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EL REINO DE CUISMANCO

Fernando Silva Santisteban

Antes de la llegada de los conquistadores in- la alfarería más típica de este periodo es el de
cas, existía ya en la región de Cajamarca un Polloc, en la Pampa de la Culebra, a unos 30
estado importante. La arqueología –tanto la km de la ciudad de Cajamarca. También seña-
cerámica como las ruinas de antiguas pobla- la Ravines como centros de población de esta
ciones– evidencia una época de gran posteri- época las ruinas de Yanac-orqo, La Collpa, Ca-
dad en el valle. Al cesar casi violentamente jamarqorqo, Jesús y Huacarís, entre otros3. Un
la influencia wari, alrededor del siglo XII de enorme cementerio en el cerrito de Yanaman-
nuestra era, sobre la base de las antiguas tra- go, en el mismo valle de Cajamarca ha sido
diciones locales, aparece una nueva tradición casi totalmente destruido, es el lugar preferido
alfarera que se extiende rápidamente y que por los “huaqueros” locales, allí hemos podido
Reichlen ha denominado Cajamarca V1. Se ver, entre las tumbas profanadas, una enorme
trata de una cerámica típica, de pasta blanque- cantidad de fragmentos de cerámica, la mayor
cina, beige clara, áspera, de aspecto granuloso de esta fase que hemos podido apreciar entre
y en la que se notan, repartidos desigualmente, otros lugares del valle.
numerosos gránulos como áreas de influencia Aunque los datos que nos proporciona la
de este estilo el territorio comprendido por las arqueología son escasos, puesto que la mayoría
actuales provincias de Huamachuco, Caja- de estos yacimientos no han sido estudiados,
bamba, Contumazá, Cajamarca, Bambamarca con las exiguas noticias de los cronistas y, prin-
y Santa Cruz2. Numerosos centros poblados cipalmente, sobre la base de algunas referencias
repartidos en esta comprensión se hallan casi documentales, nos inclinamos a pensar que la
totalmente destruidos, indica Ravines, que “nación” a la que se refieren algunos cronis-
uno de los yacimientos que ha proporcionado tas o “el reino de las caxamarcas” como dicen
1 REICHLEN, Henri: “Recherches arqueologiques dans les
otros, sería identificable, arqueológicamente,
Andes de Cajamarca. Premier repport de la Mission Etnologi- por la fase V del estilo Cajamarca, reconoci-
que Francaise au Pérou Septentrional” En Journal de la Societé do por Reichlen y ubicado por Mac Cown. Las
des Amaricanistes. n. s. T. XXXVIII, pp 219-246. Paris, 1949. referencias en algunas crónicas nos proporcio-
2 Mc COWN, Theodore D.  : “Pre-Incasic Huamachuco:
Survey and excavations in the region of Huamachuco and 3 RAVINES, Roger: Arqueología del Valle de Cajamarca.
Cajabamba”. University of California Publications in American Universidad Nacional Técnica de Cajamarca. Publicaciones
Archaeology and Ethnology. T. XXXIX, Nº IV, University of Ca- de la Facultad de Educación. Cajamarca, 1968, p. 20, edición
lifornia Press. Berkeley, Los Ángeles, 1945. mimeográfica.

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nan la imagen de los grupos sociales que fue- idolatrías de los indios de Huamachuco nos in-
ron conquistados por los incas y aunque, como forma: “Y así se sabe que en este Porcón, en lo alto
dice Lumbreras4, sean identificables territo- de un cerro están tres peñas muy grandes y a la
rialmente más que política o culturalmente, en primera llaman Apocatequil, a la segunda Mama
este caso tenemos otros datos para agregar a la Catequil y a la tercera Piquerao, que es Catequil
identificación de los últimos aspectos. y su madre Cataguan”8.

