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La prueba pericial

contable en las
jurisdicciones civil, penal,
contencioso-administrativa
y laboral
7.ª Edición revisada, ampliada y actualizada
con las últimas modificaciones legislativas

José Carlos Balagué Doménech

BOSCH
BOSCH

La prueba pericial
contable en las
jurisdicciones civil, penal,
contencioso-administrativa
y laboral
7.ª Edición revisada, ampliada y actualizada
con las últimas modificaciones legislativas

José Carlos Balagué Doménech


© José C. Balagué Doménech, 2018
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Séptima edición: Diciembre 2018


Sexta edición: Junio 2012
Quinta edición: Marzo 2007
Cuarta edición: Enero 2003
Tercera edición: Marzo 1996
Segunda edición: Julio 1990
Primera edición: Abril 1989

Depósito Legal: M-39833-2018


ISBN versión impresa: 978-84-9090-338-4
ISBN versión electrónica: 978-84-9090-344-5

Diseño, Preimpresión e Impresión: Wolters Kluwer España, S. A.


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criterios en cumplimiento de la normativa vigente sobre el particular, siendo por tanto de su exclusiva
responsabilidad cualquier error o incidencia en esta materia.
José C. Balagué Doménech
Economista
Auditor Censor jurado de cuentas
Perito judicial

Ha colaborado en esta edición


José Antonio Avellaneda Fernández
Economista, Auditor de cuentas
PRÓLOGO A LA SÉPTIMA EDICIÓN

La prueba pericial es esencial en la resolución de litigios por parte del juzgador.


Instrumento crucial dentro del principio de tutela judicial efectiva, según lo contempla
nuestra Constitución en su artículo 24, al establecer como un derecho fundamental del
ciudadano la potestad de acudir a los tribunales, a un proceso «con todas las garantías»
y «a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa». Y dentro de los medios
de prueba, la pericial contable y la económica, precisamente, constituye un tipo de
prueba para cuya práctica el economista especializado en la rama de derecho probatorio,
tiene contornos muy definidos por sus conocimientos sobre los mecanismos que sos-
tienen su desarrollo en base a la aportación de los elementos de convicción aplicables a
operaciones de naturaleza contable, económica y financiera requeridos por las partes en
litigio para solucionar en el juicio sus controversias.
El cada vez mayor número de litigios en materia económica ha puesto de manifiesto
la importancia del perito en la especialidad contable y económica como garante de los
elementos fácticos que ayudan a quienes han de administrar justicia en la resolución de
las controversias jurídicas en todas las jurisdicciones, así como aquellas otras en las que
las connotaciones económicas tienen una implicación tangencial. No en vano, el Con-
sejo General del Poder Judicial cataloga la prueba pericial económica como «uno de los
medios de prueba de mayor complejidad técnica y de mayor incidencia en el campo de
la litigiosidad económica». Por ello, desde el Consejo General de Economistas, como
organismo que representa al colectivo de peritos judiciales contables y económico-
financieros, se ha puesto siempre de manifiesto que la profesionalidad, la objetividad y
la independencia del perito en materia contable y económica son de gran relevancia
para dar respuesta a las cuestiones que en esta materia se requieran para dirimir el litigio.
Con el objetivo claro de propiciar ese carácter técnico y eficaz del economista en
su rama de actividad como profesional auxiliar en la administración de justicia se publica
esta séptima edición actualizada de La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal,
contencioso-administrativa y laboral, elaborado por el economista, auditor, y perito judicial
en la especialidad contable y económica, José Carlos Balagué Doménech, profesional
de dilatada experiencia y autor de numerosos libros y ponencias sobre el tema. Con la
presente obra el lector tiene ante sí el instrumento de consulta imprescindible para la
8 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

preparación de dictámenes e informes periciales en materia contable y económica, el


cual constituye además un instrumento indispensable para operadores jurídicos y demás
profesionales que se aproximen a los ámbitos que en él se exponen. La metodología con
la que se ha llevado a cabo el trabajo ofrece la utilidad de reunir en un único manual la
normativa que determina la actividad, los diferentes tipos y modelos de dictámenes e
informes en razón a la jurisdicción a la que vayan destinados, abarcando tanto los aspectos
de fondo concernientes a la evidencia que persiguen los dictámenes e informes periciales,
como los aspectos de forma, en cuanto al modo de elaborarlos.
Por ello, publicaciones como La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal,
contencioso-administrativa y laboral contribuyen a tomar conciencia sobre la importancia
de la labor que desarrollan los economistas dentro de la administración de justicia y la
trascendencia que tiene en su ámbito de aplicación la prueba pericial contable y eco-
nómica como sustento y solidez de las decisiones judiciales, y como factor que abunde
en la independencia de la Justicia lo que sin duda habrá de redundar en beneficio de la
sociedad civil en su totalidad.

Valentín Pich Rosell


Presidente del Consejo General de Economistas de España
PRÓLOGO A LA SEXTA EDICIÓN

Escribió Descartes en su Discurso del Método que «no es suficiente tener bueno el
espíritu, sino que lo principal es aplicarlo bien». Y para ello parece necesaria una cierta
metodología. Es frecuente estimar que el tipo de realidad que se aspira a conocer deter-
mina la estructura del método a seguir. No hay un método universal aplicable a todas
las ramas del saber. Para mí esta idea resulta muy impactante cuando debo expresar mi
opinión sobre una obra literaria, y mucho más cuando se trata de una obra técnica o
científica llamada a prestar una determinada praxis. Quiero decir que a veces el método
llama más la atención que la obra y esto es lo que me ha pasado al leer el libro que estoy
prologando, porque no es habitual, por desgracia, encontrarse con formas tan accesibles
(si se me permite, yo añadiría «y tan gráciles») de exponer y hacer valer un texto como
las empleadas por el economista Balagué Doménech.
Sobre el asombroso pragmatismo de esta obra (por algo ha llegado a la 6.ª edición)
solo pretendo exponer una conclusión: si para el economista, el titular mercantil y el
censor jurado de cuentas representa un modelo expositivo que les permite hacerlo llegar
con más facilidad a la mente de quienes van a utilizar su peritaje (jueces y abogados),
para estos últimos constituye una guía para plantear y valorar de aquellos la llamada
prueba judicial contable.
Así, en el capítulo que trata de la prueba pericial contable y económico-financiera
en la jurisdicción civil, el autor parece sentir una necesidad muy lógica de ofrecer a los
no juristas una visión esquemática, pero exhaustiva, de todas las fases y subfases del
procedimiento judicial, cosa que logra en un prolijo apartado que denomina «Esquema»
y que repetirá a lo largo de la obra. Estoy seguro que habrá resultado muy útil a quienes
sin ser abogados participan de alguna manera en el proceso como peritos.
Lo mismo se repite al tratar de los delitos a que se contrae la prueba pericial contable
en el proceso penal, otra vez haciendo uso de una prolija exposición de la que no falta
un listado de supuestos concretos.
De igual manera el autor expone, con una casuística ejemplar basada en la praxis
mercantil, las diversas modalidades de proceder en los delitos que él denomina de enri-
quecimiento de las empresas.
10 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

En la segunda parte, Balagué Doménech penetra en un estadio que para mí, como
autor, resulta muy familiar: el tema de la prueba, y que comienza insertando en su
metodología un enfoque conceptual muy interesante, cual es el de evidencia necesaria y
evidencia suficiente. Dos caras de una misma moneda.
Desde la perspectiva penal la exhaustividad se nota y acentúa con un listado dife-
rencial de las maneras de tratar las múltiples actuaciones delictivas que afectan a la temá-
tica de la obra. Para mí, lo más interesante de este capítulo es que dicho listado no queda
referido a la nomenclatura utilizada por el Código Penal, obviamente sistematizada
jurídicamente, sino que se expande con un acertado desmenuzamiento de las diversas
conductas que revela la praxis. Por ejemplo, «apropiación de cheques y pagarés recibidos
por correo», «sumas de máquina relativas a cobros fraudulentos», «apropiación del
importe de notas de abono de proveedores no contabilizadas» y así un largo etcétera.
Digno de resaltar deviene también el esquema gráfico sobre el control de calidad de
los dictámenes e informes que, solicitados generalmente por jueces y abogados, habrán
de serles mucho más útiles si se les facilita su asequibilidad.
La obra culmina con un extenso apartado que sobrepasa con mucho lo que habi-
tualmente se entiende como «formularios», ya que, referidos a dictámenes e informes,
han sido extraídos de casos judiciales reales, y muestran tanto la forma en que los juristas
han redactado el pliego de cuestiones sometidas al perito como el contenido singulari-
zado de cada respuesta que ofrece este último.
Al margen de todo lo expuesto no puedo pasar por alto un consejo que para algunos
puede resultar actualmente herético. Lo hallamos cuando Balagué Doménech lanza este
mensaje: «Debe eliminarse el vicio, desafortunadamente muy extendido, de utilizar
palabras en inglés». Cierto que hay expresiones neológicas que carecen de equivalente
en nuestro idioma, pero no debemos olvidar que la importancia del mensaje es que
llegue a su destinatario y que este lo entienda.
La brevedad de esta exposición no responde solamente a mi modo de expresar por
escrito las ideas, sino que también se proporciona con el propio diseño de la obra,
profundamente esquemático y por ello, también, profundamente pedagógico y fácil de
manejar.

Lluís Muñoz Sabaté


Profesor Titular de Derecho Procesal
Socio del bufete «Dret Privat»
PRÓLOGO A LA QUINTA EDICIÓN

I
La obra que alcanza este momento su quinta edición, y con ella un grado notable
de madurez, de la que es autor un auditor censor jurado de cuentas con experiencia
como perito judicial, constituye un estudio sobre la prueba pericial contable y econó-
mico-financiera que aborda el régimen jurídico de dicha prueba en los distintos órdenes
jurisdiccionales, la metodología para su elaboración y las reglas para su correcta formu-
lación externa, acompañadas de ilustrativos modelos.
Es, en consecuencia, especialmente útil para quienes por razón de su quehacer pro-
fesional se encargan de presentar ante los tribunales dictámenes de esta naturaleza, pues
se explica con claridad el marco jurídico en el que debe desenvolverse su actividad en
cada orden jurisdiccional; cuál es exactamente su objeto desde el punto de vista de la
finalidad que se persigue en el proceso, en relación con las facultades del juez; y cuáles
son los métodos más adecuados para llevarla a cabo.
Destaca especialmente el autor, con gran precisión, las diferencias que existen entre
la formulación de una auditoría y de un dictamen pericial contable, a las que no siempre
se ha dedicado la debida atención. El autor analiza el principio de «evidencia necesaria
y suficiente», el cual puede obligar a un estudio exhaustivo de la documentación a
disposición del perito allí donde en la auditoría es suficiente con pruebas selectivas y tests.
El contenido de este estudio, sin embargo, no solo es útil para los peritos contables.
La valoración de la prueba pericial constituye para el jurista una operación cada vez más
compleja que exige un conocimiento adecuado de la técnica pericial para poder valorar
la corrección y la credibilidad del dictamen, entre otros criterios, mediante su contraste
con las reglas metodológicas que rigen su elaboración, las cuales revisten, como puede
comprobarse con la lectura de la obra, particularidades muy específicas cuando se trata
de la prueba pericial contable. Una obra como la que el lector tiene ante sí contribuye
eficazmente a suministrar a los profesionales del Derecho elementos para la valoración
de esta prueba.
Desde la perspectiva del juez, que es la que impone mi quehacer profesional, creo
interesante dedicar en este prólogo algunas reflexiones a este punto.
12 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

II
La función de la prueba pericial (artículo 335 LEC) es proporcionar al juez —que
es especialista en Derecho, pero no en todas las materias y, desde luego, no en materia
económica y contable— los conocimientos necesarios para llegar a poder establecer la
existencia de los hechos de los que derivan las consecuencias jurídicas o para la com-
prensión de las normas cuyas premisas y consecuencias, por referirse a sectores ajenos al
Derecho, presuponen conocimientos especiales de índole no estrictamente jurídica. La
función del perito, como declara la jurisprudencia (STS de 10 de noviembre de 1994),
es auxiliar al juez, ilustrándolo sin fuerza vinculante sobre las circunstancias del caso,
pero sin negar en ningún caso al juzgador la facultad de valorar el informe pericial. El
perito, en consecuencia, no es llamado a sustituir la decisión judicial, sino a ayudar a
confirmarla. El juez, de esta manera, actúa como peritus peritorum, pues se le confía la
valoración de lo dicho por los peritos.
Dentro de la pericia presenta una especial importancia la prueba pericial contable y
económico-financiera. Varias son las razones que confluyen para justificar este aserto.
En los distintos órdenes jurisdiccionales se plantean con frecuencia situaciones en las
que la determinación de los presupuestos sobre los cuales debe ser aplicada la norma
exige conocimientos de índole económica o financiera, bien por versar el proceso sobre
el objeto de carácter directamente económico, bien porque deban dirimirse contro-
versias sobre actos o hechos que llevan consigo consecuencias de índole patrimonial o
económica. La prueba pericial de carácter económico constituye, ya en este primer
estadio, un elemento fundamental para la determinación, en sentido estricto, de los
hechos con los cuales debe construirse el presupuesto —la primera premisa—, al cual
debe ser aplicada la norma. Pero además, la materia económica y contable se encuentra
sometida a leyes que, en muchas ocasiones, constituyen lo que se ha llamado premisas
extrasistemáticas, es decir, leyes de ciencias distintas del Derecho que operan como
premisas necesarias para formar el razonamiento jurídico completo. Finalmente, las leyes
de la ciencia económica y financiera se traducen en muchas ocasiones en normas jurí-
dicas en sentido estricto, normas jurídicas de carácter vinculante: de premisas extrasis-
temáticas se transforman en premisas sistemáticas. También en este caso es frecuente-
mente necesario, para su comprensión, el auxilio pericial; tanto más cuanto que, por lo
menos hasta el momento, la formación en el terreno económico de los miembros de la
Carrera judicial, pese a los esfuerzos realizados, constituye un aspecto al que no se dedica
todavía en toda su intensidad la atención que merece.
III
Tras lo que acaba de decirse se comprenderá que, incluso dentro de las concepciones
más clásicas, el perito o experto en ningún caso es considerado como «juez del hecho»;
sus declaraciones no constituyen más que una de las especies de prueba cuyo análisis,
calificación y apreciación corresponden al respectivo juez o juez, a los que las leyes
someten la facultad de juzgar (STS de 19 de noviembre de 1866).
La relación de la pericia con la prueba de los hechos en sentido estricto ha sido
puesta tradicionalmente en duda, pues la función de la prueba pericial puede ser pro-
porcionar al juez certeza sobre los hechos mismos —en una labor verificadora o de
Prólogo a la quinta edición 13

comprobación— pero también la de valorar hechos o circunstancias —en una labor


deductiva o valorativa (cuando se trata de calificar una situación en función de distintas
circunstancias concurrentes o de prever las consecuencias futuras)—, aportar máximas
de experiencia, es decir, reglas o principios técnicos para que el juez proceda mediante
su aplicación a conocer o apreciar los hechos mediante la comprensión adecuada de la
norma, o finalmente valorar otro medio de prueba, llegar a conocer el contenido o
sentido de otra prueba o acreditar la costumbre y el Derecho extranjero (STS de 3 de
marzo de 1997 y artículo 281.2 LEC).
En medio de ciertas polémicas doctrinales debe concluirse que la pericia es, desde
el punto de vista de su naturaleza, un medio de prueba, cuya especialidad reside en que,
por lo general, no pretende introducir una fuente de prueba en el proceso, sino conocer
o apreciar una fuente ya introducida en él por las partes, cuando esta apreciación no
pueda ser realizada directamente por el juez, o auxiliar a este aportando conocimientos
necesarios para la correcta aplicación de la norma o la explicación de las premisas eco-
nómicas o financieras en que se funda. La LEC confirma esta postura, puesto que no
considera a los peritos como auxiliares del juez, sino que la actividad pericial se regula
dentro de los medios de prueba.
IV
Según el artículo 348 LEC, el juez valorará los dictámenes periciales según las reglas
de la sana crítica (principio de libre valoración). Este precepto, que se toma de la LEC
1881, tiene ahora un distinto significado, puesto que la valoración con arreglo a la sana
crítica se refiere a todos los dictámenes periciales, es decir, tanto a los realizados por
perito de parte como a los realizados por perito judicial.
La casi totalidad de la bibliografía se muestra conforme con la libre valoración. Para
justificarla se acude a las insuficiencias de la ciencia y de la técnica, que impiden reco-
nocerles virtualidad absoluta e indiscutible. Incluso en campos que se estiman científi-
camente avanzados y de técnica muy compleja, como puede ser el caso de la ciencia
económica, se admite la facultad valorativa del juez, dadas las posibles discrepancias
hermenéuticas provenientes no solo del nivel relativo alcanzado por la ciencia, sino
también del diverso grado de conocimiento que sobre él tienen los distintos peritos y
la necesidad de que el juez considere las aportaciones de los expertos en su conexión
global con la vida social y desde el punto de vista de su trascendencia jurídica.
La valoración de la prueba con arreglo a la sana crítica implica tener en cuenta la
lógica propia del común sentir de las personas, por lo que esta se vulnera, según reiterada
jurisprudencia, cuando la valoración es ilógica, irracional, arbitraria, incoherente o
absurda (principio de proscripción de la arbitrariedad). El dictamen pericial, en conse-
cuencia, no tiene carácter vinculante para el juzgador (principio de no vinculación:
dictum expertorum nunquam transit in rem iudicatam).
La jurisprudencia formula en ocasiones algunas reglas concretas. Así, no puede des-
articularse el dictamen pericial aceptando algunos aspectos de este y rechazando otros
cuando ello resulta incompatible con la lógica del propio dictamen (principio de uni-
dad). La fuerza probatoria de los dictámenes reside en la fundamentación y razón de
ciencia, y no en la condición, categoría o número de sus autores. El dictamen pericial
14 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

puede resultar desvirtuado por los demás medios probatorios, por lo que el juzgador
deberá formar su convicción teniendo en cuenta también estos (principio de apreciación
conjunta: SSTS de 8 de julio de 2002 y 24 de febrero de 2003, entre otras muchas). En
las cuestiones técnicas deben los tribunales atenerse principalmente a los dictámenes
periciales, sin perjuicio de la apreciación de la prueba con sujeción a reglas de crítica
racional (STS de 15 de enero de 1984).
La existencia de dictámenes contradictorios, frecuente a partir de la nueva LEC,
exige un razonamiento lógico acerca de los motivos por los que se da preferencia a uno
de ellos, basado en su respectiva fundamentación desde el punto de vista de la que parece
más lógica y ofrece por ello mayores garantías (STS de 30 de julio de 1999), en su
objetividad (STS de 15 de marzo de 2002), razón de ciencia (STS de 11 de mayo de
1981), solvencia técnica (STS de 24 de febrero de 2003) y adecuación a los restantes
medios probatorios y a la propia finalidad del dictamen (STS de 15 de marzo de 2002).
Deben preferirse los dictámenes emanados de organismos oficiales o de peritos desig-
nados por el juez o que han sido objeto de contradicción, si bien no de manera indis-
criminada.
Algunos órganos jurisdiccionales acuden a designar un perito dirimente como dili-
gencia final, práctica que, sin ser abiertamente y legal, solo es admisible con carácter
muy restrictivo, dada la importancia que la LEC (artículo 347 LEC) atribuye a la com-
parecencia de los peritos en la vista o juicio en la que no solo deben contestar las acla-
raciones y preguntas que se les formulen, sino que también pueden criticar el dictamen
contrario.
Disentir del dictamen pericial plantea unas exigencias especiales en relación con la
motivación de la sentencia, dada la necesidad de poner de manifiesto el discurso lógico
que conduce a separarse de lo manifestado por los peritos.
V
La aplicación de los principios de oralidad y de inmediación, acentuados por la LEC
2000 (artículo 137.2 y 431 LEC), plantea la cuestión acerca de si las facultades de valo-
ración de la prueba de que dispone el juez de apelación tienen un ámbito más limitado
que las que corresponden al órgano de instancia. El problema parece plantearse de
manera más aguda en relación con los interrogatorios de las partes y de testigos, pero
también se plantea en relación con la prueba pericial.
En el proceso penal la doctrina constitucional ha venido distinguiendo entre pruebas
documentales y pruebas personales, estimando recursos de amparo en que la Audiencia
Provincial, sin haber presenciado las pruebas de naturaleza personal, revocó la sentencia
absolutoria dictada por el Juez de lo Penal y dictó sentencia condenatoria (SSTC 167,
170, 197, 128, 200 y 202 de 2002).
Sin embargo, en relación con el alcance de la inmediación en el proceso penal y la
condena en segunda instancia, la STC 143/2005, de 6 de junio, FJ 6, parece excluir a
la prueba pericial de la necesidad de inmediación.
La conclusión a que llegan algunos tribunales (v.gr., SAP Toledo de 17 de diciembre
de 2002) es que el hecho de que el juez que haya dictado sentencia en primera instancia
sea el mismo que ha presenciado la prueba confiere un carácter limitado a la revisión
Prólogo a la quinta edición 15

fáctica que se haga en apelación. Solo cabe la revisión de la valoración probatoria cuando
la prueba es inexistente, se ha valorado errónea o arbitrariamente o cuando las conclu-
siones fácticas no se apoyan en medios de prueba especialmente sometidos a la percep-
ción directa o inmediación judicial.
De acuerdo con esta tesis, cuando la prueba pericial ha sido sometida a contradicción
en el proceso de instancia por haberse admitido la declaración de los peritos en el juicio,
de tal suerte que la valoración depende sustancialmente de la percepción directa o
inmediación que el mismo tuvo con exclusividad, la revisión en la apelación solo podrá
centrarse en aquellos aspectos de la valoración de la prueba que conciernen a las induc-
ciones realizadas de acuerdo con las reglas de la lógica y la razonabilidad, descartando
solo las inferencias lógicas que han sido llevadas a cabo por el órgano judicial de forma
contraria a la lógica, o arbitraria, irracional o absurda; pero no en lo relativo a la credi-
bilidad del perito puesta en contraste en el acto de la declaración.
El examen de la grabación llevada a cabo en el juicio o en la vista se afirma a veces
que supone inmediación y que coloca al juez de apelación en la misma situación que el
de instancia (SAP Cáceres de 7 de noviembre de 2002). Sin embargo, dada la estrecha
relación que tiene el principio de inmediación con el principio de contradicción (que
constituye el último fundamento de la garantía), y su entendimiento como contigüidad
solícita y dinámica, como requisito de la adecuada formación del convencimiento, la
verdadera inmediación no puede consistir en asistir pasivamente a la reproducción del
juicio. La SAP Toledo de 17 de diciembre de 2002 estima que la grabación no puede
suplir el contacto directo con las pruebas personales, no solamente en relación con
interrogatorios de testigos de las partes, sino también de los peritos. En relación con la
prueba pericial aplica este mismo principio la SAP Vizcaya de 23 de enero de 2004.
La inmediación es condición necesaria, pero no suficiente, para la adecuada valo-
ración de la prueba, pues no asegura su correcta valoración; y no existe, en consecuencia,
razón jurídica que, nacida de la inmediación, impida que el juez de apelación pueda
revisar la correcta valoración efectuada del dictamen o dictámenes periciales —si se parte
de la apelación no como recurso no limitado, sino de pleno conocimiento—. Dado que
esta interpretación obedece a un imperativo constitucional, parece que la única forma
de conciliar la jurisdicción plena del juez de segunda instancia con la práctica de pruebas
en la primera consiste en plantearse la posibilidad de que el juez de apelación acuerde
reproducir la comparecencia pericial en segunda instancia cuando, a solicitud de parte
debidamente justificada, considere que la apreciación del dictamen pericial practicado
en la primera, en cuanto depende de la valoración de elementos sujetos a la percepción
inmediata del juez en el acto de declaración del perito, puede ser errónea. La facultad
del juez de apelación en este sentido, que no se recoge en la LEC, puede resultar analó-
gicamente apoyada por lo dispuesto en el artículo 435.2 LEC, en relación con el juicio
ordinario, según el cual el juez excepcionalmente podrá acordar, de oficio o a instancia
de parte, que se practiquen de nuevo pruebas sobre hechos relevantes, oportunamente
alegados, si los actos de prueba anteriores no hubieran resultado conducentes a causa de
circunstancias ya desaparecidas e independientes de la voluntad y diligencia de las partes,
siempre que existan motivos fundados para creer que las nuevas actuaciones permitirán
16 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

adquirir certeza sobre aquellos hechos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en
nuestro Derecho no tiene cabida la reproducción de medios probatorios que ya fueron
propuestos y practicados en primera instancia cuando dicha reproducción se solicita con
la finalidad de intentar de nuevo la práctica en apelación con la única finalidad de
modificar el resultado tenido en la primera instancia, por lo que la reproducción, si se
acuerda, debe limitarse exclusivamente a los aspectos de la valoración del dictamen
dependientes de la percepción inmediata del juez.
VI
En el recurso de casación se plantean nuevos problemas en relación con la valoración
de la prueba pericial.
Si tras la reforma de la LEC de 1881, el Tribunal Supremo admitió la alegación del
error de Derecho como vulneración de las normas sobre valoración de la prueba, inclu-
yendo los casos de error notorio, parece procedente admitir la posibilidad de combatir
a través del ordinal 4.º del art. 469.2 de la LEC 1/2000 la existencia de error notorio o
valoración arbitraria o manifiestamente ilógica o errónea. La doctrina constitucional
sobre el error notorio lleva a encajar en el ordinal 4.º del art. 469 la alegación de error
notorio y la valoración arbitraria e ilógica.
El ATS de 12 de febrero de 2002, recurso 2497/2001, concluye que la supervisión
del juicio fáctico no corresponde al contenido del recurso de casación, por lo que el
error de derecho en la valoración de la prueba, antes susceptible de ser incardinado en
el motivo del art. 1692.4.º LEC 1881, debe ahora ser denunciado mediante el recurso
por infracción procesal.
Otro ATS de la misma fecha (12 de febrero de 2002, dictado al recurso 2042/2001)
resolvió un supuesto en el que el «interés casacional» radicaba en combatir una apre-
ciación fáctica tenida en cuenta por la sentencia recurrida en relación con la carga de la
prueba. El Tribunal Supremo declara que las alegaciones e infracciones legales relativas
a la valoración probatoria o al factum de la sentencia impugnada, como las hechas y
denunciadas a través del recurso referido, deben ahora residenciarse —en cuanto sea
posible, es decir, siempre que exista norma jurídica que rija formalmente la actividad
del enjuiciamiento— en la infracción de normas procesales y no en el recurso de casa-
ción, pues este solo puede fundarse en la infracción de normas aplicables para resolver
las cuestiones objeto de debate (art. 477.1 LEC 2000).
En suma, la doctrina inicial de la Sala declara que el sistema de recursos de la nueva
LEC 2000 no es coincidente con la distinción entre «infracción de ley» y «quebranta-
miento de las formas esenciales del juicio», establecida en la LEC 1881, por lo que no
es correcto reducir el recurso extraordinario por infracción procesal a los vicios in pro-
cedendo y atribuir el íntegro control de los vicios in iudicando al recurso de casación. El
objeto del recurso extraordinario por infracción procesal comprende las cuestiones pro-
cesales, entendidas en un sentido amplio, que no se circunscriben a las que enumera el
art. 416 LEC 2000 bajo dicha denominación, sino que abarcan también las normas de
enjuiciamiento civil que llevan a conformar la base fáctica de la pretensión (aspectos
atinentes a la distribución de la carga y la aplicación de las reglas que la disciplinan, el
Prólogo a la quinta edición 17

juicio sobre los hechos resultante de la aplicación de esas reglas y principios que rigen
la valoración de los diferentes medios de prueba y de esta en su conjunto).
Esta doctrina, sin embargo, ha sufrido cierta matización en las resoluciones más
recientes. En los autos de inadmisión de recursos de casación y desestimación de quejas,
en los que la parte recurrente planteaba cuestiones relativas a la valoración de la prueba
o incurría en petición de principio, no se hace una referencia expresa a la posibilidad
de combatir el factum de la sentencia a través del recurso extraordinario por infracción
procesal.
La STS de 20 de julio de 2005, recurso 3946/2001, declara, en consonancia con la
inicial doctrina de la Sala contenida en autos de queja y de inadmisión, que «los hechos
probados según la sentencia de apelación tienen que ser absolutamente respetados en el
recurso de casación de la LEC 2000, pues no cabe ya impugnarlos por la vía del error
de derecho en la apreciación de la prueba, como aún permitía, bien es cierto que con
muchas restricciones, el ordinal 4.º del art. 1692 LEC de 1881, sino mediante el recurso
extraordinario por infracción procesal, al haberse trasladado a la LEC de 2000 la mayoría
de las reglas legales de valoración probatoria antes contenidas en el Código Civil».
En reunión para la unificación de criterios y coordinación de prácticas procesales,
de 4 de abril de 2006, la Sala Primera del Tribunal Supremo considera que, «como
criterio general, no se admitirá la revisión de cuestiones relativas a la prueba en ningún
caso mediante el recurso de casación y solo excepcionalmente a través del recurso ordi-
nario por infracción procesal, en una amplia interpretación del artículo 469.1 LEC, en
cuanto el ordinal 2.º del referido precepto puede amparar la infracción de las normas
relativas a la carga de la prueba, considerando norma reguladora el artículo 217 LEC,
dado su contenido, y al estar incluido en la ley procesal bajo el epígrafe "de los requisitos
internos de la sentencia y de sus efectos". Además, el ordinal 4.º del artículo 469.1
LEC, al considerar motivo del recurso ordinario por infracción procesal la vulneración
de derechos fundamentales reconocidos en el artículo 24 de la CE, puede encuadrar el
error patente o notorio y la interpretación ilógica o irrazonable de los distintos medios
de prueba legalmente previstos».
VII
El Juez Constitucional ha ratificado en multitud de ocasiones el principio de libre
valoración de la prueba, y en especial de la prueba pericial, por los tribunales de justicia.
Según la STC 26/2006, de 30 de enero, FJ 12, «[...] en este punto es oportuno
recordar, una vez más, que no le corresponde a este Juez entrar a valorar las pruebas
sustituyendo a los Jueces y Tribunales ordinarios en la función exclusiva que les atribuye
el art. 117.1 CE STC 300/2005, de 21 de noviembre, FJ 3.a), entre otras muchas.
Nuestra limitada actuación se circunscribe, en efecto, a comprobar que, como aquí ha
ocurrido, "haya habido una actividad probatoria de cargo válida y que la resolución
judicial no haya sido arbitraria, irracional o absurda" (STC 96/2000, de 10 de abril, FJ
9)».
Según la STC 36/2006, de 13 de febrero, FJ 3, «[l]a tarea de decidir ante distintos
informes periciales cuál o cuáles de ellos, y con qué concreto alcance, deben ser utili-
zados para la resolución de un determinado supuesto litigioso es una cuestión de mera
18 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

interpretación y valoración, conforme a las reglas de la lógica y de la sana crítica, de la


prueba, que, en virtud del art. 117.3 CE, constituye una función exclusiva de los órganos
judiciales ordinarios (por todas, SSTC 229/1999, de 13 de diciembre, FJ 4; y 61/2005,
de 14 de marzo, FJ 2)».
La STC 159/2004, de 4 de octubre, FJ 9, declara que «[d]e acuerdo con una con-
solidada doctrina constitucional, a este Juez no le corresponde revisar la valoración de
las pruebas a través de las cuales el órgano judicial alcanza su íntima convicción, dado
que el art. 117.3 CE atribuye dicha tarea a los Jueces y Tribunales ordinarios. A la
jurisdicción constitucional corresponde únicamente, a los efectos que ahora interesan,
controlar la razonabilidad del discurso que une la actividad probatoria y el relato fáctico
que de ella resulte, porque el recurso de amparo no es un recurso de apelación, ni este
Juez una tercera instancia revisora de las actuaciones propias de la competencia específica
de los órganos judiciales, lo que impide valorar nuevamente la prueba practicada o
enjuiciar la valoración realizada por los Jueces o Tribunales que integran el Poder Judi-
cial, salvo en caso de arbitrariedad o irrazonabilidad manifiesta (SSTC 81/1998, de 2 de
abril, FJ 3; 189/1998, de 29 de septiembre, FJ 2; 220/1998, de 17 de diciembre, FJ 3;
120/1990, de 28 de junio, FJ 2; 220/2001, de 5 de noviembre, FJ 3; 125/2002, de 20
de mayo, FJ 2; 57/2002, de 11 de marzo, FJ 2; 125/2002, de 20 de mayo, FJ 2;
137/2002, de 3 de junio, FJ 8; 43/2003, de 3 de marzo, FJ 4; y 119/2003, de 16 de
junio, FJ 2)».

Juan Antonio Xiol Ríos


Presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo
AGRADECIMIENTOS

Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a mis compañeros y amigos Enric


Vergés Mame, ex Director Técnico del Col·legi de Censors Jurats de Comptes de
Catalunya por su valiosa aportación y orientaciones en la preparación del capítulo I de
la Segunda Parte, relativo a la evidencia, a Josep Anglada i Viñolas, por su constante
apoyo informático en la preparación del material, y, de modo muy especial, a José
Avellaneda Fernández, economista, auditor de cuentas y perito judicial, componente
de mi equipo, quien ya colaboró en la preparación de la 6.ª edición de la obra, y en la
presente por su colaboración en la revisión y selección de sentencias.
Deseo por último citar in memoriam a mi inolvidable extinto amigo Joaquín Buguña
Forcat, Intendente mercantil, profundo conocedor que fue de la matemática financiera,
por su colaboración en la preparación ya en las ediciones anteriores, del contenido
matemático incluida en esta en el apartado 2.1.8.1 Supuesto de aplicación de la prueba
pericial contable en procedimientos de declaración de nulidad de préstamos usurarios.

J. C. Balagué
OBJETO DE LA OBRA

Al igual que se dijo en las ediciones anteriores, la obra tiene por objeto proporcionar
los conocimientos teórico-prácticos necesarios a los expertos contables, particularmente,
y en general, a todos los operadores jurídicos que de un modo u otro precisen conocer
los pormenores de esta especial clase de prueba que es la pericial contable.
De lectura imprescindible para quienes estén en continuo contacto con los tribu-
nales: economistas, titulados mercantiles y empresariales, censores jurados de cuentas y
auditores, especializados en cuestiones económico-jurídicas, la obra resulta asimismo
especialmente idónea para todos los profesionales del Derecho, para quienes el ejercicio
profesional les obliga asumir compromisos y asuntos de vasto contenido económico,
para los cuales resulta imprescindible contar con la colaboración del experto. En este
contexto la obra es un referente.
NOTAS PREVIAS

En primer lugar hay que decir que en esta 7.ª edición de la obra, como habrá podido
observar el lector que disponga de la 6ª edición, al igual que se hizo en aquella, por su
interés se han incluido los prólogos de la 5.ª y de la 6.ª ediciones; de ellos merece citar
el interesantísimo prólogo preparado para la 5.ª edición por el Exmo. Sr. D. Juan Anto-
nio Xiol Ríos, Presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo.
En la presente edición se ha seguido el mismo sistema de clasificación numérica de
las ediciones anteriores, por cuanto se ha comprobado es el sistema más idóneo y eficaz
para seguir la secuencia numérica de apartados y subapartados y su desarrollo.
La primera parte de la obra sigue las pautas de los libros concebidos para comentar
textos legales. Se considera conveniente indicar el modo en que ha sido estructurada
para facilitar su manejo.
Las múltiples modificaciones introducidas en las Leyes de Enjuiciamiento Civil y
Criminal, han hecho necesario modificar y actualizar la obra, que con sus seis ediciones
anteriores, siete con la presente, se ha convertido en un referente para el estudio de la
prueba pericial contable en su más amplio sentido, es decir, incluida en el ella la prueba
pericial económica o económico-financiera.
Esta nueva edición está estructurada en tres partes. La primera parte estudia el orde-
namiento jurídico relativo a la prueba de peritos.
El capítulo primero de esta parte estudia los conceptos comunes a las cuatro juris-
dicciones: civil, penal, contencioso-administrativa y laboral. En él se hace referencia a
la apreciación y valoración de la prueba por el Tribunal Supremo y por las Audiencias,
aportándose jurisprudencia sobre ellas; la figura del perito, los profesionales legalmente
autorizados para la práctica de la prueba pericial contable y económica, determinadas
circunstancias que afectan al perito, como la protección judicial y responsabilidad,
intervención del auditor de cuentas en las actuaciones periciales y lo que concierne al
cobro de honorarios de peritos.
El capítulo segundo trata de la prueba pericial contable en la jurisdicción civil. Se
hace en este capítulo una síntesis de las dos clases de procesos declarativos: el ordinario
y el verbal, y en ambos a lo que se refiere a la prueba pericial contable y al perito. Se
24 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

contempla la valoración de la prueba por el juzgador. Se exponen también en esta parte


otras intervenciones de los peritos previstas por la Ley de Enjuiciamiento Civil.
El capítulo tercero trata de la prueba pericial contable en la jurisdicción penal. En
él se estudian los distintos tipos de delitos en los cuales la prueba pericial contable es
esencial.
En el capítulo cuarto se estudian las modalidades y procedimientos de ejecución de
los tipos de delitos, clasificados en razón de su forma y de las áreas de su realización.
El capítulo quinto estudia la prueba pericial contable en la jurisdicción contencioso-
administrativa, en primera y única instancia y en el procedimiento abreviado.
El capítulo sexto estudia la prueba pericial contable en la jurisdicción laboral.
La segunda parte trata de la Metodología de la prueba pericial contable. A efectos
enunciativos se ha dispuesto la metodología en dos partes, atendiendo los aspectos de
fondo y de forma.
En el capítulo primero de esta parte, relativo a los aspectos de fondo, se estudian los
conceptos de evidencia, el dilema en la prueba pericial contable y los juicios subjetivos
y la necesidad de abstención de tales juicios por parte del perito.
En el capítulo segundo se estudian los procedimientos de prueba en el ámbito de la
jurisdicción penal, según la forma de comisión de los delitos y según las áreas de reali-
zación.
El capítulo tercero trata de los aspectos de forma con referencia al dictamen y al
informe pericial, dándose reglas para la redacción de dictámenes e informes. En él se
exponen también modelos de dictámenes e informes.
El capítulo cuarto trata del control de calidad de la pericia, su práctica y alcance.
Al final hace una referencia de la legislación relativa a la prueba de peritos.
En esta séptima edición el libro se ha ampliado en una tercera parte en la que se
incluye jurisprudencia del Tribunal Supremo y de las Audiencias, clasificada también
por jurisdicciones: civil, penal, contencioso-administrativa y social, incluyéndose una
selección de sentencias entre las consideradas más significativas respecto a la prueba
pericial y al perito.
La inclusión de jurisprudencia viene justificada por la conveniencia que tiene el
perito de tener un conocimiento de lo que han ido disponiendo el Tribunal Supremo
y las Audiencias provinciales sobre determinados casos. La jurisprudencia es un com-
plemento valiosísimo para conocer el criterio de los juzgadores en el acto de emitir
sentencia, y el del Tribunal Supremo en el de casación de las sentencias dictadas por los
Tribunales.
A este respecto cabe decir que se ha considerado más importante conocer el efecto
de las periciales en las sentencias más que el resultado de las mismas que para no hacer
el texto más extenso se han omitido. La mayor parte de las sentencias seleccionadas son
del Tribunal Supremo ya que, aun cuando son del cumplimiento de la legalidad, citarlas
se ha considerado es de mayor relevancia que hacerlo de las Audiencias que en muchas
ocasiones discrepan entre unas y otras.
De otra parte, los Fundamentos de Derecho expuestos en las sentencias del Tribunal
Supremo, son no en todas pero sí en la en la mayoría de los casos suficientemente
Notas previas 25

explicitas para conocer los hechos juzgados recogidos por las Audiencias en sus senten-
cias.
Cierra la obra una selección de casos reales.
Los textos legales a los que se hace referencia en los epígrafes y subepígrafes han sido
sintetizados en razón a la importancia que tienen en el contexto de la obra. Tras los
párrafos de los epígrafes y apartados se deja constancia de los artículos y textos legales a
los que se refieren, así como las introducciones y modificaciones posteriores por nuevas
disposiciones legales. Tal es la cantidad de modificaciones en los artículos de las distintas
leyes citadas en el libro que solo se han reseñado las que se han considerado de mayor
relevancia.
Las referencias en el texto del libro al órgano jurisdiccional exigen una aclaración
sobre su significado. Por órgano jurisdiccional se entiende en general a los jueces y
Tribunales de Justicia de cualquier jurisdicción. Se incluyen en él tanto a los jueces de
primera instancia y de instrucción como a los tribunales. En este sentido las referencias
al órgano jurisdiccional, jueces y juzgador procede considerarlas sinónimas. Se considera
oportuno aclarar que juez o juzgador es quien tiene la facultad de juzgar y hacer ejecutar
lo juzgado, mientras que tribunal es un órgano jurisdiccional de composición colegiada.
La Ley de Enjuiciamiento Civil en la exposición de motivos hace una aclaración en tal
sentido sobre la utilización de las expresiones tribunales y jueces en ella empleadas (Ley
de Enjuiciamiento Civil, exposición de motivos IV, párr. 6). En la obra se ha optado
por utilizar únicamente el término juez o su sinónimo juzgador.
Tanto la Ley de Enjuiciamiento Civil, aplicable a los procesos penales, contencioso-
administrativos, laborales o sociales y militares, supletoria en defecto de disposiciones
específicas en sus respectivas leyes reguladoras, como en la Ley de Enjuiciamiento Cri-
minal, disponen que, salvo en determinados casos que la propia ley prevé, los peritos
habrán de tener título oficial que les faculte para la práctica de la pericia y posterior
emisión del dictamen o informe (véase 2.1.4.5.2.2.1 y 3.2.1.4). Según esto, los únicos
profesionales que por su título oficial pueden ejercer como peritos para la práctica de
pruebas periciales contables ante los tribunales son los titulados mercantiles y empresa-
riales (peritos, profesores e intendentes mercantiles y diplomados), los economistas, los
censores jurados de cuentas, estos últimos pertenecientes en todo caso a uno u otro
colectivo, sino a ambos, y los auditores de cuentas. En el texto de la obra la referencia
al perito o peritos se entiende hecha a estos profesionales cuando actúan en funciones
de perito judicial, excepto en los casos en que el objeto de la pericia deba realizarla un
auditor de cuentas, en cuyo caso se indica solo este.
La actuación de los cuatro grupos de profesionales en funciones de perito judicial
se extiende a cuestiones mucho más amplias que la prueba pericial exclusivamente con-
table. Conviene hacer por ello la distinción entre prueba pericial contable y prueba
pericial económica. La prueba pericial contable se basa exclusivamente en cuestiones de
índole contable, y en base a ellas, los procedimientos de prueba son sobre contabilidades,
cuentas y estados financieros que de ellas se derivan; en cambio, la prueba pericial eco-
nómica es mucho más compleja ya que se aparta de lo meramente contable y alcanza a
cuestiones de microeconomía cuales contratación, mercados, situación empresarial,
26 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

valoraciones de empresas, etc., o incluso, en determinados casos, de macroeconomía,


las cuales no entran dentro de los condicionamientos de la prueba pericial contable.
Hecha la salvedad, no obstante, siempre que en el libro se refiere a la prueba pericial
contable debe considerarse hecha extensiva a las pruebas de naturaleza económica.
Para la actualización de la obra se ha utilizado la legislación consolidada de las que
tan acertadamente viene publicando el Boletín Oficial del Estado (BOE), en donde apa-
recen los textos legales hasta la última actualización en el momento de la consulta con
las todas las modificaciones dispuestas. Aparte de esos textos consolidados, es de significar
el gran acierto de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado en la recopilación en la
colección electrónica Códigos electrónicos, distintos textos de materias homogéneas,
habiendo sido singularmente útil las consultas a la edición electrónica del Código de
Legislación Procesal que reúne toda la legislación procesal actualizada, de modo que a
quienes interese conocer las modificaciones posteriores a la fecha de la publicación del
libro, debe consultar las leyes y disposiciones legales consolidadas publicadas por el BOE,
además del referido Código de Legislación Procesal.
Cabe significar, por último, que el libro forma parte sustancial del curso homónimo
que el autor viene impartiendo en colegios profesionales de economistas, titulados mer-
cantiles y en las agrupaciones y colegios de censores jurados de cuentas, así como en
otras entidades y corporaciones especializadas en la impartición de cursos de especiali-
zación.
Resta por decir antes de dar por concluida esta NOTA PREVIA, sepa el lector
disculpar posibles errores u omisiones en la actualización del libro, consecuencia de la
gran proliferación de inclusiones y modificaciones en la legislación en las cuatro juris-
dicciones. El autor agradecerá a los lectores le hagan llegar los errores que hubieran
podido advertir en el libro, así como también sus comentarios.
TEXTOS LEGALES

Se indican aquí los textos legales imprescindibles para el manejo de la obra que el
perito habrá de consultar. Se recomienda hacerlo a través del BOE, Legislación conso-
lidada, y del Código de Legislación Procesal en donde, como se ha dicho en las NOTAS
PREVIAS, aparecen todos los textos legales actualizados hasta la fecha que se indica en
el Código, que suele ser muy próxima a la de la consulta. En razón a ello se ha suprimido
la legislación que ha modificado las leyes que se citan como imprescindibles, ya que al
lector utilizando como se recomienda, el BOE Legislación consolidada y el Código de
Legislación Procesal, ya no se hace necesaria la búsqueda antes obligada. Los referidos
textos legales calificados aquí de imprescindibles son los siguientes:
• Constitución Española.
• Código civil.
• Código de comercio.
• LO 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.
• Código penal anterior.
• Ley orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial
• Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita.
• Ley orgánica 19/1994, de 23 de diciembre, de protección a testigos y peritos.
• Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
• Ley de Enjuiciamiento Civil anterior.
• Ley 14 de setiembre 1882 de Enjuiciamiento criminal
• Ley de 23 de julio de 1908, de represión de la usura.
• Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Admi-
nistrativa.
• Ley 19/1989, de 25 de julio, de adaptación de la legislación española a la nor-
mativa de la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea).
• Ley 13/2009, de 3 de noviembre, de reforma de la legislación procesal para la
implantación de la nueva oficina judicial.
• Ley 37/2011, de 10 de octubre, de medidas de agilización procesal.
• Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la legislación social.
• Ley 22/2015, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas.
28 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• RD 1517/2011, de 31 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de la


Ley de Auditoría de Cuentas Ley 59/2003 de 19 de diciembre, de firma elec-
trónica.
• Ley 42/2015, de 5 de octubre, de reforma de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de
Enjuiciamiento Civil.
ABREVIATURAS

A continuación se indican las abreviaturas de los textos legales relacionados en las páginas
anteriores y otros, citados en el libro. Únicamente se han abreviado los muy repetitivos.

Textos legales:
CC Código civil.
CCom Código de Comercio.
CP Código Penal.
CPa Código Penal anterior.
LAC Ley de Auditoría de Cuentas.
Lajg. Ley de asistencia jurídica gratuita.
LaUE Ley de adaptación de la legislación española a la normativa de la Comunidad Eco-
nómica Europea (hoy Unión Europea).
LEC Ley de Enjuiciamiento Civil.
LECa Ley de Enjuiciamiento Civil anterior.
LECrim Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Linoj. Ley de reforma de la legislación procesal para la implantación de la nueva oficina
judicial.
LJCA Ley reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
LOPJ Ley orgánica del Poder Judicial.
LOptp. Ley orgánica de protección a testigos y peritos.
Lru Ley de represión de la usura.
LSC Ley de Sociedades de capital.
LRJS Ley 36/2011 reguladora de la Jurisdicción Social.
RAC Reglamento de la Ley de auditoría de cuentas.
LrLEC Ley 42/2015, de 5 de octubre, de reforma de la Ley 172000 de 7 de enero de Enjui-
ciamiento Civil.

Otras abreviaturas empleadas:


art., arts. artículo, artículos.
BOE Boletín Oficial del Estado.
30 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

D. Decreto.
d.a. disposición adicional.
d.d. disposición derogatoria.
d.f. disposición final.
d.t. disposición transitoria.
ep. epígrafe.
L. Ley.
LO Ley orgánica.
ROAC Registro oficial de auditores de cuentas.
REFOR Registro Economistas Forenses.
NIA-ES Normas internacionales/norma internacional de auditoría.
N.t.a Normas técnicas/norma técnica de auditoría.
O. Orden.
párr. párrafo.
RDL Real Decreto-Ley.
S, SS Sentencia, Sentencias.
SAP Sentencia Audiencia Provincial.
STS Sentencia del Tribunal Supremo.
Tae Tasa (de interés) anual equivalente.
TC Tribunal Constitucional

Organismos:
AP Audiencia Provincial.
ICAC Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas.
ICJCE Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España.
IFAC International Federation of Accountants.
TC Juez Constitucional.
TS Tribunal Supremo.
UE Unión Europea.
PRIMERA PARTE

Ordenamiento jurídico relativo a la prueba de peritos


CAPÍTULO 1

La prueba pericial contable y de índole económico-


financiera. Conceptos comunes a las cuatro jurisdicciones
(civil, penal, contencioso-administrativa y laboral)

1. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE

1.1. Definiciones
Resulta esencial exponer una concreción de definiciones para entrar en la esencia
misma del concepto jurídico de prueba:
1. Fase esencial del proceso. El juez habrá de formar su convicción sobre la vera-
cidad o falsedad de los hechos aducidos por las partes con base en el resultado
de la prueba.
La relatividad de los hechos, habida cuenta de las circunstancias y situaciones,
obliga para su dilucidación basarse en pruebas objetivas. En este sentido, no cabe
la menor duda, y así lo tienen reconocido magistrados y jueces, que la prueba
pericial contable en general, y la contable en particular, es de todas las pruebas
la de mayor relevancia en el pleito.
2. Actividad que desarrollan las partes con el juez para llevar al juez la convicción
de la verdad de una afirmación. La doctrina jurídica identifica por prueba el
medio para probar.
3. Acción y efecto de probar.
4. Razón, instrumento, argumento u otro medio con que se pretende mostrar y
hacer patente la verdad o falsedad de los hechos1.
Una definición por sus acepciones la define como fin y como medio. Por la primera
acepción persigue la demostración de la verdad o exactitud de un hecho del cual
depende la existencia de un derecho. Mediante la segunda acepción se identifica con el
conjunto de recursos susceptibles de ser utilizados para obtener aquella demostración2.

1. PIETRO CASTRO, citado por R, GARCÍA Y R GARCÍA, en op. cit.


2. R. GARCÍA y R. GARCÍA, op. cit.
34 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Prueba es, así, la actividad dirigida a convencer al juzgador de la verdad o falsedad


de los hechos alegados en el proceso.

1.2. Ordenamiento legal básico


La práctica de la prueba de peritos y todo lo con ella relacionado se halla regulada
en el Derecho positivo español en los siguientes textos legales:
• Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. Desde la fecha de su pro-
mulgación ha experimentado varias modificaciones.
• Ley de 14 de septiembre de 1882, de Enjuiciamiento Criminal.
• Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Admi-
nistrativa.
• Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social.
• Ley 1/1996, de 10 de enero, de asistencia jurídica gratuita.
• Ley Orgánica 19/1994, de 23 de diciembre, de protección a testigos y peritos.

2. PRUEBA DOCUMENTAL

Basada en documentos. Pueden ser documentos públicos o documentos privados.

2.1. Prueba de documentos públicos


La LEC hace una detallada exposición de los documentos públicos a efectos pro-
batorios (LEC, art. 317). Son los siguientes:
• Resoluciones y diligencias de actuaciones judiciales y testimonios expedidos por
los Letrado de la Administración de Justicia.
• Documentos autorizados por notario.
• Documentos intervenidos por corredor de comercio y las certificaciones de las
operaciones en que hubiesen intervenido.
• Certificaciones expedidas por los registradores de la propiedad y mercantiles.
• Documentos expedidos por funcionarios públicos legalmente facultados para
dar fe en asuntos referentes al ejercicio de sus funciones.
• Documentos expedidos por funcionarios públicos legalmente facultados para
dar fe referentes a archivos y registros de órganos del Estado, de las Adminis-
traciones públicas o de otras entidades de Derecho público.
Los documentos públicos tendrán la fuerza probatoria establecida en el artículo 319
si se aportan al proceso en original, copia o certificación fehaciente, bien en soporte
papel o mediante documento electrónico. Si se aportó en copia simple, en soporte papel
o imagen digitalizada, según lo previsto en el art. 267, no se hubiere impugnado su
autenticidad (LEC art. 318). El valor probatorio de los documentos públicos podrá ser
impugnado (LEC art. 320).
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 35

2.2. Prueba de documentos privados


Según la LEC, se consideran documentos privados a efectos probatorios en los pro-
cedimientos judiciales los que no se hallan incluidos en el art. 317 como documentos
públicos (LEC, art. 324).
Los informes emitidos por los auditores de cuentas, calificados por la LAC como
documento mercantil (LAC, art. 5.1), no hallándose incluidos en el referido art. 317
tienen la consideración de documentos privados.

2.3. Libros de contabilidad


Es necesario que el perito conozca todo lo relativo a los soportes de la contabilidad
para conocer cómo ha de solicitarlos
Cuando hayan de utilizarse como medio de prueba los libros de contabilidad (de
los comerciantes, dice la LEC, en una acepción un tanto arcaica) se estará a lo dispuesto
por las leyes mercantiles (LEC, art. 327). Se está refiriendo, implícitamente, al CCom
y la LSC.
Los libros de contabilidad o de comerciantes a los que se refiere la LEC, así como
otras disposiciones legales, libro diario y libro de inventarios y balances, en su más amplio
sentido, alcanza a los registros contables obtenidos en los procesos de la contabilidad por
ordenador, sean en forma de listados o en otra clase de soporte, no necesariamente físico.
Dispone la LEC que, excepcionalmente, el Juez podrá requerir se presenten los
libros de contabilidad o soportes informáticos, debiendo especificar los asientos a exa-
minar (LEC art. 327).
La instrucción de 12 de febrero 2015, de la Dirección General de Registros y del
Notariado, vino a modificar substancialmente lo referente a la legalización de libros
obligatorios. Con tal modificación el concepto de libros pierde ya su naturaleza ya que
la legalización de los registros contables obtenidos en el proceso contable por ordenador,
es obligatoria su legalización en forma electrónica y presentados por vía telemática en
el Registro Mercantil del domicilio de la empresa presentadora, Registro Mercantil
competente, dice la LEC, con remisión a la Ley 14/2013, obtenidos a partir del 29 de
setiembre 2013, hasta cuya fecha se legalizaban en soporte papel (Disposiciones 1.ª y
3.ª).
La Instrucción vuelve a hacer referencia a la Ley 14/2013, al aclarar que los libros
se tratan de los libros obligatoriamente deben llevar las empresas, empresarios, dice.
Implícitamente se está refiriendo al CCom (Disposición 2.ª).
También a partir del 29 de setiembre 2013 el libro de actas quedó sustituido por la
legalización de las actas también por sistema informático y vía telemática.

3. PRUEBA PRECONSTITUIDA

Prueba cuya existencia es previa e independiente al trámite procesal.


En la LECa los informes y certificaciones emitidos por los auditores a requerimiento
de particulares, al margen de todo trámite procesal, eran a menudo utilizados como
36 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

prueba en juicio, introduciéndola en los autos como documento privado, circunstancia


que les daba el carácter de prueba preconstituida (LEC, art. 265 y ss.).
La LEC modificó el criterio de calificación de los dictámenes e informes de expertos
aportados a los autos por las partes como prueba preconstituida, abandonando el criterio
de la LECa de considerarlos como prueba documental e incluyéndolos dentro de la
prueba de peritos

4. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE

En el escrito de interposición de demanda (jurisdicción civil) o de querella (juris-


dicción penal) la parte demandante o querellante concreta los hechos sobre los que deban
basarse ambas. En aquella, deberán acompañarse los dictámenes de peritos e informes
de expertos de que intenten valerse las partes en el juicio (LEC, arts. 265 y 336).
Posteriormente en el escrito de solicitud de designación de peritos para la práctica
de prueba pericial contable, cuando procede, una de las partes o ambas, por separado,
incluyéndose como parte querellante en las causas penales al Ministerio Fiscal, deter-
minan el alcance y contenido de la prueba solicitada.
El juez, en la providencia de nombramiento de perito, concreta el alcance y con-
tenido de la prueba que debe ser realizada o, de admitirla completa, se remite a los
escritos de la o las partes solicitantes de dicha prueba.
En los juicios por denuncia no hay parte querellante, por lo que es el propio juez
instructor quien, de considerarlo necesario o conveniente, requiere al experto para la
práctica de la prueba pericial contable. En la providencia de nombramiento se concreta
asimismo el alcance y contenido de la prueba. En ambos casos el Ministerio Fiscal,
constituido en parte acusadora, puede solicitar también la práctica de prueba en idénticos
términos.
En cualquier caso el perito conoce ya desde el momento de su designación los
hechos sobre los que habrá de versar la prueba.
Parte de la documentación precisa para la práctica de la prueba pericial contable o
económico-financiera consta ya en los autos, por lo que resulta imprescindible un exa-
men en profundidad de estos para el conocimiento de los antecedentes de la prueba a
practicar pero en cualquier caso es imprescindible la verificación y el examen de libros
de contabilidad y demás documentación en poder de las partes.
La LEC prevé el empleo de la prueba de peritos cuando sean necesarios conoci-
mientos científicos, artísticos o prácticos para conocer o apreciar hechos de influencia
en el pleito (LEC, art. 335).
La LECrim establece que el juez acordará el informe pericial cuando sean necesarios
o convenientes conocimientos científicos o artísticos para el conocimiento o apreciación
de hechos o circunstancias importantes en el sumario (LECrim, art. 456).
Es dentro de la modalidad de conocimientos científicos y prácticos que se hallan los
conocimientos que debe poseer el perito contable para la realización de la prueba pericial
contable y es precisamente en este medio de prueba en el que se enmarca el documento
emitido por el perito en el ámbito del proceso jurisdiccional.
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 37

Uno y otro son consecuencia del carácter del nombramiento por el juez, a instancia
o no de alguna o de ambas partes. Si las partes solicitan y el juez considera pertinente
que la prueba pericial contable deba hacerla un economista, titulado mercantil o censor
jurado de cuentas, el dictamen que el perito habrá de emitir lo será en virtud del título
profesional que le faculta y por el que haya sido designado.
Si el carácter con el que es requerido el experto es en virtud de su condición de
auditor, el perito habrá de ser, además, auditor inscrito en el ROAC.
El CCom prevé la práctica de auditoría por auditor de cuentas por mandato Judicial
o por designación del registrador mercantil (CCom, art. 40).

5. APRECIACIÓN Y VALORACIÓN DE LA PRUEBA PERICIAL POR EL JUZGADOR

La cualificación, apreciación y valoración de la prueba pericial corresponde exclu-


sivamente al juez. El dictamen pericial no es más que un mero medio de prueba que se
somete a la apreciación y criterio del órgano jurisdiccional que entiende del procedi-
miento.
Aun cuando lo que exponen los peritos en su dictamen son hechos probados no
son en absoluto vinculantes para el juez en el acto de juzgar; sin embargo, también es
preciso decir que las pruebas periciales, en tanto que medios capaces de alcanzar a formar
una opinión veraz de los hechos, constituyen un elemento importantísimo en el
momento de crear en el juez una convicción sobre tales hechos.
La prueba pericial, como ninguna otra prueba, como se acaba de decir, no vincula
en absoluto al juez sino que este está en total libertad de valoración. Esta afirmación se
halla expuesta de forma expresa en la LEC y en la LECrim: La valoración de los dictá-
menes periciales los valorará el juzgador según las reglas de la sana crítica (LEC, art.
348), según su conciencia, las pruebas practicadas en el juicio (LECrim, art. 741).

5.1. Valoración de la prueba


Es de apreciación libre por parte del juzgador, según su prudente arbitrio, puesto
que al tener la prueba el carácter de no tasada, no existe normativa para su valoración
(véase 3.1.1). Rigen, no obstante, ciertas reglas que a título de principios informadores
son consideradas siempre válidas por la jurisprudencia para la valoración. Son:
• Principio de la sana crítica, la cual ha de fundamentarse en reglas no codificadas.
• Principio de la libre valoración de la prueba por el juzgador.
Las reglas de la sana crítica (LEC, art. 348) han de ser entendidas como las más elementales
directrices de la lógica humana, es decir, derivadas del pensamiento lógico.
La prueba pericial en general, y la pericial contable en particular, es valorada libremente
por el juzgador, siendo de su libre apreciación. Los peritos no deben ni pueden influir en
el Juez, sino solo informarle sobre los puntos respecto a los que hayan sido requeridos
para ello, sin expresar juicios valorativos y, aunque parezca un contrasentido, sacar con-
clusiones al respecto (véase Segunda Parte, capítulo 1.4.). El juez, por su parte, en dis-
posición de todas las pruebas aportadas a los autos, puede llegar a conclusiones distintas
38 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

a las del o de los peritos, aunque, en tal caso, deberá razonar los motivos por los que
discrepa y no acepta los argumentos aportados por los peritos.
El Juez no puede incurrir en arbitrariedades, que serían recurribles en casación, por
lo cual debe motivar su decisión cuando esta resulte contraria al dictamen pericial,
máxime cuando se decida por uno de los dictámenes cuando sean más de uno y, además,
contradictorios entre sí, optando por el que le resulte más convincente y objetivo en
orden a la formación de su opinión, quedando, en cambio, dispensado de justificar su
rechazo cuando el dictamen tampoco razone el resultado que haya obtenido el perito.
La jurisprudencia no considera los dictámenes en sí mismos manifestaciones de una
verdad incontrovertida, por lo que han de ser valorados por el juzgador atendiendo a
su convicción y a los criterios de la sana crítica y en conjunto con los demás medios de prueba. La
jurisprudencia del Tribunal Supremo viene proclamando hasta la saciedad que los tri-
bunales no están vinculados por las conclusiones de los peritos con la única excepción de
cuando se basan en leyes científicas incontrovertibles.

5.2. Apelación
El Juez de apelación debe verificar si en la valoración conjunta del material probatorio, el
juzgador se ha comportado de forma ilógica, arbitraria o contraria a las máximas de experiencia
o a las reglas de la sana crítica.
El juez debe valorar los dictámenes de peritos tomando en cuenta sus propias máxi-
mas de experiencia, que son:
• La lógica interna del dictamen o informe del experto;
• El ajuste del dictamen o informe a la realidad del pleito;
• La titulación y grado de conocimientos del perito respecto a lo que constituye el objeto
de la pericia;
• La relación entre el resultado de la pericial y los demás medios probatorios obrantes
en autos;
• La calidad del dictamen o informe y nivel de exhaustividad (se corresponde con lo
expuesto en cap. 3, segunda parte, 3.2. reglas para la redacción de dictámenes e
informes, y en 3.2, párrafo 11, Completud);
• La metodología aplicada y operaciones practicadas por el perito para la elaboración
del dictamen o informe y la obtención de conclusiones (véase Segunda Parte.
Metodología);
• La objetividad del dictamen;
• La no omisión de datos relevantes constantes en el dictamen del perito.

5.2.1. Imposibilidad de atacar sentencias en casación


Según el principio que rige las reglas de la sana critica, ninguna sentencia puede ser atacada
en casación, por el hecho, precisamente, de la inexistencia de normas legales que concrete
las reglas a que deba sujetarse el juzgador, y con ello la imposibilidad de invocarlas en
el recurso de casación, salvo en determinados casos que constituyen la excepción.
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 39

Según la doctrina del TS solo tienen acceso a casación las sentencias en cuyas con-
clusiones el órgano a quo:
• Haya tergiversado ostensiblemente las conclusiones del perito.
• Haya falseado arbitrariamente las conclusiones a que haya llegado el perito.
• Extraiga conclusiones valorativas absurdas.
• Contradiga los más preclaros principios de la racionalidad.
• Sea ilógica. Contradiga los más elementales principios de la lógica.
• No guarde la debida coherencia.
• Sea contradictoria.
Fuera de los casos contemplados, la valoración de la prueba pericial se halla privada del
acceso casacional.

5.3. Jurisprudencia sobre valoración de la prueba


La lectura de las sentencias del TS y de las Audiencias, de donde han sido extraídos
y sintetizados los principios y reglas mencionados, tiene la virtualidad de aportar infor-
mación válida y precisa sobre diversas cuestiones no contempladas por la legislación. A
continuación se reproducen, parcialmente, algunas de las más interesantes.
La Sentencia del TS 2887/2015, Sala de lo contencioso-administrativo, de 29 de
junio 2015, en relación a la valoración de la prueba pericial en conexión con la califi-
cación que debe darse a un informe pericial no razonado en Fundamento de Derecho
Quinto, textualmente dice:
«En estas circunstancias y teniendo a la vista dicho dictamen técnico, no cabe concluir
que la sentencia impugnada haya infringido el artículo 348 de la Ley de Enjuiciamiento civil,
en cuanto dispone que la prueba pericial ha de valorarse de acuerdo con las reglas de la sana
crítica. Conviene recordar que un informe pericial no razonado constituye una mera opi-
nión, pues, en definitiva, su fuerza probatoria no reside tanto en la condición, categoría o
número de sus autores como en su mayor o menor fundamentación o razón de ciencia
[véanse las SS de 16 de junio de 2008 (casación 429/05, FJ 2.º B), 6 de octubre de 2008
(casación 6168/07, FJ 3.º), 17 de noviembre de 2008 (casación 5709/07, FJ 13.º), 1 de
diciembre de 2008 (casación 5033/05, FJ 4.º), 16 de febrero de 2009 (casación 1887/07, FJ
7.º), 27 de febrero de 2012 (casación 6371/08, FJ 3.º), 19 de enero de 2015 (casación
1418/13, FJ 9 .º) y 27 de abril de 2015 (casación 3777/12, FJ 3.º)]. Lo esencial en los informes
periciales no son las conclusiones a las que llegan sino los razonamientos que conducen a las
mismas [SS de 27 de febrero de 2001 (casación 6378/96, FJ 2.º), 27 de febrero de 2012
(casación 6371/08, FJ 3.º), 19 de enero de 2015 (casación 1418/13, FJ 9 .º) y 27 de abril de
2015 (casación 3777/12, FJ 3.º)]».
La SAP de Granada, de 30 de noviembre 2006, n.o 553, respecto a la apreciación
por el juez de la prueba pericial plasmada por el perito en su dictamen, concreta:
«[...] la valoración de la prueba constituye un proceso lógico en el que se diferencian
dos operaciones: de una parte la apreciación e interpretación de la prueba, de otra su valo-
ración en sentido estricto. En una primera fase o etapa pueden diferenciarse dos momentos
diferenciados: en el primero el Juzgador analiza separadamente todas y cada una de las prue-
40 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

bas aportadas para establecer con la mayor fidelidad posible cuáles son los precisos elementos
que proporciona separadamente cada fuente de información aportado por cada prueba, y
descubrir cuáles sean las afirmaciones que cabe extraer de ese examen (declaraciones de las
partes y de los testigos, el contenido de los documentos constantes en autos, dictamen del
o de los peritos, etc.). En relación con los dictámenes periciales, concretamente, la inter-
pretación consiste en el examen del dictamen y de los documentos que el perito haya con-
siderado necesario o conveniente adjuntar con su informe. Este cometido es particularmente
preciso en el caso de la pericial.
En un segundo estadio o momento, deberá calificar la idoneidad objetiva y en abstracto
de los resultados que las pruebas examinadas arrojen con el fin de asentar sobre ellas su
convicción».
Sentencia de la Sala 1.ª de lo Civil del TS, de 15 de marzo de 2002, n.o 259/2002.
No aceptación en casación de la valoración de la prueba por no darse las causas de
admisibilidad que se exponen en la sentencia. La valoración objetiva de la prueba pericial
por el juzgador de instancia elimina la posibilidad de casación.
En el Fundamento de Derecho segundo dispone:
«[...] El segundo motivo del recurso denuncia infracción de los arts. 1243 CC y 632
LEC (LECa), así como del art. 24 de la Constitución, "todo ello en relación con la valoración
de la prueba pericial practicada".
Ha de advertirse, en principio, que esta Sala tiene declarado reiteradamente (SS de 1
febrero y 19 octubre 1982, 20 febrero 1992, 28 junio y 13 junio 1999) que la valoración de
la prueba pericial se encuentra privada del acceso casacional salvo cuando el órgano a quo tergiverse
las conclusiones periciales de forma ostensible, falsee de forma arbitraria sus dictados o extraiga conclu-
siones absurdas o ilógicas, lo que evidentemente no acontece en este caso; y la circunstancia
de que la sentencia del Juzgado (Fundamento de Derecho cuarto) destaque, al valorar los
dictámenes periciales recabados, "como más objetivo y ajustado a los fines que con ellos se
pretenden, el emitido por el perito…", ha de integrarse en una correcta valoración de las
pericias que no precisa otras justificaciones (SS de 27 noviembre 1958 y 26 junio 1964), ya
que si los Jueces y Tribunales no están "obligados a sujetarse al dictamen de los peritos" [art. 632
LEC (LECa)], por lo mismo podrán atender al que estimen más adecuado.
Ha de decaer, por tanto, el motivo».
Sentencia de la Sala 1.ª de lo Civil del TS, de 29 de noviembre de 2002, n.o 1130,
sobre libre valoración de la prueba pericial. Inadmisión de la apelación en casación por
no reunir la sentencia recurrida los condicionamientos para su admisión. Tampoco es
admisible la solicitud de una nueva valoración conjunta de la prueba pericial y la docu-
mental.
El Fundamento de Derecho tercero dice:
«Al amparo del art. 1692.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LECa), se articula el
motivo tercero por infracción de los arts. 1242 y 1243 del Código Civil, en relación con el
art. 632 de la Ley Procesal Civil (LECa) "por error valorativo manifiestamente ilógico y
perfectamente apreciable de la prueba pericial practicada". En su fundamentación, la recu-
rrente se limita a la cita textual de alguna declaración jurisprudencial acerca de la posibilidad
de acceso a la casación de la impugnación de la prueba pericial, remitiéndose, por otra parte,
al antecedente XII de su escrito de recurso.
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 41

Dice la sentencia de esta Sala de 5 de diciembre de 2001 que "la prueba pericial debe ser
valorada libremente por el Juzgador de acuerdo con la sana crítica, por lo que no puede ser
atacada en casación, puesto que no constan en norma legal alguna concreta que pueda ser invocada en
el recurso de casación las reglas a que deba sujetarse, salvo que esa valoración conduzca a una situación
absurda, ilógica o contradictoria de la misma"; tales defectos no pueden atribuirse a la valoración
de la pericia llevada a cabo por los juzgadores de ambas instancias. En el invocado antece-
dente XII del escrito de recurso, lo que se pretende es una confrontación del informe pericial con
determinados documentos a fin de contradecir las conclusiones obtenidas por el perito y que por esta
Sala se realice una nueva valoración en conjunto de la pericial y documental, lo que, evidentemente,
excede del ámbito casacional. En consecuencia, decae el motivo».
Sentencia de la Sala 1.ª de lo Civil del TS, de 20 de febrero de 2003, n.o 141, sobre
libre valoración de la prueba pericial. La sentencia pone de manifiesto una vez más la
libre valoración de la prueba por parte del juzgador frente al principio de prueba tasada.
El Fundamento de Derecho cuarto dice:
«Cuarto. En el motivo tercero se afirma que es constante y pacífica la doctrina juris-
prudencial de que la pruebas periciales conforme al art. 632 de la LEC (LECa) son de estimación
discrecional según las reglas de la sana crítica, y que el desacierto en estas pruebas admite censura
casacional, no en cuanto a la prueba misma y sí respecto de su valoración mediante la denuncia de las
normas hermenéuticas contenidas en los arts. 1281 a 1289 del C. Civil. Y añade que en esta
línea de razonamiento cabe ser impugnadas cuando las conclusiones valorativas a que llega el Juez
de instancia contradicen abiertamente la racionalidad, conculcando las más elementales directrices de la
lógica, o no guardan la debida coherencia o se presentan contradictorias las conclusiones obtenidas. En
el motivo se considera que la resolución recurrida infringió los arts. 1243 y 1244 del Código
Civil en relación con el art. 632 LEC (LECa), al haber valorado como decisivo el informe
de […]
El motivo no puede ser acogido».
En otros lugares de la Sentencia se dice:
«[…] resulta indiscutible que la prueba de peritos es de apreciación libre, no tasada, valorable
por el juzgador según su prudente arbitrio, sin que existan reglas preestablecidas que rijan su estimación
(SS 7 marzo y 14 octubre 2000 y 13 noviembre 2001, entre otras). El único corsé legal para
la formación del juicio jurisdiccional lo constituyen las reglas de la sana crítica, las cuales no
están codificadas y han de ser entendid0as como las más elementales directrices de la lógica humana
(Sentencias de 14 octubre 2000 y 13 noviembre 2001, dentro de una profusa jurisprudencia).
Como consecuencia de lo expuesto la valoración de la prueba constituye una función del juzgador
de instancia, cuyo criterio no es revisable en casación salvo que contradiga aquellas directrices o máxi-
mas de experiencia. Y en aplicación de esta doctrina se ha declarado por esta Sala, resumiendo
las numerosas decisiones en la materia (SS 30 diciembre 1997, 21 enero, 24 julio y 18 octubre
2000; 4 junio, 19 julio y 18 diciembre 2001), que la valoración de la instancia se encuentra fuera
del control casacional, salvo cuando se extraigan conclusiones absurdas o ilógicas, se tergiversen las
conclusiones de forma ostensible o falsee arbitrariamente sus dictados o se omitan datos relevantes que
figuran en el informe, si el íter deductivo afrenta un razonar humano consecuente, o se adoptan criterios
desorbitados o irracionales, o decisiones contrarias a las reglas de la experiencia común».
«[…] es de significar que la resolución recurrida no se limita a tomar en cuenta en
exclusiva el informe de […] practicado en segunda instancia, sino que se aprecia una labor
de conjunto como se demuestra por las alusiones a los dictámenes de otros técnicos. Y tan
42 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

es así que la propia parte recurrente en el cuerpo del motivo que se examina hace referencia
a la valoración que del conjunto de pruebas realiza el Juez a quo para imputarle que contradice
los procesos deductivos lógicos. Es evidente la existencia de una disparidad de opiniones entre los
diversos informes y dictámenes periciales, y ello precisamente explica el criterio adoptado por el juz-
gador de instancia de formar o reforzar la propia convicción sobre la problemática de la cuestión
debatida acordando para mejor proveer una nueva pericia, cuyas conclusiones estima claras y
manifiestas y concordantes con otros informes obrantes en las actuaciones.
Es por todo ello que ni pudieron infringirse los artículos 1244 y 1281 a 1289 del Código
Civil, ni se infringieron los artículos 1243 CC y 632 LEC sobre apreciación de la prueba
pericial».

6. EL PERITO CONTABLE

El perito aparece en el proceso como el experto que debe aportar sus conocimientos
científicos, artísticos o prácticos que permitan al juez una apreciación de los hechos
objeto de aquel.
Jurídicamente, al igual que la prueba, la figura del perito tiene también dos acep-
ciones. Según la primera acepción perito es la persona experta con conocimientos espe-
cializados. Según la segunda acepción perito es la persona llamada en el proceso para
aportar sus conocimientos y experiencias en la práctica de la prueba. Según esta última,
perito es pues el experto encargado por el juez para practicar la prueba.
En cuanto a la circunscripción a la pericial contable, el perito judicial contable es el
experto en contabilidad llamado por el juzgador, por el fiscal, por las partes o por todos
ellos para practicar la prueba pericial contable.
La LEC observa el grado de conocimientos y titularidad que debe poseer el perito
(art. 335).
La LECrim se define sobre los peritos titulares y no titulares (LECrim, art. 457).
Cabe establecer una identificación entre conocimientos técnicos y conocimientos
especializados característicos del que se denomina experto.
La profesionalidad y su ejercicio es, general y sistemáticamente, elemento determi-
nante de la pericia, lo que vincula el título con su profesión. En cuanto a la pericia
contable el experto se identifica, en razón del título, como se ha dicho antes, con el
titulado mercantil, con el economista, con el censor jurado de cuentas. En casos espe-
ciales es requerido el auditor (véase 6.3).
Dentro del Derecho positivo vigente deben diferenciarse con claridad los supuestos
en los que el perito puede ser llamado a actuar. Son los siguientes:
• A instancia de parte. Por las partes interesadas en el litigio.
• De oficio. Por el propio órgano jurisdiccional, juez o juez, que entiende del
litigio, con independencia de la voluntad de las partes.
• En las causas penales; además,
• Por el Ministerio Fiscal, como parte acusadora.
Si importante y trascendente es la intervención del experto a instancia de parte
interesada en el proceso, es evidente que no menos lo es la invocación a este por el
propio juzgador que practicándose de oficio y según criterio del propio juez o tribunal
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 43

lo convierte en eficacísimo auxiliar de la Justicia en el análisis e interpretación de los


hechos objeto del litigio.

6.1. Protección del perito


Las especiales características de la función del perito y la trascendencia de su dictamen
hace que, al igual que el querellante, denunciante o que los testigos, no se halle exento
de riesgos. En el intento de proteger a quienes intervengan en el proceso se pronuncia
el CP penalizando con pena de restricción de libertad, prisión de uno a cuatro años, a
quienes con violencia e intimidación intentaren influir en el denunciante, imputado,
abogado, procurador, perito, intérprete o testigo para que modifique su actuación pro-
cesal, siendo la pena más elevada para quienes hubieran logrado su objetivo (CP, art.
464.1).

6.1.1. Protección del perito en causas criminales


La LOptp. dispone medidas especiales de protección tendentes a evitar situaciones
en que su seguridad pueda verse seriamente comprometida.
Según observa la exposición de motivos de la LOptp., en ocasiones los ciudadanos,
en general, se sienten reticentes a colaborar con la Justicia por temor a sufrir represalias
sobre su persona, familia o bienes.
Idéntica circunstancia alcanza, por extensión a los peritos.
En aras de minimizar, si no eliminar, esta clase de situaciones, la LOptp. confiere a
jueces y tribunales, tras la apreciación racional del grado de riesgo o peligro en que
puedan hallarse peritos y testigos, autorización para la aplicación de determinadas medi-
das.
Para la aplicación de las medidas previstas en dicha Ley, será necesaria apreciación
racional por parte de la autoridad judicial (juez o tribunal) de un peligro grave para
testigos o peritos, en su persona, libertad o bienes; su cónyuge o incluso persona con
quien el testigo o perito se halle ligado por análoga relación de afectividad, sus ascen-
dientes, descendientes o hermanos (LOptp. art. 1).
Apreciada la circunstancia prevista en el párrafo anterior, el juez instructor acordará,
motivadamente, cuando lo estime necesario, de oficio o a instancia de parte y en aten-
ción al grado de riesgo o peligro que corran las personas indicadas, las medidas necesarias
previstas. Estas medidas van desde la ocultación en las diligencias del nombre, apellidos,
domicilio, lugar de trabajo y profesión, así como cualesquiera otros datos que pudieran
servir para la identificación personal, admitiéndose en tales casos la utilización de códigos
o claves, hasta la admisión de la comparecencia a la práctica testifical o pericial utilizando
procedimientos que imposibiliten la identificación del testigo o perito o, incluso, la
utilización a efectos de citaciones y notificaciones como domicilio el de la sede del
órgano judicial (juzgado u órgano jurisdiccional) (LOptp. arts. 1 y 2).
Entra también dentro de las medidas de protección dispuestas, la prohibición de
hacer fotografías o reproducción de la imagen por cualquier procedimiento, sea tipo-
gráfico, cinematográfico, videográfico o de cualquier otro tipo, responsabilizando de
44 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

ello para evitarlo a las fuerzas y cuerpos de seguridad, al ministerio fiscal y a la propia
autoridad judicial (LOptp. art. 3.1).
Los testigos y peritos podrán solicitar ser conducidos a las dependencias judiciales,
al lugar donde hayan de practicarse diligencias o a su domicilio en vehículos oficiales y
durante el tiempo en que permanezcan en dichas dependencias les sea facilitado un local
reservado para su uso exclusivo, convenientemente custodiado (LOptp. art. 3.2).
De persistir los motivos de peligro durante el proceso o incluso finalizado este, podrá
brindarse al testigo o perito protección policial (LOptp. art. 3.2).
La protección puede alcanzar en ocasiones excepcionales el que se facilite a testigos
o peritos documentos de una nueva identidad y medios económicos para cambiar su
residencia o lugar de trabajo (LOptp. art. 3.2).
Recibidas las actuaciones, el órgano judicial competente se pronunciará motivada-
mente sobre la procedencia de mantener, modificar, ampliar o suprimir todas o algunas
de las medidas de protección adoptadas por el juez de instrucción, y si procede adoptar
otras nuevas. (LOptp. art. 4.1) Las medidas adoptadas podrán ser objeto de recurso de
reforma o súplica (LOptp. art. 4.2).
Sin perjuicio de lo dispuesto en la referida ley, si cualquiera de las partes solicitase
motivadamente el conocimiento de la identidad de los peritos propuestos, cuya decla-
ración o informe fuera estimado pertinente, el órgano jurisdiccional que haya de enten-
der de la causa, en el mismo auto que declare la pertinencia de la prueba propuesta,
deberá facilitar el nombre y los apellidos de los peritos, respetando las restantes garantías.
En tal caso, el plazo para la recusación de peritos a que se refiere el artículo 662 de la
LECrim se computará a partir del momento en que se notifique a las partes la identidad
de estos (LOptp. art. 4.3).
Los informes de los peritos que hayan sido objeto de protección durante la fase de
instrucción, solamente podrán tener valor de prueba a efectos de sentencia si son rati-
ficados en el acto del juicio oral (LOptp. art. 4.5).
Los peritos designados en pruebas periciales contables en los casos que supongan las
situaciones de riesgo o peligro previstas podrán ocultar su identificación tanto a la acep-
tación de la designación como en sus dictámenes e informes, utilizando claves o códigos
sustitutivos, pudiendo solicitar las medidas de protección dispuestas por la Ley de refe-
rencia.

6.2. Responsabilidad penal del perito


Los peritos que incurran en falsedad en juicio, faltando maliciosamente a la verdad
en su dictamen, se les impondrán las penas en su mitad superior de las penas previstas
en el CP para los testigos —art. 458— (prisión de seis meses a dos años y multa de tres
a seis meses; prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses en falso testimonio
contra el reo en causa criminal por delito, imponiéndose las penas superiores en grado
si a consecuencia del falso testimonio hubiera recaído sentencia condenatoria. Las mis-
mas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera lugar ante Tribunales Internacio-
nales, en virtud de tratados ratificados por España, o en declaración efectuada en España
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 45

en virtud de comisión rogatoria remitida por órgano jurisdiccional extranjero), todas


ellas impuestas en su mitad superior y, además, con la pena de inhabilitación especial
para la profesión u oficio en virtud de la o del cual hubiera practicado la prueba pericial
contable, empleo o cargo público, por tiempo de seis a doce meses (CP, art. 459).
Cuando el perito, sin faltar sustancialmente a la verdad, la alterare con reticencias,
inexactitudes o silenciando hechos o datos relevantes por él conocidos, será castigado
con la pena de multa de seis a doce meses y suspensión de empleo o cargo público,
profesión u oficio, por tiempo de seis meses a tres años (CP, art. 460).
El CP exime de penalización a quienes habiendo prestado falso testimonio en causa
criminal, se retracte en tiempo y forma, manifestando la verdad para que surta efecto
antes de que se dicte sentencia. No obstante, dispone: si a consecuencia del falso testi-
monio se hubiese producido la privación de libertad, se impondrán las penas corres-
pondientes inferiores en grado (CP, art. 462).
Los peritos deberán tener muy en cuenta de no efectuar determinadas actividades e
intervenciones que en razón de su cargo les son prohibidas y penalizadas a las que se
refiere el art. 439 del CP (CP, arts. 440 en concordancia con at. 439).

6.2.1. El artículo 460 del Código penal


El perito en la emisión de su dictamen debe contraerse exclusivamente a la prueba
señalada por el juzgador, sin añadir ni omitir nada a los puntos en que se basa la prueba
propuesta por las partes, por el propio órgano jurisdiccional (causas civiles y penales) o
por el ministerio fiscal (causas criminales).
No obstante ello, el art. 460 del CP ha venido a modificar sustancialmente la filosofía
de la prueba pericial en general, la pericial contable en particular, al penalizar el hecho
de silenciar hechos o datos relevantes conocidos por el perito como consecuencia de la
pericia realizada. Así pues, según este artículo, el perito tiene la obligación de informar
en el dictamen de cuanta información considere relevante deba ser puesta en conoci-
miento del juzgador.
Según esto, el perito que sin faltar sustancialmente a la verdad, la alterare con reti-
cencias, inexactitudes o silenciando hechos o datos relevantes que le fueran conocidos,
será castigado con la pena de multa de seis a doce meses y, en su caso, de suspensión de
empleo o cargo público, profesión u oficio, de seis meses a tres años (CP art. 460).
Un ejemplo ilustrará la cuestión.
En una prueba pericial contable en un declarativo de menor cuantía, vigente la
LECa y anterior a la vigencia de la LC, interpuesto por la sindicatura de la quiebra de
una empresa constructora contra la propia sociedad quebrada y contra la sociedad matriz
de aquella, también constructora, el perito, como consecuencia de las revisiones de
documentaciones y libros realizadas, advirtió la existencia de dos certificaciones de obras
emitidas por una diputación provincial, anticipadas por una entidad bancaria durante el
tiempo en que la diputación había aplazado el pago. Siguiendo la misma operativa de
otras operaciones anteriores realizadas con la misma diputación provincial, el Banco U.,
al recibir la transferencia dispuesta por la diputación en pago de las certificaciones anti-
46 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

cipadas, se hizo cobro de las cantidades anticipadas con el importe de la transferencia


recibida, según tenía convenido con la sociedad constructora. Sin embargo, en aquella
ocasión, entre la fecha en que el Banco U. había anticipado el importe de las dos cer-
tificaciones de obras y la de la recepción de la transferencia de la diputación se había
producido la quiebra de la constructora. Esta circunstancia había pasado desapercibida
por la sindicatura de la quiebra de la sociedad demandada. Debe tenerse en cuenta que
a los anticipos efectuados por entidades de crédito sobre certificaciones de obras emitidas
por entidades públicas, corporaciones y empresas no les alcanzaba, en las quiebras, la
exclusión de los efectos de la retroacción reconocida por las sentencias de 20 de mayo
de 1975, 10 de marzo y 15 de octubre de 1976 y 12 de noviembre de 1977 que estimaban
que no se hallaban dentro de los supuestos típicos del artículo 878.2 del CCom, y que
solo alcanzaba al descuento de letras. El perito, al advertir el cobro por parte de la entidad
bancaria de unas cantidades que según la legislación entonces vigente sobre quiebras
debían ser entregadas a la sindicatura para su anexión a la masa de la quiebra, aun cuando
el hecho se hallaba fuera de los extremos de la prueba encomendada, para evitar res-
ponsabilidades, lo puso en conocimiento del juzgado informando de ello en su dictamen
(véase Casos. Caso 3).
En los casos en que el perito advierta hechos que pudieran ser calificados de delic-
tivos (véase 3.4.), está en la obligación de informar de tal circunstancia en el dictamen
o informe que emita.

6.3. La intervención el auditor en el ámbito de las jurisdicciones civil,


penal, contencioso-administrativa y laboral
La introducción del auditor en el proceso en cualquier jurisdicción es procedente
para la práctica de una auditoría definida en la forma en que lo hacen la LAC y el RAC.
No obstante, el auditor puede ser también llamado por las partes o por el órgano juris-
diccional a su solicitud para la práctica de prueba pericial contable pero en tal caso el
dictamen o informe que emita no procederá ser calificado de informe de auditoría.
Con objeto de eliminar las dudas que pudieran plantearse sobre la función específica
del auditor y respecto a lo que es y a lo que debe entenderse por auditoría, a continuación
se deja expuesto lo que sobre ello dispone el RAC:
Se entiende por auditoría de cuentas la actividad consistente en la revisión y veri-
ficación de las cuentas anuales, así como de otros estados financieros o documentos
contables, elaborados con arreglo al marco normativo de información financiera que
resulte de aplica4ción, siempre que dicha actividad tenga por objeto la emisión de un
informe sobre la fiabilidad de dichos documentos que pueda tener efectos frente a ter-
ceros (LAC art. 1.2, RAC art. 1).
El RAC contempla dos modalidades de auditoría: auditoría de cuentas anuales y
auditoría de otros estados financieros o documentos contables (RAC art. 2.1). Enten-
diéndose por otros estados financieros o documentos contables los elaborados con arre-
glo a los principios y normas contenidos en el marco normativo de información finan-
ciera aplicable. Quedan incluidos en este contexto normativo los estados o documentos
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 47

contables integrantes de las cuentas anuales que se elaboren separadamente o incluso


elaboradas en su conjunto pero referidas a un período inferior al ejercicio, social (RAC
art. 2.2).
No se consideran comprendidos en ninguna de las modalidades de auditoría de
cuentas antes referidas los trabajos realizados sobre cuentas anuales, estados financieros
o documentos contables consistentes en la comprobación específica de hechos concre-
tos, en la emisión de certificaciones o en la revisión y aplicación de procedimientos con
un alcance limitado inferior al exigido por la normativa reguladora de la auditoría de
cuentas para poder emitir una opinión técnica de auditoría de cuentas. Dichos trabajos
e informes no tendrán la consideración de auditoría de cuentas regulada por este Regla-
mento (RAC art. 3.1).
Los trabajos que sin tener la consideración de auditoría de cuentas estén atribuidos
por disposiciones legales a auditores inscritos en el ROAC se sujetarán a lo dispuesto
en la disposición legal de que se traten en las guías que en su caso aprueben conjunta-
mente por las corporaciones de derecho público representativas de auditores y, en su
defecto, los usos y a la práctica habitual de tales trabajos. Las Secciones 6.ª y 7.ª del RAC
contempla la normativa reguladora de la actividad de la auditoría de cuentas (RAC, arts.
16 a 20).
El ICAC no dispone de ninguna norma técnica relativa a la prueba pericial contable.
El ICJCE sí dispone de una Guía, la «Guía de actuación 26 para la realización de dic-
támenes periciales en el ámbito judicial», de abril de 2009 (revisada en febrero y julio
2011 con las modificaciones que introdujo en la LAC por la L. 12/2010).
Los informes emitidos por auditores de cuentas sobre trabajos no comprendidos en
las dos modalidades de auditoría (RAC art. 2) no podrán identificarse como informes
de auditoría de cuentas, ni su redacción o presentación podrán generar confusión res-
pecto a su naturaleza como trabajos de auditoría de cuentas realizados conforme a la
normativa reguladora de la actividad de auditoría definida en el art. 6 de la LEC.
En resumen, los dictámenes e informes periciales encargados al auditor de cuentas
por las partes o por el órgano jurisdiccional a petición de parte o de oficio no son
informes de auditoría de cuentas y solo cuando el encargo sea precisamente de auditoría
tendrán tal consideración.

6.4. Honorarios de peritos


La casuística relativa a los honorarios de peritos y su cobro es tan amplia y compleja
que únicamente es posible dar aquí unas breves referencias. Una exposición todo lo
extensa que la materia requeriría sería superar los límites que sobre ella conviene a la
presente obra, remitiendo en todo caso al lector a otro libro del autor: «Los honorarios
de los peritos judiciales. Vías legales para su cobro»3.

3. José C. BALAGUÉ DOMÉNECH, Los honorarios de los peritos judiciales, vías legales para su cobro,
Bosch, 2.ª ed., Barcelona, 2007.
48 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Véase asimismo el Documento n.o 10, Guía para el cobro de Honorarios de Economistas
en funciones de Perito judicial, también del autor4.

6.4.1. El devengo de honorarios de pruebas periciales en los procedimientos civiles,


contencioso-administrativos y laborales
La LEC vino a romper con el silencio de la LECa en materia tan importante para
los peritos cual es el cobro de los honorarios. En tal sentido la LEC dispone que el
dictamen pericial emitido por perito designado por el órgano jurisdiccional a solicitud
de una cualquiera de las partes será a costa de la parte que lo hubiera solicitado (LEC,
arts. 339.2, modificado por la Linoj., art. 15.161 y LEC, art. 43).
Por su parte, la LECrim prevé el derecho de los peritos nombrados por orden judicial
en la jurisdicción criminal a la percepción y, en su caso, a la reclamación de honorarios
por el informe pericial (LECrim, art. 465).
Ni la LJCA ni el LRJS disponen nada respecto a los honorarios de los peritos, por
lo que procede aplicar las disposiciones de la LCE por su carácter supletorio (véase 7).
Los Consejos Superior y General de Colegios de Titulados Mercantiles y Empre-
sariales y de Economistas, respectivamente, y el Instituto de Censores Jurados de Cuen-
tas de España, tienen dispuestas y publicadas tarifas de honorarios profesionales para las
intervenciones judiciales de los titulados mercantiles, economistas y censores, respecti-
vamente.
El Consejo Superior de Colegios Oficiales de Titulados Mercantiles y Empresariales,
en la tarifa de honorarios para los colegiados, aprobada en 19 de diciembre de 2000,
recoge, bajo el título de actuaciones forenses (Título VI, capítulo XVIII), las siguientes
actuaciones ante los órganos judiciales, a partir de un tarifa fija:
• Aceptación de cargos en el juzgado.
• Dictamen escrito o su ampliación.
• Ratificación del dictamen.
• Escrito dirigido al juzgado o juez.
• Redacción de laudo en amigable composición.
• Informe verbal ante el juzgado o juez.
• Actuación como perito.
Las actuaciones como perito judicial tienen fijados unos honorarios en razón de un
porcentual sobre la cuantía del pleito.
Parecida estructura tienen las tarifas del Consejo General de Economistas y del
Col·legi d'Economistes de Catalunya.
Desde el 1 de enero de 2006, el Instituto de Censores jurados de cuentas de España
tiene publicada una guía de honorarios profesionales recomendados, que vino a sustituir
las tarifas generales de honorarios mínimos profesionales del año 2001. En el capítulo

4. José C. BALAGUÉ DOMÉNECH, Documento n.o 10, Guía para el cobro de Honorarios de Eco-
nomistas en funciones de Perito judicial. Consejo General de Colegios de Economistas de España – REFOR,
Economistas forenses.
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 49

IV, «Actuaciones en el ámbito», hace una referencia a las actuaciones de los miembros
del Instituto en pruebas periciales. Aunque la guía no lo dice explícitamente, de forma
implícita se entiende habrán de aplicarse para la facturación de las pruebas periciales
contables realizadas por auditores.
La Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación de diversas leyes para su
adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio (BOE
de 23 de diciembre de 2009), en su art. 5, modificó la Ley 2/1974, de 13 de febrero,
sobre colegios profesionales, disponiendo la prohibición de recomendaciones sobre
honorarios por parte de los colegios profesionales, prohibiendo de forma expresa el
establecimiento de baremos orientativos y recomendaciones, directrices, normas o reglas
sobre honorarios profesionales.
Como excepción a esta norma y para evitar dejar a los jueces y tribunales de Justicia
sin referencias a la hora de dictaminar sobre las costas que incluyan honorarios de peritos
judiciales, y en los casos de impugnación de honorarios de peritos por excesivos, la
disposición adicional cuarta de la referida L. 25/2009 dispone que los colegios podrán
establecer criterios orientativos sobre honorarios profesionales a los exclusivos efectos
de la tasación de costas, de la jura de cuentas de los abogados y para el cálculo de hono-
rarios y derechos que corresponden a los efectos de tasación de costas en asistencia
jurídica gratuita.

6.4.1.1. Provisiones de fondos


La LEC dispone que, efectuado el nombramiento de perito o peritos por el órgano
jurisdiccional a solicitud de una de las partes o de ambas, podrá el perito o peritos
designados dentro de los 3 días siguientes a su nombramiento solicitar provisión de
fondos suficiente a cuenta de los honorarios totales que habrá de facturar finalizada la
prueba o pruebas.
El perito no debe solicitar provisión de fondos por la totalidad de los honorarios
previstos, ya que esto no es lo que dispone la LEC. La provisión de fondos, según la
LEC, debe ser siempre a cuenta de los honorarios totales.
Dispone La LEC que el Letrado de la Administración de Justicia5 decidirá mediante
decreto sobre la provisión de fondos solicitada, ordenando seguidamente a la parte o
partes que hubiesen propuesto la prueba pericial contable y no tuvieran derecho a la

5. Con la entrada en vigor de LOPJ 7/2015, de 21 de julio, por la que se modificó la LOPJ 6/1985,
de 1 de julio, los Secretarios judiciales pasaron a denominarse Letrados de la Administración de Justicia. La
Disposición adicional primera dispone que todas las referencias que se contengan en ésta y demás normas
jurídicas a Secretarios Judiciales y Secretarios sustitutos, deberán entenderse hechas, respectivamente, a
Letrados de la Administración de Justicia y Letrados de la Administración de Justicia suplentes. Lo más
conveniente hubiese sido modificar la denominación de Secretarios Judiciales por Letrados de la Admi-
nistración de Justicia en todos los textos legales, lo que hubiera sido un trabajo Ímprobo, por lo que el
legislador optó por aquella solución. En el texto de la LEC en la Legislación consolidada del BOE ya aparece
el cambio de Secretario judicial por el de Letrado de la Administración de Justicia. Análogamente, en el
libro se ha modificado las referencias a los secretarios judiciales por la de Letrados de la Administración de
Justicia.
50 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

asistencia jurídica gratuita que procedan a abonar la cantidad fijada en concepto de


provisión de fondos, ingresándola en la cuenta de depósitos y consignaciones (cuenta
bancaria) del correspondiente juzgado, dándoles un plazo de 5 días para proceder al
ingreso (LEC, art. 342.3 párr. 1, modificado por la Linoj., art. 15,162).
Transcurrido el plazo señalado para el ingreso de la provisión de fondos sin haber
sido ingresada, el perito quedará eximido de emitir el dictamen correspondiente a la
prueba solicitada. En tales casos no podrá procederse a una nueva designación de perito
(LEC, art. 342.3 párr. 2).
Si el perito hubiera sido designado de común acuerdo por las partes litigantes y una
de ellas no hubiera realizado el ingreso de la parte de provisión de fondos que le corres-
ponde, el Letrado de la Administración de Justicia ofrecerá a la parte que sí la hubiera
ingresado la posibilidad de completar el importe de la provisión de fondos de la parte
que no la hubiese ingresado o de recuperar el importe depositado, en cuyo caso no se
realizará la prueba (LEC, art. 342.3 párr. 3, modificado por la Linoj., art. 15,162).
El último caso se corresponde con proposición de prueba pericial contable de ambas
partes litigantes, con lo que el importe de los honorarios deberá ir a cuenta de ambas.
Cuando ambas partes proponen prueba pericial distinta y, dadas las características de la
pericia, solicitan cada una la designación de un perito diferente de distinta especialidad,
no alcanza el caso que la ley contempla, ya que cada parte habrá de correr con la pro-
visión de fondos del perito designado a su interés, hallándose, de no pagar, en el caso
anterior
Efectuado el ingreso de la provisión de fondos por la parte o partes proponentes de
la prueba en la cuenta de depósitos y consignaciones, el juzgado lo comunicará al perito
y extenderá mandamiento de pago a su nombre que le entregará para que proceda al
cobro de la provisión de fondos en la entidad bancaria dispuesta por el juzgado. El perito
podrá solicitar al juzgado que en vez de extender mandamiento de pago, se le haga el
pago por transferencia bancaria, a lo que el juzgado no suele poner impedimento.
Las disposiciones del art. 342.3 suponen un alivio para los peritos en lo que respecta
a la provisión de fondos a cuenta de honorarios y gastos; no obstante la medida encierra
ciertos inconvenientes; son los siguientes: en primer lugar el término de 3 días para
solicitar la provisión de fondos debe reconocerse es muy corto, teniendo en cuenta que
toda estimación objetiva de honorarios y gastos precisa de un previo examen por parte
del perito de las documentaciones y libros que habrán de ser objeto de verificación a
fin de conocer el tiempo y trabajo que la intervención habrá de comportar, sin lo cual
cualquier estimación de honorarios no pasará de ser un tanto arbitraria. Una tal actuación
previa precisa en cualquier caso concertar entrevistas previas con las partes, personas
físicas o sociedades, muchas veces domiciliadas fuera de la localidad del domicilio del
perito, resultando imposible preparar un presupuesto ajustado en el término de los 3
días.
De otra parte, la solicitud de provisión de fondos a través del juzgado en la forma
dispuesta por el art. 342.3 está sujeta a la aprobación previa del Letrado de la Adminis-
tración de Justicia, ya que así se desprende directamente del texto del artículo sobre que
el Letrado de la Administración de Justicia decidirá sobre la provisión solicitada, lo que
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 51

puede dar lugar a que «recorte» la provisión y, de conformidad o no con el perito, solicite
menor cantidad a la parte o partes que hayan de pagarla. La reducción de la provisión
de fondos solicitada por el perito por parte del letrado de la administración de justicia
puede ser impugnada por el perito mediante recurso de reposición ante el referido
letrado. Esto la LEC no lo dice pero se entiende que el perito está en libertad de
impugnar si está en desacuerdo con la decisión del letrado de la administración de jus-
ticia.
Otra cuestión es la posibilidad de impugnación de la provisión de fondos por alguna
de las partes obligadas al pago, circunstancia que entra dentro de las llamadas tácticas
dilatorias del procedimiento. Por ello conviene que el perito sea moderado en la can-
tidad a solicitar de provisión de fondos ya que cuanto mayor sea mayores son las pro-
babilidades de que la impugne. Mejor es cobrar una provisión de fondos modesta y
luego concluida la prueba y emitido el dictamen deducir la provisión de fondos
Una solución alternativa sería negociar con el abogado o abogados de las partes que
hayan solicitado la pericia y convenir directamente con él o ellos el pago de los hono-
rarios y gastos, renunciando a la opción de solicitar la provisión de fondos por vía judi-
cial. Esta solución tiene el riesgo de que de no llegar a un acuerdo con el o los abogados,
el perito no va a tener ya oportunidad de solicitar la provisión de fondos al juzgado por
el art. 342.3, por lo que no se recomienda.
En cualquier caso, valorando la aportación de la LEC a los procedimientos de cobro
de minutas de peritos, puede afirmarse que, a pesar de los referidos inconvenientes,
puede considerarse muy positiva.

6.4.1.1.1. Circunstancia exclusiva para los auditores de cuentas


Subsidiariamente, el art. 40.2 49.1 del CCom da una solución a la cuestión de la
provisión de fondos en las actuaciones de auditoría de cuentas a requerimiento del
letrado de la Administración de Justicia del Registrador mercantil, disponiendo que el
letrado de la administración de justicia exigirá al solicitante avance los fondos necesarios
para la retribución del auditor que no es otra cosa que la provisión de fondos.
Según esto, en los casos en que la actuación del auditor sea de una auditoría anual
de cuentas definida por el RAC (RAC art. 2), en la que cabe incluir las auditorías
plurianuales siempre que se hallen referidas a ejercicios completos, es de aplicación plena
el referido artículo 40.1.del CCom a efectos de petición al juzgado de provisión de
fondos, con lo que el letrado de la administración de justicia, habrá de resolver, en todo
caso, favorablemente a la petición formulada por el auditor.
Con las disposiciones de la LEC sobre solicitud de provisión de fondos por los
auditores queda doblemente reforzada en cuanto a su derecho a solicitar provisión de
fondos con antelación a la práctica de la prueba, ya que puede optar entre solicitar la
provisión de fondos vía el art. 342.3 de la LEC, sujeto al término de los 3 días, o por el
art. 40.2 del CCom, sin sujeción a término.
52 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

6.4.2. Inclusión de la minuta de honorarios en la tasación de costas


Dictada sentencia definitiva, sea por el juzgado de instancia, por la audiencia o el
Tribunal Supremo, cuando la sentencia adquiera firmeza La LEC faculta al perito para
que aporte la factura o minuta de honorarios y gastos suplidos al juzgado a fin de que
sea incluida en la tasación de costas, cuando no le haya sido abonada por la parte o partes
proponentes de la prueba que habrá de serle hecha efectiva por la parte condenada en
costas o, en otro caso, cuando sea ejecutoria, para su exacción por la vía de apremio.
El perito no requiere de la intervención de procurador para presentar la minuta de
honorarios y gastos suplidos en el expediente.
Pueden ser objeto de facturación todos aquellos conceptos que no sean inútiles,
superfluos o no autorizados por la Ley. Aparte de los honorarios del perito, actuando
en virtud de su título profesional, entran dentro de los autorizados por la Ley (LEC, art.
243.2) los gastos suplidos por cuenta la parte solicitante de la prueba.
El Letrado de la Administración de Justicia podrá reducir los honorarios de los peri-
tos cuando excedan del límite dispuesto en el at. 394.3 de la LEC (LEC, art. 243.2,
modificado por la Linoj., art. 15,138) (véase 6.4.3).

6.4.3. Impugnación de honorarios


Los honorarios de peritos podrán ser impugnados por excesivos, previo dictamen
del colegio profesional al que pertenezcan, colegio de economistas o de titulados mer-
cantiles, o, en el caso de los censores, de la correspondiente Agrupación territorial del
ICJCE o Colegios inscritos en ese Instituto (LEC, art. 246.2; LECrim, art. 244).

6.4.4. Condena en costas que incluyan honorarios de peritos


Las costas en primera instancia en causas civiles son siempre a cargo de la parte
vencida en el pleito, salvo que el juez, teniendo en cuenta circunstancias excepcionales,
decida no imponérselas (LEC, art. 394.1).
Cuando la estimación o desestimación fueran parciales, el juez dispondrá que cada
parte corra con la parte de costas causadas a su instancia y las comunes por mitad (LEC,
art. 394.2).
En caso de allanamiento del demandado al inicio del proceso, no procede la impo-
sición de costas, salvo apreciación en aquel de mala fe (LEC, art. 395).
Cuando las costas se imponen al litigante o litigantes vencidos en el pleito, estos solo
vendrán obligados a pagar en concepto de honorarios de abogados, peritos y demás
profesionales no sometidos a aranceles, una cantidad total que no exceda de un tercio
de la cuantía del pleito por cada uno de los litigantes que hubieran obtenido tal pro-
nunciamiento (LEC, art. 394.3). A estos efectos, las pretensiones inestimables se valo-
rarán en 18.000 euros, salvo que, en razón de la complejidad del asunto, el juez disponga
otra cosa (cuantía expresada en los términos del RD 1417/2001, de 17 de diciembre,
anexos).
La prueba pericial contable y de índole económico-financiera. Conceptos comunes ... 53

Esto último es importante, ya que, en el caso de impugnación de honorarios, puede


limitar el importe total de los acreditados por abogados y peritos a un tercio de la cuantía
del pleito.

6.4.5. Condena en costas pronunciada por tribunales españoles a litigantes extranjeros


vencidos en un pleito en España
Regulada por el Convenio de La Haya de 17 de abril de 1957, artículo 18 y 19,
sobre procedimiento civil, ratificada por Instrumento de 28 de junio de 1961. En esta
normativa deberá ampararse el perito en el caso de reclamación de honorarios frente a
extranjeros litigantes en España y a quienes corresponda pagar las costas del proceso,
cuando en ellas se hubieran incluido los honorarios de la prueba pericial contable rea-
lizada por su cuenta.

7. CARÁCTER SUPLETORIO DE LA LEC


Dispone la LEC que en defecto de disposiciones reguladoras de los procesos penales,
contencioso-administrativos, laborales y militares, los preceptos de la LEC serán de
aplicación a todos ellos (LEC, art. 4). Según ello las disposiciones específicas sobre la
prueba en general, la prueba pericial contable en particular, constantes en las leyes regu-
ladoras de las referidas jurisdicciones, prevalecerán sobre las de esta última. En todos los
demás casos serán de aplicación las disposiciones de la LEC que no se opongan a aquellas
otras.
CAPÍTULO 2

La prueba pericial contable y económico-financiera en la


jurisdicción civil

Según la exposición de motivos de la LEC, pretende adaptar la tutela judicial efectiva


a las necesidades del nuevo siglo XXI con criterios de máxima eficacia.

1. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN LOS PROCESOS DECLARATIVOS ORDINARIOS

Según la exposición de motivos de la LEC (XI), la normativa concerniente a la


prueba en general ha sido incluida en las disposiciones generales de los procedimientos
declarativos, considerando más acertada hacerlo en ese lugar que dentro de las normas
que articulan los dos únicos procedimientos.
La LEC determina el objeto de la prueba, la normativa relativa a la iniciativa de la
actividad probatoria y sobre su admisibilidad e inadmisibilidad en razón a criterios de
pertinencia o impertinencia, utilidad y licitud, criterios de los que la LECa adolecía.
Los medios de prueba, así como la prueba de presunciones, experimentan en la LEC
cambios importantes con la apertura al reconocimiento como medios los instrumentos
existentes en el actual siglo XXI con el fin de poder alcanzar los necesarios juicios de
certeza sobre todo lo alegado por las partes, actualizando, de otra parte, la práctica de la
prueba con los medios considerados tradicionales.
Una de las innovaciones más significativas es la consideración de pruebas periciales,
los dictámenes de peritos aportados por las partes en los escritos de demanda y de su
contestación, considerados meros documentos privados en la LECa.
Respecto a las derogaciones, la LEC deroga la LECa de 3 de febrero de 1881,
exceptuando un buen número de artículos que la disposición derogatoria enumera.
Deroga asimismo determinados artículos del CC, según reconoce con pretensión de
unicidad de las normas procesales, entre ellos los arts. 1242 y 1243 relativos a la prueba
de peritos. Deroga también otras muchas disposiciones legales de diversas leyes, para el
conocimiento de todas ellas, por salirse del contexto del presente libro, no cabe más que
remitirse a la referida disposición derogatoria.
56 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.1. Clases de procesos declarativos


La LEC, al igual que hacía la LECa, califica de juicios declarativos a aquellos que
sirven para ventilar y decidir toda contienda judicial entre partes que no tengan señalada
tramitación especial (art. 248.1).
La LEC prevé dos clases de procesos declarativos (art. 248.2):
• Juicio ordinario.
• Juicio verbal.
Disponiendo que las normas para la determinación de la clase de juicio en razón a
su cuantía solo serán de aplicación en defecto de normas de determinación según la
materia del litigio (art. 248.3).
Ambos modelos de proceso están fundamentados en los principios de concentración
—de la prueba—, inmediatez —intervención activa del juez en todas las fases del pro-
ceso— y oralidad —juicio oral— frente al principio de escritura, rompiendo con ello
con la tradición del proceso escrito en el procedimiento civil español1, igualándolos a
los procesos penal y laboral, lo que le ha valido las críticas de un sector de la abogacía
cuyo diseño no considera idóneo para el proceso del siglo XXI.
La LEC hace una enumeración exhaustiva de las materias que habrán de ser objeto
de uno u otro juicio; son las siguientes:

1.1.1. El juicio ordinario


Se decidirá en juicio ordinario, cualquiera que sea la cuantía (LEC, art. 249):
• Litigios sobre derechos honoríficos de la persona.
• Pretensiones relativas a la tutela del derecho al honor, intimidad y a la propia
imagen, así como cualquier otro derecho fundamental salvo el de rectificación.
En esta clase de procedimientos será siempre parte el Ministerio fiscal. Su tra-
mitación tendrá siempre el carácter de preferente.
• Demandas sobre impugnación de acuerdos sociales adoptados por las juntas o
asambleas generales o especiales de socios o de obligacionistas o por órganos
colegiados de administración de entidades mercantiles.
• Demandas en materia de competencia desleal, propiedad industrial e intelectual
y publicidad, cuando no se planteen sobre reclamaciones de cantidad, en cuyo
caso se tramitarán por el procedimiento que corresponda en razón a la cuantía
reclamada (ampliado por L. 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Compe-
tencia, d.a. segunda, número tres).
• Demandas sobre cuestiones contractuales, en los casos previstos en las legisla-
ciones sobre la materia.

1. V. MORENO CATENA, Prólogo a la Ley de Enjuiciamiento Civil, Tecnos, 1/2000.


La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 57

Demandas sobre cuestiones de arrendamientos urbanos o rústicos de bienes


inmuebles, salvo los procedimientos de desahucio por falta de pago o por extin-
ción de la relación arrendaticia.
• Demandas relativas a acciones de retracto.
• Demandas sobre el ejercicio de acciones otorgadas a las juntas de propietarios,
además de por la Ley de Propiedad horizontal, cuando no se planteen sobre
reclamaciones de cantidad, en cuyo caso se tramitarán por el procedimiento que
corresponda en razón a la cuantía reclamada.
• Se decidirán también en juicio ordinario las demandas cuya cuantía exceda de
seis mil euros y aquellas cuyo interés económico resulte imposible de calcular o
de determinar incluso de modo relativo (LEC, art. 249.2, modificado por la
Linoj., art. 15,143).
El juicio ordinario, en el que es obligada la representación procesal por medio de
procurador legalmente habilitado y la defensa técnica por letrado, se inicia con la
demanda por la parte actora o demandante, seguida de su contestación por la parte
demandada, sin o con reconvención2 por parte de esta última, ambas por escrito, con
lo que comienza la fase de alegaciones que concluye con la audiencia previa al juicio, a
la que es obligada la presencia de las partes, sin la cual se sobreseerá el proceso orde-
nándose el archivo de las actuaciones. La audiencia previa al juicio tiene por objeto el
intento de conciliación de las partes y en la que no se descarta la negociación transac-
cional intraprocesal, que exige poder especial del procurador en el caso de la no com-
parecencia de los litigantes personalmente; subsanar defectos procesales que pudieran
impedir llegar a la fase de sentencia; determinar el objeto del proceso y, finalmente, la
proposición de prueba por las partes y su admisión por el órgano jurisdiccional. En la
audiencia previa se señala la fecha para el juicio en el que se presentará toda la prueba
que hubiera sido admitida en aquella, formulándose las conclusiones y finalizando con
la sentencia3.

1.1.1.1. Estructura del juicio ordinario. Fases


Es la siguiente:
ESQUEMA
FASE DE ALEGACIONES
• Demanda interpuesta por la demandante (LEC, art. 399)
– Identificación del actor y demandado (remisión al art. 155 LEC)
– Exposición de los hechos
▪ Ordenación en la exposición necesaria

2. Reconvención. Demanda que formula el demandado contra el actor en el escrito de contestación


a la demanda en el mismo pleito interpuesto contra aquel.
3. F. J. BARBANCHO TOBILLAS, Ley de Enjuiciamiento Civil concordada y anotada, Atelier, Bar-
celona, 2000.
58 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

▪ Aportación de documentos y medios


▪ Aportación de dictámenes periciales e informes de expertos
▪ Valoración de los hechos —opcional—
– Fundamentos de Derecho
▪ Alegaciones sobre capacidad de las partes
▪ Representación de las partes o procurador
▪ Jurisdicción
▪ Competencia
▪ Clase de juicio
– Petición. Pretensiones
▪ Claridad necesaria
▪ Ordenación de las peticiones principales
▪ Ordenación de las peticiones subsidiarias
– Postulación
▪ Identificación abogado y procurador
– Posibilidad de ampliación de la demanda —opcional— antes de la con-
testación
• Admisión de la demanda por el Letrado de la Administración de Justicia con la
que se inicia la litispendencia4 (LEC, art. 404)
– Emplazamiento demandado. Plazo 20 días
– Excepción
▪ Inadmisión de la demanda (LEC, art. 403)
• Contestación a la demanda por la demandada. Plazo de 20 días (LEC, art. 405.
Remisión art. 399)
– Allanamiento total o parcial —opcional— (LEC, art. 21)
– Oposición a la acumulación de acciones por la demandada (LEC, art. 402.
Remisión art. 71)
– Negación de los hechos (silencio puede suponer admisión tácita)
– Alegación excepciones procesales
• Reconvención —opcional— (LEC, art. 406)
– Admisión por órgano jurisdiccional
▪ Sujeta a determinados requisitos
– Traslado a la parte actora reconvenida. Plazo de 20 días (LEC, art. 407)
– Traslado a terceros litisconsortes (LEC, art. 407)

4. Litispendencia. Situación jurídico-procesal de pendencia en un proceso y conjunto de efectos


jurídicos que se producen una vez establecida. Supone la imposibilidad legal de tramitar otro procedimiento
entre los mismos sujetos y con el mismo objeto del que está pendiente (Diccionario Trivium de Derecho y
Economía, Trivium).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 59

– Aducción de excepción por compensación y nulidad de negocio jurídico


(LEC, art. 408)
FASE DE COMPARECENCIA
• Audiencia previa al juicio (LEC, art. 414)
– Convocatoria: 3 días después de la FASE DE ALEGACIONES
– Objeto:
▪ Intento de acuerdo o transacción
Desistimiento del proceso.
Solicitud de homologación de acuerdos
▪ Examen de cuestiones procesales (LEC, art. 414.3 y 416)
Falta de capacidad de los litigantes o representantes
Cosa juzgada o litispendencia
Falta de litisconsorcio5
Inadecuación del procedimiento
Defecto legal en el escrito de demanda y/o la reconvención
Exclusión:
Cuestiones relativas a jurisdicción y competencia
▪ Admisión acumulación de acciones (LEC, art. 419)
▪ Alegaciones complementarias —opcional— (LEC, art. 426)
▪ Determinación del objeto del proceso y hechos (LEC, art. 428)
▪ Proposición y admisión de la prueba (LEC, art. 429)
▪ Pronunciamiento sobre medios de prueba aportados hasta la audiencia
previa
– Celebración. Plazo de 20 días desde la convocatoria (LEC, art. 414.1)
– Postulación
▪ Asistencia de abogado obligatoria (LEC art. 414.2)
– Auto de sobreseimiento (LEC, art. 414.3)
▪ Falta de asistencia de las partes
▪ Falta de asistencia del demandante (asistencia solo del demandado)
Excepción
Pretensión de continuación por parte del demandado
▪ Falta de asistencia del abogado del actor
Excepción
Pretensión de continuación por parte del demandado

5. Litisconsorcio. Pluralidad de litigantes.


60 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

FASE DEL JUICIO


• Objeto (LEC, art. 431)
– Práctica de la prueba admitida en la FASE DE AUDIENCIA
• Desarrollo (LEC, art. 433)
– Práctica de la prueba
– Formulación oral de conclusiones sobre hechos controvertidos
• Diligencias finales. Fase previa a la sentencia (LEC, art. 431)
– Plazo de 20 días para la práctica (LEC, art. 436)
– Práctica de nuevas pruebas. Auto de acuerdo (LEC art. 435.2)
▪ A instancia de parte
▪ De oficio
• Escrito resumen de las partes. Plazo de 5 días (LEC, art. 436)
FASE DECISORIA
• Sentencia
– No hay diligencias finales. Plazo: 20 días desde finalización del juicio
(LEC, art. 434)
– Hay diligencias finales. Plazo: 20 días desde escrito resumen de las partes
(LEC, art. 436)
• Recursos
– Apelación

1.1.2. El juicio verbal


Se decidirán en juicio verbal, cualquiera que sea la cuantía, las siguientes demandas
(LEC, art. 250.1):
• Reclamación de cantidades por impago de rentas y cantidades debidas por
arrendatario y recuperación de la posesión de finca (L. 19/2009, de 23 de
noviembre, de medidas de fomento y agilización procesal del alquiler y de la
eficiencia energética de los edificios, art. 2.8).
• Recuperación de la plena posesión de finca rústica o urbana, cedidas en precario
por el propietario, usufructuario o cualquier otra persona con derecho a su
posesión.
• Solicitud de la posesión de herencias.
• Tutela de la tenencia o posesión de bienes o derechos por quien haya sido des-
pojado de ellos o perturbado en su disfrute.
• Solicitud de suspensión de obra nueva.
• Solicitud de demolición o derribo de árbol, obra u otras construcciones en
estado de ruina, con peligro de causar daños.
• Demandas en cumplimiento de la efectividad de derechos reales inscritos en el
Registro de la propiedad, instadas por los titulares de tales derechos, frente a
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 61

quienes se opongan a ellos o perturben su ejercicio, sin título inscrito que legi-
time la oposición o perturbación.
• Solicitud de alimentos debidos por disposición legal u otro título.
• Solicitud de acción de rectificación de hechos inexactos y perjudiciales.
• Solicitud de sentencia condenatoria por incumplimiento por el comprador de
sus obligaciones en contratos inscritos en el Registro de venta a plazos de bienes
muebles.
• Incumplimiento de contratos de arrendamiento financiero, de arrendamiento
de bienes o contrato de venta a plazos con reserva de dominio inscritos en el
Registro de ventas a plazo de bienes muebles (L. 19/2009, de 23 de noviembre,
de medidas de fomento y agilización procesal del alquiler y de la eficiencia
energética de los edificios, art. 2.8).
• Ejercicio de la acción de cesación en defensa de intereses colectivos y difusos
de consumidores y usuarios (L. 39/2002, de 28 de octubre, art. 1.7).
• Demandas que pretendan la efectividad de los derechos reconocidos por el art.
160 del CC (L. 13/2009, art. 15,144).
• Se decidirán también en juicio verbal las demandas cuya cuantía no exceda de
6.000 euros y no se hallen referidas a ninguna de las cuestiones previstas en el
apartado 1 del artículo 249 (LEC, art. 250.2, introducido por L. 13/2009, art.
15,144).
El juicio verbal, al igual que el ordinario, se inicia con la demanda escrita (la LEC
obliga a que sea sucinta), que de ser admitida se da traslado a la parte demandada, citán-
dose a las partes a la vista que habrá de celebrarse en un plazo no inferior a 10 días ni
superior a 20, en la que la parte actora expondrá los hechos en que fundamenta la
demanda o, alternativamente, se ratificará en el contenido de aquella y a la que la parte
demandada formulará las alegaciones que convengan a sus intereses en contra de las
pretensiones de la actora.
En la vista, el juzgador oirá a las partes para la oportuna fijación de los hechos.
Ante la disconformidad de los hechos expuestos, ambas partes propondrán las prue-
bas de que intenten valerse para amparar sus pretensiones.
El juzgador, oídas las manifestaciones de las partes y sus propuestas de pruebas,
admitirá las que considere pertinentes y útiles y rechazará las que considere imperti-
nentes.
Concluida la vista, la sentencia del juez dará fin al proceso.

1.1.2.1. Estructura del juicio verbal. Fases


La estructura del juicio verbal es la siguiente:
ESQUEMA
• Demanda (sucinta) (LEC, art. 437)
• Admisión de la demanda por el Letrado de la Administración de Justicia o por
el Juez (LEC, art. 438)
62 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• Contestación a la demanda (LEC art. 438)


– Excepción:
▪ Inadmisión de la demanda (LEC, art. 439)
• Citación de las partes para la visa. Plazo: 1 mes (LEC, art. 440)
– Apercibimiento al demandado
▪ Falta de asistencia del demandado no suspende la vista. Se considerarán
reconocidos como ciertos los hechos alegados
▪ Concurrencia demandado de los litigantes con todos los medios de
prueba con que intenten valerse
▪ Citación de testigos y peritos. Plazo: 5 días
– Posibilidad de reconvención (LEC, art. 438)
• Remisión a la tutela sumaria. Sentencia no produce efecto de cosa juzgada (LEC,
art. 447.2, 3 y 4)
– Desahucios
– Protección registral
– Otros por disposición legal
• Vista juicio verbal (LEC, arts. 443-445)
– Comparecencia de las partes
– Inasistencia del demandado (LEC, art. 442)
▪ Declaración de rebeldía
– Inasistencia del demandante (LEC, art. 442)
▪ Solicitud por el demandado de que se dicte sentencia (opcional)
▪ Solicitud del demandado de tener al actor por desistido con expresa
reclamación de daños y perjuicios
• Sentencia. Plazo: 10 días (LEC, art. 447)
• Recursos
• Apelación
(Varios de los artículos aludidos en el esquema anterior han sido modificados por el
art. 15 de la Linoj.).

1.2. Determinación de la cuantía del pleito


Los arts. 251 a 255 de la LEC (modificados por la L.19/2009, de 23 de noviembre,
y L.13/2009, de 3 de noviembre y L. 42/2015, de 5 de octubre) establecen reglas para
la determinación de la cuantía de la demanda, según el interés económico.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 63

1.3. Actuación del perito en diligencias preliminares y en prueba anticipada


1.3.1. Actuación del perito en diligencias preliminares
Las diligencias preliminares en el proceso civil son medidas judiciales previas a la
iniciación del proceso. Son de adopción opcional como acción previa al inicio del litigio
y exigen caución adecuada por parte del solicitante para la atención de daños y perjuicios
que de tales diligencias pudieran derivarse (LEC, arts. 256 a 263, modificados por la L.
19/2006, de 5 de noviembre, Linoj., art. 15,146 y 147, L. 21/2014, de 4 de noviembre
y L. 42/2015, de 5 de octubre, y otras).
La LEC prevé que en el caso de adoptarse diligencias preliminares, para el examen
de determinados documentos y títulos, el solicitante de las diligencias preliminares podrá
acudir a la Oficina judicial del juzgado con un experto que le asesore (LEC, art. 259.2,
modificado por la Linoj., art. 15,147).
En los casos en que las documentaciones que deban ser objeto de examen sean títulos
valores, documentos contables y cuentas o contabilidades, en general, documentos y
cuentas de una sociedad o comunidad de bienes o contrato de seguro de una entidad
aseguradora, en particular, a los que se refiere concretamente el art. 256.1, no cabe la
menor duda de que el experto que habrá de asesorar al solicitante de las diligencias habrá
de ser economista, titular mercantil, censor o auditor contratado por aquel.

1.3.2. Actuación del perito en prueba anticipada


La LEC prevé la práctica de prueba anticipada (LEC, arts. 293 a 298, modificados
por la L.19/2006, de 5 de junio y Linoj., art. 15,157).

1.3.2.1. Condiciones para la solicitud de práctica de prueba anticipada


La LEC dispone que la prueba anticipada podrá realizarse previamente a la iniciación
de cualquier proceso a petición de quien pretenda incoarlo o cualquiera de las partes
durante el curso de este, cuando exista el temor fundado de que por parte de personas
o del estado de las cosas de que la prueba no haya de poder realizarse posteriormente,
en el momento procesal correspondiente (LEC, art. 293.1).
En la prueba pericial contable, no deja de ser posible que ciertas personas que hayan
de quedar involucradas en el proceso previsto interponer, o a las que se prevea dirigir
la demanda, hagan desaparecer cuentas y documentos que habrían de perjudicarles, en
cuyo caso esta circunstancia entraría dentro de los condicionamientos que la LEC auto-
riza para la anticipación de la prueba.
La petición de prueba anticipada la dirigirá la parte que pretenda incoarlo al juez
que se considere competente o, iniciado el proceso, por cualquiera de las partes, ante
el juez que lleve el litigio, en la forma dispuesta para la clase de prueba de que se trate,
debiendo exponer las razones por las que se solicita y en que se apoya la petición. Si el
juez estima tales razones fundamentadas accederá a la práctica de la prueba solicitada,
disponiendo las actuaciones probatorias requeridas, siempre con anterioridad a la cele-
64 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

bración del juicio o vista, se sobrentiende, aunque la LEC no lo dice, respecto a la prueba
anticipada solicitada dentro del proceso (LEC, art. 293.2 y 294, modificado por la Linoj.,
art. 15,157).
Cuando la prueba anticipada sea solicitada antes de iniciarse el proceso, quien la
solicite designará la persona o personas previstas demandar para que puedan intervenir,
de ser preciso, en la práctica de la prueba en la forma dispuesta por la LEC (LEC, art.
295.1). Si la petición de prueba anticipada se hiciera iniciado el proceso, las partes
intervendrán en la forma dispuesta por la LEC para cada medio de prueba (LEC, art.
295.2), en la prueba de peritos, según lo dispuesto por la LEC, art. 345.2.
No se otorgará valor probatorio a la prueba anticipada si la parte solicitante no
interpusiera la demanda dentro del plazo de 2 meses desde que hubiera sido practicada
la prueba anticipada, salvo que se acredite que no se interpuso por causa de fuerza mayor
u otra causa (LEC, art. 295.3).
Lo prueba anticipada podrá realizarse de nuevo si fuera posible realizarla en el
momento de proposición de prueba y fuera solicitado por cualquiera de las partes. El
juez accederá a la petición de repetirse la práctica de la prueba practicada anticipada-
mente. Ambas serán valoradas por el juzgador en la forma dispuesta por la LEC, art. 348
(véase 5, capítulo 1) (LEC 295.4).
La intervención del perito en la realización de la prueba pericial contable es posible
siempre que se den los condicionamientos expuestos.

