechos inquietantes’.
Su olfato no se había equivocado. Todo cobraba sentido, si se lo sabía
interpretar. Wilcock no era un periodista de investigación, pero sabía que se
podían juntar datos aparentemente inconexos, darles un tiempo de maduración y,
por fin, llenarlos de sentido en un rompecabezas donde cada pieza jugaba un
papel fundamental (...) Wilcock tenía un ojo rapidísimo que aislaba las novedades
curiosas, ésas que el lector común hubiera dejado dentro de la nebulosa de las
cotidianeidades.
Para él no eran detalles menores, sino datos sueltos que esperaban ser
conectados para construir un todo. Algo muy parecido pasa con la actitud del
periodista de investigación.

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Él no permite que nada sea obvio: es un gran lector, busca y encuentra
información útil para la investigación presente o futura donde el hombre común
sólo encuentra información pasatista. Diarios, revistas, libros estadísticos y de
censos, bases de datos en internet, archivos públicos y privados... la información
está ahí afuera, sólo hay que ir por ella, recogerla, clasificarla, contextualizarla,
interpretarla para que en algún momento salga a la luz. Un periodista de
investigación arma y desarma, realiza lecturas entre líneas, no da nada por
sobreentendido.
Todo es objeto de sospecha y de posible interés. Ninguna verdad es aceptada de
antemano. Imaginación y lógica son sus herramientas preferidas.
Así han trabajado los grandes periodistas de investigación en la Argentina y en el
mundo. Rodolfo Walsh, en su triple papel de militante, periodista y escritor
argentino solía leer los avisos fúnebres de los diarios.
Allí podía encontrar los nombres de las personas que enviaban saludos a los
familiares de los muertos y unir relaciones ocultas y diseñar el mapa de las
conexiones de distintos grupos políticos.
Muchos periodistas de esa generación, y muchos de los actuales, suelen tener en
sus casas viejos ficheros, al lado de su computadora, con nombres de personajes
conocidos o no tanto y sus apariciones en la prensa en noticias poco notables.
Cruzar la información política, con la económica y social es un ejercicio bien
recompensado. Hay que aprender a ver.
El periodista estadounidense Zoltan Grossman, de la revista ‘Counterpunch’,
publicó en un sitio web la investigación ‘Un siglo de intervenciones militares de
EE.UU. desde Wounded Knee hasta Afganistán’, basada en los registros del
Congreso y de la Biblioteca del Servicio de Investigación del Congreso de Estados
Unidos. Grossman enumeró 134 intervenciones realizadas entre 1880 y 2001 en el
Tercer Mundo por las fuerzas armadas estadounidenses en nombre de la
‘democracia’. El trabajo de Grossman es impactante, pero no constituye una
exhaustiva búsqueda de lo oculto sino de aquello que está en las fuentes de
información públicas [algunos autores lo llaman periodismo de precisión] y que
nadie lo toma en cuenta porque es obvio (...)
También hay que saber oír. No se trata sólo de ver qué pasa con las noticias
extrañas que publica la prensa y lo que sucede a nuestro alrededor. Escuchar y
percibir el dato que luego llamamos ‘disparador’, capaz de dar inicio a la
investigación.
Como el que escuchó Bob Wodward, periodista del Washington Post que
investigó el Watergate, en la sede policial adonde habían llevado a los detenidos
por el asalto al comité demócrata. Cuando uno de los sospechosos dijo ser
‘consejero de seguridad de la CIA’, Woodward sintió que algo realmente
importante comenzaba.

