Vous êtes sur la page 1sur 22

Los paradigmas de Khun

Un rasgo característico de su concepció n es la importancia dada al cará cter revolucionario del


progreso científico, donde una revolució n implica el abandono de una estructura teó rica y su
reemplazo por otra, incompatible con la anterior.
Lakatos y Kuhn tienen puntos en comú n: ambas concepciones filosó ficas deben resistir a las
críticas basadas en la historia de la ciencia.
Se debe tener en cuenta que la concepció n kuhniana es anterior a la katosiana.
Por otra parte, la postura kuhniana se diferencia de la katosiana en el hincapié que hace el
primero en los factores socioló gicos.
Thomas Kuhn expresa su idea acerca del progreso de la ciencia por medio del siguiente
esquema abierto:
 {Presencia – Ciencia Normal – Crisis – Revolució n – Nueva Ciencia Normal – Nueva Crisis}

Introduce la noció n de Paradigma, el cual está constituido por supuestos teó ricos, leyes y
técnicas de aplicació n que deberá n adoptar los científicos que se mueven dentro de una
determinada comunidad científica. Los que trabajan dentro de un paradigma, ponen en
prá ctica la ciencia normal. Es probable que al trabajar en ella, que desarrollará el paradigma
en su intento por explicar el comportamiento de aspectos del mundo, resulten dificultades
(por ejemplo, se encuentren con aparentes falsaciones). Si estas dificultades se hacen
inmanejables, se desarrollará un estado de crisis. É sta se resolverá con el surgimiento de un
paradigma totalmente nuevo, el cual cobrará cada vez mayor adhesió n por parte de la
comunidad científica, hasta que finalmente se abandone el paradigma original. Este cambio
discontinuo entre paradigmas constituye una revolució n científica. El nuevo paradigma
enmarcará la nueva actividad científica normal, hasta que choque con dificultades y se
produzca una nueva crisis y una nueva revolució n.

Una CIENCIA MADURA se rige por un solo paradigma, quien establece las normas que dan
legitimidad al trabajo que se realiza dentro de la ciencia que rige, incluyendo la resolució n de
problemas que se presentan. Para Kuhn, será justamente la existencia de un paradigma que
pueda apoyar una tradició n de ciencia normal lo que establecerá la diferencia entre lo que es
CIENCIA y lo que no lo es. Carecer de paradigma implica no poseer el estatus de ciencia.

Los paradigmas está n compuestos por: leyes explícitamente establecidas, supuestos teó ricos,
maneras normales de aplicació n de las leyes, instrumental y técnicas instrumentales,
prescripciones metodoló gicas muy generales y como componente adicional, algunos
principios metafísicos muy generales.

La CIENCIA NORMAL es descripta por Kuhn como una actividad de resolver problemas
gobernada por las reglas del paradigma en cuestió n. El paradigma deberá proveer los medios
para solucionar los problemas que en él se formulan. Aquellos problemas que no puedan ser
solucionados, será n entendidos como anomalías y como fracasos del científico, má s que como
falsaciones e insuficiencias del paradigma. Kuhn reconoce que todos los paradigmas
contienen algunas anomalías y sostiene ademá s que un científico normal no debe criticar el
paradigma en el cual se encuentra trabajando.

Lo que diferencia a la CIENCIA NORMAL, madura, de la PRECIENCIA, inmadura, es la falta de


acuerdo en lo fundamental. La Presencia se caracteriza por el total desacuerdo y el constante
debate de lo fundamental, llegá ndose a establecer casi tantas teorías como teó ricos haya
trabajado.

La existencia de problemas sin resolver dentro de un paradigma no constituye en sí una crisis.


Se sabe que en los paradigmas siempre habrá anomalías. Las anomalías pueden desarrollarse
de modo tal que le reste confianza, es decir, que afecte los fundamentos del paradigma. En
esta situació n estamos ante una crisis. La misma comienza a manifestarse con un período de
"inseguridad profesional marcada": se intentará defender los nuevos argumentos y el
descontento respecto al paradigma en el cual se está trabajando aparecerá .

La crisis se agravará si aparece en escena un paradigma rival.


El nuevo paradigma será distinto e incompatible con su predecesor; constituyen ó pticas
diferentes del mundo y será adoptado no por un solo científico en particular sino por la
comunidad científica en su totalidad.

Para Kuhn, su concepció n acerca de la ciencia es una teoría y no una descripció n en la medida
que explicita las funciones que tienen sus componentes. Reconoce que las funciones de LA
CIENCIA NORMAL Y LAS REVOLUCIONES son necesarias: mientras se está en período de
Ciencia Normal, se pueden desarrollar los detalles de las teorías, resolver problemas y realizar
trabajos teó ricos y experimentales. Se requiere que, en cierta medida, la ciencia normal sea
acrítica; de lo contrario, se estaría permanentemente discutiendo la licitud de los supuestos y
métodos y no se llegaría a realizar trabajos detallados. Las Revoluciones son la oportunidad
de pasar de un paradigma a otro mejor. Si se desarrolla una crisis, el pasaje de un paradigma a
otro se hace necesario, y este paso es esencial para el progreso de la ciencia. Si no hubiera
"revoluciones", la ciencia quedaría atrapada en un solo paradigma y no se avanzaría má s allá
de él, lo que constituiría para Kuhn un grave defecto.

El progreso de la ciencia de Kuhn


A continuació n reseñ aremos en forma de tesis las características que Kuhn atribuye al
progreso de las ciencias.
La ciencia normal es acumulativa. La actividad científica normal, regida por un "paradigma" ,
consiste fundamentalmente en ampliar el conocimiento de los hechos que el paradigma
delimita como relevantes, en extender la adecuació n entre las predicciones del paradigma y
los hechos y en articular cada vez mejor el propio paradigma.