1.3.3. Medidas de aseguramiento y custodia de los elementos materiales que hubieren


servido de elementos objetivos de la prueba
Antes de iniciación del proceso quien pretenda incoarlo, o durante este por los
litigantes, podrán solicitar del juez la adopción de medidas de aseguramiento tendentes
a evitar que personas involucradas pudieran hacer desaparecer los elementos de prueba,
o destruirse o alterarse por causas naturales los elementos materiales objeto de ella, de
modo que fuera imposible practicarla posteriormente (LEC, art. 297, modificado por
L. 19/2006, de 5 de junio).
Los documentos, materiales y, en general, demás piezas de convicción que hayan
sido objeto de la prueba, en la pericial contable: cuentas, contabilidades, documenta-
ciones soporte de las contabilizaciones y demás documentaciones de toda índole, que-
darán bajo la custodia del Letrado de la del Tribunal que hubiera acordado la prueba
hasta la interposición de la demanda a la que se unirán o hasta el momento procesal de
conocerlos valorarlos (LEC, art. 296).
Lo dispuesto por estos artículos sobre la prueba anticipada es de considerable impor-
tancia si se analizan a la luz de las necesidades de asegurar cuentas, contabilidades y
documentaciones de cualquier índole en evitación de que personas involucradas en el
proceso pudiera hacerlas desaparecer.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 65

1.4. La prueba pericial contable en los juicios declarativos


Dispone la LEC que las partes podrán aportar al proceso los dictámenes periciales
que consideren convenientes sobre hechos o circunstancias relevantes en el asunto
objeto del pleito o para adquirir certeza sobre estos, poniendo como única condición
que los peritos firmantes de tales dictámenes posean los conocimientos científicos, artís-
ticos, técnicos o prácticos necesarios. Alternativa o subsidiariamente la LEC contempla
la posibilidad de que las partes soliciten del órgano jurisdiccional la designación de peri-
tos que emitan dictamen (LEC, arts. 265.1.4.º y 335.1).
Dispone la LEC que los peritos, al emitir el dictamen, deberán manifestar bajo jura-
mento o promesa de decir verdad que ha actuado con total objetividad, tomando en
consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar per-
juicio a cualquiera de las partes, así como que conoce las sanciones penales en que habrá
de incurrir de incumplir sus deberes como perito (LEC, art. 335.2). El precepto es
imperativo tanto para los peritos que emiten dictámenes para su aportación al proceso
con la demanda o su contestación (LEC, art. 336) como para los designados por el
órgano jurisdiccional a petición de parte (LEC, art. 339, modificado por la Linoj., art.
15,161 y L. 42/2015, de 5 de octubre), quienes habrán de hacerlo constar en su dicta-
men, aun cuando ya lo habrá hecho constar a la aceptación del cargo (ver capítulo 2,
1.4.5.3.).
La omisión en el dictamen del juramento o promesa de decir verdad es cuestión en
todo caso subsanable.
La LEC cuida, de una parte, de advertir a quienes deban actuar en funciones de
perito judicial de las responsabilidades penales inherentes al cargo a fin de que nadie
pueda aducir ignorancia o desconocimiento, en aras, de otra, a obtener la máxima obje-
tividad en los dictámenes periciales. El artículo conecta con lo dispuesto en el 460 del
CP, comentado en el apartado 6.2.1. del capítulo 1.
La omisión del cumplimiento de este precepto legal por parte del perito puede traer
consecuencias desagradables por la inadmisión del dictamen por parte del juez, como
ha ocurrido, en un exceso de celo, por supuesto que legal, con un dictamen pericial
aportado por una de las partes en su escrito de demanda o de su contestación en el que
el perito no hizo constar el juramento o promesa de haber actuado con objetividad y
de decir verdad, dejando cumplimentado con ello lo dispuesto por el artículo 335.2 de
la LEC. Un dictamen pericial que no haya tenido oportunidad de introducirse en el
juicio pudiera ser causa de una sentencia errónea.

1.4.1. Dictámenes periciales aportados con la demanda o contestación


Es sin duda, como se ha dicho en 2.1, una de las aportaciones más importantes de
la LEC. Supone la introducción de forma expresa de lo que en la LECa se hallaba
recogido de forma tácita: la prueba preconstituida. Las partes podrán aportar desde la
demanda o contestación a esta, dictámenes periciales e informes de expertos que con-
sideren necesarios en apoyo a sus pretensiones. La LECa no lo decía expresamente pero
tampoco prohibía que tales dictámenes e informes pudieran aportarse y de hecho se
66 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

aportaban, cuando el letrado director del pleito lo consideraba necesario o cuando


menos conveniente, pero como prueba documental. En consecuencia la LEC, al incor-
porar la posibilidad de dictámenes periciales e informes de expertos, no hace más que
trasladar tal aportación de la prueba documental a la prueba de peritos. La LEC lo dispone
en el art. 265.1, párr. 4.º y, posteriormente, lo reitera en el art. 336, disponiendo que
los dictámenes emitidos por peritos que hubieran sido solicitados por las partes litigantes
en defensa de sus intereses, habrán de ser aportados con la demanda por la parte actora
o con la contestación a esta por la demandada, si se formula por escrito (juicio ordinario).
Cuando cualquiera de las partes fuese titular del derecho de asistencia jurídica gra-
tuita, no tendrá que aportar con la demanda o su contestación el dictamen pericial sino
anunciarlo para que el juez proceda a la designación judicial de perito (LEC, art. 339.1
y Lajg, art 6.6.).
Los dictámenes habrán de ser emitidos por escrito y se acompañarán de cuantos
documentos, instrumentos o materiales tengan colación con el objeto de la pericia.
Podrán acompañarse al dictamen los documentos sobre los que el perito se hubiera
basado y considere conveniente anexionar al dictamen (LEC, art. 336.2). A este respecto
la LEC no hace más que recoger lo que era ya práctica habitual de los peritos en la
emisión del dictamen, al cual incluían como anexos los documentos que consideraban
convenientes y en los cuales se había basado el dictamen.
El abogado a quien convenga disponer de un dictamen de un perito deberá con-
cretarle exactamente el contenido y alcance del informe. El perito, en conocimiento
del trabajo a realizar, preparará una carta de encargo en la que se especificará el alcance
de la actuación que debe realizarse.
La carta de encargo deberá ser firmada por el demandante o demandado o por el
abogado que haya de llevar el procedimiento si estuviera expresamente autorizado.
De convenir al abogado aportar el dictamen con el escrito de demanda o de con-
testación deberá formular el encargo al perito con antelación suficiente para que pueda
contar con tiempo necesario para cumplimentar el encargo.

1.4.2. Imposibilidad de aportar el o los dictámenes periciales con el escrito de demanda


o de contestación
El demandante está obligado a justificar cumplidamente en el escrito de demanda
que la defensa de su derecho no ha permitido demorar la interposición de la demanda
a disponer del o de los dictámenes de peritos de los que intente valerse en defensa de
sus intereses y (LEC, art. 336.3).
Por su parte la demandada en los juicios ordinarios que no pueda aportar los dictá-
menes de peritos que interese deberá justificar los motivos de la imposibilidad de encar-
garlos y de disponer de ellos dentro del plazo legal para contestar a la demanda (LEC,
art. 336.4).
En los casos en que las partes tengan intención de aportar con el escrito de demanda
o su contestación dictamen o dictámenes de peritos pero, circunstancialmente, no les
fuese posible hacerlo en el momento de la presentación de una u otra, deberán indicar
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 67

en sus respectivos escritos los dictámenes de que intenten valerse, difiriendo su aporta-
ción para un momento posterior, una vez dispongan de ellos, en todo caso 5 días antes
al inicio de la audiencia previa al juicio ordinario o de la vista en el verbal (LEC, art.
337.1, modificado por la Linoj., art. 15, 159), momento en que se dará traslado de estos
a la parte contraria.
Antes de la referida modificación por la Ley 13/2009, es decir, sin la referida con-
creción de los 5 días, la situación podía resultar y de hecho resultaba caótica por el hecho
de que la demandada que hubiera comunicado en su escrito de contestación a la
demanda su intención de aportar dictamen o dictámenes de peritos podía aportarlos
precisamente instantes antes de iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o la vista
en el verbal, estando sin embargo dentro de la ley, con lo que el abogado de la contra-
parte, aquí la demandante, no tenía tiempo ni siquiera de leer el dictamen aportado por
la otra, con la consiguiente posible indefensión para dicha parte demandante, sin que
cupiera por este motivo la suspensión de la audiencia previa o del juicio en el verbal.
Esto mismo ocurría vigente la LECa si el perito de designación judicial no presentaba
el dictamen antes del día señalado para su ratificación y turno de aclaraciones y los
abogados de las partes habían de conocerlo e improvisar las preguntas en el mismo acto,
lo que no resultaba en ningún caso operativo (véase capítulo 2, 1.4.5.5).
Asimismo, cuando el encargo del dictamen al perito haya sido formulado con
tiempo insuficiente para realizar el trabajo, el letrado tendrá que recurrir a la solución
alternativa de manifestar en el escrito de interposición de la demanda o de contestación
la intención de posponer la aportación del dictamen y aportarlo cuando disponga de él,
aunque con la antelación de los 5 días a la audiencia o a la vista.
La SAP de Alicante núm. 241/2005, de 25 de mayo de 2005, es especialmente
ilustrativa respecto al momento procesal de la aportación de la prueba. Se denuncia que,
pese a estar los demandados personados en el procedimiento, no se dio traslado a la
actora del informe emitido.
«[...].
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero. Entrando a resolver sobre el recurso de apelación interpuesto por la actora, se
alega en primer lugar, al amparo de lo previsto en el artículo 549 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil 1/2000 la infracción de normas y garantías procesales y en concreto de la contenida
en el apartado 1 del artículo 337 de dicha Ley según el cual "1. Si no les fuese posible a las
partes aportar dictámenes elaborados por peritos por ellas designados, junto con la demanda
o contestación, expresarán en una u otra los dictámenes de que, en su caso, pretendan valerse,
que habrán de aportar, para su traslado a la parte contraria, en cuanto dispongan de ellos, y
en todo caso antes de iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o antes de la vista en
el verbal" (la sentencia es anterior a la L.13/2009, que modificó el artículo disponiendo el
término de 5 días para la aportación).
Se denuncia que pese a estar los demandados personados en el procedimiento desde el
[...] no se dio traslado a la actora del informe emitido por […] (el perito) hasta el momento
de proponer prueba en el juicio que se celebró el día […], alegando que esa actuación
ocasiona la indefensión de la parte apelante.
68 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

[…] la cuestión relativa al momento de aportación por el demandado de dictámenes en


el juicio verbal es una de las que presentan dificultades en la regulación de la Ley de Enjui-
ciamiento Civil 1/2000, dada la discrepancia que resulta de los artículos 337 y 338.2 (hoy
subsanado por la L. 13/2009), pero lo que ha de tenerse presente, tal y como argumentó
esta Sala en sentencia de 23 de febrero de 2004, es que "no es la infracción de los trámites
procedimentales los que determinan la nulidad radical de los actos procesales en los términos del artículo
238 LOPJ, sino su vinculación a formas de indefensión, entendida como factor que supone la interdicción
de la contradicción en el caso de diligencias vinculadas a las pruebas como es el caso donde la parte ha
tenido oportunidad, efectivamente ejercitada, de interrogar al perito, solicitarle aclaraciones y contradecir
sus conclusiones", y en el caso que nos ocupa no se ha producido indefensión alguna para la
parte apelante.
[…] como consta en autos, ante las manifestaciones de la parte actora se procedió a sus-
pender el juicio precisamente con la finalidad de que dicha parte tuviera la oportunidad de conocer el
dictamen aportado por la contraria, y en la reanudación de la vista, ninguna alegación se hizo por quien
ahora apela acerca de esa circunstancia, ni tampoco pretendió la práctica de nuevas pruebas moti-
vadas por la aportación de ese informe o la ampliación del que la misma parte aportó, y es
más, ni siquiera se procedió a interrogar al perito de los demandados, por lo que las pretensiones que
se contienen en el primer motivo del recurso no pueden ser acogidas.
[...]».
Una vez aportados por las partes los dictámenes de peritos, decidirán si les conviene
que los peritos y expertos firmantes de los dictámenes e informes comparezcan en el
juicio ordinario (LEC, arts. 337.2, 431 y ss.) o, en su caso, en la vista del juicio verbal
(LEC, arts. 437 y ss.), expresando la conveniencia de que aclaren cuestiones del dicta-
men, las amplíen o deban responder a preguntas y objeciones que les formulen las partes
o a las propuestas de rectificación o de cualquier otra forma intervengan directamente
en el pleito a fin de poder formular aclaraciones en orden a la correcta valoración del
dictamen o informe emitido en relación con el objeto del pleito (LEC, art. 337.2).

1.4.2.1. Imposibilidad de realización de la prueba pericial contable antes del proceso o, iniciado,
en los casos de diferimiento de la aportación del dictamen pericial, cuando es necesaria
la colaboración de la contraparte. Soluciones
No será posible practicar la prueba pericial contable que debe realizarse por perito
contratado por la demandante —«perito de parte»— previa al inicio del procedimiento,
para la aportación del dictamen pericial con la demanda, cuando su realización requiera
el examen y verificación de libros y documentaciones contables de la prevista deman-
dada. Por su parte, la demandada tampoco habrá de poder aportar con la contestación
a la demanda, iniciado el procedimiento, dictamen de perito por ella designado cuando
para su preparación precise también del examen de libros y documentaciones contables
de la actora.
En cuestiones litigiosas muy complejas, en las que de inicio se advierta la prueba pericial
fundamental, dada la posibilidad de la libre elección del perito y en la conveniencia de
encargar la prueba, si no al mejor perito, al más idóneo en razón a las características de la
prueba y especialidad requerida por parte del perito, así como la posibilidad de negociar los
honorarios antes de la práctica de la prueba, una posible solución consistiría en optar por el
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 69

recurso previsto por la LEC de diferir la aportación del dictamen previa comunicación al
juez de la intención de aportarlo al disponer de él con una antelación de 5 días a la audiencia
previa. En tales casos, para poder practicar la prueba cuando, y además, para ello sea preciso
introducir al perito en los sistemas contables y administrativos de la contraparte para el exa-
men de libros y documentaciones contables, será necesario solicitar del juez un mandato a
la contraparte para que exhiba y facilite al perito los libros y documentaciones que precise
para la práctica de la prueba y consecuente emisión del dictamen, argumentando que sin el
examen de tales libros y documentaciones no habrá de ser posible la práctica de la prueba.
Si el juez no accede a la petición no habrá posibilidad de realizarse la prueba, con lo que, no
habiéndose solicitado la designación judicial de perito por la parte interesada en la prueba
pericial, la prueba quedará sin practicar, sin perjuicio de poder solicitar su práctica en dili-
gencias finales.
En el caso que se contempla, otra posible solución para la futura actora antes de incoar
el pleito pudiera ser solicitar prueba anticipada, apoyando la petición en el temor de que la
prueba no haya de poder realizarse posteriormente por actuaciones de las personas a las que
se prevea dirigir la demanda (capítulo 2, 1.3). Esta solución, de resultados inciertos, depen-
derá, como en aquel, de la decisión del juzgador en admitirla, pero difiere en que, en caso
de inadmisión por el juzgador, no cierra la posibilidad de solicitar la designación judicial de
perito en el escrito de demanda.

1.4.3. Efectos de la no aportación de dictámenes de peritos e informes de expertos con el


escrito de demanda o de contestación
Las partes actora y demandada que no hubiesen aportado dictámenes de peritos o
informes de expertos con sus escritos de demanda o de contestación o, en su caso, en
la audiencia previa al juicio, o no hubieran puesto de manifiesto la intención de apor-
tarlos iniciado el proceso por no disponer de ellos, no podrán ya aportarlos posterior-
mente (LEC art. 337) (ver capítulo 2, 1.4.2.)
Si por causa de distracción u olvido del abogado no se anuncia en el escrito de
demanda o de su contestación la intención de aportar dictamen de perito, comunicán-
dolo después, en otro momento del proceso, es causa de denegación.

1.4.4. Preclusión de la presentación de dictámenes de peritos


No serán admitidos dictámenes de peritos, al igual que tampoco lo serán otros
documentos, instrumentos y medios, aportados por las partes después del juicio o de la
vista, excepto en los casos previstos en el art. 435 en diligencias finales previas a la
emisión de sentencia, en los juicios ordinarios (LEC, art. 271.1). En los casos de apor-
tación de dictámenes con posterioridad a los distintos momentos procesales en los que
la LEC autoriza a hacerlo, serán devueltos de oficio o a instancia de parte. Contra la
resolución de su inadmisión no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de reproducir la
petición de su aportación en segunda instancia (LEC, art. 272).
70 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.4.4.1. Excepción
La única excepción a lo dispuesto en el apartado anterior son las sentencias y reso-
luciones judiciales o de autoridad administrativa, dictadas o notificadas en fecha no
anterior al momento de formular las conclusiones, siempre que pudieran resultar con-
dicionantes o decisivas para resolver en primera instancia o en cualquier recurso.
Las referidas sentencias y resoluciones podrán presentarse incluso dentro del plazo
previsto para dictar sentencia, dándose traslado por diligencia de ordenación a las partes,
para que en el plazo de 5 días aleguen lo que estimen conveniente, en cuyo caso se
suspenderá al plazo para dictar sentencia.
El Juez resolverá sobre la admisión y alcance del documento en la misma sentencia.
(LEC, art. 271.2, modificado por la Linoj., art. 15,148).

1.4.5. Designación judicial de peritos a solicitud de parte


Como alternativa a la aportación al proceso de dictámenes de peritos e informes de
expertos de que las partes dispongan, la LEC prevé la designación de peritos por el
órgano jurisdiccional (LEC, art. 339.2, modificado por la Linoj., art. 15,161).
Será en todo caso necesario, según se ha dicho en 2.1.4.2.1, el recurso a la solicitud de
designación de perito por el órgano jurisdiccional cuando no sea posible practicar la prueba
pericial contable pretendida sin el examen y verificación de libros y documentaciones con-
tables de la otra parte litigante. El perito precisará para ello de la colaboración de la parte
contraria a la que solicitó la pericia, la cual es posible incluso que se oponga a su práctica.
Lo expuesto reza tanto para pleitos entre personas jurídicas como entre personas físicas
o entre una o más personas físicas y otra u otras jurídicas respecto solo a documentos, ya que
las personas físicas, excepto si son empresarios (ver Com.), no están obligadas a la llevanza
de libros.
Las partes no podrán solicitar con posterioridad a la demanda o a la contestación la
designación de perito para la práctica de prueba pericial, salvo en los casos de alegaciones o
pretensiones no contenidas en la demanda (LEC, art. 339.2, modificado por la Linoj., art.
15,161).
No será precisa la aportación del dictamen o dictámenes de peritos con el escrito de
demanda o de contestación a esta cuando demandante o demandado sean titulares del dere-
cho de asistencia jurídica gratuita, sino que bastará con advertirlo en uno u otro escrito, según
corresponda, en cuyo caso se procederá a la designación judicial del perito de conformidad
con lo dispuesto en la Lajg. (LEC, art. 339.1, modificado por la Linoj., art. 15,161).
La intervención del perito por designación judicial tiene las siguientes fases:
• solicitud de designación judicial de perito y proposición de la prueba pericial
contable,
• admisión de la prueba y designación de perito por el órgano jurisdiccional,
• nombramiento del perito designado y notificación,
• práctica de la prueba pericial contable,
• emisión de dictamen;
las cuales se pasa seguidamente a referir.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 71

1.4.5.1. Proposición de prueba pericial contable y solicitud de designación judicial de perito


Las partes actora y demandada no titulares del derecho de asistencia jurídica gratuita,
cuando consideren necesario para sus intereses la práctica de prueba pericial, podrán
solicitar en sus respectivos escritos de interposición de demanda o de contestación a la
misma, la designación judicial de perito para la práctica de la prueba pericial contable
que propongan (LEC, art. 339.2) modificados por la Linoj., art. 15.161 y LrLEC, art.
único 43).
Respecto a las dos modalidades de designación de peritos previstas por la LEC:
designación de parte y designación judicial, si bien la LEC no dice de forma expresa
cual es la regla general y cual la especial, de la lectura de la Exposición de Motivos
(epígrafe XI, párrafo 14) se deduce que la regla general es la designación de parte y la
judicial la especial.
Los momentos procesales para solicitar al juez la designación de perito son los escri-
tos de demanda o de la contestación; estos momentos son preclusivos, por lo que no
será admitida la solicitud posteriormente.

1.4.5.2. Designación judicial del perito


Se advierte aquí respecto a la designación de perito por el juez una diferencia sus-
tancial entre la modificación de la LrLEC respecto al texto original anterior a la reforma.
El texto modificado dispone que efectuada la solicitud de designación judicial de perito
por la parte o partes interesadas, si entienden conveniente o necesario para sus intereses
disponer de un dictamen pericial, el texto original anterior a la reforma disponía que el
juez procedería a la designación de perito si consideraba pertinente y útil el dictamen
pericial; la LrLEC modifico el texto original disponiendo que el juez procederá a la
designación sin más, es decir, en todo caso, sin considerar la pertinencia o utilidad del
dictamen, como disponía la LEC anterior a la reforma. (LEC art. 339.2). El juez admitirá
siempre la solicitud de la o las partes de designación de perito.
No obstante, la supresión en el art 339.2 de la consideración de pertinencia y utilidad
de la prueba por parte del juez está prevista por la LEC con carácter general, y lo estaba
antes de la modificación del artículo, al disponer que no se admitirá ninguna prueba que
haya de considerarse impertinente por no guardar relación con el objeto del proceso.
Análogamente, tampoco se admitirán aquellas que en aplicación de criterios razonables
no hayan de contribuir a esclarecer hechos controvertidos en el proceso, y que por tal
razón deban considerarse se consideren inútiles (LEC art. 283)

1.4.5.2.1. Inadmisión de la prueba y de la solicitud de designación de perito por el


órgano jurisdiccional anterior a la LrLEC
En la redacción original del art. 339, es decir, anterior a la reforma, si el juez, en
razón a las atribuciones jurisdiccionales, no admitía la o las pruebas propuestas por alguna
72 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de las partes o por ambas, no se practicaban, con lo que la designación de perito quedaba
sin efecto, ello sin perjuicio de que la solicitud pudiera reproducirse en la segunda ins-
tancia.
La jurisprudencia sobre apelación a la denegación de prueba y de designación de
perito fue muy numerosa, y esta circunstancia fue la causa de muchas apelaciones en
alzada en la segunda instancia como en casación por violación de la normativa, posible
motivo por el que la LrLEC eliminó la atribución del juez de admitir o no la solicitud
de designación de perito.

1.4.5.2.2. Designación de perito por el órgano jurisdiccional


El juez, sin entrar en considerar pertinente y útil el dictamen procederá a la desig-
nación de perito en el plazo de 5 días contados desde el de presentación del escrito de
contestación a la demanda por la parte demandada, cualquiera que sea la parte que haya
solicitado la designación. (LEC, art. 339.2). Aun cuando solo haya solicitado designación
de perito la parte actora, el plazo de 5 días para la designación no comenzará hasta la
presentación del escrito de contestación a la demanda.
Cuando actora y demandada hubieran solicitado en sus correspondientes escritos la
designación judicial de perito, el juez, con la aquiescencia previa de ambas partes, desig-
nará un único perito para la práctica de la pericia y consiguiente emisión también de un
único dictamen (LEC, art. 339.2 párr. 3). La designación de un único perito solo habrá
de ser posible cuando el objeto de las periciales solicitadas por cada una de las partes
corresponda a la especialidad del perito designado, ya que en otro caso es imposible la
designación única (LEC, art. 339.6.).
Si las partes estuviesen de acuerdo en que el dictamen sea emitido por un determi-
nado perito o entidad, el juez designará para su emisión al perito o entidad elegido por
las partes (LEC, art. 339.4).
Si no hubiera acuerdo entre las partes en la designación del perito, será designado
en la forma que se expone en 1.4.5.2.2.2. (LEC, art. 339.4. en concordancia con el art.
341).
El juez podrá también designar perito de oficio pero solo en procesos de declaración
e impugnación de la filiación, paternidad y maternidad, sobre capacidad de las personas
o en procesos matrimoniales (LEC, art. 339.5), lo que, excepto en el último caso en
que pueden intervenir, no afecta a los economistas, titulares mercantiles, censores y
auditores en función de perito judicial.
El mandato judicial es tácito cuando no media providencia dirigida a la contraparte
de la que solicitó la prueba, sino que basta el escrito de nombramiento del perito y el
alcance de la prueba, dándose la autorización por supuesta.
El mandato es expreso cuando, ante actitudes remisas de la parte contraria a la que
solicitó la prueba, si no su nula colaboración, es el propio perito quien solicita del juez
requerimiento expreso dirigido a dicha parte para que le sean exhibidos las documen-
taciones y libros de contabilidad precisos para la práctica de la prueba.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 73

1.4.5.2.2.1. Condiciones de los peritos


Los peritos que hayan de ser objeto de designación habrán de poseer el título oficial
que les faculte para la práctica de la pericia y para la emisión del dictamen en la espe-
cialidad en la que sean expertos. De tratarse de materias no comprendidas en títulos
profesionales oficiales habrán de ser nombrados entre profesionales expertos en tales
materias (LEC, art. 340.1).

1.4.5.2.2.2. Procedimiento de designación de peritos


La LEC vino a terminar con el procedimiento de la LECa de la insaculación y
contempla el siguiente procedimiento para la designación de peritos:
Al inicio de cada año, concretamente en el mes de enero, los juzgados solicitarán
de los distintos Colegios oficiales y asociaciones profesionales —«entidades análogas» las
denomina—, o estas las enviarán motu proprio, listas de colegiados o asociados dispuestos
a actuar como peritos. En el caso de los censores de las distintas Agrupaciones del ICJCE
y Colegios afectos. Las listas que facilitan anualmente a los juzgados son listas restringidas
exclusivamente al turno pericial (LEC, art. 341.1).
La primera designación de la lista facilitada por los colegios oficiales y asociaciones
profesionales se hace por sorteo y en presencia del Letrado de la Administración de
Justicia. A partir de la primera designación se efectúan las sucesivas designaciones por
orden correlativo entre quienes consten en cada lista (LEC, art. 341.1).
Las Comunidades Autónomas que tienen transferida parte de las funciones de Jus-
ticia centralizan anualmente la recepción de las listas de colegiados de los respectivos
colegios profesionales que luego facilitan a los juzgados.
El RDL 6/2000, de 23 de junio, de medidas urgentes de intensificación de la com-
petencia en mercados de bienes y servicios, introdujo cambios sustanciales en cuanto a
la adscripción de profesionales a los colegios, con trascendencia para quienes actúan ante
los juzgados en calidad de peritos judiciales (RDL 6/2000, art. 39).
El referido RD dispone que los profesionales adscritos a un colegio profesional
puedan ejercer libremente en todo el territorio del Estado sin que ello suponga la obli-
gación de pagar ninguna otra cuota o contraprestación en ningún otro colegio perte-
neciente a un mismo Consejo. Esta disposición legal afecta a los profesionales que actúan
en juzgados y tribunales de justicia en funciones de perito. Según esto, los economistas,
titulados, censores y auditores, pertenezcan o no al REGA o al REA, adscritos a una
agrupación territorial del ICJCE, a un Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y
Empresariales o de Economistas, respectivamente, que deseen actuar también en los
juzgados de otras demarcaciones territoriales distintas a la Agrupación o Colegio a los
que pertenezcan, pueden hacerlo sin necesidad de adscribirse a otras Agrupaciones
territoriales o Colegios ni pagar otras cuotas. Hasta la promulgación del referido Real
Decreto, quienes querían actuar en juzgados y tribunales de demarcaciones territoriales,
distintas a las de la Agrupación territorial del ICJCE o del Colegio oficial de Economistas
o de Titulados Mercantiles y Empresariales al que estaban adscritos, debían pagar la cuota
74 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

a la Agrupación o Colegio correspondiente a la demarcación de los juzgados en los que


querían actuar. Todo ello responde a la interpretación legal del referido RDL 6/2000.
Sin embargo, la realidad es que los colegios profesionales, que centralizan las listas
de colegiados dispuestos a actuar como peritos en los tribunales de justicia que anual-
mente envían a los juzgados, sólo incluyen en tales listas a quienes se hallan inscritos en
el correspondiente colegio; es decir, si un economista o titulado mercantil es miembro
del Colegio de Barcelona, por ejemplo, los colegio de las otras provincias no le van a
incluir en las listas de colegiados interesados en actuar en los juzgados de la provincia
del correspondiente colegio, y para que le incluyan en la lista debe pagar la cuota colegial
correspondiente a ese colegio; ello sin perjuicio de que, aun sin estar en las leístas pueda
actuar en cualesquiera otras provincias de España.
El ICJCE centraliza las solicitudes de actuación de los auditores censores jurados de
cuentas en las distintas provincias españolas en las que deseen actuar.

1.4.5.2.2.3. Instrucciones del Consejo General del Poder Judicial sobre remisión anual
de listas de profesionales a los órganos jurisdiccionales
La Instrucción 5/2001, de 19 de diciembre 2001, del Pleno del Consejo General
del Poder Judicial, sobre remisión anual a los órganos jurisdiccionales de listas de pro-
fesionales para su designación judicial como peritos (BOE n.o 312, de 29 diciembre
2000), parcialmente modificada por Acuerdo de 28 de octubre 2010, del Pleno del
Consejo General del Poder Judicial (BOE n.o 279, de 18 de noviembre.
2010), dice en su preámbulo, se desenvuelve en el ámbito estrictamente guberna-
tivo, sin afectar a lo que en cada proceso se pueda decidir conforme a las leyes procesales.
El eficaz ejercicio de la potestad jurisdiccional presupone la disponibilidad de las
listas a las que alude la LEC (LEC, art. 341), y es por lo que el Consejo General del
Poder Judicial consideró oportuno coordinar de modo uniforme la actividad guberna-
tiva desarrollada en este ámbito.
El objetivo es que a partir de enero de 2001 (año de la entrada en vigor de la LEC)
esté asegurada la disponibilidad por los órganos jurisdiccionales de estos medios auxiliares
de la función judicial (se refiere a las listas de profesionales), cuya trascendencia se hace
cada vez mayor en razón de la creciente complejidad técnica de las cuestiones que se
suscitan en los procedimientos judiciales.
A tales efectos la Instrucción dispuso que en el mes de enero de cada año los Pre-
sidentes de los Tribunales Superiores de Justicia pondrán a disposición de los distintos
órganos jurisdiccionales de su demarcación territorial la lista oficial de profesionales
colegiados de los distintos colegios profesionales o, en su defecto, asociados en asocia-
ciones profesionales, que deseen actuar como peritos a instancia de parte. La lista deberá
ser única para cada profesión o actividad. A tales efectos se servirán preferentemente de
las listas ya existentes, preparadas por las administraciones competentes en materia de
medios personales y materiales al servicio de la Administración de Justicia, así como de
las de que dispongan las Audiencias Provinciales y los Decanatos. De no disponer de
tales listas o de ser estas insuficientes para las necesidades de los distintos órganos y
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 75

órdenes jurisdiccionales, se interesarán directamente de los Consejos Generales auto-


nómicos o de los Colegios Profesionales de su demarcación.
Las comunicaciones que los Presidentes cursen a tales efectos interesarán que las
listas se envíen preferentemente en soporte informático, actualizado, como mínimo con
periodicidad anual, y que comprenda la lista de colegiados dispuestos a actuar como
peritos, con indicación de las sedes judiciales en las que estos puedan intervenir en razón
a su domicilio profesional u otras circunstancias que resulten de la organización del
servicio de actuaciones periciales por la corporación profesional a la que pertenezcan.
Las listas incluirán todas las circunstancias personales y profesionales necesarias y, en
particular, los datos para asegurar la comunicación con dichos profesionales: domicilio
profesional, dirección postal, teléfonos, fax, correo electrónico, etc.
Las referidas listas se pondrán a disposición de los Juzgados y Tribunales cada año.

1.4.5.3. Nombramiento del perito designado, notificación y aceptación


La designación será comunicada al perito designado por el Letrado de la Adminis-
tración de Justicia el mismo día de la designación o al siguiente día hábil, requiriéndosele
para que en el plazo de 2 días manifieste su aceptación o renuncia. En el primer caso —
aceptación— el juzgado emitirá el nombramiento (LEC, art. 342.1, modificados por la
Linoj., art. 15,162).
Conviene hacer la distinción entre designación y nombramiento. Designación es la
elección de una persona para un cargo, aquí para el de perito; nombramiento es el acto
formal que da eficacia jurídica a la designación
A la aceptación del nombramiento, el perito deberá manifestar bajo juramento o
promesa lo dispuesto en el art. 335.2 respecto a la objetividad de su intervención (véase
1.4) (LEC, art. 342.1), con lo que, en la interpretación estricta de la LEC, la referida
manifestación bajo juramento o promesa procede hacerla el perito dos veces, una a la
aceptación de la designa (LEC art. 342.1), otra en el dictamen (LEC art. 335.2). En la
práctica bastará con que la haga una sola vez.
Si el perito rehúsa aceptar la designación, aludiendo justa causa que le impide hacerlo
y el Letrado de la Administración de Justicia, considerándola suficiente, la acepta, el
perito será sustituido por el siguiente de la lista y, si tampoco aceptara, por el siguiente,
y así sucesivamente (LEC, art. 342.2, modificado por la Linoj., art. 15,162).

1.4.5.3.1. Procedimiento de notificación designación


La prueba propuesta por las partes y su alcance se dará a conocer al perito designado
en la forma prevista en la LEC, arts. 159 y 160, modificados por la Linoj., art. 15,85 y
15,86).
Estos artículos disponen que la notificación al perito designado se haga por medio
de comunicación por correo certificado o telegrama, con acuse de recibo al domicilio
profesional del perito. Podrá efectuarse también por cualquier otro medio que permita
al juzgado de forma fehaciente haber recibido la notificación (LEC, art. 160.1, modi-
ficados por la Linoj., art. 15,86). Entra dentro de tales medios la entrega a uno de los
76 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

procuradores de las partes, pudiendo establecerse tal vez la costumbre del envío por fax
y por correo electrónico siempre que quede garantizada la autenticidad de la comuni-
cación y quede constancia fehaciente del envío y recepción íntegros y el momento
(LEC, art. 162).
El Letrado de la Administración de Justicia deberá dar fe en los autos de la notifi-
cación enviada al perito y de la forma de envío, uniendo el acuse de recibo si se hubiera
hecho por correo certificado o telegrama o documento sustitutivo (LEC, art. 160.1,
modificados por la Linoj., art. 15,86).
A efectos judiciales se designará como domicilio el que conste en las listas de cole-
giados o asociados que los colegios habrán de facilitar al juzgado anualmente o, a falta
de ellas, otras listas de que disponga el juzgado, en el caso de los auditores las de las
respectivas agrupaciones del ICJCE y Colegios afectos (véase 1.4.5.2.2.2.) o incluso las
listas del ROAC (LEC, art. 155.3). En los casos de cambio de domicilio de designación,
la LEC obliga al Letrado de la Administración de Justicia a averiguar el nuevo domicilio
del perito a través de la consulta al colegio profesional al que esté adscrito (LEC, art.
156, en concordancia con el 159.1). Según esto no será legal el nombramiento de un
nuevo perito por desconocimiento del domicilio del perito que hubiera sido ya desig-
nado.
Todas las comunicaciones que deban hacerse a peritos se enviarán en la forma dis-
puesta en el artículo 160.1.modificado por at. 15.86, ap.1, Ley 13/2009, de 3 noviem-
bre.

1.4.5.3.2. Obligación de abstención de actuar por parte del perito designado


El perito designado por el Juez, Sección o Sala o por el Letrado de la Administración
de Justicia para actuar en un proceso civil en quien concurran determinadas circuns-
tancias previstas por la LOPJ, precisamente las mismas causas de abstención y recusación
de jueces, magistrados, miembros del Ministerio fiscal y Letrados de la Administración
de Justicia es, que a continuación se indican, estará obligado a abstenerse de actuar como
perito (LEC, arts. 99 y 105, modificado por la Linoj., art. 15,48).

1.4.5.3.2.1. Causas de la abstención


Las causas de abstención de los peritos dispuestas por la LOPJ (LOPJ, art. 219) con
carácter general son las siguientes:
1. El vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable y el parentesco por
consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado con las partes, los jueces o
magistrados y con el fiscal.
2. El vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable y el parentesco por
consanguinidad o afinidad dentro del segundo grado con el letrado y o el pro-
curador de cualquiera de las partes del pleito.
3. Ser o haber sido defensor judicial o integrante de los organismos tutelares de
cualquiera de las partes o haber estado bajo el cuidado o tutela de estas.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 77

4. Estar o haber sido denunciado o acusado por alguna de las partes como respon-
sable de algún delito o falta.
5. Haber sido sancionado disciplinariamente en virtud de expediente incoado por
denuncia o a iniciativa de alguna de las partes.
6. Haber sido defensor o representante de alguna de las partes, emitido dictamen
sobre el pleito o causa como letrado o intervenido en él como fiscal, perito o
testigo.
7. Ser o haber sido denunciante o acusador de cualquiera de las partes.
8. Tener pleito pendiente con alguna de las partes.
9. Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con alguna de las partes, el juez o
magistrado o con el fiscal.
10. Tener interés directo o indirecto en el pleito.
11. Haber participado en la instrucción de la causa penal o haber resuelto el pleito
o causa en anterior instancia.
12. Ser o haber sido una de las partes subordinado del juez que deba resolver la
contienda litigiosa.
13. Haber ocupado cargo público, desempeñado empleo o ejercido profesión con
ocasión de los cuales haya participado directa o indirectamente en el asunto
objeto del pleito o causa o en otro relacionado con el mismo.
14. El vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable, o el parentesco dentro
del segundo grado de consanguinidad o afinidad, con el juez o magistrado que
hubiera dictado resolución o practicado actuación a valorar por vía de recurso
o en cualquier fase ulterior del proceso.
En los casos previstos en 3 y 6 cuando el perito sea abogado y como tal haya inter-
venido.
El perito en quien al ser designado concurran alguna o varias de las circunstancias
apuntadas deberá abstenerse de actuar sin esperar a que se le recuse (LEC, arts. 100.2
modificados por la Linoj., arts. 15,44 y 105.1, modificados por la Linoj., art. 15,48).
Si al ser designado el perito se hallarse incurso en el momento de la designación en
alguna de las circunstancias que le obligan a abstenerse, será sustituido por el perito
suplente, si también hubiera sido designado; si este también rehusara aceptar alegando
idénticas o parecidas razones que aquel, se designará el siguiente de la lista y, si tampoco
aceptara, por el siguiente, y así sucesivamente (LEC, art. 105.2 modificados por la Linoj.,
art. 15,48).
Si la circunstancia que obliga al perito a abstenerse de actuar fuese conocida o se
produjese después de la aceptación del cargo, el perito deberá ponerlo en conocimiento
d0el órgano jurisdiccional que entienda del pleito (juez o magistrado de la sección o
sala) por escrito, quien, previa audiencia de las partes, decidirá sobre la cuestión. Contra
la resolución que se dicte no se dará recurso alguno (LEC, art. 105.2., modificado por
la Linoj., art. 15,48).
A modo de aclaración debe advertirse que la disposición final 17.ª de la LEC dispone
que, en tanto no se proceda a la obligada reforma de la LOPJ, no serán de aplicación
los arts. 101 a 119 de la LEC relativos a la abstención y recusación, alcanzando, sin
78 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

embargo, únicamente la suspensión de su aplicación a jueces, magistrados y Letrados de


la Administración de Justicia, estando vigentes para los peritos, a quienes no les alcanza
la referida reforma de la LOPJ en tal sentido.

1.4.5.3.2.2. Comunicación al juzgado de la abstención


La abstención podrá ser oral, mediante comparecencia ante el juzgado, sección o
sala que haya efectuado la designa o mediante escrito (LEC, art. 105.1, modificados por
la Linoj., art. 15,48).

1.4.5.3.2.3. Consecuencias de la inobservancia del deber de abstención


La inobservancia o incumplimiento del deber de abstención de actuar por parte del
perito designado puede traerle consecuencias, si no graves, cuando menos molestas, si,
conocedor de las causas que le obligan a abstenerse de actuar, no lo pone en conoci-
miento del juzgado, pues, si practicada la pericia, emitido el dictamen y cobrados los
honorarios, es recusado por la parte contraria a la proponente de la prueba y que se
opuso a ella, admitida la recusación, será causa suficiente para que la parte para la que
haya practicado la prueba le obligue a devolver los honorarios percibidos.

1.4.5.3.3. Incompatibilidades exclusivas de los auditores de cuentas


Aparte de las causas que según la LOPJ y la LEC obligan al perito a abstenerse de
actua0r, los auditores, se entiende que en los trabajos exclusivamente de auditoría y solo
en ellos, habrán de tener en cuenta las incompatibilidades dispuestas por la LAC (LAC,
arts. 16 a 20), que en casos determinados les impiden actuar.

1.4.5.3.4. Recusación del perito


Los peritos designados por un órgano jurisdiccional, tanto titulares como suplentes,
podrán ser recusados en los términos previstos en la LEC (LEC, arts. 124.1 y 343.1,
párr. 1). La LEC incurre en un lapsus al indicar que «[...] solo los peritos designados [...]
mediante sorteo [...]» (LEC, art. 124.1), habiendo sido abolido el procedimiento de insa-
culación (sorteo), lapsus no enmendado por ninguna de las modificaciones posteriores
de la LEC. Este lapsus pudiera tener una transcendencia en el momento de recusación
de peritos, pues, ajustándose estrictamente a la letra de este artículo, si solo pueden ser
recusados los peritos designados mediante sorteo, entonces ningún perito puede ser recusado, ya que
ninguno será designado por este medio. Una interpretación menos rigurosa, en razón de lo dispuesto
sobre designación de peritos (LEC, art. 341) (2.1.4.5.2.2.2), obliga a hacer abstracción de ese
lapsus.
Los peritos que hubieran emitido dictámenes aportados por las partes no podrán ser
recusados y solo podrán ser objeto de tacha por los motivos dispuestos por la LEC (LEC,
art. 124.2, remisión a los arts. 343 y 344).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 79

Conviene hacer la distinción entre recusación y tacha. Recusación es aquella insti-


tución procesal que tiene por finalidad excluir, a petición de parte, al juez, magistrado,
Letrado de la Administración de Justicia o perito que por su relación anterior o al tiempo
del pleito con una de las partes pudiera considerarse de algún modo psicológicamente
influenciado, dudándose que pudiera actuar por ello de modo imparcial. En una segunda
acepción se trata de la facultad de solicitar que un determinado funcionario (los peritos
actúan en el pleito en que intervienen en calidad de tales) se abstenga de intervenir en
un procedimiento judicial por concurrir en él circunstancias previstas en la ley basadas
en un posible interés personal o que pudiera considerarse que su actuación en el pleito
pudiera adolecer de la imparcialidad requerida. Tacha es el motivo legal para invalidar
o desvirtuar la fuerza probatoria de las declaraciones de un testigo o del dictamen de un
perito. La tacha implica una incapacidad relativa sometida a una apreciación relacional.

1.4.5.3.4.1. Causas de recusación


Existen dos clases de causas de recusación de peritos: unas generales, previstas por
la LOPJ, y otras particulares, dispuestas por la LEC.
Las causas generales de recusación de peritos previstas por la LOPJ (LEC, art. 99 y
LOPJ, art. 219) son las mismas que para la abstención (véase 2.1.4.5.3.2.1).
Las causas particulares de recusación (LEC, art. 124.3) son:
1. Haber emitido con anterioridad sobre el asunto objeto del proceso en el que se
le recusa, dentro o fuera de él, dictamen contrario a la parte recusante.
2. Haber prestado servicios en calidad de perito al litigante contrario; ser empleado
o socio de este.
3. Tener participación en sociedad o empresa que sea parte en el proceso.

1.4.5.3.4.2. Procedimiento para la recusación del perito


La recusación se hará en escrito firmado por el abogado y el procurador de la parte
recusante, dirigido al órgano jurisdiccional que entienda del pleito, expresando con-
cretamente la causa de la recusación y los medios de prueba que se proponen. El escrito
de recusación se acompañará de copias para las demás partes del proceso (LEC, art.
125.1).
Si la causa de la recusación fuese anterior a la designación del perito, el escrito deberá
presentarse en los dos días siguientes al de la notificación del nombramiento (LEC, art.
125.2 párr. 1).
Si la causa de la recusación fuese posterior a la designación del perito y anterior a la
emisión del dictamen, el escrito de recusación podrá presentarse hasta el mismo día
fijado para el juicio o la vista (LEC, art. 125.2 párr. 2).
Celebrado el juicio o la vista no podrá recusarse al perito, sin perjuicio de que,
cuando las causas de la recusación existieran al tiempo de emisión del dictamen por el
perito pero fueran conocidas después de dicha emisión, podrán ser puestas de manifiesto
al órgano jurisdiccional que entienda del pleito antes de que dicte sentencia y, de no ser
80 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

posible, reproducirlo ante el órgano jurisdiccional competente en la segunda instancia


(LEC, art. 125.3).
Propuesta en tiempo y forma la recusación, se dará traslado de copia del escrito al
perito recusado y a las partes. En conocimiento de la recusación, el perito deberá mani-
festar mediante comparecencia ante el Letrado de la Administración de Justicia del juz-
gado que entienda del pleito si son ciertas o no las causas de recusación que se le imputan.
Si las reconoce como ciertas y el Letrado de la Administración de Justicia admite tal
reconocimiento, se le tendrá sin más trámites por recusado, siendo sustituido por el
perito suplente. Si el recusado fuera el suplente, reconocida la certeza de la causa de
recusación, se estará a lo que dispone el artículo 342 de la LEC, (LEC, art. 126, modi-
ficado por la Linoj., art. 15,63), o sea, nueva designación de perito (ver 1.4.5.3)

1.4.5.3.4.3. Sustanciación del incidente de recusación


Si el perito negara la certeza de la causa de recusación o el órgano jurisdiccional no
aceptara el reconocimiento hecho por el perito como cierto, el Letrado de la Admi-
nistración de Justicia ordenará a las partes que comparezcan a presencia del Juez, asistidas
de sus respectivos abogados y procuradores, si dada la índole del proceso fuera preceptiva
su intervención, en el día y hora al efecto señalados con las pruebas de que intenten
valerse (LEC, art. 127.1, modificado por la Linoj., art. 15,64).
Si el recusante no asistiese el Letrado de la Administración de Justicia le tendrá por
desistido de la recusación (LEC, art. 127.2, modificado por la Linoj., art. 15,64).
Si compareciese la parte recusante y se ratificase en la recusación, el órgano juris-
diccional admitirá las pruebas que sean pertinentes y útiles, resolviendo mediante auto
lo que estime procedente (LEC, art. 127.3, párr. 1).
De estimarse la recusación, el perito recusado será sustituido por el suplente. Si fuese
este último el recusado se estará a lo dispuesto en el art. 342.2 (véase 1.4.5.3) (arts. 126
y 127.3 párr. 2); nueva designación de perito (ver 1.4.5.3).
Contra el auto que resuelva sobre la recusación no cabrá recurso alguno, sin per-
juicio del derecho de las partes a reproducirlo en la segunda instancia (LEC, art. 127.4).

1.4.5.3.5. Solicitud de dictámenes a entidades y personas jurídicas


Dispone la LEC que se podrá solicitar dictámenes a academias, instituciones cultu-
rales y científicas en materias objeto de estudio de sus respectivas especialidades. Tam-
bién podrá solicitar dictámenes sobre cuestiones específicas a personas jurídicas legal-
mente habilitadas (LEC 340.2).
La institución o persona jurídica a la que se encargue el dictamen deberá comunicar
a este el nombre de la persona o personas que habrán de emitirlo y a quienes se les
exigirá el requisito del juramento o promesa previstos en el art. 335.2 (véase 1.4.5.3)
(art. 340.3).
Resulta confusa la disposición sobre la posibilidad de solicitar dictamen de academia
o institución cultural y científica, pues no dispone quién o quiénes habrán de solicitar
el dictamen, aunque por el contexto del propio articulado hace suponer que han de ser
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 81

las partes en sus escritos de demanda o contestación, si bien la LEC no lo dice. Tampoco
está claro a qué academias se refiere (¿las Reales Academias?). En cuanto a las institu-
ciones culturales y científicas, ya está más claro que puedan ser los institutos públicos o
privados. De otra parte, aun cuando tales academias e instituciones estén facultadas para
emitir dictámenes, no lo están o no es su función realizar peritajes judiciales como se
deduce de la frase «... se ocupen del estudio de las materias correspondientes al objeto de la
pericia». Resulta paradójico, de otra parte, que ninguno de los artículos en los que cita
al perito se refiere a «la pericia» como actividad propia del perito, y únicamente se refiere
al término pericia al citar a las academias e instituciones culturales y científicas que en
realidad no es, como se ha dicho, su función propia.
La LECa preveía la posibilidad de solicitar informes a academias, colegios o corpo-
raciones oficiales (LECa art. 631.1); no hacía mención en ella a que los informes fueran
periciales. La LEC habla no ya de informes sino de dictámenes, los cuales sí tienen el
carácter de periciales. De otra parte excluye a los colegios y corporaciones oficiales, con
lo que ni el ICJCE, ni los colegios afectos al ICJCE, ni los colegios de economistas y
de titulados mercantiles y empresariales, ni ningún otro colegio profesional podrán
intervenir directamente en juzgados ni tribunales de justicia (LEC art. 340.2).
De otra parte, a poco que se medite sobre la inclusión de las academias e instituciones
entre quienes se hallan legitimados para emitir dictámenes e informes técnicos, ense-
guida se advierte que la cuestión planteaba un agravio comparativo si se tiene en cuenta
que todos los peritos y expertos judiciales estaban obligados, hoy no, al pago anual del
impuesto de actividades económicas (IAE), mientras que aquellas no, con lo que su
inclusión entre ellos caía, en virtud de tal circunstancia, dentro de las situaciones de
intrusismo profesional. La inclusión de las academias e instituciones culturales y cientí-
ficas es por ello un error.
La posibilidad de solicitar dictámenes e informes a personas jurídicas (LEC art.
340.2) supone la entrada en el proceso civil de toda clase de sociedades y empresas, y
con ello de las multinacionales de la consultoría y de la auditoría, con pérdida de la
exclusividad que tenían los peritos individuales, con evidente menoscabo de sus dere-
chos legítimamente adquiridos.
Otra duda que suscita la inclusión de personas jurídicas entre quienes se consideran
legitimados para emitir informes y dictámenes periciales es el procedimiento para su
nombramiento, ya que la LEC solo prevé el de los peritos individuales adscritos a cole-
gios oficiales o asociaciones profesionales.

1.4.5.3.6. Actuación previa a la práctica de la prueba


La primera actuación, tras la aceptación, es el examen de los autos en las propias
dependencias del juzgado. La selección de los folios de los autos del escrito o escritos
de la parte o partes proponentes de la prueba, en los que consta el alcance de esta, así
como de cuantas documentaciones interesen, y su traslado al oficial del juzgado o, en
su caso, a los abogados de las partes o a los procuradores para la obtención de copias,
82 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

tiene lugar en esta primera actuación previa, imprescindible para el inmediato estudio
de los antecedentes del pleito, a fin de formarse una idea general del objeto del litigio.

1.4.5.4. Práctica de la prueba pericial contable


La LEC dispone que todas las pruebas se practicarán en unidad de acto. Excepcio-
nalmente el Juez acordará, mediante providencia, que determinadas pruebas se practi-
quen fuera del acto del juicio o la vista y aquellas que no puedan practicarse en los
propios juzgados o tribunales. En los dos últimos casos se hallan las pruebas periciales
contables que por sus especiales características requieren de verificaciones de cifras y
datos contables, deducidos de la contabilidad de las partes demandante o demandada o
de ambas, que, en todo caso, es siempre un trabajo complejo en mayor o menor grado,
cuya realización difícilmente se realiza en una sola actuación, es decir, en unidad de
acto, como reza el artículo, sino que precisa de revisiones y cálculos en los que el perito
y sus colaboradores habrán de invertir varios días. El Letrado de la Administración de
Justicia señalará día y hora dice la LEC, en que hayan de practicarse las pruebas que no
puedan realizarse en el juicio o vista (LEC, art. 290, modificado por la Linoj., art.
15,155), practicándose, en todo caso, dice el artículo modificado, antes del juicio o vista
—obvio—, determinándose en tales casos el lugar de su realización, pero esto no es de
aplicación en la prueba pericial contable.

1.4.5.4.1. Orden procedimental en la práctica de la prueba pericial contable


El perito deberá tener en cuenta los siguientes puntos básicos:
1. Obligatoriedad de conocer y estudiar los autos.
2. No ignorar ninguna fuente de información que pueda contribuir al esclareci-
miento de los hechos en que habrá de basarse la pericial.
3. Elección de las técnicas y procedimientos concretos a aplicar en cada caso.
4. Prestar importancia máxima al autocontrol, empleando dos o más técnicas o
procedimientos alternativos que conduzcan a un mismo resultado.

1.4.5.4.2. Recomendaciones para la práctica de la pericial,


Para la práctica de la prueba pericial contable procede hacer las siguientes reco-
mendaciones resumidas en 10 puntos o pasos que engloban todo el proceso de su prác-
tica. Son los siguientes:
En el juzgado:
1. Examen exhaustivo de los autos.
2. Selección de las documentaciones obrantes en autos; imprescindibles: escritos
de demanda y su contestación y escrito o escritos de concreción de la pericial a
practicar, si no consta en ninguno de los anteriores, y obtención de copias.
En despacho:
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 83

1. Relectura exhaustiva de la documentación obrante en autos, copiada.


2. Minucioso estudio de cada uno de los puntos (extremos) de la prueba pericial
propuestos.
3. Determinación de personas a contactar para solicitar el examen de los libros y
registros de contabilidad de la o las partes, y solicitud de documentos extrapro-
cesales, de necesario examen para la práctica de la prueba pericial, y obtención
de copias de todos ellos, si procede.
4. Recopilación de las documentaciones y copias, riguroso estudio de las mismas
y cumplimentación de todos y cada uno de los puntos (extremos) en que se basa
la pericial solicitada.
5. Preparación de un primer borrador del dictamen o informe.
6. Sometimiento del borrador del dictamen o informe a su necesario control, o
autocontrol de calidad (ver Segunda parte. Metodología, Capítulo 4. Control
de calidad de dictámenes e informes).
7. Modificaciones pertinentes del borrador del dictamen o informe.
8. Redacción del dictamen o informe definitivo.

1.4.5.4.3. Presencia de las partes en la práctica de la prueba pericial


Dispone la LEC que las partes y sus defensores podrán presenciar las operaciones
periciales sin que entorpezcan su práctica (LEC, art. 345.1).
Por el motivo antes expuesto, resulta difícil pensar que el perito —se sobreentiende
que se refiere exclusivamente a la prueba pericial contable a practicar por el perito
designado por el órgano jurisdiccional— haya de poder practicar la prueba en presencia
de las partes y de sus respectivos abogados, ya que siempre habrá de resultar complicado
realizar la actuación estando presentes.
El juez decide sobre la procedencia o improcedencia de la presencia de las partes y
sus defensores en las operaciones necesarias para la práctica de la pericia; en el caso de
las pruebas periciales contables, las verificaciones de documentos, libros y cuentas, a cuya
decisión por supuesto el perito no podrá oponerse, si bien las partes y sus defensores no
podrán inmiscuirse en absoluto en las operaciones que comporten la prueba ni tampoco
examinar papeles ni documentaciones que aquellas pongan al alcance del perito. Es el
mismo caso que en una auditoría de cuentas el cliente o persona por él autorizada qui-
sieran estar presentes en todas y cada una de las operaciones de verificación, desde el
principio hasta el final; tampoco en ese caso el auditor podrá oponerse.
En tal caso el perito deberá comunicar a los abogados de las partes que hayan mani-
festado sus deseos de presenciar las operaciones, la fecha en que habrá de iniciar su
actuación con una antelación mínima de 48 horas del día y hora de inicio de la prueba
(LEC, art. 345.2).
84 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.4.5.5. Emisión del dictamen


Practicada la pericia, el perito actuante emitirá su dictamen por escrito, que habrá
de hacer llegar al juzgado por medios electrónicos en el plazo que le hubiera señalado
(LEC, art. 346, modificado por art. único, apartado 44, Ley 42/2015, de 5 octubre) La
aportación del dictamen, aun cuando la LEC no dice nada al respecto, se hará acom-
pañada de un escrito.
Del dictamen emitido el Letrado de la Administración de Justicia dará traslado a las
partes, las cuales manifestarán si desean que el perito se persone en el juicio, si es ordi-
nario, o a la vista, si es verbal, a los efectos de hacer aclaraciones complementarias que
aquellas consideren oportunas. El órgano jurisdiccional acordará por providencia si
considera necesaria o no la presencia del perito en el juicio o la vista (LEC, art. 346,
modificado por la Linoj., art. 15,163).
La LEC sustituye el denominado turno de aclaraciones (LECa art. 627) por la facul-
tad de las partes de solicitar la concurrencia del perito en el juicio o la vista.
Otra novedad es el traslado a las partes del dictamen escrito emitido por el perito y
aportado al juzgado, circunstancia que no preveía la LECa, dándose el caso de que, si
el perito, motu proprio, haciendo uso de la autorización dispuesta por el art. 627.1 de la
LECa, no presentaba, como se ha dicho (2.1.4.2.) el dictamen antes del día señalado
para su ratificación y turno de aclaraciones, los abogados y procuradores de las partes
habían de conocerlo en el mismo acto e improvisar las preguntas en el propio acto, lo
que no resultaba en ningún caso operativo. La práctica procedimental de los peritos de
aportar el dictamen al juzgado antes de que este señalase día y hora para la ratificación
y para el turno de aclaraciones se impuso y la LEC lo ha recogido en el art. 346 en la
forma antes expuesta.
En ocasiones se da el caso de que el juzgado no señale plazo al perito para la apor-
tación del dictamen, con lo que la situación es la misma que en la LECa, es decir, que
puede aportarlos en cualquier momento. El buen criterio del perito hace que lo aporte
y precisamente cinco días antes de la audiencia previa. En tales casos, no obstante, el no
haberle señalado plazo para la aportación del dictamen es siempre un lapsus del juzgado
que constatado, es corregido por el Letrado de la Administración de Justicia o por el
oficial que lleve el expediente y reclame el dictamen al perito para que lo aporte en el
plazo que entonces se le fije, siempre antes de la audiencia previa.

1.4.5.5.1. Envío del dictamen por medios telemáticos


Todos los profesionales que intervengan en los Tribunales de justicia están obligados
al empleo de los sistemas telemáticos y electrónicos de la Administración de Justicia en
la presentación de escritos y documentos, de forma que esté garantizada la autenticidad
de la presentación y quede constancia fehaciente de la remisión y la recepción íntegras,
así como de la fecha en que éstas se efectúen.
En los escritos y documentos que se presenten por vía telemática o electrónica
deberán indicarse la referencia, número y año del expediente, estar debidamente foliados
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 85

mediante un índice electrónico que permita su localización y consulta. La presentación


se realizará empleando firma digital.
Caso de incumplimiento del deber del uso de las tecnologías previsto en este artículo
o de las especificaciones técnicas requeridas, quien lo incumpla, dispondrá de cinco días
a requerimiento del Letrado de la Administración de Justicia, para su subsanación, pre-
sentándolos en la forma requerida. De no subsanarse dentro ese plazo, los escritos y
documentos se tendrán por no presentados a todos los efectos.
Excepcionalmente, se presentarán en soporte papel los escritos y documentos
cuando expresamente lo indique la ley. De todo escrito y de cualquier documento que
se aporte o presente en soporte papel y en las vistas se acompañarán tantas copias literales
cuantas sean las otras partes (LEC art. 273, en la nueva redacción dada por el artículo único,
apartado 34 y Disposición final 12.ª, de la Ley 42/2015, y Ley 18/2011, de 5 de julio,
reguladora de las tecnologías de la información y comunicación, en vigor desde el 1 de enero 2016,
respecto a los procedimientos que se iniciaron a partir de esa fecha).
Los profesionales en el ejercicio de una profesión para la que se requiere la cole-
giación obligatoria, en funciones de perito están obligados en sus relaciones con la
Administración de Justicia, a utilizar medios electrónicos y telemáticos (LEC art. 273,
en la nueva redacción dada por el artículo único, apartado 34, de la Ley 42/2015).
El perito deberá ajustarse en sus relaciones con la Administración de justicia a lo
dispuesto sobre utilización de medios telemáticos y electrónicos y enviar el dictamen
escrito al juzgado por correo electrónico y con firma digital. Algunos juzgados prefieren
se les haga el envío por fax.

1.4.5.6. Tacha de peritos


Los peritos que hubieran emitido dictamen aportado por las partes en sus escritos
de demanda o de contestación, o posteriormente, si así lo hubieran indicado en aquéllos
—esto no lo dice la LEC pero cabe considerarlo subsumido—, no podrán ser recusados
pero podrán ser objeto de tacha de concurrir en ellos algunas de las circunstancias que
se exponen en el punto 1.4.5.6.1 (LEC 343.1).
En los juicios ordinarios, las tachas de los peritos que hubieran emitido los dictá-
menes aportados por las partes en sus escritos iniciales se propondrá en la audiencia previa
al juicio (LEC, art. 343.2, párr. 1).
En el acto de intervención del perito en el juicio, en los ordinarios, o en la vista, en
los verbales, es el momento procesal de formular las tachas que pudieran afectar al perito
(LEC, art. 347.1.6.º).
En el acto de formulación de la tacha de peritos, la parte que la formule propondrá
la prueba de que intente valerse para justificar la tacha, quedando exceptuada la testifical
(LEC, art. 343.2, párr. 2).
Después del juicio o de la vista no podrá formularse tacha del perito (LEC, art.
343.2, párr. 1).
Resumiendo: la propuesta de tacha del o de los peritos que hubieran emitido dic-
támenes aportados por las partes se hará en la audiencia previa al juicio y la formulación
86 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de la tacha de estos y la de los peritos nombrados, a petición de parte, por el órgano


jurisdiccional, con la correspondiente aportación de pruebas, en el acto del juicio, en el
ordinario, o de la vista, en el verbal.
La impugnación de la pericial en segunda instancia, en base al silencio respecto a la
tacha de la sentencia impugnada por haberse formulado posteriormente al momento
procesal oportuno para ello, como en alguna ocasión se ha pretendido, no tiene posi-
bilidad alguna de prosperar, dado, como acaba de decirse, el carácter preclusivo (SAP
de Baleares, Sec. 3.ª, de 26 de marzo de 2003).

1.4.5.6.1. Causas de la tacha


Son causas de la tacha de peritos (LEC, art. 343.1):
• Ser cónyuge con una de las partes, de sus abogados o procuradores.
• Tener interés directo o indirecto en el objeto del pleito u otro semejante.
• Existencia de parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad o afinidad
entre el perito y una de las partes, sus abogados o procuradores.
• Estar o haber estado en situación de dependencia o de comunidad o contrapo-
sición de intereses con alguna de las partes, con sus abogados o procuradores.
• Tener el perito amistad íntima con cualquiera de las partes, abogados o procu-
radores.
• Tener el perito enemistad manifiesta con cualquiera de las partes, sus abogados
o procuradores.
• Cualquier otra circunstancia, debidamente acreditada, que les haga desmerecer
en el concepto profesional.
Literal este último ciertamente ambiguo y que lleva a la confusión, ya que la ley no
especifica el alcance de tal desmerecimiento.
(Véase lo expuesto en 1.4.5.3.3, sobre incompatibilidades de los auditores.)

1.4.5.6.2. Contradicción y valoración de la tacha


Las partes podrán oponerse a la tacha del perito ante el órgano jurisdiccional, apor-
tando al efecto los documentos que consideren pertinentes y convenientes a su interés
(LEC, art. 344.1).
Si la tacha menoscabase la consideración y prestigio profesional o personal del perito,
podrá este solicitar del órgano jurisdiccional que al término del proceso declare,
mediante providencia, que la tacha carece de fundamento (LEC, art. 344.1).
En el momento procesal de la valoración de la prueba, el órgano jurisdiccional tendrá
en cuenta la tacha, así como su negación o contradicción, declarando, en su caso,
mediante providencia la falta de fundamento de la tacha. De apreciar temeridad o des-
lealtad procesal en la tacha formulada podrá imponer a la parte responsable, previa
audiencia, una multa en la cuantía de 60 a 600 euros (LEC, art. 344.2, modificado por
el RD 1417/2001, de 17 de diciembre, de conversión a euros de las cuantías fijadas por
la LEC).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 87

1.4.6. Objeciones respecto a la mayor objetividad de los dictámenes de peritos de


designación judicial respecto a los designados por las partes
Subraya la jurisprudencia, que no la ley (LEC), que los dictámenes periciales deno-
minados de parte, emitidos por peritos contratados por una u otra parte, aportados con
la demanda o su contestación o posteriormente (1.4.1, 1.4.2), son de menor objetividad
que los dictámenes emitidos peritos nombrados por el órgano jurisdiccional, ya que las
partes, o sus abogados en su nombre, pudieron elegir al o a los peritos de su conve-
niencia, lo que les pudo garantizar un control sobre el resultado en el sentido de que si
este no gusta al o a los abogados o no es favorable a las pretensiones de la parte que
defienden, pudieron solicitar nuevos dictámenes a otro u otros peritos hasta obtener
uno que sea favorable a sus pretensiones, criterio que, abstracción hecha respecto a la
objetividad, y desconsiderando la ética profesional de los peritos, subsiste, como se ha
dicho, en todas las sentencias tanto del TS como de las audiencias.
Así, la Sentencia del TS, Sala 1.ª de lo Civil, de 24 de febrero de 2003, n.o 187,
además de referirse a la libre valoración de la prueba, dispone:
«...Vista la disparidad de criterios existente entre los diferentes técnicos actuantes, qué
informe o informes son los que por su mayor solvencia técnica deben escogerse para dirimir
la disputa. En este sentido —dice—, la relación fáctica contenida en la sentencia de instancia,
que da por reproducida para evitar repeticiones, "debe completarse con referencias a ciertos
aspectos de los mentados informes periciales: a juicio de esta Sala —continúa—, debe desta-
carse, de entrada, la mejor cualificación técnica y mayor imparcialidad del perito designado para mejor
proveer por el Juzgado de Instancia. Lo primero porque expresamente se solicita del Colegio
[…]. La segunda, por la más aséptica designación judicial frente a la de aquellos propuestos por las
partes". Esta elección entre los diversos dictámenes no concordes practicados, constituye facultad
del Tribunal de instancia, no censurable en casación que debe respetarse».
La Sala acepta en casación la elección por el juzgado de instancia del dictamen del
perito por él designado para mejor proveer.
Se advierte en la sentencia la reafirmación en la mayor objetividad de los peritos
designados por el juez frente a los designados por las partes, abogado aquí por el hecho
de la discrepancia en los dictámenes de estos últimos dirimida por el dictamen del perito
designado en diligencias finales.
Este argumento, sin significar que sea falso, queda desvirtuado si se razona la idea
del dictamen objetivo.
Conocedores los abogados de este hecho, generalmente optan por solicitar la desig-
nación de perito por el juez a aportar con la demanda o su contestación un dictamen
emitido por un perito por ellos contratado, o anunciar la aportación posterior de no
disponer de él.
Mas admitiendo, hipotéticamente, que el dictamen de perito designado por el juez
pueda ser de mayor objetividad que el emitido por peritos elegidos por las partes, a lo
que debe atender el juzgador en el momento de la valoración es a la objetividad del
resultado, aplicando para ello los diversos criterios o máximas de experiencia a los que
antes se ha aludido (1.5) y que el artículo 343 de la LEC intenta garantizar, instaurando
la tacha de los peritos que no sean de designación judicial. Con esto se quiere significar
88 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

que no es suficiente con que el dictamen sea de origen judicial para que este prevalezca
sobre el de parte, pero que tampoco puede olvidarse que, en origen, la posición del
perito designado por el juez sea de mayor objetividad que la del perito que emite el
dictamen a petición de parte para ser aportado al proceso. En aras de la objetividad del
dictamen pericial, incluso los peritos designados por el órgano jurisdiccional pueden ser
objeto no de tacha pero sí de recusación cuando se den en ellos determinadas circuns-
tancias (1.4.5.3.4.).
Con esto se quiere significar que no es aceptable la apreciación de que el dictamen
emitido por perito nombrado por el órgano jurisdiccional a petición de parte sea de
mayor objetividad y rigor técnico que el aportado por las partes. Lo que si es cierto es
el modus operandi del abogado de la parte interesada en la prueba, según se ha dicho,
respecto a la elección del perito.

1.4.7. Intervención del perito en el juicio oral


La función del perito finaliza con la posible intervención ante el juicio o la vista en
el verbal (LEC, art. 346, modificado por la Linoj., art. 15,163).
La presencia del perito en el juicio o a vista, tanto los nombrados por las partes (LEC,
art. 337.2 y 338.2, modificado por la Linoj., art. 15,160) como los nombrados por el
juez a su solicitud (LEC, art. 346, con la modificación indicada), deberán solicitarla las
partes, y el juez la admitirá o no de considerarlo necesario.
Acordada la intervención del perito en el juicio o la vista, las partes y sus defensores
podrán solicitar al perito que haga una exposición completa y detallada de su dictamen,
apoyándola en cuantas operaciones complementarias sean precisas, empleando para ello
documentos, y otros elementos de prueba a los que se refiere el art. 336.2 de la LEC
(ver 1.4.1.); facilite aclaraciones o, en su caso, amplíe los puntos del dictamen insufi-
cientemente explícitos o de difícil comprensión o incluso a otros puntos conexos con
el alcance del dictamen. Ante la imposibilidad de poder dar una respuesta satisfactoria a
la ampliación de los puntos del dictamen, el perito manifestará el plazo que habrá de
serle necesario para contestar a las cuestiones que le sean propuestas. Deberá responder,
de otra parte, a las preguntas y objeciones sobre la metodología utilizada en la práctica
de la prueba, premisas, conclusiones y otros puntos del dictamen que los abogados de
las partes le formulen (LEC, art. 347.1, 1.º, 2.º, 3.º y 4.º).
En el propio acto de intervención del perito podrá concurrir el perito de la parte
contraria, caso de que hubiera sido nombrado, a fin de que formule las objeciones al
dictamen que considere oportunas (LEC, art. 347.1.5.º).
Respecto a la formulación de objeciones, crítica del dictamen las denomina la LEC,
aunque no lo dice, se sobreentiende que dicha crítica ha de ser absolutamente cons-
tructiva y siempre objetiva, nunca peyorativa.
La LEC no contempla la posibilidad de un careo entre los peritos designados por
las partes y entre estos y los de designación judicial, pero tampoco lo prohíbe expresa-
mente.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 89

El juez podrá formular también a los peritos las preguntas que considere precisas y
requerir de él las aclaraciones pertinentes sobre lo que sea objeto del dictamen, pero sin
poder acordar de oficio que el perito lo amplíe (LEC, art. 347.2). Cuando el perito
hubiera sido designado de oficio por el órgano jurisdiccional al amparo de lo dispuesto
por el art. 339.5 (véase 1.4.5.2), podrá este solicitar ampliación al dictamen del perito
(LEC, art. 347.2).
Adviértase la modificación introducida por la LEC respecto al denominado turno
de aclaraciones en la LECa, ya que mientras en esta, según su art. 628, la potestad de las
partes alcanzaba exclusivamente a solicitar del juez que requiriera del perito o peritos
las explicaciones oportunas para el esclarecimiento de los hechos objeto del litigio, es
decir, aclaraciones relativas al dictamen emitido y, en virtud de ello, los letrados de las
partes no podían utilizar el turno de aclaraciones para obtener del perito o peritos, a
través de formulación de preguntas no contenidas en el escrito de solicitud de prueba,
un nuevo dictamen complementario del emitido y ratificado, puesto que el art. 630 de
la LECa, concordante con aquel otro, prohibiendo la repetición del reconocimiento
pericial, es decir de la prueba, aun en el caso de que el practicado resultase ser insuficiente
o los peritos, de ser más de uno, no se hubieran puesto de acuerdo en sus conclusiones,
implícitamente lo impedía, en la LEC los abogados de las partes pueden formular toda
clase de cuestiones y preguntas, incluso requerir del perito ampliación del dictamen,
pudiendo en tal caso seguir su intervención en otro momento en que disponga del
dictamen complementario en que se base la ampliación solicitada; no así el juez, que
habrá de esperar a las diligencias finales para requerir ampliación del dictamen. No obs-
tante, se reconoce que habrá de ser difícil para el perito negarse al requerimiento del
juzgador de que, incumpliendo lo prescrito por el art. 347.2 y excediéndose con ello
de las facultades que el propio artículo le otorga, amplíe, oralmente o por escrito, su
dictamen.

1.4.8. Otras actuaciones periciales en el procedimiento


De considerarlo necesario o conveniente para conocer el contenido o sentido de
una prueba o para proceder a su más acertada valoración, las partes podrán aportar al
procedimiento o proponer la emisión de dictámenes periciales sobre otros medios de
prueba dispuestos por el art. 299.2 y 3, admitidos por el órgano jurisdiccional (LEC,
art. 352).
Según los citados apartados del artículo 299, los medios de prueba sobre los que se
admite nueva prueba pericial son:
• Medios de grabación archivo y reproducción de palabra, sonido e imagen.
• Instrumentos de grabación, archivo y reproducción de cifras, datos y operacio-
nes contables, llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, con relevancia
en el proceso.
• Cualquier otro medio por el que pudiera obtenerse certeza sobre determinados
hechos de relevancia en el proceso.
90 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Las contabilidades y todas las documentaciones administrativas, contables y econó-


mico-financieras procesadas por ordenador se hallan dentro de la segunda clase de
medios que pueden ser a su vez objeto de prueba pericial contable.

1.4.9. Requerimiento de perito en el reconocimiento judicial


Cuando para el esclarecimiento y apreciación de los hechos las partes consideren
necesario o conveniente el reconocimiento judicial de lugares, objetos o personas, soli-
citará del órgano jurisdiccional que entienda del caso la práctica de esta prueba, indi-
cando en la solicitud si la solicitante va a concurrir al acto asistida de un experto en la
materia de que se trate (art. 353.1 y 2). A su vez, la parte contraria podrá también
proponer la asistencia al acto asistida por otro experto. Si la materia objeto de recono-
cimiento es de índole contable o económico-financiera los expertos en cuestión que
pudieran asistir a la parte interesada en el reconocimiento y a la contraria podrán ser
también los profesionales referidos en el epígrafe 1.4.
Si en el acto del reconocimiento el órgano jurisdiccional, bien de oficio o a instancia
de parte, considerase conveniente oír las observaciones de los expertos que asistieran a
las partes, recibirá de ellas previamente juramento o promesa de decir verdad (LEC, art.
354.3).
Del reconocimiento judicial practicado, será levantada acta por el Letrado de la
Administración de Justicia, consignándose en ella las observaciones efectuadas por los
peritos que serán por ellos firmadas junto con todos los demás asistentes al reconoci-
miento (LEC, art. 358).

1.5. La prueba pericial contable en el juicio ordinario


Según se ha expuesto en 2.1, la normativa concerniente a la prueba ha sido incluida
en la LEC en las disposiciones comunes a los procesos declarativos, en el libro II, título
I, capítulos V y VI, dentro de ellas, la prueba de peritos, concretamente, en la Sección
5.ª del último de los citados capítulos. En ellos constan los procedimientos y medios de
prueba que utilizar en los juicios ordinario y verbal.
El art. 427 de la LEC contempla también la prueba de peritos en los términos que
seguidamente se exponen.

1.5.1. Posibilidad de aportación de nuevos dictámenes periciales en la audiencia previa


al juicio
La parte actora aún podrá aportar en la audiencia previa al juicio nuevos dictámenes
periciales e informes de expertos junto con otras documentaciones, instrumentos y
medios de prueba que considere idóneos, cuyo interés y relevancia se hubieran puesto
de manifiesto después de las alegaciones formuladas por la parte demandada en el escrito
de contestación a la demanda (LEC, art. 265.3).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 91

Las partes podrán aportar dictámenes de peritos en apoyo de las alegaciones com-
plementarias, rectificaciones, peticiones, adiciones y hechos nuevos efectuados en la
audiencia previa al juicio (LEC, art. 426.5, párr. 1).
Los dictámenes referidos en el párrafo anterior, cuya utilidad se ponga de manifiesto
en las alegaciones de la demandada o por lo alegado y pretendido en la audiencia previa
al juicio, serán aportadas por cada parte para su traslado a la contraria con una antelación
de 5 días a la celebración del juicio o la vista con manifestación de las partes.
Lo expuesto en 1.4.2 respecto la posibilidad de indicar la intención de aportar dic-
támenes periciales en los escritos de demanda y contestación a la misma en los casos de
imposibilidad de aportar los dictámenes periciales e informes de expertos de los que las
partes pretendan valerse no será de aplicación a la aportación de dictámenes de peritos
cuya utilidad se ponga de manifiesto como consecuencia de las alegaciones de la parte
demandada en la contestación a la demanda o de las alegaciones o pretensiones com-
plementarias admitidas en la audiencia previa a que hace referencia el art. 426 (LEC,
art. 338.1).
En la audiencia previa al juicio, las partes litigantes expondrán sus respectivas posi-
ciones sobre los documentos aportados por ellas a los autos, pronunciándose en el sentido
de si las admite, las reconoce o las impugna o, en su caso, propone prueba sobre su
autenticidad (LEC, art. 427.1).
En la propia audiencia las partes expondrán lo que convenga a su derecho sobre los
dictámenes periciales presentados hasta ese momento (audiencia previa), es decir, los
aportados en los escritos de demanda y contestación a esta, conforme a lo dispuesto por
el art. 265.1.5.º, los emitidos posteriormente en razón a la autorización del art. 337 y
los emitidos por los peritos designados por el órgano jurisdiccional, pronunciándose
sobre si los admite y aun contradiciéndolos de considerarlo oportuno (LEC, art. 427.2).
Si exhortadas a las partes, a sus respectivos abogados y procuradores para que lleguen
a un acuerdo que ponga fin al litigio –uno de los objetivos esenciales de la audiencia
previa–, no llegasen a ningún acuerdo (ver 1.5.5), proseguirá el pleito (LEC, art. 428.2
y 3), y si además no existiera conformidad sobre los hechos, proseguirá la audiencia para
la proposición y admisión de la prueba (LEC, art. 429.1).
Si en la audiencia previa las partes suscitasen la necesidad de aportar al proceso
nuevos dictámenes periciales en apoyo de sus alegaciones o pretensiones, podrán apor-
tarlos durante los 5 días anteriores a la fecha de la celebración del juicio (LEC, art. 427.3,
con remisión al art. 338.2). Los dictámenes periciales a aportar en esta fase del proceso
podrán encargarlos las partes a los peritos que libremente designen cada una de ellas.
Si el órgano jurisdiccional, vistas las pruebas propuestas por las partes, las considerase
insuficientes para el esclarecimiento de los hechos controvertidos, lo pondrá de mani-
fiesto a las partes, indicando los hechos que pudieran estar afectados por la insuficiencia
probatoria. En ese momento procesal el órgano jurisdiccional podrá sugerir e incluso
acordar nueva prueba o pruebas cuya práctica considere conveniente (LEC, art. 429.1,
párr. 2).
Las partes, teniendo en cuenta las manifestaciones del juzgador, podrán completar
o modificar sus proposiciones de prueba (LEC, art. 429.1, párr. 3).
92 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Las partes deberán indicar qué peritos habrán de personarse en el juicio que habrá
de tener lugar tras la audiencia previa y cuáles hayan de ser citados por el órgano juris-
diccional. La citación se acordará en la propia audiencia y se practicará con antelación
suficiente (LEC, art. 429.5, párr. 1).

1.5.2. Designación de peritos en la fase de audiencia previa al juicio


En la audiencia previa al juicio ordinario, si a consecuencia de las alegaciones o
pretensiones complementarias admitidas en aquella las partes solicitasen la designación
de un perito por el órgano jurisdiccional para la práctica de una prueba pericial y emisión
de dictamen, acordará aquel la designación (LEC, art. 427.4).
La designación de perito o peritos en esta fase del proceso se efectuará en la forma
y con los requisitos expuestos en 2.1.4.5 (LEC, art. 427.4).
También en la designación de peritos en esta fase del proceso, si las partes están de
acuerdo en que el dictamen sea emitido por un determinado perito o entidad, el órgano
jurisdiccional designará el que las partes hubieran elegido (LEC, art. 339.4) (véase
1.4.5.2).

1.5.3. Ampliación de dictámenes


La LEC prevé la ampliación de los dictámenes periciales presentados por ambas
partes (LEC, art. 427.2), ampliaciones que habrán de ser aportadas en idéntico plazo de
5 días dispuesto para la aportación de un nuevo dictamen (véase 1.5.1) (LEC 427.3).
Análogamente, el órgano jurisdiccional podrá acordar la ampliación de las pruebas peri-
ciales insuficientes (art. 429.1) (véase 1.5.1), lo que supone en ambos casos ampliación
del dictamen por el perito o peritos actuantes.

1.5.4. Conclusión de la audiencia y señalamiento del juicio


Debe precisarse que, según lo expuesto 1.5.1, cuando fuere preciso practicar nuevas
pruebas periciales para disponer de nuevos dictámenes, a instancia de parte o acordada
por el juzgador (LEC art. 429.1), la práctica de la pericia, dado que todas las pruebas
que no hayan de poder practicarse en el acto del juicio habrán de realizarse con ante-
rioridad a este (LEC, art. 429.4), debe hacerse en el plazo de 1 mes desde la conclusión
de la audiencia dispuesto por la LEC para la celebración del juicio (LEC, art. 429.2).
Siempre que sea posible, el juez hará el señalamiento de la fecha del juicio en el acto de
la audiencia, teniendo en cuenta para ello los señalamientos programados y demás cir-
cunstancias a que se refiere el art. 182.4 de la LEC. En otros casos fijará la fecha del
juicio el Letrado de la Administración de Justicia (LEC 429.2, modificado por la Linoj.,
art. 15,178). El plazo podrá ser ampliado por el Juez a 2 meses a petición de parte cuando
la prueba haya de practicarse fuera de la sede del juzgado (LEC, art. 429.3, con la modi-
ficación indicada). Es el caso de las pruebas periciales contables que exigen un deter-
minado tiempo para su práctica y para la posterior emisión del dictamen escrito
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 93

Generalmente el plazo de 2 meses será suficiente para la práctica de la prueba; sin


embargo, en determinados casos de revisiones contables muy complejas, así como
cuando sean necesarias auditorías de cuentas plurianuales que requieran plazos más
amplios, la LEC no prevé solución alguna.

1.5.5. Acuerdo de las partes previo al juicio que pone fin al litigio
Aportados los nuevos dictámenes periciales a los que se hace referencia en los apar-
tados anteriores, según se ha indicado en 1.5.1, la LEC contempla la posibilidad de que
en la referida audiencia previa al juicio las partes lleguen a un acuerdo que ponga fin al
pleito. En tal sentido el juez podrá exhortar a las partes a tales efectos. Si no hubiese
acuerdo de las partes, proseguirá la audiencia hasta el juicio que dará fin al litigio (LEC,
art. 428).

1.5.6. Sentencia sin celebración de juicio


Cuando las únicas pruebas fueran los documentos, dictámenes e informes aportados
por las partes al inicio del proceso o durante este y ninguno de ellos hubiera sido
impugnado y, además, ni las partes ni el órgano jurisdiccional requirieran la presencia
de los peritos en el juicio para la ratificación de su dictamen, aquel procederá a dictar
sentencia sin la previa celebración del juicio en un plazo no superior a 20 días contados
desde el día que termine la audiencia (LEC, art. 429.8); en otro caso el proceso prose-
guirá con el juicio y posterior sentencia.

1.5.7. Objeto del juicio. Desarrollo y finalización


El juicio tiene por objeto la práctica de las pruebas: declaración de las partes, testi-
fical, informes orales y contradictorios de peritos, reconocimiento judicial y reproduc-
ción de palabras, imágenes y sonido. Practicadas las pruebas, se formularán las conclu-
siones sobre ellas (LEC, art. 431).
El art. 433 desarrolla las fases del acto del juicio.
Concluido el juicio, el órgano jurisdiccional dictará sentencia en el plazo de 20 días
de la finalización de aquel. De acordarse diligencias finales dentro de dicho plazo, que-
dará en suspenso el plazo para dictar sentencia (LEC, art. 434).

1.5.8. Diligencias finales


El órgano jurisdiccional acordará, mediante auto y solo a instancia de parte, la prác-
tica de determinadas actuaciones en una fase previa a la sentencia denominada diligencias
finales, la cual deja eventualmente en suspenso la sentencia.
Las diligencias finales consisten en la práctica en determinadas actuaciones judiciales
consistentes en practicar aquellas pruebas propuestas por alguna de las partes o por ambas
que por causas ajenas a ellas no se hubieran practicado en el momento procesal oportuno,
así como las pruebas que el juzgador considere pertinentes y útiles, relativas a hechos
94 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

nuevos o de los que no se hubiera tenido noticia hasta entonces (LEC, art. 435.1. 2.º y
3.º). La LEC prohíbe la práctica de pruebas en esta fase que hubiesen podido proponerse
en tiempo y forma en el momento procesal oportuno por las partes (LEC, art. 435.1.1.º).
Se exceptúan las sentencias, resoluciones judiciales o administrativas anteriores a la for-
mulación de conclusiones si pudieran ser condicionantes o decisivas en el pleito, que sí
serán admitidas (LEC, art. 271.2, modificado por la Linoj., art. 15,148).

1.5.8.1. Designación de perito por el órgano jurisdiccional en diligencias finales


Excepcionalmente el órgano jurisdiccional podrá acordar de oficio o a instancia de
parte la práctica de nuevas pruebas sobre hechos de relevancia en el pleito, siempre que
las pruebas realizadas no hubieran resultado satisfactorias a juicio del juzgador por cir-
cunstancias inexistentes, independientes de la voluntad y diligencia de las partes, cuando
existan motivos fundados para considerar que las nuevas actuaciones permitirán adquirir
certeza sobre tales hechos (LEC, art. 435.2).
El plazo para practicar las pruebas en diligencias finales es de 20 días en la fecha que
disponga el Letrado de la, realizándose en la forma establecida para cada una de las
pruebas de su clase (LEC, art. 436.1, modificado por la Linoj., art. 15,179).
Es en este momento procesal que el perito puede ser llamado a practicar nueva
prueba pericial.
Las diligencias finales en la LEC se corresponden en la LECa con las diligencias para
mejor proveer previstas en el art. 630, en uso de la facultad reconocida al juez por el
art. 340.

1.5.9. Jurisprudencia menor. Interpretación de las audiencias respecto a la designación


judicial de perito
La jurisprudencia menor ha admitido la designación de peritos de oficio fuera de
los supuestos previstos por el art. 339.5 (1.4.5.2.2) (SAP Córdoba, Sec. 1.ª, de 25 de
febrero de 2003. SAP Cáceres, Sec. 1.ª, de 27 de enero de 2003) amparándose en los
arts. 429.1 (1.5.1), pruebas insuficientes (LEC art. 429,3) (1.5.1), y 435, diligencias
finales (1.5.8.1).
La interpretación de las audiencias en sus sentencias pudiera ser discutible si se razona
como que el juez pretenda sustituir el criterio de los peritos de parte por un perito de
designación judicial, otorgando mayor validez al dictamen de este último a los de aque-
llos.
Otras veces el recurso al nombramiento de un perito dirimente puede considerarse
no solo conveniente sino necesario en los casos de existencia de dictámenes contradic-
torios, pero con la prevención de que el dictamen del perito nombrado por el juez no
debe prevalecer sobre los de los peritos de parte. La cuestión se complica todavía más
si el dictamen del perito designado por el juez disiente de los aportados por los peritos
de parte.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 95

1.6. La prueba pericial contable en el juicio verbal


En los juicios verbales la parte actora aportará con la demanda los documentos,
dictámenes e informes en que fundamente su pretensión (LEC, art. 265.1).
El juicio verbal la, LEC, en lo relativo a la prueba, se rige por lo dispuesto en las
disposiciones comunes a los juicios declarativos. Respecto a la prueba de presunciones
se remite expresamente a aquellas (LEC, art. 445).

1.6.1. Discrepancias judiciales. Una digresión


Sentencias de ciertas Audiencias (SAP de Soria de 21 de octubre de 2002. SAP de
Murcia, Sección 5.ª, de 9 de septiembre de 2003), con anterioridad a la Ley 42/2015,
de 5 de febrero, de modificación de la LEC, en una interpretación errónea de la LEC,
exigieron la aportación por la demandada de los dictámenes periciales con anterioridad
a la vista, apoyando su tesis en el art. 337.1, sin tener en cuenta que la norma aplicable
en los juicios verbales era el art. 265.4, apartado suprimido por la Ley 42/2015, que
concretaba que la aportación de dictámenes e informes era en el acto de la vista.
La cuestión debatida fue resuelta por el TC (STC 60/2007, de 27 de marzo de
2007), disponiendo: «El juez, a solicitud del letrado del actor, que se opuso a la pre-
sentación por el demandado de la prueba pericial en el momento de la vista del juicio
verbal, consideró que resultaba de aplicación en el caso el art. 337 de la LEC. Sin
embargo, según señala el recurrente en amparo, este precepto no era aplicable, puesto
que solo lo es cuando hay una contestación a la demanda previa al juicio o vista. En el
presente caso —sigue diciendo la sentencia del TC—, tratándose de un juicio verbal,
la norma aplicable es el art. 265.4 de la LEC, de cuya lectura se deduce con claridad
que en los juicios verbales el momento hábil para que el demandado aporte los docu-
mentos, medios, instrumentos, dictámenes e informes relativos al fondo del asunto es
el del acto de la vista, en el cual, como queda acreditado, se propuso por el demandado».
De todos modos la duda subsistía.
Con la supresión del apartado 4 del art. 265 por la Ley 42015, concluyó la contro-
versia.

1.7. Resumen. Actuaciones del perito en los procesos declarativos


En conclusión, las actuaciones en las que, según la LEC, pueden ser llamados a
intervenir los economistas, titulados mercantiles y auditores de cuentas en funciones de
perito judicial son múltiples, lo que supone una apertura a un mayor campo de actua-
ciones en la función pericial. En los procesos declarativos —juicios ordinarios y verbales—
son los siguientes:
Actuaciones prejudiciales:
• Emisión de dictamen o dictámenes periciales a petición de parte actora en un
pleito, antes de su interposición, para acompañarlo con la demanda.
• Asesoramiento a las partes en diligencias preliminares.
96 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Actuaciones judiciales dentro del proceso:


• Emisión de dictamen pericial a petición de parte demandada en litigio para su
aportación con el escrito de contestación a la demanda.
• Emisión de dictamen pericial a petición de parte actora o demandada, con pos-
terioridad al inicio del litigio, para su aportación a los autos, cuando no hubiese
sido posible aportarlos con el escrito de demanda o de contestación.
• Práctica de prueba pericial por nombramiento del órgano jurisdiccional a ins-
tancia de la parte actora, de la demandada o de ambas, en la audiencia previa al
juicio, en el ordinario.
• Presencia y actuación en el juicio ordinario a petición de las partes.
• Práctica de nueva prueba o ampliación de la practicada con emisión de nuevo
dictamen o de ampliación del emitido.
• Práctica de prueba pericial con emisión de dictamen a requerimiento del órgano
jurisdiccional en diligencias finales.

1.8. Supuestos de aplicación


1.8.1. Supuesto de aplicación de la prueba pericial contable en procedimientos de
declaración de nulidad de préstamos usurarios
En el Derecho español la ilicitud en los contratos civiles está contemplada en los
arts. 1300 y ss. del CC sobre nulidad de contratos, regulando los contratos que por sus
características son nulos de pleno derecho, dentro de los que se incluyen aquellos en
que se instrumenten préstamos usurarios.
Los préstamos usurarios, hasta el 23 de noviembre de 1995, estuvieron regulados
por el Derecho español en sus dos contextos: como ilícito civil y como ilícito penal.
La LO 3/1989, de 21 de julio, de reforma parcial del CPa, modificó, suprimió e
incorporó diversos artículos, entre ellos los arts. 542, 544, 545 y 546, que penalizaban
la usura en sus tres manifestaciones: habitual, encubierta y la practicada con menores.
La LO 10/1995, de 23 de noviembre de 1995, del CP, suprimió la usura como
figura delictiva, quedando únicamente como ilícito civil, regulada por la Ley de repre-
sión de la usura, también conocida por «Ley Azcárate», de 23 de julio de 1908. Esta Ley
da una definición legal de los préstamos usurarios y dispone un procedimiento especial
para la declaración de nulidad de los contratos por los que se instrumentan tales prés-
tamos.
Según la referida Lru serán declarados nulos los préstamos en los que el prestamista
reciba o se suponga haya de recibir mayor cantidad que la prestada, siempre que se den
los siguientes condicionamientos:
1. Lo dispuesto por esta ley se aplicará a toda operación sustancialmente equivalente
a un préstamo de dinero, cualquiera que sea la forma que revista el contrato y la garantía
que para su cumplimiento se haya ofrecido (Lru, art. 9). En aplicación de esta norma se
pronuncia la Sentencia del TS de 7 de marzo de 1986.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 97

Cuantas operaciones y negocios instrumentados en contratos de compraventa o de


compraventas con pacto de retro tiendan a encubrir auténticos préstamos usurarios
entran dentro de la clase de negocios reprimidos por la Lru. En tal sentido se pronuncian,
entre otras, las sentencias del TS de 26 de octubre de 1912, 25 de octubre de 1924, 12
de julio de 1943, 31 de marzo de 1944, 7 de noviembre de 1948, 8 de marzo de 1963,
1 de febrero de 1968, 11 de diciembre de 1972, 15 de octubre de 1980, 8 de octubre
de 1981, 5 de julio de 1982, 21 de abril de 1983, 4 de diciembre de 1984.
2. Que el préstamo sea usurario. En tal sentido la Lru dispone que se considerará
usurario el préstamo si el interés es notablemente superior al normal del dinero y mani-
fiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que
el contrato resulte leonino (Lru, art. 1).
Además de las circunstancias anteriores, la Lru requiere una tercera condición, sin
duda de la mayor transcendencia:
3. Que existan motivos para considerar que el préstamo ha sido aceptado por el
prestatario a causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de
sus facultades.
Por situación angustiosa entiende la jurisprudencia no ya la derivada de procedi-
mientos concursales, estados de suspensión de pagos, concurso o quiebra, sino aquellas
en que el prestatario se encuentre en situación tal de iliquidez que le imposibilite hacer
frente a sus obligaciones más imperiosas sin recurrir al préstamo usurario. En tal sentido
se pronuncian las Sentencias del TS de 19 de octubre de 1948 y 5 de julio de 1982.
El TS sentó inicialmente la doctrina de que la Lru no alcanzaba a los préstamos
mercantiles, pero posteriormente rectificó en la sentencia de 13 de febrero de 1941,
confirmándolo en las sentencias de 9 de mayo de 1944 y 13 de noviembre de 1975.
Resumiendo lo expuesto, según la Lru las condiciones que han de incurrir en un
préstamo para que sea calificado de usurario son: que el interés del préstamo sea nota-
blemente superior al normal del dinero; que sea manifiestamente desproporcionado,
siendo el contrato leonino, y que se dé la situación angustiosa del prestatario o bien su
inexperiencia o limitación de sus facultades.
El criterio relativo al interés (tasa de interés) para ser calificado según la Lru de
usurario no es el interés legal, sino el interés normal, que es el que en la terminología
económica se conoce como el interés del mercado.
Según ello, un interés anual inferior al legal pero aplicado mensualmente o la apli-
cación del interés sobre los intereses (anatocismo) pueden ser supuestos constituyentes
de intereses calificables de usurarios. En este sentido se pronuncian las sentencias del TS
de 30 de enero de 1917 y de 24 de enero de 1929.
Cabe entender las condiciones de inexperiencia y limitación de facultades, situa-
ciones ciertamente vagas, previstas por la Lru, referidas a los menores de edad, los dis-
minuidos psíquicos y los pródigos, esto es, las personas que tienen civilmente limitada
la capacidad de obrar (Lru, arts. 1, 10 y 11, y CC, arts. 1263, 293 y 1300).
La sentencia del Tribunal Supremo de 1 de marzo de 1940 concreta que «...lo que
determina la índole usuraria de la operación es el interés [...] del préstamo, susceptible de producir
98 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

empobrecimiento o la ruina del que toma dinero a préstamo, que es lo que la ley tiende a evitar y
trata de corregir»6.
Aun cuando la O. de 17 de enero 1981 sobre liberalización de los tipos de interés
dispone libertad en la contratación de los tipos de intereses de las operaciones, es pre-
cisamente en donde se advierte la necesidad de un ordenamiento represivo de los prés-
tamos que, acogiéndose a esa misma libertad, nazcan con la característica que les define
como de usurarios. Incluso en sistemas financieros de países más liberales cual el derecho
norteamericano, reprime las cláusulas usurarias, considerando la usura como la recepción
por parte del acreedor del préstamo de un interés superior al permitido por la ley.
La aplicabilidad de la Lru plantea una cuestión previa sobre su vigencia. Sobre esto
la Sentencia de la Audiencia Territorial de Sevilla de 16 de octubre de 1985 se pronuncia
en sentido afirmativo, desconsiderando las alegaciones de inconstitucionalidad de dicha
Ley formuladas por el recurrente, advirtiendo de la necesidad de una reinterpretación
de la Lru dentro de los principios de protección al consumidor dispuesto por el art. 51
de la CE sobre garantía y defensa de consumidores y usuarios, desarrollado por la Ley
26/1984, de 19 de julio.
En resumen, respecto a la vigencia de la Lru solo resta decir que está plenamente
vigente en razón al principio rector de defensa de consumidores y usuarios garantizado
por el art. 51 de la CE, vigencia que ha sido, de otra parte, confirmada por la LEC,
mencionándola en la d.d. única.2.4.º al derogar los arts. 2, 8, 12 y 13 de la Lru, que
regulaba el procedimiento aplicable en litigios.
Tanto en las demandas de nulidad de contratos de préstamos usurarios, en el pro-
cedimiento civil, como en las querellas y denuncias por usura, dentro del procedimiento
penal hasta la promulgación del CP, el querellante, el fiscal o el propio juez, suelen
requerir o requerían una prueba pericial consistente en determinar la tasa de interés con
base en la cual se hubiera instrumentado la operación. La parte actora, en el primer caso,
es la prestataria del préstamo que presume usurario.
La práctica de la prueba en estos procedimientos consiste en determinar la equiva-
lencia de la tasa de interés aplicado (mal denominado financiero) con la tasa de interés
efectiva que corresponde a la operación y determinar asimismo la tasa anual equivalente
(TAE) dispuesta por el Banco U. de España.
Respecto al cómputo de las referidas tasas de interés, los métodos de cálculo para
obtener el tanto o tasa unitaria efectiva en las fórmulas a emplear para hallar la equiva-
lencia de coste o rentabilidad anual distan de ser directos, pudiendo utilizarse diversos
métodos de cálculo iterativos en tanto en cuanto que la solución que se obtenga verifique
la fórmula general expresada en la circular 15/1988 del Banco de España, esto es, que
la suma de los valores efectivos dispuestos sea igual a la suma de los valores actuales, con
un margen de error admitida por la aludida circular de una milésima en el tanto por uno
anual equivalente.

6. J. GARCÍA DEL CAÑO, en «Anatocismo. Concepto, legislación y jurisprudencia», Revista


TAPIA, mayo de 1992, p. 74.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 99

La Ley 16/2011, de 24 de junio, de contratos de crédito al consumo, derogatoria


de la Ley 7/1995, de 23 de marzo, de crédito al consumo [disposición derogatoria, letra
a)], reproduce la fórmula matemática para el cálculo del TAE, al objeto informar a los
consumidores y dar mayor transparencia al coste de los créditos:
La fórmula de la TAE es:

TAE = (1 + ik)k – 1 [1]

i
ik = [2]
k

La equivalencia financiera de capitales computada con la tasa efectiva es:

ΣDn (1 + ik)-tz = ΣRm (1 + ik)-tm [3]

ecuación la [3] que expresada con mayor precisión se escribe:

Σz=nDz (1 + ik)-tz = Σx-mRx (1 + ik)-tz [4]

representando:
D = disposiciones;
R = reembolsos = pagos por amortización, intereses y gastos incluidos en el coste
como rendimientos efectivos de la operación;
n = número de disposiciones simbolizadas por D;
m = número de reembolsos —plazos— simbolizados por R;
tz = tiempo transcurrido desde la fecha de inicio de operaciones o fecha de referencia
hasta la de la total disposición;
tx = tiempo transcurrido desde la fecha de referencia hasta la del total reembolso.
La expresión [4] exige que la suma de los valores actuales de las disposiciones efectuadas
por el consumidor deba ser igual a la suma de los valores actuales de los reembolsos.
La fórmula para el cálculo del TAE, expresado en porcentaje, como referente del
coste total del crédito, y la expresión de la equivalencia financiera vienen dispuestas en
la Circular del Banco de España 8/1990, de 7 de septiembre, derogada y sustituida por
la Circular 5/2012, de 27 de junio.

1.8.2. Determinación de la tasa de interés de préstamos supuestamente usurarios


Conocidos la cuota periódica satisfecha por el prestatario y el número de cuotas que
hay que pagar o el tiempo durante el cual habrá de pagarlas, ignorándose la tasa de interés
100 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

que ha servido de base a la operación, ya que el prestamista usurero ya habrá tenido


especial cuidado de ocultarla, esta es determinable directamente de los datos de que se
dispone. La tasa de interés opera aquí como incógnita de la ecuación que ha de deter-
minarse con los datos conocidos: el capital recibido en el préstamo supuestamente usu-
rario, la cuota periódica y el tiempo de duración del préstamo.
La pericial consiste en determinar la tasa t de interés efectiva que corresponde (satis-
face) a un capital C, denominado valor inicial, reintegrable en n cuotas periódicas
(mensuales, trimestrales, etc.) de C euros cada cuota, a término vencido (postpagables)
o anticipado (prepagable).
A modo de recordatorio, la cuota periódica de devolución de préstamos viene dada
por las siguientes fórmulas, según se trate de cuotas pagaderas a término vencido (post-
pagables) o a término anticipado (prepagables):
Cuotas periódicas pagaderas a término vencido (postpagables):

1
c= C [5]
an

en donde:

1 i(1 + i)n
= [6]
an (1 + i)n – 1

Sustituyendo [6] en [5] y haciendo luego operaciones, se tiene:

I
c= C [7]
1 – (1 + i)–n

de donde se deduce:

c[1 – (1 + i)–n] – Ci = 0 [8]


La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 101

Cuotas pagaderas a término anticipado (prepagables):

1
c= C [9]
an

(1 + i)n – 1 (1 + i)n-1 – 1
an = (1 + i) = +1 [10]
i(1 + i)n i(l + 1)n-1

es decir:

an = an (1 + i) = an-1 + 1 [11]

El valor de an de las rentas prepagables es igual al valor an de las rentas post-pagables,


multiplicado por (1 + i), teniendo en cuenta que la tasa de interés i es, en cada caso
particular, ik.

Sustituyendo [10] en [9] y haciendo luego operaciones, se tiene:

I
c= C [12]
1 – (1 + i)-(n-1)

de donde se deduce:

c[1 – (1 + i)-(n-1)] – Ci = 0 [13]

La deducción de la tasa de interés i de [6], de [7] o de [8], en las rentas postpagables,


o de [11], de [12] o de [13], en las rentas prepagables, es ciertamente compleja. Dos son
los procedimientos que pueden arbitrarse para su obtención.
Mediante cálculo de aproximaciones sucesivas (método de «prueba y error»), dando
valores a i, es posible deducir el valor de i que satisface las ecuaciones [8] o [13].
Sometiendo el razonamiento a reflexión enseguida se advierte que este procedi-
miento podría resultar práctico para valores enteros de i, lo que de hecho raramente
102 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

ocurre, ya que al haber sido dispuesta la operación generalmente con base en sistemas
financieros distintos, cual el de capitalización a interés simple, multiplicado por el
número de períodos, sin tener en cuenta los pagos periódicos efectuados o a efectuar
que rebajan el capital adeudado, el valor de i presenta valores fraccionarios, con lo que
la determinación del valor de i por este procedimiento resulta, si no imposible, cuando
menos sumamente dificultoso, lo que lo convierte en inidóneo.
En el aspecto teórico resta decir que el procedimiento matemático consistente en
el cálculo de raíces aproximadas por el método de Newton, aparte de su enorme com-
plejidad, proporciona solo soluciones aproximadas.
Hoy, cualquier calculadora financiera da de inmediato el valor de i buscado.
Se recuerda que la fórmula de conversión de tasas unitarias de interés a tasa anual
equivalente (TAE) es:

(1 + ik)k = (1 + i') [14]

i' = (1 + i'k)k – 1 [15]

i´ = TAE.
Dada la tasa nominal anual i y el número de reembolsos en el año, k:

i
ik = [16]
k

16] = [2] y dada la TAE:

ik = (1 + i')1/k – 1 [17]

La tasa unitaria [16] está referida a la periodicidad k de los pagos (k = 12 para pagos
mensuales; k = 4 para pagos trimestrales; k = 1 para pagos anuales), motivo por el cual
procede calcular la tasa anual equivalente (TAE).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 103

1.8.3. Supuesto de aplicación de la prueba pericial contable en indemnizaciones por lucro


cesante y daño emergente
La prueba pericial económica en litigios sobre indemnización por daños y perjuicios:
lucro cesante y daño emergente, por su singular interés, se ha considerado conveniente
hacer una exposición sobre el desarrollo procedimental para su práctica7.

1.8.3.1. Consideración jurídica y doctrinal


El principio que rige las indemnizaciones por daños y perjuicios, responde a la filo-
sofía de que quien es responsable de un daño causado a otro, bien sea un daño físico en
bienes de su patrimonio o producido por el incumplimiento de contrato, debe indem-
nizar al perjudicado, y la indemnización debe alcanzar a cubrir los gastos que haya tenido
como consecuencia del suceso, como ganancia o beneficio dejado de percibir. La
indemnización en el primer caso es por el concepto de daño emergente, en el segundo
por lucro cesante.
El primer principio lógico para que un juez pueda admitir el lucro cesante es la
existencia de nexo o relación causa-efecto entre beneficio o ganancia dejada de percibir
y el suceso que provocó el daño causado, que el perito, al preparar su dictamen, ha de
tener muy en cuenta y un esmerado cuidado en determinar, sin cuyo nexo la pretensión
de percibir una indemnización por el perjudicado no tiene posibilidad de prosperar, por
lo que es de suma importancia que el perito a quien se hubiera encargado valorarlo
conozca este principio.
El TS, en sentencias de 30 de enero de 1993 y 8 de junio de 1996, dispuso que el
lucro cesante o las ganancias frustradas ofrezcan muchas dificultades para su determinación y
límites, por participar de todas las vaguedades e incertidumbres propias de los conceptos
imaginarios. No basta, por tanto, para ser acogida la simple posibilidad de realizar la
ganancia, sino que ha de probarse rigurosamente que tales ganancias dejaron de obtenerse. Esto
es, el rigor probatorio excluye el lucro cesante posible pero dudoso, contingente o que solo está
fundado en expectativas o esperanzas. En definitiva, la doctrina jurisprudencial viene a deter-
minar que, para que prospere la petición de indemnización por lucro cesante, no basta con la
existencia de la posibilidad más o menos cierta de ganancias frustradas, sino que esa posibilidad
ha de ser clara e indudable. Por ello la jurisprudencia se orienta hacia un prudente criterio
restrictivo a la hora de la estimación de una reclamación por lucro cesante, y así han de
probarse rigurosamente las ganancias que no se percibieron, y ha de dejarse de lado la mera
expectativa o posibilidad, por ser estas cuestiones de hecho (STS de 5 de noviembre de
1977, 24 de abril de 1978, 30 de junio de 1993, 25 de abril de 1995, 9 de abril de 1996,
entre otras muchas).

7. La prueba pericial económica en los litigios sobre indemnización por daños y perjuicios fue objeto
de interés por parte del REFOR, encomendando al autor del libro la preparación de un documento que
tratara de esta singular modalidad de prueba, que fue recogido en la Recomendación Técnica n.o 4 «La
prueba pericial contable y económica en el proceso judicial español (II). Casos específicos: Daños y per-
juicios».
104 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

La STS de 26 de septiembre de 2002 establece que el principio básico de la determinación


de lucro cesante es la que se delimita por un juicio de probabilidad. A diferencia del daño
emergente, daño real y efectivo, el lucro cesante se apoya en la presunción de cómo habrían
sucedido los acontecimientos en el caso de no haber tenido lugar el suceso dañoso; y añade esta
sentencia que el fundamento de la indemnización de lucro cesante ha de verse en la necesidad
de reponer al perjudicado en la situación en que se hallaría si el suceso dañoso no se hubiera
producido, lo que exige, como dice el art. 1106 del CC, que se le indemnice también la
ganancia dejada de obtener. Y la STS de 8 de julio de 1996, citada en la anterior, señala
que las ganancias que pueden reclamarse son aquellas en que concurre similitud suficiente para ser
reputadas como muy probables, en la mayor aproximación o su certeza efectiva, siempre que
se acredite la relación de causalidad entre el evento y las consecuencias negativas derivadas de él,
con relación a la pérdida del provecho económico. En cualquier caso, el lucro cesante,
como el daño emergente, deben ser probados, debiéndose incluir —dice— en este con-
cepto los beneficios ciertos, concretos y acreditados. Por ello, la jurisprudencia ha destacado
la prudencia rigorista —STS de 30 de junio de 1993— o incluso el criterio restrictivo —STS
de 30 de noviembre de 1993— para apreciar el lucro cesante; llegando a matizar la STS de
5 de noviembre de 1998 que lo verdaderamente cierto, más que rigor o criterio restrictivo,
es que se ha de probar, como en todo caso debe probarse, el hecho con cuya base se reclama
una indemnización; y se ha de probar el nexo causal entre el acto ilícito y el beneficio dejado de
percibir —lucro cesante— y la realidad de este, no con mayor rigor o criterio restrictivo
que cualquier otro hecho que constituye la base de una pretensión (así también SSTS
de 8 de julio y 21 de octubre de 1996); necesidad de acreditación igualmente reiterada
por las SSTS de 16 de junio de 1993, 8 de junio de 1996, 24 de abril de 1997 o 15 de
julio de 1998, sin olvidar, en ningún caso, que es copiosa la jurisprudencia que precisa que
la condena a la indemnización de daños y perjuicios exige la prueba de su existencia, cuya acre-
ditación incumbe al demandante (STS de 1 de marzo de 1996, 1 de abril de 1996, 5 de
marzo de 1992, 23 de marzo de 1992, 13 de abril de 1992, 12 de enero de 1994, 28 de
junio de 1995); debiéndose ponderar múltiples circunstancias, entre ellas los beneficios efectiva-
mente obtenidos en períodos anteriores, las expectativas de beneficios que habrían de obtenerse, los
ingresos previsibles, los gastos estimados, etc.
La inclusión en el cómputo del lucro cesante de los beneficios ciertos y acreditados
a que se refiere la anterior sentencia no puede tener más interpretación que la siguiente:
la ganancia perdida por el suceso debe ser una extrapolación de los beneficios o ganancias
reales al tiempo del suceso dañoso, ya que de otro modo carecería de la ilación lógica
con la que la misma sentencia expone antes: que las ganancias que pueden reclamarse
son aquellas en que concurre similitud suficiente para ser reputadas como muy proba-
bles, en la Mayor aproximación o su certeza efectiva, en lo que parece una reafirmación
de ello en el último párrafo citado, debiéndose ponderar múltiples circunstancias, entre
ellas los beneficios efectivamente obtenidos en períodos anteriores, las expectativas de
beneficios.
En la práctica, la determinación del lucro cesante coincidente a como lo advierte la
jurisprudencia, consiste en una previa obtención de las curvas de tendencia de las ventas
o cifra de negocios y beneficios, su ajuste por el método matemático de los mínimos
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 105

cuadrados y su consiguiente extrapolación en el horizonte temporal previamente deter-


minado.

1.8.3.2. Indemnización por daños y perjuicios. Concepto


Efectos del perjuicio sufridos por una persona, física o jurídica, en su persona, patri-
monio o ambos, como consecuencia de hechos o actos de un tercero, involuntarios o
voluntarios —suceso causal—, sobre quien recae la responsabilidad de tal hecho o acto,
que requiere una indemnización por su parte.
La indemnización compensatoria por los daños y perjuicios sufridos por la persona
perjudicada supone la calificación y cuantificación económica de los citados hechos o
actos

1.8.3.3. Premisas para el reconocimiento de daños


El impacto económico sufrido por el perjudicado por el hecho o acto objeto del
daño ha de ser objetivo y de carácter extraordinario, en el sentido de que no se hubiera
tenido de no haberse producido el hecho o acto objeto del perjuicio.
Necesaria la existencias del nexo de causalidad (relación de causa-efecto) con los
hechos o actos

1.8.3.4. Marco normativo básico


El origen de la indemnización por daños y perjuicios está en el CC, arts. 1101, 1104
a 1108.
Están sujetos a la indemnización por daños y perjuicios causados quienes en el cum-
plimiento de sus obligaciones, incurran en dolo, negligencia, y morosidad o que cual-
quier modo contravengan al tenor de aquéllas (CC art. 1101).
La culpa o negligencia del deudor alcanza a la omisión de la diligencia exigida por
la naturaleza de la obligación y corresponda a las circunstancias de tiempo y lugar de las
personas (CC art. 1104).
Respecto al alcance de las responsabilidades nadie será responsable de sucesos que
no hubieran podido preverse o, que, previstos, fueran inevitables (CC art. 1105).
La indemnización de daños y perjuicios comprende no sólo el valor de la pérdida
que hayan sufrido, sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener el per-
judicado (CC art. 1106).
La persona causante del perjuicio responderá por los daños y perjuicios previstos o
que se hubieran podido prever al tiempo de constituirse la obligación y que sean con-
secuencia necesaria de su falta de cumplimiento (CC art. 1107).
En caso de dolo responderá de todos los daños y perjuicios que conocidamente se
deriven de la falta de cumplimiento de la obligación (CC art. 1107).
Son numerosas las leyes y demás normas jurídicas que contemplan también y además
el derecho a la indemnización por resarcimiento de daños y perjuicios. La LEC, en
106 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

concreto, prevé indemnización por daños y perjuicios dentro del procedimiento judicial
en los siguientes casos:
• cuestiones prejudiciales (LEC art. 40.7);
• medidas cautelares en los casos de declinatoria (LEC art. 64.2);
• prestación de garantías en los casos de aseguramiento de prueba (LEC art. 298.2);
• inasistencia de las partes a la vista, en el juicio verbal (LEC art. 442.1);
• vía de apremio en sentencias revocatorias antes de adquirir firmeza (LEC arts.
533.3, 534.1, 537);
• caución en demandas de revisión o rescisión de sentencia (LEC art. 566.1);
• resolución de declarativa de inexistencia de delito en causas penales (LEC art.
569.2 y 3);
• suspensión de ejecución en demandas de tercería (LEC art. 598.2);
• reclamaciones no comprendidas expresamente en otros artículos (art. LEC
698.2);
• procesos de ejecución (LEC arts. 701.3, 702.2, 703.3);
• procesos de ejecución de hacer o no hacer (LEC arts. 706, 708.2, 710,2);
• solicitud de medidas cautelares (LEC arts. 730, 742);
• procedimientos de división judicial de patrimonios (LEC art. 785.3).

1.8.3.5. Tipología
Tres son los componentes básicos de toda indemnización por daños y perjuicios:
Daño emergente
Lucro cesante
Daño moral

1.8.3.5.1. Daño emergente


Lo constituyen los costes y gastos que el perjudicado tuvo como consecuencia del
hecho o acto causante del daño, y que no hubiera tenido de no haberse producido el
suceso o hecho causante.

1.8.3.5.1.1. Procedimiento de determinación, evaluación y valoración del daño


emergente
La metodología para la determinación, evaluación y valoración del daño emergente
responde a criterios objetivos de determinación y cuantificación ajenos a premisas basa-
das en proyecciones económico-financieras propias de la determinación del lucro
cesante, y consiste en agregar todos y cada uno de los gastos incurridos como conse-
cuencia del hecho o acto causante del perjuicio.
En los casos de indemnización por incumplimiento de contrato, constituye también
elemento determinante del daño emergente la parte no amortizada de la inversión en
activos: almacenes, instalaciones, vehículos de transporte, etc. que el perjudicado hubo
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 107

de realizar en razón al contrato suscrito con la persona posteriormente causante del


perjuicio.
Los costes y gastos soportados por el impacto deben ser reales, demostrables, pagados
y estar registrados en la contabilidad del perjudicado, de estar obligado a su llevanza.
El perjudicado obligado a llevar contabilidad deberás contabilizar en una cuenta
suficientemente identificativa del daño, todos y cada uno de los costes y gastos que el
perjuicio le haya ocasionado, convenientemente desarrollada en subcuentas si fuera
necesario, separados de los costes y gastos corrientes del negocio (grupo 6 PGCE),
debiendo disponer y conservar un archivo también separado, de las facturas y demás
comprobantes de pago de los costes y gastos en que haya incurrido como consecuencia
del perjuicio sufrido.
Los perjudicados no obligadas a llevar contabilidad, deberán preparar también una
cuenta con los costes y gastos incurridos y conservar las facturas y comprobantes de los
pagos realizados para su posterior exhibición cuando y a quien convenga.

1.8.3.5.2. Lucro cesante


Perjuicio económico constituido por la pérdida o la ganancia dejada de percibir
como consecuencia de los hechos o actos causantes del perjuicio, que debe ser resarcido
por el sujeto responsable de ellos.

1.8.3.5.2.1. Síntesis de lo que la doctrina jurisprudencial tiene dispuesto respecto al


lucro cesante
1. Lucro cesante es sinónimo de ganancias dejadas de obtener, por el suceso, hecho
o acto objeto del daño causado.
2. El lucro cesante o ganancias frustradas ofrece dificultades para su determinación
y límites por participar de todas las incertidumbres propias de los conceptos imaginarios.
3. No basta para ser acogida la simple posibilidad de realizar la ganancia sino que ha
de probarse rigurosamente que tales ganancias dejaron de obtenerse.
4. El «rigor probatorio» excluye el lucro cesante posible pero dudoso y contingente,
fundado en meras expectativas o esperanzas.
5. Para que la petición de indemnización por lucro cesante prospere, no basta con
la existencia de la posibilidad más o menos cierta de ganancias frustradas, sino que tal
posibilidad ha de ser clara e indudable.
6. Toda estimación de una reclamación judicial por lucro cesante se orienta hacia
un prudente criterio restrictivo. Las ganancias que no se percibieron han de probarse
rigurosamente, eliminando la mera expectativa o posibilidad.
7. El lucro cesante se apoya en la presunción de cómo habrían sucedido los acon-
tecimientos en el caso de no haberse producido el suceso, hecho o acto causante del
daño.
(1 - 7. STS 5 de noviembre 1977, 24 de abril 1978, 30 de enero 1993, 8 de junio
1993, 30 de junio 1993, 25 de abril 1995, 9 de abril 1996, 8 de junio 1996)
108 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

8. El fundamento de la indemnización de lucro cesante ha de verse en la necesidad


de reponer al perjudicado en la situación en que se hallaría si el suceso, hecho o acto
causante del daño no se hubiera producido, lo que exige que se le indemnice también
la ganancia dejada de obtener (STS de 26 de septiembre 2002)
9. Las ganancias que pueden reclamarse son aquellas en que concurre similitud sufi-
ciente para ser reputadas como muy probables, con la mayor aproximación sino su
certeza efectiva, siempre que se acredite la relación de causalidad entre el suceso y las
consecuencias negativas derivadas del mismo, con relación a la pérdida del provecho
económico.
10. El lucro cesante, como el daño emergente, deben ser probados, debiéndose
incluirse en el primero los beneficios ciertos, concretos y acreditados. (STS de 8 de julio
de 1996)
11. La condena a la indemnización de daños y perjuicios exige la prueba de su
existencia.
12. La acreditación de la prueba de la existencia de daños y perjuicios incumbe al
demandante;
13. En la determinación del valor del lucro cesante se tendrán en cuenta
– beneficios efectivamente obtenidos en períodos anteriores,
– expectativas de beneficios que habrían de obtenerse,
– ingresos previsibles,
– gastos estimados.
La jurisprudencia se destaca por:
1. Prudencia rigorista, unas veces,
2. Criterio restrictivo, otras, en la apreciación del lucro cesante; matizando que lo
verdaderamente cierto, más que rigor o criterio restrictivo
(STS 5 marzo 1992, 23 marzo 1992, 13 abril 1992, 16 de junio 1993, 30 junio
1993, 30 noviembre 1993, 12 mayo 1994, 28 junio 1995, 1 marzo 1996, 1 abril
1996, 8 junio 1996, 8 de julio 1996, 21 de octubre 1996, 24 abril 1997, 15 julio
1998, 5 de noviembre de 1998, entre otras).
3. Como en todo caso debe probarse, el hecho en cuya base se reclama una
indemnización
(STS 5 de noviembre 1977, 24 de abril 1978, 30 de enero 1993, 25 de abril
1995, 9 de abril 1996, 8 de junio 1996).
4. Necesidad de probar el nexo causal entre el acto o hecho causal y la ganancia
dejada de percibir: lucro cesante, y la realidad de éste, no con mayor rigor o
criterio restrictivo que cualquier otro hecho que constituye la base de toda pre-
tensión.
La inclusión en el cómputo del lucro cesante de los beneficios ciertos y acreditados
a que se refiere la jurisprudencia no puede tener otra interpretación más que la ganancia
que habrá de dejar de obtener el sujeto perjudicado por el suceso, deducible por extra-
polación en un horizonte temporal futuro determinado de los beneficios o ganancias
reales en los años anteriores al tiempo del suceso causante del perjuicio, ya que de otro
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 109

modo adolecería de la ilación lógica, con lo que las ganancias que pueden reclamarse
son aquellas en que concurre similitud suficiente para ser reputadas como muy proba-
bles, con la mayor aproximación o su certeza efectiva, en lo que parece una reafirmación
de ello en el último párrafo citado: debiéndose ponderar múltiples circunstancias, entre
ellas, los beneficios efectivamente obtenidos en períodos anteriores, las expectativas de
beneficios.
La jurisprudencia utiliza el pretérito para referirse a las ganancias no percibidas, es
decir frustradas, lo que es por supuesto conceptualmente correcto, pero es que procede
contemplar también y además el tiempo futuro, ya que es en él cuando habrán de dejar
de obtenerse las referidas ganancias, por lo que debe determinarse, evaluarse, y calcular
el lucro cesante referido a un horizonte temporal inmediato siguiente al suceso o hecho
causante del perjuicio.
Sintetizando, se trata de aunar la metodología aplicable con los principios dispuestos
por la doctrina jurídica al respecto.

1.8.3.5.2.2. Procedimiento de determinación, evaluación, valoración y cuantificación


del lucro cesante. Modelo
1. Las ganancias dejadas de percibir como consecuencia del hecho que produjo el
perjuicio, ha de ser coherente respecto a las obtenidas en los ejercicios inmediatos ante-
riores.
2. Debe estar referida a un horizonte temporal determinado, que unas veces será el
vencimiento de un contrato, en otras, indeterminado, tomándose en tal caso un hori-
zonte temporal razonable.
3. Para el cálculo de las ganancias que no podrán obtenerse como consecuencia del
suceso, hecho causante han de tenerse en cuenta siempre y en todo caso, tanto los
ingresos que habrán de dejarse de percibir como los costes y gastos necesarios para
alcanzarlos.
4. No deben incluirse en los gastos los que correspondan precisamente el daño
emergente (ver 1.4.) que deben ser evaluados aparte.
5. Si la estimación de las ganancias que habrán de dejarse de obtener en un horizonte
temporal fuese superior a la considerada razonable en un entorno de razonabilidad pre-
determinado, se produce una triple desviación virtual por parte de quien haya de pagar
la indemnización respecto a la valoración hecha por el perjudicado y de ambas con la
obtenida por el perito interviniente, que obligará a las partes a reconsiderar sus respec-
tivas posturas.
El procedimiento de cálculo en la que se basa el modelo ha de servir para que el
perjudicado y el causante del perjuicio lleguen a un acuerdo sobre el montante de la
indemnización a pagar, que puede ser precisamente el obtenido con la aplicación del
modelo u otro distinto, en cuyo caso aquel servirá de base en el proceso de negociación
extrajudicial, o dentro ya de un proceso judicial, en el acuerdo ante el juez en la audien-
cia previa al juicio, en el ordinario, que en caso de llegar al acuerdo habrán de fijar el
valor de la indemnización.
110 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

En ausencia de acuerdo, la valoración del perito aportada al procedimiento en su


dictamen será prevaleciente, y en base al cual el juzgador habrá de dictar sentencia,
valoración que, por supuesto, podrá ser impugnada por el obligado al pago de la indem-
nización.

Algoritmo de cálculo
Se trata de un Modelo determinista empírico-deductivo, de actualización de valores
de extrapolación de tendencias (en lo sucesivo el Modelo).

Exposición teórica del Modelo


Parte de un estudio analítico de la cifra de negocios, ventas o ingresos y de las
ganancias o beneficios de ellos consecuentes, dejados o que habrán de dejar de obtenerse,
es decir frustrados, en un determinado horizonte temporal, debido al suceso causante
del perjuicio, basado en el ajuste de las tendencias de las gráficas de los valores discretos,
deducidos de las funciones matemáticas de tales ajustes y el cálculo con ellas de extra-
polaciones en los años subsiguientes al suceso causal, determinismo sustentado en el
razonamiento lógico, por supuesto que indemostrable empíricamente, de que no hay
porque no considerar que las tendencias de la cifra de negocios y de las ganancias no se
hubieran mantenido en el tiempo de no haberse producido el aludido suceso causal,
conclusión que se mantiene con un razonamiento lógico. Esta tesis elimina la necesidad
de incluir en los cálculos de una nueva variable: las probabilidades, ya que los valores
hallados, por su propia significación, son valores más probables obtenidos por extrapo-
lación matemática de las tendencias. La bondad de los valores y su coincidencia o
incoincidencia con los que se hubieran obtenido de no haberse producido, el varias
veces citado, suceso causal, es algo que no podrá conocerse nunca.

