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29
PUBLICACIÓN DEL CONSEJO LATINOAMERICANO
DE ESCUELAS DE ADMINISTRACIÓN 2002
III
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VI
ARTÍCULOS
Oferta pública para la toma de control en Venezuela: estudio de eventos para el caso
Banco de Venezuela-Banco Caracas.
URBI GARAY, MAXIMILIANO GONZÁLEZ, JAVIER GOSENDE, ALEJANDRO MOTA 29
ENSAYOS
CASO
BIBLIOGRAFÍAS LATINOAMERICANAS
ITAM, 1995-2002.
A CARGO DEL PROFESOR J. BRADFORD MCBRIDE 129
VII
Ordenador
VIII
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
En este reporte se presentan los resultados del ajuste de una especificación para expli-
car el riesgo sistemático de activos de capital mexicanos, basándonos en variables ma-
croeconómicas. Las dos teorías principales sobre la formación de precios de activos de
capital son: el modelo de valoración de archivos (Capital Asset Pricing Model, CAPM),
desarrollado en forma independiente por Lintner (1965) y Sharpe (1963, 1964) y basado
en la teoría del portafolio propuesta por Markowitz (1952), y la teoría de arbitraje de
precios (Arbitrage Pricing Theory, APT), ideada por Ross (1976).
Es abundante la literatura que se ha producido en torno a la validez teórica y
empírica del CAPM, tanto el original de Sharpe-Lintner-Mossin, así como sus extensio-
nes, que relajan algunos de sus muy restrictivos supuestos. En esta literatura también
ocupa un lugar destacado el estudio de las llamadas “anomalías” del CAPM, es decir, las
regularidades empíricamente observadas que no parecen ser explicadas por el modelo
original, de las cuales se cuentan como principales: el efecto “tamaño”, la reacción
desproporcionada en el mercado (overshooting) ante anuncios sobre las utilidades de
las emisoras, la relación de los precios de mercado de las acciones y los indicadores
fundamentales de las emisoras e, inclusive, efectos estacionales como los efectos “fin de
semana” o el “efecto enero”, también agrupados bajo el rubro “efectos de calendario”.
En esencia, las “anomalías” del CAPM constituyen violaciones a los supuestos y/
o resultados que establece la teoría, pues exhiben riesgos de carácter sistemático no
capturados por la beta de mercado del activo, contrario a lo que debería ocurrir de
acuerdo con la versión original del CAPM. Para explicar estas violaciones se han abier-
to dos grandes líneas de investigación: i) la explicación basada en la existencia de riesgos
a través de modelos multifactoriales y ii) las que no se basan en riesgos y que consideran
que las observaciones de las supuestas violaciones pueden deberse más bien a la pre-
sencia de sesgos en la metodología empírica, a fricciones de mercado o, incluso, como
algunos lo proponen, a las conductas irracionales de los agentes del mercado (Lo y
MacKinlay, 1999).
Entre los modelos multifactoriales de mayor importancia se destaca el trabajo de
Merton (1973), en el que propone que en la demanda de títulos –y los efectos que ésta
tiene en sus precios y rendimientos, en un horizonte intertemporal– deben considerarse
los efectos de la incertidumbre respecto al ingreso laboral de los agentes de mercado, los
precios de bienes importantes (como los energéticos) y los cambios en las oportunidades
de inversión en el futuro.
La teoría de arbitraje de precios (APT), propuesta por Ross (1976), junto con la
crítica de Roll (1977)2 contribuyeron de manera decisiva a incrementar el interés por el
desarrollo de los modelos multifactoriales. Para la APT, partiendo de la condición de no
2
Resulta de gran interés esta crítica que constituye por mucho uno de los más grandes desafíos al
CAPM ya que se centra en demostrar la imposibilidad de observar el portafolio del mercado teórico en el que
se cimientan los resultados centrales del modelo de Sharpe.
arbitraje, el rendimiento del activo se debe a primas por diversos factores de riesgo
sistemático y no exclusivamente el riesgo del portafolio de mercado. De hecho, no se
excluye necesariamente este último factor de riesgo, por lo que hay quienes han pro-
puesto que el CAPM puede verse como un caso particular de la APT. Infortunadamente,
la APT no indica cuáles son los factores relevantes; sin embargo, Roll y Ross (1980)
sugieren como candidatos obvios aquellos que influyen en la determinación del dividendo
esperado por el activo y de la tasa a que se descuenta dicho dividendo.
