Vous êtes sur la page 1sur 13

La reforma laboral: la Ley Abascal*

Adrián Sotelo Valencia**

1. Introducción

Lo primero que debemos resaltar es que de ninguna manera se puede considerar a la Ley Federal del
Trabajo (LFT) como una panacea. Producto del régimen surgido de la revolución mexicana, se trata de
una ley enmarcada en el régimen de explotación del trabajo asalariado instituido en México sobre la
base de la existencia de la propiedad privada de los medios de producción y de consumo, que garantiza
la reproducción ampliada de dicho régimen en función de la valorización del capital y de la creación de
nuevo valor por la fuerza de trabajo y que, por medio del mercado, va a parar a las manos privadas de
los capitalistas nacionales, estatales y extranjeros.
La LFT es una ley secundaria que reglamenta el artículo 123 constitucional y que
supuestamente no debe estar por debajo de los preceptos constitucionales, aunque en la práctica sus
cláusulas y disposiciones siempre han sido violadas tanto por el Estado como por la clase patronal en
las relaciones individuales y colectivas de trabajo.
Desde esta perspectiva, debemos recalcar que los anteproyectos e iniciativas de reforma a la ley
laboral que hasta ahora se han presentado, en esencia no se distinguen de la hasta ahora más acabada
del régimen conservador mexicano actual que denominamos Ley Abascal (LA).
En efecto, la Iniciativa de Reformas al Artículo 123 Constitucional y a la Ley Federal del
Trabajo del Partido Acción Nacional (PAN) del 12 de julio de 1995, el Anteproyecto de Reforma a la
Legislación Laboral del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de 1998 y la Exposición de
motivos de la Iniciativa de Decreto por el que se Reforman Diversas Disposiciones de la Ley Federal
del Trabajo de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) suscrita conjuntamente con los partidos
Verde Ecologista, Convergencia Democrática, del Trabajo, de la Revolución Democrática, el Barzón y
el Congreso Agrario Permanente dada a conocer el 31 de octubre de 2002, coinciden en el fondo en que
no cuestionan dicho régimen de explotación, sino, más bien, lo modernizan y perfeccionan en
concordancia con los nuevos tiempos neoliberales y de la globalización capitalista.
Al respecto hago las siguientes consideraciones:

*
Publicado en la revista Trabajadores No. 37, Universidad Obrera de México (UOM), México, julio-agosto de 2003.
**
Investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM en el Área: Desarrollo y Constitución Estructural de América Latina.
2

En primer lugar, estas iniciativas y anteproyectos que han sido ignorados por el gobierno federal
carecen de legitimidad política en la medida en que han sido obra y gracia de abogados, académicos,
burocracias de sindicatos y partidos registrados y nunca fueron sometidos a discusión y referéndum de
los trabajadores y el pueblo en general. Por lo tanto, representan los intereses de esas camarillas
corporativas y neocorporativas enmarcadas en el régimen presidencialista autoritario mexicano vigente.
En segundo lugar, se limitan a comparar lo "bueno" y lo "malo" que en materia de derecho
laboral contiene la legislación vigente (LFT) respecto de las "nuevas" iniciativas", pero solamente se
discurre en la superficie, no en lo esencial que es justamente el régimen de explotación y de dominio
del capital sobre el trabajo en México; éste, como dijimos, permanece intacto en todas las iniciativas,
tanto en las autoproclamadas "progresistas" como en las "conservadoras". Por ello, habrá que valorar
qué es peor el remedio o la enfermedad: la reforma a la ley laboral o dejarla intacta, como está.
En tercer lugar, independientemente de las causales jurídico-políticas de la reforma laboral que
se establecen en las "exposiciones de motivos" de las respectivas iniciativas y anteproyectos, el hecho
es que todas se preocupan por mantener el "equilibro" entre los "factores de la producción", es decir,
entre el capital y el trabajo, relación sistémica de desequilibrio en todos los planos de la existencia
humana, social, económica, política y cultural, en contra del trabajo asalariado y no asalariado en
nuestro país. Al respecto, por ejemplo, resulta elocuente y altamente significativo el siguiente
planteamiento que la UNT-PRD establece en su Exposición de Motivos de la Iniciativa de Decreto por
el que se Reforman Diversas Disposiciones de la Ley Federal del Trabajo: "busca atender los intereses
fundamentales de los trabajadores y, al mismo tiempo, mantener ventajas para los patrones" (cursivas
nuestras). Más claro ni el agua: es decir, el objetivo es mantener la relación contradictoria trabajo-
capital para modernizar y hacer más eficientes las relaciones de explotación y de dominio del segundo
sobre el primero buscando que éste sea más productivo, intensivo y rentable.
Hechas estas aclaraciones, en el presente artículo mi análisis se centra en cinco elementos que
constituyen los principios de la flexibilización del mundo del trabajo en los ordenamientos jurídico-
laborales que impulsan las fuerzas neoliberales en México y en otras latitudes de América Latina: a) El
contrato de trabajo en la Ley Abascal (artículo 35 de la Ley Abascal y artículo 153-Y sobre estancias
para becarios); b) La jornada de trabajo(Artículo 59), c) Condiciones de trabajo (artículo 56) d) El
salario (no se modifica), e) La calificación (artículo 153-A y ss)) y f) La antigüedad (Capítulo IV,
artículo 154).