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Escuchar de sus labios la palabra ‘CIA’ fue el indicador de que había algo mucho
más interesante que un simple delito detrás de ese arresto. Cuando a Walsh (en
su investigación que dio origen a ‘Operación Masacre’) alguien le dice que ‘hay un
fusilado que vive’, se da cuenta que está siendo llamado a realizar una
investigación reveladora y que no puede escapar de esa misión. Wilcock,
Grossman, Walsh, Woodward, Bernstein, no se han destacado sólo por ser
buenos escritores o periodistas. Sino porque el motor de sus vidas ha sido la
pasión, el inconformismo, la incredulidad, la desconfianza. Defectos para muchos,
virtudes para un periodista de investigación. Y por sobre todas las cosas, han
sabido utilizar sus sentidos: ésos que nos orientan en la oscuridad de una realidad
que pide a gritos ser iluminada”.
(Pavón, Héctor. El uso de los sentidos en el periodismo de investigación. Sala de
Prensa Nro. 85 Noviembre 2005.Año VII. Vol.3.
http://www.saladeprensa.org)
Puede enfocarse la percepción desde un punto de vista conductual, de la
manera en que el sujeto-productor-periodista capta la realidad de su entorno.
Ante un mismo hecho social no lo recibe como objeto o percepto neutro, prístino,
sino que es un constructo, una construcción elaborada por nuestra conciencia:
“toda nuestra experiencia pasada; todo lo que hemos vivido respecto de las cosas
de nuestro mundo actual: las sensaciones padecidas; los sentimientos que
despertaron en nosotros; las inclinaciones, las necesidades y los deseos que nos
movieron diversamente hacia ellas; lo que hemos aprendido sobre las cosas en la
experiencia de los demás y en la de los libros; todo esto forma parte de nuestra
conciencia ordinaria del mundo exterior. Percibir es recordar; es apreciar la
utilidad o el perjuicio que representan para nosotros las cosas que nos rodean; es
relacionarlas y compararlas entre sí, enumerándolas y clasificándolas; es llamarlas
por sus nombres comunes o propios (...) percibimos las cosas tal como se
muestran exteriormente, aquí y ahora, en sus relaciones accidentales con las
vecinas y con las situaciones pasadas que se asocian inmediatamente, en
espontánea evocación; las percibimos en la imagen que dibuja nuestra atención
del momento, destacándose sobre las demás que le sirven de fondo”
(Genta, Jordán Bruno. Curso de Psicología. Librería Huemul. 3ra. Edición. Buenos
Aires .1966. p.199.)
Se puede decir que “damos ‘forma’ al mundo según lo que pasa por nuestro
interior”.
(Pithod, Abelardo. Comportamiento organizacional. Psicología de las
organizaciones. Editorial Docencia. Buenos Aires. 1993. p.98.)
La percepción y la personalidad están unidas como las caras de una
moneda. Tan es así, que el movimiento New Look, denominado técnicamente
“Teorías del Estado Directivo”, sostiene que “el sujeto es co-partícipe activo del
proceso de percepción”.
(Gómez Poviña, Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires .1993. p. 86.)

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Y este sujeto co-protagonista es impactado por la sociedad.
Observemos dos ejemplos de influenciabilidad para que los noveles
productores periodísticos tengan presente a la hora de practicar entrevistas/
reportajes o sondeos de la opinión pública. Conocerlos les evitará dolores de
cabeza.

1. Las experiencias de Salomón Asch:

“Este investigador tomaba un grupo de discípulos o sujetos que trabajaban con él


y les daba la consigna de decir en alta voz cuál de tres líneas verticales dibujadas
frente a ellos era igual a una cuarta que servía de patrón. De la siguiente manera:
Al comienzo, los sujetos tenían la consigna de decir la verdad. Se limitaban a
señalar la línea verdaderamente igual a la línea testigo. En el grupo se hallaba un
‘sujeto experimental’, es decir, alguien a quien no se le había dado ninguna
consigna y que no sabía que el resto del grupo estaba de acuerdo con el
experimentador. De pronto, estos últimos comenzaban a emitir juicios valorativos
falsos. El sujeto experimental se desconcertaba, porque, evidente ente lo que
decían sus compañeros no era así. A medida que el grupo iba in crescendo en su
juicio falso, el sujeto se sentía de más en más presionado. Sucedieron tres cosas:
algunos sujetos se decidían por plegarse al juicio del grupo, aunque en su fuero
íntimo sabían que la cosa no era así; otros entraban en tal estado de sugestión,
que llegaban a convencerse de que el grupo tenía razón y que ellos padecían
algún problema visual; por fin, los extremos comenzaban a distorsionar
inconscientemente su percepción y llegaban a ‘ver’ como iguales líneas diferentes.
Lo increíble es que más de un 50% se decidió por esta opción, el autoengaño,
ajustando inconscientemente sus percepciones a lo que decía falsamente el grupo
(...) No obstante, en las experiencias de Asch, un alto porcentaje no se doblegó.
Hay una gran variabilidad en materia de sugestibilidad. Algunas personalidades
son irreductibles, otras dudosas, y por fin, las hay extremadamente
sugestionables”.

