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Los INCORPORALES DEL LENGUAJE

,)
Beatriz Elena Maya R.
(E.P.F.C.L. - Foro Mede!Hn. Foro Pereira)

,f
Escuchamos de manera corriente entre los psicoanalistas dos
proposiciones que se vinculan entre sí. La primera es que el lenguaje
precede el sujeto, y la segunda, que hay cuerpo porque un organismo
es atravesado por el lenguaje. Propuestas que separan el psicoanálisis
de toda biologización del sujeto que interesa al psicoanálisis, y aun del
cuerpo que lo sustenta. ¿Cómo explicar la veracidad de tal proposición?
El recurso a la clínica sería el más fácil y directo. Podríamos hacer un
recorrido por la obra freudiana plagada de ejemplos que sustentan
nuestra teoría; no podríamos hacer lo mismo con los casos de Lacan,
quien se guardó de entregarlos al público abierto, con excepción de
dos viñetas tratadas muy tangencialmente para ilustrar un asunto
puntual. También podríamos ejemplificar con los de cada uno de
nosotros que escuchamos sin ver, pero la objeción común es que se
puede ver lo que queremos en los casos y se reclama una explicación
más epistémica que demuestre lo que sostenemos. Lacan no se cansó
de teorizar esto; es así cómo en el texto Radiofonía y Televisión, página
18, Anagrama, edición de 1977, leemos un apartado que daría cuenta
de nuestra inquietud; lo cito:

"Vuelvo en primer lugar al cuerpo de lo simbólico que de


ningún modo hay que entender como metáfor~. La prueba es
que nada sino él aísla el cuerpo tomado en sentido ingenuo, es
decir, aquél cuyo ser que en él se sostiene no sabe que es el_l"','gua¡e
que se lo discierne, hasta el punto de que no se constttuma si ,no
pudiera hablar. El primer cuerpo hace que el segundo _ah, se
incorpore. De ahí lo incorporal permanece marcar el primero,
del tiempo posterior a s11 incorpor~ciói:z. Hagam_os jmticia a los tecimientos. No se puede decir que existan, sino más bien que
es tol·cos por haber conocido ese termmo, rubncar en que' l
. al cuerpo.. 1o mcorpora
. o
acon . . , . d .
bsisten O ms1sten con ese mm1mo e ser que conviene a Jo que no
simbólico aspzra 1."'"
su
esu
na cosa '
entidad inexistente.
.
No
.
son adjetivos
.
ni sustantivos ,
sino
Vemos dos categorÍas de cuerpo en este párrafo: el cuerpo d l J verbosllº. No son agentes m pacientes, smo resultados. Para explicar
•e y el cuerpo tomado en " senu'do mgenuo
. " , es decir el cu e en· esto último Deleuze toma un ejemplo de Emile Bréhier, quien dice:
guaJ . d'd ' , erpo que
ha bitamos que habita nuestro ser, enten I o aqu1 como el p l'
' h ar,etreo "C11ando el escalpelo corta la carne el primer rnerpo prod11ce
ser hablante. "El primer cuerpo ace que el segundo ahí se in
, d '' d' carpa, sobre el seg11ndo, no 11na propiedad nueva, sino un nuevo
re", dice Lacan. ¿Como en~e~ er est~ noc10n e mcorporación, máxi.
me cuando Lacan_ la toma e os estoicos, como nos aclara? ¿Qué es lo atributo, el de ser cortado, expresado siempre por un verbo,
lo que quiere decir que no es un ser, sino una manera de ser.
incorporal? Para intentar responder esta pregunta vayamos a un text
Esta manera de ser se enrnentra en algún modo en el límite,
referenciado y recomendado por Lacafin en las clases 14 y 15 del Semi~ en la superficie del ser y no puede cambiar la naturaleza
nario 16 De 11n Otro al otro, que se re 1ere a La teoría del sentidom d de éste: no es, a decir verdad, ni activa ni pasiva, ya que la
Gilles Deleuze. ¿Qué podemos aclarar sobre los incorporales a .e pasividad supondría una naturaleza corporal que s11fre una
de nuestra lectura? Veamos. panir acción. Es pura y simplemente un resultado, un efecto que
no puede clasificarse entre los seres. (Los estoicos distinguen)
I os estoicos distinguían das dases de casas· las primeras serían los
radicalmente, y nadie lo había hecho antes que ellos, dos planos
cuerpos con sus tensiones, s~s cualidades, sus acciones y pasiones y los
'H de ser: por una parte el ser profundo y real, la fuerza; y por otra,
estados de cosas correspondientes. Estos cuerpos se mezclan entre , el plano de los hechos, que se juegan en la superficie del ser, y que 9.r,
produciendo algunos efectos. Hasta aquí podemos pensar los dos cue;'. constituyen una multiplicidad sin fin de seres incorporales.•
pos de los que habla Lacan en su cita y arriesgar que la incorporación (Bréhier, citado por Deleuze)lll.
es una ~ezcla de es~os dos, considerando la premisa estoica, pero esto
1mplicana que pensaramos el cuerpo que habitamos como un existente Entonces si los incorporales son efectos, son acontecmuentos,
que va al e~cuen'.ro ~el cuerpo del lenguaje. No es ésta la propuesta y para Lacan el cuerpo en sentido corriente es incorporado por el
de La~an, s~o mas bien que el cuerpo del lenguaje hace mezcla con el cuerpo del lenguaje ¿hace de este un incorporal? ¿Es el cuerpo un in-
org3°:1smo, este que sería carroña y no cadáver de no ocurrir tal mez• corporal? Estaría introduciendo Lacan una categorÍa del cuerpo muy
da. Si la mezcla es entre el organismo y el lenguaje, hay un efecto: el distinta a lo que la medicina y otras disciplinas nos entregan. Por ser
cuerpo considerado en sentido ingenuo como lo nombra Lacan. un incorporal del lenguaje éste no se ausculta, se oye; no se observa,
Los se escucha; no es carne, es órgano atravesado por el significante y
. estoicos
, hahlan de 1ma segund a e1asee d casas·os¡ ·mcorpora·
por lo tanto órgano pasible de ser afectado por la palabra. Si para los
les (De que manera lo enuncian.
· ) PI antean que todos los cuerpos son
causas unos para los otros 1 1 ., d estoicos hay cuerpos y hay incorporales como efectos de los cuerpos,
') S , os unos en re ac10n con los otros pero¿ e ¿en qué medida Lacan se sirve de su teoría para aplicarla a la propia?
que. on causas de cien d ' di
, as cosas, e una naturaleza completamente ·
zerente. Estos efecto . ) " Para él hay un cuerpo, pudiéramos decir, primordial, el del lenguaje,
. s eº causas. no son cuerpos sino "incorporales ,
estrictamente hablando N 0 al'd . por eso el otro cuerpo no existe sin el primero. De ahí ~ue el cuerpo
atributo l' . · son cu I acles y propiedades físicas, smo que habitamos sea efecto del otro cuerpo, el del lengua¡e. Pero ¿por
----- s ogicos O dialécticos. No son cosas o estados de cosas, sino

128 Lacan,Jacques. (1977) Psico 'lis' . '


129 Ed' " El ana IS, Rad,ofonia y Televisión Barcelona, P· 18 130 !bid,
ic1on ecrrónica de WWw hil . . . .dad
ARCIS. ·P osophia.cl/Escuela de Filosofía Umvers1 131 Citado por Deleuze y tomado de: Emile Bréhier, La Théoriedes incorporelsdan,
l'ancien stoicisme, Vrin, 1928, págs. 11-13.
, ¡ ¡ gua¡· e es llamado cuerpo por Lacan? Y a en Función y e desde l_a revelació~ del palimpsesto hasta la palabra dada del
que e en d , "L al b
de la palabra y del lenguaje n_os ecia.que 1 amp0
a ra en efecto es un
don de lenguaje, y el Iengua¡e no es mmatena . Es cuerpo sutil, pero
roisteno y el perdon de la palabra"ll'.

