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Tema 9.

Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

CAPÍTULO 4. TRANSMISIÓN DE CALOR POR


RADIACIÓN

9. TEMA 9: CONCEPTOS, PROPIEDADES Y LEYES DE LA TRANSMISIÓN


DE CALOR POR RADIACIÓN 136

9.1 INTRODUCCIÓN 136

9.2 NATURALEZA DE LA RADIACIÓN. ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO 136

9.3 PROPIEDADES RADIANTES Y MAGNITUDES DE LA RADIACIÓN 138


9.3.1 Propiedades radiantes: absortividad, reflectividad y transmisividad 138
9.3.2 Magnitudes radiantes: emitancia, radiosidad, irradiación y tasa neta de calor
radiante 140
9.3.2.1 Definiciones 140
9.3.2.2 Magnitudes espectrales y direccionales. Intensidad de la radiación 141

9.4 EL CUERPO NEGRO 145


9.4.1 Definición 145
9.4.2 Emitancia direccional del cuerpo negro: ley de Lambert 147
9.4.3 Emitancia del cuerpo negro: ley de Stefan-Boltzmann 147
9.4.4 Emitancia espectral del cuerpo negro: ley de Planck 147
9.4.5 Máxima emitancia espectral del cuerpo negro: leyes de Wien 150
9.4.6 Fracción de energía radiante emitida por un cuerpo negro 151

9.5 CUERPOS REALES 153


9.5.1 Emisividad 153
9.5.2 Ley de Kirchhoff 155

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

CAPÍTULO 4. TRANSMISIÓN DE CALOR POR


RADIACIÓN
9. TEMA 9: CONCEPTOS, PROPIEDADES Y LEYES DE LA
TRANSMISIÓN DE CALOR POR RADIACIÓN

9.1 INTRODUCCIÓN

En los dos capítulos anteriores se han tratado aquellas situaciones en las que los modos
predominantes de transmisión de calor eran la conducción y la convección. En ambos casos,
era condición indispensable la existencia de un medio material (sólido, líquido o gaseoso) a
través del cual se transfería el calor. Ésta es la primera, y tal vez más importante, diferencia
con la transmisión de calor por radiación. El calor fluye por radiación sin necesitar un medio
material para ello. Por ejemplo, una bola de acero calentada y situada en un recinto donde se
ha realizado el vacío, se enfría hasta alcanzar el equilibrio térmico con las paredes del recinto,
y la transmisión de calor ocurre exclusivamente por radiación. Más aún, la mera presencia de
un medio (en el ejemplo anterior, la atmósfera del recinto si no se hubiese hecho el vacío)
atenúa la transmisión del calor por radiación entre la bola y las paredes. Este caso, conocido
como radiación en medio participante, no será tratado en este texto, donde se desprecia el
efecto atenuante que la atmósfera gaseosa que separa dos cuerpos tiene sobre el intercambio
radiante entre ambos.

Sin embargo, existen otras diferencias entre la radiación y la conducción/convección que


deben ser analizadas. La transmisión de calor por conducción y/o convección exige una
diferencia de temperatura, tal y como se deduce de las expresiones básicas que rigen dichas
formas de transmisión del calor (la ley de Fourier y la de Newton, respectivamente).
Contrariamente, todos los cuerpos, por encontrarse a una temperatura finita y sin necesidad de
que exista una diferencia de temperatura con otros cuerpos, emiten radiación térmica, tal y
como se presenta más adelante en este mismo tema (ley de Stefan-Boltzmann), si bien es
cierto que para que haya un intercambio neto de calor por radiación entre dos cuerpos éstos
deben encontrarse a temperaturas diferentes.

Por último, la radiación térmica emitida por un sólido no depende de su temperatura


interior ni de su temperatura media, en caso que ésta no fuera constante en todo el volumen,
sino de la temperatura de su superficie. Por eso se afirma a menudo que la radiación es un
fenómeno de superficie, mientras que la transmisión de calor por conducción o radiación
ocurre a través del volumen de la materia (sólida, líquida o gaseosa) considerada.

9.2 NATURALEZA DE LA RADIACIÓN. ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO

A grandes rasgos, existen dos teorías complementarias para explicar la naturaleza de la


radiación. La primera de ellas considera que está formada por fotones (cuantos o paquetes de
energía), mientras que la segunda la asocia a ondas electromagnéticas (es esta última la que se
desarrolla en mayor medida en este texto para explicar los intercambios energéticos por
radiación). El mecanismo físico de la radiación está asociado a las oscilaciones de los
electrones que forman la materia y a su transición desde unos niveles energéticos hasta otros.
Como consecuencia de este movimiento electrónico, todos los cuerpos emiten de manera

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Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

continuada energía (radiación) electromagnética, tanto más cuanto mayor es su temperatura.


La radiación emitida depende, por tanto, de la temperatura del cuerpo.

Por otra parte, la radiación electromagnética, como toda onda, se caracteriza por su
longitud de onda λ (habitualmente medida en micras, µm) y su frecuencia f (Hz), ambas
relacionadas a través de la ecuación (9.1), donde c es la velocidad de la luz en el medio
considerado (aproximadamente 3·108 m/s en el vacío y en la mayoría de gases a presión y
temperatura moderada). Además, casi todas las superficies reales emiten radiación
preferentemente en unas direcciones del espacio (en general, en direcciones próximas a la
normal de la superficie), mientras que en otras la energía emitida es prácticamente nula. Se
dice, pues, que la radiación presenta un comportamiento espectral y direccional, y son
precisamente estas dos características las que introducen un elevado grado de complejidad
matemática en el tratamiento de la misma.
c
λ= (9.1)
f
Naturaleza espectral de la radiación:

Se dice que la radiación tiene carácter espectral porque su emisión depende de la


longitud de onda. Los cuerpos no emiten la misma cantidad de radiación para todas las
longitudes de onda, sino que su emisión se concentra en un rango relativamente estrecho de
longitudes de onda del espectro electromagnético, y alcanza su valor máximo para una
longitud de onda determinada. Considérese la representación de una parte del espectro
electromagnético en la Figura 9.1. Sólo una pequeña zona del mismo interesa en el análisis de
la transmisión de calor por radiación. Dicha zona se conoce como zona de radiación térmica
(0.1-100 µm), debido a que la radiación emitida por un cuerpo, por efecto de su temperatura,
se concentra en esta región del espectro. Obsérvese que la región de radiación térmica engloba
al completo las regiones del infrarrojo (0.76-100 µm) y el visible (0.40-0.76 µm), además de
una pequeña porción del ultravioleta.

dependencia
radiacion

espectral de la
radiacion
RX: Rayos X
UV: Ultravioleta
Vis: Visible
IR: Infrarrojo
MO: Microondas
λ (µm)

RAD. TERMICA
RX UV Vis IR MO

-4 -3 -2 -1 2 3 λ (µm)
10 10 10 10 1 10 10 10
Figura 9.1. Espectro electromagnético y región de radiación térmica. Dependencia espectral de la
radiación.

Naturaleza direccional de la radiación:

Se dice que la radiación tiene carácter direccional porque su emisión no es, en general,
constante para todas las direcciones posibles. La energía radiante emitida en aquellas

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

direcciones próximas a la normal de la superficie emisora es generalmente mayor que la


emitida en otras direcciones, tal y como se muestra esquemáticamente en la Figura 9.2. Por
esta razón una persona que desea calentarse rápidamente se sitúa frente a la estufa, y no al
lado de ésta. Por la misma razón el sol calienta más al mediodía que cuando amanece.

dependencia
direccional de la
radiacion

TS

Figura 9.2. Dependencia direccional de la radiación.

9.3 PROPIEDADES RADIANTES Y MAGNITUDES DE LA RADIACIÓN

9.3.1 Propiedades radiantes: absortividad, reflectividad y transmisividad

Considérese un cuerpo que recibe por una de sus superficies una determinada tasa de
calor, Q& inc (tasa de energía radiante incidente). Una parte de la misma es absorbida por el
material ( Q& ), otra es reflejada nuevamente hacia el exterior ( Q& ) y el resto atraviesa el
abs ref

cuerpo, transmitiéndose hacia el otro lado ( Q& tr ) (Figura 9.3). Todos ellos se pueden expresar
como una fracción de la tasa de calor incidente en la superficie, ecuación (9.2), introduciendo
tres propiedades radiantes de la superficie: la transmisividad (τ) o coeficiente de transmisión,
la reflectividad (ρ) o coeficiente de reflexión y la absortividad (α) o coeficiente de absorción,
todos ellos con valores comprendidos entre cero y la unidad. Es obvio que sólo la porción
absorbida de la radiación incidente afecta al estado energético del cuerpo, y por tanto a su
temperatura. El resto (parte reflejada y transmitida) no altera la temperatura del cuerpo.

