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Id Cendoj: 28079370282006100006
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 28
Nº de Recurso: 136/2006
Nº de Resolución: 45/2006
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: RAFAEL SARAZA JIMENA
Tipo de Resolución: Sentencia

AUD. PROVINCIAL SECCIÓN N. 28

MADRID

SENTENCIA: 00045/2006

AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID

Sección 28

Rollo de apelación: 136/2006

Materia: Impugnación acuerdos sociales

Órgano judicial de origen: Jdo. Primera Instancia nº 42 de Madrid.

Autos de origen: 686/2003 Procedimiento ordinario

Parte recurrente: Angelina

Parte recurrida: Área de Formación y Ecogestión, S.L.

SENTENCIA Nº 45

En Madrid, a 20 de abril de 2006

La Sección Vigésimo Octava de la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en materia


mercantil, integrada por los Ilustrísimos Señores Magistrados D. Enrique García García, D. Rafael Sarazá
Jimena y D. Gregorio Plaza González, ha visto el recurso de apelación, bajo el núm. de rollo 136/06,
interpuesto contra la sentencia de fecha 17 de octubre de 2005 dictada en el proceso núm.686/2003
seguido ante el Juzgado Primera Instancia nº 42 de Madrid .

Han sido partes en el recurso, como apelante la parte Dª Angelina , representada por el Procurador D.
Juan de la Ossa Montes y defendida por el Letrado D. Juan José Aguirre Alonso siendo apelada la parte
Área de Formación y Ecogestión, S.L., representada por el Procurador D. Fernando Gala Escribano.

Es magistrado ponente D. Rafael Sarazá Jimena

ANTECEDENTESDEHECHO

PRIMERO.- Las actuaciones procesales se iniciaron mediante demanda presentada con fecha 20 de
junio de 2003 por la representación de Dª Angelina contra Área de Formación y Ecogestión, S.L., en la que,
tras exponer los hechos que estimaba de interés y alegar los fundamentos jurídicos que consideraba que
apoyaban su pretensión, suplicaba lo siguiente:

"se dicte, en su día, sentencia en la que se declare:

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A) La Nulidad de la Junta General Ordinaria de Partícipes de la Entidad AREA DE FORMACIÓN Y


ECOGESTIÓN S.L.".

SEGUNDO.- Tras seguirse el juicio por sus trámites correspondientes el Juzgado Primera Instancia
núm. 42 de Madrid dictó sentencia, con fecha 17 de octubre de 2005 , cuyo fallo era el siguiente: "Que debo
desestimar y desestimo la demanda inicial de estas actuaciones interpuesta por el Procurador D. JUAN DE
LA OSSA MONTES en nombre y representación de Dña. Angelina contra AREA DE FORMACION Y
ECOGESTION S.L., D. Gonzalo y D. Carlos Manuel , absolviendo a dichos demandados de las
pretensiones contra ellos deducidas en la demanda y debo condenar y condeno a la actora al pago de las
costas causadas en el presente procedimiento.

Contra la presente resolución cabe preparar recurso de apelación en el plazo de CINCO DÍAS en este
Juzgado y para ante la Ilma. Audiencia Provincial de Madrid."

TERCERO.- Publicada y notificada dicha resolución a las partes litigantes, por la representación de
Dña. Angelina se interpuso recurso de apelación que, admitido por el mencionado juzgado y tramitado en
legal forma ha dado lugar a la formación del presente rollo ante esta sección de la Audiencia Provincial de
Madrid, que se ha seguido con arreglo a los trámites de los de su clase.

CUARTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.

FUNDAMENTOSDEDERECHO

PRIMERO.- La actora formuló demanda contra la sociedad demandada solicitando se declarara la


nulidad de la junta general ordinaria de la demandada celebrada el 31 de julio de 2002, con las
consiguientes consecuencias registrales o, subsidiariamente, la declaración de nulidad de los acuerdos
adoptados en tal junta, así como la condena en costas de la demandada.

La sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia desestimó la demanda, y contra esta
sentencia se alza la actora interponiendo el correspondiente recurso de apelación. En dicho recurso, la
actora no reproduce todos los motivos en los que basó su demanda, sino que centra la impugnación en dos
cuestiones: la infracción del derecho de información, puesto que en el anuncio de convocatoria de la junta
no se hacía la mención exigida por el último inciso del art. 86.1 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad
Limitada , ni se le remitió la documentación contable que solicitó, puesto que solamente se le puso a
disposición en la sede social alguna documentación ilegible, ni se le entregó al comienzo de la junta pese a
solicitarlo, por lo que reitera la solicitud de nulidad de la junta; y, en segundo lugar, la incompatibilidad de los
designados como liquidadores de la sociedad, por ser administradores de otras sociedades que compiten
con la demandada, por lo que incurren en la prohibición de competencia, lo que llevaría a la nulidad del
acuerdo de nombramiento de tales liquidadores.

SEGUNDO.- Como se ha indicado en el fundamento de derecho anterior, la actora solicita que se


declare la nulidad de la junta general ordinaria de la demandada celebrada el 31 de julio de 2002, y,
subsidiariamente, la declaración de los acuerdos adoptados en tal junta.

Las leyes societarias, y en concreto la Ley de Sociedades Anónimas (a cuyo régimen se remite la Ley
de Sociedades de Responsabilidad Limitada en su art. 56), no prevé en precepto alguno la posibilidad de
impugnar, como tal, una junta general o un consejo de administración. Si se examinan los preceptos
reguladores de estas acciones impugnatorias, concretamente los arts. 115 y siguientes y 143 de la Ley de
Sociedades Anónimas y 70 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada , en los mismos se regula
la impugnación de acuerdos "de las juntas" (art. 115) o acuerdos "del Consejo de administración" ( art. 143
de la Ley de Sociedades Anónimas y 70 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada). Tal
impugnación ha de fundarse en determinadas causas, bien de nulidad, bien de anulabilidad ( arts. 115.2 y
143 de la Ley de Sociedades Anónimas ). Son nulos los acuerdos de los órganos colegiados de la sociedad
cuando son "contrarios a la ley" (art. 115.2).

Esta infracción legal determinante de la nulidad del acuerdo puede producirse respecto de normas
sustantivas que regulan el contenido de los acuerdos sociales (por ejemplo, un acuerdo de una junta
general que acuerde nombrar como auditor de cuentas de una sociedad obligada legalmente a auditarlas a
una persona no inscrita en el ROAC y por un periodo inferior al establecido imperativamente en los arts.
204.1 de la Ley de Sociedades Anónimas y 8.4 de la Ley de Auditoría de Cuentas ), y en tal caso será nulo
exclusivamente el acuerdo que infrinja la norma legal, por defectos intrínsecos, pero no los demás
adoptados en esa junta general o en ese consejo de administración.

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Pero la infracción legal puede también producirse respecto de las normas que regulan la
convocatoria, constitución o celebración de las juntas o de los consejos de administración. En tal caso,
puede que se trate también de un motivo de nulidad que afecte exclusivamente a determinados acuerdos
(por ejemplo, la denegación al socio de la información solicitada respecto de un determinado punto del
orden del día, o la no indicación en la convocatoria del derecho que tienen los socios a examinar los
documentos contables que van a ser sometidos a aprobación de la junta bajo el punto de "aprobación de las
cuentas anuales" en una junta en la que se van a tratar también otros extremos no relacionados con las
cuentas anuales). Los demás acuerdos aprobados en la junta o en el consejo de administración que no
estén relacionados con esa infracción del derecho de información no están afectados por el motivo de
nulidad.

En otras ocasiones, la infracción legal de las normas reguladoras de la convocatoria, constitución o


celebración de la junta general o del consejo de administración afecta de forma general a la totalidad de los
acuerdos adoptados, por cuanto que vicia de raíz la propia celebración de la junta o del consejo en sí. Así
ocurre, por ejemplo, cuando la convocatoria no se ha publicado en la forma y con los plazos de antelación
exigidos en la ley, o cuando no se ha convocado personalmente a alguno de los socios cuando así lo
prevén los estatutos sociales (en éste último caso, el defecto vicia también la totalidad de los acuerdos
sociales, si bien en tal caso de trata de un vicio que determina la anulabilidad y no la nulidad de los
acuerdos, art. 115.2 de la Ley de Sociedades Anónimas ). Se trata en todo caso de defectos extrínsecos,
que afectan a la validez del acuerdo no por el contenido del mismo, sino por las circunstancias en que tal
acuerdo ha sido adoptado.