(Pithod Abelardo. Comportamiento organizacional. Psicología de las


organizaciones. Editorial Docencia. Buenos Aires .1993. p.99-100)
7
Observar experiencia en: https://www.youtube.com/watch?v=wt9i7ZiMed8

2. Las experiencias de Muzafer Sherif:

Trabaja con el fenómeno autoquinético: “Es sabido que si, en una cámara o pieza
oscura, sólo se ve un punto luminoso, éste tiende a desplazarse, no encuentra un
lugar fijo. Así se lo ve, al menos, pues en realidad el punto luminoso permanece
quieto. Algunos sujetos lo ven moverse más, otros nos; y cada uno tiende, en
sucesivas exposiciones, a fijar su propio patrón standard. Unos lo ven desplazarse
tres o cuatro centímetros; otros, nueve o diez; etc.
Lo interesante es que, cuando se permite a los sujetos, de en dos, que expresen
cuál es el desplazamiento, ambos se ven influidos por el otro, y entonces el que
tenía un patrón de nueve o diez baja aproximarse al que tenía un patrón menor, el
cual sube para acercarse primero. Los sujetos no son conscientes de esta
influencia; simplemente reajustan su percepción”.
(Pithod Abelardo. Comportamiento organizacional. Psicología de las
organizaciones. Editorial Docencia. Buenos Aires .1993. p.100.)

Observar experiencia en: https://www.youtube.com/watch?v=zSal8A6C4-w

Tengamos en cuenta que el ser humano no actúa siempre de manera racional:


“sus pensamientos, sus opiniones y sus acciones llevan en sí, por lo común, una
carga emotivo-sentimental que deforma la realidad que se percibe, y conforma su
realidad”.
(Castro, Angel. Relaciones humanas. Editorial Troquel. Buenos Aires .1978. p.
121.)
A saber, el aparato psíquico se puede dividir en tres componentes típicos de
nuestra condición:

1. El cognoscitivo o intelectual, basado en nuestro saber y conocimiento, fruto


de la percepción racional del entorno y los objetos que describen el objeto de la
actitud, sus características y sus relaciones con otros objetos.
2. El afectivo, el sentimiento irracional, fase anterior o posterior a la experiencia
racional, y enquistada en el universo subconsciente, desde donde manifestamos
nuestro agrado o desagrado bajo una fuerte carga emocional.
3. El componente volitivo, o tendencias reactivas, relacionado con la voluntad
determinante de nuestra predisposición favorable o desfavorable hacia una acción,
o nuestra inclinación a actuar de una determinada manera.
(Sinópoli Daniel Alberto. Opinión pública y consumos culturales. Reconocimiento
de las estrategias persuasivas. Editorial Docencia. Buenos Aires .1997. p.29-30.)