2. Cuestiones ideológicas de la Ley Abascal


3

Comenzando por el principio: la Ley Abascal1 "revoluciona" el lenguaje: en vez de la palabra patrón en
esta ley, que es un fiel reflejo de la condición de las relaciones sociales en las sociedades estructuradas
en clases sociales como la mexicana y de los intereses patronales, se cambia anticonstitucionalmente
por la palabra "neutral" de "empleador".
Pero no hay tal "revolución lingüística": se trata de una copia fiel clonada de las constituciones
y expedientes laborales creados por las dictadura militares latinoamericanas en los años setenta y
ochenta del siglo XX, ejemplarmente las de Argentina y Chile, en este último país, en la época del
dictador Pinochet que derogó las reformas asistencialistas y sociales previas para introducir las
reformas neoliberales miltonfriedmanianas que rigen en la actualidad en la sociedad y en el mundo del
trabajo.
En los Principios del Título Primero de la Ley Abascal se hace la siguiente "Propuesta General":
"Se propone el cambio, en toda la Ley, del término 'patrón' por el de 'empleador" en el que el Artículo
1, "permanece igual (salvo el cambio de 'patrón' por el de 'empleador").2
"Empleador" esconde la esencia de la explotación capitalista; coloca a sus "sujetos"
(empresarios, patrones, explotadores, capitalistas, burócratas políticos, etcétera, organizados
económica, política y jurídicamente en una clase social orgánica y dominante), como muy buenos
corderos de dios que le hacen el "favor" al obrero de emplearlo para que no se muera de hambre. La
filantropía de buen samaritano propagandiza la idea de que no se trata de explotarlo para que produzca
la plusvalía que el capital se apropia de manera gratuita, sino de emplearlo para que se "dignifique",
pero al mismo tiempo, como "recompensa" de esta "acción de gracia", el obrero debe de ponerse
incondicionalmente a disposición de su "empleador-patrón", incluso, para que lo despida en el
momento en que lo considere conveniente. Este es el profundo espíritu de la llamada "Ley Abascal" que
se expresa en todas y cada una de las adiciones y modificaciones al texto de la LFT.

3. La Ley Abascal codifica y juridifica la flexibilización y la superexplotación del trabajo

La Iniciativa de Reforma a la Ley Federal del Trabajo3 se presentó al Pleno de la Cámara de Diputados
el 12 de diciembre de 2002, por conducto de la Confederación Revolucionaria de Obreros y

1
En Internet: http://www.unt.org.mx/lft/proplft2002a.htm
2
Propuesta de Modificación de la Ley Federal del Trabajo de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STyPS), 12 de
diciembre de 2002.
4

Campesinos (CROC), avalada por los partidos PRI, PAN y PVEM; por las organizaciones patronales
COPARMEX, CANACINTRA y CONCANACO; por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social en
su calidad de representante del gobierno federal y con el aval del Congreso del Trabajo (CT).
Esta ley es conocida también como Ley Abascal, debido a que el Secretario del Trabajo y
Previsión Social, el panista y empresario Abascal Carranza, se ha convertido en su más fiel promotor y
defensor.
Durante la ceremonia conmemorativa del Día del Trabajo el primero de mayo de 2003, en la
residencia oficial de Los Pinos el "líder" de los ferrocarrileros, Víctor Flores Morales, uno de los tres
oradores en esa ceremonia aseveró ante el Presidente que la iniciativa de reformas a la Ley Federal del
Trabajo (LFT) que presentaron diputados del PRI, PAN y PVEM "fue elaborada mediante el consenso
de patrones y trabajadores y como resultado del diálogo convocado por la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social".4 Diálogo de sordos en la medida en que dicha iniciativa fue acordada, diseñada y
consensada finalmente en círculos restringidos de la clase patronal hegemónica, de los personeros de la
burocracia política del Estado, los partidos políticos participantes y la burocracia sindical.

