Concepciones familiares y prácticas de intervención: una

contribución antropológica.
Concepciones y prácticas familiares de intervención: una

contribución antropológica.

Claudia Fonseca
currículum
Doctorado Profesor del Programa de Posgrado en Antropología
Social-UFRGS
Hablar de la familia como foco de intervención requiere profundizar la
Correo electrónico: claudiaf2@uol.com.br
discusión sobre qué es una familia y cómo se puede usar como
recurso en los programas de intervención; También requiere
problematizar un elemento básico del proceso de intervención: la
comunicación entre los técnicos que trabajan en la intervención y la
población objetivo. Por lo tanto, en este trabajo, se sugiere, al
principio, algunas pistas analíticas que pueden ayudar al técnico a
percibir la dinámica familiar en los grupos populares de Brasil. Así
descubrimos que, desde una perspectiva espacial, las redes de
parentesco se extienden más allá del grupo sanguíneo y la unidad
doméstica a esferas más amplias. Desde una perspectiva temporal,
las personas se insertan en una sucesión de generaciones,
permitiendo proyecciones para el futuro o rescatando elementos del
pasado. Luego procedemos a considerar la contribución específica de
una teoría de la práctica y las implicaciones metodológicas de un
análisis centrado en "formas de vida", enraizadas en una situación de
clase. Finalmente, se comenta la mirada reflexiva, un elemento
fundamental del proceso de diálogo que permite escuchar al otro en
cualquier situación de intervención. Con este enfoque, se propone
descolonizar la opinión del técnico, proporcionando una interacción
dialógica capaz de reforzar, antes de reprimir, los recursos
tradicionales en la situación en la que se pretende intervenir.

Palabras clave: Familia; Parentesco; Ciclo familiar; Intervención;

Metodología de investigación; Modo de vida.

50 Saúde e Sociedade v.14, n.2, p.50-59, mayo-agosto 2005


Resumen
Hablar de la familia como foco de intervención no solo exige una discusión
inquisitiva sobre lo que constituye una familia y cómo este grupo social puede o
no ser un recurso importante en los programas de intervención, sino que también
exige una mirada cercana a un elemento básico de la intervención. proceso: la
comunicación entre los profesionales intervinientes y la población objetivo. Por lo
tanto, en este artículo, primero consideramos ciertas pistas analíticas que podrían
ayudar a los profesionales a percibir la dinámica familiar en los grupos de clase
trabajadora brasileños. Descubrimos que, desde una perspectiva espacial, las
redes familiares van más allá de las unidades consanguíneas o domésticas a
esferas mucho más amplias; Desde una perspectiva temporal, los individuos
están integrados en el juego de generaciones sucesivas, lo que permite una
proyección de las relaciones hacia el futuro o la recuperación de elementos del
pasado. Luego consideramos la contribución específica de un enfoque que
involucra la teoría de la práctica, y las implicaciones metodológicas de centrar el
análisis en "estilos de vida", que involucran especificidades ligadas a la clase.
Finalmente, describimos las propiedades de la "gasa reflexiva", un elemento
fundamental en el proceso dialógico que le permite a uno escuchar lo que otros
dicen. Proponemos, con este enfoque, contribuir a la "descolonización" de los
proyectos de intervención, encontrando modales para reforzar en lugar de
reprimir los recursos sociales y comunitarios tradicionales. describimos las
propiedades de la "gasa reflexiva", un elemento fundamental en el proceso de
diálogo que permite escuchar lo que otros dicen. Proponemos, con este enfoque,
contribuir a la "descolonización" de los proyectos de intervención, encontrando
modales para reforzar en lugar de reprimir los recursos sociales y comunitarios
tradicionales. describimos las propiedades de la "gasa reflexiva", un elemento
fundamental en el proceso de diálogo que permite escuchar lo que otros dicen.
Según él, el
Proponemos, con este enfoque, contribuir a la "descolonización" de los proyectos de intervención,
Palabras clave: Familia; Parentesco; Ciclos familiares; Intervención;
Metodología de investigación; Estilos de vida
1 No hay oportunidad, en el breve espacio de este artículo, para describir la vasta literatura que existe en el área de la antropología del cuerpo y la salud. Sin embargo, de acuerdo
con mi preocupación metodológica, vale la pena mencionar un trabajo de metodología etnográfica dirigido a trabajadores de la salud: investigación cualitativa en salud, por Ceres
Victora et al. (2002)
2 ELSEN, I .; ALTHOFF, CR (Org.). Salud de la familia? ¿Multiplicar o aclarar conceptos? 2004. Trabajo presentado en el 56º Congreso de Enfermería, Gramado, 2004
Hablar de la familia como foco de intervención requiere profundizar
la discusión sobre qué es una familia y cómo se puede usar como
recurso en los programas de intervención; También requiere
problematizar un elemento básico del proceso de intervención: la
comunicación entre los agentes de intervención y la población
objetivo. Entonces, en este trabajo, sugiero, al principio, algunas
pistas analíticas que pueden ayudar a percibir la dinámica familiar
en los grupos populares. Luego procedo a enfatizar la importancia
de una teoría de la práctica y las implicaciones metodológicas de un
análisis centrado en "formas de vida". Finalmente, comento sobre la
mirada reflexiva, un elemento fundamental del proceso de diálogo
que permite escuchar al otro en cualquier situación de intervención. 1)
Familia versus Individual
Elsen y Althoff (2004) 2 plantee preguntas desafiantes para el
trabajador de la salud: ¿cuál es la distinción entre las necesidades
de la familia como comunidad y las necesidades de las personas
separadas que forman esta familia? ¿No hay elementos
incompatibles entre la salud de la familia y la salud de los
miembros individuales?