Así, la propuesta ¡ ¡¡ ,
., , de Lacan. de que nuestra tarea sea <•la deanasta.
es cuerpo"'m.
por la Iiberac10n v1a el senudo. Nos entrega un cuerpo parlante, un
¿Por qué considerar el cuerpo co~o incorpor~ si tiene materia. cuerpo que es cuerpo en lo que dice, vía el síntoma, pero como ¡0
l1.dadl. Precisamente , porque lo matenal. del orgamsmo
. no es ¡0 que
define en La Tercera, esto es, recordando que "el sentido del síntoma
hace cuerpo, sino la forma como los s~¡etos se :efieren al propio, es
es ¡0 Real"'" y no aquél sentido con que se lo nutre y que más bien
decir, como acontecinúento del lengua¡e Y ~ue e~ entonces el acon-
hace que prolifere. P~de_mos decir que el síntoma en el cuerpo es otro
tecinúento? Nuevamente es Deleuze qmen 1l~tntna una respuesta.
incorporal o acontec1tntento del cuerpo a causa del lenguaje que in-
El acontecinúento tiene que ver con el devemr, no con un tiem
tenta atrapar lo real imposible por esta vía.
presente ni pasado, es paradoja! y sólo es posible su realidad a traJé:
del lenguaje, los incorporales no son cosas m estados de cosas so Cuando Lacan, en el Seminario 2 sobre El yo en la teoría de Freud,
acontecinúentos, no están en la pro~tmdidad dde los cuerpos sino 'en 1: hace referencia a la biología freudiana nos muestra que el pensanúento
superficie, cortan los cuerpos. Aqm uno pue e entender la propuesta de Freud es una "especie de aurora" en su experiencia con respecto a la
lacaniana de que el lenguaje hace agujero en el organismo, despren- concepción que tenía del cuerpo: señala muy claramente que detrás de
diendo algo de él, el objeto a, siendo éste entonces también aconteci- lo energético está una concepción simbólica de la máquina corporal
núento incorporal, lo núsmo que el goce que nombra. de la que habla. ¿No está Freud anticipando desde la aurora de sus
!)7
Crecer, empequeñecer, ser cortado, son acontecimientos de los escritos una concepción de cuerpo como incorporal por efecto del
cuerpos que para los estoicos se dan en la superficie. Ellos introdu- lenguaje, igual que la que nos presenta Lacan en Radiofonía? Esto nos
cen, pudiéramos decir, una topología que nos evoca lo que Freud nos pernúte entender la afirmación de Lacan de que "la biología freudiana
ha enseñado sobre el cuerpo pulsional, aquél en el que los agujeros no tiene nada que ver con la biología" 135 , y ver a Lacan en esta concep-
superficiales deternúnan la manera de gozar. Igualmente, podemos ción absolutamente freudiano y, por qué no, Freud estoico.
entender la propuesta de Lacan, inspirada en los estoicos: el signifi- Volvamos a los estoicos. Hacen del acontecinúento incorporal
cante cae como marca sobre el cuerpo. Considero de actualidad lo que un puro devenir en el que el tiempo no es ahora ni un antes; el acon-
nos anuncia Lacan en Función y campo de la palabra, cito: tecinúento entonces es coextensivo del devenir y es coextensivo del
lenguaje, desde el cual se produce la proposición que va a dar origen a
"Jeroglíficos de la histeria, blasones de la fobia, laberintos los incorporales. Así, pues, el cuerpo de quien habla en análisis es un
de _la Zwan~sneur?se (neurosis compulsiva); encantos de incorporal que aparece como proposición absolutamente particular,
la uni:otenc1a, emgmas de la inhibición, oráculos de la particularidad que da lalengua 136 de cada uno. Podríamos pensar ¿de
:rua; armas parlantes_c;el carácter, sellos del autocastigo,
races de la perversion; tales son los hermetismos
9ue nu~~ra ~xégesis resuelve, los equívocos que nuestra 133 Lacan, Jacques. (1984) Función y campo de la palabra y del lenguaje. En Escritos
mvocacmn disuelve, los artificios que nuestra dialéctica l. México, Ed. Siglo XXI, p. 289
absuelve , en una ['b ·' de¡ senu'do apns10nado
1 erac1on •• que va 134 Lacan J., La tercera, En Intervenciones y Textos 2, Editorial Manantial, Buenos
Aires, 1993, p.84.
135 Lacan, J, (1983)Libro 2: El Yo en la teoría de Fr,11d. Seminario de]acq 11es lacan,
J.A. Miller. Barcelona. Original 1954-1955.
132 Lacan, Jacques (1984) F. " 13 ., la/ ¡ b · presentado: Lalengua de
1· M,exico,
. · . unczon Y campo de la palabra y de/lenguaje. En Escritos 6 Ver desarrollo de la noc1on de engua en e tra •J0 bli .,
Ed. Siglo XXI, p. 289 Lacan y el tiempo del final. De Beatriz Maya, En proceso de pu caaon.
r.
1 '