3.1. El contrato de trabajo en la Ley Abascal

En el documento oficial de la STyPS se lee que los artículos del 35 al 39 no se modifican. Sin embargo,
otros documentos, como el de la UNT, señalan que la Ley Abascal si incluye un nuevo artículo, el 35,
que introduce las figuras de relaciones de trabajo "por temporada" y de "capacitación inicial". Se dice
entonces que:

Las relaciones de trabajo pueden ser para obra o tiempo determinado, por temporada, de capacitación inicial o por
tiempo indeterminado. A falta de estipulaciones expresas, la relación será por tiempo indeterminado" (artículo 35).

Este artículo se articula, desde nuestra perspectiva, con dos nuevos artículos que corresponen al
Título II de las Relaciones Individuales de Trabajo, el 39-A que entiende por "contrato de trabajo a
prueba"

3
Recuérdese que la LFT data de 1931 y es una ley secundaria que reglamenta el artículo 123 de la Constitución Política de
México.
4
La Jornada, 2 de mayo de 2003. Nótese que el Partido Verde Ecologista sirve tanto al César como a Dios, al ser partícipe
tanto de la propuesta patronal (Ley Abascal) como de la de la UNT.
5

aquel por virtud del cual un trabajador se obliga a prestar sus servicios de manera personal y subordinada por un periodo
que no podrá exceder de 30 días, con el único fin de verificar que el trabajador cumple con los requisitos y
conocimientos necesarios e indispensables para desarrollar la actividad o trabajo que se solicita.
El periodo de prueba a que se refiere el párrafo anterior, podrá extenderse hasta 180 días, cuando se trate de trabajadores
para ocupar puestos de dirección, gerenciales y demás personas que ejerzan funciones de dirección o administración en la
empresa o establecimiento. Se aprecia que al término de este plazo el empleador no está obligado por la ley a contratar
definitivamente al trabajador (cf. Artículo 39-E).

El Artículo 39-B define el "contrato de trabajo para capacitación inicial", como

aquél por virtud del cual un trabajador se obliga a prestar sus servicios durante un periodo bajo la dirección y mando
técnico de personal capacitado en determinada actividad o categoría, con la finalidad de proporcionarle los
conocimientos necesarios para la realización de una actividad productiva determinada, de acuerdo con un programa
acordado con el empleador.

Se aclara que la vigencia del contrato a que se refiere el párrafo anterior, tendrá una duración
máxima de seis meses. El salario que se convenga nunca podrá ser inferior al mínimo. En el Artículo
39-C se afirma que la forma del contrato a que se refieren los artículos precedentes será por escrito, en
caso contrario se entenderá que la relación de trabajo es por tiempo indeterminado.
| El Artículo 39-D establece que

los contratos de trabajo a prueba y de capacitación inicial son improrrogables y no podrán aplicarse al mismo trabajador
simultánea o sucesivamente, ni en más de una ocasión, ni tratándose de puestos de trabajo distintos, ni de ascenso, ni aun
cuando concluida la relación de trabajo surja otra con el mismo empleador.

Pero el Artículo 39-E se cuida de estipular que

cuando concluyan los contratos de trabajo a prueba o de capacitación inicial y subsista la relación de trabajo, ésta se
considerará por tiempo indeterminado y el tiempo de vigencia de aquellos se computará para efectos del cálculo de la
antigüedad" (Cursivas mías).