Tello piensa que fue la cuenca del río Cris- Arriaga cuenta que Catequil era un orácu-
nejas “el territorio que ocuparon las viejas nacio- lo muy consultado. Se trata, pues, de la misma
nes pre-incaicas de los caxamarcas y huamachu- divinidad –probablemente el rayo– que ado-
cos” relacionando con el testimonio arqueo- raban los caxamarca y los guamachucos. Era
lógico los nombres de estas dos provincias5. una antigua divinidad cuyo ídolo encontrado
Esta misma relación vemos a encontrarla en por los incas fue trasladado al Cuzco, lo cual
varios cronistas y en numerosos documentos demuestra su importancia, como lo hacen sa-
últimamente exhumados. Por ejemplo, Pedro ber los informantes de Toledo. Cieza dice que
Sarmiento Gamboa refiere en un pasaje de su en tiempos antiguos la provincia de Huama-
crónica que cuando Huayna Capac se hallaba chuco tenía su propia religión consistente en
en Quito con la necesidad de armar un ejército adorar “algunas piedras tan grandes como huevos
contra los chiriguanaes, envió al Cusco a uno y otras mayores de diversos colores, las cuales te-
de sus capitanes llamado Yasca, “el cual capitán nían puestas en sus templos o guacas que tenían
partió para el Cuzco trayendo (sic) condigo las por las altas sierras de nieve. Usaban de sacrificios
guacas Catiquilla de Caxamarca y Guamachuco de llamas que desarrollaban sin degollarlas y luego
y Curichaculla de los Chachapoyas… con mu- con prontitud les extraían las entrañas para leer en
chas gentes suyas de las guacas”6. ellas sus agüeros. Tenían sus oráculos y supieron
interpretar el movimiento de las estrellas”9.
La información de Sarmiento que, en pri-
mer lugar, relaciona las provincias de Cajamar- Además de Catequil, cuyo adoratorio prin-
ca y Huamachuco y que, además, trae noticias cipal estaba en Porcón, a cuatro leguas de Hua-
de una divinidad común, es corroborada to- machuco, había otras divinidades más cuyos
talmente por la Institución para descubrir todas nombres encontramos repetidos en diferentes
las guacas del Piru con sus camayos y haziendas topónimos de la región. Los más importantes
del Cristóbal de Albornoz7 en la que considera eran: Cauri, dios del viento; Guallo, a quien
a Cajamarca y a Huamachuco como una sola se le hacían ofrendas de “huesos, torteros, usos
provincia y se refiere a Apocatequillay (Apu y otras herramientas con las que se tejen las ro-
Catequil) como a una de las huacas más impor- pas de cumbi” por lo que, según parece, era una
tantes del reino. Aquí el concepto de “guaca” divinidad de tejedores; otras divinidades eran
es el de divinidad tutelar, esto es, la acepción Cashiapoma y Guamansiri10.
original del quechua y no el de edificación, con
el que se derivó posteriormente. Por otra parte, La Relación de los Agustinos recoge un
la Relación de los primeros Agustinos sobre las mito etiológico que se refiere a Catequil y que
expresa claramente la teogonía de los huama-
4 LUMBRERAS, Luis Guillermo. De los pueblos, las culturas
y las artes del Antiguo Perú. Moncloa Campodónico Editores
chuquinos. No sólo es el mito más antiguo que
Lima, 1969 pp. 288-293. conocemos para la región, sino que resulta ser
5 TELLO, Julio C. “Origen y desarrollo de las civilizacio-
el más significativo, puesto que mediante su
nes prehistóricas andinas”. XXVII Congreso Internacional de versión es posible estructurar y reunir coheren-
Americanistas. Actas y Trabajos Científicos. Lima, 1939. T. I. pp.
589-714, Lima 1940. 8 Relación de la religión y ritos del Perú, hecha por los prime-
ros religiosos agustinos que allí pasaron para la conversión de los
6 SARMIENTO DE GAMBOA, Pedro. Historia de los in- naturales. Colección de Documentos Inéditos del Archivo de
cas. Emecé editores, segunda edición, Buenos Aires, 1943, Indias. T. III. pp. 5-38. Imprenta de Manuel Quirós. Madrid
cap. 61, p. 148. 1865 (1560).
7 DUVIOLS, Pierre. “Un inédito de Cristóbal de Albornoz: 9 CIEZA DE LEÓN, Pedro. La crónica del Perú. Espasa-
La Institución para desribrir todas las guacas del Pirú y sus Calpe Editores. Bs. As. 1945, cap. LXXXI. p. 223.
camayos y haziendas”. Journal de la Societé des Americanistes. T.
LVI-I, París, 1967, p. 31. 10 Relación de la religión y ritos del Perú… pas 19.

