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CRÍTERIOS DE OPORTUNIDAD EN EL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL

LIC. LEONARDO ROMERO SEPULVEDA1


LIC. LUIS GABRIEL MATEO MEJÍA2

Resumen: En este documento se analiza uno de los supuestos jurídicos del


artículo 256, del Código Nacional de Procedimientos Penales vigente. Con la
finalidad de recuperar el significado y la importancia del Criterio de Oportunidad
en el Sistema Acusatorio Oral. Mismo que ha entrado en vigor y favorece, a
nivel institucional y nacional, el desahogo de juicios que necesita desahogar el
Estado, como principal encargado de hacer prevalecer el estado de derecho y
propiciar justicia de manera expedita y oportuna.

Palabras Clave: Criterio de oportunidad, Juicio Oral, Sistema Jurídico, Estado


de derecho, administración de Justicia.

Abstract: On these paper it´s analyzed one of the assumption of 256 article, of
the current “Código Nacional de Procedimientos Penales. With the object of
recover the main sense and importance of opportunity criteria in the
accusatorial proceeding system. Which institutional and national currency let to
discharge the State, like first responsible of administration of justice and take
care of survive the rule of law.

Key Words: Opportunity criteria, Accusatorial proceeding, Rule of law,


Administration of justice.

1
Lic. Derecho. Docente de apoyo en el sistema de Educación a Distancia del
I.T.S.P´urhépecha.
2
Lic. Filosofía. Docente de apoyo en el sistema de Educación a Distancia del
I.T.S.P´urhépecha.

1
Conceptos Preliminares:

a) Juicio de Valor: Se define por juicio la capacidad de distinguir entre lo


bueno y lo malo, entre lo acertado, y la cordura, entre lo que tiene seso o
dictamen apreciado por la razón3.
b) Criterio de Oportunidad en materia de Juicio Oral: Desde la nueva
revisión del sistema penal acusatorio, queda aceptada la oportunidad de
aplicar el criterio de acusación, en función de la gravedad del daño,
permitiendo al sujeto implicado, ser considerado bajo la demanda de
aplicar la justicia oportuna y expedita4.
c) Sistema Acusatorio Oral y Adversarial: El sistema oral, que también es
adversarial, evita llegar a la movilización de todo el aparato penal del
estado, para esclarecer la posibilidad, delimitación o alcance de un acto
delictivo5. En esta modalidad se busca en todo momento mantener la
presunción de inocencia del acusado. Se fundamenta en la constitución
política de los Estados Unidos Mexicanos, además de integrar los
principios de publicidad, inmediación, concentración, continuidad y
contradicción. En este tipo de sistema no se pretende por default otorgar
mayores derechos, sino demostrar el verdadero sentido de la flagrancia
en el acto, evitando mayores injusticias por la falta de pruebas verídicas
que acusen al sujeto señalado como responsable. Se divide en tres
etapas: preliminar, o de investigación; intermedia; y juicio oral o debate.
d) Rezago Penal: El rezago penal es un término que hace alusión a la
actualidad del sistema jurídico penal, que tiene juicios pendientes o en
cola, debido a la instrumentación del aparato judicial. Dicho rezago
afecta en materia de justicia, a todas aquellas personas que esperan un
juicio con apego a los estándares de calidad que implican los avances
en materia de derechos humanos. Hoy en día, México cuenta con

3
RAE. Diccionario en línea. Visto el día 20 de marzo de 2015 en:
http://lema.rae.es/drae/?val=sumo
4
VILLAREAL, A. El desarrollo de los criterios de oportunidad en la legislación penal mexicana y
la necesidad de establecer directrices constitucionales. Red de Investigadores parlamentarios.
Parlamento de la Judicatura Federal. México. D.F. 2013.
5
GOBIERNO FEDERAL. Manual del nuevo sistema de justicia del estado de Tamaulipas.
Gobierno del Estado. 2010.

2
algunas leyes secundarias, que pueden solucionar y remediar la
demanda de justicia.
e) Código procesal penal: Es el canon o materia procesal, que implica una
normatividad y terminología adaptada a los procesos legales que
requiere la impartición de justicia. Su publicación se da a todo el público
en general en los diferentes medios de comunicación.
f) Facultad o potestad para la aplicación de criterios de oportunidad: Por
facultad se define la habilidad o capacidad que tiene un funcionario en
materia de orden público, de detentar la aplicación de su criterio
personal, para deliberar de forma acusatoria o defensoría, ante el
posible acto delictivo o flagrante que pueda tener una persona en el
ejercicio de su ciudadanía o civilidad. Dicha facultad puede ser
considerada como una responsabilidad del Ministerio Público6.

