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Introduce la noció n de Paradigma, el cual está constituido por supuestos teó ricos, leyes y
técnicas de aplicació n que deberá n adoptar los científicos que se mueven dentro de una
determinada comunidad científica. Los que trabajan dentro de un paradigma, ponen en
prá ctica la ciencia normal. Es probable que al trabajar en ella, que desarrollará el paradigma
en su intento por explicar el comportamiento de aspectos del mundo, resulten dificultades
(por ejemplo, se encuentren con aparentes falsaciones). Si estas dificultades se hacen
inmanejables, se desarrollará un estado de crisis. É sta se resolverá con el surgimiento de un
paradigma totalmente nuevo, el cual cobrará cada vez mayor adhesió n por parte de la
comunidad científica, hasta que finalmente se abandone el paradigma original. Este cambio
discontinuo entre paradigmas constituye una revolució n científica. El nuevo paradigma
enmarcará la nueva actividad científica normal, hasta que choque con dificultades y se
produzca una nueva crisis y una nueva revolució n.
Una CIENCIA MADURA se rige por un solo paradigma, quien establece las normas que dan
legitimidad al trabajo que se realiza dentro de la ciencia que rige, incluyendo la resolució n de
problemas que se presentan. Para Kuhn, será justamente la existencia de un paradigma que
pueda apoyar una tradició n de ciencia normal lo que establecerá la diferencia entre lo que es
CIENCIA y lo que no lo es. Carecer de paradigma implica no poseer el estatus de ciencia.
Los paradigmas está n compuestos por: leyes explícitamente establecidas, supuestos teó ricos,
maneras normales de aplicació n de las leyes, instrumental y técnicas instrumentales,
prescripciones metodoló gicas muy generales y como componente adicional, algunos
principios metafísicos muy generales.
La CIENCIA NORMAL es descripta por Kuhn como una actividad de resolver problemas
gobernada por las reglas del paradigma en cuestió n. El paradigma deberá proveer los medios
para solucionar los problemas que en él se formulan. Aquellos problemas que no puedan ser
solucionados, será n entendidos como anomalías y como fracasos del científico, má s que como
falsaciones e insuficiencias del paradigma. Kuhn reconoce que todos los paradigmas
contienen algunas anomalías y sostiene ademá s que un científico normal no debe criticar el
paradigma en el cual se encuentra trabajando.
Para Kuhn, su concepció n acerca de la ciencia es una teoría y no una descripció n en la medida
que explicita las funciones que tienen sus componentes. Reconoce que las funciones de LA
CIENCIA NORMAL Y LAS REVOLUCIONES son necesarias: mientras se está en período de
Ciencia Normal, se pueden desarrollar los detalles de las teorías, resolver problemas y realizar
trabajos teó ricos y experimentales. Se requiere que, en cierta medida, la ciencia normal sea
acrítica; de lo contrario, se estaría permanentemente discutiendo la licitud de los supuestos y
métodos y no se llegaría a realizar trabajos detallados. Las Revoluciones son la oportunidad
de pasar de un paradigma a otro mejor. Si se desarrolla una crisis, el pasaje de un paradigma a
otro se hace necesario, y este paso es esencial para el progreso de la ciencia. Si no hubiera
"revoluciones", la ciencia quedaría atrapada en un solo paradigma y no se avanzaría má s allá
de él, lo que constituiría para Kuhn un grave defecto.
