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Oraciones Básicas

Oración de abandono
Padre, en tus manos me pongo. Haz de mí lo que quieras. Por todo lo
que hagas de mí te doy gracias. Estoy dispuesto(a) a todo, lo acepto
todo, con tal de que tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas.
No deseo más Dios mio. Pongo mi alma entre tus manos, te la doy
Dios mio, con todo el ardor de mi corazón porque te amo y es para mi
una gran necesidad de amor el darme, el entregarme, entre tus manos
sin medida, con infinita confianza porque Tu eres mi Padre. Amén.

Jesús, yo confío en Ti
¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame al cuidado de todas las cosas y en todo te irá mejor.
Cuando te abandones a Mí, todo se resolverá con tranquilidad, según
mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada
como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los
ojos del alma y dime con calma: Jesús, yo confío en Ti
Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que
pueda suceder después. No estropees mis planes queriéndome
imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Abandónate
confiadamente en Mí, reposa en Mí y deja en mis manos tu futuro.
Dime frecuentemente: Jesús, yo confío en Ti.
Lo que más daño te hace son tus razonamientos, tus ideas y querer
resolver las cosas a tu manera cuando me dices: Jesús, yo confío
en Ti.
Y no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure pero le
sugiere el modo de hacerlo.
Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. Yo te amo.
Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu
oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa
diciéndome a todas horas: Jesús, yo confío en Ti.
Necesito las manos libres para obrar. No me ates con tus
preocupaciones inútiles. Satanás quiere eso: angustiarte, quitarte la
paz. Yo hago los milagros en la relación del abandono y la confianza
que tienes en Mí. Así que no te preocupes, echa en Mí todas tus
angustias y duerme tranquilamente. Confía solo en Mí, abandónate en
Mí. Dime siempre: Jesús, yo confío en Ti.
Y verás grandes milagros.
Te lo prometo por mi amor.
(autor desconocido)

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Oraciones Básicas

VEN ESPIRITU SANTO


Ven Espíritu Santo renuévame para que mis inclinaciones naturales,
que son tan opuestas a Dios y tan absolutamente humanas y
mundanas, conduciéndome a la muerte, puedan ser transformadas y
deificadas en Tu Divinidad y en Tu Nobleza, y se conviertan en
similares a las de los Angeles y Santos.
Atráeme hacia una unión filial de Amor Divino con el Padre y el Hijo y
Tú mismo, para que os mováis en mí y yo en Vosotros. Transforma mi
mente prisionera y libérala para que mis pensamientos y palabras
sean sólo sobre cosas espirituales. Yo te permito reinar en mi corazón
para que así me conviertas en hijo(a) del Altísimo.
Quiero tener un lugar entre los Santos. Confío en Ti y por eso voy a Ti
para que me transfigures de rebelde en un ser recto, llevando mi alma
a la santificación, para que de esta manera el pecado no tenga ya
ningún poder sobre mi.
Que jamás sea mi alma privada de tu Presencia y por eso te pido, me
ayudes a caminar siempre por el camino de la contrición y de la
inocencia. Vuela hacia mi desde tu Gloria en una luz brillante seguida
por miríadas de Angeles para sanar y renovar mi alma, haciéndola un
espíritu con el Tuyo, para heredar tu Reino.
Te ruego que estés siempre sanando mi culpa, fluyendo en mi como
un río, refrescando mi aridez y mi esterilidad, para que así pueda yo
llegar a entender al que es el Unico Dios Trinitario, pero sin embargo,
Uno en la unidad de la esencia.
Yo te permito ser reconocido(a) en mi conciencia, penetrando mi
inteligencia; modélame en Ti mismo, para ser verdaderamente grata a
la Santísima Trinidad. Me abandono en Ti para que puedas
transformar mi mente para tener la mente de Jesucristo, descubriendo
la voluntad de Dios, sabiendo lo que está bien, qué es lo que Dios
desea y qué es lo perfecto de hacer.
Déjate ver con toda claridad. Pronuncia palabras de sabiduría y como
un amigo que se confía a otro, confíame tus secretos, sin esconder de
mi alma ninguno de ellos. Mírame, y Tu el “sin forma” toma forma en
mi espíritu.
Concédeme todos los tesoros de Tu Reino para adornar mi alma y
llena toda mi existencia con Tu Brillo, sin ningún límite. Despliega Tu
Luz en mi alma, ordenando todas las cosas en mi para que sean
buenas, de manera que a mi vez, refleje Tu Bondad y crezca en virtud.
Por Tu Gracia, hazme feliz, vaciando mi alma de todo aquello que no
es de Dios y llenándome de Ti, Oh Santo Espíritu de Dios. Amén.

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Oraciones Básicas

INVOCACION AL ESPIRITU SANTO

Ven Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo, Padre amoroso del
pobre, don, en tus dones espléndido; luz que iluminas las almas; fuente del
mayor consuelo.
Ven dulce huésped del alma, descanso en nuestro esfuerzo, tregua en
el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas, y
reconforta en los duelos.
Llega hasta el fondo del alma Divina Luz y enriquécenos. Mira el vacío
del alma si Tú le faltas por dentro. Mira el poder del pecado cuando no
envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas.
Infunde calor de vida en el hielo. Doma al Espíritu indómito, guía la que
tuerce el sendero.
Reparte tus siete done según la fé de tus siervos. Por tu bondad y tu
gracia dale al esfuerzo su éxito Salva al que busca salvarse y danos tu gozo
eterno.
Amén.
(Esta oración la rezaba Su Santidad Juan Pablo II y para que tenga mejor efecto, hay
que tomar los sacramentos de la Confesión y la Eucaristía.)