En el estudio del derecho encontramos los dilemas como elementos


circunstanciales para comprender la importancia de las decisiones y la justicia
que ello implica, por ello, en el siguiente caso se ejemplifica la
circunstancialidad de un criterio de oportunidad en materia penal.

Supongamos que un conductor, padre de familia, viaja en carretera


acompañado de su hijo mayor, que cuenta con 12 años de edad, en su carro
particular a exceso de velocidad, lo que provoca, que ante un descuido se
impacte de frente contra otro automotor que venía en sentido contrario. Esté
padre de familia toma conciencia minutos después del evento, para darse
cuenta que su hijo perdió la vida en el impacto. Como su hijo pierde la vida, es
detenido con la posibilidad de resultar declarado culpable de homicidio culposo
y condenado a pena privativa de su libertad. Surge entonces la pregunta: ¿Qué
es más grave para este conductor, la pena moral que invade la pérdida de su
ser querido o el padecimiento físico al ser privado de su libertad al ser
condenado a pena privativa de la misma por su responsabilidad a título culposo
de la muerte de su hijo?

De esta situación se puede observar que la habilidad para solucionar y


enfrentar los dilemas, son una parte esencial en la filosofía del derecho. Por

6
Ibid. GOBIERNO FEDERAL. P. 20 ss.

3
otra parte, la forma en que se efectúan los juicios en materia penal en México,
implica una demanda y una necesidad, para desahogar la demanda y llevar al
día el sistema jurídico, por lo que los juicios orales, vienen a contribuir en la
reducción del rezago penal y en la puesta al día en la impartición de justicia.

Hoy en día, se presenta como novedosa la aplicación de juicios orales en


nuestro sistema penal mexicano. Lo que viene a dar un significativo avance en
la actualización del sistema jurídico que demandan las necesidades de nuestra
sociedad. No obstante, las leyes mexicanas han mantenido un marco evolutivo
que puede ser contrastado con los países de Centroamérica y Europa7. Dicha
evolución favorece no solamente la demanda que tiene el Estado, sino la
búsqueda del ideal de justicia, con estricto apego a la racionalidad y la
experticia que amerita un estado con pretensión democrática y secular 8.

I. Definiciones:

El Juicio Oral es una realidad en nuestro país. Por juicio oral se define aquella
metodología que permite dar solución a una controversia en materia penal.
Otras ramas del derecho como son la mercantil o civil, ya han integrado esta
metodología de trabajo. Para comprender cabalmente la importancia de esta
metodología se deben de explicar sus partes, que son: a) la inmediación, b) la
contradicción, c) la oralidad, d) la concentración, y e) publicidad.

a) La inmediación hace referencia a la presencia del Juez y de las partes


involucradas en el momento del juicio.
b) La contradicción, que implica el desarrollo de la controversia en todos
sus sentidos, bajo la búsqueda de la realidad y con la metodología del
dialogo, se abre el espacio a considerar los pros y los contras, así como
las aseveraciones y sus antagonismos. Permitiendo que el Juez pueda

7
LUNA, T. SARRE, M. La etapa de investigación en el sistema de justicia penal de México.
Organización Mexicana de estudios jurídicos. 2011. p. 11 ss.
8
GARZÓN, E. y LAPORTA, F. El derecho y la Justicia. Enciclopedia Iberoamericana de
Filosofía. Editorial Trota. Madrid España. 2000. p.19 ss. .

4
tomar una solución estrictamente apegada a derecho y conforme a la
verdad.
c) La oralidad, que es el principal gesto del tipo de juicio, ya que no
requiere dar respuestas a las demandas a través de documentos y
textos. Lo que viene a simplificar los procesos de trabajo en cualquier
tipo de juicio.
d) Su carácter público que hace referencia a la necesidad de ser abierto y
dado a conocer al público en general, en este sentido, toda persona que
requiera escuchar puede estar presente en la solución de la
controversia.
e) La concentración, que hace referencia al desahogo y agotamiento de
todas las pruebas, documentos y evidencias que se implican en el caso
a ser considerado como problema y controversia por las partes
afectadas en el menor número de audiencias9.