Es en estos supuestos de vicios en la convocatoria, constitución o celebración de la junta general o


del consejo de administración determinantes de la nulidad o la anulabilidad de todos los acuerdos de la
junta o del consejo cuando se habla de la nulidad o anulabilidad "de la junta general" o "del consejo de
administración", como también en ocasiones se solicita o incluso se acuerda en la sentencia la nulidad "de
la convocatoria" de tal junta o consejo. Pero en puridad, lo que es nulo o anulable, lo que la ley prevé que
puede impugnarse no es "la junta" o "el consejo", ni tampoco la "convocatoria", sino los acuerdos adoptados
en tal junta o consejo a los que se refiere la convocatoria realizada sin observar las exigencias legales o
estatutarias.

Lo que es impugnable respecto de la junta general o el consejo de administración es lo que tiene


trascendencia jurídica. La simple celebración de la junta o del consejo, si no se adoptara acuerdo alguno,
carecería, en lo que aquí interesa, de trascendencia jurídica, y no podría ser objeto de impugnación. Es
únicamente cuando se adoptan acuerdos cuando puede ejercitarse la acción de impugnación. En tales
casos, si se impugna la validez del consejo o de la junta en realidad lo que se está haciendo es impugnar la
validez de todos y cada uno de los acuerdos adoptados en dicho consejo o junta por la concurrencia de
defectos extrínsecos relativos a la convocatoria, constitución o celebración de tal consejo o junta, y que
afecta por tanto a todos los acuerdos adoptados. Es por eso que en la Sentencia de la Sala 1ª del Tribunal
Supremo de 4 de diciembre de 2002 , relativa a una demanda en la que se solicitaba se dictara sentencia
en la que se declararan "impugnadas y nulas" una serie de juntas generales de accionistas por concurrir
defectos de convocatoria, el alto tribunal, en su fundamento primero, de un modo pedagógico comienza
explicando que "se ejercita la acción de impugnación de acuerdos sociales por nulidad de la junta general
ordinaria de 29 de junio de 1992 y de la extraordinaria de 16 de octubre de 1992, por: primero: no haber
sido convocados por el órgano competente; segundo: no haberse publicado los anuncios de la convocatoria
de la junta ordinaria con quince días de antelación". Es decir, que en estos casos en los que se pide que se
declare la nulidad de la junta general o del consejo de administración lo que se ejercita realmente es una
acción de impugnación de todos los acuerdos sociales adoptados en la junta por nulidad de la junta en la
que fueron adoptados, al concurrir defectos de convocatoria.

TERCERO.- Dicho lo anterior, el primero de los defectos que se alega en el recurso, consistente en la
vulneración del derecho de información de la actora en relación a los documentos contables sometidos a la
aprobación de la junta general, no afecta a la convocatoria o constitución en sí de la junta, sino a los
acuerdos relacionados con tal documentación.

Al respecto, el derecho de información que sobre el acuerdo de aprobación de las cuentas anuales
reconoce al socio el art. 86.1 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada es una concreción
reforzada del derecho de información que con carácter general le reconoce el art. 51 de dicha ley . Dicho
precepto reconoce tal derecho de información, relativo a la junta convocada para la aprobación de las
cuentas anuales y el informe de gestión, en términos cualificados: el socio tiene derecho a obtener los
documentos que han de ser sometidos a la aprobación de la junta "de forma inmediata y gratuita", y tal
derecho ha de ser expresamente mencionado en la convocatoria de la junta.

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El acuerdo de aprobación de las cuentas anuales, así como cualquier otro relacionado directamente
con éstas, adoptado en una junta en cuya convocatoria no se haya mencionado tal derecho será nulo por
infracción de las normas legales sobre convocatoria. En este sentido, declarando nulo el acuerdo
aprobatorio de las cuentas anuales por no hacerse mención expresa al derecho de obtener de forma
inmediata y gratuita los documentos que han de someterse a su aprobación y el informe de los auditores de
cuentas, se pronuncian por ejemplo la Sentencia del Tribunal Supremo, Sala 1ª, de 15 de noviembre de
1992 y la Sentencia de la Audiencia Provincial de Asturias, Sección 6ª, de 2 julio de 1992 . En el supuesto
de autos, está admitido que la convocatoria de la junta no mencionaba tal derecho del socio, por lo que en
principio habría de considerar nulo los acuerdos relacionados con dicha infracción del derecho de
información.