Para responder a estas preguntas, primero debemos saber
cómo conceptualizar familia. Utilizamos el reflejo del antropólogo
brasileño Luis Fernando Duarte (1994) para comenzar el tema.
valor "familia"
encontrando tiene
modales para un granenpeso
reforzar lugar en todas las
de reprimir capas sociales y comunita
los recursos
de la población brasileña. Sin embargo, significa cosas diferentes
según la categoría social. Mientras que, entre las personas de
élite, prevalece la familia como linaje (personas orgullosas de su
herencia), que mantienen un espíritu corporativo entre ellos, las
capas intermedias abrazan en espíritu y en la práctica a la familia
nuclear, identificada con la modernidad. Para los grupos
populares, el concepto de familia está anclado en las actividades
domésticas cotidianas y las redes de ayuda mutua.
Saúde e Sociedade v.14, n.2, p.50-59, mayo-agosto 2005 51
 Esta forma de tratar de asociar una determinada forma de vida
con una determinada configuración familiar, ahora en un contexto
diferente, se puede ver en la investigación de la antropóloga
estadounidense Rayna Rapp (1992), en la que hace una
comparación de familias blancas de clases medias y familias
negras. de los Estados Unidos. Según este investigador, en la
ideología altamente individualista de las clases medias
estadounidenses, los familiares se asimilan a la categoría de
"amigos", para eliminar a aquellos que no respetan las reglas de la
amistad. De esta manera, las personas con muchos problemas se
eliminan de la vida familiar, al igual que se corta una pierna
gangrenosa para mantener la salud del cuerpo. El hijo derrochador
es desheredado, el sobrino enfermo es olvidado, la anciana abuela
se queda en una institución, todo en nombre del buen desarrollo y
surgimiento de la familia nuclear. La noción de familia se reduce a
una unidad lineal: de padres a hijos% para evitar el riesgo de
malgastar recursos. Todo se invierte en los niños, en su educación,
en su carrera profesional.
Por otro lado, las familias negras pobres, que viven en
condiciones de gran precariedad económica, solo pueden sobrevivir
porque crean amplias redes de ayuda mutua. Los miembros
relevantes de esta red familiar se convierten no solo en padres, sino
en hermanos, tíos, primos, ex suegros, compadres e incluso amigos.
Por lo tanto, es común encontrar en la casa de una mujer, además
de ella y sus hijos, una diversidad de individuos: un primo, recién
llegado del campo para buscar trabajo, durmiendo en el sofá, un
sobrino, cuyos padres se acaban de separar, comiendo en la mesa
de la cocina, etc. La ama de casa ayudará a estas personas, por
afecto, pero sobre todo porque la han ayudado o ayudarán. La
familia aquí se extiende horizontalmente, en un intercambio
constante, no siempre pacífico, de recursos.
Es posible. Cuando leí esta descripción, no pude dejar de
hacer una aproximación entre las familias negras
norteamericanas descritas por Rapp y las familias de grupos
populares brasileños, encontradas durante mi investigación de
campo (Fonseca,
2004). Allí, también, los pocos recursos de cualquier núcleo
familiar parecen agotarse constantemente para las personas
necesitadas de la familia extendida. En el estudio de 2004,
recuerdo a Vanilda, una amiga que se gana la vida como
trabajadora doméstica,
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explicando por qué nunca compra electrodomésticos en efectivo,
a pesar de que sabe que los productos serían mucho más
baratos así: "Claudia", me explica, "Piensa con cuidado. Si tuviera
dinero en ahorros, ¿cómo podría resistirme? Siempre hay, en
algún lugar de la familia, un bebé que tiene neumonía y necesita
medicamentos, o un primo que se metió en problemas y que irá a
prisión si no podemos encontrar el dinero para pagarle al
abogado. Siempre está ocurriendo algo urgente y, de ser así,
¿cómo me guardaría el dinero? Si no comprara la máquina a
plazos, ¡nunca tendría el dinero para comprarla!
