Consagración al Inmaculado Corazón de María

Hijos Míos dad vuestra prueba de que amáis a esta Madre Consagrándoos a Su Corazón…
San Nicolas 23/11/87

Reflexiones del
Padre Pio

4ta Parte: Conocer a Jesús

Hoja Nro: 6
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Humildad
La humildad y la caridad son las líneas maestras del gran
edificio y todas las demás dependen de
ellas. Una es la más baja y la otra es la
más alta. La conservación de todo el
edificio depende de los cimientos y del
techo; si se mantiene siempre el corazón
dedicado a su ejercicio, no se encontrarán
otras dificultades (DE).
Seamos humildes y reconozcamos
también que si Dios no fuese nuestra
coraza y nuestro escudo, seríamos
traspasados por toda clase de pecados.
Por esto tenemos que aferrarnos a Dios
con perseverancia en nuestras acciones y
aprender a servirle en nuestras tareas
(DE).
En las cosas prósperas y adversas, sean
humildes bajo la potente mano de Dios,
aceptando con paciencia no sólo las cosas
que sean del propio gusto sino también
recibiendo con humildad y paciencia todas las
tribulaciones que sobrevengan para hacernos cada vez
más aptos y dignos de la patria celestial (HE).
Sumision
Practica un particular ejercicio de dulzura y de sumisión
a la voluntad de Dios, no solo en las cosas
extraordinarias, sino también en aquellas pequeñeces que
suceden a diario. Haz estos ejercicios no sólo por la
mañana, sino también durante el día y por la noche, con
un espíritu tranquilo y alegre. Y su caes en alguna falta,
humíllate, proponte un cambio, y luego levántate y sigue
adelante (HE).
No te desconsueles si no logras hacer todo lo que deseas.
Esfuerzate por practicar todo lo que te has propuesto y
no descuides nada al respecto. No te preocupes si
experimentas desconsuelo, hastío y
fastídio. Que tu fin sea siempre recto.
Gime como pobre delante de Dios y Él
no permitirá que tus gemidos caigan
en el vacío (DP).
Caridad
La primera virtud que necesita un
alma que tienda a la perfección es la
caridad. La caridad tiene por hermanas
el gozo y la paz. Pero así como el
alma, mientras peregrina en esta tierra,
no puede alcanzar jamás la caridad
perfecta, así su paz no será nunca
perfecta (RC).
La mayor caridad es la de rescatar
almas raptadas por Satanás, para
devolverlas a Cristo (DE).
Tengamos siempre encendida en nuestro corazón la
llama de la caridad, y no perdamos la nunca el coraje. Si
nos invade alguna debilidad o languidez de espíritu,
corramos a los pies de la cruz, empapémonos de los
perfumes celestiales y será sin duda renovado nuestro
vigor (DE).
Amemos la caridad y practiquémosla. Esta es la virtud
que nos hace hijos de un mismo padre que está en los
cielos. Amemos y practiquemos la caridad; ya que
constituye el mandato del divino maestro. En esto nos
distinguiremos de los que no creen, si amamos y
practicamos la caridad (RC).
La caridad es el don más grande: es en esta virtud que el
alma se santifica (AP).

Dios
Dada nuestra condición, no nos resulta posible tener
nuestro pensamiento siempre fijo en Dios. Esforcémonos
igualmente para mantenernos lo más posible en su
presencia. Esto es lo que podemos y debemos hacer:
replantear cada tanto a nuestra memoria la gran verdad
de que Dios nos ve (HE).
Dios es el que permite que tu corazón sienta la aridez y
la oscuridad. Por lo tanto, esto no es un rigor sino una
dulzura. No te descorazones en el camino que estás
recorriendo, porque todo esto agrada a Dios. Mientras tu
corazón quiera ser siempre fiel. Él no te mandará más
peso que el que puedas soportar, y sostendrá contigo la
carga mientras vea que tú, de buen grado, ofrezcas tu
espalda (DP).

Debilidad
Nunca ha sucedido que un alma que experimente en sí
misma la debilidad y que recurra a Dios buscando ayuda,
haya sufrido una caída. En cambio, sucede que un alma
queda miserablemente conquistada y vencida cuando.
Confiando en la soñada abundancia de sus fuerzas, cree
que puede mantenerse firme para siempre frente a las
tentaciones; sucede entonces que la pobrecita, a causa de
su presunción, mientras creía que tocaba el cielo, en un
instante se encuentra caída a las puertas del infierno
(HE).

Desconsuelo