Qinc Qref
Qabs
Qtr
Figura 9.3. Absorción, reflexión y transmisión del calor incidente sobre una superficie.

Q& inc = Q& abs + Q& ref + Q& tr = αQ& inc + ρ Q& inc + τQ& inc
(9.2)
α + ρ +τ =1
El análisis anterior se ha realizado considerando toda la tasa de calor incidente (esto es,
desde todas las direcciones posibles del hemisferio superior y en todas las longitudes de onda
del espectro). Las propiedades así definidas son propiedades totales hemisféricas, tal y como
se detalla más adelante, pero conviene saber ya que dichas propiedades radiantes pueden

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Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

variar fuertemente con la longitud de onda (la dependencia direccional, por el momento, no se
incluye en la discusión). Un ejemplo claro es el del dióxido de carbono en la atmósfera, que
presenta una absortividad muy elevada para longitudes de onda del infrarrojo, lo que da origen
al efecto invernadero, pero se muestra muy transparente en otras regiones del espectro. Otro
ejemplo es el cristal, transparente en la región visible pero prácticamente opaco en el
infrarrojo. Realizando el mismo análisis anterior, pero considerando el calor incidente,
absorbido, reflejado y transmitido para una longitud de onda λ determinada, se llega a la
expresión (9.3),
αλ + ρλ +τ λ =1 (9.3)
donde αλ, ρλ y τλ son propiedades espectrales, también conocidas como monocromáticas (es
decir, referidas a una longitud de onda determinada).

La introducción de las propiedades radiantes anteriores permite definir algunos cuerpos


ideales. Por ejemplo, un cuerpo opaco es aquel cuya transmisividad es nula, y por tanto refleja
y/o absorbe toda la radiación incidente. La mayoría de cuerpos sólidos son opacos. Un cuerpo
transparente es aquel que transmite toda la radiación incidente (por tanto, su transmisividad es
igual a la unidad). Un cuerpo negro, de gran interés en el campo de la radiación, es aquél que
absorbe toda la radiación que llega a él (su absortividad es la unidad), mientras que un cuerpo
blanco es aquél que la refleja por completo (su reflectividad es la unidad). Un cuerpo que no
se comporta como ninguno de los anteriores se conoce como cuerpo real o cuerpo
semitransparente, y presenta valores intermedios en sus propiedades (0 < τ,ρ,α < 1).

Estas propiedades radiantes y cuerpos ideales definen el comportamiento de una


superficie ante la radiación que incide sobre ella en todo el espectro electromagnético, y no
solo en el rango de longitudes de onda pertenecientes al visible. Un cuerpo que es percibido
de color negro por el cuerpo humano no es necesariamente un cuerpo negro, entendiendo por
cuerpo negro el definido en el párrafo anterior. El color de una superficie es el resultado de la
radiación que abandona la misma en el rango visible (perceptible por el ojo humano). A
temperaturas menores de 1000 K, aproximadamente, ésta se corresponde exclusivamente con
la radiación que refleja procedente de otras fuentes (una bombilla, el sol, etc.), ya que a estas
temperaturas la emisión se concentra fundamentalmente en la región infrarroja y no es
perceptible por el ojo humano. Un cuerpo de color negro absorbe toda la radiación que le llega
en el rango del visible, y como resultado el ojo lo percibe como negro. Sin embargo, el color
no indica cómo se comporta el cuerpo en el resto del espectro, y por tanto no aporta
información suficiente para determinar si dicho cuerpo es o no un cuerpo negro. De manera
similar, un cuerpo de color blanco es aquél que refleja todas las longitudes de onda del visible,
y la mezcla de ellas es percibida como blanco (color) por el ojo. Sin embargo, dicho cuerpo
podría absorber la mayoría de la radiación incidente en otras longitudes de onda, y por tanto
no sería un cuerpo blanco tal y como se definió anteriormente. Éste es el caso de la nieve, que
refleja la radiación incidente en el visible, y por ello es percibida de color blanco, pero
absorbe la mayoría de la radiación infrarroja, derritiéndose con facilidad. En resumen, el color
no es un fiel indicativo de la capacidad de absorción y reflexión de un cuerpo.

Finalmente, conviene enfatizar el hecho de que el calor absorbido, reflejado y


transmitido por una superficie es resultado del calor que incide sobre ella y de las propiedades
antes discutidas. También es posible introducir el calor emitido por una superficie ( Q& em ) como
consecuencia de su propia temperatura. Todos ellos, bien por separado o de manera

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

combinada, dan origen a la definición de magnitudes radiantes (apartado 9.3.2) de gran


importancia para el análisis de la transmisión de calor por radiación.

9.3.2 Magnitudes radiantes: emitancia, radiosidad, irradiación y tasa neta de calor


radiante

9.3.2.1 Definiciones
La emitancia, representada como E, es una magnitud radiante asociada al calor emitido
por un cuerpo. Se define como el calor emitido por el cuerpo (debido a la temperatura a la que
se encuentra) por unidad de tiempo y unidad de superficie emisora. Análogamente, la
emitancia es la tasa de calor emitida por unidad de superficie emisora, ecuación (9.4). Así
definida, la emitancia considera toda la energía emitida por radiación por una superficie, en
todas las longitudes de onda del espectro y hacia todas las direcciones posibles. Más adelante
se plantea el cálculo de la emitancia en un rango de longitudes de onda y/o direcciones
determinadas.
 W  dQ& em
E (T )  2  = (9.4)
m  dA
La irradiación G es la magnitud radiante relacionada con el calor incidente sobre una
superficie ( Q& inc , ver Figura 9.3). De manera análoga a la emitancia, se define la irradiación
como la tasa de calor radiante recibida por una superficie por unidad de superficie receptora,
ecuación (9.5). También en esta definición se considera toda la radiación incidente en la
superficie, desde todas las direcciones y en todo el espectro.
 W  dQ&
G  2  = inc (9.5)
m  dA
Para la resolución de problemas de intercambio de calor por radiación es útil cuantificar,
además de la energía radiante que incide sobre una superficie, lo cual se realiza mediante la
irradiación, la energía que abandona por radiación la misma. Ésta se cuantifica con una nueva
magnitud, la radiosidad J, definida como la tasa de calor radiante que abandona una superficie
por unidad de la misma, ecuación (9.6). Nótese que la radiosidad se compone no sólo del calor
emitido por la superficie debido a su temperatura (es decir, la emitancia), sino también del
calor que incide sobre la misma y es reflejado (Figura 9.4).

 W  dQ& ref + dQ& em ρdQ& inc + dQ& em


J (T )  2  = = = ρG + E (9.6)
m  dA dA
J=ρG+E

G ρG E

Figura 9.4. Irradiación, emitancia y radiosidad en una superficie.


Con las magnitudes definidas anteriormente es posible realizar un balance de energía
radiante en la superficie. Así, el flujo neto de calor radiante en una superficie será la diferencia
entre la tasa de energía que sale, por unidad de superficie, de la misma (radiosidad) y la que

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Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

llega o incide sobre ella (irradiación). Es habitual trabajar con la tasa neta de calor radiante en
lugar del flujo, cuya definición es inmediata, ecuación (9.7).
W
φrad (T )  = J − G ; dQ& rad [W ] = φrad dA = ( J − G )dA = dQ& em + dQ& ref − dQ& inc (9.7)
 m 
2

9.3.2.2 Magnitudes espectrales y direccionales. Intensidad de la radiación


Todas las magnitudes definidas en el apartado anterior consideran la radiación (ya sea
emitida, incidente, reflejada o neta) en todas las direcciones del espacio y todas las longitudes
de onda del espectro. En ocasiones se desea conocer estas magnitudes en determinadas
direcciones y/o regiones del espectro. Por ejemplo, en un intercambio de calor entre dos
superficies A y B (Figura 9.5), la radiación total que llega a la superficie B (irradiación de B)
es la energía radiante que abandona la superficie A (radiosidad de A) pero sólo en la dirección
en la que está situada la superficie B vista desde A, ya que el resto de radiación que abandona
la superficie A no alcanza a la B. La dirección juega, por tanto, un papel esencial en el análisis
de la transmisión de calor por radiación.