Cuando Vanilda dice que siempre hay un bebé en la familia
que está enfermo, se refiere a la familia en el sentido más
amplio, que incluye una gama casi infinita de primos, ex
cuñadas, sobrinos y otros. Además de criar a sus cinco hijas
prácticamente sola, ya que enviudó muy temprano, ya albergaba
una larga lista de parientes en su hogar. Aunque reconoce que
esta generosidad limita su capacidad de invertir en el futuro de
sus propias hijas, no puede imaginar otra forma de actuar. Su
lema se explica en el proverbio que cita: "Cuando un portugués
come, come dos, tres", una noción que parece muy cercana a la
filosofía de las familias descrita por Rapp. Según Vanilda,
cuando estaba "en lo peor", viuda, de sangre fría y analfabeta,
menor de 30 años y cuatro hijos para criar, recibió ayuda de
muchas personas a las que ahora ayuda.
Su historia subraya el punto que quiero exponer aquí. Cuando
hablamos de un posible desajuste entre la salud individual y la salud
familiar, ¿de qué familia estamos hablando? Las capas intermedias,
pensando en el bien del núcleo padre e hijo, tenderían a eliminar los
elementos extraños y potencialmente perturbadores. Al reducir "la
familia" al número mínimo de individuos, hay muchas más
posibilidades de relacionar "la salud de la familia" con la "salud de
los individuos". En las familias pobres, por otro lado, parece que
ciertas personas terminan sacrificando sus proyectos individuales o
los de su núcleo familiar para salvar a las personas con problemas
de la extensa red de parientes. Por lo tanto, la relación individuo -
familia no se puede pensar de la misma manera en todas partes, ya
que la noción misma de familia varía según la categoría social con la
que estamos tratando.

Elementos analíticos para pensar en la familia:
más allá de la unidad doméstica
En cuanto al arsenal teórico que puede ayudarnos a hacer frente a
esta variedad de nociones de familia, tal vez deberíamos comenzar
haciendo una distinción entre "familia" y "unidad doméstica". Los
censos del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística)
generalmente trabajan con la unidad doméstica y, por lo tanto,
definen la vida familiar desde la vivienda. Es una visión limitada,
que no tiene en cuenta precisamente la parte más dinámica de las
relaciones familiares, y que en general va mucho más allá de "la
casa".
Muchos de los residentes de barrios pobres piensan no en términos de
"hogar", sino en términos de "patio". En un terreno, por pequeño que sea, siempre
hay espacio para construir otro "tirón", es decir, un trozo o medio agua, para
recibir a un amigo o pariente. El primer hogar para la mayoría de las parejas
jóvenes es un edificio construido en el patio trasero de los padres o suegros. Con
los niños que se casan y se casan, las personas que cambian después de un
nuevo trabajo, o simplemente con la incorporación de un inquilino, la composición
del patio cambia. Pero, cualquiera que sea la relación formal, es común que haya
un intercambio intensivo entre estas "casas" para realizar tareas domésticas.
Cuando una mujer trabaja afuera, por ejemplo, los demás en el patio tienden a
proporcionar su parte de la organización doméstica, proporcionando almuerzo
caliente a sus sobrinos, y supervisando el juego de niños pequeños. La parte más
visible de este proceso es cuidar a los niños, lo que conduce a una intensa
"circulación de niños" y la situación no es tan inusual para que un individuo sea
criado por lo que él mismo considera, sus dos o tres "madres". (Fonseca 2002).
También es posible encontrar varios núcleos familiares que comparten alimentos.
Incluso los más pobres, que no tienen refrigerador, pueden llamar a otros
residentes del patio o callejón para comer juntos cuando reciben una donación de
carne u otro alimento que se echa a perder (Jardim, 1998). También es posible
encontrar varios núcleos familiares que comparten alimentos. Incluso los más
pobres, que no tienen refrigerador, pueden llamar a otros residentes del patio o
callejón para comer juntos cuando reciben una donación de carne u otro alimento
que se echa a perder (Jardim, 1998). También es posible encontrar varios
núcleos familiares que comparten alimentos. Incluso los más pobres, que no
tienen refrigerador, pueden llamar a otros residentes del patio o callejón para
comer juntos cuando reciben una donación de carne u otro alimento que se echa
a perder (Jardim, 1998).
En tales casos, es difícil definir exactamente cuáles son los
límites de la propia unidad doméstica.
En resumen, para cualquier intervención, especialmente
en grupos populares, sería esencial verificar cómo las
actividades cotidianas involucran un
red que se extiende en el espacio a otras casas e incluso a otros
vecindarios. Al rastrear las líneas de ayuda mutua, podemos
reflexionar mejor sobre lo que, en este caso, es la "familia"
pertinente.
La dimensión temporal de la familia
Vimos que la red familiar, una unidad relevante para cualquier trabajo de
intervención, se extiende al espacio más allá de las cuatro paredes de una casa.
