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Universidad Abierta Para Adultos

(UAPA)

Asignatura:
Introducción al Estudio del Derecho Privado
Tema:
Ensayo Analítico

Sustentado por:

Carla Esther Valdez Rosario

Matricula
201908335

Carrera:
Derecho

Facilitador:
Alberto Jiménez Monegro

Recinto Nagua
María Trinidad Sánchez, Rep. Dom
Introducción

En este trabajo se tratara sobre la unidad diez del programa de la asignatura en


dicho trabajo se encontrara diferentes temas como son los vicios del
consentimiento, el contrato, consensualismo entre otros temas de suma
importancias. Expresamos en una forma precisa y clara lo que encierra cada
uno de ellos poniendo en claro que no hay consentimiento valido, si he dado
por ello arrancado con violencia o sorprendido por dolo.

En el desarrollo de este tema nos daremos cuenta de cuáles son los vicios que
provocan la nulidad del contrato, y en cada artículo presentado trataremos los
diferentes tipos de vicios que existen como es el dolo, el error, la violencia, la
lesión y la incapacidad.

El derecho romano distinguió entre la voluntad en sí misma y la declaración de


voluntad, en la antigüedad el derecho otorgaba validez a los negocios jurídicos
celebrados bajo presión luego el prestor subsanó esa injusticia, mediante la
concepción del actio quos metus causa. Ulpiano refiere que, en su contenido
primitivo preveía indistintamente la violencia física y el miedo, posteriormente
se suprimió la primera por ser inútil.
Realice un ensayo analítico sobre el contenido del tema  de la
unidad X del programa.
En toda empresa nos vamos a encontrar multitud de situaciones que, por sus
características, deben estar sujetas a la legalidad vigente en cada momento:
las transacciones comerciales o mercantiles, las relaciones entre los
trabajadores y los empresarios, las relaciones entre los socios o con el
patrimonio de la empresa, etc.

Para regular todas estas relaciones, existe un instrumento jurídico llamado


contrato por el cual se generan obligaciones y derechos para regular relaciones
personales, patrimoniales y económicas. Es uno de los instrumentos jurídicos
más utilizados, no solo por las empresas, sino también por los trabajadores y
particulares para regular una relación entre dos partes.

Consentimiento: es el acuerdo de voluntades sobre la materia objeto de


contrato que se manifiesta por el concurso de la oferta y la aceptación. El
consentimiento y la capacidad para prestarlo están presentes en los artículos
1.262 al 1.270 del Código Civil.

La causa del contrato hace referencia a la causa jurídica del mismo y no al


motivo personal de cada uno de los contratantes para celebrar el negocio
jurídico. Es uno de los elementos sin el cual éste es nulo. Se debe tratar de una
causa lícita y no falsa y está regulado en los artículos 1.274 al 1.277 del Código
Civil.

El principio del consensualismo como fundamento del contrato

En materia de derecho de los contratos, el consentimiento de la parte que se


obliga está regido bajo las normas propias del principio del consensualismo. En
virtud de este principio, los contratos se forman por el solo consentimiento de
las partes, y los modos para su exteriorización son libres9.

El alcance de la voluntad humana y su capacidad para crear vínculos jurídicos


sin necesidad de ningún ropaje especial ha sido elevado a la categoría de
principio.

El solus consensus obligat significa que la voluntad todopoderosa y


autosuficiente basta para ser fuente y medida de los derechos y obligaciones
contractuales.