Obsérvese que este artículo defiende bien al patrón (y lo libra) de la obligación de contratar al
trabajador por tiempo indeterminado al término de la capacitación inicial y de los contratos a prueba, al
condicionar esta acción al hecho de que subsista la relación de trabajo. Es decir, lisa y llanamente,
basta que el patrón considere que dicha relación se ha acabado para que ejerza su "derecho" legal
contenido en la Ley Abascal para dar por terminada su relación de trabajo y despedir sin más trabas al
trabajador.
El Artículo 39-F define que
6

las relaciones de trabajo por tiempo indeterminado serán continuas por regla general. Podrán pactarse para labores
discontinuas cuando los servicios del trabajador sean requeridos para labores fijas y periódicas de carácter discontinuo,
en los casos de actividades de temporada o que no exijan la prestación de servicios todos los días laborales de la semana,
del mes o del año.
Los trabajadores que presten servicios bajo esta modalidad tienen los mismos derechos y obligaciones que los
trabajadores por tiempo indeterminado, en proporción del tiempo trabajado.

Este artículo introduce la movilidad del trabador en todas aquéllas actividades discontinuas que
a juicio del patrón-empleador tenga que desarrollar el trabajador, lo que habré toda posibilidad para
sea utilizado en las más diversas faenas y actividades independientemente de que esté contratado
bajo la forma de tiempo indeterminado.
Desde la perspectiva de los intereses patronales de la Ley Abascal, debemos relacionar los
anteriores artículos con el 153-Y que estipula el uso y reglamentación de los becarios bajo el rubro:
"Estancias para Becarios". Dice:

Con el objeto de desarrollar en un ámbito productivo real las competencias laborales, los alumnos de escuelas e
instituciones educativas de nivel medio y superior podrán observar y desempeñar las funciones propias de los distintos
puestos de trabajo relativos a una profesión u oficio, conocer la organización de los procesos productivos o de servicios
así como las relaciones sociolaborales en las empresas o centros de trabajo, orientados y asesorados en todo momento por
responsables del seguimiento de sus actividades, designados para tal fin por la empresa o el centro de trabajo y el centro
educativo al que pertenecen, mediante estancias en carácter de becarios

La formación cubrirá entre 300 y 400 horas de estancia en una empresa o centro de trabajo, pero
sin exceder la jornada máxima legal. Para lo que

se requiere de un convenio entre los centros educativos y los centros de trabajo o empresas, el cual incluirá un programa
formativo realista y concertado, que sea posible cumplir y evaluar.
Las condiciones que deberá contener el convenio, para enmarcar su realización serán, de manera enunciativa y no
limitativa:
a) Carácter no laboral de la estancia, duración del convenio y condiciones de prórroga, causas de rescisión y/o extinción
del convenio, relación nominal de becarios participantes, instrumentos de seguimiento y evaluación de la formación,
duración de la jornada formativa del becario en el centro de trabajo, período ordinario y, en su caso, extraordinario de
realización de la formación, seguros por accidentes y por desperfectos del material o equipamiento de la empresa.
b) Deberá ser firmada por el director del centro educativo y el representante legal de la empresa o centro de trabajo
colaboradora.
c) Los representantes de los trabajadores de la empresa serán informados del contenido del convenio con anterioridad a
su firma.
La jornada formativa del alumno en el centro de trabajo no excederá a la jornada laboral del centro de trabajo, y su
cumplimiento será controlado por el responsable designado por la empresa para el seguimiento de la formación del
becario.

Por su parte, el Artículo 153-Z establece que el becario deberá ser informado con claridad de
que carece de relación laboral o contractual alguna con la empresa; que deberá guardar las normas
de higiene personal, presencia, y disciplina y comportamiento que sean de uso en la empresa durante
7

su estancia en la misma y que, asimismo, deberá guardar las normas de seguridad en el trabajo
características del sector productivo o de servicios al que pertenezca la empresa o el centro de trabajo
(cursivas mías).
Como vemos, en este apartado con los artículos que acabamos de comentar el capital mata dos
pájaros de una pedrada: hace uso masivo de contratos temporales y de capacitación inicial sin
responsabilidad de darles continuidad y, suplementariamente, utiliza fuerza de trabajo calificada
(becarios) proveniente de los centros de educación media superior y superior, así como de Centros e
Institutos de Investigación sin ninguna responsabilidad para darles continuidad (empleo) mediante la
firma de contratos indeterminados de trabajo.

3.2. La jornada de trabajo

En su Artículo 59 la LFT establece que

El trabajador y el patrón fijarán la duración de la jornada de trabajo, sin que pueda exceder de los máximos legales.
Los trabajadores y el patrón podrán repartir las horas de trabajo, a fin de permitir a los primeros el reposo del sábado en
la tarde o cualquier modalidad equivalente.