En cuanto a los criterios de oportunidad y sus definiciones, Maier, lo define


como “la posibilidad de que los órganos públicos, a quienes se les encomienda
la persecución penal, prescindan de ella, en presencia de la noticia de un
hecho punible o, inclusive, de la prueba más o menos completa de su
perpetración, formal o informalmente, temporal o indefinidamente, condicional o
incondicionalmente”10. Lo que nos permite observar la ventaja de un juicio oral,
dada la autonomía que prescribe al órgano regulador de justicia.

Para Sánchez, el criterio de oportunidad es la “discrecionalidad concebida al


Ministerio Público, a fin de que este decida sobre la persecución penal pública,
especialmente en los casos de delitos leves y con tendencia a ampliarse en la
mediana criminalidad”11. Enfatizando en la capacidad de solucionar conflictos,
que no requieren la operación de la totalidad del aparato jurídico del estado,
que en suma, implica un mayor gasto para el Estado.

9
MERINO, J. OCHOA, R. Y ROSAS, X. El proceso de Aplicación de los Criterios de
Oportunidad. Instituto Nacional de Ciencias Penales. México. P. 92 ss.
10
MAIER, J.B.J. Derecho Proceso Penal Argentino. Hammurabi, Buenos Aires, 1997. P. 55.
Citado en: Peña González, O. Técnicas de litigación Oral. Flores Editor y Distribuidor. Segunda
Reimpresión, México, 2014. P 69.
11
SÁNCHEZ, Velarde. P. VI Taller Nacional sobre Justicia y Derechos Humanos. Materiales de
Lectura. CEAS, Lima. 1992. Citado en: Peña González, O. Técnicas de litigación Oral. Flores
Editor y Distribuidor. Segunda Reimpresión, México, 2014. P. 70.

5
"El Principio de Oportunidad significa la posibilidad de que los órganos
públicos, a quienes se les encomienda la persecución penal, prescindan de
ella, en presencia de la noticia de un hecho punible o, inclusive, frente a la
prueba más o menos completa de su perpetración, formal o informalmente,
temporal o definitivamente, condicionada o incondicionalmente, por motivos de
utilidad razones político criminales"12. Dicho principio se infiere de varios
conceptos, especialmente del concepto justicia en la filosofía del derecho, el
cual explica que siendo obligación del estado expedir la justicia, existe una
correlación en cada individuo, para aceptar la responsabilidad que implica su
libertad, dentro de un marco de legalidad y democracia. Mismo que regula la
forma en que se desarrolla la sociedad13.

El principio de oportunidad, “No debe entenderse exclusivamente como una


renuncia bajo ciertas condiciones a la acción penal por parte del fiscal, sino
más bien un tratamiento penal diversificado del conflicto social representado
por el hecho delictivo”14. A su vez, la metodología para analizar los
fundamentos normativos en todos los criterios de oportunidad, implican una
variable ético profesional, en donde se describen las potencialidades que se
tiene como sujeto al cargo, para desarrollar un juicio intelectual adecuado,
aplicando el criterio correspondiente de la forma racional que integre la
evidencia y su adecuación con lo aprehendido por la razón, al momento de
determinar un resultado.

Por otra parte, Peña Gonzáles, enfatiza en entender a un criterio de


oportunidad como la facultad que tiene el ministerio público, como titular del
ejercicio púbico de la acción penal, de abstenerse de su ejercicio, o en su caso,
de solicitar ante el órgano jurisdiccional el sobreseimiento de la causa cuando
existan algunos elementos probatorios de la realidad del delito, o cuando se
encuentra acreditada la vinculación con el imputado y se cumplen los
presupuestos establecidos por ley. El imputado debe expresar su
12
MARTÍNEZ, G. Vías alternativas de la Solución de Conflictos. Universidad de Granma. Cuba.
2011. P. 50. Op. Cit. Gimeno Sendra. Et. Al. Derecho Procesal Penal. Tirat Blanch. Valencia
1993. Página 53.
13
UGARTE, G. José. J. Curso de Filosofía del Derecho. Textos Universitarios. Tomo 1.
Universidad Católica de Chile. Chile. P. 368. ss.
14
ORE, Guardia, Arsenio. Manual de Derecho proceso penal, Alternativas. Lima. 1996. Op. Cit.
Peña González, O. Técnicas de litigación Oral. Flores Editor y Distribuidor. Segunda
Reimpresión, México, 2014. P. 71 ss.

6
consentimiento para la aplicación del citado principio, el cual no implica
necesariamente la aceptación de su culpabilidad15.