Ahora sería importante recordar que las relaciones familiares, siendo
relativamente duraderas, siguen una lógica que abarca el tiempo durante varias
generaciones y durante muchos años, es decir, las diferentes etapas de un
intercambio "mutuo" no siempre ocurren de manera inmediata. Por ejemplo, un
observador desprevenido podría considerar que esa abuela que se asimiló a su
hogar y pagó por los primeros nietos está en una relación "unidireccional", en la
que ayuda a su hijo y nieto sin recibir nada a cambio. Sin embargo, debemos
recordar que esta abuela está marcando su lugar en la red familiar, reforzando a
través de su don la obligación de que sus descendientes tengan que cuidarla
años después en la vejez, justo cuando comienza a ocupar el lado más débil de
la relación familiar. No es un cálculo consciente o una inversión garantizada, lo
que siempre da un rendimiento. Sin embargo, la lógica de la red de la familia
extendida, la lógica del don, como nos enseña Marcel Mauss (1974)%, implica
reciprocidad a largo plazo; una reciprocidad que, contrariamente a la lógica del
contrato o incluso a las amistades fugaces, deposita una fe difusa en un eventual
retorno, en alguna fecha futura, por parte de algún miembro de la red involucrado
en el regalo original. la lógica de la red de la familia extendida: la lógica del don,
como lo enseña Marcel Mauss (1974)% implica una reciprocidad a largo plazo;
una reciprocidad que, contrariamente a la lógica del contrato o incluso a las
amistades fugaces, deposita una fe difusa en un eventual retorno, en alguna
fecha futura, por parte de algún miembro de la red involucrado en el regalo
original. la lógica de la red de la familia extendida: la lógica del don, como lo
enseña Marcel Mauss (1974)% implica una reciprocidad a largo plazo; una
reciprocidad que, contrariamente a la lógica del contrato o incluso a las amistades
fugaces, deposita una fe difusa en un eventual retorno, en alguna fecha futura, por parte de algún mie
La idea del "ciclo de vida" es subsidiaria de esta discusión
sobre la dimensión temporal de las relaciones familiares. Los
antropólogos clásicos, como Fortes (1958), definieron tres fases
de lo que consideraban un núcleo familiar universal: formación
inicial (en general, por matrimonio), expansión (con el nacimiento
de los hijos) y declive (cuando los hijos adultos se van) establecer
sus propios núcleos, y la vieja generación se queda con "el nido
vacío"). En las últimas décadas, los investigadores han
confirmado que la trayectoria de cualquier familia es mucho más
complicada que eso (Bilac, 1978; Barros, 1987). Sabemos,
Saúde e Sociedade v.14, n.2, p.50-59, mayo-agosto 2005 53
ejemplo, que, especialmente en grupos populares, las etapas del
ciclo doméstico no están claras. A menudo, el nacimiento de
nietos precede al matrimonio de sus padres o la formación de un
nuevo núcleo. Además, en tiempos de desempleo, hay una
tendencia creciente para que todas las clases de hijos adultos
regresen a los hogares de sus padres en tiempos difíciles, luego
de un divorcio o pérdida de trabajo (Peixoto,
2004). Así, hoy, el ciclo familiar basado en la nuclearización de
las familias no es del todo evidente.
Sin embargo, incluso si no hay un patrón único, es innegable
que la mayoría de los núcleos domésticos "evolucionan" con el
tiempo. Los padres de 16 años no tienen las mismas opciones, no
se comportan de la misma manera, no tienen las mismas
expectativas que los padres de 30 o 60 años. Aquí, puedo
mencionar el ejemplo de doña María, que termina su adolescencia,
sin trabajo ni pareja estable, no encontró otra solución para el
bienestar de sus hijos, aparte de la colocación en diferentes familias
de acogida. Diez años después, se estableció con un "hombre
trabajador". 3 y, además de formar una nueva familia con él, trató de
traer a sus hijos mayores a su vida. El domingo que la conocí, doña
María se reunió en su patio trasero con seis de sus siete hijos, la
mayoría de ellos ahora adultos, haciendo una barbacoa.
La trayectoria de doña María y sus hijos no es infrecuente. Si
se observara el núcleo de su familia durante la primera etapa de
su trayectoria, aparecería una dispersión aparentemente caótica
de los miembros. Sería un ejemplo por excelencia de la "familia
no estructurada". En otro momento más avanzado del ciclo
doméstico, observamos a doña María cómodamente instalada
con su compañera en su propia casa, proporcionando un lugar de
reunión y, más aún, un ancla de identidad para los diferentes
individuos de una familia aparentemente "unida".
El profesional de la salud solo tiene una entrada para las
familias con las que trabaja, una entrada que incluye uno lugar
solamente (en general, la casa) y uno tiempo (el presente). Sin
embargo, para interactuar con los miembros de estas familias,
que están involucrados en relaciones que van más allá del "aquí y
3 Para más información sobre la importancia de este valor en las relaciones de género de los grupos populares, ver Sarti (1996). 4 DYTZ, JL El estilo de vida de la familia y la
salud de los niños. 2004. Trabajo presentado en el 56º Congreso de Enfermería, Gramado, 2004
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ahora ”, es necesario que esté atento a las dinámicas que van más
allá de su limitado campo de observación, activando el arsenal
teórico adecuado.