El desarrollo de una ciencia consiste en una sucesió n de períodos de tradició n eslabonados


por rupturas no acumulativas.
El progreso a través de las revoluciones só lo se da si, ante la competencia de al menos dos
paradigmas, uno de ellos obtiene la aceptació n de la comunidad científica.
El progreso es nota exclusiva de la ciencia madura. El desarrollo de la ciencia es distinto al de
otros campos y só lo tiene lugar cuando la ciencia alcanza la "madurez", a la cual se arriba
cuando emergen de la teoría técnicas predictivas exitosas y cada vez mejores.
El progreso a través de las revoluciones tiende a enmascararse como acumulativo.
El progreso no es continuo. Ya hemos dicho que las revoluciones constituyen auténticos hiatos
o discontinuidades en el desarrollo de las ciencias.
No es acercamiento a la verdad. El progreso no es una evolució n hacia un objetivo
determinado sino, a lo sumo, un mejoramiento desde el conocimiento disponible; lo má s que
puede afirmarse es que cada paradigma nuevo es un instrumento mejor para resolver
enigmas.
 

Paradigmas de investigació n
Veró nica Laura Martínez Godínez

Paradigmas de investigació n Pérez afirma que: “El conocimiento de la realidad consiste en


acercarse a ella, desvelarla y conocerla, con el fin de mejorarla, pues la realidad es algo que
nos viene dado, lo que existe, el ámbito en el que se desarrolla la vida del hombre y todo
aquello con lo que se relaciona. Implica el saber dó nde se está , a dó nde se quiere ir y có mo
hacerlo.”1Por otra parte, Vasilachis señ ala que existen tres paradigmas que permiten el
acercamiento a la realidad y son el materialista histó rico y el positivista y el tercero el
interpretativo, que está en vías de consolidació n, que emerge a partir del reconocimiento de la
importancia de los aspectos simbó licos y significativos de la vida social y del lenguaje en la
producció n y reproducció n del mundo.2Vasilachis define el paradigma como: “...los marcos
teó rico-metodoló gicos utilizados por el investigador para interpretar los fenó menos sociales
en el contexto de una determinada sociedad.”3Luego entonces todo paradigma de
investigació n se apoya en sistemas filosó ficos y se operacionaliza mediante un sistema de
investigació n. Así el paradigma positivista se operacionaliza a través del sistema de
investigació n Hipotético-deductivo, mientras que el Dialéctico-Crítico y, a su vez, el
interpretativo lo hacen, a través del sistema de investigació n hermenéutico.

Paradigma positivista
Este trabajo tiene como finalidad mostrar un Manual multimedia para el desarrollo de
trabajos de investigació n desde la epistemología dialéctico-crítica, por tanto, se presentan en
forma breve las características de los tres sistemas que coexisten actualmente para tener
referentes y poder comparar las características y distinciones que hay entre cada uno. Los tres
paradigmas son: el materialista histó rico, el positivista y el interpretativo. El sistema
hipotético-deductivo también recibe el nombre de científico-naturalista, racionalista-
cuantitativo, científico-tecnoló gico y sistemá tico-gerencial, se basa en la teoría positivista del
conocimiento que arranca en el siglo XIX con Emile Durkhein y August Comte. Busca los
hechos o causas de los fenó menos sociales independientemente de los estados subjetivos de
los individuos; aquí, el ú nico conocimiento aceptable es el científico que obedece a ciertos
principios metodoló gicos ú nicos. Entre sus rasgos má s destacados se encuentra su naturaleza
cuantitativa para asegurar la precisió n y el rigor que requiere la ciencia. Por eso al aplicarse a
las ciencias sociales se busca que éstas se conviertan en un conocimiento sistemá tico,
comprobable y comparable, medible y replicable. Esto implica que só lo sean objeto de estudio
los fenó menos observables, por tanto medibles, pesables o contables (por ejemplo el género
(hombre/mujer), el peso (50, 70, 80 kgs.) o la estatura de una persona:) se encuentran,
ademá s, en relació n causal o correlacional. Algunas otras veces simplemente constituyen
realidades objetivamente describibles, como el nú mero de veces que un estudiante no
aprueba un examen. El conocimiento positivista busca la causa de los fenó menos y eventos del
mundo social, formulando generalizaciones de los procesos observados. El rigor y la
credibilidad científica se basan en la validez interna. Por ello los procedimientos usados son el
control experimental, la observació n sistemá tica del comportamiento y la correlació n de
variables; se adopta la generalizació n de los procesos, con los que se rechazan aspectos
situacionales concretos, irrepetibles y de especial relevancia para la explicació n de los
fenó menos y situaciones determinadas. Enseguida se muestran algunos rasgos centrales del
paradigma positivista.
Paradigma interpretativo

El paradigma interpretativo emerge como: “...alternativa al paradigma racionalista, puesto que


en las disciplinas de á mbito social existen diferentes problemá ticas, cuestiones y restricciones
que no se pueden explicar ni comprender en toda su extensió n desde la metodología
cuantitativa. Estos nuevos planteamientos proceden fundamentalmente de la antropología, la
etnografía, el interaccionismo simbó lico, etc. Varias perspectivas y corrientes han contribuido
al desarrollo de esta nueva era, cuyos presupuestos coinciden en lo que se ha llamado
paradigma hermenéutico, interpretativo-simbó lico o fenomenoló gico.”6Quizá la razó n que
lleva a esta multiplicidad de términos que se emplean para denominar a este paradigma de
investigació n es por la base epistemoló gica construccionista: “...que nos lleva a aceptar que los
seres humanos no descubren el conocimiento, sino que lo construyen. Elaboramos conceptos,
modelos y esquemas para dar sentido a la experiencia, y constantemente comprobamos y
modificamos estas construcciones a la luz de nuevas experiencias. Por lo tanto, existe una
ineludible dimensió n histó rica y sociocultural en esta construcció n. (Schwandt, 2000).”7La
base epistemoló gica de este paradigma es el construccionismo de Seymour Papert que se
detona a partir de la concepció n de aprendizaje segú n la cual, la persona aprende por medio
de su interacció n con el mundo físico, social y cultural en el que está inmerso. Así que el
conocimiento será el producto del trabajo intelectual propio y resultado de las vivencias del
individuo desde que nace. Así, hablando de investigació n cualitativa (este nombre se usa para
distinguirlo del enfoque cuantitativo) su objeto es el desarrollo de conceptos que ayuden a
comprender los fenó menos sociales en medios naturales dando la importancia necesaria a las
intenciones, experiencias y opiniones de todos los participantes. A diferencia del método que
se sigue en el sistema hipotético-deductivo, el método en el sistema hermenéutico es menos
preciso, porque depende de la forma en que se concibe el conocimiento. Ruedas et al, señ alan
que en el sistema hermenéutico: “...se da un vuelco a la estrategia para tratar de conocer los
hechos, los procesos y los fenó menos en general, sin limitarlos só lo a la cuantificació n de
algunos de sus elementos. Se establece entonces, un procedimiento que da un carácter
particular a las observaciones. Es un proceso de interrelació n mutua, por lo que no importa
tanto la generalizació n de sus conclusiones, sino la peculiaridad del fenó meno estudiado de tal
modo que se dan, entre los elementos constituyentes, relaciones dependientes, dialó gicas y
participativas, donde el investigador se sumerge en la realidad para captarla y
comprenderla.”8La investigació n cualitativa es multimetó dica pues recoge una gran variedad
de datos e informació n a través de entrevistas, experiencia personal, historias de vida, rutinas,
textos histó ricos, entre otros. De aquí la dificultad de mencionar de manera concreta los
métodos en la investigació n cualitativa. Se está de acuerdo con Sandin cuando menciona no es
fácil realizar una distinció n clara entre perspectivas epistemoló gicas, teó ricas y métodos de
investigació n específicos, puesto que algunas orientaciones teó ricas constituyen a su vez un
modelo con pautas específicas para el desarrollo del trabajo empírico.9Enseguida se muestra
un cuadro sintético que enumera los principales métodos de investigació n cualitativa.