Procedimiento de cálculo
1. Está basado en cálculos matemáticos fundamentados en extrapolaciones de curvas
de regresión de las tendencias de datos históricos debidamente contrastados respecto de
lo que hubiera ocurrido de no haberse producido el suceso consecuente.
2. El lucro cesante, consecuencia, como se ha dicho, del suceso objeto del perjuicio,
se advierte a través del examen de la contabilidad y cuentas anuales, si la perjudicada es
una empresa, y en todo caso, con contabilidad o sin ella, mediante el examen de las
gráficas por períodos-años de ventas, cifra de negocios o ingresos y del margen, beneficio
o ganancia, pues a partir del suceso generador del perjuicio se advierte siempre una caída
más o menos dilatada en el tiempo, unas veces, «en picado», es decir rápida e inexorable,
otras, pero en todo caso siempre espectacular, lo que supone la evidencia de las conse-
cuencias del suceso.
La secuencia en que se basa el algoritmo es la siguiente:
1. Formación de series temporales de las cifras de negocios, ventas o ingresos, costes
directos de ventas, gastos y beneficios del sujeto perjudicado constituidos por el importe
de ingresos, cifra de negocios o ventas (grupo 7 PGCE) menos su coste directo (coste
de producción, coste de compras), del margen bruto de explotación resultante y de los
gastos generales ordinarios (grupo 6 PGCE) o costes de estructura, excluidos los gastos
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 111

excepcionales producidos precisamente por el suceso o hecho causante del perjuicio,


que deben ser computados aparte como daño emergente, deducidos de las cuentas de
resultados de los años inmediatos anteriores al suceso causal.
La determinación de qué cifras deben considerarse válidas requiere en cada caso un
estudio analítico exhaustivo de cada una de las magnitudes a considerar en el cálculo,
pues en función del sector, actividad, tipo de negocio, etc., atendida la composición de
los costes y gastos y correspondientes márgenes pueden diferir.
Los descuentos en ventas en las empresas que fijan el precio del producto en origen
es una magnitud muy significativa por lo que deben considerarse coste de ventas; las
provisiones por garantías en el ramo de los electrodomésticos, entre otros, son gastos
que deben tenerse en cuenta como elementos variables y directos de la cifra de ingresos
o ventas. Las comisiones a agentes vendedores o comisionistas, las satisfechas a las enti-
dades financieras por las ventas mediante tarjetas de crédito, son conceptos de gastos que
han de tenerse en consideración.
La determinación según el estado de resultados en razón de la actividad de cada
empresa es el enfoque más idóneo. Una representación sintética de tal estado sería:
Ingresos. Cifra de negocios o ventas,
- costes directos de producción (materiales, gastos de personal directo de produc-
ción, - amortizaciones variables en función de la utilización de los equipos)
= margen de producción
- menos: gastos directos de ventas (descuentos comerciales,
- comisiones sobre ventas, gastos directos de publicidad, etc.)
= margen comercial,
-: amortizaciones no variables,
- provisiones,
- gastos de personal no directo, gastos generales
= resultado de explotación,
- gastos financieros
= resultado antes de impuestos.
Valores. Es aconsejable operar únicamente con las series de la cifra de negocios
anuales y de beneficios para ver su evolución y posterior caída por el suceso causal.
Tiempo. Cuando el perjuicio provenga del incumplimiento de un contrato, el
tiempo a considerar para las series temporales será desde el inicio de operaciones ampa-
radas por el contrato.
En otro caso, o cuando el inicio del contrato se halle muy alejado del tiempo en
que se produjo el suceso causal, procederá tomar un período razonable anterior. Puede
considerarse dentro de ese entorno de razonabilidad el número de años cuyos datos sean
precisamente determinantes de la tendencia. En una gráfica discreta de los datos reales,
con una rama descendente en un periodo y un cambio de sentido en otro, en el que se
inicia una rama ascendente, conviene tomar precisamente sólo los últimos años de la
parte de la gráfica ascendente. Cuando no se dé esta circunstancia, pudiera ser idóneo
tomar el número de años en los que se observa hay una regularidad en la gráfica discreta
determinante de la tendencia.
112 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Gráficos. Representación gráfica de las series temporales de las cifras de negocios y


beneficios.
Períodos-años. Asignación de un número a cada año, comenzando por el 1, con-
virtiéndolos en períodos-años.
Determinación de las funciones de las curvas de regresión. Determinación de las
funciones matemática que permiten calcular para cada periodo-año anterior al hecho
causal (variable independiente), los correspondientes valores «históricos» (datos) de las
curvas de regresión de las tendencias de las cifras de negocios y beneficios de cada
período-año anterior al hecho causal (variables dependientes). El ajuste se realiza por el
método de los mínimos cuadrados consistente en hallar la mejor curva de ajuste, es decir,
más representativa de los datos reales de ventas y de beneficios.
Obtención de las curvas de regresión. En disposición de las funciones de las cifras
de negocios y beneficios respecto del tiempo, períodos-años, se practica el ajuste de las
líneas de tendencia, de las series temporales de los datos discretos, obteniéndose sus
correspondientes líneas de regresión.
El método libre o no matemático consistente en ajustar la curva «a ojo» y «a mano»,
sin el empleo de algoritmo matemático alguno: una gráfica lineal mediante una simple
regla; si se trata de una gráfica no lineal, por ejemplo cuadrática, mediante una plantilla
de curvas, aparte de la falta de rigor científico, tiene el inconveniente de que diferentes
observadores pueden obtener, y de hecho obtendrán, probablemente, diferentes curvas
de ajuste, además de no poder determinar la función matemática correspondiente para
la extrapolación.
Determinación por extrapolación de las tendencias de los valores para los años del
horizonte temporal elegido.
En disposición de la funciones regresión de las curvas de tendencia de la cifra de
negocios y beneficios se calculara los valores que se obtienen por aplicación de la función
calculada para los años de la serie y, por extrapolación, los valores de las mismas mag-
nitudes de la o las series desde el momento en que se produjo el suceso causal en los
períodos-años siguientes constituyentes del horizonte temporal determinado.
En los casos de los contratos de vencimiento determinado, unilateralmente resueltos,
la extrapolación debe extenderse sólo al tiempo (años) que resten para la finalización del
contrato.
En otros casos, el número de años del horizonte temporal a utilizar en el cálculo de
la extrapolación puede ser el mismo número de años tomados para los datos reales —
«histórico»— para el cálculo de las tendencias, basándose en la hipótesis subyacente en
el modelo de que, considerando, especulativamente, la circunstancia de que no hay
razón para no pensar que la tendencia de los años anteriores no hubiera de haberse
mantenido en un número, igual o no, de años futuros. Otro criterio considerado no
menos válido es un numero de periodos años en los cuales la empresa habrá de poder
realizar su actividad sin variar, modificar sus estructuras: jurídica; económico-financiera;
producción, fabricación, manufacturación, transformación; tecnológica; comercial y
mercados; socio-laboral; tecnología de la información y comunicaciones; directiva
(Management). En ausencia de criterios más razonables este puede considerarse idóneo
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 113

para determinar el número de períodos-años a computar en el cálculo de los valores


futuros por extrapolación.
Determinados los valores ajustados de los datos y los de la extrapolación procede
agruparlos en un cuadro estadístico obteniendo a partir de él la o las correspondientes
gráficas.

1.8.3.5.2.3. Ponderación
Los valores hallados por aplicación del Modelo, basados en la extrapolación mate-
mática de las tendencias de venas y ganancias son valores teóricos hallados por la apli-
cación de funciones matemáticas continuas lo que evidencian su condición de teóricos
Calculados los valores hallados con la aplicación del Modelo surge la necesidad de
ponderar tales valores con los que habrían de obtenerse aplicando otros procedimientos
de cálculo y/o por otros medios, siendo idóneo para tal ponderación:
1. La comparación con las cifras del presupuesto del ejercicio, en las empresas que
tienen establecido el sistema presupuestario, y con las de la planificación a largo
plazo, en las empresas que llevan desarrollado un sistema de planificación estra-
tégica.
2. El porcentaje de participación de la empresa en el mercado, lo que en mayor o
menor grado habrá de determinar el grado de dependencia de la empresa del
sector al que la empresa pertenece.
3. El análisis del comportamiento del sector: de la tasa de crecimiento-expansión
en el espacio-tiempo objeto de cálculos, para el conocimiento de si se trata de
un sector en expansión, estable o en regresión y su comparación con la de la
empresa.
No obstante, se remite aquí a lo que se dice más adelante, en el apartado 4 de las
refutaciones, sobre que cualquier manipulación en los valores obtenidos de la aplicación
del Modelo no deja de ser elucubraciones especulativas indefendibles judicialmente.

1.8.3.5.2.4. Cálculo del valor actual


1. En disposición de los valores calculados por extrapolación de los beneficios o
ganancias anuales que habrán de dejarse de percibir, una vez sometidos a ponderación,
si procede, procede calcular los valores actuales en el momento de cálculos coincidente
con el momento del suceso causante del perjuicio, a una tasa de actualización (des-
cuento) determinada. La elección de la tasa de actualización de las ganancias probables
es siempre cuestionable.
2. La tasa de descuento que podría considerarse aceptable sería una tasa que guardase
equivalencia con una tasa de interés sin riesgo, por ejemplo la de las letras o bonos del
tesoro correspondientes a idéntico período de años que el horizonte temporal elegido.
La justificación de tomar esa tasa está en que los valores actuales de las ganancias futuras
frustradas de cada periodo, capitalizados a esa tasa de interés sin riesgo se obtendrían, los
valores de las ganancias calculados en la extrapolación.
114 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Ver el algoritmo de cálculo necesario para la determinación, evaluación y cálculo


del lucro cesante, al final de esta Primera Parte.

1.8.3.5.2.5. Defensa y objeciones y refutaciones de la metodología en la que se basa el


Modelo
Defensa
1. En defensa del método procede advertir su coherencia con las interpretaciones
de la doctrina jurisprudencial vistas en 1.5.1.
2. La aceptación por la doctrina del método basado en la extrapolación de valores
se pone de manifiesto en la afirmación de que para el cálculo del lucro cesante se tendrán
en cuenta los beneficios efectivamente obtenidos en períodos anteriores y las expecta-
tivas de beneficios que habrían de obtenerse con los ingresos previsibles y los gastos
estimados
3. La inclusión en el cómputo del lucro cesante de los beneficios ciertos y acreditados
a que se refiere la jurisprudencia no puede tener otra interpretación más que la ganancia
perdida, frustrada, por el suceso causante del perjuicio, obtenida por extrapolación en
un horizonte temporal futuro determinado de los beneficios o ganancias reales en los
años anteriores al tiempo del suceso causal, ya que de otro modo adolecería de la ilación
lógica con lo que las ganancias que pueden reclamarse son aquellas en que concurre
similitud suficiente para ser reputadas como muy probables, en la mayor aproximación
o su certeza efectiva, en lo que parece una reafirmación de ello en el último párrafo
citado: debiéndose ponderar múltiples circunstancias, entre ellas, los beneficios efecti-
vamente obtenidos en períodos anteriores, las expectativas de beneficios
4. Aparte de las lógicas prevenciones previstas por la doctrina jurisprudencial, en
todos los casos existe una carga de incertidumbre latente en el sentido de si la extrapo-
lación de las cifras básicas del cálculo del lucro cesante: cifra de negocios, venta o ingre-
sos; costes de tales cifras; margen y/o beneficios, a que se ha hecho referencia, es un
método coherente o incluso sobre si de no haberse producido el suceso las cifras reales
habrían coincidido en mayor o menor grado con las obtenidas de la extrapolación, y,
aún en el caso más probable de incoincidencia, cuáles habrían sido las diferenciales entre
la cifras reales y las extrapolaciones. Según se desprende de las sentencias, la extrapolación
de la tendencia de las cifras reales de los años precedentes al suceso se admite como
válido siempre que se observe que la extrapolación sigue la misma tendencia marcada
por la estadística de los años anteriores.
(Ver en 1.8.3.5.2.1, la síntesis de las sentencias que avalan lo expuesto).

Objeciones y refutaciones
1. El Modelo expuesto resulta ser en su formulación un modelo objetivo, pero la
necesidad de operar con ciertas variables imponderables, cuya introducción en él supo-
nen la indeseable aunque ineludible carga de subjetividad, hay que reconocer que inva-
lida toda pretensión de objetividad de la metodología; sin embargo cabe decir que, a
pesar de la carga de subjetividad en ella inmanente, no hay otra que la supere.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 115

2. Dos son las aludidas variables imponderables: el tiempo, número de años del
período «histórico» de los datos reales a considerar para el cálculo de las tendencias, de
una parte, y el del horizonte temporal origen de cálculos, de otra, y una vez determi-
nados los valores de las ganancias frustradas, la tasa de su descuento para el cálculo de su
valor actual
El tiempo: número de años a considerar «aceptable», en el período «histórico» de
los datos reales: ventas o cifra de negocios, costes, gastos y beneficios o sólo ventas y
beneficios, según sean los datos con los que se opere para el cálculo de las tendencias, y
los años del horizonte temporal futuro, en base a los que se calcularán las extrapolaciones,
es la primera variable imponderable con la que el perito habrá de encontrarse y respecto
a la que habrá de tomar una decisión subjetiva, puesto que no hay reglas objetivas
determinantes de su estimación.
La tasa de descuento es la otra variable imponderable sujeta a incertidumbre también
sometida a la decisión subjetiva del perito.
Parece que hay un consenso en que la solución para salir del círculo de incerti-
dumbre a la que somete la última de las referidas variables considerada «aceptable» es
tomar una tasa de descuento equivalente a una tasa de interés sin riesgo: letras o bonos
del tesoro correspondientes a idéntico período de años que el horizonte temporal ele-
gido, justificada en que capitalizados los valores actuales de las ganancias futuras frustradas
de cada periodo a la tasa de interés sin riesgo, equivalente a la tasa de descuento, se
obtendrían los valores de las ganancias calculados en la extrapolación, fundamentado en
idénticas hipótesis utilizadas en las técnicas de valoración de empresas, lo que no deja
de ser un subterfugio aquí y allí para superar la imposible objetividad de una cuestión
imponderable de solución manifiesta e ineluctablemente subjetiva.
Operando con los mismos datos y sin variar de metodología de cálculo, la valoración
del lucro cesante será distinta según sea el menor o mayor número de años del horizonte
temporal con el que se opere en el cálculo, habida cuenta del que se considere el ade-
cuado como «más razonable», y lo mismo respecto de la tasa de descuento con el que
se calcule el valor actual de los valores obtenidos.
3. El problema se agrava cuando se trata de valorar los daños y perjuicios en los casos
de empresas y negocios de reciente creación. En tales casos, la existencia de un período
anterior sólo de dos o tres años son datos poco significativos por insuficientes para el
cálculo de la o las tendencias. Lo mismo ocurre con empresas de nueva creación con
nula historia anterior. En tales casos todo intento de cálculo del lucro cesante aplicando
el Modelo resulta imposible, debiendo recurrirse a estimaciones basadas en previsiones
de ventas y, conocidos los márgenes normales en el sector, de las ganancias previsibles,
procedimientos aún más aleatorios e inciertos, difíciles, por no decir imposibles, de
justificar ante los tribunales de justicia.
4. Cualquier manipulación que pretenda hacerse en los valores obtenidos de la apli-
cación del modelo en el intento de acomodarlos a una valoración más ajustada a unas
estimaciones consideradas más «razonables», surgida de la ponderación de los valores
hallados comparativamente con los obtenidos por otros procedimientos o medios, no
116 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

dejan de ser elucubraciones especulativas en absoluto defendibles tampoco objetiva-


mente ante los tribunales.
5. Por todo lo expuesto, el método en el que se basa el Modelo contempla escenarios
de futuro en cualquier caso inciertos.

1.8.3.5.3. Daño moral


Tipología de daños que afectan de modo personal en los sentimientos de la persona
a la que se ha ocasionado el daño, incuantificable económicamente.

1.8.3.5.4. Fases para la determinación, evaluación valoración y cuantificación del daño


emergente y del lucro cesante
La determinación, evaluación y valoración de daños y perjuicios, tanto extrajudicial
como dentro del procedimiento tiene las siguientes secuencias:
En cuanto al daño emergente:
1. Determinar cuáles son los costes y gastos incurridos o, alternativamente, com-
probar los cálculos realizados por el perjudicado. En ambos supuestos la actua-
ción consiste en la agregación de todos y cada uno de los costes y gastos sopor-
tados por el perjudicado.
2. Verificar las cuentas identificativas del daño con las documentaciones (facturas,
comprobantes de pagos, etc.) que las soportan.
3. Preparar, asesorar y orientar, si cabe, en la contabilización o preparación de las
cuentas de los gastos soportados por el perjuicio, caso de que no hubiese sido
preparadas por el perjudicado.
4. Cuantificar adecuadamente el daño causado por los hechos o actos causantes del
mismo.
En cuanto al lucro cesante:
5. Aplicación del Modelo para la determinación, evaluación, cuantificación y
valoración del lucro cesante expuesto en 1.8.2.5.2.2.
6. Ponderación, si cabe, de la valoración obtenida por aplicación del Modelo en
la forma expuesta en 1.8.2.5.2.3.
7. Cálculo del valor actual deducido de la valoración resultante.
Finaliza la actuación con la emisión de un dictamen o informe suficientemente
detallado y documentado, de modo que sea comprensible para el tribunal, si es dentro
de un procedimiento judicial, o para su aportación con el escrito de demanda o su
contestación.
Aplicación del modelo. Calculo de la tendencia y extrapolación:
1. Determinar la función matemática que permite calcular para cada periodo-año
anterior al hecho causante los correspondientes valores de las series de las cifras
de negocios y beneficios.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 117

2. Las funciones de las curvas de tendencia de las series temporales suelen ser
lineales, de 2.º grado, o cuadráticas, de tercer grado o cúbicas.
3. Sean (x1, y1), (x2, y2), (x3, y3), …. (xn, yn) los puntos correspondientes a los
datos dados, x, a los períodos-años de la serie, y a las cifras de negocios, y bene-
ficios, se trata de determinar la función y = f (x) que permite calcular para cada
valor de x el correspondiente valor de y para los que las diferencias de los valores
de la función con los valores dados, llamadas desviación, error o residuo, sea
mínima; es decir, denominando por d1, d2, d3, …. dn, a las diferencias entre los
valores obtenidos de la función con los de los valores 0dados, positivos o nega-
tivos:

min Σ dn2 = (d12 + d22 + d32 + … + dn2) mínima [1]

La función explícita se obtiene por el método de los mínimos cuadrados.


Ajuste de la recta por mínimos cuadrados
La recta de ajuste de la serie de datos (x1, y1), (x2, y2), (x3, y3), …. (xn, yn), tiene
por ecuación:

y = a0 + a1x [2]

de tal forma que Σ (yi – y)2 = mínimo


En esta ecuación, las constantes a0 y a1 se determinan con la resolución del sistema
de ecuaciones lineales

Σ y = a0N + a1 Σx [3]

Σ xy = a0 Σx + a1 Σx2 [4]

denominadas ecuaciones normales, de donde se obtiene:

(Σ y)( Σ x2) – (Σ x)( Σ xy)


a0 = [5]
N Σ x2 – (Σ x) 2 Σ

N(Σ x y) – (Σ x)( Σ y)
a1 = [6]
N Σ x2 – (Σ x) 2
118 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Tratándose de un sistema de ecuaciones lineales, puede resolverse también por el


método Gauss-Jordan.
La primera ecuación normal [3] se obtienen haciendo:

y1 = a0 + a1x1
y2 = a0 + a1x2
y3 = a0 + a1x3
…………..
…………….

Σyi = a0N + a1 Σxi

La segunda ecuación normal [4] se obtiene haciendo:

y1x = (a0 + a1x1)x


y2x = (a0 + a1x1)x
y3x = (a0 + a1x1)x
…………..
……………

Σxyi = Σx (a0 + a1x) = a0 Σx +


a1Σx2

los valores se obtienen por medio del siguiente cuadro:

Datos para el cálculo de la ecuación de la recta

Número de
Años Datos Productos Cuadros
orden
a xi yi xi yi xi2
A x1 y1 x1 y1 x12
a+1 x2 y2 x2 y2 x22
a+2 x3 y3 x3 y3 x32
a+3 x4 y4 x4 y4 x42
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 119

Número de
Años Datos Productos Cuadros
orden
a+4 x5 y5 x5 y5 x52
Σxi Σyi Σxi yi Σxi2

Ecuación normal:
a1 = nΣxi.yi - Σxi. Σyi / nΣxi - (Σxi)2
a0 = (Σxi2. Σyi) - (Σxi Σxiyi/(nΣxi2) - (ΣxI)2

Ecuación de la recta: y = a0 + a1 xI

Ajuste de la curva cuadrática por mínimos cuadrados


La curva cuadrática de ajuste de la serie de datos (x1, y1), (x2, y2), (x3, y3), …. (xn,
yn), tiene por ecuación:

y = a0 + a1x + a2x2 [7]

de tal forma que, al igual que en la recta, Σ (yi – y)2 = mínimo.


En esta ecuación, las constantes a0, a1,y a2 se determinan con la resolución del sistema
de ecuaciones.

Σ y = a0 N + a1 Σ x + a 2 Σ x2 [8]

Σ xy = a0 Σ x + a1 Σ x2 + a2 Σ x3 [9]

Σ x2y = a0 Σ x2 + a1 Σ x3 + a2 Σ x4 [10]

denominadas ecuaciones normales, de la curva de mínimos cuadrados.


Al igual que en las rectas, las ecuaciones normal [8], [9] y [10] se obtienen haciendo:

Datos para el cálculo de la ecuación de la ecuación cuadrática

Número
Años de Datos Productos Cuadrados
orden
a xi yi xi yi xi2 xi2 yi xi3 xi4
a x1 y1 x1 y1 x12 x12 y1 x13 x1 4
120 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Número
Años de Datos Productos Cuadrados
orden
a+1 x2 y2 x2 y2 x22 x22 y2 x23 x24
a+2 x3 y3 x3 y3 x32 x32 y3 x33 x34
a+3 x4 y4 x4 y4 x42 x42 y4 x43 x44
a+4 x5 y5 x5 y5 x 52 x52 y5 x 53 x54
Sumas Σxi Σyi Σxi yi Σxi2 Σxi2 yi Σxi3 Σxi4

1ª ecuación normal:
Σ(y) = na0 + a1Σ(x) + a2Σx2)

2ª ecuación normal:
Σ(y) = na0 + a1Σ(x) + a2Σ(x2)

3ª ecuación normal:
Σ(x2y) = a0Σ(x2) + a1Σ(x3) + a2Σ(x4)

Las ecuaciones normales originan a un sistema de 3 ecuaciones con 3 incógnitas que procede resolver
por determinantes
(Regla de Cramer)

Σ(y) = na0 + a1Σ(x) + a2Σ(x2)


Σ(y) =na0 + a1Σ(x) + a2Σ(x2)
Σ(x2y) = a0Σ(x2) + a1Σ(x3) + a2Σ(x4)

Ecuación de la parábola (cuadrática) y = a0 + a1 x + a2 x2

Cálculo del valor actual. Actualización de valores.


La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 121

El esquema y la fórmula de actualización de valores son:

Casos prácticos de supuesto de aplicación de la prueba pericial contable


en la determinación, evaluación, cuantificación y valoración del lucro cesante
A continuación a título de ejemplo se exponen dos casos prácticos de determinación
y cálculo del lucro cesante.
Caso 1. Sea un contrato de distribución de diez años de vigencia, con denuncia
unilateral a los cinco años por parte de la empresa que concedió la distribución cinco
años antes de su finalización.
Sólo se opera con las ganancias que dejarán de obtenerse.
Secuencias del cálculo del lucro cesante.
1. Preparación de los datos. Confección de cuadro estadístico de la Cifra de nego-
cios —ventas—, costes, márgenes y resultados de los años precedentes, inclu-
yendo el del perjuicio sufrido. Gráficos.
2. Ajuste de las series de ventas y beneficios de los años anteriores al del perjuicio
por el método de los mínimos cuadrados.
3. Extrapolación.
4. Cálculo de los valores actuales.
5. Cálculo del lucro cesante por suma de los valores actuales obtenidos.
Confección de cuadro estadístico de la cifra de negocios —ventas— costes, már-
genes y resultados de los períodos-años precedentes (millones de euros).
122 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Ventas, costes de ventas, márgenes, gastos y beneficios (millones € ) (datos)

Períodos-años
1 2 3 4 5 6
Ventas 54,20 60,80 76,50 82,00 98,30 1,30
Coste ventas 29,27 30,40 42,08 45,10 55,05 0,72
Margen 24,93 30,40 34,43 36,90 43,25 0,59
Gastos1 15,12 18,85 17,95 20,50 22,51 21,00
Beneficio 9,81 11,55 16,48 16,40 20,74 -20,42

1. Excluidos gastos daño emergente


La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 123

Ajuste de las series de ventas y beneficios de los años anteriores al del perjuicio por
el método de los mínimos cuadrados y extrapolación.

Datos para el cálculo de la ecuación de la cifra de negocios

Años Número de orden Cuadrados


Cifra de negocios
Productos
xi Yi xi .yi xi2
x 1 54,20 54,20 1,00
x+1 2 60,80 121,60 4,00
x+2 3 76,50 229,50 9,00
x+3 4 82,00 328,00 16,00
x+4 5 98,30 491,50 25,00
Sumas 15 371,80 1224,80 55,00

Σ xi = 15
Σ yi = 371,80
Σ xiyi= 1224,80
Σ xi2 = 55,00

Ecuación normal:
a = nΣxiyi -ΣxiΣyi / nΣxi - (Σxi)2
b = (Σxi2 Σyi) - (Σxi Σxiy/(nΣxi2) - (Σx)2

a0 = ((55,00 x 371,80) - (15 x 1.224,80)) / ((5 x 55,00 ) - 152) = 41,54


a1= ((5 x 1.224,80) - (15 x 371,80)) / ((5 x 55,00 ) - 152) = 10,94

Ecuación de la recta:
y = 41,54 - 10,94 x

Se ha excluido el período-año 6, año 20X1 por ser el año en que se produjo el


suceso causal, el cual se incorpora como primer período-año del horizonte temporal a
efectos de la extrapolación.
124 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Datos para el cálculo de la ecuación de los beneficios

Años Número de orden Beneficios Productos Cuadrados


xi Yi xi . yi xi2
x 1 9,81 9,81 1,00
x+1 2 11,55 23,10 4,00
x+2 3 16,48 49,44 9,00
x+3 4 16,4 65,60 16,00
x+4 5 20,74 103,70 25,00
Sumas Σxi = 15 Σyi = 74,98 Σxi.yi = 251,65 ΣXi2 = 55
Σ xi = 15
Σ yi = 74,98

Σ xi = 15
Σ yi = 74,98
Σ xiyi= 251,65
Σ xi2 = 55,00

Ecuación normal:
a0 = (Σxi2 Σyi) - (Σxi Σxiy)/(nΣxi2) - (Σx)2
a1 = (n Σxiyi - ΣxiΣyi) / (nΣxi2) - (Σxi)2

a0 = ((55,00 x 74,98) - (15 x 251.65)) / ((5 x 55,00 ) - 152) = 6,98


a1 = ((5 x 251,65) - (15 x 74,98)) / ((5 x 55,00 ) - 152) = 2,67

Ecuación de la recta:
y = 6,98 - 2,67 x

Cifras de negocios y beneficios años 2007/2011 ajustados por mínimos cuadrados y valores
extrapolados para los años 2012 / 2016

Número de
Años Cifra de negocios Beneficios
orden
x 1 52,48 9,66
x+1 2 63,42 12,33
x+2 3 74,36 15,00
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 125

Número de
Años Cifra de negocios Beneficios
orden
x+3 4 85,30 17,67
x+4 5 96,24 20,34
x+6 6 107,18 23,01
x+7 7 118,12 25,68
x+8 8 129,06 28,35
x+9 9 140,00 31,02
x+10 10 150,94 33,69

Gráficas de ajuste de la cifra de negocios y de beneficios, tendencias y extrapolación


126 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Valores actuales y valor de la indemnización por lucro cesante.


Se calcula el valor actual de los valores de extrapolación de 5 años: 2012 hasta el
año 2016 que es en el que finaliza el contrato de distribución, a una tasa de actualización
del 5%.

Valor actual = 23,01 + 25,68 + 28,35 + 31,02 + 33,69 =


(1 + 0,05) (1 + 0,05)2 (1 + 0,05)3 (1 + 0,05)4

= 21,91 + 23,29 + 24,49 + 25,52 + 26,40 = 121,61

Con una tasa de actualización del 10%:

Valor actual = 23,01 + 25,68 + 28,35 + 31,02 + 33,69 =


(1 + 0,10) (1 + 0,10)2 (1 + 0,10)3 (1 + 0,10)4

= 20,92 + 21,22 + 21,30 + 21,19 + 20,92 = 105,55

Adviértase que el cálculo con una tasa del 10% supone una reducción del 13’2% en
el valor actual de las ganancias frustradas calculado con una tasa del 5%.

Caso 2. Otro caso, con unas gráficas discretas de cifra de negocios y


beneficios, cuyo ajuste se corresponde con una curva cuadrática.
Gráfica de la cifra de negocios y beneficio períodos-años 1 a 7
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 127

Datos para el cálculo de la ecuación cuadrática de la cifra de negocios

Núm. Cifra nego-


Años orden cios
X y x.y x2 x2 .y x3 x4
X 1 25,00 25,00 1,00 25,00 1,00 1,00
x+1 2 31,00 62,00 4,00 124,00 8,00 16,00
x+2 3 30,00 90,00 9,00 270,00 27,00 81,00
x+3 4 33,00 132,00 16,00 528,00 64,00 256,00
x+4 5 52,00 260,00 25,00 1.300,00 125,00 625,00
x+5 6 79,00 474,00 36,00 2.844,00 216,00 1.296,00
x+6 71 - - - - - -
Sumas Σ 250,00 1.043,00 91,00 5.091,00 441,00 2.275,00

1. excluido en el ajuste
n=6
x = 21
x2 = 91
x3 = 441
x4 = 2.275

1.ª ecuación normal:


Σ (y) = na + b Σ (x) + c Σ (x2)

2.ª ecuación normal:


Σ (xy) = a Σ (x) + b Σ (x2) + c Σ (x3)

3.ª ecuación normal:


Σ (x2y) = a Σ (x2) + b Σ (x3) + c Σ (x4)

De donde se deduce el sistema de ecuaciones


250 = 6a + 21b + 91 c
1043 = 21 a + 91 b + 441 c
5091 = 91 a + 441 b + 2275 c

Ecuación:
y = 38,9 -13,525 x + 3,304 x2
128 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

La resolución del sistema y la obtención de la ecuación se han hecho por la Regla


de Cramer.

Datos para el cálculo de la ecuación cuadrática de beneficios

Años Número de Beneficios


orden
X Y x.y x2 x2.y x3 x4
X 1 7,00 7,00 1,00 7,00 1,00 1,00
x+1 2 8,00 16,00 4,00 32,00 8,00 16,00
x+2 3 6,20 18,60 9,00 55,80 27,00 81,00
x+3 4 8,00 32,00 16,00 128,00 64,00 256,00
x+4 5 15,00 75,00 25,00 375,00 125,00 625,00
x+5 6 28,00 168,00 36,00 1.008,00 216,00 1.296,00
x+6 - - - - - - -
Sumas 21 72,20 316,60 91,00 1.605,80 441,00 2.275,00

n=6
x = 21
x2 = 91
x3 = 441
x4 = 2.275

1.ª ecuación normal:


Σ (y) = na + b Σ (x) + c Σ (x2)

2.ª ecuación normal:


Σ (xy) = a Σ (x) + b Σ (x2) + c Σ (x3)

3.ª ecuación normal:


Σ (x2y) = a Σ (x2) + b Σ (x3) + c Σ (x4)

De donde se deduce el sistema haciendo:


72,20 = 6a + 21b + 91 c
316 = 21 a + 91 b + 441 c
1605 = 91 a + 441 b + 2275 c

Ecuación:
y = 15,450 -8,530 x + 1,741 x2
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 129

La resolución del sistema y la obtención de la ecuación se han hecho por la Regla


de Cramer.

Cifras de negocios y beneficios años x a x+5 ajustados por mínimos cuadrados y valores
extrapolados para los años x+6 a x+15

Número de
Años Beneficios
orden

x 1 28,68 8,66

x+1 2 25,07 5,35

x+2 3 28,06 5,53

x+3 4 37,66 9,19

x+4 5 53,88 16,33

x+5 6 76,69 26,95

x+6 7 106,12 41,05

x+7 8 142,16 58,63

x+8 9 184,80 79,70

x+9 10 234,05 104,25

x+10 11 289,91 132,28

x+11 12 352,38 163,79

x+12 13 421,45 198,79

x+13 14 497,13 237,27

x+14 15 579,43 279,23

x+15 16 668,32 324,67


130 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Gráficas
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 131

Valor actual de las ganancias años x+6 a x+15, calculados con i = 0,05 y i = 0,10

Años I = 5% C i = 10%
x+6 41,05 41,05/(1+0,05) 39,10 41,05 41,05/(1+0,10) 37,32
x+7 58,63 58,63/(1+0,05)2 53,18 58,63 58,63/(1+0,10)2 48,45
x+8 79,70 58,63/(1+0,05)3 68,85 79,70 79,70/(1+0,10)3 59,88
x+9 104,25 58,63/(1+0,05)4 85,77 104,25 104.25/(1+0,10)4 71,20
x+10 132,28 58,63/(1+0,05)5 103,64 132,28 132,28/(1+0,10)5 82,14
x+11 163,79 58,63/(1+0,05)6 122,22 163,79 163,79/(1+0,10)6 92,46
x+12 198,79 58,63/(1+0,05)7 141,28 198,79 198,79/(1+0,10)7 102,01
x+13 237,27 58,63/(1+0,05)8 160,59 237,27 237,27/(1+0,10)8 110,69
x+14 279,23 58,63/(1+0,05)9 179,99 279,23 279,23/(1+0,10)9 118,42

x+15 324,67 58,63/(1+0,05)10 199,32 324,67 324,67/(1+0,10)10 125,17

1619,66 Valor actual 1153,94 1619,66 Valor actual 847,74

Adviértase que el cálculo con una tasa del 10% supone una reducción del 26,53%
en el valor actual de las ganancias frustradas calculado con una tasa del 5%.

1.8.4. Supuesto de aplicación de la prueba pericial contable en los juicios de «cláusulas


suelo»
Se ha dado en calificar «cláusula suelo» a una cláusula en escrituras de préstamo
hipotecario a interés nominal anual, variable al alza o a la baja, relacionada con el deno-
minado Euribor, interés de referencia interbancaria, dispuesto y publicado por el Banco
de España, más un diferencial establecido en determinados puntos porcentuales, de
modo que el interés de la operación es el tipo de interés Euribor más el diferencial
pactado.
Las escrituras de préstamos hipotecarios generalmente contemplaban límites de
variabilidad de los intereses, disponiendo que el tipo de interés ordinario aplicable al
préstamo que resulte de las cláusulas de revisión convenidas en la escritura no será en
ningún caso inferior ni superior a un determinado tipo nominal anual, siendo el primero
el interés mínimo que en todo caso habrá de aplicar la entidad bancaria, incluso en el
caso de que el Euribor más el diferencial fuese inferior, y el segundo el interés máximo
que habría de aplicar, incluso cuando el Euribor más el diferencial, sea superior. El tipo
máximo las entidades bancarias solían situarlo excesivamente alto a fin de poder tener
margen suficiente para poder aplicar aumentos sustanciales de los tipos de interés. La
132 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

«cláusula suelo» respondía al primer supuesto, es decir, el tipo de interés mínimo que la
entidad bancaria habría de aplicar incluso cuando el Euribor más el diferencial sea infe-
rior.
La determinación del exceso de intereses pagados por el prestatario por la aplicación
de la «cláusula suelo» menos los intereses que hubiera correspondido pagar sin aplicación
de la «cláusula suelo» es el exceso de intereses pagados de más por aplicación de la
«cláusula suelo».

Caso práctico. Determinación de la diferencia de intereses pagados por aplicación


de la «cláusula suelo» y los que correspondían sin la aplicación de dicha cláusula.
El 23 de diciembre de 2006, una persona suscribió con una entidad bancaria una
escritura de préstamo con garantía hipotecaria, para la compra de una vivienda. En la
escritura se pactó un interés nominal anual del 3,25% desde el día del otorgamiento de
la escritura hasta el 31 de diciembre del 2007, y del 1 de enero del 2008 se iniciaría una
segunda fase con una tasa de interés fijo por años, variables cada año, al alza o a la baja,
según el interés de referencia interbancario, el Euribor sujeto a determinados condi-
cionamientos contemplados en la escritura, incrementado en un diferencial del 1,25
puntos para el que el banco denomina «índice de referencia principal» y disminuido en
una tasa de bonificación variable, en razón de productos y servicios bancarios contra-
tados.
La escritura contemplaba un límite de variabilidad de intereses, disponiendo que a
efectos obligacionales, el tipo de interés ordinario aplicable al préstamo resultante de las
cláusulas de revisión del tipo de interés convenidas en la escritura, no podía ser, en
ningún caso, inferior al 3,25% nominal anual, ni superior al 12,00% nominal anual,
siendo este último el tipo de interés máximo a efectos hipotecarios.
Al inicio del movimiento de protesta masiva por la «cláusula suelo», el prestatario
del préstamo de referencia demandó a la entidad bancaria por la aplicación de la «cláusula
suelo» y solicitó una pericial contable en la que se estableciera el exceso de intereses
pagados de más por la aplicación de dicha cláusula.
El perito computó los intereses correspondientes a los dos periodos considerados,
en base a las condiciones establecidas en la escritura hipotecaria, es decir, con aplicación
de la «cláusula suelo», y asimismo el importe total de intereses que se hubieran liquidado
de no haber aplicado la «cláusula suelo», en razón al histórico de referencia anual inter-
bancaria (Euribor a 1 año) publicado por el Banco de España aplicando el diferencial de
1,25%, comparado con las cuotas mensuales pagadas, desde la firma del préstamo el 23
de Diciembre de 2006 hasta la cuota pagada el 30 de Junio de 2017, fecha del cierre de
la cuenta, determinando con el cálculo el monto de los intereses pagados de más por
aplicación de la «cláusula suelo».

2. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN LOS PROCEDIMIENTOS DE EJECUCIÓN


FORZOSA

La regulación de la acción ejecutiva y la ejecución provisional es, según reconoce


la exposición de motivos de la LEC, una de las principales innovaciones.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 133

El libro III de la LEC regula la acción ejecutiva, la ejecución forzosa, la ejecución


provisional y las medidas cautelares, el embargo preventivo, la intervención y adminis-
tración judicial y el depósito judicial, entre otras.

2.1. La prueba pericial contable en la acción ejecutiva


Según la LEC, la intervención del perito en el seno de la acción ejecutiva se limita
a prever su designación por parte del Letrado de la Administración de Justicia a solicitud
del ejecutado en los casos de oposición a la ejecución por pluspetición8 o exceso (LEC,
art. 558.2, modificado por la Linoj., art. 15,228. en concordancia con art. 572 y 574),
para dictaminar sobre:
1. Saldos resultantes de operaciones derivadas de contratos formalizados en escri-
tura pública.
2. Saldos resultantes de operaciones derivadas de contratos formalizados en póliza
intervenida por corredor de comercio colegiado.
En ambos casos, condicionado a que en el título conste el pacto sobre que la
cantidad exigible en caso de ejecución será la resultante de la liquidación efec-
tuada por el acreedor en la forma que hayan convenido las partes en el propio
título ejecutivo (LEC, art. 572.2).
3. Saldo de operaciones de crédito o préstamo pactadas a interés variable (LEC,
art. 574.1.1.º).
4. Operaciones de crédito o préstamo en el que sea preciso ajustar las paridades de
distintas monedas y sus respectivos tipos de interés (LEC, art. 574.1.2.º).
Se supone, aun cuando la LEC no lo dice, que la designación se hará en la forma
dispuesta por el art. 341 (véase 1.4.5.2.2., capítulo 2) y en cuanto a las condiciones del
perito el art. 340 (véase 1.4.5.2.2.1., capítulo 2), aunque ante el silencio de la ley también
puede considerarse que el nombramiento podrá ser de oficio por el órgano jurisdiccio-
nal.
Dada la naturaleza de la pericia ya se advierte que esta corresponde exclusivamente
a los economistas titulados mercantiles, censores y auditores.
Del dictamen emitido por el perito se dará traslado a las partes. El Letrado de la
Administración de Justicia dará traslado del dictamen del perito para que en el plazo de
5 días presenten sus alegaciones sobre el dictamen (LEC, art. 558.2, modificado por la
Linoj., art. 15,228).

2.1.1. La intervención del perito en el procedimiento de apremio


La LEC prevé explícitamente la intervención de peritos en la valoración de bienes
y derechos embargados e implícitamente en la rendición de cuentas por el acreedor en
la constitución de administración de bienes embargados.

8. Pluspetición: Petición exagerada por parte del actor.


134 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2.1.1.1. Intervención del perito en la valoración de bienes y derechos embargados


La LEC prevé la intervención de perito tasador en la valoración de bienes y derechos
embargados (LEC, art. 638, modificado por la Linoj., art. 15,270). Será idónea la inter-
vención del economista, titulado mercantil, censor o auditor en esta clase de actuaciones
para valorar derechos constitutivos de los activos inmovilizados materiales e inmateriales,
y excluye los bienes embargados constituyentes del activo circulante (dinero efectivo,
saldos de cuentas bancarias y de cuentas de clientes y otros deudores, divisas convertibles,
previa su conversión, cualquier otro bien cuyo valor nominal coincida con su valor de
mercado o respecto al cual, aun inferior, el acreedor acepte su entrega por su valor
nominal, títulos y valores mobiliarios, participaciones financieras en empresas, etc.)
(LEC, art. 634, modificado por la Linoj., art. 15,267; 635, modificado por la Linoj., art.
15,268; 636, modificado por la Linoj., art. 15,269; y 637).

2.1.1.1.1. Designación de perito


La LEC dispone que el Letrado de la Administración de Justicia designará perito
tasador entre quienes presten servicio en la Administración de Justicia —se refiere,
naturalmente, a juzgados y tribunales—. Caso de inexistencia de peritos en la especia-
lidad de que se trate, se encargará el avalúo a organismos o servicios técnicos de las
Administraciones públicas y, en caso de imposibilidad por idénticas razones, se designará
entre terceros expertos que consten en las listas facilitadas por los colegios profesionales
(LEC, art. 638.1, modificado por la Linoj., art. 15,270).

2.1.1.1.2. Nombramiento designado y notificación. Abstención


El nombramiento se notificará al perito designado, el cual deberá aceptar el cargo
al día siguiente, a menos que ponga de manifiesto causas de abstención (LEC, art. 639.1).
Cabe entender que, respecto a los motivos, causas de abstención por parte del perito y
el procedimiento para esta son las dispuestas en los arts. 99 y 105 (véase 2.1.4.5.3.2.1).
La LEC no dice nada sobre si en estas actuaciones el perito debe jurar o prometer
el cargo en la forma que dispone el art. 335.2 (véase 2.1.4.5.3). Se estima que con tal
omisión no es obligatorio y que la costumbre se impondrá.

2.1.1.1.2.1. Recusación del perito


El perito designado podrá ser recusado por el ejecutante y el ejecutado personados
(LEC, art. 638.2, modificado por la Linoj., art. 15,270). Las causas de la recusación, el
procedimiento de recusación y la sustanciación del incidente de recusación serán los
que disponen los arts. 124 a 127 (véase 2.1.4.5.3.4).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 135

2.1.1.1.3. Práctica de la valoración


Aceptado el cargo, el perito designado realizará la valoración de los bienes embar-
gados; en el caso particular del economista, titular mercantil, censor o auditor, los bienes
y derechos antes referidos.
La tasación de los bienes y derechos se hará por su valor de mercado, sin tener en
cuenta en los inmuebles las cargas y gravámenes existentes sobre ellos (LEC, art. 639.3).

2.1.1.1.4. Emisión del informe de valoración


Efectuada la valoración, el perito emitirá su informe por escrito, que habrá de aportar
al juzgado en un plazo no superior a 8 días contados desde la aceptación, plazo que el
Letrado de la Administración de Justicia podrá ampliar previo razonamiento de la nece-
sidad de ampliación del plazo legal por parte del perito en razón a la complejidad de los
trabajos de valoración (LEC, art. 639.2, modificado por la Linoj., art. 15,271). La apor-
tación del informe, al igual que los dictámenes periciales (véase 2.1.4.5.5), aun cuando
la LEC no dice nada al respecto, se hará acompañada de un escrito.

2.1.1.1.5. Alegaciones de las partes al informe de valoración y valoración definitiva por


el órgano jurisdiccional
Las partes podrán presentar en 5 días alegaciones a la valoración efectuada, pudiendo
aportar opcionalmente con ellas otros informes de peritos tasadores, incluidos en ellos
los informes de valoración de economistas, titulares mercantiles, censores o auditores,
cuando se trate de los bienes y derechos antes enumerados. El Letrado de la Adminis-
tración de Justicia, vistas las alegaciones y los informes de valoración de los peritos,
determinará la valoración definitiva.
La resolución dictada por el Letrado de la Administración de Justicia podrá ser objeto
de recurso directo de revisión ante el juez que dictó la orden de ejecución (LEC, art.
639.4, modificado por la Linoj., art. 15,271).

2.1.2. Intervención del perito en la rendición de cuentas por el acreedor en la constitución


de administración de bienes embargados
En el procedimiento de apremio, embargados los bienes del deudor, el ejecutante
del embargo podrá solicitar del Letrado de la Administración de Justicia que le sean
entregados en administración todos o parte de los bienes embargados para aplicar sus
rendimientos al pago del principal, intereses y costas de la ejecución (LEC, art. 676,
modificado por la Linoj., art. 15,300), debiendo dicho acreedor ejecutante rendir cuen-
tas anualmente al Letrado de la del juzgado.
De las cuentas presentadas por el acreedor se dará vista al ejecutado. En caso de
disconformidad por parte del ejecutado en las cuentas presentadas por el acreedor eje-
cutante, el órgano jurisdiccional convocará a ambas partes a una comparecencia en el
plazo de 5 días, en la cual se admitirán las pruebas que dichas partes propusieren, siempre
136 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

que por dicho órgano jurisdiccional sean consideradas útiles y pertinentes. Una de las
pruebas puede consistir precisamente en una prueba pericial basada en un informe de
un titulado mercantil, un economista, un censor o un auditor sobre la veracidad o fal-
sedad de las cuentas presentadas; esto la LEC no lo dice explícitamente pero se deduce
del texto del artículo «[...] se admitirán las pruebas que se propusieren...» (LEC, art. 678.1
y 2, modificado por la Linoj., art. 15,301).
De la designación de perito, nombramiento, notificación, abstención si cabe, recu-
sación y práctica de la prueba la LEC no dispone nada al efecto, por lo que cabe suponer
deberá ajustarse a lo dispuesto por los arts. 339 y ss. (véase 1.4.5.3), si no de oficio.

2.1.3. Intervención del perito en la evaluación de daños y perjuicios en el procedimiento


de ejecución forzosa
Dentro del Título V, de la ejecución no dineraria, capítulo IV, sobre liquidación
de daños y perjuicios, del mismo Libro III, la LEC contempla otra intervención del
perito judicial en la ejecución forzosa, consistente en la evaluación de daños y perjuicios.
Dispone la LEC que quienes hayan sufrido daños y perjuicios en un procedimiento
de ejecución forzosa deberán presentar al juzgado relación detallada de todos ellos,
pudiendo acompañar los dictámenes periciales y demás documentos que consideren
convenientes (LEC, art. 713.1). La LEC recurre en esta situación a idéntico procedi-
miento que el del art. 336.1 y 426.5 (véase 1.4.1 y 1.5.1) (LEC, art. 713.1).
De los documentos y dictámenes aportados el Letrado de la Administración de Jus-
ticia dará traslado a quien resultase ser responsable de los daños y perjuicios, quien deberá
dar su conformidad u oponerse en un plazo no superior a 10 días (LEC, art. 713.2,
modificado por la Linoj., art. 15,322).
Si dentro del plazo de 10 días el obligado al pago se opusiese a la petición del actor,
bien sea en cuanto a las partidas de los daños y perjuicios o en cuanto a la valoración de
estos, se sustanciará la liquidación de daños y perjuicios por el procedimiento del juicio
verbal (véase 1.1.2) (LEC, art. 715, modificado por la Linoj., art. 15,324).
De considerarlo necesario, el órgano jurisdiccional, a instancia de parte o de oficio,
podrá nombrar un perito que dictamine sobre la realidad de los referidos daños y per-
juicios y su evaluación económica, fijando el plazo dentro del que el perito deberá emitir
su dictamen y su aportación al juzgado (LEC, art. 715, con la modificación indicada).

3. OTRAS INTERVENCIONES DE LOS PERITOS PREVISTAS POR LA LEC


Las ocasiones en que la LEC prevé de forma explícita la intervención de peritos son
muy diversas. Aparte de las anteriormente expuestas, existen aún casos en que es pre-
ceptiva la intervención del perito. En otros casos implícitamente se advierte también la
necesidad de la intervención del perito en todas las ocasiones en que se refiere a la prueba
y su práctica, siendo la pericial sin duda el más importante. Según ello, cabe citar la
intervención en las demandas de separación y divorcio en los procesos matrimoniales,
en la práctica de pruebas periciales de naturaleza económico-financieras (LEC, art.
770.4, modificado por la Linoj., art. 15,343); dentro del propio procedimiento, en
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 137

prueba en medidas provisionales (LEC, art. 771.3, modificado por la Linoj., art. 15,344)
y definitivas (LEC, art. 774.2); en procedimientos para la división de herencia para el
avalúo de los bienes constituyentes del caudal relicto9 (LEC, arts. 783, 784, 787, modi-
ficados por la Linoj., arts. 15,352, 15,353 y 15,355.), y liquidación del régimen econó-
mico matrimonial (LEC, art. 810.3 y 5, modificado por la Linoj., art. 15,368).

4. EL CONTRAINFORME

Todo lo que comienza con la preposición contra denota oposición, contradicción


respecto a algo.
Una de las actuaciones que se le puede requerir al economista, titulado mercantil o
censor, en funciones de perito es la emisión de un informe contradictorio del emitido
por otro perito. El contrainforme consiste en un estudio crítico, analítico y profundo
del dictamen o informe de otro profesional aportado a los autos por la parte contraria,
tanto en procedimientos civiles como en las otras jurisdicciones. Esta intervención con-
tradictoria está subsumida en la LEC (art. 427).
El contrainforme emitido por un perito en relación al dictamen o informe de otro
u otros peritos solo habrá de ser posible en los casos en que observe errores evidentes o
comprobados, falta de rigor técnico y/o falta de objetividad en el dictamen o informe
del otro u otros, únicamente en tales casos el contrainforme habrá de rebatir punto por
punto lo expuesto en el dictamen o informe del otro u otros peritos, siempre sometido
a bases absolutamente objetivas y por supuesto que sometido a las reglas de la deontología
y a la ética entre profesionales.
Es ciertamente una cuestión muy delicada que exige los más altos niveles de pro-
fesionalidad por parte del experto emisor del contrainforme.

5. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN LA SEGUNDA INSTANCIA

La apelación en segunda instancia en la LEC está motivada por la apelación de


sentencia por la parte que se considere perjudicada.
También en la segunda instancia es admitida la prueba pericial contable en general,
pero queda limitada a las circunstancias siguientes (LEC, art. 460):
1. Las pruebas que hubieran sido indebidamente denegadas en la primera instancia,
habiéndose intentado la reposición de la resolución denegatoria o se hubiere
formulado la oportuna protesta en la vista.
2. Las pruebas propuestas y admitidas en la primera instancia que por causas no
imputables a quien las hubiera solicitado no hubieran podido practicarse ni
como diligencias finales.
3. Las pruebas que se refieran a hechos relevantes para la decisión del pleito, ocu-
rridos después del comienzo del plazo para dictar sentencia en la primera ins-

9. Caudal relicto: Conjunto de bienes y derechos de un difunto considerados como objeto de la


sucesión hereditaria. Herencia.
138 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

tancia o antes de dicho término, siempre que, en tal caso, la parte que las solicite
justifique satisfactoriamente que ha tenido conocimiento de ellos posterior-
mente.
4. A solicitud del demandado declarado en rebeldía, por causas que no le fueren
imputables, personado en los autos con posterioridad al momento procesal para
proposición de la prueba en la primera instancia, en cuyo caso podrá solicitar
en la segunda instancia se practique toda la que convenga a su derecho.
(LEC, art. 460.2 y 3)
Deberá solicitar la práctica de la prueba, siempre que se den las circunstancias ante-
riores, el apelante en el escrito de interposición del recurso de apelación (LEC, art.
460.2) ante el órgano jurisdiccional que haya dictado la resolución apelada (LEC, art.
463.1, modificado por la 37/2011, de 10 de octubre, art. 4.13).
Interpuesto recurso de apelación, el Letrado de la Administración de Justicia dará
traslado a las partes que podrán presentar escrito de oposición al recurso en el plazo de
10 días, en el cual, junto con las alegaciones, podrá proponer, a su vez, las pruebas que
considere oportunas (LEC, art. 461.1, modificado por la Linoj., art. 15,192 y 461.3).
Ordenado el traslado de los autos al órgano jurisdiccional superior por el que hubiere
dictado la resolución recurrida, este acordará lo que proceda, y si hubiera de practicarse
prueba, en la misma resolución en la que se admita señalará el día para la vista que habrá
de celebrarse dentro del mes siguiente en el que se sustanciará con arreglo al procedi-
miento del juicio verbal (véase 1.1.2) (LEC, art. 464.1, modificado por la Linoj., art.
15,194).
La designación de perito, nombramiento, notificación, abstención si cabe, recusa-
ción y práctica de la prueba se realizará en la forma establecida en el Título I del Libro
II, relativa a las disposiciones comunes a los procesos declarativos dispuesta la LEC,
dentro de cuyo Libro se hallan los recursos (LEC, arts. 339 a 348, con las modificaciones
indicadas) (véase 1.4.5).

6. SITUACIONES A QUE SE CONTRAE LA PRUEBA EN LA JURISDICCIÓN CIVIL

Diversos son los motivos que pueden requerir la práctica de la prueba pericial con-
table para el esclarecimiento de hechos económico-financieros en el proceso civil. En
este sentido puede afirmarse que cuantas cuestiones y circunstancias litigiosas tengan un
contenido económico, bien porque sea imprescindible el establecimiento de una valo-
ración objetiva para fijar responsabilidades en términos de valor, bien para establecer
una exacta y objetiva valoración de bienes y derechos en litigio, la práctica de la prueba
pericial contable resulta, además de idónea, imprescindible como medio de prueba pre-
vista por el Derecho.
Son muchos los casos en que la equidad de las acciones judiciales depende del ajuste
de realidades económicas y financieras pre o extrajudiciales, las cuales deben evaluarse
de forma objetiva por el experto.
Por todo lo expuesto resultaría ímprobo, si no imposible, hacer una casuística
exhaustiva del proceso civil en la que la prueba pericial contable puede resultar idónea,
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 139

ya que en cualquier cuestión legal con contenido económico en litigio puede resultar,
si no necesaria, por lo menos conveniente. Según esto, se advierte la idoneidad de la
prueba pericial contable en la determinación de valores y en el esclarecimiento de hechos
confusos en la vía civil en cuestiones litigiosas relativas a actos y negocios jurídicos con
contenido económico, reguladas por los Derechos civil y mercantil y por otras leyes
especiales. En el epígrafe siguiente, no obstante, se exponen a modo de resumen las
intervenciones de los peritos judiciales que prevé la LEC.

6.1. Actuaciones del economista, titulado mercantil, censor jurado de


cuentas y auditor, en funciones de perito judicial, en los
procedimientos declarativo, de ejecución forzosa y especiales
En razón a lo expuesto en el epígrafe 6, pueden citarse los siguientes:
En juicios declarativos:
• Asesoramiento en calidad de experto en el examen de documentos y títulos en
diligencias preliminares (LEC, art. 259.2, modificado por la Linoj., art. 15,147
y por la LrLEC, art, único, 30)
• Práctica de prueba pericial contable y emisión de dictamen en designación
extrajudicial para su aportación con el escrito de demanda o contestación (art.
336.1, modificado por la a LrLEC, art. único, 41).
• Práctica de prueba pericial contable y emisión de dictamen por designación del
órgano jurisdiccional a solicitud de parte o partes (arts. 339.2, modificado por
la Linoj., art. 15,161 y por la a LrLEC, art. único, 43).
• Emisión de dictámenes periciales sobre determinados medios de prueba (con-
tabilidades; documentaciones administrativas, contables y económico-financie-
ras) (art. 352).
• Asistencia a actos de reconocimiento judicial (pruebas de libros, etc.) (art.
353.2).
• Práctica de prueba pericial contable y emisión de dictamen para su aportación
en el acto de la audiencia previa al juicio (426.5).
• Ampliación de dictamen y/o contradicción de los emitidos por otro u otros
peritos (contrainforme) en la audiencia previa al juicio (art. 427.2).
• Aportación al proceso de nuevo o nuevos dictámenes periciales consecuencia
de las aclaraciones o pretensiones hechas en la audiencia previa (art. 427.3).
• Solicitud en el acto de la audiencia previa de designación de perito (art. 427 4).
• Práctica de prueba y emisión de dictamen, requerida por el órgano jurisdiccional
en la audiencia previa al juicio (art. 429.1).
• Práctica de prueba pericial contable y emisión de dictamen a requerimiento del
órgano jurisdiccional en diligencias finales (art. 435.2).
En procedimientos de ejecución forzosa:
• Emisión de dictamen en la acción ejecutiva (art. 558.2, modificado por la Linoj.,
art. 15,228).
140 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Intervención en el procedimiento de apremio:


• Valoración de bienes y derechos embargados (títulos y valores mobiliarios, par-
ticipaciones financieras en empresas, fondos de comercio, otros derechos) (art.
638.1ificado por la Linoj., art. 15,270).
• Emisión de informes periciales (de valoración de activos) en fase de alegaciones
(art. 639.4, modificado por la Linoj., art. 15,271).
• Informes periciales en casos de disconformidad en la rendición de cuentas por
acreedor en la constitución de administración de bienes embargados (art. 678,
modificado por la Linoj., art. 15,301).
Dictámenes e informes periciales sobre evaluación de daños y perjuicios en el pro-
cedimiento de ejecución forzosa (art. 713.1).
Procesos especiales:
• Práctica de prueba pericial contable con emisión de informe en demandas de
separación y divorcio en procesos matrimoniales (art. 770, regla 4.ª modificado
por la Linoj., art. 15,343); en medidas provisionales (art. 771.3, modificado por
la Linoj., art. 15,344) y definitivas (art. 774.2).
• Intervención en la formación del inventario y emisión de dictámenes e informes
en procedimientos de división de herencias para el evalúo de bienes constitu-
yentes del caudal relicto (arts. 783.1 y 784.2 y 4, modificados por la Linoj., art.
15,353) y 787.5).
• Intervención en la liquidación del régimen económico matrimonial (art. 810.5,
modificado por la Linoj., art. 15,369).
• Pruebas periciales en la segunda instancia.

7. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN LOS PROCESOS CIVILES INTERNACIONALES10

La cada vez más extendida internacionalización de las relaciones comerciales, lo que


se ha dado en denominar globalización, y, a raíz de ellas, las jurídicas, obliga al perito a
contar con un conocimiento lo más profundo posible del Derecho Internacional Pri-
vado. Aun cuando, por supuesto, no alcance el nivel de conocimientos que se exige del
experto en esta disciplina, conviene que los profesionales que actúen en funciones de
perito conozcan lo relativo a la prueba pericial contable en litigios con elemento extran-
jero, como jurídicamente se les denomina. En el presente epígrafe se exponen los cono-
cimientos que se consideran necesarios sobre la prueba en esta clase de litigios.
En primer lugar cabe decir que la prueba en el proceso civil internacional rigen los
mismos preceptos que para el proceso civil interno; esto es: la iniciativa de la actividad
probatoria es siempre a instancia de parte, con posibilidad de que en determinados casos
el juez pueda acordar de oficio que se aporten al procedimiento documentos o dictá-
menes periciales, entre otros medios de prueba (LEC, art. 282).

10. Alfonso Luis CALVO CARAVACA y Javier CARRASCOSA GONZÁLEZ, Derecho


Internacional Privado, vol. I., Comares, 2.ª ed., Granada, 2000, pp. 367 y ss.
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 141

La LEC dispone que los procesos civiles que se sigan en territorio español se regirán
por las normas procesales españolas, con las únicas excepciones previstas en los tratados
y convenios internacionales de los que España sea parte (LEC, art. 3). Según esto, todo
lo que hace referencia a la prueba deberá ajustarse a la LEC (en Derecho Internacional
Privado esto se llama la aplicación de la ley cuyos tribunales conocen del litigio).
Sin embargo, determinados aspectos de la prueba, siempre en sentido general, den-
tro de ella la pericial, se hallan sometidos a la ley reguladora del fondo del litigio y ello
con la exclusiva finalidad de respetarlo en su integridad. Así, por ejemplo, cuando un
juez español se vea obligado, a requerimiento de una de las partes, si no de ambas, a
recurrir a un juez de otro Estado para la práctica de una prueba pericial contable de una
empresa domiciliada en aquel otro Estado, todo lo relativo al nombramiento de perito,
así como la normativa sobre la prueba, lo hará el juez de aquel Estado según su propia
ley procesal. Una vez realizada la prueba y tras la emisión del dictamen del perito desig-
nado por el juez, dicho dictamen podrá ser incorporado en el procedimiento en España
según la LEC española, de lo que se infiere que en el ámbito de la asistencia judicial
internacional no existe una estricta correlación entre la llamada ley del foro (ley del país
del litigio, en España la LEC) y la ley aplicable a la prueba obtenida en otro Estado.
Análogamente, cuando un juez extranjero, a propuesta de una de las partes o ambas,
solicita a un juez español la práctica de una prueba pericial en general, contable en
particular, que proceda practicarse en España, todo lo relativo al nombramiento de
peritos, así como la normativa sobre la prueba, lo hará un juez español ajustándose a la
LEC. Realizada la prueba, el órgano jurisdiccional español que haya intervenido cursará
el dictamen o informe emitido por el perito al juez extranjero requirente para incor-
poración a los autos del procedimiento.

Caso 1. Una empresa española suscribe un contrato con una compañía francesa en
escritura pública otorgada en Francia. Los requisitos de validez de dicha escritura serán
los que establezca la ley francesa, independientemente de que, posteriormente, esa
escritura se aporte como prueba documental (ver 1.2.1) a un litigio en territorio español.
En ocasiones la normativa que regula el fondo del asunto exige que se admitan o
rechacen determinados medios de prueba.
De otra parte, la admisión en todo proceso de prueba o pruebas reconstituidas precisa
la determinación de la ley aplicable con independencia del litigio, desconocido en el
momento de la realización de la prueba. Es el caso del encargo a un economista, titular
mercantil o auditor de un dictamen sobre determinados hechos, sin pretensión inicial
de aportarlo a ningún procedimiento judicial. Cuando entablado el litigio es aportado
a este como prueba preconstituida, su admisión al procedimiento es ajena al estado del
que la prueba proceda y a la normativa bajo la que el perito emitió su dictamen.
Lo mismo ocurre con las pruebas documentales, independientemente de que luego
surja o no el conflicto que derive en litigio.
En general, en los casos en que la prueba deba practicarse en un estado distinto al
de los tribunales que entienden del litigio, debiendo requerirse el auxilio judicial de los
142 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

tribunales de otro Estado, estos actúan conforme a su propia ley procesal y no según la
ley procesal del Estado requirente del auxilio.
El hecho de la inexistencia en España de una norma específica reguladora de la
prueba —en general— en el proceso civil con elemento extranjero y la existencia de
una normativa extensa en la ley procesal civil sobre la prueba (LEC, arts. 281 y ss.) (véase
1 a 4), la doctrina jurídica aconseja en este aspecto una interpretación restrictiva y par-
ticularizada del art. 3 de la LEC. En este sentido conviene tener en cuenta las siguientes
circunstancias que alcanzan de lleno a la prueba: el objeto y carga de la prueba; la admi-
sibilidad de los medios de prueba, es decir, las posibilidades de utilización de distintos
medios de prueba —en el caso de la materia objeto de esta obra, la pericial contable—;
la fuerza probatoria de tales medios. De todos ellos se pasan seguidamente a hacer
sucintos comentarios.
El objeto y carga de la prueba deben estar regulados por la ley que regula el fondo
del asunto, es decir, el litigio. Ignorar la ley que regula el proceso sería tergiversar el
derecho con elemento extranjero.
La admisibilidad o no de los medios de prueba, por el contrario, no debe estar
regulada por la ley del foro, es decir, por la ley que regula el proceso —en España la
LEC— (SAP Málaga, 21 de enero 1994). El art. 3 no admite otras soluciones. Pero,
aun con ello, se admitirán como pruebas preconstituidas las pruebas periciales y docu-
mentales preconstituidas en el extranjero que reúnan los condicionamientos exigidos
por la LEC (LEC, art. 144, modificado por la Linoj., art. 15,74, y 323).
En cuanto a la fuerza probatoria de los medios de prueba, merece significar que será
la que les atribuya la propia ley aplicable a su admisibilidad, es decir, según lo que se
acaba de decir, la ley del foro —ley del juez que entiende del litigio—, en las pruebas
preconstituidas —periciales y documentales— la ley del Estado en donde se hubieran
obtenido, ya que no tendría sentido que los tribunales de un Estado, por ejemplo espa-
ñoles, pasaran a cuestionar el valor de unas pruebas preconstituidas en otro Estado —
por ejemplo Italia— acordes con la ley de aquel Estado.
Respecto al procedimiento probatorio, necesariamente y por su propia naturaleza,
deberá estar regulado por la ley del foro.

Caso 2. Un juez español admitirá como prueba preconstituida un dictamen emitido


por un perito de otro Estado, por ejemplo inglés, siempre que se ajuste a la normativa
sobre tal clase de prueba en aquel Estado y se halle ajustado a los artículos 144, con la
modificación indicada, y 268 de la LEC.

7.1. Pruebas periciales contables y/o económico-financieras para su


aportación al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas
a Inversiones —CIADI—
Cuando las partes que intervienen en un contrato internacional, una parte es una o
más personas físicas o jurídicas, nacionales de un estado, y la otra un estado distinto al
que pertenece la persona o personas físicas o jurídicas, de cuya relación surge una con-
troversia por incumplimiento de los compromisos adquiridos o por violación por parte
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 143

del estado contratante de los derechos de las referidas personas del otro estado, no existe
ningún tribunal supranacional para resolver la controversia. La única solución es some-
terla a un arbitraje internacional. Cuando el objeto de la diferencia procede de inver-
siones internacionales, la única institución existente para solucionar tales controversias
es el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones —CIADI—
(Internacional Centre for Settlement of Investment Disputes (ICSID)), órgano del
Banco Mundial. En tal sentido diversos estados convinieron en reconocer al CIADI
como foro para el arreglo de diferencias sobre inversiones. El convenio entre los estados
fundadores del CIADI en 1966, bajo los auspicios del Banco Mundial, fue plasmado en
un tratado internacional multilateral denominado Convenio Internacional sobre el
Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones.
Aparte de las actividades propias de su objeto, el arbitraje, el CIADI asesora e inter-
viene en materia de inversiones.
Como en todo procedimiento judicial y arbitral, las personas, físicas y jurídicas, y
estados, sujetos de las controversia sometidas al CIADI, deben aportar las pruebas de las
que intenten valerse Entre tales pruebas (documentales, testimoniales, otras), está la
prueba pericial contable y/o económica o económico-financiera. Dicha prueba se basa
en un dictamen formulado por peritos designados por las partes (Convenio art. 43; Regla
34. Los informes periciales no difieren de los ordinarios en los procedimientos de los
estados miembros, concretamente los emitidos por peritos españoles se ajustaran en lo
no previsto en el Convenio y las Reglas al modelo de dictamen, dispuesto en 3.5.3.
La información de la web del CIADI denomina informe pericial al documento que
formula el perito, en el cual se analizan aspectos del caso ajenos a los conocimientos
contables y/o económicos del Tribunal, como por ejemplo, cuestiones técnicas y
cálculo de daños, en los casos de valoración de daños y perjuicios. En su informe el
perito deberá indicar la metodología utilizada en base a la cual formuló su informe y el
modo en que llegó a sus conclusiones.
Cada parte presenta sus propios testigos y nombra a sus propios peritos, pero el
Tribunal puede pedir que las partes presenten testigos y peritos adicionales si lo considera
necesario (Convenio, art. 43, y Reglas de arbitraje, regla 34).
El abogado español que lleve un caso que deba presentarse en el CIADI, deberá
proceder a nombrar un perito en materia contable y/o económico-financiera en España
para que, previo el requerido estudio del caso, emita dictamen, informe según el CIADI,
para su aportación al procedimiento. La contratación en orden al nombramiento del
perito por parte del abogado será en la forma dispuesta en 2.1.4.1.
En la web del CIADI11 está minuciosamente detallado el proceso para iniciar un
arbitraje internacional con su intervención, en donde se expone como se regula la
intervención de los peritos en el procedimiento.

11. https://icsid.worldbank.org/sp/Pages/process/Evidence-ICSIDConventionArbitration.aspx
http://www.mineco.gob.es/portal/site/mineco/menuitem.32ac44f94b634f76faf2b910026041a0/?
vgnextoid=de8e5a00b3f4a310VgnVCM1000002006140aRCRD.
144 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

8. PRESENTACIÓN DE DICTÁMENES E INFORMES PERICIALES Y OTROS ESCRITOS A


JUZGADOS Y TRIBUNALES DE JUSTICIA

La Ley 42/2015, de 5 de octubre modificó diversos artículos de la LEC. En el libro,


las referencias a los distintos artículos de la LEC están actualizadas.
Entre las modificaciones está la obligatoriedad de todos los profesionales de la jus-
ticia, los peritos judiciales, en su calidad de tales, incluidos órganos, oficinas judiciales y
fiscales de emplear los sistemas telemáticos existentes en la Administración de Justicia
para la presentación de escritos y documentos y la realización de actos de comunicación
procesal en los términos de la LEC, en la forma prevista en la Ley 18/2011, de 5 de
julio, reguladora del uso de las tecnologías de la información y la comunicación, entró
en vigor el 1 de enero de 2016, respecto de los procedimientos que se iniciaron a partir
de esta fecha (L. 42/2015, de 5 octubre, d.f. 12.ª).
Las previsiones relativas al archivo electrónico de apoderamientos apud acta y al uso
por los interesados no profesionales de la justicia, de los sistemas telemáticos existentes
en la Administración de Justicia para la presentación de escritos y documentos y la
realización de actos de comunicación procesal, entró en vigor el 1 de enero de 2017 (L.
42/2015, de 5 octubre, d.f. 12.ª), con excepción de las modificaciones de los artícu-
los 648, 649, 656, 660 y 671C, los cuales, entraron en vigor el 15 de octubre de 2015.

8.1. Comunicaciones con la Administración de Justicia


Los operadores jurídicos, y como tales los peritos judiciales, así como quienes, en
general, intervengan en un proceso, están obligados a utilizar los sistemas telemáticos o
electrónicos en sus comunicaciones con los juzgados, debiendo emitir escritos y docu-
mentaciones por esos medios por los que a su vez recibirán las comunicaciones por parte
de las oficinas judiciales, salvo las excepciones establecidas por la ley, de forma que esté
garantizada la autenticidad de la comunicación y quede constancia fehaciente de la
remisión y la recepción íntegras, y de la fecha de emisión y de recepción, extensivo a
quienes que sin estar obligados, opten por la utilización de los sistemas telemáticos o
electrónicos en sus comunicaciones con la Administración de Justicia (LEC art. 135.1
en concordancia con el art. 273).
Todos los días del año durante las veinticuatro horas, podrán presentarse escritos y
documentos en formato electrónico (LEC art. 135.1).
Presentados los escritos y documentos por medios telemáticos, el sistema emitirá
automáticamente recibo por el mismo medio, indicando el número de entrada en el
registro, la fecha y hora de presentación, que será la que se tendrán por presentados a
todos los efectos. Cuando la presentación tenga lugar en día u hora inhábil, a efectos
procesales conforme a la ley, se entenderá efectuada el primer día y hora hábil siguiente
(LEC, art. 135.1).
A efectos probatorios y del cumplimiento de los requisitos legales que exijan dis-
poner de los documentos originales o de copias fehacientes, se estará a lo previsto en el
artículo 162 (LEC, art. 135.1).
La prueba pericial contable y económico-financiera en la jurisdicción civil 145

El artículo 162, del Capítulo V actos de comunicación oficial, es redundante con


lo que dispone el art. 135 respecto a la obligación de enviar y recibir los escritos por los
referidos medios, obligación de los operadores jurídicos de comunicar a las oficinas
judiciales la disposición por su parte de tales medios y la dirección electrónica habilitada
a tales efectos., prueba de la recepción excepción de los casos de que el destinatario
justifique la falta de acceso al sistema, y exclusión del mes de agosto en la realización de
actos de comunicación en el mes de agosto (LEC, art. 162).
CAPÍTULO 3

La prueba pericial contable en la jurisdicción penal

La LEC, según se ha expuesto en 1.7, dispone el carácter supletorio en los procesos


penales (LEC, art. 4), por lo que, excepto lo dispuesto por las disposiciones específicas
de la LECrim no habiendo sido derogadas ni modificadas por la LEC (LEC d.d. única),
el procedimiento probatorio en esta jurisdicción se regirá por lo dispuesto en aquella.

1. CONSIDERACIONES PREVIAS

La causa penal se inicia por denuncia o por querella. La diferencia entre una y otra
forma de iniciarse está en que mientras en la querella el o los querellantes se instituyen
en parte en la causa, en la denuncia el o los denunciantes solo ponen de manifiesto los
hechos en el juzgado o la policía, inhibiéndose, en un principio, de la causa, pudiendo
personarse posteriormente como querellantes, por lo que la referencia a las partes alcanza
a querellante y querellado.
En la jurisdicción penal la actividad judicial es autónoma e independiente de la
voluntad de las partes.
La propuesta de prueba pericial en la jurisdicción penal tiene un planteamiento
distinto que en la jurisdicción civil. En el procedimiento penal el juez ordena de oficio
practicar la prueba pericial contable cuando para conocer o apreciar hechos o circuns-
tancias importantes en la fase sumarial del proceso son necesarios o convenientes cono-
cimientos científicos o artísticos (LECrim, art. 456), pero las partes pueden, en deter-
minados casos, solicitar del juzgador la práctica de prueba pericial (LECrim, art. 471).

1.1. Importancia de la prueba pericial contable en el acto de emisión de


sentencia en el proceso penal1
En los apartados 1.1, 1.4 y 1.5 ya se avanzaron cuestiones sobre las pruebas en
general, la prueba pericial contable en particular, en todas las jurisdicciones.

1. V. GIMENO SENDRA, V. MORENO CATENA, J. ALMAGRO NOSETE y V. CORTÉS


DOMÍNGUEZ, Derecho procesal, proceso penal, tomo II, 3.ª ed., pp. 78 y 79.
148 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Respecto a la prueba en el proceso penal cabe hacer aquí las siguientes considera-
ciones:
Introducidos los hechos en el proceso, la cuestión sobre el modo en que el juzgador
llega a la convicción sobre tales hechos halla cumplida respuesta en los medios de prueba,
unidos a ciertos criterios jurídicos que avalan y fortalecen su convicción sobre los hechos;
la emisión de sentencia por el juzgador es el resultado de tal convicción.
Los criterios mediante los cuales el juzgador llegará a formar su convicción los dan
los siguientes principios jurídicos:
• Principio de aportación.
• Principio de investigación.
El proceso presidido exclusivamente por el principio de aportación conduce a una
verdad formal propia del proceso civil liberalista.
El proceso informado por el principio de investigación conduce a una verdad mate-
rial propias del proceso penal.
Sin restarles importancia, estos principios están hoy superados en virtud de la apro-
ximación de ambos procesos, por lo que otros criterios han adquirido importancia rele-
vante, fundamentados en los siguientes:
• Principio de la prueba legal o tasada.
• Principio de la libre valoración de la prueba.
Un proceso está informado por el principio de prueba legal cuando el ordenamiento
jurídico impone al juzgador reglas y normas de actuación que el juzgador habrá de tener
en todo caso siempre en cuenta.
El principio de libre valoración de la prueba, por el contrario, deja en libertad al
juez para que forme su íntima convicción exclusivamente de las pruebas que solo por
él habrán de ser apreciadas y valoradas, en virtud de las cuales habrá de emitir sentencia,
fundamentada en razón a su experiencia y a la lógica jurídica.
Este último principio es el que informa el proceso penal español actual; viene dis-
puesto por el artículo 741 de la LECrim (libre arbitrio), complementada por la doctrina
del TC y del TS.
La doctrina se inspira, como se ha dicho, en el principio de libre valoración de la
prueba, sustentando que la convicción debe recaer en las pruebas, y que estas habrán de
practicarse en el juicio oral.
Ambos principios conllevan intrínsecamente las condiciones necesaria y suficiente
para constituirse en fundamento de la sentencia; requieren el cumplimiento de ciertos
condicionamientos que constituyen las condiciones necesarias que a título de garantías
constitucionales deben informar el proceso penal, entre otras la siguiente:
• La prueba ha de practicarse en el juicio oral.
• Al juez penal solo le vincula lo alegado y probado en el referido juicio oral.
Con todo ello se ha querido demostrar la importancia de las pruebas en general, de
la prueba pericial contable en particular, como elemento decisivo para el juzgador, quien
no queda, como se ha dicho, en absoluto vinculado a ninguna de las pruebas practicadas.
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 149

Resulta de todas formas evidente la enorme importancia de la prueba pericial contable


en cuestiones de contenido económico y financiero, dado el elevado grado de precisión
en la formación de evidencia acerca de la verdad material, cuestión básica en la forma-
ción de la convicción del juez en razón a hechos de tal naturaleza.

1.2. Intervención del perito en las fases del proceso jurisdiccional penal
Existen en el proceso jurisdiccional penal dos fases perfectamente diferenciadas; son
las siguientes:
• fase instructora o sumarial;
• fase del juicio oral o decisoria.
En la primera se instruye el sumario. En la segunda se decide el proceso, se falla y
emite sentencia.
En cada una de dichas fases existe un sujeto preferencial llamado a la proposición
del informe pericial. En la fase instructora es el propio juez. En la fase decisoria lo son
ambas partes, la querellada y el procesado, debiendo darse, no obstante, las circunstancias
previstas en el artículo 456 de la LECrim (véase epígrafe 1).

2. INTERVENCIÓN DE PERITOS EN LA FASE SUMARIAL

2.1. Designación de peritos


2.1.1. Designación judicial
Según se expuso en el epígrafe 1, el juez acordará el informe pericial cuando para
conocer o apreciar hechos o circunstancias en el sumario sean necesarios o convenientes
conocimientos científicos o artísticos (LECrim, art. 456).
Para la práctica de la prueba pericial contable en el proceso penal se designarán dos
peritos. En el caso de que en la localidad en la que se hubiera de practicar la prueba no
se hallara más de un perito, no pudiendo esperar al nombramiento de otro perito de
distinta localidad sin graves inconvenientes para el curso del sumario, la prueba será
practicada por un solo perito (LECrim, art. 459).
Esta situación no se da en la prueba pericial contable, siendo habitual el nombra-
miento de peritos de distinta localidad a la del juzgado que instruye los autos en los casos
previstos por la LECrim y también cuando no existe ningún perito dado de alta dentro
del término municipal. No obstante, no es inhabitual el nombramiento de un único
perito.

2.1.1.1. Título profesional del perito


Los peritos, según la LECrim pueden ser o no titulares. Son titulares los poseedores
de un título oficial en una ciencia o arte, cuyo título esté legalmente reglamentado. Son
peritos no titulares los que, careciendo de título oficial, poseen conocimientos y prácticas
de alguna ciencia o arte que les hace acreedores de tal calificativo (LECrim, art. 457).
150 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

El juez requiere los servicios periciales de peritos titulares preferentemente a los que
carezcan de título oficial (LECrim, art. 458).
El estatuto de economistas y titulares mercantiles (peritos, profesores e intendentes
mercantiles) contempla la actuación de todos ellos en su calidad de peritos contables
ante los Órganos jurisdiccionales de justicia (RD 871/1977, de 26 de abril, arts. 6 y 9).
Los auditores de cuentas, pertenecientes generalmente a uno u otro o a ambos colectivos
profesionales, tienen prevista la actuación ante dichos órganos jurisdiccionales en razón
a su título profesional y en la especialidad de la profesión de auditor, cuando en calidad
de tales son llamados a intervenir ante los tribunales de Justicia.

2.1.1.2. Notificación de la designación


La LECrim dispone que el nombramiento —en vez de designación— habrá de
comunicarse mediante oficio, con las formalidades previstas para la citación de testigos
(LECrim, art. 460). Sin embargo, en caso de urgencia, el llamamiento podrá hacerse
verbalmente (LECrim, art. 461).
Haciendo uso de esta autorización, al igual que en el proceso civil (véase 1.4.5.3.1.,
capítulo 2), el llamamiento a la actuación del perito en el proceso penal se hace también
por teléfono o correo electrónico.
En el proceso penal el perito no tiene posibilidad de sustraerse al mandato del juz-
gador a la realización de la prueba, y es de ineludible cumplimiento la práctica de esta,
incurriendo en las responsabilidades que la ley establece para los casos de incumpli-
miento, salvando, por supuesto, los casos en los que pueda alegarse excusa fundada
(enfermedad, incompatibilidades, etc.) (LECrim, art. 462). En caso de enfermedad
deberá presentar certificado médico oficial que le librará de las aludidas responsabilida-
des.
Efectuado el nombramiento de perito o peritos será comunicado de inmediato por
el Letrado de la Administración de Justicia al Ministerio Fiscal, al actor particular, si lo
hubiere, al procesado de estar en disposición del juez o se hallara en el lugar de la
instrucción, o a su representante —se refiere al abogado—, si lo tuviere (LECrim, art.
466, modificado por la Linoj., art. 2.52).

2.1.1.3. Juramento del cargo


En la jurisdicción penal no existe, como en la civil, aceptación del cargo, dado que
este es, en virtud de lo dispuesto por el artículo 462 de la LECrim de ineludible cum-
plimiento por parte del perito o de los peritos, los cuales no tienen, como se ha dicho,
posibilidad de sustraerse. Por tal motivo, en esta jurisdicción la aceptación es sustituida
por el juramento de cumplir bien y fielmente en el desempeño de la función legal
encomendada y de no proponerse otro fin más que el de descubrir y declarar la verdad
(LECrim, art. 474).
La LECrim en su art. 474 se remite al artículo 434 al referirse a la forma de prestar
juramento. Este, dice el último art., se prestará en nombre de Dios y los testigos prestarán
juramento con arreglo a su religión.
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 151

Posteriormente la Ley de 24 de noviembre de 1910 sustituyó el juramento por la


promesa por su honor.
La Ley 44/1967, de 28 de junio, regula la prestación de juramento para los no
católicos.
Sorprende el hecho de que, a diferencia de la jurisdicción civil, no se haya recogido
en la LECrim la posibilidad de la promesa alternativa al juramento del nombramiento,
manteniendo la como única forma el juramento.

2.1.2. Designación por las partes


Según lo que se expone en 2.3., cuando la prueba sea irreproducible en el juicio
oral, las partes, querellante y procesado, podrán designar un perito a su costa (LECrim,
art. 471, en concordancia con el art. 467). Este no es el caso en la prueba pericial contable
ya que el o los peritos dejan constancia en su informe del resultado de la prueba pericial
realizada, el cual es reproducible en el juicio oral mediante su lectura. No obstante se
incluyen aquí referencias a la designación de las partes y nombramiento de perito, para
el caso de que el juez, con una interpretación distinta o no, considerase conveniente la
admisión de la solicitud de peritos por cualquiera de las partes.
En apoyo a la interpretación sobre el carácter de prueba reproducible en el juicio,
procede decir que caben dos interpretaciones, una la de la materialización de
la prueba, es decir de su realización material, otra la práctica en el sentido
de su aportación al acto del juicio. En cuanto al hecho de la materialización,
la realización, de la prueba, es evidente que, dadas las especiales características de
la prueba pericial contable, no es posible realizarla en el acto del juicio; acudiendo a la
otra interpretación sobre la práctica de la prueba que es la de la aportación del informe
al acto del juicio, puede afirmarse que la prueba pericial contable entra dentro de la clase
de pruebas que sí pueden practicarse en el momento del juicio que consiste en la lectura
del informe. En tal sentido, en la jurisdicción laboral, se pronuncia la LRJS disponiendo
que la práctica de la prueba pericial contable se llevará a cabo en el acto del juicio
presentando los peritos su informe y ratificándolo. (LRJS art. 93.1), criterio respecto al
carácter de la prueba que bien puede hacerse extensivo a la jurisdicción penal en donde
existe cierta confusión.
Cuando sean varios los querellantes o querellados, se precisará el acuerdo de todos
para el nombramiento de perito (LECrim, art. 471).
Si el querellante o el procesado hicieran uso de la facultad de designar perito a su
costa, deberán ponerlo de manifiesto al juez, indicando el nombre del perito que hubie-
ran designado y demostrando su cualidad profesional (LECrim, art. 472.1).
Ninguna de las partes podrá hacer uso de la citada autorización una vez comenzadas
las operaciones de reconocimiento (LECrim, art. 472.2). Según esto, en la prueba peri-
cial contable, concretamente, debe entenderse que una parte no podrá designar perito
cuando el previamente designado por la otra parte haya iniciado sus actuaciones.
El Juez resolverá sobre la admisión de la prueba dadas la referida circunstancia, y de
los peritos (LECrim, art. 473, en concordancia con el art. 470).
152 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2.2. Incompatibilidades de actuación de los peritos


No podrán actuar como peritos ni emitir informe pericial en un determinado pro-
ceso penal, cualquiera que sea la persona ofendida, quienes, según el artículo 416 de la
LECrim (modificado por la Linoj., art. 2.47), no estén obligados a declarar como testigos
(LECrim, art. 464), que son:
• Los parientes del procesado en línea directa ascendente y descendente.
• Cónyuges o personas unidas por relación de hecho análoga a la matrimonial.
• Hermanos consanguíneos o uterinos.
• Colaterales consanguíneos hasta el segundo grado civil.
• El abogado del procesado, respecto a los hechos que le hubiese confiado en
calidad de defensor de su causa.
Los ascendientes y descendientes del delincuente (LECrim, art. art. 471 en con-
cordancia con art. 416 y este con art. 261.2).
El perito que, hallándose comprendido en alguno de los casos del aludido artículo
416, acepte realizar la prueba pericial y emita el informe sin poner esa circunstancia en
conocimiento del Juez que le hubiese nombrado, incurrirá en la multa de 200 a 5.000
euros, pudiendo incluso dar lugar a responsabilidad criminal (LECrim, art. 464.2).

2.3. Recusación de peritos


Si el reconocimiento y el informe periciales pudieran tener lugar, en el juicio oral,
los peritos que hubieran sido nombrados no podrán ser recusados por las partes. De no
poder reproducirse en el juicio oral sí habrá lugar a la recusación (LECrim, art. 467).
Según se avanzó en 2.1.2., el informe de la pericial contable, pudiendo ser repro-
ducido en el juicio oral, se entiende leído, entra dentro del caso previsto en el primer
párrafo del artículo 467, por lo que los peritos contables no habrán de poder ser recusados
por las partes querellante y querellada.

2.4. Concreción del objeto y alcance de la prueba


Constituye la concreción del encargo o mandato del juez en cuanto al objeto y
alcance de la prueba pericial contable que realizar.
La LECrim dispone al efecto que el juez manifestará de forma clara y determina-
damente al o a los peritos el objeto de su informe (LECrim, art. 475).

2.5. Práctica de la prueba


Los artículos 478 a 482 de la LECrim regulan la práctica de la prueba pericial con-
table en el proceso penal. De ellos solo los artículos 478 y 480 son de interés para la
práctica de la prueba pericial contable. Los otros tres son ajenos a este tipo especial de
pruebas.
La LECrim concreta minuciosamente el contenido del informe pericial. Dispone
en tal sentido que deberá comprender (LECrim, art. 478):
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 153

«Descripción de la persona o cosa objeto del informe, estado o modo en que se halle
(LECrim, art. 478.1.º).
Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los peritos y de su resultado
(LECrim, art. 478.2.º).
Conclusiones a las que hayan llegado los peritos, conforme a los principios y reglas de
su ciencia o arte (LECrim, art. 478.3.º).
El Letrado de la Administración de Justicia tomará nota de la descripción de la persona
o cosa objeto del informe y de las operaciones realizadas que le dicten los peritos (LECrim,
art. 478.1.º)».
Siendo en la prueba pericial contable el informe siempre escrito, tanto la descripción
exigida como el detalle de las operaciones y las conclusiones deberán hacerse constar
con el debido detalle en el informe La función del Letrado de la Administración de
Justicia citada es irrelevante tratándose de informe escrito.
A diferencia del proceso civil, en el proceso penal las partes querellante y querellada
no podrán asistir a las operaciones de la prueba pericial contable, y ello por el hecho de
que en la prueba pericial contable el informe de los peritos puede reproducirse en el
juicio oral, lo que les desautoriza, según la LECrim a concurrir en los actos de la prueba
(LECrim, art. 476, en concordancia con el art. 467).
Por el motivo expuesto en el párrafo anterior, no es de aplicación a la prueba pericial
contable lo dispuesto por el art. 480 de la LECrim
No obstante, las observaciones y aclaraciones que pudieran hacer una u otra parte
o ambas al o a los peritos en el tiempo de la toma de datos previa a la preparación del
informe escrito podrán ser recogidas, a juicio de aquellos, en el informe.
Cuando el número de peritos fuera par y sus opiniones fueran discordes, el juez
nombrará un tercer perito, repitiéndose con él, las operaciones de la prueba practicada
por aquellos, practicándose las mismas u otras que sean consideradas oportunas con la
intervención del nuevo perito nombrado (LECrim, art. 484.1 y 2) emitiendo un nuevo
informe conjuntamente con el o los perito con los que estuviere conforme o emitién-
dolo de forma separada, si no estuviese conforme con ninguno de los peritos, las con-
clusiones motivadas a las que hubiera llegado (LECrim, art. 484.3).
En la prueba pericial contable, el nuevo informe emitido por los peritos con con-
clusiones coincidentes o el emitido separadamente, caso de incoincidencia, deberá ser
formulado, al igual que el de los anteriores, también por escrito.
El juez deberá facilitar a los peritos los medios materiales necesarios para la práctica
de las diligencias que se les encomiende, reclamándolos de la Administración Pública o
solicitándolos de la Autoridad competente (LECrim, art. 485).
Según lo anterior, el o los peritos podrán requerir la máxima colaboración de las
partes, así como de terceros nominados en la querella sin la cual la práctica de la prueba
puede devenir imposible por ausencia de colaboración. Tal requerimiento habrán de
solicitarlo los peritos del juez y este habrá de facilitarlo al o a los peritos mediante la
extensión de oficio o mandamiento, según proceda, en el que se ordene a quienes
puedan tener relación directa o indirecta con el proceso la máxima colaboración y
cooperación con el o los peritos, facilitándoles cuantas documentaciones y datos fueran
por ellos precisas y les fueran requeridas (LECrim, art. 186 y 187).
154 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Esto último resulta imprescindible en los casos en que las actuaciones periciales
tengan que hacerse en las oficinas de entidades bancarias y de cajas de ahorros, las cuales,
amparándose en el secreto bancario, son reacias a facilitar datos de sus clientes.

2.5.1. Excepción de aplicación de una norma técnica


En la jurisdicción penal, cuando el juez, el fiscal o las partes proponentes de la prueba
soliciten que el perito se pronuncie sobre… si la contabilidad… o … las cuentas anuales...
de la sociedad, o de la empresa… reflejan fielmente la situación financiera y patrimonial... o…
la imagen fiel» o frases de análoga naturaleza, el alcance de la prueba pericial contable
requiere la práctica de auditoría de cuentas, lo que requiere a su vez que el perito desig-
nado sea auditor. En tales casos, las normas de auditoría obligan a circularizar las cuentas
deudoras (clientes y otros deudores) y acreedoras (proveedores y otros acreedores), así
como de las entidades bancarias de la empresa a auditar. El administrador o administra-
dores de la sociedad de que se trate deberán dirigir el habitual escrito a aquellos en
solicitud de los saldos, y únicamente en el caso de una negativa por parte del adminis-
trador o administradores, deberá ser el propio auditor quien, excepcionalmente, las
dirija, previa, en todo caso, la autorización del juez, ya que el auditor desconoce si este
ha dispuesto el secreto del sumario. En el mismo escrito de solicitud de autorización al
juez, el perito deberá solicitar también testimonio de la designación y de la aceptación
para unirlo a la carta a dirigir a los deudores y acreedores de la entidad a auditar. Todo
esto no está contemplado en la LCr pero se deduce de la metodología propia de la
auditoría de cuentas
Sin la referida autorización no deberá el auditor realizar la circularización. En este
caso, la imposibilidad de circularizar deberá hacerse constar como una salvedad en el
informe de auditoría.
La cuestión de la solicitud de la autorización previa a la circularización se advierte
no es exclusiva de la jurisdicción penal sino que se alcanza también a las otras jurisdic-
ciones.
Cualesquiera otras imposibilidades de aplicar una o más normas técnicas deben
hacerse constar como salvedades en el informe, el número e importancia de las cuales
decidirán sobre la clase de informe a emitir [favorable, con salvedades, desfavorable o
con opinión denegada (RAC art. 6.2)].

2.6. Responsabilidad especial del perito


Aparte de la responsabilidad que alcanza a testigos y peritos por falsedad de su decla-
ración (CP, art. 459) (véase 1.6.2.), el perito que no se presente al llamamiento del juez
o se niegue a presentar el informe sin alegar excusa fundada incurrirá en las responsa-
bilidades señaladas para los testigos (LECrim arts. 463 y 420, modificado por la L.
38/2002, de 24 de octubre, citada al principio, art. 4.2).
Tales responsabilidades atañen en los procesos penales al perito al que no alcanzan
las exenciones que, dispuestas por la LECrim (art. 412), sin estar impedido, no concurra
al primer llamamiento judicial o se resista a declarar sobre la información que posea
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 155

acerca de los hechos objeto del expediente, incurriendo en multa de 200 a 5.000 euros.
De persistir en su resistencia a acudir al mandato judicial, será conducido ante el juez
instructor por la policía judicial por el delito de obstrucción a la justicia tipificado por
el CP, art. 463.1, y por el delito de desobediencia grave a la autoridad (LECrim, art.
463 y 420, modificado por la L. 38/2002, art. 4.2).
El perito que, hallándose incurso en alguna de las incompatibilidades descritas en
2.2, actúe como tal perito sin ponerlo en conocimiento del juzgado tras el nombra-
miento, incurrirá en multa de 200 a 5.000 euros, pudiendo incluso incurrir en respon-
sabilidad criminal (LECrim, art. 464.2, modificado por la L. 38/2002, de 24 de octubre,
art. 4.4).

3. INTERVENCIÓN DE LOS PERITOS EN LA FASE DEL JUICIO ORAL

La LECrim regula la forma en que habrá de procederse a la proposición de la prueba


y sobre la declaración de los peritos en la fase de juicio oral.

3.1. Nombramiento de peritos y práctica de la prueba en la fase del juicio


oral
Las partes y el Ministerio Fiscal manifestarán en sus respectivos escritos de califica-
ción las pruebas de que intenten valerse en el juicio oral, presentando listas de peritos
que hayan de practicar la prueba (LECrim, art. 656).
Presentarán tantas copias de las listas de peritos cuantas sean las personadas en la
causa, a cada una de las cuales se les entregará una copia en el mismo día en que fueran
presentadas. Las listas originales se dejarán unidas a los autos (LECrim, art. 657).
Podrán pedir que se practiquen cuantas diligencias de prueba que presuman no
hayan de poder practicarse en el juicio oral o que pudieran ser suspendidas (LECrim,
art. 657).
En virtud de lo dispuesto por este artículo, previa a la declaración del juicio oral, a
petición de las partes, podrá practicarse una ampliación o incluso una nueva prueba
pericial para ser aportadas en la fase decisoria.
El Letrado de la Administración de Justicia expedirá los exhortos y mandamientos
necesarios para la citación de peritos designados por las partes (LECrim, art. 660, modi-
ficado por la Linoj., art. 2.85).

3.2. Admisión de la prueba


El órgano jurisdiccional examinará las pruebas propuestas y seguidamente dictará
auto admitiendo las que considere pertinentes y rechazando las impertinentes (LECrim,
art. 659).
Contra el auto o parte del auto admitiendo las pruebas o mandando practicar las que
presuman no hayan de poder practicarse en el juicio oral o que pudieran ser suspendidas
(véase 3.1) no admite recurso alguno (LECrim, art. 659).
156 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Contra el auto o parte del auto que rechaza o deniega la práctica de las diligencias
de prueba podrá interponerse recurso de casación (LECrim, art. 659).

3.3. Recusación de peritos en la fase de juicio oral


Las partes podrán recusar los peritos propuestos constantes en las listas preparadas de
contrario o por el Ministerio Fiscal (véase 3.1) por cualquiera de las causas expuestas en
2.3 (LECrim, art. 662.1).
La recusación de peritos se hará dentro del término de 3 días siguientes al de la
entrega al recusante de la lista de peritos en la que conste el nombre del perito recusado
(LECrim, art. 662.2).
Alegada la recusación, el Letrado de la Administración de Justicia dará traslado del
escrito por el término de 3 días a la parte que hubiera designado al perito recusado
(LECrim, art. 662.3, modificado por la Linoj., art. 2.86).
Transcurrido el término dispuesto y devueltos o recogidos los autos, se recibirán a
prueba por 6 días, durante los cuales cada una de las partes practicará la que le convenga
(LECrim, art. 662.4).
Transcurrido el término de prueba el Letrado de la Administración de Justicia seña-
lará el día en que haya de celebrarse la vista a la que podrán asistir las partes y sus defen-
sores (LECrim, art. 662.5, modificado por la Linoj., art. 2.86).
Contra el auto del órgano jurisdiccional no se dará recurso alguno (LECrim, art.
662.6).
El perito que no hubiera sido recusado en el término fijado no podrá serlo poste-
riormente a menos que incurra en alguna de las causas de recusación (LECrim, art. 663).
Los peritos podrán ser también recusados antes de la celebración del juicio oral por
las causas y en la forma expuestas en 2.3 (LECrim, art. 723.1).
La sustanciación de los incidentes de recusación tendrá lugar precisamente en el
tiempo que media desde la admisión de las pruebas por las partes hasta la apertura de las
sesiones (LECrim, art. 723.2).

3.4. Responsabilidad especial de los peritos en la fase del juicio oral


Además de las responsabilidades previstas en la fase instructora o sumarial (véase 2.6)
existe una nueva responsabilidad en la que pueden incurrir los peritos en la fase del juicio
oral por la no comparecencia injustificada al juicio (LECrim, art. 661.2).
Los peritos que habiendo sido citados no comparezcan sin causa justificada incurri-
rán en multa de 200 a 5.000 euros. Si vueltos a citar a juicio dejaren nuevamente de
comparecer serán procesados por el delito de obstrucción a la justicia (LECrim arts.
661.3, modificado por la L. 38/2002, de 24 de octubre, concordante con el art. 175,
modificado por la Linoj., art. 2.17).
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 157

3.5. Declaraciones de los peritos en el juicio oral


Los peritos que no hubieran sido recusados, cuando deban declarar sobre los mismos
hechos, responderán en el juicio oral a las preguntas y aclaraciones que las partes les
formulen (LECrim, art. 724).
Si para responder a las cuestiones formuladas por las partes los peritos consideraran
necesario practicar nuevo reconocimiento, lo practicarán a continuación, si fuera posi-
ble, en los locales de la Audiencia. Ante la imposibilidad de su práctica, se suspenderá
la sesión por el tiempo necesario, excepto de poderse practicar otras diligencias de prueba
mientras los peritos practican el reconocimiento (LECrim, art. 725).
No es tampoco este el caso de la prueba pericial contable; en ella los peritos inter-
vinientes se limitan, en el juicio oral, a verificar que el informe o informes, de ser más
de uno, que constan en autos es o son los que fueron emitidos por ellos, y a ratificarse
en el contenido de dicho informe o informes y a responder, en todo caso, a las preguntas
que se les formule.

4. DELITOS A LOS QUE SE CONTRAE LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE2

Aun cuando la tipología delictiva es muy extensa y en todos los delitos cabe que
pueda darse la necesidad o conveniencia de realizar la prueba pericial contable, en
determinados tipos de delitos es especialmente idónea para esclarecerlos y para cuanti-
ficaros en el aspecto económico. Son estos delitos los denominados delitos de enrique-
cimiento y, por supuesto, se trata del enriquecimiento injusto a costa de patrimonio
ajeno.
La referencia a las aludidos clases de delitos no significa que la prueba pericial con-
table no pueda considerarse necesaria o no deje de ser idónea en otros tipos de delitos
distintos a los referidos; se advierte, no obstante, poca o nula idoneidad en otros delitos
distintos de los enunciados, aun cuando ello no signifique que no pueda ser también
conveniente, si no necesaria, en ciertos casos de concursos de delitos (ideal o real)3. Así,
por ejemplo, en los delitos de homicidio o asesinato la prueba pericial contable no tiene,
aparentemente, idoneidad alguna. Si la comisión del delito fuera el encubrimiento de
un hurto, una defraudación o una falsedad, existiría también y además de aquel (con-
curso real) un delito de hurto, defraudación o falsedad que sería al que se contraería la
prueba, no a aquellos.

4.1. Delitos. Descripción


Entre los delitos regulados por el CP para los que la prueba pericial contable resulta
idónea, en los que, además, resulta esencial, son:

2. Para ampliación de los puntos de este epígrafe, véase J.M. RODRÍGUEZ DEVESA, Derecho
penal español. Parte especial. Última edición.
3. Concurso real de delitos: varias acciones distintos delitos. Concurso ideal de delitos: varias accio-
nes un solo delito.
158 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• Delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico:


– Hurto.
• Defraudaciones:
– Estafa.
– Administración desleal.
– Apropiación indebida.
• Insolvencia punible.
• Daños.
• Delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial, al mercado y a los con-
sumidores:
– Delitos relativos a la propiedad intelectual.
– Delitos relativos a la propiedad industrial.
– Delitos relativos a la corrupción en los negocios.
• Delitos societarios.
• Delitos de receptación y blanqueo de capitales.
• Delitos de financiación ilegal de los partidos políticos.
• Delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad social.
Existen, además, otros delitos como los de falsedades (Título XVIII, del Libro II) y
de malversación de fondos (Título XIX, Capítulo VII, del Libro II) a los que también
pueden contraerse este tipo de pruebas.
Se considera importante que el perito no abogado tenga un conocimiento aunque
sea muy sucinto de los delitos respecto a los cuales va a versar la prueba pericial objeto
del encargo; a tal fin, a continuación, se hace una breve descripción de los que se han
considerado más significativos a los que la prueba pericial contable pueden contraerse.

4.1.1. Hurto
Cometen hurto quienes con ánimo de lucro tomaren las cosas ajenas sin la voluntad
de su dueño (CP, art. 234, modificado por la LO 5/10, art. único, ap. 56).
El bien jurídico objeto de protección es la propiedad privada.
El objeto material del delito es una cosa mueble ajena: dinero, efectos, títulos, valo-
res, cosas.
De modo abstracto puede definirse la cosa como «todo objeto corporal, susceptible
de apropiación y valorable en dinero».
La determinación y evaluación de la cuantía pertenece a la prueba pericial contable.
Siendo la pena abstracta, teniendo en cuenta que según el CP la existencia del delito
exige que el valor de lo sustraído exceda de 400 euros, es obvio que el valor ha de
determinarse objetivamente, independientemente de su afección y referido al momento
de la consumación del delito (CP, art. 234 con la modificación indicada).
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 159

4.1.2. Defraudaciones
Acción y efecto de defraudar. Sinónimo de fraude, engaño. Según el CP, entre
otros, aquí se hallan como se ha dicho, los siguientes delitos: estafa., administración
desleal y apropiación indebida.

4.1.2.1. Estafa
Cometen estafa quienes, con ánimo de lucro, por medios artificiosos utilizan engaño
bastante para producir error en otro, con ánimo de lucrarse, induciéndole a realizar un
acto de disposición en perjuicio propio o ajeno (CP, art. 248, modificado por la LO
5/10, art. único, ap. 61).
Cometen también delito de estafa quienes con ánimo de lucro y mediante proce-
dimientos informáticos consigan, sin consentimiento, la transferencia de activos patri-
moniales en perjuicios de tercero (CP, art. 248, con la modificación indicada).
También están dentro del delito de estafa la producción, introducción y posesión
de programas informáticos destinados a la comisión del delito de estafa y la operativa
con tarjetas de crédito y débito y cheques de viaje en perjuicio del titular o de tercero
(CP, art. 248, con la modificación indicada).
La estafa es un delito de enriquecimiento. Exige para su tipicidad el propósito de
causar el perjuicio (estafa) para conseguir el fin (el lucro). Si no se da el propósito, la
voluntad de causar el perjuicio, no hay estafa (ejemplos: venganza; pretensión de hacerse
pago de una deuda con una propiedad de su deudor).
La relación de causalidad exigida es:

El medio utilizado para realizar la estafa es el engaño. Se trata, pues, de un despla-


zamiento patrimonial producido por un engaño.
La diferencia entre el fraude penal y el ilícito civil reside en la filosofía jurídica según
la cual el derecho penal basa los tipos del injusto según sus propios postulados. Todos
los demás quedan fuera del ilícito penal. Un hecho no basta que sea antijurídico (ilícito)
para generar responsabilidad criminal, sino que ha de estar tipificado como ilícito penal,
es decir, como tipo del injusto en una ley penal. En resumen, no todo engaño da lugar
a una estafa, sino solo el que determina causación de perjuicio patrimonial a un tercero.
El bien jurídico objeto de protección es el patrimonio y de los elementos integrantes
de él. El perjuicio patrimonial está referido únicamente a la situación patrimonial en el
momento del delito. No cabe pues extenderlo a circunstancias extrapatrimoniales basa-
das en expectativas de derecho ni elementos que todavía no hayan entrado a formar
160 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

parte del patrimonio. Según ello el perjuicio patrimonial excluye el lucro cesante,
estando integrado exclusivamente por el daño emergente; sin embargo, la responsabi-
lidad civil subsidiaria derivada del delito alcanza a aquel.
El objeto material pueden ser cosas corporales: dinero, joyas, etcétera, o derechos:
títulos, valores, etc. En una visión extensiva se da, además, un ataque a la buena fe del
engañado, extensión, no obstante, controvertida.
La característica esencial que diferencia a la estafa de los otros delitos contra la pro-
piedad es el engaño.
El resultado del delito es la irrogación de un perjuicio en el estafado. El factor
determinante del perjuicio debe ser, sin duda alguna, un error que determina el acto
dispositivo perjuicio para el patrimonio del sujeto pasivo. Entre el engaño y el perjuicio
debe existir una relación de causalidad (causa = engaño Σ efecto = perjuicio).
La acción es el engaño por parte del autor al sujeto pasivo, consistente en una simu-
lación o disimulación capaz de inducir a error a una o varias personas. Puede consistir
en la afirmación de hechos falsos o en la emisión de juicios de valor, oralmente o por
escrito o con actos concluyentes, mediante una acción o una omisión, de modo que sea
la causa de la relación antes aludida.
El resultado es el acto de disposición hecho por el propio sujeto pasivo (defraudado)
en su propio perjuicio.
Los modos de comisión del delito son muy diversos.
En el CP el tipo básico es el que el valor de lo defraudado excede de 400 euros (CP,
art. 249, modificado por la LO 15/03 CP, art. único, ap. 83)
Las formas del delito de estafa, según el CP, son (recaigan, afecten o se realicen):
Afecten a:
• Cosas de primera necesidad, viviendas y otros bienes de utilidad social.
• Bienes del patrimonio artístico histórico, cultural o científico.
Realizadas:
• Con simulación de pleito o empleando otro fraude procesal.
• Abusando de firma de otro.
• Sustrayendo, ocultando o inutilizando, en todo o parte, proceso, expediente,
protocolo o documento público u oficial.
• Cuando el valor de la defraudación supere 50.000 euros.
• Revista especial gravedad atendiendo a la entidad del perjuicio y a la situación
económica en que deje a la víctima o su familia.
• Se cometa con abuso de las relaciones personales entre víctima y defraudador,
o aprovechando este su credibilidad empresarial o profesional.
• Atribuyéndose con falsedad facultad de disposición sobre cosa mueble o inmue-
ble de la que se carezca, por no haberla tenido nunca o por haberla ya ejercitado,
la enajenare, gravare o arrendare a otro en su perjuicio o el de tercero.
• Disposición de cosa mueble o inmueble, ocultando la existencia de carga sobre
ella o habiéndola enajenado como libre, la gravare o enajenare nuevamente antes
de la definitiva transmisión al adquirente, en perjuicio de este o de tercero.
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 161

• Otorgando en perjuicio de otro contrato simulado.


(CP, art. 250, modificado por la LO 5/10 CP, art. único, ap. 62, y art. 251).

4.1.2.2. Administración desleal


Quienes teniendo facultades para administrar un patrimonio ajeno por ley, por
autoridad o asumidas mediante un negocio jurídico, excediéndose en el ejercicio de las
mismas las infrinjan en perjuicio del patrimonio administrado (CP art. 252, modificado
por la LO 1/2015, art. único 128).

4.1.2.3. Apropiación indebida


Delito básico entre los de enriquecimiento.
Apropiación o distracción de dinero, efectos, valores o bienes muebles —cosas—
recibidos en depósito, comisión o custodia u otro título que produzca obligación de
entregar (a un tercero) o devolver (a quien la entregó); es decir; debe poseerse la cosa
por un título traslativo de posesión civil.
Constituye también el tipo del delito el negar haberlos recibido (CP, art. 253,
modificado por la LO 1/2015, art. único, ap. 130).
El delito de apropiación indebida es un ataque al derecho de propiedad exclusivo
de los bienes muebles, con resultado idéntico al de hurto, ya que en ambos el sujeto
pasivo incorpora a su patrimonio particular el objeto material del delito, esto es, los
bienes apropiados o hurtados, con el consiguiente perjuicio de su legítimo propietario.
La condición necesaria pero no suficiente de la mera intención que no trasciende
al mundo exterior es atípica, esto es, no se penaliza, habida cuenta de que el pensamiento
no delinque (cogitationis poenam nemo patitur), pues se precisa, además, la condición sufi-
ciente: la intención de apropiación unida a un acto material de disposición mediante el
cual se ponga de manifiesto aquella intención.
El acto dispositivo que, en realidad, es el propio tipo del delito, es condición sufi-
ciente para considerarlo como acto de dicho tipo.
Cuando el sujeto activo —autor— se apropia o distrae dinero o bienes hay siempre
una apropiación.
La diferencia entre el verbo transitorio «apropiarse» y el verbo «distraer» está, gené-
ricamente, en la intención del sujeto en cuanto a la disposición de la cosa o de los fondos
como si fueran suyos y que como tales los utiliza.
Quien distrae piensa reponer la cosa o dinero distraído, pero quien se apropia ni
remotamente ha pensado reintegrar ni tiene la intención de devolver lo apropiado.
No tiene trascendencia en el orden penal, por lo que penalmente apropiar tiene la
misma consideración que distraer.
Puede darse en los contratos civiles y/o mercantiles siguientes: comodato; mandato,
cuando va acompañado de representación; prenda con desplazamiento; aparcería; arren-
damiento; compraventa con reserva de dominio; administración y sociedad.
162 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

En el CPa era discutible la calificación de apropiación indebida al hecho del impago


de las cuotas de la Seguridad Social retenidas por las empresas a los asalariados y emplea-
dos y no ingresadas en la Tesorería de la Seguridad Social, pues no se han recibido los
fondos que se pretenden apropiados ni ha existido la necesaria traslación de posesión
(en favor de esta tesis son las Sentencias del TS de 9 de diciembre de 1976; 17 de febrero
de 1977; 7 de mayo de 1977); en el CP el impago de cuotas a la Tesorería de la Seguridad
Social está tipificado como delito (véase 4.2).
El bien jurídico objeto de protección es la propiedad privada.
El elemento diferencial con el delito de hurto se halla en que, en el hurto, el autor
primero ha de desposeer para después apropiarse ilegalmente del objeto del delito. En
la apropiación indebida el autor está ya en posesión —tenencia material— de la cosa
que después se apropia.
El resultado del delito apropiación es el perjuicio causado al sujeto pasivo de este.
La circunstancia de hallarse pendiente una liquidación de cuentas entre quien
entregó —presunto sujeto pasivo— y quien recibió —presunto autor—, habiendo
retenido el último dinero, bienes o efectos del primero, es ciertamente muy discutible.
La liquidación de cuentas puede responder a diversos motivos. Pueden presentarse
en los siguientes casos:
• Liquidación de cuentas pendiente en deudas unilaterales: Falta de concreción
de la cantidad que un sujeto adeuda a otro.
• Liquidación de cuentas pendiente en deudas recíprocas: Falta de concreción de
las cantidades recíprocamente adeudadas y el saldo final a favor de una de las
partes y en contra de la otra.
Ambas pueden darse en los siguientes negocios jurídicos:
• Comisión.
• Mandato.
• Administración.
El hecho de la existencia de una liquidación pendiente (caso 1 de este mismo capí-
tulo) no es ni debe ser obstáculo para incriminar la disposición de cantidades que el
autor, habiéndolas recibido del sujeto pasivo, debía entregar.
La persecución penal (querella, denuncia) precisa de la constancia del acto delictivo
por el que la apropiación se consuma.
La liquidación no tiene aquí otra valoración que la de la determinación y fijación
de la cuantía, el quantum, de la apropiación, cuya determinación corresponde a la apre-
ciación de la prueba por los Órganos jurisdiccionales.
Pertenece a la prueba pericial contable la determinación de dicha cuantía.
Mediando deudas recíprocas (caso 2) la situación es distinta. La cuestión debe dilu-
cidarse dentro de la jurisdicción civil, no en la penal.
La zona o espacio de duda jurídica entre una presumible igualación y la existencia
de un exceso a favor de una de las partes, en los casos de créditos recíprocos, habrá de
resolverse con arreglo a puntos de vista basados exclusivamente en la culpabilidad.
Dos Sentencias del TS ilustran la cuestión:
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 163

S. de 12 de mayo de 1962: «El cumplimiento de la obligación de rendir cuentas


puede obedecer a causas distintas del dolo penal».
S. de 21 de junio de 1976: «[...] No apareciendo el indispensable ánimo de lucro
[...]».
La Ley no lo menciona de forma expresa, pero para que se dé el tipo del injusto
apropiación indebida es condición necesaria la existencia de ánimo de lucro, consistente
en aumentar el patrimonio propio antijurídicamente a costa de patrimonio ajeno ínsito
en la índole misma de la conducta que se sanciona, constituyente del elemento subjetivo
del tipo del injusto.
El dolo ha de ir referido a la ajenidad de la cosa o dinero y a la voluntad y propósito
de incorporarla al patrimonio propio. El hecho de invertir la cantidad adeudada en
patrimonio ajeno, así como la creencia de estar obrando conforme a derecho, excluye
el delito.
Cinco casos:
Caso 1. Efectuados pagos por el mandatario por cuenta y con dinero recibido de su
mandante, resulta un saldo o diferencia a favor del último que el primero retiene y debe
devolver, deducido en una comisión u honorarios por el mandato. Cabría considerarse
que hay una apropiación indebida por la diferencia. También en este caso la determi-
nación de la cuantía es un problema exclusivamente procesal y perteneciente a la prueba.
Caso 2. La realización de pagos por el administrador por cuenta del administrado,
aun sin su conocimiento, con dinero que debía entregarle o devolverle al administrado,
excluye la responsabilidad penal.
Caso 3. La negativa a devolver la cosa o dinero, fundada en la creencia, incluso
errónea, de un derecho de retención, excluye el delito (S. de 21 de diciembre de 1963).
Caso 4. Un sujeto A presta una cosa a otro B para que la ceda en garantía a un
tercero C. B efectúa la entrega por ese título, lo cual convierte en acreedor pignoraticio
a B. Posteriormente B vende la cosa a C. Con la venta C, que tiene la posesión civil,
adquiere la cosa de B confiado en que B es su propietario: apropiación indebida por
parte de B.
Caso 5. La no devolución por el promotor de viviendas de las cantidades anticipadas
es constitutivo de delito de apropiación indebida.

4.1.3. Insolvencia punible


Antes de la publicación de la LC, el Ccom calificaba las quiebras como fortuitas,
culpables y fraudulentas, y era el Cpa el que incriminaba a las dos últimas. Por ello la
ley penal era una ley de las denominadas en blanco, lo que significa que el Cpa se remitía
al Ccom en cuanto a los tipos de conductas que califican la quiebra.
El CP se desvinculó totalmente de la calificación hecha por el Ccom, incriminando
independientemente las conductas delictivas de la quiebra, el concurso y la suspensión
de pagos con absoluta independencia de la legislación mercantil y civil; hoy, la LC
derogatoria del Título I del Libro VI, relativo a la suspensión de pagos y las quiebras, la
desvinculación es respecto al concurso de acreedores; así lo indica de forma expresa el
164 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

CP al disponer que en ningún caso la calificación de la insolvencia en el proceso civil


vincula a la jurisdicción penal, lo que supone la total autonomía de esta jurisdicción
respecto a la civil (CP, art. 260.4, modificado por la LO 15/03 CP, art. único, ap. 90).
Por su parte a LC en el art. 163.2 dispone que la calificación de insolvencia no vinculará
a jueces y tribunales en la jurisdicción penal respecto de las actuaciones del deudor
insolvente que pudieran ser constitutivas de delito.
El CP penaliza a quienes hallándose en situación de insolvencia declarada o esta sea
inminente, realice determinados actos en perjuicio de sus acreedores. (CP, arts. 259,
259 bis, 260, 261, 261 bis, modificados por la LO 1/2015 CP, art. único, ap.140, 141,
142, y por LO 15/2003, art. único, ap. 91).

4.1.3.1. Alzamiento de bienes


Alzarse significa huir, llevándose bienes, con perjuicio de acreedores.
Alcanza asimismo al tipo de ocultación de bienes, con perjuicio de acreedores, se
ausente o no el autor, para que los acreedores no puedan haberlos.
No es preciso se oculten la totalidad de los bienes; basta que sean suficientes para
provocar la insolvencia e irrogar perjuicio a los acreedores y ocasionarlo en efecto.
La condición necesaria y suficiente reside en que se produzca el perjuicio de acree-
dores. Si no se produce el perjuicio, de hecho no hay alzamiento de bienes.
El CP incrimina a quien se alzare total o parcialmente con sus bienes, disponiendo
(CP, art. 257):
• Alzarse con sus bienes en perjuicio de los acreedores.
• Realizar cualquier acto de disposición patrimonial o generador de obligaciones
que dilate, dificulte o impida la eficacia del embargo o de un procedimiento
ejecutivo de apremio, judicial, extrajudicial o administrativo, iniciado o de pre-
visible iniciación, en perjuicio de los acreedores.
En ambos casos este artículo será de aplicación cualquiera que sea la naturaleza u
origen de la obligación o de la deuda respecto de cuya satisfacción o pago exista la
intención de eludir. Se incluyen dentro de este tipo los derechos económicos de los
trabajadores, independientemente de que el acreedor sea un particular o una persona
jurídica, pública o privada.
El delito será perseguido incluso de iniciarse después de su comisión un procedi-
miento concursal.
(CP, art. 257, modificado por la LO 1/2015, art. único, ap. 135).

4.1.3.2. Grados de participación en el concurso punible


Los artículos derogados del Ccom consideraban cómplices de las quiebras fraudu-
lentas a quienes incurrieran en determinadas conductas punitivas.
Por su parte el CPa incriminaba como cómplices de las insolvencias de los no
comerciantes —concurso fraudulento— a los que hubieran realizado determinados actos
de confabulación, ocultación y/o auxilio con el concursado (CPa art. 525).
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 165

El CP omite la referencia a la complicidad de las insolvencias punibles, tan estric-


tamente regulado, como se ha visto, por los artículos del Ccom, hoy derogados, y por
el CPa, por lo que, en su defecto, cabe remitirse al art. 29 en cuanto a la definición de
cómplice con carácter general y al art. 63 y siguiente en cuanto a su penalización.

4.1.4. Delitos societarios


El CP incrimina a los socios de sociedades, sean o no administradores y a los admi-
nistradores, sean o no socios, concretando que serán tanto los administradores de hecho
como de derecho, y a los socios o administradores en las circunstancias expuestas más
adelante (CP, arts. 290 a 295).
A los efectos de aplicación de los referidos artículos, se entiende por sociedad: las
cooperativas, cajas de ahorro, mutuas, entidades financieras o de crédito, fundaciones,
sociedades mercantiles (sociedades regulares colectivas; sociedades comanditarias, sim-
ples y por acciones; sociedades limitadas; sociedades anónimas) o cualesquiera otras
entidades de análoga naturaleza que para el cumplimiento de sus fines participe de modo
permanente en el mercado (CP, art. 297).
La incriminación de los socios lo hace por los siguientes motivos:
Imposición en perjuicio de la sociedad o de sus socios, a fin de aprovecharse para sí
o para tercero, de acuerdos lesivos, adoptados de forma torticera por una mayoría ficticia,
mediante firma en blanco; atribución indebida del derecho de voto a quienes legalmente
carezcan de él; negación ilícita del ejercicio de tal derecho a quienes lo tengan legalmente
reconocido o por cualquier otro medio o procedimiento, sin perjuicio de incriminación
del hecho si fuera constituyente de otro delito (por ejemplo falsificación) (CP, art. 292).
La incriminación a los administradores, socios o no, por:
• Falsear las cuentas anuales u otros estados o documentos que deban reflejar la
situación jurídica y económica de la entidad (se refiere a los balances de situa-
ción, al estado de resultados o cuenta de pérdidas y ganancias y a la memoria),
en perjuicio de la propia entidad, de sus socios o de terceros (CP, art. 290).
Si el perjuicio es real, se impondrá la pena en la mitad superior (CP, art. 290).
• Negar o impedir a un socio el ejercicio de los derechos de información, parti-
cipación en la gestión o de control de la actividad social o de suscripción pre-
ferente de acciones legalmente reconocidos (CP, art. 293).
• Negar o impedir la actuación supervisora de personas, órganos o entidades ins-
pectoras en sociedades sometidas o que actúen en mercados sometidos a super-
visión administrativa, sin perjuicio de la aplicación de ciertas medidas dispuestas
por el CP que alcanzan a la clausura de la empresa, la disolución de la sociedad,
la suspensión de actividades u otras medidas suspensivas de análoga naturaleza
(CP, arts. 294 concordancia con el 129, modificado este por la por la LO
15/2003, art. único, ap. 45, por la LO 5/2010, art. único, ap. 31, y por la LO
1/2015, art. único, ap.69 y).
• El CP incrimina también a los socios que, valiéndose de su situación mayoritaria
en junta de socios (el texto del artículo se refiere a junta de accionistas, lo que
166 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

limita el alcance de la norma exclusiva y erróneamente a las sociedades anóni-


mas), y a los miembros del órgano de administración de las sociedades mercan-
tiles (administradores, miembros del consejo de administración), impusieran
acuerdos abusivos, con ánimo de lucro propio o ajeno, en perjuicio de los demás
socios, sin reportar beneficio alguno a la entidad (CP, art. 291).
Como condición necesaria de persiguibilidad de los delitos societarios se exige la
denuncia de la persona o personas agraviadas o de su representante legal o el Ministerio
fiscal, en el caso de tratarse de menor de edad, incapaz, o persona desvalida, no siendo
precisa la denuncia cuando el delito afecte a intereses generales o a una pluralidad de
personas (CP, art. 296).