Debemos recordar que no existe una receta para definir los
miembros relevantes de una red familiar. Esto puede incluir o no
consanguíneos (ascendientes, descendientes, colaterales, etc.),
parientes por matrimonio (suegros, cuñados, padres, padrastros,
hijastros, etc.), padrinos y padrinos (no debemos olvidar que hay
padrinos en casa, en la iglesia, en santa familia, etc.), y
simplemente amigos que, después de haber compartido una
experiencia particularmente intensa, terminan sintiéndose
miembros de la familia.
Al buscar una definición operativa de la vida familiar que
explique esta amplia gama de posibilidades, preferimos hablar sobre
la dinámica y las relaciones familiares, en lugar de un modelo o
unidad familiar. Por lo tanto, definimos el vínculo familiar como una
relación marcada por una identificación cercana y duradera entre
ciertas personas que reconocen ciertos derechos y obligaciones
mutuos entre sí. Esta identificación puede originarse en hechos más
allá de la voluntad de la persona (vínculos biológicos, territoriales),
en alianzas conscientes y deseadas (matrimonio, compañía,
adopción) o en actividades realizadas en común (por ejemplo,
compartir el cuidado de un niño o un anciano). ejemplo).
Repercusiones metodológicas del enfoque del
"estilo de vida": la teoría de la práctica
Ahora me gustaría entrar en otra faceta de esta discusión,
inspirada en el trabajo de Dytz (2004) 4, sobre la forma de vida, en
particular, sobre las implicaciones metodológicas de un enfoque
centrado en la cuestión de la forma de vida.
Desde la década de 1970, Pierre Bourdieu (1972), entre otros, nos
ha advertido contra los enfoques analíticos centrados exclusivamente en
los ideales: las representaciones normativas de una sociedad. En la
línea de investigación que inspiró, "la teoría de la práctica", los
investigadores insisten en la relación dialéctica entre prácticas y valores.
Los valores, en esta perspectiva, no serían considerados
estanca, detenida a tiempo o cualquier cosa externa que pueda
imponerse a un grupo. Por el contrario, los valores se
reconstruirían constantemente (modificados o actualizados, con
un nuevo significado) a través de la práctica de actores sociales
que actúen dentro de un contexto específico.
El problema es que mucha investigación está vinculada a una
visión legal de la realidad. Es como si fuera suficiente para verificar
la ley, enumerar las normas hegemónicas y medir la realidad contra
este parámetro. Siguiendo este enfoque "legalista", veríamos, en el
estudio de la familia, que ciertas personas se acercan al ideal de la
familia conyugal nuclear, y otras menos, y muy poco más allá de
eso. Así es como, durante las primeras generaciones de estudio
familiar, los pobres fueron vistos como "la masa amorfa" de los "sin
hogar" 5) El modelo, antes de ayudarnos, actuaría como una camisa
de fuerza, imponiéndonos un tipo de visera que evitaría una mejor
visión de la realidad. No veríamos, por ejemplo, la actitud creativa
de los actores: cómo algunos de ellos engañan o juegan con la
norma oficial, cómo crean normas alternativas, en resumen, cómo,
a través de sus prácticas diarias, están constantemente
renegociando y transformando valores.
Tal es la fuerza de la matriz legal en nuestra socialización
que a menudo es difícil para los profesionales hacer una
asociación entre sus propias prácticas familiares y las teorías
(familiares). Invitado por un grupo de consejeros tutelares para
hablar sobre la familia, tuve dificultades para comenzar. Quería a
toda costa evitar soluciones fáciles. No quería presentar modelos
prefabricados, como si la realidad pudiera integrarse en algunas
reglas preestablecidas. La ansiedad solo se alivió cuando me di
cuenta de que la presentación antropológica de la familia solo
tendría sentido si comenzáramos con las familias de los
consejeros. Entonces les pedí que se sentaran en pequeños
grupos y construyeran un árbol genealógico para un voluntario
entre ellos.
El resultado, al menos para mí, fue muy revelador. Primero,
las personas descubrieron que tenían muchas dudas sobre cómo
definir a la familia. Dado que el ejercicio estuvo vinculado a su
desempeño como directores y la posible necesidad de
información
5 Para una mayor elaboración de esta crítica, ver Corrêa (1993).
para servir a ciertas familias en sus vecindarios; acordamos que
deberían incluir en el esquema genealógico del voluntario a todos
los familiares que tengan alguna relevancia en las actividades
cotidianas o en las ceremonias rituales familiares (bautismo,
cumpleaños, graduación, etc.). A partir de esto, los consejeros
comenzaron a darse cuenta de que la realidad de sus familias no
encajaba fácilmente en esos diagramas lineales. Recuerdo el caso
de "Seu" Adão, un hombre de unos 50 años que confesó
tímidamente que, según su documento de identidad, tenía un padre,
pero era una "madre desconocida". ¿Como puede ser? Su madre
había tenido tres compañeros: el primero con el que se casó
legalmente, el segundo con el que manejó "Su" Adán y el tercero
con el que vivió durante treinta años. Fue este tercero quien lo
registró, pero al momento del registro, omitió el nombre de su
madre, porque todavía estaba casada y temía que su esposo legal,
y por lo tanto el padre oficial del niño, reclamara sus derechos
paternos. Para "Seu" Adam, este tercer compañero de la madre, el
padre que lo crió, era su verdadero padre, pero el diagrama que
intentó dibujar en el papel parecía resaltar solo los lazos de sangre y
las uniones oficiales.