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temente las noticias aisladas que apuntan algu- identidad religiosa, tenemos fundadas razonas
nos cronistas. Aquí la versión: Era Guamansiri para señalar otra lingüística. Por los trabajos
criado de Ategujo que había venido fuera de de Alfredo Torero13 podemos darnos cuenta
Huamachuco. Pronto descubrió que había una con claridad de las diferentes épocas y áreas de
bella joven llamada Cataguan a quien tenían expansión de las principales lenguas andinas.
encerrada sus hermanos los Guachemines. Antes de la llegada del quechua se hablaban,
Guamansiri la sedujo fácilmente y la empreñó. por lo menos, tres lenguas diferentes en la Sie-
En venganza los hermanos mataron e hicieron rra Norte del Perú. Según el interesantísimo
pedazos a Guamansiri; quemaron sus restos cuadro de las lenguas que hablaban los indios
y echaron al río sus cenizas. Cataguan parió de la costa, la sierra y la montaña del Obis-
dos huevos que fueron echados al muladar. De pado de Trujillo, confeccionado por el célebre
los huevos salieron dos muchachos: Catequil obispo D. Baltasar Jaime Martínez de Compa-
y Piquerao. Catequil era malo, muy temido, y ñón, una de esas lenguas, bien diferenciada,
se le adoraba desde Quito hasta el Cuzco. Ya al menos de los cuarenta y tres vocablos de
poderoso resucita a Cataguan, su madre, quien la lista, de las otras vecinas, es la lengua culle
le da en recompensa las dosn hondas que le de la provincia de Huamachuco14. Fue Jorge
había dejado Guamansiri con el encargo de Cevallos Quiñones quien encontró, fuera de
vengarlo dando muerte a los Guachemines. El la lista de Compañón, la primera referencia
valiente joven mata a sus tíos y arroja a Hua- a esta lengua, es un expediente de la Curia
machuco a sus descendientes. Consumada su de Trujillo, en el cual D. Miguel Sánchez de
obra, Catequil sube al Cielo y busca a Ategujo Arroyo, Cura de Ichocán y del valle de Con-
para decirle que ya la tierra está libre y muertosdebamba, para postular a un curato señala que
los Guachemines, que ahora le rogaba criase entre sus méritos consta ser peritísimo en la
nuevos hombres que la habitasen y labrasen. lengua general de los indios “… y más de la ge-
Ategujo mandó a Catequil escarbase la tierra, neral –dice textualmente– entiendo también
salieron entonces los nuevos hombres y se mul- el culle, por curiosidad e industria y por haber
tiplicaron. Este es el origen de la población. administrado los Santos Sacramentos entre los
que acostumbran hablar15. El quechua debió
Fue Huamachuco una de las regiones don- haber llegado, según Torero, a principios del
de persistió con más fuerza la idolatría, duran- siglo XVI; sin embargo, el culle siguió hablán-
te el siglo XVI, para rendirles culto, los indios dose hasta por lo menos fines del siglo XVIII,
escondían a sus ídolos en las propias iglesias y como lo evidencia el manuscrito en referencia.
hasta en la peña de la Custodia. Lo mismo su- Esto denota su arraigo y el hecho que señala el
cedía en Cajamarca, cuando en 1572 llegaron
P. Blas Valera de que terminado el incazgo los
los primeros frailes franciscanos informaron
pueblos de Cajamarca volvieron a sus antiguas
que los naturales de este pueblo y provincia te-
lenguas16.
nían en varios lugares, en especial en el cerro
Rumitiana, sus huacas y adoratorios y celebra- Todos esto es elementos de juicio, mani-
ban en ellos su ritos y ceremonias11. Sabemos fiestos también en muchos otros documentos,
que los cumbicos, tejedores de ropa fina (cum- concurren hacia la identificación de un esta-
bi), tenían por dios tutelar a Quispi Guallanai. do, de una “nación” como le llaman algunos
Indudablemente se trata de Guallo de Huama- cronistas, como sus tradiciones, lenguas y re-
chuco, estro es, de la misma divinidad, hijo de
Catequil, a quien pedían que les saliese bien 13 TORERO. Alfredo. “Procedencia geográfica de los dia-
las tinturas12. lectos Quechua de Ferreñafe y Cajamarca”. Separata de Anales
Científicos de la Universidad Agraria. Vol. VI. Julio-Diciembre
1968 Nº 3-4, Lima, 1968 y Ligüística e Historia de la Sociedad
Además de la unidad que se advierte en la Andina, Lima, 1970.
arqueología mejor dicho, en la cerámica y de la 14 ZEVALLOS QUIÑONES, Jorge. “Primitivas lenguas de
la Costa”. En Revista del Museo Nacional. T. XVII. Lima, 1948.
11 POLO, José Toribio. “Traslado de la fundación del Con- pp. 30-31.
vento de San Antonio de Cajamarca, la entrada y redicción de
los frailes de San Francisco de aquella provincia”. En Revista 15 Ibidem.
Histórica. T. I. Trimestre III, Lima, 1906.
16 PORRAS BARRENECHEA, Raúl. Fuentes históricas pe-
12 DUVIOLS, Pierre: Op. cit. p. 31. ruanas. Mejía-Villanueva editores. Lima, 1954. p. 24.