J
que, manera laleng11a tiene que ver en la incorporación
d h del cuerpo Por
significante que sólo se escribe porque se escribe sin ningún efecto de
el lenguaje? Propongo siguiendo a Lacan, cuan o abla de las relacio-
sentido. Homólogo, en suma, a lo que acabo decirles del objeto a"'",
nes entre el lenguaje y la lengua, que_es laleng11a 1~ que hace del cuerpo
nos dice Lacan en la tercera. S, principio del saber o saber del incons-
de cada uno un incorporal. No equiparo _lengua¡e _Y laleng11a. Me au-
ciente que no amarra sentido, pero que opera en la constitución del
torizo a tal afirmación porque Lacan, al tntrodu~'.r esta expresión de
real de la repetición, S, que también es vinculado por Lacan a /alengua
laleng11a y hablando del cuerpo y su goce en relac1on a la palabra y a la
en el mismo texto, cuando nos dice que: "no hay letra sin laleng11a".
castración, nos dirá: "antes de que yo haya resuelto que el punto clave,
¿Cómo puede laleng11a precipitarse en la letra?"º Se pregunta Lacan y
el punto nudo, era laleng11a, y en el campo de /alengua, la operación
hace un llamado a un trabajo serio sobre la escritura.
de la palabra" '" · Es que tanto laleng11a como el lenguaje son campos
en los que la palabra hará función, pero Lacan coloca laleng11a como La clínica del pase, la que considero la clínica por excelencia, de la
premisa del lenguaje'" · cual se puede dar cuenta, nos muestra hasta dónde los pasantes han
llegado en sus análisis y, si logran el final, enseñan el marco que ha
Saber de los estoicos y sus incorporales y de la manera como La-
circunscrito el Real que los constituye con las letras que inscriben
can los toma es imponante para comprender que la cura psicoanalí-
un goce que no puede estar más que en el cuerpo. Letras que aunque
tica, que compromete el cuerpo, no es un asunto mágico; se trata de
enunciadas y, ¿por qué no?, escritas en el papel, han hecho antes escri-
la precedencia del lenguaje y su marca de hierro sobre el cuerpo, lo
tura en el cuerpo, letras a ser leídas con seriedad porque es lo que ha
que permitirá una apuesta de quien emprende el camino para saber
hecho serie en la repetición que apunta al Real indecible. Por supuesto
!)8 del suyo y de las maneras como se las ve con él, bien sea por la vía
que son letras que como significantes hacen punto de partida en el ')')
del síntoma histérico o por la psicosomática, etc. Es decir, cómo la
sentido del síntoma, pero aisladas en el proceso analítico ya no tienen
toma del cuerpo por laleng11a panicular hace síntoma en cada uno, es
el mismo estatuto y la prueba está en los testimonios que dan cuenta
decir, apuesto por laleng11a como el modo en que cada uno se inscribe
del viraje frente al goce y del tope en el saber con respecto a la cadena
en el lenguaje. Otra forma de decirlo es que /alengua es el síntoma de
cada uno. significante, la que queda rota por efecto del análisis mismo, desabono
del inconsciente que Joyce enseñó a Lacan. Tal vez, letras ~ue ~~mo
Es por eso que un análisis nos conduce a descubrir de qué manera laleng11a de cada uno intentan atrapar algo de los afectos erugmaucos
tomados por el lenguaje, la panicularidad de inscribirnos en éste, que de los que habla Lacan en el Seminario 20"', imposibles de ser captu-
constituiría laleng11a, puede descifrarse si entendemos el desciframien- rados en la cadena S1-S pero sí pasibles de ser insinuados en la letra
to no como apone de sentidos, sino como lo que iniciado por el senti- que los produce. En esto ' · Lacan es f reu di ano; ya esta ba en la Carta
. 52
do se agota y nos hace llegar a la cifra última , al "único exorcismo de a Fliess, donde Freud nos entrega el inconsciente como una _se~ie de
que sea capaz el psicoanálisis", como nos indica Lacan, por supuesto improntas o escrituras en lo que él llama las primeras transcnpc10nes
op~rando con el equívoco que es la manera prínceps de enseñarnos · .
imposibles • · pero que ayudadas de las otras • las
de pasar a la conc1enaa, ,
la mterpretación, para conducirnos a la letra que hace sin-sentid? Y . , al ab ra perllll·t e, puede asomar un poco. ¿5ena
que 1a representac10n-p
que revela la manera de gozar el cuerpo. "El único sentido de_ ll1l S, posible en esta cana vislumbrar algo de laleng11a tal como Lacan nos 1ª
es el de acotar ese cualquier cosa, ese significante-letra que escnbo S,,