La Ley Abascal mantiene el primer párrafo igual y reforma el segundo para quedar así:

Con la limitación antes mencionada y con base en el total de horas laboradas en la semana, el empleador y el trabajador
podrán fijar de común acuerdo la duración de la jornada diaria a fin de permitirles a los segundos el reposo hasta de tres
días consecutivos a la semana. Podrá establecerse un programa de acumulación mensual siempre que haya acuerdo entre
las partes, que no se labore una jornada inhumana y que los tiempos de descanso sean proporcionales a los establecidos
en esta ley.

Es decir, además de preguntarle a un patrón qué entiende por "jornada inhumana" (¿10, 12, 15 o
más horas de trabajo al día?), esta disposición flexibiliza tanto la jornada de trabajo como el tiempo
total de trabajo, de tal manera que será posible para el patrón obligar al trabajador a rendir por ejemplo
jornadas de 12 horas o más de trabajo al día a cambio de "pactar" su descanso. De tal suerte que con la
aprobación de esta reforma neoliberal el ciclo económico de los negocios empresariales (estabilidad,
expansión, recesión y crisis) será verdaderamente el que rija la magnitud y la distribución diaria,
semanal, mensual y anual de la jornada de trabajo. Pero hay que subrayar que debido a que una de las
características fundamentales del capitalismo mundial avanzado y del dependiente mexicano es su
propensión a ampliar la durabilidad espacio temporal de la crisis económica, entonces la jornada de
8

trabajo flexible posibilitará a la clase capitalista en su conjunto arrancar permanentemente trabajo


excedente al obrero, ya sea aumentando o disminuyendo la jornada de trabajo de acuerdo con sus
intereses. La Ley Abascal introduce por fin la flexibilidad del tiempo de trabajo posibilitando al patrón
echar mano de todas las formas y mecanismos de la plusvalía absoluta en nuestro país.

3.2. Condiciones de trabajo

Al Artículo 56 del Título Tercero de la LFT que plantea que

las condiciones de trabajo en ningún caso podrán ser inferiores a las fijadas en la ley y deberán ser proporcionales a la
importancia de los servicios e iguales para trabajos iguales, sin que puedan establecerse diferencias por motivo de raza,
nacionalidad, sexo, edad, credo religioso o doctrina política, salvo las modalidades expresamente consignadas en esta
ley,

la Ley Abascal le adiciona el siguiente párrafo:

El empleador y el trabajador podrán convenir en que el segundo desarrolle labores o tareas conexas o complementarias a
su labor principal, siempre que cuente con la capacitación que para tal efecto se requiera.

Como se ve, aquí se introduce la polivalencia o multihabilidad del trabajador de acuerdo con los

intereses estratégicas de las empresas capitalistas.

3.4. El salario

El hecho de que esta figura permanezca sin alteraciones por parte de la Ley Abascal, expresa la
conformidad que existe entre la clase patronal respecto a la política histórica salarial en México que
tanto los gobiernos posrevolucionarios como de los neoliberales, desde Miguel de la Madrid hasta el de
Vicente Fox han impulsado. Al respecto, basta con señalar que al lado del deterioro de los salarios
reales de los trabajadores mexicanos desde prácticamente la segunda mitad de la década de los setenta
del siglo pasado, se agrega una completa disparidad entre el poder adquisitivo real del salario y de los
ingresos de los trabajadores con el valor de su fuerza de trabajo. Al respecto, frente a las cifras alegres
que el gobierno federal dio a conocer recientemente en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de
9

