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La obra América tierras de montañas y volcanes recoge

investigaciones recientes sobre arqueología, etnografía,


etnohistoria y biodiversidad, escritas por destacados espe-
cialistas en el tema. Está dividida en tres tomos atendiendo
a la especialidad y cronología que abordan los ensayos
científicos que se incluyen. El primero se subtitula Huellas
de la arqueología, el segundo Voz de los pueblos y reúne J- » *
trabajos etnográficos y etnohistóricos, y el tercero, Historia
y naturaleza se aboca al estudio sobre estas materias. A
pesar de la diversidad de enfoques sobre la temática genft- AMÉRICA'
ral y las muchas fuentes de información que la sustenta,"
hay comunes denominadores teóricos y metodológicos
que garantizan coherencia y rigurosidad en el proyecto TIERRA DE MONTAÑAS
global de investigación. Los múltiples espacios geográfi-
cos que se estudian y la variedad de tiempos históricos en
que se abordan son garantía de que el lector podrá aden-
trarse en los más ancestrales misterios de la
volcanes en el marco de los más *
' VOLCANES I
investigación.

PROYECTO EJE DE INVESTIGACIÓN


ESTUDIO. CONSERVACIÓN f RESTAURACIÓN
DEL PATRIMONIO CULTURAL Y ECOLÓGICO DE LOS VOLCANES

islituto Nacional
e Antropología
t e Historia
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
7

LAS MORADAS DE TLÁLOC y LOS ¡AGUADOS TEMPLOS ENFLORADOS


STANISIAW IWANISEWSKI
17

SACRED MOUNTAINS AND PRE-INCA CULTURES OF THE ANDES


JOMAN REINHARD
51

LAS MONTAÑAS SAGRADAS V LAS CULTURAS PREINCAICAS DE LOS ANDES


CHRISTIAN VITRY
73

EL ROSTRO DE LOS MAYLLKUS EN SOCAIRE:


LA FORMA Y EL CONTENIDO EN LOS ANDES
ATÁCAMENOS DEL NORTE DE CHILE
RICARDO MOVANO • PATRICIO BUSTAMANTE • CARLOS URIBE
103

LOS VOLCANES DE TETIMPA y LA COSMOVISIÓN MESOAMERICANA


PATRICIA PLUNKET NAGOOA • GABRIELA URUÑUELA LADRÓN DE GUEVARA
131
Diseño de portada:
Susan Cervantes
ESCULTURAS DE TLÁLOC COMO INDICADORES DE JERARQUÍA CEREMONIAL EN LA CUENCA
Jorge Obregón, Cráter del Nevado de Toiiica, óleo/lino/madera 70x140 cm, 1998 DE MÉXICO, DEL EPICLASICO AL POSCLÁSICO

Primera edición: 2012 FRANCISCO RIVAS CASTRO • VIOLETA PATRICIA VARGAS CASTRO
ISBN: 978-607-484-360-6 obra completa 149
ISBN: 978-607-484-361-3 tomo I

Proyecto realizado con financiamiento del Proyecto Eje Conservación de! Patrimonio Cultural CHICNAUHTÉCATL
y Ecológico en los Volcanes, adscrito a la Escuela Nacional de Antropología e Historia y a la ISMAEL ARTURO MONTERO GARCÍA
Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2011.
171
Esta publicación no podrá ser reproducida total o parcialmente, incluyendo el diseño de
portada; tampoco podrá ser transmitida ni utilizada de manera aiguna por algún medio, ya
PAISAJE DE SERPIENTES y MONTAÑAS:
sea electrónico, mecánico, electrográfico o de otro upo sin autorización por escrito de los autores.
ESTUDIO DE LOS OBJETOS DE MADERA SERPENTIFORMES DEL NEVADO DE TOLUCA
D.R. © 2012 Instituto Nacional de Antropología e Historia
Córdoba 45, colonia Roma, 06700, México, D.E ROBERTO JUNCO • SILVINA VIGLIANI
sub_tomento.cncpbs@Índh.gob.mx 189
Escuela Nacional de Antropología e Historia
Periférico Sur y Zapote s/n col. Isidro Fabcla, 14030, Tlalpan, D.E.

Impreso y hecho en México


SOCIEDAD y MONTAÑA EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA: LA DINÁMICA DE LOS OPUESTOS
DAVID JESÚS ARREÓLA GUTIÉRREZ • OSVALDO ROBERTO MURILLO SOTO
211

SITIOS DE MONTAÑA EN LA SIERRA DE DURANGO:


EL CASO DEL CERRO DE LOS FORTINES V SUS DISTINTAS REOCUPACIONES
JOSÉ Luis PUNZO DÍAZ
243

LOS ELEMENTOS SIGNIFICATIVOS DEL PAISAJE EN EL CÓPORO, GUANAJUATO:


UNA PROPUESTA DE ESTUDIO
OMAR CRUCES CERVANTES
261

EL SACRIFICIO INFANTIL EN LAS MONTAÑAS DURANTE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA:


UN ENFOQUE BIOARQUEOLÓGICO
RICARDO CABRERA
291
PAISAJE DE SERPIENTES y MONTAÑAS:
ESTUDIO DE LOS OBJETOS DE MADERA SERPENTIFORMES
DEL NEVADO DE TOLUCAI
Roberto Junco2 • Silvina Vigliani3

La presencia del Nevado de Toluca en la cuenca del Airo


Lerma sobresale de manera conspicua al ser la estructura
volcánica más prominente en la porción oriental del eje vol-
cánico transversal mexicano. Dentro del cráter del Nevado,
a 4 200 msnrn, se encuentran la laguna del Sol y la laguna de la
luna, separadas por una elevación denominada El Ombligo.
En las temporadas de las actividades de campo de mayo de
2007 y noviembre de 2010 se llevaron a cabo inmersiones
controladas en ambas lagunas dando por resultado el regis-
tro y recuperación de material arqueológico asociado a la
ritualidad prehispánica. Los hallazgos consistieron en objetos
de madera tallada en forma ondulada, piezas de copal, hojas