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El componente afectivo es muy vulnerable. Es el del “saber” cotidiano, el del
pensamiento vulgar o pre-científico. Es superficial, no sistemático y a-crítico: “se
conforma con lo aparente”, “se limita a percibir lo inmediato a través de
experiencias, vivencias, estados de ánimo y emociones de la vida diaria”, “pueden
ser verdaderos o no, lo cierto es que la pretensión de serlo no se plantea de una
manera crítica o reflexiva”.
(Ander Egg Ezequiel. Técnicas de investigación social. Editorial Humanitas. 22
edición. Buenos Aires .1992. p.17.)
Se registra en el imaginario social con frases como: “es así porque me lo dijo el
almacenero de la esquina”, “con los militares estábamos mejor”, “Boca es la mitad
más uno”, “lo vi en la tele”, “todos lo miran”, “Perón hubiera hecho lo mismo que
Menem”, “mi vecina se curó la culebrilla con tinta china que le puso un curandero y
con orina de gato rengo”, etc.
Desde el aspecto semio-ideológico es un saber denotado, incapaz de comprender
una segunda lectura.
Obviamente los medios de comunicación apuntan al sentimiento. No en vano
la información se disfraza de “info-entretenimiento”.
Tampoco, se debe tomar a la ligera a la opinión pública y a sus actitudes
zigzagueantes. Comenta Ezequiel Ander Egg “En las actuales circunstancias las
encuestas de opinión pública se han transformado en un ingrediente de uso
corriente en el funcionamiento de las sociedades modernas, al punto que puede
afirmarse que ‘ha tomado los caracteres de una verdadera institución’”.
(Ander Egg Ezequiel. Técnicas de investigación social. Editorial Humanitas. 22
edición. Buenos Aires .1992. p.249.)
Tan es así, que cuando un periodista de algún noticiario sondea la opinión de
varias personas, ante una determinada situación, las respuestas pueden ser
tomadas como referente por el televidente. Lo que el gran público no sabe es que
en más de una oportunidad se realizan muchos sondeos y la producción elige,
edita, los comentarios que conciernen a la situación imperante o equilibran las
respuestas de los entrevistados: uno dirá, “sí”, otro, “no” y, un tercero: “puede ser”.
Salvo en las notas pagas o publicidad encubierta, en que todos los entrevistados
dirán que tal obra de teatro o película es excelente e invitan a verla.
Afirma Daniel Alberto Sinópoli que “desde sus inicios, la prensa enmascaró
con sus relatos innumerables tácticas y estrategias de persuasión
propagandística , forma denominada subpropaganda. Es sabido que por
medio de la selección, manipulación u omisión de la información sobre los
hechos que constituyen la realidad, el periodismo consigue moldear a su
antojo la opinión”.
(Sinópoli Daniel Alberto. Opinión pública y consumos culturales. Reconocimiento
de las estrategias persuasivas. Editorial Docencia. Buenos Aires. 1997. p.23.)
Un tanto “apocalíptico” el doctor en comunicación, pero se aproxima mucho a
nuestra realidad.
9
En la década de 1930, aparecen los primeros intentos con el propósito de medir
de manera sistemática las respuestas de la opinión pública ante problemas
específicos, en especial: la política. Por esos años “la técnica de sondeo consistía
en utilizar el ‘voto de paja’: se enviaban boletas no oficiales a gran número de
personas para que expresaran su preferencia política y de acuerdo a estas
‘elecciones de paja’ se sondeaba la opinión. Los sondeos más conocidos eran los
del Literary Digest, que había ganado gran reputación por la predicción de
resultados”.
(Ander Egg Ezequiel. Técnicas de investigación social. Editorial Humanitas. 22
edición. Buenos Aires .1992. p.264.)
Sin embargo, en 1936, las predicciones de las revistas fallaron al pronosticar el
triunfo de Alfred Lendon sobre Franklin Roosevelt. Cometieron un error de
representatividad en la investigación. Contario sensu, otros investigadores
eligieron mejor el método de muestreo y dieron el triunfo a Roosevelt, entre las
ganadores estuvo George Gallup.
Entre los diversos elementos de la cognición incorporamos la atención.
Le proponemos un ejercicio.
Lea con rapidez el texto sigue y luego responda una pregunta relacionada al tema.
Por favor, no lo relea. No es un concurso para saber quién gana.

“Imaginemos que usted conduce un colectivo. En la primera parada se suben dos


hombres y tres mujeres. En la segunda, una señora con su bebé. En la tercera
parada bajan dos mujeres y suben cinco escolares. En la siguiente, suben dos
policías. En la quinta y en la sexta, no sube nadie. En la séptima, baja un policía.
En la octava, desciende el policía restante. En la novena y en la décima,
ascienden cuatro parejas de ancianos. En la que le sigue, sube un amigo del
chofer. El colectivo sigue su recorrido sin novedades. Parada tras parada
desciendo todo el pasaje. ¿Cómo se llama el conductor del colectivo?”.