Paradigmas de investigació n
Veró nica Laura Martínez Godínez
Paradigma positivista
Este trabajo tiene como finalidad mostrar un Manual multimedia para el desarrollo de
trabajos de investigació n desde la epistemología dialéctico-crítica, por tanto, se presentan en
forma breve las características de los tres sistemas que coexisten actualmente para tener
referentes y poder comparar las características y distinciones que hay entre cada uno. Los tres
paradigmas son: el materialista histó rico, el positivista y el interpretativo. El sistema
hipotético-deductivo también recibe el nombre de científico-naturalista, racionalista-
cuantitativo, científico-tecnoló gico y sistemá tico-gerencial, se basa en la teoría positivista del
conocimiento que arranca en el siglo XIX con Emile Durkhein y August Comte. Busca los
hechos o causas de los fenó menos sociales independientemente de los estados subjetivos de
los individuos; aquí, el ú nico conocimiento aceptable es el científico que obedece a ciertos
principios metodoló gicos ú nicos. Entre sus rasgos má s destacados se encuentra su naturaleza
cuantitativa para asegurar la precisió n y el rigor que requiere la ciencia. Por eso al aplicarse a
las ciencias sociales se busca que éstas se conviertan en un conocimiento sistemá tico,
comprobable y comparable, medible y replicable. Esto implica que só lo sean objeto de estudio
los fenó menos observables, por tanto medibles, pesables o contables (por ejemplo el género
(hombre/mujer), el peso (50, 70, 80 kgs.) o la estatura de una persona:) se encuentran,
ademá s, en relació n causal o correlacional. Algunas otras veces simplemente constituyen
realidades objetivamente describibles, como el nú mero de veces que un estudiante no
aprueba un examen. El conocimiento positivista busca la causa de los fenó menos y eventos del
mundo social, formulando generalizaciones de los procesos observados. El rigor y la
credibilidad científica se basan en la validez interna. Por ello los procedimientos usados son el
control experimental, la observació n sistemá tica del comportamiento y la correlació n de
variables; se adopta la generalizació n de los procesos, con los que se rechazan aspectos
situacionales concretos, irrepetibles y de especial relevancia para la explicació n de los
fenó menos y situaciones determinadas. Enseguida se muestran algunos rasgos centrales del
paradigma positivista.
Paradigma interpretativo
2. Filosó ficos: los cuales se gestan dentro del seno de los filó sofos los cuales son
cinco:
a. Dogmatismo.
b. Escepticismo.
c. Subjetivismo.
d. Relativismo.
e. Criticismo.
Se debe distinguir que los Paradigmas disciplinares o epistémicos son los que
se hacen en el seno de la propia ciencia y en cambio los paradigmas filosó ficos se
gestan dentro del seno de los filó sofos. La investigació n de este trabajo se inscribe
dentro del marco de los paradigmas Disciplinares o epistemoló gicos que brevemente
describimos a continuació n.
1. Paradigma Teoló gico: El soció logo Augusto Comte afirma que la sociedad
evolucionó a través de tres Stadium histó ricos y el primero es el teoló gico o de la
niñ ez (Gutiérrez 1996). Esta etapa teoló gica pasa por la mitología griegas, el mundo
judío y se desarrolla con el cristianismo. La teología era la reina de las ciencias, a la
cual debía supeditarse la rectitud y grado de verdad de las demá s disciplinas.
2. Paradigma Filosó fico: el segundo Stadium de evolució n de la sociedad es el
filosó fico o metafísico (época de adolescencia). Se produce durante los ú ltimos siglos
de la edad Media. Se da el paso de la religió n a la razó n, de la teología a la filosofía y a
la ciencia. Segú n Martínez (2003) “el hombre occidental comenzará a aceptar las ideas
en la medida que concuerden con su ló gica y razonamientos, con sus argumentos de
razó n, y no por tradició n o exigencias dogmá ticas, sean religiosas o de otro tipo” (p. 5).
3. Paradigma Científico-Positivista: el padre de este paradigma es Augusto
Comte que planteó que la sociedad evolucionó pasando por varios los Stadium
Teoló gicos al Metafísico hasta llegar al positivismo. Este es el período de la verdad y la
adultez del hombre y la sociedad. Todo el conocimiento está fundamentado en la
ciencia y en los métodos científicos. Este paradigma es de orientació n cuantitativa,
posee una concepció n global, hipotética-deductiva, objetiva, orientada a resultados
propios de las ciencias naturales o exactas. En síntesis este paradigma, segú n Martínez
(2003), “valora, privilegia y propugna la objetividad del conocimiento, el
determinismo de los fenó menos, la experiencia sensible, la cuantificació n aleatoria de
las medias, la ló gica y la verificació n empírica” (p. 6).