A
Figura 9.5. Radiación que saliendo de una superficie A alcanza una superficie B.
Al igual que la dirección, también el rango de longitudes de onda es de interés en los
intercambios de energía radiante. Por ejemplo, en la búsqueda de nuevas fuentes luminosas
más eficientes es de interés conocer la energía radiante emitida por la fuente para el rango del
longitudes de onda pertenecientes al visible, ya que el ojo humano es sensible sólo a ésta.
z

dω dλ
θ
dA y
ϕ
x λ (µm)
λ
Figura 9.6. Ángulo sólido en torno a una dirección (izquierda) e intervalo de longitudes de onda en torno a
una dada (derecha).
Para abordar matemáticamente las dependencias espectrales y direccionales de las
magnitudes radiantes se va a definir previamente un parámetro característico de toda magnitud
radiante, ya sea emitancia, irradiación, radiosidad o tasa neta. Dicho parámetro es la
intensidad de la radiación, I. Supóngase que se desea calcular la energía radiante que es
emitida por una superficie diferencial dA (Figura 9.6), en una determinada dirección del
espacio (identificada en coordenadas esféricas por el ángulo cenital θ y el ángulo azimutal φ) y
en una longitud de onda λ cualquiera. Para ello, considérese una porción de ángulo sólido dω

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

(medido en estereorradianes, sr) en torno a la dirección (θ, φ) seleccionada, y un intervalo de


longitudes de onda dλ en torno a la longitud de onda λ seleccionada (Figura 9.6).

La intensidad de la radiación emitida por una superficie en la dirección (θ, φ) y


longitud de onda λ se representa como IEθ,φ,λ, y se define como la tasa de calor emitida en
dicha dirección y longitud de onda, por unidad de superficie emisora normal a la dirección (θ,
φ) considerada, por unidad de ángulo sólido en torno a la misma y por unidad de longitud de
onda en torno a la longitud λ considerada, ecuación (9.8). Nótese que la intensidad así definida
depende de las variables θ, φ y λ, además de la propia temperatura de la superficie que es la
responsable última de la radiación emitida. El subíndice E hace referencia a que se trata de
una intensidad de emisión y, por tanto, asociada a la emitancia del cuerpo.
 W  dQ& em
I Eθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T )  2  = (9.8)
 m ⋅ sr ⋅ µm  dAn dωdλ
Si se introduce en la ecuación anterior las expresiones matemáticas para dAn (diferencial
de área en la dirección de emisión), ecuación (9.9), y dω, ecuación (9.10), ambos
representados en la Figura 9.7, se llega a la expresión (9.11):
dAn = dA cosθ (9.9)
2
dArec , n dArec sen θ r sen θdθdϕ
dω = = = = sen θdθdϕ (9.10)
r2 r2 r2
dQ& em
I Eθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) = (9.11)
dA cosθ sen θdθdϕdλ
z
dArec
π−θ
dArec,n
θ r
dA
dAn y
ϕ
x
Figura 9.7. Superficies emisoras y receptoras de la radiación.
De la misma forma se define la intensidad asociada a la irradiación y a la radiosidad,
ecuaciones (9.12) y (9.13), respectivamente. En el caso de la intensidad asociada a la
irradiación, ecuación (9.12), ha sido eliminada la dependencia con la temperatura de la
superficie, ya que la irradiación que alcanza una superficie no depende de la temperatura de
ésta.
dQ& inc
I Gθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ ) = (9.12)
dA cosθ sen θdθdϕdλ
dQ& em + dQ& ref
I Jθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) = (9.13)
dA cosθ sen θdθdϕdλ

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Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

Haciendo uso de la intensidad de la radiación, es posible ampliar el estudio de las


magnitudes radiantes definidas en el apartado 9.3.2.1 clasificando cualquier magnitud
radiante en una de las siguientes cuatro categorías:
• Magnitudes espectrales-direccionales. Son magnitudes radiantes definidas para una sola
longitud de onda (espectral) y en una sola dirección (direccional), y que son representadas
en este texto con los superíndices θ, φ y λ. Así, cualquiera de las magnitudes radiantes
introducidas anteriormente (emitancia, irradiación, radiosidad y flujo neto de calor
radiante) pueden ser espectrales-direccionales si se definen para una sola dirección y
longitud de onda. Por ejemplo, la emitancia espectral-direccional en la longitud de onda λ y
la dirección (θ, φ) se define como la tasa de calor emitida por una superficie, por unidad de
dicha superficie, unidad de ángulo sólido en torno a la dirección considerada e intervalo de
longitudes de onda en torno a λ, ecuación (9.14). De forma análoga se definen la
irradiación y radiosidad espectrales-direccionales, ecuaciones (9.15) y (9.16). La unidad de
 W 
medida de todas ellas en el Sistema Internacional es el  2  . Nótese que las
 m ⋅ sr ⋅ µm 
magnitudes radiantes se definen por unidad de superficie real, mientras que la intensidad de
dicha magnitud lo hace por unidad de superficie proyectada en la dirección considerada.
Por ello, una magnitud espectral-direccional se calcula multiplicando su intensidad
asociada por el coseno del ángulo cenital.
dQ& em dQ& em
E θ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) = = = I Eθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) cosθ (9.14)
dAdωdλ dA sen θdθdϕdλ
dQ& inc dQ& inc
Gθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ ) = = = I Gθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ ) cosθ (9.15)
dAdωdλ dA sen θdθdϕdλ
dQ& em + dQ& ref dQ& em + dQ& ref
J θ ,ϕ , λ (θ , ϕ , λ , T ) = = = I θJ ,ϕ , λ (θ , ϕ , λ , T ) cosθ (9.16)
dAdωdλ dA sen θdθdϕdλ
• Magnitudes espectrales-hemisféricas. Estas magnitudes radiantes están definidas en una
única longitud de onda, pero para todas las posibles direcciones del hemisferio al que
“mira” la superficie. Consideran, pues, la radiación dirigida/procedente hacia/de todas las
posibles direcciones en el espacio, pero solo en la longitud de onda considerada. En
ocasiones, dichas magnitudes se conocen simplemente como espectrales, y se omite el
calificativo de hemisféricas. En el caso de la emitancia espectral-hemisférica en la longitud
de onda λ, Eλ, ésta se define como la tasa de calor emitida por la superficie, por unidad de
dicha superficie e intervalo de longitudes de onda en torno a λ, y se calcula empleando la
ecuación (9.17). Las ecuaciones (9.18) y (9.19) proporcionan, respectivamente, la
irradiación y la radiosidad espectral-hemisférica. Nótese que según la nomenclatura
presentada en la Figura 9.6 el hemisferio hacia el que la superficie emite o desde el que la
superficie recibe energía está definido por 0≤φ≤2π y 0≤θ≤π/2. Por tanto, para el cálculo de
las magnitudes espectrales-hemisféricas se ha integrado la expresión de la intensidad
radiante entre dichos límites. De forma similar se calcula una magnitud espectral para otra
región cualquiera del espacio, sin más que sustituir los límites superior e inferior en dichas
integrales por los nuevos límites que definen la región de interés. En coherencia con la
 W 
nomenclatura empleada, la unidad de medida de las magnitudes espectrales es  2 .
 m ⋅ µm 
dQ& em 2π π 2π π
E λ (λ , T ) = = ∫ ∫ 2 I Eθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cos θdω = ∫ ∫ 2 I Eθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cos θ sen θdθdϕ (9.17)
dAdλ 0 0 0 0

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

dQ& inc 2π π 2π π
G λ (λ ) = = ∫ ∫ 2 I Gθ ,ϕ , λ (θ , ϕ , λ ) cosθdω = ∫ ∫ 2 I Eθ ,ϕ , λ (θ , ϕ , λ ) cosθ sen θdθdϕ (9.18)
dAdλ 0 0 0 0

dQ& em + dQ& ref 2π π


J λ (λ , T ) = = ∫ ∫ 2 I Jθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) cosθdω =
dAdλ 0 0
(9.19)
2π π
=∫ ∫
2 θ ,ϕ , λ
IJ (θ ,ϕ , λ , T ) cosθ sen θdθdϕ
0 0

• Magnitudes totales-direccionales. Éstas se definen para una sola dirección del espacio, pero
en todo el espectro de longitudes de onda. Las magnitudes totales-direccionales también se
conocen frecuentemente como magnitudes direccionales, prescindiendo del calificativo de
totales. Por ejemplo, la emitancia total-direccional en la dirección (θ, φ), denotada aquí
como Eθ,φ, se define como la tasa de calor emitida por la superficie, por unidad de dicha
superficie y unidad de ángulo sólido en torno a la dirección (θ, φ) de interés, y se calcula
mediante la ecuación (9.20). Las ecuaciones (9.21) y (9.22) definen, respectivamente, la
irradiación y la radiosidad total-direccional. Obviamente, en dichas ecuaciones se ha
integrado la expresión de la intensidad radiante para todo el espectro electromagnético
(0≤λ≤∞). También es posible obtener una magnitud direccional para una determinada
región del espectro (por ejemplo, para la región del visible), sin más que sustituir los
límites de integración por los valores de longitudes de onda que limitan dicha región. La
 W 
unidad de medida de las magnitudes direccionales es  2  .
 m ⋅ sr 
dQ& em ∞ ∞
E θ ,ϕ (θ , ϕ , T ) = = ∫ I Eθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) cosθdλ = cosθ ∫ I Eθ ,ϕ , λ (θ , ϕ , λ , T )dλ (9.20)
dAdω 0 0

dQ& inc ∞ ∞
Gθ ,ϕ (θ , ϕ ) = = ∫ I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ ) cos θdλ = cos θ ∫ I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ )dλ (9.21)
dAdω 0 0

dQ& em + dQ& ref ∞ ∞


J θ ,ϕ (θ , ϕ , T ) = = ∫ I Jθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cosθdλ = cosθ ∫ I Jθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T )dλ (9.22)
dAdω 0 0