También el trabajo de Fama y French (1993) es un referente importante, pues
muestra que con base en indicadores fundamentales de la empresa como la razón entre
el valor de su capital en libros, el valor del mismo en el mercado, así como la capitaliza-
ción, es posible explicar el rendimiento autónomo que no puede explicar el CAPM me-
diante la beta del activo y la prima por riesgo de mercado. La conclusión es que pueden
existir más factores de riesgo sistemático y no sólo el relacionado con las fluctuaciones
del portafolio del mercado, como se sustenta en el CAPM original.
A partir de lo hasta aquí expuesto, así como de los resultados de múltiples pruebas
empíricas cuya sola enunciación ocuparía una cantidad extensa de páginas, resalta cla-
ramente el hecho de que la teoría del mercado de capitales no ha alcanzado la madurez
suficiente para especificar de manera indubitable cuáles son las variables económicas
que explican de manera general los rendimientos de los activos. De hecho, lo que repor-
tan muchas de las pruebas empíricas son investigaciones realizadas en mercados parti-
culares que brindan, en lo individual, elementos para la generalización sólo debido a la
congruencia con los resultados de otros investigadores. Por ejemplo, en el mercado
accionario mexicano, Bailey y Chung (1995) analizan el impacto que en los rendimientos
accionarios tienen las fluctuaciones del tipo de cambio y el riesgo político, concluyendo
que existe evidencia de que ambos son factores significativos. Los resultados de Bailey
y Chung son congruentes con otros estudios empíricos que encuentran también signifi-
cativas esas relaciones, así como con estudios teóricos que sustentan versiones del CAPM
y de la APT en el plano internacional. Sin embargo, es importante destacar también que
la definición operacional de riesgo cambiario de Bailey y Chung, diferenciales entre los
tipos de cambio libre y controlado3, es sui generis, en el sentido de que sólo se podría
representar dicho riesgo, de naturaleza evidentemente sistemática, recurriendo a esa
definición siempre que exista un régimen de tipos de cambio múltiples.
Por lo anterior, en este trabajo estudiamos el riesgo sistemático en una muestra de
activos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, mediante un modelo que intenta
capturar el riesgo derivado de la influencia de variables macroeconómicas que son del
conocimiento público. La estructura de este reporte es la siguiente: en la sección I se
presenta el modelo teórico en el que se basan las estimaciones del efecto de las variables
económicas; la sección II describe el proceso de selección de las variables macroeconó-
micas y en ella se presenta la especificación de nuestro modelo; en la sección III se
proponen los aspectos relevantes de los activos de la muestra y de la prueba empírica del
3
A partir de 1982 y hasta 1987 existió en México un régimen de tipos de cambio múltiples.
modelo estimado y, por último, se enuncian las conclusiones que derivamos de la eviden-
cia empírica.
I. EL MODELO TEÓRICO
Si suponemos que para todo momento en el tiempo los rendimientos de todos los
activos están relacionados linealmente con ciertos factores que son los elementos de
riesgo sistemático, su relación funcional puede expresarse como:
Ri = ai + bi1F1 + bi2 F2 +...+bim Fm + ei ∀i = 1,2,..., n (1)
ii ) Var ( Fm ) = σ Fm
2
, m = 1, 2..., M .