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ligión propias. No sabemos donde estuvo la de Cajamarca-Huamachuco, al que podemos


capital de este reino, si es que la tuvo en el llamar identificándolo con el nombre de su
sentido que imaginamos tradicionalmente; se sinchi, el Gran Cuismanco.
advierte una mayor concentración de centros
poblados a lo largo de las márgenes de los ríos La conquista del reino de Cuismanco por
Cajamarca y Huamachuquino en el valle de los incas debió realizarse según Cieza de León
Condebamba y en las márgenes de Crisnejas, hacia 145620 y según Cabello alrededor de
hasta el Marañón. Tal vez si Cajamarca y Hua- 146121. Cuismanco tenía una alianza efectiva
machuco fueron en un tiempo reinos separa- con Minchancaman, el último rey indepen-
dos. Se habla en algunas crónicas de Régulo diente de Chimú, el Chimo Capac de los his-
Tauricuxi, Señor de Huamachuco, pero todo toriadores del incario. Parece que esta alianza
parece indicar que después se fusionaron, so- era anterior, de todos modos hay pruebas ar-
bre todo culturalmente. Podría tratarse de una queológicas e históricas que evidencian esta
alianza, o como lo sugiere Sarmiento de Gam- relación. Muchas piezas cajamarquinas se han
boa, los Huamachucos fueron subyugados por hallado en tumbas chimús y viceversa, algunas
Cuismanco. La actual provincia de Contuma- piezas Chimú Tardío se han encontrado en ce-
zá también fue una región muy importante y menterios Cajamarca22. Sobre la campaña de
muy poblada en esta época; existe, inclusive Cajamarca escribe Rowe:
un distrito que lleva el nombre de Cuismanco,
ahora Guzmango, pero fue fundado ya en la “El Rey Cusmanco, de Cajamarca, hizo un
época colonial, como una re las reducciones vigorozo esfuerzo para organizar a los vecinos
que mandó hacer el virrey Toledo, con los in- y enfrentarse a su aliado Minchancaman; es
dios del ayllu de Cuismanco que fueron cen- muy probable que la expansión inca al norte
centrados en el lugar. Cascas fue, así mismo, un fue la razón de esta alianza; de todos modos,
centro religioso importante. Lugares señalados Minchancaman envió una división al mando
de culto a las huacas eran: Uruchalla, Guaca- de un principe de su propia casa para ayudar
pongo, Namuday (Namora?), Yamoc, Zuyra, a Cuismanco. La expedición irresponsable de
Yabayhuanca, Caxas, Apoparto, Angasquispi, Capac Yupanqui había puesto frente a frente a
Quispi (La Quispa?), Sanchadas, Utaran, Di- los 2 más grandes estados de los andes en una
chán y otros17. Pero no hemos podido ubicar guerra abierta (se refiere a los estados Inca
con certeza ninguno de estos lugares. y Chimú).