1 - Este articulo ha sido elaborado con el apoyo del Programa de Apoyo a


Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional
Autónoma de México (PAPIIT, proyecto IN402310)
2. Doctor en arqueología; trabaja en la Subdirección de Arqueología Suba-
cuática del INAH.
3. Doctora en arqueología; trabaja en la Subdirección de Arqueología Subacuá-
tica del INAH.
AMERICA: TIERRA DE MONTAÑAS Y VOICANES. HUELLAS DE LA ARQUEOLOGÍA
ROBERTO JUNCO • SILVINA VIGLIANI
PAISAIE DE SERPIENTES v MONTANAS:,.-

de maguey, teselas de turquesa, cuentas de piedra verde, una concha marina,


entre otras cosas, todos ellos estrechamente vinculados con rituales de peti-
ción de lluvias [Junco, 2010]. En este caso nos centraremos en los objetos de
madera tallada y forma ondulada, los cuales han sido definidos como cetros
rayo/serpiente [Iwaniszewski; Montero, 2007], cetros Tláloc, o bastones de
mando. La presencia de este tipo de objetos en contextos arqueológicos ha
sido prácticamente nula por lo que tales definiciones debieron ser extrapola-
das de la iconografía, de los códices o de las fuentes históricas.
Entre los pocos hallazgos de objetos serpentiformes pueden destacarse
los hallados en el Iztaccíhuatl. Allí se recuperaron en el año 1998, 10 frag-
mentos de objetos de madera de forma ondulada dispersos sobre un pro-
montorio cercano a El Pecho, ubicado a 5286 msnm. Además de los objetos
de madera, cuyas medidas oscilan entre los 75 y los 22 cm, se reportaron frag-
mentos de cerámica, obsidiana, jadeíta, puntas de maguey y carrizos atados
Figura 1. Objeto de madera serpentiforme de 27 cm. (NT07-04).
con hilos dispersos por el área [Iwaniszewski; Montero, 2007]. A diferencia
del Nevado de Toluca, donde los objetos fueron sumergidos en las lagunas,
aquí fueron simplemente'depositados sobre la superficie.
Un caso diferente corresponde a los objetos de madera serpentiformes
recuperados en el Templo Mayor de Tlatelolco. Aquí se recuperaron cinco
objetos en total y en todos los casos provenían de cajas de ofrendas; se encon-
traban asociados a otros instrumentos rituales tales como cráneos humanos,
púas de maquey, registros de copal, huesos de aves y serpientes, cuchillos
de silex y obsidiana, entre otras cosas. En estos casos los objetos de madera
miden entre 23 y 15 cm, y a veces están pintados en tonalidades que van del
azul al verde. A partir del análisis de los casos mencionados, Iwaniszewski
y Montero [2007] proponen que los objetos serpentiformes de madera se
circunscriben al Altiplano y pertenecen al Posclásico.
Por otra parte, los objetos de madera recuperados de las lagunas del Ne-
vado de Toluca suman 16 entre completos y fragmentados (Figura 1 y 2). No
obstante, sabemos que durante muchos años buzos y arqueólogos aficionados
estuvieron extrayendo material de las lagunas provocando con ello la pérdida
de cuantiosa información. Las medidas de los objetos recuperados en 2007
(en el 2010 sólo se registraron) varían entre los 122 cm y los 27 cm en los
ejemplares completos. Las formas también muestran variantes siendo en al- Figura 2 Objeto de madera serpentiforme de 32.8 cm. (NT07-05) dentro de
de la Luna [SAS/INAH]
gunos casos de suaves ondas y en otros de ángulos más rectos. Esta diferencia

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ROBERTO [UNCO • SILVINA VIGLIANI AMÉRICA: TIERRA DE MONTAÑAS Y VOLCANES. HUELLAS DE LA ARQUEOLOGÍA
PAISAJE DE SERPIENTES v MONTAÑAS:...

de tamaños y sus variantes en las formas resulta sugerente pues nos muestra (es decir, no como sujeto a objeto sino como sujeto a sujeto) inmersa en el
que no había una medida estándar ni una forma definida de la talla, lo que nos contexto de las prácticas cotidianas. Nuestra premisa principal radica en que
puede dar indicios del contexto en el que habrían sido realizados. fue a través de los encuentros casuales entre la serpiente y el campesino, en
¿Por qué estas formas serpentinas labradas en madera fueron ofrendadas su andar cotidiano por la milpa, lo que fue gestando el simbolismo de la
en las heladas aguas del Nevado de Toluca?, ¿a qué habrían remitido en serpiente vinculado a las lluvias y a la fertilidad. Proponemos entonces que
el pasado y qué significado tendrían para sus artesanos? La inquietud por en las experiencias compartidas del habitar está la base de algunos elementos
entender estos objetos nos ha llevado por un bosque —valga la metáfora— cosmovisionales atribuidos a la serpiente.
lleno de susurros y sombras, en el que buscamos un claro que nos devele pistas En segundo lugar, nos interesa destacar la relación estructural en la que
de estos objetos litúrgicos. En este caso proponemos analizar el sentido de se estarían articulando tales elementos cosmovisionales con la práctica ri-
los objetos serpentiformes desde una postura relacional, considerando a la tual, y ello, con el proceso que va desde la creación de los objetos serpen-
serpiente en su interacción con el ser humano en el marco de la arqueología tiformes hasta su deposición en las lagunas. Esto finalmente nos conduce a
del habitar. discutir el contexto social en el que se realizarían este tipo de prácticas, al
menos en el Nevado de Toluca.
LOS CE TROS RAYO/SERPIENTE

Salvo escasas excepciones [Encinas, 2001; Montero, 2002], el estudio de los El PAISAJE DE LOS OBJETOS