Paradigma materialista-histó rico


El paradigma materialista-histó rico, también llamado dialéctico, se operacionaliza a través del
sistema de investigació n Dialéctico-Crítico. Á lvarez y Á lvarez argumentan que para la
concepció n epistemoló gica Dialéctico –crítica, el método es el proceso racional a través del
que se realiza la apropiació n cognitiva de la realidad. En esta concepció n se reconoce que la
realidad es dialéctica, pues es la síntesis de diversas incidencias y temporalidades
constitutivas de un mismo objeto.12Esta idea es coincidente con lo que expresa Covarrubias
cuando indica que los objetos de investigació n científica no existen en la realidad, sino que
enella se encuentran objetos reales que son llevados a la conciencia del sujeto a través del
aparato generador de conciencia como referentes y éstos son construidos y transmitidos a
través de los distintos modos de apropiació n de lo real: teoría, arte, empiria y religió n.13Por
otro lado, Melchor y Revilla abonan a las ideas anteriores cuando señ alan que el ser humano
establece contacto con el mundo por medio del pensamiento; se conoce la realidad gracias a la
funció n cognitiva que posee toda persona. Desde el paradigma crítico se cree que la
conciencia de un sujeto depende de la cantidad y potencia de los referentes que lleguen a su
pensamiento. Entonces los objetos de investigació n se construyen por quien investiga a partir
de los referentes que tiene de la realidad que lo circunda; significa que se establece una
relació n entre la conciencia individual y laconciencia social.14Escudero señ ala que las
características principales de este paradigma, cuando se aplican al campo educativo que es el
que nos ocupa en este trabajo, son: asumir una visió n global y dialéctica de la realidad
educativa por ser ésta una prá ctica social que no escapa a las condiciones ideoló gicas,
econó micas, políticas e histó ricas de su entorno. La investigació n crítica asume una visió n
democrá tica del conocimiento, por tanto el investigador y los sujetos de investigació n
comparten responsabilidades; subyace una visió n particular de la teoría del conocimiento y
de sus relaciones con la realidad y con la prá ctica: Teoría y realidad está n llamadas a
mantener una constante tensió n dialéctica; la investigació n crítica trata de
articularse,generarse y organizarse en la prá ctica y desde la práctica; se construye desde la
realidad situacional, social, educativa y prá ctica de sujetos implicados en luchas de intereses,
preocupaciones y problemas que forman parte de su vida cotidiana. Entonces la investigació n
crítica está comprometida, no só lo con la explicació n de la realidad, sino con la
transformació n de esa realidad desde una diná mica liberadora y emancipadora de los
individuos implicados en ella. En el razonamiento dialéctico, los problemas sociales no se
conciben só lo como problemas de un agregado de individuos, sino que se busca desentrañ ar
las interrelaciones dinámicas e interactivas que constituyen la vida del individuo y la vida
social.15Dado que la finalidad de la investigació n dialéctico-crítica es cambiar la realidad
social para mejorarla, entonces en el proceso de construcció n del objeto de estudio se
consideran los elementos sociales, políticos, culturales, histó ricos y políticos donde se ubica el
objeto. Por ello se iniciacon la detecció n de preocupaciones investigativas; es decir, aquellos
asuntos, reales o conceptuales que el investigador estime dignos de conocerse y culmina con
la denominació n del objeto de investigació n, que noes otra cosa que un enunciado que
contiene los elementos centrales que el investigador está construyendo. Enseguida se
muestran los pasos a seguir en la construcció n de objetos de investigació n desde la posició n
dialéctico-crítica propuesta por Covarrubias.
Paradigmas