4.2. Delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social


Otro de los campos en los que la prueba pericial contable resulta especialmente
idónea es la tramitación de expedientes de delito Fiscal.
El CP penaliza con la pena de prisión y multa a quienes por acción u omisión
defraude a la Hacienda Pública estatal, autonómica, foral o local con las siguientes
actuaciones u omisiones:
• Eludiendo el pago de tributos.
• Eludiendo el pago de cantidades retenidas o que hubieran debido retenerse.
• Eludiendo los ingresos a cuenta de retribuciones en especie.
• Obtención indebida de devoluciones.
• Disfrute de beneficios fiscales.
Cuando la cuantía de la cuota defraudada, del importe no ingresado de las reten-
ciones o ingresos a cuenta de las devoluciones o beneficios fiscales indebidamente obte-
nidos o disfrutados exceda de 120.000 euros (CP, art. 305, modificado por la LO 5/10
CP, art. único, ap. 80).
Las penas se aplicarán en su mitad superior cuando en la defraudación concurra
alguna de las circunstancias siguientes:
• Utilizando persona o personas interpuestas de manera que la verdadera identidad
del obligado tributario quede oculta.
• La importancia de la defraudación en razón al importe de lo defraudado o a la
perpetración del delito mediante una estructura organizativa que afecte o pueda
afectar a una pluralidad de obligados tributarios (CP, art. 305).
Además de las penas señaladas, los defraudadores perderán la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas, así como del derecho a beneficios o incentivos fiscales
y de la Seguridad Social durante un periodo de tres a seis años.
A los efectos de determinación de la cuantía en tributos, retenciones, ingresos a
cuenta o devoluciones periódicas o de declaración periódicas se tendrá en cuenta lo
defraudado en cada periodo impositivo o de declaración; si estos fueran inferiores a doce
meses, el importe de lo defraudado se referirá al año natural. En los demás supuestos, la
La prueba pericial contable en la jurisdicción penal 167

cuantía se entenderá referida a cada uno de los distintos conceptos por los que un hecho
imponible sea susceptible de liquidación (CP, art. 305.2).
Las mismas penas se impondrán cuando el delito se cometa contra la Hacienda de
la Comunidad Europea y el importe de la cuantía defraudada exceda de 50.000 euros
(CP, art. 305.3, modificado por la LO 5/10 CP, art. único, ap. 110).
Estarán exentos de responsabilidad penal quienes regularicen su situación tributaria
antes de la notificación por la Administración Tributaria de la iniciación de actuaciones
de comprobación o, en el caso de que las actuaciones se hubieran iniciado, antes de que
el Ministerio Público, el Abogado del Estado o el representante procesal de la Admi-
nistración autonómica, foral o local interponga querella o denuncia, o cuando el Minis-
terio Público o el juez instructor realicen actuaciones.
La exención de responsabilidad alcanza a la responsabilidad penal de las irregulari-
dades contables, falsedades instrumentales cometidas relativas ambas a la deuda tributaria
regularizada (CP, art. 305.4).
El CP penaliza a quien por acción u omisión defraude a los presupuestos de la Unión
Europea u otros administrados por estas, en cuantía superior a 50.000 euros, eludiendo
el pago de cantidades que se deban ingresar o dando a los fondos obtenidos una apli-
cación distinta de aquella a que estuvieren destinados (CP, art. 306, modificado por la
LO 5/10 CP, art. único, ap. 81).
Penaliza también las defraudaciones de la Seguridad Social en el pago de cuotas,
obtención indebida de devoluciones de estas y con el disfrute indebido de deducciones
si lo defraudado por tales conceptos es superior a 120.000 euros (CP, art. 307.1, modi-
ficado por la LO 05/10 CP, art. único, ap. 82).
Penaliza asimismo a quien obtenga subvención, desgravación o ayuda de las Admi-
nistraciones Públicas superior a 120.000 euros falseando las condiciones requeridas para
su concesión y ocultando las que la hubieren impedido o alterando los fines para los que
fuera concedida, perdiendo en tales casos el derecho a obtener nuevas subvenciones o
ayudas públicas o de gozar de beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social
por un periodo de tres a seis años (CP, art. 308, modificado por la LO 5/10 CP, art.
único, ap. 83).
Están exentos de responsabilidad penal en relación a subvenciones, desgravaciones
o ayudas quienes reintegren las cantidades indebidamente obtenidas, incrementadas en
los intereses que correspondan (interés legal aumentado en dos puntos) antes del inicio
de actuaciones en la forma y por los mismos órganos que para las deudas tributarias y
de las cuotas de la Seguridad Social (CP, art. 308.4).
Las mismas penas se impondrán a quienes obtengan indebidamente fondos de los
presupuestos de la Unión Europea u otros administrados por estas, falseando las condi-
ciones requeridas para su concesión u ocultando las que la hubieran impedido en cuantía
superior a 50.000 euros (CP, art. 309, modificado por la LO 5/10 CP, art. único, ap.
84).
Penaliza también a quienes cometan las siguientes irregularidades contables:
• Incumplimiento absoluto de la obligación de llevar contabilidad mercantil o
libros registros fiscales, estando obligados a ello por la legislación fiscal.
168 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• Llevanza de contabilidades distintas, referidas a una misma actividad y ejercicio


económico (doble contabilidad).
• Ocultación o simulación de la verdadera situación de la empresa.
• Omisión de registro en los libros de contabilidad de actos, operaciones, negocios
o transacciones económicas; su falseamiento o contabilización de anotaciones
ficticias.
Los dos últimos supuestos previstos en el párrafo anterior requieren para ser consi-
derados delito:
• La omisión de declaraciones tributarias, o que se deduzcan de la falsa contabi-
lidad.
• Que la cuantía en más o en menos de los cargos o abonos omitidos o falseados
exceda, sin compensación aritmética, de 240.000 euros por cada ejercicio eco-
nómico. (CP, art. 310, modificado por la LO 15/03 CP, art. único, ap. 115).
La normativa procedimental sobre inspección tributaria dispuesta por la legislación
vigente obliga al inspector actuario ante una infracción de las previstas en el CP a sus-
pender la actuación inspectora, pasando inmediata notificación del hecho descubierto
al Delegado de Hacienda de la provincia, quien lo trasladará seguidamente al Ministerio
fiscal, el cual presentará querella criminal ante el juzgado.
La intervención del perito contable en esta clase de delitos se contrae a la determi-
nación de las bases imponibles de los tributos y del montante de la deuda tributaria, así
como la verificación de cuantos aspectos de orden económico y contable se hallen
directa o indirectamente relacionados con el presunto delito o hecho judicial incoado.
Es evidente que en este especial tipo de prueba el perito debe ser, además, si no un
experto, sí un buen conocedor de la legislación fiscal y tributaria vigente, solicitando,
en el último caso, el asesoramiento conveniente por parte de un profesional experto en
legislación fiscal. El conocimiento del sistema impositivo, así como el procedimiento y
gestión de los impuestos resulta imprescindible para el desarrollo de la pericia.
Cabe advertir, finalmente, que si del examen de los hechos puestos de manifiesto
en el escrito de interposición de querella y del informe de la inspección aportado a los
autos el juez advierte o considera la inexistencia de delito fiscal que se le imputa al
querellado, desestima la querella y sobresee el caso, no se dan en él los efectos de la cosa
juzgada, con inexistencia de sentencia. Esto supone que no han existido los condicio-
nantes penales para la existencia de defraudación: la voluntad o ánimo de defraudar,
pero quedan, sin embargo, subsistentes los derechos de la Hacienda, estatal, local o
autonómica, para ejercerlos por la vía económica-administrativa en reclamación de las
cantidades adeudadas.
CAPÍTULO 4

Modalidades y procedimientos de ejecución de los delitos de


enriquecimiento en las empresas

Infinita es la casuística de los delitos de enriquecimiento, pues se manifiestan en


todos los espacios y sin concreción de tiempos. Sin embargo, es en la empresa en donde
mayormente los autores han hallado su ambiente para el desarrollo de tales manifesta-
ciones delictivas. Es por ello que, con exclusión de otros espacios y otros ambientes, se
ha reducido a la empresa la casuística de esta clase de delitos.
Numerosos son los fraudes que pueden urdir tanto los empleados como el personal
directivo, incluso administradores y miembros del consejo de administración de empre-
sas e instituciones, si no hallan obstáculos que impidan la materialización de maniobras
dolosas.
Las empresas y demás instituciones que carecen de una organización eficaz son sin-
gularmente vulnerables a la comisión de maniobras delictivas. Las que están bien orga-
nizadas no son tampoco ajenas a las manipulaciones fraudulentas, como consecuencia
de la confianza puesta en las personas.
Prever y evitar la comisión de actos delictivos constituye una cuestión de impor-
tancia capital en cualquier empresa. Para ello es fundamental el conocimiento de los
factores que inciden en la comisión de los delitos, las distintas clases de estos, tipificados
como tales en el Código penal, las formas y modalidades de su comisión y cuáles son
sus efectos. El conocimiento completo de las formas, modalidades, procedimientos y
áreas de realización de las maniobras delictivas permite la organización de los adecuados
controles tendentes a evitarlas. En resumen, los hechos se hallan en una especial depen-
dencia de la mayor o menor eficacia del sistema de control interno de la empresa.
Las modalidades de ejecución de los delitos en las empresas son los siguientes.

1. SEGÚN SU FORMA

1.1. Con comprobantes y justificantes contables

• Utilización de comprobantes y justificantes contables correspondientes a ope-


raciones anteriores.
170 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• Comprobantes y justificantes falsos.


• Falsificación de firmas.
• Destrucción o extravío intencionado de comprobantes y justificantes.
• Comprobantes y justificantes con inscripciones deliberadamente erróneas.

1.2. Fraudes urdidos en las documentaciones y soportes contables: registros


de contabilidad principales y/o auxiliares

• Pérdida o destrucción deliberada de libros, registros, listados de ordenador y


demás soportes contables.
• Errores intencionados en cantidades.
• Errores intencionados en sumas, incluso de máquinas calculadoras y ordenado-
res.
• Errores intencionados en transcripciones contables.
• Errores intencionados en los asientos contables.
• Raspaduras, tachaduras y/o borrado de cantidades para rehacer y/o corregir
asientos y apuntes contables, cantidades, valores, etc.
• Falseamiento de asientos contables:
– Asientos confusos.
– Falsos contrasientos.
– Falsas regularizaciones de errores contables.
– Adeudos y/o acreditaciones en cuentas indebidas.

1.3. Irregularidades con cheques y pagarés

• Con cheques y pagarés librados por titulares y/o apoderados de empresa.


• Con cheques y pagarés recibidos de clientes y otros deudores.
• Con cheques y pagarés al portador.
• Con cheques y pagarés anulados ficticiamente.
• Con cheques y pagarés devueltos sin fondos.

1.4. Sustracción de bienes

• Sustracción de dinero efectivo.


• Sustracción de materias primas, mercancías, géneros y productos de almacenes.
• Falseamiento de entradas y salidas de mercancías y productos de almacenes.

1.5. Falseamiento de la información


Los falseamientos de las cuentas anuales mediante la adulteración deliberada de sus
cifras no solo se realiza mediante la comisión de irregularidades a la finalización del
ejercicio económico, sino que pueden falsearse de forma sistemática en el transcurso del
Modalidades y procedimientos de ejecución de los delitos de enriquecimiento en ... 171

ejercicio con múltiples y diversas finalidades y motivaciones, entre las cuales pueden
enumerarse las siguientes:
• Realización de operaciones de crédito.
• Aumento del capital de la empresa.
• Transferencias parciales del patrimonio de la empresa, con objeto de encubrir
maniobras dolosas y fraudulentas.
• Reducción del capital líquido que pueda corresponder a los socios que aban-
donan la sociedad.
• Burlar a los acreedores en casos de arreglos judiciales o extrajudiciales.
• Realización de maniobras propias de la quiebra fraudulenta.
• Defraudar al fisco.
• Eludir determinadas legislaciones.
• Interesar en la entrada en la compañía a nuevos socios.
• Interesar a terceros en la realización de operaciones crediticias.
• Interesar a terceros en la realización de operaciones financieras.
• Disminuir el resultado real de la explotación.
• Reducir o eliminar pérdidas reales.
• Defraudar a los socios que no intervienen en la administración de los negocios.
• Salvar responsabilidades del órgano de administración: administrador, adminis-
tradores o consejo de administración.
• Tranquilizar a socios accionistas discrepantes.
• Ganar tiempo mientras se consolida una determinada operación.

2. SEGÚN LAS ÁREAS DE REALIZACIÓN

2.1. En los circuitos de cobros

• Retención de cobros de ventas al contado.


• Ocultación y falseamiento de cobros.
– Ocultación y falseamiento de cobros en dinero efectivo.
– Ocultación y falseamiento de cobros en cheques y pagarés.
• Ingresos de ventas a crédito no contabilizados.
• Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores.
• Apropiación de cobros de clientes y otros deudores, posteriormente cancelados
mediante la extensión de notas de abono.
• Apropiación de cobros de clientes y otros deudores no acreditados en sus cuentas
personales.
• Giros y recibos cobrados y no ingresados en caja, constantes como si todavía se
hallaran en cartera de cobros.
• Apropiación de cheques y pagarés recibidos por correo.
• Falsos descuentos.
• Sumas de máquina relativas a cobros, fraudulentas.
172 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• Irregularidades en importes, transcripciones, y/o sumas de los registros de cobros


de caja y Banco U.s.
• Cheques y pagarés de clientes y otros deudores ingresados en Banco U.s y
devueltos impagados, posteriormente cobrados y apropiados.
• Efectos librados a clientes y otros deudores devueltos impagados, cobrados y
apropiados.
• Ingresos registrados por menor cantidad.

2.2. En los circuitos de pagos

• Apropiación del importe de falsas compras.


• Apropiación del importe de notas de abono de proveedores no contabilizadas.
• Apropiación del importe de descuentos concedidos u obtenidos de proveedores.
• Fraudes mantenidos en canjes continuados en cheques pagarés librados por
empleados de la empresa.
• Cheques y pagarés librados firmados por apoderados y de personas autorizadas,
anulados posteriormente, apropiados y cobrados ficticiamente.
• Falsos ingresos bancarios no realizados.
• Pagos de gastos ficticios.
• Remuneraciones, sueldos y salarios liquidados con fraude.
• Apropiación de importes de falsas comisiones.
• Duplicidades de pagos de factura, recibos, notas de gastos, etc.
• Facturas y/o recibos de proveedores pagadas dos o más veces.
• Gastos pagados dos o más veces.
• Otras duplicidades de pagos no específicas.
• Notas de gastos liquidadas dolosamente.
• Cheques y pagarés para reposición de caja extendidos por importes ficticios.
• Sumas de máquina relativas a pagos, fraudulentas.
• Irregularidades en importes, transcripciones, sumas de registros de pagos de cajas
y Banco U.s.

2.3. En los circuitos de cobros y pagos (indistinto)

• Otras sustracciones de dinero efectivo.


• Emisión de falsos vales de caja.
• Cheques para reposición de caja no ingresados.

2.4. Con cuentas de clientes y otros deudores

• Cargos contables a clientes y otros deudores por menor importe que el real-
mente cargado o facturado.
• Falsas notas de abono emitidas a nombre de clientes.
Modalidades y procedimientos de ejecución de los delitos de enriquecimiento en ... 173

2.5. Hurtos y fraudes en el circuito de compras de mercancías

• Compras de mercancías que no llegan a entrar en la empresa.


• Compras internacionales y fletes de barcos con cargo a la firma desviadas a luga-
res distintos de los que correspondía.

2.6. Hurtos y fraudes en los circuitos de entradas de mercancías y otros


bienes de almacenes

• Recepción fraudulenta de materiales y mercancías adquiridas a terceros (pro-


veedores).
• Compras de mercancías no entradas en los almacenes.
• Compras particulares efectuadas por empleados cargados a la empresa.
• Apropiación de mercancías y productos procedentes de devoluciones de clien-
tes.

2.7. Hurtos y fraudes en los circuitos de salidas de mercancías de almacenes

• Entregas fraudulentas de mercancías vendidas.


• Duplicidades de salidas.
• Ventas de desechos y desperdicios no ingresados en caja ni en Banco U.s.
• Ventas de materiales obsoletos no ingresados en caja ni en Banco U.s.
• Salidas de mercancías de almacenes mediante la simulación de ventas ficticias.

2.8. Sustracción (hurto) de mercancías de almacenes

• Mercancías en buen estado para la venta que se cancelan de los registros de


almacenes simulando estar deterioradas, estropeadas u obsoletas para su posterior
apropiación y venta fraudulenta.
• Sustracción (hurto) directa de mercancías por carencia de un sistema de per-
manencia de inventarios efectivo.
• Sustracción (hurto) de desechos, desperdicios y/o residuos.

2.9. Sustracción (hurto) y apropiación de bienes diversos

• Sustracción (hurto) de bienes de activo fijo en desuso.


• Sustracción (hurto) de máquinas administrativas, equipos o partes de equipos de
proceso de información, ordenadores personales, etc.
• Apropiación de útiles y herramientas recibidas de la empresa por los operarios
para su equipo personal.
• Sustracción de máquinas industriales, de máquinas-herramientas y/o equipos.
• Apropiación o sustracción de valores mobiliarios.
• Apropiación de programas y/o aplicaciones de ordenador (software).
174 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2.10. Ventas de propiedades de la empresa mediante maniobras fraudulentas

2.11. Fraudes cometidos por agentes vendedores

• Contratos de venta directa (enciclopedias, libros, etc.) suscritos por agentes


vendedores a comisión a personas insolventes y/o ficticias para el cobro de las
comisiones de venta.
• Apropiación de dinero de recibos, giros, cheques impagados en comisión de
cobro.

2.12. Fraudes específicos en banco y cajas de ahorro

• Distracción y/o apropiación de dinero mediante procedimientos de manipula-


ción fraudulenta de cuentas de clientes de la entidad, terceros ajenos a tales
manipulaciones.
• Distracción y/o apropiación de dinero mediante procedimientos de manipula-
ción fraudulenta de cuentas operativas de la entidad.
• Distracción de fondos en beneficio propio o para favorecimiento de terceros,
clientes de la entidad.
• Autorizaciones de créditos otorgados a personas insolventes.
• Apropiación de imposiciones a plazo y creación de un Banco U. paralelo.

3. CONSIDERACIÓN ESPECIAL DEL DELITO INFORMÁTICO

Dentro de las conductas tipificadas como fraudulentas se incluyen las perpetradas,


con medios informáticos con la intención específica por parte del autor de conseguir
un enriquecimiento ilegítimo a costa del patrimonio ajeno, u otro propósito.
Las formas y procedimientos de esta modalidad delictiva son impensables. Todas
ellas tienen en común la consecución del delito por medio de la informática.
Con la irrupción de las nuevas Tecnologías de la información y comunicaciones,
TICs, han surgido en el escenario de la criminalidad nuevas figuras delictivas y nuevas
formas y modalidades en la perpetración de los delitos preexistentes, englobados en una
nueva forma de criminalidad conocida por ciberdelincuencia y por delitos informáticos.
El ordenamiento jurídico en materia delictiva ha tenido que adecuarse a esta realidad
que ha culminado con la reforma del Código Penal por la Ley Orgánica 1/2015 de 30
de marzo.
La reforma ha sido impulsada por la normativa europea, dirigida a penalizar los
ataques contra los sistemas de información, el intrusismo informático, la interceptación
de transmisiones de datos e información, constituyentes del referido delito informático
regulado por el CP en los artículos 197, 197 bis, 197 ter, 197 quater, 197 quinquies y
ss. y 270 y ss. del CP. En ellos, concretamente el delito de intrusismo informático, por
el art. 197, la interceptación de transmisiones de datos informáticos, no públicas, por el
Modalidades y procedimientos de ejecución de los delitos de enriquecimiento en ... 175

art. 197 bis; el art. 197 ter penaliza la producción para uso propio o para su facilitación
a terceros de instrumentos para la realización de los delitos previsto en el art. 197; el
197 quater penaliza la comisión de los delitos previstos en el art. 197 y 197 bis con
intervención de una organización criminal; el art. 197 quinquies, recoge el supuesto
de responsabilidad penal de la persona jurídica; el art. 198 la responsabilidad del fun-
cionario público.
El art. 201 dispone que para proceder por los delitos informáticos, será precisa la
denuncia de la persona agraviada de su representante legal, de ser ésta menor de edad o
discapacitada; en estos casos, podrá denunciar el Ministerio Fiscal, no siendo necesaria
la denuncia de atribuirse tales hechos delictivos, según lo dispuesto en el artículo 198
del CP, a funcionario público, ni cuando el delito afecte a los intereses generales o a
una pluralidad de personas.
El delito informático relacionado con la propiedad intelectual e industrial está con-
templado por los arts. 270 y ss.
Aparte de la regulación especial del delito informático por los referidos artículos del
CP existe una dispersión ausente de ordenación homogénea de su regulación, explícita
o implícitamente contemplada como modalidades de otros delitos. Se hallan dentro de
esas modalidades las amenazas difundidas a través de cualquier medio informático (CP
art. 169 y ss.), calumnias e injurias (CP art. 205), estafas (CP art. 248), daños (CP art.
263, 264 y ss.); delitos relacionados con la prostitución, la explotación sexual y corrup-
ción de menores (CP art 187), producción, venta, distribución, exhibición o posesión
de material pornográfico con intervención en su producción menores de edad o inca-
paces (CP art. 189).
La intervención del economista, titular mercantil y auditor en funciones de perito
judicial en estas modalidades y tipos delictivos no deja de ser marginal ya que es siempre
posterior y a resultas de la actuaciones previas de expertos en informática, en todo caso
en la fase de evaluación de los daños derivados de la perpetración de los delitos.
CAPÍTULO 5

La prueba pericial contable en la jurisdicción contencioso-


administrativa

La LEC, según se ha expuesto en 1.7, dispone el carácter supletorio en los procesos


contencioso-administrativos (LEC, art. 4), por lo que, excepto lo dispuesto por las dis-
posiciones específicas de la LJCA, no habiendo sido derogadas ni modificadas por la
LEC (LEC d.d. única y d.f. 14.ª), el procedimiento probatorio en esta jurisdicción se
regirá por lo dispuesto en aquella.

1. PRIMERA O ÚNICA INSTANCIA

La Ley 29/1998, de 13 de julio, es la reguladora de la Jurisdicción Contencioso-


administrativa.
La regulación de la prueba en esta jurisdicción se reduce a los artículos 60 y 61 de
la LJCA.

1.1. Fase probatoria


Dispone la LJCA que la prueba se realizará conforme a lo dispuesto para el proceso
civil. El plazo para practicar la prueba será de 30 días, pudiendo aportarse pruebas fuera
de este plazo cuando las causas no sean imputables a la parte que las propuso (LJCA, art.
60.4, modificado por L. 37/2011, de 10 de octubre, art. 3.3).
Las salas podrán delegar en uno de sus magistrados o en un juzgado de lo conten-
cioso-administrativo la práctica de toda o parte de las diligencias probatorias. A su vez,
el representante en los autos de la Administración pública litigante podrá, por su parte,
delegar en un funcionario público para que intervenga en la práctica de las pruebas
(LJCA, art. 60.5). Es válido en este punto, en cuanto pudiera ser de aplicación, lo
expuesto sobre la presencia de las partes en la práctica de la prueba en 1.4.5.4., cap. 2.
En el acto de emisión de la prueba pericial contable por el perito el órgano juris-
diccional, a petición de cualquiera de las partes, concederá un plazo no superior a 5 días
para que puedan solicitar aclaraciones sobre el dictamen emitido por el perito (LJC A,
art. 60.6, modificado por la Linoj., art. 14.20).
178 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

El juez podrá acordar de oficio el recibimiento a prueba y disponer la práctica de


cuantas estime pertinentes (LJCA, art. 61.1).
Las partes podrán intervenir en las pruebas que se practiquen (LJCA, art. 61.3).
El juez podrá acordar de oficio la extensión de los efectos de las pruebas periciales
a los procedimientos conexos, previa audiencia de las partes o a instancias de estas (LJCA,
art. 61.5).
A los efectos de la aplicación de las normas sobre costas procesales en relación al
coste de estas pruebas, se entenderá que son partes todos los intervinientes en los procesos
sobre los cuales se haya acordado la extensión de sus efectos, prorrateándose su coste
entre los obligados en dichos procesos al pago de las costas. (LJCA, art. 61.5).

1.2. La prueba pericial contable en diligencias finales


Una vez finalizado el periodo de prueba y hasta tanto el pleito no sea declarado
concluso para sentencia, el órgano jurisdiccional podrá acordar la práctica de cualquier
diligencia de prueba que estime conveniente y necesaria (LJCA, art. 61.2). En ausencia
de normativa al respecto, el procedimiento para la designación de perito será el idéntico
que en la jurisdicción civil (LEC, art. 435) (véase 1.5.8.1., capítulo 2).
Cuando el órgano jurisdiccional acuerde de oficio la práctica de una prueba, y las
partes no tuvieran oportunidad de plantear sus alegaciones al respecto en la vista o en
el escrito de conclusiones, el Letrado de la Administración de Justicia pondrá de mani-
fiesto el resultado de la prueba a las partes, las cuales podrán alegar cuanto estimen
pertinente en el plazo de 5 días (LJCA, art. 61.4, modificado por la Linoj., art. 14.21).

2. PROCEDIMIENTO ABREVIADO

La prueba en el procedimiento abreviado se practicará de la forma prevista en el


juicio ordinario en esta jurisdicción, salvo incompatibilidad en su tramitación (LJCA,
art. 78.12).
No será de aplicación en este procedimiento la norma de insaculación de peritos
(LJCA, art. 78.16), por lo que cabe hacer extensivo a este procedimiento lo dispuesto
sobre nombramiento de peritos del art. 341 de la LEC (véase 1.4.5.2.2., capítulo 2).
CAPÍTULO 6

La prueba pericial contable en la jurisdicción laboral

La Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social, derogó el


RDL 2/1995, de 7 de abril, de Procedimiento laboral. En la regulación de la prueba
pericial, en general, no se han producido cambios de importancia. Incluso el articulado
de esta última se ha mantenido en la Ley actual (Disposición derogatoria única).
La LEC, según se ha expuesto en 1.7., dispone el carácter supletorio en los procesos
laborales (LEC, art. 4). Por su parte, la LRJS, en la Disposición final 4.ª, dispone el
carácter supletorio de la LEC en lo no previsto en ella. Así pues, la remisión a la LEC
como Ley supletoria va en los dos sentidos.

1. LA PRUEBA EN LA JURISDICCIÓN SOCIAL

Quien pretenda incoar un proceso o presuma va a ser demandado, podrá solicitar


del órgano jurisdiccional antes de iniciarse, la práctica anticipada de prueba por los
motivos previstos en la LEC (LEC art. 293.1) expuestos en 2.1.3.2.1. (LRJS art. 78.1):
exista temor fundado de que, por causa de las personas o del estado de las cosas, de que
la prueba no haya de poder realizarse en el momento procesal correspondiente, o cuya
realización presente dificultades en dicho momento.

2. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN LOS ACTOS PREPARATORIOS DEL JUICIO

Las partes, iniciado el proceso, podrán solicitar del órgano jurisdiccional la práctica
de pruebas en los casos en que no pueda ser realizada en el juicio oral o que su realización
comporte dificultades en ese momento procesal, en cuyo caso el órgano jurisdiccional
acordará la pertinencia de la prueba. (LRJS art. 78.2, con remisión a la LEC arts. 293,
297 y 298.1). Es el caso de la prueba pericial contable, imposible de realizar por el perito
en el acto del juicio oral, por requerir el estudio previo que haga posible la plasmación
de la pericial en un informe escrito.
Contra la resolución denegatoria no cabrá recurso alguno, sin perjuicio de la inter-
posición posterior por este motivo contra la sentencia (LRJS art. 78.2).
Las partes podrán valerse de cuantos medios de prueba se hallen regulados en la Ley
(LEC). Podrán solicitar asimismo con 5 días de antelación a la fecha del juicio oral,
180 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

aquellas pruebas que, debiendo practicarse en el acto del juicio requieran diligencias de
citación o requerimiento (LRJS arts. 90.1, 90.2 y 90.3).
Determinadas pruebas periciales pueden ser practicadas en el juicio oral; otras, sin
embargo, dadas las especiales características de la prueba, no es posible realizarlas, en el
sentido de su materialización (ver 3.2.1.2), en el momento del juicio, debiendo prac-
ticarse con antelación al mismo es el caso de todas las pruebas periciales, la pericial
contable en particular, cuya concreción exijan un informe escrito. (En estos casos es de
aplicación el art. 78; en los demás casos rige el art. 90).

3. LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN EL JUICIO

La LRJS dispone que se admitirán las pruebas que se formulen y puedan practicarse
en el acto del juicio (LRJS art. 87.1).
La práctica de la prueba pericial contable en el acto del juicio se realizará presentando
los peritos su informe y ratificándolo. (LRJS art. 93.1).
En el acto del juicio los peritos aportarán su informe. En ese momento procesal
tendrá lugar la ratificación (LRJS art. 93.1).

3.1. Presencia del perito en el procedimiento


El órgano jurisdiccional, los litigantes y sus defensores, podrán hacer al perito cuantas
preguntas estimen necesarias para el esclarecimiento de los hechos (LRJS art. 87.3). La
intervención es la misma que en el proceso civil (ver 2.1.4.6).
Practicada la prueba las partes por medio de sus defensores, formularán oralmente
sus conclusiones de un modo concreto y preciso, determinando en virtud del resultado
de la prueba, sus pretensiones invocadas en la demanda o en la reconvención, si la
hubiere, respecto a las cantidades que por cualquier concepto sean objeto de petición
de condena principal o subsidiaria; o bien, en su caso, la solicitud concreta y precisa de
las medidas con las que se den satisfacción a dichas pretensiones, requiriéndoles, en otro
caso, el órgano jurisdiccional para que planteen tal solicitud en ese momento procesal.
En ningún caso pueda reservarse tal determinación para la ejecución de sentencia (LRJS
art. 87.4).
Finalizado el juicio, el perito en el que hubiera intervenido, firmará junto con el
juez, las partes o sus representantes o defensores el acta que extenderá el Letrado de la
(LRJS art. 89,5).

3.2. La prueba pericial contable en las diligencias finales


Finalizado el juicio y dentro del plazo para dictar sentencia, el órgano jurisdiccional
podrá acordar la práctica de cuantas pruebas estime necesarias como diligencias finales
(LRJS art. 88.1).
El órgano jurisdiccional, en uso de sus facultades de acordar de oficio la práctica de
una determinada prueba, entre ellas la pericial contable, pondrá de manifiesto a las partes
las diligencias para la práctica de dicha prueba, que no deberá exceder del plazo de 20
La prueba pericial contable en la jurisdicción laboral 181

días, para que aleguen cuanto estimen conveniente a sus respectivos intereses respecto
del alcance e importancia de la prueba a practicar. Transcurrido el plazo dispuesto sin
haber podido practicarse la prueba, el órgano jurisdiccional dictará un nuevo proveído
fijando un nuevo plazo no superior a 10 días, para la ejecución del acuerdo, la práctica
de la prueba, y si dentro de ese segundo plazo no hubiera podido tampoco practicarse,
acordará, previa audiencia de las partes, que los autos queden sin más trámite definitiva-
mente conclusos para sentencia (LRJS art. 88.1). En el caso de la prueba pericial con-
table no se advierte ningún otro motivo de demora o diferimiento en su práctica más
que por causa del perito, por lo que convendrá que antes de aceptar el nombramiento
comunique al órgano jurisdiccional que entienda del procedimiento una estimación del
tiempo necesario para la práctica de la prueba a fin de evitar los aplazamientos legales
previstos.
SEGUNDA PARTE

Metodología
Se expone en esta segunda parte la metodología, entendida aquí como método o
sistema procedimental, para la realización de la pericial contable.
A efectos enunciativos se ha dispuesto la metodología en dos partes atendiendo de
una parte los aspectos de fondo, y de otra a los de forma. Los capítulos 1, relativo a la
evidencia, el dilema y los juicios subjetivos, y 2 concerniente a los procedimientos de
prueba en el ámbito de la jurisdicción penal, constituyen los aspectos de fondo. Los
capítulos 3 y 4, relativos respectivamente a los dictámenes e informes periciales y al
control de calidad, constituyen los aspectos de forma.
Si los aspectos de fondos son importantes, que lo son y mucho, los de forma no lo
son menos. Tanto unos como otros deben ser cuidados por el perito con especial rigor
y esmero.
La metodología de la pericia contable es la misma que la de la auditoría de cuentas.
Esto es así por cuanto ambas especialidades se basan en la revisión de contabilidades,
cuentas y documentos, y las técnicas procedimentales son las mismas. Ciertas cuestiones,
sin embargo, difieren. Utilizando el manido esquema de los círculos excéntricos, secan-
tes en dos puntos, representando un círculo la metodología de la auditoría de cuentas y
el otro la de la pericia contable, existen tres espacios: el exclusivo de la auditoría, el
exclusivo de la pericia contable y un tercer espacio común por el que se representaría
la metodología común a ambas técnicas.
En esta parte se exponen cuestiones comunes a la auditoría y a la pericia contable y
a las exclusivas de esta última, en sus aspectos de fondo y forma.
CAPÍTULO 1

Aspectos de fondo: La evidencia en la prueba pericial


contable

A continuación se pasa a estudiar la evidencia que necesariamente deben obtener


auditores y peritos judiciales en todas sus actuaciones, recogidas en las normas de audi-
toría relativas a la evidencia y a las etapas de su formación y que es preciso hacer extensivo
a la actuación del perito contable no auditor.
La evidencia es, sin lugar a dudas, el elemento más significativo de los aspectos de
fondo. En ella el perito debe sustentar cada uno de los puntos en que basa la pericial y
a la que habrá de referirse en el dictamen, lo que le da el necesario rigor técnico y en
base a lo cual va a tener credibilidad por parte del juzgador. Una prueba carente de rigor
y de precisión por ausencia de la evidencias necesaria, no es objeto de credibilidad por
parte del juez y por ello desechada en el momento de emitir sentencia. Es lamentable
leer en sentencias frases cuales la que incluye la Sentencia de la Sala 1.ª, de lo Civil, del
TS, de 29 de Junio de 2018: «… la prueba pericial económica aportada había resultado
desvirtuada por su falta de rigor y precisión.»

1. CONCEPTO DE EVIDENCIA

La evidencia es la certeza clara y manifiesta de la que no puede dudarse. La resolución


del proceso debe estar fundamentado en evidencias. La prueba pericial en general, la
contable y económica, en particular, sirve para aportar esas evidencias al proceso.
El perito judicial, debe utilizar una metodología que le permita obtener suficiencia
en la evidencia respecto del asunto que está investigando. Por ello que utiliza, como se
ha dicho, la metodología propia de la auditoría de cuentas.

1.1. Evidencia necesaria y suficiente


La referida suficiencia se obtiene partiendo de una primera fase o etapa en que solo
se dispone de evidencia necesaria que habrá de ser completada en una segunda fase o etapa
en la que se obtenga evidencia suficiente; solo entonces se tendrá la certeza de la inexistencia
de sesgo en el resultado del trabajo desarrollado. El empleo de métodos matemáticos,
188 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

cuando por la índole de la prueba sean idóneos, suelen conducir a conclusiones de


certeza.
A meros efectos didácticos y sin que ello tenga relación alguna con la obtención de
la evidencia, el recurso precisamente a las matemáticas permite apreciar la diferencia
entre necesario y suficiente. Recuérdense a tal efecto las condiciones para que una función
—y = f(x)— se halle en un máximo o en un mínimo. La primera condición para ambos
casos es que la primera derivada de la función sea nula —y' = f’(x) = 0, condición necesaria—;
la segunda condición —condición suficiente— es que, dada la primera, la segunda de-
rivada sea negativa —f’'(x) < 0—, en caso de un máximo, o positiva —f’'(x) > 0—,
en caso de un mínimo.
En los trabajos basados en métodos estadísticos, cuales son los que utilizan técnicas
de muestreo, en los que el resultado está siempre condicionado a la admisión de deter-
minados parámetros: tasa de error admisible; nivel de confianza (probabilidad) y tasa de
precisión, la evidencia obtenida es solo relativa.
Ambos son procedimientos de trabajo del método científico de experimentación.
La STC 54/1989, de 23 de febrero, observa que entre las garantías del art. 24 de la
Constitución, según reiterada jurisprudencia del TC «[...] se incluye sin duda la de que las
decisiones judiciales que resuelven el fondo del asunto contengan los hechos en que se basa la decisión
y que esos hechos hayan sido objeto de prueba suficiente [...]», supone un reconocimiento
sobre lo expuesto respecto a la necesidad de disponer de evidencia suficiente.

1.2. Naturaleza de la evidencia


La evidencia respecto a la veracidad de la contabilidad y de los estados financieros
está soportada por la información contable en ellos reflejada y por toda la documentación
que la corrobore; todo ello es el material disponible para el auditor cuyo examen habrá
de permitirle adquirir la evidencia necesaria y suficiente.
Los libros y registros de contabilidad: diarios, mayor y auxiliares; los manuales de
procedimiento de contabilidad; las documentaciones contables: recibos, facturas, efectos
(letras, giros), justificante de cobros y pagos, hojas preparatorias (cuando existen), notas
de cargo y de abono, notas de contabilizaciones, hojas de conciliaciones, constituyen el
material en que el auditor basa la evidencia. Los asientos y apuntes de la contabilidad
por sí mismos no pueden considerarse suficientes; análogamente, sin la corrección y
exactitud registrada en cuentas, bajo principios de contabilidad generalmente aceptados
no puede justificarse la objetividad de una opinión sobre los estados financieros.
La evidencia comprobatoria incluye un ingente material documental, tal como
cheques, facturas, contratos y actas del consejo; confirmaciones y otras declaraciones
escritas por personas autorizadas, así como cualquier otra información que el auditor
pueda obtener por medio de su investigación, observación, inspección y examen físico
y cualesquiera otros medios de información descubiertos o disponibles que le permitan
llegar a conclusiones a través de un razonamiento lógico.
Para la obtención de la evidencia el auditor, con la colaboración del personal de su
equipo, debe comprobar la información contable que considere fundamental, some-
Aspectos de fondo: La evidencia en la prueba pericial contable 189

tiéndola a un proceso de revisión y análisis, comprobando las fases y etapas seguidas en


el proceso contable, advirtiendo hasta qué punto ha sido observado el procedimiento,
revisando cálculos y conciliando cifras y valores relacionados con las aplicaciones de la
información obtenida. En un sistema contable correctamente estructurado y escrupu-
losamente desarrollado se da una integridad interna comprobable por un sistema de
interrelaciones que el auditor habrá de «cruzar» y verificar a través de la metodología de
auditoría, todo lo cual le persuade de la veracidad de los hechos registrados que le con-
ducen directamente a la obtención de la evidencia buscada, persuadido y convencido
de que los estados financieros sometidos presentan fielmente la situación económica,
financiera y patrimonial de la entidad auditada así como los resultados de las operaciones,
todo ello de conformidad con principios de contabilidad de general aceptación.
Dentro del ámbito de sus funciones el auditor tiene a su disposición y a su alcance
documentaciones que respaldan los asientos en cuenta que tienen luego su reflejo en los
estados financieros. Además, el auditor puede también recabar información oral o escrita
del personal directivo y empleados de la firma que está auditando, pudiendo incluso
solicitarla, de precisarlo, en el exterior.
Los activos de la firma (inmovilizados: inmuebles, fincas, maquinaria, etc.; existen-
cias; producciones en proceso; etc.) son puestos a la disposición del auditor para su
inspección.
El auditor está asimismo facultado para observar las actividades del personal de la
firma, viendo cómo se desarrollan. Con base en condiciones de modo, tiempo y lugar,
conforme las observa, como por ejemplo las condiciones de control interno, puede llegar
razonablemente a conclusiones con respecto a la corrección de las declaraciones inclui-
das en los estados financieros.

1.3. Competencia de la evidencia


Para ser competente, la evidencia debe ser tanto válida como apropiada. La validez
de la evidencia depende en grado tal de las circunstancias en las que se obtiene que las
generalizaciones acerca de la confiabilidad de los diversos tipos de evidencia están supe-
ditados a excepciones importantes. Sin embargo, si se reconoce la posibilidad de la
existencia de excepciones de importancia, las siguientes presunciones, no excluyentes,
son de gran utilidad respecto a la validez de la evidencia:
1. Cuando la evidencia se obtiene o puede obtenerse de fuentes independientes
fuera de la entidad auditada proporciona una confianza mayor a los fines de la
auditoría que se está realizando que cuando se obtiene únicamente dentro de la
firma.
2. Cuando la contabilidad y los estados financieros se preparan en condiciones
satisfactorias de control interno, hay más seguridad en cuanto a su confiabilidad
que cuando se preparan en condiciones no satisfactorias de control interno.
3. El conocimiento directo que el auditor obtiene a través del examen físico, la
observación, el cálculo y la inspección, son más persuasivos que la información
que obtiene de modo indirecto.
190 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.4. Suficiencia de la evidencia


La importancia, tomada aquí en su acepción cuantitativa, y el tipo de evidencia que
se requiere para apoyar una opinión, son aspectos que el auditor debe determinar según
su juicio profesional, después de un escrupuloso análisis de las circunstancias del caso de
que se trate. Para tomar una decisión al respecto el auditor debe tener en cuenta:
1. Naturaleza de la información (asiento, apunte, documentación) que examina.
2. Naturaleza e importancia cualitativa y cuantitativa de las posibles irregularidades
y errores.
3. Grado de riesgo que entraña, dependiente de lo adecuado del control interno
y de la susceptibilidad a la conversión, manipulación o mala presentación de la
información en cuestión.
4. Tipo y competencia de la evidencia disponible.
El objetivo del auditor es obtener evidencia suficiente y competente que le pro-
porcione una base razonable para formarse una opinión de acuerdo con las circunstan-
cias. En la mayoría de los casos, el auditor considerará que es necesario basarse en una
evidencia persuasiva más convincente. Tanto en las aseveraciones particulares en los
estados financieros como la proposición global, en el sentido de que los estados finan-
cieros en conjunto presentan razonablemente la situación financiera y los resultados de
las operaciones y los cambios en la situación financiera de conformidad con principios
de contabilidad de general aceptación, son de tal naturaleza que incluso el auditor expe-
rimentado rara vez llega a estar absolutamente convencido, esto es, fuera de toda duda,
respecto de todos los aspectos de los estados examinados, y de ahí el uso del término
razonablemente, hoy sustituido por el desafortunado sintagma imagen fiel.
Cuando el auditor queda con una duda sustancial con respecto a una aseveración
importante debe abstenerse de formular una opinión hasta que haya obtenido evidencia
suficiente y competente que le permita eliminar la duda, o bien está obligado a expresar
una opinión con salvedades o una abstención de opinión.
El auditor trabaja especialmente dentro de límites económicos; su opinión, para ser
económicamente útil, debe ser formulada dentro de un lapso razonable de tiempo y a
un coste también razonable. El auditor debe decidir, ejerciendo un juicio profesional,
si la evidencia disponible dentro de las limitaciones de tiempo y costes es suficiente para
justificar la formulación y la expresión de una opinión.
Como regla de actuación, deberá hacer una correlación racional entre la utilidad de
la evidencia que debe ser obtenida y el coste de la obtención de la información necesaria.
Para determinar la utilidad de la evidencia debe considerar apropiadamente el riesgo
relativo. De ahí que la dificultad de probar una partida determinada y los gastos que esto
implique no es, por sí misma, una base justificada para omitir la prueba o test.
Al determinar el alcance de una determinada prueba o test de auditoría y el método
para seleccionar las partidas que deberán examinarse, el auditor debe considerar el uso
de las técnicas relativas al muestreo estadístico, las cuales resultan suficientes en la mayoría
de los casos. El uso del muestreo estadístico no reduce ni elimina el juicio del auditor;
Aspectos de fondo: La evidencia en la prueba pericial contable 191

por el contrario, proporciona la base necesaria, fundamentada en pruebas estadísticas,


acerca de los resultados de los tests de auditoría imposibles de adquirir por otros medios.
El auditor debe ser escrupuloso en la búsqueda de la evidencia y objetivo en su
evaluación. Al seleccionar los procedimientos para obtener la evidencia competente
debe reconocer la posibilidad de que los estados financieros puedan no estar presentados
razonablemente de conformidad con principios de contabilidad generalmente acepta-
dos. En el proceso de formar su opinión el auditor debe tener en consideración la evi-
dencia pertinente, aun cuando parezca apoyar o contradecir las declaraciones contenidas
en los estados financieros.

1.5. Obtención de evidencia suficiente y competente


Mediante los procedimientos de auditoría el auditor debe obtener evidencia com-
probatoria suficiente y competente en el grado que requiera para suministrar una base
objetiva para la emisión de su opinión.
1. La evidencia será suficiente cuando, ya sea por los resultados de una sola prueba
o por la concurrencia de varias pruebas diferentes, se ha obtenido en la cantidad
indispensable para que el auditor llegue a la convicción de que los hechos que
está tratando de probar dentro de un universo y los criterios cuya corrección
está juzgando han quedado satisfactoriamente comprobados.
2. La evidencia es competente cuando se refiere a hechos, circunstancias o criterios
que realmente tienen relevancia cualitativa dentro de lo examinado y las pruebas
realizadas son válidas y apropiados.
3. La reunión de estos dos elementos: evidencia suficiente (característica cuanti-
tativa) y evidencia competente (característica cualitativa) proporciona al auditor
la convicción necesaria para tener una base objetiva en su examen.
4. Para obtener la evidencia, el auditor deberá guiarse por los criterios de impor-
tancia relativa y riesgo probable.
5. Se considera que una partida tiene importancia relativa cuando mediante su
inclusión o exclusión o un cambio en su presentación, en su valuación o en su
descripción pudiera modificar sustancialmente la interpretación de la informa-
ción financiera.
6. El riesgo probable se refiere a la posibilidad de error que puede representar la
carencia o deficiencia de ciertas partes de la evidencia, dada la naturaleza de la
partida que se pretende comprobar.
7. La evidencia suficiente y competente debe consignarse en los papeles de trabajo.
192 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2. NORMAS DE AUDITORÍA RELATIVAS A LA EVIDENCIA

2.1. Normas españolas sobre evidencia


Las Normas internacionales de auditoría, NIA, han sido adaptadas por el ICAC para
su aplicación en España por parte de los auditores por Resolución del ICAC de 15 de
octubre de 2013. Su denominación abreviada en España es NIA-ES1.
Se deja constancia en cada una de las NIA, emitidas por el Consejo de Normas
Internacionales de Auditoría y Aseguramiento —IAASB—, de que se reproduce su
traducción al idioma español —NIA-ES—, realizada por el ICAC y el Instituto de
Censores Jurados de Cuentas de España —ICJCE—2 con la autorización de la Federa-
ción Internacional de Contadores —IFAC— publicada por la IFAC, en inglés, en abril
de 2009.
Establecen las NIA, que los medios por los que el auditor llega a obtener una evi-
dencia suficiente y competente son inspección, observación, indagaciones, investiga-
ciones y confirmaciones de movimientos y saldos, comprobaciones y verificaciones de
cálculos y técnicas de revisión analítica, lo que le permite formular una opinión objetiva
respecto de los estados financieros sometidos a examen. La medida de la validez de la
evidencia se basa precisamente en el juicio del auditor a este respecto.
La evidencia de auditoría se halla contemplada en la NIA-ES 500 «Evidencia de
auditoría», y en la NIA-ES 501, debiendo interpretase a primera conjuntamente con la
NIA 200, «Objetivos globales del auditor independiente y realización de la auditoría de
conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría».
La referida NIA-ES. 500 referente a la evidencia en la auditoría, está compuesta de
una Introducción a la norma y cuatro apartados: Objetivo; Definiciones/Requerimien-
tos, que contempla los siguientes apartados: Evidencia de auditoría suficiente y adecuada,
Información que se utilizará como evidencia de auditoría, Selección de los elementos
sobre los que se realizarán pruebas para obtener evidencia de auditoría; Incongruencia
de auditoría o reservas sobre su fiabilidad; y finalmente la guía de aplicación, que no es
más que un desarrollo del apartado Requerimientos.
En la NI-ES. 501. Consideraciones específicas para determinadas áreas, se disponen
criterios adicionales a los contenidos en la NIA-ES. 500, referidos a determinadas par-
tidas de los estados financieros e informaciones de ellos derivadas; concretamente: la
evidencia necesaria en los inventarios de existencias, la relativa a las cuentas a cobrar, la
conveniente a litigios y reclamaciones judiciales en curso, la relativa a la valoración de
inversiones a largo plazo y su reflejo en los estados financieros y la relativa a la infor-
mación de la cifra de negocios desagregada (información por segmentos, la denomina).

1. Las NIA-ES pueden consultarse en la página web del ICAC http://www.icac.meh.es/Norma-


tiva/Auditoria/Auditoria.aspx en la web del ICJCE www.icjce.es/normativa/nacional; y en la web de los
auditores censores jurados de cuentas del Col•legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya www.audi-
tors-censors.com/ws_ccjcc/dptoTecnico/normas.php?MQ.
2. Más información sobre el IFAC en: www.ifac.org.
Aspectos de fondo: La evidencia en la prueba pericial contable 193

Otras NIA-ES que se refieren también a la evidencia de auditoría son: 505. Con-
firmaciones externas; 510. Encargos iniciales de auditoría. Saldos de apertura; NIA-ES
520. Procedimientos analíticos; NIA-ES 530. Muestreo de auditoría; NIA-ES 540.
Auditoría de estimaciones contables, incluidas las de valor razonable y de la información
relacionada que debe revelarse; NIA-ES 550. Partes vinculadas; NIA-ES 560. Hechos
posteriores al cierre; NIA-ES 570. Empresas en funcionamiento; NIA-ES Manifesta-
ciones escritas.

2.2. La evidencia judicial


En las actuaciones periciales, actúe el perito en calidad de auditor o lo haga en calidad
de economista, titulado mercantil, según fuera el nombramiento, el juicio en cuanto a
obtención de evidencia no ha de ser distinto. Esto se halla dentro de la lógica de la ética
profesional, ya que no sería ético que un auditor de cuentas que fuera además economista
o titulado mercantil actuara de un modo cuando el nombramiento hubiera sido en
calidad de auditor y de otro distinto si lo fuera por la otra titulación poseída.
No obstante, la evidencia judicial difiere de la evidencia de auditoría. En auditoría
basta con una evidencia relativa, la obtenida por muestreo según parámetros determi-
nados. La evidencia judicial en probática judicial, por el contrario, no basta con una
evidencia relativa, precisa de evidencia absoluta de los hechos. Es necesario comprobar
fehacientemente las afirmaciones o negaciones de los hechos que se le imputan al que-
rellado o denunciado o que aduce el demandante contra el demandado.
Si bien es cierto que, según se ha dicho, la prueba pericial contable, al igual que las
demás pruebas, no vinculan en absoluto al juzgador en la adopción de un criterio sobre
los hechos (LEC, art. 348, y LECrim art. 741) (véanse 1.5 y 3.1.1), y que el dictamen
pericial no es más que un simple medio de prueba, no menos cierto es que el resultado
de la prueba adquiere en muchos casos una importancia decisiva en el acto de emitir
sentencia, ya que permite al juzgador conocer exactamente qué es lo que ha ocurrido
en realidad.
Naturalmente que el juzgador incrimina los hechos, pero es el perito quien dicta-
mina sobre tales hechos, que habrán de ser luego apreciados por él. En consecuencia es
de advertir la importancia de la evidencia que ha de obtener el experto previa a la
emisión de su dictamen.
El informe basado en una evidencia incompleta podría dejar sin castigo al autor del
delito.
La vía del ejemplo ilustra las anteriores afirmaciones.
Una prueba pericial contable realizada sobre doscientos cheques bancarios que se le
imputan a un contable por delito de hurto, de los cuales el perito ha adquirido evidencia
relativa al comprobar la falsedad de la imputación de cien de los referidos talones (evi-
dencia relativa basada estadísticamente en una tasa de error del 3%, con un nivel de
confianza del 90% y un porcentaje de precisión de ±2%) es, evidentemente incorrecta
si se tiene en cuenta que los otros cien talones pueden ser realmente objeto material del
delito de hurto.
194 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

El informe pericial sobre el montante del fraude descubierto en una apropiación de


cheques bancarios obliga a la obtención de evidencia absoluta sobre la veracidad o fal-
sedad de las afirmaciones de la parte querellante o denunciante, lo que exige una veri-
ficación del cien por cien de la documentación.
De todo lo expuesto se deduce que la metodología de la prueba pericial contable,
si bien es la misma que para la práctica de la auditoría, exige la obtención de un grado
de evidencia absoluta, total. Ello obliga a la revisión y verificación de la totalidad de los
documentos y elementos de prueba aportados en autos, así como de cuantos otros se
deduzcan de la contabilidad de las partes y tengan relación con el objeto del pleito, de
la querella o denuncia.
Por supuesto que la actuación del perito en una prueba pericial más amplia o menos
concreta permitirá utilizar métodos y procedimientos convencionales de auditoría, cua-
les las pruebas selectivas y los tests (de razonabilidad, de verificación, de transacciones).
En tales casos, la obtención de evidencia habrá de ponderarla el perito en razón a la
conclusión que haya de emitir en el dictamen.
Así, en una opinión general sobre la contabilidad y su grado de fiabilidad, será sufi-
ciente la obtención de evidencia relativa; la suficiente para conocer y cerciorarse de que
la contabilidad presenta todos los visos de veracidad requeridos o, contrariamente, es de
nula fiabilidad.
En litigios sobre cuestiones financieras en las que la determinación de la tasa de
interés resulte esencial, cuando sea este el interés de las partes, el perito debe obtener
suficiencia en la evidencia respecto de la tasa hallada.
La evidencia necesaria se obtiene a través de la determinación de la tasa de interés,
calculada en la forma dispuesta por la matemática financiera, mientras que la evidencia
suficiente se deduce verificando que con la tasa hallada se obtiene realmente el importe
total que debe pagarse, suma del capital más los intereses, y la cuota periódica es la que
sirvió de base para calcular dicha tasa.
El caso 6 de los casos penales, relativo a una denuncia por supuesto delito de usura
en el CPa, ya que en el CP está despenalizada, es especialmente idóneo para ejemplificar
lo que aquí se expone.
En la denuncia de referencia, según consta en el dictamen, el Ministerio fiscal solicitó
la práctica de una prueba pericial contable consistente en informar sobre cuál era el
interés de la operación y cuál el interés medio vigente en el mercado al tiempo de la
operación. Se remite a lo expuesto en el dictamen del caso.
En resumen, lo que se exige de todo dictamen pericial es que las pruebas sean con-
cluyentes y evidentes. Solo así las conclusiones del perito podrán rendir a la evidencia,
revocando los argumentos de la parte equivocada, sea la querellante o querellada,
demandante o demandada, o bien orientar sobre la procedencia o improcedencia de la
denuncia o querella.
Finalmente el perito habrá de tener muy en cuenta que la inexistencia total o parcial
de pruebas (documentos, registros, libros, etc.) no significa en absoluto la inexistencia
de evidencia siempre que dicha evidencia pueda obtenerse por otros medios.
Esto puede establecerse en el siguiente postulado:
Aspectos de fondo: La evidencia en la prueba pericial contable 195

La evidencia de ausencia (de pruebas) no supone ausencia de evidencia.

3. EL DILEMA EN LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE

En determinados casos en que no le es posible al perito obtener evidencia compe-


tente ni suficiente se plantea lo que se conviene aquí en denominar dilema probatorio.
Se plantea el dilema cuando surge una disyuntiva en el examen y verificación de las
documentaciones que amparan y soportan los hechos y el perito no logra alcanzar por
ello evidencia competente ni suficiente, o cuando la evaluación en términos económicos
constituye precisamente el objeto material del proceso (civil o penal, indistintamente)
cuyo discernimiento corresponde precisamente al juez.
El perito no tiene facultades para decidir sobre los hechos ni, como se dijo (véase
Primera parte, 1.5), sacar conclusiones ni juicios valorativos sobre la evaluación eco-
nómica que se deriva de los documentos y hechos verificados. En tales casos el perito
carece de la evidencia competente y suficiente, cuya ausencia es la causa del dilema.
Corresponde en tales casos al perito informar en el dictamen de las circunstancias y
causas origen del dilema probatorio, evaluando la disyuntiva en sus posibilidades para
que el órgano jurisdiccional que entiende del expediente decida.
En el caso 7 corresponde al cómputo del importe total de las rentas por alquileres
de vivienda y plaza de garaje en un litigio de daños y perjuicios, no le quedó claro al
perito qué períodos, procede calcularse la percepción de las rentas por parte de la actora:
fecha del contrato privado de compraventa de la vivienda y la plaza de garaje objeto de
las rentas, hasta el 2/3/2015, fecha del desalojo y entrega de la posesión; desde el cese
de la concurrencia de buena fe en la posesión; o desde la fecha de interposición de la
demanda hasta fecha de la entrega de la posesión a la demandada. Ante la falta de con-
creción en el escrito de proposición de la prueba por parte de la solicitante demandada
se plantea el dilema probatorio. Ante el dilema, el perito optó por efectuar los cálculos
en base a los tres períodos, dejando al criterio del juzgador la determinación del período.

4. ABSTENCIÓN DE JUICIOS SUBJETIVOS

El perito deberá limitarse en el dictamen o informe que emita a dar respuesta, si le


es posible, a todas y cada una de las cuestiones formuladas en los escritos de proposición
de prueba; de requerírsele por el órgano jurisdiccional, expresará su opinión profesional,
absteniéndose en todo caso de emitir juicios valorativos sobre el objeto del litigio, ni
formular conclusiones subjetivas, distintas de las objetivas; estas últimas sí habrá de poder
formularlas en las causas civiles, y estará obligado a hacerlo en las penales.
Para el exacto cumplimiento de sus funciones, el perito deberá tener, además, muy
en cuenta los siguientes principios que configuran aspectos esenciales de la deontología
de la especialidad:
196 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

«Al experto corresponde la apreciación del hecho y al juez la calificación del Derecho 3.
Al experto no le incumbe sacar conclusiones sobre el interés del litigio o sobre la cul-
pabilidad del reo, sino poner de manifiesto la veracidad o falsedad de los hechos que se
imputan o ventilan.
Lo que se espera de todo sujeto llamado a la realización de la pericia son elementos de
decisión, no juicios preparados».
La actuación del experto, por excelente y completa que sea su formación profesional,
incluso de coincidir en él la de profesional del Derecho, se halla limitada a la manifes-
tación de los resultados de sus investigaciones sobre los hechos observados, eludiendo
sacar conclusiones y desde luego emitir juicios valorativos sobre la culpabilidad del pro-
cesado, sobre la clase de delito o el interés del litigio. No cabe ocultar, sin embargo, que
los hechos económicos con trascendencia jurídica, que por su propia naturaleza suelen
ser casi todos, en cuanto se los introduce en un procedimiento judicial, se hallan tan
estrechamente incardinados que resulta imposible su tratamiento por separado, lo que
obliga a un tratamiento global, lo que pudiera ir en contra del espíritu de los citados
principios, circunstancias que el perito habrá de tener muy en cuenta.
No obstante lo expuesto, en no pocas ocasiones es el propio juez quien requiere del
experto para que concrete sobre la existencia o inexistencia de delito. Son casos en que
el delito se hace precisamente evidente a través de la prueba pericial contable. En tales
casos el perito no emite un juicio u opinión, sino que expone una evidencia.
Se da este caso cuando el juez solita del experto, tras el detalle de la prueba que debe
ser realizada, que diga «[...] si ha existido o no ha existido apropiación [...]» o, incluso,
aunque no lo solicite, si de los hechos que han sido probados en la pericial se ha puesto
de manifiesto de forma evidente la existencia del delito imputado.

3. R. GARCÍA MICOLA y R. GARCIA MORENO DE LA VEGA, op.cit.


CAPÍTULO 2

Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción


penal

No se pretenden exponer aquí métodos y procedimientos de revisión de cuentas y


de auditoría, por cuanto es materia ajena al alcance de la presente obra1. Se ha consi-
derado, sin embargo, conveniente exponer de forma sucinta algunas particularidades
relativas al procedimiento para la práctica de la prueba pericial contable y, en su caso, a
las actuaciones de auditoría dirigidas a la obtención de la evidencia necesaria y suficiente.
Las revisiones de cuentas y demás actuaciones de auditoría dirigidas concretamente
a la detección de actos delictivos tienen dos proyecciones diferenciadas:
• Revisiones de constatación.
• Revisiones de revelación o de descubrimiento.
La diferencia existente entre las revisiones de constatación y las de revelación o de
descubrimiento consiste en que en las primeras el hecho delictivo es revelado, es decir,
descubierto, por el personal de los servicios contables o de auditoría interna de la empresa
o por el propio sujeto pasivo agraviado, y el perito o auditor solo lo constata, mientras
que en las segundas es el auditor quien lo descubre.
En las intervenciones de constatación el auditor perito cuenta desde un principio
con la existencia de una cierta evidencia de la comisión de delito.
Se practica tanto en actuaciones judiciales como en las extrajudiciales para probar y
constatar los hechos ya descubiertos por otras personas de la empresa.
Dentro de las actuaciones judiciales constituyen la propia prueba pericial realizada
dentro del proceso penal.
Es singular en el sentido de que los hechos están ya determinados y a lo que úni-
camente debe centrarse la prueba es a la constatación o rechazo de los hechos constantes
en autos.

1. Véase el trabajo de J. C. BALAGUÉ DOMÉNECH «Metodología de la auditoría», publicado


en Técnica Contable, núm. 447, Madrid, mayo de 1986, y en la revista Contaduría Pública, del Instituto
Mexicano de Contadores Públicos, A. C. México, mayo de 1986.
198 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Contrariamente, en las revisiones de revelación o de descubrimiento el hecho


delictivo está basado en indicios y presunciones. Es siempre extrajudiciales. Se practica
a instancias del sujeto pasivo del presunto hecho delictivo —particular o empresa—,
que presume o asegura haber sido o estar siendo víctima de fraude, hurto o apropiación
indebida por parte de alguien, generalmente ligado a él por vínculos laborales sino
incluso familiares.
Las actuaciones en uno u otro caso han de ser necesariamente distintas.
En las primeras las actuaciones van dirigidas a obtener la evidencia con la prueba
(véase 8).
En las revisiones de constatación el auditor perito debe limitarse a constatar la vera-
cidad o falsedad de los hechos delictivos constantes en autos, si la prueba tiene lugar
dentro del procedimiento judicial, o expuestas por el sujeto pasivo, en los casos de
revisiones extrajudiciales o previas a la interposición del procedimiento judicial (que-
rella, denuncia).
El segundo tipo de actuaciones está proyectado a la revelación y descubrimiento de
los hechos delictivos, basados únicamente en indicios y presunciones. La actuación
pericial en estos casos es el medio para probar la veracidad o falsedad de tales presun-
ciones mediante rendición a la evidencia.
En las revisiones de revelación o de descubrimiento no existe nada que constatar,
el perito debe descubrir la materialización de los hechos que se presumen han ocurrido
o que se imputan al presente autor.
En la revelación, el descubrimiento alcanza, además de a la exposición de los hechos,
a la determinación de la cuantía —el quantum del delito—.

1. APLICACIONES DE LOS PROCEDIMIENTOS SEGÚN LA FORMA DE COMISIÓN DE LOS


DELITOS

En las empresas, por lo dicho en la introducción al Capítulo 4 para detectar errores


materiales, involuntarios o intencionados, que puedan existir en cuentas y, en conse-
cuencia, puedan contener los estados financieros, los auditores aplican ciertos tests
denominados tests sustantivos o tests de verificación, consistentes en obtener evidencia
directa en cuanto a validez y corrección de la información y, si está completa, contenida
en los soportes contables, sometiendo a verificación las transacciones, movimientos y
saldos a fin de detectar las posibles irregularidades, omisiones o errores que en ellos
existan o puedan contener.
La evidencia directa se obtiene concretamente a través de test sustantivos o test de
verificación siguientes:
• Test detallado de transacciones
• Test detallado de saldos.
Mediante los test los auditores practican el examen detallado de transacciones, movi-
mientos y saldos registrados en cuentas, se hallen directamente reflejadas (cuentas prin-
cipales —mayor—) o no (cuentas auxiliares o subcuentas —cuentas personales, de
clientes, de proveedores, de gastos, etc.—) en los estados financieros, aplicando en
Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción penal 199

mayor o menor intensidad los test sustantivos en razón a la mayor o menor fiabilidad
revelada por el sistema de control interno.
Las pruebas que constituyen los test sustantivos se aplican a aquellas cuentas en las
que el auditor advierte mayor probabilidad de irregularidades y errores ya identificados
en las verificaciones preliminares.
La contabilización de regularizaciones de cuentas de fin de ejercicios, por tratarse
de información que se produce una sola vez al año, no habiendo sido posible probarlos
en el test de transiciones, solo es posible verificarlos mediante tests sustantivos esto es,
mediante verificación directa.
A continuación se exponen algunas de las aplicaciones del procedimiento descrito
en las actividades delictuosas, según su forma y según las áreas de realización expuestas
en la Primera parte, capítulo 4, epígrafes 1 y 2.

1.1. Utilización de comprobantes y justificantes contables correspondientes


a operaciones anteriores
Tests sustantivos:
Procede la aplicación de tests sustantivos en todos los comprobantes o justificantes
correspondientes al periodo en que se advierte o presume se hayan producido los hechos
delictivos.
Puede coincidir, por ejemplo, con el periodo de permanencia en la función o en el
puesto de trabajo de un determinado empleado, sujeto activo del delito.
En otros casos el periodo será aquel en que se hayan detectado las manipulaciones
delictuosas.

1.2. Comprobantes y justificantes falsos


Test sustantivo:
Verificación de existencia, progresividad de numeración interna de comprobantes
y justificantes comprobando que esté completa.
Verificación de la concordancia de salidas de efectivo y cheques bancarios a la caja
y su correlativo ingreso en las cuentas bancarias.
Verificación de racionalidad de los conceptos, constancia de firma o vistos autori-
zantes, ausencia de raspaduras, tachaduras y/o añadiduras y apariencia de autenticidad
como documento justificante de la operación a que se contrae.

1.3. Falsificación de firmas


Test sustantivo:
Examen de la veracidad o falsedad de las firmas en comprobantes y justificantes y
demás documentos correspondientes al periodo considerado, con separación de las que
se adviertan dudosas o presuman falsas para su posterior sometimiento a prueba caligrá-
fica de firmas por experto.
200 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.4. Destrucción o extravío intencionado de comprobantes y justificantes


Test sustantivo:
Verificación de existencia, progresividad de numeración interna de comprobantes
y justificantes comprobando que esté completa.
Verificación de existencia de comprobantes y justificantes con los apuntes contabi-
lizados en registros y libros.
Control de los comprobantes y justificantes no hallados (inexistentes).
Análisis de las partidas carentes de comprobantes o justificantes y análisis de la exis-
tencia o no de similitud y características comunes de tales partidas indocumentadas,
como: cuantías; clase de operaciones; identidad de negocios jurídicos; identidad de per-
sonas, individuales o jurídicas, y/o empresas intervinientes, etc.

1.5. Comprobantes y justificantes con inscripciones deliberadamente


erróneas
Aplicación de idéntico test sustantivo que en 1.2, 1.3 y 1.4. supra.

1.6. Fraudes urdidos con las documentaciones y soportes contables:


registros de contabilidad principales y/o auxiliares
Consistente en la falta de concordancia intencionada de las operaciones registradas
en libros y registros con los documentos que las soportan.
Los apuntes procedentes de fuentes no habituales, como contratos, documentos,
actas del consejo de administración incluso de las juntas o asambleas generales son espe-
cialmente idóneos para la comisión de este tipo de defraudaciones.
Test sustantivo:
Verificación de los asientos y apuntes en libros y registros principales y auxiliares
con las documentaciones soporte.
Verificaciones profundas de las operaciones procedentes de fuentes no habituales.
El examen minucioso y profundo de los documentos soporte es inevitable.

1.7. Irregularidades con cheques y pagarés de cuentas bancarias


Las sustracciones y apropiaciones de dinero efectivo dentro del circuito de ingresos
y pagos a través de cuentas bancarias tienen determinadas circunstancias comunes que
merecen destacarse.
Test sustantivos:
Todo cuanto acontece en las cuentas bancarias tiene su verificación a través de la
aplicación de los tests de verificación o tests sustantivos, dirigidos, como se ha dicho, a
la formación de evidencia directa.
La evidencia directa se obtiene aquí mediante la aplicación de los tests detallados de
transacciones y de saldos.
Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción penal 201

El procedimiento en que se basan los dos últimos tests dentro del circuito de cobros
y pagos a través de cuentas bancarias es la conciliación de los extractos de cuentas cur-
sados por las entidades bancarias con las que la entidad o persona perjudicada opera.
La conciliación consiste en verificar los movimientos constantes en el extracto de
cuenta del Banco U. o caja de ahorros con los de los registros de Banco U.s de la empresa
o persona perjudicada, advirtiendo los constantes en el extracto y que no constan en los
registros y, viceversa, los movimientos constantes en los registros de la empresa y no
constantes en el extracto, convenientemente separadas las diferencias de los ingresos de
las de los pagos y dejando nota informativa de los motivos de las incongruencias, obser-
vando si tales discrepancias quedan regularizadas en periodos inmediatos posteriores.
Como precaución cabe apuntar que deben tomarse los originales de los extractos,
desechándose las reproducciones y copias.
La carencia de registros por parte de la empresa o persona perjudicada imposibilita
la aplicación del test por imposibilidad material de practicar la conciliación. En tales casos
no resta otra solución que el examen material y directo de los documentos obrantes en
la empresa, así como de los facilitados por los Banco U.s o cajas de ahorros, viendo su
concordancia o no con los extractos.
La investigación de los hechos por la vía del examen de cheques, pagarés y demás
documentos obrantes en los archivos de los Banco U.s y cajas de ahorros permiten
obtener la evidencia directa que se pretende sobre los hechos objeto de investigación.
Es precisa la disposición material de los cheques o pagarés para su examen físico.
El examen material de los cheques y pagarés habrá de realizarse en las propias
dependencias de la entidad bancaria o caja de ahorros al que pertenezcan la o las cuentas
por las que fueron extendidos o en las que hubieran sido ingresados. Habrán de ser
facilitados por la oficina, sucursal o agencia de la entidad con cargo a la cual hayan sido
librados.
La revisión profunda del circuito recorrido por cada cheque o pagaré, tanto dentro
como fuera de la entidad bancaria o caja de ahorros en cuya oficina hayan sido locali-
zados, permite llegar a determinar los titulares de las cuentas a las que fueron ingresados,
los cuales, directa o indirectamente, serán quienes se hayan beneficiado de la cuantía del
cheque o pagaré.
Aun cuando el auditor o el perito experto en contabilidad no pueda atestiguar sobre
la autenticidad de las firmas constantes en los cheques o pagarés, del simple examen
visual de estas sí puede deducir razonablemente si las firmas son o no coincidentes con
las constantes en las fichas o cartulinas de firmas en poder de la entidad bancaria o caja
de ahorros, por lo menos en igualdad de condiciones al reconocimiento por parte de
los empleados de la entidad.

1.8. Sustracción de dinero efectivo


Puede ser ejecutado por persona ajena al responsable de los fondos de la caja (caso
del empleado que pasa por delante de la caja que el cajero ha dejado indebidamente por
unos instantes abierta mientras se ausenta momentáneamente de su lugar de trabajo y
202 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

sustrae dinero o motiva con ese propósito la ausencia del cajero cuando está contando
dinero). Solo es detectable por procedimientos de auditoría la falta de dinero, el quan-
tum, no el autor. Es la figura del tipo del delito de hurto.
Observaciones sistemáticas y estratégicas inteligentemente propiciadas, ajenas a la
actuación auditora, permiten la determinación del autor, pudiendo incluso cogerlo in
fraganti.
Cuando es el propio responsable de los fondos de caja quien comete la acción se
está ante un acto de apropiación, figura del tipo de la apropiación indebida.
Test sustantivo idóneo para detectar procedimientos y cuantía:
Arqueos de caja sorpresivos.
Verificación de comprobantes y justificantes de caja y Banco U.s.

1.9. Falseamiento de la información


Son determinables mediante la práctica de pruebas de propiedad o congruencia de
los valores reflejados por los saldos de los balances con los arrojados por los libros de
contabilidad y demás registros. Consiste en una constatación de valores entre balances
y libros.
La constatación de si los balances y estados financieros presentan razonablemente la
situación financiero-patrimonial de la entidad requiere la práctica de una auditoría
completa, cuya metodología, como se ha dicho antes, queda fuera del alcance de la
presente obra.

2. APLICACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS SEGÚN LAS ÁREAS DE REALIZACIÓN DE


LOS DELITOS

2.1. Circuito de cobros


2.1.1. Retención de cobros de ventas al contado
Test sustantivo:
Verificación del número de operaciones y cuantías de los cobros por ventas al con-
tado entregadas al responsable de la caja general o directamente ingresadas a una de las
cuentas bancarias de la empresa con las notas de ventas al contado, efectuadas por el
empleado presunto autor de la apropiación.
Es preceptivo el examen material de las notas de ventas o tiras de caja registradora,
viendo la progresividad de la numeración para determinar el número de las operaciones
no liquidadas y la cuantía de estas.
Por supuesto que la entrega y cobro de géneros sin emisión de comprobante de caja,
costumbre generalizada en ciertos comercios al detalle, hace inviable las verificaciones
por este medio.
La retención de cobros supone siempre una anomalía detectable tanto por el res-
ponsable de caja como por el jefe inmediato superior al empleado autor de la retención.
Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción penal 203

La exigencia diaria de los fondos ingresados y de su control por parte de aquellos evita
la comisión del delito.

2.1.2. Ocultación y falseamiento de cobros en dinero efectivo


Alcanza a cualquier actuación maliciosa tendente a hacerse con el producto de los
cobros en dinero efectivo, ocultando o falseando el hecho de haberse producido el
cobro, cualquiera que sea su procedencia.
Test sustantivo:
Verificación de las documentaciones de cobro extendidas por el presunto autor con
el efectivo recaudado.
Los documentos de cobro objeto de revisión son: notas de contado; tiras de cajas
registradoras; matrices y de recibos; facturas de cargo; cualesquiera otros justificantes o
documentos utilizables o utilizados para la realización de los cobros.
Verificación de la progresividad en la numeración de los documentos y la concor-
dancia de fechas.
Es válida también aquí la observación de 2.1.1. supra, sobre la no emisión de com-
probantes de caja.

2.1.3. Ocultación y falseamiento de cheques y pagarés


La detección de ocultación o apropiación de cheques y pagarés resulta de más fácil
determinación teniendo en cuenta que los cheques y pagarés ocultados y posteriormente
apropiados habrán dejado un rastro por el hecho de su cobro o ingreso en la cuenta del
autor de la apropiación.
Test sustantivo:
Los tests para la investigación de los hechos son los descritos en el epígrafe anterior
2.1.2. El test para el seguimiento del rastro dejado por los cheques y pagarés es el descrito
en el epígrafe 1.7.

2.1.4. Ingresos de ventas a crédito no contabilizados


La ocultación y falseamiento de cobros en ventas a crédito no resulta de muy difícil
localización.
Test sustantivo:
Revisión de la antigüedad de los saldos reflejados en cuentas personales: clientes y
otras cuentas deudoras.
Investigación de las causas de la antigüedad superior al periodo de cobro (clientes;
cuentas a cobrar).
La investigación alcanza las circularizaciones de saldos con los titulares de las cuentas
personales afectadas. Las respuestas a tales circularizaciones por parte de los deudores
(clientes; otros deudores) pone de manifiesto la discrepancia de saldos y proporciona
una vía para la investigación de los hechos hasta llegarse a determinar los cobros ocul-
tados o apropiados y su cuantía.
204 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2.1.5. Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores posteriormente


cancelados mediante la extensión de notas de abono
Test sustantivo:
Revisión de las cancelaciones por notas de abono y verificación de que tales notas
sean reales, es decir, se correspondan con hechos efectivos.
Las notas de abono deben corresponderse con devoluciones de géneros, en cuyo
caso es preceptiva la comprobación de la realidad de estas, viendo si existe constancia
de la entrada o alta en el correspondiente almacén.
Pueden corresponder también a errores materiales o de hecho en la extensión de
las facturas, como errores aritméticos, errores en la aplicación de descuentos, errores en
precios, etc. La revisión exige una verificación con las condiciones del cliente o deudor,
viendo la realidad y veracidad del abono emitido.

2.1.6. Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores posteriormente


cancelados como incobrables
Test sustantivo:
Los test para la investigación de los hechos son los descritos en el epígrafe anterior
(2.1.5).
Tras la aplicación del test sustantivo expuesto en el epígrafe anterior procede la
verificación de las cancelaciones de créditos incobrables y su correspondiente cargo a
pérdidas y ganancias o a la previsión para créditos incobrables, así como el registro del
crédito cancelado por traspaso a cuentas de orden de cancelación de créditos incobrables
—de existir en la empresa un sistema de cuentas de orden—, observando la apariencia
de certeza de la cancelación y la existencia de documentación anterior justificativa del
crédito y motivos por los que se cancela, todo ello debidamente autorizado por apo-
derado o persona que se haya responsabilizado del apunte.
La presunción de apropiación de cobros de créditos cancelados como incobrables y
total o parcialmente cobrados posteriormente hace obligada la consulta directa al deudor
sobre las circunstancias del impago y veracidad del idéntico.
La existencia de recibo o carta de pago en poder del deudor dilucida la sospecha y
es prueba evidente de la apropiación.

2.1.7. Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores no acreditados en sus


cuentas personales
Supone una variación del caso expuesto en 2.1.4 supra, de apropiación de ingresos
de ventas a crédito no contabilizados. La omisión de contabilización supone la no acre-
ditación del cobro a la cuenta del cliente o del deudor. La circularización de saldos como
procedimiento del test lleva al descubrimiento de la apropiación o a la formación de la
evidencia sobre el hecho ya sospechado.
Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción penal 205

2.1.8. Giros y recibos cobrados y no ingresados en caja, constantes como si todavía se


hallasen en cartera de cobros
Test sustantivo:
Realización de un inventario de la cartera de giros y/o recibos al cobro, así como
de la cartera de recibos y/o efectos impagados.
La aplicación del test mediante la verificación de los inventarios de dichas carteras,
seguido de la aplicación de tests detallados de transacciones, hace posible la determina-
ción de la cuantía de la apropiación por constatación de la no coincidencia del saldo de
las cuentas de tales carteras (cartera de efectos al cobro, cartera de recibos al cobro, cartera
de efectos impagados, cartera de recibos impagados) con los respectivos inventarios, así
como con los antecedentes de las documentaciones objeto material de la apropiación y
las cuentas utilizadas para perpetrarla.

2.1.9. Apropiación de cheques y pagarés recibidos por correo


Variedad de apropiación de los casos expuestos en 1.7 y 2.1.3 supra.
Test sustantivo:
Los tests para la investigación de los hechos son los descritos en el epígrafe anterior
2.1.3. El test para el seguimiento del rastro dejado por los cheques y pagarés es el descrito
en el epígrafe 1.7.

2.1.10. Falsos descuentos


Consiste en la liquidación en caja de menor importe de los cobros, arguyendo la
realización de falsos descuentos sobre el importe de facturas y/o de notas de cargo.
La inexistencia de normas internas prohibitivas de la realización de otros descuentos
que no sean los constantes en factura facilita la realización del delito.
Test sustantivo:
Verificación de las cuentas de clientes afectadas por los falsos descuentos, en las cuales
probablemente se hayan detectado diferencias entre los cargos por facturas y los créditos
por los cobros realizados, de menor importe que aquellos.
La solicitud de extractos de cuentas a los clientes afectados es procedimiento del test
sustantivo de referencia.

2.1.11. Sumas de máquina relativas a cobros, fraudulentas


La aplicación del test en el que se ponga de manifiesto la existencia de sumas de
máquinas calculadoras fraudulentas suele consistir en revisiones de constatación, no sig-
nificando que no puedan darse también en revisiones de revelación o de descubrimiento
en actuaciones de auditoría financiera o de simple revisión de cuentas.
La existencia de listados sumados emitidos por ordenador no constituye ni mucho
menos una garantía de que las sumas sean correctas. Falseamientos de la información
han sido realizados precisamente mediante el falseamiento intencionado de largas sumas
206 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de estados informáticos, tanto más difíciles de detectar cuanto más extensos son los
listados y sus sumas.
Test sustantivo:
Verificación de los listados de ordenador comprobando la existencia de todas las
hojas que constituyeron el listado inicial y que estén completas.
Verificación de la existencia, progresividad de numeración de los listados compro-
bando que esté completa. Si los listados carecen de numeración esta verificación deven-
drá imposible. La carencia de numeración en los listados es circunstancia que facilita la
comisión del delito.
Verificación de las sumas con los documentos afectados. De existir apropiación, la
inconcordancia entre las sumas y las cantidades contabilizadas en libros o registros con-
tables será la cuantía de la sustracción.
La verificación de sumas de documentaciones y registros constituye parte del pro-
cedimiento de los tests sustantivos.

2.1.12. Irregularidades en importes, transcripciones y sumas de los registros de cobros de


cajas y Banco U.s
Test sustantivo:
Verificación directa de los asientos en libros y registros de caja y Banco U.s con los
documentos soportes de los idénticos.
Aplicación del test expuesto en 2.1.11, relativo a sumas.

2.1.13. Cheques y pagarés ingresados en Banco U.s y devueltos impagados,


posteriormente cobrados y apropiados
Idénticas características que en 2.1.3 y 2.1.9, si bien en estos casos la apropiación se
produce antes de ingresar los cheques y pagarés a las cuentas bancarias y en este con los
cheques y talones devueltos impagados que son cobrados y apropiados por el actor.
La observancia de la antigüedad de los saldos de clientes y deudores no cancelados
sin que se adviertan acciones efectivas dirigidas al cobro de los saldos deudores y la falta
de los cheques o pagarés originarios es indicio racional de la sustracción.
La consulta al antiguo deudor, dado que ya liquidó su deuda, y la exhibición del
cheque o pagaré o el recibo sustitutorio, es prueba suficiente de la evidencia del hecho
delictivo.
Test sustantivo:
Idéntico al indicado en 2.1.3 supra.

2.1.14. Efectos librados a clientes y otros deudores, devueltos impagados, cobrados y


apropiados
Apropiación de idéntica clase que la referida en 2.1.13, supra, si bien el objeto
material son efectos (giros) librados contra cliente o deudores en lugar de cheques y
pagarés.
Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción penal 207

Test sustantivo:
Idéntico procedimiento que en 2.1.13.

2.1.15. Ingresos registrados por menor cantidad


Idénticas características que en los falsos descuentos.
Test sustantivo:
Idéntico que para 2.1.10.

2.2. Circuito de pagos


2.2.1. Apropiación del importe de falsas compras
Test sustantivo:
En las revisiones de constatación la formación de la evidencia tendrá lugar a través
de la revisión del circuito interno de las compras en las que hayan sido detectadas
maniobras fraudulentas. La aplicación del test lleva implícita la verificación de los movi-
mientos de los almacenes afectados, viendo la inexistencia de la entrada de las falsas
compras.
En las revisiones de descubrimiento o de revelación el hecho delictivo se habrá
puesto de manifiesto como consecuencia de la aplicación de los tests detallados de
transacciones, con la inconcordancia entre los valores contables y los de almacenes, con
la carencia de la correspondiente factura del proveedor inexistente o con la coincidencia
de valores con facturas verdaderas de operaciones anteriores o posteriores, poniendo de
manifiesto la improcedencia del pago de la falsa operación.

2.2.2. Apropiación del importe de notas de abono de proveedores no contabilizadas


Test sustantivo:
Verificación de las cuentas personales de proveedores.
Consulta directa al proveedor o proveedores afectados.

2.2.3. Apropiación del importe de descuentos concedidos u obtenidos de proveedores


Test sustantivo:
Idéntico test que para 2.2.2.

2.2.4. Fraudes mantenidos en canjes continuados de cheques y pagarés librados por


empleados de la empresa
La mecánica del fraude consiste en cubrir apropiaciones de fondos con cheques y
pagarés librados por el actor contra sus propias cuentas e ingresados en las cuentas ban-
carias de la empresa y posteriormente devueltos impagados, pretendiéndose con ello
que la apropiación pase inadvertida.
Test sustantivo:
208 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Conciliaciones sistemáticas de las cuentas bancarias por parte de personal ajeno al


departamento de caja o tesorería. De ordinario las conciliaciones deben hacerlas personal
del departamento de contabilidad y el de auditoría interna, cuando existe. El control
triangular resultante realizado sistemáticamente evita la comisión de esta modalidad de
fraude, por lo que es el procedimiento idóneo para la constatación de tales acciones.

2.2.5. Cheques y pagarés librados y firmados por apoderados y demás personas


autorizadas, ficticiamente anulados, posteriormente apropiados y cobrados
Test sustantivo:
Idénticos que para 2.2.4.

2.2.6. Falsos ingresos bancarios no realizados


Test sustantivo:
Conciliaciones de cuentas bancarias con los extractos recibidos de Banco U.s, en
especial el circuito de ingresos a estas (véase 1.7).

2.2.7. Cheques extendidos al portador para pagos a proveedores u otros acreedores, no


entregados a estos, fraudulentamente manipulados y cobrados por mayor cantidad
Se evita extendiendo pagarés en vez de cheques y, en todo caso, siempre nomina-
tivos a nombre del proveedor o acreedor, con lo que la manipulación deviene, si no
imposible, cuando menos improbable por sus dificultades materiales.
Test sustantivo:
Idéntico que para 1.7.

2.2.8. Pagos de gastos ficticios


Es la consecuencia de la manipulación fraudulenta de comprobantes y justificantes
expuesta en 1.1 y 1.2.

2.2.9. Remuneraciones, sueldos y salarios liquidados con fraude


Consiste esta modalidad de fraude en incorrecciones en la confección de las nóminas
de pago al personal, en la comisión deliberada de errores en cálculos, sumas delibera-
damente incorrectas y demás manipulaciones en la composición cualitativa y cuantitativa
de nóminas, consiguiéndose importes mayores que los reales para apropiarlos, contabi-
lizando luego las cifras incorrectas, de superior importe.
Dentro de las modalidades de fraudes en nóminas con apoyo informático se dio en
Norteamérica en los primeros años de existencia de los ordenadores, consistente en
preparar en las aplicaciones informáticas de nóminas los cálculos con fracciones de la
unidad monetaria (centavos), extendiendo los cheques nominativos al personal por los
sueldos y salarios devengados despreciando fracciones y acumulándolas en una cuenta
ficticia que luego era retirada por el actor o actores del fraude.
Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdicción penal 209

Idéntico procedimiento habría de ser posible de perpetrarse en el proceso informá-


tico de emisión periódica de cheques nominativos a proveedores con eliminación de
las fracciones monetarias.
La eliminación generalizada en España de los céntimos y, en general, de las frac-
ciones, ha servido también para eliminar las posibilidades de comisión de esta modalidad
de fraude. La vuelta con el euro a las fracciones pudiera volver a utilizarse.
La implantación de un sistema único de pago a través de transferencias elimina las
posibilidades de comisión del delito.
Test sustantivo:
Verificación de los cálculos de las nóminas, incluso sumas.
Examen del programa informático de aplicación de nóminas (requiere la colabora-
ción del experto en informática).
Auditoría de las cuentas concernientes a sueldos y salarios y demás gastos de personal,
verificando la corrección de los cargos y la coincidencia con la emisión de cheques
emitidos y los importes pagados.

2.2.10. Apropiación de importes de falsas comisiones


Las comisiones especiales ajenas a los circuitos normales de ventas y extrañas a los
sistemas remunerativos ordinarios a agentes, representantes y vendedores constituyen
en todos los casos hechos singulares difíciles de probar. El pago de comisiones singulares
o especiales se halla muy próximo al cohecho y al soborno, hechos que muchas veces se
hallan, tanto para el que las percibe como para quienes los otorgan, en el límite entre
lo legal y lo delictivo, de ahí que sea difícil y en ocasiones imposible conocer si las
comisiones satisfechas a un tercero fueron reales o ficticias, habiendo sido en tal caso
embolsadas por quien afirma haberse visto obligado a liquidarlas en beneficio de la firma.
En el pago de falsas comisiones, generalmente liquidado en dinero efectivo, no
suelen existir comprobantes ni justificantes de su liquidación, ni siquiera el nombre o
nombres del o de los perceptores de estas, las cuales, como resulta lógico intuir, quedan
siempre en el anonimato.
Pero incluso habiéndose realizado el pago mediante cheque, incluso en disposición
material de dicho cheque por el auditor perito, resulta imposible conocer quién lo haya
cobrado, ya que tanto el receptor del cheque como el librador habrán cuidado de que
el talón fuera extendido al portador.
No existe un procedimiento eficaz para detectar la veracidad o falsedad de tales
comisiones singulares o especiales, muchas veces auténticas dádivas, por lo que el auditor
raras veces podrá dictaminar sobre ellas.

2.2.11. Duplicaciones de pagos de facturas, recibos, notas de gastos, etc.


Consiste en presentar a la firma cheques y talones en pago de facturas, recibos y
notas de gastos ya pagados.
Es la consecuencia de la manipulación fraudulenta de comprobantes y justificantes
expuesta en 1.1 y 1.2.
210 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Test sustantivo:
Idéntico a los expuestos en 1.1 y 1.2.

2.2.12. Gastos pagados dos o más veces


Test sustantivo:
Idéntico a los expuestos en 1.1 y 1.2.

2.2.13. Otras duplicaciones de pagos no especificados


Idénticas circunstancias que 2.2.11.
Test sustantivo:
Idéntico a los expuestos en 1.1 y 1.2.

2.2.14. Notas de gastos liquidadas dolosamente


El dolo suele consistir en la apropiación del mayor importe de notas de gastos
enmendadas con raspaduras, tachaduras u otras manipulaciones. Suelen ser perpetrado
por personal de baja cualificación o muy joven.
Test sustantivo:
Idéntico a los expuestos en 1.1 y 1.2.

2.2.15. Cheques y pagarés para reposición de caja por importe ficticio


Idénticas circunstancias que 2.2.13.
Test sustantivo:
Verificación directa de la concordancia entre salidas de cuentas bancarias para repo-
sición e ingresos en caja.
La utilización en contabilidad de una o más cuentas operativas que recojan los
movimientos de fondos entre caja y las cuentas bancarias (por ejemplo «Movimiento de
fondos»), el cuadre de tales transacciones es automático por reducción a cero del saldo
a fin de período.
CAPÍTULO 3

Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial

Se pasa a tratar en este capítulo los aspectos de forma a los que se ha hecho referencia
en la introducción de la segunda parte.

1. CONCEPTO DE DICTAMEN E INFORME PERICIAL

La doctrina jurídica es coincidente en calificar al dictamen de peritos como medio


de prueba de carácter científico, referido a conceptos y máximas de experiencia propios
de un saber especializado, realizado por una persona ajena al proceso con conocimientos
científicos y/o técnicos que el juez no posee y que precisa para, en la fase decisoria del
proceso, poder dictar una sentencia ajustada a Derecho.
La LEC denomina dictamen al documento que emite el perito. Por su parte la
LECrim lo denomina informe. En el presente capítulo se ha respetado la denominación
dada por cada una de las dos leyes procesales, de modo que cuando se hace referencia
al dictamen se entiende corresponde a la LEC, y cuando al informe a la LECrim Lo
mismo se ha seguido en los distintos contenidos del libro
En esta parte, para simplificar, se denomina por perito o peritos a los auditores,
economistas y titulados mercantiles en funciones de peritos.
Dictamen o informe pericial es el documento que emite el perito, en el que deja
constancia de la evidencia de los hechos constatados.
La LEC no dispone nada respecto a la forma y contenido del dictamen de peritos.
Según se avanzó en el apartado 2.5, capítulo 3, Primera Parte, la LECrim dispone
que en el informe pericial deberá constar, siempre que sea factible, la información
siguiente (LECrim, art. 478):
1. Descripción de la persona o cosa objeto de la pericia, indicándose el estado o
modo en que se halle.
Este apartado del citado artículo advierte que esta descripción habrá de hacerla
el Letrado de la Administración de Justicia del juzgado a dictado de los peritos
y, debe entenderse, alcanza al informe escrito emitido directamente por ellos.
2. Detalle de todas las operaciones practicadas por los peritos y del resultado de
estas.
212 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

3. Las conclusiones a que hubieran llegado el perito.


4. Párrafo final.

2. REGLAS PARA LA REDACCIÓN DE DICTÁMENES E INFORMES

Se exponen a continuación ciertas pautas relativas a la redacción de dictámenes e


informes que el perito habrá de considerar como reglas a tener siempre en cuenta al
redactarlos. En ellas se indica si tiene conexión directa o indirecta con otra u otras reglas.
De inicio las reglas pueden clasificarse en reglas de fondo y reglas de forma. Son reglas
de fondo las que inciden en la esencia misma del dictamen o informe, su contenido. Son
reglas de forma las que se refieren a su redactado y modo de presentación.
Aun cuando las dos únicas reglas de fondo procedían estar en el Capítulo 1, Aspectos
de fondo, dado que las reglas de forma son más numerosas, atendiendo al principio de
máxima importancia y para no perder la unicidad de las reglas, se han incluido en este
capítulo.
Reglas de fondo
1. Veracidad. Calidad de veraz. El dictamen o informe debe estar ajustado a la verdad.
La falsedad maliciosa en el dictamen o informe esta sancionada penalmente (6.2. capítulo
1).
2. Objetividad. Calidad de objetivo, exento de toda subjetividad.
La LEC alude esas reglas de fondo al prescribir que el perito en la emisión de su
dictamen ha de manifestar bajo juramento o promesa de decir verdad y que ha actuado
o actuará con la mayor objetividad, reflejando en aras de esa verdad tanto lo que pueda
favorecer como lo que puede perjudicar a cualquiera de las partes (LEC, art. 335.2) (1.4,
capítulo 2).
Reglas de forma
3. Corrección gramatical. La redacción debe ajustarse por completo a la gramática:
ortografía, semántica, sintaxis e incluso la etimología.
La redacción de dictámenes e informes requiere construir correctamente las frases
con absoluta sujeción a la gramática. A los efectos formales, el sometimiento absoluto a
la gramática de la lengua que se esté empleando en la redacción es esencial.
Es realmente lamentable la recepción por parte de los destinatarios de un dictamen
o informe con faltas de ortografía y sintaxis.
La semántica, significado que se da a las palabras, debe cuidarse con esmero. Frases
cargadas de anfibologías tergiversan el fondo del dictamen o informe.
El ajuste a la sintaxis, de modo que revelen de la forma más clara posible el resultado
de lo que se expone respecto a la prueba realizada, es esencial.
Empleo de la etimología —interpretación que se da a las palabras al relacionarlas con
otras de distinto origen— significa emplear los sintagmas correctos en la construcción
de las frases, de modo que revelen de la forma más clara posible los resultados de la
prueba realizada. Tiene conexión directa con la sintaxis.
Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial 213

4. Abstención del uso de extranjerismos; ni siquiera de otros idiomas ni dialectos del


propio país (en España: castellano, catalán, vasco y gallego). Debe eliminarse el vicio,
desafortunadamente muy extendido, de utilizar palabras en inglés.
5. Claridad expositiva. Cualidad de claro. Debe evitarse la anfibología: palabras de
doble sentido o viciosas y las cláusulas o modos a los que pueden darse más de una
interpretación. Tiene conexión directa con la inteligibilidad.
6. Concisión. Cualidad de conciso. Sinónimo de breve. En razón a esta condición
deben evitarse los largos parágrafos discursivos que aburren al lector y dificultan la per-
cepción y comprensión de lo escrito. El exceso de datos es irrelevante.
Se plantea aquí la cuestión sobre qué debe prevalecer: un informe corto o un
informe largo, cuestión que se dilucida con la prevalencia conjunta de la concisión y la
completud. Si el dictamen o informe debe ser extenso para ser completo, debe primar
esta condición.
7. Concreción. Cualidad de concreto. Concretar lo que tiene que decirse. Tiene
relación directa con claridad y con inteligibilidad.
8. Congruencia del dictamen o informe con la naturaleza y contenido de la prueba
interesada.
9. Inteligibilidad. Calidad de inteligible. El lenguaje que el perito está obligado a
utilizar en la redacción de dictámenes e informes debe ser inteligible para todos los
destinatarios, comenzando por el juez, desde la primera hasta la última página, obviando
tecnicismos propios del lenguaje especializado de los expertos, pero impropios de los
escritos judiciales. Tiene conexión directa con claridad.
Ha de tenerse siempre en cuenta quiénes son los destinatarios del dictamen o del
informe que se emite, que son, en primer lugar, el juez; en segundo, los abogados de
las partes; y, cuando comparece en el juicio, el fiscal. Para ello, cuidar el lenguaje es
primordial.
De la claridad e inteligibilidad del dictamen o informe puede influir, si no depender,
el resultado de la sentencia.
Aun cuando, según se dijo en la Primera parte, 1.5, ni el dictamen ni el informe
vinculan en absoluto al juez, de la claridad, precisión e inteligibilidad de uno y otro puede
depender el resultado de la sentencia. Un dictamen o informe ininteligible para el juez
tendrá que dificultar sobremanera su comprensión hasta el punto de que, basando su
juicio en lo expuesto en el dictamen o informe, pudiera hacerle tomar una decisión
equivocada en el momento procesal de emitir sentencia. Dictámenes e informes inin-
teligibles, crípticos para el profano en cuestiones económico-financieras y contables,
pueden influir en la sensibilidad del principal receptor, que es siempre el juez.
Cuando en el dictamen o informe sea imprescindible referirse a términos técnicos
en materia contable, económica o financiera, el perito deberá incluir en el documento
que emita, dictamen o informe, una definición previa de los significados, en el sentido
de definirlos y especificar la significación de cada término de modo que llegue a la
comprensión del juzgador. Por ejemplo: si en el alcance de una prueba se pide al perito
que informe sobre los márgenes brutos de varios ejercicios, procederá explicar el sig-
nificado del concepto de margen bruto para que el juez lo entienda. La frase que en tal
214 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

supuesto sería idónea, entre paréntesis o sin él, podría ser: «El margen bruto en valor
absoluto es la diferencia entre el ingreso o las ventas y sus costes variables, y en valor
relativo el porcentaje de aquél sobre la cifra de ingresos o ventas».
Dentro de la regla de inteligibilidad, conviene hacer un inciso respecto a los valores
a utilizar en los dictámenes e informes. En tal sentido procede decir que la información
plasmada en ellos en valores absolutos, es decir, en cifras, proporciona una información
ciertamente válida pero parcial; para evitarlo y para que la información sea completa
conviene dejar informado también en valores relativos, es decir en porcentaje.
Siguiendo con el ejemplo de los márgenes, si se debe informar sobre los márgenes
brutos deducidos de la contabilidad de una empresa, procederá indicar la cifra en valores
absolutos, la cifra de margen, y, además, el tanto por ciento que supone sobre la cifra
de ingresos o ventas.
Convendría popularizar el lenguaje y vocabulario económico-financiero y contable
entre jueces, fiscales, abogados y, en general, entre todos los operadores jurídicos, ya
que, a diferencia de otras especialidades, la mayoría de las causas civiles, penales, con-
tencioso-administrativas y laborales tienen un elemento común que es el dinero, pero
esto no se ha hecho todavía.
10. Exactitud en la información expuesta. Dada la singularidad de las pruebas peri-
ciales contables y económico-financieras que contienen necesariamente cifras, expre-
siones y referencias numéricas, es obvio que su exactitud aritmética debe ser condición
sine qua non. En particular, el perito contable debe ser extremadamente cuidadoso en la
elección de la información en la que se basa la prueba.
11. Completud. Calidad de completo. La concisión no debe relevar la completud
respecto al alcance de la prueba, es decir, lo solicitado. Tiene conexión directa con
concisión.
12. Conectividad respecto de la información oral. Aceptar la información oral facilitada
por las partes pero someterla en todo caso a verificación y compulsa documental.
13. Omisión de opinión. A diferencia de los informes de auditoría en los que la opinión
del auditor es obligada, en los dictámenes e informes periciales es obligada la omisión
de opinión.
En este contexto, opinión tiene una relación directa con juicios subjetivos (ver 4.
capítulo 1)
Procede aclarar aquí una cuestión de matiz en relación a la cuestión de la opinión.
Procede distinguir entre la opinión ligada a juicio o juicios subjetivos, de la opinión
personal basada en la evidencia obtenida de los hechos que habrá de servirle de base al
perito para emitir su dictamen o informe.
El perito, para dar respuesta a todos y cada uno de los puntos o extremos de la prueba
que se le ha solicitado, debe formarse una opinión profesional sobre los hechos y las
circunstancias que los motivaron, pero esa opinión no debe trascender, es decir plas-
marse, en el documento que emita. Es una opinión necesaria para él pero no trascen-
dente al dictamen o informe. Así, de pedírsele que informe sobre el grado de fiabilidad
de una contabilidad, deberá obtener, como se ha dicho (ver 1.2.2), la necesaria evidencia
para formarse él una opinión sobre tal contabilidad, opinión que no ha de trascender al
Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial 215

dictamen o informe, sino que lo que debe es informar que la contabilidad presenta todos
los visos de veracidad o es de nula fiabilidad, sin exponer opinión alguna por cuanto,
como se ha dicho, se identifica con juicio subjetivo.
Resumiendo, el lenguaje que está obligado a utilizar el perito en la redacción de
dictámenes e informes debe ser veraz, ajustado a la verdad, objetivo, es decir, carente de
subjetividades, correcto en cuanto a su redacción, sin extranjerismos, en un lenguaje fácil,
sin tecnicismos, claro, conciso, concreto en cuanto a la exposición de los hechos probados,
congruente con lo solicitado, inteligible, exacto en cuanto a la información expuesta y
completo, por supuesto que primando la completud a la concisión, conexo con la infor-
mación oral recibida, compulsada y verificada, y con omisión de opinión que pudiera
revelar juicios subjetivos.

3. UNIFICACIÓN Y NORMALIZACIÓN DE DICTÁMENES E INFORMES1

La unificación y normalización de informes aconseja dar al dictamen o informe


emitido en prueba pericial contable una estructura formal, concreta y determinada,
construida con las siguientes partes o piezas:
1. Hoja de identificación.
2. Primera página del dictamen o informe.
3. Primera línea de la primera página. Numeración y año.
4. Párrafo de cabecera. Identificación del auditor o auditores en funciones de
perito, procedimiento, juzgado y nombramiento.
5. Alcance de la prueba.
6. Antecedentes (solo si el perito considera conveniente hacer una referencia a
ellos).
7. Párrafo de indicación de los procedimientos y medios de prueba utilizados, en
las causas penales.
8. Dictamen o informe.
9. Conclusiones.
10. Párrafo final o último párrafo.
11. Anexos (si los hay).
La hoja de identificación del dictamen o informe tiene un interés particular en
cuanto que en ella se identifica el documento y a quién va dirigido. Consta de forma
abreviada los datos de cabecera del informe o dictamen.
En la primera línea de la primera página del dictamen o informe se expresará el
número de protocolo o del registro del perito, generalmente en la parte izquierda,

1. Ver J. C. BALAGUÉ DOMÉNECH, comunicación titulada «Propuesta de elaboración de una


norma técnica reguladora de la emisión de informe-dictamen pericial en pruebas periciales contables o de
índole patrimonial y económico-financiera», presentada a la Mesa redonda: «Trabajos de revisión contable
que no constituyen auditoría» en el XII Congreso Nacional de Auditores Censores Jurados de Cuentas de
España, celebrado en Alicante los días 19, 20 y 21 de octubre del año 2000; Ediciones del Instituto de
Auditores Censores Jurados de Cuentas de España, pp. 511 y ss.
216 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

reservándose la derecha para indicar el año de la actuación. De ser más de uno los peritos,
convendrá se expresen los números de registro o de protocolo de cada perito.
En el párrafo de cabecera o primer párrafo consta la identificación del perito o
peritos; nombre, título profesional con el que actúan y número de colegiado; sumario
o procedimiento en el que intervienen; número de autos, clase y número de juzgado
(1.ª Instancia, Instrucción, juzgado de lo contencioso-administrativo, etc.) y localidad
a la que pertenece, parte actora y demandada, y si hubo reconvención, en su caso, se
hará también constar la parte que hubo formulado la demanda reconvencional, parte o
partes proponentes de la prueba y parte solicitante de ampliación y/o adhesión a la
prueba de la contraparte.
Cuando el dictamen obedezca a la solicitud de letrado, antes del pleito, para su
aportación con el escrito de demanda, en procedimiento civil, la estructura del dictamen
diferirá únicamente en el párrafo de cabecera, en el que no constarán los autos, el juzgado
ni la clase de procedimiento y en su lugar deberá hacerse constar el nombre de la parte
que haya solicitado el dictamen y si lo fuera para su aportación al escrito de contestación
a la demanda, una vez interpuesta, o para su aportación, según autoriza la LEC, en otros
momentos procesales, se hará constar también los autos, el juzgado y clase de procedi-
miento, ya que serán conocidos.
En ambos casos, y para cumplir con lo dispuesto por la LEC en su art. 335.2, se hará
una manifestación bajo juramento o promesa de decir verdad, que ha actuado con total
objetividad, tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que pueda
causar perjuicio a cualquiera de las partes y que conoce las sanciones penales en que
habrá de incurrir de incumplir sus deberes como perito.
A continuación se situará el párrafo de ALCANCE DE LA(S) PRUEBA(S), en
singular, según sea una sola prueba solicitada por una sola de las partes, o en plural,
cuando sean varias pruebas solicitadas por ambas partes y/o en los casos de litisconsorcio,
en el que tiene lugar la concreción de la o las pruebas. Y en él se deja constancia concreta
de la naturaleza y contenido de la prueba que realizar. Se reproducirá en este párrafo
copia literal de la prueba solicitada por la o las partes o, en el caso previsto en el último
inciso del párrafo anterior, por el letrado.
En el apartado ANTECEDENTES se expondrán los que el perito o peritos consi-
deren convenientes. Se omitirá este párrafo si, a criterio del o de los firmantes del dic-
tamen, consideran que su referencia es intrascendente.
Si el perito o peritos, con motivo de la prueba pericial contable realizada, disponen
o les hubiera sido posible obtener información que consideren necesario poner en
conocimiento del juez, de una parte, así como para cubrir posibles responsabilidades
que de su omisión pudiera derivarse responsabilidad penal, en virtud de lo dispuesto por
el artículo 460 del CP, de otra (véase Parte primera, capítulo 1, 6.2.1), deberán informar
de ello en un párrafo final del apartado ANTECEDENTES o del DICTAMEN o
INFORME.
En el apartado DOCUMENTACION EXAMINADA se expondrán los medios
de prueba examinados.
Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial 217

A continuación, en apartado de título DICTAMEN o INFORME en párrafos


numerados irá el dictamen o informe.
El dictamen finaliza con un apartado de CONCLUSIONES que consisten en un
resumen de lo expuesto en el dictamen.
Si en las causas civiles, contencioso-administrativas y laborales, el perito considera
que el dictamen es suficientemente explícito, no habiendo lugar a formular conclusiones
que, de hacerlas, consistirían en una redundancia de lo expuesto en el dictamen, se
obviarán. En tales casos procederá dejar constancia de la ausencia de conclusiones antes
del párrafo final o último párrafo.
En las causas penales, tras el informe y por imperativo legal (LECrim, art. 478.3.º),
habrán de formularse siempre las conclusiones a las que el perito o peritos hayan llegado.
Procederá hacer una manifestación sobre que, de conformidad con lo que dispone
el artículo 335.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, el perito jura o promete decir
verdad, que ha actuado y actuará con la mayor objetividad posible, tomando en consi-
deración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio
a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en que podría incurrir en
el incumplimiento de su deber como perito.
En el párrafo final o último párrafo se hará constar que es el dictamen o informe y
las conclusiones (en causas civiles, si las hay) a que el perito ha llegado, incluyendo una
nota en el sentido que son a reserva de otros antecedentes que pudieran existir fuera del
alcance del perito, susceptibles de hacer variar el criterio sostenido, que somete a la
consideración del superior criterio del juzgado, y que, en cumplimento con lo dispuesto
por el artículo 346 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, hace llegar al Juzgado por correo
electrónico y firma digitalizada, indicando, en las causas civiles, de no haberlas, que no
hay conclusiones.
Al final se unirán los anexos (si los hay) a los que se refiere el dictamen o informe.
Teniendo en cuenta que, como se ha dicho, la LEC dispone que en la designación
judicial se designará un único perito, mientras que la LECrim dispone que serán dos los
peritos intervinientes en las pruebas periciales en la jurisdicción penal, o uno solo,
excepcionalmente en el caso previsto en la propia Ley, en los modelos de dictamen o
informe que se reproducen a continuación, se hace referencia a un único perito en los
dictámenes de las pruebas civiles y a dos peritos en los informes de las pruebas penales,
debiendo ajustar el informe de actuar uno solo.
Las expresiones, términos y literales de los dictámenes e informes que se incluyen
son los que habrán de emplearse en este especial tipo de escritos.

4. DICTAMEN O INFORME DE PRUEBA PERICIAL CONTABLE E INFORME DE


AUDITORIA

Cuando la prueba solicitada incluye auditoría de cuentas (ver Primera parte, capítulo
3, 2.5.1.), lo que requiere que el perito sea auditor, deberá emitir dos documentos: el
dictamen o informe correspondiente a la parte de prueba o pruebas ajenas a la auditoría,
y el informe de auditoría de cuentas practicada; nunca conjuntamente.
218 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

5. MODELOS DE DICTÁMENES E INFORMES

Los peritos adecuarán los modelos de dictámenes que se reproducen a continuación


a las circunstancias de cada caso concreto.

5.1. Modelo de dictamen en prueba pericial contable en causas civiles,


contencioso-administrativas o laborales en designación judicial de
perito a solicitud de parte

Hoja de identificación
DICTAMEN CORRESPONDIENTE A LA PRUEBA PERICIAL CONTA-
BLE PRACTICADA EN JUICIO (clase de juicio).................., o PROCEDI-
MIENTO ORDINARIO QUE SE SIGUE EN EL JUZGADO(clase de juzgado,
número y localidad).................. INTERPUESTO POR (parte actora)..................
CONTRA (parte demandada)..................,
Primera línea de la primera página y párrafo de cabecera:

(Número protocolo).................. (Año. Opcional)..................

(nombre y apellidos del perito).................., economista o titular mercan-


til .................., del Colegio oficial de economistas de .................. o del Colegio de titulares
mercantiles de .................., colegiado número .................., o auditor de cuentas o auditor
censor jurado de cuentas o economista-auditor de cuentas o titulado mercantil-auditor de cuentas,
inscrito en el Registro Oficial de Auditores de cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad
y Auditoría de Cuentas (ICAC) con el número .................., designado perito en el juicio
(clase de procedimiento: juicio ordinario, verbal, etc.).................., número (número
de autos).................., que se sigue en el juzgado (clase de juzgado: de 1.ª Instancia, de
lo contencioso-administrativo, de lo social).................. número .................., de
(localidad).................., interpuesto por (parte actora o demandante).................. contra
(parte demandada).................., con reconvención por parte de esta última (solo si formuló
demanda reconvencional), para la práctica de la prueba pericial contable propuesta por la
parte (actora o demandada proponente de la prueba).................., con adhesión de la
(demandada o actora, en su caso).................. o ampliada por la parte (solo si ha habido
ampliación de la prueba propuesta por una de las partes respecto a la prueba de la
otra).................. .................. o .................. para la práctica de las pruebas periciales con-
tables propuestas por las partes demandante y demandada .................. y admitida(s) por el
juzgado .................. o .................. para la práctica de la prueba pericial contable acordada
por el juzgado (en caso de que el juez hubiera dispuesto la práctica de la prueba),
constante(s) en autos, pasa a emitir el preceptivo dictamen relativo a la(s) prueba(s) solicitada(s).
Alcance:
1. ALCANCE DEL ENCARGO
Párrafo de concreción de la(s) prueba(s). Expresión sobre la naturaleza y conte-
nido de la(s) prueba(s) que deben realizarse.
Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial 219

La parte bastante de la prueba interesada por la actora, o por la demandada (en el caso
de que sea una sola la parte proponente de la prueba) textualmente dice:
(Reproducción literal de la prueba de la parte proponente).
o
La parte bastante de la prueba de la actora textualmente dice: (de haber propuesto
prueba ambas partes o de haber ampliación de prueba de una parte a la prueba pro-
puesta por la otra).
(Reproducción literal de la prueba de esta parte).
La parte bastante de la prueba de la demandada textualmente dice:
(Reproducción literal de la prueba de esta parte).
La parte bastante de la ampliación de la prueba de la actora .................. o ..................
demandada, propuesta por la demandada .................. o .................. actora dice:
(Reproducción literal de la ampliación de prueba).
De considerarse conveniente, en un párrafo aparte se hará una breve exposición
de los antecedentes del litigio, precedidos del siguiente o parecido texto:
Antes de pasar a emitir el dictamen, el auditor, o economista o .................. que suscribe
considera conveniente referirse a los siguientes:
2. ANTECEDENTES
Exposición de los antecedentes
A continuación y en párrafo aparte se dejará constancia de la información que
el perito tuviera o le hubiera sido posible obtener con motivo de la prueba realizada
que considere necesario poner en conocimiento del juez, de una parte, y para cubrir
posibles responsabilidades de su omisión, de otra.
Para conocimiento del juzgado, de una parte, así como para evitar responsabilidades inhe-
rentes a su función de perito en cuanto a conocimiento de información relevante, de otra, el
auditor, o economista o .................. que suscribe considera obligado informar de lo siguiente:
Exposición de la información que se indica.
Párrafo de indicación de los medios de prueba.
3. DOCUMENTACIÓN EXAMINADA
Para la práctica de la(s) prueba(s) requerida(s) el firmante, además de la documentación
constante en autos, ha examinado (exposición detallada de los libros de contabilidad y/
o registros auxiliares, y documentaciones que hayan sido objeto de examen, iden-
tificando los que correspondan a cada parte. En el caso de que no hayan sido faci-
litados al perito algunos de los libros o documentos solicitados, procederá dejar
constancia de ellos en párrafo aparte. De igual forma habrá de procederse en el caso
de que alguno o todos los libros de contabilidad exhibidos no estuvieran legalizados
por el Registro Mercantil. Se expondrá también brevemente en este párrafo los
procedimientos empleados)...................
Expuesto lo que antecede, pasa a emitir el siguiente
Dictamen:
4. DICTAMEN
Respecto a la prueba solicitada por la parte demandante .................. o ..................
demandada informa:
220 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

En esta parte del documento y en apartados separados y numerados se expresará


de forma clara y precisa lo que concierna a cada uno de los puntos de la prueba de
la parte que la haya propuesto, en el caso de ser única; de haber prueba de ambas
partes, se informará primero sobre la prueba de la demandante y después la de la
demandada.
Primero. Respecto al punto 1:
Segundo. Respecto al punto 2:
Enésimo. Respecto al punto ..................:
Respecto a la prueba solicitada por la parte demandada informa:
De la misma forma que para la prueba de la demandante, en párrafos separados
con la misma numeración y en la misma forma se expresará lo que concierna a cada
uno de los puntos de la prueba de la demandada, de haberla.
Enésimo primero. Respecto al punto 1:
Enésimo segundo. Respecto al punto 2:
Enésimo .................. Respecto al punto ..................
Respecto a la ampliación de prueba solicitada por la parte demandante ..................
o .................. demandada informa:
En apartados separados siguiendo la misma numeración y en la misma forma se
expresará lo que concierna a cada uno de los puntos de la ampliación de prueba de
una parte propuesta por la otra.
En los casos en que el perito hubiera advertido hechos que pudieran ser cons-
titutivos de delito, deberá dejar constancia de tal circunstancia en el Dictamen, con-
cretamente como último punto de este. El literal para tales casos podría ser:
Enésimo .................. Tras lo expuesto y antes de dar por concluido el Dictamen, el auditor,
o economista o .................. que suscribe se ve en la obligación de informar que ha advertido hechos
que pudieran ser calificados de delictivos, de lo que deja constancia para conocimiento del juzgado
a fin de salvar su responsabilidad inherente a su función de perito en cuanto a conocimiento de
información relevante (art. 460 del Código penal).
Se advierte que en tales casos la referencia a la posible existencia de delito debe
utilizarse con verbo en tiempo condicional — .................. pudieran ser calificados
delictivos .................. o .................. pudiera darse la existencia de delito ..................—.
Nunca en presente, que afirma.
Como consecuencia de todo lo expuesto, el auditor, o economista o .................. que
suscribe pasa a formular la(s) siguiente(s)
5. CONCLUSIÓN/CONCLUSIONES.
(En apartados también numerados, se dejará constancia de la(s) conclusión(es) a
que el perito haya llegado tras el Dictamen).
Primera.
Segunda.
Párrafo final con el que finaliza el dictamen.
El perito que suscribe manifiesta, por último, que, de conformidad con lo que dispone el artículo
335.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, promete decir verdad, que ha actuado y actuará con la
mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea
Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial 221

susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en que
podría incurrir en el incumplimiento de su deber como perito.
Este es el Dictamen que emite el suscrito economista en funciones de perito judicial y la(s)
conclusión(nes) a q ue ha llegado, según su leal saber y entender, con reserva expresa de cualesquiera
otros antecedentes que pudieran existir fuera de su alcance, susceptibles de variar el criterio sostenido,
que somete a la consideración del superior criterio del juzgado, y que en cumplimento con lo dispuesto
por el artículo 346 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, hace llegar al Juzgado por correo electrónico
y firma digitalizada.
En ausencia de conclusiones,
Este es el Dictamen que emite el suscrito economista en funciones de perito judicial según su
leal saber y entender, con reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes que pudieran existir
fuera de su alcance, susceptibles de variar el criterio sostenido, que somete a la consideración del
superior criterio del juzgado, y que en cumplimento con lo dispuesto por el artículo 346 de la Ley
de Enjuiciamiento Civil, hace llegar al Juzgado por correo electrónico y firma digitalizada. No hay
conclusiones

(Localidad, fecha y firma)

5.2. Modelo de informe en causas penales

Difiere solo, como se ha dicho, en el párrafo de cabecera y a las conclusiones


que habrán de exponerse siempre.
Hoja de identificación:
INFORME CORRESPONDIENTE A LA PRUEBA PERICIAL CONTABLE EN QUERELLA
INSTADA .................. o .................. DENUNCIA PRESENTADA .................. POR (parte
querellante o denunciante).................. CONTRA (parte querellada o denun-
ciada).................. QUE SE SIGUE EN EL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN (juzgado, número y
localidad).................., NÚMERO DE AUTOS ...
Primera línea de la primera página y párrafo de cabecera:

(Número protocolo).................. (Año. Opcional)..................

.................., (nombre y apellidos de los peritos actuantes), .................. econo-


mistas .................. o .................. titulados mercantiles .................. o ..................
empresariales, del Colegio de Economistas de .................. o .................. del Colegio de
Titulados mercantiles y empresariales ..................,
El resto es igual que en los dictámenes en las causas civiles, teniendo en cuenta
que en esta jurisdicción son informes, y en todos los casos debe haber conclusiones.
222 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

5.3. Modelo de dictamen de prueba solicitada antes de la interposición del


pleito, para su aportación con el escrito de demanda o, ya interpuesto,
con la contestación o en otros momentos procesales

Hoja de identificación:
Se adaptará a las circunstancias del Dictamen, según corresponda a un Dictamen
solicitado por la demandante antes de la interposición del pleito, para su aportación
con el escrito de demanda, o por la demandada, para aportarlo a la contestación.
Primera línea de la primera página y párrafo de cabecera:

(Número protocolo).................. (Año)..................

(nombre y apellidos del perito actuante).................. economista ..................


o .................. titulado mercantil .................. o .................. empresarial, del Colegio de
Economistas de .................., o .................. del Colegio de Titulados Mercantiles y Empre-
sariales ....
Alcance:
1. ALCANCE DEL ENCARGO
(Párrafo de concreción del encargo)
La parte bastante del encargo textualmente dice:
(reproducción literal)
Antecedentes:
También en estos dictámenes podrán incluirse los antecedentes de los hechos
que se consideren convenientes. Misma estructura que la del modelo expuesto en
capítulo 3, 3.1.
Párrafo de indicación de los medios de prueba:
2. DOCUMENTACIÓN EXAMINADA
Para la realización del encargo requerido, el firmante ha examinado (exposición deta-
llada de los libros de contabilidad y/o registros auxiliares, y documentaciones que
hayan sido objeto de examen)...................
3. DICTAMEN
(En esta parte del documento y en apartados separados y numerados se expresará
de forma clara y precisa lo que concierna a cada uno de los puntos del encargo).
Primero.
Segundo.
Como consecuencia de todo lo expuesto, el auditor .................. o .................. econo-
mista .................. o .................. que suscribe pasa a formular la(s) siguiente(s)
4. CONCLUSIÓN(ES)
(En apartados también numerados, se dejará constancia de la(s) conclusión(es) a
que el auditor haya llegado tras el dictamen. De no haber conclusiones se omitirá el párrafo).
Primera.
Segunda.
(Localidad, fecha y firma).
Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial 223

5.4. Modelo de documento que debe emitirse en prueba pericial contable


que incluye auditoría de cuentas

Este documento, como se dijo en el epígrafe 4, solo habrá de poder suscribirlo


el auditor de cuentas.
El dictamen o informe correspondiente a la parte de prueba o pruebas ajenas a
la auditoría es idéntico a los dictámenes expuestos en los modelos 5.1, 5.2 y 5.3, a
los cuales se remite; solo variarán la Hoja de identificación y el apartado de Alcance,
en el que deberá hacerse constar la parte de prueba que exija la práctica de auditoría.
Hoja de identificación:
Se reproduce la correspondiente a la demanda en procedimiento civil: procede
ajustarse convenientemente en las otras jurisdicciones en que se omite.
DICTAMEN E INFORME DE AUDITORÍA DE LAS CUENTAS ANUALES DE LA ENTIDAD
MERCANTIL .................., CERRADO EL .................., CORRESPONDIENTES A LA PRUEBA
PERICIAL CONTABLE EN JUICIO (clase de juicio).................., INTERPUESTO POR (parte
actora).................. CONTRA (parte demandada).................., QUE SE SIGUE EN EL
JUZGADO (clase de juzgado, número y localidad)...................
1. Alcance de la(s) prueba(s)
.................. Diga el perito si la contabilidad .................. o .................. las cuentas
anuales .................. de la empresa .................. refleja(n) fielmente la situación económica,
financiera y patrimonial .................. o .................. la imagen fiel ..................
El resto del Dictamen o informe es idéntico que en los anteriores, salvo el apar-
tado relativo al punto de la prueba correspondiente a la auditoría, en el que deberá
indicarse:
Enésimo. Respecto al punto ..................:
Dadas las características de este punto de la prueba pericial contable solicitada, la actuación
a que este se contrae consiste en una auditoría de las cuentas anuales del ejercicio ..................
En documento aparte consta el correspondiente informe de auditoría de cuentas practicada.
A continuación irán las conclusiones, si las hay, el párrafo final o último párrafo
y los anexos.
CAPÍTULO 4

Control de calidad de dictámenes e informes

1. PRÁCTICA DEL CONTROL DE CALIDAD

Finalizada la prueba, redactado el dictamen o informe, antes de considerarlo defi-


nitivamente concluido, es absolutamente necesario que el perito someta a un control
de calidad el borrador final.
El referido control de calidad pasa por someter el borrador del dictamen o informe
a revisión por otro u otros expertos del despacho profesional del perito o que compartan
despacho con él.
Caso de que el despacho no cuente con otros expertos en contabilidad y economía
de empresas, o sea unipersonal, al perito no le queda otra opción que practicar el control
de calidad por sí mismo.
En cualquier caso, y en especial en los dos referidos en el párrafo anterior, convendría
que el perito que se hallase en esa circunstancia llegara a acuerdos puntuales con otros
peritos judiciales para someterse los borradores definitivos de los dictámenes e informes
para la práctica del control de calidad.
No siendo posible pretender alcanzar la perfección absoluta en la emisión de los
dictámenes e informes —esto es un desideratum—, lo que debería pretenderse es que los
dictámenes e informes salgan del despacho de los peritos con la máxima calidad posible.
En este sentido merece destacarse que todo es válido para que los dictámenes e informes
salgan del despacho del perito con la calidad requerida.
Es recomendable que hasta tanto los dictámenes e informes no hayan superado el
control de calidad se haga constar en el dictamen o informe un texto escrito en rojo
con carácter de provisionalidad que rece: «Borrador no definitivo, sujeto a
cambios».
2. ALCANCE DEL CONTROL DE CALIDAD

El control de calidad debe alcanzar tanto a los aspectos de fondo, expuestos en la


introducción a la segunda parte, como a los de forma.
En particular, el control de calidad debe contemplar:
• Enfoque general del dictamen o informe; es decir, el documento en su conjunto.
226 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

• Revisión del texto y de las conclusiones, comprobando que se hayan cumplido


todos y cada una de las recomendaciones expuestas en las reglas del epígrafe 2,
capítulo 3, Segunda Parte. La revisión debe ser exhaustiva. No es caprichoso
decir que ha de ser párrafo a párrafo, palabra por palabra.
• Sometido el dictamen o informe al exhaustivo control de calidad por otro
experto o practicado por el perito por sí mismo, es necesario aún que el perito
firmante lo relea de nuevo en su totalidad, ocupando ahora, virtualmente, el
lugar del destinatario, y haciendo un esfuerzo de abstracción advierta si lo hallaría
comprensible de no ser un experto en economía, contabilidad, fiscalidad y
finanzas. Si la respuesta es negativa, si se le plantea la duda de si lo es o no, o de
advertir la existencia de partes oscuras o anfibológicas, procederá modificar esas
partes o redactar de nuevo el dictamen o informe en su totalidad, aunque,
generalmente, no suele ser necesario.
Esto podrá conseguirse sometiéndose al test que se ilustra en el siguiente esquema:
Solo cuando el dictamen o informe ha pasado por todas y cada una de las pruebas
del test podrá eliminarse la nota «Borrador no definitivo, sujeto a cambios».
Control de calidad de dictámenes e informes 227
CASOS PRÁCTICOS
Los casos que se reproducen a continuación son casos reales en los que existe sen-
tencia. La mayoría corresponden a procedimientos judiciales iniciados con anterioridad
a la entrada en vigor de la LEC, por proceder de ediciones anteriores del libro. Otros
son nuevos.
Es posible que existan diferencias en la redacción de los dictámenes e informes
reproducidos en los casos, especialmente en los antiguos, con los modelos de informes
expuestos en el apartado 3.5 de la Segunda parte. Ello es debido a que tales dictámenes
e informes fueron emitidos por sus autores con anterioridad a la preparación de los
modelos.
CASO 1.

Demanda interpuesta por una empresa vendedora de


ordenadores y material informático contra una compañía de
seguros con la que aquella tenía concertada una póliza de
seguro de robo, por negarse la compañía a pagar la
indemnización tras un robo

Ambas partes, la demandante y la demandada, solicitaron cada una prueba pericial


contable; la demandante para que la practicara un auditor de cuentas; la demandada por
un economista actuario. Esta última solicitó, además, ampliación de la prueba propuesta
por la demandante.
Siendo las pruebas solicitadas por cada parte distintas, los peritos emitieron su
informe por separado. El dictamen del perito de la demandante recogía, además, la
ampliación de prueba formulada por la demandada.
El dictamen del perito designado por la demandante fue el siguiente:
(Se omite la hoja de identificación)

(Número de protocolo).................. Año ..................