• Magnitudes totales-hemisféricas. Son las más empleadas en la práctica, y se definen como


un promedio de las magnitudes espectrales-direccionales para todas las longitudes de onda
del espectro y todas las posibles direcciones del hemisferio. Comúnmente suele eliminarse
el calificativo de totales-hemisféricas; así, la emitancia total-hemisférica de una superficie
se conoce, abreviadamente, como emitancia. Nótese que atendiendo a la definición dada
para las magnitudes radiantes en el apartado 9.3.2.1, éstas tienen el carácter de totales-
hemisféricas, ya que se consideró toda la energía radiante, en todas las direcciones y
longitudes de onda posibles. Para ser coherente con la nomenclatura empleada, en las
magnitudes totales-hemisféricas no se emplea superíndice alguno, según las ecuaciones
(9.23) a (9.25). Dichas expresiones se emplean también para el cálculo de la magnitud
promedio en una región del espectro y una porción del espacio determinadas. Para ello, se
deben buscar los nuevos límites de integración, que son aquéllos que definen ambas
W
regiones. La unidad de medida de las magnitudes totales-hemisféricas es el  2  , ya
m 
introducida en el apartado 9.3.2.1.
dQ& em ∞ 2π π
E (T ) = = ∫ ∫ ∫ 2 I Eθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cosθdωdλ =
dA 0 0 0

∞ 2π π
(9.23)
∫∫ ∫
2 θ ,ϕ ,λ
= I (θ , ϕ , λ , T ) cosθ sen θdθdϕdλ
E
0 0 0

ó E (T ) = ∫ E λ (λ , T )dλ
0

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Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

dQ& inc ∞ 2π π
G= = ∫ ∫ ∫ 2 I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cos θdωdλ =
dA 0 0 0

∞ 2π π
=∫ (9.24)
∫ ∫ I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cos θ sen θdθdϕdλ
2
0 0 0

ó G = ∫ G λ (λ )dλ
0

dQ& em + dQ& ref ∞ 2π π


J (T ) = =∫ ∫ ∫
2
I Jθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cosθdωdλ =
dA 0 0 0

∞ 2π π
=∫ (9.25)
∫ ∫ I Jθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) cosθ sen θdθdϕdλ
2
0 0 0

ó J (T ) = ∫ J λ (λ , T )dλ
0

9.4 EL CUERPO NEGRO

9.4.1 Definición

El cuerpo negro ya fue introducido al hablar de las propiedades radiantes, pero su


enorme importancia en el análisis de la transmisión de calor por radiación hace necesario
identificar sus características detenidamente. Un cuerpo negro en radiación es aquél que
cumple las siguientes propiedades:
• Absorbe toda la radiación que incide sobre él, en cualquier longitud de onda y procedente
de cualquier dirección. Por tanto, su absortividad (ya sea espectral-direccional, espectral-
hemisférica, total-direccional o total-hemisférica) es igual a la unidad, mientras que su
reflectividad y transmisividad son nulas, expresión (9.26) (el subíndice N hace referencia al
cuerpo negro). En consecuencia, un cuerpo negro es necesariamente de color negro, ya que
absorbe toda la luz visible que llega a él (no refleja nada), pero un cuerpo de color negro no
es necesariamente un cuerpo negro. Si se particulariza la ecuación (9.6) para un cuerpo
negro, se comprueba que su radiosidad coincide con su emitancia, debido a que su
reflectividad es nula, ecuación (9.27):
α Nθ ,ϕ , λ = α Nλ = α θN,ϕ = α N = 1
(9.26)
ρ Nθ ,ϕ , λ = ρ Nλ = ρ Nθ ,ϕ = ρ N = 0; τ θN,ϕ , λ = τ Nλ = τ θN,ϕ = τ N = 0
J N = ρ N GN + E N = E N (9.27)
• Para una longitud de onda y temperatura determinadas, un cuerpo negro es el cuerpo de
mayor emisión. Para demostrarlo, considérese un cuerpo negro en equilibrio térmico con el
ambiente que lo rodea (y que, por tanto, se encuentra a su misma temperatura). En
equilibrio térmico, la tasa neta de energía radiante en el cuerpo negro debe ser nula, y en
virtud de la ecuación (9.7) su irradiación y su radiosidad (que coincide con su emitancia,
ecuación (9.27)) deben ser iguales, dando lugar a la ecuación (9.28). Si dicho cuerpo no
fuese negro, la irradiación procedente del ambiente sería la misma, pero su radiosidad no
coincidiría con su emitancia, ecuación (9.29). Comparando ambas, se observa que la
emitancia del cuerpo negro es mayor que la del cuerpo real, no negro. El mismo análisis
sería válido si se realizase para una longitud de onda cualquiera, haciendo uso de la
emitancia espectral. Por tanto, la emitancia y la emitancia espectral de un cuerpo negro,
ambas cuantificadas en posteriores apartados, son mayores que las respectivas magnitudes
en un cuerpo real cualquiera.

- 145 -
Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

G = J N = E N (T ) (9.28)
G = J = E (T ) + ρG (9.29)
E N (T ) ≥ E (T ); E Nλ (λ , T ) ≥ E λ (λ , T ) (9.30)
• La intensidad de la radiación emitida por un cuerpo negro es función de la longitud de onda
y de la temperatura del cuerpo, pero no es función de la dirección del espacio, ecuación
(9.31). Por tanto, un cuerpo negro emite con la misma intensidad de radiación hacia todas
las posibles direcciones del espacio. Por ello se dice que un cuerpo negro es un emisor
difuso. En cambio, en un cuerpo real cualquiera (no negro) dicha intensidad es, en general,
máxima para la dirección normal a su superficie, y disminuye conforme se aleja de ella
(Figura 9.8). La consideración de emisor difuso permite, en el caso de un cuerpo negro,
expresar su emitancia espectral-direccional, espectral-hemisférica (o simplemente
espectral), total-direccional (o simplemente direccional) y total-hemisférica (o simplemente
emitancia del cuerpo negro), según las ecuaciones (9.32), (9.33), (9.34) y (9.35),
respectivamente.
I Eθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) ⇒ I Eθ ,,ϕN, λ (λ , T ) (9.31)

θ θ
θ,ϕ,λ
IN
θ,ϕ,λ
(λ,Τ) I (θ,ϕ,λ,Τ)

cuerpo negro cuerpo real


Figura 9.8. Cuerpo negro como emisor difuso.

ENθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) = I Eθ ,,ϕN, λ (λ , T ) cosθ = ENθ ,ϕ , λ (θ , λ , T ) (9.32)


2π π 2π π
E Nλ (λ , T ) = ∫ ∫
2
I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T ) cos θdω = I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T ) ∫ ∫
2
cos θ sen θdθdϕ = π ⋅ I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T ) (9.33)
0 0 0 0

E Nθ ,ϕ (θ , T ) = cosθ ∫ I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T )dλ = cosθ ⋅ I Eθ ,,ϕN (T ) (9.34)
0
∞ 2π π
E N (T ) = ∫ ∫ ∫
2
I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T ) cosθ sen θdθdϕdλ =
0 0 0
(9.35)
∞  2π π  ∞
= ∫ I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T ) ∫ ∫ 2 cosθ sen θdθdϕ dλ = π ∫ I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T )dλ = π ⋅ I Eθ ,,ϕN (T )
0
 0 0
 0

En las ecuaciones anteriores, I Eθ ,,ϕN (T ) es la intensidad total-direccional (o intensidad


direccional) de la radiación emitida por un cuerpo negro. Es posible imaginar y construir
cuerpos que se comportan de manera muy aproximada como cuerpos negros. Por ejemplo, un
ambiente de gran tamaño, infinito en comparación con los objetos que se encuentran en su
interior, se comporta como un cuerpo negro, ya que absorbe toda la radiación que le llega y
emite de manera difusa. Otro ejemplo es el de una cavidad que se encuentra a temperatura
uniforme, cualquiera que sea el material del que esté construida, y en cuya superficie se
realiza una pequeña abertura. La radiación que sale de ésta lo hace de forma difusa, y dicha
abertura absorbe, además, toda la radiación que incide sobre ella. Esto último se debe a que la
radiación, una vez que entra en la cavidad por la abertura realizada, sufre un proceso de

- 146 -
Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

reflexiones múltiples en el interior, y en cada una de ellas es absorbida parcialmente por las
paredes internas.