En virtud del principio del consensualismo, excepcionalmente la validez del


acuerdo se encontrará condicionada a la utilización de ciertas formas exigidas
por la ley o por el mismo acuerdo entre las partes cuando ellas así lo
dispongan. En este sentido, en principio, ningún requisito específico es
requerido para la formación del consentimiento del contrato.
No obstante parecer tan sencilla la delimitación de la noción del
consensualismo, es importante aclarar que este, garante de la simplicidad y
rapidez en los contratos, no necesariamente significa, como corrientemente se
afirma, ausencia de forma. Por el contrario, el consensualismo implica la
utilización de modos de exteriorización del querer de las partes, ya que la
voluntad siempre debe revestir alguna forma para poderse manifestar. El punto
fundamental está en identificar que bajo el principio del consensualismo la
utilización de esos medios se dará en absoluta libertad. Así, podríamos definir
el principio del consensualismo como la libertad para escoger las formas de
exteriorizar la voluntad y no como la ausencia de éstas.

Vicios del consentimiento. El error. El dolo. La violencia

Los vicios del consentimiento

No hay consentimiento válido, si ha sido dado por Error, arrancado por


Violencia o sorprendido por Dolo, según el Art.1109 del Código Civil.

El vicio del Consentimiento es la ausencia de una voluntad sana con


el objetivo de falsear, adulterar, anular dicha voluntad y alcanzar propósitos
deseados lo cual compromete su eficacia. La voluntad queda excluida cuando
el consentimiento en su forma exterior está viciado.

Los Vicios del Consentimiento son: el error, el dolo, la violencia, la lesión y la


incapacidad.

Consentimiento.

Es el elemento volitivo, el querer interno, la voluntad que, manifestada bajo el


consentimiento, produce efectos en derecho. La perfección del contrato exige
que el consentimiento sea prestado libremente por todas las partes
intervinientes. La voluntad se exterioriza por la concurrencia sucesiva de
la oferta y de la aceptación, en relación a la cosa y la causa que han de
constituir el contrato. Será nulo el consentimiento viciado, por haber sido
prestado por error, con violencia o intimidación, o dolo.

Los vicios del consentimiento. La ausencia de vicios en el consentimiento es


imprescindible para la validez y eficacia del contrato, a cuyo fin se requiere que
la voluntad no esté presionada por factores externos que modifiquen la
verdadera intención. Los más destacados vicios del consentimiento se
encuentran (a) el error, (b) la violencia y (c) el dolo.
El error

Es una idea inexacta que se forma un contratante sobre uno de los elemento
del contrato, en el que podemos creer que un hecho que es falso es verdadero
y viceversa.

Implica el defecto de concordancia entre la voluntad verdadera, la voluntad


interna y la voluntad declarada lo que crea un desequilibrio en el contrato. La
doctrina distingue los errores que excluyen el consentimiento, aquellos que lo
vician y los que jurídicamente resultan irrelevantes.

Existen 3 categorías de errores:

Error Obstáculo: es el error que hace el acto jurídico inexistente, porque no sólo
vicia sino que destruye el consentimiento, impidiendo que el acto jurídico se
forme.

Esta situación puede darse:

Cuando recae sobre la naturaleza misma del acto jurídico

Cuando recae sobre la existencia del objeto de la obligación.

Cuando recae sobre la identidad del objeto de la convención.

El error que hace el acto jurídico anulable se manifiesta cuando recae sobre la
sustancia misma de la cosa que constituye el objeto del contrato, según el Art.
1110 del Código Civil.

El dolo

Es la maniobra empleada por una persona con el propósito de engañar a otra y


determinarla a otorgar un acto jurídico. Este engaño es cometido en la
conclusión de los actos jurídicos.

El dolo es un error provocado, donde queda evidenciado que sin ellos los
contratantes no hubiesen contratado la otra parte y en este caso es causa de
nulidad por haberse utilizado este medio. El dolo no se presume: debe
probarse, según el Art.1116 del Código Civil.

Es precisó que este haya sido cometido por uno de los contratantes en contra
del otro para que sea probado por aquel que lo alega y en este todos los
medios de pruebas son admisibles para probarlo.

El dolo debe de ser grave, determinante y que se haya cometido.

Se clasifica en incidental: que es aquel que sin determinar a una persona a que
otorgué un acto jurídico, la lleva a aceptar condiciones más onerosas y en dolo
principal: que es aquel que viciando la voluntad de una persona la determina a
otorgar un acto jurídico.