Como se observa, el grado de bondad del acto humano, es al mismo tiempo


una parametrización del daño que puede ocasionar un acto voluntario o
involuntario, por ello, los problemas ocasionados por la convivencia social y por
la conducta humana, generan un punto de vista del desarrollo de la sociedad,
misma que toma el Estado, como antecedente para precisar la forma en que
las leyes deberán ser implementadas. En ese sentido, el lenguaje prescriptivo
mantiene una autonomía al ser el reflejo del espíritu de la sabiduría que busca
la justicia en todo momento y lugar16. Por lo que todo criterio de oportunidad
presenta límites en su aplicabilidad y permite colaborar al desahogo del trabajo
pericial y judicial, sin suplantar o evitar el seguimiento que debe el aparato
jurídico del estado, ante un delito de orden superior.

La oportunidad que tiene el fiscal para no iniciar o continuar un procedimiento


penal, hace referencia a un supuesto y no a una definición como tal; misma que
implicaría una observación desde la filosofía del derecho en el concepto de
justicia. Entonces, un Criterio de Oportunidad17, viene a ser un supuesto del
Artículo 256, en donde se señalan los Casos en que Operan éstos.

A su vez, el contexto sociocultural de nuestra sociedad y en cada estado de la


República Mexicana, juega un papel de suma importancia para entender la
conducta de los ciudadanos18. Si bien podemos apreciar un relativismo cultural
en los medios masivos de comunicación, los puntos de vista de la ciudadanía,
así como los puntos de vista de la política, convergen en un análisis racional
que parte de la hermenéutica de la aplicación de las leyes. Dicho criterio no
carece de un marco de prescripciones que regulan la implementación,
normativa, regulación y generación de leyes. Razón por la cual, a nivel
institucional, las leyes mexicanas, como es el caso del Código Nacional de

15
Ibid. Peña González, O. P. 72 ss.
16
GUASTINI, Ricardo. Distinguiendo. Estudios de teoría y metateoría del Derecho. Gedisa
Editorial. España. 1999. P. 93 ss.
17
NORMATECA. Código Nacional de Procedimientos Penales. Repositorio digital. En línea. P.
73 ss. Visto el día 23 de junio de 2015 en:
http://www.normateca.gob.mx/Archivos/66_D_4019_26-01-2015.pdf
18
Ibid. GOBIERNO FEDERAL. P. 6. ss.

7
Procedimientos Penales, no carecen de un cuadro axiológico fundamentado en
la Constitución Política de nuestro país.

Dicho cuadro axiológico permite manifestar criterios en la conducta, tanto en la


responsabilidad de todo agente acusador, como en la responsabilidad de los
actos de cualquier ciudadano. Como es lógico, las garantías constitucionales
implican la libertad y la responsabilidad que le confiere toda la reflexión moral al
cuidado y prevalencia de la vida19.

II. Aplicación en cuanto al caso plateado:

Si podemos considerar la antítesis teórica del principio de obligatoriedad, (o de


legalidad, como se le conoce en otros sistemas), es el principio que autoriza a
las fiscalía a decidir entre la formulación de la acusación y el sobreseimiento
del procedimiento, aun cuando las investigaciones conducen con probabilidad
rayana en la certeza, al resultado de que el imputado ha cometido un hecho
posible20.

De forma particular, si observamos el supuesto tercero del artículo señalado:


“Casos en que operan los criterios de oportunidad”, que a la letra expresa:

Artículo 256 Fracción III: “Cuando el imputado haya sufrido como


consecuencia directa del hecho delictivo un daño físico o psicoemocional
grave, o cuando el imputado haya contraído una enfermedad terminal que
torne notoriamente innecesaria o desproporcional la aplicación de una
pena21”.

Al momento de llevar este criterio al suceso del ejemplo señalado arriba,


tenemos que delimitar los siguientes aspectos: a) el agente encargado de la
averiguación puede y se encuentra en facultad de tomar una decisión ante el

19
Ibid. NORMATECA. P. 2 ss.
20
ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal. Traduccion de la 25º edición alemana por Gabriela
Córdoba y Daniel Pastor, Editores del Puerto. Buenos Aires, 2000. P. 26. Op. Cit. HESBERT,
BENAVENTE, C. Los Criterios de Oportunidad en el Proceso Penal Adversatorio y Oral. Flores
Editor y Distribuidor. México. D.F. 2015. P. 26 ss.
21
Ibid. NORMATECA. P. 74 ss.

8
evento acontecido, en base al criterio señalado; b) puede y se encuentra
facultado de dar respuesta ante el hecho, evitando así, una mayor movilidad y
aplicación del aparato jurídico del estado.