9.4.2 Emitancia direccional del cuerpo negro: ley de Lambert

La ecuación (9.34) proporciona la emitancia total-direccional (o simplemente


direccional) de un cuerpo negro, es decir, la tasa de energía emitida por dicho cuerpo negro en
una dirección del espacio, pero en todo el espectro, por unidad de superficie emisora. Esta
expresión también recibe el nombre de ley de Lambert, según la cual la emitancia direccional
de un cuerpo negro depende del ángulo cenital θ pero no del azimutal φ, siendo máxima en la
dirección normal a la superficie (θ=0, cosθ=1, ver Figura 9.8) y nula en la dirección paralela a
la misma (θ=90º, cosθ=0). Esto no contradice el hecho de que un cuerpo negro sea un emisor
difuso, ya que es la intensidad de la radiación emitida, y no la emitancia, la propiedad que no
depende de la dirección en un cuerpo negro.

9.4.3 Emitancia del cuerpo negro: ley de Stefan-Boltzmann

La ley de Stefan-Boltzmann, establecida empíricamente por J. Stefan en 1879 y


deducida matemáticamente años después por L. Boltzmann, establece que la emitancia
(emitancia total-hemisférica) de un cuerpo negro que se encuentra a una determinada
temperatura es proporcional a la cuarta potencia de su temperatura absoluta, ecuación (9.36),
W
donde σ es la constante de Stefan-Boltzmann y su valor es 5.67 ⋅ 10 − 8 2 4 . Por ello, la
mK
transmisión de calor es particularmente importante en aquellos sistemas sometidos a elevadas
temperaturas, como cámaras de combustión, sistemas de captación solar o reactores.
E N (T ) = σT 4 (9.36)
La ley de Stefan-Boltzmann permite calcular, para cada temperatura, el valor de la
intensidad direccional de la radiación emitida por un cuerpo negro. Para ello, basta introducir
la ecuación (9.36) en la (9.35) y despejar su valor (expresión (9.37)):
σT 4
I Eθ ,,ϕN (T ) = (9.37)
π

9.4.4 Emitancia espectral del cuerpo negro: ley de Planck

La ley o distribución de Planck, ecuación (9.38), establece la variación de la emitancia


espectral-hemisférica (o simplemente emitancia espectral) de un cuerpo negro con la longitud
de onda. La combinación de las ecuaciones (9.33) y (9.38) permite obtener también el valor de
la intensidad espectral-direccional de la radiación emitida por el cuerpo negro, ecuación
(9.39), donde las constantes C1 y C2 tienes los valores de 3.4718·108 Wµm4/m2 y 1.4388·104
µmK, respectivamente.
C1
E Nλ (λ , T ) =
λ5  e 
C2
(9.38)
λT
− 1
 

- 147 -
Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

C1
θ ,ϕ ,λ E λ (λ , T ) π
I E ,N (λ , T ) = N = (9.39)
π 5 C 2 λT 
λ e − 1
 
En la Figura 9.9 se muestra la representación gráfica de la distribución de Planck,
ecuación (9.38), para varias temperaturas. A la vista de esta representación, cabe destacar lo
siguiente:
1E+008 5760 K sol
1E+007 bombilla
3000 K
1E+006
ΕΝλ(λ,Τ) (W/m2µm)

1E+005 2000 K
1E+004 1000 K
1E+003 700 K
1E+002 500 K
1E+001 300 K
1E+000
1E-001 100 K
1E-002
1E-003
1E-004

0.1 1 10 100
λ (µm)
Figura 9.9. Emitancia espectral del cuerpo negro: distribución de Planck.

• La distribución espectral del cuerpo negro es una función continua de la longitud de onda,
cuyo valor tiende a cero cuando la longitud de onda tiende a cero o infinito, alcanzando un
máximo relativo para un valor de longitud de onda que depende de la temperatura.
• Al aumentar la temperatura, dicho máximo se desplaza hacia longitudes de onda más
cortas.
• Para cualquier longitud de onda, la emitancia espectral de un cuerpo negro aumenta con su
temperatura. Las líneas isotermas no se cruzan entre ellas.
• La mayor parte de la radiación emitida por cuerpos a temperaturas menores que 1000 K,
suponiéndolos negros, se concentra en la región infrarroja del espectro, no siendo visible
para el ojo humano. Sólo a temperaturas superiores comienza a existir una pequeña
cantidad concentrada en la región visible (0.40-0.76 µm). Éste es el caso de una bombilla
incandescente, cuyo filamento de wolframio alcanza 3000 K, aproximadamente.
• El sol, con una temperatura superficial equivalente aproximadamente a 5800 K,
aproximadamente, y suponiendo comportamiento de cuerpo negro, presenta su máxima
emitancia espectral en la región visible del espectro. Por ello se dice que el sol es el emisor
de radiación visible más efectivo.
Por último, cabe señalar la relación entre la ley de Planck y la ley de Stefan-Boltzmann.
Si se aplica la ecuación (9.23) a un cuerpo negro, se tiene que su emitancia se calcula como la
integral extendida a todo el espectro de su emitancia espectral. Si se sustituyen las expresiones
de la ley de Planck y Stefan-Boltzmann se llega a la ecuación (9.40), lo que indica que el área
bajo la distribución de Planck debe coincidir con el valor proporcionado por la ley de Stefan-
Boltzmann.
∞ ∞ C1
E N (T ) = ∫ E Nλ (λ , T )dλ ⇒ σT 4 = ∫ dλ
λ  e 
C2
0 0
5 λT
− 1
(9.40)
 

- 148 -
Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

λ
EN : ley de Planck

λ
EN
4
EN=σT
ley de Stefan-
-Boltzmann
λ
Figura 9.10. Representación gráfica de las leyes de Planck y Stefan-Boltzmann.
Por último, obsérvese que si se divide la emitancia espectral de un cuerpo negro entre la
quinta potencia de la temperatura absoluta, el resultado es una función que depende de una
sola variable: el producto de la longitud de onda y la temperatura (λT) (expresión (9.41)). Esto
posibilita la tabulación de los valores de emitancia espectral de un cuerpo negro, como se
muestra en la Tabla 9.1 para diferentes valores del producto λT.
ENλ (λ , T ) C1
= = f (λT )
T5
(λT )  e (λT ) − 1
C2
5 (9.41)
 

Tabla 9.1. Emitancia espectral del cuerpo negro y fracción de energía emitida.

λT F(0→λi) ENλ/T5 λT F(0→λi) ENλ/T5 λT F(0→λi) ENλ/T5


2 5 2 5
(µmK) (W/(m µmK )) (µmK) (W/(m µmK )) (µmK) (W/(m2µmK5))

1000 0,00032 2,1113E-13 4750 0,60067 7,8643E-12 10500 0,92367 9,9843E-13


1050 0,00056 3,2822E-13 4800 0,60754 7,7149E-12 10600 0,92540 9,6890E-13
1100 0,00091 4,8489E-13 4850 0,61428 7,5678E-12 10700 0,92708 9,4042E-13
1150 0,00142 6,8563E-13 4900 0,62089 7,4228E-12 10800 0,92872 9,1296E-13
1200 0,00213 9,3341E-13 4950 0,62737 7,2801E-12 10900 0,93031 8,8647E-13
1250 0,00308 1,2295E-12 5000 0,63373 7,1396E-12 11000 0,93185 8,6092E-13
1300 0,00432 1,5733E-12 5050 0,63996 7,0015E-12 11200 0,93480 8,1245E-13
1350 0,00587 1,9628E-12 5100 0,64607 6,8657E-12 11400 0,93758 7,6728E-13
1400 0,00779 2,3945E-12 5150 0,65207 6,7322E-12 11600 0,94021 7,2515E-13
1450 0,01011 2,8637E-12 5200 0,65795 6,6011E-12 11800 0,94270 6,8582E-13
1500 0,01285 3,3649E-12 5250 0,66371 6,4723E-12 12000 0,94505 6,4908E-13
1550 0,01605 3,8918E-12 5300 0,66936 6,3459E-12 12200 0,94728 6,1472E-13
1600 0,01972 4,4382E-12 5350 0,67490 6,2217E-12 12400 0,94939 5,8257E-13
1650 0,02388 4,9974E-12 5400 0,68034 6,0999E-12 12600 0,95139 5,5246E-13
1700 0,02853 5,5632E-12 5450 0,68566 5,9804E-12 12800 0,95329 5,2424E-13
1750 0,03369 6,1294E-12 5500 0,69088 5,8632E-12 13000 0,95509 4,9778E-13
1800 0,03934 6,6905E-12 5550 0,69600 5,7483E-12 13200 0,95681 4,7295E-13
1850 0,04549 7,2414E-12 5600 0,70102 5,6356E-12 13400 0,95843 4,4962E-13
1900 0,05211 7,7775E-12 5650 0,70594 5,5251E-12 13600 0,95998 4,2770E-13
1950 0,05920 8,2948E-12 5700 0,71077 5,4168E-12 13800 0,96145 4,0708E-13
2000 0,06673 8,7901E-12 5750 0,71550 5,3107E-12 14000 0,96285 3,8767E-13
2050 0,07469 9,2606E-12 5800 0,72013 5,2067E-12 14200 0,96419 3,6940E-13
2100 0,08305 9,7041E-12 5850 0,72468 5,1048E-12 14400 0,96546 3,5217E-13
2150 0,09180 1,0119E-11 5900 0,72914 5,0051E-12 14600 0,96667 3,3593E-13
2200 0,10089 1,0504E-11 5950 0,73351 4,9073E-12 14800 0,96783 3,2060E-13
2250 0,11031 1,0859E-11 6000 0,73779 4,8116E-12 15000 0,96893 3,0613E-13
2300 0,12003 1,1182E-11 6050 0,74199 4,7179E-12 15200 0,96999 2,9246E-13