Relación error y dolo.


Dado que el dolo conduce inevitablemente al error, hace que la víctima
manifieste su voluntad en razón del error a que se le ha inducido, puede uno
preguntarse si la teoría del dolo no está prácticamente envuelta por la del error.
Sin embargo, lo anterior no significa que dolo y error se confundan, pues el
acto se anula por dolo, sin que sea necesario que concurran, además, los
requisitos del error como vicio del consentimiento. El dolo constituye un vicio
del consentimiento distinto del error y, por lo mismo, es una causa en sí
suficiente para anular un acto, aún cuando el error provocado por el dolo no
sea no sea de tal magnitud que vicie el consentimiento.
La violencia

Es la compulsión ejercida sobre una persona para determinarla a realizar un


acto y que vicia su consentimiento. Esta es exterior, cuando consiste en
impresiones físicas sobre el cuerpo, violencia física y la violencia moral que es
una presión sicológica ante el temor inmediato de un daño serio a sí mismo o a
más personas obligándola a pactar forzando su voluntad.

Hay violencia cuando esta es de tal naturaleza, que haga impresión en sujeto
de sano juicio provocándole temor de exponer su persona o su fortuna, a un
mal considerable y presente, según el Art. 1112 del código civil. Esta es causa
de nulidad del contrato cuando se haya ejercido en la persona del contratante o
su cónyuge, descendientes o ascendientes de aquél, según el Art. 1113 de
código civil.

El Art. 1114 expresa que; El temor respetuoso hacia los padres u otros
ascendientes, sin que hayan mediado verdaderos actos de violencia, no basta
por sí solo para anular el contrato.

Un contrato no puede ser impugnado nuevamente por causa de violencia, si


después de cesada ésta se ha aprobado el contrato expresa o tácitamente, o
dejando pasar el tiempo de la restitución fijado por la ley, según el Art. 1115 del
Código Civil.

La rescisión por lesión

Es una acción que tienen los vendedores o sus herederos para rescindir las
transferencias de inmuebles que han sido traspasados por un precio inferior a
la mitad del valor de mercado de dicho inmueble. Los requisitos para su
ejercicio son que se trate de transferencias de bienes inmuebles y que el precio
de transmisión sea inferior a la mitad del valor que el inmueble tenga como
precio de venta. El plazo para ejercer esta acción es de cuatro años desde la
fecha del contrato. El adquirente puede evitar la rescisión de la transmisión
pagando la diferencia entre lo que abonó y el precio de mercado.

Capacidad e Incapacidad

En Derecho la Capacidad es la medida o porción de la personalidad traducida


en la idoneidad para establecer relaciones jurídicas determinadas.

La Incapacidad es el defecto o falta total de la idoneidad para ser titular de


derechos, contraer obligaciones y adquirir deberes.

En Derecho la Capacidad es la medida o porción de la personalidad traducida


en la idoneidad para establecer relaciones jurídicas determinadas.

) CAPACIDAD DE GOCE. La Capacidad De Goce es la idoneidad que tiene


una persona para adquirir derechos. Cuando una persona nace viva la ley le
reconoce derechos, desde que nace goza de esos derechos, por ejemplo se
beneficia del derecho al nombre, a tener bienes de su propiedad, etc.

2) CAPACIDAD DE EJERCICIO. La Capacidad De Disfrute o Ejercicio es la


idoneidad de una persona para ejercitar personalmente esos derechos. Casi
todas las personas tienen capacidad de goce de derechos pero no todas
pueden ejercitarlas personalmente. Por ejemplo una persona propietaria de un
inmueble pero menor a 21 años tiene Capacidad De Goce pero aún le falta la
Capacidad De Ejercicio. Es decir aun no puede vender personalmente su bien
inmueble.