Poco antes de la conquista incaica y hasta La lucha de Cajamarca, fue muy recia y los
que ella se produjo, reinaban en Cajamarca un hombres de Chimor se distinguieron, pero al
gran guerrero, Cuismanco, del cual parece que final los invasores incas triunfaron, Cusman-
todo el reino tomó su nombre. Nos dice Sar- co fue muerto y Cajamarca tomada; Capac
miento de Gamboa: Yupanqui dejó una fuerte guarnición en Ca-
jamarca y volteó triunfalmente hacia el sur,
“…aquella provincia de Cajamarca que muy enviando una información adelante”23.
pblada de gente y oro y plata era, a causa de un
gran cinche que en ella había, llamado Guz- El triunfo de Capac Yupanqui y la ocupa-
mango Capac, gran tirano y que había robado 20 CABELLO DE BALBOA, Miguel. Miscelánea Antártica
muchas provincias comarcanas…”18. (1586) III, 17.
21 CIEZA DE LEÓN, Pedro. Op. cit. y El Señorío de los In-
No estuvo, pues, el reino de Cuismanco en cas. Instituto de Estudios Peruanos. Lima, 1967. caps. LVII y
la Costa Central como lo refiere Garcilaso19. LVIII.
Infinidad de documentos y muchas otras noti- 22 KROEBER, Alfred. “Anciente Pottery from Trujillo”.
cias de los cronistas prueban que fue el reino Archaeological Explorations in Perú. Part I. Field Museum of
Natural History. Chicago, 1926. pp. 11, 23, 29 y “The North
17 DUVIOLS, Pierre. Op. cit. pp. 30-31. Coast”. Archaeological Explorations in Peru. Part II Vol. 2, Nº 2,
Chicago, 1930. p. 113.
18 SARMIENTO DE GAMBOA, Pedro. Op. cit. p. 108.
23 ROWE, John. “The Kingdom of Chimor”. En Acta Ame-
19 GARCILASO DE VEGA, El Inca. Comentarios reales. ricana. Vol. VI Nº 1 y 2, pp. 26-59. Enero-Julio 1948. Sociedad
Caps. XXIX, XXXI y XXXII, Lib. 6º. Interamericana de Antropología y Geografía.