No obstante, un excesivo rigor formal podría llevar a resultados enervantes, por lo que hay que
valorar las circunstancias concretas que concurran en el supuesto de hecho, como por ejemplo si el socio
ha solicitado y obtenido tales documentos no obstante la falta de mención en la convocatoria de su derecho
a obtenerlos de forma inmediata y gratuita.

En el caso de autos, la actora solicitó por vía notarial algunos de los documentos contables que iban
a ser sometidos a la aprobación de la junta con carácter previo a su constitución, solicitando el 22 de julio le
fueran remitidos al Notario a través del cual realizaba la petición con al menos 6 días de antelación, lo que
fue comunicado a la sociedad el día 23 de julio (f. 132 y siguientes). Tales documentos no le fueron
remitidos a la socia con la antelación indicada, ni tampoco dentro del plazo que el Reglamento Notarial para
dar respuesta al requerimiento, sino que los administradores de la sociedad pusieron a su disposición, en el
domicilio social, algunos documentos contables casi ilegibles (f. 131 vuelto y 132), que no eran la totalidad
de los que constituían las cuentas anuales, siendo recogidos por la actora el 29 de julio en la sede social,
haciendo constar la actora tales extremos notarialmente antes de la celebración de la junta (f. 130 y
siguientes), así como en la propia junta (f. 103). El presidente de la junta, uno de los administradores
sociales, rebatió las protestas formuladas en la junta por la actora a través de su representante alegando
que la actora ya había retirado el balance y la cuenta de resultados, justificando que no se le hubiera
entregado la memoria porque "esta se formula en la propia junta por los administradores, no siendo
tampoco un documento preexistente y de obligada tenencia, por ello, los administradores formularán en esta
junta la memoria correspondiente al ejercicio del año dos mil uno conforme a su criterio y leal saber y
entender".

No comparte, pues, la sala la afirmación contenida en la sentencia recurrida de que el defecto en la


convocatoria, consistente en no contener la mención exigida en el último inciso del art. 86.1 de la Ley de
Sociedades de Responsabilidad Limitada , no ha supuesto una merma en el derecho de información de la
actora y ha sido subsanado. En el caso de autos las circunstancias concurrentes, expresadas en los
párrafos anteriores, no permiten considerar subsanado el defecto de la convocatoria. Es más, del contenido
del acta se desprende que no sólo no se mencionó en la convocatoria el derecho de los socios a obtener de
forma inmediata y gratuita los documentos que habían de ser sometidos a la aprobación de la junta, sino
que además algunos de ellos ni siquiera existían. El art. 172.1 de la Ley de Sociedades Anónimas ,
aplicable por remisión del art. 84 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada , establece que "las
cuentas anuales comprenderán el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria", y el art. 171.1
de la Ley de Sociedades Anónimas , también aplicable en virtud de la misma remisión, obliga a los
administradores sociales a tener formuladas las cuentas anuales (incluida por tanto la memoria) en el plazo
máximo de tres meses a partir del cierre del ejercicio social.

En el caso de autos, ni se hizo mención en la convocatoria al derecho de los socios a obtener de


forma inmediata y gratuita las cuentas anuales sometidas a la aprobación de la junta, ni se hizo llegar a la
actora de modo inmediato y legible los documentos contables que solicitó, ni siquiera estaban formuladas
dichas cuentas en su totalidad, incluyendo la memoria, cuando se celebró la junta.

Respecto al argumento utilizado en la sentencia de que en la junta se facilitó a la actora información


sobre la memoria, tampoco puede admitirse que ello enerve la acción de impugnación ejercitada. En primer
lugar, porque como se ha expresado la memoria tenía que estar formulada, junto con el balance y la cuenta
de pérdidas y ganancias, con mucha anterioridad a la celebración de la junta general sobre aprobación de
las cuentas anuales, y como se desprende de las alegaciones de los administradores en la junta, no lo
estaba. En segundo lugar, porque tenía que haber estado a disposición de los socios y haberse anunciado
así en la convocatoria a junta, lo que tampoco se hizo. Por último, porque lo que se hizo en la junta fue dar
lectura a la memoria con posterioridad incluso a que se hubiera debatido y votado la aprobación de las
cuentas anuales, y así lo hizo constar el representante de la actora con posterioridad a tal debate y votación
(f. 114).