4. Paradigma Postpositivista: Este modelo paradigmá tico de cará cter
fenomenoló gico, se inicia segú n Gutiérrez (1996) y Martínez (2003), a finales del siglo
XIX y principios del XX, pero es durante las décadas de los añ os 50 y 60 de este ú ltimo
cuando se desarrolla. La gestió n intelectual de este paradigma la iniciaron Dilthey,
Huserrl, Max Weber entre otros. Su obra intelectual se desconoció hasta mediados del
siglo XX producto de la euforia positivista que embargo la primera mitad del siglo
mencionado. La filosofía de este paradigma es de naturaleza cualitativa y de
orientació n inductiva, subjetiva porque busca comprender los fenó menos desde la
propia perspectiva de quien los protagoniza. El aporte fundamental en opinió n de
Martínez, M. (2003):
Es que se efectú a un rescate del sujeto y de su importancia. Así, la observació n no
sería pura e inmaculada, sino que implicaría una inserció n de lo observado en un
marco referencial o fondo, constituido por nuestros valores, interese, actitudes y
creencias, que es el que le daría el sentido que tiene para nosotros (p. 7)
En ciencias sociales, Segú n Meza (2005), han prevalecido dos perspectivas
teó ricas principales: la cuantitativa que busca los hechos o causas de los fenó menos
sociales con independencia de los estados subjetivos de la persona y la cualitativa o
fenomenoló gica que quiere entender los fenó menos sociales desde la perspectiva
propia de los actores.
Cada una de estas posturas se basa en postulados y principios filosó ficos
diferentes, en consecuencia, abordan de diferente manera los problemas y objetos de
estudio utilizando distintas metodologías y, por tanto, criterios y técnicas para
legitimar sus saberes.
El uso de los paradigmas cuantitativo y el cualitativo plantean una discrepancia
a la hora de abordar cualquier investigació n. El origen de esta disputa y
enfrentamiento está en la diferencia sustancial que existe entre los supuestos
filosó ficos, epistemoló gicos y metodoló gicos de ambos enfoques paradigmá ticos. Es
determinante el conocimiento de ambos paradigmas porque proporcionan una serie
de principios y posturas filosó ficas, a partir de las cuales el investigador explica y
orienta su proceso de estudio. Por tanto, en este apartado se pretende abordar los
fundamentos filosó ficos que identifican a cada paradigma y, que a la vez, los diferencia
al uno del otro.
Paradigma Cuantitativo
Se abordará el estudio del paradigma cuantitativo a partir de lo que Sá nchez
(1998) entiende por “esquema paradigmá tico” (p. 46), el cual supone el concepto de
paradigma, entendiendo este como una realidad ló gica organizada desde los
siguientes aspectos filosó ficos: epistemología, axiología, teleología, ontología,
gnoseología y metodología.
Epistemología
En el positivismo, cuyo padre es Augusto Comte, tiene dos fuentes primarias,
segú n Hurtado y Toro (2001), “la concepció n newtoniana del espacio, totalmente
mecanicista…la idea de Descartes que existe un dualismo absoluto entre la mente y la
materia” (p. 34) de aquí que el mundo material puede ser observado objetivamente
sin referencia al sujeto observador. El pensamiento científico que se inicia con la
Modernidad se funda en las teorías de Newton y Descartes, que describen y entienden
al mundo regido por leyes universales y comprobables empíricamente. A partir de
aquí el quehacer científico obedece a una formalidad racional que deberá , segú n
Hurtado y Toro (2001):
Ser representado en las magnitudes tiempo, espacio y masa a través del lenguaje
numérico. Por ello el discurso matemá tico (y numérico) será el qué dé verosimilitud y
validez a todos los discursos científicos y los métodos de la investigació n propios de la
modernidad sean bá sicamente de cará cter cuantitativo (p. 31).