El Objeto la causa

El objeto del contrato: Antecedentes doctrinarios. El objeto del contrato ha sido


materia de numerosos estudios y un tema muy debatido en la doctrina,
tradicionalmente confusa y en desacuerdo. También se lo ha confundido con la
causa el elemento más conflictivo para definir- con la que guarda una estrecha
relación aunque no se pueden asimilar, aun cuando exista entre ellos una
estrecha relación.

El objeto (inmediato) son las obligaciones a que refiere el contrato: para esta
posición las obligaciones no serían efectos sino objeto. Dentro de esta línea se
admite un objeto mediato que es el objeto de la obligación, vale decir la cosa o
el hecho positivo o negativo que constituye el interés del acreedor. Dentro de
esta posición los autores plantean diversas consideraciones y así Osti (Osti,
Giuseppe) el objeto mediato es la prestación entendida como el medio jurídico
con el cual se alcanza un resultado útil.
La Nulidades

La nulidad es, en Derecho, una situación genérica de invalidez del acto jurídico,
que provoca que una norma, acto jurídico, acto administrativo o acto procesal
deje de desplegar sus efectos jurídicos, retrotrayéndose al momento de su
celebración. Para que una norma o acto sean nulos se requiere de una
declaración de nulidad, expresa o tácita y que el vicio que lo afecta sea
coexistente a la celebración del mismo.

Tiene por fundamento, proteger intereses que resultan vulnerados por no


cumplirse las prescripciones legales al celebrarse un acto jurídico o dictarse
una norma. Acto administrativo o judicial.

Antes de que se produjera la declaración de nulidad, la norma o acto eran


eficaces. Por ello, la declaración de nulidad puede ser ex nunc (nulidad
irretroactiva, se conservan los efectos producidos antes de la declaración de
nulidad) o ex tunc (nulidad retroactiva, se revierten los efectos producidos con
anterioridad a la declaración de nulidad).

La nulidad en la historia constitucional de Estados Unidos es una teoría legal


bajo la cual un estado tiene derecho a declarar nula o a invalidar cualquier ley
federal que ese estado considere inconstitucional.

Clasificación de las nulidades

La nulidad se puede clasificar doctrinariamente:

Nulidad expresa o nulidad virtual.

Nulidad manifiesta o no manifiesta, que coincide con la nulidad y anulabilidad


respectivamente.

Nulidad absoluta y nulidad relativa.

Nulidad total y nulidad parcial.

Es totalmente relativa

Prescripción de la acción en nulidad

El plazo para la prescripción de la acción en materia de nulidad absoluta y


nulidad relativa se distingue no solamente en cuanto a su duración, veinte años
para la nulidad absoluta y cinco años para la nulidad relativa; sino igualmente
en cuanto a su punto de partida.

Tal y como lo establece el propio texto del artículo 1304 del Código Civil, la
prescripción de cinco años, establecida para la nulidad relativa, comienza a
correr a partir "en caso de violencia, si no desde el día en que ha cesado ésta;
en caso de error o dolo, desde el día en que han sido éstos descubiertos. No
se cuenta el tiempo con respecto a los incapacitados por la ley, sino desde el
día en que les sea levantada la interdicción, y con relación a los actos hechos
por los menores, desde el día de su mayor edad". Más sin embargo, tratándose
de una nulidad absoluta, cuya prescripción veinteñal está dispuesta en nuestro
derecho por el artículo 2262 del Código Civil, comienza a contar del día en que
es hecho el acto argüido de irregular.

Puede ocurrir, no obstante, que en materia de nulidad relativa la prescripción


quinquenal no expire, por encontrarse en estado de suspensión, sino después
que la prescripción veinteñal de la nulidad absoluta. Esto ocurriría cuando el
dolo no haya sido descubierto sino después de pasados los veinte años. En
principio, ninguna acción debiera quedar abierta después de vencido el plazo
de la prescripción de la acción en nulidad absoluta, o de derecho común. Sin
embargo entendemos que este principio admite algunas excepciones.

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