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Tampoco se comparte la objeción que en la sentencia recurrida se hace a la posibilidad de estimar la


acción en base a que el defecto en la convocatoria debió ser denunciado antes de comenzar la junta. El
representante de la actora hizo constar los extremos en que se concretaba la infracción del derecho de
información al inicio del debate del primer punto del orden del día, denunciando esta vulneración de modo
claro y reiterado, puesto que solicitó se subsanara durante la junta sin conseguirlo, con lo que cumplió la
exigencias derivadas de la buena fe relativas a este extremo que han sido establecidas por la jurisprudencia
( Sentencias de la Sala 1ª del Tribunal Supremo de 29 de septiembre de 1971, 12 de mayo de 1976, 4 de
abril y 12 de mayo de 1978, 9 de mayo de 1986, 6 de febrero de 1987, 30 de abril de 1988, 17 de febrero de
1992, 17 de mayo de 1995 y 18 de junio de 1998, entre otras ).

Es reiterada la jurisprudencia que resalta la importancia del derecho de información del socio, y en
concreto del derecho a obtener "de forma inmediata y gratuita" los documentos contables que han de ser
sometidos a la junta general sobre aprobación de las cuentas anuales. Declara al respecto la Sentencia del
Tribunal Supremo, Sala Primera, núm. 678/2005, de 4 octubre:

"El primer lugar, la Sentencia recurrida pone de relieve, con acierto, la trascendencia del derecho de
información de los accionistas, subrayando la importancia que ha concedido a tal derecho, como
instrumental del derecho de voto, la jurisprudencia (vgr., entre otras, SSTS 29 de julio de 2004, n. 869 12 de
noviembre de 2003, n. 1058 y 22 de mayo de 2002, n. 483 ). Cierto es que tal derecho no es ilimitado, sino
que ha de ceñirse a los extremos concretos sometidos a la Junta ( SSTS de 22 de mayo de 2002, núm. 483;
de 3 de diciembre de 2003, núm. 1141, entre otras ), ni puede ser llevado al paroxismo, esto es a una
situación en que se impida o se obstaculice gravemente el funcionamiento correcto y normal de la sociedad,
como han dicho las Sentencias de esta Sala de 8 de mayo de 2003, núm. 439 de 31 de julio de 2002, núm.
804 , y muchas otras, sino que ha de ser ejercitado de buena fe, como todos los derechos subjetivos (vgr.,
STS 10 de noviembre de 2004, núm. 1093 , y las que allí se citan) por lo que se han de rechazar los modos
de ejercicio que resulten abusivos.

Ahora bien, en el caso estamos ante una información cuya trascendencia para el funcionamiento de
la sociedad no cabe olvidar. Pues se trata de la documentación contable que, con la Memoria y el Informe
de gestión, ha de ser preceptivamente puesta a disposición de los accionistas, de forma gratuita, conforme
a lo preceptuado en el artículo 212.2 TRLSA. Se trata de la revisión de las cuentas y demás documentación
relativa al ejercicio que se somete a la consideración de la junta ordinaria. El derecho del accionista a ser
oportuna y diligentemente informado, pues, no ofrece duda: basta una lectura de los artículos 112.1 y 212.2
del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas para llegar a esa conclusión. Y la petición se
realizó oportunamente, cuando faltaban cinco días para la Junta, y se pudo llevar a efecto con antelación
suficiente, si se hubiera atendido inmediatamente, o dentro del plazo que el Reglamento Notarial para dar
respuesta al requerimiento. La elección de la vía notarial, en este sentido, implicaba para los solicitantes que
la entrega de la documentación dentro del término normal de ejecución del requerimiento habría de ser
suficiente".

De ahí que en el caso de autos haya de considerarse vulnerado el derecho de información de la


actora, y que tal vulneración tiene entidad suficiente para provocar la nulidad de los acuerdos a los que
haga referencia tal vulneración. Que la actora conociera la contabilidad del ejercicio 2001, como se deduce
en la sentencia de la declaración de un testigo, no justifica que no se anunciara la puesta a disposición de
los socios de los documentos contables que iban a ser sometidos a votación y se le facilitaran a la actora
incompletos, casi ilegibles y sin apenas antelación a la junta. Porque tal conocimiento por la actora de la
contabilidad podría suponer en todo caso que la misma podía comprobar por sí sola, sin otra información
adicional, si los documentos contables que iban a ser sometidos a deliberación y votación en la junta
reflejaban la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la sociedad. Pero en
modo alguno pueden excluir la vulneración del derecho de información cuando no se ha anunciado que
tales documentos están a disposición de los socios desde la convocatoria de la junta a efectos de su
entrega gratuita e inmediata a quien lo solicite, no se han entregado los solicitados con la suficiente
antelación y de modo legible, y ni siquiera estaba formulada la memoria.