Oración al Espíritu Santo


Oh! Espíritu Santo,
- Amor del Padre y del Hijo,
Inspírame siempre:
- lo que debo pensar,
- lo que debo decir,
- cómo debo decirlo,
- lo que debo callar,
- cómo debo actuar,
- lo que debo hacer,
Para la Gloria de Dios, el bien de las almas y mi propia santificación.
Espíritu Santo,
- Dame agudeza para entender,
- capacidad para retener,
- método y facultad para aprender,
- sutileza para interpretar,
- gracia y eficacia para hablar.
- Dame acierto al empezar,
- dirección al progresar
- y perfección al acabar.
Amén.

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Oraciones Básicas

Oración final de Acción de Gracias.

Señor:
En estos instantes de pausa, te agradezco el don de la vida que
me has dado.
Gracias por la Palabra, que ha enriquecido mi ser en este
momento.
Quiero configurar todo mi ser, al programa de vida, que propone
tu Palabra.
Te prometo poner todo lo que este a mi alcance y esforzarme por
configurarme día a día.
Ayúdame a perseverar en mi lucha y a dialogar contigo de
corazón a corazón.
Amén.

Presbítero Manuel Penagos - Girardot

Padre Santo:
Creador del Universo, te damos gracias por recrear nuestras vidas
en la escucha de Tu Palabra.
Jesucristo
Verbo hecho carne, te damos gracias por hacer vida este
mensaje salvífico en cada uno de nosotros.
Espíritu Santo consolador:
Acompáñanos en la historia de cada día para poner en práctica la
enseñanza que hemos recibido.
María Santísima:
Estrella de la Nueva Evangelización, que como tú lo hiciste,
también nosotros portemos a Jesús, para que quienes tengan contacto
con nosotros puedan recibir el gozo que experimentó tu pariente
Isabel.
San José:
Esposo de María, ayúdanos a ser custodios de la Palabra, como
tú, lo fuiste de Jesús.
Amén.

Presbítero Rubén Alfredo Carrillo - Roma

Cortesía: Cenáculo Jesús Salva Mi Familia – Chía – Tels: (57) 8159514, 310 4826851

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Oraciones Básicas

ORACIÓN DE SANACIÓN INTERGENERACIONAL


del P. Robert de Grandis, S.J.

En nombre de Jesucristo crucificado, muerto y resucitado, yo ato todos los


espíritus del aire: La atmósfera, el agua, el fuego, el viento, la tierra, los
abismos y el infierno. También ato la influencia de cualquier alma errante o
perdida que pueda estar presente y de cualquier emisario del poder
satánico o de cualquier reunión de brujas, brujos o adoradores de satán,
que puedan estar presentes de alguna forma prenatural.
Yo reclamo la sangre de Jesús en el aire, en la atmósfera, el agua, el fuego,
el viento, la tierra y sus frutos que nos rodean; en los abismos y en el
infierno.
En nombre de Jesucristo prohibo a cada adversario que he mencionado que
se comuniquen entre sí o que se ayuden entre sí de cualquier manera, y
que no hagan ninguna cosa, a menos que se lo ordene en el nombre de
Jesús. En el nombre de Jesús, sello con su sangre este lugar y a todos los
presentes y a toda la familia y amistades de aquellos aquí presentes y a sus
hogares y posesiones y fuentes de sustento. (Repetir tres veces).
En el nombre de Jesucristo prohibo a cualquier espíritu perdido, a brujos, a
grupos satánicos o emisarios o a cualquiera de sus asociados, inferiores, o
superiores que me hagan daño o se venguen en mí, en mi familia o mis
amistades, o causen deterioro o perjudiquen cualquier cosa que poseamos.
En nombre de Jesucristo y por los méritos de su preciosa sangre rompo,
disuelvo cada maldición, embrujo, sello, hechizo, brujería, vínculo, trampa,
lazo, ardid, mentira, escollo, obstáculo, decepción, desviación o distracción,
influencia o cadena espiritual; también cada enfermedad de nuestro cuerpo,
alma, mente, que pueda alcanzarnos, bien en éste lugar o a cualquiera de
las personas, lugares y cosas antes mencionadas, por cualquier espiritu que
se haga presente en nosotros por nuestros propios pecados o
equivocaciones. (Repetir tres veces).

Ahora coloco la cruz de Jesucristo entre mi persona y todas las


generaciones de mi árbol genealógico y reclamo en nombre de Jesucristo
que no haya comunicación directa entre ninguna de estas generaciones.
Toda comunicación directa entre estas generaciones se filtrará a través de
la preciosa sangre de Jesús.
María Inmaculada revísteme de la luz, poder y energía de tu fe. Padre, por
favor, ordena a los ángeles y a los santos que me asistan. Gracias Jesús,
por ser mi sabiduría, mi justicia, mi santificación, mi redención. Yo me rindo
al ministerio de tu santo espíritu, y recibo con respeto tu verdadera sanación
intergeneracional.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.

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