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Résumé
Le roman historique contemporain : remise en question et explosion d 'un modèle.
Ce travail étudie la notion de texte/modèle en relation avec le roman historique, plus particulièrement le " nouveau " roman
historique.
Le roman historique du XIXe siècle (vieux et traditionnel)) se laisse aisément classer selon certains modèles représentés par les
noms des auteurs qui les proposèrent et les développèrent. : W. Scott (l'unique selon Lukacs), A. de Vigny et G. Flaubert. Ce
classement est rendu possible non seulement par l'existence de textes-modèles reconnus, mais encore par le fait que des
œuvres précises répondent à ou dialoguent avec des modèles et des concepts historiographiques assez uniformes, tout d'abord
V historiographie romantique, puis la " scientifique " selon Ranke.
Le roman historique contemporain apparaît et se développe en reformulant et parfois en mettant radicalement en question des
modèles traditionnels, non seulement des modèles artistiques, — le réalisme, la théorie du reflet — , mais également les
modèles historiographiques. Au cours des 20-30 dernières années, l'historiographie comme champ et comme discours perd de
son uniformité et, face au passé, elle éclate en une myriade d'approches et de méthodologies. Remettant en question le modèle
littéraire antérieur, lié à une certaine idée de l'historiographie, et répondant à la redéfinition de l'histoire en tant que discipline et
que discours, le nouveau roman historique explore des objets historiques fort divers et met en œuvre différents procédés
narratifs. S'il est possible d'identifier quelques unes de ses caractéristiques, il est impossible de déterminer avec assurance un
modèle littéraire du roman historique contemporain. L'éclatement du modèle a produit une constellation de possibilités.
Perkowska-Alvarez Magdalena. La novela histórica contemporánea : el cuestionamiento y la explosión del modelo. In: América
: Cahiers du CRICCAL, n°34, 2006. Les modèles et leur circulation en Amérique latine, v2. pp. 177-185;
doi : https://doi.org/10.3406/ameri.2006.1759
https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_2006_num_34_1_1759
1. Amado ALONSO, (1942), Ensayo sobre la novela histôrica. El modernismo en La gloria de Don
Ramiro, Madrid, Grcdos, 1984, p. 32.
2. Peter ELMORE, La fâbrica de la memoria. La crisis de la representation en la novela histôrica
latinoamericana, Mexico, Fondo de Cultura Econômica, 1997, p. 31-32.
3. Maria Cristina PONS, Memorias del olvido. La novela histôrica de fines del siglo XX, Mexico, Siglo
XXI, 1996, p. 83.
1 78 Magdalena Perkowska- Alvarez
1 . Hans Robert JAUSS, " Littérature médiévale et théorie des genres ", Varios autores, Théorie des
genres, op. cit., p. 37-76.
2. Tzvctan TODOROV, " L'origine des genres ", La notion de littérature, Paris, Seuil, 1987, p. 34.
3. Philippe LEJEUNE, Le pacte autobiographique, Paris, Seuil, 1975, p. 31 1.
4. Alfred de VIGNY, Cinq-Mars, Œuvres complètes, Vol. 2, Paris, Gallimard, 1948, p. 19.
Comme la France allait plus loin que les autres nations dans cet amour des faits et que j'avais choisi une
époque récente et connue, je crus aussi ne pas devoir imiter les étrangers, qui, dans leurs tableaux,
montrent à peine à l'horizon les hommes dominants de leur histoire; je plaçai les nôtres sur le devant de la
scène, je les fis principaux acteurs de cette tragédie dans laquelle j'avais dessein de peindre les trois sortes
d'ambition qui nous peuvent remuer et, à côté d'elles, la beauté du sacrifice de soi-même à une généreuse
pensée.
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los tiempos empleados ") para crear una distancia perceptiva de " algunas
generaciones de por medio ". ' Las intervene iones de ambos autores subrayan
la conciencia del género u horizonte sobre el que se inscriben sus obras;
ambos transforman las leyes del género, pero lo hacen reconociendo primero
sus côdigos y limites. Las explicaciones son prueba de que la transgresiôn y la
confirmaciôn de la norma son procesos complementarios o, como lo diria
Todorov (siguiendo a Blanchot) que " la norma no se hace visible [...] sino a
través de las transgresiones ".2 La modificaciôn continua del horizonte a la
que alude Jauss es también, por lo menos en el caso de la novela histôrica
clâsica, una tâcita ratificaciôn de la existencia de una linea demarcatoria.
Este brève examen del primer desarrollo de la novela histôrica en el
siglo XIX, cerrado por Lukâcs mediante su configuraciôn del texto ideal,
reafirma el uso critico del concepto de " modelo ", comprobando que el
itinerario de la novela histôrica decimonônica — europea o
latinoamericana — se organiza alrededor de un horizonte o modelo
institucionalizado, que es adaptado, ampliado o transformado, de acuerdo con
el dinamismo del sistema literario, sin perder por ello su posiciôn central.
Refiriéndose a las novelas histôricas latinoamericanas publicadas hasta
mediados del siglo XX, Carlos Pacheco observa que " A pesar de lo visible de
diversas marcas estéticas diferenciales, estas obras dibujan una trayeetoria
regida por un côdigo estético y representacional relativamente estable ".3 Se
puede anadir que en aquella época, los côdigos del modelo forjado en la série
literaria estaban reforzados por la proximidad con el modelo consolidado en la
série cultural extraliteraria, pero vecina, que era la historiografia, tanto la
romântica como la cientifîca4. Existia, pues, un horizonte bastante delimitado
y nitido, un " esqueleto formai, narrativo, temâtico, ideolôgico "5 discernible,
sobre el que se proyeetaban nuevas actualizaciones.