- 149 -
Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

2350 0,13002 1,1475E-11 6100 0,74611 4,6261E-12 15400 0,97100 2,7954E-13


2400 0,14026 1,1737E-11 6150 0,75015 4,5362E-12 15600 0,97196 2,6732E-13
2450 0,15071 1,1969E-11 6200 0,75411 4,4483E-12 15800 0,97288 2,5575E-13
2500 0,16136 1,2172E-11 6250 0,75800 4,3621E-12 16000 0,97377 2,4480E-13
2550 0,17217 1,2346E-11 6300 0,76180 4,2778E-12 16200 0,97461 2,3442E-13
2600 0,18312 1,2493E-11 6350 0,76554 4,1953E-12 16400 0,97542 2,2458E-13
2650 0,19419 1,2613E-11 6400 0,76920 4,1145E-12 16600 0,97620 2,1525E-13
2700 0,20536 1,2709E-11 6450 0,77280 4,0354E-12 16800 0,97694 2,0639E-13
2750 0,21660 1,2781E-11 6500 0,77632 3,9580E-12 17000 0,97765 1,9798E-13
2800 0,22789 1,2830E-11 6600 0,78317 3,8081E-12 17200 0,97834 1,8999E-13
2850 0,23922 1,2858E-11 6700 0,78976 3,6646E-12 17400 0,97899 1,8240E-13
2900 0,25056 1,2867E-11 6800 0,79610 3,5271E-12 17600 0,97962 1,7518E-13
2950 0,26190 1,2857E-11 6900 0,80220 3,3954E-12 17800 0,98023 1,6832E-13
3000 0,27323 1,2830E-11 7000 0,80808 3,2692E-12 18000 0,98081 1,6178E-13
3050 0,28453 1,2787E-11 7100 0,81373 3,1484E-12 18200 0,98137 1,5556E-13
3100 0,29578 1,2730E-11 7200 0,81918 3,0327E-12 18400 0,98191 1,4963E-13
3150 0,30697 1,2659E-11 7300 0,82443 2,9219E-12 18600 0,98243 1,4398E-13
3200 0,31810 1,2576E-11 7400 0,82949 2,8157E-12 18800 0,98293 1,3859E-13
3250 0,32915 1,2481E-11 7500 0,83437 2,7140E-12 19000 0,98341 1,3345E-13
3300 0,34011 1,2377E-11 7600 0,83907 2,6165E-12 19200 0,98387 1,2854E-13
3350 0,35097 1,2263E-11 7700 0,84360 2,5231E-12 19400 0,98431 1,2386E-13
3400 0,36173 1,2141E-11 7800 0,84797 2,4336E-12 19600 0,98474 1,1939E-13
3450 0,37238 1,2011E-11 7900 0,85218 2,3478E-12 19800 0,98516 1,1511E-13
3500 0,38291 1,1875E-11 8000 0,85625 2,2655E-12 20000 0,98555 1,1103E-13
3550 0,39332 1,1733E-11 8100 0,86018 2,1866E-12 20500 0,98649 1,0158E-13
3600 0,40360 1,1586E-11 8200 0,86397 2,1109E-12 21000 0,98735 9,3105E-14
3650 0,41375 1,1434E-11 8300 0,86762 2,0384E-12 21500 0,98813 8,5495E-14
3700 0,42376 1,1279E-11 8400 0,87116 1,9687E-12 22000 0,98886 7,8645E-14
3750 0,43364 1,1120E-11 8500 0,87457 1,9019E-12 22500 0,98952 7,2464E-14
3800 0,44337 1,0959E-11 8600 0,87787 1,8378E-12 23000 0,99014 6,6877E-14
3850 0,45296 1,0796E-11 8700 0,88105 1,7762E-12 23500 0,99070 6,1816E-14
3900 0,46241 1,0631E-11 8800 0,88413 1,7171E-12 24000 0,99123 5,7224E-14
3950 0,47171 1,0464E-11 8900 0,88711 1,6603E-12 24500 0,99172 5,3049E-14
4000 0,48087 1,0297E-11 9000 0,88999 1,6057E-12 25000 0,99217 4,9247E-14
4050 0,48987 1,0129E-11 9100 0,89277 1,5533E-12 26000 0,99297 4,2609E-14
4100 0,49873 9,9614E-12 9200 0,89547 1,5030E-12 27000 0,99368 3,7050E-14
4150 0,50744 9,7936E-12 9300 0,89808 1,4546E-12 28000 0,99429 3,2367E-14
4200 0,51600 9,6261E-12 9400 0,90060 1,4080E-12 29000 0,99482 2,8400E-14
4250 0,52441 9,4592E-12 9500 0,90304 1,3633E-12 30000 0,99529 2,5021E-14
4300 0,53268 9,2932E-12 9600 0,90541 1,3202E-12 32000 0,99607 1,9643E-14
4350 0,54080 9,1282E-12 9700 0,90770 1,2788E-12 34000 0,99669 1,5633E-14
4400 0,54878 8,9645E-12 9800 0,90992 1,2389E-12 36000 0,99719 1,2595E-14
4450 0,55661 8,8021E-12 9900 0,91207 1,2006E-12 38000 0,99759 1,0260E-14
4500 0,56430 8,6413E-12 10000 0,91416 1,1637E-12 40000 0,99792 8,4411E-15
4550 0,57185 8,4821E-12 10100 0,91618 1,1281E-12 45000 0,99851 5,3822E-15
4600 0,57926 8,3248E-12 10200 0,91814 1,0938E-12 50000 0,99890 3,5911E-15
4650 0,58654 8,1693E-12 10300 0,92004 1,0609E-12 55000 0,99917 2,4865E-15
4700 0,59367 8,0158E-12 10400 0,92188 1,0291E-12 60000 0,99935 1,7757E-15

9.4.5 Máxima emitancia espectral del cuerpo negro: leyes de Wien

La primera ley de Wien, o ley de desplazamiento de Wien, establece la longitud de onda


en la que un cuerpo negro, a una temperatura determinada, alcanza su máxima emitancia
espectral (Figura 9.11). Para ello, se deriva la expresión de la ley de Planck respecto de la

- 150 -
Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

variable longitud de onda y se iguala a cero (condición de máximo relativo), obteniéndose la


expresión (9.42) (ley de desplazamiento de Wien),
dE Nλ (T ) 2897.8
= 0 ⇒ λmax = (9.42)
dλ λ T
max

donde T es la temperatura en K y λmax es la longitud de onda, en µm, a la que se alcanza la


máxima emitancia espectral.
Esta primera ley de Wien determina la forma en la que la máxima emitancia espectral de
un cuerpo negro se desvía hacia menores longitudes de onda al aumentar la temperatura,
comportamiento ya comentado al presentar la distribución de Planck (Figura 9.9). Por
ejemplo, sustituyendo en ella se comprueba que la máxima emitancia espectral de un cuerpo
negro a 25ºC (300 K, aproximadamente) cae muy lejos del visible. A 1000 K, la máxima
emitancia espectral ocurre a 2.9 µm, todavía en la región infrarroja, pero ya existe una
pequeña cantidad de energía emitida en el visible, y por ello el color rojo que adquieren estos
cuerpos. A mayor temperatura, el color rojo es cada vez más vivo, y se convierte en blanco al
alcanzar los 2000 K. A 6000K (la temperatura aproximada del sol), la máxima emitancia
espectral ocurre en el visible, y en concreto en el rango de longitudes de onda
correspondientes al color amarillo (de ahí el color que percibimos del sol). A temperaturas
mucho más elevadas (por ejemplo, las correspondientes a las estrellas azules), la máxima
emitancia ocurre en la región ultravioleta, pero una pequeña parte de su radiación todavía cae
en la región visible, concentrada en el rango de longitudes de onda del color azul.
λ
EN

λ max
EN

λmax λ
Figura 9.11. Leyes de Wien: máxima emitancia espectral del cuerpo negro.
La segunda ley de Wien determina el valor de la máxima emitancia espectral del cuerpo
negro a cada temperatura, ecuación (9.43). Para ello, se sustituye el valor de λmax anterior en la
expresión de la ley de Planck.
 W  C1 C1
E Nλmax  2  = = T 5 = 1.2864 ⋅ 10 −11T 5
 m µm  λ5  e λmax T − 1 (λ T )5  e ( λmax T ) − 1
C2 C2
(9.43)
max   max  
   
Obsérvese que, mientras la emitancia del cuerpo negro (emitancia total-hemisférica) es
proporcional a la cuarta potencia de su temperatura absoluta según establece la ley de Stefan-
Boltzmann, la máxima emitancia espectral es proporcional a la quinta potencia de la misma.

