1. Cómo se ejerce una ciudadanía del mundo.

La ciudadanía de este siglo está ligada al compromiso con el entorno en el que nos
desenvolvemos, es decir, a un cierto grado de conciencia con lo que pasa a nuestro
alrededor y que nos debe impulsar a la búsqueda de soluciones específicas.

Se ejerce como un modelo en proceso de construcción puede coexistir con

tendencias de signos contrarios como una explosión de identidades de tipo conjunto,
algunas veces rayan en el tribalismo local y en las posiciones excluyentes e incluso
sectarias.

2. Cuáles son los medios alternativos para resolver conflictos.

Los principales medios para la resolución de conflictos son:

La negociación: Es directa y permite a las partes tener control sobre el proceso y la

solución.

La mediación: Es un procedimiento no adversario, en el cual un tercero neutral facilita

la comunicación y ayuda a las partes a negociar para llegar a un resultado mutuamente
aceptable.
La conciliación: es armonía establecida entro dos o más personas con posiciones
divergentes.

El arbitraje: es un procedimiento mediante el cual las personas puede someter, previo

convenio, a la decisión de uno/a o varios/as árbitros/as las cuestiones litigiosas, surgidas
o que puedan surgir en materias de su libre disposición conforme a derecho.

La importancia de ser un ciudadano del mundo para su vida profesional.

Para nuestra vida profesional es de gran importancia ser Ciudadano del mundo, ya que
nos permite ser una persona con carácter proactivo, con iniciativa propia y actitud
creativa porque actuando con independencia en el ámbito profesional implica poseer
una vocación emprendedora propia de quien se valora, poseer confianza en sus
posibilidades donde se persigue el control de los tiempos y la vida posee autonomía
para gestionar problemas o situaciones adversas.

Que significa pensarse como un líder o como una lideresa en la resolución de

conflictos.

Es de gran importancia la presencia e intervención de un líder porque es quien puede

llevar a cabo acciones que permitan a las partes involucradas llegar a un acuerdo y
evitar la presencia de comportamientos que perjudiquen la integridad física y emocional
de las personas o daños a la propiedad, la formación no se refiere únicamente a la
adquisición de habilidades profesionales, sino también a la capacidad de utilizarlas
desde los valores éticos de la ciudadanía, desde los valores de una ética consciente de la
igual dignidad de cualquier persona, sea cual fuere su capacidad mental y profesional.