Definición y Tipos de Paradigmas en Investigación

El modo y el có mo hacer ciencia es lo que llamamos desde Thomas Kuhn


(1962) paradigmas. El paradigma es una realidad fundante y trascendental para la
ciencia porque modela los patrones del conocimiento. Es a partir del debate
epistemoló gico, como el vocablo paradigma, como expresió n lingü ística asociada al
campo de la investigació n conquisto su puesto privilegiado dentro de las ciencias de la
investigació n.
Para Pérez y Pérez (1997) Kuhn en su obra de 1962 La estructura de las
revoluciones  científicas  establece que se dio una evolució n histó rica en el uso de la
palabra “desde que fue usada primogénitamente por los griegos hasta la época
actual…que adquiere una notable relevancia en el á mbito de la Epistemología y la
Psicología del quehacer científico” (p. 5). Pero en su origen etimoló gico el vocablo
paradigma era utilizado por los filó sofos antiguos, Plató n[1] y Aristó teles, en el
sentido de modelo y ejemplo (Abbagnano, N 1986) y, segú n Saussure (1969) que cita
Padró n (2005),  el término “no tenia nada que ver con las revoluciones científicas, e,
incluso, era de uso comú n en la lingü ística del siglo XX para aludir a ciertas
estructuras semiológicas en un sentido muy diferente al de Kuhn” (p. 3).
Será Kuhn en su obra clá sica Las estructuras de las revoluciones científicas quien
introduce el sentido y el valor etimoló gico que tiene la palabra paradigma para la
ciencia y la investigació n contemporá nea. Este cambio que el físico Norteamericano
dio al vocablo se debió a que este, segú n opinió n de Padró n (2005):
Se interesó en los radicales cambios de aceptació n pú blica que ocurrían en el terreno
de la ciencia naturales y quien intentó explicar tales cambios desde una perspectiva
histó rica y socio-cultural. Para esto utilizó la palabra Paradigma para referirse a cada
una de estas conquistas de conocimiento científico que se iban imponiendo con el
tiempo y que, como si fueran “modas” u ondas artísticas, comenzaban por desplazar a
las tendencias vigentes…, siempre dentro de un mismo esquema estructural que él
proponía como explicació n a las revoluciones científicas (p. 2).
Para Kuhn (1962) paradigma es un sistema de creencias, principios, valores y
premisas que determina la comunidad científica de la realidad. Estable que el
paradigma es una estructura  coherente constituida por un sistema coherente de
creencias teó ricas y metodoló gicas  entrelazadas, que permiten la selecció n,
evaluació n crítica de temas y una red de compromisos entre los miembros de una
comunidad científica.
El Paradigma se constituye en un punto o una concepció n intermedia entre una
concepció n filosó fica y los procedimientos metodoló gicos de la investigació n
aceptados por consenso por una comunidad científica.
En la actualidad, después de Kuhn, encontramos que se ha evolucionado teó rica
de definiciones que abordan el vocablo paradigma. A continuació n citemos có mo
algunos autores definen nuestro término en cuestió n:
            Para Morín (1982) el paradigma científico puede definirse como:
Un principio de distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre algunas
nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir, la constitució n de
teorías y la producció n de los discursos de los miembros de una comunidad científica
determinada. Así, se convierte en el principio rector del conocimiento y de la
existencia humana” (p. 11).

            Para Hurtado (1998) un paradigma es el marco dentro de cual se desarrolla la


ciencia, es decir, “un paradigma, y este marco consta de conceptos, valores y técnicas
que dirigen la actividad de los investigadores” (p. 3). El autor persevera en la tesis de
Kuhn al reafirmar que un paradigma es un sistema compartido por los investigadores
de una comunidad científica, empleado por esta para enfrentar y buscar soluciones a
los problemas que se plantean.
            Para Martínez (2001) el “paradigma instituye  las relaciones  primordiales que
constituyen los supuestos bá sicos, determinan los conceptos fundamentales y rigen
los discursos y las teorías” (p. 4). El mismo autor explica lo que significa la definició n
anterior, para él, “el término paradigma, aquí, no se limita a cada una de las distintas
disciplinas científicas, sino que incluye la totalidad de la ciencia y la racionalidad”
(p.4).
            Para Hurtado y Toro (2001) “los paradigmas nos muestran la diversidad de las
formas de conocer de una época y cada uno de ellos constituye un modo comú n fuera
del cual no es posible conocer” (p. 26).
            Para Gutiérrez (2002) en consonancia con los autores anteriores:
Paradigma es el acuerdo o consenso de una comunidad. Este acuerdo incluye
supuestos filosó ficos, epistemoló gicos y metodoló gicos que permanecen
generalmente  de manera oculta (implícitos) en el quehacer investigativo. Así como el
producto intelectual lleva el sello personal del autor, la investigació n tiene también el
sello del investigador. En este sello, el investigador refleja su pensamiento, su manera
de concebir el mundo, su forma de abordar las situaciones de la vida (p. 1).

            Por ú ltimo, la postura má s actualizada es la propuesta por Padró n (2005):


Paradigma se usa comú nmente hoy en día para designar una postura, una opció n o un
modo sistemá tico de investigar, opció n que se expresa en típicas vías técnico-
intrumentales y que responden a un fondo filosó fico o manera de ver el mundo, el
conocimiento humano y sus procesos de producció n (p. 3).
            Tal como se ha expuesto, hasta ahora, el concepto paradigma, tal como se
aborda dentro del campo de la investigació n tiene un padre comú n. Pero subyacen
connotaciones propias segú n el autor. Aquí, Paradigma se constituye en un punto o un
enfoque intermedio entre una concepció n filosó fica y los procedimientos
metodoló gicos de la investigació n aceptados por consenso de una comunidad
científica.
            La historia del saber y del conocimiento permite clasificar los paradigmas que
han marcado la historia occidental los cuales se gestan dentro de un episteme
determinado. Segú n García, L. (2004) se pueden clasificar en dos tipos segú n su
naturaleza de origen:
1. Disciplinares o epistemoló gicos: los cuales se pueden clasificar en cuatro segú n
la secuencia del pensamiento occidental y segú n Martínez, (2003) se les puede
“calificar como paradigmas epistémicos” (p. 4), los cuales son:
2.
3. El paradigma teoló gico.
4. El paradigma filosó fico.
5. El paradigma Científico-positivista.
6. El paradigma Postpositivista