9.4.6 Fracción de energía radiante emitida por un cuerpo negro

En ocasiones es útil conocer qué fracción de la energía emitida por un cuerpo negro se
concentra en una determinada región del espectro electromagnético. Por ejemplo, para

- 151 -
Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

calcular la eficiencia de una bombilla o de un tubo fluorescente, se debe conocer qué parte de
la energía radiante emitida es luz visible (es decir, se concentra en la región visible del
espectro), y comparar el resultado con su consumo eléctrico. También para determinar la
cantidad de luz visible emitida por el sol es necesario calcular la fracción emitida por este
cuerpo en la región del visible.

Considérese la fracción de energía emitida por un cuerpo negro hasta una determinada
longitud de onda λi (Figura 9.12), que se denotará aquí como F(0→λi). Esta fracción se define
como la energía radiante emitida por dicho cuerpo, por unidad de superficie, hasta λi, dividida
de toda la energía radiante por unidad de superficie emitida por el mismo cuerpo (EN=σT4):
λi C1
∫ dλ
λ  e λT − 1
0 C2
λi 5

F (0 → λ ) =
∫ 0
ENλ (λ , T )dλ
=  
(9.44)
i
σT 4 σT 4
El cálculo de la fracción de F(0→λi) a través de la ecuación (9.44) necesita la resolución
numérica de una integral. Además, aparentemente esta función es dependiente de dos
variables (longitud de onda y temperatura), lo cual dificulta la tabulación de los resultados.
Sin embargo, reagrupando términos, expresión (9.45), se observa que la función F(0→λi)
depende de una sola variable: el producto de la temperatura y la longitud de onda.
Resolviendo numéricamente esta integral de una sola variable, se obtienen los valores
tabulados en la Tabla 9.1.
λi T C1 1
∫ d (λT )
λ5T 4  e λT − 1 T
0 C2

F (0 → λi ) =   1 λi T
= ∫
C1
d (λT ) (9.45)
σ σ 0  C2

(λT )5  e ( λT )
− 1
 
λ

λ
EN

EN

λi λ λi λii λ
Figura 9.12. Energía emitida por un cuerpo negro en la región 0→λi (izqda.) y en la región λi →λii (dcha.)
Finalmente, si se desea conocer la fracción de energía que el cuerpo negro emite en una
región del espectro limitada por las longitudes de onda λi y λii (Figura 9.12), basta aplicar la
ecuación (9.46) usando los valores tabulados en la Tabla 9.1.
λii λi

F (λi →λ )=
∫ 0
E Nλ (λ , T )dλ − ∫ E Nλ (λ , T )dλ
0
= F (0 → λii ) − F (0 → λi ) (9.46)
ii
σT 4

- 152 -
Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

9.5 CUERPOS REALES

9.5.1 Emisividad

Los cuerpos reales presentan características diferentes a las de un cuerpo negro. En


primer lugar, un cuerpo negro absorbe toda la energía que llega a su superficie, con
independencia de su longitud de onda y de la dirección de la que proceda. Además, un cuerpo
negro es un emisor difuso, de manera que la intensidad de la radiación emitida es la misma
para todas las direcciones (es decir, no es función de los ángulos cenital y azimutal).

Por el contrario, un cuerpo real no absorbe toda la radiación procedente del exterior, y
parte de ella puede ser transmitida o, más comúnmente, reflejada. Aunque en la práctica es
fácil encontrar cuerpos que no transmitan radiación (τ=0), ello no significa que se comporten
como negros, pues parte de la radiación incidente no se absorbe y es reflejada de nuevo hacia
el exterior. Estos cuerpos se conocen como opacos, y aunque se introdujeron en el apartado
9.3.1 como cuerpos ideales, pueden ser considerados perfectamente cuerpos reales. Los
metales, la madera o la piedra son ejemplos de materiales opacos a la radiación térmica.
Además, la radiación emitida y reflejada por los cuerpos reales no es necesariamente difusa.
Un ejemplo claro de ello es el cristal, cuya reflexión no es difusa (igual en todas direcciones)
sino especular (los ángulos de incidencia y reflexión son iguales, Figura 9.13).

θinc θref

Figura 9.13. Reflexión especular.


Con independencia de si un cuerpo se comporta de forma más o menos aproximada a un
cuerpo negro, la manera de modelar un cuerpo real es introducir un nuevo parámetro, la
emisividad ε, que compara la energía emitida por el cuerpo real con la emitida por un cuerpo
negro que se encuentre a la misma temperatura que el real. Más concretamente, se define la
emisividad de un cuerpo a una temperatura T y en una dirección y longitud de onda
determinadas (por tanto, emisividad espectral-direccional) como la relación entre la emitancia
espectral-direccional de dicho cuerpo y la emitancia espectral-direccional que tendría un
cuerpo negro a la misma temperatura T, ecuación (9.47). De esta forma, con el uso de la
emisividad y todas las leyes introducidas anteriormente para el cuerpo negro, es posible
conocer el comportamiento de un cuerpo real. Puesto que el cuerpo negro es el cuerpo que
más radiación emite a una temperatura dada, es evidente que el valor de emisividad está
comprendido entre cero y la unidad. Recuérdese, además, que la emitancia del cuerpo negro es
independiente del ángulo azimutal φ, y su intensidad no depende del ángulo cenital ni
azimutal (emisor difuso).
E θ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) I Eθ ,ϕ , λ (θ , ϕ , λ , T )
ε θ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) = = (9.47)
E Nθ ,ϕ , λ (θ , λ , T ) I Eθ ,,ϕN, λ (λ , T )

De igual forma que en el caso de las magnitudes radiantes presentadas en este tema, es
conveniente definir y calcular la emisividad espectral (o espectral-hemisférica), la emisividad
direccional (o total-direccional) y la emisividad (o total-hemisférica). Estos cálculos se

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

realizan en las ecuaciones (9.48), (9.49) y (9.50) (donde se ha hecho uso de la ecuaciones que
definen las respectivas emitancias), respectivamente, y su interpretación es análoga a la
realizada anteriormente. Por ejemplo, la emisividad de un cuerpo se define como el cociente
de las energías emitidas por dicho cuerpo y un cuerpo negro a su misma temperatura, en todas
las direcciones posibles y en todo el espectro electromagnético.
2π π
E (λ, T ) ∫0 ∫
2 θ ,ϕ ,λ
λ
E I (θ , ϕ, λ, T ) cosθdω 1 2π π 2 θ ,ϕ ,λ
π ∫0 ∫0
ε λ (λ, T ) = = 0
= ε (θ ,ϕ, λ, T ) cosθ senθdθdϕ (9.48)
ENλ (λ, T ) θ ,ϕ ,λ
π ⋅ I E,N (λ, T )

E θ ,ϕ (θ , ϕ , T ) cosθ ∫0 I E (θ , ϕ , λ , T )dλ I Eθ ,ϕ (θ , ϕ , T ) I Eθ ,ϕ (θ , ϕ , T )
θ ,ϕ ,λ
θ ,ϕ
ε (θ , ϕ , T ) = = = = (9.49)
E Nθ ,ϕ (θ , T ) ∞
cosθ ∫ I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T )dλ I Eθ ,,ϕN (T ) σT 4
0 π
∞ 2π π ∞
∫∫ ∫ I ∫
θ ,ϕ ,λ
E (T )
2
E (θ , ϕ , λ , T ) cosθ sen θdθdϕdλ E λ (λ , T ) d λ
ε (T ) = = 0 0
π π

