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A defender el empleo de los mexicanos de los chinos

Por Isidoro Guerson

Según una revelación, que no filtración de los papeles del Departamento de


Estado: “Nosotros no queremos ser la siguiente África de China... Necesitamos ser
dueños de nuestro propio desarrollo", habría dicho Neil Dávila, director para la
región de Asia y Oriente Medio de ProMéxico, en el 2009. La nota da cuenta de
una estrategia clara de China apoderarse de las materias primas de América
Latina. Lo que plantea un desafío adicional a nuestros gobiernos, ¿Qué hacer ante
esta situación? Definitivamente ningún problema tiene una sola cara. Todos son
poliédricos. El que China se apodere de la materias primas de los países llamados
emergentes o de los países pobres, tiene que ver el cómo las defiendan dichos
países, pero también tiene que ver las condiciones en las que las compra el
gigante asiático.

De esta manera, China se apodera de las materias primas de una u otra manera.
Por ejemplo, las compra fruto de actividades delincuenciales, como hace poco
reveló la PGR, al dar a conocer la captura de delincuentes dedicados a la
exportación a dicho país asiático de mineral de fierro, por cerca de 42 millones de
dólares, es decir poco más de un millón 100 mil toneladas de material
presuntamente extraído de manera ilegal. Ante este hecho concreto ¿qué hacer?
Que lecciones extraer de esta acción del Ministerio Público Federal, ¿Podría
México acudir a la Organización Mundial de Comercio para buscar alguna sanción
a China, ya que este país es miembro de la OMC desde el 11 de diciembre de
2001, por comprar mercancía presuntamente obtenida ilícitamente para su venta?
Este razonamiento ya nos muestras dos caminos para resolver el problema, uno
en el que se está teniendo éxito, la persecución de los delitos, el otro, la queja
internacional ante organismos multilaterales, qué no sabemos si SRE o SE ya lo
tienen contemplado, Como se ve hay dos caras del mismo problema: persecución
de delitos y quejas. Desde luego, comprender y por lo mismo solucionar el
problema no se agota ahí. La solución pasa necesariamente por acciones
concertadas y gran actividad diplomática, que a semejanza de lo hecho con el
coltan, se ponga en marcha un mecanismo que certifique el origen lícito de las
materias primas para ser compradas por otro país. Ese mecanismo entró en vigor
–después de un año de esfuerzos varios- en diciembre del 2010. Se podría
impulsar uno para las materias primas significativas, o b ien específicamente para
los minerales o el carbón. La palabra la tienen Relaciones Exteriores y Economía.
No le dejen todo el paquete a las Secretarías de Marina, Defensa Nacional,
Seguridad Pública o a la PGR. No dejen solo al Presidente, pues Michoacán es
una zona muy rica en minerales no solo de fierro, sino hay oro, cobre, plata y zinc.
Por otro lado, con materias primas tan económicas China puede inundar el mundo
de productos terminados baratos, más ahora que el último día de diciembre entró
finalmente en operaciones el oleoducto que les suministrará casi 95 millones de
barriles durante 2011, con una ventaja más de los mil kilómetros del ducto, solo 72
están en territorio Ruso y el resto en China, terminando en Daqing. Dicha cantidad
de barriles les alcanza a los chinos para una semana del consumo total. (El lector
recordará que en la pasada crisis de suministro de gasolina en Francia, se difundió
que las gasolineras en dicho país deberían tener reservas para surtir una semana
el producto, aquí Rusia sola le garantiza a China una semana para todos su
consumo de petróleo).

¿Qué hacer ante tan buenas jugadas de los chinos? Y sobre todo qué hacer en el
marco de la conservación de empleos: garantizar que los empleos en la industria
manufacturera y de la transformación no se sigan perdiendo en México por
acciones chinas que nos colocan como consumidores de productos producidos
por ellos con materia primas provenientes del llamado tercer mundo, y vendidos a
precios ridículos pues su mano de obra es muy barata. Al mundo actualmente no
le importa la exportación de la revolución china, le importa que sus economías
están cediendo ante el empuje de los chinos y, sobre todo en América Latina, ya
vimos, y México en particular, ya sintió y se expresó negativamente en el sentido
de convertirse en un peón o agente de ventas de los chinos. ¿Qué hacer ante
ello? Existen soluciones claras, que requieren mucho esfuerzo y poner a trabajar
al aparato burocrático en combinación o estrechamente vinculado a los
investigadores de las instituciones de Educación Superior. Por eso, es importante,
ahora que se discuta la tan festejada y festinada reforma laboral, la defensa frontal
del empleo, y batallas que se pueden ganar, son aquéllas que queden cubiertas
con el paraguas de la idea de que en México no se pueden vender ningún
producto por abajo del valor producción promedio en el país o en algún referente
inmediato como pueden ser los Estados Unidos. Ojalá los equipos que mandan en
ambas Cámaras, los de Beltrones y Madero, los de Rojas y Vázquez Mota,
observen el asunto con esta óptica. Cometarios: iguerson@gmail.com

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