Gnoseología
Meza (2005) al estudiar la gnoseología señ ala que: “la relació n sujeto objeto se
tiene que el paradigma positivista se asume una relació n de independencia entre el
sujeto que conoce y el objeto del conocimiento” (p. 6). Se afirma esta relació n de
independencia entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido, ya que el investigador
tiene una perspectiva “desde afuera”. En el paradigma cuantitativo el mundo material
y social puede ser abordado y estudiado objetivamente sin referencia alguna al sujeto
investigador. Aú n cuando se investiga sobre aspectos humanos como motivació n,
actitud, intereses, etc., el objeto social debe ser percibido como algo real que existe
independientemente del investigador. La relació n entre el sujeto y el objeto es de
independencia, porque el sujeto conocedor es capaz de despojarse de sus
sentimientos, emociones y subjetividad. Al igual que el mundo natural, el mundo
social tiene existencia propia independiente de quien la estudia.
Metodología
Utiliza un método ú nico. Adopta el método hipotético-deductivo o hipotético
inductivo con su racionalidad analítica. Parte de procedimientos matemá ticos y
estadísticos, se basa en fenó menos observables susceptibles a medició n a partir de
aná lisis matemá ticos y control experimental. Todos los fenó menos sociales son
categorizados en variables entre los que se establecen relaciones estadísticas (Pérez
1994 p. 5).
Pérez (1994) acota que el planteamiento epistemoló gico del paradigma
cuantitativo en ciencias sociales parte de la asimilació n del método científico tal como
se usa en las ciencias naturales. Tal como lo afirma Hurtado y Toro (2001):
Esta afirmació n tiene ademá s una consecuencia metodoló gica, que es la transposició n
del método científico de las ciencias naturales a las ciencias sociales; por lo cual, el
método hipotético deductivo, basado en la observació n, la descripció n y la explicació n,
y que reduce la realidad a sus aspectos cuantificables, se convirtió en el método
científico, al ser utilizado tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales
(p. 35).
Son diez las características generales, en opinió n de Hurtado y Toro (2001),
distinguen a los métodos del paradigma cuantitativo (pp. 65-66):
Paradigma Cualitativo
Se abordará el estudio del paradigma cualitativo a partir de lo que Sá nchez
(1998) entiende por “esquema paradigmá tico” (p. 46), el cual supone el concepto de
paradigma, entendiendo este como una realidad ló gica organizada desde los
siguientes aspectos filosó ficos: epistemología, axiología, teleología, ontología,
gnoseología y metodología.
Epistemología
En torno al aspecto epistemoló gico Martínez (2002) ve el nacimiento del
paradigma cualitativo, o como lo denomina él:
la orientación postpositivista comienza a gestarse a fines del siglo pasado e inicia su
desarrollo en la década de los añ os 50 y 60 de este. La gestació n la inician las obras de
autores como Dilthey, Wundt, Brentano, Ehrenfels, Husserl, Max Weber y William
James (p. 18).
Se propone en las nuevas teorías que la validez del conocimiento generado en la
investigació n social no estará fundada exclusivamente en pruebas matemá ticas y
estadísticas. Lo verdadero se origina en el proceso de comunicació n entre los distintos
sujetos implicados en los fenó menos sociales y será interpretada partiendo tal como la
entienden los actores sociales en su contexto.
Axiología
Desde la postura epistémica se da relevancia a la introducció n de los valores en
la investigació n social desde dos perspectivas: la de los sujetos que participan o son
investigados y desde la del investigador. La investigació n no está fundada en la
explicació n y estudio de un objeto pasivo, tal como ocurre en las ciencias naturales y
físicas (á tomos), sino en la interpretació n de de ese objeto entendido ahora como otro
sujeto participante de cual no interesa só lo lo que pueda observar e interpretar el
investigador sino lo que el mismo siente. La subjetividad de los sujetos investigados es
tomada en cuenta aunque no se puede medir dentro de las coordenadas de las
ciencias físicas: masa, espacio y tiempo.