4
Si bien es cierto que este supuesto no parece del todo plausible, por ejemplo cuando los factores
son de carácter macroeconómico, puede suponerse muy razonablemente que exista un alto grado de correla-
ción entre ellos. También en muy cierto que existen métodos para obtener factores no correlacionados, entre
Entonces, debido a iii), al tomar los valores esperados de ambos miembros de (1) se
tiene que el rendimiento esperado del activo i es:
E(Ri) = ai + bi1E(F1) + bi2 E(F2) +...+bim E(Fm), (2)
Por i), ii), iv) y vi), la varianza de los rendimientos del activo i, se reduce a:
σ 2Ri = bi21σ 2F 1 + bi22σ 2F 2 + L + bim2 σ 2Fm + σ ei2 . (3)
Así tenemos que el rendimiento esperado por el inversionista, dada la tenencia del
activo i, es función del rendimiento autónomo ai, independiente de los factores de ries-
go5 y de los rendimientos que debe obtener dado el nivel de exposición del activo a las
fuentes causales de riesgo. Así mismo, la varianza de los rendimientos es función de las
varianzas de los factores de riesgo ponderadas por la exposición del activo a cada uno de
ellos. Sustituyendo ai = tasa libre de riesgo = rf , (2) puede expresarse en forma del
rendimiento esperado en exceso de la tasa libre de riesgo6:
E(Ri) - rf = bi1E(F1) + bi2 E(F2) +...+bim E(Fm), (4)
los cuales se encuentra el método de componentes que posteriormente utilizaremos para obtener variables no
correlacionadas.
5
En ausencia de la influencia de los factores de riesgo, este componente puede interpretarse como la
tasa libre de riesgo.
6
Como es sabido, el rendimiento en exceso de la tasa libre de riesgo es el premio (prima) del activo por
el riesgo total asumido.
7
Consúltese: HAIR, J. F. Jr., ANDERSON, R. E., TATHAM, R. L, y BLACK, W. C. (1999), pp.
85, 103-104.
12
Certificados de Tesorería emitidos por el gobierno mexicano a descuento.
Tabla 1
Matriz de correlación*.
VCPP CINPC CIVFPI CPIB CPET VTC VCIR VDEU VCCAP CRESINT RM CTD
VCPP 1,0000 0,2126 0,0656 -0,0345 0,0967 0,1190 -0,0883 0,1189 -0,1734 -0,1863 0,0143 0,0696
CINPC 0,2126 1,0000 -0,0858 -0,1310 -0,1169 -0,1365 -0,1282 0,0034 -0,2885 0,0964 0,1912 0,0375
CIVFPI 0,0656 -0,0858 1,0000 -0,0293 0,0707 0,0604 -0,2692 -0,0942 -0,0460 -0,1836 0,0737 0,1059
CPIB -0,0345 -0,1310 -0,0293 1,0000 0,0211 0,0734 0,4192 -0,0734 0,0612 -0,0609 0,0878 -0,3374
CPET 0,0967 -0,1169 0,0707 0,0211 1,0000 0,3633 -0,0321 0,1727 -0,0344 -0,0121 -0,0580 -0,0854
VTC 0,1190 -0,1365 0,0604 0,0734 0,3633 1,0000 0,1693 0,2449 -0,1323 -0,1034 -0,1540 -0,1372
VCIR -0,0883 -0,1282 -0,2692 0,4192 -0,0321 0,1693 1,0000 0,1939 0,0973 0,0173 -0,0447 -0,4984
VDEU 0,1189 0,0034 -0,0942 -0,0734 0,1727 0,2449 0,1939 1,0000 -0,2102 -0,0115 -0,1245 -0,0948
VCCAP -0,1734 -0,2885 -0,0460 0,0612 -0,0344 -0,1323 0,0973 -0,2102 1,0000 0,0981 -0,0922 -0,0346
CRESINT -0,1863 0,0964 -0,1836 -0,0609 -0,0121 -0,1034 0,0173 -0,0115 0,0981 1,0000 -0,0450 -0,0536
RM 0,0143 0,1912 0,0737 0,0878 -0,0580 -0,1540 -0,0447 -0,1245 -0,0922 -0,0450 1,0000 0,1052
CTD 0,0696 0,0375 0,1059 -0,3374 -0,0854 -0,1372 -0,4984 -0,0948 -0,0346 -0,0536 0,1052 1,0000
Tabla 2
Matriz de correlación antiimagen.