0
= 0

=

2
E N (T ) E Nλ (λ , T )dλ
∫∫ ∫ I Eθ ,,ϕN,λ (λ , T ) cosθ sen θdθdϕdλ
2
0 0 0 0
∞ ∞
(9.50)
∫ ∫
λ λ λ λ
ε ( λ , T ) ⋅ E N ( λ , T ) dλ ε (λ , T ) ⋅ E N (λ , T ) d λ
0 0
= ∞
=
σT 4

0
E Nλ (λ , T )dλ

De manera especial, nótese que la emisividad (total-hemisférica) de un cuerpo no se


calcula como un promedio extendido a todas las longitudes de onda de la emisividad
espectral, sino a través de la ecuación (9.50), donde se considera dentro de la integral la propia
emitancia espectral del cuerpo negro. La Tabla 9.2 presenta valores de emisividad para
distintos materiales y temperaturas. Los metales pulidos presentan valores muy bajos de
emisividad, que aumentan con la temperatura. Contrariamente, los materiales no metálicos
presentan valores superiores de emisividad, en general decreciente con la temperatura.
Tabla 9.2. Valores de emisividad a temperatura ambiente y 500ºC.
Materiales Emisividad (25ºC) Emisividad (500ºC)
Metales
Aluminio pulido 0.04 0.07
Aluminio oxidado 0.20 0.33
Cobre pulido 0.02 0.04
Cobre oxidado 0.85 0.75
Acero pulido 0.07 0.10
No metales
Ladrillo 0.90 0.70
Carbón negro 0.95 0.99
Cristal 0.90 0.70
Papel 0.95 0.70

Para completar el estudio del cuerpo real, es necesario realizar un análisis similar para el
caso de la absortividad (o la reflectividad, ya que α=1-ρ en un cuerpo opaco), y así introducir
la definición de absortividad espectral-direccional de un superficie, ecuación (9.51). Ésta se
define, en cada dirección y longitud de onda, como la irradiación absorbida en relación a toda
la irradiación incidente sobre la superficie. Con los conceptos ya presentados en el tema y la
misma metodología, es posible definir la absortividad espectral-hemisférica, total-direccional,

- 154 -
Tema 9. Conceptos, propiedades y leyes de la transmisión de calor por radiación

y total-hemisférica, ecuaciones (9.52), (9.53) y (9.54), respectivamente. Se observa


nuevamente que la absortividad (total-hemisférica) no se obtiene como el valor integrado para
todo el espectro y hemisferio de la absortividad espectral-direccional, sino a través de la
expresión (9.54).

θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ
θ ,ϕ , λ Gabs (θ ,ϕ , λ , T ) I G , abs (θ ,ϕ , λ , T ) (9.51)
α (θ ,ϕ , λ , T ) = = θ ,ϕ , λ
Gθ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ ) I G (θ ,ϕ , λ )
2π π

∫ ∫ α θ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ ) cosθdω
2
G λ (λ , T )
α λ (λ , T ) = absλ = 0 0
π (9.52)
G (λ ) 2π
∫ ∫ I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ ) cosθdω
2
0 0

Gθ ϕ (θ , ϕ , T ) ∫ α
θϕλ
θϕ ,
, (θ , ϕ , λ , T ) I θ ϕ λ (θ , ϕ , λ )dλ , ,
G
, ,

α (θ , ϕ , T ) = θ ϕ = abs
,
0
∞ (9.53)
G (θ , ϕ )
∫ I (θ ,ϕ , λ )dλ
θϕλ , ,
G
0
∞ 2π π

∫∫ ∫ α θ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ , T ) I Gθ ,ϕ ,λ (θ , ϕ , λ ) cosθdωdλ
2
G (T )
α (T ) = abs = 0 0 0
∞ 2π π
=
G
∫∫ ∫
2 θ ,ϕ ,λ
IG (θ , ϕ , λ ) cos θdωdλ
0 0 0
∞ ∞
(9.54)
∫ ∫
λ
Gabs ( λ , T ) dλ α λ (λ , T ) ⋅ G λ (λ )dλ
0 0
= ∞
= ∞
∫ ∫
λ
G (λ )dλ G λ (λ )dλ
0 0

9.5.2 Ley de Kirchhoff

Tanto la emisividad de un cuerpo como su absortividad juegan un papel importante en el


estudio de los intercambios de calor por radiación. En el apartado anterior se ha mostrado que
la emisividad de una superficie depende de su temperatura y de las características de la misma
(material, acabado superficial). Lo mismo ocurre con la absortividad, que, además, también
depende de las temperaturas del resto de los cuerpos que participan en el intercambio
(recuérdese que en la definición de absortividad, ecuación (9.54), interviene la irradiación
recibida por el cuerpo, que obviamente procede del resto de cuerpos presentes y depende de la
temperatura de éstos). En muchos casos, para la resolución de un intercambio de calor
radiante (ver tema siguiente) es de indudable utilidad conocer la relación, si existe, entre la
absortividad y la emisividad de un cuerpo.

Supóngase un cuerpo real opaco, no negro (superficie 1) encerrado en el interior de un


recinto de gran tamaño, superficie 2. Ésta puede ser considerada, según el apartado 9.3.2.1,
como un cuerpo negro. Si se deja transcurrir el tiempo necesario para que ambas superficies
alcancen el equilibrio térmico, entonces ambas se encuentran a la misma temperatura. En estas
condiciones, el flujo neto de calor radiante en cualquier dirección y longitud de onda es nulo
en ambas superficies, ecuaciones (9.55) y (9.56). Si no fuese así, ello significaría que un
cuerpo cede calor y el otro lo recibe indefinidamente, estando ambos a la misma temperatura y
sin aporte de trabajo externo, lo cual supondría una violación del Segundo Principio de la
Termodinámica.
θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ
G1 = J1 = E1 + ρ1 G1 = ε1 E1, N + ρ1 G1
(9.55)
(1 − ρ 1
θ ,ϕ , λ
)G 1
θ ,ϕ , λ
= ε1
θ ,ϕ , λ
E1, N
θ ,ϕ , λ

θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ θ ,ϕ , λ
G2 = J2 = E2 (9.56)

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Capítulo 4. Transmisión de calor por radiación

Al existir en el ejemplo mostrado sólo dos superficies, la irradiación de cualquiera de


ellas es igual a la radiosidad de la otra:
(1 − ρ 1
θ ,ϕ , λ
)E θ ,ϕ , λ
2 = ε1
θ ,ϕ , λ
E1, N
θ ,ϕ , λ
(9.57)
Puesto que la superficie 2 es negra, y se encuentra a la misma temperatura que 1,
entonces la emitancia espectral-direccional se simplifica en la ecuación anterior y se obtiene la
expresión (9.58), conocida como ley de Kirchhoff, que identifica la absortividad espectral-
direccional con la emisividad espectral-direccional:
α θ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) = ε θ ,ϕ , λ (θ ,ϕ , λ , T ) (9.58)
Es necesario subrayar el hecho de que la ley de Kirchhoff sólo es válida, y así se ha
deducido, cuando los cuerpos involucrados están en equilibrio térmico, lo cual no es el caso si
existe transmisión de calor. Sin embargo, si las temperaturas de los cuerpos no son demasiado
diferentes, la aceptación de la ley de Kirchhoff conduce a resultados válidos en todo tipo de
cálculos en ingeniería.

No obstante, la expresión de la ley de Kirchhoff que relaciona las propiedades


espectrales-direccionales no es la de mayor utilidad. En la práctica, las propiedades más
usadas en los cálculos son totales-hemisféricas. Para obtener una relación entre ellas,
considérese una superficie difusa, definida como aquélla en la que su emisividad y
absortividad espectral-direccional no dependen de la dirección considerada. Así, las
ecuaciones (9.48) y (9.52) quedan de la forma (9.59):
α λ ( λ , T ) = α θ ,ϕ , λ ( λ , T )
(9.59)
ε λ (λ , T ) = ε θ ,ϕ , λ (λ , T )
Y en virtud de la ley de Kirchhoff, expresión (9.58), se tiene la igualdad de las
propiedades espectrales:
α λ ( λ , T ) = ε λ (λ , T ) (9.60)
Si, además, se cumple que la emisividad y absortividad espectral de la superficie son
independientes de la longitud de onda (caso para el cual la superficie se conoce como
superficie gris), entonces de las ecuaciones (9.50) y (9.54) se obtiene la expresión (9.61):
α (T ) = α λ (T )
(9.61)
ε (T ) = ε λ (T )
Y, finalmente, introduciendo (9.60) se obtiene la expresión buscada:
α (T ) = ε (T ) (9.62)
Recuérdese que la expresión (9.62) de la ley de Kirchhoff solo se cumple cuando la
superficie es gris y difusa, es decir, cuando su emisividad y su absortividad espectral-
direccional no dependen ni de la dirección ni de la longitud de onda.

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