Jailton, un objeto voluntario de estudio de otro grupo, quería
saber si incluir o no a su ex esposa y su nuevo esposo en su
diagrama. Se había reunido tres veces, reuniéndose en el
momento del estudio individual. Sin embargo, vivía en el patio de
su madre, a "seis metros de distancia" de la casa de su segunda
esposa. Esta era la madre de su único hijo y continuó
compartiendo el cuidado diario del niño con la madre de Jailton.
Esta abuela juró que solo reconocía a una nuera, la madre de su
nieto, y, viviendo juntas, en el patio, continuaron bebiendo mate
toda la tarde. En cierto modo, si le gustaba Jailton o no, su ex
esposa seguía siendo un miembro relevante de su familia.
Aquí, no hay espacio para enumerar todos los muy ricos
resultados de este ejercicio con los consejeros, cuyas
historias, sin duda, no son tan diferentes de las de muchos
otros agentes de intervención. Para mí fue fascinante. Había
de todo: árboles genealógicos al revés que incluían a la
criada y la maestra de secundaria; clanes
Saúde e Sociedade v.14, n.2, p.50-59, mayo-agosto 2005 55
Italianos con matrimonios repetidos entre primos; padres
recaídos y confesos, que negaron el parentesco y se
negaron a pagar la pensión alimenticia a un niño nacido en
una relación temporal (algo bastante sorprendente para un
consejero tutor, elegido para promover los derechos del niño)
y así sucesivamente. Había, de hecho, todo menos la familia
conyugal nuclear simple y reducida, tan popular como una
norma hegemónica. Lo más interesante es que ninguno de
los voluntarios consideró a su "familia desestructurada". Por
lo tanto, a partir de su experiencia, comenzamos a pensar
cómo existían otros arreglos, además del ideal normativo,
otras posibles estructuras familiares que podrían ordenar las
prácticas y dar sentido a la existencia. Insisto en que fue una
observación cuidadosa de las prácticas y, en este caso, de
sus propias prácticas,
El arte de escuchar: un proceso reflexivo
No es casualidad que, para presentar a las personas un enfoque de
práctica, les pedimos que piensen en sus propias prácticas. Después
de todo, esta autorreflexión, una forma de dirigir la lente analítica
hacia la cultura misma, hacia los propios valores del observador, ya
es una parte integral de las ciencias sociales en la actualidad, como
señala, por ejemplo, Geertz (1999). Salvo esta política, es muy fácil
caer en el razonamiento evolutivo de la era colonial, cuando el
investigador se consideraba representativo del mundo civilizado y de
todos los demás.
- bárbaros y salvajes: eran "otros" para ser convertidos, salvados o
simplemente desarrollados, es decir, eran todo menos personas para
ser escuchadas, socios en el diálogo. La idea hoy es que, para que
ocurra el diálogo, para cerrar la distancia científica entre observador y
observado, debemos saber cómo examinar la evidencia de nuestra
propia cultura. Por lo tanto, también nos convertimos en objetos de
investigación (Velho, 1978).
Confieso que, hasta que hice el ejercicio didáctico con los
consejeros, yo, como ellos, tenía la convicción de provenir de una
familia absolutamente estándar. Cité a mi familia, estadounidense
y nuclear, como un prototipo de la familia nuclear moderna, todo
como
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La norma hegemónica. Sin embargo, cuando me embarqué en el ejercicio y
comencé a hacer un diagrama de mis parientes relevantes, me di cuenta de
ciertas "rarezas". Mi madre enviudó temprano con dos niños pequeños. Ella, que
hasta entonces había sido ama de casa, se vio obligada a comenzar un trabajo
asalariado, poniendo a sus dos hijos en poco tiempo para contribuir a los ingresos
familiares, con cuidado de niños y ayudantes de prensa. Con un temperamento
algo difícil, pronto rompió con los familiares de su difunto esposo.
interrumpiéndonos, mi hermano y yo, de cualquier contacto con el lado paterno
de la familia. Cuando salí de la casa, a los 16 años, se volvió a casar, pero el
matrimonio terminó pronto, y mi madre, para continuar su carrera docente, se
mudó a otra ciudad. Luego, a la edad de 60 años, conoció a Bill, mi padrastro,
con quien nunca se casó, pero con quienes viven hasta hoy, después de unos 20
años. Podría haber adquirido una hermana en esta nueva unión de mi madre, ya
que Bill tiene, desde su primer y único matrimonio, una hija un poco más joven
que yo, pero nunca la encontré, porque mi madre se niega a recibirla. su casa.