VCPP CINPC CIVFPI CPIB CPET VTC VCIR VDEU VCCAP CRESINT RM CTD
VCPP 0,5901 -0,2263 -0,0296 -0,0326 -0,0702 -0,0812 0,0475 -0,0878 0,0479 0,1864 0,0298 -0,0525
CINPC -0,2263 0,5176 0,1137 0,1000 0,0987 0,0989 0,0781 0,0228 0,2701 -0,1382 -0,1802 0,0854
CIVFPI -0,0296 0,1137 0,5563 -0,0463 -0,0194 -0,0802 0,2584 0,0565 0,0269 0,1486 -0,0815 0,0384
CPIB -0,0326 0,1000 -0,0463 0,6311 -0,0325 -0,0044 -0,3208 0,1645 0,0187 0,0527 -0,1288 0,1788
CPET -0,0702 0,0987 -0,0194 -0,0325 0,5361 -0,3244 0,1560 -0,1226 -0,0300 -0,0502 -0,0330 0,1035
VTC -0,0812 0,0989 -0,0802 -0,0044 -0,3244 0,6227 -0,1465 -0,1167 0,1374 0,0618 0,1252 0,0184
VCIR 0,0475 0,0781 0,2584 -0,3208 0,1560 -0,1465 0,5770 -0,2158 -0,1053 0,0215 -0,0484 0,3943
VDEU -0,0878 0,0228 0,0565 0,1645 -0,1226 -0,1167 -0,2158 0,5764 0,2085 -0,0132 0,0878 -0,0057
VCCAP 0,0479 0,2701 0,0269 0,0187 -0,0300 0,1374 -0,1053 0,2085 0,5608 -0,0927 0,0760 -0,0128
CRESINT 0,1864 -0,1382 0,1486 0,0527 -0,0502 0,0618 0,0215 -0,0132 -0,0927 0,5198 0,0460 0,0514
RM 0,0298 -0,1802 -0,0815 -0,1288 -0,0330 0,1252 -0,0484 0,0878 0,0760 0,0460 0,5213 -0,1236
CTD -0,0525 0,0854 0,0384 0,1788 0,1035 0,0184 0,3943 -0,0057 -0,0128 0,0514 -0,1236 0,6533
Los valores de la diagonal principal muestran la medida de suficiencia de muestreo para cada variable; los
valores fuera de la diagonal son las correlaciones antiimagen o correlaciones parciales negativas (es de
esperarse que, en la generalidad, los valores de la correlación antiimagen sean bajos como indicador de la
fortaleza de la relación entre variables).
Tabla 3
Prueba de adecuación en el muestreo y prueba de esfericidad de Bartlett.
Pruebas Niveles
MSA 0,5820
Prueba de Esfericidad de Bartlett
Aprox. Chi-Cuadrada 254,7734
Grados de libertad 66,0000
Significación 0,0000
La medida de adecuación del muestreo para el conjunto total de variables se sitúa en un nivel adecuado y el
contraste de Bartlett muestra que existen correlaciones no nulas.
Tabla 4
Matriz de componentes solución inicial, solución no rotada y solución rotada.
La columna Total muestra los autovalores de la matriz de correlación; igualmente, se observa la varianza
explicada en cada uno de los factores de la solución rotada y no rotada y el porcentaje de varianza acumulada.
De aquí es posible determinar el número de factores a extraer. Como se observa por el criterio de raíz latente,
el número de factores a extraer en la solución no rotada es de cuatro y en la solución rotada es de cinco (se
consideran los autovalores mayores a 1); sin embargo, considerando la varianza acumulada, en ambos casos,
el número de factores a extraer es de cinco.
Tabla 5
Comunalidades.