2. Filosó ficos: los cuales se gestan dentro del seno de los filó sofos los cuales son
cinco:
a.       Dogmatismo.
      b. Escepticismo.
      c. Subjetivismo.
      d. Relativismo.
      e. Criticismo.
Se debe distinguir que los Paradigmas disciplinares o epistémicos son los que
se hacen en el seno de la propia ciencia y en cambio los paradigmas filosó ficos se
gestan dentro del seno de los filó sofos. La investigació n de este trabajo se inscribe
dentro del marco de los paradigmas Disciplinares o epistemoló gicos que brevemente
describimos a continuació n.
1. Paradigma Teoló gico: El soció logo Augusto Comte afirma que la sociedad
evolucionó a través de tres Stadium histó ricos y el primero es el teoló gico o de la
niñ ez (Gutiérrez 1996). Esta etapa teoló gica pasa por la mitología griegas, el mundo
judío y se desarrolla con el cristianismo. La teología era la reina de las ciencias, a la
cual debía supeditarse la rectitud y grado de verdad de las demá s disciplinas.
2. Paradigma Filosó fico: el segundo Stadium de evolució n de la sociedad es el
filosó fico o metafísico (época de adolescencia). Se produce durante los ú ltimos siglos
de la edad Media. Se da el paso de la religió n a la razó n, de la teología a la filosofía y a
la ciencia. Segú n Martínez (2003) “el hombre occidental comenzará a aceptar las ideas
en la medida que concuerden con su ló gica y razonamientos, con sus argumentos de
razó n, y no por tradició n o exigencias dogmá ticas, sean religiosas o de otro tipo” (p. 5).
            3. Paradigma Científico-Positivista: el padre de este paradigma es Augusto
Comte que planteó que la sociedad evolucionó pasando por varios los Stadium
Teoló gicos al Metafísico hasta llegar al positivismo. Este es el período de la verdad y la
adultez del hombre y la sociedad. Todo el conocimiento está fundamentado en la
ciencia y en los métodos científicos. Este paradigma es de orientació n cuantitativa,
posee una concepció n global, hipotética-deductiva, objetiva, orientada a resultados
propios de las ciencias naturales o exactas. En síntesis este paradigma, segú n Martínez
(2003), “valora, privilegia y propugna la objetividad del conocimiento, el
determinismo de los fenó menos, la experiencia sensible, la cuantificació n aleatoria de
las medias, la ló gica y la verificació n empírica” (p. 6).
            4. Paradigma Postpositivista: Este modelo paradigmá tico de cará cter
fenomenoló gico, se inicia segú n Gutiérrez (1996) y Martínez (2003), a finales del siglo
XIX y principios del XX, pero es durante las décadas de los añ os 50 y 60 de este ú ltimo
cuando se desarrolla. La gestió n intelectual de este paradigma la iniciaron Dilthey,
Huserrl, Max Weber entre otros. Su obra intelectual se desconoció hasta mediados del
siglo XX producto de la euforia positivista que embargo la primera mitad del siglo
mencionado. La filosofía de este paradigma es de naturaleza cualitativa y de
orientació n inductiva, subjetiva porque busca comprender los fenó menos desde la
propia perspectiva de quien los protagoniza. El aporte fundamental en opinió n de
Martínez, M. (2003):
Es que se efectú a un rescate del sujeto y de su importancia. Así, la observació n no
sería pura e inmaculada, sino que implicaría una inserció n de lo observado en un
marco referencial o fondo, constituido por nuestros valores, interese, actitudes y
creencias, que es el que le daría el sentido que tiene para nosotros (p. 7)

 Los Paradigmas de la Investigación Socio-Educativa

            En ciencias sociales, Segú n Meza (2005), han prevalecido dos perspectivas
teó ricas principales: la cuantitativa que busca los hechos o causas de los fenó menos
sociales con independencia de los estados subjetivos de la persona y la cualitativa o
fenomenoló gica que quiere entender los fenó menos sociales desde la perspectiva
propia de los actores.
            Cada una de estas posturas se basa en postulados y principios filosó ficos
diferentes, en consecuencia, abordan de diferente manera los problemas y objetos de
estudio utilizando distintas metodologías y, por tanto, criterios y técnicas para
legitimar sus saberes.
            El uso de los paradigmas cuantitativo y el cualitativo plantean una discrepancia
a la hora de abordar cualquier investigació n. El origen de esta disputa y
enfrentamiento está en la diferencia sustancial que existe entre los supuestos
filosó ficos, epistemoló gicos y metodoló gicos de ambos enfoques paradigmá ticos. Es
determinante el conocimiento de ambos paradigmas porque proporcionan una serie
de principios y posturas filosó ficas, a partir de las cuales el investigador explica y
orienta su proceso de estudio. Por tanto, en este apartado se pretende abordar los
fundamentos filosó ficos que identifican a cada paradigma y, que a la vez, los diferencia
al uno del otro.
Paradigma Cuantitativo
            Se abordará el estudio del paradigma cuantitativo a partir de lo que Sá nchez
(1998) entiende por “esquema paradigmá tico” (p. 46), el cual supone el concepto de
paradigma, entendiendo este como una realidad ló gica organizada desde los
siguientes aspectos filosó ficos: epistemología, axiología, teleología, ontología,
gnoseología y metodología.

Epistemología
            En el positivismo, cuyo padre es Augusto Comte, tiene dos fuentes primarias,
segú n Hurtado y Toro (2001), “la concepció n newtoniana del espacio, totalmente
mecanicista…la idea de Descartes que existe un dualismo absoluto entre la mente y la
materia” (p. 34) de aquí que el mundo material puede ser observado objetivamente
sin referencia al sujeto observador. El pensamiento científico que se inicia con la
Modernidad se funda en las teorías de Newton y Descartes, que describen y entienden
al mundo regido por leyes universales y comprobables empíricamente. A partir de
aquí el quehacer científico obedece a una formalidad racional que deberá , segú n
Hurtado y Toro (2001):
       Ser representado en las magnitudes tiempo, espacio y masa a través del lenguaje
numérico. Por ello el discurso matemá tico (y numérico) será el qué dé verosimilitud y
validez a todos los discursos científicos y los métodos de la investigació n propios de la
modernidad sean bá sicamente de cará cter cuantitativo (p. 31).