De aquí que, ante el dilema presentado en la pregunta: ¿Qué es más grave


para este conductor, la pena moral que invade la pérdida de su ser querido o el
padecimiento físico al ser privado de su libertad, al ser condenado a pena
privativa de ésta por su responsabilidad a título culposo de la muerte de su
hijo? Podemos concluir que dicho agente investigador tiene la oportunidad de
considerar, desde su juicio y experiencia personal, aquello que le representa un
mayor peso en la existencia de una persona.

Por lo que a título de ejemplo, puede tomar como mayor pena la pérdida de un
ser querido que la privación de su libertad. Considerando el contexto social y
cultural del suceso, mismo que juega un papel relevante en la plasticidad de la
vida moderna; en atención claro está, a todas las circunstancias que rodearon
el accidente vehicular planteado como supuesto22.

No obstante la experiencia, existe el riesgo de que el agente pueda señalar la


culpabilidad de la persona en cuestión de nuestro ejemplo, razón por la cual, se
hace patente el desarrollo del sistema judicial, en función de acceder a una
instancia reguladora, para hacer prevalecer el estado de derecho y para lograr
el objetivo que emana de la correcta y asertiva interpretación de las leyes. En
todo caso, se hace prevalecer el fundamento de permanecer dentro de los
parámetros legales, los cuales son irrenunciables e inalienables para todo
ciudadano23.

III. Conclusiones:

Como se observa, la aplicación de los criterios de oportunidad tiende a facilitar


la administración de justicia, descongestionando a los tribunales de la carga de

22
REQUERO I. JOSÉ. “Los Jueces en Política, su incidencia en la opinión pública”. Revista
Debate Proceso Civil Digital. Nueva Época. Año XII. Número 6. Enero 2006. P. 4 ss.
23
Ibid. NORMATECA. P. 4 ss.

9
trabajo vía juicios que a la postre, concluirán con una sentencia condenatoria
perfectamente conmutable; es decir, que al final de un juicio desgastante para
los operadores de la justicia y costoso para el estado, se otorgará la libertad del
acusado cuando éste haya estado privado de su libertad, si éste fuese el caso
o bien, ni siquiera podría ser privado de la misma durante el procedimiento, ni
por sentencia, a pesar de resultar condenado. Por otra parte, la aplicación de
los criterios de oportunidad favorece a la persecución del verdadero sentido
delictivo (delitos dolosos), no a aquellos casos en los que por circunstancias
ajenas a la voluntad de los sujetos, se ven involucrados en incidentes que se
encuadran en los elementos del tipo penal de algún delito.

No obstante las situaciones señaladas en los párrafos anteriores, el órgano


titular de la investigación podrá siempre, determinar la prosecución de ésta y en
su caso la acusación, por no considerar la procedencia de alguno de los
supuestos jurídicos en que se contienen los criterios de oportunidad, pues será
siempre una potestad del mismo24. La aplicación de los criterios de
oportunidad, tiende a llevar a juicio, sólo aquellos casos en que dada su
gravedad resulten de notoria trascendencia negativa para la sociedad y no a
aquellos que se queden en el orden de lo particular.

Una desventaja en la aplicación de los criterios de oportunidad será en todo


caso, la facultad discrecional del Fiscal Investigador, quien podría hacer uso
desmedido o inadecuado de los Criterios de Oportunidad, para liberar a
personas que son ciertamente culpables de un delito que amerita ser
perseguido por la fiscalía. Lo que viene a retomar la tesis de la necesidad de
superar los relativismos culturales que puedan afectar, bajo carencia de
principios ético-morales, la correcta aplicación del juicio y del criterio, por parte
del juez o agente ministerial.

De lo analizado, se infiere además, la relevancia ética que se tiene para todo


ciudadano, el conocimiento de la legalidad que emana del Código Nacional de
Procedimientos Penales de nuestro país. El cual permite acrecentar los valores
de la conducta social. Es claro que, una vez acontecido un daño físico o
material, en perjuicio de terceros, no implica que se pueda seguir cometiendo,

24
Ibid. GARZÓN, E. y LAPORTA, F. p. 459 ss .

10
bajo el supuesto de tener criterios de oportunidad que velan por las garantías
individuales de los ciudadanos. Estas medidas vienen a reforzar el sistema
jurídico penal y de ninguna manera favorecen el crecimiento de la actividad
delictiva.

IV. Bibliografía y Fuentes de Consulta:

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11
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de Oportunidad. Instituto Nacional de Ciencias Penales. México. P. 202.
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