llamados cetros rayo/serpiente ha sido poco abordado dada su rara frecuencia Las relaciones entre el hombre y su medio ambiente natural han sido uno
en los contextos arqueológicos. Por tal motivo, la interpretación de los mismos de los tópicos tradicionales de la arqueología, ligados al debate respecto de
suele extrapolarse de otras fuentes. En este caso, sin embargo, tenemos la la dicotomía cultura y naturaleza. Para los materialistas, la naturaleza era un
posibilidad de estudiar estos objetos en sus propios contextos de uso. En este determinante básico de la acción social por lo que utilizaban modelos impor-
sentido, creemos que los objetos arqueológicos no pueden ser entendidos, tados de las ciencias naturales para dar fundamentos más sólidos a las ciencias
definidos o interpretados fuera de su contexto. Con contexto nos referimos sociales. Para la antropología estructuralista o simbólica, por otro lado, la opo-
no sólo al contexto arqueológico, sino también al contexto de su habitar. sición cultura y naturaleza era el dispositivo analítico mediante el cual se daba
La interpretación mas común de estos objetos se relaciona con la forma sentido a mitos, rituales, sistemas de clasificación, simbolismos del cuerpo y de
de la serpiente dándole por nombre coatopilli, es decir, bastón en forma de la comida, etc. Sin embargo, tanto los materialistas como los estructuralistas
serpiente. Se lo asocia a su vez con Tláloc y con la lluvia, lo que lo vincula y simbólicos, han dado por sentada la dicotomía cultura-naturaleza compar-
también con el rayo. Dada la importancia de estos elementos en la cosmo- tiendo una concepción universalista de la naturaleza [Descola; Pálsson, 2001].
visión mesoamericana proponemos analizar estos objetos en el marco de la Estos enfoques cognitivos y materialistas corresponden a lo que se ha
arqueología del paisaje desde un enfoque relacional. El enfoque relacional denominado Building Perspective [Ingold 2000; Thomas 2008], es decir,
implica que las cosas —personas, objetos, animales—, lugares- se definen aquella visión que asume una distinción entre el medio ambiente real, ex-
no como entidades discretas sino a partir de las relaciones en las que están terno, que existe independientemente de los sentidos, y el medio ambiente
inmersas. En este sentido, nos centraremos en la figura de la serpiente, pero percibido que es reconstruido en la mente a través de los datos sensibles del
particularmente en la relación humano-serviente, con el fin de abordar las esquema cognitivo adquirido. Esto implica una manera de entender el mun-
interacciones semióticas entre entidades humanas y no humanas que forman do en donde la realidad empírica es completamente independiente y anterior
parte del habitar cotidiano. En otras palabras, analizaremos la relación de a cualquier grado de participación humana [Thomas, 2008]. Este dualismo
estos animales con los seres humanos como un tipo de interacción subjetiva ontológico, sin embargo, es más propio del pensamiento moderno que de las

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RoliEKTÜ JlJNCC' • SlLVINA VlGLIANI AMERICA: TIERRA DE MONTAÑAS Y VOLCANES. HUELLAS DE LA ARQUEOLOGÍA
PAISAJE DF. SERPIENTES v MONTANA^:...

sociedades prehispánicas que estudiamos. Esta perspectiva ha permeado en imagen como su referente están fusionados en la experiencia compartida del
la arqueología, por ejemplo, en la distinción entre espacio y lugar, al sostener habitar. Es entonces en las experiencias compartidas del habitar, esto es, en
que los humanos otorgan significado a los espacios, lo que los convierte en el habitas de la práctica social cotidiana, donde debemos buscar aquellos indi-
lugares significativos y distintivos. De igual modo, el análisis descontextuali- cios que nos permitan comprender la manera de conceptualizar el mundo, de
zado de los objetos arqueológicos y su consecuente interpretación simbólica conocer y de relacionarse con él. Al dejar de lado la visión cartesiana, es posible
y/o utilitaria da por sentada la distinción entre lo material y lo imaginado. Al ver al paisaje como un proceso vivo que hace y es hecho por quienes lo habitan.
concebir al medio natural "como un repertorio pasivo de bienes, dominado Así, "mientras un paisaje representado es un objeto o entidad, un paisaje vivido
y explotado por la humanidad" [Thomas, 1999; 14], los estudios tradiciona- es un conjunto de relaciones" [Thomas, 2001: 173], relaciones que no están
les de las relaciones entre el hombre y su entorno natural material tienden a confinadas sólo a los seres humanos, sino al conjunto de agentes o entida-
centrarse más en aspectos cognitivo-utilitarios que en los estratégico-sociales des con los que se interactúa, sean animadas o inanimadas.
[Iwaniszewski, 2007b].
La perspectiva del construir o Bíiilding Perspective, característica de la EL PAISAJE EN MESOAMÉRICA
modernidad occidental, ha sido contrastada con la noción del habitar o Dwe- En la Mesoamérica prehispánica es indudable el conocimiento preciso y
lluig Perspective propuesta por Heidegger. La perspectiva del habitar no práctico que la gente tenía de plantas y animales. Esto lo demuestra la mul-
plantea, como hace el dualismo ontológico, una distancia entre nosotros y el tiplicidad de usos que les dieron, sus representaciones gráficas, en algunos
mundo, al modo de estar situados frente & lo otro, sino más bien un proceso casos con gran detalle, y la forma en que han sido integrados a la explicación
relacional de incorporación continua en donde sujeto y objeto están fusio- del cosmos [Morales, 2010]. A través de ello se hace evidente no sólo la
nados en la experiencia compartida del habitar. De acuerdo con Heidegger, interacción cotidiana con cada uno de los elementos que los rodeaban, sino
"ser" significa "habitar en...", "estar familiarizado con" [Heidegger, 1953: también la participación activa, concebida o conceptualizada de los mismos
63-64]. Habitar, entonces, es la condición de la experiencia humana cuando en el funcionamiento del cosmos. En la pintura mural teotihuacana es posible
"se está en casa". Así, más que tratarse de espacios vacíos a los que se le reconocer montañas cargadas de agua, nubes, corrientes acuáticas, lagos, árbo-
agrega un significado, se trata de una familiaridad heredada y sedimentada les, nopales, biznagas, plantas de maíz, frijol, cacao, maguey, algas, caracoles,
del paisaje como contexto en donde se desarrolla la vida cotidiana. A su vez, conchas, peces, mariposas, libélulas, luciérnagas, avispas, abejas, hormigas,
este mundo no es su mundo privado sino un mundo intersubjetivo, es decir, arañas, iguanas, cocodrilos, serpientes, ranas, coyotes, lobos, tlacuaches, ma-
comunicado y compartido a través del proceso de socialización. De acuerdo paches, perros, jaguares, etc.; además, claro está, de las personas que vivieron
con Habermas [2002], en la práctica comunicativa cotidiana, las personas no en la ciudad identificados por diversos rasgos físicos y culturales [ibid.]. De
sólo se encuentran como participantes, sino que también son narradores de este modo, vemos cómo el hombre y su medio compartían la vida a través de
lo que acontece en el contexto de su mundo-de-la-vida. La acción comunica- una relación intersubjetiva mediante la cual se explicaban el mundo. Como
tiva sirve entonces a la integración social, a la creación.de solidaridad y a la mencionamos más arriba, en este trabajo sólo nos centraremos en la figura
formación de las identidades personales y sociales. De este modo, los paisajes de la serpiente como un elemento cosmovisional, el cual aparece vinculado al
son también comunicación, y es en esta experiencia narrada y compartida complejo cultural del agua, de los cerros y del cultivo del maíz.
en un tiempo-espacio particular sobre la que se van construyendo las bases Es bien sabido que entre los mexicas la patrona del maíz recibía el nom-
cosmovisionales de una sociedad [Vigliani, en prensa]. bre de Chicomecóatlo "siete serpiente", y que las escamas de reptil eran equi-
Desde esta perspectiva, no es posible hablar del paisaje como la suma de paradas a los granos de mazorca [González Torres, 2009]. También sabemos
una dimensión material más una dimensión simbólica, puesto que tanto la que la prolongada y paulatina domesticación del maíz derivó en una relación