Si respondió bien, prestó mucha atención. De lo contrario, léalo de nuevo, pero


ahora, con mayor atención.
¿Ya tiene la respuesta....?
¡Sí! El conductor es usted.
¡Debió decir su nombre!
Observe que lo indujimos a que piense que una posible pregunta estuviera
referida a la cantidad de pasajeros que subieron o bajaron del móvil.
Usted no prestó la debida atención y “pre-compendió”.
Como la atención es un recurso limitado cuando realice sus trabajos no se
distraiga con varias tareas simultáneas.
Recuerde además, que la atención es selectiva. Aumentará cuando considere
que algo es muy importante. Sólo usted puede movilizar su atención. Dicho en
otras palabras: Usted es responsable de movilizarse, estimularse y esforzarse
hacia una atención profunda.
10
Se debe comprender que:
“(1) no se puede desconocer la participación de la personalidad: conocerse es,
pues, fundamental para poder manejarse mejor;
(2) no convendría ignorar que, si eso le ocurre a Ud., también le puede suceder a
los demás;
(3) eso destaca la importancia que tiene estudiar la personalidad de los otros para
entender por qué pueden tener diferentes apreciaciones de un mismo fenómeno;
(4) aprender que se puede evaluar mejor el comportamiento de otros por el
conocimiento del propio comportamiento;
(5) por último, que existen otras variables intervinientes: emoción, motivación,
valores, actitudes, expectativas, intereses, estilos, intenciones”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993. p. 87)
Una buena memoria es utilísima para cuando debamos contextualizar nuestras
investigaciones. Es un plus.
Obviamente no se puede recordar todo, pero ante un determinado hecho:
recordar en qué libro, artículo, entrevista fue tratado; quién fue el periodista o el
autor del libro. Asimismo, qué decía tal político o aquel periodista en una
determinada época y qué dice ahora. Es sorprendente la poca memoria que tiene
la mayoría de la gente. Bien dice el director-guionista-productor-periodista-
conductor Gerardo Sofovich lo difícil que es resistir un archivo de uno mismo.
Hace referencia a que ayer se piensa de una manera, y hoy, de otra.
Antiguamente, se llamaban “veletas”, “vendidos”. Van donde calienta el sol. Hoy,
serían los pragmáticos o utilitarios...
Grosso modo, tenemos dos tipos de memoria: 1. de corto plazo, transitoria,
operante o de trabajo. La ponemos en práctica cuando ante un nuevo número
telefónico comenzamos a marcarlo. Cuando lo reiteremos lo prolongaremos en el
tiempo en nuestra memoria. 2. de largo plazo.
La memoria de corto plazo transfiere los datos a esta memoria que “se organiza
semánticamente y [que] tiene una capacidad infinita”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p.98)
Dice la investigadora de la cognición Diane F. Halpern que “para mejorar la
memoria hay que prestar atención a la atención”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p.100)

11
Desde hace más de 20 años, el profesor Mario Bunge sostiene que “la memoria
humana no es como la de las computadoras; el recuerdo introduce modificaciones
importantes en el pasado, no lo revive fielmente; unas veces embellece los
recuerdos sin saberlo, otras los potencia, casi siempre les da coherencia y
plausibilidad que no tenían cuando surgieron. Es decir, el recuerdo humano
incluye una reconstrucción, creación y destrucción”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p.129)
Observación nada despreciable a la hora de realizar una entrevista que nos sirva
para rectificar o ratificar un determinado hecho.
A continuación brindamos algunas sugerencias procedimentales que nos
permitirán una mejor elaboración y optimización cuando necesitemos recopilar
material para una investigación periodística.

“Elaboración
Objetivos:

-Mejorar la comprensión.
-Correlacionar con material anterior.
-Lograr más relaciones (anclajes) con material ya adquirido.

Preguntas o Pensamientos

Reflexione sobre el propósito o necesidad del material.


-¿Qué idea (s) tiene o genera mientras está estudiando el material?
-¿Puede Ud. determinar si el tema, problema o subtema planteado es importante?
-¿Puede relacionarlo con conocimientos previamente adquiridos?
¿Le resultó fácil o difícil hacerlo?
-¿Coincide el texto con sus concepciones previas? Si no, ¿en qué coincide y en
qué no coincide?
-¿Necesita reajustar sus concepciones previas?
-¿Cree Ud. que hay algún aspecto del texto que necesite ser clarificado?
-¿Ilustra el texto sobre conceptos, generalizaciones o principios?
-¿Puede Ud. reconocer implícitos? Explicítelos por escrito y reflexione sobre cual
es su papel para ampliar su comprensión del tema.
-Piense en las implicancias de lo que lee.
-Relacione cada contenido particular con el tema general que está estudiando.
-Identifique las ‘palabras clave’, los conceptos y las ideas, y relaciónelas entre sí.
-Diferencie entre opiniones, supuestos, evidencias, hechos y conclusiones.
-Si existen conclusiones, determine si los argumentos expuestos por el autor o sus
conocimientos previos las justifican.
-Determine si es posible llegar a conclusiones diferentes de las expuestas o a otro
tipo de soluciones.