            Es por ello que la investigació n científica parte de la observació n de la


observació n de la frecuencia de las relaciones entre los hechos. En este sentido la el
conocimiento está basado en la ciencia y en el método científico. En la ciencia como
ú nico camino valedero del saber y, por otro lado, el método científico el instrumento
por medio del cual se estudian los fenó menos que pueden conocerse y obedecen a
leyes naturales, las cuales son constantes y necesarias.
            De esta forma el positivismo llega a la conclusió n de que la sociedad está regida
por leyes naturales que son independientes de la voluntad humana. Engloba la
realidad social dentro de una visió n mecanicista del mundo (Martínez 2003 p. 6), en
cual las leyes sociales no pueden ser cambiadas por los hombres ni estar sometidas a
cambio, só lo queda esperar que la sociedad evolucione como lo hace la naturaleza.
Esta aseveració n de la filosofía positivista tubo consecuencias metodoló gicas serias
porque se traslado y asumió el método científico de las ciencias empíricas y naturales
a las ciencias sociales. Apoyados en estos planteamientos, las ideas positivistas se
desarrollan de manera relevante desde una perspectiva de cuantificació n: matemá tica
y estadística.
Axiología
            La posició n metodoló gica asumida desde la filosofía positivista, de cará cter
empirista y cuantificable tiene consecuencias de cará cter axioló gico. El objeto de
estudio de las ciencias sociales puede ser tratado de la misma manera como se hace en
las ciencias naturales. El objeto de estudio en las ciencias naturales, segú n Gutiérrez
(1996), “es posible independizarlo de los sujetos de la inves-tigació n y sus
pensamientos, luego el objeto de estudio existe con o sin significados intrínsecos, tal
como ocurre en las ciencias físicas” (p. 11).
            El investigador o sujeto observador de los fenó menos sociales se desprende de
sus prejuicios, separando los juicios de hecho de los juicios de valor, en bú squeda de la
objetividad mediante la observació n y la experiencia. El conocedor y el objeto del
conocimiento se pueden separar, por tanto, el los científicos sociales adoptan la
misió n de observador no participante o independiente frente a la realidad que será
conocida. Segú n Meza (2005) “en el paradigma positivista se supone que el proceso de
investigació n está libre de valores y que el investigador puede asumir una posició n
neutral” (p. 5).
            Por consiguiente la escuela positivista, segú n Gutiérrez (1996), concibe la
investigació n en ciencias sociales como:
una actividad neutral en relació n a valores, puesto que desde este punto de vista la
investigació n cree tener poder para: eliminar todo sesgo y preconcepció n, no estar
envuelta en situaciones emocio-nales o actitudinales, trascender má s allá de la
aparien-cia y del sentido comú n (pp.10-11).

            El investigador se convierte en una autoridad de verdad porque mantiene una


relació n de independencia con el objeto de estudio, ya que tiene una perspectiva
desde afuera: neutralidad axioló gica. Se mantiene una dualidad en el proceso de
investigació n: sujeto-objeto, convirtiéndose así la objetividad en un “valor” de la
investigació n. Segú n Hurtado y Toro (2001) utiliza la “neutralidad valorativa como
criterio de objetividad, por lo que el conocimiento está fundamentado en los hechos,
prestando poca atenció n a la subjetividad de los individuos” (p. 41).
Teleología
            Gutiérrez (1996) señ ala que dentro del paradigma cuantitativo el propó sito de
la investigació n social es la objetividad, mediante mediciones y predicciones exactas
del comportamiento regular de los grupos sociales. Meza (2005) acota al respecto: “la
finalidad de la ciencia y la investigació n para el paradigma positivista es explicar,
controlar, dominar y verificar” (p.6). El fin principal de la investigació n es explicar las
causas de los fenó menos confrontado las teorías y leyes universales a través de la
praxis o experimentos que responde a dichas leyes, para formular nuevas leyes que
sirvan para explicar fenó menos similares, es decir, su finalidad es Nomotética. El
objetivo, para Hurtado y Toro (2001) “es explicar los fenó menos mediante el
establecimiento de sus relaciones causales y lograr la verificació n o comprobació n de
la teoría preestablecida” (p. 41) Esto se obtiene confrontado teorías y praxis,
detectando discrepancias, analizando estadísticamente, estableciendo conexiones y
generalizaciones.
            Dentro de esta perspectiva el propó sito de la investigació n se inscribe dentro de
de una concepció n o proceso de investigació n que sigue un patró n lineal, finalista de la
investigació n. Parte de un principio y termina en un fin. La secuencia lineal de la
investigació n cuantitativa está representada en el siguiente grá fico:

Gráfico 1. Patrón Lineal de la Investigación Cuantitativa. Tomado de “Paradigmas


cuantitativo y cualitativo en la investigació n socio-educativa: proyecciones y
reflexiones” por Gutiérrez, (1996), Paradigma, XIV al XVII p.16.
            Gutiérrez (1996) señ ala que: “en la prá ctica esta secuencia lineal puede sufrir
modificaciones, pero en líneas generales es la secuencia aceptada para proceder de un
investigador” (p. 17).
Ontología
            En el positivismo destaca su concepció n analítica, como una de sus
características má s relevantes, la cual es un aporte de la idea Cartesiana de
fragmentar todo problema en tantos elementos simples y separados sea posible. Su
representació n de la realidad es parcial, particularista y atomizada. Parte de una
realidad dada y algo está tica que puede ser fragmentada para su estudio.
            Parte de un principio de la existencia de una realidad que puede ser
descompuesta en sus elementos componentes o variables. Cada uno de estos
componentes puede ser estudiado en forma independiente (Pérez 1994 p. 3). El
mundo social existe como un sistema de variables distintas y analíticamente
separables en un sistema de interacciones. Hurtado y Toro (2001) indica que se parte
de una: “comprensió n explicativa y predictiva de la realidad bajo una concepció n
objetiva, unitaria, está tica y reduccionista” (p. 41).
            Al respecto Gutiérrez (1996) expresa:
El ambiente en donde se realiza la investigació n social en el paradigma cuantitativo
tiene visos artificiales. Se recurre a escenarios en los cuales se pre-tende aislar y
controlar situaciones intervinientes, abstraer una serie de variables, en donde el
investigador y sujeto de estudio vive una especie de ambiente de laboratorio (p. 18).