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AMÉRICA: TIERRA DE MONTANAS Y VOLCANES. HUELLAS Dt LA ARQUEOLOGÍA
ROBERTO JUNCO • SILVIA VICHAN!
PAISAJE DE SERPIENTES \.

simbiótica y de dependencia mutua entre este cereal y su cultivador, relación vital que se conjuraba en las ceremonias de petición de lluvias. El agua que se
que quedaría inserta en una visión del mundo en donde la presencia de esta conservaba en estos recipientes era de diferentes clases: agua de manantiales,
gramínea es indudable [Hernández González, 2009]. En la medida en que de ríos, de lagunas o del mar. De acuerdo a la autora, es probable que las
el cultivo del maíz dependía de los ciclos meteorológicos y climáticos, éstos cuevas y las entrañas de la tierra fueran conceptualizadas como ollas grandes
a su vez estaban íntimamente vinculados a las montañas donde se formaban repletas de agua y de riquezas. De manera similar, sostiene que las tormentas
las nubes portadoras de lluvia. Así, la importancia de la montaña en el mun- eléctricas, las granizadas y las tempestades de nieve convertirían al cráter del
do mesoamericano está fusionada a los fenómenos meteorológicos y al maíz Nevado en una gigantesca "olla de nubes" [ibid.]. Es evidente que el agua
[Broda,2009], ofrece un vasto potencial de significación, así como una capacidad práctica-
Los cerros eran, y siguen siendo, percibidos como seres sobrenaturales o mente ilimitada de producir metáforas [Strang, 2008].
númenes asociados al agua y ala fecundidad y que compartían con los hu- Finalmente, vinculadas de modo esencial con esta asociación de conceptos
manos muchos de sus atributos, como la capacidad de expresar sus deseos y (cerros-agua-maíz) se encuentran las serpientes. Estas son normalmente rela-
necesidades, de enojarse o alegrarse, de aquí a que fueran eran considerados cionadas con las nubes cargadas de lluvia, los rayos y las tormentas. Como ya
parte de la comunidad humana [Iwaniszewski, 2007b]. Asimismo, diversas mencionamos, los elementos de madera en forma ondulada hallados en las la-
fuentes etnohistóricas describen a los cerros "como si fuesen vasos grandes de gunas del Nevado han sido asociados al rayo y a la serpiente indistintamente,
agua, o como casas llenas de agua" [Sahagún, 1956, en Broda, 2009]. Con- así como al cetro o bastón de mando que porta Tláloc en diversas representa-
tenían las aguas subterráneas que llenaban el espacio debajo de la tierra, es ciones iconográficas. La relación con los rayos responde, en muchos casos, a
decir, el Tlalocan, y de allí salían las fuentes para formar los ríos, los lagos y que éstos se visualizan como serpientes que bajan del cielo. En la actualidad se
el mar. Los cerros eran también visualizados como bodegas grandes en cuyo dice que el rayo otorga el don: "el rayo nos dio el cargo para repartir el agua";
interior se guardaban riquezas y, sobre todo, maíz. En la actualidad, los po- le dio el cargo de "limpiar"; "el rayo es lumbre" y "se lleva a los que mueren
bladores de las comunidades que circundan al Nevado los consideran como por rayo a la Sierra [al Nevado]". Además, el rayo tenía la función de "recoger
un lugar lleno de agua, que "no tiene fin", y que está plagado de arroyos y el agua bruta que se riega en las milpas" y devolverla a la laguna de la montaña
ríos subterráneos que se comunican con otras lagunas y con el mar. Esta no- [Robles García, 2009]. Muchas de estas acciones están vinculadas a la figura
ción provoca temor entre los habitantes al pensar que algún día se llegue "a del granicero quien es elegido, entre otras formas -por ejemplo, mediante el
reventar la sierra" o que el agua de las lagunas se derrame e inunde sus pobla- sueño- porque le dio un rayo.
dos [Robles García, 2007]. Las lagunas aparecen como lugares liminales de Sin dejar de lado las complejas asociaciones entre el rayo, la serpiente y
los dominios acuáticos terrestres y celestiales. Al respecto, la gente considera los fenómenos atmosféricos en la cosmovisión mesoamericana, creemos que
que las aguas de la laguna del Sol, conocida como la laguna Grande, tienen en los objetos de madera entregados a las lagunas del Nevado de Toluca es-
la capacidad de formar nublados y atraer el agua de lluvia. La laguna de la tuvo muy presente la serpiente, no sólo como ente, sino también como esen-
Luna o laguna Chica, en cambio, "recibe mantenimiento" de la laguna Gran- cia y como metáfora. Esto no significa ver a la serpiente como una entidad
de y además "da copal" \_ibid.}. discreta; por el contrario, se trata de entenderla como parte de una relación
Las cuevas eran también entradas al reino subterráneo sumergido en el semiótica en la que se fundían las lluvias, el cerro y el maíz, relación experi-
agua y, al mismo tiempo, se las consideraba lugares de origen o entradas a mentada en un tíempo-espacio particular por las comunidades campesinas
las entrañas de la tierra. Con referencia a las cuevas como lugares de donde en su andar cotidiano en la milpa y el cerro. En pocas palabras, se trata de
emanábala humedad, Broda [2009] destaca—el concepto de—las "ollas de generaciones de habitantes que, a través de sus actividades diarias, hicieron
nubes", esto es, vasijas o recipientes que simbólicamente contenían el líquido del paisaje su forma específica de ser-en-el-mundo.

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ROBERTO (UNCO • SILVINA VIGLIANI AMERICA: TIERRA DE MONTANAS Y VOLCANES. HUELLAS DE LA ARQUEOLOGÍA
PAISAJE DE SERPIENTES i MONTANAS:...