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ción de Cajamarca, sin haber sido ordenado de concluir la conquista de Chimú. Los incas
por Pachacutec, crearon al estado inca una dominaron a las fuerzas de Chimú, apresaron
situación difícil y comprometida. Pachacutec a Minchancaman y saquearon Chan Chan,
había usurpado el trono y el éxito de su medio regresaron a Cajamarca llevándose inmensas
hermano, cuyas pretensiones eran ostensibles, riquezas y a Minchancaman, como prisione-
no podía se permitido. Capac Yupanqui fue ro. Después fue conducido al Cuzco, conjun-
ejecutado por orden del inca antes de llegar tamente con el tesoro, el que usó Pachacutec
al Cuzco. para mandar construir las estatuas del creador
Tecsi Viracocha, del Sol y de Mama Ocllo, an-
Al año siguiente, Pachacutec alistó una tepasada legendaria de la dinastía incaica, y un
expedición para resolver la guarnición de Ca- friso grande de oro puro que adornaba las pa-
jamarca, estuvo bajo el mando de su hijo bas- redes del Coricancha25.
tardo Túpac Capac, asistido por dos generales
medio hermanos del Inca: Auqui Yupanqui y La administración de los reinos conquista-
Tilla Yupanqui. Con el comando nominal de dos fue muy hábil y sagaz. Los incas respeta-
las fuerzas fue enviado Túpac Inca, herede- ron en un principio las antiguas parcialidades
ro del trono. Antes de llegar a Cajamarca, la y ciertas tradiciones locales; bajo su hegemo-
expedición de Túpac Inca redujo, definitiva- nía siguieron adorándose las divinidades re-
mente, a los quechuas y conquistó los valles gionales sujetas, desde luego, a la divinidad
de Jauja y Huaylas. Al llegar a Cajamarca en- solar y los curacas mantuvieron su jerarquía
contró la guarnición en buen estado, pese a los con ciertas responsabilidades. Los descendien-
repetidos ataques de Minchancaman que no tes de Cuismanco continuaron al mando de
cejaba en su empeño de desalojar a los incas las parcialidades cajamarquinas, pero pronto
del antiguo dominio de Cuismanco24. se hizo necesaria una nueva demarcación. El
sistema de mitimaes, es decir, las poblaciones
Cajamarca había sido fuertemente aneja- masivamente trasladadas de un lugar a otro,
da al Cuzco, pero su conquista no podía ser creó situaciones específicas que los nuevos go-
considerada segura mientras persistía el peli- bernantes tuvieron que reajustar. La wamani
gro de Chimú, de tal manera que Túpac Inca de Cajamarca, llamada provincia después por
marchó a invadir Chimú con la mayor parte los españoles fue dividida en siete warankas26.
de sus fuerzas. La otra parte fue enviada a ex- Señala Waldemar Espinoza que la primera
plorar el camino a Chachapoyas. Bajando a la y más importante parcialidad era la de Cuis-
costa por Huamachuco y tomando después la manco, al mando de Carwaraico, jatun curaca
línea del río Moche, atacó a Minchancaman. o señor de señores de la provincia, descendien-
Las crónicas no concuerdan en la forma como te directo de Concacax “último rey de Cuis-
fue derrotado el monarca Chimú, perece que manco” el mismo que tenía bajo su dominio
resistió en este primer ataque tras las fortifica- doce pachacas27. Al jatuncuraca Carwaraico y
ciones amuralladas de Chan Chan, por lo cual a la waranka de Cusmanco seguía la de Chu-
los incas siguieron por la Costa hasta Pacasma- quimanco, con diez pachacas, que ocupaban
yo, allanaron los pueblos de esos valles y subie- extensos territorios, en tercer lugar estaba la
ron nuevamente a Cajamarca por Niepos. El waranka de Chonta, o Chondal, con cinco pa-
ejército inca continuó otras conquistas por el chacas; después venía Pampamarca, llamada
Norte, llegando hasta el Ecuador y sometien- después Bambamarca, con ocho pueblos o pa-
do Quito y Manta, luego, de vuelta, reingresó chacas; la quita waranka era la de Caxamarca,
por el límite norte del reino de Chimú a Tum- con nueve pachacas; la secta parcialidad fue la
bes, donde Túpac Inca había construido una de Pumamarca, integrada por nativos de la re-
fortaleza. Se trasladaron después a Poechos, 25 Ibidem.
donde el ejército fue nuevamente dividido, 26 URTEAGA, Horacio H. “Algunas provisiones de Pizarro
Túpac Inca y Túpac Capac marcharon hacia sobre encomiendas” En Revista del Archivo Nacional del Perú.
Huancabamba y Auqui Yupanqui y Tilla Yu- Enero-Junio. T. XV. Entrega 1. Lima, 1942.
panqui se encaminaron por la costa con el fin 27 ESPINOZA, Waldemar. “El primer informe etnológico
sobre Cajamarca: Año 1540”. En Revista Peruana de Cultura.
24 Ibidem. Nº 11-12. Casa de la Cultura del Perú, Lima, 1967.