XXXX, Auditor censor jurado de cuentas, ha sido designado perito en el jui-


cio .................. número (sección ...).................. que se sigue en el juzgado
número .................. de .................., en demanda de juicio declarativo de menor cuantía
interpuesta por la entidad mercantil T., S.L. contra la Compañía de Seguros B.P.S.R,
S.A., para la realización de la prueba pericial contable propuesta por la parte actora en
su escrito de 2 de diciembre de 19X4 que fue admitida por el juzgado.
Por escrito de 19 de enero de 19X5 la demandada solicitó del juzgado ampliación
de la prueba de la actora, que fue admitida por el juzgado, ampliación que se corres-
pondía íntegramente con la prueba formulada por la demandada en su escrito de pro-
posición de prueba de 2 de diciembre de 19X4 que debía ser realizada por un economista
actuario. El suscrito perito interpreta que por tratarse de una ampliación de la prueba
de la parte actora le incumbe a él la práctica de esta, además de la prueba de la actora
para la que ha sido designado, por lo que, independientemente de la prueba que prac-
tique el perito por ella propuesto sobre idénticos extremos, ha practicado también la
referida ampliación.
1. Alcance de la prueba
La parte bastante de la prueba interesada por la actora textualmente dice:
«Pericial .................. a) El importe en pesetas, correspondientes a la valoración contable
de las mercancías existentes en el domicilio de T., S.L., el día 16 de agosto de 19X3.
Demanda interpuesta por una empresa vendedora de ordenadores y material ... 233

b) La evaluación contable de los gastos ocasionados con motivo de reparaciones urgentes debido
al robo sufrido en tal fecha y dicho local comercial.
c) La adecuación de los principios contables, aplicados por el perito E.M.F. en su informe de
27/07/X4 (documento núm. 40 de la demanda), así como sus conclusiones».
La parte bastante de la ampliación de prueba solicitada por la parte demandada tex-
tualmente dice:
«Pericial contable, .................. a) Si las facturas emitidas a T.S.L. por el empresario
individual J.S.C., que se reseñan, fueron debidamente declaradas fiscalmente tanto por el proveedor
como por la entidad cliente:

Factura n.º Fecha Importe


231 30.06.X3 1.040.750
223 25.06.X3 1.099.975
296 16.07.X3 1.180.475
504 27.09.X3 130.065
345 29.07.X3 1.522.600
332 26.07.X3 3.059.250
315 22.07.X3 3.306.250
368 04.08.X3 1.526.050

b) Si constan practicados los asientos correspondientes a los extractos de las cuentas


corrientes de T.S.L. facilitadas al perito, en pago de las facturas reseñadas en el apartado
anterior.
c) Si se han reseñado tales facturas en los libros oficiales diligenciados en el Registro
Mercantil, cuyo testimonio practicado según prueba de libros de comercio 8.ª, de escrito
de proposición de prueba, debe ser facilitada al perito.
d) Si a la vista del informe pericial emitido por el perito tasador Sr. A.A.C., exprese
si está de acuerdo con sus conclusiones.
e) Si a la vista del informe emitido por el perito contable Sr. E.M.F., que figura
como anexo n.º 28 acompañado al informe de A.A.C., exprese si está de acuerdo con
los criterios empleados por el Sr. E.M.F. para la valoración efectuada así como con sus
conclusiones, y si todo ello, se adecúa a las normas y principios contenidos en el Plan
General de Contabilidad (Real Decreto 1643/90, de 20 de diciembre), así como a usos
de los peritos tasadores de seguros, expresando en su caso cuáles son los criterios
empleados.
f) Efectúe valoración pericial del siniestro objeto de las presentes actuaciones».
2. Documentación examinada
Para la práctica de la prueba requerida, el suscrito perito ha examinado la siguiente
documentación obrante en autos:
234 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Informe emitido el 27 de julio de 19X4 por E.M.F., Diplomado en Ciencias


empresariales y colegiado del Colegio de Titulados mercantiles y empresariales
de .................., acompañado al escrito de interposición de la demanda como docu-
mento número 40.
Informe emitido por el perito tasador A.A.C. el 3 de noviembre de 19X3, acom-
pañado al escrito de contestación a la demanda como documento número 5.
Libros registro de facturas recibidas y emitidas, preceptivos para el registro del IVA,
desde el inicio de actividades de la sociedad, el 13 de octubre 19X2, hasta el día del
robo, 16 de agosto19X3.
Facturas de proveedores correspondientes al período referido en el párrafo anterior.
Facturas emitidas a clientes, correspondientes al período referido en los párrafos
precedentes.
Vista y examinada la expresada documentación, pasa a emitir el siguiente
3. Dictamen
Primero. En relación al primer punto —a)— de la prueba de la parte actora,
informa:
El valor de las mercancías existentes en el domicilio social de T.S.A.,
calle.................., núms. 14 y 16 bajos, lugar que fue objeto del robo motivo de los
presentes autos el día 16 de agosto de 19X3, asciende a 6.018.916 pesetas.
La valoración ha sido obtenida sumando todas las facturas de compras a proveedores
desde el 13 de octubre de 19X2, fecha de inicio de actividades de la Sociedad, hasta la
fecha del robo, el 16 de agosto de 19X3, y restando la valoración a precio de adquisición
de todas las mercancías facturadas a clientes entre ambas fechas. La diferencia es preci-
samente la valoración al coste de los géneros que debía haber en el almacén de la actora
el día del siniestro.
La referida valoración de las facturas emitidas a clientes a precio coste de adquisición
ha sido realizada por muestreo de los valores asignados por el Diplomado en Ciencias
empresariales Sr. E.M.F., utilizando para ello su propia documentación de trabajo, a la
vez que se verificaban los cálculos por él efectuados, con objeto de dar respuesta al punto
c) de la prueba de la actora y al punto e) de la ampliación de prueba de la parte demandada,
de las que se deja constancia en el presente documento.
Este procedimiento de valoración es el único medio para conocer el valor de los
géneros robados y es coherente con la Norma técnica de auditoría 3.2.4.b) del Instituto
de Contabilidad y Auditoría de cuentas (ICAC), del Ministerio de Economía y
Hacienda, dispuesta por Resolución de 19 de enero de 1991, modificada por Resolu-
ción del ICAC de 1 de diciembre de 19X4, que textualmente dispone: «Para lo no
establecido en las normas técnicas publicadas tendrán la consideración de estas los usos
o prácticas habituales de los auditores de cuentas, entendidos como los actos reiterados,
constantes y generalizados observados por aquellos en el desarrollo de su actividad», y
con los procedimientos y técnicas de auditoría de cuentas propuestas en el capítulo 5
del Manual de auditoría del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, en
especial en el epígrafe 5.6., apartado A.7., de dicho capítulo, el cual, en síntesis, dispone
que para conocer el valor de un inventario en una determinada fecha el procedimiento
Demanda interpuesta por una empresa vendedora de ordenadores y material ... 235

consiste en sumar al inventario inicial el valor de las compras en el período comprendido


desde la fecha del mismo hasta la del nuevo inventario y restar el valor de coste de las
ventas referidas a dicho período.
Según todo ello, el procedimiento empleado para deducir el valor de las existencias
a la fecha del siniestro coincide con la técnica de auditoría del Manual de auditoría del
Instituto de Censores jurados de cuentas de España y es coherente con la también refe-
rida norma técnica 3.2.4.b) del Instituto de Contabilidad y Auditoría (ICAC). La valo-
ración resultante es concordante con la norma 13.ª sobre valoración de existencias, del
Plan general de contabilidad español dispuesto por RD 1643/1990, de 20 dediciembre.
Segundo. En relación al segundo punto —b)— de la prueba de la parte actora,
informa:
Los gastos ocasionados con motivo de las reparaciones precisas ascienden a 15,030
pesetas y corresponden a dos facturas, una de M.R., de 21 de agosto 19X3, de 11.040
pesetas, por la colocación de un cristal, y otra de C.R.S.A., de 3.990 pesetas, por un
candado. Ambas facturas fueron aportadas a los autos por la actora en el escrito de inter-
posición de la demanda como documentos números 28 y 29.
Tercero. En relación al tercer punto —c)— de la prueba de la parte actora, informa:
Examinado el informe emitido el 27 de julio 19X4 por el Diplomado en Ciencias
empresariales E.M.F., aportado a los autos por la actora con el escrito de interposición
de la demanda como documento número 40, se advierte que el principio contable
adoptado en la valoración de los materiales existentes en el local de la empresa que fue
objeto de robo y del que el E.M.F. deja constancia en la primera página de su informe
es el principio de precio de adquisición, que es el que dispone el Plan general de con-
tabilidad español (RD 1643/1990, de 20 de diciembre).
El suscrito perito ha verificado los cálculos efectuados por el Sr. E.M.F., según se
deja expuesto en el apartado primero del Dictamen, habiendo revisado en primer lugar
el valor de las mercancías adquiridas a proveedores, en donde ha hallado los siguientes
errores: un exceso de valoración por 229.711 pesetas que corresponde a una factura del
proveedor S.S.A., de 25/5/19X3 que, por error, fue registrada dos veces en el libro
registro de facturas recibidas (número registro duplicado 243); otro exceso de valoración
por 190.605 pesetas, que corresponde a una factura de A.S.A., I.G. (número registro
83), que no corresponde a compra de mercancías. Verificada la valoración a precios de
coste de adquisición de los productos vendidos y facturados a clientes sobre una muestra
de facturas de venta, el firmante ha hallado un exceso de valoración del coste en una
factura del cliente de la actora, la empresa G.S.A., por 300.000 pesetas, registrada en el
libro de registro de facturas emitidas con el número 47, habiendo hallado el resto de los
valores de coste de la muestra de facturas de venta correctos. Han sido hallados errores
de suma en las adquisiciones de mercancías por 154.349 pesetas y en la de las valoraciones
a precio de coste de adquisición de las facturas de venta por 97.284 pesetas. Practicados
los ajustes procedentes en la valoración del Sr. E.M.F. se ha obtenido la valoración de
las mercancías existentes el día del robo que se deja constancia en los apartados primero
y noveno del presente Dictamen. En un anexo se deja constancia de los ajustes practi-
cados.
236 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Cuarto. En relación al primer punto —a)— de la ampliación de prueba solicitada


por la demandada, informa:
Las facturas emitidas a T.S.L. por el empresario individual D. J.S.C., reseñadas en
el escrito de solicitud de ampliación de prueba (véase apartado 1 del presente dictamen)
se hallan todas registradas en el libro registro de facturas recibidas de la actora, preceptivo
para el registro del IVA, con los números de registro 268, 265, 277, 309, 286, 281, 279,
294, respectivamente. El firmante hace constar que la demandada incurrió en un error
al reseñar la factura de este proveedor número 332, de 26/7/19X3, por importe de
3.059.250 pesetas, ya que es de 3.053.250 pesetas.
Se ha verificado que el IVA soportado en las referidas facturas se halla incluido en
el importe del IVA declarado en la declaración anual del IVA (modelo 390) presentada
en la Delegación de Hacienda de .................. el 31 de enero de 19X4.
El firmante desconoce si las referidas facturas fueron declaradas fiscalmente por el
empresario individual J.S.C. Existe, no obstante, un documento extendido por este
proveedor, aportado a los autos junto con el escrito de la actora de proposición de prueba
como documento número 45, en el que certifica la emisión por su parte de estas facturas
a T.S.L.
Quinto. En relación al segundo punto —b)— de la ampliación de prueba solicitada
por la demandada, informa:
Según información facilitada por F.F.S., Apoderado de la actora, el ordenador con
el que procesaban la contabilidad fue también sustraído y con él toda la información
grabada en el disco, no pudiendo reconstruirse, razón por la cual no disponen de los
libros oficiales de contabilidad, ya que tenían previsto legalizar los listados encuadernados
obtenidos del ordenador en la forma que autoriza el artículo 27.2 del vigente Código
de Comercio, modificado por la Ley 19/1989, de 25 de julio.
Sexto. En relación al tercer punto —c)— de la ampliación de prueba solicitada por
la demandada, informa:
Por el motivo expuesto en el epígrafe anterior, el suscrito perito no ha podido
realizar la verificación que se solicita en la prueba.
Séptimo. En relación al cuarto punto —d)— de la ampliación de prueba solicitada
por la demandada, el suscrito perito debe advertir que el perito tasador Sr. A.A.C. no
llega a emitir en su informe ninguna conclusión; en su consecuencia, si bien cabría
limitarse a este hecho para dar una respuesta negativa a este punto de la ampliación de
prueba, sin embargo, interpretando que la demandada entiende por «conclusiones» las
opiniones vertidas por el Sr. A. en los apartados III y IV de su informe, pasa a informar
de lo siguiente:
El perito Sr. A.A.C. dice en el apartado III.1.A de su informe que el material sus-
traído se acredita mediante el aporte de facturas solamente de dos proveedores: S.S.L.
y el empresario individual J.S.C.; esa afirmación no es cierta, ya que las facturas con las
que se acreditan los valores del material sustraído, relacionado en la lista confeccionada
por la actora y aportado con el escrito de interposición de la demanda como documento
número 12, corresponden a los siguientes proveedores: S.S.L.; J.S.C.; T.C.S.A. y
Demanda interpuesta por una empresa vendedora de ordenadores y material ... 237

C.E.S.A., por cuyo motivo las cantidades que dicho perito tasador hace constar en el
referido apartado III.1.A, asignadas a S.S.L. y a J.S.C., no son correctas.
El suscrito perito ha cuidado de averiguar el motivo por el cual T.S.L. adquirió en
los meses de junio y julio y primeros quince días de agosto cantidades importantes de
géneros, habiendo sido informado por el Apoderado de T.S.L., Sr. F.F.S., que, habiendo
decidido incrementar a partir de setiembre de 19X3 la actividad de montaje y posterior
venta de ordenadores que ya venían realizando, adquirieron partidas importantes de
géneros ya desde finales de junio y en el mes de julio y primeros quince días de agosto
de 19X3 para disponer de los materiales precisos en septiembre, al reinicio de las acti-
vidades después de las vacaciones; para poder atender el incremento de demanda que
preveían habría de registrarse con la nueva orientación del negocio. El firmante ha
verificado que a partir del mes de junio de 19X3 y hasta la fecha del robo existen
efectivamente compras de importancia a los siguientes proveedores: P.C.I.S.A.;
T.C.S.A.; J.S.C.; S.S.L. y C.E.S.A.; que tales compras están amparadas por las corres-
pondientes facturas de dichos proveedores; que tales facturas se hallan registradas en el
libro registro de facturas recibidas a efectos de control del IVA obrante en los autos; que
las facturas se hallan incluidas en el importe declarado en el Resumen anual del IVA del
ejercicio 19X3 (mod. 390), presentado en la Delegación de Hacienda de ..................
el 31 de enero de 19X4 y aportado también a los autos, tras todo lo cual no entra a
enjuiciar las manifestaciones del Sr. F.S., dejando solo constancia de la documentación
verificada en relación a las manifestaciones del Apoderado de la actora a meros efectos
informativos.
Respecto al comentario sobre el material de oficina sustraído vertido en el apartado
III.1.B. del informe del Sr. A., el suscrito perito no se pronuncia por no tener evidencia
suficiente sobre su existencia, si bien se remite sobre este punto a lo expuesto en el
apartado décimo del presente Dictamen.
Respecto a lo expuesto en el apartado III.2 del informe del Sr. A.A.C., manifiesta
que es cierto, que las facturas de J.S.C. no están emitidas en papel con membrete impreso
sino que están impresas, incluido el membrete, en ordenador, procedimiento que el
firmante asegura no es singular ya que lo ha visto utilizar muchas veces por pequeñas
empresas y empresarios individuales que no se han preocupado de disponer de facturas
impresas por imprentas y que utilizan para tales fines la propia impresora del ordenador
que les permite listarlas en papel continuo en blanco que resulta siempre más económico.
Es cierto también que las facturas del Sr. J.S.C. núms. 332 y 315, de 26 y 22 de julio
de 19X3, de 3.053.250 pesetas y 3.306.250 pesetas, respectivamente, constan como
pagadas al contado, circunstancia que no ha podido verificar por inexistencia de con-
tabilidad por el motivo expuesto en el apartado quinto del presente dictamen.
Respecto a lo expuesto en el apartado III.3.A, manifiesta que es cierto que los libros
registro de facturas recibidas y facturas emitidas no están diligenciados por el Ministerio
de Hacienda, sobre lo cual debe informar que el diligenciado de tales libros por Hacienda
no es en absoluto preceptivo según la Ley y el Reglamento del Impuesto sobre el valor
añadido.
238 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Respecto a lo expuesto en el apartado III.3.B y III.3.E, de su informe, sobre cuantías


de compras, el suscrito perito se remite a lo manifestado en el párrafo tercero del punto
séptimo del presente Dictamen.
Respecto a lo expuesto en los apartados III.3.C y III.3.D de su informe, sobre
cuantías de ventas, el suscrito perito no se pronuncia.
Respecto a las manifestaciones expuestas en el apartado III.4 y también en III.3.B
y III.3.C, el firmante no se pronuncia puesto que no es el perito el llamado a enjuiciar
las acciones presuntamente dolosas del litigante en el pleito.
Respecto a lo expuesto en el apartado IV el suscrito perito asevera que el procedi-
miento utilizado por el Diplomado en Ciencias empresariales Sr. E.M.F., además de ser
el procedimiento idóneo para valorar inventarios de existencias, según se ha dejado
expuesto en el apartado primero del presente Dictamen, es el único procedimiento para
su cómputo en el caso de estos autos. Este procedimiento es, como asimismo se expone
en el referido apartado primero, concordante con los procedimientos y técnicas de
auditoría de cuentas utilizados por los auditores. Es acertada la observación del Sr. A.
sobre que este método no es seguido jamás por los peritos tasadores de seguros, ya que
no es un procedimiento para tasar daños sino de auditoría y para cómputo de valora-
ciones de existencias que los peritos tasadores no tienen por qué emplear, ya que sus
funciones son exclusivamente las de tasar daños dentro del exclusivo ámbito de las fun-
ciones previstas por la Orden del Ministerio de Economía y Hacienda de 10 de julio de
1986, en su artículo 4.º, reproducido en el párrafo trece de este mismo apartado, relativo
a las funciones de los peritos tasadores de seguros, excepto en los casos en que la valo-
ración de daños es de la competencia de otros profesionales, cual es el caso de estos
autos. En consecuencia el perito tasador Sr. A.C. no está autorizado para enjuiciar pro-
cedimientos de trabajo que no pertenecen a su profesión.
Los cálculos realizados por el Sr. M.F. fueron realizados con base en las facturas
registradas en los libros registro de facturas recibidas y emitidas, no diligenciados, con-
feccionados a efectos del control del IVA. Todas las inscripciones en dichos libros están
amparadas en las facturas recibidas de los proveedores por las compras a ellos realizadas
y en las facturas emitidas a clientes por las ventas efectuadas, todas las cuales constan,
además, aportadas a los autos.
Las manifestaciones vertidas por el Sr. A.A.C. en el apartado IV.c) de su informe no
son ciertas, como tampoco lo es que el procedimiento sea, utilizando las propias frase
del Sr. A.A.C., una simple «cuenta de la vieja», ni que sea «absolutamente poco o nada riguroso
técnicamente», ni que su utilización «siempre ofrece resultados aleatorios». Con tales mani-
festaciones el Sr. A.A.C. revela su total desconocimiento de las técnicas de auditoría.
Categóricamente puede afirmarse que sí es posible recalcular las facturas de venta a su
valor de coste, viendo la correlación entre los productos constantes en las facturas de
venta con los que constan en las facturas de compra y recalculando en aquellas el coste
de adquisición de los productos de cada factura emitida. No se niega que este procedi-
miento resulta sumamente engorroso y que supone un gran trabajo de cálculo pero que
en el caso de T.S.L., en que el número de facturas de ventas y el de compras no eran
excesivamente elevados, ya que en el período comprendido entre el 13/10/1992 y el
Demanda interpuesta por una empresa vendedora de ordenadores y material ... 239

16/8/19X3 solo existen 295 facturas de compras y 275 facturas de ventas, el Sr. M.
pudo perfectamente, como hizo, recalcular sin demasiado esfuerzo todas las facturas de
venta a su precio de coste de adquisición. El suscrito perito, para cumplimentar el punto
c) de la prueba propuesta por la actora, ha debido verificar los cálculos efectuados por
el Sr. M., utilizando procedimientos estadísticos de auditoría, de todo lo cual deja cum-
plida respuesta en el epígrafe tercero del presente Dictamen.
Por todo lo expuesto el suscrito perito manifiesta su total desacuerdo con el informe
del perito tasador Sr. A.A.C. El Sr. A. no llega a conclusión alguna, dejando sin cum-
plimentar lo dispuesto por la Orden del Ministerio de Economía y Hacienda de 10 de
julio de 1986 en su artículo 4.º, relativo a las funciones de los peritos tasadores de seguros,
entre las cuales está la valoración de los daños y la indemnización, el cual textualmente
dispone: «Art. 4.º Funciones. Corresponde a los peritos tasadores de seguros el asesoramiento
técnico-profesional a los asegurados, .................., la valoración de los daños, la apreciación de las
demás circunstancias que influyen en la determinación de la indemnización según la naturaleza
del seguro de que se trate y la propuesta del importe líquido de la indemnización..................».
Octavo. En relación al quinto punto —e)— de la ampliación de prueba solicitada
por la demandada, informa:
El suscrito perito está totalmente de acuerdo con el procedimiento empleado por
el Diplomado en Ciencias empresariales Sr. E.M.F., por cuanto, aun sin ser auditor de
cuentas, utilizó para la valoración procedimientos y técnicas empleados por los auditores.
En cuanto a su valoración, cabe afirmar que el Sr. E.M.F. aplicó las normas y principios
contables contenidos en el Plan General de contabilidad español dispuesto por RD
1643/1990, de 20 de diciembre, en concreto el principio de precio de adquisición.
En cuanto a si se cumplieron los usos de los peritos tasadores de seguros, el firmante
manifiesta que el Diplomado Sr. E.M.F. no es perito tasador de seguros; la intervención
en las valoraciones de profesionales distintos a los peritos tasadores de seguros está pre-
vista en la antes citada Orden de 10 de julio de 1986, que en su artículo 4.º dispone:
«Art. 4.º Funciones. Corresponde a los peritos tasadores de seguros .................. sin perjuicio de
las competencias atribuidas a otros profesionales por su propia normativa con rango legal o regla-
mentario». Está pues claro que la referida disposición legal está contemplando los casos
en que para la valoración de siniestros deban intervenir otros profesionales distintos de
los peritos tasadores o más cualificados, cual es el caso de la valoración objeto de autos,
para la cual la actora solicitó, acertadamente, los servicios de un Diplomado en Ciencias
empresariales, cuyas funciones se hallan reguladas por el Real Decreto 871/1977, de 26
de abril, por el que se aprueba el Estatuto de Economistas, Profesores y Peritos mer-
cantiles, que alcanza también a los Diplomados y Licenciados en Ciencias empresariales,
regulado, para la provincia de Barcelona, por la Resolució del Departament de Justicia
de la Generalitat de Catalunya de 27 de enero de 1992, sobre el Estatut del Col•legi de
Titulats Mercantils i Empresarials de Barcelona, Título II, capítulo 1.º, art. 6.b).
Noveno. En relación al punto sexto y último —f)— de la prueba de la parte
demandada, informa:
Si bien el suscrito perito está de acuerdo, como ha dejado dicho, con el procedi-
miento empleado por el Sr. E.M.F. en la determinación del valor de los géneros sus-
240 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

traídos, no lo está en cuanto al valor obtenido de dichos bienes. Efectuados por el fir-
mante los cálculos por idéntico procedimiento que el empleado por el Sr. E.M.F., ha
obtenido una valoración de 6.018.916 pesetas. La diferencia con la valoración del Sr.
E.M.F. la ha dejado expuesta en el apartado tercero del presente Dictamen, al que se
remite.
Décimo. El suscrito perito no ha podido verificar el valor de la maquinaria, material
de oficina y dinero efectivo sustraídos que la actora ha valorado en 422.310 pesetas. No
obstante debe advertir que de la relación valorada preparada por la actora y aportada a
los autos con el escrito de interposición de la demanda como documento número 12
debe reducirse en todo caso en 243.500 pesetas, correspondientes a un ordenador 486
50 Mhz. 120 mb, valorado en 113.700 pesetas; un monitor color 0,28, valorado en
26.000 pesetas, y una impresora marca .................., valorada en 103.800 pesetas, cuyo
valor se halla incluido en la valoración de las mercancías adquiridas a proveedores e
incluido en el de los géneros existentes el 16/8/X3. El firmante no ha podido verificar
si el fax 120, constante en dicha relación, valorado en 57.250 pesetas, se halla también
incluido en la valoración de las mercancías adquiridas a proveedores y, en consecuencia,
en el valor total de los géneros robados.
Expuesto lo que antecede, el suscrito perito pasa a formular las siguientes:
4. Conclusiones
Primera. El valor total de las mercancías existentes el 16 de agosto de 19X3, día en
que se produjo el robo, calculado en la forma expuesta en el Dictamen, es de 6.018.916
pesetas.
Segunda. El suscrito perito no ha podido verificar la existencia del material de
oficina y dinero sustraídos que la actora valora en 422.310; sin embargo, por los motivos
expuestos en el apartado Décimo del Dictamen, en todo caso deben excluirse las
máquinas allí citadas que ascienden a 300.750 pesetas, resultando un valor por tal con-
cepto de 121.560 pesetas, sobre el cual el suscrito perito no puede pronunciarse por
ausencia de la evidencia necesaria de su existencia.
Este es el Dictamen que emite el suscrito perito y las Conclusiones a que ha llegado
según su leal saber y entender, de los que deja constancia en el presente documento que
somete a la consideración del superior criterio del juzgado.
(localidad).................. (fecha)...................
Firma del auditor
Demanda interpuesta por una empresa vendedora de ordenadores y material ... 241

Anexo único
Cómputo del valor de las mercancías en existencia el día del robo, 16/8/19X3.

Valor mer- Valor de coste Valor existen-


cancías mercancías ven- cias mercancías
adquiridas al didas al 16/8/X3
costo
Cifras según informe Sr. E.M.F. (1) 35.369.805 -20.482.431 5.887.374
Ajustes.

Factura de S.S.L., de 25/5/X3


duplicada en el libro registro de
facturas recibidas (fra. n.º 243) (2) -229.711 -229.711
Factura de A.S.A., de 17/12/92, que
no procede incluir por no corresponder
a compra de mercancías (fra. n.º 83) (3) -190.605 -190.605
Error valoración al coste de la factura
del cliente G.S.A. de 12/1/X3 (fra.
n.º 47) (4) +300.000 +300.000

Total ajustes (5) = (2) + (3) + (4) -420.316 +300.000 -120.316

Cifras ajustadas (6) = (1) - (5) 34.949.489 -29.182.431 5.767.058


Cifras obtenidas de la pericial (7) 35.103.838 -29.084.922 6.018.916

Diferencia (8) = (7) - (6) +154.349 +97.509 +251.858

Facturas T.S.L. registradas en el libro registro de facturas emitidas.

4.º trimestre 19X2 y 1.er trimestre 19X3 12.831.221 ptas.


2.º trimestre 19X3 3.575.835 “
3.er trimestre 19X3 19.646.228 “
4.º trimestre 19X3 703.269 “
subtotal 36.756.553 ptas.

4.º trimestre 19X4. Factura Canarias 2.600.926 “

Total 39.357.479 ptas.


242 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Base imponible del IVA declarado en la declaración anual del IVA (mod. 36.756.213 ptas.
390, p. 2)
Diferencia con la cifra deducida del libro registro de facturas emitidas 340 “

Cifra de ventas declarada en la declaración del Impuesto de sociedades del 39.357.479 ptas.
ejercicio 19X3
CASO 2.

Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes


contra una cooperativa fabricante de juguetes, con
reconvención por parte de esta última

Prueba interesada por la demandada, consistente en verificar la corrección de las


contabilizaciones en la cuenta a nombre de la actora en la contabilidad de aquella y sobre
la corrección de provisionar saldos de dudoso cobro, prueba ampliada por la actora en
la verificación de determinados asientos contables y otras comprobaciones. El auditor
perito verificó las cuentas de ambas sociedades en sus respectivas contabilidades.
El dictamen del auditor perito designado fue el siguiente:
(Se omite la hoja de identificación)

(Número de protocolo).................. Año ..................

X.X., Auditor censor jurado de cuentas, inscrito en el Registro Oficial de Auditores


de cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas —ICAC—
con el número .................., designado perito en el juicio declarativo de menor cuantía
número .................. que se sigue en el juzgado de 1.ª Instancia número ..................
de .................., instado por la entidad mercantil L, S.L. contra C.S.I.J., S.C.L., con
reconvención por parte de esta, para la práctica de la prueba pericial contable propuesta
por la demandada y ampliada por la actora, admitida por el juzgado, constante en autos,
pasa a emitir el Dictamen relativo a la prueba solicitada.
1. Alcance de la prueba
La parte bastante de la prueba de la parte demandada textualmente dice:
«Pericial contable, consistente en que, por un solo perito, auditor de cuentas, se emita informe
sobre el siguiente objeto:
Si los movimientos consistentes en apuntes al debe y haber que se contienen en la ficha
contable aportada a la contestación a la demanda y reconvención como doc. n.º 158, com-
puesto de doce hojas y que contiene la cuenta n.º 43000000904 referida a L, S.L. son
correctos desde el punto de vista técnico-contable.
Además, deberá confirmar los siguientes extremos:
1) Si es cierto que la cuenta contiene en su primera hoja tres únicos movimientos al
debe que arrojan un saldo de 912.700 ptas. a fecha 31.12.X1, cuyo saldo sirve de arranque
a la segunda hoja y posteriores, cuyos movimientos se inician el 2.7.X2 y siguen ininte-
rrumpidamente hasta el 30.3.X4.
2) Si los apuntes contables que aparecen en las hojas n.º 2 a 12, ambas inclusive, se
corresponden con otros tantos documentos que se acompañan al escrito de demanda como
doc. n.º 159 a 463, cuyos apuntes llevan un número manuscrito junto a los mismos (del 1
al 321) que se corresponde con el que aparece en la parte derecha y debajo del número del
244 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

documento propiamente dicho, ejemplo: doc. n.º 159-1, 160-2, etc., explicando si los
apuntes contables producidos son coherentes con el contenido de los documentos que les
sirven de soporte.
3) Si con fecha 2.1.X3 hay reflejado un apunte al haber de 13.774.126 ptas. bajo el
concepto "S/Fra. Comisiones 1040" del que no aparece el doc. correspondiente en su sitio,
es decir entre los doc. 251/X2 y 252/X4, porque figura aportado como doc. n.º 93 de
nuestro escrito (o sea, es el doc. n.º 93 de orden general y n.º 94 de apunte contable).
4) Si con fecha 30.11.X3 hay reflejado un apunte al haber de 15,405.773 ptas. bajo el
concepto "Comisiones Oper. Importac. 94", que no tiene soporte documental alguno.
5) Si en ambos casos, es decir en los mencionados en los apartados 3 y 4 anteriores, los
dos apuntes practicados eran al haber de L., S.L., es decir, si reducían el saldo adeudado al
proveedor.
6) Si con fecha 31.12.X3 hay reflejado un apunte al haber de 7.808.843 ptas. bajo el
concepto "Traspaso a dudoso cobro" que redujo el saldo adeudado por L., S.L. a C, S.L. de
18.853.070 ptas. a 11.044.227 ptas.; y cuyo apunte no tiene soporte documental.
7) Si el hecho de efectuar el apunte a que se refiere el apartado anterior significa que la
cantidad de 7.808.843 ptas. está efectivamente pagada por el cliente a que se refiere la cuenta
o, por el contrario, significa que el proveedor-acreedor considera prudente provisionar esta
cantidad en su balance con el fin de adoptar medidas de precaución ante eventuales fallidos
o incobrables, o por causa de reducir sus saldos negativos al final del ejercicio mediante este
artificio contable. En suma, si con arreglo a la práctica contable el hecho de que determinado
saldo sea trasladado a una cuenta "de dudoso cobro" significa que, posteriormente, no pueda
volver a integrar el saldo adeudado por el cliente si el acreedor lo considera susceptible de
cobro o reclamación por cualquier vía».
La parte bastante de la prueba de la parte actora textualmente dice:
«Que conferido traslado del escrito solicitando prueba pericial, esta parte estima que la
prueba pericial propuesta por el litigante adverso debe ampliarse a otros extremos cuyo
esclarecimiento resulta indispensable para fallar con acierto el actual juicio. Estos extremos
son los siguientes:
1.º Emita dictamen sobre si el documento n.º 158 aportado por la adversa es correcto
desde el punto de vista técnico contable, compruebe la documentación de la sociedad y
emita dictamen sobre si dicha cuenta se corresponde con la que figura en los libros oficiales
de comercio que, debidamente sellados por el Registro Mercantil, tiene la obligación de
llevar la Sociedad.
2.º Emita dictamen sobre si el asiento n.º 92 del documento n.º 158 al debe negativo
de 1.088.067 ptas. corresponde a un abono efectuado a L., S.L. y, en su caso compruebe
soporte documental de este y emita informe sobre dicho asiento.
3.º En cuanto al asiento reflejado en el haber de 31/12/X3 de 7.808.843 ptas. a saldo
de dudoso cobro, no es más cierto que se trata de un abono motivado por las mismas cir-
cunstancias que el asiento de 1.088.067 ptas. de fecha 30/12/X2.
4.º En cuanto a la aclaración del extremo solicitada en el punto siete por la demandada,
emita dictamen el perito, indicando si no sería más cierto que una práctica contable como
la expuesta en dicho apartado tuviera como única finalidad reducir la base imponible de la
Sociedad y falsear por consiguiente la declaración del Impuesto de sociedades para dicho
ejercicio, dado que está claramente establecido los motivos y circunstancias para dotar la
Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes contra una ... 245

cuenta de saldos de dudoso cobro, no dándose en el presente supuesto ninguno de los con-
dicionantes para ello.
5.º Compruebe los libros de comercio de L., S.L. y emita dictamen sobre el saldo de la
cuenta con C, S.L.
Dicha prueba deberá ser practicada por un solo perito, auditor de cuentas».
2. Documentación examinada
Para la práctica de la prueba requerida, el firmante ha examinado la siguiente docu-
mentación:
Libros de contabilidad de C.S.I.J., S.C.L. legalizados por el Registro Mercantil
de ..................
Libros de contabilidad de L., L., legalizados por el Registro Mercantil de Barcelona.
Cuenta corriente número 43000000904, correspondiente a la cuenta cliente, abierta
a nombre de L., S.L., en la contabilidad de C.S.I.J., S.C.L., cuya copia fue aportada por
la demandada en su escrito de contestación a la demanda y formulación de reconvención
con el número de referencia 158, constantes en los autos.
Documentación soporte de los apuntes de la cuenta número 43000000904, apor-
tados por la demandada con los números de referencia 159 a 463, constantes en los autos.
Cuenta corriente número 40000000458, correspondiente a la cuenta proveedor,
abierta a nombre de L., S.L. en la contabilidad de C.S.I.J., S.C.L., cuya copia fue apor-
tada por la demandada en su escrito de contestación a la demanda y formulación de
reconvención con el número de referencia 1, constantes en los autos.
Cuentas corrientes número 4070000 y 4001037, correspondientes a la cuenta pro-
veedor, abierta a nombre de C.C.S.I.J., S.C.L. en la contabilidad de L., S. L.
Cuenta corriente número 4309030, correspondiente a la cuenta cliente, abierta a
nombre de C.S.I.J., S.C.L. en la contabilidad de L, S. L.
Documentaciones constantes en los autos que han sido consideradas de interés exa-
minar a los efectos de la prueba solicitada.
Vista y examinada la documentación de referencia, el suscrito perito pasa a emitir
el siguiente
3. Dictamen
En el presente dictamen las sociedades L., S.L. y C.S.I.J., S.C.L., actora y demandada
y a la vez demandante reconvencional, se denominan por L. y C, respectivamente.
Respecto a la prueba propuesta por la parte demandada, informa:
Primero. Respecto al primer punto:
Los movimientos inscritos en el debe y en el haber de la cuenta corriente número
43000000904, correspondiente a la cuenta cliente abierta a nombre de L. en la conta-
bilidad de C, constituida por doce hojas, aportada con el escrito de contestación a la
demanda y formulación de reconvención, identificado como documento n.º 158, se
advierten correctos según la operativa contable excepto dos apuntes, contabilizados uno
el 30/11/X3, por importe de 15,405.773 pesetas, por el concepto de «Comisiones ope-
rac. importac.» y otro contabilizado el 31/12/X3, por importe de 7.808.843 pesetas,
por el concepto de «Traspaso a dudoso cobro», de los cuales no existe soporte docu-
mental, por lo que, dada la cuantía de ambos apuntes, siendo, precisamente, los de mayor
246 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

importancia de los varios que motivan la no coincidencia entre los saldos de las cuentas
de la actora y la demandada, según se deja expuesto en el apartado Decimocuarto del
Dictamen, se consideran ambos incorrectos, según la citada operativa contable que exige
que de todos los apuntes contabilizados en libros exista soporte documental, sin excep-
ción. Del primer apunte, correspondiente a comisiones devengadas por L., procedía
haberse contabilizado en razón a una factura de esta. Del segundo apunte, relativo al
traspaso a una cuenta de dudoso cobro, requiere la existencia de un documento firmado
por el administrador de la empresa autorizando el traspaso y su contabilización.
Segundo. Respecto al extremo referenciado con el número 1, informa:
Es cierto que la cuenta refleja en su primera hoja tres únicos movimientos con fecha
31/12/19X1, por importes de 13.059 pesetas, 837.850 pesetas y 61.791 pesetas, que
totalizan el importe del saldo a fin de 19X1 y que asciende a 912.700 pesetas que consta
como saldo de apertura del año 19X2 y como tal consta en la segunda hoja de la cuenta
corriente, desarrollándose la cuenta a partir de este saldo, cuyos movimientos se inician
el 2/7/19X2 y siguen, ininterrumpidamente hasta el 30/3/19X4.
Tercero. Respecto al extremo referenciado con el número 2, informa:
Los apuntes contabilizados en las hojas 2 a 12, ambas inclusive, de la referida cuenta
corriente 43000000904, se corresponden con los documentos aportados a los autos con
el escrito de contestación a la demanda y formulación de reconvención, identificados
como documentos n.º 159 a 463. Los referidos apuntes se hallan, además, identificados
en las hojas de cuenta corriente con un número escrito a mano que coincide con el
inscrito en los citados documentos en la parte inferior derecha de cada uno de ellos y
que van del 1 al 321. Los referidos documentos constituyen el soporte documental de
los apuntes constantes en la cuenta, con la excepción expuesta en el apartado primero
del Dictamen.
Cuarto. Respecto al extremo referenciado con el número 3, informa:
El día 2/1/19X3 consta contabilizado en las varias veces citada cuenta 43000000904
de la contabilidad de C un apunte en el haber, por importe de 13.774.126 pesetas, por
el concepto de «S/fra. comisiones 1040», cuyo documento se halla aportado a los autos
con el escrito de contestación a la demanda y formulación de reconvención, referen-
ciado como documento n.º 93 y corresponde a la factura de L. de diciembre 19X2,
según indica en la columna «Descripción» a «Fra. gestiones de importación». Esta factura
consta contabilizada por L. en la cuenta 4070000 C cuenta proveedor en 31/12/19X2.
Quinto. Respecto al extremo referenciado con el número 4, informa:
El día 30/11/19X3 consta contabilizado en la cuenta 43000000904 de la contabi-
lidad de C un apunte en el haber, por importe de 15,405.773 pesetas, por el concepto
de «Comisiones operac. importac. X3». Según se ha dejado expuesto en el apartado
primero del Dictamen, de este apunte no hay soporte documental. Sin embargo, el
documento soporte de esta operación es una factura extendida por L. a C con fecha 29
de diciembre 19X4, por idéntico concepto que la referida en el apartado anterior: Fra.
gestiones importación año 19X3», por importe de 26.680.000 pesetas. Esta factura
consta contabilizada por L. en la cuenta 4309030 C, cuenta cliente, con fecha 29 de
diciembre 19X4 y es, como ya se indica en el referido apartado primero, uno de los
Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes contra una ... 247

apuntes que motivan la no coincidencia entre las cuentas de la actora y la demandada,


según se expone en el apartado Decimocuarto.
Sexto. Respecto al extremo referenciado con el número 5, informa:
El apunte de 13.774.126 pesetas, contabilizado en la cuenta corriente número
43000000904, correspondiente a la cuenta cliente abierta a nombre de L. en la conta-
bilidad de C, referido en el apartado cuarto del presente Dictamen, se halla acreditado,
es decir, como se ha dejado indicado, contabilizado en el haber de la cuenta, en la fecha
allí indicada, 2/1/19X3, rebajando el saldo deudor en aquella fecha, 16.453.814 pesetas,
dejándolo reducido a 2.679.688 pesetas.
Asimismo, el apunte de 15,405.773 pesetas, referido en los apartados primero y
quinto del presente Dictamen, se halla acreditado en la misma cuenta, en la fecha indi-
cada, 30/11/19X3, es decir, contabilizado en el haber, rebajando el saldo en aquella
fecha, 13.752.349 pesetas, pasando a ser de deudor a acreedor en 1.653.424 pesetas.
Séptimo. Respecto al extremo referenciado con el número 6, informa:
El día 31/12/19X3 consta contabilizado un apunte en el haber de la referida cuenta
número 43000000904, por importe de 7.808.843 pesetas, por el concepto de «Traspaso
a dudoso cobro», como se ha dejado expuesto en el apartado primero del Dictamen sin
soporte documental, que redujo el saldo deudor de la cuenta de 18.853.070 pesetas a
11.044.227 pesetas.
Octavo. Respecto al extremo referenciado con el número 7, informa:
El hecho de acreditar en el haber de una cuenta deudora de un cliente u otro deudor,
por considerarla de dudoso cobro, el saldo de realizabilidad incierta por traspaso a una
cuenta de título «Créditos dudoso cobro» o similar, no significa que el deudor lo haya
pagado, lo cual ya se deduce del propio concepto del traspaso, ni que con motivo del
traspaso a la referida cuenta el acreedor no deba efectuar cuantas acciones judiciales o
extrajuidiciales considere necesarias para conseguir cobrar del deudor en mora. Con el
traspaso del saldo dudoso a la referida cuenta de «Créditos dudoso cobro», en la práctica
contable ya no se vuelve a trasladar a la cuenta de cliente ordinario, como indica el
referenciado extremo, sino que permanece en la referida cuenta de dudoso cobro con
tal calificación. Este traspaso no supone ningún artificio contable, sino que, por el con-
trario, obedece al cumplimiento de un principio de contabilidad, de acuerdo con lo que
establece el Plan general de contabilidad español.
Respecto a la conveniencia de provisionar los saldos de dudosa realizabilidad, el
suscrito perito se remite a lo expuesto en el apartado duodécimo del Dictamen.
Respecto a la prueba de la parte actora, informa:
Noveno. Respecto al extremo referenciado con el número 1:
Según se informa en el apartado primero del Dictamen, los apuntes contables con-
tabilizados en el debe y en el haber de la cuenta corriente número 43000000904,
correspondiente a la cuenta cliente abierta a nombre de L. en la contabilidad de C,
constituida por doce hojas, aportada con el escrito de contestación a la demanda y for-
mulación de reconvención, identificado como documento n.º 158, han sido realizados
siguiendo las prácticas contables y, en su consecuencia, son correctos según la operativa
248 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

técnico Contable, con la excepción expuesta en el citado apartado primero del Dicta-
men.
Examinados los libros de contabilidad de la compañía C, constituidos por listados
de ordenador, están legalizados no por el Registro Mercantil sino por la Direcció Gene-
ral d’Ocupació i Cooperació – Registro de cooperativas, de la Conselleria de Treball i
Afers Socials de la Generalitat Valenciana, como es preceptivo para este tipo de entidades
y se advierte reúnen todos los requisitos formales que dispone el vigente Código de
comercio.
En dichos libros el suscrito perito ha verificado lo siguiente: 1, la referida cuenta
corriente es una subcuenta de la cuenta general 430. Clientes; 2, la cuenta corriente
43000000904 – L.L., se halla relacionada en los balances de comprobación con sumas
y saldos de fin de los ejercicios 19C1, 19X2, 19X3 y 19X4, cerrados el 31 de diciembre;
3, el saldo de la cuenta de mayor 430. Clientes, dentro del que se halla incluida la
referida cuenta 43000000904, son los que constan en los balances de fin de los citados
ejercicios constitutivos de las cuentas anuales de dichos ejercicios; 4, los referidos saldos
están incluidos en los asientos de cierre y apertura de libros en el libro Diario de cada
uno de los citados ejercicios.
Décimo. Respecto al extremo referenciado con el número 2:
El apunte de 1.088.067 pesetas, contabilizado el 31/12/19X2 en negativo en el debe
de la cuenta 43000000904, corresponde a una factura emitida por C a L. que por ser
negativa se trata de un abono, motivo de su anotación en el debe de la cuenta con signo
negativo. Verificado el apunte contable con la correspondiente factura, una anotación
en ella indica que corresponde a «Diferencias entrega Vasco X», indicando, además,
que corresponden a: «albarán 30574, de fecha 30-12-X2». En las columnas «Descrip-
ción», «Cantidad», «Precio», «% dto» e «Importe» consta el detalle de los artículos
(juguetes), la cantidad con signo negativo, el precio unitario, el porcentaje de descuento
aplicado y el importe, también con signo negativo, respectivamente. Esta factura de
abono consta en los autos.
Undécimo. Respecto al extremo referenciado con el número 3:
El apunte acreditado en el haber de la varias veces citada cuenta corriente
43000000904 – L. cuenta cliente, de importe 7.808.843 pesetas, no corresponde a nin-
gún abono sino que es un apunte de traspaso a la cuenta 43500000904 abierta en la
contabilidad de C a nombre de L., cuenta de dudoso cobro, subcuenta de la cuenta
principal (mayor) 435 – Clientes de dudoso cobro.
Duodécimo. Respecto al extremo referenciado con el número 4:
Como principio de valoración de las cuentas a cobrar subsiste el criterio del valor
neto de realización, calculado por aplicación de las reducciones estimadas sobre el valor
nominal de los créditos.
Una de las circunstancias que mayor incidencia tiene en la reducción del valor de
los saldos de las cuentas a cobrar es la posible insolvencia de los deudores. El tratamiento
contable de las insolvencias se concreta en un reconocimiento a posteriori de las pérdidas
cuando el saldo resultó ser definitiva e indubitablemente incobrable o, alternativamente,
en la constitución de una provisión, motivada por una situación de hecho o calculada
Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes contra una ... 249

antes de que esta se presente, en previsión de posibles insolvencias genéricas de las


cuentas a cobrar.
La primera de las opciones apuntadas no se considera aceptable según los principios
y normas de contabilidad generalmente aceptados por hallarse en contradicción con el
principio de prudencia valorativa. No es considerado correcto esperar a la calificación
definitiva de los saldos como incobrables por cuanto en la práctica suele transcurrir
mucho tiempo desde que la deuda ha vencido hasta la situación de insolvencia definitiva
del deudor; de otra parte la falta de cobro no va unida a situaciones jurídicas concretas
de insolvencia, por lo que el riesgo estimado debe plasmarse contablemente desde que
este surge, aun cuando no exista una situación de insolvencia definitiva y determinada.
Como consecuencia de lo expuesto, los principios de contabilidad disponen la
separación de los créditos de realizabilidad incierta de los créditos considerados realiza-
bles, traspasando los primeros a una cuenta, la 435, de título «Clientes dudoso
cobro» y constituyendo paralelamente provisiones para cubrir los riesgos por insolven-
cias que permitan presentar adecuadamente el valor neto de realización de las cuentas a
cobrar.
La aplicación del principio contable de prudencia valorativa a estas situaciones
supone la imputación como pérdida las dotaciones a las provisiones por insolvencias en
el ejercicio en que se efectúen tales dotaciones.
Las dotaciones para cobertura del riesgo de insolvencias de deudores se hallan reco-
nocidas como deducibles por el Impuesto de sociedades (Ley 43/1995, de 27 de diciem-
bre, del Impuesto de sociedades. Artículo 12. Correcciones de valor. Pérdidas de valor
de los elementos patrimoniales).
Según todo lo expuesto, no es cierto, como aduce la actora en el extremo 4.º de la
prueba solicitada, que el provisionar las cuentas de dudosa realizabilidad tenga como
única finalidad reducir la base imponible del Impuesto de sociedades, falseando con ello
la liquidación del impuesto.
El suscrito perito considera oportuno hacer constar que, al margen de todo lo
expuesto en los anteriores párrafos del presente apartado, no deja de causar extrañeza la
dotación practicada por C para la provisión de créditos de dudoso cobro por una can-
tidad que no se corresponde con el saldo adeudado por L., como hubiera sido lo normal
según el principio de prudencia valorativa antes apuntados.
Decimotercero. Respecto al extremo referenciado con el número 5, informa:
En los libros de contabilidad de L. el suscrito perito ha verificado lo siguiente: 1, la
cuenta corriente 4070000 correspondiente a la cuenta proveedor abierta a nombre de
C en la contabilidad de L., es una subcuenta de la cuenta principal (mayor) 407.
Proveedores; 2, en 31 de diciembre de 19X2, el saldo de la cuenta 4070000. C, cuenta
proveedor, fue traspasado a una nueva cuenta abierta a nombre de C con el número de
código 4001037, de la cuenta 400 Proveedores; 3, las referidas cuentas 4070000 y, a
partir del 31/12/19X2, la 4001037, se hallan relacionadas con sus respectivos saldos en
los balances de sumas y saldos de los ejercicios 19X2, 19X3 y 19X4; 4, La cuenta
corriente 4309030 correspondiente a la cuenta cliente abierta a nombre de C en la
contabilidad de L., es una subcuenta de la cuenta principal (mayor) 430 Clientes. 5, el
250 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

saldo de las cuentas principales (mayor) 407 y 400 Proveedores y 430 Clientes, a fin
de los indicados ejercicios, son los que constan en los balances de fin de estos, lo que
evidencia la bondad de la información contable constante en libros. 6, Los libros de
contabilidad de los ejercicios 19X2, 19X3 se hallan legalizados por el Registro Mercantil
de Barcelona, por lo que reúnen todos los requisitos formales que dispone el vigente
Código de comercio. Los del ejercicio 19X4 no están legalizados.
Decimocuarto. Para obtener la evidencia necesaria, suficiente y competente que
le permitiera formarse una opinión sobre las respectivas cuentas corrientes abiertas a
nombre de la actora y de la demandada en sus respectivas contabilidades y poder informar
sobre los extremos 1.º y 5.º de la prueba de la parte actora, a los que se refieren los
apartados noveno y decimotercero del Dictamen, el suscrito perito ha verificado, con-
ciliando partidas, la concordancia entre los apuntes de las cuentas 4070000, que fue
traspasada a la 4001037, a nombre de C, como proveedor y la cuenta 4309030 también
a nombre de C, como cliente, en la contabilidad de L., con los que constan contabili-
zados en la cuenta 43000000904 a nombre de L., como cliente, y en la cuenta
40000000458, también a nombre de L., como proveedor, en la contabilidad de C,
habiendo constatado la concordancia de los apuntes entre una y otra cuenta a excepción
de unos pocos apuntes que constan en las cuentas de la contabilidad de C que no constan
en las de L. y viceversa, otros que constan en la contabilidad de L. y no constan en la
de C Al final del Dictamen, en tres anexos, se deja constancia de las diferencias y las
partidas que las motivan. La determinación de tales diferencias entre las cuentas de las
contabilidades de ambos litigantes, de las que se deja constancia en los citados anexos,
aun cuando no forman parte del objeto del proceso, han sido determinadas por el fir-
mante con el único fin de obtener la evidencia citada al principio, y a este fin, exclusi-
vamente, han sido establecidas, habiendo considerado conveniente aportarlas al Dicta-
men.
Este es el Dictamen que emite el suscrito perito, según su leal saber y entender, del
que deja constancia en el presente documento que somete a la consideración del superior
criterio del Juzgado. No hay conclusiones.
(localidad).................. (fecha)..................
Firma del auditor

Anexo 1
Situación según cuentas contabilidad de C.
Cuenta 43000000904 – L. (cuenta cliente).

Debe Haber Saldo

Saldo 30/3/1995 10.733.491 10.733.491


Giro de L. a cuenta factura comisiones, que
procede cargar en contabilidad C. cta.
40000000458 – L. cta. proveedor -5.000.000
Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes contra una ... 251

Debe Haber Saldo

Crédito de C frente a L. (deuda de L. a C) 5.733.491 5.733.491D

Cuenta 40000000458 – L. (cuenta proveedor)

Debe Haber Saldo

Sumas y saldo 13/12/95 -1.145.054 987.679 2.132.733 H


Giro de L. a cuenta factura comisiones, erró-
neamente cargado en la contabilidad de C en
la cuenta 43000000904 – L. cta. cliente 5.000.000

Crédito de L. frente a C (deuda de C. a L.) 3.854.946 987.679 2.867.267 D

Cuenta 43500000904 – L. Cuenta cliente dudoso cobro

Debe Haber Saldo

Saldo 31/12/95 7.808.843 D

Cuenta consolidada (suma saldos de las tres


cuentas) Crédito de C frente a L. (deuda de L.
a C) 16.409.601D

Anexo 2
Situación según cuentas contabilidad de L.
Cuenta 4001037 – C. cta. Proveedor
Debe Haber Saldo

Sumas y saldo al 24/5/X95 10.301.190 39.761.666 29.460.476H


Partidas contabilizadas por C no contabilizadas
por L.
1/12/X4. Factura 15,660
23/12/X4. Gastos recibos impagados 21.020
30/12/X4. “ “ “ vto. 15/12 27.855
252 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Debe Haber Saldo

7/1/X5. “ “ “ 696
20/1/X5. “ “ “ 1.770
2/2/X5. “ “ “ 1.238
30/3/X5. Factura (abono) - 507.346

Totales y saldo 10.301.190 39.322.559 29.021.369H

Cuenta 4309030 – C. cta. Cliente

Debe Haber Saldo

Saldo 29/12/X5 22.789.749D


Cuenta consolidada (suma saldos de las tres
cuentas) Crédito de C frente a L. (deuda de L.
a C)
Cuenta consolidada (suma saldos de las dos
cuentas) 6.231.620H
Crédito de C frente a L. (deuda de L. a C)

Crédito de C frente a L. (deuda de L. a C) según contabilidad de C. 16.409.601D


Crédito de C frente a L. (deuda de L. a C) según contabilidad de L. 6.231.620D
Diferencia 10.177.981D

Justificación de la diferencia entre la situación según la contabilidad de C y la de L.


La indicada diferencia procede de que C contabilizó en la cuenta 43000000904 –
L. cta. cliente, en concepto de comisiones devengadas por L. en el año 1994, el importe
de 15,405.773 pesetas, sin que tal cantidad obedezca a ninguna factura de cargo de L.
esta, por su parte, contabilizó por idéntico concepto 26.680.000 pesetas, importe de su
factura de 29/12/95; de un apunte de importe 73.370 pesetas contabilizada por L. que
corresponde a una factura de C que no tiene contabilizada; por una diferencia de 108
pesetas existente entre el importe contabilizado por C de un pago efectuado por cuenta
de L., por 2.240.847 pesetas y el contabilizado por idéntico concepto por L., por importe
de 2.240.955 pesetas y por la devolución por C de un giro de L. por importe de
1.022.985 pesetas, que fue contabilizado por C y que L. no contabilizó.
Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes contra una ... 253

Los cálculos de los que se deduce la referida diferencia entre ambas cuentas son los
siguientes:

Importe comisiones del año 1994 contabilizadas por L. en la


cuenta 4309030 – C. cta. cliente 26.680.000
Importe comisiones del año 1994 contabilizado por C. en la
cuenta 4300000904 – L. cta. proveedor -15,405.773

Diferencia comisiones 11.274.227 11.274.227

Factura de C contabilizada por L. en la cuenta 4001037 – C.


cta. proveedor, no contabilizada por C. – 73.370
Diferencia importe contabilizado por L., 2.240.955 pesetas
y el contabilizado por C, 2.240.847, correspondiente a un
pago efectuado por C por cuenta de L. 108
Devolución por C de un giro de L., contabilizado por C en
la cuenta 40000000458 L. cta. proveedor, no contabilizado
por L. 1.022.985
Diferencia 10.177.980
CASO 3.

Demanda interpuesta por la Sindicatura de la quiebra de una


sociedad de obras públicas contra la propia sociedad
quebrada y otra sociedad vinculada

Prueba interesada por la demandada, consistente en la verificación de la constancia


en libros de determinadas operaciones y facturas, prueba ampliada por la actora en otras
verificaciones.
(Se omite la hoja de identificación)

(Número de protocolo).................. Año ..................

X.X. Auditor censor jurado de cuentas, inscrito en el Registro oficial de Auditores


de cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas —ICAC—
con el número .................., designado perito en el juicio declarativo de menor cuantía
número .................., que se sigue en el juzgado de 1.ª Instancia número ..................
(sección ..................), de .................., instado por la sindicatura de la quiebra de
E.V., S. A. (EVSA) contra las sociedades ACE, S.A. (ESA) y contra la propia sociedad
quebrada EV, S.A. (EVSA), para la práctica de la prueba pericial contable propuesta por
la parte demandada, ampliada por la actora y admitida por el juzgado, constante en autos,
pasa a emitir el preceptivo Dictamen relativo a la prueba solicitada.
1. Alcance de la prueba
La parte bastante de la prueba interesada por ACE, S.A., textualmente dice:
«Pericial. Para que por un solo perito con la titulación de Censor Jurado de Cuentas, designado
en la forma prevista en los arts. 614 y ss. de la LEC, y a la vista de los Libros de comercio de la
sociedad E.V., S.A., especialmente los apuntes de los años 19X6 y 19X7, así como de cuanta
otra documentación contable suficientemente acreditada estime conveniente, emita dictamen sobre
los siguientes extremos:
A) Si en la contabilidad de EVSA se han recogido cantidades que correspondan a
cualquier tipo de gasto, inversión o coste que esa sociedad haya efectuado para la obra
"Complementarias de los Ensanches y Pavimentación de los viales 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
y 11 en los términos municipales de .................., .................., ..................
y .................. (Penva 0)" que le fue adjudicada por la Diputación Provincial de V el 30 de abril
de 19X6.
En caso de que existan tales gastos, se determine en cómputo global, a cuánto han
ascendido estos.
B) Si desde el 30 de abril de 19X6 la Sociedad EVSA ha contabilizado alguna can-
tidad en concepto de «beneficios», derivados de la ejecución de obra antes mencionada.
Demanda interpuesta por la Sindicatura de la quiebra de una sociedad de obras ... 255

C) Si aparece en los Libros el reflejo contable del abono a favor de ACE, S.A., de
las facturas de esta Sociedad que a continuación se relacionan:
Factura n.º 1/X6/1826, de fecha 17 de septiembre de 19X6, por trabajos realizados
según certificación n.º 1 de julio de la obra: Complementarias de los Ensanches y Pavi-
mentación de los viales 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 11 en los términos municipales
de.................., .................., .................. y .................. (Penva 0).
Factura n.º 1/9X6/2026, de fecha 11 de octubre 19X6, por los trabajos realizados según
certificación n.º 2 de agosto 19X6, en la misma obra.
Factura n.º 1/X6/2286, de fecha 22 de noviembre 19X6, por los trabajos realizados según
certificación n.º 3 de octubre 19X6, de la misma obra».
La parte bastante de la prueba de la parte actora textualmente dice:
«Segunda. .................. esta representación no se opone a la práctica de la prueba pericial
contable interesada, por un solo perito .................. con la única precisión en cuanto al alcance del
examen de la contabilidad de E.V., S.A. de que la verificación del pretendido abono de las facturas
referidas en la letra C) del escrito de la proponente se extienda no solo a su reflejo contable en los
Libros de comercio, sino a un documento justificativo del efectivo pago de las cantidades que se
manifiestan han sido facturadas».
2. Documentación examinada
Para la práctica de la prueba requerida, el firmante, además de la documentación
constante en autos, ha examinado los libros de contabilidad, de la sociedad E.V., S.A.,
en lo sucesivo denominada por su anagrama EVSA, correspondientes al ejercicio eco-
nómico de 19X6 que le han sido facilitados por la parte demandante, la Sindicatura de
la quiebra de EVSA, constituidos por cuatro libros diario, correspondientes a los perío-
dos 1 de enero 31 de marzo; 1 de abril a 31 de junio; 1 de julio a 30 de septiembre y 1
de octubre a 31 de diciembre. No le ha sido facilitado el libro de inventarios y cuentas
anuales, libro asimismo obligatorio, según disponen los artículos 25 y 28 del vigente
Código de comercio; en su lugar le han sido exhibidos cuatro libros de balances de
comprobación de sumas y saldos, conteniendo cada uno de ellos el balance de com-
probación de fin de cada trimestre natural del referido ejercicio 19X6. Ninguno de los
libros exhibidos está legalizado por el Registro Mercantil, habiendo con ello incumplido
la demandada lo dispuesto por el artículo 27 del Código de comercio. Se halla en la
última hoja de todos los libros la diligencia de ocupación efectuada por los órganos de
la quiebra.
No le han sido facilitados los libros de contabilidad del ejercicio 19X7 por inexis-
tencia de estos. Por el despacho de los auditores que auditaron las cuentas de EVSA le
han sido facilitadas al firmante, a su requerimiento, varias cuentas del ejercicio 19X7,
relacionadas con las citadas certificaciones, obtenidas directamente del ordenador. Estas
cuentas, no correspondiendo a ningún libro oficial legalizado, no tienen función pro-
batoria, habiéndolas utilizado solo como elementos informativos, con las debidas reser-
vas.
Certificaciones de obras números 1, 2, 3 y 4 correspondientes a las obras «Com-
plementarias de los Ensanches y Pavimentación de los viales 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 11
256 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

en los términos municipales de.................., .................., .................. y ..................


(Penva 0)», emitidas por EVSA.
Extractos de la cuenta bancaria 0015-4520-00-0010020712 a nombre de EVSA, en
el Banco U. M., Sucursal C, correspondientes al período 4 de enero 19X6 hasta 6 de
mayo de 19X7, día en que el Banco U. M cerró la cuenta por traspaso a morosos,
facilitados por el Departamento de Recuperaciones de dicho Banco U..
Documentos de abono de los anticipos efectuados por el Banco U. M a EVSA sobre
las certificaciones de obra números 1, 2 y 4, emitidas por EVSA, de cancelación de
dichos anticipos al cobro de las certificaciones y de cobro de las transferencias dispuestas
por la antes citada Diputación, facilitados por el Departamento de Recuperaciones del
Banco U. M.
Escrito dirigido al juzgado por la Intervención de fondos de la Diputación Provincial
de V, firmada por el Interventor D. G.F.D., cumplimentando el requerimiento de
información hecha por el juzgado sobre las antes referidas certificaciones de obras. Este
escrito es el de mayor importancia de los examinados a los efectos del conocimiento de
las fechas y forma de los pagos de las certificaciones de obra por parte de la citada Dipu-
tación.
Facturas de cargo de A.C.E., S.A., en lo sucesivo denominada por su anagrama ESA,
a EVSA números 1/X6/1826, de 17 de setiembre 19X6, 1/X6/2026, de 11 de octu-
bre19X6 y 1/X6/2286, de 22 de noviembre19X6 por los trabajos realizados en la refe-
rida obra, obrante en los autos.
Antes de pasar a emitir el dictamen, el auditor que suscribe, para conocimiento del
juzgado, de una parte, así como para evitar responsabilidades inherentes a su función de
perito en cuanto a conocimiento de información relevante, de otra, considera obligado
informar de lo siguiente:
En primer lugar debe manifestar que el firmante ha hallado dificultades en la obten-
ción de datos y documentaciones necesarias para la realización de la pericia, dado que,
con ocasión de la quiebra de EVSA y posterior desahucio del local en donde tenía las
dependencias administrativas, ciertas documentaciones contables soporte de los asientos
de la contabilidad al parecer se extraviaron. De otra parte, no le ha sido facilitado el libro
o libros de subcuentas (mayor) del año 19X6, por lo que las verificaciones de cuentas
se hacen altamente dificultosas.
La falta de legalización de los libros de contabilidad los invalida por completo a
efectos probatorios, por lo que la información obtenida exclusivamente de tales libros
no puede considerarse válida en tanto no pueda ser verificada por otros medios ajenos
a la entidad a la que pertenecen. En la prueba de referencia, el auditor que suscribe ha
verificado las contabilizaciones en los libros de contabilidad de EVSA referentes a las
certificaciones de obra emitidas por EVSA, habiéndolas verificado con las documenta-
ciones y los extractos de cuentas facilitados por el Banco U. M se ha hecho referencia
en el apartado 2, habiéndolas hallado de conformidad.
Examinado por el firmante el contrato de ejecución de obra suscrito entre EVSA y
ESA, aportado a los autos por EVSA con su escrito de contestación a la demanda, de
11 de noviembre 19X8, como documento n.º 10, a fin de conocer la fecha a partir de
Demanda interpuesta por la Sindicatura de la quiebra de una sociedad de obras ... 257

la cual la obra debió ser ejecutada por ESA y tener un conocimiento más preciso de los
hechos para poder dar respuesta al primer extremo de la prueba propuesta por la citada
demandada, advierte que tal contrato carece de fecha, lo que lo invalida a los efectos
documentales de la pericia.
Verificado el circuito administrativo-contable de las certificaciones de obra ejecu-
tada, relativas a las obras de referencia, para comprobar su concordancia con las facturas
emitidas por ESA a cargo de EVSA por subcontratación de la obra por esta a aquella,
se han examinado las documentaciones concernientes al cobro de las certificaciones por
parte de EVSA, habiendo comprobado que las certificaciones 1 y 2 fueron anticipadas
por el Banco U. M y posteriormente cobradas por EVSA mediante transferencias dis-
puestas por la Diputación Provincial de V. a la cuenta de EVSA en el Banco U. M, en
cuyo momento se cancelaron los anticipos. Esta operativa es anterior a la fecha de la
declaración de quiebra de EVSA.
El escrito cursado al juzgado por la Intervención de fondos de la Diputación Pro-
vincial de V, en lo sucesivo denominada por la Diputación, confirma los pagos de las
certificaciones números 1 y 2 a EVSA.
Verificada el circuito administrativo-contable de la certificación n.º 4, la operativa
fue la misma que la de las certificaciones 1 y 2, pero sobre ella ha de hacerse la siguiente
consideración importante: La referida certificación n.º 4 fue emitida el 28/11/19X6 por
la obra ejecutada hasta el 30/10/19X6. El importe de la certificación era de 16.841.664
ptas., correspondientes: 14.518.676 ptas. importe de la certificación sin IVA y 2.322.988
ptas. al IVA. El 23/12/19X6 el Banco U. M anticipó a EVSA el importe de la certifi-
cación, 16.841.664 ptas., que fue abonado en su cuenta el mismo día, cargando en
concepto de intereses por el período que se preveía iba a durar el préstamo, 23/12/
X6-22/3/X7, 336.833 ptas.
Posteriormente, el 14/5/19X7, la Diputación dispuso una transferencia a la cuenta
de EVSA en el Banco U. M, de 16.260.917 ptas., deduciendo en concepto de retención
por tasas 580.747 ptas. que corresponden al 4% del importe de la certificación sin IVA.
Este pago ha sido confirmado por la Diputación en el escrito dirigido al juzgado. La
transferencia fue recibida por el Banco U. M el 23/6/19X7. Con anterioridad a ese día,
el 7/5/19X7 fue declarada la quiebra de EVSA. El 6/5/19X7 el Banco U. M cerró la
cuenta de EVSA, traspasando el saldo deudor a favor del Banco U. M a una cuenta de
mora. A partir de dicha fecha el Banco U. M no ha facilitado más información. Según
información facilitada por un empleado del Banco U. M, la transferencia recibida el
23/6/19X7 de la Diputación fue aplicada a la cancelación del anticipo concedido a
EVSA el 23/12/19X6 sobre dicha certificación. Habiéndose producido con posterio-
ridad a esa fecha la declaración de quiebra y antes de la recepción de la transferencia de
la Diputación, el Banco U. M no podía aplicar dicha transferencia a la cancelación del
anticipo, ya que ello va en perjuicio de la masa de acreedores de la quiebra. De lo que
se informa para que la Sindicatura de la quiebra de EVSA pueda reclamar al Banco U.
M la restitución del importe de la citada transferencia.
Verificado asimismo el circuito administrativo-contable de la certificación n.º 3, se
ha comprobado que se emitió el 25/10/19X6 por la obra ejecutada hasta el 30/9/19X6.
258 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

El importe de la certificación era de 60.443.659 ptas., correspondientes: 52.106.603


ptas. al importe de la certificación sin IVA, y 8.337.056 ptas. al IVA. La operativa en
esta certificación fue distinta a la de las certificaciones 1, 2 y 4. Según consta en el escrito
de la Intervención de fondos de la Diputación, esta certificación fue liquidada en dos
pagos; el primero el 11/4/19X7 a la cuenta de EVSA en la Caja de Ahorros y M. P. de
O, por 28.624.767 pesetas, que corresponden a 29.647.080 pesetas, parte de la certifi-
cación n.º 3, con deducción de 1.022.313 pesetas en concepto de 4% de tasas, y el
segundo el 29/4/19X7 a la cuenta de la misma Caja por 29.734.628 pesetas, que corres-
ponden 30.796.579 pesetas, resto de la certificación n.º 3, con deducción de 1.061.951
pesetas en concepto de 4% de tasas. El importe bruto, sin deducciones, suma 60.443.659
pesetas, importe de la certificación n.º 3. Estos cobros por parte de EVSA no han podido
ser verificados en la contabilidad de EVSA.
Con la emisión de la certificación n.º 4 quedaba pendiente de certificar 15,373.897
ptas. Según el escrito de la Intervención de fondos de la Diputación, el 24 de junio
19X7 concedió a EVSA la autorización de cesión de la obra a favor de ESA, formalizada
por escritura de 18 de abril de 19X7 que consta aportada por la actora a los autos como
documento n.º 1 en el escrito de interposición de la demanda. Según se indica en el
escrito de la Diputación, el referido importe de 15,373.897 pesetas corresponde a la
certificación n.º 5 emitida ya por ESA, una vez concedida la autorización de cesión, y
fue liquidado a ESA por la Diputación el 6/4/19X9. No indica el escrito a qué entidad
bancaria se transfirió el dinero.
Según consta en el escrito de la Intervención de fondos de la Diputación, el 20 de
diciembre de 19X6 aprobó un presupuesto adicional para la misma obra por importe
de 13.315,196 pesetas, sobre el cual, según indica el escrito de la Intervención, el 6 de
abril de 19X9, fecha del escrito, se hallaba pendiente de aprobación del reconocimiento
de crédito para su posterior pago a ESA, de lo que se deja constancia a fin de que la
actora realice las acciones que correspondan cerca de la Diputación para que le sean
liquidadas.
Expuesto lo que antecede pasa a emitir el siguiente
3. Dictamen
Respecto a la prueba solicitada por la codemandada informa:
Primero. Respecto al extremo A):
De la documentación constante en autos y de las contabilizaciones en el libro diario
de la contabilidad de EVSA se observa que, a medida que iba realizándose la obra, EVSA
iba emitiendo certificaciones de obra ejecutada. Según se ha indicado antes, EVSA
emitió en total cuatro certificaciones de obra con cargo a la Diputación Provincial de
V. En la medida en que EVSA iba emitiendo las certificaciones, ESA iba facturando a
EVSA la obra ejecutada.
Las facturas de ESA a cargo de EVSA constantes en autos, son las siguientes:
Demanda interpuesta por la Sindicatura de la quiebra de una sociedad de obras ... 259

Importe Importe
n.º fecha sin IVA IVA incluido IVA
1/X6/1826 17/ 9/19X6 1.515,478 242.476 1.757.954
1/X6/2026 11/10/19X6 21.872.869 3.499.659 25.372.528
1/X6/2286 22/11/19X6 50.022.339 8.003.574 58.025.913

Totales 73.410.686 11.745.709 85.156.395

Las tres facturas constan contabilizadas en la contabilidad de EVSA.


El firmante no ha constatado que ESA emitiera factura a cargo de EVSA por los
trabajos a que se refiere la certificación n.º 4, de 20 de noviembre 19X6.
El firmante desconoce si EVSA aportó, además, materiales y mano de obra a la obra
de referencia, ya que de la contabilidad de EVSA, llevada según el Plan General de
Contabilidad Español, el cual responde al sistema de contabilidad financiera, no informa
de las imputaciones de costes a obras, no puede deducirse. El sistema de contabilidad
financiera (o contabilidad general) registra los hechos económicos, transformados en
hechos contables a partir de su registro, de forma global, agregada, por lo que no pueden
deducirse de ella costes individualizados por obras. Solo los sistemas de contabilidad
analítica, que el firmante desconoce si EVSA llevaba, permiten obtener información
desagregada sobre costes.
Segundo. Respecto al extremo B) informa:
Los beneficios no se contabilizan, ya que en el sistema de contabilidad financiera, que
es al que responde el Plan General de Contabilidad Español y al que se ha hecho mención
en el párrafo anterior, el resultado global, esto es, el beneficio o la pérdida del ejercicio,
se obtienen por diferencia entre las ventas de bienes y servicios y el coste de estas,
determinados por las compras del ejercicio incrementadas o reducidas en las diferencias
positivas o negativas entre los inventarios de principio y fin de ejercicio y menos los
gastos de explotación de dicho ejercicio, más los rendimientos por otros conceptos
(financieros, etc.). Solo los sistemas de contabilidad analítica de costes permiten conocer,
como se ha dicho, los costes y beneficios desagregados de cada operación.
No obstante lo expuesto, del examen de las documentaciones constantes en autos:
certificaciones 1, 2 y 3 emitidas por EVSA y facturas de ESA cargadas a EVSA por la
subcontratación de las obras a que se contraen las certificaciones, no se deduce la exis-
tencia de margen o beneficio alguno. Por los motivos expuestos estas consideraciones
se hacen con las oportunas reservas.
El firmante desconoce, por no haber podido comprobarlo y de la contabilidad de
EVSA, aun cuando sin valor probatorio alguno tampoco se deduce si a la finalización
de las obras hubo o no entre ESA y EVSA algún tipo de compensación económica en
concepto de beneficios.
260 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Tercero. Respecto al extremo C) informa:


Las facturas emitidas por ESA con cargo a EVSA núms. 1/X6/1826, de 17/9/19X6
y 1/X6/2026, de 11/10/19X6, se hallan ambas contabilizadas en la contabilidad de
EVSA. La factura 1/X6/2286, de 22/11/19X6, no ha sido hallada contabilizada.
No se ha podido comprobar la contabilización del pago de las dos primeras facturas
de ESA, ya que EVSA traspasó los importes de ambas facturas a la cuenta efectos
comerciales a pagar, no habiendo hallado la contabilización del pago de dichos efec-
tos. Al parecer, los cargos a la cuenta efectos comerciales a pagar con abono a las
cuentas bancarias por los pagos efectuados se hacían por importes que agrupaban varios
efectos, por lo que no hay modo de comprobar los pagos de efectos concretos.
Respecto a la ampliación de prueba solicitada por la parte actora informa:
Cuarto. De las contabilizaciones de las facturas referidas en el apartado anterior —
Tercero— no se han podido verificar los pagos con los justificantes soportes por no
haber sido facilitados por la Sindicatura de la quiebra de EVSA, según se le ha mani-
festado al firmante por no hallarse en su poder, ni por ESA, a pesar de haber sido reque-
rido por el firmante la exhibición de las referidas documentaciones. Por idéntico motivo
no se le ha facilitado justificante del pago de la tercera factura, número 1/X6/2286, de
22/11/19X6.
Como consecuencia de todo lo expuesto, el auditor que suscribe pasa a formular las
siguientes
4. Conclusiones
Primera. La ausencia de legalización de los libros oficiales de contabilidad de EVSA
los invalida a los efectos de la pericia, siendo solo válidas las informaciones en ellos
registradas que han podido ser contrastadas con otras informaciones obtenidas de ter-
ceros, cuales son las facilitadas por el Banco U. M y por la Intervención de fondos de
la Diputación provincial de V. Teniendo pues en cuenta las circunstancias apuntadas:
invalidación a efectos probatorios de los libros de contabilidad no legalizados, invalida-
ción a efectos de la pericia del contrato de subcontratación de obra por parte de EVSA
a ESA, al auditor que suscribe se le han planteado dudas razonables en relación a la
operación de subcontratación de la obra de referencia en el sentido de si por EVSA
fueron aportadas o no materiales y personal a dicha obra, todo lo cual ni en un caso ni
en otro ha quedado totalmente probado a través de la poca documentación, así como
de los libros que se le han facilitado.
Segunda. Por las razones expuestas en el apartado segundo del presente dictamen,
el firmante no puede pronunciarse sobre si EVSA obtuvo o no algún beneficio en la
subcontratación de las obras «Complementarias de los Ensanches y Pavimentación de
los viales 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 11 en los términos municipales
de .................., .................., .................. y .................. (Penva 0)»; no obstante, de la
documentación examinada, concretamente de las certificaciones de obra emitidas por
EVSA a la Diputación Provincial de V y de las facturas de cargo de ESA a EVSA, no se
deduce que haya obtenido beneficio alguno en la operación. De lo que deja constancia
con las debidas reservas.
Este es el Dictamen que emite el suscrito auditor en funciones de perito judicial y
las conclusiones a que ha llegado, según su leal saber y entender, de los que deja cons-
Demanda interpuesta por la Sindicatura de la quiebra de una sociedad de obras ... 261

tancia en el presente documento, con reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes


que pudieran existir fuera de su alcance susceptibles de variar el criterio sostenido, que
somete a la consideración del superior criterio del juzgado
(localidad).................., (fecha)..................
Firma del auditor
CASO 4.

Demanda interpuesta por una entidad bancaria contra dos


personas, con fundamento en una póliza de afianzamiento
mercantil suscrita por ellas de las operaciones de una
sociedad mercantil

La prueba interesada por las demandadas consistía en verificar si los intereses, comi-
siones y gastos se ajustaban a lo pactado en la póliza.
El dictamen emitido por el auditor perito es el siguiente:
(Se omite la hoja de identificación)

(Número de protocolo).................. Año ..................

X.X., Auditor censor jurado de cuentas, inscrito en el Registro oficial de Auditores


de cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas —ICAC—
con el número .................., designado perito en el juicio ordinario
número .................., que se sigue en el juzgado de 1.ª Instancia número ..................
(sección ..................) de .................., instado por Banco U., S.A. contra D. P. F. S. y
la sociedad F.G., S.A. para la práctica de la prueba pericial contable propuesta por la
parte demandada y admitida por el juzgado, constante en autos, pasa a emitir el pre-
ceptivo Dictamen relativo a la prueba solicitada.
1. Alcance de la prueba
La parte bastante de la prueba textualmente dice:
«Pericial contable, consistente en que por un auditor de cuentas, entregándole el Banco U.
A., S.A., la documentación del apartado anterior y la aportada en la demanda, acredite si el cálculo
de intereses, comisiones y gastos partida por partida, y con el detalle de los números deudores, es conforme
con lo pactado en la póliza de crédito para la negociación de letras de cambio y otras operaciones bancarias
y, a su vez, coincide con la cantidad por la que se presenta Juicio Ejecutivo».
El referido «..................apartado anterior..................» a que hace referencia el texto
de proposición de prueba se refiere a otro medio de prueba solicitado, la documental,
en cuyo apartado segundo dice textualmente: «Se dirija de oficio a Banco U. A, S.A., sito
en .................., calle .................. que expida certificación detallando el cálculo de los intereses,
de las comisiones y gastos cargado en las cuentas de la sociedad F.G., S.A., partida por partida;
con el detalle de los números deudores para el cálculo de los intereses diarios».
2. Documentación examinada
Para la práctica de la prueba requerida, el firmante, además de la documentación
constante en los autos, ha examinado la siguiente documentación facilitada por Banco
U. A, S. A., en lo sucesivo denominado «el Banco U.»:
Demanda interpuesta por una entidad bancaria contra dos personas, con ... 263

Certificación extendida por una apoderada del Banco U., sobre el tipo de interés
nominal para descubiertos y excedidos en cuentas y porcentaje de la comisión sobre
saldos de descubierto, comunicados al Banco U. de España.
Extractos (dos) de movimiento de la cuenta corriente XXXXX XXXXX XX,
XXXXX XX XXXXX, a nombre de F.G., S.A., cerrados al 28 de junio 19X6 y 10
de diciembre de 19X6.
Listado especificativo del saldo de la referida cuenta corriente XXXXX XXXXX
XX XXXX, XXXX XX, a cada período de liquidación de intereses, intereses (deu-
dores) a favor del Banco U. y a favor de los demandados (acreedores); retención; comi-
siones y total cargado en la cuenta, al 1/7/19X6, 1/8/19X6, 1/9/19X6 y 1/10/19X6.
Nota de adeudo del Banco U. en la cuenta corriente XXXXX XXXXX XX
XXXXXXXXO, de fecha 19/9/19X6, de la retrocesión de la suma de los importes de
varios efectos que fueron descontados con anterioridad por el Banco U. y abonado su
líquido en la indicada cuenta corriente y que el Banco U., en la referida fecha, pasó a
efectos en gestión de cobro, y las remesas correspondientes a los efectos que habían sido
descontados y abonados en cuenta, entre los que se hallaban los pasados al cobro, y de
los gastos por intereses, correo y timbres adeudados en la misma cuenta.
Han sido examinadas también las siguientes documentaciones facilitadas por F. G.,
S.A.:
Subcuenta 5720013 – Banco U. A., cta. cte. de la cuenta de mayor 572 – Banco
U.s e instituciones de crédito, C/C. vista en pesetas, de la contabilidad de F. G.,
S.A., que corresponde a la cuenta XXXXX XXXXX XX XXXXXXXXXXXX en
la contabilidad del Banco U., período 1/1/19X6 a 31/12/19X6.
Siendo la demanda interpuesta por el Banco U. consecuencia de la póliza de afian-
zamiento mercantil suscrita por los demandados de las operaciones de la sociedad F. G.,
S.A. por el importe del saldo de la cuenta corriente XXXXX XXXXX XX
XXXXXXXXXXXX, acreditado por el Banco U. de la referida sociedad, en estado
legal de suspensión de pagos, las documentaciones examinadas corresponden y la prueba
pericial contable está referida a las operaciones entre el Banco U. y F. G., S.A.
Vista y examinada la documentación de referencia, el suscrito perito pasa a emitir
el siguiente
3. Dictamen.
Respecto al único punto de la prueba solicitada por la parte demandada informa:
Primero. Han sido verificados los cálculos de los números deudores y acreedores
constantes en las hojas «Escala liquidación cuenta» aportados por el Banco U. A los autos,
habiéndolos hallado todos correctos (para una mejor comprensión de lo que en la ter-
minología financiera se denomina por «números», al final del dictamen, como un anexo,
se exponen las aclaraciones pertinentes).
Segundo. Han sido verificados los cálculos de intereses adeudados a la antes referida
cuenta corriente XXXXX XXXXX XX XXXXXXXXXXXX, que se deducen de
los números deudores y acreedores correspondientes a los períodos de liquidación,
habiendo hallado pequeñas diferencias tanto a favor del Banco U. como en su contra,
264 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

posiblemente debidas al cálculo con decimales, los cuales, por su escasa cuantía, se con-
sideran irrelevantes, considerando los intereses también correctos.
Tercero. El desglose de los importes de intereses, comisiones, la preceptiva reten-
ción a cuenta del Impuesto de sociedades, el total adeudado por el Banco U. por el
concepto de intereses y comisiones bajo el concepto (abreviado) de «Ints.-com cta.» son
los siguientes:

(cifras en pesetas)

Fecha Intereses Intereses Reten- Comi- Comi- TOTAL CAR-


liquida- acreedo- ción sión sión Mantenimiento GADO
ción res deudores impuesto
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)
1/7/96 0 941 0 1.318 900 3.159
1/8/96 4 14.143 1 10.974 0 25.114
1/9/96 45 1.153 11 0 0 1.119
1/10/96 16 54.106 4 75.749 900 129.843

Los intereses acreedores, a favor del cliente del Banco U. F. G., S.A. (columna 2),
están calculados al 0,1% anual.
Los intereses deudores, a favor del Banco U. (columna 3), están calculados al 27%
anual. Esta tasa de interés sobre números deudores, resultantes de descubiertos en cuenta
corriente y excedidos en cuentas de crédito, es la que consta en la Certificación de fecha
28 de abril 19X9 que le ha sido facilitada al firmante por el Banco, extendida por una
apoderada del mismo, y es el que el Banco U. tenía comunicado al Banco U. de España.
La retención sobre los intereses acreedores (columna 4) a cuenta del Impuesto de
sociedades practicado por el Banco U. está calculada, de conformidad con la legislación
vigente, al 25% sobre los intereses acreedores.
El importe de la comisión cargada (columna 5) corresponde al 2% sobre el mayor
saldo descubierto contable en el período de liquidación, con un máximo del 140% del
importe adeudado por intereses correspondiente al exceso, es decir, la cantidad menor
de ambas. Esta comisión consta también en la Certificación de fecha 28 de abril 19X7.
El Banco U. no cargó comisión en la liquidación del 1/9/19X6.
La comisión de mantenimiento cuenta es una cantidad fija cargada por el Banco U.
por tal concepto de 900 pesetas. El Banco U. no cargó esta comisión en las liquidaciones
del 1/8/19X6 y 1/9/19X6, habiéndola cargado en las liquidaciones del 1/7/19X6 y
1/10/19X6.
Cuarto. Solicitado al Banco U. por el perito que suscribe la póliza de crédito para
la negociación de letras de cambio y otras operaciones bancarias que se citan en el escrito
de proposición de la prueba pericial, se le ha indicado la inexistencia de tal póliza.
Demanda interpuesta por una entidad bancaria contra dos personas, con ... 265

Solicitada dicha póliza al representante legal de F. G., S.A., le ha confirmado la inexis-


tencia.
Quinto. Verificados movimientos y saldos de la cuenta corriente abierta a nombre
del Banco U. en la contabilidad de F. G., S.A. y las relaciones de movimientos y los
extractos de cuenta emitidos por el Banco U. y efectuadas las correspondientes conci-
liaciones entre los saldos de ambas cuentas, han sido hallados de conformidad. El saldo
al 9 de noviembre de 19X6, 4.820.752 pesetas, coincide con la cantidad demandada en
el presente pleito.
Sexto. Cumplimentado el único punto de la prueba pericial propuesta por la parte
demandada, antes de finalizar el Dictamen, el perito que suscribe considera conveniente
hacer las siguientes manifestaciones:
Verificado el movimiento de la cuenta corriente en la forma referida en el apartado
quinto anterior, se advierte que el referido saldo de 4.820.752 pesetas reclamado en el
juicio objeto de la presente prueba pericial es consecuencia del adeudo en la cuenta el
19 de septiembre de 19X6 de una partida de 6.354.358 pesetas, correspondiente a la
retrocesión de 80 efectos, incluidos en 9 remesas de fechas 28/5/X6, 18/6/X6, 21/6/
X6, 27/7/X6, 23/7/X6, 31/7/X6 (2), 6/8/X6 y 13/8/X6, y que fueron abonadas por
el Banco U., las cinco últimas en la varias veces referida cuenta corriente XXXXX
XXXXX XX XXXXXXXXXXXX, las 4 primeras en otra cuenta que el firmante no
ha podido comprobar, posiblemente la XXXXX XXXXX XX XXXXXXXX y que
el Banco U. en la referida fecha de 19/9/19X6 pasó al cobro, con cuyo adeudo el saldo
de la cuenta que al 19/9/19X6 era de 153.357 pesetas acreedoras (a favor de F. G., S.A.)
pasó a ser deudora (a favor del Banco U.) por 6.201.001 pesetas.
Con posterioridad al 19/9/X6 y como consecuencia del abono en la cuenta, entre
otros, de varios de los efectos pasados a gestión de cobro, incluidos en el adeudo de
6.354,358 pesetas y cobrados, el referido saldo de 6.201.001 pesetas quedó disminuido
al 9/11/19X6 a 4.820.752 pesetas, cantidad reclamada.
Posteriormente, al 9/11/19X6 el Banco U. efectuó en la referida cuenta corriente
los siguientes abonos de nuevos efectos pasados a gestión de cobros, incluidos en el
adeudo de 6.354,358 pesetas, que fueron cobrados por el Banco U. de los librados:

14/11/96 210.239 ptas.


21/11/96 71.418 ptas.
23/11/96 22.613 ptas.
30/11/96 32.820 ptas.
10/12/96 313.673 ptas.

Con tales abonos, el 10/12/19X6 (una semana antes de la interposición de la


demanda) el saldo había quedado reducido a 4.423.759 pesetas. El perito que suscribe
desconoce, por falta de otra información, si a la fecha de interposición del juicio eje-
cutivo el referido saldo de 4.423.759 pesetas todavía había disminuido como conse-
266 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

cuencia de abonos de efectos cobrados por el Banco U. de los pasados a gestión de


cobro. En todo caso, el saldo de la cuenta a la fecha de la demanda, 16/12/19X6, no
era 4.820.752 pesetas, sino, como máximo, 4.423.759 pesetas, menor.
Este es el Dictamen que emite el suscrito perito, según su leal saber y entender, con
reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes que pudieran existir fuera de su
alcance, susceptibles de modificar el criterio sostenido, del que deja constancia en el
presente documento que somete la consideración del superior criterio del juzgado. No
hay conclusiones.
(localidad).................. (fecha)..................
Firma del auditor
(No se reproduce el anexo)

Anexo único
Fórmula de determinación de los números bancarios:
Fórmula del interés simple:
C = capital
n = tiempo (días)
i = tasa de interés anual (%)
I = montante a interés simple o interés total

Cni Cn i
I= = x
360.100 100 360

Cn
N = números =
100

El montante a interés simple o interés total es igual al capital multiplicado por el tiempo
(días) y multiplicado por la tasa de interés anual (%) dividido por 360 (días) y multiplicado por
100, y es también igual a los números (deudores, a favor del Banco U. o acreedores a
favor del cliente del Banco U. o cuenta correntista) multiplicados por la tasa de interés anual
(%) dividido por 360 días. Los números se obtienen multiplicando el capital por el tiempo y
dividiéndolo por 100.
CASO 5.

Demanda interpuesta por una empresa detallista de


alimentación contra un mayorista de la misma actividad, con
reconvención por su parte

Prueba interesada por la demandada, consistente una verificación de las compras y


ventas efectuadas por la actora en un período de cinco años.
El dictamen que emitió el auditor perito es el siguiente:
(Se omite la hoja de identificación)

(Número de protocolo).................. Año ..................

X.X., Auditor censor jurado de cuentas, inscrito en el Registro oficial de Auditores


de cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas —ICAC—
con el número .................., designado perito en el juicio declarativo de menor cuantía
número .................., que se sigue en el juzgado de 1.ª Instancia número ..................
(Sección ..................) de .................., instado por la entidad mercantil J., S.L., contra
la también mercantil CAE, S.A., con reconvención por parte de esta, para la práctica
de la prueba pericial contable propuesta por la parte demandada y admitida por el juz-
gado, constante en autos, pasa a emitir el preceptivo Dictamen relativo a la prueba
solicitada.
1. Alcance de la prueba
La parte bastante de la prueba textualmente dice:
«Pericial, consistente en que por un perito Censor Jurado de Cuentas inscrito en el
ROAC del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, designado en la forma prevista
en los artículos 614 y ss. de la Ley de Enjuiciamiento Civil y a la vista tanto de la docu-
mentación aportada junto al escrito de contestación a la demanda y demanda reconvencional
como de las que pueda obrar en los archivos y libros de comercio de las compañías C.A.E.,
S.A., y J., S.L., emita dictamen acerca de los siguientes extremos:
a) Relación de compras de la compañía J., S.L. a la compañía C.A.E., S.A. durante los
años 19X2, 19X3, 19X4, 19X5 y 19X6.
b) Relación de ventas a grandes superficies de la compañía J., S.L. de los productos
adquiridos por esta a la compañía C.A.E., S.A. durante los años 19X2, 19X3, 19X4, 19X5
y 19X6.
c) Relación de ventas a pequeños comerciantes de la compañía J., S.L. de los productos
adquiridos por esta a la compañía C.A.E., S.A. durante los años 19X2, 19X3, 19X4, 19X5
y 19X6».
268 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2. Documentación examinada
Para la práctica de la prueba requerida, el firmante, además de la documentación
constante en autos, ha solicitado tanto a la demandante como a la demandada la docu-
mentación necesaria para poder dar respuesta a los extremos de la prueba propuesta.
La parte demandada ha facilitado la documentación solicitada de que disponía.
El suscrito perito ha examinado los siguientes libros registros y documentaciones
facilitados por C.A.E., S.A., en lo sucesivo denominada por «C» o «la demandada»,
indistintamente:
Libros diarios legalizados, correspondientes a los ejercicios 19X3, 19X4, 19X5,
19X6 y listados del diario, no encuadernados, del ejercicio 19X6.
Libros auxiliares de registro de facturas emitidas, correspondientes a los ejercicios
19X4, 19X5 y listados del registro, no encuadernados, del ejercicio 19X6.
Cuentas números 12000130 y 12000131 abiertas a nombre de J., S.L. en la conta-
bilidad de C para el registro separado de facturas de cargos y de notas de abono, res-
pectivamente, efectuados por esta a aquella, correspondientes al período 1 de enero
19X2 a 31 de mayo 19X6.
Estado deducido de los movimientos de las cuentas anteriores, agrupados por fac-
turas de cargos y abonos, correspondiente al período 1 de enero 19X2 a 31 de julio
19X6 (fecha de la última operación).
160 facturas de cargo y notas de abono, objeto de muestreo de las partidas registradas
en el estado anterior.
Relaciones de facturas emitidas por C a J., S.L., y a otros clientes, por géneros
servidos por J., S.L., por cuenta de C, correspondientes a los años 19X4 a 19X6, ambos
inclusive.
Relaciones de facturas emitidas por C a clientes por géneros servidos por J., S.L.
por cuenta de C, correspondientes a los años 19X4 a 19X6, ambos inclusive.
Relaciones de notas de abono emitidas por C, a J., S.L. por géneros distribuidos a
clientes de C por J., S.L. por cuenta de C y que habían sido facturados a J., S.L., corres-
pondientes a los años 19X4 a 19X6, ambos inclusive.
Relaciones de notas de abono emitidas por C a J., S.L., por devoluciones de géneros
que le habían sido facturados, correspondientes a los años 19X4 a 19X6, ambos inclusive.
Relaciones de notas de abono emitidas por C a J., S.L., por devoluciones de géneros
en mal estado que le habían sido facturados, correspondientes a los años 19X4 a 19X6,
ambos inclusive.
La demandante J., S.L., no ha facilitado la documentación que le ha sido solicitada,
limitándose a enviar parte de la documentación constante en los autos y que no había
sido requerida por el firmante. Según información facilitada al suscrito perito por D.
T.E.V., letrado de J., S.L., confirmada por la actora por su fax de 4 de los corrientes,
esta no dispone de la cifra de ventas desagregada, es decir, distribuida por productos,
información necesaria para cumplimentar el extremo tercero —c)— de la prueba,
manifestando que no está obligada por la legislación vigente en materia de contabilidad
a disponer de esta información, lo que es cierto, motivo por el cual no ha podido faci-
litarla. Sin embargo, el firmante debe hacer constar que, respecto a la cifra de compras
de J., S.L. a C, a través de la cuenta corriente de cliente que se supone J., S.L., ha de
Demanda interpuesta por una empresa detallista de alimentación contra un ... 269

tener abierta a nombre de C, sí hubiera podido conocer la compra neta, deducidos


descuentos, referida al año 19X6, y facilitarla.
El firmante hace constar que en la práctica de la prueba pericial no ha verificado el
cien por cien de la información disponible, sino que se ha limitado a efectuar las revi-
siones que ha considerado convenientes, utilizando para ello métodos y procedimientos
de auditoría generalmente aceptados, consistentes en el examen mediante la realización
de pruebas selectivas, aplicando técnicas de muestreo estadístico.
Antes de informar del resultado de la prueba pericial solicitada, con el exclusivo
propósito de dejar constancia de la operativa contable relativa a la información utilizada
por el firmante en la práctica de la prueba para una mejor comprensión del Dictamen,
considera conveniente hacer una referencia a los siguientes...
3. Antecedentes
J., S.L., en los años 19X2 a 19X6, en el que se produjo la suspensión de las relaciones
comerciales, actuaba como distribuidor de C dentro de su área de mercado. Su inter-
vención en la venta consistía en distribuir sus productos entre sus clientes directos,
pequeños comerciantes, y distribuir, entregar y reponer las existencias de tales productos
a clientes directos de C calificados de grandes superficies.
C servía los pedidos de géneros formulados por J., S.L., y le facturaba por los géneros
servidos.
Parte de los géneros recibidos por J., S.L., de C eran distribuidos por J., S.L., por
cuenta de C a grandes superficies (grandes almacenes, supermercados, etc.) clientes de
C a los que C facturaba directamente.
Seguidamente C emitía notas de abono a J., S.L., por el valor de los géneros entre-
gados por esta a grandes superficies por orden de C, incrementado en un porcentaje
convenido con C en concepto de comisión de intermediación.
En el año 19X5 C modificó el sistema de emisión de los abonos. En dicho año C
pasó a emitir las notas de abono a J., S.L. por el valor de los géneros entregados por esta
a grandes superficies sin incremento alguno. Posteriormente J., S.L., extendía una factura
de cargo en concepto de comisión con base en un porcentaje previamente convenido
con C por la reposición de los productos por cuenta y orden de C.
Finalmente J., S.L., liquidaba a C las facturas emitidas por esta, con deducción de
los abonos por los géneros servidos a grandes superficies por orden de C y otros abonos
por devoluciones de géneros, deduciendo también, a partir del cambio de sistema en
19X5, las notas de cargo por comisiones de intermediación.
Vistos y examinados los libros de contabilidad oficiales y auxiliares y las documen-
taciones relacionados en el apartado 2 del Dictamen, hecha la referencia a los precedentes
antecedentes y tras las comprobaciones pertinentes, el suscrito perito pasa a emitir el
siguiente
4. Dictamen
Primero. En relación al primer extremo —a)— de la prueba solicitada, informa:
El suscrito perito ha utilizado únicamente la información facilitada por la deman-
dada, no habiendo podido ser contrastada con la de la actora por no haberle sido facilitada
por esta.
270 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Los importes de las facturaciones de C a J., S.L. (compras de J., S.L., a C) en el


período 19X2 a 19X6, ambos inclusive, excluido el IVA, fueron los siguientes:

(cifras en pesetas)

Año Facturación deducido IVA

19X2 37.776.351
19X3 46.375.052
19X4 32.490.373
19X5 25.064.732
19X6 12.263.861

TOTAL 153.970.369

Estas cifras de facturación corresponden a las ventas totales a J., S.L., cuyos productos
unos fueron destinados a la venta por J., S.L., a pequeños comerciantes, clientes directos
suyos, y otros fueron distribuidos a clientes de C calificados de grandes superficies y por
cuenta de esta y facturados directamente por C a dichos clientes. Los importes de las
facturaciones directas de C a estos clientes fueron abonados por C a J., S.L. Se produ-
jeron también devoluciones de géneros a C que fueron abonados por esta.
Según se indica en el apartado 3, C extendió notas de abono a J., S.L. por los
siguientes conceptos: abonos por géneros distribuidos a clientes de C por J., S.L., por
cuenta de C y que habían sido facturados a J., S.L.; abonos por devoluciones de géneros;
abonos por devoluciones de géneros en mal estado.
De los años 19X2 y 19X3 C no dispone de información sobre abonos por los tres
referidos conceptos, disponiendo solo de los importes de los abonos totales. De los años
19X4, 19X5 y 19X6 sí dispone de información sobre los abonos detallados. Unos y
otros son los siguientes:
Demanda interpuesta por una empresa detallista de alimentación contra un ... 271

(cifras en pesetas)

Abonos por
géneros dis- Abonos por Abonos por
tribuidos devolucio- devolucio- Abonos totales en mal
Año
por J., S.L. nes de géne- nes de estado
por cuenta ros géneros
de C.
19X2 36.394.049
19X3 44.073.225
19X4 30.129.737 370.002 1.585.828 32.085.567
19X5 19.926.560 1.147.691 736.040 21.810.291
19X6 8.718.794 12.354 31.295 8.762.443

El suscrito perito considera necesario advertir que no es posible calcular la factura-


ción neta, la cual se obtiene por diferencia entre la facturación total menos los abonos,
ya que en el caso de C, según se ha expuesto en el apartado 3, en los abonos de los años
19X3, 19X4 y parte de 19X5 se incluyó un incremento por el concepto de compen-
sación a J., S.L., por su intermediación en la distribución de productos a los clientes de
C grandes superficies. Si este incremento hubiera sido un porcentaje fijo, hubiera sido
fácil calcular el importe de los abonos de cada año sin el referido incremento, lo cual
hubiera permitido determinar la facturación neta en la forma antes indicada, pero, según
información facilitada por personal de contabilidad de C, el porcentaje con el que fueron
calculados los incrementos en los abonos era variable, en razón al porcentaje de des-
cuento que tenía asignado cada uno de los clientes a los cuales J., S.L., sirvió los pro-
ductos por cuenta de C. Por todo ello las cifras de facturación antes indicadas deben
tomarse con la referida reserva.
Segundo. En relación al segundo extremo —b)— de la prueba solicitada, informa:
Según se ha dejado expuesto en el apartado 3 y también en el apartado primero del
Dictamen, J., S.L., no facturaba directamente a los clientes calificados de grandes super-
ficies; su intervención en la venta a estos clientes se limitaba a distribuir entre ellos los
productos adquiridos a C, reponiéndoles las existencias, pues C les facturaba directa-
mente, abonando a J., S.L., el importe de los productos distribuidos y repuestos, abonos
que, según se ha dicho también, durante los años 19X2, 19X3, 19X4 y parte de 19X5
eran incrementados en un porcentaje en compensación de su intermediación en las
ventas.
Tercero. En relación al tercer y último extremo —c)— de la prueba solicitada,
informa:
Según se expone en el apartado 2 del Dictamen, la actora no ha facilitado la docu-
mentación necesaria para poder cumplimentar este extremo de la prueba pericial soli-
citada. No obstante, de la información facilitada por C, en razón a la facturación de C
272 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

a J., S.L., deducidos los abonos por géneros servidos a clientes por cuenta de C y abonos
por devoluciones de géneros, indirectamente se ha podido determinar la venta probable
que J., S.L., debió efectuar a sus clientes pequeños comerciantes, pero solamente referida
al año 19X6, ya que en los años anteriores no es posible deducirlas por las razones
expuestas en el apartado primero del Dictamen sobre los abonos. Es la que se deduce
de la siguiente estadística:

(cifras en pesetas, sin IVA)

Precios de tarifa Según facturas


(sin descuento) (con descuento)
Facturación de C a J, S.L., en el año 19X6 16.371.768 12.263.861
Abonos de C a J, S.L. por productos
distribuidos a clientes de C grandes superficies -11.382.404 -8.718.794
Abonos de C a J, S.L. por devolución de
géneros -16.792 -12.354
Abonos de C a J, S.L. por devolución de
géneros en mal estado -41.728 -31.295
Total abonos -11.440.924 -8.762.443

Venta probable de J, S.L. a pequeños comerciantes en el 4.930.844 3.501.418


año 19X6 de productos adquiridos a C
en el año 19X6 de productos adquiridos a C

Según la estadística precedente, las ventas que presumiblemente debió hacer J., S.L.
en el año 19X6 a sus clientes pequeños comerciantes están entre 4,93 millones de pesetas,
caso improbable que supondría haber vendido los productos a precio de tarifa, sin hacer
ningún descuento, con lo que su margen comercial hubiera sido precisamente el des-
cuento aplicado por C en sus facturas, y 3,50 millones de pesetas, caso no menos impro-
bable que supone a haber facturado a sus clientes al mismo precio que le facturó C, con
lo que su margen comercial hubiera sido nulo. Entre las indicadas cifras, máxima y
mínima, está la venta probable de J., S.L., a sus clientes pequeños comerciantes.
Este es el Dictamen que emite el suscrito perito, según su leal saber y entender, con
reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes que pudieran existir, fuera de su
alcance, susceptibles de modificar el criterio sostenido, del que deja constancia en el
presente documento que somete la consideración del superior criterio del juzgado. No
hay conclusiones.
(localidad).................. (fecha)..................
Firma del auditor
CASO 6.

Cláusula suelo

Prueba interesada por la actora, consistente en el cálculo de las cuotas de un préstamo


hipotecario aplicando el tipo de interés Euribor, incrementado en determinados puntos,
y el cálculo del exceso de intereses abonados en aplicación de la «cláusula suelo», para
un período determinado.
(Se omite la hoja de identificación)
(Número de protocolo)..................
XX, economista, ADE, designado perito en el Procedimiento Ordinario n.º
XX7XXXX que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil n.º .... de...., interpuesto por
CD, contra BANCO U. C, para la práctica de la prueba pericial propuesta por el Sr.
CD en el escrito de demanda, pasa a emitir el preceptivo dictamen sobre la prueba
realizada.
En el presente dictamen, CD se identifica por «la actora» y BANCO U. C por «el
Banco U.»
1. ALCANCE .DE ENCARGO
La parte bastante de la prueba interesada por la actora, textualmente dice:
«... dejamos anunciado la intención de esta parte de valerse de un dictamen pericial,
por lo que interesa se proceda a nombrar perito judicial con titulación de economista
en la especialidad de empresariales, a fin de que se proceda a calcular las cuotas del
préstamo hipotecario aplicando como tipo de interés de referencia el Euribor, incre-
mentados en 1,30 puntos. Así mismo proceda a calcular el exceso de intereses efecti-
vamente abonados por mi representado en aplicación de la denominada «cláusula suelo».
En ambos casos desde la formalización del contrato de préstamo hasta la interposición
de la presente demanda, a la vista de la documentación que necesite al efecto y que
deberá serle facilitada por la parte demandada».
2. ANTECEDENTES
Según la escritura de préstamo se trata de un préstamo hipotecario suscrito entre las
partes, por importe de 138.000 euros, para la compra de una vivienda. Los intereses para
la amortización del préstamo son los siguientes: durante los doce primeros meses del
préstamo, el Banco U. Aplicó un interés fijo del 2,90% (escritura de préstamo, cláusula
Tercera, Intereses ordinarios). Finalizado ese primer período inicial se subdividió el
préstamo en períodos anuales y en cada uno de los períodos el Banco U. Aplicó el tipo
de interés de referencia interbancario a un año, Euribor, incrementado en 1,30 puntos;
se pactó que el tipo de interés aplicable en ningún caso sería inferior al 3,50% ni superior
al 10% (cláusula Tercera bis. Tipo de interés variable). En lo sucesivo, esta limitación
de los tipos de interés variables de no ser inferior al 3,50%, se denomina según se conoce
por «cláusula suelo». Los tipos de interés de cada período anual resultantes, es decir, tipos
274 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de referencia Euribor incrementados en 1,30 puntos, o el 3,50%, se hallaban bonificados


en razón a determinados parámetros referidos en la escritura (cláusula Tercera bis. Boni-
ficación de intereses) pero no cuantificados ni por el Banco U. ni por la actora.
3. DOCUMENTACIÓN EXAMINADA
Para la práctica de la prueba requerida, el perito que suscribe ha examinado de la
documentación obrante en autos:
Escrito de demanda; de este, escritura de préstamo hipotecario, autorizada por el
notario de ..., D. ..., número ... de su protocolo, aportado por la actora en el escrito de
demanda como Documento n.º uno.
Escrito de contestación a la demanda por el Banco U.; de este, el cuadro de amor-
tización del préstamo, identificado como «con cláusula suelo», con aplicación de la
«cláusula suelo», aportado como Documento n.º 2, y cuadro, de los recibos, según el
Banco U., efectivamente cobrados de la actora. Ha examinado también el cuadro de
amortización que hubiera correspondido sin aplicación de la «cláusula suelo», identifi-
cado por el Banco U. «Simulación sin limitación suelo», aportado como Documento
n.º 3.
4. DICTAMEN
Para dar cumplimiento a la prueba pericial solicitada, el perito que suscribe ha
calculado el cuadro de amortización del préstamo, con aplicación de la «cláusula suelo»
definida en el apartado 2. ANTECEDENTES, y el cuadro de amortización sin aplica-
ción de la «cláusula suelo», de los que se obtienen los intereses de la cuotas pagadas con
aplicación de dicha «cláusula suelo» y los que hubiera supuesto sin aplicación de la
«cláusula», ambos desde la formalización del contrato de préstamo, 29 setiembre 2004,
hasta 29 noviembre 2013, determinándose por diferencia el exceso de intereses pagado
por aplicación de la «cláusula».
Aun cuando en la solicitud de prueba se indica que el cálculo del exceso de intereses
debía hacerse desde la formalización del contrato de préstamo hasta la interposición de
la demanda, se ha computado hasta el 29 noviembre 2013, fecha en que, se supone, el
Banco U. canceló la cuenta, a partir de cuya fecha no hubo más pagos de cuotas ni, en
consecuencia, intereses, por parte de la actora.
Se adjunta como anexo 1 Tabla de los tipos de referencia, del Banco U. de España,
en las que constan los tipos de referencia interbancario a 1 año, Euribor, (columna 8 de
la Tabla).
Respecto a los tipos de interés con los que el perito que suscribe ha operado, debe
significar que en la escritura de préstamo se contemplan distintas bonificaciones en
puntos porcentuales que EL BANCO U. habría de aplicar sobre los tipos de interés en
razón a una escala clasificada en grupos que estaban condicionadas a que se dieran
determinados condicionamientos previstos. En ningún lugar del escrito de contestación
a la demanda consta la cuantificación de tales bonificaciones sobre los tipos de interés
efectuadas por EL BANCO U., por lo que el perito que suscribe se ha visto en la
imposibilidad de determinar cuáles fueron las bonificaciones hechas por EL BANCO
U. y los tipos de interés resultantes hechas las bonificaciones que aplico en los cuadros
de amortización con «cláusula suelo», documento n.º 2 aportado con el escrito de con-
Cláusula suelo 275

testación a la demanda, calificado de «con cláusula suelo», y en el cuadro de simulación


sin «cláusula suelo», documento n.º 3. Por tal motivo, el perito que suscribe no ha tenido
otra alternativa para la confección de los cuadros de amortización con y sin «cláusula
suelo» más que operar con los tipos de interés de EL BANCO U. indicados en los
Documento n.º 2, considerando que el calificativo de «con cláusula suelo» permite pre-
suponer que los tipos de interés son los de referencia Euribor incrementados en 1,30
puntos, o, en su caso, 3,50% de la «cláusula suelo» y en el Documento n.º 3, «Simula-
ción», son aquellos reducidos, en todo caso, en las correspondientes bonificaciones.
El perito que suscribe solicitó a EL BANCO U. por correo certificado con acuse
de recibo, le facilitara información relativa a: tipos de interés de referencia Euribor
correspondientes a cada uno de los períodos a los que están referidos los cuadros de
amortización aportados como documentos núms. 2 y 3; tipos de interés resultantes
incrementados los tipos de referencia. EURIBOR en 1,3 puntos, pactado, calculados
para cada uno de los referidos períodos; bonificaciones aplicadas y tipos de interés boni-
ficados resultantes, finalmente utilizados para la obtención de los cuadros de amortiza-
ción. A la fecha de emisión del presente Dictamen no ha recibido respuesta de EL
BANCO U. En su consecuencia le ha sido imposible, como ha dicho, determinar las
bonificaciones y los tipos de interés bonificados resultantes.
Se adjunta a como anexo 2, cuadro con los tipos de interés de referencia inter-
bancaria a 1 año, Euribor; los referidos tipos de interés de referencia Euribor, incre-
mentados en 1,30 puntos; el tipo de interés de limitación, 3,5, «cláusula suelo»; infor-
mación sobre la prevalencia o no de la «cláusula suelo», según que el tipo de referencia
Euribor fuese inferior o superior a 3,50%, y, finalmente, los tipos bonificados aplicados
por EL BANCO U. en el cuadro de amortización del préstamo con «cláusula suelo»,
que se supone son los tipos de las columnas 5 o 6 bonificados.
Se adjunta asimismo como anexo 3, cuadro de simulación, con los tipos de interés
de referencia interbancaria a 1 año, Euribor, y los referidos tipos de interés de referencia
Euribor, incrementados en 1,30 puntos, sin «cláusula suelo», y tipos bonificados apli-
cados por EL BANCO U. en el cuadro de amortización del préstamo «Simulación» sin
«cláusula suelo», que se supone son los tipos de la columnas 5
Se adjunta como anexo 4 los cuadro de amortización con y sin la «cláusula suelo».
La diferencia de intereses pagados que se obtienen del cuadro de amortización con
la «cláusula suelo» y los obtenidos del cuadro de amortización sin la «cláusula» son los
siguientes:

Intereses pagados con aplicación de la «cláusula suelo» 45.702.51 €


Intereses correspondientes sin la aplicación de la «cláusula suelo» 42.030.24 €

Exceso de intereses pagados con aplicación de la «cláusula suelo» y los que hubie-
sen correspondido sin la «cláusula suelo» 3.672.27 €
276 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Se advierte que las cifras de ambos cuadros de amortización, con «cláusula suelo» y
sin «cláusula suelo», confeccionados por el perito que suscribe difieren muy poco de las
cifras de los mismos cuadros de amortización aportados por EL BANCO U. con el
escrito de contestación a la demanda, como Documentos núms. 2 y 3
El perito que suscribe manifiesta, por último, que, de conformidad con lo que dis-
pone el artículo 335.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, promete decir verdad, que ha
actuado y actuará con la mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo
que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las
partes, y que conoce las sanciones penales en que podría incurrir en el incumplimiento
de su deber como perito.
Este es el Dictamen que emite el suscrito economista en funciones de perito judicial
según su leal saber y entender, con reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes
que pudieran existir fuera de su alcance, susceptibles de variar el criterio sostenido, que
somete a la consideración del superior criterio del juzgador, y que en razón a lo dispuesto
por el artículo 346 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, hace llegar al Juzgado por correo
electrónico y firma digitalizada. No hay conclusiones
(localidad).................. (fecha)..................
(nombre del perito economista)
CASO 7.

Demanda de una entidad bancaria a tres sociedades


mercantiles, en acción de reclamación de cantidad y de
nulidad por simulación de préstamos e hipotecas, y,
subsidiariamente, por causa ilícita y fraude de acreedores

(Se omite la hoja de identificación)

Número protocolo.................. Año ..................

X.X., economista, en funciones de perito judicial, ha sido requerido por D. F. S.,


administrador único de las sociedades B.C. SL y C.I.SL, y M.N. SL para la actuación
profesional a la que se contrae el presente documento, para su aportación a los autos del
juicio ordinario n.º XXX/20XX, que se sigue en el Juzgado de 1.ª Instancia n.º XX,
de XX, interpuesto por el Banco. B, S.A. contra las tres.
1. OBJETO DEL ENCARGO
La actuación objeto del encargo formulado textualmente dice:
«En su calidad de economista y experto judicial, solicitamos de usted un dictamen
pericial y para su aportación al procedimiento ordinario n.º XXX/20XX interpuesto
por el Banco U. B, S.A. contra nuestra firma así como contra las codemandadas C.I.
SL. y M.N., SL., que se sigue en el Juzgado de 1.ª Instancia n.º XX, de XX, con el
siguiente alcance:
El alcance de la actuación objeto del encargo es la anunciada en el escrito de con-
testación a la demanda, consistente en:
Primero.- Determinar la necesidad de financiación de B.C., SL.
Segundo.- La existencia de los créditos recibidos de (según interpreta el perito que
suscribe, por un error gramatical, en el aludido escrito de demanda consta "por" en vez
de "de") las otras codemandadas para continuar con su actividad e inversiones. Con-
cretamente, dentro de este segundo punto, solicitamos:
Revisión de las cuentas corrientes entre B.C., SL y M.N., SL en la contabilidad de
ambas sociedades, en el período que va desde su formalización hasta el cierre de la cuenta
con motivo de la constitución de una hipoteca a favor de M.N., SL.
Revisión de la cuenta corriente entre B.C., SL y C.L., SL en la contabilidad de
ambas sociedades, en el período que va desde su formalización hasta el cierre de la cuenta
con motivo de la constitución de una hipoteca a favor de C.I., SL.
Asimismo solicitamos:
Tercero.- En su opinión de experto, si de los vínculos entre las tres sociedades
codemandadas puede considerarse o no, según la doctrina del levantamiento del velo
aludida por la actora, la existencia de grupo de empresas.
278 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Cuarto.- Verifique si las manifestaciones hechas por la parte actora en el escrito de


demanda respecto a la composición del accionariado de las tres sociedades son veraces».
2. DOCUMENTACIÓN EXAMINADA
Para la práctica de la prueba pericial requerida el firmante, ha examinado los siguien-
tes libros y documentaciones de las tres sociedades demandadas, B.C., SL, M.N., SL y
C.I., SL, en lo sucesivo B.C., M.N. y C.I.
Escritos de demanda y su contestación y anexos de ambos.
De la Sociedad B.C.:
Libros oficiales de contabilidad: Diario e Inventarios y cuentas anuales, correspon-
dientes a los ejercicios 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, legalizados por el Registro
Mercantil de XX, y de los ejercicios 2011, 2012 y 2013 no legalizados. Se deja constancia
de que el libro de Inventarios y cuentas anuales lleva por título «Inventarios» y en él se
hallan transcritos únicamente los balances de sumas y saldos de los cuatro trimestres de
cada año pero no se hallan incluidas las cuentas anuales (según Plan General de Conta-
bilidad de Pequeñas y Medianas empresas que es el que, por su dimensión, corresponde
utilizar las tres sociedades: balance, cuenta de pérdidas y ganancias, estado de cambios
en el patrimonio neto y memoria, y, opcionalmente, el estado de flujos de efectivo).
Subcuenta 4100033, en la que consta la cuenta corriente mantenida con M.N. de
la cuenta del mayor 410. Acreedores por prestación de servicios, de los indicados ejer-
cicios 2005 a 2013 y 2014, de los cuales, como luego se dirá, se aportan copias bastan-
teadas al presente dictamen como anexos.
Subcuenta 4100003, en la que consta la cuenta corriente mantenida con C.I. de la
cuenta del mayor 410. Acreedores por prestación de servicios, de los indicados ejercicios
2005 a 2013 y 2014, de los cuales se aportan copias bastanteadas al presente dictamen
como anexos.
Documentos soporte originales de las contabilizaciones en las cuentas 4100003 y
4100033, formados por recibos y documentos de transferencias bancarias, de los cuales
se aportan copias bastanteadas al presente dictamen como anexos.
Contratos de préstamos hipotecarios suscritos entre B.C. y M.N., B.C. y C.I.
Cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil de mayo, de los ejercicios
2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, incluida certificación electrónica del
Registro, y 2013, de cuya última no le ha sido exhibido al firmante la correspondiente
certificación electrónica del Registro.
De la Sociedad M.N.:
Libros oficiales de contabilidad: Diario e Inventarios y cuentas anuales, correspon-
dientes a los ejercicios 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, legalizados por el Registro
Mercantil de XXX, y de los ejercicios 2011. 2012, 2013, sin legalizar. Se deja constancia
de que el libro de Inventarios y cuentas anuales lleva por título «Inventarios» y en él se
hallan transcritos únicamente los balances de sumas y saldos de los cuatro trimestres de
cada año pero no se hallan incluidas las cuentas anuales (según Plan General de Conta-
bilidad de Pequeñas y Medianas empresas que es el que, por su dimensión, corresponde
utilizar las tres sociedades: balance, cuenta de pérdidas y ganancias, estado de cambios
en el patrimonio neto y memoria, y, opcionalmente, el estado de flujos de efectivo).
Demanda de una entidad bancaria a tres sociedades mercantiles, en acción de ... 279

Subcuenta en la que consta la cuenta corriente mantenida con B.C., S.L. de los
indicados ejercicios 2005 a 2013 y 2014.
Escritura de solemnización de acuerdos sociales, sobre cese y nombramiento de
administrador y modificación de artículo estatutario, de 6 de XX de 2004, autorizada
por el notario del Colegio de XXX, D. B. L. A., n.º XXX de su protocolo.
Escritura de solemnización de acuerdos sociales, sobre cese y nombramiento de
órgano de administración y modificación de artículo estatutario, de 16 de XX de 2006,
autorizada por el notario del Colegio deXXX, D. O. M. F, n.º XXX de su protocolo.
Escritura de reducción de capital de B. C-, de 19 de XXde 2012, autorizada por el
notario del Colegio de XXX, D. B. L. A., n.º XXX de su protocolo.
Escritura de solemnización de acuerdos sociales, sobre cese y nombramiento de
administradores y traslado de domicilio, de 16 de enero de 2014, autorizada por el
notario del Colegio de XXX D. B. L., n.º XXX de su protocolo.
Cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil de XXX, de los ejercicios
2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, incluida certificación electrónica del
Registro, y 2013, de cuyas últimas no le ha sido exhibido al firmante la correspondiente
certificación electrónica del Registro.
De la Sociedad C.I.:
Escritura de aumento de capital, de 8 de febrero de 2002, autorizada por el notario
del Colegio de XXX, D. B. L. A., n.º XXX de su protocolo.
Escritura de solemnización de acuerdos sociales, sobre cese y nombramiento de
administrador y modificación de artículo estatutario, de 6 de julio de 2004, autorizada
por el notario del Colegio de XXX, D.B.L.A., n.º XXX de su protocolo.
Expuesto lo que antecede, pasa a emitir el siguiente
3. DICTAMEN
Primero. Respecto al punto primero de la prueba solicitada expone: La necesidad
de financiación por parte de B.C. se hace evidente dado lo exiguo de los fondos propios
para afrontar la financiación en la que se aplicó, cuestión que se pone de manifiesto a
través de la lectura del balance de las cuentas anuales de la sociedad que el firmante ha
examinado, y que solucionó mediante préstamos continuados obtenidos de las otras dos
codemandadas: C.I. y M.N.
Segundo. Respecto al punto segundo de la prueba solicitada: Se ha constatado la
existencia de los créditos recibidos por B.C. de M.N. contabilizados en la cuenta
4100033 a nombre de M.N., de la contabilidad de B.C., en el período comprendido
entre el 28 de febrero del 2005 hasta el 30 de abril del 2011, fecha de constitución de
una hipoteca por parte de M.N. a favor de B.C.
Se adjunta como anexo 1 copia de la indicada cuenta corriente compulsada con la
correspondiente subcuenta del mayor y con los saldos que constan en el balances de
sumas y saldos de la contabilidad de M.N., y como anexo 2 las copias también com-
pulsadas de los documentos soporte de las contabilizaciones en la referida subcuenta.
No se incluyen las copias de las facturas de cargo por intereses pasadas por M.N. a B.C.
ni de los documentos justificativos de los pagos de tales intereses.
280 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Respecto a este bloque documental es preciso hacer algunas aclaraciones a fin de


evitar que su lectura induzca a errores de interpretación:
La cuenta corriente objeto de verificación practicada, correspondiente a la antes
referida subcuenta de M.N., obtenida de la contabilidad de B.C., se inicia el 28 de
febrero del 2005 con un saldo de 75.164,61 euros, que fue liquidado en 28 de febrero
2005 y 18 de mayo 2005, quedando la cuenta en esa fecha saldada. No le ha sido facilitada
al perito que suscribe la cuenta del ejercicio anterior ni de los anteriores. Sobre ello el
firmante debe advertir que a la fecha de la demanda, 21 de marzo 2014 la sociedad sólo
estaba obligada, según el Código de Comercio, a conservar los libros de contabilidad y
documentaciones soporte de las contabilizaciones correspondiente a los últimos cinco
ejercicios, 2010 al 2014, no obstante la sociedad conservaba los libros y documenta-
ciones contables desde el año 2005, que son los que ha mostrado al firmante, no teniendo
la obligación de guardar ni la de los años 2005 a 2009 ni de los años anteriores, por lo
que la cuenta se inicia con el referido saldo de 75.164,61 euros, sobre el que el firmante
no se pronuncia.
Algunos recibos de B.C. por ingresos de préstamos y cheques recibidos de M.N.
incluyen a continuación el documento de ingreso a uno de los Banco U.s con los que
B.C. opera. Tales documentos de ingreso a Banco U.s contienen, además del corres-
pondiente al del ingreso del préstamo recibido, ingresos de otros cheques.
Las facturas de cargo de intereses llevan anexas un detalle con el cálculo de tales
intereses. El firmante no ha verificado los cálculos de los intereses por no constar tal
actuación en el encargo recibido.
Se ha constatado la existencia de los créditos recibidos por B.C. de C.I. contabili-
zados en la cuenta 4100003 a nombre de C.I., de la contabilidad de B.C. en el período
comprendido entre el 1 de enero de 2005 hasta el 14 de diciembre de 2012, fecha de
constitución de una hipoteca por parte de C.I. a favor de B.C.
Se adjuntan como anexo 3 copia de la indicada cuenta corriente compulsada con
la correspondiente subcuenta del mayor y con los saldos que constan en el balances de
sumas y saldos de la contabilidad de C.I., y como anexo 4 las copias compulsadas de
los documentos soporte de las contabilizaciones en la referida cuenta. No se incluyen
las copias de las notas de cargo por intereses pasadas por C.I. a B.C., ni de los documentos
justificativos de los pagos de los mismos. Tampoco se incluyen las copias de las facturas
de cargo mensuales de C.I. a B.C. a que luego se hace referencia, por el arrendamiento
de parte del local, ni las facturas de cargo trimestrales de C.I. a B.C. por asesoramiento
fiscal y participación en asesoría jurídica y los documentos justificativos de los pagos de
los mismos.
Respecto a este bloque documental es preciso hacer también algunas aclaraciones a
fin de evitar que su lectura induzca a errores de interpretación:
La cuenta corriente objeto de la verificación practicada, correspondiente a la antes
referida subcuenta de C.I., obtenida de la contabilidad de B.C., se inicia el 7 de enero
de 2005 con un saldo de 80.771,57 euros. No le han sido facilitadas al perito que suscribe
la cuenta corriente del ejercicio inmediato anterior ni de los anteriores por idéntico
Demanda de una entidad bancaria a tres sociedades mercantiles, en acción de ... 281

motivo que el expuesto en M.N. y que por tal razón aquí se omite, sobre cuyo saldo
inicial el firmante no se pronuncia.
La cuenta registra, aparte de las operaciones financieras, acreditaciones por prestamos
recibidos de C.I., y cargos por devoluciones, propias de este tipo de cuentas corrientes,
un abono mensual por facturas de C.I. en concepto de arrendamiento de parte del
despacho utilizado por B.C. en calle P, n.º XX, X.º, de XXX, así como sus corres-
pondientes cargos también mensuales por los recibos domiciliados por la primera por el
importe de tales facturas Registra también abonos por facturas trimestrales de C.I. y sus
correspondientes cargos por los pagos, correspondientes al concepto de «Asesoramiento
fiscal y participación en Asesoría Jurídica, durante el trimestre ..................», que corres-
ponden, según información verbal recabada del responsable de la contabilidad, a la
repercusión de los gastos de tal naturaleza.
Por los cargos de los pagos realizados por B.C. a C.I. por devolución de préstamos,
además del correspondiente recibo firmado entregado por aquella a esta última, se le ha
exhibido al firmante el extracto de cuenta corriente del Banco U. en el que se refleja el
pago realizado lo que asevera la veracidad de dicho pago.
Algunos recibos de B.C. por ingresos de préstamos cheques recibidos de C.I.,
incluyen a continuación el documento de ingreso a uno de los Banco U.s con los que
B.C. opera. Tales documentos de ingreso contienen, además del correspondiente al del
ingreso del préstamo recibido, ingreso de otros cheques.
Las facturas de cargo por intereses llevan anexas un detalle con el cálculo de tales
intereses. El firmante no ha verificado los cálculos de los intereses por no constar tal
actuación en el encargo recibido.
Tercero. Respecto al punto tercero de la prueba solicitada y antes de dar contes-
tación al mismo, el firmante considera conveniente hacer las siguientes consideraciones:
No se da en nuestro ordenamiento jurídico una definición unitaria y homogénea
respecto a lo que debe entenderse en el derecho mercantil español por grupo de empre-
sas que permitan aplicar en caso de litigio lo que se conoce como doctrina del levan-
tamiento del velo, a la que la actora alude. Los puntos de conexión en este aspecto han
surgido de la doctrina jurisprudencial. En tal sentido, la jurisprudencia determina la
existencia de grupo societario cuando se dan, básicamente, los siguientes condiciona-
mientos: 1. Coincidencia del domicilio social o del domicilio en el que se lleve a cabo
de forma efectiva la dirección y administración de las sociedades que constituyen el
grupo. 2. Coincidencia del objeto social y de las actividades desarrolladas por las socie-
dades dentro de este. 3. Identidad de la composición accionarial. 4. Confusión de patri-
monios. 5. Confusión de personalidad jurídica o extensión de los efectos contractuales
a todas las sociedades del grupo. 6. Infracapitalización, en el sentido de mantenimiento
de capitales inferiores a sus actividades. 7. Plantilla única de personal. 8. Apariencia
externa en el sentido de si en el tráfico jurídico y ante terceros las tres sociedades tienen
la apariencia de una entidad perteneciente a un grupo empresarial unitario.
Sobre esto el firmante informa:
Examinadas las interrelaciones existentes entre B.C. y las otras dos sociedades
demandadas, M.N. e C.I., el resultado es el siguiente:
282 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1. Los domicilios sociales de B.C., e C.I. están en Calle P, XX, X.º, despacho
propiedad de esta última. Hasta el año 2000, concretamente 14 de diciembre 1999, el
domicilio social de C.I. era calle V, n.º xxx, X.º. El 15 de diciembre de 1999 tuvo lugar
el cambio de domicilio a su ubicación actual.
C.I. pasa cada mes una factura de cargo a B.C. por el arrendamiento de parte del
local en el que se ubica su domicilio social y actividad.
2. Hasta enero del presente año 2014 el domicilio social de M.N. era también Calle
P, XX, X.º. A partir de enero 2014 el domicilio social fue trasladado a Madrid, calle C,
n.º xxx.
Hasta enero se dio coincidencia de domicilios sociales de las tres sociedades. A partir
de entonces sólo se da entre B.C. e C.I.
2. Objeto social.
El objeto social de B.C., según resulta del artículo 2.º de los estatutos sociales, según
varias de las últimas escrituras que aluden al capital social de esta sociedad y que al
firmante le ha sido posible examinar (reducción de capital, constitución de hipoteca,
etc.), es el siguiente: «La sociedad tiene por objeto la realización de transacciones sobre valores
mobiliarios, acciones, obligaciones, bonos y otros títulos análogos y derechos de suscripción, en
interés de la sociedad o actuando por cuenta de otros................... La adquisición por compra o
por cualquier otro título, urbanización, segregación, parcelación, construcción, ampliación y reforma
de toda clase de fincas y bienes inmuebles, tanto rústicos como urbanos, y su explotación, directa
o indirecta, bien mediante venta o enajenación de cualquier modo y arrendamiento (salvo financiero)
así como la realización de toda clase de obras de construcción y reforma. Tales actividades se
entienden con plena y absoluta excusión de toda actividad análoga reservada por leyes especiales a
sociedades de determinadas características...................».
El objeto social de C.I., según otras tantas escrituras que al firmante le ha sido posible
examinar, es: «a) la adquisición, urbanización, parcelación, construcción, ampliación y reforma
de toda clase de viviendas y bienes inmuebles, tanto rústicos como urbanos y su explotación directa
o indirecta, bien mediante venta o alquiler (salvo financiero) y la realización de toda clase de obras
de construcción; b) y la adquisición, tenencia, disfrute y disposición por cualquier título de toda
clase de valores mobiliarios, dejando a salvo las actividades reservadas a instituciones de inversión
colectiva, agencias de valores y cualesquiera otras de regulación específica».
Por su parte, el objeto social de M.N., según resulta del artículo 2.º de los estatutos
sociales, también según escrituras que al firmante le ha sido posible examinar, es: «Artículo
2.º. Constituye su objeto social: a) Financiación de operaciones mercantiles y de crédito en los
límites establecidos. b) Compraventa de valores mobiliarios y títulos valores de todas clases. c)
Fomentar y canalizar inversiones de terceras personas. d) Comprar y vender y en cualquier forma
explotar toda clase de fincas rústicas y urbanas. e) Parcelar fincas y crear urbanizaciones. f) Y
gestionar la administración de terceros. Quedan excluidas del objeto social todas aquellas actividades
para cuyo ejercicio la Ley exija requisitos especiales que no queden cumplidos por esta sociedad».
En conclusión, los objetos sociales de las tres sociedades son coincidentes.
Demanda de una entidad bancaria a tres sociedades mercantiles, en acción de ... 283

3. Composición accionarial. Sobre este punto el firmante pasa a informar de lo


siguiente:
B.C. tiene un capital social de 457.540,10 euros, constituido por 89.890 participa-
ciones sociales de 5,09 euros cada una.
La actora, en el escrito de demanda, afirma que, según la base de datos «e-informa»,
con la que, al parecer, basó esta parte del escrito, la «práctica totalidad» de las partici-
paciones sociales de B.C. pertenecen al Sr. D.T.S.J. La actora ignora, se advierte, que
el Sr. T. S., el 13 de diciembre de 1995 vendió 15.895 participaciones sociales y el 20
de diciembre 1996, 6.500 participaciones sociales de B.C., ambas con anterioridad a la
fecha de la póliza de crédito de la que es objeto la demanda, a la sociedad T.M.I. SA.
sociedad holandesa, en lo sucesivo T.M.I., lo cual ha sido verificado por el firmante con
los correspondientes Vendís emitidos con la intervención de Corredor de Comercio y
la declaraciones del Impuesto de Sociedades. Se adjuntan como anexo 5 los documentos
constituidos por: copias compulsadas por el firmante con los originales del documento
de compraventa mercantil de 15.895 acciones de B.C., entonces S.A., del Vendí, con
la intervención del Corredor Colegiado de Comercio D.T.G., y de la Declaración
liquidación de inversiones en sociedades no cotizadas, sociedades participadas, sucursales
y establecimientos y como anexo 6 los documentos constituidos por copias compul-
sadas por el firmante con los originales de la formalización de contrato de compraventa
efectuada en el exterior entre extranjeros no residentes, de 6.500 acciones de B.C., S.A.,
por el Corredor Colegiado de Comercio D.T.G. y de la Declaración liquidación de
inversiones en sociedades no cotizadas, sociedades participadas, sucursales y estableci-
mientos.
Como consecuencia de las aludidas operaciones de compraventa, T.M.I., en la
actualidad, debe ser poseedora, si no las ha vendido, de 89.885 participaciones sociales
de B.C., 99,9944%, y que las 5 participaciones restantes, 0,0055%, son de D.ª. B.C. La
actora enuncia los fundadores de T.M.I., y que en la actualidad tiene como socio único
la mercantil holandesa C. R., datos que el firmante no ha podido comprobar si son
ciertos.
Afirma, de otra parte, la actora que «las sociedades que tienen constituida las hipo-
tecas..................», aludiendo a M.N. e C.I., son sociedades «de titularidad directamente
del Sr. T.H. o cuanto menos estrechamente vinculadas a otras sociedades que pertenecen
al Sr. T.H.», y que C.I. pertenece en su totalidad al Sr. T. H. Información que, dice, es
la que aparece publicada en Registro Mercantil. Sobre esto el firmante informa:
C.I., en la actualidad y después del aumento de capital efectuado el 8 de febrero de
2002, tiene un capital social de 16.727.032 euros, dividido en 1.391,600 participaciones
sociales numeradas del1 al 1.391,600, ambos inclusive, de valor nominal cada una 12,02
euros. Lo que ha sido verificado por el firmante mediante el examen de la escritura de
aumento de capital social de 8 de febrero de 2002, protocolizada por el notario del
Colegio de XXX, D. XXX, bajo el número 726 de su protocolo. De las referidas
participaciones sociales de C.I., T.M.I., en la actualidad, debe ser poseedora, si no las
ha vendido, de 231.315 participaciones números 1 al 85315 y 910001 al 237000, adqui-
ridas al Sr. T. H. el 27 de diciembre de 1995, es decir, con anterioridad a la fecha de la
póliza de crédito de la que es objeto la demanda. Se adjuntan como anexo 7 bloque
284 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

documental constituido por copias compulsadas por el firmante con los originales del
contrato de compraventa mercantil de las citadas participaciones, intervenido por el
corredor colegiado de comercio D. G, póliza original de contrato mercantil de parti-
cipaciones sociales y declaración liquidación de inversión en sociedades no cotizadas,
sociedades participadas, sucursales y establecimientos.
Como consecuencia de las aludidas operaciones de venta, T.M.I., en la actualidad,
debe ser poseedora, si no las ha vendido, de 1.385.519 participaciones sociales de C.I.,
99,563%, perteneciendo las 6.081 participaciones restantes, 0,43697%, a B.C.
M.N. tiene un capital constituido por 64.962 participaciones sociales.
El 21 de diciembre de 1998, es decir, con anterioridad a la fecha de la póliza de
crédito objeto del litigio, el Sr. T. S. vendió 23.951 participaciones sociales de M.N.,
números 1/1001/15400-29801/39350, ambos inclusive, a T.M.I., lo cual ha sido con-
trastado por el firmante con los correspondientes vendís con la intervención de corredor
de comercio y la declaraciones del Impuesto de Sociedades aportados en el escrito de
contestación a la demanda. Se omite la aportación aquí de tales documentos por constar
ya en el escrito de contestación a la demanda, al cual el firmante se remite.
Tras la aludida operación de venta, T.M.I., en la actualidad debe ser poseedora, si
no las ha vendido, de 23.951 participaciones sociales de M.N., 36,869%, C.I. 8.530
participaciones, 13,13%, M.T.H. 31.096 participaciones, 47,867% y I.A.1.385, 2,132%.
Del examen de las interrelaciones entre las tres sociedades se advierte que, aun
cuando no se da identidad absoluta de socios en las tres, si se da en el socio común a las
tres, la sociedad T.M.I., mayoritaria en dos de ellas: B.C. e C.I.
Confusión de patrimonios.
El firmante ha verificado documentalmente la existencia de patrimonios separados.
Ha verificado también que las tres sociedades llevan contabilidades distintas, disponen
de cuentas bancarias diferentes, inexistencia de unidad de caja y presentan las cuentas
anuales obtenidas de sus respectivas contabilidades para su depósito en el Registro Mer-
cantil por separado.
Según ello, no se da confusión de patrimonios.
5. Confusión de personalidad jurídica y/o extensión de los efectos contractuales a
todas las sociedades del grupo.
A estos efectos cabe referirse a los órganos de administración de las tres sociedades:
B.C.: administrador único Sr. D. Francisco Roqueta Sanmartín.
M.N.: Por escritura de fecha 16 de enero 2014, examinada por el firmante, fueron
elevados a públicos los acuerdos sociales de M.N. relativos al cese del Sr. S. R. F., hasta
entonces administrador único de la sociedad, nombrándose administradores solidarios a
los Sres. D. V. C. A. y D. A. J.
C.I.: administrador único Sr. D. S. R. F.
No se da a la fecha del presente dictamen, identidad absoluta de órganos de admi-
nistración en las tres sociedades ya que solo se da en dos de ellas: B.C. e C.I.
6. Infracapitalización. Este punto viene expuesto en el apartado primero del dicta-
men al que el firmante se remite.
7. Plantilla de personal. B.C. y C.I. tienen plantillas de personal distintas, por las
que liquida a la Tesorería de la Seguridad social por separado. Se adjuntan como anexo
Demanda de una entidad bancaria a tres sociedades mercantiles, en acción de ... 285

6 copia de las Relaciones nominales de trabajadores de B.C. del mes de diciembre de


los años 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013, junto con un listado de identificación del
personal constante en clave con las siglas «CAF» en las referidas Relaciones nominales.
Asimismo, se adjuntan como anexo 7 copia de las Relaciones nominales de trabajadores
de C.I. del mes de diciembre de los años 2010, 2011, 2012 y 2013, junto con un listado
de identificación del personal constante en clave con las siglas «CAF» en las referidas
Relaciones nominales. Se adjuntan también como anexos 8 y 9 copia de las páginas de
las memorias de las cuentas anuales de B.C. e C.I. correspondientes a los ejercicios 2009,
2010, 2011, 2012 y 2013, en las que en el apartado 13. OTRA INFORMACIÓN
consta un detalle de la plantilla media de los trabajadores agrupados por categorías de
ambas sociedades.
Según se le ha informado al firmante y así se hace constar en las memorias de las
cuentas anuales, M.N. no tiene personal.
Una persona de la plantilla de C.I. desarrolla la contabilidad de las tres sociedades.
No se da pues el condicionamiento de plantilla única.
y 8. Apariencia externa de las sociedades. El firmante ignora, no puedo determinarlo,
si en el tráfico jurídico y ante terceros las tres sociedades se presentan como una entidad
perteneciente a un mismo grupo empresarial.
El hecho de que se den, como se ha dejado expuesto, algunos de los factores que
pudieran hacer presumible la existencia de grupo de empresas, tales condicionamientos,
parciales por cuanto no se dan en su globalidad ni, además, en las tres sociedades deman-
dadas, son, por ello, insuficientes para afirmar la existencia de grupo de empresas en el
sentido que le da la doctrina del levantamiento del velo, opinión sustentada sobre ella
por la doctrina jurisdiccional, especialmente prudente y restrictiva sobre este respecto,
moderadora en su aplicación y siempre con carácter excepcional y residual. (En tal
sentido: STS, Sala 1.ª, de 23 de diciembre 1997 (RJA 8903), STS, sala 1.ª, de 31 de
octubre 1996 (RJA 7728), STS, Sala 1.ª, de 12 de junio 1995 (RJA 4739), SAP de
Barcelona (Sección 15.ª) de 25 de marzo 1998 (RJC 1998, p. 747), SAP de Málaga, de
2 de febrero 1993 (AC 196), SAP Málaga de13 de marzo 1993 (Colex Data), SAP de
Almería, de 7 de octubre 1991 (Colex Data) SAP de Barcelona (Sección 15.ª) de 27 de
julio 1998 (AC 6187) SAP de Cantabria (Sección 1.ª) de 28 de enero 1998 (AC 2), SAP
de Cantabria de 30 de junio 1998, STS de 31 de octubre 1996, SAP de Granada de 20
de abril 1998, SAP de A Coruña, de 3 de diciembre 1997, SAP de Las Palmas, de 18
de setiembre 1998, SAP Asturias de 28 de mayo 1998, SAP Burgos de 14 de julio de
1998, SAP de Cuenca de 4 de mayo de 1998, entre otras muchas, y que aquí se citan
con el único propósito de fundamentar la opinión y el criterio del firmante).
Cuarto. Respecto al punto cuarto de la prueba solicitada informa: las manifesta-
ciones hechas por la actora en su escrito de demanda adolecen de veracidad. La com-
posición del accionariado a la fecha de la interposición de la demanda es la que el fir-
mante deja expuesta en el apartado Tercero del presente Dictamen.
El firmante manifiesta, por último, que, de conformidad con lo que dispone el
artículo 335.2 de la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil, promete decir verdad, que ha
actuado y actuará con la mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo
286 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las
partes, y que conoce las sanciones penales en que podría incurrir en el incumplimiento
de su deber como perito.
Este es el Dictamen que emite el suscrito economista según su leal saber y entender,
con reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes que pudieran existir fuera de su
alcance susceptibles de variar el criterio sostenido, que somete a la consideración del
superior criterio del juzgado. No hay conclusiones.
XXX a 14 de XXX de 2014
Firma del perito

(Se omiten los anexos)


CASO 8.