Inicial Extracción
VCPP 1 0,478
CINPC 1 0,680
CIVFPI 1 0,559
CPIB 1 0,670
CPET 1 0,717
VTC 1 0,613
VCIR 1 0,748
VDEU 1 0,547
VCCAP 1 0,535
CRESINT 1 0,756
RM 1 0,660
CTD 1 0,574
La comunalidad o varianza explicada de cada variable en promedio es 62% siendo la más baja la de VCPP y
la más alta la de CRESINT.
Tabla 6
Matriz de componentes rotada.
FACTORES F1 F2 F3 F4 F5
VCPP -0,0748 0,4989 0,0747 -0,1143 -0,4532
CINPC -0,0886 0,7443 -0,2241 0,1539 0,2095
CIVFPI -0,2875 -0,1459 0,3046 0,4276 -0,4237
CPIB 0,7336 -0,1201 0,0361 0,3067 -0,1474
CPET -0,0209 -0,0067 0,8403 0,0343 0,0955
VTC 0,1737 0,0583 0,7083 -0,2279 -0,1612
VCIR 0,8365 -0,0476 -0,0256 -0,2080 0,0410
VDEU 0,1258 0,3480 0,3123 -0,5591 -0,0050
VCCAP 0,0501 -0,7029 -0,1567 0,0020 0,1191
CRESINT -0,0367 -0,0189 0,0365 -0,0013 0,8678
RM 0,0688 0,3097 -0,0662 0,7433 0,0492
CTD -0,7357 0,0163 -0,1259 0,0745 -0,1039
Cada una de las columnas de la matriz representan los componentes o factores resultantes del ACP; en la
celda de cada columna se observan las cargas factoriales de cada una de las variables en el factor.
El tercer componente, F3, tiene a CPET y VTC como las dos variables más impor-
tantes, donde los cambios en la cotización de la mezcla mexicana del petróleo, CPET, es
la de mayor carga factorial. La cotización del petróleo es muy importante para la econo-
mía mexicana debido a que la factura petrolera constituye una parte importante de los
ingresos públicos y porque también es una parte sustancial de las exportaciones mexicanas.
Por su parte, la cotización de la divisa estadounidense es también de gran importancia,
particularmente por su influencia en el intercambio comercial con el vecino país del norte
que ha aumentado notablemente a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de
Norteamérica con Estados Unidos y Canadá (aproximadamente el 90% del valor del
comercio exterior mexicano corresponde a la balanza con Estados Unidos). De esta
forma el factor puede recoger los efectos de las expectativas sobre el equilibrio/desequi-
librio del sector externo de la economía mexicana.
En el componente F4 las variables CIVFPI, VDEU y RM son las que más desta-
can, debido a que este factor captura el grado de confianza de los inversionistas, ya que
el crecimiento de la producción industrial implica que hay optimismo y que aumenta la
demanda de inversión privada generándose expectativas de crecimiento económico que
se reflejan en la demanda de títulos en el mercado de capitales. Como puede verse, de
las variables del comportamiento del mercado, RM es la de mayor carga factorial. Así
mismo, el signo negativo que se observa en la variable de variaciones de la deuda pública
es congruente con esta interpretación, pues a medida que cae el ritmo de endeudamiento
público interno disminuye el efecto de desplazamiento (crowding out) de la inversión
privada que, en el caso del endeudamiento externo supone una mayor cantidad de recur-
sos disponibles en el futuro para sufragar el gasto público sin un déficit excesivo, es
decir, con finanzas públicas equilibradas.
Por último, en el componente F5 son significativos el crecimiento de las reservas
internacionales –CRESINT con mayor carga factorial– y los cambios en el costo de
captación bancaria, VCCP, lo que complica un poco la interpretación de este componen-
te, pues VCCP también aparece como variable importante en F2, aunque ahora lo hace
con signo negativo. No obstante, consideramos que F2 puede interpretarse como repre-
sentante de las expectativas cambiarias, pues el acervo de activos internacionales en
poder de la autoridad monetaria es la base para mantener la estabilidad del tipo de
cambio y su cuantía está relacionada directamente con la expansión del crédito interno y,
por lo tanto, inversamente con la tasa de interés, ofreciendo una explicación congruente
sobre el signo negativo de VCCP.