Gnoseología
            Meza (2005) al estudiar la gnoseología señ ala que: “la relació n sujeto objeto se
tiene que el paradigma positivista se asume una relació n de independencia entre el
sujeto que conoce y el objeto del conocimiento” (p. 6). Se afirma esta relació n de
independencia entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido, ya que el investigador
tiene una perspectiva “desde afuera”. En el paradigma cuantitativo el mundo material
y social puede ser abordado y estudiado objetivamente sin referencia alguna al sujeto
investigador. Aú n cuando se investiga sobre aspectos humanos como motivació n,
actitud, intereses, etc., el objeto social debe ser percibido como algo real que existe
independientemente del investigador. La relació n entre el sujeto y el objeto es de
independencia, porque el sujeto conocedor es capaz de despojarse de sus
sentimientos, emociones y subjetividad. Al igual que el mundo natural, el mundo
social tiene existencia propia independiente de quien la estudia.
Metodología
            Utiliza un método ú nico. Adopta el método hipotético-deductivo o hipotético
inductivo con su racionalidad analítica. Parte de procedimientos matemá ticos y
estadísticos, se basa en fenó menos observables susceptibles a medició n a partir de
aná lisis matemá ticos y control experimental. Todos los fenó menos sociales son
categorizados en variables entre los que se establecen relaciones estadísticas (Pérez
1994 p. 5).
            Pérez (1994) acota que el planteamiento epistemoló gico del paradigma
cuantitativo en ciencias sociales parte de la asimilació n del método científico tal como
se usa en las ciencias naturales. Tal como lo afirma Hurtado y Toro (2001):
Esta afirmació n tiene ademá s una consecuencia metodoló gica, que es la transposició n
del método científico de las ciencias naturales a las ciencias sociales; por lo cual, el
método hipotético deductivo, basado en la observació n, la descripció n y la explicació n,
y que reduce la realidad a sus aspectos cuantificables, se convirtió en el método
científico, al ser utilizado tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales
(p. 35).

       Son diez las características generales, en opinió n de Hurtado y Toro (2001),
distinguen a los métodos del paradigma cuantitativo (pp. 65-66):

       1. Son de dos modos: inductivos y deductivos.

       2. Tiene una perspectiva analítica.

       3. Tratan a las personas que son estudiadas como objetos.

       4. El científico se mantiene como un observador.

       5. Trata de alcanzar la objetividad y la neutralidad valorativa.

       6. Parte de las propias perspectivas del investigador

       7. Se interesan en la representatividad.

       8. Dan tanto énfasis a la validez como a la confiabilidad.


       9. Consideran dignos de estudio científico só lo a los hechos o fenó menos que se
encuentran dentro de las coordenadas masa, tiempo y espacio.

       10. Son rígidos en cuanto a su aplicació n.

Paradigma Cualitativo
            Se abordará el estudio del paradigma cualitativo a partir de lo que Sá nchez
(1998) entiende por “esquema paradigmá tico” (p. 46), el cual supone el concepto de
paradigma, entendiendo este como una realidad ló gica organizada desde los
siguientes aspectos filosó ficos: epistemología, axiología, teleología, ontología,
gnoseología y metodología.
Epistemología
            En torno al aspecto epistemoló gico Martínez (2002) ve el nacimiento del
paradigma cualitativo, o como lo denomina él:
la orientación postpositivista comienza a gestarse a fines del siglo pasado e inicia su
desarrollo en la década de los añ os 50 y 60 de este. La gestació n la inician las obras de
autores como Dilthey, Wundt, Brentano, Ehrenfels, Husserl, Max Weber y William
James (p. 18).

            La nueva orientació n de cará cter fenomenoló gico e interpretativo propone, de


acuerdo a Meza (2002), conocer la realidad social desde la perspectiva propia de los
actores. Segú n la profesora Gutiérrez (1996), dentro de esta nueva orientació n de
hacer ciencias sociales nos encontramos con dos grupos o corrientes pensamientos
que se impusieron para el establecimiento del paradigma cualitativo: los idealistas
alemanes Dilthey, Weber, y Rickert; los interpretativos Nietzsche, Heidegger y
Hursserl, estos segundos también alemanes. A continuació n se sintetizan, siguiendo a
la profesora Gutiérrez, los aspectos característicos de cada Grupo (pp. 9-14):
            1. Los idealistas: proponen un cambio de concepció n metodoló gica para las
ciencias sociales. Se fundan en que las ciencias naturales y físicas sus objetos de
estudio son inanimados, por el contrario en las ciencias sociales es imposible separar
pensamientos de las emociones, la subjetividad, los valores, etc. Ademá s, la realidad
social no se puede atar a leyes similares a la de las ciencias físicas porque este está en
un constante cambio (Dilthey). De esta manera proponen que las ciencias sociales
sean má s descriptivas y concentradas en la comprensió n interpretativa, teniendo en
cuenta el contexto en el cual ocurre el fenó meno social (Weber). Finalmente, dan
relevancia a la introducció n de los valores en la investigació n social desde la
perspectiva del investigador y los sujetos que son investigados (Rickert). De esta
manera, el grupo Idealista reconoce la interdependencia que existe entre lo que es
investigado y el proceso de investigació n.
            2. Los interpretativos: resaltan el aspecto hermenéutico del conocimiento
sosteniendo de esta manera que el ser humano es un ser interpretativo y, por tanto, es
connatural a su naturaleza (Nietzsche, Heidegger) y que los fenó menos sociales deben
ser interpretados desde la propia perspectiva de los actores (Hursserl).
            Estas teorías filosó ficas se desconocieron en la primera mitad del siglo XX, pero
a partir de la segundad mitad de mismo siglo inspiradas en estas teorías y, segú n
Hurtado y Toro (2003),
en la antropología social. Inspirada en la revalorizació n de la de la capacidad
autoreflexiva de los agentes humanos para ser monitores de su propia practica, la
revaloració n del lenguaje y de las posibilidades teó ricas que ofrece su aná lisis y del
reconocimiento de la dimensió n subjetiva del fenó meno social (p. 50).

            Se propone en las nuevas teorías que la validez del conocimiento generado en la
investigació n social no estará fundada exclusivamente en pruebas matemá ticas y
estadísticas. Lo verdadero se origina en el proceso de comunicació n entre los distintos
sujetos implicados en los fenó menos sociales y será interpretada partiendo tal como la
entienden los actores sociales en su contexto.
Axiología
            Desde la postura epistémica se da relevancia a la introducció n de los valores en
la investigació n social desde dos perspectivas: la de los sujetos que participan o son
investigados y desde la del investigador. La investigació n no está fundada  en la
explicació n y estudio de un objeto pasivo, tal como ocurre en las ciencias naturales y
físicas (á tomos), sino en la interpretació n de de ese objeto entendido ahora como otro
sujeto participante de cual no interesa só lo lo que pueda observar e interpretar el
investigador sino lo que el mismo siente. La subjetividad de los sujetos investigados es
tomada en cuenta aunque no se puede medir dentro de las coordenadas de las
ciencias físicas: masa, espacio y tiempo.
            De esta manera se rescata la subjetividad como una forma del conocimiento,
porque la investigació n es filtrada desde las coordenadas de los sujetos investigados y
desde las del investigador, quien se convierte en el principal instrumento de
investigació n. Segú n Meza (2005) en el paradigma interpretativo se entiende que los
valores del investigador ejercen influencia en el proceso y que estos deben estar
explícitos. Como lo explica Martínez (1991), en su manual de investigació n
etnográ fica:
Los objetos, los eventos, las situaciones no tienen un significado en sí mismos; má s
bien, el significado se lo confiere el observador. Debido a ello, el mismo dato puede
tener significados muy diferentes para dos personas. Es má s, lo que para una es
evidente, para otra puede llegar a ser un absurdo (p. 22).