Demanda por un particular a una entidad bancaria por


pretendido enriquecimiento injusto por parte de la
demandada

Se plantea aquí el dilema probatorio a que hace referencia en el apartado 3, capítulo


1, de la segunda parte,
Se omite la hoja de identificación
Número XXXXXX
XXXXXXXXXX, economista, auditor de cuentas, designado perito en el juicio
ordinario n.º XXXX/20XX, que se sigue en el Juzgado de Primera Instancia n.º XX
de XXXXXXXXXX, interpuesto por V. B. E. contra Banco U. A, SA para la práctica
de la prueba pericial económico-financiera propuesta por Banco U. A SA. en el escrito
de contestación a la demanda, pasa a emitir el preceptivo dictamen sobre la prueba
realizada.
En el presente documento, V. B. I. se identifica por «la actora» y Banco U. A, SA..
por Banco U. A.
1. ALCANCE DE ENCARGO
La parte bastante de la prueba interesada por la actora, textualmente dice:
«...previo análisis de la documentación obrante en autos y de las gestiones que el mismo
(el perito) realice, emita informe sobre los siguientes extremos:
1.º.- Determine el importe de los frutos, rentas, e intereses percibidos —o que hubiese
podido percibir— la parte actora V. B. E por la posesión de las fincas registrales n.º XXX y
n.º XXX, respectivamente, desde 27-07-1.992 —fecha contrato privado de compraventa—
hasta el día 02-03-15, fecha del desalojo y entrega de la posesión de estos inmuebles a
mi mandante, o subsidiariamente, desde que cesa la concurrencia de buena fe en la posesión
de estos inmuebles (15-04-2005 vista incidente ocupantes y 13-03-2007 interposición
demanda reivindicatoria) hasta la entrega de la posesión de bien ocupado 02-03-2015).
2.º.- Determine el importe de los frutos, rentas, e intereses que mi patrocinada Banco
U. A., como poseedora legítima de los inmuebles señalados, hubiera podido percibir durante
el período indicado, es decir, desde que cesa la concurrencia de buena fe en la posesión de
la parte actora, en las fechas indicadas (15-04-2005 y 13-03-2007), hasta la entrega de la
posesión de bien ocupado (02-03-2015).
3.º.- Determine el importe de los daños y perjuicios sufridos por Banco U. A por el
tiempo que se ha visto privada de la posesión de los inmuebles objeto de esta litis (fincas
registrales n.º XXX
Y XXX) desde su adjudicación con fecha 21-10-1997 hasta el total desalojo de los
mismos con fecha 2-03-2015».
288 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2. DOCUMENTACIÓN EXAMINADA
El perito que suscribe ha examinado la documentación obrante en autos que ha
considerado necesaria para la práctica de la prueba requerida, e informes y notas sobre
precios medios de viviendas en la misma zona que las fincas registrales n.º XXX y n.º
XXX de una firma tasadora y de inmobiliarias de la zona.
Expuesto lo que antecede, pasa a emitir el siguiente
4. DICTAMEN
Primero. Respecto al Extremo 1 de la prueba solicitada informa:
1. En cuanto a las frutos, rentas, el suscrito perito desconoce, no puede conocer, los
importes percibidos por la actora en los periodos a los que hace referencia el extremo
1, y a los que más adelante pasa a referirse, por lo que sólo puede cifrar unos valores
estimados de tales rendimientos como los que hubiera podido percibir la actora en cir-
cunstancias normales de mercado. De tales conceptos la actora habría podido percibir
una renta por la vivienda y la plaza de garaje de objeto del litigio (fincas registrales n.º
XXX y XXX), de haberlas tenido alquiladas, como parece desprenderse del acta de la
Junta de la Comunidad de Propietarios del Inmueble en el que se halla la vivienda,
aportado por Banco U. A con el escrito de contestación a la demanda como documento
n.º 3, aunque tampoco puede asegurarse que, de ser cierto que hubiese estado ambas
arrendadas, el arrendamiento haya tenido una continuidad en los períodos indicados en
el escrito de propuesta de prueba al principio reproducido, a los que pasa a referirse más
delante, en este mismo apartado.
Para determinar, siempre estimativamente, las rentas que la actora habría o pudiera
haber percibido por el arrendamiento de la vivienda y de la plaza garaje, o, en otro caso,
del ahorro que haya podido tener de haberlas utilizado para su uso propio, el suscrito
perito ha dispuesto de los valores de los alquileres medios de viviendas de las mismas o
parecidas características y ubicación, y de la plaza de garaje.
Con respecto a la firma registral XXX, vivienda, ha dispuesto de un informe com-
pleto, confidencial, de tasación emitido por la Sociedad de tasaciones «Tasaciones I.,
S.A.», «TI» (CIF XXX), así como de sendos informes y notas sobre precios medios de
viviendas en la misma zona de la vivienda de referencia; de las Sociedades inmobiliarias:
«G. I. SL» (CIF XXX), «R. M.» (CIF XXX), «I. C, SL.» ICIF XXX) y «E. M. S.L.»
(CIF XXX), esta última incluye una estimación del valor de la finca registral XXX,
plaza de garaje y una estimación del alquiler. Sobre los valores obtenidos de las referidas
inmobiliarias pasa seguidamente a referirse:
En cuanto al informe de valoración de «TI», si bien puede considerarse fidedigno,
ya que ha sido emitido con todas las garantías, por una firma acreditada dentro de la
especialidad, y la valoración corresponde precisamente a la vivienda finca registral XXX,
firmado por el representante legal de la Sociedad y por el arquitecto técnico que efectuó
la tasación, con anexos constituidos por planos y fotos de la finca, incluye Nota simple
informativa del Registro de la Propiedad de XXX, aun cuando por la fecha en que fue
emitido el informe, 4/12/2001 cabría considerarlo intempestivo, dada la poca diferencia
con los valores estimados disponibles de las otras antes indicadas inmobiliarias, así como
a las circunstancias de inestabilidad de precios por las que ha atravesado el sector inmo-
Demanda por un particular a una entidad bancaria por pretendido enriquecimiento ... 289

biliario, se incluye su valoración en los cálculos para hallar el valor estimado medio de
la vivienda.
«TI», dio el valor de tasación de dos viviendas, el de la referida finca XXX conjun-
tamente con el de otra vivienda; el de una sola vivienda, precisamente aquella le corres-
ponde un valor estimado de la mitad de la valoración de las dos, valor mitad que asciende
a 45.167 €. Considerando una rentabilidad del 6% anual, porcentaje razonable coinci-
dente con la rentabilidad media del mercado de arrendamientos de viviendas, compu-
tada sobre el valor estimado, se obtiene un valor estimado de alquiler anual de 2.710 €
(45.167 x 6%) y mensual de 226 € (2.719 / 12).
En cuanto a los informes de «G.I.» y «R.M.», son dos estimaciones del alquiler,
basadas en precios medios de alquiler de pisos en la misma zona que la vivienda de
referencia (testigos). El informe de «G.I.» es de fecha 10 de agosto 2016 y no está fir-
mado; el de «R.M.» no lleva fecha y tampoco está firmado.
El valor estimado dado por R.M. es de 360 € mes. G.I. da dos valores estimados;
350 y 450 € mes, por lo que se ha procedido a considerar el valor medio, 400 € ((350
+ 450)/2).
En cuanto al documento de I. C., no se trata de ningún informe sino de una simple
nota informativa, en la que constan únicamente precios de alquiler de tres viviendas
testigos de la zona (alrededores) de la vivienda de referencia. No lleva fecha ni está
firmada. El valor estimado por esta Inmobiliaria es 400 € mes.
En cuanto a la información de E. M., empresa inmobiliaria cliente del despacho del
perito que suscribe, es una simple nota recibida por correo electrónico el 18/1/2017,
en la que para la vivienda estima un valor de mercado de 50.000 €, y un alquiler estimado
de 250 € mes, correspondiente a una rentabilidad del 6%, y para la plaza de garaje un
valor estimado de 4.500 € y un alquiler estimado de 30 € mes, y una rentabilidad del
8%.
Con los valores estimados por las Inmobiliarias del alquiler de la vivienda y de la
plaza de garaje a los que se acaba de hacer referencia, se ha calculado el valor estimado
medio que se cifra en 327 € mes ((226 + 400 + 360 + 400 + 250)/5) para la vivienda,
y 30 € mes por la plaza de garaje, en total 357 € mes (327 € + 30 €).
Se incluyen anexo 1 un cuadro con los valores estimados de vivienda y garaje, renta
anual y mensual de ambos, de las cinco inmobiliarias, y el valor estimado medio.
Dado el carácter de confidencialidad de la información recibida, el suscrito perito
ha optado por no incluirlas como anexo.
Dado a lo intempestivo del informe de TI, así como de tratarse de meras notas
informativas las de las otras Inmobiliaria, el suscrito perito hace constar sus reservas sobre
la fiabilidad de tales informaciones. Procede decir, no obstante, que por la similitud de
valores, coincidencia en algunos, facilitados por las referidas Sociedades, sin conexión
alguna entre sí, de una parte, y la comparativa de valores disponibles de otras localidades
del resto de España, de otra, permiten presumir con un grado de verosimilitud aceptable
que tanto los valores de compraventa como los alquileres pueden considerarse acepta-
bles. Con tal reserva, pasa a determinar las rentas.
290 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2. Para el cálculo del importe total de las rentas por alquileres de vivienda y plaza
de garaje, por lo que indica el escrito de solicitud de prueba, reproducido al principio,
no le queda claro al suscrito perito qué períodos, es decir desde qué fecha, ha de calcular
la percepción de las rentas por parte de la actora; si debe ser desde 27/7/1992, fecha del
contrato privado de compraventa de la vivienda y la plaza de garaje, hasta el 2/3/2015,
fecha del desalojo y entrega de la posesión a Banco U. A, o subsidiariamente, dice dicho
escrito, desde que cesa la concurrencia de buena fe en la posesión, 15/4/2005, que es,
dice, la fecha de la vista de incidente ocupantes, o, considerando también incluido en
el adjetivo subsidiariamente, desde el 13/3/2007, fecha de interposición de la demanda
reinvindicatoria, hasta el 2/3/2015, fecha de la entrega de la posesión a Banco U. A.
Ante el dilema plantado, respecto la fecha que debe tomarse para el cálculo, el suscrito
perito ha optado por efectuar los cálculos en base a los tres indicados períodos, dejando
al criterio del juzgador la determinación del período que corresponda.
En resumen, los períodos para la determinación del tiempo de obtención de las
rentas en base a los que se han efectuado los cálculos, son los siguientes:

27/7/1992 hasta 2/3/2015


15/4/2005 hasta 2/3/2015
13/3/2007 hasta 2/3/2015

Teniendo en cuenta que los importes de los alquileres son, como se ha dicho, valores
estimativos, no se han efectuado ajustes anuales por posibles variaciones del Índice de
precios al consumo (IPC) que se aplica o suele aplicarse a los alquileres reales.
En razón a lo expuesto, El cómputo del valor total estimado de los alquileres de la
vivienda y de la plaza de garaje correspondientes al primer período: desde 27/7/1992
al 2/3/1015, (meses completos, alquileres pagaderos el 1.º de cada mes), es el siguiente:

Año 1992.- 327 €, alquiler mensual vivienda, + 30 €, alquiler mensual de la plaza de


garaje, = 357 € x 5 meses (1/8/1992 – 31/12/1992) 1.785 €
Años 1993 a 2014, 357 € x 12 meses año = 4.284 € año, x 22 años (1/1/1993 a
31/12/2014) 94.248 €
Año 2015.- 357 € x 3 meses (1/1/2015 – 1/3/2015) 1.071 €

TOTAL 97.104 €

Los alquileres totales que habría o pudiera haber percibido la actora en el considerado
período 27/7/1992 – 2/3/2015, asciende a 97.104 €.
El cómputo del valor total estimado de los alquileres de la vivienda y de la plaza de
garaje correspondientes al segundo período, subsidiariamente considerado: 15/4/2005
- 2/3/2015, (meses completos, alquileres pagaderos el 1.º de cada mes), es el siguiente:
Demanda por un particular a una entidad bancaria por pretendido enriquecimiento ... 291

Año 2005.- 327 €, alquiler mensual vivienda, + 30 €, alquiler mensual de la plaza


de garaje, = 357 € x 8 meses (1/5/2005 – 31/12/2005) 2.856 €
Años 2006 – 2014, 357 € x 12 meses año = 4.284 € año, x 9 años (2006 - 2014) 38.556 €
Año 2015.- 357 € x 3 meses (1/1/2015 – 1/3/2015) 1.071 €

TOTAL 42.483 €

Los alquileres totales que habría o pudiera haber percibido la actora en el período
15/4/2005 – 2/3/2015, asciende a 42.483 €.
El cómputo del valor total estimado de los alquileres de la vivienda y de la plaza de
garaje correspondientes al tercer período, subsidiariamente considerado: 13/3/2007 -
2/3/2015, (meses completos, alquileres pagaderos el 1.º de cada mes),es el siguiente:

Año 2007.- 327 €, alquiler mensual vivienda, + 30 €, alquiler mensual de la plaza de


garaje, = 357 € x 9 meses (1/4/2007 – 31/12/2007) 3.213 €
Años 2008 – 2014.- 357 € x 12 meses año = 4.284 € año, x 7 años (2006 - 2014) 29.988 €
Año 2015.- 357 € x 3 meses (1/1/2015 – 1/3/2015) 1.071 €

TOTAL 34.272 €

Los alquileres totales que habría o pudiera haber percibido la actora en el período
13/3/2007 – 2/3/2015, asciende a 34.272 €.
3. Intereses.- Sobre los alquileres que habría o pudiera haber percibido la actora,
procede computar el importe de los intereses que corresponden en cada uno de los
períodos subsidiariamente considerados, conviene hacer las siguientes aclaraciones:
Desde el inicio de cada uno de los tres períodos, subsidiariamente considerados
referidos en el apartado 2, la actora habría o pudiera haber percibido cada mes un alquiler
por la vivienda y la plaza de garaje de valor estimado allí indicados. Desde el primer mes
de cada período hasta el último, 2/3/2015, el alquiler de cada mes habría o pudiera
haber generado unos intereses remuneratorios, y así, en cascada, cada uno de los alqui-
leres de cada uno de los meses siguientes hasta el último de cada período, de los que la
actora se habría beneficiado también, además de los alquileres.
La fórmula para idónea para el cálculo de los intereses es la del interés simple:

cni

36500
292 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

en donde c = capital; en el presente contexto las rentas o alquileres mensuales de la


vivienda y la plaza garaje son, como se ha dicho, constantes: 357 € en total; n = tiempo
durante el que están las rentas mensuales pudieron estar generando intereses; se computa
desde la primera fecha de cada uno de los períodos subsidiariamente considerados,
27/7/1992, 15/4/2005, 13/3/2007 hasta la fecha final, la misma en todos los períodos,
2/3/2015; e i = tipo de interés legal%. Se ha tomado para los cálculos el tipo de interés
legal publicado por el Banco U. de España para el año 2015: 3,5%.
Se adjunta como anexo 2 una nota en la que se indica el desarrollo de la fórmula,
en razón a los indicados presupuestos.
Para el primer período, referido en el escrito de solicitud de prueba, 27/7/1992 –
2/3/2015, los intereses calculados son: 38.714 €.
Para el segundo período, referido en el escrito de solicitud de prueba, 15/4/2005
– 2/3/2015, los intereses calculados son: 7.314 €.
Para el tercer período, referido en el escrito de solicitud de prueba, 13/3/2007 –
2/3/2015, los intereses calculados son: 4.750 €.
Se adjuntan como anexos 3, 4 y 5 cuadros con los cálculos de los intereses para
cada período subsidiariamente considerado.
Segundo. Respecto al extremo 2.º de la prueba solicitada informa:
Los frutos y rentas e intereses que BANCO U. A hubiera podido percibir han de
ser calculados con idénticos presupuestos que los considerados para el computo de las
rentas e intereses que habría o pudiera haber percibido la actora, y que por estar referidos
a dos de los períodos allí considerados: 15/4/2005 y 13/3/2007, son las mismas cuantías
que las obtenidas al estimar los referidos alquileres e intereses que la actora habría o
pudiera haber percibido percibido en esos mismos períodos informados en el apartado
Primero, en contestación al extremo 1.º de la prueba.
Según esto, los alquileres que BANCO U. A hubiera podido percibir en los dos
períodos referidos períodos: 15/4/2005 y 13/3/2007, hasta 2/3/2015, son los siguien-
tes:
Considerando el período 15/4/2005 – 2/3/2015, los alquileres totales que BANCO
U. A hubiera podido percibir, se estiman en 42.483 €.
Considerando el período 13/3/2007 – 2/3/2015, los alquileres totales que BANCO
U. A hubiera podido percibir se estiman en 34.272 €.
Considerando el período 15/4/2005 – 2/3/2015, los intereses totales que BANCO
U. A hubiera podido percibir se estiman en 7.314 €.
Considerando el período 13/3/2007 – 2/3/2015, los intereses totales que BANCO
U. A hubiera podido percibir se estiman en 4.750 €.
Tercero. Respecto al Extremo 3 de la prueba solicitada informa:
El extremo 3.º de la prueba adolece de imprecisión, pues los daños y perjuicios los
componen el daño emergente, esto es, la pérdida que Banco U. A haya tenido por los
gastos especialmente los judiciales en la reclamación de la posesión entre otros, y el lucro
cesante, como ganancia dejada de obtener por el hecho de la privación de dicha pose-
sión. El lucro cesante ha sido ya objeto de estimación en el extremo 2.º, por lo que la
mención de los perjuicios junto con los daños es redundante ya que solo debiera referirse
Demanda por un particular a una entidad bancaria por pretendido enriquecimiento ... 293

al daño emergente. Bajo este presupuesto se considera aquí solo la pérdida que Banco
U. A haya tenido por los antes referidos conceptos.
Para la evaluación del daño emergente el suscrito perito solicitó por correo elec-
trónico el 8 del presente mes al abogado de Banco U. A, Sr. F. L. J., pidiera a Banco
U. A todos los gastos por ella pagados con motivo de los procedimientos judiciales para
recuperar la posesión de la vivienda y la plaza de garaje: honorarios de abogados y
procuradores, tasas judiciales pagadas y demás gastos que Banco U. A haya tenido que
desembolsar en este procedimiento así como en anteriores, conexos, correspondientes
a idéntica causa, en los que la actora hubiera sido parte. El firmante no recibió contes-
tación a este correo.
Posteriormente, el 20 de marzo, cursó a Banco U. A un burofax solicitando la misma
documentación, a fin de poder dar cumplida respuesta al extremo 3.ª de la prueba, no
habiendo tenido tampoco respuesta alguna a la solicitud.
No habiéndole enviado Banco U. A la documentación solicitada no le ha sido
posible al suscrito perito evaluar el daño emergente.
El perito que suscribe manifiesta, por último, que, de conformidad con lo que dis-
pone el artículo 335.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, promete decir verdad, que ha
actuado y actuará con la mayor objetividad posible, tomando en consideración tanto lo
que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las
partes, y que conoce las sanciones penales en que podría incurrir en el incumplimiento
de su deber como perito.
Este es el Dictamen que emite el suscrito economista en funciones de perito judicial,
según su leal saber y entender, con reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes
que pudieran existir fuera de su alcance, susceptibles de variar el criterio sostenido, que
somete a la consideración del superior criterio del juzgador. No hay conclusiones.
Barcelona, 27 de XXX de 20XX
Nombre de perito
CASO 9.

Denuncia por presunto delito de estafa

Este caso corresponde a una prueba pericial contable emitida con anterioridad a la
entrada en vigor del nuevo Código penal; se refiere a un préstamo en el que se dan dos
de las tres características calificadas por el Código penal anterior como usurario: la habi-
tualidad y la usura encubierta. Aun cuando, como se ha dicho en la segunda parte 2.1.8.,
la usura no está hoy perseguida penalmente, por su especial interés se incluye este caso.
En una situación apurada, unos consortes solicitaron un préstamo a una entidad
financiera; esta les puso en contacto con un tercero, presumiblemente de su propia
organización, quien les concedió un préstamo en unas condiciones que los cónyuges
consideraron abusivas. No conformes los prestatarios con la cantidad recibida, presen-
taron denuncia ante el juzgado de instrucción.
Solicitada por el fiscal una prueba pericial, el informe emitido por el auditor perito
es el siguiente:
(Se omite la hoja de identificación)

(Número protocolo).................. Año ..................

X.X., Auditor censor jurado de cuentas, inscrito en el Registro oficial de Auditores


de Cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas —ICAC—
con el número .................., ha sido designado perito en el expediente de diligencias
previas número .................. que se sigue en el juzgado de Instrucción
núm. .................., de .................., por denuncia de M.A.S., contra la entidad mercantil
S., S.A., y contra J.M.M.A., para la práctica de la prueba pericial contable solicitada por
el Fiscal que consta en autos.
1. Alcance de la prueba
La parte bastante de la prueba solicitada textualmente dice: «..................Interesa se
oficie a perito contable y sea designado por ese juzgado a fin de que a la vista de los
folios 46 (documento cotejado por la Sra. Letrado de la de ese juzgado) y 65 a 71,
informe sobre cuál es el interés resultante de la operación efectuada entre M.E.F. y
J.M.M. y cuál era el interés medio vigente en el mercado al tiempo de realizarse la citada
operación».
2. Documentación examinada
El firmante ha examinado la documentación constante en los autos, en especial los
folios números 46 y 65 al 71, el primero correspondiente al contrato celebrado el 9 de
octubre de 19X2, el cual, a tenor de las fechas de las letras de cambio que en el mismo
se deja constancia, se supone debe ser 9 de octubrede 19X3, los siete últimos relativos
Denuncia por presunto delito de estafa 295

a la escritura de hipoteca cambiaria, autorizada por el notario de .................. D. J.R.M.


el.................. de octubre de 19X3, bajo el número.................. de su protocolo.
Antes de pasar a emitir el dictamen sobre la prueba solicitada, dado que de los citados
documentos que constan en los folios 46 y 65 a 71, ni de las declaraciones del denun-
ciante M.A.S, prestatario de la operación, ni de las del denunciado J.M.M., prestamista
de ella, no existe evidencia suficiente de cuál es la cantidad realmente satisfecha y cuáles
las retenidas en concepto de intereses y gastos, el suscrito perito considera necesario
hacer las siguientes consideraciones:
Según se desprende del documento del folio 44, constante en autos, los importes
constituyentes de la operación fueron los siguientes:

Pesetas
1. Importe total de 60 letras de cambio de 32.000 pesetas, libradas
por Dña. E.F.C., aceptadas por D. M.A.S. y por D. M.F.R., con
vencimientos 2/11/19X3 hasta el 2/11/19X8 1.920.000
2. Descuento aplicado por D. J.M.M. a la compra de las 60 letras
referenciadas en 1. -545.000

3. Importe según D. J.M.M. satisfecho a D.ª E.F.C. por la compra


de las 60 letras referenciadas en 1, diferencia entre el nominal de las
letras y el descuento [(1)-(2)] 1.375.000
4. Importes retenidos a los prestatarios por el concepto de gastos de
la operación.
13/10/93. Gastos notaría, constitución hipoteca (documento cons-
tante al folio 48) 37.805
8/10/93. Impuesto sobre Transmisiones patrimoniales y actos jurí-
dicos documentados (documento constante al folio 49) 28.700
8/10/93. Seguro multirriesgo sobre finca hipotecada (documento
constante al folio 50) 7.226
31/10/93. Inscripción hipoteca en Registro de la Propiedad (docu-
mento constante al folio 51) 9.996
7/2/94. Pago a S., S. A. por gastos intermediación (documento
constante al folio 53) 58.075
Cancelación registral del embargo documento constante al folio 55 7.475
Gastos locomoción (sin justificante) 8.000

Gastos totales 157.277 157.277


5. Pagos realizados por el M. por cuenta de los consortes A. y F.
8/10/93. Pago deuda con F. (documento constante en los folios 6 y
47) 657.849
296 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Pesetas
6. Pagos realizados por el Sr. M. a los consortes Sres. A. y F.
10/1/1994. Ingreso en cuenta de la Sra. F. de la Caja C (documento
constante al folio 52) 50.000
7/2/1994. Entrega a Sr. A. (documento constante al folio 54) 130.000
31/3/1994. Ingreso en cuenta de la Sra. F. de la Caja C (documento
constante al folio 56) 4.874

Pagos totales realizados a o por cuenta de los consortes Sres. A. y F. 842.723 842.723

Suma total gastos y pagos efectuados 1.000.000

Diferencia de la que no existe evidencia suficiente sobre si fue pagada


por el Sr. M. a los consortes Sres. A. y F. 375.000

Resumiendo, la cantidad prestada por el prestamista denunciado Sr. M. a los pres-


tatarios, los consortes Sres. M.A.S. y M.E.F., fue 1.375.000 pesetas. Para cancelar esta
deuda se simuló una operación consistente en la libranza de 60 letras de cambio por
importe de 32.000 pesetas cada una, libradas por la Sra. F. a cargo de su marido y de su
padre, los Sres. M.A.S y M.F.R, por un importe total de 1.980.000 pesetas, letras que
fueron descontadas por el Sr. M. por 1.375.000 pesetas, con unos intereses de 545.000
pesetas, correspondientes a una tasa anual del 14%.
Del neto de la operación, 1.375.000 pesetas, el Sr. M. dedujo 157.277 pesetas en
concepto de gastos de la operación, canceló el embargo que los consortes Sres. A. y F.
tenían con la entidad F. por importe de 657.849 pesetas y liquidó el resto a dichos
consortes en tres veces: 50.000 pesetas que ingresó el 10/1/1994 en la cuenta de la Sra.
F. de la Caja C.; 130.000 pesetas que entregó al Sr. A. el 7/2/1994 y 4.874 pesetas que
ingresó el 31/3/1994 también en la cuenta de la Sra. F. de la Caja C. El firmante no
tiene la evidencia suficiente sobre si el Sr. M. liquidó a los consortes Sres. A. y F. las
375.000 pesetas restantes y ello por los siguientes motivos:
En los folios 29 y 30 consta una manifestación firmada por el denunciante Sr.
M.A.S., en presencia de D.ª B.A.V., letrada de D. S.B.C., representante legal de la firma
S., S.L., también denunciada en el expediente, quien firma con aquel, sobre la referida
cifra de 375.000 pesetas. Dice textualmente que «fueron recibidas por D.ª E.F. en ese
instante». No consta la ratificación de la recepción del dinero por parte de la Sra. F.
En los folios 44 y 45 consta una manifestación firmada por el denunciado Sr. J.M.M.
en el que manifiesta que los consortes A. y F., además del pago de 657.849 pesetas
realizado por su cuenta, recibieron 375.000 pesetas en el momento de la compraventa
de las letras. En el último de dichos folios el Sr. J.M.M. manifiesta asimismo que el día
8 de octubre de 1989 abonó a la Sra. F. 375.000 pesetas en metálico, incurriendo en
manifiesta inexactitud ya que el contrato lleva fecha del 9 de octubre de 1992 pero que
Denuncia por presunto delito de estafa 297

en realidad debe de ser de 9 de octubrede 1993, a la vista de la fecha de la escritura de


constitución de hipoteca que consta en los folios 65 a 72 que es de 7 de octubre de
1993.
En el folio 46, correspondiente al contrato de venta de las letras de cambio por parte
de la Sra. F. al Sr. M., firmado por ambas partes, se dice que «..................el precio de
esta compraventa se pacta en un millón trescientas setenta y cinco mil pesetas, equiva-
lentes a una tasa de interés nominal del catorce por ciento. D.ª E.F.C. declara haber
contado y recibido la antedicha cantidad en dinero efectivo instantes previos a la firma
del presente documento»; sin embargo, en los folios 47 al 56 constan los justificantes de
pago de todos y cada uno de los gastos de la operación deducidos del importe de la venta
y los justificantes de los pagos realizados a los consortes Sres. A. y F., todos de fechas
posteriores a la del citado contrato, de lo que se deduce que la Sra. F. no pudo «haber
contado y recibido» el importe de 1.375.000 en el momento de la firma de dicho con-
trato, como en él se afirma. De otra parte, no consta en autos ningún recibo corres-
pondiente al pago de las 375.000 pesetas.
En los folios 73 y 74, en los que consta la declaración de D.ª E.F.C., no se menciona
el cobro de las 375.000 pesetas que el Sr. M. dijo haberle entregado.
En los folios 77 y 78, en los que consta la declaración del denunciante Sr. M.A.S.,
no se menciona tampoco el referido cobro de las 375.000 pesetas.
En los folios 126 y 127, en los que consta nueva declaración del denunciado D.
J.M.M., se dice textualmente «que en efectivo únicamente le entregó a los prestatarios
375.000 pts. pero les extendió un recibo por valor de un millón de pesetas que de
momento se quedó el declarante (Sr. M.A.S.) para afrontar todos los gastos que había y
que eran muchos».
Vista y examinada la expresada documentación y efectuadas las precedentes consi-
deraciones, el firmante pasa a emitir el siguiente
3. Informe
Primero. En relación al primer punto de la prueba solicitada, sobre cuál es el interés
resultante del préstamo efectuado por D. J.M.M. a los consortes Sres. D. M.A.S. y D.ª
E.F.C., informa:
Del examen de los documentos 46 y 65 a 71 se advierte se trata, como ha dejado
expuesto en las consideraciones previas, de una operación de préstamo, para la cual se
simuló una operación de hipoteca cambiaria en favor de la esposa del denunciante, Sra.
F., tenedora de 60 letras de cambio que sin aparente contraprestación previa hicieron
aceptar a su esposo, D. M.A.S., y a su padre, D. M.F.R., por 1.920.000 pesetas, y una
posterior operación de descuento de letras mediante la cual el Sr. J.M.M. compró a Dña.
E.F.C. las letras de las que era tenedora, por un importe de 1.375.000 pesetas, con un
descuento por intereses de 545.000 pesetas.
Sin embargo, el cálculo de intereses solicitado por el fiscal obliga a contemplar las
dos operaciones, la de hipoteca cambiaria y la de la compra de las letras que aquella
garantizaba, en su conjunto, como una sola y única operación.
298 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

En virtud de ello se ha calculado en primer lugar la tasa de interés que corresponde


a la operación de compraventa de las letras de cambio y, de otra parte, las tasas de interés
efectivo de la operación global y la correspondiente tasa anual equivalente (TAE).
La tasa a la que fueron adquiridas las 60 letras de cambio de 32.000 pesetas cada una,
por el Sr. M. a la Sra. F., de valor total de 1.920.000 pesetas, adquiridas por el primero
por 1.375.000 pesetas, fue del 14,0086%, redondeado el 14%, tasa que es la que consta
en el contrato de compraventa del folio 46.
No habiendo podido formarse el suscrito perito evidencia suficiente sobre si las
375.000 pesetas aludidas en las consideraciones previas fueron realmente pagadas por el
Sr. M. a los consortes Sres. A. y F., estimando que corresponde al juzgado decidir sobre
la aceptación o no de dicho pago, el suscrito perito ha efectuado los cálculos del interés
resultante bajo dos supuestos: un primer supuesto para el caso de que el juzgado no
acepte las manifestaciones del Sr. M. y considere como no pagadas las 375.000 pesetas
y un segundo supuesto para el caso de que el juzgado las acepte, considerándolas pagadas.
En el primer supuesto la cantidad pagada por el Sr. M. a los consortes A. y F. sería
1.000.000 de pesetas; en el segundo caso la cantidad pagada sería 1.375.000 pesetas.
Sin embargo, al haber diferido el Sr. M. los pagos de 50.000 pesetas durante 91 días
con respecto a la fecha del contrato de compraventa de las letras (fecha de pago
10/1/1994), 130.000 durante 118 días (fecha de pago 7/2/1994) y 4.874 durante 172
días (fecha de pago 31/3/1994), también según la fecha de dicho contrato (cómputos
en razón al año comercial: 360 días año y 30 días mes), en correcto razonamiento
financiero, en razón al cual debe contemplarse una operación de este tipo, para el
cómputo de la tasa de interés debe tomarse no la cantidad total pagada, 1.000.000 de
pesetas, en el primer supuesto, o 1.375.000 pesetas, en el segundo supuesto, sino el valor
actual a la fecha del referido contrato de compraventa, teniendo en cuenta los referidos
diferimientos en los pagos realizados (según dispone el Banco U. de España en su
Circular 8/1990, de 7 de septiembre).
Según esto, en el primer supuesto, de considerarse no pagadas las 375.000 inciertas,
el valor actual de 1.000.000 de pesetas pagadas con pagos diferidos asciende a 992.160
pesetas. Con base en ello, un préstamo de 1.000.000 de pesetas, de valor actual 992.160
pesetas, con devolución de 1.920.000 pesetas, en 60 pagos mensuales, pagaderos por
vencido, en cinco años, le corresponde una tasa de interés efectivo de 29,8362%,
redondeada el 29,84%, a la cual corresponde una tasa anual equivalente (TAE) de
34,2741%, redondeada el 34,27%. De aceptarse este supuesto, si la citada cantidad de
1.000.000 de pesetas pagada por el Sr. M. hubiera sido liquidada íntegra en el momento
de la firma del contrato de compraventa de las letras, las tasas de interés efectivo y TAE
hubieran resultado menores.
Como aclaración, el firmante considera conveniente informar que la tasa de interés
efectivo se obtiene de la tasa de interés nominal anual a efectos de cómputo de la ope-
ración y, como sea que los pagos son mensuales, debe dividirse por 12 meses, lo que da
una tasa de interés mensual efectivo que satisface los condicionantes de la operación,
mientras que la tasa anual equivalente o TAE se corresponde con la tasa anual que
correspondería si la operación hubiera sido planteada con pagos anuales en vez de men-
Denuncia por presunto delito de estafa 299

suales. La TAE es de obligado cálculo en todas las operaciones financieras, según tiene
dispuesto el Banco U. de España, a efectos exclusivamente comparativos, no operativos
(Circular del Banco U. de España 8/1990, de 7 de septiembre. Anexo V).
En el segundo supuesto, esto es, considerando pagadas por el Sr. M. las 375.000
pesetas en el momento de la firma del contrato de compraventa de las letras, el valor
actual de 1.375.000 pesetas pagadas con pagos diferidos asciende a 1.367.160 pesetas.
Con base en ello, un préstamo de 1.375.000 pesetas, de valor actual 1.367.160 pesetas,
con devolución de 1.920.000 pesetas, en 60 pagos mensuales, pagaderos por vencido,
en cinco años, le corresponde una tasa de interés efectivo de 14,2656%, redondeada el
14,26%, a la cual corresponde una tasa anual equivalente (TAE) de 15,2363%, redon-
deada el 15,24%. De aceptarse este supuesto, si la citada cantidad de 1.375.000 pesetas
pagada por el Sr. M. se hubiera liquidado íntegra en el momento de la firma del contrato
de compraventa de las letras, las tasas de interés efectivo y TAE hubieran resultado
menores.
Segundo. En relación al punto segundo, relativo a cuál era el interés medio vigente
en el mercado al tiempo de realizarse la citada operación, informa:
Efectuada por el firmante la consulta al Servicio de Estudios del Banco U. de España,
se le ha informado de lo siguiente:
El tipo denominado «Tipo de referencia de préstamos a tres años o más, con garantía
hipotecaria» en las sociedades de crédito hipotecario, correspondiente al mes de octubre
de 1993, era el 12,37%.
El tipo denominado «Índice de referencia de préstamos a tres años o más, sin garantía
hipotecaria», para el conjunto de entidades bancarias, correspondiente al mes de octubre
de 1993, era el 15,01%.
Finalmente, el tipo denominado «Índice de referencia de créditos al consumo»,
correspondiente al mes de octubre de 1993, el más alto de los tres, era el 17,32%.
El suscrito perito considera que el índice solicitado por el fiscal en la prueba debe
ser, a efectos comparativos de tasas de interés, el primero de los indicados.
Este es el Informe que emite el suscrito perito según su leal saber y entender, con
reserva expresa de cualesquiera otros antecedentes susceptibles de modificar el criterio
sostenido, del que deja constancia en el presente documento que somete a la conside-
ración del superior criterio del juzgado. Sin conclusiones.
(localidad).................., (fecha)..................
(Firma del auditor)

Seguidamente se dejan expuestos los cálculos realizados para la resolución de este


caso. Los cálculos se hicieron con una calculadora financiera; no obstante, a meros efec-
tos didácticos se desarrollan matemáticamente.
1. Cómputo del valor actual de los tres pagos por importes de 50.000 ptas., 130.000
ptas. y 4.874 ptas. durante 91 días (del 9/10/1993 al 10/1/1994), 118 días (del
9/10/1993 al 7/2/1995) y 172 días (del 9/10/1993 al 31/3/1994), respectivamente
(año comercial: 360 días año, 30 días mes).
300 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2. Cálculo de la tasa diaria de interés:


(1 + i)30 = (1 + 0,14/12) = log(1 + 0,14/12)i = (1 + 0,14/12)1/30 – 1 =

anti log (1 + 0,14/12)


– 1 = 0,0003867126230
30

3. Diferimiento de los pagos:


Los pagos por el concepto de préstamo efectuados por el prestamista a los prestatarios
fueron diferidos por aquel, por lo que procede calcular el valor actual de los pagos en
razón a tal diferimiento.

1 1+
50.000 + 130.000
(1+ 0,000386771262)91 (1+ 0,000386771262)118

1
+ 4.874 = 50.000·0,9654277683 + 130.000
(1 + (1+ 0,000386771262)172

0,9555404782 + 4.874 • 0,935661252 = 48.271 + 124.202 + 4.561 = 177.014 ptas.


De 375.000 ptas. existen dudas sobre si fueron o no realmente satisfechas por el
prestamista a los prestatarios, por lo que no han sido incluidas en el cómputo del valor
final de los pagos.

1.er supuesto: No se considera pagadas las 375.000 ptas.


Retenido para pago de gastos 157.277 ptas.
Pago prestamista por cancelación de deuda de los prestatarios 657.849 “
Valor actual de los pagos realizados a los prestatarios 177.034 “

Total 922.160 ptas.

Tasa de interés correspondiente a un capital de 1.920.000 ptas., pagadero en 60


cuotas mensuales de 32.000 ptas., a término vencido, de valor actual 992.160 ptas.
Denuncia por presunto delito de estafa 301

(obtenida con una calculadora financiera): 29,8362%, redondeado: 29,84% (evidencia


necesaria).
Comprobación cálculos (evidencia suficiente):

a60 (1 + 0,298362/12 60 – 1 3,364772112 =


=
= 0,298362/12 (1 + 0,298362/12)60 0,108523511 31,00500591

32.000 x 31,00500591 = 992.160 ptas.

Tasa anual equivalente (TAE).

(1 + 0,298362)12
i= –1 =0,3427412, en porcentaje redondeado = 34,27 %
12

2.º supuesto: Se consideran pagadas las 375.000 ptas.

Retenido para pago de gastos 157.277


Pago prestamista por cancelación de deuda de los prestatarios 657.849
Valor actual de los pagos realizados a los prestatarios 177.034
Pago inseguro realizado por el prestamista a los prestatarios 375.000

Total 1.367.160

Tasa de interés correspondiente a un capital de 1.920.000 ptas., pagadero en 60


cuotas mensuales de 32.000 ptas., a término vencido, de valor actual 1.367.160 ptas.
(obtenida con una calculadora financiera): 14,2656286 redondeado: 15,27% (evidencia
necesaria).
Comprobación cálculos (evidencia suficiente):

(1 + 0,142653/12 60 – 1 1,032107772
a60 = 0,142656/12 (1 + = = 42,72376487
0,024157697
0,142656/12)60
302 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

32.000 x 42,7237687 = 1.367.160 ptas.

Tasa anual equivalente (TAE).

(1 + 0,142656)12
i= –1 = 0,152363112 en porcentaje redondeado = 15,24 %
12
CASO 10.

Denuncia por supuesta apropiación de cheques bancarios

Prueba solicitada por la parte denunciada, admitida por el juzgado.


El informe emitido por el auditor perito es el siguiente:
(Se omite la hoja de identificación)

(Número protocolo).................. Año ..................

X.X., Auditor censor jurado de cuentas, inscrito en el Registro oficial de Auditores


de cuentas (ROAC), del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas —ICAC—
con el número .................., designado perito en el procedimiento abreviado
número .................. que se sigue en el juzgado de lo Penal número ..................
de .................., por denuncia de C. P. P. contra A. R. O., para la realización de la
prueba pericial contable solicitada por la parte denunciada, al principio rechazada por
el juzgado por no haber sido propuesta en forma y finalmente admitida, pasa a emitir el
preceptivo Informe.
1. Alcance de la prueba
La parte denunciada propuso al juzgado la prueba a practicar en tres escritos que a
continuación se indican.
En el primero, de fecha 19 de diciembre de 19X8, propuso la prueba que textual-
mente dice:
«..................Para un total esclarecimiento de los hechos objeto de la denuncia, interesa
al Derecho de esta parte que por el juzgado se acuerde la práctica de una prueba pericial
consistente en establecer la revisión de las operaciones realizadas por GIB, S.A. durante el
último trimestre de 19X7 y el primer trimestre de 19X8; realización del balance final de la
misma, con expresa mención del resultado que arroja la cuenta de pérdidas y ganancias y las
cuentas personales abiertas para cada socio».
Posteriormente, en el escrito de conclusiones de fecha 21 de marzo de 19X4, pro-
puso otra prueba cuya parte bastante textualmente dice:
«Pericial: Dictamen técnico-contable, a emitir por un perito designado de oficio, entre
los titulados acreditados para actuaciones periciales contables, en cuyo Informe se establezca
la cantidad supuestamente apropiada por el acusado, como socio factor de la sociedad G.I.B.,
S.A., de la que era apoderado».
Finalmente en el escrito de 16 de diciembre de 19X4, amplío la prueba en el
siguiente sentido:
«Pericial: A practicar desde luego y con anterioridad al juicio oral, por dos peritos
titulares mercantiles, a cuyo efecto se designa a D. XXX profesor mercantil, con domicilio
304 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

en .................., calle .................. n.º .................., .................., ..................,


(tfno.: ..................) y a D. YYY, profesor mercantil, domiciliado en ..................,
calle .................., n.º .................., .................., .................. (tfno.: ..................) a fin de
que previo examen de los documentos y comprobantes aportados a esta causa y de cualquier
otro, existente en la contabilidad de la parte acusadora, emitan Informe técnico-contable,
donde se establezca la cantidad supuestamente apropiada por el acusado, que es mi principal,
como socio y factor de la sociedad GIB, S.A., de la que era apoderado, cuya citación se ha
de hacer judicialmente a los peritos».
2. Manifestaciones previas
Antes de entrar en el contenido del informe, el perito firmante considera necesario
hacer las siguientes manifestaciones previas a modo de antecedentes:
Se imputan al denunciado la apropiación para su propio interés de ocho talones
bancarios de cuenta corriente, cuyos importes, entidades bancarias sobre los que fueron
librados, números de talón y de cuentas son los siguientes:

Fecha Banco U. n.º cuenta n.º talón importe


1/12/X7 Banco U. de E ----- 990-3 7.641.800
(librado por Banco U. F)
1/12/X7 id. ----- 990-4 4.364.363
17/12/X7 Banco U. C ----- 4687373 3.000.000
11/1/X8 Banco U. S ----- 159863 12.000.000
20/1/X8 Banco U. C ----- 4687479 2.679.982
20/1/8 Banco U. C ----- 4687480 3.245.717
22/ 1/8 Banco U. de E ----- 277-1 3.583.549
(librado por Banco U. F)
27/1/X8 Banco U. S ----- 439097 14.832.879

A petición de la parte demandante se oficiaron escritos de requerimiento a los Banco


U.s sobre los que fueron librados los talones para que informasen de las entidades ban-
carias, cuentas y titulares de estas a las que fueron abonados los referidos talones, soli-
citándose del juzgado (Instrucción n.º ..................) para que en el caso de que dichos
Banco U.s no pudieran facilitar los nombres de los titulares de las cuentas en que fueron
abonados se oficiase a los Banco U.s en los que hubieran sido practicados tales abonos
para que informasen sobre sus titulares.
Cursados los oficios a las entidades bancarias de referencia: Banco U. C, Banco U.
S y Banco U. de E, el Banco U. C contestó con evasivas; el Banco U. de E., sobre el
cual libró los referenciados talones el Banco U. F, indicó que los cheques enumerados
en el oficio de requerimiento no correspondían a la cuenta .................. cuyo titular es
el Banco U. F, ni a ninguna otra cuenta, y que verificado el extracto del movimiento
de la citada cuenta .................. durante el período comprendido entre el 1/12/X7 y el
Denuncia por supuesta apropiación de cheques bancarios 305

28/2/X8 no aparecía pagado ningún cheque por los importes referenciados en el oficio.
Solo el Banco U. S contestó al requerimiento judicial, informando que el talón n.º
159863, extendido el 11/1/19X8, por importe de 12.000.000 de pesetas fue contabi-
lizado por la sucursal de dicho Banco U. de la localidad de .................. (provincia de
S.) el 13/1/19X8, habiendo sido abonado su importe a la cuenta corriente
n.º .................. de la que es titular D. R.G.F. (un tercero), que el talón 439097, exten-
dido el 27/1/19X8 por importe de 14.832.879 pesetas, fue contabilizado en la Caja de
Ahorros y Monte de Piedad de .................., calle .................., oficina .................. con
fecha 29/1/19X8, habiendo sido su importe abonado en la cuenta número ..................,
de la que es titular D. J.M.J. (un tercero).
Aun cuando el juzgado de lo Penal, en su providencia de 25/3/19X6, dispuso la
actuación de dos peritos nombrados por la parte denunciada, por el motivo que consta
en los autos, el otro perito no ha actuado, por lo que la prueba pericial ha sido practicada
íntegramente por el firmante.
3. Documentación examinada
Para dar cumplimiento a la prueba solicitada por el denunciado, el firmante solicitó
en 8 de marzo de 19X5, en cuyas fechas fue designado para la práctica de la prueba por
el Juzgado de Instrucción n.º .................. de .................., se requiriese del administrador
de la Sociedad GIB, S.A., la aportación de los libros oficiales de contabilidad que ordena
llevar el artículo 25.1 del vigente Código de comercio, los cuales no fueron aportados,
por lo que, cumplimentando lo ordenado por el juzgado de lo penal en su providencia
de 25/3/19X6, el perito actuante ha tenido que circunscribirse exclusivamente a la
documentación obrante en los autos y limitando por mandato judicial el objeto de la
pericia exclusivamente a la prueba propuesta por la parte denunciada en su escrito de
21/3/19X4 (folio 148 de los autos).
El suscrito perito ha esperado de propósito hasta el último día de plazo para la emi-
sión de su Dictamen a fin de ver si, mientras, los Banco U.s C y de E aportaban nuevos
datos sobre los talones de los que se les solicitó información, cosa que no ha sido así.
Vistas y examinadas la documentaciones constantes en los autos, el firmante pasa a
emitir el siguiente
4. Informe
En relación al único punto de la prueba propuesta por la parte denunciada en su
escrito de 21/3/19X4, única admitida finalmente por el juzgado de lo Penal por pro-
videncia de 25/3/19X6, el perito actuante informa:
De todos los talones supuestamente apropiados por el denunciado y que constan
relacionados en el apartado 2 del presente informe, solo uno, el talón número 159.863,
de 11/1/19X8, por importe de 12.000.000 de pesetas, ha quedado probado que fue
ingresado en 13/1/19X8 en la cuenta del Banco U. S n.º .................., de la que es
titular R.G.F. según las declaraciones de su padre D. R.G.G. en el juzgado, como pago
a cuenta de mayor deuda del denunciado con el primero, según documentación acre-
ditativa de esta que al efecto aportó y que consta en los autos, entre cuya documentación
se halla el documento del ingreso bancario en la cuenta de D. R.G.F. (folios 105 y 106
de los autos).
306 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Del talón 439097, extendido el 27/1/19X8 por importe de 14.832.879 pesetas, que,
según informó el Banco U. S, fue contabilizado en la Caja de Ahorros y Monte de
Piedad de .................., calle .................., oficina .................., con fecha 29/1/19X8,
habiendo sido su importe abonado en la cuenta número .................., de que es titular
D. J.M.J., no existe, en opinión del firmante, evidencia suficiente de que haya existido
en relación a este talón la apropiación que se imputa al denunciado, ya que ni de las
declaraciones del señor Mollón queda claro el motivo del ingreso en su cuenta, ni dicho
señor aportó documentación justificativa del ingreso.
De los tres talones números 990-3, 990-4 y 277-1, por importes de 7.641.800
pesetas, 4.364.363 pesetas y 3.583.549 pesetas, respectivamente, librados por el Banco
U. F sobre la cuenta n.º .................. en el Banco U. de E., de la que es titular, no ha
podido averiguarse lo ocurrido con ellos, ya que el Banco U. de E. no tiene constancia
de estos talones, por lo que no existe tampoco evidencia de su apropiación por parte
del denunciado. La razón de la falta de constancia de estos talones en el Banco U. de
España pudiera ser debida a que el oficio de solicitud de información fue dirigido al
Banco U. de E. de Madrid y, siendo el Banco U. F de.................., es probable que la
cuenta la tenga en el Banco U. de E. de esta última localidad, al que no se le ofició.
Finalmente, de los restantes tres talones números 4687373, 4687479 y 4687480, por
importes de 3.000.000 de pesetas, 2.679.982 pesetas y 3.245.717 pesetas, respectiva-
mente, del correspondiente a la cuenta .................. Banco U. C, no ha facilitado nin-
guna información, por lo que no existe tampoco evidencia de la apropiación de estos
talones por parte del denunciado.
Tras lo expuesto, el suscrito perito pasa a formular las siguientes
5. Conclusiones
Primera. Del único talón del que existe evidencia suficiente de su apropiación por
parte del denunciado es el referenciado en el segundo apartado del dictamen, de
importe de 12.000.000 de pesetas.
Segunda. De los otros talones, a los que hacen referencia los apartados tercero,
cuarto y quinto del dictamen no existe evidencia suficiente como para poder afirmar
sobre su apropiación por parte del denunciado.
6. Nota final
El suscrito perito desea hacer constar en relación a las indagaciones efectuadas sobre
los talones de referencia que la cuestión de averiguar su destino final precisa de pesquisas
personales en los departamentos de cuentas corrientes de los Banco U.s afectados que
el firmante ha realizado en diversas ocasiones con las mismas finalidades y que general-
mente han dado resultados satisfactorios. La razón de no haberlas hecho en esta ocasión
es debida a haberse limitado al mandato judicial expuesto en la providencia de
25/3/19X6, por la que se le ordenaba limitarse exclusivamente a los datos que constan
en autos.
Aun cuando el tiempo transcurrido desde la emisión y puesta en circulación de los
talones (ocho años) no permite tener demasiadas esperanzas de éxito, el firmante se
ofrece para llevar a cabo las acciones personales cerca de los Banco U.s C y de E que
permitan la averiguación del destino de los varias veces citados talones, para lo cual,
Denuncia por supuesta apropiación de cheques bancarios 307

además de una autorización judicial especial para poder exhibir a los referidos Banco
U.s, sería necesario el aplazamiento del juicio oral, ya que tales gestiones requieren
tiempo.
Este es el Informe que emite el suscrito perito y las Conclusiones a que ha llegado,
según su leal saber y entender, de los que deja constancia en el presente documento que
somete a la consideración del superior criterio del juzgado.
(localidad).................. (fecha)..................
Firma del auditor
JURISPRUDENCIA

En esta parte se incluyen, como se ha dicho al principio, en NOTAS PREVIAS,


aquellas sentencias tanto de las audiencias como del Tribunal Supremo que se han con-
siderado más significativas sobre la prueba pericial contable y económica. Se recomienda
su lectura por tratarse de un ejercicio singularmente ilustrativo importante para el perito,
que constituye una visión de la aplicación por parte de los tribunales de la legislación a
casos concretos referentes a la prueba pericial y así como del Tribunal Supremo, en
casación.

1. CIVIL

SAP Barcelona de 12 de febrero de 2018, rec. 432/2016

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
La sentencia de 9 de febrero de 2016, dictada por el Juzgado de Primera Instancia
n.o 23 de Barcelona, en los autos de juicio ordinario n.o 912 /2014, estimaba la demanda
interpuesta por Pilar contra BANCO SANTANDER SA declarando como entre la
demandante y la entidad BANCO BANIF SA se suscribió contrato de prestación de
servicios mediante la cual se suscribieron las adquisiciones por la primera de 204 parti-
cipaciones preferentes de ROYAL BANK OF SCOTLAND 5,5; 203 participaciones
preferentes de SCH FINANCE PREFERENT 5,75; 201 participaciones preferentes
de LEHMAN BROTHERS UK y 202 participaciones preferentes de KAUPTHING
BANK 6,75 . Que BANCO SANTANDER SA, como sucesor de BANCO BANIF
SA ocupa la posición de este en dicha relación contractual. Que BANCO BANIF SA
no trasladó a la actora la información precontractual necesaria para conocer la naturaleza
de los productos adquiridos. Finalmente la sentencia de instancia declara la resolución
contractual del contrato de prestación de servicios condenando a la demandada a abonar
a la actora la suma de 562.029,19 EUR con los intereses legales correspondientes desde
la fecha de cargo en cuenta de las inversiones hasta su efectiva devolución; con aplicación
de los mismos intereses desde la percepción de los rendimientos y venta de las partici-
paciones preferentes a la demandante, que habría igualmente de devolver a la demandada
los títulos de ROYAL BANK OF SCOTLAND; LEHMAN BROTHERS UK y
KAUPTHING BANK. Finalmente se imponen las costas causadas a la demandada.
Frente a la indicada resolución se interpone recurso de apelación por la represen-
tación procesal de BANCO SANTANDER SA que funda en la consideración de la
verdadera naturaleza de las participaciones preferentes adquiridas y su adecuación para
la actora; en la inexistencia de recomendación de compra en las adquisiciones por parte
310 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de BANIF por inexistencia de la prestación del servicio de asesoramiento por parte del
banco sino de una relación de depósito y administración de valores; en que la adquisición
la efectuó la demandante siguiendo su propio criterio aun cuando resultaba adecuada
para el perfil inversor y necesidades de la demandante; que BANIF informó a la actora
de las características y riesgos de la inversión en participaciones preferentes; posterior-
mente afirma la recurrente la inexistencia de la relación de causalidad entre el incum-
plimiento alegado y el daño pretendido y no acreditado que era el que correspondería
al régimen de resolución contractual y no de nulidad aplicado por la sentencia de ins-
tancia; que el daño alegado de contrario resulta consecuencia de la crisis financiera
sucedida tras la inversión ajena a la demandada; interesando sobre esta base la revocación
de la resolución de instancia con los efectos consecuentes .
Evacuado el oportuno traslado, la representación procesal de Pilar, de contrario,
interesó la plena confirmación de aquella.
SEGUNDO
Comprobados los términos de la controversia en esta alzada, trataremos de resolver
las cuestiones planteadas por la apelante en el orden lógico que ha expresado en su
recurso. Así, y en primer lugar, en referencia a la naturaleza del producto adquirido,
correspondiente a las participaciones preferentes de ROYAL BANK OF SCOTLAND,
SCH FINANCE PREFERENT, LEHMAN BROTHERS UK y KAUPTHING
BANK; destacar como la cualidad en un producto financiero no resulta circunstancial
sino determinado por sus características, esto es, se debe diferenciar, entre la interpre-
tación de una perspectiva razonable que considere un comportamiento y evolución
concretos del valor, y el riesgo inherente al mismo y el calificativo de su riesgo a la hora
de efectuar la contratación; en tales términos resulta indiscutible la condición de com-
plejas de las participaciones preferentes comercializadas, lo que reconduce la cuestión a
las circunstancias y obligaciones derivadas para los intervinientes en la operación . De
este modo, y como destaca la recurrente, en el momento de suscribirse el contrato no
se encontraba en vigor la Ley 47/2007, de 19 de diciembre, que modificó la Ley
24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores, de trasposición de la Directiva
2004/39/CE, de 21 de abril, ni el Decreto 217/2008, de 15 de febrero, sobre el régimen
jurídico de las empresas de servicios de inversión y de las demás entidades que prestan
servicios de inversión, mas ello no implica que no se establecieran reglas precisas relativas
a la información necesaria en operaciones financieras como la que nos ocupa; así la Ley
24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores, en su redacción anterior a la Ley
47/2007, en sus artículos 78 y 79, obligaba a las empresas de servicios de inversión, las
entidades de crédito y las personas o entidades que actuaban en el Mercado de Valores,
entre otros, a cumplir los siguientes principios y requisitos:
a) Comportarse con diligencia y transparencia en interés de sus clientes y en
defensa de la integridad del mercado.
b) Organizarse de forma que se reduzcan al mínimo los riesgos de conflictos de
interés y, en situación de conflicto, dar prioridad a los intereses de sus clientes,
sin privilegiar a ninguno de ellos.
Jurisprudencia 311

c) Desarrollar una gestión ordenada y prudente, cuidando de los intereses de los


clientes como si fuesen propios.
d) Disponer de los medios adecuados para realizar su actividad y tener establecidos
los controles internos oportunos para garantizar una gestión prudente y prevenir
los incumplimientos de los deberes y obligaciones que la normativa del Mercado
de Valores les impone.
e) Asegurarse de que disponen de toda la información necesaria sobre sus clientes
y mantenerlos siempre adecuadamente informados.
Del mismo modo el Real Decreto 629/1993, de 3 de mayo, sobre Normas de
Actuación en los Mercados de Valores y Registros Obligatorios, establecía en su artículo
16 la obligación de informar a los clientes con la debida diligencia de todos los asuntos
concernientes a sus operaciones y en el artículo 4.1 del Anexo el deber de recabar
información sobre la situación financiera, experiencia y objetivos de inversión de los
clientes cuando fuera relevante para los servicios que se fuesen a proveer mientras que
el artículo 5 del mismo Anexo obligaba a ofrecer la información precisa para que los
inversores adoptaran sus decisiones, información que debía hacer hincapié en los riesgos
que cada operación conllevase y ser clara, correcta, precisa, suficiente y entregada a
tiempo para evitar su incorrecta interpretación. Esta última exigencia también se hallaba
contenida en la Orden Ministerial de 25 de octubre de 1995, de desarrollo parcial del
Real Decreto 629/1993. Dichos deberes encuentran su enlace preciso en el general de
actuar conforme a las exigencias de la buena fe, art. 7 CC y en el más concreto de
proporcionar a la otra parte información acerca de los aspectos fundamentales del nego-
cio, entre los que se encuentran en este caso los concretos riesgos que comporta el
producto financiero que se pretende contratar.
TERCERO
Analizando, de esta manera, la concreta información facilitada; defiende la deman-
dada como resulta acreditada la prueba sobre esta. Examinando las testificales de Daniel
y Horacio, hallamos como el primero alude a la concreción del riesgo relativo sobre la
no obtención de beneficios o de quiebra de la entidad, con la mención sobre el posible
«...descenso en el valor de la preferente ...», si bien para paliar dicho riesgo, «...era reco-
mendable elegir un emisor con buen rating crediticio, como las entidades financieras...»;
el segundo confirma dicha línea informativa al señalar como los productos adecuados al
perfil conservador de la demandante corresponderían a los de renta periódica a largo
plazo de emisores con calidad crediticia añadiendo como indicó a la demandante la
posibilidad de enajenación en mercado secundario. En relación con la documental, la
recurrente menciona como los datos exigidos por la CNMV figuran en las órdenes de
compra suscritas por la actora e igualmente como la misma Pilar suscribió un documento
en el que reconocía su capacidad para evaluar la conveniencia de la operación y su
advertencia sobre los riesgos relativos al tipo de interés, circunstancias empresariales o
factores temporales, de mercado, de cambio de divisas, riesgo político y de carácter
general de los mercados asociados al producto y, finalmente, sobre los potenciales efectos
adversos que podrían conllevar sobre la inversión realizada. Sobre esta última cuestión,
hemos de destacar la doctrina establecida por el Tribunal Supremo, en sentencia de 12
312 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de enero de 2015, con mención de la de 18 de abril de 2013, cuando, en relación con


las menciones preconfiguradas e incluidas en la documentación contractual o precon-
tractual, ejemplificadas en supuestos tales como: «…he sido informado de las caracte-
rísticas de la Unidad de Cuenta…»; «… declaro tener los conocimientos necesarios para
comprender las características del producto, entiendo que el contrato de seguro no
otorga ninguna garantía sobre el valor y la rentabilidad del activo, y acepto expresamente
el riesgo de la inversión realizada en el mismo…»; concluye que se refieren a menciones
predispuestas por la entidad bancaria, que consisten en declaraciones no de voluntad
sino de conocimiento que se revelan como fórmulas predispuestas por el profesional,
vacías de contenido real al resultar contradichas por los hechos.
Considera así el Tribunal Supremo que la normativa que exige un elevado nivel de
información en diversos campos de la contratación resultaría inútil si para cumplir con
estas exigencias bastara con la inclusión de menciones estereotipadas predispuestas por
quien está obligado a dar la información, en las que el adherente declarara haber sido
informado adecuadamente. La Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
de 18 de diciembre de 2014, dictada en el asunto C-449/13, en relación a la Directiva
de Crédito al Consumo, pero con argumentos cuya razón jurídica los hace aplicable a
estos supuestos, rechaza que una cláusula tipo de esa clase pueda significar el reconoci-
miento por el consumidor del pleno y debido cumplimiento de las obligaciones pre-
contractuales a cargo del prestamista. Sobre esta base hemos de entender insuficiente la
información documental facilitada en los términos que venimos contemplando, así la
documentación suscrita por la actora no determina que fuera asimilada y contenida en
el acto de la firma.
Considerado lo anterior y la condición de la demandante que, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 78 bis de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de
Valores, sería la de cliente minorista; se impide la presunción de que contara con la
experiencia, conocimientos y cualificación necesarios para tomar sus propias decisiones
de inversión y valorar correctamente sus riesgos, lo cual se ha de poner en directa rela-
ción con la naturaleza compleja del producto contratado, y como la LMV exigiría a la
demandada un deber de rigurosa información en relación con, entre otros extremos, la
naturaleza y riesgos de los instrumentos financieros que se ofrecen, fundamentalmente
en los casos de productos financieros complejos, para que los clientes puedan tomar
decisiones sobre las inversiones con conocimiento de causa. Esta información ha de ser
imparcial, clara, no engañosa y ha de estar adaptada al nivel de formación y experiencia
del cliente. Además, como ya hemos dicho antes, de acuerdo con el artículo 79, párrafo
primero, LMV, las entidades que presten servicios de inversión deberán comportarse
con diligencia y transparencia en interés de sus clientes, cuidando de tales intereses como
si fueran propios, y, en particular, observando las normas establecidas en este capítulo y
en sus disposiciones reglamentarias de desarrollo. Esta obligación de información a cargo
de la entidad financiera es exigible tanto en supuestos en los que se incluye el asesora-
miento como en los solo incorpore el mandato de compra y la administración y depósito
de los valores. Hemos de destacar que, en el momento de la formalización de la ope-
ración, toda persona o entidad que actuara en un mercado de valores, tanto recibiendo
Jurisprudencia 313

o ejecutando órdenes como asesorando sobre inversiones en valores, debería dar absoluta
prioridad al interés de su cliente. También recordar, como afirma la STJUE de 30 de
mayo de 2013, caso Genil 48. S.L., que «la cuestión de si un servicio de inversión
constituye o no un asesoramiento en materia de inversión no depende de la naturaleza
del instrumento financiero en que consiste sino de la forma en que este último es ofre-
cido al cliente o posible cliente» (apartado 53). Y esta valoración debe realizarse con los
criterios previstos en el art. 52 Directiva 2006/73, que aclara la definición de servicio
de asesoramiento en materia de inversión del art. 4.4 Directiva 2004/39/CE.
Comprobado lo anterior, hemos de concluir en que la información facilitada a la
demandante no puede entenderse completa ni con base a la documentación expresada
ni tampoco mediante la transmitida oralmente por los empleados de la demandada; del
examen de sus manifestaciones se advierte de riesgos sobre la no obtención de beneficios,
quiebra de la entidad, posible descenso en el valor de la preferente más, al mismo tiempo,
se establece su remedio en la elección de un emisor con buen rating crediticio, como
las entidades financieras, equivalente a los productos de renta periódica a largo plazo de
emisores con calidad crediticia y a la posibilidad de enajenación en mercado secundario,
lo que no representa un panorama de pérdida real y efectiva como la que se podía dar
y, lamentablemente, se produjo. No se examina la capacidad de la demandada para
conocer la evolución concreta de los mercados, no sería posible determinar dicha exi-
gencia, en cuanto el mismo Tribunal Supremo, en sentencia de 19 de diciembre de
2016, ha establecido como no es posible atribuir la responsabilidad a la comercializadora
sobre aspectos que no conocía ni estaba en posición de conocer, más si de los concretos,
específicos y consustanciales riesgos de inversión, con posibilidad de pérdida que, en el
caso analizado, entendemos que no se ha dado por las razones apuntadas.
CUARTO
Concretada de este modo la defectuosa información fundamento del incumpli-
miento atribuido a la demandada, habremos de examinar las concretas consecuencias de
aquel, elemento nuclear del recurso de la demandada. Sobre este aspecto, la doctrina
expresada por el Tribunal Supremo, en sentencia de 30 de diciembre de 2014 sostiene
como, conforme al art. 1101 CC, el incumplimiento contractual puede dar lugar a una
reclamación de una indemnización de los daños y perjuicios causados, lo que exigirá,
en primer lugar, la delimitación de la relación de causalidad entre el incumplimiento y
el daño indemnizable. También admite el Tribunal Supremo, en sentencia 677/2016,
de 16 de noviembre, con cita de las sentencias 754/2014, de 30 de diciembre, ya indi-
cada, 397/2015, de 13 de julio, y la 398/2015, de 10 de julio, que el incumplimiento
grave de aquellos deberes y obligaciones contractuales de información al cliente y de
diligencia y lealtad respecto del asesoramiento financiero puede constituir el título jurí-
dico de imputación de la responsabilidad por los daños sufridos por los clientes como
consecuencia de la pérdida, prácticamente total, de valor de las participaciones prefe-
rentes, aunque lógicamente es preciso justificar en qué consiste la relación de causalidad.
Sobre esta última circunstancia, la sentencia 244/2013, de 18 de abril, consideraba que
el incumplimiento grave por el banco de los deberes de información exigibles al pro-
fesional que opera en el mercado de valores en su relación con clientes potenciales o
314 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

actuales «...constituye el título jurídico de imputación de la responsabilidad por los daños


sufridos por tales clientes como consecuencia de la pérdida casi absoluta de valor de las
participaciones preferentes… adquiridas…». En consecuencia, entiende el Tribunal
Supremo que cabe ejercitar una acción de indemnización de daños y perjuicios basada
en el incumplimiento de los deberes inherentes a la consiguiente información a prestar
al cliente minorista, siempre que de dicho incumplimiento se hubiera derivado el per-
juicio que se pretende sea indemnizado. Este perjuicio es la pérdida de la inversión, en
su caso, como consecuencia de la quiebra del emisor de las participaciones preferentes.
Con la misma rotundidad el Tribunal Supremo considera que no procede una
acción de resolución del contrato por incumplimiento, en los términos del art. 1124
CC, dado que el incumplimiento, por su propia naturaleza, debe venir referido a la
ejecución del contrato, mientras que aquí el defecto de asesoramiento habría afectado
a la prestación del consentimiento. La vulneración de la normativa legal sobre el deber
de información al cliente sobre el riesgo económico de la adquisición de participaciones
preferentes puede causar un error en la prestación del consentimiento, o un daño deri-
vado de tal incumplimiento, pero no determina un incumplimiento con eficacia reso-
lutoria. Sin perjuicio de que la falta de información pueda producir una alteración en
el proceso de formación de la voluntad que faculte a una de las partes para anular el
contrato, lo cierto es que tal enfoque no se vincula con el incumplimiento de una
obligación en el marco de una relación contractual de prestación de un servicio de
inversión, sino que se conecta con la fase precontractual de formación de la voluntad
previa a la celebración del contrato, e incide sobre la propia validez del mismo, por lo
que el incumplimiento de este deber no puede tener efectos resolutorios respecto del
contrato, ya que la resolución opera en una fase ulterior, cuando hay incumplimiento
de una obligación contractual.
Consecuencia obligada de la anterior jurisprudencia será la apreciación de la acción
de resarcimiento fundada en el incumplimiento de la obligación de información antes
expresada; sobre la cual lo consecuente será la estimación de la demanda formulada sin
que se adviertan obstáculos por el canje y venta posteriores, dada la constatación de la
unidad de la operación económico financiera completa, que igualmente se integra por
los contratos posteriores, referidos al canje de acciones que, ya hemos dicho, en ningún
momento puede ser entendido sino como un acto condicionado por el previo que
estamos examinando; así sentencia del Tribunal Supremo de 17 de junio de 2010.
QUINTO
Resta por examinar las consecuencias de dicha declaración. La doctrina expresada
por el Tribunal Supremo, en sentencia de 30 de diciembre de 2014 ha señalado como,
conforme al art. 1101 CC, el incumplimiento contractual puede dar lugar a una recla-
mación de una indemnización de los daños y perjuicios causados, lo que exigirá, en
primer lugar, la delimitación de la relación de causalidad entre el incumplimiento y el
daño indemnizable, cuestión a la que ya hemos aludido. Nuestro Mas Alto Tribunal
define nítidamente el daño en la pérdida del capital invertido con la suscripción del
producto financiero complejo inducido por la entidad financiera, al entender que el
perjuicio derivado de la actualización del riesgo del producto inadecuadamente infor-
Jurisprudencia 315

mado, la pérdida de la inversión, es una consecuencia natural del incumplimiento con-


tractual de la demandada, que opera como causa que justifica la imputación de la obli-
gación de indemnizar el daño causado.
Debemos destacar que la finalidad de la reparación que se establece en los arts. 1106
y concordantes del CC implica el resarcimiento y restauración del estado de cosas exis-
tente con anterioridad al evento dañoso y que el propio Tribunal Supremo, en senten-
cias, entre otras, de 13 de mayo de 1997 y de 29 de diciembre de 2004, ha señalado que
la indemnización por el incumplimiento total o parcial de las obligaciones derivadas del
contrato requiere la constancia de la existencia de daños y perjuicios y la prueba de los
mismos. La misma sentencia, antes citada, de 30 de diciembre de 2014, fija para supuestos
como el que estamos analizando, la fórmula de cálculo del daño causado, que vendrá
determinado por el valor de la inversión, menos el valor a que ha quedado reducido el
producto, considerando la cifra resultante de su venta y los intereses que fueron cobrados
por los demandantes, de tal forma que la indemnización deberá alcanzar la cifra resultante
de esta operación. La más reciente sentencia del Tribunal Supremo, de 16 de noviembre
de 2017, reitera dicha fórmula de cálculo, con mención expresa tanto de la sentencia
301/2008, de 5 de mayo, cuando declaraba que la aplicación de la regla compensatio lucri
cum damno significaba que en la liquidación de los daños indemnizables debía computarse
la eventual obtención de ventajas experimentadas por parte del acreedor, junto con los
daños sufridos, todo ello a partir de los mismos hechos que ocasionaron la infracción
obligacional; como de la sentencia 754/2014, de 30 de diciembre y en aplicación de
esta misma regla o criterio y con relación al incumplimiento contractual como título de
imputación de la responsabilidad de la entidad bancaria, por los daños sufridos por los
clientes en una adquisición de participaciones preferentes, que declaraba como «el daño
causado viene determinado por el valor de la inversión realizada menos el valor a que
ha quedado reducido el producto y los intereses que fueron cobrados por los deman-
dantes», concluye en el descuento de la indemnización de daños y perjuicios declarada,
del importe de los rendimientos obtenidos por los demandantes. En aplicación de dicha
doctrina habremos de estimar el recurso entablado revocando la sentencia de instancia
en los términos expresados, lo que se llevará a efecto en el trámite de ejecución de
sentencia. Igualmente, en el supuesto que nos ocupa, atendidos los términos fijados por
las partes en sede de recurso; resulta adecuada la inclusión de la condena al abono de los
intereses legales, en cuanto, como señala el Tribunal Supremo, en su sentencia de 23
de noviembre de 2011, los intereses moratorios cumplen la función de resarcir al acree-
dor del daño que se considera le causó el deudor de suma de dinero, por haber incurrido
en mora en el cumplimiento de la obligación y que, de conformidad con lo prevenido
en el artículo 1108 del Código Civil, si la obligación tuviera por objeto la entrega de
una cantidad de dinero, la indemnización de los daños y perjuicios consistirá en el abono
de los intereses convenidos o, en su caso, de los legales, los cuales serán computados
desde la interpelación judicial.
LA SALA ACUERDA
Que ESTIMANDO PARCIALMENTE el recurso de apelación interpuesto por la
representación procesal de BANCO SANTANDER SA contra la sentencia de 9 de
316 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

febrero de 2016, dictada por el Juzgado de Primera Instancia n.o 23 de Barcelona, en


los autos de juicio ordinario n.o 912 /2014, de los que el presente Rollo dimana,
DEBEMOS REVOCAR y REVOCAMOS la referida resolución, estimando la acción
de resarcimiento fundada en el incumplimiento de la obligación de información, con
la fórmula de cálculo expresada en el cuerpo de esta resolución, lo que se llevará a efecto
en el trámite de ejecución de sentencia, todo ello sin efectuar especial imposición de las
costas causadas en esta alzada a parte alguna.
Y firme que sea esta resolución, devuélvanse los autos originales al Juzgado de su
procedencia, con testimonio de la misma para su cumplimiento.
(…)

STS de 10 de octubre de 2016, rec. 358/2014

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Recurso extraordinario por infracción procesal interpuesto por los demandantes.
CUARTO (…)
2.ª) Los motivos segundo y tercero se examinan conjuntamente, porque en ellos
subyace el mismo propósito de revisar la valoración probatoria, por considerarla errónea.
En concreto se discrepa de la valoración de la prueba pericial conducente a que la sen-
tencia recurrida, como la de primera instancia, se decantara por el informe del Sr. Ful-
gencio, en perjuicio de la pericial de la parte actora.
Constantemente viene declarando esta sala el carácter excepcional del control de la
valoración de la prueba efectuada por el tribunal de instancia, por medio del recurso
extraordinario por infracción procesal -siempre con apoyo en el artículo 469.1.4.º LEC
- en la medida que no todos los errores en la valoración tienen relevancia constitucional
(sentencias 418/2012, de 28 de junio, 262/2013, de 30 de abril, ambas citadas por la
más reciente 382/2016, de 19 de mayo). El hecho de que la revisión de la valoración
probatoria no esté expresamente prevista en ninguno de los motivos de infracción pro-
cesal recogidos en el artículo 469 LEC pone de manifiesto que el legislador reservó dicha
valoración para las instancias (sentencia 263/2016, de 20 de abril). En este sentido se ha
dicho que la valoración probatoria solo puede excepcionalmente tener acceso al recurso
extraordinario por infracción procesal al amparo del artículo 469. 1. 4.° LEC por la
existencia de un error patente o arbitrariedad en la valoración de la prueba o por la
infracción de una norma tasada de valoración de prueba que haya sido vulnerada, en
cuanto, al ser manifiestamente arbitraria o ilógica la valoración de la prueba, no supere,
conforme a la doctrina constitucional, el test de la racionabilidad constitucionalmente
exigible para respetar el derecho a la tutela judicial efectiva consagrado en artículo 24
CE (sentencias 1069/2008, de 28 de noviembre, 458/2009, de 30 de junio, 736/2009,
6 de noviembre, todas ellas citadas por la sentencia 333/2013, de 23 de mayo ). El
carácter extraordinario de este recurso, que no constituye una tercera instancia, no per-
mite tratar de desvirtuar una apreciación probatoria mediante una valoración conjunta
efectuada por el propio recurrente para sustituir el criterio del tribunal por el suyo propio
Jurisprudencia 317

(sentencia 333/2013, de 23 de mayo y sentencias 458/2007, de 9 de mayo, 567/2007,


de 27 de mayo, que en ella se citan). La parte no puede proponer una nueva valoración
conjunta distinta a la del tribunal de instancia (por ejemplo, sentencias 202/2013, de 16
de marzo, 795/2013, de 9 de diciembre, 365/2015, de 23 de junio ), ni desvirtuar la
valoración conjunta mediante la impugnación de un concreto medio probatorio, ni
pretender que se dé prioridad a un concreto medio probatorio para obtener conclusiones
interesadas, contrarias a las objetivas y desinteresadas del órgano jurisdiccional (por
ejemplo, sentencias 330/2013, de 25 de junio, 643/2014, de 25 de noviembre,
365/2015, de 23 de junio ). Además, «el hecho de que no se tomen en consideración
determinados elementos de prueba relevantes a juicio de la parte actora carece de tras-
cendencia y no significa que no hayan sido debidamente valorados por la sentencia
impugnada, sin que las exigencias de motivación obliguen a expresar este juicio (STS
de 8 de julio de 2009, Rec. 13/2004) a no ser que se ponga de manifiesto la arbitrariedad
o error manifiesto» (por todas, sentencia 330/2013, de 25 de junio).
Lo anterior enlaza con que, en nuestro sistema procesal, el juicio de segunda ins-
tancia es pleno y en él la comprobación que el órgano superior hace para verificar el
acierto o desacierto de lo decidido en primera instancia es una comprobación del resul-
tado alcanzado, en la que no están limitados los poderes del órgano revisor en relación
con los del juez a quo. Así lo ha declarado el Tribunal Constitucional (STC
212/2000, de
18 de septiembre), y así lo ha declarado esta sala, a la que cualquier pretensión de
limitar los poderes del tribunal de apelación le ha merecido «una severa crítica» (sen-
tencias de esta sala de 15 de octubre de 1991, y núm. 808/2009, de 21 de diciembre,
ambas citadas por la sentencia 668/2015, de 4 de diciembre). Por tanto, es perfectamente
lícito que el recurrente en apelación centre su recurso en criticar la valoración de la
prueba hecha en la sentencia de primera instancia (como así hicieron los demandantes
ahora recurrentes) e intente convencer al tribunal de segunda instancia de que su valo-
ración de la prueba, aun parcial por responder a la defensa lícita de los intereses de parte,
es más correcta que la sin duda imparcial, pero susceptible de crítica y de revisión, del
juez de primera instancia (sentencia núm. 649/2014, de 13 de enero de 2015). Sin
embargo, una vez confirmada por el tribunal de instancia la valoración probatoria rea-
lizada por el órgano a quo, las conclusiones de aquel no pueden ponerse en cuestión
ante esta sala reproduciendo sin más los argumentos de apelación que fueron rechazados,
en cuanto que aquí no se juzga el juicio valorativo del juez de primera instancia sino el
realizado en apelación.
Deteniéndonos en la valoración de la prueba pericial, recientemente recordábamos
[(sentencia 702/2015, de 15 de diciembre (Rec. 2006/2013), con cita de otras] lo
siguiente:
«[L]a modalidad de prueba pericial por medio de dictámenes de peritos designados por
las partes es, sin lugar a dudas, una de las principales innovaciones introducidas por la nueva
LEC. Al permitirse, por los artículos 336 y ss. de la LEC, la prueba a través de dictámenes
elaborados por peritos designados por las partes, se otorga naturaleza probatoria a los llamados
dictámenes periciales extrajudiciales, producidos fuera del proceso, que las partes acostum-
318 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

bran a acompañar a sus escritos de alegaciones, adaptándose la prueba pericial a la realidad


de nuestro foro.
»Como es sabido, antes de presentar la demanda o la contestación a la demanda, las
partes acostumbran a buscar las fuentes de prueba, que luego introducirán en el proceso a
través de los medios de prueba. Y suele ocurrir, además, que en esta actividad previa al
proceso surge la necesidad de encargar dictámenes periciales para conocer o apreciar algunos
hechos o circunstancias que posteriormente argumentarán en los escritos de alegaciones.
»Estos dictámenes, en el anterior orden procesal, se acompañaban habitualmente por las
partes con la demanda y con la contestación a la demanda, como documentos fundamen-
tadores de sus argumentaciones de naturaleza técnica o especializada, pero era difícil saber
qué valor se les podía atribuir ya que para nuestra jurisprudencia:
»1°.- Se trata de documentos periciales, ratificados habitualmente por los expertos que
los habían emitido, a través de la prueba de testigos: STS 6 de febrero de 1998.
»2°.- No tenían la naturaleza probatoria de los documentos: STS 30 de julio de 1992.
»3°.- Tampoco podían valorarse los dictámenes como declaraciones testificales, dado
que incorporaban juicios de valor: STS 4 de diciembre de 1965.
»4°.- Desde luego, no podían considerarse dictámenes emitidos a través de la prueba de
peritos: STS 9 de marzo de 1998.
»5°.- Aunque, de todos modos, se trataba de conclusiones técnicas, que el juzgador
podría tener en cuenta en el momento de la valoración conjunta de la prueba: STS 26 de
noviembre de 1990.
»Esta clara contradicción jurisprudencial, consistente en negar naturaleza de medio de
prueba a la llamada pericia extrajudicial, pero a la vez atribuirse un cierto valor probatorio,
era imposible de superar sin una reforma legal.
»La nueva LEC, al abordar esta reforma, otorga naturaleza de prueba pericial a los lla-
mados dictámenes periciales extrajudiciales, obtenidos fuera del proceso, facultando a las
partes para que los aporten con sus escritos de alegaciones e, incluso, permitiéndoles apor-
tarlos posteriormente, - aunque siempre con anterioridad al juicio o vista-, cuando la nece-
sidad de aportarlos surja de actuaciones procesales posteriores».
Y también en torno a la revisión de la valoración de la prueba pericial, la sentencia
320/2016, de 17 de mayo (Rec. 2429/2013) señala que los presupuestos que se han de
tomar en consideración son los siguientes:
«[...]En nuestro sistema procesal, como es sabido, viene siendo tradicional sujetar la
valoración de prueba pericial a las reglas de la sana critica. El artículo 632 de la LEC anterior
establecía que los jueces y tribunales valorasen la prueba pericial según las reglas de la sana
crítica, sin estar obligados a someterse al dictamen de peritos, y la nueva LEC, en su artículo
348 de un modo incluso más escueto, se limita a prescribir que el Tribunal valorará los
dictámenes periciales según las reglas de la sana crítica, no cambiando, por tanto, los criterios
de valoración respecto a la LEC anterior.
»Aplicando estas reglas, el Tribunal, al valorar la prueba por medio de dictamen de
peritos, deberá ponderar, entre otras cosas, las siguientes cuestiones:
»1°.-Los razonamientos que contengan los dictámenes y los que se hayan vertido en el
acto del juicio o vista en el interrogatorio de los peritos, pudiendo no aceptar el resultado
de un dictamen o aceptarlo, o incluso aceptar el resultado de un dictamen por estar mejor
fundamentado que otro: STS 10 de febrero de 1.994 (/848).
Jurisprudencia 319

»2°.-Deberá también tener en cuenta el tribunal las conclusiones conformes y mayori-


tarias que resulten tanto de los dictámenes emitidos por peritos designados por las partes
como de los dictámenes emitidos por peritos designados por el Tribunal, motivando su
decisión cuando no esté de acuerdo con las conclusiones mayoritarias de los dictámenes:
STS 4 de diciembre de 1.989 (/8793).
»3°.-Otro factor a ponderar por el Tribunal deberá ser el examen de las operaciones
periciales que se hayan llevado a cabo por los peritos que hayan intervenido en el proceso,
los medios o instrumentos empleados y los datos en los que se sustenten sus dictámenes: STS
28 de enero de 1.995 (/179).
»4°-También deberá ponderar el tribunal, al valorar los dictámenes, la competencia
profesional de los peritos que los hayan emitido así como todas las circunstancias que hagan
presumir su objetividad, lo que le puede llevar en el sistema de la nueva LEC a que dé más
crédito a los dictámenes de los peritos designados por el tribunal que a los aportados por las
partes: STS 31 de marzo de 1.997 (/2542).
»La jurisprudencia entiende que en la valoración de la prueba por medio de dictamen
de peritos se vulneran las reglas de la sana crítica:
»1°.-Cuando no consta en la sentencia valoración alguna en torno al resultado del dic-
tamen pericial. STS 17 de junio de 1.996 (/5071).
»2°.-Cuando se prescinde del contenido del dictamen, omitiendo datos, alterándolo,
deduciendo del mismo conclusiones distintas, valorándolo incoherentemente, etc. STS 20
de mayo de 1.996 (3878).
»3°.-Cuando, sin haberse producido en el proceso dictámenes contradictorios, el tri-
bunal en base a los mismos, llega a conclusiones distintas de las de los dictámenes: STS 7 de
enero de 1.991 (/109).
»4°. Cuando los razonamientos del tribunal en torno a los dictámenes atenten contra la
lógica y la racionalidad; o sean arbitrarios, incoherentes y contradictorios o lleven al absurdo,
Cuando los razonamientos del tribunal en tomo a los dictámenes atenten contra la lógica y
la racionalidad: STS 11 de abril de 1.998 (/2387).
»Cuando los razonamientos del Tribunal en torno a los dictámenes sean arbitrarios,
incoherentes y contradictorios: STS 13 de julio de 1995 (/6002).
»Cuando los razonamientos del tribunal en tomo a los dictámenes lleven al absurdo:
STS 15 de julio de 1.988 (/5717).
»Así, en conclusión, las partes, en virtud del principio dispositivo y de rogación, pueden
aportar prueba pertinente, siendo su valoración competencia de los Tribunales, sin que sea
lícito tratar de imponerla a los juzgadores. Por lo que se refiere al recurso de apelación debe
tenerse en cuenta el citado principio de que el juzgador que recibe prueba puede valorarla
aunque nunca de manera arbitraria.
»4. En palabras de la Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de noviembre de 2010,
resulta, por un lado, de difícil impugnación la valoración de la prueba pericial, por cuanto
dicho medio tiene por objeto ilustrar al órgano enjuiciador sobre determinadas materias que,
por la especificidad de las mismas, requieren unos conocimientos especializados de técnicos
en tales materias y de los que, como norma general, carece el órgano enjuiciador, quedando
atribuido a favor de Jueces y Tribunales, en cualquier caso "valorar" el expresado medio
probatorio conforme a las reglas de la "sana critica", y, de otro lado, porque el artículo 348
de la Ley de Enjuiciamiento Civil no contiene reglas de valoración tasadas que se puedan
violar, por lo que al no encontrarse normas valorativas de este tipo de prueba en precepto
legal alguno, ello implica atenerse a las más elementales directrices de la lógica humana, ante
lo que resulta evidenciado y puesto técnicamente bien claro, de manera que, no tratándose
320 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de un fallo deductivo, la función del órgano enjuiciador en cada caso para valorar estas
pruebas será hacerlo en relación con los restantes hechos de influencia en el proceso que
aparezcan convenientemente constatados, siendo admisible atacar solo cuando el resultado
judicial cuando este aparezca ilógico o disparatado».
Conforme al cuerpo doctrinal expuesto, ambos motivos debe ser desestimados, pues
la sentencia de la audiencia realiza una valoración razonable de los dictámenes periciales
para sentar las conclusiones oportunas en torno a que el aprovechamiento que se les
reconoció fue el más ventajoso de los posibles, sin que en esta labor de deducción lógica-
jurídica haya vulnerado las reglas de la sana crítica, o haya incurrido en arbitrariedad
alguna, al descartar aquellos dictámenes que carecen de la objetividad necesaria. Así, en
línea con lo que declaró el juzgado y más allá de valorar la prueba en su conjunto, lo
determinante es que ciertamente y a falta de pericial judicial, la sentencia recurrida
atribuyó razonablemente mayor valor a la pericial del experto urbanista por tratarse de
un dictamen motivado, ratificado judicialmente, frente al, a su juicio «apresurado y poco
motivado» dictamen elaborado por el perito de la parte actora. Por más que los recu-
rrentes no compartan esas conclusiones probatorias, no es suficiente para que proceda
su revisión la mera disconformidad de la parte con las mismas y el planteamiento de
conclusiones alternativas, ya que lo que justifica la revisión es únicamente la existencia
de un error patente, de una arbitrariedad o ilegalidad en la valoración, que no resulta
de los argumentos impugnatorios.

STS de 4 de marzo de 2015, rec. 41/2013

FUNDAMENTOS DE DERECHO
QUINTO
Decisión de la Sala. La exigencia de exhaustividad en la motivación de las sentencias
— La exigencia de la motivación tiene por finalidad permitir el eventual control
jurisdiccional mediante el efectivo ejercicio de los recursos; exteriorizar el fundamento
de la decisión adoptada, favoreciendo la comprensión sobre la justicia y corrección de
la decisión judicial adoptada; y operar, en último término, como garantía o elemento
preventivo frente a la arbitrariedad. Pero esta exigencia de motivación no autoriza a
exigir un razonamiento judicial exhaustivo y pormenorizado de todos los aspectos y
perspectivas que las partes pudieran tener de la cuestión que se decide, sino que deben
considerarse suficientemente motivadas aquellas resoluciones que vengan apoyadas en
razones que permitan conocer cuáles han sido los criterios jurídicos esenciales que han
fundamentado la decisión, es decir, la ratio decidendi que ha determinado aquélla. Así lo
declaran las sentencias de esta Sala núm. 294/2012, de 18 de mayo, y 40/2015, de 4 de
febrero, con cita de otras anteriores, y así ha sido considerado por el Tribunal Consti-
tucional, en sentencias como la STC número 101/92, de 25 de junio.
— En el caso objeto del recurso, la sentencia de la Audiencia Provincial cumple la
exigencia de motivación. Las propias recurrentes contradicen lo afirmado en el epígrafe
de los motivos cuando, al desarrollarlos, admiten que la Audiencia Provincial los ha
Jurisprudencia 321

abordado (siquiera parcial e incorrectamente, en su opinión), transcriben incluso el


fundamento de la sentencia de la Audiencia Provincial que aborda la impugnación a la
valoración de los daños, y dedican sendos motivos del recurso de casación a rebatir lo
argumentado por la Audiencia Provincial sobre estas cuestiones.
Que la Audiencia Provincial no haya aceptado los argumentos de la recurrente, o
que haya aceptado las conclusiones fácticas de la prueba pericial practicada a instancias
de la demandante, similares a las del perito de designación judicial, frente a las del
informe del perito de las demandadas que estas consideran más correctas, no supone
infracción procesal alguna.
El recurso extraordinario por infracción procesal no establece como motivo de
recurso la incorrecta valoración de la prueba. Por tanto, no puede cuestionarse en este
recurso la aceptación que la sentencia de la Audiencia Provincial haya hecho de las
conclusiones obtenidas en alguno de los informes periciales emitidos y, por el contrario,
no haya aceptado las alcanzadas en otros, ni tampoco puede exigirse una motivación
extensa sobre tal opción.
Recurso de casación formulado por Iberdrola.
SEXTO
Formulación del primer motivo
— El epígrafe del primer motivo de casación es el siguiente:
Formulado al amparo del artículo 477-1 [de la LEC], por infracción de las normas aplicables
para resolver las cuestiones objeto del proceso, concretamente los artículos 1.101, 1.107 y 1.902
del Código Civil, al haber reconocido la sentencia a la contraparte legitimación activa para reclamar
la indemnización pese a no haber acreditado su condición de perjudicada por los daños cuya repa-
ración solicita.
— El motivo se fundamenta por las recurrentes alegando que se ha concedido una
indemnización a la demandada pese a que no ha probado ser la perjudicada por los daños
y perjuicios cuya indemnización reclama, puesto que al margen del dictamen pericial
admitido indebidamente en la segunda instancia, no existiría en el proceso una sola
prueba que acreditara que haya sido la demandante quien haya asumido el sobrecoste
de los grupos electrógenos sobre el que basa su reclamación, pues la documentación
aportada con la demanda es irrelevante e insuficiente.
SÉPTIMO
Decisión de la Sala. Petición de principio
El motivo del recurso ha de ser desestimado, puesto que incurre en el defecto de
petición de principio. La infracción legal denunciada se habría producido, según las
recurrentes, porque la sentencia ha reconocido el carácter de perjudicado y, por tanto,
la legitimación activa de la demandante con base en una prueba pericial que no debió
ser admitida y sin que las demás pruebas aportadas acreditaran mínimamente este
extremo.
Una vez que al resolver el recurso extraordinario por infracción procesal estas pre-
misas han quedado desvirtuadas, el motivo de casación se formula sobre una premisa
incorrecta y debe ser desestimado.
(…)
322 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

DUODÉCIMO
Formulación del cuarto motivo del recurso de casación
— El epígrafe que encabeza el cuarto motivo de casación es el siguiente: «Por infrac-
ción de los artículos 1.101 y 1.902 del Código Civil, al haberse condenado a mis representadas
a indemnizar a la demandante por unos daños cuya entidad y cuantía la sentencia ni siquiera ha
entrado a valorar».
— Los argumentos que fundamentan el motivo son, sintéticamente, que la sentencia
de la Audiencia Provincial se ha limitado a señalar el importe de la indemnización por
el simple motivo de que lo señala el perito judicial en su informe como la diferencia
entre el coste de la energía en el mercado eléctrico normal y el coste real de la energía
generada en los grupos electrógenos que hubieron de utilizarse ante la negativa de Iber-
drola a permitir el acceso a sus redes de distribución, prescindiendo la sentencia de
realizar cualquier valoración sobre la entidad, alcance e importe económico del daño,
rechazando los argumentos que las demandadas alegaron con fundamento adecuado en
el informe de su perito. A continuación, las recurrentes analizan la procedencia de
detraer tres partidas que consideran incorrectamente incluidas en la indemnización
puesto que las pruebas practicadas, y en concreto el informe pericial aportado a su ins-
tancia, justificarían tal exclusión.
DÉCIMO TERCERO
Decisión de la Sala. El control en casación de la cuantía de la indemnización
— Es doctrina de esta Sala que la fijación de la cuantía de las indemnizaciones por
resarcimiento de daños materiales o por compensación de daños morales no tiene acceso
a la casación, pues corresponde a la función soberana de los tribunales de instancia sobre
apreciación de la prueba, solo susceptible de revisión, por error notorio o arbitrariedad,
cuando existe una notoria desproporción o se comete una infracción del ordenamiento
en la determinación de las bases tomadas para la fijación de la cuantía. A tenor de lo
expuesto la cuantía de la indemnización no es objeto de casación, como tal, solo puede
serlo la base jurídica que da lugar al mismo. Así lo declaran, entre otras, las sentencias
de esta Sala núm. 290/2010, de 11 de mayo, y núm. 497/2012, de 3 de septiembre.
— La sentencia recurrida estableció como cuantía de la indemnización a pagar por
las demandadas el mayor coste de obtención de la energía que la demandante suministró
a sus clientes, producida en los grupos electrógenos que hubo que utilizar por la negativa
de Iberdrola a permitir el acceso a sus redes, respecto del que hubiera tenido que abonar
si hubiera podido adquirirla en el mercado libre nacional. Se trata de un criterio correcto,
que no infringe ninguno de los preceptos legales invocados.
No tienen cabida en casación cuestiones que afectan a la valoración de las pruebas
en las que la Audiencia Provincial ha basado la obtención de la cuantía de este daño,
que corresponde además a la soberanía de la instancia, y no pueden las recurrentes pre-
tender sustituir las conclusiones fácticas que sobre las tres partidas cuestionadas adoptó
el informe pericial aceptado por la Audiencia, por las alcanzadas por el informe pericial
aportado por las propias demandadas, que la Audiencia no consideró aceptables.
Jurisprudencia 323

STS de 18 de febrero de 2013, rec. 1219/2010


FUNDAMENTOS DE DERECHO
CUARTO
Motivo segundo. Vulneración de los derechos fundamentales reconocidos en el art. 24 de
la Constitución, al denegarse y resultar impracticada la prueba pericial fiscal y contable.
Se desestima el motivo.
Plantea el recurrente que en primera y segunda instancia intentó practicar la prueba
pericial fiscal y contable a emitir por Deloitte, siéndole denegada en ambas instancias.
En un principio la prueba se admitió pero ELSAMEX no aportó a Deloitte toda la
documentación que esta requería, suspendiéndose por ello la audiencia previa, en una
ocasión, pero no se accedió por el Juzgado a una segunda suspensión, que se pretendía,
por falta de documentación para emitir la pericial. Tampoco se admitió la pericial en
segunda instancia.
De las pruebas practicadas se deduce que la prueba pericial se practicó, si bien el
informe se emite en forma de carta, al entender el perito que se efectúa de forma
incompleta, al no remitir la actora la totalidad de la documentación que se le reclamó.
Examinadas las alegaciones y pericial emitida se aprecia que a través de una pericial
contable se pretende dictaminar sobre si las facturas se corresponden con las obras eje-
cutadas, cuando ello es más propio de una pericial de arquitectura que de una contable.
Igualmente, salvo en los casos estimados, no se acredita que la demandada haya abonado
facturas que pretenda haber satisfecho la actora-principal, por lo que el complemento
que se considera necesario de la pericial, era inútil y de nula trascendencia en el proce-
dimiento (STS, del 6 de junio del 2012. Recurso: 1963/2009), es decir, irrelevante.
Pretende el recurrente que la omisión de determinados aspectos de la pericial le
sume en la indefensión, cuando lo que resulta de interés es si la obra reclamada y con-
tratada se ejecutó y si había obra no acordada pero sí desarrollada por la demandante-
principal, y todo ello ha quedado confirmado, en parte, por la pericial de los tres
arquitectos (designados por la actora, demandada y por el Juez), lo que aporta material
probatorio más que suficiente para decidir con posibilidad de acierto, con posibilidades
de defensa para ambas partes y con respeto a las reglas del equilibrio procesal (art. 24 de
la Constitución).

STS de 2 de noviembre de 2012, rec. 681/2010

FUNDAMENTOS DE DERECHO
CUARTO
RECURSO POR INFRACCIÓN PROCESAL DE LOS ACCIONISTAS
DEMANDANTES
4.4. La valoración de la pericia
La jurisprudencia según el que, también ha declarado que nuestro sistema parte de
la regla iudex peritus peritorum —de forma idéntica a otros próximos— cómo el artículo
324 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

389 del Código Civil portugués, según el que «a força probatória das respostas dos peritos é
fixada livremente pelo tribunal» (el valor probatorio de las respuestas de los peritos se fija
libremente por el tribunal; y el 116 del Código de procedimiento italiano, según el que
«Il giudice deve valutare le prove secondo il suo prudente appprezzamento, salvo che
la legge dispoga altrimenti» (el tribunal debe valorar las pruebas según su prudente arbi-
trio, a menos que la ley disponga otra cosa). Una jurisprudencia sigue tal regla y de ella
son muestra las sentencias de 6 de diciembre de 1858 y 14 de septiembre de 1864.
Lo dispone de forma clara el artículo 348 de la Ley de Enjuiciamiento Civil que,
siguiendo la senda marcada por el artículo 632 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1881 —«[l]os Jueces y tribunales apreciarán la prueba pericial según las reglas de la sana crítica,
sin estar obligados a sujetarse al dictamen de los peritos»—, establece que «el tribunal valorará
los dictámenes periciales según las reglas de la sana crítica». Precisa la sentencia 532/2009, de
22 de julio, que «la prueba pericial debe ser apreciada por el Juzgador según las reglas de la sana
crítica, que como módulo valorativo establece el artículo 348 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil, pero sin estar obligado a sujetarse al dictamen pericial, y sin que se permita la impugnación
casacional a menos que la misma sea contraria, en sus conclusiones, a la racionalidad y se conculquen
las más elementales directrices de la lógica» (en este sentido, en un caso con ciertas similitudes.
La sentencia 320/2012, de 18 de mayo).
4.5. Desestimación del recurso
Partiendo de las premisas expuestas, el recurso debe ser desestimado. La sentencia
recurrida, excepción hecha de la referencia a la prima de iliquidez a la que no hemos
referido anteriormente, detalla los motivos por los que la prueba resulta insuficiente
«Don: Marcial y Santiago elaboraron su informe sin observar las prescripciones de la regla 10.b.2
de la norma técnica tantas veces citada sobre valoración de acciones (...) la evolución de la marcha
de la sociedad en cuanto a inversión y flujos disponibles no se ha cumplido en los dos primeros
ejercicios concluidos tras la emisión de su informe (...) En el recurso se mantiene que si la demandada
sigue reinvirtiendo sus beneficios...generará mayores ventas (...) Sin embargo, tales afirmaciones
carecen de base probatoria y, en todo caso, implican una sustancial modificación del escenario
planteado (...) las divergencias de unos y otros peritos sobre la corrección de la tasa de descuento
aplicada, sin que el tribunal aprecie especialmente ilógicos o desacertados los razonamientos críticos
con la tasa elegida por los peritos de la parte actora, muestran la falta de fiabilidad (...) Si la propia
parte actora y ahora apelante no asume el valor razonable de las acciones conforme al resultado de
dicho dictamen no parece que pueda hacerlo el tribunal (...) Tampoco se ha explicado suficiente-
mente, respecto de este informe, el incremento del flujo de tesorería para la empresa (...) no utilizan
datos fiables para calcular las correcciones a aplicar sobre el importe de los fondos propios del balance
contable, sino simplemente datos aproximativos, como son los de un informe de valoración de marcas
publicado en la prensa económica, sin que existan unas mínimas garantías de fiabilidad acerca del
mismo (...) Tampoco se considera correcta la aplicación del índice de precios de la vivienda libre
por no existir un índice de grandes almacenes o grandes superficies (...)». Podrán o no com-
partirse las razones por las que la Sala de apelación sostiene la insuficiencia de las pruebas
practicadas sobre el valor razonable de las acciones, pero desde luego la valoración en
modo alguno puede tildarse de ilógica o arbitraria.
Jurisprudencia 325

STS de 26 de abril de 2012, rec. 1814/2008

RECURSO EXTRAORDINARIO DE INFRACCIÓN PROCESAL


SEGUNDO
Motivo primero. Por infracción del art. 218.2 en relación con el 326 (valoración
de documentos privados), 348 (valoración de prueba pericial) y 316 (valoración de
interrogatorio de partes) todos ellos de la ley procesal civil, porque la sentencia incurre
en un error patente en la valoración de las pruebas, de modo que resulta irracional e
ilógica, por cuanto que la motivación de la sentencia no considera en conjunto los
distintos elementos fácticos y jurídicos del pleito, pues, en relación con la cantidad objeto
de condena en la segunda instancia correspondiente a «180.000 euros por pago en
metálico para adquisición de solar de El Espín, 36.000 euros por pago de trámites y
2.379,62 euros por pago de tasación» que es a lo que condenó en apelación la Audiencia
Provincial (aparte de no haber sido reclamada por la reconviniente, como se dijo en los
motivos precedentes, resulta que dichas cantidades fueron pagadas, como así resultó
acreditado de la prueba pericial económica y del interrogatorio del representante legal
de la reconviniente, sin que fuera discutido o impugnado por la reconviniente apelante) .
Se desestima el motivo.
Como declara, entre otras la sentencia 11/11/2010. Recurso N.o: 2048/2006 debe
entenderse la motivación como la exigencia de expresar los criterios esenciales de la
decisión, o, lo que es lo mismo, su ratio decidendi [razón decisoria] (SSTC 119/2003, de
16 de junio; 75/2005, de 4 de abril; 60/2008, de 26 de mayo), su finalidad es exteriorizar
el fundamento de la decisión adoptada y permitir así su eventual control jurisdiccional
—SSTS de 1 de junio de 1999 y de 22 de junio de 2000—, así como la crítica de la
decisión y su asimilación por el sistema jurídico interno y externo, garantizando el
cumplimiento del principio de proscripción de la arbitrariedad que incumbe a todos los
poderes públicos. (STS 04/12/2007, RC n.o 4051/2000).
No puede, por ello, pretender en este motivo del recurso por infracción procesal
revisar la valoración de la prueba practicada ya que esta Sala no constituye una tercera
instancia, que permita volver a examinar la prueba practicada, como así han reiterado
las sentencias de 25 de junio de 2010, 14 de abril de 2011, 5 de mayo de 2011, 2 de
junio de 2011, entre otras muchas, anteriores.
En concreto, pese a que en el documento n.o 22, folio 897 el auditor de cuentas,
en informe acompañado con la contestación a la reconvención, declara que la cantidad
que se debía abonar por la finca estaba abonado, ello no coincide con el desglose de
partidas que se recoge en la sentencia de la Audiencia, la cual no considera acreditado
que se abonaran 180.000 euros, en metálico, 36.000 por trámites y 2.379,62 euros por
pago de tasación y no consta error patente en dicha conclusión.
Pese a lo alegado en este motivo y en otros inadmitidos, es evidente que la parte
reconviniente reclamó las sumas mencionadas en el párrafo anterior como consta en la
página 16 de la reconvención y en el recurso de apelación, a los folios 2169, 2173, 2215,
cuando hace referencia a la compra de la propiedad de la finca. Dichas sumas fueron
326 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

objeto de reconocimiento de deuda por parte de la parte actora en documento de 26


de julio de 2006.

STS de 25 de abril de 2012, rec. 948/2009

FUNDAMENTOS DE DERECHO
CUARTO
Segundo motivo del recurso por infracción procesal
2.2. Desestimación del motivo.
Consecuentemente con lo expuesto, dando por reproducido lo expuesto en el
anterior apartado 26 de esta sentencia, procede rechazar el submotivo.
Enunciado de los submotivos 2.º.e) y f)
Los submotivos 2.º.e) y f) del segundo motivo del recurso por infracción procesal
se enuncian en los siguientes términos:
2°.e)Denegación injustificada de prueba pericial caligráfica, propuesta oportuna-
mente en primera instancia en el acto de la audiencia previa y reiterada en
segunda, habiendo formulado la correspondiente protesta.
2°.f)Denegación injustificada de ampliación de prueba pericial económica, pro-
puesta oportunamente en primera instancia y reiterada en segunda, habiendo
formulado el correspondiente recurso en primera instancia y denunciando
entonces la vulneración del artículo 24 de la CE.
En su desarrollo la recurrente afirma que tanto la pericial caligráfica propuesta en la
audiencia previa, como la ampliación de la prueba pericial económica fueron denegadas
de forma improcedente, con vulneración de lo dispuesto en el art. 338 LEC, ya que su
utilidad se puso de manifiesto con la fotocopia aportada y las alegaciones y pretensiones
de la contestación a la demanda.
Valoración de la Sala
4.1. El derecho a la prueba.
Ante todo conviene recordar con las sentencias 782/2007, de 10 de julio, y
842/2010, de 22 de diciembre, que el derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes
para la propia defensa, constitucionalizado en el art. 24 CE y ejercitable en cualquier
tipo de proceso e inseparable del derecho mismo a la defensa implica garantizar a las
partes la posibilidad de impulsar una actividad probatoria acorde con sus intereses y
consiste en que las pruebas pertinentes sean admitidas y practicadas por el Tribunal, pero
ello no supone desapoderar a los órganos jurisdiccionales de su competencia para apre-
ciar la pertinencia. Se trata de un derecho sujeto a los siguientes límites:
Pertinencia, ya que no existe un hipotético derecho a llevar a cabo una actividad
probatoria ilimitada, en virtud de la cual las partes estarían facultadas para exigir cua-
lesquiera pruebas que tengan a bien proponer, sino que atribuye sólo el derecho a la
admisión y práctica de las que sean pertinentes, entendiendo por tales aquellas pruebas
que tengan una relación con el thema decidendi, pues lo contrario significaría que se
Jurisprudencia 327

pudiese alargar indebidamente el proceso o que se discutiesen cuestiones ajenas a su


finalidad.
Diligencia, toda vez que tratándose de un derecho de configuración legal, la garantía
que incorpora ha de realizarse en el marco legal establecido en el ordenamiento jurídico
respecto de su ejercicio, lo que conlleva que la parte legitimada haya solicitado la prueba
en la forma y momento legalmente establecido y que el medio de prueba esté autorizado
por el ordenamiento.
Relevancia, lo que se traduce en la necesidad de demostrar que la actividad probatoria
que no fue admitida o practicada era decisiva en términos de defensa, al ser susceptible
de alterar el fallo en favor del recurrente.
4.2. La vulneración del derecho a la prueba.
Para que proceda el recurso extraordinario por infracción procesal no es suficiente
cualquier vulneración del derecho a la prueba de la parte ya que, como hemos declarado
en la sentencia 1381/2008, de 7 de enero : «[e]s exigible que se acredite por la parte
recurrente, a quien corresponde la carga procesal correspondiente, la existencia de una
indefensión constitucionalmente relevante lo que se traduce en la «necesidad de demos-
trar que la actividad probatoria que no fue admitida o practicada era decisiva en términos
de defensa (...) «esto es, que hubiera podido tener una influencia decisiva en la resolución
del pleito (...) al ser susceptible de alterar el fallo en favor del recurrente»».
4.3. Desestimación del motivo.
La aplicación de las reglas expuestas conduce de forma inexorable a la desestimación
del recurso ya que en relación con la pericial caligráfica: 1) es de conocimiento común
que son posible las fotocomposiciones; 2) no es precisa la categórica afirmación de
autenticidad de una firma para dotar a un documento de fuerza probatoria; 3) esta fuerza
de convicción se refuerza cuando concurre con otros medios de prueba; y 4) además
concurre el indicio de la prolongada pasividad de la demandante.
Por lo que se refiere a la pericial económica, por cuanto nada más tendría sentencia
en el caso de que no se estimase probada la existencia de compraventa.

STS de 16 de febrero de 2011, rec. 1540/2007

FUNDAMENTOS DE DERECHO
CUARTO
Planteamiento en el recurso extraordinario por infracción procesal de cuestiones
relativas a la valoración de la prueba.
A) Los errores en la valoración de la prueba no pueden ser canalizados por la vía del
artículo 469.1.2.º LEC. Este motivo de infracción procesal está reservado al examen del
cumplimiento de «las normas procesales reguladoras de la sentencia». Estas normas com-
prenden el procedimiento para dictarla, la forma y el contenido de la sentencia y los
requisitos internos de ella, pero no con carácter general las reglas y principios que deben
observarse en la valoración de los distintos medios de prueba, las cuales constituyen
premisas de carácter epistemológico o jurídico-institucional a las que debe ajustarse la
328 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

operación lógica de enjuiciamiento necesaria para la resolución del asunto planteado


(SSTS 28 de noviembre de 2008, RC n.o 1789/03 y 30 de junio de 2009, RC n.o
1889/2006).
La valoración de la prueba, como función soberana y exclusiva de los juzgadores
que conocen en las instancias, no es revisable en el recurso extraordinario por infracción
procesal, salvo cuando se conculque el artículo 24.1 CE por incurrirse en error de hecho
palmario, irracionalidad o arbitrariedad, que puede darse cuando se desconoce una
norma de prueba legal o tasada. En tal caso debe plantearse al amparo del artículo
469.1.4.º LEC (SSTS de 18 de junio de 2006, RC n.o 2506/2004, 8 de julio de 2009,
RC n.o 693/2005).
El carácter extraordinario de este recurso, que no constituye una tercera instancia
(STS de 29 de septiembre de 2009, RC n.o 1417/2005), impide, si no se demuestra de
modo patente la existencia de una infracción de las reglas del discurso lógico aplicables
al proceso, tratar de desvirtuar una apreciación probatoria mediante una valoración
conjunta efectuada por el propio recurrente para sustituir el criterio del tribunal por el
suyo propio, por acertado que pueda parecer, así como también postular como más
adecuada la valoración de la prueba efectuada por el Juzgado de Primera Instancia frente
a la llevada a cabo por el tribunal de apelación (SSTS de 9 de mayo de 2007, RC n.o
2097/2000, 27 de mayo de 2007, RC n.o 2613/2000, 15 de abril de 2008, RC n.o
424/2001, 30 de junio de 2009, RC n.o 1889/2006, 29 de septiembre de 2009, RC
n.o 1417/2005).
B) La denuncia de vulneración del artículo 218.2 LEC, sobre el requisito de moti-
vación de las sentencias, tiene su cauce a través del motivo previsto en el artículo
469.1.2.º LEC, invocado por la recurrente, pero aquel precepto no contiene normas
sobre valoración de prueba por cuanto su cita no puede amparar la revisión de la valo-
ración probatoria efectuada por la Audiencia. Como indica la STS de 8 de julio de 2009,
RC 693 / 2005, dialécticamente resulta posible una falta de motivación de la valoración
probatoria o una mera apariencia de motivación que la vicie de arbitrariedad, pero no
es este el planteamiento que se hace en el motivo, pues lo que se denuncia es la valo-
ración ilógica de la prueba.
C) Esta Sala ha admitido la impugnación de la valoración del dictamen de peritos,
cuando la efectuada en la instancia es ilegal, absurda, arbitraria, irracional o ilógica.
Quedan fuera las situaciones de duda, inseguridad, vacilación o equivocidad, y por ello
no cabe razonar si es mejor o más oportuna una hipótesis valorativa diferente a la acogida
por la sentencia impugnada (STS de 9 de febrero de 2006, RC n.o 2570/1999). Como
indica la STS de 29 de abril de 2005, RC n.o 420/1998, la casuística jurisprudencial ha
permitido plantear objeciones a la valoración de la pericia efectuada en la sentencia
impugnada cuando a) se ha incurrido en un error patente, ostensible o notorio (SSTS
de 8 y 10 noviembre 1994, 18 diciembre 2001, 8 febrero 2002), b) se extraigan con-
clusiones contrarias a la racionalidad, absurdas o que conculquen los más elementales
criterios de la lógica (SSTS de 28 junio y 18 diciembre 2001, 8 febrero 2002, 21 febrero
y 13 diciembre 2003, 31 marzo y 9 junio 2004), o se adopten criterios desorbitados o
irracionales (SSTS de 28 enero 1995, 18 diciembre 2001, 19 junio 2002), c) se tergi-
Jurisprudencia 329

versen las conclusiones periciales de forma ostensible, se falsee de forma arbitraria sus
dictados o se aparte del propio contexto o expresividad del contenido pericial (SSTS de
20 febrero 1992, 28 junio 2001, 19 junio y 19 julio 2002, 21 y 28 febrero 2003, 24
mayo, 13 junio, 19 julio y 30 noviembre 2004), y, d) se efectúen apreciaciones arbitrarias
(SSTS de 3 marzo 2004) o contrarias a las reglas de la común experiencia (SSTS 24
diciembre 1994 y 18 diciembre 2001).
SEXTO
Enunciación del motivo segundo.
El motivo segundo se introduce con la siguiente fórmula:
Vulneración de las normas de la carga de la prueba. La sentencia infringe los criterios
de atribución de la carga de la prueba previstos en el artículo 217.2 LEC y 217.3 LEC,
aplicando erróneamente lo previsto en el artículo 217.1 LEC.
Se alega, en síntesis, que la recurrente ha acreditado los hechos en que fundó sus
pretensiones, pues, como declaró el Juzgado de Primera Instancia, se localizó la causa
de los defectos en la fase de fabricación, en un problema de recubrimiento de los com-
primidos, es decir una causa en la esfera de responsabilidad y control del fabricante, sin
que pueda exigirse a la recurrente una prueba diabólica que precise las circunstancias
concretas que produjeron el defecto. Al demandado le corresponde acreditar los hechos
que impidan, extingan o enerven la eficacia jurídica de los hechos de la demanda y no
ha acreditado ninguno de los hechos que alegó en su demanda
El motivo debe ser desestimado.
SÉPTIMO
La carga de la prueba.
A) Las reglas de distribución de la carga de prueba sólo se infringen cuando, no
estimándose probados unos hechos, se atribuyen las consecuencias de la falta de prueba
a quién según las reglas generales o específicas, legales o jurisprudenciales, no le incumbía
probar, y, por tanto, no le corresponde que se le impute la laguna o deficiencia proba-
toria.
El artículo 217.2 LEC impone a la demandante acreditar los hechos de los ordina-
riamente se desprenda el efecto jurídico pretendido en la demanda.
B) La sentencia impugnada no ha vulnerado esta regla de distribución de la carga
de la prueba porque correspondía la recurrente acreditar el incumplimiento de la
demandada que alegó en la demanda, en definitiva que la causa de los defectos en el
medicamento eran consecuencia del proceso de fabricación y atribuibles a la demandada,
dada la implicación de la recurrente en el proceso de fabricación. La mera imposibilidad
probatoria de un hecho no significa que se exija a la parte una prueba diabólica y lo
acontecido en el litigio es que los peritos no han podido precisar la causa exacta de los
defectos del medicamento.
La sentencia impugnada considera la posibilidad de que los defectos del medica-
mento se hayan producido en la fabricación del mismo y sean atribuibles a la fase de
recubrimiento, pero considera —y esta es la razón de la desestimación de la demanda—
que no debe ser atribuida a ella la responsabilidad porque la recurrente no fue ajena
al proceso de fabricación, no se ha concretado exactamente el origen de las causas por
330 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

las que se produce el defecto en el medicamento y la fase de recubrimiento es, según la


prueba pericial, una fase crítica en la influyen distintos factores. Esta conclusión no
supone una vulneración de las reglas de distribución de la carga de la prueba.