Se observa así que los factores de riesgo identificados concuerdan en lo general con
lo ya establecido en diversas investigaciones realizadas en otros mercados mediante espe-
cificaciones multifactoriales o basadas en la APT, como son la inflación, el precio del
petróleo, la producción, la confianza de los inversionistas y un indicador del comportamien-
to del mercado. Con el número de componentes principales que ponen de manifiesto cual
es la dimensionalidad real del espacio de las variables y considerando que las variables
altamente correlacionadas como elementos del mismo factor tienen perfiles similares, se
decidió retener para la especificación del modelo de prueba sólo la variable de mayor carga
factorial dentro de cada factor. Lo anterior es posible debido a que al analizar las cargas
factoriales de cada variable dentro de cada uno de los componentes, no hay problemas
para determinar cuál de ellas es la de mayor carga y porque al analizar la carga de la
variable elegida en relación con la carga que ésta tiene en los demás factores no existe
ambigüedad. Es decir, en nuestra solución no se presentan casos en que la variable que
retenemos se repita como representativa de más de componente.
De esta forma, las variables seleccionadas son: VCIR, CINPC, CPET, RM y
CRESINT. La selección de una muestra de variables de cada factor no significa que las
otras variables del componente no sean importantes, pero su efecto ya ha sido represen-
tado por la muestra seleccionada13.
Considerando observaciones de datos en forma de series temporales y sustitu-
yendo los factores con las variables seleccionadas, de acuerdo con el modelo lineal
enunciado en (4) de la sección I, tenemos que para el rendimiento en exceso de la tasa
libre de riesgo del activo i en el período t, resulta la ecuación:
13
Véase: HAIR, J. F., Jr.; ANDERSON, R. E.; Tatham, R. L., y Black, W. C. (1999). Op. cit., p. 85
y pp. 103-104.
que es la ecuación que estimamos para verificar la relevancia de las variables seleccio-
nadas en la explicación de los rendimientos de una muestra de activos mexicanos. Nóte-
se que nuestra especificación incluye la estimación del intercepto, por lo que la restric-
ción β0 = 0 implica que sólo las variables seleccionadas son suficientes para dar cuenta
de la parte sistemática de la ecuación (5).
Las 31 acciones de nuestra muestra son: alfa A, apasco, ara, bimbo A, cemex CPO,
cie b, comerci UBC, contal, desc B, elektra CPO, femsa UBD, gcarso A1, gcc B,
geo B, gissa B, gmodelo C, gruma B, ica, ich B, kimber A, maseca B, pe&oles,
pepsigx CPO, sanluis CPO, soriana B, tamsa, telecom A1, telmex L, tlevisa CPO,
tvaztca, y vitro A14 . Los precios de cierre de fin de mes se obtuvieron mediante consul-
ta directa del sistema del Centro de Información de la BMV15 . En la tabla 7 se describen
las características generales de los activos de la muestra.
A partir de las series de precios se obtuvieron los rendimientos de los activos. El
Pt
rendimiento del activo i en el período t se calculó como rit = ln P x100 . Las gráficas de
t −1
los rendimientos estandarizados sugieren que no obstante que las series son estaciona-
rias en promedio, la volatilidad cambia en el transcurso del tiempo y exhibe asimetría en
la mayoría de los activos de nuestra muestra. En la figura 1 se presentan, como ejemplo,
seis casos. Si interpretamos los rendimientos estandarizados como la prima por la volatildiad
(riesgo), es evidente que éstas son cambiantes en el tiempo.