De esta manera se rescata la subjetividad como una forma del conocimiento,
porque la investigació n es filtrada desde las coordenadas de los sujetos investigados y
desde las del investigador, quien se convierte en el principal instrumento de
investigació n. Segú n Meza (2005) en el paradigma interpretativo se entiende que los
valores del investigador ejercen influencia en el proceso y que estos deben estar
explícitos. Como lo explica Martínez (1991), en su manual de investigació n
etnográ fica:
Los objetos, los eventos, las situaciones no tienen un significado en sí mismos; má s
bien, el significado se lo confiere el observador. Debido a ello, el mismo dato puede
tener significados muy diferentes para dos personas. Es má s, lo que para una es
evidente, para otra puede llegar a ser un absurdo (p. 22).
Teleología
Segú n la profesora Gutiérrez (1996) el propó sito de la investigació n dentro de
las coordenadas del paradigma cualitativo “consiste en describir e interpretar
sensiblemente exactas la vida social y cultural de quienes participan” (p. 15). El fin de
la investigació n es comprender el significado de la realidad.
Hurtado y Toro (2001) sintetizan claramente la teleología del paradigma
cualitativo al afirmar:
El objetivo es construir, inductiva y sistemá ticamente, la teoría en base a los hechos. El
escenario investigativo es visto en una perspectiva holística real. Propó sito o
finalidad: ideográ fica, porque se realizan estudios en gran profundidad, pero en
pequeñ a escala, sin buscar que sean representativos (p. 51).
En el proceso de conocer se parte de casos particulares, fenó menos que afectan
tanto a pequeñ os como a grandes comunidades, los cuales son considerados como una
totalidad y estudiados profundamente.
Gnoseología
La diferencia fundamental entre el paradigma cuantitativo y cualitativo segú n
Martínez (1991) en su manual de etnografía, está en la “teoría del conocimiento” (p.
24). El referido autor expresa en torno a la forma como se genera el conocimiento en
el paradigma postpositivista:
Se considera como el fruto o resultado de una interacció n, de una dialéctica, o diá logo,
entre el conocedor y el objeto conocido. En este diá logo tienen voz mú ltiples
interlocutores, como los factores bioló gicos, los psicoló gicos y, sobre todo, los
culturales: todos influyen en la conceptualizació n o categorizació n que se haga del
objeto (pp. 24-25).
Se establece una relació n de interdependencia e interacció n entre el sujeto de la
investigació n y el objeto de la misma. De esta manera se supera el dualismo sujeto-
objeto. Se busca el conocimiento como resultado de una interacció n de diá logo del
investigador con el objeto del conocimiento o dentro de un marco de acció n
comunicativa.
Metodología
Para generar conocimiento científico no se requiere la aplicació n estricta de un
solo método, como sucede en el paradigma cuantitativo. Sino que existe libertad para
usar variedad de métodos, los cuales, a su vez, son flexibles y permiten que sea el
propio proceso de la investigació n el que guíe los pasos a seguir y los procedimientos
a utilizarse.
Segú n Hurtado y Toro (2001) la pluralidad metodoló gica que se plantea dentro
del paradigma cualitativo plantea una pluralidad y una flexibilidad cognitiva, porque
“estos métodos no imponen reglas ni procedimientos rígidos al proceso de
investigació n, de modo que el diseñ o de cada investigació n surge y se elabora a media
que ella avanza” (p. 51).
De acuerdo a la mayoría de los autores (Martínez, Hurtado y Toro, Gutiérrez,
Santana, Meza, Pérez, etc.) son cinco los principales métodos usados en la
investigació n cualitativa: el Hermenéutico, el fenomenoló gico, el etnográ fico, el de
historia de vida y la investigació n-acció n participante. Segú n Hurtado y Toro (2001)
son diez las características fundamentales que definen a estos métodos (pp. 99-100):
1. Son inductivos.
2. Tienen una perspectiva holística.
3. Son sensibles a los efectos que causan sobre las personas.
4. Tratan de comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas
misma.
5. Apartan sus propias creencias y predisposiciones.
6. Consideran valiosas todas las perspectivas.
7. Son humanistas.
8. Dan énfasis a la validez de su investigació n.
9. Consideran dignos de estudio a todos los escenarios y personas.
10. Son flexibles en cuanto al modo de conducir sus estudios.