STS de 9 de marzo de 2010, rec. 1988/2005

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Resumen de antecedentes.
La actora, hoy recurrente, presentó demanda de reclamación de cantidad con fun-
damento en un contrato de compraventa de inmueble y en un contrato, instrumental
de aquel, de compraventa de acciones que obligaba a la sociedad demandada. También
ejercitó la acción de responsabilidad frente a quien fuera su administrador. Esta última
acción se basó en los artículos 133 y 135 y 260.1. 4 y 262.5 LSA.
La sentencia de primera instancia, que estimó en parte la demanda frente a la socie-
dad, desestimó la acción de responsabilidad del administrador porque, en cuanto interesa
para el presente recurso, consideró que el informe elaborado por el perito judicial no
acreditaba que la sociedad se encontrara incursa en la causa de disolución por haber
quedado reducido su patrimonio neto a por debajo de la mitad del capital social.
La sentencia de segunda instancia estimó en parte el recurso de apelación en cuanto
afectaba a la reclamación contra la sociedad y confirmó la desestimación de la acción de
responsabilidad del administrador. Por lo que ahora interesa, la Audiencia entendió que
la valoración del informe pericial hecha en la instancia no puede tacharse de ilógica, ni
errónea, por lo que no estaba acreditada la causa de responsabilidad alegada, y consideró
que no se habían infringido las reglas de distribución de la prueba.
Contra esta sentencia la entidad actora interpone recurso extraordinario por infrac-
ción procesal, que afecta exclusivamente a la acción de responsabilidad del administrador
basada en los artículos 260.1.4 y 262.5 LSA, que ha sido admitido.
SEGUNDO
Enunciación del motivo único.
El motivo se introduce con la siguiente fórmula:
Infracción fundada en el artículo 469.1.2.° LEC en relación con el artículo 218.2 y
348 de dicha Ley y doctrina jurisprudencial que interpreta dichos preceptos.
En síntesis, se aduce por la entidad recurrente que la Audiencia no ha efectuado una
nueva valoración de la prueba pericial, como exigía lo planteado en el recurso de ape-
lación, y se ha limitado a remitirse a la valoración efectuada por el Juez de instancia. Ha
de otorgarse eficacia probatoria al informe elaborado por el perito de designación judi-
cial, del que resulta acreditada la responsabilidad del demandado, y debe tenerse en
cuenta la conducta obstruccionista de éste, que no facilitó al perito la documentación
necesaria para la elaboración del informe, por lo que una correcta aplicación de las reglas
de distribución de la carga de la prueba tiene que tener en consideración el principio
de facilidad probatoria.
Jurisprudencia 331

El motivo debe ser desestimado.


TERCERO
Planteamiento en el recurso extraordinario por infracción procesal de cuestiones
relativas a la valoración de la prueba.
El recurso cita como normas procesales infringidas artículos de la LEC cuando nos
encontramos ante un juicio de mayor cuantía que se rige por la LEC 1881. No obstante,
esta Sala considera que, al haber hecho referencia la sentencia de apelación a algunos
preceptos de la LEC, resulta inteligible lo que materialmente se plantea en los motivos
del recurso y es posible tener en cuenta la equivalencia de los preceptos procesales citados
con los de la LEC 1881, por lo que no hay obstáculo para el examen del recurso en
atención al principio de tutela judicial efectiva (STS 10 de diciembre de 2008, RC
2389/2003).
Es criterio de esta Sala que la valoración de la prueba, como función soberana y
exclusiva de los juzgadores que conocen en las instancias, no es revisable en el recurso
extraordinario por infracción procesal, salvo cuando se conculque el artículo 24.1 CE
por incurrirse en error de hecho manifiesto, en irracionalidad o en arbitrariedad, que
puede darse cuando se desconoce una norma de prueba legal o tasada, y en tal caso será
al amparo del artículo 469.1.4.º LEC como deba plantearse (SSTS de 18 de junio de
2006, RC 2506 / 2004, y 8 de julio de 2009, RC 693 / 2005).
El recurrente somete a esta Sala la eficacia probatoria de un informe pericial, que
no se ha considerado por la sentencia impugnada como prueba acreditativa del hecho
determinante de la responsabilidad del demandado como administrador. La denuncia
de vulneración del artículo 218.2 LEC, sobre la motivación de las sentencias, tiene su
cauce a través del motivo previsto en el artículo 469.1.2.º LEC, invocado por la recu-
rrente, pero aquel precepto no contiene normas sobre valoración de prueba y su cita
no puede amparar la revisión de la valoración probatoria efectuada por la Audiencia.
Como indica la STS de 8 de julio de 2009, RC n.o 693 / 2005, resulta posible una mera
apariencia de motivación que incurra en arbitrariedad, pero no es éste el planteamiento
del motivo, ya que el reproche a la Audiencia se concreta por el recurrente en que no
ha procedido a revisar a la valoración del informe pericial efectuada por el Juez de
instancia. Esta alegación, además de ser ajena a posibles defectos de motivación, no se
ajusta al contenido de la sentencia impugnada, pues la Audiencia se pronuncia expre-
samente sobre la prueba pericial.
CUARTO
Planteamiento en el recurso extraordinario por infracción procesal de cuestiones
relativas a la valoración de la prueba pericial.
Doctrina jurisprudencial.
Esta Sala ha admitido la impugnación de la valoración del dictamen de peritos,
cuando la efectuada en la instancia es ilegal, absurda, arbitraria, irracional o ilógica.
Quedan fuera las situaciones de duda, inseguridad, vacilación o equivocidad, y por ello
no cabe razonar si es mejor o más oportuna una hipótesis valorativa diferente a la acogida
por la sentencia impugnada (STS 09/02/2006, RC n.o 2570/1999). Como indica la
STS de 29 de abril de 2005, RC n.o 420/1998, la casuística jurisprudencial ha permitido
332 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

plantear objeciones a la valoración de la pericia efectuada en la sentencia impugnada


cuando (a) se ha incurrido en un error patente, ostensible o notorio (SSTS de 8 de
noviembre de 1994, 10 de noviembre de 1994, 18 de diciembre de 2001, 8 de febrero
de 2002); (b) se extraigan conclusiones contrarias a la racionalidad, absurdas o que con-
culquen los más elementales criterios de la lógica (SSTS de 28 de junio de 2001, 18 de
diciembre de 2001, 8 de febrero de 2002, 21 de febrero de 2003, 13 de diciembre de
2003, 31 de marzo de 2004 y 9 junio 2004), o se adopten criterios desorbitados o
irracionales (SSTS de 28 de enero de 1995, 18 de diciembre de 2001, 19 de junio de
2002); (c) se tergiversen las conclusiones periciales de forma ostensible, se falsee de forma
arbitraria sus dictados o se aparte del propio contexto o expresividad del contenido
pericial (SSTS de 20 de febrero de 1992, 28 de junio de 2001, 19 de junio de y 19 de
julio de 2002, 21 de febrero de 2003, 28 de febrero de 2003, 24 de mayo de 2004, 13
de junio de 2004, 19 de julio de 2004 y 30 noviembre 2004) y (d) se efectúen aprecia-
ciones arbitrarias (STS de 3 de marzo de 2004) o contrarias a las reglas de la común
experiencia (SSTS 24 de diciembre de 1994 y 18 de diciembre de 2001).
La valoración de la prueba pericial efectuada en la sentencia impugnada.
En relación con la eficacia de la prueba de peritos, esta Sala tiene declarado (STS de
22 de febrero de 2006, RC n.o 1419 / 1999) que el dictamen pericial no acredita
irrefutablemente un hecho, sino simplemente el juicio personal o la convicción formada
por el perito con arreglo a los antecedentes suministrados, sin vincular a jueces y tribu-
nales, que pueden apreciar las pruebas según las reglas de la sana crítica (SSTS de 16 de
octubre de 1980 y 10 de febrero de 1994).
La sentencia impugnada, confirmando la de primera instancia, ha entendido que el
informe pericial no acredita que la empresa de la que era administrador el codemandado,
hoy parte recurrida, se hallara incursa en causa de disolución, por ser su patrimonio neto
inferior a la mitad del capital social, y explica las causas por las que no otorga credibilidad
a dicho informe. El modo de razonar y exponer de la Audiencia —y, en cuanto se
confirma por ésta, el razonamiento de la sentencia de primera instancia— no puede
tacharse de absurdo e ilógico a la vista del referido informe.
Plantea la recurrente la falta de colaboración del administrador codemandado al no
aportar la documentación de la que podía y debía disponer, que le fue requerida para la
elaboración de la pericia, y entiende que una interpretación del artículo 217 LEC debe
tener en consideración el principio de facilidad probatoria.
La alegación debe ser rechazada por las siguientes razones:
La invocación del artículo 217 LEC en el escrito de interposición es extemporánea,
ya que no se denunció su infracción en el escrito de preparación, en el que queda fijada
la pretensión objeto del recurso (AATS de 27 de septiembre de 2005, RC n.o
2214/2001, de 14 de febrero de 2006, RC n.o 434/2002, de 16 de diciembre de 2006,
RC n.o 834/2006, y de 13 de enero de 2009, RC n.o 956/2006).
Las reglas de la carga de la prueba vienen reguladas en la LEC dentro de la sección
correspondiente a los requisitos internos de la sentencia y sus efectos, y si bien la denun-
cia de su vulneración tiene encaje en el motivo del artículo 469.1.2.º LEC, que es el
invocado por la recurrente, su infracción —y, en concreto, el de la regla especial de
Jurisprudencia 333

facilidad probatoria— no puede mezclarse con cuestiones relativas a la valoración de un


medio de prueba.
La mera imposibilidad probatoria de un hecho no puede traducirse, sin más, en un
desplazamiento de la carga de la prueba, pues para ello se requiere sea factible para la
parte a la que ha de perjudicar el principio de facilidad probatoria (STS 8 de octubre de
2004, RC 2651 / 1998). Esta circunstancia no está acreditada, ya que el demandado,
contrariamente a lo que se afirma en el recurso, no admitió en la prueba de confesión
tener en su poder los documentos requeridos por el perito y atendió el requerimiento
para la aportación de los mismos, aportó una parte y designando la persona que tenía
en su poder aquellos que no pudo aportar. Al respecto no se hizo petición alguna por
la hoy recurrente, que pudo llamar al proceso a ese tercero, puesto que tenía noticia de
existencia en el momento de la proposición de prueba, como lo evidencia una de las
preguntas que intentó formular en la prueba de confesión. En suma, la insuficiencia de
documentación que se ha puesto de manifiesto por el perito al elaborar el informe
pericial no puede perjudicar al demandado en la valoración de la prueba pericial.

STS de 4 de febrero de 2009, rec. n.o 462/2003

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SEGUNDO
Carga de la prueba.
El recurso extraordinario por infracción procesal se funda, en esencia, en la exis-
tencia de tres infracciones que se imputan a la sentencia recurrida.
En primer lugar, se consideran infringidas las normas sobre carga de la prueba esta-
blecidas en el art. 217 LEC y art. 1214 CC, a la sazón vigente. Se argumenta, en relación
con la reclamación de los importes del precio de compraventa de la nave (apartado e])
y al importe de los cheques (apartado c]), que, siendo necesario, para el buen éxito de
las dos acciones que se ejercitan, la demostración por la parte actora de la conducta
negligente del demandado y de la existencia de nexo causal, la sentencia, aun admitiendo
que no se han acreditado suficientemente los hechos, hace recaer las consecuencias
negativas de la falta de prueba en el demandado, a pesar de que no es imputable a él el
hecho de que la pericial contable solicitada y admitida no se hubiera practicado en forma
adecuada.
El artículo 1214 CC, aplicable por razones temporales, sólo puede considerarse
infringido cuando el tribunal a quo haya invertido en su fallo el principio de distribución
de la prueba (SSTS de 20 de febrero de 1990, 22 de febrero de 1997, 19 de diciembre
de 2001 y 25 de noviembre de 2002, entre otras). Se precisa que la sentencia estime que
no se ha probado un hecho básico y atribuya las consecuencias de la falta de prueba a
la parte a la que no le correspondía el onus probandi [carga de la prueba] según las reglas
aplicables para su imputación a una u otra de las partes (SSTS 11 de marzo de 2004, 18
de octubre de 2004, 20 de julio de 2006, 3 de octubre de 2007, RC n.o 3640/2000, 9
de mayo de 2007, RC n.o 2448/2000). Como corolario, no puede darse la infracción
334 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

cuando un hecho se declara probado, cualquiera que sea el elemento probatorio tomado
en consideración, y sin que importe, en virtud del principio de adquisición procesal,
quién aportó la prueba (STS 27 de diciembre de 2004, 9 de mayo de 2007, RC n.o
2448/2000).
Aplicando esta doctrina, no se aprecia la infracción denunciada. En cuanto a la
compraventa, la sentencia llega a la conclusión de que se ha probado que el precio de
la compraventa de la nave no repercutió en beneficio de la sociedad. Para ello examina
las circunstancias concurrentes en la compraventa en relación con los sujetos intervi-
nientes (observa que figura como compradora una sociedad de la que era administradora
única la esposa del demandado) y con las modalidades de pago y tiene en consideración
el principio de facilidad probatoria, advirtiendo que el demandado podía haber acredi-
tado fácilmente el pago del precio y su destino. En cuanto al importe de los cheques
emitidos a cargo de la sociedad, la sentencia llega a la conclusión, teniendo en cuenta
que el demandado podía fácilmente probar el destino de las cantidades obtenidas
mediante la emisión de los cheques, que éste no había demostrado la alegación de que
algunos no habían sido presentados al cobro y otros habían sido ingresados en cuenta
distinta de la entidad actora; de donde se desprende que estima probado que el deman-
dado se había lucrado en su importe.
En resolución, la argumentación de la sentencia pone de manifiesto que estima
probados los hechos en los que funda su conclusión. Las reglas sobre carga de la prueba
no pueden, en consecuencia, considerarse infringidas. Quedan al margen de la infracción
denunciada la valoración de la prueba en su conjunto, que no corresponde a las facul-
tades de casación de esta Sala, y la indebida denegación o falta de práctica de la prueba,
a la que no se refieren los preceptos citados como infringidos.
TERCERO
Motivación de la sentencia.
La parte recurrente considera infringidos los preceptos que exigen la motivación
«suficiente y exhaustiva» de las resoluciones judiciales, contenidos en los arts. 208.2, 209
y 218.2 LEC, art. 372 LEC de 1881, art. 248.3 LOPJ y art. 120.3 CE.
La alegación no puede ser aceptada, pues esta Sala tiene declarado lo siguiente:
a) La motivación de las sentencias tiene como finalidad exteriorizar el fundamento
de la decisión adoptada y permitir así su eventual control jurisdiccional —SSTS
de 1 de junio de 1999 y de 22 de junio de 2000—, así como la crítica de la
decisión y su asimilación por quienes integran el sistema jurídico interno y
externo, garantizando el cumplimiento del principio de proscripción de la arbi-
trariedad que se proyecta sobre todos los poderes públicos y también sobre el
poder judicial (SSTS 4 de diciembre de 2007, RC n.o 4051/2000, 13 de
noviembre de 2008, RC n.o 680/2003, 30 de julio de 2008, RC n.o
1771/2001).
b) Concurre motivación suficiente para satisfacer estas finalidades siempre que la
argumentación de la sentencia sea racional y no arbitraria y no incurra en un
error patente (pues entonces no cabe decir que se halla fundada en Derecho —
STC de 20 de diciembre de 2005—), aun cuando la fundamentación jurídica
Jurisprudencia 335

pueda calificarse de discutible —SSTS de 20 de diciembre de 2000 y de 12 de


febrero de 2001—.
c) La exigencia de motivación no impone el deber de realizar una argumentación
extensa ni de dar una respuesta pormenorizada, punto por punto, a cada una de
las alegaciones de las partes, sino que basta que la respuesta judicial esté argu-
mentada en Derecho y ofrezca un enlace lógico con los extremos sometidos a
debate (SSTS 4 de diciembre de 2007, RC n.o 4051/2000, STS 13 de noviem-
bre de 2008, RC n.o 680/2003, STS 30 de julio de 2008, RC n.o 1771/2001).
La suficiencia de la motivación debe examinarse contemplando en su conjunto todas
las argumentaciones contenidas en la resolución, pues todas ellas forman una unidad en
cuanto están encaminadas en conjunto a justificar la decisión adoptada operando en el
terreno lógico bien con carácter principal, bien auxiliar, según integren la línea de deci-
sión o se presenten como razonamientos de carácter complementario, de refuerzo o
meramente ilustrativos.
En el caso examinado la motivación de la sentencia cumple suficientemente con el
canon de suficiencia a tenor de las reglas que acaban de exponerse, pues de su tenor
literal, y de la incorporación expresa de los argumentos de la sentencia de primera ins-
tancia, se deduce con toda claridad cuáles son las razones que llevan al tribunal a estimar
probados los hechos en que se fundan las pretensiones de la parte demandante. No puede
en consecuencia estimarse cometida la infracción denunciada. El recurrente las funda,
en realidad, en la falta de respuesta a alguna de sus alegaciones no esenciales, por lo que
debe considerarse irrelevante; en su discrepancia con algunos de los razonamientos de
la sentencia, hecho que resulta indiferente para la suficiencia de su motivación; o en la
disconformidad con la valoración probatoria realizada por la sentencia, que sólo puede
ser revisada en un recurso por infracción procesal con carácter limitado y por la vía
adecuada, que no es la del examen de la suficiencia de su motivación.
CUARTO
Congruencia de la sentencia.
La parte recurrente considera que la sentencia incurre en incongruencia con base
en lo dispuesto en el art. 218 LEC (art. 372 LEC 1881).
Según la jurisprudencia el deber de congruencia se resume en la necesaria correla-
ción que ha de existir entre los pedimentos de las partes oportunamente deducidos y el
fallo de la sentencia, teniendo en cuenta el petitum [petición] y la causa petendi [causa de
pedir] o hechos en que se funda la pretensión deducida (SSTS de 24 de junio de 2005,
28 de junio de 2005, 28 de octubre de 2005, 1 de febrero de 2006, 24 de octubre de
2006, 27 de septiembre de 2006, 30 de noviembre de 2006 y 12 de diciembre de 2006,
13 de diciembre de 2007, RC n.o 4578/2000, 18 de junio de 2008, RC n.o
599/2001). No impone la obligación de dar respuesta a todos los aspectos considerados
por las partes en sus argumentaciones, ni de enfrentarse a sus puntos de vista, pues basta,
como recuerda la sentencia de 12 de diciembre de 2005 (RC n.o 1851/1999), que se
respete en esencia el componente fáctico y jurídico de la acción ejercitada.
No se aprecia, en consonancia con esta doctrina, que se haya cometido la infracción
denunciada, pues el motivo se funda en que no se ha solicitado la liquidación de la
336 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

cuenta corriente al pago de cuyo saldo se condena a la parte demandada. En efecto, la


sentencia, acertadamente, considera que las reclamaciones por el total de los descubiertos
formuladas por la parte demandante comportan implícitamente la pretensión de liqui-
dación de la cuenta corriente entre el demandado y la sociedad, cuya continuidad care-
cería de sentido a la vista de dichas reclamaciones y del conjunto de circunstancias con-
currentes.

STS de 3 de marzo de 2008, rec. 5785/2000

FUNDAMENTOS DE DERECHO
QUINTO
Desestimación del motivo tercero sobre indemnización por daños y perjuicios deri-
vados de la extinción del contrato de distribución.
El motivo tercero se introduce con la siguiente fórmula:
Amparado en el epígrafe 4.º del art. 1692, por error en la apreciación de la prueba
e infracción del art. 632 LEC.
El motivo se funda, en síntesis, en que la sentencia recurrida desestima la indemni-
zación de daños y perjuicios porque no se justifica por qué no se imputa a la actividad
los costes fijos proporcionales que superaron el margen de contribución; pero esta esti-
mación, a su juicio, es errónea, pues el perito judicial parte de que el margen de pérdida
puede fijarse en el margen de contribución, independientemente de la ponderación de
los costes fijos, dado que éstos no pueden deducirse durante los primeros años por falta
de adaptación derivada de la rigidez de estructuras.
Aun cuando la sentencia se limita a criticar las conclusiones del dictamen pericial
en que se funda el pronunciamiento de primera instancia manifestando que no le resulta
convincente la forma de calcular el margen de contribución obtenido con los productos
objeto de concesión (es decir, el margen bruto menos gastos comerciales) despreciando
la repercusión de los costes fijos, resulta evidente que con ello la sentencia recurrida
proclama la falta de prueba de los daños y perjuicios reclamados, y que esta conclusión
probatoria se basa en el conjunto de pruebas periciales y de otra índole obrantes en el
proceso acerca de los ingresos obtenidos mediante la distribución del producto objeto
del contrato, de la tendencia a la baja de las ventas de dicho producto en relación con
las ventas totales de la compañía y de la elevada proporción de los costes fijos imputables
a los productos distribuidos.
La parte recurrente pretende contradecir esta conclusión fáctica fundándose exclu-
sivamente en la explicación que el perito da para despreciar a efectos indemnizatorios
los gastos fijos proporcionales en el cálculo del margen de contribución, cuyo acierto,
a su juicio, obligaría a la Sala a aceptar sus conclusiones; pero resulta evidente que, por
razonable que pueda resultar la apreciación del perito, no es suficiente para justificar una
modificación de la conclusión probatoria obtenida en la instancia con fundamento en
el conjunto de elementos de justificación obrantes en el proceso, que conducen a la
sentencia recurrida a entender que no se ha demostrado que el cese en la distribución,
Jurisprudencia 337

decidido unilateralmente por la concesionaria, no pueda constituir el cese en la comer-


cialización de una línea de productos con un margen de contribución reducido o incluso
negativo, sin la correlativa prueba de que los costes fijos no pueden reducirse o com-
pensarse mediante sustitución de actividades.
Se pretende, en resolución, que, excediendo nuestras potestades de casación, revi-
semos la valoración de la prueba pericial efectuada por la sentencia recurrida sin demos-
trar que las conclusiones obtenidas son manifiestamente contrarias a las reglas del discurso
racional o de la economía y prescindiendo de los restantes elementos probatorios.

SAP Girona de 7 de febrero de 2008, Rec. 397/2007

SEXTO.- El recurso continúa invocando infracciones procesales, tales como, la no


aportación de la pericial con el escrito de demanda e imputando a la Sentencia falta de
exhaustividad y congruencia. El motivo impugna la pericial acordada a practicar por
perito economista auditor de cuentas, que recayó en D. Pedro Antonio y el mismo debe
ser desestimado.
En efecto, parte de la responsabilidad que se imputaba a los administradores solida-
rios se basaba en la venta de 62 viviendas unifamiliares pareadas, 4 apartamentos, 4 locales
comerciales y 4 garajes construidos en Ibiza por la mercantil Portmany Village, S.L.
constituida para dicha promoción, todo ello a espaldas del socio y parte actora Brickas-
sets, S.L. y para ello era preciso conocer tanto la contabilidad de la empresa Portmany
Village, S.L. como los contratos de venta realizados, lo cual impedía confeccionar la
pericial en cuestión antes de la demanda, por carecer de documentos que sólo tenían
en su poder los demandados. Pues bien, la de lo actuado se desprende la dificultad con
que contó el perito judicial para poder confeccionar su peritaje, que tuvo que acudir al
auxilio judicial para que fuera requerida la entidad Aulomi Consultores, S.L., encargada
de la contabilidad de Portmany Village, S.L., todo lo cual tiene fiel reflejo en el informe
donde el meritado perito hace constar de manera expresa que la empresa no ha aportado
la totalidad de la documentación requerida y que la no aportada es precisamente la más
importante para profundizar en los análisis efectuados (conclusión 6.º a folio 962). Todo
ello lo puso, asimismo, el perito de manifiesto en el momento de la emisión de su
dictamen en el acto del juicio (minuto 46:11).
Pues bien, no se equivoca la sentencia cuando para cifrar el importe de los daños y
perjuicios ocasionados al socio demandante tiene en cuenta aquella peritación a la que
pretende restar eficacia procesal y por ello probatoria el recurso. Téngase en cuenta que
la pericia práctica lo fue judicial y no de parte y que a pesar de la actitud ciertamente
obstruccionista por la entidad contable de Portmany Village, S.L., arroja un resultado
muy concreto que confirman las sospechas de la demanda, que además, no fue contra-
dicha de contrario.
La demanda estimó de manera aproximada los beneficios dejados de percibir en la
suma de 691.186€ según un estudio de viabilidad original aportado de documento n. o
11 de la demanda (folio 93) y aplicando sobre el mismo la cuota del 30% que corres-
pondía a la entidad actora como socio en Portmany Village, S.L., aunque sospechaba
338 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

que los beneficios podían ser mucho mayores en razón al hecho notorio de los precios
del mercado inmobiliario en los años 2003 y 2004 por lo que solicitaba la mayor suma
que podía acreditarse en el seno del presente proceso y es por ello por lo que no puede
imputarse a la demanda falta de rigor ni a la Sentencia incongruencia entre lo pedido y
lo otorgado.
Tampoco existe incongruencia en la Sentencia en lo concerniente al lucro cesante
de los ejercicios 2003 y 2004 y que el perito define como el beneficio que se hubiera
obtenido si se hubieran efectuado las ventas a precio de mercado (folio 961), pues basta
con leer la demanda para observar como en la misma no se reclamaba únicamente los
beneficios existentes y no repartidos, sino que se pedían los beneficios totales obtenidos,
así como aquellos otros que su ausencia fueren imputables a la negligencia de los admi-
nistradores y en tal sentido en el apartado fáctico 7.º de la demanda se hacía mención a
todo ello y al resultado de la pericial contable a fin de cuantificar de manera precisa y
técnica los beneficios realmente obtenidos por Portamany Village, S.L. así como el lucro
cesante realmente sufrido por la demandante (folio 16).
SÉPTIMO.- El recurso, esta vez con el título de «motivo de fondo», sigue impug-
nando la pericial contable practicada contraponiéndola con el criterio sustentado por la
sociedad contratada por los propios demandados y ya mencionada anteriormente, esto
es, la entidad Aulomi Consultores, S.L., que formuló las cuentas de la entidad Portmany
Village, S.L. en el ejercicio 2004 durante el año 2006 y que acceden al Registro Mer-
cantil una vez presentada la demanda rectora del presente recurso. Pues bien, la pre-
tensión de dar mayor validez a dicha entidad de parte, no es de recibo y ello tanto por
atentar a las más elemental prudencia cuanto porque el perito judicial consideró sobre-
valorada la partida de obra en curso a fecha 30-12-2004 de más de 490.000€, al entender
del perito en que el contable no le justificaba como dicha cantidad se podía imputar a
una obra que ya estaba acabada (minuto 41:37).
Lo más significativo es las cuentas anuales de los ejercicios 2003 y 2004 se confec-
cionaron una vez presentada la demanda lo cual ha merecido la impugnación expresa
por la entidad actora, tal y como acredita con el documento n.o 1 aportado con el recurso
que recoge demanda presentada ante el Juzgado de lo Mercantil en fecha 31 Julio 2006
(folio 1096). En dicha demanda se impugna la Junta de 20 abril 2006 por la irregular
convocatoria de la misma y por el contenido concreto de los acuerdos adoptados a
propósito de la formulación y aprobación de las Cuentas Anuales.
En conclusión las cuentas anuales de los ejercicios 2003 y 2004 fueron aprobados
en 2006, tras la presentación de la demanda de la que trae causa el presente recurso lo
que supuso la estimación de la demanda por parte de la Sentencia impugnada, todo ello
en base a la jurisprudencia del TS reiterada al exigir, tanto para la prosperabilidad de la
acción social como para la de la individual, aquí ejercitada, la prueba no sólo del daño
directo a la sociedad, los accionistas o los acreedores sino también la de la falta de dili-
gencia del administrador demandado y, por supuesto, la de la relación de causalidad
entre ésta y aquél (SSTS 26 Oct. 2001 en recurso núm. 2032/96, 19 Nov. 2001 en
recurso núm. 2250/96, 25 Feb. 2002 en recurso núm. 2766/96, 14 Nov. 2002 en
Jurisprudencia 339

recurso núm. 1199/97, 20 Dic. 2002 en recurso núm. 1727/97, 24 Dic. 2002 en recurso
núm. 1753/97,y 4 Abril 2003 en recurso núm. 2512/97 ).
OCTAVO.- Sigue el recurso impugnando la pericial contable en el apartado del
beneficio neto habido a 31 diciembre 2004, y ello por negarse la existencia de los mis-
mos, con lo que se niega la conclusión de la Sentencia acerca de la existencia de doble
contabilidad por parte de los codemandados.
Es cierto que la pericial no menciona de manera expresa la existencia de doble
contabilidad, pero sí que realiza un cálculo de los beneficios que se darían en el caso de
haberse vendido las viviendas a precio real de mercado, siendo el Juzgador a quo el que
alude a la doble contabilidad con base en el documento n.o 14 de la demanda (folio
102). Es cierto también que el perito contable no valoró el meritado documento que
contiene apuntes contables imputados al codemandado Sr. Mariano donde hace constar
los términos «escrituras» y «pagos en B, Venta» y que, como se dijo anteriormente, la
perito calígrafo Inma Lidón atribuyó el misma a dicho demandado sin género de duda
ninguna.
El precio de mercado de las viviendas enajenadas a espaldas del socio actor, su pudo
conocer por las hipotecas constituidas por la entidad BBVA respecto de las viviendas 36
y 57 y que fueron valoradas a efectos de crédito hipotecario por Valtecnic SA según
encargo de dicha entidad bancaria. Pues bien, dicha valoración se hizo para cada vivienda
en la sumas de 201.542,50 y 256.922€ frente a los 162.273,27€ consignado en la escritura
de venta de fecha 28 Agosto 2003 firmada ante el Notario de Blanes D. Rafael Luque
Doncel, en la que compareció por la vendedora Portmany Village, S.L. el codemandado
Sr. Imanol siendo compradores D. Luis Alberto y Dª Carina, aportada de documento
n.o 13 de la demanda a folio 97).
De las cuarenta y dos escrituras aportadas a los autos, en cuarenta se consignó siempre
aquel importe de 162.273,27€, lo que evidencia que se hizo constar precios muy por
debajo del mercado en los años 2003 y 2004. Es precisamente por la diferencia entre el
precio de venta que se hizo constar por los demandados y el real de mercado, unido al
reiterado documento manuscrito confeccionado por el codemandado Sr. Imanol por lo
que el Juzgador de instancia alude a la llevanza de doble contabilidad que es sinónimo
de contabilidad incorrecta.
Es por todo ello que no puede pretenderse una indebida valoración de las pruebas
practicadas.

STS de 9 de octubre de 2007, rec. 3819/2000

FUNDAMENTOS DE DERECHO
TERCERO
Entre otros requisitos, el derecho a la proposición y práctica de pruebas, que halla
su expresión en el recurso de casación a través del cauce previsto en el artículo 1692.3.º
LEC 1881, aplicable a este proceso por razones temporales, exige la debida diligencia
por la parte, pues, tratándose de un derecho constitucional de configuración legal, la
340 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

garantía que incorpora ha de realizarse en el marco legal establecido en el ordenamiento


jurídico respecto a su ejercicio (SSTC 173/2000, de 26 de junio, F. 3, y 167/1988, de
27 de septiembre, F. 2). Es preciso, por un lado, que la parte legitimada haya solicitado
la prueba en la forma y momento legalmente establecido y que el medio de prueba esté
autorizado por el ordenamiento (SSTC 236/2002, de 9 de diciembre, F. 4; 147/2002,
de 15 de junio, F. 4; 165/2001, de 16 de julio, F. 2; y 96/2000, de 10 de abril, F. 2);
y, por otro, que la falta de práctica de los medios de prueba admitidos no sea imputable
al órgano jurisdiccional (SSTC 147/2002, de 15 de junio, F. 4; 109/2002, de 6 de
mayo, F. 3; 70/2002, de 3 de abril, F. 5; 165/2001, de 16 de julio, F. 2; y 78/2001, de
26 de marzo, F. 3), salvo los supuestos de rechazo motivado de los medios de prueba
producido en el momento procesal oportuno (SSTC 173/2000, de 26 de junio, F. 3;
96/2000, de 10 de abril, F. 2; 218/1997, de 4 de diciembre, F. 3; 164/1996, de 28 de
octubre, F. 2; y 89/1995, de 6 de junio, F. 6), ya que la denegación tardía, aunque
razonada, de la prueba se ha considerado que, prima facie, podría afectar al derecho en
la medida en que existe el riesgo de «perjudicar dicha decisión en virtud de una certeza
ya alcanzada acerca de los hechos objeto del proceso —con la consiguiente subversión
del juicio de pertinencia— o, incluso, de un prejuicio acerca de la cuestión de fondo
en virtud de la denegación inmotivada de la actividad probatoria» (STC 96/2000, de
10 de abril, F. 2).
Tratándose de diligencias para mejor proveer, rige en principio la regla general según
la cual la práctica de diligencias para mejor proveer es facultad exclusiva del juez (SSTS
de 6 de abril de 1981, 11 de noviembre de 1987, 27 de abril de 1989, 14 de febrero de
2006, 7 de marzo de 2006, 21 de marzo de 2006, 13 de julio de 2006, 20 de septiembre
de 2006, 30 de noviembre de 2006, 9 de febrero 2007 y 26 de febrero de 2007, entre
otras). No obstante, los principios constitucionales antes recogidos determinan que estas
diligencias no pueden ser denegadas sin justificación razonable y una vez acordadas han
de ser sometidas a la regulación legal y practicadas con arreglo a ella (STC 205/1988,
de 7 de noviembre; y SSTS, 31 de marzo de 1989, 11 de abril de 1989, 7 de julio de
1989, 22 de febrero de 2006 y 3 de mayo de 2006, entre otras); pero esto no obsta a
que pueda prescindirse de su práctica cuando, incluso habiendo sido acordadas, como
ocurre en el caso enjuiciado, la parte interesada se opone a ella por considerarla perju-
dicial y lo aprecia así el órgano jurisdiccional, aunque posteriormente la parte cambie
de criterio, una vez fallado el pleito, pretendiendo hacer valer la omisión de su práctica
por vía de los recursos devolutivos.
En el caso examinado no concurren, pues, los requisitos necesarios para que pueda
entenderse que la parte que solicita la práctica de la diligencia para mejor proveer que,
en definitiva, no fue practicada, actuó con la debida diligencia; antes al contrario, su
conducta revela la existencia de una actitud contraria a la buena fe procesal. En efecto,
no fue ella quien propuso la expresada prueba, sino la contraparte; en la primera ins-
tancia, cuando pudo instar del Juzgado la realización de la diligencia para mejor proveer
pendiente, renunció a la adhesión a la misma y la calificó en términos enérgicos de
dilatoria, perjudicial y contraria al principio de igualdad de partes («ociosa, innecesaria,
y provocadora de retrasos gravemente perjudiciales tan solo para esta parte»), como
Jurisprudencia 341

recoge detalladamente la sentencia recurrida. Por otra parte, a diferencia de lo que esta
Sala ha observado en otros supuestos (v. gr., STS de 22 de febrero de 2006), la falta de
práctica de la diligencia no se debió a la inactividad del Tribunal o a un cambio de
criterio derivado de un prejuicio sobre la prueba ya practicada, sino a las dificultades
objetivas de la misma, a la falta de colaboración de las partes y especialmente a la opo-
sición formulada por la parte que ahora pretende sufrir indefensión por la omisión de
una prueba cuya práctica, de modo contradictorio con sus propios actos, había consi-
derado gravemente perjudicial en el momento en que podía instarla ante el órgano de
primera instancia.
CUARTO
El motivo segundo se introduce con la siguiente fórmula:
Al amparo del art. 1692.4 LEC por infracción de las normas del ordenamiento
jurídico o la jurisprudencia que fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto de
debate. Se han infringido los arts. 1767 del Código civil [CC] y 256 del Código de
comercio [CCom].
El motivo se funda, en síntesis, en que el banco demandado manipuló dolosa e
indebidamente las cuentas corrientes para obtener un beneficio ilícito, según resulta de
los elementos probatorios obrantes en los autos que detalladamente expone y valora.
El motivo debe ser desestimado.
QUINTO
La valoración probatoria sólo puede excepcionalmente tener acceso a la casación
mediante un soporte adecuado, bien la existencia de un error patente o arbitrariedad en
la valoración de la prueba, en cuanto, según la doctrina constitucional, dicha existencia
comporta la infracción del derecho a la tutela judicial efectiva (SSTS de 20 de junio de
2006, 17 de julio de 2006), bien la infracción de una norma concreta de prueba que
haya sido vulnerada por el juzgador (SSTS de 16 de marzo de 2001, 10 de julio de 2000,
21 de abril y 9 de mayo de 2005, entre otras). En defecto de todo ello la valoración de
la prueba es función de la instancia y es ajena a las potestades de casación (SSTS 8 de
abril de 2005, 29 de abril de 2005, 9 de mayo de 2005, 16 de junio de 2006, 23 de junio
de 2006, 28 de julio de 2006, 29 de septiembre 2006 y 22 de mayo de 2007, entre las
más recientes).
Estos mismos principios son aplicables a la prueba pericial (SSTS, entre otras, de 15
de febrero de 2006, 23 de mayo de 2006, 5 de enero de 2007).
Este principio no sólo impide tratar de desvirtuar una apreciación probatoria
mediante una valoración conjunta efectuada por el propio recurrente para sustituir el
criterio del tribunal por el suyo propio, sino también intentar el mismo efecto mediante
un salto lógico, invocando la infracción de un precepto legal sustantivo cuya aplicación
sólo sería procedente si se alterasen los datos fácticos sentados por el juzgador de instancia
(SSTS de 9 de mayo, 13 de septiembre de 2002, 21 de noviembre de 2002, 31 de enero
de 2001, 3 de mayo de 2001, 30 de noviembre de 2004, 18 de julio de 2006, entre
otras), pues sería tanto como pretender la revisión de la actividad probatoria, que com-
pete exclusivamente al tribunal de instancia, mediante el paralogismo consistente en
hacer supuesto de la cuestión, incompatible con el método de discusión racional al que
342 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

se ajusta el proceso judicial (SSTS 19 de mayo de 2005 y 9 de febrero de 2006, entre


otras muchas).
En el caso examinado resulta evidente que la parte recurrente pretende una revisión
de la actividad probatoria realizada por el tribunal de instancia, apoyándose en la que su
vez efectuó el Juzgado, como demuestra el hecho de que se sientan afirmaciones fácticas
absolutamente incompatibles con las conclusiones que razonada y detalladamente
obtiene el tribunal de instancia, en el sentido de que se ha probado, no sólo mediante
prueba directa, sino también mediante un cúmulo de indicios, que los actores no solo
conocieron las operaciones realizadas por el banco y las consintieron, sino que eran
quienes las ordenaban, y que existió una confusión de patrimonios entre la sociedad y
los demandantes a los cuales pertenecían respectivamente las cuentas objeto de las ope-
raciones.
SEXTO
El motivo tercero se introduce con la siguiente fórmula:
Al amparo del art. 1692. 4 LEC por infracción de la jurisprudencia aplicable para
resolver cuestiones objeto de debate. Se ha infringido la doctrina legal sentada por el
Alto Tribunal en cuanto al consentimiento, presunto o tácito, según viene recogido en
las STS de 7 de diciembre de 1966, 3 de junio de 1968, 28 de junio de 1982, 29 de
abril de 1986, 28 [?] de abril de 1989 y 19 de diciembre de 1990.
El motivo se funda, en síntesis, en que la sentencia recurrida conculca la doctrina
del Tribunal Supremo sobre el consentimiento tácito, pues este no se ha demostrado y
las operaciones realizadas llevadas a cabo por el banco tienen un componente eviden-
temente intencional y fueron realizadas en perjuicio y sin conocimiento de los recu-
rrentes.
El motivo debe ser desestimado.

STS de 20 de julio de 2007, rec. 1927/2000

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SEXTO. El tercero de los motivos del recurso, en base al artículo 1692, 4 LEC
denuncia la infracción del artículo 1214 del Código civil en relación con el artículo 632
LEC referidos a la valoración del informe pericial efectuado por la Sala sentenciadora,
por ser contrario a las reglas de la sana crítica.
Esta Sala ha venido repitiendo que la prueba pericial es de libre valoración por el
juzgador, de forma que no puede ser atacada en casación, excepto cuando las conse-
cuencias de la misma lleven a un resultado ilógico o absurdo o que sea contradictorio
en sí mismo, de manera que como dice la sentencia de 8 de abril de 2005, «al tratar del
control casacional de la valoración de la prueba pericial, esta Sala ha declarado que, por
fundarse la misma en las reglas de la sana crítica, aquél sólo es jurídicamente posible
cuando el proceso deductivo realizado por el Tribunal de instancia sea ilógico, omita
datos y conceptos que figuren en el informe, tergiverse las conclusiones de forma osten-
sible, falsee arbitrariamente sus dictados o extraiga deducciones absurdas o irracionales»
Jurisprudencia 343

(confirmada, entre muchas otras, en sentencias 8 mayo 1998, 7 febrero 2001, 23 junio,
19 julio 2004 y 27 febrero 2006).
La doctrina de esta Sala aparece perfectamente sistematizada en la sentencia de 29
abril 2005, donde se señala que «Como no existen reglas legales preestablecidas que rijan
el criterio estimativo de la prueba pericial (por todas, SS. 1 febrero y 19 octubre 1982),
ni las reglas de la sana crítica están catalogadas o predeterminadas (por todas, sentencia
de 15 abril 2003), la conclusión que resulta es, en principio, la imposibilidad de someter
la valoración de la prueba pericial a la verificación casacional. Sin embargo, como el
derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24.2 CE) veda el error patente —error de hecho
notorio—, la arbitrariedad y la irracionalidad, y como las reglas de la sana crítica son las
del raciocinio lógico, por ello cabe un control casacional, cuando en las apreciaciones
de los peritos, o la valoración judicial, se advierte algún defecto de tal magnitud, pero
sin que quepa ir más allá, tratando de sustituir criterios dudosos o equívocos en los que
no se da ninguna de dichas circunstancias. En esta línea, la Sala viene admitiendo con
carácter excepcional la impugnación: a) Cuando se ha incurrido en un error patente,
ostensible o notorio (SS. 8 y 10 noviembre 1994,18 diciembre 2001, 8 febrero 2002);
b) Cuando se extraigan conclusiones contrarias a la racionalidad, absurdas o que con-
culquen los más elementales criterios de la lógica (SS. 28 junio y 18 diciembre 2001; 8
febrero 2002; 21 febrero y 13 diciembre 2003, 31 marzo y 9 junio 2004), o se adopten
criterios desorbitados o irracionales (SS. 28 enero 1995, 18 diciembre 2001, 19 junio
2002); c) Cuando se tergiversen las conclusiones periciales de forma ostensible, o se
falsee de forma arbitraria sus dictados, o se aparte del propio contexto o expresividad
del contenido pericial (SS. 20 febrero 1992; 28 junio 2001; 19 junio y 19 julio 2002;
21 y 28 febrero 2003; 24 mayo, 13 junio, 19 julio y 30 noviembre 2004); y, d) Cuando
se efectúen apreciaciones arbitrarias (S. 3 marzo 2004) o contrarias a las reglas de la
común experiencia (SS. 24 diciembre 1994 y 18 diciembre 2001)».
Pues bien, examinada la valoración del dictamen pericial que obra en los autos
efectuada por la sentencia recurrida, se comprueba que la apreciación de dicho dictamen
no es arbitraria, puesto que se razona de modo perfectamente coherente en relación con
el valor de las conclusiones en él contenidas, y no es ilógica, porque se limita a señalar
que las cuentas no reflejaban los resultados patrimoniales de la sociedad LIDO YARIN
SA y que ello llevaba a la nulidad de la propuesta de la distribución del resultado eco-
nómico en los años impugnados.
En consecuencia, debe rechazarse el tercer motivo del recurso.
SÉPTIMO. La estimación del primero de los motivos del recurso de casación for-
mulado por la recurrente LIDO YARIN SA determina la estimación en parte del
recurso. Tomando la Sala funciones de instancia, se declara caducada la acción de
impugnación de los acuerdos sociales relativos a la modificación de los estatutos de la
mencionada sociedad, efectuada en la Junta General de 20 de abril de 1995. Asimismo,
al ser estimado parcialmente este recurso, procede la no imposición de las costas.
Al ser estimada la alegación relativa a la incongruencia de la sentencia de apelación,
no se imponen las costas de primera instancia porque la demanda no se estima en su
totalidad y ello de acuerdo con lo establecido en el artículo 523.1 de la LEC y tampoco
344 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

las de la segunda instancia, por aplicación de lo dispuesto en el artículo 710.2 de la


LEC, porque debería haber prosperado el recurso de la sociedad demandada.

SAP Alicate de 28 de junio de 2007, rec. 206/2007

FUNDAMENTOS DE DERECHO
CUARTO.-
La parte demandante ha solicitado indemnización por daños, limitada al lucro
cesante, para cuya acreditación aportó informe pericial.
En dicho informe se indica que el lucro cesante ocasionado por la «interrupción»
de un contrato vendrá determinado por el margen de contribución que dejará de ingre-
sar la editorial por la venta de cada uno de los libros que amparan los contratos. El
margen de distribución es la diferencia entre los ingresos por ventas y los costes variables
imputables a los libros vendidos. Para determinar el margen de distribución de los años
restantes de los contratos (según la vigencia de cada uno), la pericial ha tomado la infor-
mación histórica de los últimos tres ejercicios y se ha promediado, obteniendo un mar-
gen de contribución promedio, para cada libro, que se ha multiplicado por los años de
vida pendientes de cada uno de los contratos, desde diciembre del 2004.
Niega la parte demandada, apoyada en el informe acompañado como documento
número dos de la contestación, que la editorial haya podido sufrir perjuicio alguno,
manifestado en un lucro cesante. Para rebatir esta afirmación baste con comprobar que,
hasta la ruptura de las relaciones entre las partes, los demandados seguían percibiendo
cantidades en concepto de derechos de autor, signo inequívoco de que se seguían pro-
duciendo ventas, como, dicho sea de paso, se ha acreditado suficientemente, y de que
la sociedad obtenía beneficios como consecuencia de ellas; beneficios o ganancias que,
obviamente, se hubieran seguido produciendo de no mediar la impertinente resolución
instada por aquéllos y su parejo incumplimiento contractual.
En principio, la metodología empleada por el perito se estima adecuada, ya que se
calcula la ganancia dejada de obtener, particularmente para cada libro, por la diferencia,
en definitiva, entre los ingresos que se obtenían por su venta, disminuidos con los gastos,
y multiplicado todo ello por los años que, de no haberse producido la resolución del
contrato, éste se habría mantenido vigente.
Ahora bien, de lo que se trata es de ver si la parte demandante ha logrado la prueba
suficiente de que, durante el tiempo fijado en el informe de vigencia de los contratos,
la parte demandante ha dejado de obtener, con toda seguridad, la ganancia que le habría
deparado la venta de los libros en cuestión; es decir, la acreditación indubitada de que
toda la ganancia, millonaria, dicha en el informe era seguro que se obtuviera por la
editorial, y que el único motivo por el que ha dejado de ingresarla en su patrimonio ha
sido debido al incumplimiento, ya acreditado, de los autores.
En este aspecto es donde este Tribunal encuentra una quiebra del contenido del
informe presentado por la parte actora. Y ello porque, como se ha dicho, el perito ha
tomado en consideración, de modo libérrimo en definitiva (porque ha sido la propia
Jurisprudencia 345

editorial la que dispone de toda la documentación contable de todos los años de vin-
culación contractual con los demandados), los tres últimos ejercicios para hallar lo que
denomina «margen de contribución promedio». Margen que proyecta sobre los años de
vida pendientes de cada libro. Este método obvia un dato que se estima fundamental
por este Tribunal y que no es otro que la caída generalizada de ventas de los libros
editados que se había producido en los últimos años, y que es puesta de manifiesto por
la pericial acordada en el seno del procedimiento.
Efectivamente, este informe pone de manifiesto una disminución sufrida por las
ventas de libros de música de un 31,59% comparando el ejercicio 2002 con el ejercicio
2004. Ello responde a un menor esfuerzo por la editorial en los recursos dedicados a la
venta de ese tipo de libros, pues de otro modo no puede entenderse que, aumentando
los gastos comerciales generales, los gastos comerciales específicos de música sufrieran
una disminución del 50,06% en el periodo 2002-2004, con un incremento en el ejer-
cicio 2003, pero que se ve superado por la fuerte disminución del ejercicio 2004. Los
gastos de transporte también tuvieron una fuerte disminución. En conclusión, según el
informe, la editorial tuvo una disminución importante de las ventas de los libros de
música, de los gastos específicos de música y de los gastos de transporte en el periodo
comprendido entre el ejercicio 2002 y el 2004. Y, lo más importante, la secuencia es
claramente a la baja.
Es importante reseñar también que, según el informe pericial al que aludimos, y
como conclusión, los libros de música editados han tenido, durante los ejercicios 2002,
2003 y 2004, una difusión comercial inadecuada.
Esa difusión comercial inadecuada es claramente imputable a la editorial, y puede
verse influenciada por la situación financiera claramente deficitaria de la sociedad, refle-
jada con total nitidez en la conclusión contenida en el informe económico, confeccio-
nado al efecto de un expediente de extinción de empleo, por un economista auditor,
fechado el 18 de diciembre del 2003, folio 328 del procedimiento, en el que se dice
que «la falta de pedidos de ediciones y el consecuente descenso de la facturación, unido
a un elevado importe de los gastos de personal y del resto de gastos, ha provocado la
escasez de liquidez en la empresa, y la generación de pérdidas, lo que obliga a reorientar
la empresa hacia la producción de aquéllas líneas editoriales que tradicionalmente han
generado beneficios, y dejar de lado las ediciones de menos éxito, con la consecuente
reducción de la producción, y en acorde del resto de gastos relacionados con la misma,
resultando necesaria una reducción importante de la plantilla con la finalidad de superar
la negativa situación económica que atraviesa». En dicho informe se pone de manifiesto
una deficitaria situación financiera de la empresa, que podría abocar a una situación de
suspensión de pagos.
Pues bien, con estos antecedentes, este Tribunal no considera debidamente acredi-
tado, por las razones expuestas, que la sociedad haya dejado de ingresar en su patrimonio
la cantidad que pretende como lucro cesante, pues el cálculo se basa en un promedio
que no tiene en cuenta la situación financiera de la sociedad ni la tendencia, claramente
a la baja, que la editorial ha tenido en dedicar esfuerzos a la venta de libros de música y
que se ha reflejado en una disminución anual importante en los ingresos por ventas.
346 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Asumir, desde esta perspectiva, el informe de la parte demandante supondría indemnizar


por daños cuya cuantificación no se estima correctamente efectuada, por obviar datos
(sobre todo, descenso continuado de ventas como consecuencia de una incorrecta labor
de difusión comercial) que se estiman de extraordinaria importancia.
Ahora, bien, dicho lo anterior, tampoco puede negarse un dato objetivo: la editorial
demandante estaba, hasta el momento del incumplimiento de los demandados, reci-
biendo beneficios como consecuencia de la venta, considerada en su conjunto, de los
libros editados; beneficios que, aún con la propia dinámica de descenso de ventas que
se ha puesto de manifiesto, se seguirían produciendo.
Este lucro cesante sí que estima este Tribunal que habrá de ser indemnizado. Las
bases de la indemnización, e importes procedentes, se expondrán en el siguiente fun-
damento de derecho.
QUINTO.-
La indemnización por lucro cesante se referirá, por separado, a cada uno de los libros
objeto de los diferentes contratos de edición. La parte demandante así lo ha solicitado,
reseñándose en el anexo II del Informe Pericial acompañado a la demanda.
El número de referencia identifica al contrato, según el Anexo 1 del Informe pericial
judicial (folios 850 y ss.).
Se tomará, como punto de partida, el margen de contribución del año 2004, según
el referido anexo del informe pericial presentado con la demanda.
Los Años remanentes, es decir, «de vida» de los libros de no mediar el incumpli-
miento, se contarán no desde el 31 de diciembre del 2004, como pretende la parte
demandante, a la vista del informe acompañado como documento número 103 de la
demanda, sino desde el 31 de diciembre del 2005, pues, de un lado, en el primer párrafo
del folio 10 del procedimiento se dice que «...se solicitará que la fecha efectiva de reso-
lución de los contratos sea la de presentación de la demanda, esto es, enero de 2006»,
y, de otro, y tal como se puso de manifiesto por la letrada de los demandados en el acto
del juicio al interrogar al perito de la demandante, y resulta igualmente de la documental
acompañada a la demanda como documentos número 99 y 100, la Editorial efectuó
liquidaciones de derechos de autor de los demandados por el ejercicio 2005, en que se
siguieron produciendo ventas, con lo cual es obvio que en ese ejercicio no pudo existir
lucro cesante. Por tanto, se minorará un año remanente, de cada contrato, de los expre-
sados en el informe de la parte demandante.
Sobre la cuantía que constituye el punto de partida se aplicará, por cada año rema-
nente (de vigencia del contrato) la variación de ventas 03/04, del informe pericial judi-
cial, folios 850 y ss. Al aplicar esta variación de ventas entre esos dos ejercicios, se ha
obtenido por el perito un tanto por ciento de disminución, o aumento, de las ventas,
que será el que se proyecte, de modo anual, sobre los años que quedarían «de vida» al
contrato. Ahora bien, como se ha dicho, en el ejercicio 2005 sí se produjeron ventas,
con lo que el hipotético lucro cesante que resultaría de aplicar ese porcentaje al «primer
año» no se tendrá en cuenta, comenzándose el cómputo a partir del segundo año, para
lo que se aplicará el porcentaje sobre la cifra de ese primer año. Lógicamente, los libros
Jurisprudencia 347

que, según dicho informe, tenían un año de vida remanente, no «producirán» lucro
cesante alguno.
En todo caso, y con relación a los libros cuya variación de ventas en ese periodo fue
positiva, se ha tenido en cuenta, como tope indemnizatorio por lucro cesante, la can-
tidad solicitada por la parte demandante.
En el caso de libros vendidos por primera vez en el ejercicio 2004, en que no se ha
podido establecer por tanto esa variación de ventas, se aplicará el porcentaje de dismi-
nución del 15,795%, que es el resultado de dividir entre dos el porcentaje total de
disminución de ventas de libros de música, establecido en el informe pericial judicial
(folio 842).
(…)
TOTAL..................................................................................289.128,86 €.
Se determinará el lucro cesante de que deba responder cada uno de los codeman-
dados, según sus derechos de autor contractuales, y de conformidad con el porcentaje
que resulta de la proporción expuesta en el párrafo segundo (folio 103) del informe
pericial acompañado a la demanda; de modo que al Sr. Inocencio le corresponden
115.651,54 € y a la Sra. Marí Luz, 173.477.

STS de 31 de mayo de 2007, rec. 2054/2000

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SEGUNDO
Aunque en este litigio se había pedido la nulidad de los acuerdos tomados en dos
Juntas generales extraordinarias de la sociedad LOGAMAR, SA, los motivos del recurso
de casación se refieren únicamente al valor que debe atribuirse a un peritaje pedido por
los actores como medio de prueba, referido a diversos extremos discutidos en el pro-
cedimiento y con relación a las propias auditorías presentadas en las Juntas impugnadas;
la parte demandada solicitó la ampliación de la pericia a otros extremos. El Juzgado de
1.ª Instancia e Instrucción n. o 1 de Molina de Segura aceptó la práctica de esta prueba
mediante auto de 19 junio 1996 y no quedando tiempo material para su práctica, se
acordó, en su caso, para mejor proveer. Las partes propusieron los nombres de tres
peritos cada una y al no haber acuerdo sobre la designación del perito, se procedió a la
nominación del mismo por insaculación, recayendo la misma en D. Antonio Ayuso
Gómez, quien procedió a realizar el informe pericial, según consta en los autos, con las
conclusiones que allí constan. Una vez entregado el informe pericial, se efectuó una
comparecencia, en la que las partes discutieron ampliamente con el Perito, planteando
cuestiones sobre todos los puntos y conclusiones de la pericia. La demandada formuló
alegaciones respecto al alcance e importancia de la prueba pericial, en cuyo trámite
entendió que era nula y que le producía indefensión. Ciertamente, en la sentencia del
Juzgado de 1.ª Instancia e Instrucción de Molina de Segura, se dice que el informe de
los auditores presentados por la sociedad debe prevalecer sobre la prueba pericial, porque
la imparcialidad de los expertos no ha sido puesta en tela de juicio, mientras que se ha
348 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

dudado de la del perito; esta opinión no se mantiene en la sentencia de la Audiencia de


Murcia, ahora recurrida, en la que se afirma que se han tenido en cuenta todas las pruebas
aportadas, que no hay motivo alguno para dudar de la objetividad del perito y que de
todos los documentos obrantes en los autos «se infiere que, efectivamente, las cuentas
anuales presentadas por los Administradores no reflejan la situación económica y finan-
ciera de la mercantil[...]». Hay que tener en cuenta asimismo que según consta en la
diligencia de la vista en el recurso de apelación, la sociedad recurrente y en aquel
momento, apelante, se limitó a mantener su postura contra el fundamento cuarto de la
sentencia de 1.ª Instancia en relación con que «el auditor debe ser designado por el
Registro mercantil», aludiendo a una serie de incongruencias que se contenían en los
fundamentos 2.º y 3.º, pero no aludió a la problemática planteada por el informe del
perito judicial, obviamente, porque la sentencia de 1.ª Instancia le fue favorable en este
aspecto.
Examinados estos precedentes, debemos entrar a examinar el recurso de casación,
que hemos de considerar dividido en tres motivos: el primero y el segundo se formulan
al amparo del artículo 1692, 3.º LEcv y se denuncia en ellos, a) la infracción del artículo
613 LEcv entendiendo que el objeto del reconocimiento judicial eran exclusivamente
los libros contables de LOGAMAR, SA y los documentos que enumera la resolución
judicial que fija el alcance de la pericia, pero que ha utilizado documentos que no obra-
ban en autos ni en la contabilidad de la empresa; b) la infracción del artículo 632 LEcv,
en relación con las sentencias de 25 noviembre 1991 y 10 julio 1992, porque la valo-
ración de la prueba efectuada por la Audiencia contiene «valoraciones ilegales o irra-
cionales o ilógicas», porque se limita a «elevar a sentencia las conclusiones de la prueba
pericial» que no era imparcial. Estos dos motivos se van a examinar conjuntamente.
TERCERO
Hay que partir del resumen efectuado en el Fundamento anterior para contestar los
razonamientos de la recurrente. La discusión se centra en el valor de la prueba por haber
utilizado el perito documentos que no constaban en los autos y ello desemboca en una
cuestión fundamental cual es la de si se produce indefensión a la parte que ahora reclama.
El artículo 24.2 Constitución Española, que no ha sido alegado por la recurrente de
forma directa, aunque se refiere a la indefensión en el primero de los motivos de su
recurso, establece que todos tiene derecho «[...] a utilizar los medios pertinentes de
prueba para su defensa», de manera que se produce indefensión cuando se deniega de
forma ilegítima la práctica de una determinada prueba que sea esencial para el resultado
final del proceso, como ha reiterado la doctrina de esta Sala (sentencias de 10 junio 1991,
7 octubre 1999, 4 marzo 2004, 4 y 30 abril 2007, entre otras). Por tanto, lo que ahora
hemos de examinar es si se ha producido la indefensión que se alega por el hecho de
que el perito haya utilizado unos documentos nuevos, añadidos a los que según el Juez,
debían ser objeto de examen en la prueba pericial.
Respecto de esta última cuestión debe ponerse de relieve lo siguiente:
1.º- El dictamen pericial se encabeza con la siguiente expresión: «[...] una vez estu-
diados los documentos contenidos en la demanda y recabado de las partes toda
cuanta documentación pudieran aportar al respecto[...]».
Jurisprudencia 349

2.º- De lo anterior se deduce que el perito nombrado recabó la colaboración de


ambas partes contendientes y no se sabe cuáles fueron los documentos aportados
por la ahora recurrente, quien, sin embargo, no ha efectuado ninguna obser-
vación sobre esta cuestión. Pero además, resulta lógico que en el curso de la
realización del peritaje, el perito recabe información de ambas partes, para poder
formular las conclusiones adecuadas a su pericia, que no puede ser considerada
como un ejercicio tan aislado como pretende la recurrente, so pena de llegar a
conclusiones irreales o absurdas, desconectadas del propio objeto del dictamen.
3.º- La cuestión de la indefensión alegada por la ahora recurrente se refiere siempre
a la práctica de la prueba y no a su valoración, que como establecen los artículos
632 LEcv y ahora el 348 LEcv 2000, deben ser apreciadas por los tribunales con
arreglo a las normas de la sana crítica.
4.º- Además, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1693 Lecv, la infracción de
normas o garantías procesales que produzcan indefensión requiere que «se haya
pedido la subsanación de la falta o transgresión en la instancia en que se hubiere
cometido y que, de haberlo sido en la primera instancia, se reproduzca en la
segunda», cosa que no ha ocurrido en el presente litigio.
CUARTO
A todos los anteriores argumentos debe añadirse, además, que la sentencia recurrida
no tiene en cuenta exclusivamente el resultado de la prueba pericial acordada por el Juez
de 1.ª Instancia, sino que, según se ha trascrito ya en el Fundamento segundo de esta
sentencia, valora en su conjunto la prueba relativa al examen de las cuentas de la socie-
dad, de manera que las propias salvedades introducidas por los Auditores contratados
por la sociedad, combinadas con las conclusiones del dictamen pericial, le permiten
llegar a los resultados que ahora impugna la recurrente, no tanto por los defectos formales
que pudieran existir, sino porque la valoración efectuada por la Sala de instancia no
resulta conveniente para sus intereses, lo que se demuestra claramente en el momento
en que no puso de relieve este defecto formal en la segunda instancia, actuando ella
misma como apelante (sentencia de 29 marzo 2006, entre otras).
Además, debe también considerarse que la hipotética estimación del recurso en este
punto en nada favorecería los intereses de la recurrente, ya que de estimarse los dos
primeros motivos del recurso, se deberían mandar reponer las actuaciones al estado y
momento en que se hubiera cometido la falta, lo que significa una nueva emisión de
dictamen, eliminando los documentos que se dicen de parte, lo que no parece ser tam-
poco el interés de la parte recurrente.
QUINTO
Respecto de la argumentación contenida en el motivo segundo sobre la violación
del artículo 632 LEcv en relación a la valoración de la prueba pericial, debe recordarse
ahora la doctrina de esta Sala que, en interpretación de lo dicho en el mencionado
artículo 632, ha venido manteniendo que «la apreciación de la prueba pericial corres-
ponde a los tribunales que ostenten funciones de instancia, sin que este Tribunal cuando
actúa en función de casación, [...] pueda cambiar la misma, salvo que se constate que la
valoración impugnada sea, total o parcialmente, arbitraria o palmariamente equivo-
350 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

cada[...]» (sentencia de 25 enero 2007, así como, entre muchas otras, las de 20 marzo
2007 y la de 17 noviembre 2006, con las sentencias allí citadas). Y lo mismo se dice en
las sentencias que se dicen infringidas, ya que la de 29 enero 1991 afirma que la prueba
pericial debe ser apreciada por el juzgador de acuerdo con las reglas de la sana crítica; la
de 25 noviembre 1991 dice que no se permite la impugnación casacional de la valoración
realizada a menos que la misma sea contraria, en sus conclusiones, a la racionalidad, y
la de 10 julio 1992 dice que al no estar establecidas las reglas de la sana crítica por ninguna
norma legal, «sólo cuando las conclusiones carezcan de lógica serán revisables en casa-
ción, pues este recurso no es instancia».
Por todas estas razones deben ser rechazados los motivos primero y segundo del
presente recurso de casación. En base al artículo 1692, 3.º LECiv .
SEXTO
Al amparo del artículo 1692, 4.º LEcv, se denuncia en este tercer motivo la utili-
zación de documentos extrajudiciales, concretamente, fotocopias, que la parte recu-
rrente no tuvo la oportunidad de conocer ni de someterlos a contradicción con todas
las garantías procesales. Esta cuestión ha sido ya en parte respondida en los anteriores
Fundamentos de derecho. Resta ahora por añadir que la denuncia efectuada en este
nuevo motivo afectaría solamente al primero de los puntos del informe pericial, relativo
a la propiedad de un vehículo marca Mercedes, fotocopia que aparece aportada como
anexo al dictamen y que consta en los autos, de modo que fue el documento en cuestión
conocido por la parte recurrente y discutido ampliamente en la comparecencia del
perito. Ello excluye claramente la indefensión alegada, por lo que debe también recha-
zarse este tercer motivo del recurso.

SAP Madrid de 16 de mayo de 2007, rec. 30/2006

DÉCIMO.- La actora ha probado la clientela adquirida como distribuidora, y, ade-


más, en exclusiva, así debe inferirse del resultado de la prueba testifical y documental,
en gran parte emitida por la propia apelante, entendiendo, desde luego, la exclusividad
referida a la actividad de distribución del producto, concedida a la demandante para la
Comunidad Valenciana, y por la que se ha establecido un parque de maquinaria que
supera las trescientas unidades, cuando era inapreciable el número inicial conseguido
por el anterior concesionario.
Otra cosa es que el resarcimiento por este concepto deba adaptarse íntegramente a
las conclusiones periciales, cuando la jurisprudencia deniega con firmeza la indemniza-
ción por clientela en la resolución del contrato de distribución, y admite solo el resar-
cimiento del daño debido a la falta de preaviso y no el que deriva de la resolución misma;
porque si no son aplicables ni por analogía los arts. 28 y 30 de la LCA y solo cabe atender
a lo dispuesto en el art. 1124 CC, la indemnización por clientela, que es un efecto
dañoso propio de la resolución y no de la falta de preaviso, queda absorbido por el
resarcimiento de los daños y perjuicios causados por ésta, que es un concepto resarcible
distinto.
Jurisprudencia 351

UNDÉCIMO.- A la improcedencia de la condena por lucro cesante y por otros


conceptos indemnizatorios, están referidas las alegaciones Cuarta y Quinta del recurso,
siendo su premisa que, fue la propia demandante quien resolvió el contrato sin causa
alguna para ello y la cuantía de la indemnización es desorbitada y desproporcionada, y
sin fundamento.
Aduce la apelante en su desarrollo, que el cálculo de lucro cesante debe hacerse con
extremada cautela, como la jurisprudencia ha repetido hasta la saciedad, y la prueba
aportada para acreditarlo debe valorarse con el máximo rigor, debiéndose tener en
cuenta, en este caso, que las demandantes han seguido desarrollando sus actividades
obteniendo beneficios, y que la cuantificación pericial del lucro cesante de cada ejercicio
es desproporcionadamente alta, y extrapolar a futuro los ingresos anteriores no es una
técnica admisible para su cálculo, pues no acredita ni el hecho mismo de que la actividad
se hubiera desarrollado, ni tampoco el volumen de la actividad que se hubiera producido
en su caso; pero es la base del dictamen pericial que se acoge en la sentencia apelada,
cuando es arbitrario e injusto hacer el cálculo sobre la base de tres años, que carece de
toda explicación, y no se debe olvidar que las demandantes distribuían productos de
otras marcas, mientras que la de la apelante representaba sólo el 55 o el 60% de su
actividad total; por lo que ni es procedente la indemnización por liquidación de exis-
tencias, ni por los despidos producidos, como tampoco por las inversiones pendientes
amortizar, ya que las actores permanecen en la explotación de su negocio.
DUODÉCIMO.- Conviene precisar que, para la determinación del resarcimiento,
en la sentencia recurrida se acogen las conclusiones periciales que se aportaron al juicio
a instancias de la parte actora (fs. 109 y sigs. y 994 y sigs.), sin que, por su parte, la
demandada instara informe técnico alguno, en una materia que exige la más alta cuali-
ficación, y que, ineludiblemente, lo exige por su propia naturaleza. Por lo tanto, no
cabe objeción alguna a la valoración del resultado de la que se aporta, y que, conforme
a lo dispuesto el art. 348 de la LEC, en la sentencia apelada se aprecia según las reglas
de la sana crítica; y, desde luego, las ponderadas y contundentes conclusiones de los
informes periciales no se desvirtúan con las simples alegaciones, de base simplemente
crítica antes que técnica, expuestas en el recurso contra su resultado.
Es verdaderamente sorprendente que una relación negocial de la extremada com-
plejidad y envergadura económica, como la que es objeto del litigio, haya sido simple-
mente verbal, y que, cuando no sólo son necesarios sino imprescindibles conocimientos
científicos, técnicos y prácticos para valorar su contenido, las circunstancias relevantes
de su desarrollo, y las consecuencias directamente vinculadas con lo pactado, la parte
apelante, no obstante tener conocimiento de los resultados hallados por la contraria, sin
aportar otro informe que menoscabara el efecto rotundamente demostrativo de aquellos,
pretenda objetarlos con lo que no pasa de ser una simple crítica al método y a los datos
que se valoran.
No hay, por tanto, error alguno en la valoración de la prueba que se practica en el
juicio, especialmente de la pericial, aunque será procedente modificar su apreciación,
y, por ello, en este sentido las alegaciones Cuarta y Quinta del recurso son rechazables.
352 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

DÉCIMO TERCERO.- Como enseña la STS de 16 diciembre 2003, la prueba


pericial es de libre apreciación por el Juzgado de instancia, según las reglas de la sana
crítica. Y, como indican las STS de 8 de julio de 2002 y de 27 de febrero de 1993, la
jurisprudencia admite la posibilidad de que el Juzgador prescinda de un informe pericial,
cuando no lo considere adecuado para resolver la cuestión litigiosa, y el elenco proba-
torio obrante en autos le brinde medios para alcanzar dicha resolución.
Con observancia de estas directrices, estimando acreditado que la resolución uni-
lateral del contrato estuvo justificada por la alteración sustancial de su contenido jurídico,
que, sin una anticipación razonable y comunicándola menos de un mes antes de ponerla
en práctica, decidió imponer por su sola voluntad la demandada ahora apelante, queda
demostrado que de ello derivó para las actoras un quebranto económico, que se debe
cuantificar, no como efecto de la resolución misma, sino en exclusiva relación con la
falta de preaviso.
Como consecuencia, la indemnización por lucro cesante, que, como se anticipaba,
incluye la pretendida indemnización por clientela, para la distribuidora de maquinaria,
sólo puede ser equivalente a lo que pericialmente se informa como «margen de contri-
bución media anual» que asciende a la cantidad de 185.956,55 Euros, sin que proceda
multiplicarla por tres, ya que, racionalmente y atendiendo a los principios que inspiran
dispuesto en cuanto a plazos para el contrato de agencia (arts. 25 y 28), no cabe extender
a más de una anualidad el efecto de la falta de preaviso, para la recuperación del volumen
de negocio perdido y para el posible aprovechamiento de la clientela. Con iguales pre-
misas, para la empresa de repuestos la cantidad no puede ser superior a 149.685, 85
Euros. En cambio, no es admisible el resarcimiento por el inmovilizado material pen-
diente de amortizar, pues, en principio, ninguna vinculación tiene con la falta de
preaviso ni se ha demostrado que se acometiera por su carencia; como tampoco es
admisible resarcimiento por existencias, ni por gastos de personal, las primeras porque
no se demuestra obstáculo alguno para su comercialización por las actoras, ni hay prueba
de que, no obstante la falta de preaviso, se hubieran dejado de adquirir; en cuanto los
gastos de personal, su exclusión viene determinada atendiendo al único concepto resar-
cible que se admite, ya que, con toda evidencia, tales gastos son derivados de la reso-
lución del contrato, pero estas consecuencias dañosas no son admisibles en el contrato
de distribución, cuando el empresario pudo y debió ponderar la precariedad de su posi-
ción negocial, antes de contratar a sus empleados.
Como consecuencia, con admisión parcial del recurso, procede la revocación tam-
bién parcial de la sentencia, en la que las indemnizaciones en ella establecidas, se redu-
cirán a las cantidades anteriormente expuestas.
Jurisprudencia 353

STS de 31 de enero de 2007, rec. 937/2000

FUNDAMENTOS DE DERECHO
NOVENO
La valoración de la prueba pericial sólo es susceptible de ser revisada en casación en
supuestos excepcionales en los que se demuestre que conduce a consecuencias incom-
patibles con respecto al derecho a la tutela judicial efectiva por implicar inferencias
contrarias al Ordenamiento jurídico o, en el terreno de los hechos, incluir elementos
de manifiesta arbitrariedad o falta de lógica (SSTS, entre las más recientes, de 23 de mayo
de 2006, 18 de mayo de 2006, 15 de junio de 2006 y 21 de junio de 2006).
Los documentos privados deben ser valorados para inferir la fuerza probatoria que
puede resultar de su contenido en relación con los demás medios probatorios obrantes
en el proceso (SSTS 27 de octubre de 2004 y 15 de noviembre de 2006, entre otras
muchas).
DÉCIMO
En el caso examinado se advierte cómo la sentencia impugnada no se limita a deducir
de la prueba pericial sobre la contabilidad de la parte demandante la existencia de la
deuda, sino que combina las conclusiones que se infieren del dictamen del perito
—cuyo crédito valora en relación con las declaraciones tributarias de la propia actora, el
plazo dilatado a través del cual se han confeccionado los documentos contables, y las
manifestaciones del interventor judicial en el proceso de suspensión de pagos—, con las
facturas presentadas por la parte demandante, con la prueba acerca de la existencia de
un contrato de suministro entre las partes, con la prueba testifical acerca de los transportes
realizados, y con la existencia de un reconocimiento de deuda inicialmente alegado por
la parte demandada, pero posteriormente adverado por un perito calígrafo, entre otros
extremos.
Resulta, pues, que ha existido una apreciación de un conjunto diverso de medios
probatorios, que impide afirmar que la valoración de los hechos se haya efectuado fun-
dándose únicamente en la contabilidad de la recurrente y, por ende, no puede afirmarse
que la sentencia haya incurrido en una vulneración de las reglas de la sana crítica ni
tampoco de los preceptos acerca del valor de los documentos privados y, particular-
mente, los libros de los comerciantes.

STS de 12 de julio de 2002, rec. 314/1997

FUNDAMENTOS DE DERECHO
CUARTO
El motivo tercero se funda en infracción del «Art. 108 de la Ley de SA de 1951, en
relación con la Disposición Transitoria Nueve del vigente texto legal y 203 del Tr. de
la LSA en relación con el 6.3 del CC y de la doctrina legal contenida en las sentencias
de 14 de Mayo de 1985 y 21 de Diciembre de 1992».
354 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Según la parte recurrente, la Junta de 28 de enero de 1994 aprobó las cuentas de los
ejercicios 88 a 92 cuando las cuentas anteriores se encontraban impugnadas, «por lo que
difícilmente existe la necesaria continuidad y coherencia», habiéndose presentado las
correspondientes a los ejercicios 1988 a 1990, sujetas a la LSA de 1951, sin la corres-
pondiente censura de cuentas, omisión que no puede subsanarse, como hace la sentencia
recurrida, mediante un informe pericial contable practicado en otro procedimiento y
que revisó cuentas que por entonces no estaban formuladas por los administradores; a
lo que se añade que las cuentas aprobadas por la Junta de 1994 fueron preparadas y
formuladas en menos de un mes a finales de 1993, que por lo tanto un informe elaborado
a principios de ese año no podía auditar unas cuentas entonces inexistentes y, en fin,
que la sentencia recurrida «ha confundido lo que es una censura o auditoría de cuentas
con lo que es un informe pericial sobre la contabilidad de la Sociedad».
Ciertamente la jurisprudencia de esta Sala sobre el art. 108 LSA de 1951 se carac-
terizaba por su rigor en cuanto al requisito de la censura de cuentas, siendo exponentes
de ese rigor, por ejemplo, las sentencias de 4 de abril y 31 de octubre de 1984. Pero tal
rigor no dejaba de tener sus excepciones en los casos de inexistencia de dualidad de
administradores y accionistas, caso frecuente en las sociedades anónimas sin accionariado
múltiple o con capital modesto, cuya administración fuera desempeñada por todos los
accionistas, o bien cuando por el reducido número de socios no era factible la designa-
ción como censores de dos accionistas que no fueran administradores (SSTS 4-3-85 y
5-7-86, ésta con cita de las de 31-5-57, 7-2-67 y 30-1-74). Es más, también estaba muy
presente en la jurisprudencia sobre dicho precepto la consideración del interés real que
los accionistas minoritarios hubieran mostrado por la censura de cuentas. Así, la sentencia
de 25 de enero de 1968 interpretó el abandono de los socios minoritarios como renuncia
o decaimiento de su derecho cuando el tercer censor fue nombrado por dos miembros
de la minoría extemporáneamente, sin haberse hecho el nombramiento regular de dos
propietarios y dos suplentes en la junta general; la de 16 de diciembre de 1971 hizo
recaer sobre la minoría disidente que nombró al censor jurado las consecuencias de la
pasividad de éste al no haberse presentado a examinar las cuentas ni rendir informe
alguno; y la de 21 de diciembre de 1992 rechazó la nulidad del acuerdo impugnado por
haberse probado que no había mediado actitud opositora ni obstruccionista de la socie-
dad sino constatada pasividad del actor-recurrente. En esta misma línea, especial rele-
vancia tiene la sentencia de 20 de mayo de 1986, que ante un caso de pasividad de un
accionista minoritario en el nombramiento de censor jurado y «exceso de celo» de la
sociedad al nombrar suplentes a dos censores jurados, rechazó la nulidad de los acuerdos
destacando el principio general de que «los derechos deben ejercitarse conforme a las
exigencias de la buena fe (art. 7 del Código Civil), y el derecho de información —como
ya tuvo ocasión de declarar esta Sala en sentencia de 26 de diciembre de 1969— no
puede servir de medio para obstruir y obstaculizar la actividad social».
Pues bien, aunque el caso examinado no coincida en sus datos de hecho con los
resueltos por las sentencias anteriormente reseñadas, sí hay que concluir que la excep-
cionalidad de la situación se daba en grado sumo y, desde luego, con alcance mucho
Jurisprudencia 355

mayor que el de la imposibilidad material de nombramiento de los censores. Prueba de


ello son las siguientes circunstancias a valorar en conjunto:
A) A consecuencia de las actuaciones penales y civiles promovidas anteriormente
por el mismo grupo minoritario de accionistas hoy recurrentes, la sociedad
demandada había sido objeto de un exhaustivo análisis contable desde su misma
fundación, apareciendo comprendidos los ejercicios 1988/89 y 1989/90 en el
informe pericial de un auditor independiente presentado en el anterior proceso
de impugnación de acuerdos sociales, informe perfectamente conocido por los
hoy recurrentes y al que se ajustaron las cuentas presentadas para su aprobación
en la Junta de 1994.
B) Los hoy recurrentes, pese a ser quienes promovieron la aprobación de las cuentas
como requisito necesario para votar sobre la ampliación de capital, ninguna
actividad desplegaron en orden al regular nombramiento de dos censores accio-
nistas por la junta general ni al eventual nombramiento por la minoría de otro
efectivo y su suplente que pertenecieran al Instituto de Censores Jurados de
Cuentas.
C) La propia situación de inconciliable enfrentamiento del sector minoritario con
el mayoritario, expresivamente descrito en las resoluciones judiciales penales
que, obrantes en autos, dejan malparado al primero, hacía difícilmente realizable
el nombramiento regular de los censores de cuentas conforme al art. 108 LSA
de 1951.
D) Los hechos probados según la sentencia recurrida son rotundos en orden a que
todos los requerimientos de información de los hoy recurrentes fueron debida-
mente atendidos, algo que por demás corroboran los documentos notariales
unidos a las actuaciones.
E) Pese a estar exenta la sociedad de someter sus cuentas de los ejercicios posteriores
a la verificación de un auditor, dos de los hoy recurrentes interesaron del Regis-
trador Mercantil, al amparo del art. 205.2 LSA-TR 1989, el nombramiento de
un auditor para que revisara las cuentas anuales correspondientes al ejercicio de
1993, pero esa solicitud, de fecha 14 de enero de 1994, no se presentó en el
Registro hasta el siguiente día 19, es decir tan sólo nueve días antes del señalado
para la Junta, de modo que inevitablemente el nombramiento de auditor iba a
producirse después, como efectivamente así sucedió el 10 de febrero de 1994,
esto es trece días después de celebrada la Junta (folios 497 a 501 de los autos).
Así las cosas, en modo alguno cabe apreciar la infracción denunciada en el motivo,
porque la sentencia recurrida, al confirmar el criterio del juzgador del primer grado en
virtud de las mayores garantías que para los accionistas representaba el informe pericial
(«auditoría» dice la sentencia) obrante en el procedimiento civil anterior porque a la
postre suponía «un procedimiento más garantista y ajustado a la legalidad vigente», captó
muy atinadamente la esencia del derecho salvaguardado por el art. 108 LSA de 1951, el
de información a los accionistas, que por otra parte la sociedad siempre se mostró dis-
puesta a cumplir.
356 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Si a todo ello se une, en lo jurídico, que según el referido art. 108 el informe del
censor tenía unas limitaciones siempre recalcadas por la jurisprudencia de esta Sala (así,
SSTS 16-12-71 y 21-12-92), en tanto, como ya se ha dicho, las cuentas de la sociedad
demandada habían sido exhaustivamente revisadas desde su fundación por expertos
independientes en el seno de actuaciones judiciales, con todas las garantías que ello
comportaba para el sector minoritario; y en lo fáctico, que los hoy recurrentes nunca
mostraron el más mínimo interés real por la censura de las cuentas, reservándose su
omisión como una baza a jugar en la segunda junta en contra del grupo mayoritario,
forzoso será concluir que no procede apreciar la infracción denunciada, pues, como ya
declaró la sentencia de esta Sala de 25 de enero de 1968, en el proceso de impugnación
de acuerdos sociales se ventilan los intereses generales de la sociedad, no intereses par-
ticulares en contra de ésta, desprendiéndose de todo lo razonado hasta ahora, tanto al
tratar de este motivo tercero como de los dos anteriores, que el verdadero interés que
movía a los hoy recurrentes no era el de la regularidad de las cuentas sociales, sino
oponerse a todo trance al aumento del capital social.

STS 10 de junio de 2000, rec 2401/1995

FUNDAMENTOS DE DERECHO
TERCERO.— Se aporta infringido el artículo 611 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil (motivo tercero), para denunciar quebrantamiento de las formas esenciales del
juicio, alegando que el Banco de Santander SA interesó prueba pericial contable al
objeto de determinar el contenido y alcance de las relaciones bancarias mantenidas entre
los litigantes, con referencia expresa a asientos contables, listados, fichas y cualquier otra
documentación que se estimase precisa, obrante en dicha entidad bancaria. Se argumenta
que tal manera de proponer la prueba no se acomoda al precepto que exige que el objeto
de la pericial debe fijarse con precisión y claridad, y también por referirse a documen-
tación que no obraba en las actuaciones.
La prueba referida no cabe tacharla de imprecisa, obscura o vaga ya que su objeto
estaba bien expresado, el referir a documentación de indudable influencia en el pleito,
como exige el artículo 610 y no es obstáculo para su práctica que se proyecte a docu-
mentación que no figura incorporada al proceso y sí en las oficinas de la entidad; así
como que se ponga la misma a disposición del perito todos los documentos precisos
para que pueda emitir el informe de la manera más completa y detallada, en aras de la
objetividad que debe de presidirla.
Las partes recurrentes cumplieron con el artículo 612 de la Ley Procesal Civil, res-
pecto a aportar su opinión sobre la pertinencia de la prueba de referencia que el Juez
admitió, conforme autoriza el artículo 613, representando acto discrecional que precisa
ponderar el objeto y transcendencia de la pericial al proceso. Tratándose de prueba
admitida no cabe recurso alguno (arts. 567 y 614), lo que veda el acceso de la cuestión
a casación, al no generarse indefensión desde el momento que los recurrentes pudieron
Jurisprudencia 357

proponer la prueba pericial que tuvieran por conveniente sobre el mismo objeto de la
solicitada por la parte demandada.
El motivo se rechaza, y con mayores razones al reconocer los que recurren que la
documentación (soportes contables) fueron exhibidos en las propias oficinas del Banco
e incorporados al ramo de prueba por testimonio, por lo que no se trata de una prueba
practicada sobre un objeto oculto, ocultado y menos inexistente.
CUARTO.— En este motivo se dice cometido quebrantamiento formal, al amparo
del número 3.º del artículo 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, por haberse infrin-
gido su precepto 613, en cuanto dispone que el Juez designará para la práctica del reco-
nocimiento pericial uno o tres peritos, no autorizando el artículo a designar dos (número
par).
En el caso de autos se nombró un perito para cada ramo de prueba, con lo que el
artículo ha quedado cumplido, al tratarse de dictámenes independientes. Los recurrentes
parecen entender mal la prueba pericial, como si se tratase prueba blindada que se
impone al Juez, y esto no es así, pues, como las demás pruebas, están sujetas, por mandato
del artículo procesal 632, a la libre apreciación y valoración de los juzgadores. Si se trata
de dictámenes plurales pueden atender a los mismos o a uno solo de ellos y prescindir
del otro, como seleccionar parcialmente los datos que se estimen pertinentes (S. de 27
diciembre 1.958), para someterlos al proceso razonador de una sana crítica, es decir leal
y objetiva en relación a lo debatido.
El motivo se desestima.

2. PENAL

SAP Barcelona de 28 de mayo de 2014, rec. 100/2012

SEGUNDO.
(…)
— Del Dictamen pericial emitido por la Inspectora de Hacienda del Estado no
NUM012 obrante a los folios 1376 y ss. de las actuaciones y, que, una vez corregido,
fue ratificado y aclarado en juicio, unido a las declaraciones de los hnos. David Romeo,
Herminio Eulogio, Juliana Beatriz y el Sr. Celso Heraclio y esposo de éste última), se
acredita que con fecha valor 20.12.06 se detectan reintegros en metálico, previa emisión
de cheque o talón, y cuyo destino final se desconoce, por importe total de 470.000
euros.
El propio David Romeo declaró ser titular de un «holding» de empresas formado
por «OLIVIA HOTELS, SA», «CLIMA VA, SL» y «ELECTROCLIMAVA, SL», de
las cuales él ostenta el 80% de las participaciones, su esposa el 10%, y sus hermanos,
Juliana Beatriz y Herminio Eulogio, el 5% cada uno. Él es Administrador de todas ellas.
El contable es Don. Celso Heraclio, esposo de Juliana Beatriz, es decir, su cuñado.
Juliana Beatriz es apoderada de todas las empresas del grupo y tiene firma en las c/
corrientes de todas ellas.
358 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Igual que en el apartado 7, la perito examinó los Libros de contabilidad y el Plan de


cuentas de las tres empresas y sus cuentas bancarias, así como la información suministrada
por las distintas administraciones financieras a la Administración Tributaría en virtud del
art. 15 del RD. 338/1990, de 9 de Marzo, cercanas al 20.12.06 en que se firmó el
contrato privado de transmisión de terrenos entre la Fundació y OLIVIA (referido en
el punto 6) y objetiva que, en dicha fecha 20.12.08 y en el día siguiente, de las cuentas
de «CLIMAVA» se efectúa el pago, sin abono en cuenta, de 5 cheques por importe total
de 470.000 euros (15.000, 20.000, 60.000, 175.000 y 200.000, folio 1378), cheques
cobrados por Herminio Eulogio, Juliana Beatriz, David Romeo y Juliana Beatriz, res-
pectivamente. El cheque por importe de 60.000 euros se ignora quién lo cobró porque
la entidad crediticia correspondiente no informó de dicha operación.
TERCERO
(…)
De la lectura de este genérico redactado y las escasas complementaciones que se
hacen en esos apartados 8 y 11, este Tribunal considera que «peca» de una insuficiente
motivación en lo relativo a la justificación de la necesidad, oportunidad y conveniencia
de la modificación propuesta coincidiendo con la pericial denominada Auditoria,
obrante a los folios 899 y ss. y emitida por los peritos Sres. Carlos Aníbal, Emiliano
Bernardino y Eulalio Jon, previa designa, respectivamente, del Colegio de Secretarios,
Interventores y Tesoreros de la Administración Local de Catalunya, Colegio de Abo-
gados de Barcelona y Colegio de Arquitectos de Catalunya, a requerimiento de la
Comisión Municipal no permanente del Ayuntamiento de Barcelona.
(Si bien, en este aspecto este Dictamen no es coincidente con el emitido por el
perito Sr. Valentín Ginés, diplomado universitario en arquitectura legal y forense (folios
1654 y ss.)y por el perito Sr. Hilario Daniel, catedrático de arquitectura legal (folios
1743 y ss.), le damos mayor relevancia puesto que su contenido guarda estrecha relación
con los hechos objeto de enjuiciamiento y supone una opinión interdisciplinar, mientras
que quienes emiten los dos anteriores son, esencialmente, técnicos y, por ellos sus
informes son eminentemente técnicos sin que analicen la modificación en relación a los
hechos probados que las acusaciones califican de delito de prevaricación (también es
verdad que no fue éste el encargo que recibieron por el comitente, Ya se ha dicho en
el fundamento Previo l de cuestiones previas que son Dictámenes periciales de parte y,
por ello, su objeto no fue determinado por la Juez instructora). El dictamen de Valentín
Ginés, sobre el asunto que nos ocupa, sólo dice; «en la memoria no se insiste mucho
más de forma explícita en ese objetivo («construir un hotel junto al Palau que pueda
mejorar la calidad de sus prestaciones») pero resulta evidente esa finalidad». Discrepamos
de dicha opinión porque esa finalidad ha de ser expresa en la memoria y no entendida
por deducción, dado que esa «evidencia» lo es para este perito pero puede no serlo para
otros y, desde luego, no lo es los peritos emisores del Dictamen nominado «Auditoria»
con cuyas consideraciones coincide este Tribunal. El dictamen de Hilario Daniel no
aplica el art. 94.1 LUCat en su redacción vigente a la fecha de los hechos (no incluye
la modificación hecha por Decreto ley 1/2007, de 16 de octubre, de medidas urgentes
en materia urbanística que es esencial para la materia enjuiciada) y analiza el interés
Jurisprudencia 359

público desde perspectivas distintas a la que es objeto de acusación. Se refiere a dota-


ciones públicas, cesiones de suelo y aprovechamiento que son propias de la fase de
gestión y no de planeamiento pero no estudia ésta fase (donde se centra la acusación) y,
por ende, no estudia la sí en la memoria se justifica la construcción de un hotel al servicio
del Palau, que es lo esencial. Simplemente lo da por hecho. Por lo demás, la pericial
económica obrante a los folios 1588 y ss., no se tiene en cuenta porque versa sobre «el
análisis económico sobre el reparto de beneficios y cargas» que corresponde a la fase de
gestión y, dentro de ésta a la reparcelación, de ahí que estos dos peritos consideran que
su Dictamen es provisional porque ese reparto se hace en la fase de gestión (a la que, en
nuestro caso, nunca se llegó). En cualquier caso, no guarda relación con los hechos
probados que las acusaciones califican de delito de prevaricación. Lo mismo cabe decir
del Dictamen emitido por el perito Valentín Ginés en su parte de «consecuencias eco-
nómicas de la modificación del PGM» (folio 1672 y ss. de su Dictamen), con la añadidura
de que él declara que no analizó los dos Convenios que son la causa de la modificación).
Centrándonos, pues, en la pericial denominada «Auditoria», la misma analiza esta
cuestión a los folios 908 a 911 de su Dictamen (apartados 3.4.1 y 3.4.2). Enuncia que
la motivación (la Memoria) debe de concretar los hechos determinantes de la decisión
y la adecuación de esta decisión con la realidad mediante una conexión y coherencia
lógica y con criterios de racionalidad y comienza exponiendo que de un examen dete-
nido del contenido de la Memoria, se observa, respecto de alguno de sus apartados,
cumplimientos de la norma que sólo lo son en apariencia por falta de contenido sus-
tantivo y desviaciones en la interpretación de la normativa aplicable.
(…)

STS de 21 de febrero de 2014, rec. 1265/2013

FUNDAMENTOS DE DERECHO
TERCERO
El art. 849.2.º LECrim sirve de plataforma al tercero de los motivos. Se blande un
informe pericial, que se quiere contraponer a otro, así como la voluminosa documen-
tación en que se basan. Se desarrolla un meritorio discurso, denso y complejo, tratando
de desentrañar y comparar uno y otro dictamen (y en especial la atípica «ampliación»
del segundo) para descalificar el que era desfavorable a la defensa en el que la Audiencia
se funda para la condena.
No hay una pericial exclusiva o varias concordes, único caso en el que sería viable
este cauce casacional. Se enfrentan dos informes periciales. No es función de un Tribunal
de casación prestarse a reexaminar ambas periciales, divergentes, para confirmar o revo-
car la estimación del Tribunal de instancia. Ésta se presenta revestida de razonamientos.
En verdad no basta como aduce el recurrente con tachar apriorísticamente de parcial a
uno e imparcial al otro. Pero en todo caso, no cabe un replanteamiento global en la
medida en que la decisión de la Audiencia dista de ser arbitraria o irrazonada. El sentido
del art. 849.2.º es muy diferente al que pretende otorgarle el recurrente.
360 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Veamos.
Se efectuó en la fase de instrucción una prueba pericial después de recabar la docu-
mentación necesaria. El perito compareció al acto del juicio oral. Al comienzo de tal
acto la defensa aportó otra prueba pericial que no es definitiva en cuanto a sus conclu-
siones: no contradice los hechos probados. Tan solo estima que con la documentación
examinada no se puede llegar de forma concluyente a las aseveraciones que se vierten
en la otra pericial oficial. Ambos peritos depusieron largamente en el juicio sometién-
dose a las preguntas de las partes. El perito que suscribió el informe en que se basa la
Audiencia se manifestó con rotundidad. Pudo explicar por qué eran rechazables las
objeciones que planteaba la otra perito.
En un motivo canalizado a través del art. 849.2.º no cabe el tipo de debate que
introduce el recurrente. Lo que hace a fin de cuentas es tratar de «colar» una ampliación
de la pericial a través de este motivo: traslada como motivación de su recurso lo que no
es más que un nuevo dictamen pericial ampliatorio de la defensa, efectuado tras la sen-
tencia; dictamen que, por otra parte, se ha aportado, también de forma improcedente,
junto con el recurso. No es la casación momento hábil para ampliaciones de periciales
camufladas de «alegaciones» del recurrente. Ciertamente como dice el recurrente en su
escrito de contestación a la impugnación del Fiscal, hay temas que exigen periciales
porque los juristas no estamos preparados para examinarlos al carecer de los conoci-
mientos precisos. Así sucede con la contabilidad. Pero las periciales son una prueba más
que ha de practicarse en el momento hábil del proceso. No puede prolongarse de esa
forma clandestina el debate pericial a la fase de la casación, sustrayendo la anómala
ampliación de la pericial a las garantías del plenario y a las posibles réplicas y puntuali-
zaciones del otro perito.
Ante estas apreciaciones se derrumba el fundamento del motivo.
SEXTO
Ahora bien, en el caso de las dilaciones indebidas es carga procesal del recurrente
nunca dispensable la de, al menos, señalar los períodos de paralización, justificar por qué
se consideran «indebidos» los retrasos y/o indicar en qué períodos se produjo una ralen-
tización no justificada. La desidia del recurrente no sería subsanable. No se puede obligar
al Tribunal de casación ante la novedosa alegación de «dilaciones indebidas» no invo-
cadas en la instancia a zambullirse en la causa para buscar esos supuestos e hipotéticos
periodos de paralización, supliendo la omisión de la parte.
Esa es la segunda de las objeciones que esgrime con toda razón el Ministerio Fiscal
para oponerse a la pretensión del recurrente. El recurrente ha «recogido el guante»
lanzado y en el escrito de contestación a la impugnación se entretiene ya en detallar,
aunque sin toda la minuciosidad que cabía, la secuencia cronológica de la causa iden-
tificando los periodos de paralización y retrasos más significativos. El recurrente ha
cubierto, por tanto, esta exigencia, aunque lo ha hecho en el último instante, si es que
no es ya tardío (nótese que no hay trámite para que el Fiscal replique). Ha sucedido algo
semejante varias veces a lo largo de este procedimiento (la prueba pericial se aportó al
inicio del juicio en el último momento hábil para proponer pruebas; la documental, ya
Jurisprudencia 361

precluido el trámite de proposición de pruebas; la ampliación de la pericial, en casación;


la atenuante se alega por primera vez también en fase de recurso...).
La desmesurada prolongación del proceso que salta a la vista sin necesidad de mayo-
res detalles, ni de detenerse en examinar la causa (basta ver las fechas que aparecen en
la sentencia); así como el hecho de que la Acusación Particular no haya hecho cuestión
en casación de este tema, llegando a manifestar que abandona la decisión a esta Sala sin
preocuparse de rebatir el fondo de la petición del impugnante, invitan a no extremar el
rigor que exigiría una estricta técnica casacional y a considerar eludibles las objeciones
explicadas y satisfechas las condiciones mínimas indispensables para abordar el fondo del
motivo.
SÉPTIMO
La atenuante de dilaciones indebidas durante muchos años ha tenido que ampararse
en la analogía del anterior art. 21.6.º CP . A partir de diciembre de 2010 contamos con
una tipificación expresa. El actual número 6 del artículo 21, dentro del catálogo de
circunstancias atenuantes de la responsabilidad penal, contempla como tal la dilación
extraordinaria e indebida en la tramitación del procedimiento, siempre que no sea atri-
buible al propio inculpado y que no guarde proporción con la complejidad de la causa.
La exposición de motivos de la Ley Orgánica 5/2010 sitúa la conveniencia de otor-
gar carta de naturaleza legal a la nueva atenuante de dilaciones indebidas en la necesidad
de dar cobertura normativa a una práctica judicial muy extendida. La atenuante es de
creación jurisprudencial. Sus perfiles han ido modelándose a impulsos de los pronun-
ciamientos de esta Sala Segunda. Los requisitos legales actuales en líneas generales se
ajustan a lo establecido por esa jurisprudencia que la exposición de motivos de la citada
ley proclama querer respetar. Las exigencias del nuevo art. 21.6 coinciden con la doc-
trina jurisprudencial precedente. No puede decirse que se hayan endurecido las condi-
ciones para apreciar la atenuante. Se puede utilizar como parámetro de referencia la
actual redacción del precepto que exige unos retrasos extraordinarios y no proporcio-
nados con la complejidad de la causa. Como han expresado las SSTS 70/2011, de 9 de
febrero y 490/2012, de 25 de mayo mantiene plena vigencia el cuerpo de doctrina
previo a la entrada en vigor del nuevo apartado 6 del art. 21.
A tenor de la literalidad de la norma la apreciación de la atenuante exigirá la con-
currencia de una serie de requisitos: a) una dilación extraordinaria; b) intraprocesal; c)
indebida, es decir no justificable, contraria a la normativa procesal; d) no causada por el
imputado y e) no justificada por la complejidad del litigio.
La muy relativa complejidad de esta causa (precisada de una pericial contable) podría
disculpar algún retraso pero no justifica tanta demora en su tramitación. El derecho a
un proceso sin dilaciones indebidas ha padecido. No es un problema de buscar respon-
sabilidades, sino de constatar tanto esa afectación; como que quien invocó el derecho
no ha contribuido a ella. En este caso no puede reprocharse al recurrente ninguna dila-
ción. El concepto de «dilaciones indebidas» no lleva implícitas culpabilidades o reproches
profesionales. Las conocidas por notorias deficiencias estructurales de la Administración
de Justicia hacen compatible que exista lesión del derecho a un proceso ágil y que no
pueda atribuirse a nadie de forma fundada la disfunción. Los déficits institucionales no
362 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

pueden repercutir en el justiciable. Por tanto aunque existan datos objetivos que pudie-
ran hacer disculpables desde el punto de vista de los intervinientes en el proceso esos
retrasos indebidos, no pueden hacerse recaer sus consecuencias en el afectado que se
hará acreedor de la atenuante también cuando las dilaciones obedezcan a situaciones
que las explican. Sólo los retrasos imputables a él mismo excluyen la atenuación. Que
las dilaciones puedan justificarse desde la perspectiva de los agentes intervinientes en el
proceso (oficinas judicial y fiscal, partes, ministerio fiscal, integrantes de las diversas Salas
de Justicia...) no afecta nada a la cuestión. Eso es lo que conviene ahora destacar. Desde
el punto de vista institucional no son justificables y el Poder Público debe ofrecer una
respuesta a esa disfunción.
OCTAVO
El tiempo que ha precisado la solución de este proceso llama poderosamente la
atención. Diez años son muchos para un asunto que no reúne características especiales.
No concuerda su duración global con su enjundia, muy relativa. Es verdad que se trata
de una cuestión societaria con una vertiente económica que siempre exige exámenes
financieros por parte de especialistas. Pero solo hay un acusado. Son muchos los asuntos
similares que se ventilan a diario en nuestros Tribunales en tiempos más tolerables.
Si para la atenuante ordinaria se exige que las dilaciones sea extraordinarias, es decir
que estén «fuera de toda normalidad»; para la cualificada será necesario que sean des-
mesuradas. Puede realizarse tal juicio en relación al presente asunto: más de diez años
sometido a un proceso es demasiado tiempo. El tiempo que ha tardado en obtenerse
sentencia dista mucho de los parámetros deseables y habituales. La lentitud y paraliza-
ciones no están vinculadas a la complejidad del asunto: haciendo acopio de variada
documentación y con algunas declaraciones testificales y la pericial se podía considerar
clausurada la investigación.
Deben recogerse los hitos esenciales del procedimiento ampliando con más detalles
la exposición del recurrente:
El 17 de enero de 2003 se interpone la denuncia que da lugar a la incoación el 14
de febrero siguiente.
Entre febrero y mayo se recibe declaración a los denunciantes (tres).
El 16 de junio de 2003 se cita nuevamente a los tres denunciantes para que concreten
una cuestión que ya se les podía haber preguntado en las declaraciones previas. Se fijan
las comparecencias para septiembre.
En octubre se presenta querella. Se requiere para que aporten copias (26 de noviem-
bre) lo que se hace el 1 de diciembre. Se da traslado al fiscal para informe el 1 de
diciembre. El 16 el Fiscal informa que debe admitirse la querella. No se resuelve hasta
el 13 de febrero en que se acuerda que no es necesaria la admisión a trámite pues ya está
en marcha el procedimiento: cuatro meses para resolver que no había nada que resolver
(¡!). Ha pasado ya un año y sustancialmente tan solo se ha ratificado la denuncia.
Por fin el 18 de marzo de 2004 se toma declaración como imputado al acusado (en
rigor sería esta la fecha de inicio del cómputo para medir las dilaciones indebidas).
Hasta el 15 de diciembre de 2004 el procedimiento está en una situación de impasse
solo perturbada por la incidencia de una inhibición rechazada. En esa fecha se da vista
Jurisprudencia 363

a las partes para que hagan peticiones, a las que se accederá en resolución de 31 de enero:
ya hemos llegado a 2005.
Entre abril y octubre de 2005 se produce una nueva paralización.
El fiscal solicitará diligencias en escrito de 7 de noviembre de 2005, que no se provee
hasta febrero de 2006.
En octubre de 2006, de nuevo se ponen de manifiesto las actuaciones a las partes
para que insten lo que a su derecho convenga. El procedimiento se paraliza de nuevo
sin incidencia alguna hasta julio de 2007 en que se convierte en abreviado.
El Fiscal en abril de 2008 solicita una pericial contable. Los preparativos necesarios
para esa pericial se prolongan. Se contará con ella en octubre de 2009.
Por fin en marzo de 2010 se evacua el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.
La errónea remisión al juzgado de lo penal para enjuiciamiento en lugar de la
Audiencia Provincial causó un retraso de casi dos años (hasta noviembre de 2012) que
se sumó a las sucesivas paralizaciones en la instrucción y a la premiosa tramitación de
que se ha dado cuenta.
Para valorar la intensidad de la atenuante se puede conjugar tanto el examen del
total de duración del proceso, como la pluralidad y dimensión de los periodos de para-
lización o ralentización. De su análisis, aquí se desprende tanto que han sido varios los
momentos relevantes de inactividad procesal; como que no ha sido la complejidad
objetiva de la investigación lo que ha motivado esos retrasos: a) El periodo total invertido
en el enjuiciamiento ha sido desmesurado; b) Se constata una pluralidad de momentos
en que se han producido paralizaciones o ralentizaciones relevantes; c) Esos retrasos no
venían in casu ocasionados por la complejidad de la investigación.
En esas condiciones ha de admitirse la atenuación y además con el rango de cuali-
ficada.
Se pueden citar precedentes de apreciación de la atenuante cualificada en supuestos
en que se contemplan retrasos de similar o menor entidad que los aquí señalados (SSTS
557/2001, de 4 de abril ; 742/2003, de 22 de mayo; 1656/2003, de 9 de diciembre;
1051/2006, de 30 de octubre; 993/2010, de 12 de noviembre, o 1108/2011, de 18 de
octubre ó 440/2012, de 25 de mayo).
El motivo ha de ser estimado.

— Valoración de la prueba

STS de 28 de noviembre de 2017, rec. 247/2017

FUNDAMENTO DE DERECHO
SEXTO
(…)
ii) De otra parte, en cuanto los acusados no se apropiaran de los importes corres-
pondientes a las llamadas liquidaciones defectuosas, puesto que las provisiones de fondos
bien fueron ingresadas en la cuenta bancaria de la Notaría, lo realmente transcendente
364 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

como perjuicio para la Notaría es lo que han venido a denominar «faltante de caja», que
sería el importe detraído de la Notaría y que no se hubiera destinado al pago de los
impuestos y gastos para los que se habrían realizado por los clientes las provisiones de
fondos: 1.490.317,91 euros en el dictamen del Sr. Fulgencio Inocencio ; 1.385.045,44
euros en el cálculo de la Sra. Florinda Olga .
Recuerda a STS núm. 3/2016, de 19 de enero con cita de la 458/2014, de 9 de
junio y 370/2010, 29 de abril y de otras varias, que solo excepcionalmente la Sala
Segunda ha admitido la virtualidad de la prueba pericial como fundamentación de la
pretensión de modificación del apartado fáctico de una sentencia, impugnada en casa-
ción, en supuestos como:
a) existiendo un solo dictamen o varios absolutamente coincidentes y no dispo-
niendo la Audiencia de otras pruebas sobre los mismos elementos fácticos, el
Tribunal haya estimado el dictamen o dictámenes coincidentes como base única
de los hechos declarados probados, pero incorporándolos a dicha declaración de
un modo incompleto, fragmentario, mutilado o contradictorio, de forma que
se altere relevantemente su sentido originario; y
b) cuando contando solamente con dicho dictamen o dictámenes coincidentes y
no concurriendo otras pruebas sobre el mismo punto fáctico, el Tribunal de
instancia haya llegado a conclusiones divergentes con las de los citados informes,
sin expresar las razones que lo justifiquen o sin una explicación razonable.
La excepcionalidad con que esta posibilidad se ha aceptado por la jurisprudencia a
pesar de la frecuencia con que se plantea, no supone que pueda afirmarse que la prueba
pericial pueda ser nuevamente valorada en todo caso y en su integridad, por el Tribunal
de casación. Las pruebas periciales no son auténticos documentos, sino pruebas perso-
nales consistentes en la emisión de informes sobre cuestiones técnicas, de mayor o menor
complejidad, emitidos por personas con especiales conocimientos en la materia, sean o
no titulados oficiales. Como tales pruebas quedan sujetas a la valoración conjunta de
todo el material probatorio conforme a lo previsto en el artículo 741 de la LECrim.
Cuando, como es habitual, los peritos comparecen en el juicio oral, el Tribunal dispone
de las ventajas de la inmediación para completar el contenido básico del dictamen con
las precisiones que hagan los peritos ante las preguntas y repreguntas que las partes les
dirijan (art. 724 de la LECrim). Y es doctrina reiterada que lo que depende de la inme-
diación no puede ser revisado en el recurso de casación.
En definitiva, no cabe hablar de una equiparación plena de la prueba pericial a la
documental a estos efectos del art. 849.2 LECrim. No lo permite la diferente naturaleza
de estos dos medios de prueba. La pericial es una prueba de carácter personal donde el
principio de inmediación personal, particularmente cuando esta prueba se practica en
el juicio oral, tiene una relevancia que no aparece en la documental. Si, en definitiva,
la interdicción de la arbitrariedad constituye el fundamento último de esta norma de la
LECrim (art. 849.2) en esta clase de prueba dado su carácter personal, ha de tener mayor
importancia la explicación que al efecto nos ofrezca el Tribunal de instancia sobre su
apreciación de lo escuchado en juicio (SSTS 275/2004, 5 de marzo y 768/2004, 18 de
junio).
Jurisprudencia 365

Dado que en autos, además, la Audiencia basa motivadamente sus conclusiones en


el dictamen de una de las periciales practicadas, es obvio que este cauce es inadecuado
para la modificación valorativa propuesta.
(…)
Valga recordar, que las falsificaciones originaban un doble quebranto, por una parte
al ingresar solamente un diez por ciento de la cuota, les seguía una liquidación com-
plementaria de la administración tributaria por el 90% restante, pero con la correspon-
diente adición de intereses y eventualmente recargos y sanciones; y por otra, las conti-
nuas apropiaciones de cantidades menores facilitadas por el mecanismo falsario que
procuraba un transitorio superávit contable. Ya indicamos que las periciales, tanto de
TAXO (Florinda Olga), como de Castilla, elaboradas con muy diverso método y a pesar
de las deficiencias en la llevanza de la contabilidad de la Notaría, concluyen por parte
del primero que a fin de 2017, resulta un saldo faltante estimado de tesorería de
1.385.045.44 euros y en el dictamen del segundo de 1.393.598,97; y que si a esa can-
tidad, le sumamos las cantidades que por intereses y recargos fueron giradas en las decla-
raciones complementarias que siguieron a la presentación alterada de la autoliquidación
impositiva correspondiente a las escrituras referenciadas, 389.741,37 euros, resulta una
cantidad próxima a 1.800.000 euros; algo distante de los 2.103.388,72 atendidas por la
Compañía de Seguros la Estrella, con cargo a la póliza colectiva de responsabilidad civil
suscrita como tomador por el Consejo General del Notariado. Explicable, desde la sede
civil que ahora analizamos, en parte por el defectuoso sistema de llevanza contable, pero
especialmente, porque ninguno de los análisis periciales, ha examinado la existencia de
intereses y recargos derivados de liquidaciones tributarias complementarias, abonados
con fondos de la notaría, correspondientes a protocolos anteriores a 2004. De modo
que también por este método, si bien con menor precisión, pero con obvio valor
corroborador de especial intensidad, se consolida la convicción de la procedencia de la
cifra fijada como perjuicio.
Ahora bien, tanto cuando se rebasa o excede lo solicitado por las partes acusadoras,
razón por lo que se excluyó la partida de 78.405,65 euros; como cuando media de error
notorio que además elude el criterio basamental establecido, el pronunciamiento cuan-
titativo sobre responsabilidad civil es revisable en casación; y por las mismas razones que
de aquella supresión, deben excluirse las establecidas en favor de los sucesivos titulares
de la notaria, Sr. Efrain Placido por 83.954,71 euros y del Sr. Isaac Hermenegildo por
99.580,67 euros; pues si las provisiones de fondos se ingresaban en cuentas de la notaría
y es con cargo a ingresos recibidos por la notaría, que se hace frente las obligaciones
derivadas de aquella provisión de fondos (así los talones invocados para su atención en
el primer caso por importe de 19.954,01 euros y 64.000 euros, conforme a la copia que
obra en ellos son firmados por el oficial mayor de la notaría, Vicente Ramón), no media
perjuicio alguno para la notaría.
Luego parcialmente también se estima.
366 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

STS de 9 de septiembre de 2016, rec. 41/2016

FUNDAMENTOS DE DERECHO
2.2.- Tiene razón la defensa cuando critica la deficiente técnica de la sentencia
recurrida. La Sala también constata que el juicio histórico acoge una censurable trans-
cripción de dictámenes periciales tal y como fueron elaborados en la instrucción. Su
lectura sugiere que el Tribunal a quo hace suyas, de forma absolutamente acrítica, las
conclusiones suscritas por algunos de los peritos que dictaminaron en la causa. Sin el
más mínimo matiz, los pasajes de distintos informes periciales transmutan su significado
procesal y pasan a engrosar un relato fáctico en el que, por momentos, no se distingue
bien lo que los Jueces de instancia proclaman como probado —en ejercicio de la función
valorativa que les impone el art. 741 de la LECrim— y lo que no son sino opiniones
de expertos que, en buena técnica jurisdiccional, nunca deberían incorporarse al factum
como afirmaciones apodícticas. Por si fuera poco, algunos de esos informes periciales,
a partir de los cuales se ha concluido el carácter típico de la conducta imputada, han
sido tan útiles para los Jueces de instancia como innecesarios en el plano conceptual. En
efecto, cuando de lo que se trata es de determinar si lo pactado en el año 2010 implicó
o no una mejora retributiva respecto de los contratos de 4 de enero de 1999 y de 13 de
enero de 2005, lo que se pide del órgano jurisdiccional es su valoración acerca de un
fenómeno estrictamente jurídico, que no es otro que la novación contractual. El Tri-
bunal a quo incurre en el extendido error de valerse de peritajes jurídicos para resolver
aquello que tenía que haber resuelto por sí solo. El análisis comparativo de dos o tres
modelos contractuales que se suceden en el tiempo no es nada distinto a un análisis
estrictamente jurídico. No debería exigir el apoyo de peritos. La prueba pericial —cfr.
art. 456 LECrim— resulta procedente cuando para conocer o apreciar algún hecho o
circunstancia importante en el proceso, fueran necesarios o convenientes conocimientos
científicos o artísticos. Y, desde luego, el contraste entre los distintos negocios jurídicos
otorgados por los recurrentes debería ser apreciado por quien ha de interpretar si aquéllos
implicaron o no una mejora sustancial, pactada ante la incertidumbre que ofrecía el
inmediato futuro.
La sentencia no responde a un criterio de ordenación sistemática que facilite su
análisis casacional. Algunas de sus ideas nucleares, una vez expuestas, se diluyen entre
consideraciones carentes de relación entre sí, para volver a aparecer en un momento
posterior, obligando al lector a saltos analíticos que no favorecen precisamente el examen
sistematizado de las cuestiones que son objeto de recurso.
Es probable que la complejidad de los hechos enjuiciados y sus implicaciones eco-
nómico-contables estén en el origen de algunas de las deficiencias técnicas que se han
apuntado. Sea como fuere, la Sala ha concluido que las carencias sistemáticas y analíticas
que se detectan en la sentencia recurrida no afectan a su validez estructural como acto
jurisdiccional de terminación del proceso.
Jurisprudencia 367

SAP Barcelona de 28 de mayo de 2014, rec. 100/2012

SEGUNDO.
(…)
— Del Dictamen pericial emitido por la Inspectora de Hacienda del Estado no
NUM012 obrante a los folios 1376 y ss. de las actuaciones y, que, una vez corregido,
fue ratificado y aclarado en juicio, unido a las declaraciones de los hnos. David Romeo,
Herminio Eulogio, Juliana Beatriz y el Sr. Celso Heraclio y esposo de éste última), se
acredita que con fecha valor 20.12.06 se detectan reintegros en metálico, previa emisión
de cheque o talón, y cuyo destino final se desconoce, por importe total de 470.000
euros.
El propio David Romeo declaró ser titular de un «holding» de empresas formado
por «OLIVIA HOTELS, SA», «CLIMA VA, SL» y «ELECTROCLIMAVA, SL», de
las cuales él ostenta el 80% de las participaciones, su esposa el 10%, y sus hermanos,
Juliana Beatriz y Herminio Eulogio, el 5% cada uno. Él es Administrador de todas ellas.
El contable es Don. Celso Heraclio, esposo de Juliana Beatriz, es decir, su cuñado.
Juliana Beatriz es apoderada de todas las empresas del grupo y tiene firma en las c/
corrientes de todas ellas.
Igual que en el apartado 7, la perito examinó los Libros de contabilidad y el Plan de
cuentas de las tres empresas y sus cuentas bancarias, así como la información suministrada
por las distintas administraciones financieras a la Administración Tributaría en virtud del
art. 15 del RD. 338/1990, de 9 de Marzo, cercanas al 20.12.06 en que se firmó el
contrato privado de transmisión de terrenos entre la Fundació y OLIVIA (referido en
el punto 6) y objetiva que, en dicha fecha 20.12.08 y en el día siguiente, de las cuentas
de «CLIMAVA» se efectúa el pago, sin abono en cuenta, de 5 cheques por importe total
de 470.000 euros (15.000, 20.000, 60.000, 175.000 y 200.000, folio 1378), cheques
cobrados por Herminio Eulogio, Juliana Beatriz, David Romeo y Juliana Beatriz, res-
pectivamente. El cheque por importe de 60.000 euros se ignora quién lo cobró porque
la entidad crediticia correspondiente no informó de dicha operación.
TERCERO
(…)
De la lectura de este genérico redactado y las escasas complementaciones que se
hacen en esos apartados 8 y 11, este Tribunal considera que «peca» de una insuficiente
motivación en lo relativo a la justificación de la necesidad, oportunidad y conveniencia
de la modificación propuesta coincidiendo con la pericial denominada Auditoria,
obrante a los folios 899 y ss. y emitida por los peritos Sres. Carlos Aníbal, Emiliano
Bernardino y Eulalio Jon, previa designa, respectivamente, del Colegio de Secretarios,
Interventores y Tesoreros de la Administración Local de Catalunya, Colegio de Abo-
gados de Barcelona y Colegio de Arquitectos de Catalunya, a requerimiento de la
Comisión Municipal no permanente del Ayuntamiento de Barcelona.
(Si bien, en este aspecto este Dictamen no es coincidente con el emitido por el
perito Sr. Valentín Ginés, diplomado universitario en arquitectura legal y forense (folios
1654 y ss.)y por el perito Sr. Hilario Daniel, catedrático de arquitectura legal (folios
368 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1743 y ss.), le damos mayor relevancia puesto que su contenido guarda estrecha relación
con los hechos objeto de enjuiciamiento y supone una opinión interdisciplinar, mientras
que quienes emiten los dos anteriores son, esencialmente, técnicos y, por ellos sus
informes son eminentemente técnicos sin que analicen la modificación en relación a los
hechos probados que las acusaciones califican de delito de prevaricación (también es
verdad que no fue éste el encargo que recibieron por el comitente, Ya se ha dicho en
el fundamento Previo l de cuestiones previas que son Dictámenes periciales de parte y,
por ello, su objeto no fue determinado por la Juez instructora). El dictamen de Valentín
Ginés, sobre el asunto que nos ocupa, sólo dice; «en la memoria no se insiste mucho
más de forma explícita en ese objetivo («construir un hotel junto al Palau que pueda
mejorar la calidad de sus prestaciones") pero resulta evidente esa finalidad». Discrepamos
de dicha opinión porque esa finalidad ha de ser expresa en la memoria y no entendida
por deducción, dado que esa «evidencia» lo es para este perito pero puede no serlo para
otros y, desde luego, no lo es los peritos emisores del Dictamen nominado «Auditoria»
con cuyas consideraciones coincide este Tribunal. El dictamen de Hilario Daniel no
aplica el art. 94.1 LUCat en su redacción vigente a la fecha de los hechos (no incluye
la modificación hecha por Decreto ley 1/2007, de 16 de octubre, de medidas urgentes
en materia urbanística que es esencial para la materia enjuiciada) y analiza el interés
público desde perspectivas distintas a la que es objeto de acusación. Se refiere a dota-
ciones públicas, cesiones de suelo y aprovechamiento que son propias de la fase de
gestión y no de planeamiento pero no estudia ésta fase (donde se centra la acusación) y,
por ende, no estudia la sí en la memoria se justifica la construcción de un hotel al servicio
del Palau, que es lo esencial. Simplemente lo da por hecho. Por lo demás, la pericial
económica obrante a los folios 1588 y ss., no se tiene en cuenta porque versa sobre «el
análisis económico sobre el reparto de beneficios y cargas» que corresponde a la fase de
gestión y, dentro de ésta a la reparcelación, de ahí que estos dos peritos consideran que
su Dictamen es provisional porque ese reparto se hace en la fase de gestión (a la que, en
nuestro caso, nunca se llegó). En cualquier caso, no guarda relación con los hechos
probados que las acusaciones califican de delito de prevaricación. Lo mismo cabe decir
del Dictamen emitido por el perito Valentín Ginés en su parte de «consecuencias eco-
nómicas de la modificación del PGM» (folio 1672 y ss. de su Dictamen), con la añadidura
de que él declara que no analizó los dos Convenios que son la causa de la modificación).
Centrándonos, pues, en la pericial denominada «Auditoria», la misma analiza esta
cuestión a los folios 908 a 911 de su Dictamen (apartados 3.4.1 y 3.4.2). Enuncia que
la motivación (la Memoria) debe de concretar los hechos determinantes de la decisión
y la adecuación de esta decisión con la realidad mediante una conexión y coherencia
lógica y con criterios de racionalidad y comienza exponiendo que de un examen dete-
nido del contenido de la Memoria, se observa, respecto de alguno de sus apartados,
cumplimientos de la norma que sólo lo son en apariencia por falta de contenido sus-
tantivo y desviaciones en la interpretación de la normativa aplicable.
(…)
Jurisprudencia 369

STS 22 de marzo de 2013, rec. 11045/2012

FUNDAMENTOS DE DERECHO
QUINTO
(…)
Respecto al informe pericial, sin ignorar la polémica sobre su naturaleza, parece que
es un medio de prueba, y además, al menos en la fase sumarial, un acto de auxilio judicial
para suplir la ausencia de conocimientos científicos o culturales del órgano instructor,
doble naturaleza que se simplificaría a favor de su entidad como medio probatorio, si se
tuviera en cuenta que, en definitiva, sirve para constatar una realidad no captable direc-
tamente por los sentidos en contraste con la prueba testifical o con la inspección ocular
y que además de acordada de oficio por el propio Juez puede también ser instada por
las partes (STS 1212/2003 de 9.10).
Es cierto que el perito aprecia, con las máximas de experiencia especializada y propia
de su preparación algún hecho o circunstancia, en base al conocimiento de una materia
que el Juez puede no tener, en razón de su específica preparación jurídica. Por ello el
perito puede describir la persona objeto de la pericia, explicar las operaciones o exá-
menes verificados y fijar sus conclusiones, que tienen como destinatario al Juzgador. Y
en este sentido, el Juez estudia el contenido del informe y en su caso, y finalmente, en
su caso, lo hace suyo o no, o lo hace parcialmente. No se trata, pues, de un juicio de
peritos, sino de una fuente de conocimientos científicos, técnicos o prácticos que ayudan
al Juez a descubrir la verdad. Es decir, el perito informa, asesora, describe los procesos
técnicos o las reglas de experiencia de que el Juez puede carecer, pero nunca le sustituye,
porque no se trata de un tribunal de peritos, sino de una colaboración importante y no
determinante por si sola de la resolución judicial, ya que el Juez puede disponer de una
prueba plural y diversa y de ella habría de deducir aquellas consecuencias que estime
más procedentes (STS 224/2005 de 24.2).
En relación a la prueba pericial, como destaca la doctrina, es una prueba de apre-
ciación discrecional o libre y no legal o tasada, por lo que, desde el punto de vista
normativo, la ley precisa que «el Tribunal valorará los dictámenes periciales según las
reglas de la sana crítica» (art. 348 de la LEC), lo cual, en último término, significa que
la valoración de los dictámenes periciales es libre para el Tribunal, como, con carácter
general, se establece en el art. 741 de la LECrim para toda la actividad probatoria («el
Tribunal, apreciando según su conciencia, las pruebas practicadas en el juicio, las razones
expuestas por la acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados,
dictará sentencia»), sin que pueda olvidarse, ello no obstante, la interdicción constitu-
cional de la arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 C.E .). El Tribunal es, por
tanto, libre a la hora de valorar los dictámenes periciales; únicamente está limitado por
las reglas de la sana crítica —que no se hallan recogidas en precepto alguno, pero que,
en definitiva, están constituidas por las exigencias de la lógica, los conocimientos cien-
tíficos, las máximas de la experiencia y, en último término, el sentido común— las
cuáles, lógicamente, le imponen la necesidad de tomar en consideración, entre otros
extremos, la dificultad de la materia sobre la que verse el dictamen, la preparación técnica
de los peritos, su especialización, el origen de la elección del perito, su buena fe, las
370 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

características técnicas del dictamen, la firmeza de los principios y leyes científicas apli-
cados, los antecedentes del informe (reconocimientos, períodos de observación, pruebas
técnicas realizadas, número y calidad de los dictámenes obrantes en los autos, concor-
dancia o disconformidad entre ellos, resultado de la valoración de las otras pruebas
practicadas, las propias observaciones del Tribunal, etc.); debiendo éste, finalmente,
exponer en su sentencia las razones que le han impulsado a aceptar o no las conclusiones
de la pericia (STS 1102/2007 de 21.12).
No se trata de pruebas que aporten aspectos fácticos, sino criterios que auxilian al
órgano jurisdiccional en la interpretación y valoración de los hechos, sin modificar las
facultades que le corresponden en orden a la valoración de la prueba. Por otro lado, su
carácter de prueba personal no debe perderse de vista cuando la prueba pericial ha sido
ratificada, ampliada o aclarada en el acto del juicio oral ante el Tribunal, pues estos
aspectos quedan entonces de alguna forma afectados por la percepción directa del órgano
jurisdiccional a consecuencia de la inmediación (SSTS 5.6.2000, 5.11.2003, 937/2007
de 28.11).
Existiendo un solo dictamen o varios absolutamente coincidentes, y no disponiendo
la Audiencia de otras pruebas sobre los mismos elementos fácticos, el Tribunal haya
estimado el dictamen o dictámenes coincidentes como base única de los hechos decla-
rados probados, pero incorporándolos a dicha declaración de un modo incompleto,
fragmentario, mutilado o contradictorio, de modo que se altere relevantemente su sen-
tido originario.
Cuando contando solamente con dicho dictamen o dictámenes coincidentes y no
concurriendo otras pruebas sobre el mismo punto fáctico, el Tribunal de instancia haya
llegado a conclusiones divergentes con las de los citados informes, sin expresar razones
que lo justifiquen (SSTS 534/2003 de 9.4, 58/2004 de 26.1, 363/2004 de 17.3,
1015/2007 de 30.11, 6/2008 de 10.1, y AATS. 623/2004 de 22.4, 108/2005 de 31.11,
808/2005 de 23.6, 860/2006 de 7.11, 1147/2006 de 23.11, o sin una explicación razo-
nable (SSTS 182/2000 de 8.2, 1224/2000 de 8.7, 1572/2000 de 17.10, 1729/2003 de
24.12, 299/2004 de 4.3, 417/2004 de 29.3). En ambos casos cabe estimar acreditado
documentalmente el error del tribunal. En el primer caso porque, asumiendo el informe,
el texto documentado de éste permite demostrar que ha sido apreciado erróneamente
al incorporarlo a los hechos probados de un modo que desvirtúa su contenido proba-
torio. En el segundo, porque, al apartarse del resultado único o coincidente de los dic-
támenes periciales, sin otras pruebas que valorar y sin expresar razones que lo justifiquen,
nos encontramos —como dice la STS 310/95 de 6.3—, ante un discurso o razona-
miento judicial que es contrario a las reglas de la lógica, de la experiencia o de los criterios
firmes del conocimiento científico, esto es, se evidencia un razonamiento abiertamente
contrario a la exigencia de racionalidad del proceso valorativo STS 2144/2002 de
19.12).
Fuera de estos casos las pericias son un medio de prueba de carácter personal, aunque
con características propias que deben ser valoradas en función de las conclusiones
expuestas por sus redactores y suficientemente contratadas en el momento del juicio
oral.
Jurisprudencia 371

Ahora bien, aunque como dijimos, en ciertos casos un informe pericial pueda ser
considerado documento a los efectos del art. 849.2 LECrim, sin embargo no cabe hablar
de una equiparación plena de la prueba pericial a la documental a tales efectos no lo
permite la diferente naturaleza de estos dos medios de prueba. La pericial es una prueba
de carácter personal donde el principio de inmediación procesal, particularmente
cuando esta prueba se practica en el juicio oral, tiene una relevancia que no aparece en
la documental. Si en definitiva, la interdicción de la arbitrariedad constituye el funda-
mento último de esta norma de la LECrim art. 849.2, en esta clase de prueba dado su
carácter personal, ha de tener mayor importancia la explicación que al efecto nos ofrezca
el Tribunal de instancia sobre su apreciación de lo escuchado en juicio (SSTS 275/2004
de 5.3, 768/2004 de 18.6, 275/2004 de 5.2). Las pruebas periciales no son auténticos
documentos, sino pruebas personales consistentes en la emisión de informes sobre cues-
tiones técnicas, de mayor o menor complejidad, emitidos por personas con especiales
conocimientos en la materia, sean o no titulados oficiales. Como tales pruebas quedan
sujetas a la valoración conjunta de todo el material probatorio conforme a lo previsto
en el artículo 741 de la LECrim., y además cuando, como es habitual, los peritos com-
parecen en el juicio oral, el Tribunal dispone de las ventajas de la inmediación para
completar el contenido básico del dictamen con las precisiones que hagan los peritos
ante las preguntas y repreguntas que las partes les dirijan (artículo 724 de la LECrim).
Y es doctrina reiterada que lo que depende de la inmediación no puede ser revisado en
el recurso de casación (STS 936/2006 de 10.11).
Ahora bien los dictámenes periciales, como las demás pruebas, deben ser valoradas
razonadamente por el tribunal, pero —como dice la STS 12-7-2002— cuando se trata
de informes técnicos, aunque el tribunal no esté rígidamente vinculado a sus conclu-
siones, deben aportar un razonamiento expreso que justifique la valoración de su con-
tenido, especialmente cuando decida apartarse de él, por lo que se estima cumplido este
razonamiento cuando la Sentencia de instancia concreta como razones de su decisión,
que le apartaba de los informes periciales el que «el peritaje haya dejado de atender una
multiplicidad de factores económicos...entre ellos las cargas de toda índole a deducir en
cualquier empresa de los ingresos», así como que «si hubiese sido necesario un informe
pericial que tuviera en cuenta no solo los ingresos sino también los gastos, las necesidades
del mercado, la inversión concreta a realizar, las costas financieras de la misma y las que
soportaba la sociedad posibilidades reales de la sociedad para hacerlas frente, transcen-
dencia a corto y medio plazo del endeudamiento, etc.» lo cual «supone una fundamen-
tación racional de indecisión de no aceptar las conclusiones del informe pericial».
Por su parte, las STS 28-10-97, insiste en que:
«El tribunal solo puede apartarse de las conclusiones de los peritos cuando haya motivos
objetivos que lo permitan o justifiquen, debiendo en todo caso argumentarse las razones que
le han llevado a disentir del informe de los peritos para de esta forma alejar la sospecha o el
peligro de arbitrariedad. De ahí que la pericial no sea una vinculante para los jueces, salvo
el supuesto de excepcional de que el Tribunal, asumiendo el dictamen pericial, se aparte de
él en sus conclusiones sin razones para hacerlo, pues en tal supuesto evidentemente se pro-
duciría un razonamiento contrario a las reglas de la lógica, de la experiencia o del pensa-
372 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

miento científico. El informe pericial es, en suma, un asesoramiento práctico o científico


APRA mejor comprender la realidad que subyace en un determinado problema a los jueces
sometido».
Por último las STS 19-9-2003 en un caso de pericial contable, manifiesta que «dado
el carácter eminentemente técnico de la prueba pericial contable, solo se permitirá al
tribunal apartarse de sus conclusiones cuando haya motivos objetivo que lo permitan o
justifiquen».
Pues bien en el caso presente, el informe de la perito Sra. Flor Julieta (folios 6638
a 6649), consta de una introducción en la que se establecen las comprobaciones a realizar,
documentación que se solicitó para realizar la prueba y la documentación que se aportó,
el objetivo y alcance de la prueba, y los resultados de la prueba, distinguiendo el primer
periodo 1991 a 1994, el segundo 1995 a 1999, y el tercero 1999 a 2004, la Sala de
instancia asume y hace suyo las conclusiones de la perito, el recurrente se limita a analizar
el referido informe, cuestionando la forma de su realización, esto es propugna una nueva
y distinta valoración de dicha prueba, lo que es ajeno a esta vía casacional, debiendo
insistirse en que el informe pericial no es un documento por lo que solo se atenderá en
casación un motivo en el que se ataquen las conclusiones del tribunal de instancia en
razón a dicho informe cuando: a) el informe sea insostenible desde el punto de vista
científico, b) el tribunal se ha apartado de las conclusiones del informe sin ninguna
motivación razonable.

