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Sal 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu

quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Los hijos de Jacob van de regreso a Egipto, necesitan


comprar alimento y recuperar a su hermano Simeón, ahora
llevan a su hermano Benjamín, ya que era un requerimiento
de José, el anciano padre se ha quedado con el corazón a
punto de pararse sin saber lo que va a acontecer en Egipto
con el segundo hombre mas poderoso de la tierra, pero las
mismas emociones están en el corazón de los hermanos de
José, que pensamientos se atraviesan por su mente, de qué
van conversando, como le van a explicar lo del dinero que
apareció en sus costales, en fin hay tantos interrogantes y
muy pocas respuestas.
Finalmente llegan a Egipto, tan pronto arriban al país le
explican al mayordomo de José lo del dinero y el hombre
les respondió…
Gén 43:23 Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios
de vuestro padre os dio el tesoro en vuestros costales;
Es interesante que la palabra “Paz” que usa el mayordomo
egipcio es la palabra hebrea “Shalom” que significa
tranquilidad absoluta aun medio de la mas terrible situación,
obviamente producida por el Dios de Israel, y precisamente a
renglón seguido el hombre les que el Dios de ellos, de los
hebreos es Quien arregló todo eso… ahora porqué este
Egipcio sabia tanto del Dios de los hebreos?... de quien había
aprendido?... quien le había testificado de ese Dios?... claro
que si… José… que tremenda la influencia de José aún en los
egipcios…
DIOS SIEMPRE ESTÁ INVOLUCRADO EN LOS ASUNTOS DE
AQUELLOS QUE LE AMAN… BUENO EN ESTE CASO NO ME
REFIERO TANTO A LOS HERMANOS DE JOSÉ SINO A ÉL… el
sentimiento de culpa de los hermanos de José era tan grande
que no les permitía ver que Dios estaba en el asunto, ese
sentimiento de culpa les impedía ver la misericordia del
Señor para con ellos… acaso no nos suele suceder asi a
nosotros…?

Los hacen pasar a la casa de José ellos al verlo se postran


rostro a tierra, exactamente como en el sueño… Gén
43:27 Entonces les preguntó José cómo estaban, y dijo:
¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo pasa bien?
¿Vive todavía?
Gén 43:28 Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro
padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
Gén 43:29 Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su
hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro
hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios
tenga misericordia de ti, hijo mío.
Gén 43:30 Entonces José se apresuró, porque se
conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó
dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.
Las emociones son incontenibles para José en este punto de
la historia, de repente el bien parecido e inteligente líder de
millones de personas se va corriendo a su habitación y rompe
en llanto y sollozos, de repente es como un niñito que
extraña a papa, se enternece al ver a su hermano menor,
piensa en todo lo vivido y las lagrimas corren por su
mejillas!!!
Les tengo que abrir mi corazón ahora para decirles que
muchas he atravesado por valles de lágrimas, ha habido
momentos en que he pensado que no puedo mas, ha habido
noches en que me he dormido con lágrimas en mis ojos, no
porque me falte la fe o la esperanza en el Señor, sino por mi
humana debilidad, ha habido noches de vigilia en la que me
quedo clamando a Dios, tal vez lo mismo que usted.
Así es la vida cuando uno decide ser auténtico, en vez de
andar protegiendo una imagen superconfiada. Es consolador
y gratificante saber que no somos los únicos que hemos
tenido momentos así… recuerdas alguna escena en la vida
del rey David, parecida a esta, o en la vida del apóstol Pablo
o lo que es mas reconfortante recuerdas alguna escena de
esas en la vida de nuestro Salvador Jesucristo?...
Es cierto que José era un hombre poderoso y con grandeza
en Egipto, pero tambien era un ser humano auténtico, con
emociones humanas auténticas, que podía apartarse del
poder y tener fortaleza para derramar su corazón en llanto.

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