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gión y la séptima la de los mitimaes proceden- Cuzco a Quito, estaba construida e la ladera
tes de otros lugares. Fray Bartolomé de Vega de una sierra y aunque no fue un fuerte mili-
afirmaba en 1562 que cada waranka constituyó tar estaba defendida por una “fortaleza” y un
una provincia en la demarcación del reino de torreón interno, dentro del recinto de la gran
Cuismanco conocido después con el nombre plazo31. Gozó de la preferencia de los reyes in-
de Caxamarca28. cas que precedieron a Atahualpa, puesto que,
dice Cieza “la tuvieron en mucho y mandaron
De la lectura del trabajo de Waldemar Es- hacer en ella sus palacios edificaron templo
pinoza sobre el informe de Barrientos se des- para el servicio del sol, muy principal y habían
prende que este investigador cajamarquino en ella número grande de depósitos”32. Entre
entiende que Cuismanco era el nombre del los mitimaes, había aquí dos panacas reales, las
reino no del monarca. La verdad es que no se de Inca Roca y Túpac Yupanqui. El Dr. Tello
sabe el nombre original, autóctono y parece identificó el Templo del Sol y el Accllawasi, en
que Cuismanco es el nombre de su último rey. el lugar denominado Agua Tapada, en las fal-
Concacax fue el sucesor, no necesariamente das del Cumbe33.
hijo o nieto de Cuisamanco. En tiempos de los
incas cuando moría un cacique se reunían las
principales cabezas de familia de un “pueblo”
para acordar quien debería ser propuesto al
inca para que éste lo nombre como cacique.
Era el inca quien designaba a los caciques que
habían sido elegidos por, el miembro de su par-
cialidad, podía darse el caso, desde luego, que
el nuevo cacique fuera hijo, hermano o parien-
te del anterior29. Por otra parte, Carwaraico en
sus memoriales y en los nuevos documentos
que a él se refieren usaba titularse: “cacique
y señor de las siete guarangas de Caxamarca”,
como lo destaca el mismo Espinoza y no Caci-
que de Cuismanco, que hubiese sido lo natural
siendo el nombre de su antiguo reino. En un
documento de 1579 encontramos la petición
de don Alonso Carwatongo “cacique principal
de toda la provincia de Caxamarca” y no se
refiere a Cuismanco que era su parcialidad30.
Cuismanco se menciona más como ayllu.

Los incas remodelaron las poblaciones de


la región y en particular la ciudad de Cajamar-
ca, la que pronto se convirtió en una de las
más importantes ciudades del norte del impe-
rio. Un centro urbano de unos tres mil veci-
nos, “cabeza de provincias” como Tumibamba,
Vilcas o Huánuco Viejo. Era, en los últimos
años del Imperio, una población de tejedores,
ceramistas y orfebres. Situada en el camino del
28 Citado por Espinoza, op. cit. p. 14. 31 RUIZ DE ARCE, Juan. Advertencias que hizo el fundador
del vínculo y mayorazgo a los sucesores en él. Espasa-Calpe. Bs.
29 ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María. Cu- As. 1953.
racas y Sucesiones. Costa Norte. Lima, 1961. Ver los documen-
tros del apéndice. 32 CIEZA DE LEÓN, Pedro. Op. cit. Cap. LXXVII. P. 213.
30 Colección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional. 33 TELLO, Julio C. “La ciudad incaica de Cajamarca”. En
Departamento de Investigaciones Bibliográficas. Exp. A-14, Chasqui. Asociación Peruana de Arqueología, Lima, 1941.
1594. vol. 1, Nº 3, pp. 3-7.

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