STS de 30 de enero de 2013, rec. 428/2012

FUNDAMENTO DE DERECHO
QUINTO
(…)
Razonamiento de la Sala suficiente para fundamentar el pronunciamiento absolu-
torio, pues conforme a la doctrina jurisprudencial expuesta, así como para condenar es
preciso alcanzar un juicio de certeza, más allá de toda duda razonable según la reiterada
jurisprudencia del TEDH y del Tribunal Constitucional (S. 13.7.98 entre otras muchas),
para una decisión absolutoria basta la duda seria en el Tribunal que debe decidir, en
virtud del principio in dubio pro reo, esto es el juicio de no culpabilidad basta con que
esté fundado en la declaración de la falta de convicción, bien sobre la realidad del hecho,
bien sobe la participación en él del acusado, sin que por la acusación haya especificado
qué pruebas en concreto no valorables acreditan la culpabilidad de los acusados absueltos,
ante la ausencia de prueba pericial contable cuya trascendencia pone de manifiesto la
Sala de instancia (fundamento jurídico tercero).
Así, a modo de ejemplo, se puede citar la sentencia de esta Sala 2027/2001 de 19
de noviembre, en la que se apreció que la condena dictada en instancia había sido en
base, exclusivamente, a la prueba de cargo sin cita ni valoración de la de descargo ofre-
cida por la defensa.
RECURSO INTERPUESTO POR Florencio
Jurisprudencia 373

STS de 25 de septiembre de 2012, rec. 1766/2011

FUNDAMENTOS DE DERECHO
TERCERO
El segundo motivo, por la vía del error facti del art. 849-2.º LECrim denuncia error
por parte del Tribunal en la valoración de la prueba lo que se acreditaría con prueba
documental, con la consecuencia de no existir el delito de falsedad en documento mer-
cantil.
Hay que recordar que la invocación del motivo expresado, queda supeditado a la
concurrencia de ciertos requisitos —entre las últimas STS 762/2004 de 14 de junio,
67/2005 de 26 de enero y 1491/2005 de 1 de diciembre, 192/2006 de 1 de febrero,
225/2006 de 2 de marzo y 313/2006 de 17 de marzo, 835/2006 de 17 de julio,
530/2008 de 15 de julio, 342/2009 de 2 de abril y 914/2010 de 26 de octubre, entre
otras—.
— Que se hayan incluido en el relato histórico hechos no acontecidos o inexactos.
— Que la acreditación de tal inexactitud tiene que estar evidenciada en documen-
tos en el preciso sentido que tal término tiene en sede casacional. En tal sentido
podemos recordar la STS de 10 de Noviembre de 1995 en la que se precisa por
tal «....aquellas representaciones gráficas del pensamiento, generalmente por escrito, crea-
das con fines de preconstitución probatoria y destinadas a surtir efectos en el tráfico jurídico,
originados o producidos fuera de la causa e incorporados a la misma....», quedan fuera
de este concepto las pruebas de naturaleza personas aunque estén documentadas
por escrito generalmente, tales como declaraciones de imputados o testigos, el
atestado policial y acta del Plenario, entre otras STS 220/2000 de 17 de febrero,
1553/2000 de 10 de Octubre, y las en ella citadas. De manera excepcional se
ha admitido como tal el informe pericial según la doctrina de esta Sala —SSTS
n.o 1643/98 de 23 de diciembre, n.o 372/99 de 23 de febrero, sentencia de 30
de enero de 2004 y n.o 1046/2004 de 5 de octubre—. La justificación de alterar
el factum en virtud de prueba documental —y sólo esa— estriba en que respecto
de dicha prueba el Tribunal de Casación se encuentra en iguales posibilidades
de valoración que el de instancia, en la medida que el documento o en su caso,
la pericial permite un examen directo e inmediato como lo tuvo el Tribunal
sentenciador, al margen de los principios de inmediación y contradicción.
— Que el documento por sí mismo sea demostrativo del error que se denuncia
cometido por el Tribunal sentenciador al valorar las pruebas, error que debe
aparecer de forma clara y patente del examen del documento en cuestión, sin
necesidad de acudir a otras pruebas ni razonamientos, conjeturas o hipótesis. Es
lo que la doctrina de esta Sala define como literosuficiencia.
— Que el supuesto error patentizado por el documento, no esté a su vez, desvir-
tuado por otras pruebas de igual consistencia y fiabilidad. Al respecto debe
recordarse que la Ley no concede ninguna preferencia a la prueba documental
374 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

sobre cualquier otra, antes bien, todas ellas quedan sometidas al cedazo de la
crítica y de la valoración —razonada— en conciencia de conformidad con el
art. 741 LECrim. Tratándose de varios informes de la misma naturaleza, se exige
que todos sean coincidentes o que siendo uno sólo el Tribunal sentenciador, de
forma inmotivada o arbitraria se haya separado de las conclusiones de aquellos
no estando fundada su decisión en otros medios de prueba o haya alterado de
forma relevante su sentido originario o llegando a conclusiones divergentes con
las de los citados informes sin explicación alguna —SSTS 158/2000 y
1860/2002 de 11 de noviembre—.
— Que los documentos en cuestión han de obrar en la causa, ya en el Sumario o
en el Rollo de la Audiencia, sin que puedan cumplir esa función impugnativa
los incorporados con posterioridad a la sentencia.
— Finalmente, el error denunciado ha de ser trascendente y con valor causal en
relación al resultado o fallo del tema, por lo que no cabe la estimación del motivo
si éste sólo tiene incidencia en aspectos accesorios o irrelevantes. Hay que
recordar que el recurso se da contra el fallo, no contra los argumentos que de
hecho o derecho no tengan capacidad de modificar el fallo, SSTS 496/99,
765/04 de 11 de junio.
A los anteriores, debemos añadir desde una perspectiva estrictamente procesal la
obligación, que le compete al recurrente de citar expresamente el documento de manera
clara, cita que si bien debe efectuarse en el escrito de anuncio del motivo —art. 855
LECrim— esta Sala ha flexibilizado el formalismo permitiendo que tal designación se
efectúe en el escrito de formalización del recurso (STS 3-4-02), pero en todo caso, y
como ya recuerda, entre otras la reciente sentencia de esta Sala 332/04 de 11 de
marzo, es obligación del recurrente además de individualizar el documento acreditativo
del error, precisar los concretos extremos del documento que acrediten claramente el
error en el que se dice cayó el Tribunal, no siendo competencia de esta Sala de Casación
«adivinar» o buscar tales extremos, como un zahorí —SSTS 465/2004 de 6 de abril,
1345/2005 de 14 de octubre, 733/2006 de 30 de junio, 685/2009 de 3 de junio,
1121/2009, 1236/2009 de 2 de diciembre, 92/2010 de 11 de febrero, 259/2010 de 18
de marzo, 86/2011 de 8 de febrero, 149/2011, 769/2011 de 24 de junio, 1175/2011
de 10 de noviembre, 325/2012 de 3 de mayo ó 364/2012 de 3 de mayo—.
El recurrente alega que la pericial de los cheques no pudo acreditar la falsedad,
porque se han utilizado fotocopias, que asimismo no se ha acreditado que hiciera suyo
el importe de los talones de las ventas de los coches con cita del informe del auditor, y
que en definitiva, no está acreditado que el recurrente interviniera en las fotocompo-
siciones mecánicas de los talones.
Al respecto hay que decir que es cierto que el informe pericial de los folios 1444 y
siguientes concluye diciendo que:
«…Las divergencias en las correspondencias gráficas de aquella persona que responde a
la titularidad de las solicitudes de compra de los vehículos respecto a los documentos mer-
cantiles acreditativos de los pagos, no han podido ser examinados puesto que hemos hallado
montajes mediante fotocomposiciones mecánicas que eliminan las firmas de los autorizantes,
Jurisprudencia 375

números de serie, así como las fechas consignadas en los documentos mercantiles acredita-
tivos de los pagos de vehículos…».
Y en cuanto al informe del Auditor contable obrante a los folios 6 y siguientes de
las actuaciones, basta consignar que en su conclusión primera se nos dice que existieron
82 operaciones de ventas de vehículos y 6 operaciones de anticipos, ascendiendo en
total a 667.030’08 euros el importe del conjunto de las operaciones cuyos cobros no
han sido ingresados en las cuentas de Automotor.
En esta situación en relación a las falsificaciones han existido otras pruebas a las que
se refiere la sentencia en el f.jdco. cuarto el que luego se estudiará, que le llevaron al
Tribunal a afirmar la autoría del recurrente (sin olvidar que el delito de falsificación
documental no es de propia mano) y en relación a la pericial contable que cita, lo que
se acredita es, precisamente, el perjuicio sufrido por Automotor.
Procede la desestimación del motivo.

SAP Málaga de 31 de marzo de 2011, Rec. 3001/2009

3) Por último, en cuanto al carácter de prueba documental del atestado policial cabe
precisar que, con independencia de su consideración material de documento, no tiene,
como regla general, el carácter de prueba documental, pues incluso en los supuestos en
los que los agentes policiales que intervinieron en el atestado presten declaración en el
juicio oral, las declaraciones tienen la consideración de prueba testifical [STC. 217/89,
SSTS 2-4-96 (RJ 1996, 3215), 2-12- 98, 10-10-2005, 27-9-2006 (RJ 2006, 6423)],
bien entendido que estas declaraciones en el plenario de los agentes policiales sobre
hechos de conocimiento propio al estar prestadas con las garantías procesales propias del
acto constituyen prueba de cargo apta y suficiente para enervar la presunción de inocen-
cia (STS. 284/96 de 2-4).
Sólo en los casos antes citados —planos, croquis, fotografías, etc.— el atestado poli-
cial puede tener la consideración de prueba documental, siempre y cuando, como hemos
subrayado, se incorpore al proceso respetando en la medida de lo posible los principios
de inmediación, oralidad y contradicción (STC 173/97 de 14-10).
Por otra parte, y desde el punto de vista de la necesaria imparcialidad de los peritos,
al margen de otras consideraciones derivadas de la cualidad de funcionarios públicos de
aquellos, hay que recordar que, si bien está vinculada esta exigencia a la necesidad de
que se garantice que la prueba pericial responda exclusivamente a los especiales cono-
cimientos técnicos de su autor, sin embargo está condicionada por el hecho de que los
peritos actúan únicamente aportando un eventual elemento probatorio que, por un lado,
está sometido en su práctica a las exigencias de la inmediación y contradicción, y, por
otro, no tiene carácter tasado, debiendo ser valorado con el conjunto de medios pro-
batorios por el órgano judicial. En este sentido la eventual parcialidad de los peritos por
su relación objetiva o subjetiva con el procedimiento sólo adquiere relevancia consti-
tucional en los supuestos en que dicha pericial asume las características de prueba pre-
constituida y no cuando pueda reproducirse en la vista oral, ya que, en este último caso,
376 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

el órgano judicial, con la superior garantía que implica la inmediación y la posibilidad


de contradicción, podrá valorar todas las circunstancias del debate de la misma y sopesar,
en su caso, la influencia que en el desarrollo de la prueba pudiera tener un eventual
interés del perito con el hecho y con las partes.
Con independencia de lo que antecede, la jurisprudencia (Auto del T.C. 111/92 y
S.T.S. de 29-2-69) ha establecido y fijado el contenido de lo que sea «interés directo»,
como interés personal, afectivo, ético o económico. Es por ello, que la mera vinculación
laboral de los funcionarios con el Estado que ejercita el ius puniendi no genera, en abso-
luto, interés personal en la causa ni inhabilita a los funcionarios técnicos especializados
para actuar como peritos objetivos e imparciales.
Ahora bien, también el Tribunal Supremo se ha inclinado en otras sentencias —
119/2007, 556/2006 y 1029/2005—, por no calificar estos informes de inteligencia
como prueba pericial, precisando que: «es claro que apreciaciones como la relativa a la
adscripción o no de alguien a una determinada organización criminal, o la intervención
de un sujeto en una acción delictiva a tenor de ciertos datos, pertenecen al género de
las propias del común saber empírico. Salvo, claro está, en aquellos aspectos puntuales
cuya fijación pudiera eventualmente reclamar una precisa mediación técnica, como
sucede, por ejemplo, cuando se trata de examinar improntas dactilares. Pero ese plus de
conocimiento global no determina, por ello solo, un saber cualitativamente distinto, ni
especializado en sentido propio. Y, así, seguirá perteneciendo al género de los saberes
comunes, susceptibles de entrar en el área del enjuiciamiento por el cauce de una prueba
testifical, apta para ser valorada por el juez o tribunal, directamente y por sí mismo».
Precedía a este argumento de la sentencia n.o 1029/2005, de 26-9, el siguiente:
«resulta más que problemático que aquí pueda hablarse de pericial en sentido propio.
En efecto, no parece discutible que el perito es un auxiliar experto que suministra al
juez conocimientos especializados de carácter científico o técnico, de los que él no
dispone, y que son necesarios para formar criterio sobre el thema probandum. Así, en el
proceso, es pericia la que se emite a partir de saberes que no son jurídicos y que tampoco
corresponden al bagaje cultural del ciudadano medio no especialista.
Consecuentemente, no pueden darse por supuestos y deben ser aportados al juicio,
para que su pertinencia al caso y su concreta relevancia para la decisión sean valorados
contradictoriamente (...)».
Y concluía: «Por tanto, el agente policial exclusivamente dedicado a indagar sobre
algún sector de la criminalidad, podrá tener sobre él más cantidad de información que
el tribunal que enjuicia un caso concreto relacionado con la misma. Pero ese plus de
conocimiento global no determina, por ello solo, un saber cualitativamente distinto, ni
especializado en sentido propio. Y, así, seguirá perteneciendo al género de los saberes
comunes, susceptibles de entrar en el área del enjuiciamiento por el cauce de una prueba
testifical apta para ser valorada por el juez o tribunal, directamente y por sí mismo».
Ahora bien, aun cuando la sentencia 119/2007 niega la condición de prueba pericial
a estos informes, sí precisa que: «participan de la naturaleza de la prueba de indicios, en
la medida que aportan datos de conocimiento para el Tribunal sobre determinadas per-
sonas y actividades. Y esos datos, si son coherentes con el resultado de otros medios de
Jurisprudencia 377

prueba pueden determinar, en conjunción con ellos, la prueba de un hecho, siempre


que éste fluya del contenido de todos esos elementos valorados por el órgano senten-
ciador».
En definitiva —concluye el Tribunal Supremo— se trata de un medio probatorio
que no está previsto en la Ley, siendo los autores de dichos informes personas expertas
en esta clase de información que auxilian al Tribunal, aportando elementos interpreta-
tivos sobre datos objetivos que están en la causa, siendo lo importante si las conclusiones
que extraen son racionales y pueden ser asumidas por el Tribunal, racionalmente
expuestas y de forma contradictoria ante la Sala.
Esencial será constatar si las conclusiones obtenidas por los funcionarios actuantes
pueden ser asumidas por el Tribunal a la vista de la documental obrante en la causa y
del resto de las pruebas practicadas en el plenario, esto es, si se parte de su consideración
como testifical donde debe ponerse atención es en el examen de los documentos mane-
jados por los funcionarios policiales.
(…)
A la luz de la jurisprudencia que antecede, no puede este Tribunal menos que con-
siderar legítima la pretensión del Ministerio Fiscal de que se procediera a la admisión
como tal prueba de inteligencia policial de los diversos informes que han sido emitidos
por los agentes investigadores, con el auxilio de funcionarios de la AEAT (pretensión
innecesaria por demás en tanto que los informes forman parte de la causa desde el
momento de su respectiva incorporación a la misma).
Cuestión distinta es la valoración que nos hayan de merecer atendidas, de un lado,
la posibilidad de contraste entre las opiniones emitidas por los funcionarios y la docu-
mentación utilizada a tal fin, y, de otro, la manera en que aquellos (citados por el Minis-
terio Fiscal en calidad de testigos) han depuesto en el acto del juicio.
Por lo que respecta al contraste, hemos de traer a colación necesariamente lo suce-
dido con la ordenación de la documentación que, como piezas de convicción, acom-
pañaba a la causa. En opinión de este Tribunal, lejos de adoptarse las medidas necesarias
a fin de preparar el juicio oral y, en concreto, la exhibición de aquellos documentos —
prácticamente todos— cuya legitimidad, tanto constitucional —por la procedencia de
los registros— como ordinaria ha sido cuestionada por todas y cada una de las defensas,
se supeditó su orden a la estructura de la propia investigación, dando por buena la forma
en que quedaron a disposición de los agentes investigadores y en que estos los devol-
vieron al instructor. Como resultado de ello, únicamente acudiendo a los informes
policiales, y sólo de manera parcial, dado que no siempre se recoge la reseña de docu-
mentos —que, como también se dijo, lo es de los considerados relevantes— podía llegar
a consultarse —no sin una previa y penosa búsqueda— el documento original.
Si la imposibilidad constatada durante la instrucción de dar traslado a las partes de
la documentación es prueba de lo que decimos, es rotundo que el representante del
Ministerio Fiscal no pudiese haber pedido del Tribunal la exhibición de documentos
por ignorar dónde se encontraban, habiendo debido limitarse a recurrir, en su caso, a la
copia del mismo incorporada —cuando existía dicha copia— al informe correspon-
diente, procedimiento que pudiéndose estimar excepcional, fue acogido como regla
378 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

general con olvido del contenido del artículo 334.1 de la LEC : «Si a la parte a quien
perjudique el documento presentado por copia reprográfica impugnare la exactitud de
la reproducción, se cotejará con el original, si fuere posible y, no siendo así, se deter-
minará su valor probatorio según las reglas de la sana crítica, teniendo en cuenta el
resultado de las demás pruebas».
Debido a las dificultades con que el Ministerio Público se encontró como conse-
cuencia de lo dicho, en la mayoría de los casos únicamente pudo preguntar a los testigos
por las reseñas de los documentos contenidas en los informes. Así sucedió, por ejemplo,
en la sesión de 1-7-10, cuando procedía su representante a interrogar al agente del CNP
NUM158 a propósito de los hechos del bloque 3.º (el matrimonio Lucas Vicente Vir-
ginia Yolanda). Dado que desconocía la ubicación exacta de la documentación rela-
cionadas con tal bloque, hubo de limitarse a preguntar al testigo por la reseña de los
mismos, que efectivamente se contiene en los folios 12389 a 12425, habiendo contes-
tado aquél que efectivamente había visto y analizado esos documentos, admitiendo que
no eran todos los incautados, sino los más relevantes.

STS de 12 de mayo de 2009, rec. 1536/2008

FUNDAMENTO DE DERECHO
QUINTO.- El motivo cuarto, formalizado al amparo de lo autorizado en el art.
849-2.º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, denuncia error en la apreciación de la prueba
basado en documentos que obran en autos y cuyos particulares demuestran la equivo-
cación del juzgador, sin resultar contradichos por otros elementos probatorios.
El autor de recurso reconduce este motivo por la vía de los informes periciales,
alegando como documento literosuficiente el dictamen que consta en autos a los folios
732 a 734 del Rollo de Sala, suscrito por don Eusebio, perito economista.
La doctrina de esta Sala admite excepcionalmente la virtualidad de la prueba pericial
como fundamentación de la pretensión de modificación del apartado fáctico de una
sentencia impugnada en casación cuando: a) existiendo un solo dictamen o varios abso-
lutamente coincidentes, y no disponiendo la Audiencia de otras pruebas sobre los mis-
mos elementos fácticos, el Tribunal haya estimado el dictamen o dictámenes coinci-
dentes como base única de los hechos declarados probados, pero incorporándolos a dicha
declaración de un modo incompleto, fragmentado, mutilado o contradictorio, de modo
que se altere relevantemente su sentido originario; b) cuando contando solamente con
dicho dictamen o dictámenes coincidentes y no concurriendo otras pruebas sobre el
mismo punto fáctico, el Tribunal de instancia haya llegado a conclusiones divergentes
con las de los citados informes, sin expresar razones que lo justifiquen.
En ambos casos cabe estimar acreditado documentalmente el error del Tribunal. En
el primero porque, asumiendo el informe, el texto documentado de éste permite
demostrar que ha sido apreciado erróneamente al incorporarlo a los hechos probados
de un modo que desvirtúa su contenido probatorio. En el segundo, porque, al apartarse
del resultado único o coincidente de los dictámenes periciales, sin otras pruebas que
Jurisprudencia 379

valorar y sin expresar razones que lo justifiquen, nos encontramos, como dice la Sen-
tencia núm. 310/1995, de 6 de marzo, ante un «discurso o razonamiento judicial que
es contrario a las reglas de la lógica, de la experiencia o de los criterios firmes del cono-
cimiento científico».
Conviene señalar, en primer lugar, la inoperancia de dicho documento a los efectos
pretendidos por el recurrente, por la generalización y poca concreción de sus conclu-
siones, y sustancialmente, porque ha sido contrarrestado por las pruebas practicadas en
el plenario. Comenzando por este último razonamiento, es de ver que la Sala senten-
ciadora de instancia analiza una amplísima prueba testifical, de donde tiene por acredi-
tado la manera como se opera por los comerciales en tal entidad mercantil, lo que se
deduce de las declaraciones del director de la misma, el tesorero, y otros empleados, e
incluso de la propia confesión del acusado acerca del percibo de dinero por parte de los
clientes, dinero que habría ingresado en metálico a través de tales testigos, sin compro-
bante o recibo alguno, y sin que tal comportamiento haya sido demostrado por tal
acusado (hecho impeditivo de la concurrencia del tipo penal, que a dicha parte corres-
ponde, sin que ello naturalmente suponga inversión alguna de la carga probatoria). En
otras palabras, si el sujeto pasivo de la pretensión punitiva ejercitada en el proceso penal,
postulase un hecho que impida la constitución criminal del tipo (apropiación indebida),
como es la devolución a su principal del dinero en metálico cobrado a los clientes, por
encargo de aquél (conducta de un comisionista de ventas, como es el caso), corre a
cuenta del mismo la acreditación de tal hecho en tal proceso, sin que el acusador tenga
la prueba de probar un hecho negativo, referido a la falta de ingreso de tales cantidades
en metálico. En el caso, además, ello se justificó con la declaración de los empleados de
la compañía, negando cualquier recibo de dinero por parte del acusado. Es más, ante
ello, Vicente pretendió utilizar un documento falso que ponía de manifiesto que tales
cantidades, sin IVA, se ingresasen directamente en la compañía, siendo condenado por
la elaboración y presentación en juicio de tan apócrifa instrucción mercantil de aquélla.
Ello deriva que toda su estrategia defensiva, al invocar un hecho impeditivo, quedara
huérfana total de acreditación probatoria. Así las cosas, volvamos sobre el meritado
informe pericial, citado como literosuficiente. Pues bien, éste no desmonta lo probado
en autos, comenzando por aseverar que «el perito [informante] no puede establecer un
modus operandi de las operaciones directas con clientes particulares en general». De los
ocho extremos de tal peritaje, siete no son más que generalizaciones; únicamente, la
sexta de sus conclusiones es más incisiva, al poner de manifiesto que los listados de caja
son manifiestamente incorrectos, al destacarse que «no aportan información de ningún
tipo», y termina por afirmar que «el hecho de presentar un libro de caja que presenta saldos
negativos, incluso en el cierre del ejercicio, descalifica ese registro contable». A partir de ahí, y
revisando «manifestaciones» incluidas en la diligencias previas, la conclusión es que «en
los años 2001 y 2002 no garantizaban [los circuitos administrativo-contables] de Miele,
SAU el correcto registro de la totalidad de las operaciones realizadas». Pero teniendo en
cuenta que no se juzga la contabilidad de MIELE, sino las indebidas apropiaciones del
acusado, y sus ardides al mostrar como precio a los clientes, el que no correspondía según
las tarifas de la compañía, sino otros superiores, es claro que el documento no puede
380 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

tener la virtualidad probatoria que quiere atribuirle el autor del recurso, pues de tal
contabilidad no se deduce que el acusado reintegrara los importes en metálico cobrados
a los clientes y no reingresados a la empresa, sino, a lo sumo, la inoperatividad probatoria
de tal contabilidad, por cierto no tenida en cuenta en ningún momento por los jueces
a quibus como elemento probatorio de su convicción judicial.
El motivo, en consecuencia, no puede prosperar.

STS de 22 de mayo de 2008, rec. 1166/2007

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SÉPTIMO
(…)
Ahora bien quedan excluidos del concepto de documento a efectos casacionales,
todos aquellos que sean declaraciones personales aunque aparezcan documentadas. La
razón se encuentra en que las pruebas personales como la testifical y la de confesión,
están sujetas a la valoración del Tribunal que con inmediación la percibe (STS
1006/2000 de 5.6).
También se considera por esta Sala que no constituyen documentos a estos efectos,
la prueba pericial, pues se trata de una prueba personal y no documental, aunque apa-
rezca documentada, a efectos de constancia y en ella adquiere especial relevancia el
contacto directo con su producción por parte del órgano judicial que la preside y pre-
sencia en el juicio oral (SSTS 5.11.2003 y 5.6.2000). Es cierto que excepcionalmente
se reconoce esa virtualidad a la prueba pericial como fundamento de la pretensión de
modificación del aspecto fáctico de una sentencia impugnada en casación cuando:
— existiendo un solo dictamen o varios absolutamente coincidentes y no dispo-
niendo la Audiencia de otras pruebas sobre los mismos elementos fácticos, el
Tribunal haya estimado el dictamen o dictámenes coincidentes como base única
de los hechos declarados probados, pero incorporándolos a dicha declaración de
un modo incompleto, fragmentario, mutilado o contradictorio, de modo que
altere relativamente su sentido originario.
— cuando contando solamente con dicho dictamen o dictámenes coincidentes y
no concurriendo otras pruebas sobre el mismo punto fáctico, el Tribunal de
instancia haya llegado a conclusiones divergentes con los de los citados informes,
sin expresar las razones que lo justifiquen (SSTS 182/2000 de 8.2, 1572/2000
de 17.10, 1729/2003 de 24.12, 299/2004 de 4.3).
En ambos casos cabe estimar acreditado documentalmente el error del Tribunal. En
el primero porque, asumiendo el informe, el texto documentado de éste permite
demostrar que ha sido apreciado erróneamente al incorporarlo en los Hechos Probados
de un modo que desvirtúa su contenido probatorio. En el segundo porque, al apartarse
del resultado único o coincidente de los dictámenes periciales, sin otras pruebas y sin
expresar las razones que lo justifiquen, nos encontramos ante un discurso o razona-
Jurisprudencia 381

miento judicial que es contrario a las reglas de la lógica, de la experiencia o los criterios
firmes del conocimiento científico.
Así pues, la excepción requiere que él o los dictámenes periciales sean coincidentes
respecto de una cuestión sobre la que no exista otra forma de probarla y que, sin
embargo, el Tribunal sin una justificación razonable se haya apartado de lo indicado en
el dictamen pericial.
Los informes, en suma, han de patentizar el error denunciado, no resultar contra-
dichos por otras pruebas y ser relevantes para la resolución del caso (SSTS 30.4.98,
22.3.2000, 23.4.2002).
Las pruebas periciales no son auténticos documentos, sino pruebas personales con-
sistentes en la emisión de informes sobre cuestiones técnicas, de mayor o menor com-
plejidad, emitidos por personas con especiales conocimientos en la materia, sean o no
titulados oficiales. Como tales pruebas quedan sujetas a la valoración conjunta de todo
el material probatorio conforme a lo previsto en el artículo 741 de la LECrim. Cuando,
como es habitual, los peritos comparecen en el juicio oral, el Tribunal dispone de las
ventajas de la inmediación para completar el contenido básico del dictamen con las
precisiones que hagan los peritos ante las preguntas y repreguntas que las partes les dirijan
(artículo 724 de la LECrim). Y es doctrina reiterada que lo que depende de la inme-
diación no puede ser revisado en el recurso de casación.
En definitiva, no cabe hablar de una equiparación plena de la prueba pericial a la
documental a estos efectos del art. 849.2 LECrim. No lo permite la diferente naturaleza
de estos dos medios de prueba. La pericial es una prueba de carácter personal donde el
principio de inmediación personal, particularmente cuando esta prueba se practica en
el juicio oral, tiene una relevancia que no aparece en la documental Si, como hemos
dicho, en definitiva la interdicción de la arbitrariedad constituye el fundamento último
de esta norma de la LECrim (art. 849.2) en esta clase de prueba dado su carácter personal,
ha de tener mayor importancia la explicación que al efecto nos ofrezca el Tribunal de
instancia sobre su apreciación de lo escuchado en juicio (SSTS 275/2004 de 5.3 y
768/2004 de 18.6).
La excepcionalidad con que esta posibilidad se ha aceptado por la jurisprudencia de
esta Sala, a pesar de la frecuencia con que plantea, no supone que pueda afirmarse que
la prueba pericial pueda ser nuevamente valorada en todo caso y en su integridad, por
el Tribunal de casación.
Siendo así, no debe confundirse este supuesto excepcional con la valoración que el
Tribunal hace de la prueba pericial, pues, como indica la STS 1572/200 de 17.10, «El
Tribunal ha valorado una pluralidad de informes, incluidas las matizaciones realizadas
por el perito en el acto del juicio oral, obteniendo racionalmente su convicción... por
lo que nos encontramos ante un ejercicio razonable de las facultades valorativas del
Tribunal de instancia no cuestionables a través de este cauce casacional».
Pues bien el propio desarrollo del motivo se desprende que ninguno de estos casos
coincide con el presente en el que el recurrente lo que critica es precisamente haber
acogido las conclusiones de aquellos informes, prueba pericial y que la sentencia no se
aparte de las conclusiones fijadas por la resolución del Tribunal de Cuentas, olvidando
382 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

que el Tribunal de instancia puede con soberano criterio y plena libertad de decisión
puede llegar a conclusiones distintas pero también, obviamente, aceptar como definitivo
lo ya resuelto o informado.
Por tanto si lo que pretende el recurrente es una nueva valoración de estas pruebas
conforme a los propios argumentos, ello no significa otra cosa que disentir de la valo-
ración de los hechos que es competencia exclusiva del Tribunal de instancia (STS
10.4.2003) salvo que aquella valoración haya sido arbitraria, ilógica o irracional, impug-
nación no encuadrable en la vía del art. 849.2 LECrim y que ha sido desestimado en el
motivo precedente.

STS de 23 de mayo de 2007, rec. 2416/2016

FUNDAMENTOS DE DERECHO
RECURSO INTERPUESTO POR Silvio
QUINTO
El motivo segundo por infracción de Ley (ex art. 849.2 LECrim.) al haber existido
error de apreciación en los medios de prueba aportados en las actuaciones, designando
los informes periciales y de auditoria contables, la sentencia de la jurisdicción social en
cuanto al despido del Sr. Silvio, y la documental con las firmas de los alumnos en la que
manifiestan haber pagado las matrículas.
El motivo deviene improsperable.
Como decíamos en la STS 488/2006: «el ámbito de aplicación del motivo de casa-
ción previsto en el art. 849.2 LECrim se circunscribe al error cometido por el Tribunal
sentenciador al establecer los datos fácticos que se recogen en la declaración de hechos
probados, incluyendo en la narración histórica elementos fácticos no acaecidos, omi-
tiendo otros de la misma naturaleza que sí hubieran tenido lugar, o describiendo sucesos
de manera diferente a como realmente se produjeron. En todo caso, el error a que
atiende este motivo de casación se predica sobre aspectos o extremos de naturaleza
fáctica, nunca respecto a los pronunciamientos de orden jurídico que son la materia
propia del motivo que por error iuris se contempla en el primer apartado del precepto
procesal, motivo éste, art. 849.1 LECrim que a su vez, obliga a respetar el relato de
hechos probados de la sentencia recurrida, pues en estos casos solo se discuten problemas
de aplicación de la norma jurídica y tales problemas han de plantearse y resolverse sobre
unos hechos predeterminados que han de ser los fijados al efecto por el Tribunal de
instancia, salvo que hayan sido corregidos previamente por estimación de algún motivo
fundado en el art. 849.2 LECrim o en la vulneración del derecho a la presunción de
inocencia.
Ahora bien, la doctrina de esta Sala (SSTS 6.6.2002 y 5.4.99) viene exigiendo reite-
radamente para la estimación del recurso de casación por error de hecho en la aprecia-
ción de la prueba, entre otros requisitos, que el documento por sí mismo sea demos-
trativo del error que se denuncia cometido por el Tribunal sentenciador al valorar las
pruebas. Error que debe aparecer de forma clara y patente del examen del documento
Jurisprudencia 383

en cuestión, sin necesidad de acudir a otras pruebas ni razonamientos, conjeturas o


hipótesis, esto es, por el propio y literosuficiente poder demostrativo del documento
(STS 28.5.99).
Por ello esta vía casacional, recuerda la STS 1952/2002 de 26.11, es la única que
permite la revisión de los hechos por el Tribunal de Casación. De ahí que el error de
hecho sólo pueda prosperar cuando, a través de documentos denominados «literosufi-
cientes» o «autosuficientes», se acredita de manera indubitada la existencia de una equi-
vocación en la valoración de la prueba siempre y cuando el supuesto error no resulte
contradicho por otros documentos o pruebas, como expone la STS de 14/10/99, lo
propio del presente motivo es que suscita la oposición existente entre un dato objetivo
incorporado, u omitido, en el relato fáctico de la sentencia y aquél que un verdadero
documento casacional prueba por sí mismo, es decir, directamente y por su propia y
«literosuficiente» capacidad demostrativa, de forma que si se hubiesen llevado a cabo
otras pruebas, similares o distintas, con resultado diferente, se reconoce al Tribunal la
facultad de llegar a una conjunta valoración que permite estimar que la verdad del hecho
no es la que aparece en el documento, sino la que ofrecen los otros medios probatorios.
La razón de ello es que el Tribunal de Casación debe tener la misma perspectiva que el
de instancia para valorar dicho documento, o dicho de otra forma, si la valoración es
inseparable de la inmediación en la práctica de la prueba que corresponde al Tribunal
de instancia, el de Casación no podrá apreciar dicha prueba porque ha carecido de la
necesaria inmediación.
En síntesis, como también señala la STS de 19/04/02, la finalidad del motivo pre-
visto en el artículo 849.2 LECrim consiste en modificar, suprimir o adicionar el relato
histórico mediante la designación de verdaderas pruebas documentales, normalmente
de procedencia extrínseca a la causa, que acrediten directamente y sin necesidad de
referencia a otros medios probatorios o complejas deducciones el error que se denuncia,
que debe afectar a extremos jurídicamente relevantes, siempre que en la causa no existan
otros elementos probatorios de signo contradictorio.
Consecuentemente es necesario que el dato contradictorio así acreditado sea impor-
tante, en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de los pronunciamientos del
fallo, pues si afecta a elementos fácticos que carezcan de tal virtualidad, el motivo no
puede prosperar porque, como reiteradamente tiene dicho esta Sala, el recurso se da
contra el fallo y no contra los elementos de hecho o de derecho que no tiene aptitud
para modificarlo (STS 21.11.96, 11.11.97, 24.7.98).
Igualmente ha de citarse con toda precisión los documentos con designación expresa
de aquellos particulares de donde se deduzca inequívocamente el error padecido, y
proponerse por el recurrente una nueva redacción del factum derivada del error de hecho
denunciado en el motivo. Rectificación del factum que no es un fin en sí mismo, sino
un medio para crear una premisa distinta a la establecida y, consiguientemente, para
posibilitar una subsunción jurídica diferente de la que se impugna.
Ahora bien quedan excluidos del concepto de documento a efectos casacionales,
todos aquellos que sean declaraciones personales aunque aparezcan documentadas. La
razón se encuentra en que las pruebas personales como la testifical y la de confesión,
384 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

están sujetas a la valoración del Tribunal que con inmediación la percibe (STS
1006/2000 de 5.6).
También se considera por esta Sala que no constituyen documentos a estos efectos,
la prueba pericial, pues se trata de una prueba personal y no documental, aunque apa-
rezca documentada, a efectos de constancia y en ella adquiere especial relevancia el
contacto directo con su producción por parte del órgano judicial que la preside y pre-
sencia en el juicio oral (SSTS 5.11.2003 y 5.6.2000). Es cierto que excepcionalmente
se reconoce esa virtualidad a la prueba pericial como fundamento de la pretensión de
modificación del aspecto fáctico de una sentencia impugnada en casación cuando: a)
existiendo un solo dictamen o varios absolutamente coincidentes y no disponiendo la
Audiencia de otras pruebas sobre los mismos elementos fácticos, el Tribunal haya esti-
mado el dictamen o dictámenes coincidentes como base única de los hechos declarados
probados, pero incorporándolos a dicha declaración de un modo incompleto, fragmen-
tario, mutilado o contradictorio, de modo que altere relativamente su sentido originario.
cuando contando solamente con dicho dictamen o dictámenes coincidentes y no
concurriendo otras pruebas sobre el mismo punto fáctico, el Tribunal de instancia haya
llegado a conclusiones divergentes con los de los citados informes, sin expresar las razo-
nes que lo justifiquen (SSTS 182/2000 de 8.2, 1572/2000 de 17.10, 1729/2003 de
24.12, 299/2004 de 4.3).
En ambos casos cabe estimar acreditado documentalmente el error del Tribunal. En
el primero porque, asumiendo el informe, el texto documentado de éste permite
demostrar que ha sido apreciado erróneamente al incorporarlo en los Hechos Probados
de un modo que desvirtúa su contenido probatorio. En el segundo porque, al apartarse
del resultado único o coincidente de los dictámenes periciales, sin otras pruebas y sin
expresar las razones que lo justifiquen, nos encontramos ante un discurso o razona-
miento judicial que es contrario a las reglas de la lógica, de la experiencia o los criterios
firmes del conocimiento científico.
Así pues, la excepción requiere que él o los dictámenes periciales sean coincidentes
respecto de una cuestión sobre la que no exista otra forma de probarla y que, sin
embargo, el Tribunal sin una justificación razonable se haya apartado de lo indicado en
el dictamen pericial.
Los informes, en suma, han de patentizar el error denunciado, no resultar contra-
dichos por otras pruebas y ser relevantes para la resolución del caso (SSTS 30.4.98,
22.3.2000, 23.4.2002).
Las pruebas periciales no son auténticos documentos, sino pruebas personales con-
sistentes en la emisión de informes sobre cuestiones técnicas, de mayor o menor com-
plejidad, emitidos por personas con especiales conocimientos en la materia, sean o no
titulados oficiales. Como tales pruebas quedan sujetas a la valoración conjunta de todo
el material probatorio conforme a lo previsto en el artículo 741 de la LECrim. Cuando,
como es habitual, los peritos comparecen en el juicio oral, el Tribunal dispone de las
ventajas de la inmediación para completar el contenido básico del dictamen con las
precisiones que hagan los peritos ante las preguntas y repreguntas que las partes les dirijan
Jurisprudencia 385

(artículo 724 de la LECrim). Y es doctrina reiterada que lo que depende de la inme-


diación no puede ser revisado en el recurso de casación.
En definitiva, no cabe hablar de una equiparación plena de la prueba pericial a la
documental a estos efectos del art. 849.2 LECrim. No lo permite la diferente naturaleza
de estos dos medios de prueba. La pericial es una prueba de carácter personal donde el
principio de inmediación personal, particularmente cuando esta prueba se practica en
el juicio oral, tiene una relevancia que no aparece en la documental Si, como hemos
dicho, en definitiva la interdicción de la arbitrariedad constituye el fundamento último
de esta norma de la LECrim (art. 849.2) en esta clase de prueba dado su carácter personal,
ha de tener mayor importancia la explicación que al efecto nos ofrezca el Tribunal de
instancia sobre su apreciación de lo escuchado en juicio (SSTS 275/2004 de 5.3 y
768/2004 de 18.6).
La excepcionalidad con que esta posibilidad se ha aceptado por la jurisprudencia de
esta Sala, a pesar de la frecuencia con que plantea, no supone que pueda afirmarse que
la prueba pericial pueda ser nuevamente valorada en todo caso y en su integridad, por
el Tribunal de casación.
Siendo así, no debe confundirse este supuesto excepcional con la valoración que el
Tribunal hace de la prueba pericial, pues, como indica la STS 1572/200 de 17.10, «El
Tribunal ha valorado una pluralidad de informes, incluidas las matizaciones realizadas
por el perito en el acto del juicio oral, obteniendo racionalmente su convicción... por
lo que nos encontramos ante un ejercicio razonable de las facultades valorativas del
Tribunal de instancia no cuestionables a través de este cauce casacional».
NOVENO
Respecto a la utilización de los medios de prueba pertinentes, cuya vulneración se
denuncia en este presente motivo, coincide con el motivo cuarto por quebrantamiento
de forma del art. 850.1 LECrim al denegar los siguientes medios de prueba: documental:
oficio al Registro de Fundaciones de la Generalitat para que aportara copia de toda la
documentación contable de la Fundación Privada Escuela Universitaria de Relaciones
Laborales de LLeida; y pericial para que por perito contable se procediera al estudio de
dicha documentación, a fin de dictaminar si en la confección de la contabilidad de dicha
Fundación de los años anteriores al curso académico 98-99, se utilizaban o no criterios
de caja, si constan contabilizados ingresos en efectivo y si la contabilidad se hacía en base
a transacciones globales, y deben, por tanto, ser objeto de un análisis conjunto, solicitud
de ambas pruebas que se formuló en el escrito de defensa de 19.4.2006, resultando
inadmitidas por Auto de la Audiencia de 6.7.2006, y que fue reproducido como cuestión
previa en la vista del juicio oral, resultando nuevamente inadmitida por el Tribunal,
formulándose la correspondiente y formal protesta.
Estas impugnaciones coinciden, en cuanto a su argumentación, con los motivos
primero y tercero del recurso interpuesto con el acusado Silvio, por lo que se dan por
reproducidos los Fundamentos Tercero y Cuarto que anteceden, en orden a la necesidad
de que concurran unos requisitos materiales o de fondo, que podemos concretar en:
386 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.- Que la prueba sea necesaria en el doble sentido de su relevancia y su no redun-


dancia es decir que tenga utilidad para los intereses de quien la propone, de modo que
su omisión le cause indefensión STS 5.3.99).

STS de 4 de junio de 2004, rec. 846/2003

CUARTO
Recurso de Blas.
…. el Atlético ya convertido en SAD., desde Noviembre de 1992.
El recurso aparece formalizado a través de cuatro motivos.
El primer motivo, por el cauce del error iuris del art. 849-1.º LECrim denuncia
como indebidamente aplicado el art. 251-3.º, estafa mediante simulación de contrato,
delito por el que está condenado junto con su padre Jose Manuel. Se trata de una cues-
tión ya abordada y resuelta en el estudio del primer recurso y a lo allí dicho nos remi-
timos.
Ya hemos dicho que aunque formalmente el Club fue contratante, dada la colusión
fraudulenta existente entre padre e hijo para hacer desaparecer la deuda de Jose Manuel,
debe estimarse perjudicado al Club.
El motivo segundo, por igual cauce que el anterior estima indebidamente aplicados
los artículos 110, 112, 115 y 116 del Código Penal. La sentencia condena a Jose Manuel
y a su hijo Blas a abonar por mitades al Club el importe del IVA que el Club pagó por
la cesión de los cuatro jugadores y que ascendió a 438 millones de ptas. Se argumenta
que los contratos calificados de simulados no han sido declarados nulos en la sentencia,
y que en definitiva sobre pertenecer los cuatro jugadores concernidos al Club, este
descontó en su día el IVA pagado a Promociones Futbolísticas SA, por lo que el acordado
reembolso constituiría un enriquecimiento injusto para el Club.
El motivo tiene que prosperar por la exclusiva razón de que, en efecto, los contratos
declarados simulados en la sentencia en la medida que no se ha acordado su nulidad,
siguen siendo válidos, sin que ello suponga una contradicción, porque el engaño/simu-
lación está en compensar una deuda de 2.700 millones de ptas. con la cesión de los
derechos económicos y de imagen de unos jugadores cuyo valor en el mercado era
prácticamente inexistente, o en todo caso muy inferior a la deuda existente.
Por ello el IVA abonado debe mantenerse sin que haya lugar a reembolso alguno.
Procede la estimación del motivo.
El motivo tercero, por la vía del error facti se dice que la sentencia omitió consignar
que la deuda de 2.700 millones de ptas. no era una deuda real, sino meramente contable
—error por omisión en los hechos probados—.
Como «documentos» acreditativos del denunciado error se refiere a declaraciones
testificales, a la pericial de Marcelino y a unos documentos contables indicados in genere.
El recurrente incurre en el mismo defecto procesal que ya hemos estudiado al estu-
diar el motivo undécimo del primer recurso.
Se indican in genere los recibos de los pagos complementarios realizados a los juga-
dores en las campañas 92/93, 93/94, 94/95 y 95/96, con cita de «dos archivadores» y
Jurisprudencia 387

de la cuarta carpeta. A ello se unen los contratos federativos, complementarios y adi-


cionales obrantes en las piezas separadas 13 y 14 del Rollo de Sala. Además se indican
diversas declaraciones testificales y de imputados, que no tienen la condición de docu-
mentos en clave casacional, y finalmente se cita la conclusión del Informe del perito Sr.
Marcelino, que fue ratificado en el Plenario el cual afirma la realidad de pagos efectuados
a su personal deportivo efectuados en parte de modo no oficial, añadiendo que existe
recibidos firmados por importe de 1.794.394.000 ptas.
En relación a esta pericia no se deduce con claridad e indubitadamente el error que
se denuncia, pues aún aceptando en sede teórica el pago de dicha cantidad, la deuda
fijada en sentencia excede en casi mil millones de ptas. y por otra parte —y esto es muy
relevante— nada se acredita respecto a quien abonó tales pagos, por lo que nada patentiza
la pericial indicada respecto del error que se denuncia, pericial que, además, está seve-
ramente contradicha por las pruebas indirectas valoradas por el Tribunal sentenciador.
Procede la desestimación del motivo.

STS de 9 de octubre de 2003, rec. 2906/2001

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SEGUNDO
Por igual cauce procesal que el motivo precedente (art. 5-4 LOPJ), en el segundo,
estima infringidos determinados derechos fundamentales contenidos en el art. 24 de la
Constitución española (aunque no se cite), denunciando concretamente la ausencia de
tutela judicial efectiva en conexión con los derechos a la igualdad de armas procesales,
a un proceso con todas las garantías, al uso de los medios de prueba pertinentes para la
defensa y a la presunción de inocencia, y ello por haber admitido y tenido en cuenta la
Sala de instancia, en la valoración de la prueba, una pericial llevada a cabo con vulne-
ración de los mencionados derechos fundamentales.
Antes de dar respuesta a esta pretensión impugnativa, conviene conocer los avatares
procesales de la realización de la referida prueba:
Durante la instrucción del procedimiento, y en concreto por auto de 15-febrero-95,
el Juzgado Central n.o 3 acordó de oficio la práctica de un informe pericial que diese
respuesta a una serie de extremos que se reputaban imprescindibles. Por providencia de
15 de marzo siguiente se acordó interesar de la Intervención General del Estado el
nombramiento de personal cualificado para la prestación de informe, recayendo después
dicho nombramiento en dos funcionarios del Cuerpo Superior de Inspectores de Finan-
zas.
Mediante escrito de 9 de mayo de 1995, la defensa del recurrente solicitó que éste
(en prisión provisional en ese momento) pudiera intervenir en el «acto pericial» acordado
por el Juez instructor, invocando como apoyo el art. 476 en relación con el art. 467 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al entender que el «reconocimiento pericial» no iba
a poder reproducirse en el acto del juicio oral. Al no recibirse respuesta del Juzgado se
reiteró la petición el 21 de septiembre siguiente. A continuación, en providencia de 8
388 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

de noviembre del mismo año el Juzgado dispuso no facultar a D. Carlos Miguel para
intervenir en el acto pericial «dado que no concurría en él la condición de perito».
Contra dicha resolución se interpuso recurso de reforma que fue desestimado por auto
de 25-enero-96, y frente a este auto se presentó recurso de queja, también rechazado
por auto de 28-febrero-96 de la Sección 2.ª de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional, estimando que lo único que se le había prohibido al recurrente era la asistencia
al «estudio que, del material que ha de ser objeto de la prueba pericial, realicen los peritos
antes de emitir su informe», momento éste de dicha emisión en el que sí iba a poder
intervenir, por lo que no se le había causado indefensión.
Los peritos, al emitir el informe, constataron la importante limitación que les había
supuesto no poder contar con la colaboración de los antiguos gestores de PSV/IGS y
del «equipo directivo nuevo», la falta de documentación o documentación que no
podían entender, desconociéndose extremos como si se llevaba en IGS contabilidad de
costes, etc. Tales limitaciones no fueron suplidas en la ratificación del informe, ni en
informes ampliatorios posteriores, y a pesar de ello —insiste el recurrente— se admitió
el informe como prueba pericial siendo la base de la acusación formulada por el Minis-
terio Fiscal que reprodujo en su escrito párrafos completos del mismo. La defensa del
recurrente planteó en el juicio oral, y en el momento previsto en el art. 793-2.º de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, como cuestión previa, la necesidad de acordar la nuli-
dad del referido informe pericial. Tal solicitud de nulidad se denegó en la ya citada
resolución de 17-abril-2000, ante lo cual la defensa del recurrente efectuó la oportuna
protesta.
El recurrente se preocupa de matizar el grado de intervención en el acto pericial,
pretendiendo ceñir únicamente su participación para completar, en aquellos puntos que
los propios peritos considerasen necesarios, los datos precisos para que estos pudiesen
formular sus conclusiones, no participar en la redacción y adopción de las que los peritos
estimaran oportuno.
Realmente se interesaba, de modo limitado, intervenir en las operaciones o reco-
nocimientos que estaban llevando a cabo los peritos judiciales, ejercitando el derecho
reconocido en el art. 471 y 476 de la LECrim. Quizás en este punto el recurrente haya
interpretado benévolamente, pero en su propio beneficio, los términos de los preceptos
que invoca. Ambos, referidos a la situación prevista en el párrafo 2.º del art. 767 de la
misma Ley de Ritos, hace que sea necesario esclarecer ciertas cuestiones previas que el
motivo sugiere:
— naturaleza y características de la prueba pericial.
— determinación de cuándo el reconocimiento o informe de los peritos puede
tener lugar de nuevo en el juicio oral o cuándo resulta irreproducible en ese
acto.
— qué alcance debe otorgarse a la expresión «acto pericial» a que se refieren los
mentados arts. 471 y 476, así como otros del mismo texto legal (v.g. arts. 470,
474, 477, etc.).
— qué posibilidades, distintas a la solicitada, ha tenido el recurrente para contra-
decir el dictamen pericial.
Jurisprudencia 389

En orden a la naturaleza y sentido de la pericia o informe pericial hemos de mani-


festar que, amén de estimarse medio de prueba en su función de averiguación en el
juicio oral de la verdad material delimitada en las pretensiones penales que se ejercitan,
en aquellos casos que se interesa y practica a instancias del Instructor, constituye un acto
de investigación o preprobatorio de auxilio judicial para suplir la ausencia de conoci-
mientos científicos, artísticos o culturales del juez, teniendo como finalidad tal diligencia
constatar una realidad no captable directamente por los sentidos, en contraste con la
prueba testifical o inspección ocular.
Las garantías o fiabilidad de los resultados o conclusiones de la diligencia pericial se
hallan asentadas en el carácter imparcial y objetivo de los peritos. Poca seguridad iba a
tener el Instructor si junto a los peritos designados intervienen las partes personadas en
la causa, especialmente los acusados, a modo de fiscalizadores de la labor imparcialmente
desarrollada. Las partes acusadoras y acusadas, son parciales, como su misma denomi-
nación sugiere y el denunciado o inculpado está exento de decir verdad, y nunca puede
ser compelido a comportarse procesalmente con objetividad si ello redunda en su per-
juicio.
Los peritos pudieron afirmar que su pericia no obtuvo la precisión o corrección
deseada por insuficiencias de la documentación, que podían haber aportado o aclarado
los antiguos gestores de las distintas sociedades interconectadas; pero nunca solicitaron
su auxilio, ni el Instructor estaba autorizado a hacerlo (so pena de violentar el derecho
de defensa), requiriéndoles a que colaborasen en la confección de unas diligencias, que
podían tornarse, en lo sucesivo, en una prueba en su contra. Así pues, podemos afirmar
que la pretensión de actuar en la diligencia, en los términos propugnados por el impug-
nante, es contraria a la naturaleza y objetivos de la misma.
(…)
En nuestro caso, dada la naturaleza del objeto de la pericia, no se ciega la repetibilidad
de las operaciones periciales, ya que los documentos contables existen y se mantienen
en las mismas condiciones, de forma inmutable, desde un principio.
Una prueba de la naturaleza de la practicada podría realizarse en la actualidad per-
fectamente. El objeto de la diligencia pericial es el mismo (aspecto objetivo), aunque
los criterios, métodos utilizados o conclusiones objetivas, pudieran ser distintas (aspecto
subjetivo), si fueren otros los peritos designados.
Tampoco, desde este punto de vista, cabría aceptar la pretensión del acusado
Aunque, conforme a lo hasta ahora explicitado, quedara excluida la aplicación de
los arts. 471 y 476 LECrim propuesta por el recurrente, sólo a efectos dialécticos cabe
abordar las demás cuestiones inicialmente planteadas.
Respecto al sentido y alcance de la expresión «acto pericial», es obvio que debe
referirse tanto a las operaciones y reconocimientos previos a la emisión del informe,
como a la emisión del informe mismo.
Sin embargo, los términos en que nuestro texto legal se expresa, exigiendo que el
acto pericial lo presida el juez (art. 477 LECrim), se acomoda más a las hipótesis en que
las operaciones o análisis previos se llevan a cabo en actuaciones procesales instantáneas
o no dilatadas en el tiempo. No cabría pensar que, durante los más de dos años que los
390 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

peritos estuvieron trabajando con la abundantísima documentación contable, el Juez


instructor estuviera permanentemente presidiendo la diligencia.
Es por ello que, en ciertos supuestos, no debe descartarse que el acto pericial (cuando
es meticuloso y complicado el estudio del objeto de la prueba) se entienda referido a la
emisión del informe ante el Instructor, en cuyo momento las partes pueden hacer las
objeciones, consideraciones o preguntas que tengan por conveniente, que pueden
extenderse a las operaciones previas, métodos o criterios utilizados en la elaboración del
consiguiente informe.
(…)
Y finalmente, pudo proponer prueba pericial sobre los mismos extremos, o sobre
otros enervatorios de la pericia discutida, oportunidad que sí aprovechó interesando la
correspondiente pericia, que fue admitida y practicada.
De todo lo dicho no aflora ninguna vulneración del derecho de defensa o ningún
otro de naturaleza procesal. Tampoco el efecto reflejo pretendido, ex art. 11 LOPJ, es
aplicable con las consecuencias que la denominada «teoría de los frutos del árbol enve-
nenado» conlleva.
El motivo no puede prosperar.
CUARTO
Al amparo del art. 849-2 LECrim se denuncia, en el motivo correlativo, el error
padecido por la sentencia recurrida al afirmar en el apartado 6.4 de los hechos probados,
tercer y cuarto párrafos (págs. 92 y 93), que los fondos de los cooperativistas fueron al
menos parcialmente usados para actividades ajenas a la actividad inmobiliaria para la que
habían sido entregados a PSV, extremo sobre el que basa la Audiencia su fallo conde-
natorio.
El error de la sentencia recurrida se demuestra inequívocamente —en opinión del
impugnante— del tenor de los diferentes informes periciales practicados en autos, que
no resultan contradichos por otros elementos probatorios.
Ningún reproche formal puede achacarse al planteamiento, ya que los informes
periciales, en determinadas condiciones, merecen según doctrina de esta Sala, la consi-
deración de documentos, a efectos de acreditar un error facti.
En este sentido nos dice la S. de 19-junio-2001, «para que los informes periciales
puedan tener la consideración de documentos stricto sensu, a efectos casacionales,
requieren la concurrencia de las siguientes circunstancias:
— que constando un solo dictamen o varios absolutamente coincidentes, y no dis-
poniendo la Audiencia de otras pruebas sobre los mismos elementos fácticos, se
haya estimado el dictamen o dictámenes coincidentes como base única de los
hechos declarados probados, pero incorporándolos a dicha declaración de un
modo incompleto, fragmentario, mutilado o contradictorio, de modo que se
altere relevantemente su sentido orginario.
— que contando solamente con dicho dictamen o dictámenes coincidentes y no
concurriendo otras pruebas sobre el mismo punto fáctico, el Tribunal de ins-
tancia haya llegado a conclusiones divergentes con las de los citados informes
sin expresar razones que lo justifiquen.
Jurisprudencia 391

Los aspectos de los diversos dictámenes, que el recurrente aduce en apoyo de su


tesis, se contraen a los siguientes:
Informe pericial de D. Valentín (fol. 68.677 y ss. de Diligencias; Tomo 182, pág.
42).
Todos los proyectos de IGS no vinculados a la promoción de viviendas sociales
surgieron o llegaron inicialmente con su propia financiación, distinta de la correspon-
diente a los proyectos de promoción de viviendas sociales. Los fondos aportados por los
cooperativistas o adjudicatarios de viviendas sociales promovidas por IGS, SA o PSV así
como los préstamos hipotecarios dispuestos, correspondientes a dichos proyectos, fueron
invertidos en viviendas sociales, no en ninguna de las otras actividades empresariales del
grupo I.G.S., S.A».
Informe pericial de D. Vicente Tomo 89, fol. 24.839 y ss. señala en la pág. 30: «Las
ventas de empresas de UGT a IGS no tuvieron influencia alguna en los problemas
surgidos en las promociones ni supusieron la utilización a tal fin de recursos procedentes
de aportaciones efectuadas por los adquirientes de viviendas».
Finalmente, informe de los peritos Sres. Felipe e Claudio, Tomo III del Rollo de
Sala, fol. 1.222 y ss.
En él se establece:
Pág. 41 «...... del análisis efectuado no se puede desprender que existieran utiliza-
ciones o desvíos irregulares de las aportaciones de los cooperativistas».
Pág. 69 «....... en las promociones destinadas a PSV se produjo un déficit de finan-
ciación de 1.100 millones de pesetas, que fue sufragado no con fondos procedentes de
cooperativistas o créditos hipotecarios, sino con otras fuentes obtenidas directamente
por I.G.S., fundamentalmente, apelaciones a créditos de sociedades del Grupo».
Pág. 87 y ss. «..... del análisis efectuado anteriormente no se puede desprender que
hubiera un desvío o utilización irregular de las aportaciones de los cooperativistas, y
creemos, a nuestro leal saber y entender, que las causas de la crisis de P.S.V. estuvieran
básicamente relacionadas con la falta de obtención de financiación para poder continuar
con la construcción de las promociones y que dieron lugar a la fuerte insolvencia de
estas sociedades y su posterior liquidación, tras la intervención pública».
Aunque las diversas conclusiones periciales que acabamos de reseñar no son exac-
tamente iguales entre ellas, los matices diferenciales no deben influir, a pesar de lo
argüido por alguno de los recurridos, para que en esencia, en todas ellas gravite una idea
central, cual es, que «en ningún caso los fondos de los cooperativistas se dedicaron a
cubrir necesidades económico-financieras del grupo I.G.S., SA, por actividades ajenas
a la construcción de las viviendas de PSV».
No obstante, presupuesta la regularidad formal en la articulación del motivo, es otro
de los requisitos jurisprudenciales exigidos el que se echa en falta para el acogimiento
del mismo. Nos referimos a la existencia de pruebas de signo contrario, abiertamente
opuestas al criterio sostenido, consistentes en los dictámenes emitidos por los peritos
que no intervinieron en la causa a instancias del recurrente, o testimonios de otros
acusados o del responsable civil subsidiario.
(…)
392 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

— las afirmaciones de los propios peritos, en general, al calificar a tales documentos


como única fuente fiable. Las diferencias entre unos y otros informes periciales
lo fueron de enfoque e interpretación de cláusulas contractuales en cuanto legi-
timan el devengo o no de determinados ingresos (esencialmente los llamados
«honorarios de gestión»), como contraprestación por la realización de unos
determinados servicios.
Las diferencias de matiz son exhaustivamente justificadas y explicadas por la
Audiencia Nacional, en sus ponderados fundamentos.
— el dictamen pericial o conclusiones del informe emitido por los peritos judicia-
les, funcionarios de la Intervención General del Estado, que el recurrente no
menciona y que se contraponen en el particular aspecto combatido, a todos los
demás dictámenes que invoca.
— la propia asunción por el acusado de tal documentación, cuyo principal artífice
fue él mismo y que sirvió para apreciar en su favor una atenuante muy cualifi-
cada.
Con toda esta base probatoria es obvio que los fragmentos, extraídos de los dictá-
menes de determinados peritos, carecen de literosuficiencia para acreditar el error valo-
rativo que atribuye al Tribunal.
El motivo no puede merecer acogida.

SAP Madrid de 8 de mayo de 2003, Rec. 37/2003

Por otra parte, debe igualmente rechazarse la impugnación que gira en torno a la
prueba pericial practicada. Al respecto, y en primer lugar, debe señalarse que por mucho
que en el folio 150 se haga constar que el informe se emitió a petición de la parte
denunciante, no existe razón alguna para admitir la tacha de falta de objetividad. La
razón fundamental estriba en que el nombramiento del perito se llevó a efecto por el
propio Instructor, mediante providencia de fecha: 19.06.2001, notificada al recurrente
el 21 siguiente (folios 124 y 128), sin que se haya interpuesto recurso alguno contra la
mencionada resolución. Como tampoco puede aceptarse que los documentos exami-
nados por el perito fueran insuficientes, sobre todo porque en ningún momento se ha
puesto de manifiesto que no pudieran llevar a efecto la pericia. Al igual que no puede
compartirse que sólo se contó con la documentación facilitada por el querellante. Basta
remitirnos al contenido del folio 153, así como a la reseña de documentos tales como
los números 4, 7 y 16, que han sido inequívocamente aportados por el recurrente. De
la misma manera que no puede servir para hacer perder fiabilidad al informe pericial,
tantas veces mencionado, el hecho de que el perito no se pusiera en contacto con el
acusado. Era éste quien debiera haberlo hecho, si tenía algo que aclarar o aportar alguna
documentación. Por último, señalar que carecen de virtualidad las críticas que se hacen
en torno a su elaboración y conclusiones. Resulta bastante incomprensible que el recu-
rrente cuestione su contenido porque se hayan utilizado criterios distintos para la con-
tabilización de las partidas de ingresos y las de gastos, cuando tal sistema no es imputable
Jurisprudencia 393

al perito, sino al acusado. No en vano, es una de las primeras críticas que hace el emisor
del informe sobre el sistema contable, al inicio de su intervención en el acto del juicio,
lo que no demuestra error alguno en el resultado de la pericia, cuando además ha podido
el recurrente interrogar al respecto, lo que no hizo. Como tampoco pidió aclaración
alguna en el momento de la ratificación del informe pericial, efectuado el día 05.02.2002
(folio 161), ni propuso contrapericia alguna en el escrito de defensa.

3. CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO

STS de 29 de junio de 2015, rec. 3826/2014

FUNDAMENTOS DE DERECHO
QUINTO (…)
En estas circunstancias y teniendo a la vista dicho dictamen técnico, no cabe concluir
que la sentencia impugnada haya infringido el artículo 348 de la Ley de Enjuiciamiento
civil, en cuanto dispone que la prueba pericial ha de valorarse de acuerdo con las reglas
de la sana crítica. Conviene recordar que un informe pericial no razonado constituye
una mera opinión, pues, en definitiva, su fuerza probatoria no reside tanto en la con-
dición, categoría o número de sus autores como en su mayor o menor fundamentación
o razón de ciencia [véanse las sentencias de 16 de junio de 2008 (casación 429/05, FJ
2.º B), 6 de octubre de 2008 (casación 6168/07, FJ 3.º), 17 de noviembre de 2008
(casación 5709/07, FJ 13.º), 1 de diciembre de 2008 (casación 5033/05, FJ 4.º), 16 de
febrero de 2009 (casación 1887/07, FJ 7.º), 27 de febrero de 2012 (casación 6371/08,
FJ 3.º), 19 de enero de 2015 (casación 1418/13, FJ 9 .º) y 27 de abril de 2015 (casación
3777/12, FJ 3.º)].
Lo esencial en los informes periciales no son las conclusiones a las que
llegan sino los razonamientos que conducen a las mismas [sentencias de 27 de
febrero de 2001 (casación 6378/96, FJ 2.º), 27 de febrero de 2012 (casación 6371/08,
FJ 3.º), 19 de enero de 2015 (casación 1418/13, FJ 9 .º) y 27 de abril de 2015 (casación
3777/12, FJ 3.º)].
El segundo motivo del recurso debe, por tanto, ser desestimado.

STS de 2 de marzo de 2015, rec. 645/2013

FUNDAMENTOS DE DERECHO
DÉCIMO PRIMERO
(…)
3) Justificación de la Sala de Instancia:
«La tesis del demandante no puede ser acogida. La Inspección y el TEAC se han atenido
a la diferencia entre el valor teórico contable al inicio y al cierre del ejercicio en los términos
394 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

establecidos en la norma tributaria (el art. 12.3 de la Ley del Impuesto de Sociedades), sin
que el mecanismo empleado por la actora para defender su planteamiento (la necesidad de
«rehacer» la contabilidad de la sociedad que adquirió por ampararse ésta en criterios discu-
tibles o incorrectos) esté amparado en prueba alguna, más allá de su propia decisión de
efectuar esas «correcciones contables» del ejercicio anterior a la adquisición.
Resulta especialmente ilustrativo que la parte actora, pudiendo hacerlo, no solicite de
la Sala la práctica de prueba alguna (v.gr., la pericial contable) para llevar al Tribunal al
convencimiento, siquiera presuntivo o indiciario, de que la contabilidad de la entidad que
adquirió era incorrecta y que la «corregida» después por ella respetaba la normativa contable
que resulta de aplicación, actividad probatoria que aparece como esencial para determinar
si, efectivamente, resultan o no procedentes los beneficios fiscales que pretenden aplicarse
(derivados de la dotación a la provisión por depreciación de su participación social en
CARVASA INVERSIONES, S.L.), aunque solo sea por el hecho de que tales beneficios
(la deducción correspondiente) están legalmente vinculados al correspondiente valor teórico
reflejado en la contabilidad de la compañía.
Por último, no deja de sorprender a la Sala que en una operación como la que ahora
nos ocupa (que asciende a una suma próxima a los 150 millones de euros) el adquirente
(GESSINEST CONSULTING, SA) no compruebe en profundidad el valor contable de la
compañía que va a adquirir por tan relevante precio, que dé carta de naturaleza a lo que se
refleja en la contabilidad efectuada por la propia sociedad adquirida y que solo detecte que
los valores tenidos en cuenta eran erróneos (por atender a criterios contables discutibles)
después de efectuada la adquisición.
Procede, por ello, desestimar este motivo y declarar en este punto las resoluciones recu-
rridas ajustadas a Derecho».
4) Decisión de la Sala:
El único problema que este motivo plantea es el de determinar en qué ejercicio
debe contabilizarse el ingreso extraordinario que la rectificación contable efectuada en
agosto de 2001 provoca. Para la Administración el citado ingreso extraordinario, por
efectuarse en el ejercicio 2001, ha de imputarse a éste, en tanto que para la recurrente,
y por corresponder al ejercicio 2000, ha de contabilizarse en ese año.
Ello acarrea, como se ha dicho, que, en un caso la diferencia entre el valor inicial y
final del valor sea positiva en el ejercicio 2001, en tanto que en la tesis de la Adminis-
tración este resultado sería negativo en el ejercicio 2001, lo que haría improcedente la
provisión y la deducción que en el motivo se analiza.
No se trata, pues, de resolver sobre si en términos sustantivos la contabilización
practicada es correcta o no, porque sobre este extremo no hay discusión entre las partes,
sino si dicha rectificación y sus efectos han de incidir en el ejercicio 2000 o en el ejercicio
2001.
Para resolver el problema debatido se ha de tener presente, en primer término, que
la contabilización del ingreso extraordinario tuvo lugar en el ejercicio 2001, y después
de que CARVASA fuese adquirida por GESSINET; en segundo lugar, que tanto el
Código de Comercio, artículo 36.2, como el P.G.C. de 1990, exigen que la cuenta de
Pérdidas y Ganancias del ejercicio recoja tanto los ingresos como las pérdidas extraor-
dinarias procedentes de ejercicios anteriores. Ello comporta que el reflejo contable en
Jurisprudencia 395

el ejercicio 2001 de un ingreso extraordinario procedente del ejercicio 2000 no se


manifiesta contablemente en este ejercicio sino en aquél.
Lo razonado exige la desestimación del motivo de casación analizado, pues el ingreso
referido hace positivos los resultados del ejercicio 2001, lo que comporta la improce-
dencia de la provisión regularizada.

STS de 16 de mayo de 2013, rec. 5683/2011

FUNDAMENTOS DE DERCHO
PRIMERO
(…)
7) En todo caso, no ha quedado desvirtuado el conjunto alegatorio y probatorio
aportado por la parte recurrente, en su exposición sobre este motivo, en relación con
la validez de los motivos económicos que han presidido la operación de fusión por
absorción que ahora se examina y que esta Sala comparte plenamente, siendo de destacar,
a este respecto, que, de una parte, la contestación a la demanda no aborda con la mínima
extensión exigible los detalles de este motivo de nulidad articulado de contrario; y, de
otra, que la existencia de motivos económicos válidos es una conclusión a que llega el
perito judicial en su dictamen, siguiendo para obtenerla un método que la Sala acepta
como pertinente al caso y que debe ser aceptado en cuanto a la existencia de motivos
económicos válidos, aspecto éste de la realidad económica que, pese a desembocar en
una consecuencia jurídica y entrañar, él mismo, un concepto propiamente jurídico, si
bien indeterminado a priori en la totalidad de sus aspectos esenciales, puede ser perfec-
tamente objeto de pericia, tal como se ha razonado por esta Sala en las sentencias de 16
de febrero y 9 de marzo de 2011, sin que el hecho de que, en la exposición de su
dictamen, el perito deslice valoraciones u opiniones de carácter o transcendencia jurídica
—lo que, por lo demás, es prácticamente inevitable en esta clase de pruebas, atendido
su objeto— empañen lo más mínimo la fuerza de las conclusiones del dictamen y, en
cuanto a su relevancia procesal, su directo e intrínseco valor probatorio.
En definitiva, el dictamen pericial no sólo no es impertinente en este caso y en otros
semejantes sino que, antes al contrario, resulta esclarecedor para la comprensión del
negocio llevado a cabo desde la óptica en que un informe de esta naturaleza científica
y técnica puede sernos útil, esto es, aportándonos conocimientos especializados acerca
de las necesidades empresariales, las estrategias perseguidas con los actos realizados y, en
suma, completando los limitados conocimientos judiciales —salvo en lo jurídico, bajo
el principio iura novit curia— con aportaciones de otra índole que permitan una mejor
asimilación del negocio realizado desde la estricta perspectiva económica, que es la que
interesa resaltar y donde una prueba pericial resulta necesaria y conveniente.
Tales afirmaciones del perito que ha emitido su dictamen a presencia judicial la Sala
las considera convincentes, al punto de servir de fundamento a la nulidad de los actos
enjuiciados, máxime cuando el desarrollo del dictamen sobre «motivos económicos
396 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

válidos en reestructuración empresarial —AGRIFU, SA—» lleva al Sr. Fermín, le lleva


al perito a afirmar que la operación se efectuó por motivos económicos válidos.
Si bien es cierto que en la exposición de su dictamen, el perito desliza conceptos y
nociones realmente jurídicas, no por ello el dictamen tendría que quedar completamente
desacreditado, como de una manera ciertamente lacónica se postula por el Abogado del
Estado en su escrito de conclusiones, ya que es posible distinguir, en ese concepto jurí-
dico indeterminado de «motivos económicos válidos» un núcleo conceptual verdade-
ramente jurídico, en tanto que lo incluye la ley como factor determinante del acogi-
miento del beneficio controvertido, al mismo tiempo que un concepto no jurídico, sino
económico o empresarial, que no posee el Tribunal y que resulta de valor transcendental
para dirimir la cuestión, pues sólo desde el punto de vista de un profesional, en este caso
economista, es accesible el conocimiento acerca de las motivaciones o designios extra-
fiscales de una operación, lo que se puede examinar de un modo directo, esto es,
mediante la averiguación de tales motivos en la medida en que constan expresados por
la propia entidad protagonista de la operación societaria, bien indirectamente, anali-
zando la operación en su conjunto y en sus efectos económicos y de la actividad empre-
sarial, a fin de precisar si ésta tenía sentido y finalidad propiamente económica —orga-
nizativa, de competencia, de ahorro de costes, etc.—, conclusiones que perfectamente
pueden ser objeto de prueba pericial y que, en el presente caso, el perito interviniente
ha desarrollado, razonando ampliamente sobre tales puntos, en los folios 13 al final de
su dictamen, de suerte que, aun prescindiendo de los folios anteriores, que se limitan a
la reseña de normas y jurisprudencia sobre la cuestión, no queda desnaturalizada la
cuestión definitiva de su dictamen, siendo de destacar que el escrito de conclusiones del
Abogado del Estado omite todo comentario específico o particular sobre cada uno de
los puntos a través de los cuales se desarrolla el documento en que se refleja el dictamen.
Esta tesis final de la prueba pericial está en plena concordancia con la propia postura
de la Inspección, que no se refiere en momento alguno a la ilicitud, invalidez o irre-
gularidad jurídica de la operación examinada, sino que pone el acento en la ausencia de
motivos económicos válidos y tal ausencia, a su vez, en la existencia de otras alternativas
de negocio jurídico que la Inspección juzga debieron ser aplicadas al caso, aunque en
su motivación sólo justifica esa preferencia en la idea de que habrían conducido, como
hemos afirmado repetidamente, a una mayor tributación, sin que el escrito de conclu-
siones del Abogado del Estado, en trance de valorar la prueba pericial, refute enérgica-
mente sus conclusiones, pues se limita a constatar que se trata de una simple opinión
del perito, algo que, sin que lo contradigamos, no deja de constituir la esencia misma
de la prueba pericial cuando tal opinión se funde en conocimientos científicos o técnicos
especializados de los que carece el órgano judicial y para cuya ilustración se arbitra la
prueba (art. 335.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil), practicada en este caso con todas
las garantías procesales, dejando la salvedad de que la Sala únicamente sigue al dictamen
en cuanto a las conclusiones de orden extrajurídico, sin que quede en modo alguno
vinculado por las opiniones o manejo de conceptos jurídicos.
En otras palabras, no sólo que la operación de fusión se dirige a la reducción de
costes y a la simplificación de estructuras societarias (algo que, de suyo, entraña un
Jurisprudencia 397

motivo justificativo de la operación a efectos de su tratamiento fiscal), sino que la propia


estructura organizativa previa a la fusión ponía de relieve su necesidad o, al menos,
conveniencia, pues del mismo modo en que, jurídicamente, nadie está obligado a per-
manecer en la indivisión, ninguna sociedad tiene deber jurídico alguno de mantener la
titularidad de las acciones o participaciones de otras empresas sin absorberlas y hacer
suyo su patrimonio, antes poseído de forma indirecta».

SAN de 5 de octubre de 2011 525/2010

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SEPTIMO.– En relación con el dictamen pericial aportado por la recurrente en
sustento de sus tesis es preciso realizar algunas precisiones.
En primer lugar recordar que en reiterada doctrina contenida, entre otras, en las
Sentencias del Tribunal Supremo de 7 de diciembre de 1987 y 20 de diciembre de 1988,
según la cual el resultado de la prueba pericial no vincula a los Tribunales jurisdiccio-
nales, pues actúan con plenitud de jurisdicción, aceptándola o rechazándola según las
razones que expongan, toda vez que la valoración de la prueba ha de hacerse conside-
rando en su conjunto todos los resultados producidos por los diferentes medios proba-
torios, sin olvidar que cualquiera que sea el valor preferente que a alguna de las practi-
cadas deba atribuirse, este criterio no puede nunca llegar al extremo de que baste su
individual contemplación como provistas de fuerza vinculante para el órgano decisorio,
por estar éste dotado de facultades de apreciación; y, más singularmente, como la Sen-
tencia de 15 de julio de 1991 subraya, que lo esencial en los dictámenes periciales no
son las conclusiones, sino la línea argumental que a ellas conduce, dado que la funda-
mentación es la que proporciona fuerza convincente al informe.
En este caso, una pericial que formalmente se presenta como realizada por un técnico
no contiene sino una sustitución del juzgador en la realización de las valoraciones de
contenido estrictamente jurídico que esta Sala debe llevar a cabo. No cabe la pericial de
opinión jurídica, no sólo porque la materia de interpretación de las normas es atribución
exclusiva del tribunal sentenciador, que no precisa de auxilio alguno en esa tarea esencial,
sino porque tales dictámenes de encargo llegan de ordinario a conclusiones favorables
a los intereses de quien los encomienda.
La prueba pericial, en su valoración, debe ser objeto de una doble reducción: a) la
primera de ellas, que afecta a los hechos; b) la segunda restricción obliga a prescindir de
las opiniones de los peritos en que se dictamine sobre cualquier cuestión de interpre-
tación jurídica, respecto de cuya materia está rigurosamente excluida la prueba pericial.
No sólo porque en materia de interpretación de las normas el órgano jurisdiccional no
precisa de auxilio alguno de las partes, sino por la más poderosa razón de que admitir
una «pericial jurídica» es tanto como quebrantar el equilibrio entre las partes procesales
y, por ende, el derecho constitucional a un proceso con todas las garantías, en la medida
en que se trata de imponer una determinada solución jurídica o desacreditar otra.
398 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

Con este fundamento la Sala considera que el dictamen acompañado emitido por
un profesional de la elección de la entidad actora, es improcedente en su valor proba-
torio: el hecho de que fuera admitido no impone a esta Sala el aceptar unilateralmente
las valoraciones que contiene.
Por este conjunto de razones no pueden compartirse las conclusiones expuestas en
el dictamen pericial aportado a los autos.

SAN de 22 de septiembre de 2011, rec. 344/2008

Las razones por virtud de las cuales esta Sala considera que asiste la razón a la
demandante y que, por tanto, procede la aplicación a la operación litigiosa del régimen
especial de los arts. 97 y ss. de la LIS son las siguientes:
(…)
7) En todo caso, no ha quedado desvirtuado el conjunto alegatorio y probatorio
aportado por la parte recurrente, en su exposición sobre este motivo, en relación con
la validez de los motivos económicos que han presidido la operación de fusión por
absorción que ahora se examina y que esta Sala comparte plenamente, siendo de destacar,
a este respecto, que, de una parte, la contestación a la demanda no aborda con la mínima
extensión exigible los detalles de este motivo de nulidad articulado de contrario; y, de
otra, que la existencia de motivos económicos válidos es una conclusión a que llega el
perito judicial en su dictamen, siguiendo para obtenerla un método que la Sala acepta
como pertinente al caso y que debe ser aceptado en cuanto a la existencia de motivos
económicos válidos, aspecto éste de la realidad económica que, pese a desembocar en
una consecuencia jurídica y entrañar, él mismo, un concepto propiamente jurídico, si
bien indeterminado a priori en la totalidad de sus aspectos esenciales, puede ser perfec-
tamente objeto de pericia, tal como se ha razonado por esta Sala en las sentencias de 16
de febrero y 9 de marzo de 2011, sin que el hecho de que, en la exposición de su
dictamen, el perito deslice valoraciones u opiniones de carácter o transcendencia jurídica
—lo que, por lo demás, es prácticamente inevitable en esta clase de pruebas, atendido
su objeto— empañen lo más mínimo la fuerza de las conclusiones del dictamen y, en
cuanto a su relevancia procesal, su directo e intrínseco valor probatorio.
En definitiva, el dictamen pericial no sólo no es impertinente en este caso y en otros
semejantes sino que, antes al contrario, resulta esclarecedor para la comprensión del
negocio llevado a cabo desde la óptica en que un informe de esta naturaleza científica
y técnica puede sernos útil, esto es, aportándonos conocimientos especializados acerca
de las necesidades empresariales, las estrategias perseguidas con los actos realizados y, en
suma, completando los limitados conocimientos judiciales —salvo en lo jurídico, bajo
el principio iura novit curia— con aportaciones de otra índole que permitan una mejor
asimilación del negocio realizado desde la estricta perspectiva económica, que es la que
interesa resaltar y donde una prueba pericial resulta necesaria y conveniente.
Tales afirmaciones del perito que ha emitido su dictamen a presencia judicial la Sala
las considera convincentes, al punto de servir de fundamento a la nulidad de los actos
enjuiciados, máxime cuando el desarrollo del dictamen sobre «motivos económicos
Jurisprudencia 399

válidos en reestructuración empresarial – AGRIFU, S.A.» lleva al Sr. Mario, le lleva al


perito a afirmar que la operación se efectuó por motivos económicos válidos.
Si bien es cierto que en la exposición de su dictamen, el perito desliza conceptos y
nociones realmente jurídicas, no por ello el dictamen tendría que quedar completamente
desacreditado, como de una manera ciertamente lacónica se postula por el Abogado del
Estado en su escrito de conclusiones, ya que es posible distinguir, en ese concepto jurí-
dico indeterminado de «motivos económicos válidos» un núcleo conceptual verdade-
ramente jurídico, en tanto que lo incluye la ley como factor determinante del acogi-
miento del beneficio controvertido, al mismo tiempo que un concepto no jurídico, sino
económico o empresarial, que no posee el Tribunal y que resulta de valor transcendental
para dirimir la cuestión, pues sólo desde el punto de vista de un profesional, en este caso
economista, es accesible el conocimiento acerca de las motivaciones o designios extra-
fiscales de una operación, lo que se puede examinar de un modo directo, esto es,
mediante la averiguación de tales motivos en la medida en que constan expresados por
la propia entidad protagonista de la operación societaria, bien indirectamente, anali-
zando la operación en su conjunto y en sus efectos económicos y de la actividad empre-
sarial, a fin de precisar si ésta tenía sentido y finalidad propiamente económica —orga-
nizativa, de competencia, de ahorro de costes, etc.—, conclusiones que perfectamente
pueden ser objeto de prueba pericial y que, en el presente caso, el perito interviniente
ha desarrollado, razonando ampliamente sobre tales puntos, en los folios 13 al final de
su dictamen, de suerte que, aun prescindiendo de los folios anteriores, que se limitan a
la reseña de normas y jurisprudencia sobre la cuestión, no queda desnaturalizada la
cuestión definitiva de su dictamen, siendo de destacar que el escrito de conclusiones del
Abogado del Estado omite todo comentario específico o particular sobre cada uno de
los puntos a través de los cuales se desarrolla el documento en que se refleja el dictamen.
Esta tesis final de la prueba pericial está en plena concordancia con la propia postura
de la Inspección, que no se refiere en momento alguno a la ilicitud, invalidez o irre-
gularidad jurídica de la operación examinada, sino que pone el acento en la ausencia de
motivos económicos válidos y tal ausencia, a su vez, en la existencia de otras alternativas
de negocio jurídico que la Inspección juzga debieron ser aplicadas al caso, aunque en
su motivación sólo justifica esa preferencia en la idea de que habrían conducido, como
hemos afirmado repetidamente, a una mayor tributación, sin que el escrito de conclu-
siones del Abogado del Estado, en trance de valorar la prueba pericial, refute enérgica-
mente sus conclusiones, pues se limita a constatar que se trata de una simple opinión
del perito, algo que, sin que lo contradigamos, no deja de constituir la esencia misma
de la prueba pericial cuando tal opinión se funde en conocimientos científicos o técnicos
especializados de los que carece el órgano judicial y para cuya ilustración se arbitra la
prueba (art. 335.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil), practicada en este caso con todas
las garantías procesales, dejando la salvedad de que la Sala únicamente sigue al dictamen
en cuanto a las conclusiones de orden extrajurídico, sin que quede en modo alguno
vinculado por las opiniones o manejo de conceptos jurídicos.
En otras palabras, no sólo que la operación de fusión se dirige a la reducción de
costes y a la simplificación de estructuras societarias (algo que, de suyo, entraña un
400 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

motivo justificativo de la operación a efectos de su tratamiento fiscal), sino que la propia


estructura organizativa previa a la fusión ponía de relieve su necesidad o, al menos,
conveniencia, pues del mismo modo en que, jurídicamente, nadie está obligado a per-
manecer en la indivisión, ninguna sociedad tiene deber jurídico alguno de mantener la
titularidad de las acciones o participaciones de otras empresas sin absorberlas y hacer
suyo su patrimonio, antes poseído de forma indirecta.

STJ Comunidad Valenciana de 5 de diciembre de 2008, rec. 433/2007

FUNDAMENTOS JURÍDICOS
(…)
QUINTO.– De la prueba contable práctica se desprende que durante los dos ejer-
cicios que han durado las obras, el actor no solo no ha tenido beneficios, lo que después
se verá, sino que ha sufrido directamente pérdidas por valor de 17.551 € en el ejercicio
de 2005, y 15.503 € en el ejercicio de 2006. Estas sumas, son cantidades que la admi-
nistración debe abonar por los daños causados.
Según la sentencia del Tribunal Supremo de 18 de enero de 2004, el concepto de
lucro cesante comprende las siguientes notas que delimitan su ámbito de aplicación y
que no aparecen quebrantadas en la cuestión examinada:
a) Se excluyen las meras expectativas o ganancias dudosas o contingentes, puesto
que es reiterada la postura jurisprudencial del Tribunal Supremo (así, en sen-
tencia de 15 de octubre de 1986) que no computa las ganancias dejadas de
percibir que sean posibles, pero derivadas de resultados inseguros y desprovistos
de certidumbre, cuando las pruebas de las ganancias dejadas de obtener sean
dudosas o meramente contingentes, excluyéndose en la cuestión examinada tales
circunstancias.
b) Se excluye, igualmente, la posibilidad de que a través del concepto de lucro
cesante y del daño emergente se produzca un enriquecimiento injusto, puesto
que la indemnización ha de limitarse al daño emergente que genera el derecho
a la indemnización.
c) De acuerdo con la jurisprudencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo
(sentencia, entre otras, de 3 de febrero de 1989 EDJ 1989/983 ) es necesaria
una prueba que determine la certeza del lucro cesante, pues tanto en el caso de
éste como en el caso del daño emergente, se exige una prueba rigurosa de las
ganancias dejadas de obtener, observándose que la indemnización del lucro
cesante, en coherencia con reiterada jurisprudencia de la Sala Tercera del Tri-
bunal Supremo (sentencia de 15 de octubre de 1986, entre otras), ha de apre-
ciarse de modo prudente y restrictivo, puesto que no es admisible una mera
posibilidad de dejar de obtener unos beneficios.
De la prueba obrante en las actuaciones y, especialmente de pericial contable prac-
ticada se desprende que: «Los ingresos han descendido en más de un 41% con respecto
Jurisprudencia 401

a la media de los ingresos de los cinco años anteriores, (se refiere a los años anteriores
al inicio de las obras). El informe anterior a este manifestaba una depreciación de la cifra
de ventas de más de un 37%, y los ingresos de 2006, solo con respecto a 2005, siguen
disminuyendo más de un 6% ... La empresa tiene verdaderos problemas de viabilidad.
En valores absolutos, la media de ingresos que comprenden los ejercicios de 2001 a 2004
ejercicios no afectados directamente por las obras es de 316.879 €, y para el propio 2006,
la cifra de negocio es de solo 184.682 €... Las compras de mercaderías necesarias para
la obtención de los ingresos se comportan de forma simétrica a estos. Los aprovisiona-
mientos descienden cerca de un 39% de los realizados en los 5 años anteriores...». Ello
no obstante la empresa tiene como gastos fijos o estructurales «los de personal y costes
sociales, reparaciones, conservación, pólizas de seguro, gastos bancarios, tributos, luz,
agua, oct... A finales de 2004 empieza un deterioro de la contratación temporal, pero
los gastos en valores absolutos se mantienen fijos en 2005, y solo en el 2006 disminuyen
como consecuencia del despido de un trabajador que desde 2002 prestaba sus servicios
en la empresa».
A raíz de lo anterior, y de la prueba contable practicada se desprende que, durante
los cuatro ejercicios anteriores a las obras, después de impuestos, la actora tuvo los
siguientes beneficios:
Año 2001.... 38.993.
Año 2001.... 22.225.
Año 2003.... 18.953.
Año 2004.... 28.057.
Lo que promediado dan la suma de 27.057 €, que es la cantidad que la sala considera
que deba abonarse por cada uno de los ejercicios durante los cuales se materializaron las
obras. Esto determina la suma de 54.114 € que unida a las pérdidas antedichas, dan la
cantidad de 87.168 €, con sus intereses al tipo legal desde la fecha de la reclamación
administrativa.

4. SOCIAL

STSJ Comunidad de Madrid, de 25 de marzo de 2010, rec. 5990/2009

FUNDAMENTOS DE DERECHO
SEGUNDO
Mediante el primer motivo del recurso formulado al amparo del apartado b) del
artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral interesa la recurrente la revisión del
relato fáctico de la sentencia de instancia, concretamente los ordinales, tercero, sexto,
séptimo y octavo.
La jurisprudencia viene exigiendo con reiteración, hasta el punto de constituir doc-
trina pacífica, que para estimar este motivo es necesario que concurran los siguientes
requisitos:
402 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.º–Que se señale con precisión cuál es el hecho afirmado, negado u omitido, que
el recurrente considera equivocado, contrario a lo acreditado o que consta con
evidencia y no ha sido incorporado al relato fáctico.
2.º–Que se ofrezca un texto alternativo concreto para figurar en la narración fáctica
calificada de errónea, bien sustituyendo a alguno de sus puntos, bien comple-
mentándolos.
3.º–Que se citen pormenorizadamente los documentos o pericias de los que se
considera se desprende la equivocación del juzgador, sin que sea dable admitir
su invocación genérica, ni plantearse la revisión de cuestiones fácticas no dis-
cutidas a lo largo del proceso; señalando la ley que el error debe ponerse de
manifiesto precisamente merced a las pruebas documentales o periciales practi-
cadas en la instancia.
4.º–Que esos documentos o pericias pongan de manifiesto, el error de manera clara,
evidente, directa y patente; sin necesidad de acudir a conjeturas, suposiciones o
argumentaciones más o menos lógicas, naturales y razonables, de modo que sólo
son admisibles para poner de manifiesto el error de hecho, los documentos que
ostenten un decisivo valor probatorio, tengan concluyente poder de convicción
por su eficacia, suficiencia, fehaciencia o idoneidad.
5.º–Que la revisión pretendida sea trascendente a la parte dispositiva de la sentencia,
con efectos modificadores de ésta, pues el principio de economía procesal
impide incorporar hechos cuya inclusión a nada práctico conduciría, si bien
cabrá admitir la modificación fáctica cuando no siendo trascendente en esta
instancia pudiera resultarlo en otras superiores.
Sentado lo anterior se examinarán cada uno de los hechos que se pretende modificar.
Por lo que se refiere al ordinal tercero interesa el recurrente que se adicione un
segundo párrafo en los siguientes términos: «En la cláusula séptima del contrato de tra-
bajo del actor, suscrito en fecha 10 de enero de 2006, se establece un pacto de no
competencia postcontractual, en virtud del cual, el trabajador percibiría como com-
pensación el 50% de su salario fijo anual (según lo definido en la cláusula primera de
este anexo al contrato) y el 50% de su salario variable anual. Por este concepto, el actor
percibió, en marzo de 2005 9.275,96 #, en marzo de 2006 25.000 #, y en abril de 2007
38.000 #», lo que basa en los documentos segundo aportado por la parte actora y pri-
mero aportado por la empresa, consistentes en el contrato de trabajo suscrito entre las
partes, así como de los documentos 6, 20 y 35 aportados por la actora, consistentes en
nóminas del actor.
Se accede a esta pretensión por figurar en el contrato laboral la mencionada cláusula
y constar en las nóminas correspondientes a las referidos meses y anualidades que el actor
percibió esas cantidades, si bien se precisa que en los años 2005 y 2007 figura con la
denominación incentivos y en el año 2007 como retribución variable.
En cuanto al ordinal sexto, se pretende por la recurrente que el mismo se ajuste al
siguiente tenor literal: «el actor, tenía pactada la percepción de una retribución variable
por objetivos, sin que estos fueran fijados por la empresa. Dicha retribución variable
ascendía a un 25% de su salario fijo. Igualmente el actor tenía pactado un bono a largo
Jurisprudencia 403

plazo de 500.000 euros, por el período de cuatro años, igualmente en función del cum-
plimiento de objetivos, que tampoco le fueron definidos», lo que basa en los documentos
segundo aportado por la parte actora y primero aportado por la empresa, consistentes
en el contrato de trabajo suscrito entre las partes, en el documento segundo aportado
por la empresa, consistente en compromiso de contrato, así como de los documentos
6, 20 y 35 aportados por la actora, consistentes en nóminas del actor.
No puede prosperar la referida pretensión, pues si bien en el compromiso de con-
trato figura la existencia de una retribución variable, ese concepto no figura como tal
en el contrato laboral aunque sí se hace una mención a la retribución variable en la
cláusula que regula el pacto de no competencia, pero ese extremo ya se ha incorporado
al ordinal tercero del relato fáctico, como también las cantidades que en concepto de
retribución variable o por incentivos le fueron satisfechas en las distintas anualidades,
implicando una valoración jurídica el afirmar o negar la existencia de una retribución
variable, que en su caso se deberá realizar al examinar los motivos amparados en el
apartado c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral .
También pretende la recurrente que se modifique el ordinal séptimo del relato fác-
tico, para que se redacte de la siguiente forma: «De la prueba pericial practicada resulta
que la evolución de los resultados de la demandada (que según sus cuentas anuales arrojan
pérdidas en 2005 y 2007), está condicionada a la estructura financiera de la misma,
penalizada por haberse constituido un Fondo de Comercio que a lo largo de los años
se observa que no era de fácil recuperación, de hecho tiene amortizaciones anticipadas
en los años 2002 y 2003 por importe de 7.000.000 y 6.586.271 euros respectivamente.
El Fondo de Comercio de fusión se debe a la diferencia positiva existente entre el valor
contable de la inversión de SHS en las sociedades Polar Servicios Informáticos, S.L. y
Polar Work Services ETT, S.L. absorbidas en la fusión y el valor de los fondos propios
de estas últimas a 1 de enero de 2002. La absorción se realizó en el momento de la
burbuja de compras de empresas tecnológicas, 2002, que desencadenó en general y en
esta empresa en particular en una sobrevaloración del precio de compra que no se jus-
tificaba. Es precisamente la amortización del citado Fondo de Comercio lo que conduce
a los resultados de ejercicio negativos, que se mencionan en la carta de despido, sin los
cuales, el resultado operativo de los ejercicios cerrados contablemente con pérdidas o
sea el Ebidta, pasaría a ser positivo y con unos resultados económicos muy favorables,
por cuanto el efecto acumulado de tales amortizaciones es de 11.386.695 euros. Igual-
mente, el resultado del ejercicio 2005 se ve fuertemente penalizado por un acta de la
Inspección de Hacienda por importe de 2.005.692 euros como consecuencia de la des-
gravación de gastos que Hacienda no consideró como legales.
Si a los resultados del ejercicio se les elimina el efecto amortización inmovilizado
inmaterial, la empresa habría obtenido unos resultados positivos elevados que se corres-
ponden, prácticamente, con el flujo de caja que genera», lo que basa en el documento
56 aportado por la actora, consistente en informe pericial realizado por economista.
No puede prosperar esta pretensión, pues la redacción que ofrece el juez de instancia
se basa no solo en la prueba documental sino también en la prueba testifical y aunque
es cierto que la prueba pericial efectivamente afirma que el origen de las pérdidas es la
404 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

existencia de ese fondo de comercio y un acta de la inspección de hacienda, no remite


a documento concreto al hacerla, impidiendo a esta sala comprobar las afirmaciones.
Por último, en cuanto al ordinal octavo, interesa se ajuste al siguiente tenor literal:
«De la prueba testifical practicada a instancias de la Demandada y de los documentos 12
a 19 y 23 de su ramo de prueba, se extrae que el cliente principal de la empresa demandada
es Telefónica, que viene a suponer entre un 70% y un 80% aproximadamente, del volumen
de negocio de la compañía; que la decisión de acometer una reestructuración organizativa,
particularmente en los empleados indirectos (directivos) del área de operaciones, que se
consideraban excesivos, se adoptó en sesión del Consejo de administración de 31.12.07; que
otros directivos han causado baja en la empresa. De la prueba pericial obrante en Autos
resulta que la rentabilidad general de las empresas del sector ha descendido, y no solamente
en el caso de la demandada, en la que el área que era responsabilidad de D. Arsenio arrojaba
unas cifras de Evitad siempre positivas y que superan con holgura el Evitad general de la
empresa, lo que nos muestra que la viabilidad del área en cuestión era positiva, tal y como
resulta del citado informe pericial. Por otro lado, en 2007, la cifra de negocio de la empresa
sin considerar la venta de hardware ascendía a 18.329.255# lo que sobre un promedio de
322 empleados directos supone unos ingresos medios por empleado de 56.923 #, cifra
superior en un 17% a la de 2006 (16.170,22 # de facturación sobre una media de 353
empleados directos)», lo que basa en el documento 56 aportado por la actora, consistente en
informe pericial realizado por economista. No puede prosperar esta pretensión, pues la
redacción que ofrece el juez de instancia se basa no solo en la prueba documental, sino
también en la prueba testifical y aunque es cierto que la prueba pericial efectivamente se
recoge alguno de los extremos que se pretenden incorporar a ese ordinal ocurre lo mismo
que respecto a la anterior pretensión, que se trata de conclusiones a las que llega el técnico
que no cita el folio o documento de las que las deduce impidiendo que se puedan comprobar
las referidas afirmaciones».
ÍNDICE

Prólogo a la séptima edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7


Prólogo a la sexta edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Prólogo a la quinta edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Objeto de la obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Notas previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Textos legales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Abreviaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

PRIMERA PARTE
ORDENAMIENTO JURÍDICO RELATIVO A LA PRUEBA DE
PERITOS

CAPÍTULO 1. La prueba pericial contable y de índole económico-fi-


nanciera. Conceptos comunes a las cuatro jurisdicciones (civil, pe-
nal, contencioso-administrativa y laboral). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1. La prueba pericial contable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1.1. Definiciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1.2. Ordenamiento legal básico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2. Prueba documental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.1. Prueba de documentos públicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.2. Prueba de documentos privados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
2.3. Libros de contabilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3. Prueba preconstituida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
4. La prueba pericial contable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
5. Apreciación y valoración de la prueba pericial por el juzgador . . . . . . . . 37
5.1. Valoración de la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
5.2. Apelación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
5.2.1. Imposibilidad de atacar sentencias en casación . 38
5.3. Jurisprudencia sobre valoración de la prueba . . . . . . . . . . . . 39
406 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

6. El perito contable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
6.1. Protección del perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
6.1.1. Protección del perito en causas criminales . . . . . . . . . . . . . . 43
6.2. Responsabilidad penal del perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
6.2.1. El artículo 460 del Código penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
6.3. La intervención el auditor en el ámbito de las jurisdicciones ci-
vil, penal, contencioso-administrativa y laboral. . . . . . . . . . . . . 46
6.4. Honorarios de peritos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
6.4.1. El devengo de honorarios de pruebas periciales en los procedi-
mientos civiles, contencioso-administrativos y laborales . . . . . 48
6.4.1.1. Provisiones de fondos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
6.4.1.1.1. Circunstancia exclusiva para los
auditores de cuentas . . . . . . . . . . 51
6.4.2. Inclusión de la minuta de honorarios en la tasación de costas. . 52
6.4.3. Impugnación de honorarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
6.4.4. Condena en costas que incluyan honorarios de peritos . . . . . . 52
6.4.5. Condena en costas pronunciada por tribunales españoles a liti-
gantes extranjeros vencidos en un pleito en España . . . . . . . 53
7. Carácter supletorio de la LEC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

CAPÍTULO 2. La prueba pericial contable y económico-financiera en


la jurisdicción civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1. La prueba pericial contable en los procesos declarativos ordinarios . . . . . 55
1.1. Clases de procesos declarativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
1.1.1. El juicio ordinario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
1.1.1.1. Estructura del juicio ordinario. Fases. . . . . . . . 57
1.1.2. El juicio verbal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
1.1.2.1. Estructura del juicio verbal. Fases . . . . . . . . . . 61
1.2. Determinación de la cuantía del pleito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
1.3. Actuación del perito en diligencias preliminares y en prueba an-
ticipada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
1.3.1. Actuación del perito en diligencias preliminares . . . . . . . . . . 63
1.3.2. Actuación del perito en prueba anticipada . . . . . . . . . . . . . 63
1.3.2.1. Condiciones para la solicitud de práctica de
prueba anticipada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
1.3.3. Medidas de aseguramiento y custodia de los elementos materia-
les que hubieren servido de elementos objetivos de la prueba . . 64
1.4. La prueba pericial contable en los juicios declarativos . . . . . . . . 65
1.4.1. Dictámenes periciales aportados con la demanda o contestación 65
1.4.2. Imposibilidad de aportar el o los dictámenes periciales con el es-
crito de demanda o de contestación. . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Índice 407

1.4.2.1. Imposibilidad de realización de la prueba peri-


cial contable antes del proceso o, iniciado, en
los casos de diferimiento de la aportación del
dictamen pericial, cuando es necesaria la cola-
boración de la contraparte. Soluciones . . . . . . 68
1.4.3. Efectos de la no aportación de dictámenes de peritos e informes
de expertos con el escrito de demanda o de contestación . . . . . 69
1.4.4. Preclusión de la presentación de dictámenes de peritos . . . . . . 69
1.4.4.1. Excepción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
1.4.5. Designación judicial de peritos a solicitud de parte . . . . . . . . 70
1.4.5.1. Proposición de prueba pericial contable y soli-
citud de designación judicial de perito . . . . . . 71
1.4.5.2. Designación judicial del perito . . . . . . . . . . . . 71
1.4.5.2.1. Inadmisión de la prueba y de la
solicitud de designación de perito
por el órgano jurisdiccional ante-
rior a la LrLEC . . . . . . . . . . . . . . 71
1.4.5.2.2. Designación de perito por el ór-
gano jurisdiccional. . . . . . . . . . . . 72
1.4.5.3. Nombramiento del perito designado, notifica-
ción y aceptación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
1.4.5.3.1. Procedimiento de notificación de-
signación . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
1.4.5.3.2. Obligación de abstención de ac-
tuar por parte del perito designado 76
1.4.5.3.3. Incompatibilidades exclusivas de
los auditores de cuentas . . . . . . . . 78
1.4.5.3.4. Recusación del perito . . . . . . . . . 78
1.4.5.3.5. Solicitud de dictámenes a entida-
des y personas jurídicas . . . . . . . . 80
1.4.5.3.6. Actuación previa a la práctica de la
prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
1.4.5.4. Práctica de la prueba pericial contable. . . . . . . 82
1.4.5.4.1. Orden procedimental en la prácti-
ca de la prueba pericial contable . . 82
1.4.5.4.2. Recomendaciones para la práctica
de la pericial,. . . . . . . . . . . . . . . . 82
1.4.5.4.3. Presencia de las partes en la prácti-
ca de la prueba pericial . . . . . . . . 83
1.4.5.5. Emisión del dictamen . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
1.4.5.5.1. Envío del dictamen por medios te-
lemáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
1.4.5.6. Tacha de peritos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
1.4.5.6.1. Causas de la tacha . . . . . . . . . . . . 86
408 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

1.4.5.6.2. Contradicción y valoración de la


tacha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
1.4.6. Objeciones respecto a la mayor objetividad de los dictámenes de
peritos de designación judicial respecto a los designados por las
partes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
1.4.7. Intervención del perito en el juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . 88
1.4.8. Otras actuaciones periciales en el procedimiento . . . . . . . . . . 89
1.4.9. Requerimiento de perito en el reconocimiento judicial . . . . . . 90
1.5. La prueba pericial contable en el juicio ordinario . . . . . . . . . . . 90
1.5.1. Posibilidad de aportación de nuevos dictámenes periciales en la
audiencia previa al juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
1.5.2. Designación de peritos en la fase de audiencia previa al juicio . 92
1.5.3. Ampliación de dictámenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
1.5.4. Conclusión de la audiencia y señalamiento del juicio . . . . . . 92
1.5.5. Acuerdo de las partes previo al juicio que pone fin al litigio . . 93
1.5.6. Sentencia sin celebración de juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
1.5.7. Objeto del juicio. Desarrollo y finalización . . . . . . . . . . . . 93
1.5.8. Diligencias finales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
1.5.8.1. Designación de perito por el órgano jurisdic-
cional en diligencias finales. . . . . . . . . . . . . . . 94
1.5.9. Jurisprudencia menor. Interpretación de las audiencias respecto
a la designación judicial de perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
1.6. La prueba pericial contable en el juicio verbal . . . . . . . . . . . . . 95
1.6.1. Discrepancias judiciales. Una digresión . . . . . . . . . . . . . . . 95
1.7. Resumen. Actuaciones del perito en los procesos declarativos . . 95
1.8. Supuestos de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
1.8.1. Supuesto de aplicación de la prueba pericial contable en proce-
dimientos de declaración de nulidad de préstamos usurarios. . . 96
1.8.2. Determinación de la tasa de interés de préstamos supuestamen-
te usurarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
1.8.3. Supuesto de aplicación de la prueba pericial contable en indem-
nizaciones por lucro cesante y daño emergente. . . . . . . . . . . 103
1.8.3.1. Consideración jurídica y doctrinal . . . . . . . . . 103
1.8.3.2. Indemnización por daños y perjuicios. Con-
cepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
1.8.3.3. Premisas para el reconocimiento de daños. . . . 105
1.8.3.4. Marco normativo básico . . . . . . . . . . . . . . . . 105
1.8.3.5. Tipología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
1.8.3.5.1. Daño emergente . . . . . . . . . . . . . 106
1.8.3.5.2. Lucro cesante . . . . . . . . . . . . . . . 107
1.8.3.5.3. Daño moral . . . . . . . . . . . . . . . . 116
1.8.3.5.4. Fases para la determinación, eva-
luación valoración y cuantificación
del daño emergente y del lucro
cesante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
Índice 409

1.8.4. Supuesto de aplicación de la prueba pericial contable en los jui-


cios de «cláusulas suelo» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
2. La prueba pericial contable en los procedimientos de ejecución forzosa . 132
2.1. La prueba pericial contable en la acción ejecutiva . . . . . . . . . . . 133
2.1.1. La intervención del perito en el procedimiento de apremio. . . . 133
2.1.1.1. Intervención del perito en la valoración de
bienes y derechos embargados . . . . . . . . . . . . 134
2.1.1.1.1. Designación de perito . . . . . . . . . 134
2.1.1.1.2. Nombramiento designado y noti-
ficación. Abstención . . . . . . . . . . 134
2.1.1.1.3. Práctica de la valoración . . . . . . . 135
2.1.1.1.4. Emisión del informe de valoración 135
2.1.1.1.5. Alegaciones de las partes al infor-
me de valoración y valoración de-
finitiva por el órgano jurisdiccional 135
2.1.2. Intervención del perito en la rendición de cuentas por el acreedor
en la constitución de administración de bienes embargados . . . 135
2.1.3. Intervención del perito en la evaluación de daños y perjuicios en
el procedimiento de ejecución forzosa . . . . . . . . . . . . . . . . 136
3. Otras intervenciones de los peritos previstas por la LEC . . . . . . . . . . . . 136
4. El contrainforme. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
5. La prueba pericial contable en la segunda instancia . . . . . . . . . . . . . . . . 137
6. Situaciones a que se contrae la prueba en la jurisdicción civil. . . . . . . . . 138
6.1. Actuaciones del economista, titulado mercantil, censor jurado
de cuentas y auditor, en funciones de perito judicial, en los pro-
cedimientos declarativo, de ejecución forzosa y especiales . . . . . 139
7. La prueba pericial contable en los procesos civiles internacionales . . . . . 140
7.1. Pruebas periciales contables y/o económico-financieras para su
aportación al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones —CIADI—. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
8. Presentación de dictámenes e informes periciales y otros escritos a juzga-
dos y tribunales de justicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
8.1. Comunicaciones con la Administración de Justicia . . . . . . . . . . 144

CAPÍTULO 3. La prueba pericial contable en la jurisdicción penal . . 147


1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
1.1. Importancia de la prueba pericial contable en el acto de emisión
de sentencia en el proceso penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
1.2. Intervención del perito en las fases del proceso jurisdiccional
penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
2. Intervención de peritos en la fase sumarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
2.1. Designación de peritos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
2.1.1. Designación judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
2.1.1.1. Título profesional del perito. . . . . . . . . . . . . . 149
410 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

2.1.1.2. Notificación de la designación . . . . . . . . . . . . 150


2.1.1.3. Juramento del cargo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
2.1.2. Designación por las partes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
2.2. Incompatibilidades de actuación de los peritos . . . . . . . . . . . . . 152
2.3. Recusación de peritos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
2.4. Concreción del objeto y alcance de la prueba. . . . . . . . . . . . . . 152
2.5. Práctica de la prueba. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
2.5.1. Excepción de aplicación de una norma técnica . . . . . . . . . . . 154
2.6. Responsabilidad especial del perito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
3. Intervención de los peritos en la fase del juicio oral. . . . . . . . . . . . . . . . 155
3.1. Nombramiento de peritos y práctica de la prueba en la fase del
juicio oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
3.2. Admisión de la prueba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
3.3. Recusación de peritos en la fase de juicio oral . . . . . . . . . . . . . 156
3.4. Responsabilidad especial de los peritos en la fase del juicio oral . 156
3.5. Declaraciones de los peritos en el juicio oral . . . . . . . . . . . . . . 157
4. Delitos a los que se contrae la prueba pericial contable . . . . . . . . . . . . . 157
4.1. Delitos. Descripción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
4.1.1. Hurto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
4.1.2. Defraudaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
4.1.2.1. Estafa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
4.1.2.2. Administración desleal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
4.1.2.3. Apropiación indebida . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
4.1.3. Insolvencia punible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
4.1.3.1. Alzamiento de bienes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
4.1.3.2. Grados de participación en el concurso punible 164
4.1.4. Delitos societarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
4.2. Delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social. . . . . . 166

CAPÍTULO 4. Modalidades y procedimientos de ejecución de los de-


litos de enriquecimiento en las empresas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
1. Según su forma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
1.1. Con comprobantes y justificantes contables . . . . . . . . . . . . . . . 169
1.2. Fraudes urdidos en las documentaciones y soportes contables:
registros de contabilidad principales y/o auxiliares . . . . . . . . . . 170
1.3. Irregularidades con cheques y pagarés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
1.4. Sustracción de bienes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
1.5. Falseamiento de la información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
2. Según las áreas de realización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
2.1. En los circuitos de cobros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
2.2. En los circuitos de pagos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
2.3. En los circuitos de cobros y pagos (indistinto) . . . . . . . . . . . . . 172
2.4. Con cuentas de clientes y otros deudores . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
2.5. Hurtos y fraudes en el circuito de compras de mercancías . . . . . 173
Índice 411

2.6. Hurtos y fraudes en los circuitos de entradas de mercancías y


otros bienes de almacenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
2.7. Hurtos y fraudes en los circuitos de salidas de mercancías de al-
macenes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
2.8. Sustracción (hurto) de mercancías de almacenes . . . . . . . . . . . . 173
2.9. Sustracción (hurto) y apropiación de bienes diversos. . . . . . . . . 173
2.10. Ventas de propiedades de la empresa mediante maniobras frau-
dulentas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
2.11. Fraudes cometidos por agentes vendedores . . . . . . . . . . . . . . . 174
2.12. Fraudes específicos en banco y cajas de ahorro . . . . . . . . . . . . . 174
3. Consideración especial del delito informático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174

CAPÍTULO 5. La prueba pericial contable en la jurisdicción conten-


cioso-administrativa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
1. Primera o única instancia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
1.1. Fase probatoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
1.2. La prueba pericial contable en diligencias finales. . . . . . . . . . . . 178
2. Procedimiento abreviado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178

CAPÍTULO 6. La prueba pericial contable en la jurisdicción laboral. . 179


1. La prueba en la jurisdicción social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
2. La prueba pericial contable en los actos preparatorios del juicio . . . . . . . 179
3. La prueba pericial contable en el juicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
3.1. Presencia del perito en el procedimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . 180
3.2. La prueba pericial contable en las diligencias finales . . . . . . . . . 180

SEGUNDA PARTE
METODOLOGÍA

CAPÍTULO 1. Aspectos de fondo: La evidencia en la prueba pericial


contable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
1. Concepto de evidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
1.1. Evidencia necesaria y suficiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
1.2. Naturaleza de la evidencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
1.3. Competencia de la evidencia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
1.4. Suficiencia de la evidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
1.5. Obtención de evidencia suficiente y competente . . . . . . . . . . . 191
2. Normas de auditoría relativas a la evidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
2.1. Normas españolas sobre evidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
2.2. La evidencia judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
3. El dilema en la prueba pericial contable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
4. Abstención de juicios subjetivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
412 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

CAPÍTULO 2. Procedimientos de prueba en el ámbito de la jurisdic-


ción penal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
1. Aplicaciones de los procedimientos según la forma de comisión de los
delitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
1.1. Utilización de comprobantes y justificantes contables correspon-
dientes a operaciones anteriores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
1.2. Comprobantes y justificantes falsos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
1.3. Falsificación de firmas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
1.4. Destrucción o extravío intencionado de comprobantes y justifi-
cantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
1.5. Comprobantes y justificantes con inscripciones deliberadamente
erróneas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
1.6. Fraudes urdidos con las documentaciones y soportes contables:
registros de contabilidad principales y/o auxiliares . . . . . . . . . . 200
1.7. Irregularidades con cheques y pagarés de cuentas bancarias . . . . 200
1.8. Sustracción de dinero efectivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
1.9. Falseamiento de la información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
2. Aplicación de los procedimientos según las áreas de realización de los
delitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
2.1. Circuito de cobros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
2.1.1. Retención de cobros de ventas al contado . . . . . . . . . . . . . . 202
2.1.2. Ocultación y falseamiento de cobros en dinero efectivo . . . . . . 203
2.1.3. Ocultación y falseamiento de cheques y pagarés. . . . . . . . . . 203
2.1.4. Ingresos de ventas a crédito no contabilizados . . . . . . . . . . . 203
2.1.5. Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores
posteriormente cancelados mediante la extensión de notas de
abono . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
2.1.6. Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores
posteriormente cancelados como incobrables . . . . . . . . . . . . . 204
2.1.7. Apropiación de cobros efectuados de clientes y otros deudores no
acreditados en sus cuentas personales . . . . . . . . . . . . . . . . 204
2.1.8. Giros y recibos cobrados y no ingresados en caja, constantes co-
mo si todavía se hallasen en cartera de cobros . . . . . . . . . . . 205
2.1.9. Apropiación de cheques y pagarés recibidos por correo . . . . . . 205
2.1.10. Falsos descuentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
2.1.11. Sumas de máquina relativas a cobros, fraudulentas . . . . . . . 205
2.1.12. Irregularidades en importes, transcripciones y sumas de los re-
gistros de cobros de cajas y Banco U.s. . . . . . . . . . . . . . . . 206
2.1.13. Cheques y pagarés ingresados en Banco U.s y devueltos impa-
gados, posteriormente cobrados y apropiados . . . . . . . . . . . . 206
2.1.14. Efectos librados a clientes y otros deudores, devueltos impaga-
dos, cobrados y apropiados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
2.1.15. Ingresos registrados por menor cantidad . . . . . . . . . . . . . . . 207
Índice 413

2.2. Circuito de pagos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207


2.2.1. Apropiación del importe de falsas compras . . . . . . . . . . . . . 207
2.2.2. Apropiación del importe de notas de abono de proveedores no
contabilizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
2.2.3. Apropiación del importe de descuentos concedidos u obtenidos
de proveedores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
2.2.4. Fraudes mantenidos en canjes continuados de cheques y pagarés
librados por empleados de la empresa . . . . . . . . . . . . . . . . 207
2.2.5. Cheques y pagarés librados y firmados por apoderados y demás
personas autorizadas, ficticiamente anulados, posteriormente
apropiados y cobrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
2.2.6. Falsos ingresos bancarios no realizados . . . . . . . . . . . . . . . 208
2.2.7. Cheques extendidos al portador para pagos a proveedores u
otros acreedores, no entregados a estos, fraudulentamente mani-
pulados y cobrados por mayor cantidad . . . . . . . . . . . . . . . 208
2.2.8. Pagos de gastos ficticios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
2.2.9. Remuneraciones, sueldos y salarios liquidados con fraude. . . . 208
2.2.10. Apropiación de importes de falsas comisiones . . . . . . . . . . . 209
2.2.11. Duplicaciones de pagos de facturas, recibos, notas de gastos, etc. 209
2.2.12. Gastos pagados dos o más veces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
2.2.13. Otras duplicaciones de pagos no especificados . . . . . . . . . . . 210
2.2.14. Notas de gastos liquidadas dolosamente . . . . . . . . . . . . . . 210
2.2.15. Cheques y pagarés para reposición de caja por importe ficticio . 210

CAPÍTULO 3. Aspectos de forma: Dictamen e informe pericial . . . . 211


1. Concepto de dictamen e informe pericial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
2. Reglas para la redacción de dictámenes e informes . . . . . . . . . . . . . . . . 212
3. Unificación y normalización de dictámenes e informes . . . . . . . . . . . . . 215
4. Dictamen o informe de prueba pericial contable e informe de auditoria . 217
5. Modelos de dictámenes e informes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
5.1. Modelo de dictamen en prueba pericial contable en causas civi-
les, contencioso-administrativas o laborales en designación judi-
cial de perito a solicitud de parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
5.2. Modelo de informe en causas penales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
5.3. Modelo de dictamen de prueba solicitada antes de la interposi-
ción del pleito, para su aportación con el escrito de demanda o,
ya interpuesto, con la contestación o en otros momentos proce-
sales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
5.4. Modelo de documento que debe emitirse en prueba pericial
contable que incluye auditoría de cuentas . . . . . . . . . . . . . . . . 223

CAPÍTULO 4. Control de calidad de dictámenes e informes . . . . . . . . 225


1. Práctica del control de calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
2. Alcance del control de calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
414 La prueba pericial contable en las jurisdicciones civil, penal, ...

CASOS PRÁCTICOS
Caso 1. Demanda interpuesta por una empresa vendedora de ordenadores
y material informático contra una compañía de seguros con la que aquella te-
nía concertada una póliza de seguro de robo, por negarse la compañía a pagar
la indemnización tras un robo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
Caso 2. Demanda interpuesta por una empresa mayorista de juguetes con-
tra una cooperativa fabricante de juguetes, con reconvención por parte de es-
ta última . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
Caso 3. Demanda interpuesta por la Sindicatura de la quiebra de una so-
ciedad de obras públicas contra la propia sociedad quebrada y otra sociedad
vinculada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Caso 4. Demanda interpuesta por una entidad bancaria contra dos perso-
nas, con fundamento en una póliza de afianzamiento mercantil suscrita por
ellas de las operaciones de una sociedad mercantil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262
Caso 5. Demanda interpuesta por una empresa detallista de alimentación
contra un mayorista de la misma actividad, con reconvención por su parte . . 267
Caso 6. Cláusula suelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
Caso 7. Demanda de una entidad bancaria a tres sociedades mercantiles,
en acción de reclamación de cantidad y de nulidad por simulación de présta-
mos e hipotecas, y, subsidiariamente, por causa ilícita y fraude de acreedores 277
Caso 8. Demanda por un particular a una entidad bancaria por pretendido
enriquecimiento injusto por parte de la demandada . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287
Caso 9. Denuncia por presunto delito de estafa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294
Caso 10. Denuncia por supuesta apropiación de cheques bancarios . . . . . . 303

JURISPRUDENCIA .......................................... 309


L
a presente obra (7ª edición) se ha convertido ya en un referente para el
estudio de la prueba pericial contable en su más amplio sentido (inclui-
da la prueba pericial económica o económico-financiera).
La obra se estructura en tres partes. La primera estudia el marco regulatorio
relativo a la prueba de peritos común a las cuatro jurisdicciones (civil, penal,
contencioso-administrativa y laboral), y la prueba pericial contable dentro
de cada una de ellas. La segunda parte aborda la Metodología de la prueba
pericial contable atendiendo a los aspectos de fondo y forma. La tercera
parte incluye jurisprudencia del Tribunal Supremo y de las audiencias, ofre-
ciendo una selección de sentencias entre las consideradas más significati-
vas respecto a la prueba pericial y al perito. Cierra la obra una selección de
casos reales.
Estamos ante un título singularmente idóneo para los profesionales del
Derecho a quienes resulta imprescindible el recurso al perito judicial en
materia contable y económico-financiera para sostener y probar sus preten-
siones ante los Tribunales de Justicia. Es de lectura igualmente imprescin-
dible para economistas, titulares mercantiles, censores jurados de cuentas
y auditores.

ISBN: 978-84-9090-338-4
3652K28539

9 788490 903384

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