Un problema que hemos tenido desde épocas muy antiguas y que
ahora en pleno siglo XXI sigue vigente esa desigualdad entre hombres y mujeres, podemos decir que estas desigualdades entre hombres y mujeres es evidente, es por lo mismo que existe todavía la necesidad de que se desarrollen nuevas políticas, cambios en la cultura, en la organización de las empresas, y para esto existe algo muy importante para erradicarlo, analizo yo, y que se podría decir que es la educación, ella es el principal instrumento para lograr una equidad de género mucho muy relevante y muy respetable en todos los ámbitos.
Ahora de igual manera si reconocemos y abordamos el tema de la
discriminación, la historia nos ha dado múltiples muestras de discriminación esto especialmente contra las niñas y las mujeres, el éxito contra cualquier forma de discriminación, ya sea de clase, raza, etnia o edad, primeramente es superar estos problemas que exigen atención desde distintos frentes: siendo político, jurídico, se puede decir cultural también muy importante, pero mucho más importante lo que mencione al principio en el primer párrafo y me refiero a lo educativo, que es lo esencial para erradicar estos problemas que nos aqueja día a día.
La equidad podemos decir que es el reconocimiento de que todas las
personas somos iguales en dignidad y derechos y, por ende, todos debemos tener garantizados las mismas oportunidades para orientar nuestra vida en la forma que decidamos y estar a salvo de privaciones graves, y al reconocer esta equidad podemos decir que implican dos condiciones la igualdad de oportunidades y la creación de condiciones para que esas oportunidades puedan aprovecharse por igual entre todas las personas. DESARROLLO
Empezáramos por entender la palabra, equidad de género y esta se
refiere a “respetar y valorar las diferencias entre personas para garantizar sus derechos humanos, atendiendo las necesidades, obligaciones y su potencial humano”.
En este ensayo hablaremos un poco de hechos históricos más que
nada nos enfocaremos sobre las mujeres que en muchas ocasiones han sufrido en distintas épocas del tiempo y en las que no se les respetaba sus derechos, por el simple hecho de ser mujer.
Pero el reconocimiento que hasta ahora conocemos, de la igualdad
de género ha sido una conquista histórica de las mujeres, desde hace más de 250 años y que el plantearse la igualdad de derecho era un hecho muy sorprendente ya que se consideraba que las mujeres eran naturalmente diferentes e inferiores a los hombres.
Retomando un poco de lo que paso en septiembre de 1791 en el
país de Francia, cuando una mujer revolucionaria se atrevió a escribir, con cierta ironía, su versión femenina: "Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana". Esta mujer se llamaba Olympe de Gouges y su acción despertó recelos entre sus homólogos revolucionarios masculinos, quien de alguna manera alzaba la voz para que la asamblea francesa no olvidase a las mujeres, y con su texto denunciaba que la original "Declaración del hombre y del ciudadano" no recogía el derecho de la mujer al voto, a la propiedad, al acceso a las instituciones públicas, al ejercicio de una profesión, etc., en definitiva planteaba la igualdad jurídica entre hombres y mujeres, dicha postura no fue compartida y Olympe fue guillotinada en 1793, dos años después de presentar su trabajo. A raíz de esto, surge la inquietud de que las mujeres no sean vulnerados sus derechos, y los gobiernos del mundo inician el reconocimiento de la igualdad entre mujeres y hombres como un derecho hasta a inicios del siglo XX cuando se reconoció que las mujeres gozaban del mismo estatus jurídico para participar en la vida pública, tanto en cargos de elección popular, como en la economía y el trabajo.
Se puede decir que a inicios del siglo XX, la equidad de género
toma su curso un poco despacio y esto gracias a las convenciones distintas que se realizan en distintas partes del mundo, pero hay que tomar en cuenta que el tema es muy importante ya que al hablar de este tema y de este concepto es amplio y abarcador porque está relacionado directamente con la igualdad de derechos entre ambos sexos e implícitamente con lo que se denomina justicia, y se puede mencionar también que por un lado, el derecho es un cuerpo de normas que constantemente son elaboradas o creadas por el hombre con el fin de mantener un orden y conseguir la convivencia pacífica entre todas las personas.
Por lo que, ya aterrizando en nuestro país, podemos decir que aún
nos falta un camino muy largo por recorrer para denominarnos un país que se maneja con igualdad entre sexos. Para lograrlo, pienso que los hombres y las mujeres del presente y del futuro debemos explorar fórmulas más equilibradas en un nuevo modelo que procure no volver a incurrir en los conocidos tropiezos del pasado y que permita que mujer y hombre sean iguales en su dignidad y complementarios en sus diferencias, también debemos recordar que la equidad de género en la sociedad debe ser concebida como un valor y una práctica fundamentales para lograr dicho objetivo. CONCLUSION
“La equidad de género es un principio constitucional que
estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley", lo que significa que todas las personas, sin distingo alguno tenemos los mismos derechos y deberes frente al Estado y la sociedad en su conjunto.
Sabemos bien que no basta decretar la igualdad en la ley si en
la realidad no es un hecho. Para que así lo sea, la igualdad debe traducirse en oportunidades reales y efectivas para ir a la escuela, acceder a un trabajo, a servicios de salud y seguridad social; competir por puestos o cargos de representación popular; gozar de libertades para elegir pareja, conformar una familia y participar en los asuntos de nuestras comunidades, organizaciones y partidos políticos.
Con el trascurrir del tiempo se han venido logrando grandes
progresos en materia de igualdad de género, consiguiendo la paridad entre niños y niñas en la enseñanza primaria y mejorando el acceso de las mujeres al mercado laboral y su participación en política, se puede decir que el principal objetivo de una modelación de equidad de género tiene como meta, promover el valor de la equidad como un valor solidario, democrático, que apoya la tolerancia y la integración, esto sin eliminar las diversidades y teniendo a su vez como resultado la mayor aspiración de justicia.