Atravesando dominios "por debajo de la tierra". También se dice que a la sirena viene a visitarla "el
Al parecer, pocas culturas en el mundo conceden a las serpientes un papel huracán, entre truenos y relámpagos", al parecer así le nombran a las ráfagas
tan relevante [López; López, 2009: 152]. De acuerdo con López Austin y de viento que se presentan en esta montaña cada año. Cuentan que "entre la
López Lujan, sirena y San Marcial controlan el granizo". La sirena también "es la que nos
manda los saudinos" de "los que atajan el granizo" [Robles García, 2009].
[...] la serpiente es flujo, camino, conducto, vehículo y carga. Es tanto curso como Otros relatos hablan de la diosa Atl aiicbanc, que vivía en el antiguo lago
cauce: se erige como la vía que comunica los distintos espacios cósmicos; es co- de Metepec pero se la llegaba a ver en la tres lagunas que formaban el río
rriente de tiempo, aguas, vientos, vapores, fuego, astros, dioses, fuerzas fertilizan- Lerma. Esta diosa fue posteriormente conocida como la Clanchaiiii: "era una
tes, luz, oscuridad [...] Asciende desde el origen lodoso del mundo hasta la ígnea sirena, la señora del mundo acuático, dueña de las lagunas y madre benéfica
sequedad del presente solar, y desciende de la plenitud vital a la corrupción de la que daba mantenimiento a las poblaciones" [Espinosa Zamora, 2009]. Exis-
muerte" [López; López, 2009: 152-153]. ten referencias con respecto a que la Chinchona tenía, antes de la Conquista,
cola de serpiente. Más lejos de aquí, en Petlacala, Guerrero, la culebra que
Las serpientes recorren el firmamento y el mundo de los muertos, trans- permanece durante el periodo de sequía adentro del cerro, debe morir para
portan los meteoros y cavan los túneles y los ríos que llevan el agua al mar irse a "la casa de la lluvia" que es el mar, a fin de juntar con su cola las nebli-
\jbid.\. nas que nacen en la superficie y reunir las nubes que envía con el rayo. Este,
La referencia a las cuevas, así como a cualquier otro tipo de oquedad que al recibirlas con su látigo, aporta la lluvia en la montaña [Neff, 2007]. De este
implicara una conexión con las entrañas de la tierra, nos vincula inevitable- modo, vemos que las serpientes aparecen como conectores de los distintos
mente a la morada natural de la serpiente y a la capacidad de las mismas de planos del cosmos, o como lazo de unión entre el hombre y la naturaleza
atravesar los diversos dominios acuáticos, terrestres y subterráneos. En el [López; López, 2009].
mural de Tepantitla en Teotihuacán, la cueva representada en la parte infe- En este trabajo queremos resaltarla naturaleza de esta relación, es decir, la
rior (ámbito humano) ya no libera semillas, como en su contraparte superior fuerte implicación que hay entre la serpiente, la montaña, el agua y el huma-
(ámbito mítico), sino dos corrientes de agua. En su interior aparecen seres no, como fuente de inspiración en la construcción de una visión del mundo
o espíritus, algunos de ellos representados con la mitad del cuerpo dentro que, sin embargo, está lejos de ser estática. La presencia de la serpiente que
de la montaña, o siendo arrastrados por una corriente que atraviesa desde la en sus múltiples formas y representaciones iconográficas aparece vinculada
cima hasta el umbral de la cueva para desde ahí comenzar la irrigación de los al agua, al maíz y a la montaña, parece siempre obvia, como el resultado de
campos de cultivo [Sampayo, 2007: 111]. Por su parte, dice Sampayo, en el algo dado, ya procesado o, simplemente, como el reflejo de su cosmovisión.
Códice Borgia ya no se muestran las corrientes de agua irrigando los campos, Pero ¿cómo fue ese proceso?, ¿por qué la serpiente se asoció al agua y a todo
sino una serpiente que se desplaza atravesando la montaña y marcando la el complejo de la fertilidad?¿Por qué la gente talló objetos en madera con
dirección de un cauce de seres humanos insertos en la misma \ibid.: 117]. forma de serpiente y los hundió en las lagunas de! Nevado? Para responder a
Al respecto, no podemos evitar mencionar algunas de las creencias actuales estos cuestionamientos apelamos al concepto de Umwelt o mundo subjetivo
relativas a la existencia de una sirena en las lagunas. De acuerdo con Robles analizado en el marco de la perspectiva del habitar.
García [2009], esta creencia tiene su origen en las antiguas deidades femeninas
como la Cihuacóatl o la "Mujer serpiente". En el caso de la sirena del Neva- EL MUNDO SUBJETIVO MESOAMERICANO: US SERPIENTES DEL NEVADO
do, ésta posee la capacidad de estar en dos montañas, y cita: "se comunican La noción de Umwelt o mundo subjetivo sostiene que los organismos vivos
las aguas de estos dos cerros, del Nevado y del Popo, la sirena va y viene", responden como sujetos, es decir, responden a signos. Cada organismo tiene

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ROBERTO JUNCO • S I L V I N A VIGLIANI AMÉKICA: TIERRA DE MONTAÑAS Y VOLCANES. HUELLAS DE LA ARQUEOLOGÍA
PAISAJE DE S E R P I E N T E S y MONTANAS:...