Por otro lado, aunque nunca viví con ellos, este hombre comenzó a llamarme hija;
Lo considero un miembro extremadamente querido de mi familia, y le debo una
inestimable gratitud por la forma en que cuidó a mi madre en estos últimos años.
este caballero comenzó a llamarme hija; Lo considero un miembro
extremadamente querido de mi familia, y le debo una inestimable gratitud por la
forma en que cuidó a mi madre en estos últimos años. este caballero comenzó a
llamarme hija; Lo considero un miembro extremadamente querido de mi familia, y
le debo una inestimable gratitud por la forma en que cuidó a mi madre en estos
últimos años.
Considerando los detalles de mi historia, me doy cuenta de
que mi familia es todo menos estándar, y que los factores
convencionales del modelo familiar (biología y matrimonio) no
son los más importantes para definir las relaciones más
relevantes. Sin embargo, lo más importante: me pregunto
cómo, con esta trayectoria, nunca se me ocurrió que podría
haber venido de una familia "desestructurada". La clave de
este enigma, por supuesto, se debe en parte al carácter difícil,
pero disciplinado y ético de mi madre. De ninguna manera
quiero negar el
agencia Este personaje. Incluso nos enseñó desde el principio a
descartar cualquier etiqueta negativa que otros puedan
atribuirnos, por ejemplo, la de "semi-huérfanos". Creo que hay
otra razón para mi rechazo de la connotación de "no
estructurado" vinculado a mi propia familia. Es que "no
estructurado" es una palabra utilizada para describir la familia
de los demás. No solo otros ... además, pobre. Es como si, en
una especie de lógica post ipso facto, un
una persona exitosa, por definición, no podría provenir de una
familia no estructurada.
Al pasar por este tipo de filtro de clase,
Los ricos "eligen" a su familia.
Maternidad asistida.
Producción independiente
Familia recomendada (divorcio y nuevo matrimonio).
Es para evitar este tipo de dualismo, para rechazar una
perspectiva moralista que presupone mucho más de lo que debería,
que la antropología insiste en el elemento (auto-) REFLEXIVO del ojo
analítico.
Estilo de vida: ¿falta o creatividad?
Sin embargo, esta reflexividad no significa que ignoremos las
diferencias en oportunidades, desigualdades económicas y
sociales, entre un sujeto social y otro. Las circunstancias
socioeconómicas, que en gran medida no están relacionadas
con la voluntad individual, son parte de cualquier forma de vida.
Es importante recordar: las condiciones de vida objetivas llevan
a las personas a mirar el mundo desde un ángulo u otro. Una
cosa es tener un salario fijo y un seguro de salud, lo que permite
a los familiares de un paciente organizarse por teléfono con
médicos y hospitales, con cita previa. Otra cosa es levantarse a
las cinco de la mañana (o pasar la noche en la fila) para obtener
un formulario de examen médico, o esperar meses para una
cama de hospital que no sale. Estas circunstancias obligan a las
personas a organizarse de manera diferente,
Pienso nuevamente en el caso de Vanilda, quien terminó
cuidando a su madre durante los últimos años de su vida, haciendo el
milagro de mantener a una familia de seis (además de ella, tres de sus
hijas y su madre) con un ingreso de dos salarios. mínimos La "vieja
madre", como se llamaba a su abuela en esta familia, padecía una
forma aguda de demencia senil. No solo se volvió económicamente
dependiente de su hija, sino que comenzó a tener comportamientos
agresivos y autodestructivos, con graves trastornos del sueño. Nadie
en la casa de tres
Podemos usar diferentes términos para ricos y pobres, cargados
de evaluaciones opuestas, para describir comportamientos muy
similares:
Pobre "someterse" a la biología.
Control de la natalidad.
Madre soltera.
Familia desestructurada.
Las habitaciones dormían más, ni Vanilda, que trabajaba de 8 am a
6 pm, ni sus hijas que, cuando no estaban en la escuela, se
turnaban para cuidar a su abuela. Vanilda, al ver que era incapaz de
aliviar el sufrimiento de su madre, trató repetidamente de internarla.
Pero, como puede imaginar, no había vacantes en la red del hospital
y era responsabilidad de la familia cuidar a sus miembros. Cuando la
"vieja madre" comenzó, en pleno invierno en Rio Grande do Sul, en
un frío de menos 6 grados, a quitarse la ropa y salir a la calle,
completamente desnuda, Vanilda no tenía ninguna duda. Decidió
dejarla atada a la cama mientras el resto de la familia intentaba
dormir, a pesar de que sabían que este procedimiento podría ser
visto por observadores externos como evidencia de crueldad
extrema.