los Hogares correspondientes al año 20025 que afirman sin ningún fundamente técnico y científico que
la pobreza en México se redujo entre el año 2000 y el 2002, sin embargo la realidad salarial y del poder
adquisitivo de los trabajadores mexicanos es deprimente cuando lo comparamos con el costo de la
Canasta Obrera Indispensable (COI) que mide la inflación real, no oficial, respecto al poder adquisitivo
del salario mínimo que rige en el país. De esta forma, se tiene que como resultado de la aplicación de la
política neoliberal en materia salarial de los últimos cuatro gobiernos, por la diferencia entre el
incremento de la inflación y el del salario mínimo, éste experimentó una pérdida de 85% entre 1987 y
2002. Como resultado se tiene que mientras que el costo de la Canasta Obrera Indispensable era de 31
centavos diarios en diciembre de 1982 y el salario mínimo, que era de 29 centavos al día, podía adquirir
94% de la COI, para diciembre de 2002, con un salario diario mínimo de 42.15 pesos, solamente se
adquiere 19.3% de la COI 6 Es decir, considerando la jornada legal de trabajo de ocho horas al día, el
obrero tiene que trabajar 40 horas para adquirir en diciembre de 2002 la Canasta Obrera Indispensable
que veinte años atrás adquiría con el trabajo de ocho horas.
En otras palabras, si gracias a la política salarial del neoliberalismo practicada desde 1982
(justamente cuando entra en funciones el nuevo patrón capitalista neoliberal dependiente en nuestro
país), el salario ha perdido, respecto a su poder adquisitivo, alrededor de 75%, se entiende entonces que
la Ley Abascal mantenga el régimen de los salarios mínimos y contractuales en México por ser
funcional al sistema capitalista del país.

3.5. La calificación por medio de la capacitación y el adiestramiento

El texto actual de la LFT, el Capítulo III Bis: "De la capacitación y adiestramiento de los trabajadores"
reglamenta los artículos del 153-A al 153-X. En este apartado me limito a analizar las modificaciones
que introduce la Ley Abascal en cuanto repercuten directamente en el mundo del trabajo y en la
condición laboral y social de los trabajadores.
El Artículo 153-A correspondiente al Capítulo III Bis titulado: "De la capacitación y adiestramiento
de los trabajadores", establece que los planes y programas de estudio que les proporcione el patrón a

5
Véase INEGI, Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2002, Comunicado de Prensa número 064, 17 de
junio de 2003. En Internet: www.inegi.gob.mx/difusion/espanol/acercainegi/boletines/2003/bol1706.html
6
Luis Lozano Arredondo y et.al., "El salario mínimo y la canasta básica frente a la política neoliberal en México," Centro
de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, Reporte de Investigación no. 61, México,
diciembre de 2002, Cuadro no. 2, p. 5.
10

sus trabajadores ya no serán registrados y aprobados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
como estipulaba este artículo y el 153-B.
Sin inclinarse por una secretaria cuyo papel histórico, en tanto aparato de Estado, ha sido el de velar
por los intereses de la burocracia estatal y del régimen del capital, sin embargo esta disposición deja al
arbitrio del patrón y de las entidades educativas y de capacitación y adiestramiento, la orientación y el
carácter que tendrán los planes y programas de estudio en cuánto a sus contendido ideológicos, técnicos
y políticos. Por ello se deroga el artículo 153-C que establecía que las instituciones o escuelas que
deseen impartir capacitación o adiestramiento, así como su personal docente, deberán estar autorizadas
y registradas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Asimismo, se deroga el Artículo 153-G
que estipula que:

Durante el tiempo en que un trabajador de nuevo ingreso que requiera capacitación inicial para el empleo que va a
desempeñar, reciba ésta, prestará sus servicios conforme a las condiciones generales de trabajo que rijan en la empresa o
a lo que se estipule respecto a ella en los contratos colectivos

Esto en virtud de las disposiciones del artículo 39-B. También se deroga el Artículo 153-J que
establece que las autoridades laborales cuidarán que las Comisiones Mixtas de Capacitación y
Adiestramiento se integren y funcionen oportuna y normalmente, vigilando el cumplimiento de la
obligación patronal de capacitar y adiestrar a los trabajadores. El Artículo 153-I establece que

las empresas que tengan más de 20 trabajadores constituirán Comisiones Mixtas de Productividad, Capacitación y
Adiestramiento integradas por igual número de representantes de los empleadores y los trabajadores, y serán las encargadas
de vigilar, instrumentar, operar y mejorar los sistemas y los programas de capacitación y adiestramiento, así como de
proponer los cambios necesarios en la maquinaria, los equipos, la organización del trabajo y las relaciones laborales, de
conformidad con las necesidades de los trabajadores y los empresarios. Estas comisiones podrán proponer las medidas
acordadas por los comités sectoriales establecidos en el artículo 153-K con el propósito de impulsar la capacitación, elevar
la productividad y garantizar el reparto equitativo de sus beneficios.