un modo específico de percibir su entorno y de interactuar en él [Hornborg, nicación con respecto a su entorno no humano, lo que para algunos autores
2001a; 2001b]. De este modo, la interacción de los organismos con sus eco- está en la base de las cosmovisiones tradicionales [Hornborg. 2001bj.
sistemas presupone un intercambio y una interpretación de signos, lo que A partir de esto proponemos que determinados rasgos de la conducta de
implica a su vez (y en función de sus propias necesidades de subsistencia) la las serpientes fueron importantes indicadores o signos para los campesinos
creación de patrones de conducta: un animal sabe dónde y en qué momento del centro de México en sus prácticas cotidianas, éstos fueron permendo
podrá conseguir comida o en qué lugar encontrará refugio, por lo que crea su mundo vital convirtiéndose en una visión del mundo o cosmovisión. Es
patrones de conducta en función de ello. Desde esta perspectiva, las rela- entonces en la práctica cotidiana de andar la milpa, de andar la montaña,
ciones ecológicas se basan en el significado; son semióticas. Así, por ejemplo, esto es, en la interacción sensorial diaria entre los humanos y las diversas en-
el águila arpía del bosque amazónico está equipada no sólo de un profundo tidades del entorno donde debemos buscar para entender a los grupos que
sentido de la vista, sino también de una tendencia a responder a cierto tipo de tallaron formas onduladas en madera, ascendieron al Nevado y las deposita-
movimiento en el follaje resultante de la actividad de los monos. Si el águila no ron en sus orillas. Para profundizar un poco más en esto analizamos algunos
tuviera esta capacidad de interpretar tales signos, no mantendría su posición rasgos de comportamiento básicos de tales animales en su interacción con
en la cima de la cadena alimenticia del Amazonas. De igual modo, los monos el ser humano.
han respondido filogenéticamente al desarrollar una extremada atención a
los signos del águila. Lo mismo ocurre con cada organismo de un ecosistema Las serpientes, el agua, el cerro y el humano
[ibid.]. Un claro ejemplo para el caso que nos ocupa es el signo emitido por En la región central del país existen dos géneros de serpientes particular-
la serpiente de cascabel o crotalus. Esta serpiente, una de las más abundantes mente abundantes: la thamnophis, entre las que destacan las culebras de agua
en la región central del país, avisa por medio del cascabel si estamos dema- y la crotalus, que comprende varias especies de cascabeles; ambos géneros
siado cerca, un signo ante el cual puede ser mortal hacer caso omiso. En este con una gran riqueza de especies. Las culebras de agua no superan los 60
sentido, cada organismo es tratado como sujeto con capacidad de agencia. cm y suelen vivir en cuerpos de agua sin corriente como presas, lagunas,
Lo mismo ocurre con los seres humanos, es decir, creamos nuestro entorno a canales de riego y entre la vegetación que rodea estos cuerpos de agua.
partir de las actividades cotidianas compartidas y en función de nuestras nece- Las serpientes de cascabel, por su parte, son consideradas las más largas
sidades e interacciones con el medio. Esto lleva inevitablemente a seleccionar y venenosas de Norteamérica, pudiendo alcanzar los 2.50 m de largo. Son
ciertos elementos e interacciones y a obviar otros. Así, por ejemplo, no nos notorias, además de su cascabel, las escamas que recubren su cuerpo, y que
importan todos los árboles sino sólo aquellos que nos señalan la presencia de han sido representadas en asociación al maíz.4 Normalmente viven en bos-
agua, ni nos importan todas las estrellas sino sólo aquéllas que nos indican un ques arenosos y cerca del agua, y suelen ser animales muy temperamentales
momento-lugar, ni nos importan todas las aves sino sólo las que nos avisan de [Canseco; Gutiérrez, 2006; Zavala et al, 2002].
la presencia de tal animal. La época de mayor actividad de estos reptiles coincide con la temporada
La mayor parte de la interacción entre humanos y no humanos ha estado de lluvias. Es en este periodo cuando tanto las serpientes como sus crías —que
mediada durante milenios por innumerables sensaciones del ojo, el oído, la nacen al acabar el invierno— son más visibles. Una clara evidencia de que es
nariz, la lengua y la piel —algo fundamental por ejemplo para el buen desem- durante esta época cuando ocurren la mayor cantidad de encuentros humano-
peño del cazador— y es lo que constituye la inmersión corporal en el mundo
y al que refiere la fenomenología. En la medida en que estas experiencias de
4 Cabe mencionar como ejemplo parte de una escultura de grandes dimensiones descubierta en
intercambio e interpretación de signos sensoriales son compartidas por el
el Palacio Nacional, la cual muestra parte de la cola y crótalo de serpiente con mazorcas (Lámina 6,
grupo, se van construyendo y reproduciendo patrones culturales de comu- en López; López 2009: 598],

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PAISAJE DE SERPIENTES v MONTANAS:...

serpientes son las estadísticas de gente mordida por ofidios. Para el estado de cambio, durante la estación seca casi no se ven serpientes, pues en esa época los
Veracruz entre los años 1994 a 1998, el 65% corresponde a la temporada chicchanes están en el interior de las colinas [Wisdom, 1961, en López; López,
de verano, el 32% a la primavera y sólo el 2% al otoño e invierno. Existen 2009: 154].
diversas razones para que esto sea así: además de su condición de reptil,
es durante la época de lluvias que hay mayor disponibilidad de alimento, a su La tradición cultural mesoamericana era dialéctica en tanto se concep-
vez, existe una mayor cobertura vegetal, lo que les permite desplazarse consi- tualizaba un cosmos dinámico caracterizado por la interacción de fuerzas
derablemente lejos de su residencia, les ayuda a esconderse de sus predadores que podían ser benignas, antagónicas y muchas veces ambivalentes. En la
y les facilita la caza de presas. Las precipitaciones pluviales traen consigo más cosmovisión mesoamericana la serpiente no escapaba a esta noción. El tipo
que cualquier otra temporada del año, la abundancia de vida, con lo que la de relación que tanto la serpiente como la lluvia y el rayo pudieron haber
oferta de animales para alimentarse es mayor y más variada, destacándose las mantenido con los humanos habría sido parte significativa de su mundo-de-
poblaciones de peces, anfibios y roedores. Al respecto, cabe mencionar de nue- la-vida (Cuadro 1).
vo el relato de la Clanchana o sirena, "dueña de las lagunas y madre benéfica
que daba mantenimiento a las poblaciones, pues engendraba la fauna lacustre Cuadro 1. Relaciones humano/lluvia-serpiente-rayo expresadas a través
[...] todos ellos brotaban en abundancia de sus axilas [...] peces, culebras, de las utilidades y los peligros.

ajolotes, acociles" [Espinosa Zamora, 2009: 129]. Es evidente en este relato LLUVIA SERPIENTE RAYO