La experiencia de Vanilda subraya un último aspecto
fundamental de la relación entre la salud familiar y la forma
de vida: la demanda presentada por cada familia a los
servicios de salud pública, es decir, el Estado, varía mucho
según sus condiciones de vida concretas. Yo, por ejemplo,
no tuve que ir al Estado para cuidar a mi madre, ya que ella
ya tiene seguro de jubilación y salud, que son suficientes
para garantizar sus condiciones de vida dignas, sin
sobrecargar a los miembros de su familia. Vanilda, por otro
lado, aceptó la carga de cuidar a su madre personalmente. Al
mismo tiempo, buscó desesperadamente algún apoyo
público para apoyarla, al igual que muchos de sus vecinos
buscaron el apoyo de algún servicio público para ayudar a
tratar a un niño, drogadicto u otro miembro de la familia con
problemas. Lamentablemente, Vanilda,
Irónicamente, algunos políticos incluso sugieren que las
deficiencias del servicio de salud pública
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llega a resolverse no con más inversión en el sector, sino con
políticas sociales que "fortalezcan" a la familia. La lógica que
presenta estas dos políticas (inversión en familias e inversión en el
servicio público de salud), como mutuamente excluyentes, es
obviamente absurda. Pero lo peor es que a menudo la noción de
que la familia es la principal responsable de la salud de sus
miembros es anterior a cualquier política efectiva de
"fortalecimiento" familiar. De esta manera, el acento en la familia
corre el riesgo de no ser más que una máxima moralista, una
coartada, que excusa la falta de compromiso político en un
programa de salud verdaderamente integral.
En esta negociación, entre el Estado y la familia pobre, el
trabajador de la salud, especialmente los agentes de salud familiar,
se encuentra en la incómoda posición de mediador. Es sensible a la
lógica de ambos "mundos". Conoce las limitaciones del sistema de
salud y busca contener la demanda para garantizar la calidad de la
atención. Por otro lado, reconoce las limitaciones y necesidades de
las familias. Su desafío es caminar por esta "cuerda floja" sin
deslizarse por completo de un lado a otro, es decir, velar por la
calidad del sistema, sin abrazar la lógica estatal que ve a las
familias como culpables por no asumir la responsabilidad total de
sus miembros, lo que los etiqueta "Heterónimo", criticando sus
demandas "exageradas" de ayuda.
Finalmente, me gustaría volver a la idea de una forma de vida,
enfatizando cómo este concepto ha evolucionado en la historia de la
antropología misma. No debemos olvidar que la disciplina de la
antropología surgió en el contexto colonial del siglo XIX. El modo de
vida de los pueblos indígenas de África, Asia y América fue visto por
una primera generación de observadores colonialistas como, en el
mejor de los casos, un fenómeno de interés popular. Sin embargo, la
mayoría de las veces, la forma de vida de estos "otros" se evaluó de
manera puramente negativa. Visto en términos de falta, de la
ausencia de todo lo que los colonialistas consideraban civilizado, la
forma de vida de estos "otros" terminó siendo presentada como
prueba del primitivismo. No es casualidad que el diálogo entre
colonialistas y colonizados en ese momento fuera prácticamente
inexistente.
6 ELSEN, I .; ALTHOFF, CR (Org.). Salud de la familia? ¿Multiplicar o aclarar conceptos? 2004. Trabajo presentado en el 56º Congreso de Enfermería, Gramado, 2004
7 DYTZ, JL El estilo de vida de la familia y la salud de los niños. 2004. Trabajo presentado en el 56º Congreso de Enfermería, Gramado, 2004
58 Saúde e Sociedade v.14, n.2, p.50-59, mayo-agosto 2005
Una nueva fase del pensamiento antropológico surgió cuando los
antropólogos, liderados por Malinowski, a principios del siglo XX,
comenzaron a realizar investigaciones de campo etnográficas, es decir,
aprendieron el idioma de los nativos, se sentaron con ellos e
intercambiaron ideas. Al escuchar a las personas hablar sobre su
propia forma de vida, sus prácticas y creencias, que anteriormente
parecían ilógicas, las tradiciones curiosas comenzaron a sonar
razonables. Fue con la investigación de campo que también comenzó
la fase reflexiva de la antropología, en la cual, al transformar lo exótico
en familiar, el investigador terminó transformando lo familiar en exótico
(Velho,
1978). Es decir, en lugar de asumir automáticamente la
superioridad de su forma de vida, puso en perspectiva las
creencias y prácticas de su propia civilización.
En Brasil hoy, es interesante ver cuánto de la literatura crítica,
hablando de desigualdad en el país (Castell, 2000, por ejemplo),
lamenta la pobreza de los análisis de grupos populares, que
ignoran cualquier positividad en las formas de sociabilidad de estos
grupos, que describen sus prácticas y su forma de pensar el mundo
en términos absolutamente negativos, de falta, de necesidad. La
propuesta aquí es, por el contrario, pensar en la forma de vida
como un fenómeno histórico, el resultado de ciertas circunstancias
económicas y políticas, y que muestra la creatividad de los
individuos que actúan en la sociedad. Quiero insistir en que esta
perspectiva, evidente en las propuestas de investigadores, como
Elsen y Althoff (2004) 6 6 y Dytz (2004) 7, No es una adición a la ciencia
existente. Representa algo revolucionario, un cambio en el sentido
común, que supera los enfoques neocolonialistas y señala el
camino hacia un espacio para un verdadero diálogo en los
programas de intervención.
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Recibido el: 02/03/2005

Aprobado el 05/04/2005

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