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ENSAYO - La lluvia, de la obra “El hacedor” (1960) de Jorge Luis Borges

Problema

¿Cómo se presenta la melancolía en la poesía fantástica de Jorge Luis Borges?

Justificación

En la poesía de Borges percibimos la relación autor/yo-lírico, o sea, él escribe y él


mismo sufre o ama, un estilo autobiográfico adornado por la metafísica y lírica. Borges
nos lleva a temas tradicionales como el amor, muerte, soledad, dolor, los cuales lo
conducen al pasado, como si a menudo añorara su niñez o su familia. Además de la
metafísica, podemos notar en la obra de Borges su interpretación del tiempo, del
universo, y el profundo sentimiento melancólico, lo que observaremos con más detalle
en este trabajo.

Objetivo

Analizar la expresión de la melancolía en el poema La lluvia, de la obra “El hacedor”


(1960).

Lectura y análisis de las fuentes críticas

BARRENECHEA, Ana María. Ensayo de una Tipología de la Literatura Fantástica


(A propósito de la literatura hispanoamericana). Revista iberoamericana, 1972.
Disponible en http://scholar.google.com.br/scholar?hl=pt-BR&q=literatura+fant
%C3%A1stica+argentina&btnG=&lr= – Consultado en el día 31 de enero de 2014. En
este texto la escritora argentina intenta esclarecer lo extraordinario, fantástico y
maravilloso dentro de la literatura fantástica argentina, basada en las interpretaciones de
Todorov, y la relación de lo a-normal, normal y lo a-normal en estos temas. Al citar
Argentina, Barrenechea no olvida de mencionar Borges como un escritor que no
consigue huir de lo fantástico en sus obras, destacando aun el estilo auto-biográfico de
su literatura, y su capacidad de unir tiempo y espacios distintos, lo que nos lleva a creer
que Borges es el escritor insigne del género en Argentina junto a Julio Cortázar.

CORTÁZAR, Julio. El sentimiento de lo fantástico. (Conferencia dada por Julio


Cortázar en la U.C.A.B.). Disponible en http://www.juliocortazar.com.ar/ - Consultado
en el día 02 de enero de 2014. Este es un texto que nos hará conocer de manera mejor el
sentimiento de lo fantástico, que está lleno de misterios, sin definiciones incontestables
y a la vez inspirando grandemente los escritores contemporáneos de literatura. Cortázar
intenta aclarar que los conflictos externos que el hombre contempla son antes de todo
internos, y por eso el hombre siempre va a estar repleto de incomprensiones, dudas,
enfado, triste, sintiéndose que le tratan con injusticia, y al mismo tiempo dentro del
hombre se manifiestan los mejores sentimientos y sensaciones, y por estos contextos él
tiene el poder de demostrar las antítesis y contradicciones suyas y del mundo a través de
sus escritos, lo que le pone dentro del realismo fantástico.