el estrecho contacto e interacción entre el ser humano y su entorno biofísico, Alimentación, Anuncia las lluvias.
Beneficioso Fertilidad de ia tierra,
asociado a una época del año y a un contexto particular: las lagunas. vida, aumento, medicina, control
Otro aspecto interesante de las serpientes corresponde a las mudas de abundancia (si llueve de plagas, utilización
ordenadamen te ) . de la piel.
piel. Éstas ocurren varias veces al año dependiendo de la cantidad de alimen-
to ingerido. Se realiza en una sola pieza cuando son especímenes saludables No Beneficioso Pérdida y destrucción Su mordida puede ser La descarga puede
(si llueve a destiempo o mortal. ser mortal.
y es común verlas en el campo, en ocasiones cerca de los cuerpos de agua, lo
en exceso). Sequía y
que constituye un claro indicador de su presencia. Cuando acaba de mudar hambre (sí escasea).
de piel, la serpiente se ve brillosa, con aspecto viscoso, por lo que pasa de
verse seca a húmeda. Este proceso puede haber tenido implicaciones concep-
tuales y simbólicas significativas en cuanto al curso vital de transformación y Relaciones interpretadas
renovación vinculado al agua, la salud, la tierra y la fertilidad. Queremos destacar aquí una serie de elementos que, creemos, podrían estar
La etnografía ofrece interesantes relatos respecto a este tipo de interac- vinculados de manera estructural. Por un lado, la idea de que las serpientes,
ción cotidiana. Los campesinos del valle de Toluca en la región de Atlaco- especialmente las culebras, pueden atravesar distintos dominios, terrestres y
mulco, sostienen que las víboras viven en las montañas y que es en la época acuáticos, es decir, lo seco y lo húmedo; sin descartar que ellas, por sí mismas
de lluvias cuando bajan? Una referencia similar la obtenemos de Wisdom: —con el cambio de piel— pueden transformar lo seco en lo húmedo. Relacio-
nado con esto, está la creencia de que en la estación seca las serpientes están
Se dice que después de un aguacero se ven más culebras que en otros momen- en la montaña o colina, que podríamos asociar con el arriba (o adentro), y que
tos [...] porque los cbicchanes han salido de la tierra para provocar la lluvia; en es "en la época de lluvia cuando bajan", que puede asociarse con el abajo (o

5. Biólogo José León, UNAM, comunicación personal. 6. V. Iwaniszewski. 2007a

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AMERICA: T I E R R A DE MONTANAS Y VOLCANES. H U E L L A S DE LA A R Q U E O L O G Í A
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el afuera). Esto nos lleva a la siguiente ecuación," que tiene como eje rector 1;la las lluvias, o sea, en secas, para luego subir esa esencia develada a la montaña
relación serpiente-lluvia-montaña: y provocar (o propiciar) su conversión a ente, esto es, a serpiente y lluvia. Pa-
reciera que el objeto serpentiforme se hiciera para desaparecer como parte del
tierra/agua; seco/húmedo; arriba/abajo ritual, reactivando así el ciclo de visibilidad e invisibilidad de la serpiente. Es
decir, se hace visible la esencia (a través de la materialización en un objeto de
A esto le sumamos la siguiente referencia etnográfica rescatada por Ro- madera) cuando es invisible el ente (la serpiente) para provocar la inversión:
bles García [2007]. Dicho autor señala que, antiguamente, cuando no llega- hacer invisible la esencia (al depositar en las lagunas se invisibiliza la esencia
ban las lluvias o empezaban a escasear, los pueblos del municipio de Tenango materializada) para hacer visible el ente, es decir, la serpiente y con ello la lluvia
y valles aledaños se organizaban para ir a la laguna Grande (laguna del Sol) (recordemos, "los chicchanes salen de la tierra para provocar la lluvia").
con el fin de realizar un rito propiciatorio para la lluvia. El agua de esta Ahora bien, ¿en qué contexto ocurriría todo este proceso? ¿En qué tipo
laguna era recogida en botellas para luego ser enterradas en los campos de de rituales estaría involucrada la entrega de estos objetos a las lagunas? Cree-
cultivo, lo que garantizaría la llegada de las lluvias y el buen crecimiento mos que la práctica ritual llevada a cabo en la cima del Nevado de Toluca
de las milpas. Según se aprecia en los relatos, el poder del agua de la laguna podía representar la experiencia del habitar de las comunidades locales
Grande era tal que había que descender del Nevado lo más pronto posible más que la ideología y la religión oficial [v. Iwaniszewski 2007b: 20-21].
porque "a mitad del camino ya se empezaban a juntar las nubes" y al llegar al En primer lugar, recordemos las variantes existentes en los tamaños y en
pueblo "ya está el aguacero" [Robles García, 2007: 154]. Al llegar las lluvias las formas de los objetos de madera recuperados de las lagunas. Lejos de
el agua embotellada tenía que volver a su lugar de origen, por lo que se des- ser estandarizado, nos estaría mostrando cierta libertad en la talla de estos
enterraban las botellas y se subían a la laguna. Si esto no se hacía, las lluvias objetos, lo que podría representar una práctica de carácter local. Por otro
no pararían [ibid.]. Lo interesante aquí es que se invierte la relación tierra/ lado, queremos destacar el acto de ocultar los objetos de madera en las la-
agua, ya que ahora el agua está en la laguna, que está arriba, y es llevada a la gunas como parte de una estrategia de invisibilidad aplicada en la práctica
tierra, que está abajo. Esta inversión, sin embargo, está fuertemente vincula- ritual. De acuerdo con Criado Boado [1993] las condiciones de visibilidad
da con la idea del flujo continuo entre el arriba y el abajo, lo seco y lo húmedo (espacial y temporal) del registro arqueológico están determinadas por una
y, por consecuencia, la escases y el crecimiento. voluntad de visibilización, la cual es compatible con las estrategias sociales de
De acuerdo con Ingold, en sistemas relaciónales o animistas life ¿s itself construcción del paisaje. En este sentido define cuatro estrategias principales
generative ofform. Es decir, la fuerza vital no está contenida en la forma, como de visibilización: inhibición, ocultación, exhibición y monumentalización.'
supondríamos en Occidente, sino que "fluye libre como el viento, y es de su Como tal, la ocultación refleja una actitud consciente de invisibilidad de los
circulación ininterrumpida de lo que depende la supervivencia del mundo" restos de la acción humana.
[Ingold, 2000: 112], algo muy característico de toda la ritualidad prehispánica. De acuerdo con este autor [1991], la convivencia de estrategias de vi-
En este sentido, nos preguntamos si el proceso de tallar objetos en madera con sibilización distintas y opuestas puede representar diferentes segmentos e
formas serpentinas, subirlas al Nevado y depositarlas en las lagunas no tiene intereses sociales y servir para expresar las estrategias ideológicas y de poder
que ver con la activación de este ciclo. En este caso, la labor de creación impli-
caría materializar lo oculto, esto es, develar la esencia de la serpiente; mientras 7. Inhibición (ausencia de actitud consciente de visibiiización de los restos de la acción humana),
que la entrega de esta esencia materializada a las lagunas buscaría devolver ocultación (actitud consciente de mvisibilización de los restos de la acción humana), exhibición (actitud
consciente de visibilización de los restos de la acción humana dentro del presente social) y monumenta-
el ente ingresando a otro dominio, y con ello reactivar el ciclo y propiciar las
lización (actitud consciente de exhibición de los restos de la acción humana dentro del presente social y
lluvias. Podemos suponer que la actividad de talla se realizaba abajo y antes de con pretensiones de permanencia) (Criado Boado, 1993]-