CUARTO.- Lo expuesto debe llevar a la declaración de nulidad no de la junta en sí (y por tanto de


todos los acuerdos en ella adoptados), como pretende la actora, pero sí de todos aquellos acuerdos
relacionados directamente con esta vulneración del derecho de información.

Como tales pueden considerarse tanto el acuerdo adoptado en relación con el punto número 1 del
orden del día, incluyendo la aprobación de las cuentas en sí, la aplicación del resultado derivado de tales
cuentas y la aprobación de la gestión social, como también los acuerdos relativos a la disolución y
liquidación de la sociedad y el consiguiente cese de los administradores y nombramiento de los mismos

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como liquidadores.

Estos acuerdos relativos a la disolución y liquidación de la sociedad están relacionados claramente


con la infracción del derecho de información antes examinado, por cuanto que en el orden del día se plantea
tal medida en atención al estado general de la sociedad, expresión en la que ha de entenderse incluida la
situación económico-contable, y al justificar su voto en contra el representante de la actora hace referencia a
cuestiones económicas (el ingreso de sumas de dinero en la sociedad sin justificación de su destino),
relacionadas directamente con las cuentas anuales aprobadas.

Por lo expuesto, ha declararse la nulidad de los acuerdos sociales aprobados en relación a los puntos
1, 3 y 4 del orden del día de la junta de 31 de julio de 2002, con las consecuencias inherentes a tales
declaraciones.

QUINTO.- La estimación parcial del recurso de apelación determina, en materia de costas, que: 1º) no
se hace expresa imposición de las de la primera instancia, puesto que la estimación de la demanda no es
plena, según se establece en el núm. 2º del artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ; y 2º) no procede
efectuar expresa imposición de las derivadas de esta alzada, a tenor de la regla prevista en el núm. 2 del
artículo 398 de la Ley de Enjuiciamiento Civil que prevé que no se condenará en costas del recurso a
ninguno de los litigantes en caso de estimación total o parcial del mismo.

Vistos los preceptos citados y demás concordantes de general y pertinente aplicación al caso.

FALLO

En atención a lo expuesto, la Sala acuerda:

1.- Estimamos parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la representación de Dña.


Angelina contra la sentencia dictada el 17 de octubre de 2005 por el Juzgado Primera Instancia núm. 42 de
Madrid , en el procedimiento núm.686/2003 del que este rollo dimana.

2.- Revocamos parcialmente la resolución recurrida y en su lugar declaramos la nulidad de los


acuerdos adoptados bajo los puntos 1, 3 y 4 del orden del día de la junta general de la sociedad
"PARTÍCIPES DE ÁREA DE FORMACIÓN Y ECOGESTIÓN, S.L." celebrada en fecha 31 de julio de 2002,
consistentes en la aprobación de la gestión social, cuentas anuales y aplicación de resultados
correspondientes al ejercicio 2001, la disolución y liquidación de la sociedad y el cese del órgano de
administración y nombramiento de D. Gonzalo y D. Carlos Manuel como liquidadores, así como de cualquier
otro acuerdo o actuación de la entidad que traiga causa de dicho/s acuerdo/s, sin hacer imposición de las
costas de primera instancia.

3.- Condenamos a AREA DE FORMACIÓN Y ECOGESTION, S.L. a estar y pasar por esta
declaración de nulidad y acordamos la cancelación en el Registro Mercantil de cualquier asiento o depósito
que haya originado los acuerdos declarados nulos.

4.- Desestimamos en lo demás el recurso interpuesto, confirmando los demás extremos de la


sentencia recurrida, relativos a la no declaración de nulidad del acuerdo correspondiente al punto 2º del
orden del día.

5.- No hacemos expresa imposición de las costas derivadas del recurso de apelación.

Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos los Ilustrísimos Señores
Magistrados integrantes de este Tribunal.

PUBLICACIÓN.- Dada y pronunciada fue la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la
firman y leída por el/la Ilmo. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo el/la Secretario
certifico.

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