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n línea con los pronósticos de los analistas, la economía colombiana creció apenas un 1,8

por ciento durante el 2017, cifra que está por debajo del rango meta. 

Por su parte, en el cuatro trimestre del año, que comprende los meses de octubre,
noviembre y diciembre, el Producto Interno Bruto en Colombia fue de 1,6 por ciento. 

Los sectores que más sumaron fueron agricultura, ganadería y caza con 4,9%;
establecimientos financieros y seguros 3,8%; servicios sociales, comunales y personales
3,4%; comercio, restaurantes y hoteles con 1,2%;  suministro de electricidad, gas y agua
1,1%. 

Mientras que los que más restaron fueron explotación de minas y canteras (3,8%); industria
manufacturera (1,0%); construcción (0,7%); transporte y comunicaciones (0,1%).

En seis elementos claves justificó el Banco Mundial (BM) el crecimiento que observará la economía
colombiana durante este 2018, el cual fue fijado en 2,9 %, cifra mayor a la estimada por el
Ministerio de Hacienda de 2,7 % y superior al 2,34 % de la Encuesta Mensual de Expectativas
Económicas del Banco de la República.

Según el organismo internacional, tras una baja dinámica económica que el año pasado solo
habría implicado un crecimiento de 1,8 %, Colombia iniciaría un despegue basado en la
moderación de la inflación, lo cual reactivaría el consumo.

Adicionalmente, el BM auguró un crecimiento de las exportaciones, gracias al aumento de los


precios del petróleo. En ese sentido, las cifras del Dane mostraron que entre enero y noviembre
de 2017, las exportaciones colombianas observaron un aumento de 19,6 % al sumar 33.821
millones de dólares.

Para el equipo de análisis económico de Bancolombia, las ventas colombianas al exterior seguirán
avanzando este año aunque a un menor ritmo que en 2017. “En 2018, esperamos que las
exportaciones crezcan a un ritmo cercano al 5 %”.

Otros soportes económicos, según el BM, serán la ejecución del programa de infraestructura vial
de cuarta generación (4G), y la implementación de las reformas estructurales para mejorar la
competitividad, algunas de ellas sugeridas por la Comisión del gasto y la inversión pública, que en
diciembre pasado presentó más de 80 recomendaciones (ver Radiografía).
No obstante, el Banco advirtió que el crecimiento económico colombiano podría verse impactado
negativamente, en el corto plazo, por la incertidumbre política derivada de la próxima celebración
de las elecciones legislativas y presidenciales.

Recuperación en serio

El Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, resaltó la proyección de crecimiento del


BM para Colombia y sostuvo que ese pronóstico “refuerza nuestra convicción de que la economía
colombiana está en una senda clara y contundente de recuperación”.

Para el funcionario, la estimación es otra buena razón para el optimismo. “En especial porque está
mostrando que vendrá una recuperación que seguirá hacia adelante, porque para el 2019 esperan
un crecimiento aún mayor”.

Y es que además de prever un crecimiento económico del 2,9 % este año, la entidad calculó
crecimientos de 3,4 % para Colombia en los años 2019 y 2020.

Pero, aun en ese contexto de un mejor desempeño de la actividad económica durante este año y
los venideros, el BM alertó de los efectos adversos derivados de desastres naturales como las
sequías, los terremotos, las inundaciones, los huracanes y los incendios forestales.

Igualmente, llamó la atención sobre el comportamiento de los mercados financieros


internacionales, el aumento del proteccionismo comercial de Estados Unidos y su eventual retiro
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o el deterioro de las condiciones fiscales que
podrían golpear la trayectoria de crecimiento fuera de curso.

Y aunque las perspectivas del BM resultan optimistas para Colombia, en el medio interno analistas
económicos como Andrés Pardo, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana,
espera una aceleración del crecimiento del PIB a 2,6 % en 2018, impulsado por la recuperación de
la inversión, el consumo de los hogares y de las exportaciones.

Desde Bancolombia se anticipó un crecimiento de 2,5 % este año, dado que algunos indicadores
muestran una recuperación, en particular el sistema financiero que aprecia un incremento en el
apetito por crédito de los hogares y las empresas. “Esperamos una aceleración en la actividad
económica que se evidenciaría con mayor intensidad en el segundo semestre”, añadió el equipo
de Bancolombia.
La desaceleración de la economía colombiana, que se comenzó a sentir desde hace dos años con la
caída de los precios del petróleo, se agudizó en el tercer trimestre de este año.

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El producto interno bruto (PIB, lo que producen en conjunto todas las empresas del país) creció
1,2 por ciento frente al mismo periodo del año pasado, con cuatro ramas de la producción como
principales responsables del menor ritmo: el sector agropecuario; transporte y comunicaciones;
electricidad, gas y agua, pero especialmente los minerales, que completaron 5 trimestres seguidos
de caída.

El crecimiento del trimestre estuvo dos puntos por debajo del observado en el mismo lapso del
2015, cuando se obtuvo un 3,2 por ciento.