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PAISAJE DE SERIANTES v MONTAÑAS:...

movilizadas por cada uno de ellos. En este sentido, es posible diferenciar las la epistemología, central para el pensamiento moderno, no fue una preocupa-
estrategias de ocultación, evidentes en las ofrendas entregadas a las lagunas ción para las sociedades premodernas, en la medida en que "vivir es conocer"
del Nevado, y las estrategias de monumentalización, manifestadas, por ejem- [Hornborg, 2001a: 65; 2006: 27]. En palabras de Ricoeur, "comprender no
plo, en las ofrendas rituales llevadas a cabo en el cerro Tláloc. Esto, sumado es ya [... ] un modo de conocimiento, sino más bien un modo de ser, el modo
a la ausencia de construcciones arquitectónicas claras en el cráter del volcán de ser del ser que existe al comprender" [2008: 13]. Es decir, el saber no es
que sugieran la realización de actos oficiales, apoyaría la idea de que las prác- ni una representación que existe fuera de él, ni una mera construcción social,
ticas rituales llevadas a cabo en las lagunas del Nevado de Toluca estarían sino una relación negociada con la naturaleza que en realidad reconstruye la
mayormente vinculadas al mundo de la vida de las comunidades campesinas. naturaleza en el proceso de representarla.
Finalmente, ¿será posible asociar al proceso de talla de los objetos el En este sentido, las comprensiones metafóricas de la naturaleza son las
ascenso al Nevado y depósito de los objetos en las lagunas; el ciclo ininte- que asumen las responsabilidades que acompañan al acto mismo de conocer.
rrumpido de la serpiente que atraviesa los dominios acuáticos y terrestres: Si el conocimiento es una relación con la naturaleza, dado por quien conoce y
que aparece en lluvias y desaparece en secas, que se transforma a sí misma por lo conocido, entonces la metáfora es un modo de conocer que incorpora
de seca a húmeda, que provoca abundancia con su presencia (recordemos las condiciones mismas del conocimiento, es decir, las de la propia experien-
a la Clanchana) y escases con su ausencia? ¿Cómo frenarían los aguaceros? cia [Hornborg, 2001a]. La significación de la metáfora reside en su capaci-
¿Subirían a recoger los objetos entregados a la laguna, a la inversa de los dad de activar conocimientos prácticos tácitos basados en esa experiencia.
campesinos que devolvían el agua que habían obtenido de ellas? Creemos Es así que las metáforas evocan aspectos familiares de la vida social y por
que es necesario continuar el estudio en esta línea. Para ello es fundamental lo tanto sirven como modelos para la comprensión del cosmos. En el caso
abordar el análisis de los objetos arqueológicos no como objetos sino como analizado aquí, la metáfora serpiente habría sido central en la conformación
relaciones.
de tales modelos.
En la reproducción del habitus se reproduce la manera de conceptualizar
PAISAJE DE SERPIENTES y MONTAÑAS: METÁFORA DE UN CICLO el mundo, de conocer y de relacionarse. En la medida en que el habitus impli-
De acuerdo con Broda, la cosmovisión mesoamericana expresa una milenaria ca un proceso de socialización en el que las nuevas experiencias son estructu-
tradición cultural que involucra la observación de la naturaleza. A ésta la radas de acuerdo con experiencias previas y al mismo tiempo estructurantes
define como "la observación sistemática y repetida a través del tiempo de los de las venideras, el habitar implicará un mundo dinámico y cambiante y una
fenómenos naturales del medio ambiente que permite hacer predicciones y visión del mundo resignificada y reinterpretada. Esto nos lleva a compartir
orientar el comportamiento social de acuerdo a estos conocimientos" [2009]. una última reflexión. De acuerdo con López y López, uno de los principios
Esta definición parece plantear una relación humano-ambiente de tipo dualis- básicos de la cosmovisión mesoamericana ha sido la subordinación de las
ta en la que, si bien no manifiesta el dominio del primero sobre el segundo, sí serpientes a la autoridad paterna del rayo, lo que reflejaba la menor jerarquía
atribuye a los humanos el papel de sujetos distanciados del mundo, capaces de los poderes acuáticos y femeninos de las lluvias frente al poder masculi-
de reflexionar acerca del mismo y de sus componentes materiales para lue- no del rayo [2009: 162]. De hecho, entre los graniceros actuales es el rayo el
go asignarles un valor utilitario y/o simbólico y, a partir del cual orientar el principal elemento conector entre aquellos elegidos y los fenómenos meteo-
comportamiento. Sin embargo, si partimos de la base de que estamos frente rológicos. Más allá de las complejas relaciones entre los diversos elementos,
a sistemas de saberes no-cartesianos, debemos entender que el conocimiento sujetos-agentes de la cosmovisión mesoamericana, es posible que la figura
se da desde la ontología más que desde la epistemología. El hecho de que la serpentiforme se haya diluido debido a la introducción de la visión católica
modernidad se haya construido sobre la dicotomía sujeto-objeto, significa que de la serpiente como vehículo de pecado y condensadora del mal. Así pues,

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AMERICA: TIERRA DE MONTAÑAS v VOLCANES. HUELLAS DE LA ARQUEOLOGÍA
P.MSAfE DF. SERPIENTES Y MONTAÑA^:...

la vertiente rayo pudo haber cobrado fuerza a costa de la imagen de la ser- BIBLIOGRAFÍA
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serpiente y empuñando una espada flamígera. Al respecto, López y López Canseco Márquez, Luis; Ma. Guadalupe Gutiérrez Mayen
sostienen que es san Miguel Arcángel el personaje que sustituye al rayo, y 2006 Guía de campo de los anfibios y reptiles del valle de Zapotitlán, Puebla, México, Sociedad
Herpentológica Mexicana/Escuela de Biología Benemérita Universidad Autónoma de
afirman que "para completar la sustitución, su poder aparece como la lucha
Puebla.
del arcángel contra el Demonio, y es éste quien ocupa el lugar de las lluvias Criado Boado, Felipe
serpentiformes" [2009: 162]. Cabe mencionar que, hasta hace poco tiempo, 1991 ''Construcción social del espacio y reconstrucción arqueológica del paisaje", en Boletín
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