De lo anterior se desprende que con esta nueva ley el capital estará en mejores condiciones de
apropiarse de la creatividad y de los conocimientos de los trabajadores a lo que apuntan los nuevos
paradigmas de la organización del trabajo como el toyotismo japonés y la reingeniería norteamericana.
Mientras que el Artículo 153-K establece mecanismos y nuevas formas de remuneración que
vinculen los salarios a los beneficios de la productividad en la mejor tradición de las
"recomendaciones" del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Por esta vía, mientras se
flexibiliza el trabajo de conformidad con los intereses de las empresas y de los patrones, se van
introduciendo nuevos mecanismos flexibles en la determinación de los salarios, en la medida en que se
11

van deteriorando los salarios mínimos y el trabajador tiene que recurrir a otras fuentes de ingreso para
poder subsistir: la subcontratación, el trabajo por cuenta propia o a domicilio y finalmente el llamado
sector informal se convierten en las "salidas" para paliar tal situación.
Con la Ley Abascal y las reformas neoliberales patronales, se refuerzan los programas de incentivos
a la calidad y la productividad, como el que existe en Teléfonos de México, basados en la mayoría de
los casos en la apropiación de la creatividad y el conocimiento (subjetividad) de los trabajadores, en la
intensificación del trabajo sin contrapartida salarial, mecanismo de producción de plusvalía absoluta y,
finalmente, en la superexplotación del trabajo, régimen este último que combina estos mecanismos con
la remuneración del trabajo por debajo de su valor7, tal como se aprecia en párrafos anteriores en la
relación inversa entre poder adquisitivo del salario mínimo y el costo obrero de la vida (COI).

3.6. La antigüedad

El Capítulo IV de la LFT, "Derechos de preferencia, antigüedad y ascenso" en su Artículo 154


establece que

Los patrones estarán obligados a preferir en igualdad de circunstancias a los trabajadores mexicanos respecto de quienes
no lo sean, a quienes les hayan servido satisfactoriamente por mayor tiempo, a quienes no teniendo ninguna otra fuente
de ingreso económico tengan a su cargo una familia y a los sindicalizados respecto de quienes no lo estén.
Si existe contrato colectivo y éste contiene cláusula de admisión, la preferencia para ocupar las vacantes o puestos de
nueva creación se regirá por lo que disponga el contrato colectivo y el estatuto sindical.
Se entiende por sindicalizado a todo trabajador que se encuentre agremiado a cualquier organización sindical legalmente
constituida.

La Ley Abascal cercena y redacta este artículo en los siguientes términos:

Los empleadores estarán obligados a preferir, en igualdad de circunstancias, a los trabajadores mexicanos respecto de
quienes no lo sean, y a los que tengan mayor aptitud y conocimientos para realizar un trabajo.

Obsérvese que del texto actual del Artículo 154, la Ley Abascal suprime el siguiente párrafo que
obliga al patrón, en igualdad de circunstancias, a preferir para ocupar las plazas vacantes

a quienes les hayan servido satisfactoriamente por mayor tiempo, a quienes no teniendo ninguna otra fuente de ingreso
económico tengan a su cargo una familia y a los sindicalizados respecto de quienes no lo estén.

7
Fundamenta la teoría de la superexplotación del trabajo Ruy Mauro Marini, en Dialéctica de la dependencia, ERA,
México, 1973.
12

De esta forma merma la antigüedad como auténtico mecanismo de promoción y ascenso en los
puestos de trabajo, al igual que el derecho de los jefes (as) de familia a ocupar un puesto. Lo mismo
ocurre con el derecho de pertenencia a un sindicato que de alguna manera la ley actual garantiza para
que sean sus miembros lo que puedan ocupar una plaza laboral.