Un crecimiento trimestral de esos niveles no se veía desde el primer trimestre del 2009, esto es,
desde la más reciente crisis económica y financiera que vivió el mundo. En ese momento, la
economía colombiana creció solo 1,1 por ciento, según datos del Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (Dane).

Desde el jueves, y adelantándose al resultado desalentador, el ministro de Hacienda, Mauricio


Cárdenas, había dicho que el Gobierno esperaba un crecimiento con “pronóstico reservado”
porque el paro camionero les habría quitado ritmo a casi todos los sectores productivos.

Paro camionero

Al dar a conocer ayer el dato, el director del Dane, Mauricio Perfetti, dio la misma explicación,
pues el comienzo del trimestre fue “afectado principalmente por el paro de transporte de carga y
cuyos efectos se reflejaron en una menor dinámica en algunas ramas de la actividad económica.
Además, los resultados de este trimestre se presentan en un contexto de moderación del
comercio internacional”.

Lo que muestran las recientes cifras del ente oficial es que cerca de la mitad de los renglones
económicos del país cayeron en esta tercera parte del 2016. De los nueve sectores cuyo
desempeño tiene en cuenta para medir el rendimiento total de la economía, bajó la producción
del agro, los minerales, servicios públicos y transporte y comunicaciones.
(También: ¿Por qué caen la producción y la inversión en petróleo en el país?)

Minerales, que incluye el renglón petrolero, no solo es el que más cae, con 6,1 por ciento, sino
que, además, es un sector que completa cinco trimestres con desempeños negativos.

Otros que caen son, en su orden, servicios públicos (energía, agua y gas) con un retroceso de 1,83
por ciento; agricultura, con 1,66; y transporte y comunicaciones, que tuvo una variación negativa
del 1,2 por ciento, indican las estadísticas oficiales.

Desde esa crisis mundial del 2009, tampoco caían a la vez cuatro sectores de la economía
colombiana. La última vez fue en el segundo trimestre del 2009, es decir, hace siete años.

Estos cuatro renglones con desempeño negativo en el tercer trimestre le restaron al crecimiento
del país 0,7 puntos, más de la mitad del crecimiento total, lo que significa que construcción y
sector financiero soportan la casi totalidad del 1,2 por ciento que avanzó el PIB en el tercer
trimestre del 2016.

Al mirar el crecimiento, sector por sector, el que más avanza es construcción, con 5,8 por ciento,
seguido por los establecimientos financieros, con 3,9 por ciento. Otros renglones que lograron
crecen durante el trimestre son la industria manufacturera, con 2 por ciento, y actividades de
servicios sociales, personales y comunales, con 1,7 por ciento. Por su parte, el agro luce estancado,
con un resultado de solo 0,1 por ciento.

Si bien, individualmente ocupa el segundo lugar, por su tamaño, el renglón financiero y de seguros
es el que más le aporta al crecimiento total de la economía: puso 0,8 puntos de los 1,2 que se
creció. En otras palabras, de cada 100 pesos que creció la economía, 67 pesos los aportó el sector
financiero. Luego está la construcción, que aportó 0,4 puntos.

En el acumulado enero y septiembre, la economía colombiana se expandió 1,9 por ciento, frente al
mismo periodo del año anterior.

Tanto analistas como el Banco de la República estiman que la economía alcanzaría este 2016 un
crecimiento cercano al 2 por ciento, inferior a la meta que hasta ayer mantenía el Gobierno
Central del 2,5 por ciento.
De hecho, ante los debilitados números que dio a conocer el Dane ayer, el Gobierno volvió a
recortar su estimación de crecimiento, no solo para este año sino también para el 2017.

Gobierno revisa meta

En efecto, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, estimó que el PIB ya no tendrá una
expansión del 2,5 por ciento, como lo había previsto meses atrás, sino que ahora el Gobierno le
apunta a un 2 por ciento.

De igual forma, dijo que para el próximo año la meta de crecimiento ya no estará en niveles del 3,5
por ciento, sino que se espera una cifra del 3 por ciento.

“Hay un entendimiento de que hacia adelante el siguiente paso es bajar la tasa de interés (del
Banco de la República), de pronto hay discusión sobre el cuándo se daría esa decisión y existen
diferencias de opinión con respecto a eso”, explicó el funcionario.

En su comunicación oficial, tras la realización de la undécima reunión de este año de su junta


directiva, el Banco de la República señaló que el crecimiento económico del tercer trimestre
resultó inferior a lo proyectado.

“Este resultado y las nuevas cifras de actividad económica para el cuarto trimestre sugieren que el
crecimiento de 2016 estará cercano al 2 por ciento”, precisó la entidad.

Frente al desempeño que muestra la actividad edificadora en el país, Sandra Forero, presidenta de
la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), señaló que “la cantidad de proyectos
vendidos desde el 2015 es la responsable de esta dinámica, especialmente el desarrollo de
proyectos comerciales de gran escala, al que se suma la continuidad en la construcción de vivienda
a través de la política del Gobierno”

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