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Su teoría fue formulada en Estados Unidos en las décadas de 1930 y 1940, donde
se registraron grandes cambios en la actitud general respecto del sexo y los papeles
de hombres y mujeres.
Su padre ejerció mayor influencia en ella. Cuando Horney nació, él tenía 50 años y
era capitán de un barco. Su madre tenía 33 años y un temperamento muy diferente.
Él era religioso, dominante, autoritario, pausado y callado; en cambio, ella era más
atractiva, vivaz y flexible.
Hasta los ocho años fue una niña modelo, apegada a ella y obediente. Pese a sus
esfuerzos, no sentía que estuviese recibiendo suficiente amor ni seguridad. Decidió
que, si no podía obtener amor y seguridad, se vengaría de sus sentimientos de
inadecuación y falta de atractivo físico. “Decidí que, si no podía ser hermosa, sería
inteligente”.
Tipos de conductas:
Según Horney, el infante sabe si el amor de sus padres es auténtico. Las demostraciones y
expresiones de cariño falsas no lo engañan fácilmente.
3. ¿Qué es la ansiedad básica y cómo se produce?
4. Describa los cuatro tipos fundamentales de conducta que utilizamos en la niñez para
protegernos de la ansiedad básica.
Nos ganamos el afecto de otros por distintos caminos: haciendo lo que quiere otro,
tratando de sobornarlo o amenazándolo para que nos brinde su afecto.
2. Siendo sumisos
Implica que uno acate los deseos de una persona o de todas las que nos rodean. El
sumiso trata de no hacer algo que le pudiera ganar la enemistad de otros. No se
atreve a criticarles ni a ofenderles.
3. Conquistando poder
4. Alejándonos
Actúan como personas rudas y dominantes, sin la menor consideración por los
demás. Para conseguir el control y la superioridad que les resultan tan vitales para
su existencia, se sienten obligados a alcanzar siempre altos niveles de desempeño.
Cuando destacan y reciben reconocimiento, disfrutan la satisfacción de que otros
confirmen su superioridad.
3. Movimiento para alejarse de otras personas (personalidad desapegada)
Los individuos que tienen una personalidad agresiva se dirigen contra otros. En su
universo, todo el mundo es hostil y sólo sobrevive el más apto y astuto. Actúan
como personas rudas y dominantes, sin la menor consideración por los demás. Para
conseguir el control y la superioridad que les resultan tan vitales para su existencia,
se sienten obligados a alcanzar siempre altos niveles de desempeño.
8. Las tendencias neuróticas, ¿cómo se relacionan con las autodefensas que nos
protegen de la ansiedad?
Todos, sin importar si somos neuróticos o no, sufrimos cierto conflicto entre estas
tendencias irreconciliables en esencia. La diferencia entre un individuo normal y un
neurótico radica en la intensidad del conflicto: es mucho mayor en este último. Los
neuróticos deben luchar por impedir que se expresen las tendencias no dominantes. Son
rígidos e inflexibles, y encaran todas las situaciones con las conductas y las actitudes
propias de la tendencia dominante, sean adecuadas o no. Las tendencias no son excluyentes
y se pueden integrar de forma armónica en la personalidad.
Horney observó que una de las tres tendencias predomina en los neuróticos y que las dos
restantes también están presentes en cierta medida. Por ejemplo, alguien
predominantemente agresivo también muestra la necesidad de complacencia y desapego.
La tendencia neurótica dominante es la que determina la conducta y la actitud hacia los
demás. El modo de obrar y de pensar es lo que más ayuda a controlar la ansiedad básica y
toda desviación de él representa una amenaza. Por tal motivo, es necesario reprimir las
otras dos tendencias porque podrían ocasionar más problemas. Todo indicio de que la
tendencia reprimida está tratando de expresarse producirá un conflicto en el individuo.
10. ¿Qué diferencias existen entre la autoimagen idealizada de una persona normal
y la de una neurótica?
Una persona normal construye su autoimagen a partir de una evaluación realista de
sus capacidades, potencialidades, debilidades, metas y relaciones con los otros. Esta
imagen confiere un sentido de unidad e integración a la personalidad y un marco de
referencia para acercarnos a otros y a nosotros mismos.
“Al igual que todas las ciencias y todas las valoraciones, la psicología de las
mujeres hasta ahora se ha considerado sólo desde el punto de vista de los
hombres.”
K. Horney