Conclusión

En las actuales condiciones de recesión y crisis de la economía mexicana, es probable que la reforma
laboral del gobierno federal y de la burguesía con el consentimiento de la burocracia sindical oficial y
de los partidos políticos que la impulsan, coadyuve a resolver algunos de los problemas del capital y de
las empresas, por lo menos en el corto plazo, aunque en términos macroeconómicos y estructurales las
contradicciones del sistema se sigan agudizando.
Sin embargo, por la naturaleza de dicha reforma y sus características, sus consecuencias
negativas las tendrán que pagar los trabajadores, al ver desaparecidos derechos y conquistas históricas,
además de deterioradas sus condiciones de vida y de trabajo.
Los cambios que se pretenden introducir en la ley laboral tienen como objetivo central
flexibilizar el trabajo para ponerlo en condiciones de usarlo de acuerdo con las prerrogativas de las
empresas (nacionales y extranjeras), además para adecuar (modernizar) las relaciones de trabajo a las
características del patrón de acumulación de capital dependiente neoliberal.
De alguna manera, existe un desfasamiento histórico entre ese patrón y un derecho del trabajo
que en su normatividad data del viejo patrón de acumulación posrevolucionario. Si bien han habido
reformas, las de 1970 y 1980, sin embargo, al igual que en Brasil, las leyes laborales codifican
condiciones, derechos y usos de la fuerza de trabajo que son incompatibles con los intereses patronales
del patrón capitalista neoliberal trasnacional: la necesidad de introducir los contratos temporales,
ampliar los de prueba, reducir y, en su caso, anular la antigüedad, golpear y menoscabar el derecho a la
libre sindicalización y a la huelga, impedir la injerencia del Estado en normatividades de defensa de los
intereses de los trabajadores, son condiciones que exige la modernidad capitalista plasmada en la
llamada reforma del Estado para supuestamente ajustarse a las exigencias de la mal llamada
"globalización".
Habrá que calibrar hasta qué punto no es contraproducente impulsar una reforma de la Ley
Federal del Trabajo, como sí lo ha sido la determinación de la entrada de México al TLC desde 1994.
13

A nuestro juicio lo más consecuente es que sean los trabajadores mexicanos, no las burocracias
estatales, sindicales y partidarias, los que determinen la plausibilidad de dicha reforma. Mientras tanto,
a pesar de su carácter patronal y de sus cláusulas antiobreras, es mejor que la LFT quede como está
mientras se inclina la correlación de fuerzas hacia los trabajadores.

Bibliografía
- Anteproyecto de Reforma a la Legislación Laboral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), México, 1998.
- Iniciativa de Reformas al Artículo 123 Constitucional y a la Ley Federal del Trabajo del Partido Acción Nacional (PAN).-
del 12 de julio de 1995.
- Lóyzaga de la Cueva, Octavio, La flexibilización de los derechos laborales en la recomposición del capitalismo, UAM,
México, 1997.
----------------------------------------, Neoliberalismo y flexibilización de los derechos laborales, UAM Azcapotzalco-Porrúa,
México, 2002.
- Marini, Ruy Mauro, Dialéctica de la dependencia, ERA, México, 1973.
- Ortega, Max, "Programa neoliberal, reforma de la LFT y resistencia sindical y popular", Ponencia Presentada en La
legislación laboral a debate, Mesa de Debate No. IV: “Los investigadores del mundo del trabajo, su análisis y sus posturas
ante la Ley Federal del Trabajo”, presentada el 22 de agosto de 2002, en el auditorio del Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME).
- Sotelo Valencia, Adrián, Empleo y desempleo en el ciclo neoliberal ponencia presentada en la sede del Sindicato
Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), México, DF. 20 de agosto de 2002 y
publicada en la revista Trabajadores No. 32, UOM, México, septiembre-octubre de 2002, pp. 31-33.
……………………….., Globalización y precariedad en México, Ediciones El Caballito, México, 1999.
----------------------------, La reestructuración del mundo del trabajo, superexplotación y nuevos paradigmas de la
organización del trabajo, Coedición ITACA-UOM-ENAT, México, 2003.
- Seminario de Análisis del Anteproyecto de Reforma a la Legislación Laboral propuesto por el PRD, Universidad Obrera
de México, mayo de 1998.
- Varios Autores, Legislación laboral: el debate sobre una propuesta, México, coedición Fundación Friedrich Ebert-UAM-
X, 1996.
- Varios, Reforma Laboral, Análisis Crítico del Proyecto Abascal de Reforma a la Ley Federal del Trabajo, SNTRM y et.
al., México, 2003.
- Vega Ruiz, María Luz (editora), La reforma laboral en América Latina. Un análisis comparado, Oficina Internacional del
Trabajo, OIT, Lima, 2001.

Ciudad Universitaria, 23 de julio de 2003

Vous aimerez peut-être aussi