12
-¿Cree Ud. que podría utilizar el material en otro momento del estudio de la
materia, o que podría serle útil para el estudio de otras materias? (Piense en la
necesidad y las ventajas de las transferencias.)
-Relaciónelo con sus creencias y actitudes. Si encuentra discrepancias, señálelas.

Organización

Objetivos:

-Dividir el material en subconjuntos.


-Clasificar.
-Crear categorías.

Preguntas:

-¿Qué partes incluye el texto? ¿Puede Ud. identificarlas?


-¿Cuáles son las ideas, puntos, conclusiones o subtemas más importantes?
-¿Qué sentido tiene cada una de esas subpartes?
-¿Cómo se relacionan entre sí?
-¿Es el ordenamiento más adecuado?
-¿Puede haber otros que le permitan comprender mejor la estructura general del
tema?
-¿Puede confeccionar un cuadro sinóptico?
-¿Cree Ud. que la secuencia que se le dió al material es la correcta? Si no es así,
¿qué secuencia cree Ud. que correspondería darle?
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.pp.108/9 ) .
En alguna oportunidad o en muchas, puede ocurrir que leamos un texto
periodístico y no comprendemos qué quiere decir el autor. Es posible que el
redactor haya fallado en la forma de decirlo.
Esto puede pasarnos a nosotros cuando escribimos un artículo. Para evitar este
error es conveniente realizar paráfrasis o parafrasear lo ya volcado al papel. Lo
mismo debemos hacer ante un escrito complejo, que debemos “bajar” para
públicos menos intelectuales: “’traducir’ lo aprendido, es decir, repetirlo,
empleando las propias palabras”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p. 136.)
Pero tengamos cuidado: tenga presente la anécdota de Albert Einstein que
brindamos al comienzo de esta sección.
Básicamente “todos los procesos de pensamiento podrían ser reducidos a
solución de problemas”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p. 154.)
Entonces, “pensamos para tomar decisiones”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p. 155.)

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Son dos procesos cognitivos importantísimos cuando, al aplicar el método
científico, planteamos el problema de la investigación. Gómez Poviña aconseja “no
hacer juicios de valor, ni tomar decisiones sin antes asegurarse de haber
comprendido el fenómeno en todas sus dimensiones y planos”.
(Gómez Poviña Oscar. Aprendizaje y pensamiento. Editorial Docencia. Buenos
Aires. 1993.p. 138.)
Al referirnos al lenguaje, señalamos que no hay lenguaje sin pensamiento. El
hombre es un “animal racional” debido al lenguaje. O…no hay pensamiento sin
lenguaje.
Explica Ana María Schwarz dos teorías que responden a la pregunta de sí
primero está el lenguaje o el pensamiento:
1. Noam Chomsky afirma que "el lenguaje está antes que el pensamiento" y
plantea que el idioma influye o determina la capacidad mental. En esta corriente
lingüística incide la "gramática generativa" que hace suponer que el pensamiento
se desarrolla como consecuencia del desarrollo idiomático (…) se considera que el
lenguaje es un estado interior del cerebro del hablante, independiente de otros
elementos adquiridos del entorno social (…) primero está el lenguaje y después el
pensamiento (…) Esta teoría coincide con las ideas de L.S. Vygotsky y también de
Woorf (…) quien opinó que el lenguaje es esencial para pensar basado en la
hipótesis de que todo pensamiento sea verbal y por lo tanto el pensamiento se
limita a lo que el lenguaje hace posible.
2. La teoría de: "el pensamiento está antes que el lenguaje" sostiene que la
capacidad de pensar influye en el idioma. Algunos psicolingüistas sostienen que el
lenguaje se desarrolla a partir del pensamiento "Una psiquis debidamente
desarrollada da un idioma efectivo"(…) Su principal representante Piaget, para
quien el pensamiento se produce de la acción, y que el lenguaje es una más de
las formas de liberar el pensamiento de la acción”
(Schwarz, Ana María. ¿Qué es primero, el lenguaje o el pensamiento?
Descúbrelo con la teoría de Jerom Bruner
http://www.nosotros2.com/familia-bebes-y-ninos/021/articulo/1523/que-es-primero-
el-lenguaje-o-el-pensamiento)
Dejamos para otro apartado el final un proceso clave: el razonamiento. Aquí
incluiremos los argumentos y las falacias, que ampliaremos a través de un
excelente texto de Carl Sagan.

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