Análisis de La lluvia, de la obra “El hacedor”, de Jorge Luis Borges

LA LLUVIA

BRUSCAMENTE LA TARDE se ha aclarado


Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado


El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales


Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada


Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

A pesar de su estilo variable en cuanto a la composición de la estructura de sus


poemas, Borges en éste no rechaza la regularidad de la métrica y del ritmo, y rescata los
versos endecasílabos, formando un soneto con rimas puramente consonantes.
En todas las estrofas podemos sentir la musicalidad y armonía con las que los
versos se presentan. En la primera por ejemplo, percibimos las combinaciones de
fonemas muy parecidos o iguales (aliteración) que permiten una lectura musical y sin
hastío de los versos: se combinan la t y d, la y y ll, la m y n, la c se pronuncia
igualmente en las tres veces que aparece en el tercer verso, y hay la combinación de c y
s, que fonéticamente son de pronunciaciones iguales al menos en Hispanoamérica.
Sobre el mensaje fantástico de la poesía La lluvia podríamos discurrir varios
temas, pero nos limitamos a uno – la expresión de la melancolía. Siendo el propio autor
el protagonista del poema, no podemos dejar de citar Barrenechea (1972, p. 400) y la
explicación que da al concepto del Yo “todoroviano”, y confesar que el autor se
caracteriza por las relaciones estáticas, la percepción y las imágenes de su mirada.,
como por ejemplo en la segunda estrofa: la caída de la lluvia suena como una voz, la
voz de su padre, una percepción, y la forma curiosa que define el color del colorado,
llevándonos a pensar de inmediato en imágenes, pasajes naturales, en la lluvia sobre los
pétalos.
Y como expresión de melancolía Borges elige la lluvia. Es una elección muy
convincente, pues la lluvia evoca el frío y la oscuridad, y asimismo nos hace recordar el
color gris muy bien explotado por Rubén Darío en sus Prosas profanas. Esta es la
imagen que percibe Borges al contemplar la lluvia, que cae minuciosamente por el
suelo. La lluvia es minuciosa como la profunda tristeza, puesto que cuando esta llega
rellena todos los huecos donde había felicidad, así como la lluvia baja sobre todos los
lugares donde no había agua.
Aún en la primera estrofa es importante destacar la relación que hace Borges
entre la lluvia y la tarde. La lluvia cae por la tarde, o la lluvia indica que se empieza más
una tarde. En otras palabras, la tarde también exprime melancolía, pues, diferente de la
mañana, ella pierde el sol. Está así entre el brillo, la alegría, la mañana, y la total
tiniebla, noche, es decir, representa un sentimiento o sensación buena que puede o debe
de pronto acabarse.
Borges finaliza la primera estrofa destacando que la lluvia, la melancolía, cae o
cayó, un misterio que se transforma en el último verso en certeza: “(…) la lluvia es una
cosa que sin duda sucede en el pasado”. De esta forma la melancolía presente tiene su
origen en tiempos remotos; o ella se va por un tiempo y más tarde se vuelve. Eso es
como jugar al tiempo, característica plenamente fantástica, y concuerda con el
pensamiento de Cortázar (p. 01) cuando destaca que el tiempo no es inamovible. Hay
una íntima relación entre pasado, presente y futuro en la literatura fantástica.
En la segunda estrofa el autor relata que el sonido de la lluvia hace a alguien
recuperar el tiempo en que la venturosa casualidad le reveló una flor llamada rosa que
posee un curioso colorado. Es decir, al oír la lluvia volvemos al tiempo en que sucedió
cosas buenas y bonitas que fueron estropeadas de repente, y lo notamos cuando él habla
sobre el curioso color de la rosa – la rosa pierde a veces su color original.
La lluvia en el primer terceto y en el empiezo del segundo ciega los cristales,
deja los vidrios empañados: la melancolía saca nuestra transparencia, nos deja sin brillo,
sin ganas, nos hace cambiar. Sin embargo, lo que puede ser triste para el autor puede
alegrar a otras gentes, momento en el que Borges relata que la lluvia cae y felicita a los
perdidos arrabales cuando mojan las negras uvas que están en un patio que ya no existe.
De otro modo, podemos decir que la lluvia aparece con el significado religioso de
edificación o restablecimiento, de vitalizar a alguien o algo: vitaliza las negras uvas,
personas tristes, en un patio que ya no existe, o sea, la renovación no ocurre porque el
eje principal para que regrese la alegría no existe más.
Al final, percibimos que quien no existe más es su padre, pero sigue vivo cada
vez que la tarde se declara junto con la lluvia, que hace a Borges acordarse de él cuando
cae y provoca el ruido, sonándole como una voz, la voz de su padre.
Borges tiene la facilidad de expresar las características de la literatura fantástica.
Así, podemos destacar algunos puntos: él consigue unir diferentes tiempos y espacios
(la lluvia cae y cayó en el pasado; cae en su entorno y por los arrabales); la lluvia es
ambigua, aparece como tristeza y vitalización, aunque la melancolía es más fuerte; la
relación de temas distintos – alegría y tristeza, presencia y nostalgia; juego de colores.
Borges mediante tantas metáforas y antítesis nos pone delante de una literatura
de continuo misterio, como relata Cortázar (p. 01), que no es algo de extraordinario o
sobrenatural, pero temas de la realidad del autor, de sus experiencias, de forma natural.

REFERENCIAS

http://www.literatura.us/borges/hacedor.html

http://scholar.google.com.br/scholar?hl=pt-BR&q=literatura+fant
%C3%A1stica+argentina&btnG=&lr=

http://www.juliocortazar.com.ar/

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