El segundo momento crucial en la trayeetoria de la novela histôrica,
esta vez solo en America Latina, présenta otras caracteristicas. La segunda
mitad del siglo XX ha presenciado un insôlito auge de la novela histôrica en el
subcontinente, que se ha manifestado no solo en la cantidad de novelas
histôricas publicadas, sino sobre todo en su calidad y en la audacia con la que
muchas de ellas han cuestionado los modelos anteriores, no solo los artisticos
(la novela histôrica romântica y realista), sino también los historiogrâiïcos.
Frente a tamana multiplicaciôn de propuestas, la critica esta de acuerdo en que
hace ya tiempo que el modelo scottiano-lukacsiano ha dejado de dar cuenta de
la realidad y del género. Algunos, como por ejemplo Seymour Menton, han
problcmas para una agenda critica ", Estudios, 1 8, julio-diciembre 200 1 , p. 209.
4. Vcasc Cclia FERNANDEZ PRIETO, Historia y novela: Poética de la novela histôrica, Pamplona,
EUNSA, 1998, p. 86-93; Barbara FOLEY, Telling the Truth, Ithaca, NY, Cornell University Press, 1986,
p. 143-146; Maria Cristina Pons, op. cit., p. 81.
5. Jean -Marie Schaeffcr, op.cit., p. 202.
La novela historica contemporanea 181
1 . Para distanciarme del modelo defïnido como " nueva novela historica ", recurro en cl titulo de este
trabajo al apelativo " novela histôrica contemporanea ".
2. Seymour MENTON, La nueva novela histôrica de la America Latina, 1979-1992, Mexico, FCE, 1 993.
Los rasgos de la nueva novela histôrica scgûn Menton son: 1. la subordinaciôn de la reproducciôn
mimética del pasado a planteamientos filosôficos de naturaleza epistcmolôgica; 2. la distorsion consciente
de la historia mediante omisiones, exageracioncs y anacronismos; 3. la utilizaciôn de grandes figuras
histôricas en vcz del heroc medio; 4. el lugar prominente de la metaficciôn; 5. la intertextualidad; 6. cl
dialogismo, lo carnavalesco, la parodia y la hctcroglosia bajtinianos (p. 42-46).
3. Noé JlTRIK, Historia e imagination literaria. Las posibilidades de un género, Buenos Aires, Biblios,
1995, p. 45-47.
4. Seymour Menton, op. cit., p. 33.
5. Véasc : José Manuel TALENS VlVAS, " Nucvos modelos para la novela histôrica", en La novela
"histôrica
Cuatro modelos
a finales de
delnarrativa
siglo XX,histôrica
Ed. José",ROMERA
la segunda
CASTILLO
parte del
et ait.,
libro Madrid,
de Fernando
Visor,AfNSA
1996, Reescribir
p. 401-407 ely
1 82 Magdalena Perkowska- Alvarez
pasado, Caracas, CELARG, 1999. El hecho de que Ainsa élabore modclos mientras senala cl estallido del
modelo, mas alla de ser una contradïcciôn, apunta a la complcjidad teorica de la cucstiôn.
I . Schacffcr observa que en la época contemporânea, la multiplicaciôn genérica dificulta el
cstablccimiento de clasifiacioncs genéricas para gran parte de la literatura " séria ". Op. cit., p. 202.
2. Fernando AiNSA, " La nueva novela histôriea latinoamericana ", Cahiers du CRIAR, 11, Rouen,
Université de Rouen, 1991, p. 16.
3. Maria Cristina Pons, op. cit., p. 82.
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1. Elisabeth W. Bruss, " L'autobiographie considérée comme acte littéraire ", Poétique, 17, Paris, Seuil,
1974, p. 14-26.
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horizonte visto por el protagonista de La lïebre de César Aira, es " una linea
tenue, mas tenue que nunca ". ' De hecho, cabe preguntarse si todavia es
posible hablar de una linea. Lejeune ha manifestado su admiraciôn por la
expresiôn " horizonte de expectativas ", pensando en su lejania brumosa que
funde todas las experiencias anteriores de lectura en un paisaje-tipo2. No
obstante, por muy " brumoso " que sea el horizonte, todavia se trata de una
linea que ya no sirve, porque el paisaje se ha fragmentado y dispersado. Es
como si las fuerzas de gravitaciôn — o centripetas — alrededor del modelo
hubieran dejado de funcionar, o como si el modelo hubiera estallado en una
suerte de big bang, no côsmico, sino genérico, dispersando sus fragmentos
alrededor del espacio que solia ser el centro. Quizâ en vez del horizonte
podriamos pensar en una constelaciôn, un conjunto de puntos mas o menos
luminosos, entre los cuales a veces es posible trazar lineas que pueden formar
figuras. Para quienes las miran desde una posiciôn geogrâfïca y cultural
determinada — lo cual implica la necesidad de considerar la novela historica
latinoamericana en términos régionales3 —, el centro de estas figuras es negro
u opaco, pero ellas tienen sentido.
Magdalena PERKOWSKA-ÂLVAREZ
Hunter College, CUNY