Teleología
            Segú n la profesora Gutiérrez (1996) el propó sito de la investigació n dentro de
las coordenadas del paradigma cualitativo “consiste en describir e interpretar
sensiblemente exactas la vida social y cultural de quienes participan” (p. 15). El fin de
la investigació n es comprender el significado de la realidad.
            Hurtado y Toro (2001) sintetizan claramente la teleología del paradigma
cualitativo al afirmar:
El objetivo es construir, inductiva y sistemá ticamente, la teoría en base a los hechos. El
escenario investigativo es visto en una perspectiva holística real. Propó sito o
finalidad: ideográ fica, porque se realizan estudios en gran profundidad, pero en
pequeñ a escala, sin buscar que sean representativos (p. 51).

            Desde esta perspectiva la concepció n de la investigació n se concibe como


cíclica, en donde las actividades de observació n se repiten, prestando atenció n sobre
los aspectos que van surgiendo desde adentro de la propia situació n social, tantas
veces sea necesario para comprender el fenó meno social en estudio. En el patró n
cíclico de la investigació n las actividades pueden ser repetidas de acuerdo con la
informació n que van arrojando las informaciones. Promueve la construcció n
progresiva del objeto de la investigació n. Segú n Santana y Gutiérrez (1996) dentro del
proceso cíclico:
es posible avanzar al pró ximo paso sin haber resuelto todo lo que requiere el anterior,
ya que luego tendrá oportunidad de revisar, reajustar, modificar o completar
informaciones si así lo requiere el proceso. Este cará cter cíclico hace que la
investigació n no sea totalmente  estructurada y preconcebida (p. 31-32).

            El patró n cíclico de la investigació n cualitativa está representado en el siguiente


grá fico:

            Gráfico 2. Patrón Cíclico de la Investigación Cualitativa. Tomado de


“Paradigmas cuantitativo y cualitativo en la investigació n socio-educativa:
proyecciones y reflexiones” por Gutiérrez, (1996), Paradigma, XIV al XVII p.18.
Ontología
            La forma de conocer la naturaleza de la realidad, dentro del paradigma
cualitativo, no es de forma analítica, fragmentaria, sino holística integradora y
totalizante. Los fenó menos sociales se comprenden  como una unidad donde
convergen e interactú an mú ltiples factores que no se pueden separar ni aislar.
            Segú n Gutiérrez (1996) en el escenario de investigació n del paradigma
cualitativo, dentro de la perspectiva holística:
se estudia el fenó meno tal como se desarrolla en su ambiente natural en el sentido de
no alterar las condiciones de la realidad. El contexto y el aspecto a ser abordado no se
analizan en forma separada sino que son estudiados en su interrelació n espontá nea y
natural (p. 19).

            En el proceso de conocer se parte de casos particulares, fenó menos que afectan
tanto a pequeñ os como a grandes comunidades, los cuales son considerados como una
totalidad y estudiados profundamente.
Gnoseología
            La diferencia fundamental entre el paradigma cuantitativo y cualitativo segú n
Martínez (1991) en su manual de etnografía, está en la “teoría del conocimiento” (p.
24). El referido autor expresa en torno a la forma como se genera el conocimiento en
el paradigma postpositivista:
Se considera como el fruto o resultado de una interacció n, de una dialéctica, o diá logo,
entre el conocedor y el objeto conocido. En este diá logo tienen voz mú ltiples
interlocutores, como los factores bioló gicos, los psicoló gicos y, sobre todo, los
culturales: todos influyen en la conceptualizació n o categorizació n que se haga del
objeto (pp. 24-25).
            Se establece una relació n de interdependencia e interacció n entre el sujeto de la
investigació n y el objeto de la misma. De esta manera se supera el dualismo sujeto-
objeto. Se busca el conocimiento como resultado de una interacció n de diá logo del
investigador con el objeto del conocimiento o dentro de un marco de acció n
comunicativa.
Metodología
            Para generar conocimiento científico no se requiere la aplicació n estricta de un
solo método, como sucede en el paradigma cuantitativo. Sino que existe libertad para
usar variedad de métodos, los cuales, a su vez, son flexibles y permiten que sea el
propio proceso de la investigació n el que guíe los pasos a seguir y los procedimientos
a utilizarse.
            Segú n Hurtado y Toro (2001) la pluralidad metodoló gica que se plantea dentro
del paradigma cualitativo plantea una pluralidad y una flexibilidad cognitiva, porque
“estos métodos no imponen reglas ni procedimientos rígidos al proceso de
investigació n, de modo que el diseñ o de cada investigació n surge y se elabora a media
que ella avanza” (p. 51).
            De acuerdo a la mayoría de los autores (Martínez, Hurtado y Toro, Gutiérrez,
Santana, Meza, Pérez, etc.) son cinco los principales métodos usados en la
investigació n cualitativa: el Hermenéutico, el fenomenoló gico, el etnográ fico, el de
historia de vida y la investigació n-acció n participante. Segú n Hurtado y Toro (2001)
son diez las características fundamentales que definen a estos métodos (pp. 99-100):

1. Son inductivos.
2. Tienen una perspectiva holística.
3. Son sensibles a los efectos que causan sobre las personas.
4. Tratan de comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas
misma.
5. Apartan sus propias creencias y predisposiciones.
6. Consideran valiosas todas las perspectivas.
7. Son humanistas.
8. Dan énfasis a la validez de su investigació n.
9. Consideran dignos de estudio a todos los escenarios y personas.
10. Son flexibles en cuanto al modo de conducir sus estudios.

Vous aimerez peut-être aussi