.
139 Lacan Jacques. (1993) U te.rcer-.1. Eo: lntervenc1ones y tex tos 2. Ed . Manantial,
137
~•~J. El seminario de Jacquo, lacan. Libro 19. 0 11 pire. El saber del psicoanal•14 · p.83
. Rom Obras completas, no publicado. 4
1 0 !bid, p. 95 J A Miller Barcelona,
138 lacanJ.(198l)L"b
I 20·, ¡ . . •11 B redo••• 141 Lacan J.(198 l)Libro 20:Aun. El seminario de Jacq11es Lacan. . . •
Paidós ro -nun.E semmanode]acques lacan.j.A.M1 er. ª
Paidós
entrega? Creo que sí; es precisamente la forma como esas transcripcio-
nes se organizan a partir de unas pnmeras huellas que darían cuenta
de lo Real imposible.
Al final será potestad del analizante, devenido en el deseo del
analista por su final, si la última palabra es letra o significante· ser'
letra si el sentido que constituía su síntoma se desvanece y dich ª
l.As HUELLAS DEL CUERPO
última palabra pone límite a lo posible. Viraje que hay que dar entr: '/
"centro y ausencia, entre saber y goce", donde la letra, el S1 encuen- Juan Guillermo Uribe
tra su lugar 1'42 • (E.P.F.C.L - Foro de Medellín}

Recapitulemos:
Los estoicos entreg~ la noción del acontecimiento incorporal
Lo que denominamos "nuestro cuerpo" es una realidad tan
como efecto del lenguaJe, Lacan entonces propone que es el cuerpo
contundente, con sus señales de dolor, las urgencias del hambre, 101
del lenguaje el que hac~ efilstir el otro cuerpo, el que se produce por
la sed, el sueño, como esquiva su representación en el espejo. La
efecto~~ la marca del s1gmficante sobre el organismo. De su propues-
imagen del semejante nos engaña en tanto puede enajenarnos como
100 ta dedu11mos qu~ el obJeto a, nombr~ ~el goce, sería otro incorporal,
que !alengua sena la manera de mscnbirse en el lenguaje con efectos ideal. Los sueños nos perturban con la alteración de nuestra propia
de goce en el cuerpo y, que aquélla, ligada por Lacan a la letra, sería la imagen. La psicosis, en algunos casos, nos habla de perturbaciones
conqwsta del final con evidencias en el cuerpo. tan bizarras como Órganos en lugares imposibles, v.gr., un ojo en el
dedo ... La histeria es maestra en anatomía imaginaria, sus parálisis,
jaquecas, disautononúas y fatigas crónicas (anteriormente llamadas
"neurastenia"), hacen fila en los consultorios, convirtiendo los
vademécum farmacológicos en impotentes inventarios de sustancias.
El cuerpo es superficie de inscripción de distintas categorías de
afectos y sentimientos como la angustia, el amor, poder, crueldad,
gusto, asco, miedo, esperanza. Todos estos sentimientos y afectos
pasan necesariamente por el filtro del significante. Cuando se habla
de superficie de inscripción, se piensa en el modelo de inscripciones
Y transcripciones que Freud esquematizó en la Carta 52 a F~ess'"·
¿Por qué valerse de la topología que pertenece a la geometna para
dar cuenta del cuerpo humano, siendo este dato tan evidente? ~n un
comienzo Freud identifica Yo y cuerpo como sistema de conexiones
nerviosas las cuales formula como "sistema" o "estructura" de neuro-
nas. Más adelante, Lacan pasará a describir el cuerpo como imagen

142 Lacan J.(1981)Libro 18:De un discurs


:~~i:
Jacques Lacan.j.A.Miller. Barcelona,º
, .
sena del semblante. El seminano de
143 Freud, S., Carta 52 (1896) Amorrortu, Buenos Aires, 1982, Vol.!, p. 275.

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