Por otra parte, las distribuciones de probabilidades de los rendimientos de los
activos en exceso de la tasa libre de riesgo, rit-rft, muestran que el sesgo y la curtosis
que exhiben no corresponden a una distribución normal (bajo la cual el sesgo debería
ser nulo y la curtosis igual en valor a 3). Por tanto, se decidió efectuar la prueba del
estadístico de Jarque y Bera, bajo la hipótesis nula de normalidad. Estas característi-
cas y los resultados de la prueba de normalidad se muestran en la tabla 8, en la que se
observa que sólo para apasco, comerci, gruma, ich, peñoles, soriana y vitro, no se
pudo rechazar la hipótesis nula de normalidad. Por tal motivo, en la estimación de
nuestro modelo se tienen que considerar tanto la volatilidad cambiante en el tiempo,
como el hecho que los rendimientos de la mayor parte de los activos se apartan de una
distribución normal (véase tabla 8).
Consideramos que el modelo EGARCH, de Nelson (1991), puede ser convenien-
te para capturar la heteroscedasticidad de las series mediante los efectos ARCH y
GARCH, así como para acomodar en la volatilidad asimétrica el efecto del apalancamiento
14
Las acciones se seleccionaron de acuerdo con su bursatilidad media durante 1999 y 2000, siempre
y que se contara con datos sobre su índice de bursatilidad para los 24 meses del período. Así, de 246 acciones
que cotizaron en el período se encontró que sólo para 103 existía esa información, de las cuales se obtuvo su
bursatilidad media ponderada, reteniéndose para el análisis sólo aquellas para las que dicho promedio las
calificó como de alta bursatilidad.
15
Ajustamos las series por splits.
Tabla 7
Acciones consideradas en la muestra.
Período Listada en
Acción Serie muestreado Observaciones Sector Bolsa desde
De A
ALFA A Ene-92 Jul-01 115 Varios (Controladoras) Ago-78
APASCO * Abr-98 Jul-01 40 Industria de la construcción (cemento) Oct-81
ARA * Sep-96 Jul-01 59 Industria de la construcción (vivienda) Sep-96
BIMBO A Ene-92 Jul-01 115 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) Feb-80
CEMEX CPO Abr-92 Jul-01 112 Industria de la construcción (cemento) Ene-76
CIE B Dic-95 Jul-01 68 Varios (controladoras) Dic-95
COMERCI UBC Ene-92 Jul-01 115 Comercio (casas comerciales) Abr-91
CONTAL * Jun-92 Jul-01 110 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) May-79
DESC B Ene-92 Jul-01 115 Varios (controladoras) Ago-75
ELEKTRA CPO Jul-94 Jul-01 85 Comercio (casas comerciales) Dic-91
FEMSA UBD Ene-92 Jul-01 115 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) Sep-87
GCARSO A1 Ene-92 Jul-01 115 Varios (controladoras) Jun-90
GCC B Feb-92 Jul-01 114 Industria de la construcción (cemento) Feb-92
GEO B Sep-94 Jul-01 83 Industria de la construcción (vivienda) Jul-94
GISSA B Ene-92 Jul-01 115 Varios (controladoras) Ago-76
GMODELO C Feb-94 Jul-01 90 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) Feb-94
GRUMA B Abr-94 Jul-01 88 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) Abr-91
ICA * Abr-92 Jul-01 112 Industria de la construcción (construcción) Abr-92
ICH B Abr-98 Jul-01 40 Industria de la transformación
(producción de metal) Jul-62
KIMBER A Ene-92 Jul-01 115 Industria de la transformación (celulosa y papel) Ago-61
MASECA B Ene-92 Jul-01 115 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) Dic-84
PE&OLES * Ene-92 Jul-01 115 Industria extractiva Sep-61
PEPSIGX CPO Mar-94 Jul-01 89 Industria de la transformación
(alimentos, bebidas y tabaco) Dic-91
SANLUIS CPO Mar-95 Jul-01 77 Varios (controladoras) Oct-84
SORIANA B Ene-92 Jul-01 115 Comercio (casas comerciales) Sep-87
TAMSA * Ene-92 Jul-01 115 Industria de la transformación (siderúrgica) Nov-53
TELECOM A Jul-96 Jul-01 61 Comunicaciones y transportes (comunicaciones) Jul-96
TELMEX L Ene-92 Jul-01 115 Comunicaciones y transportes (comunicaciones) Feb-51
TLEVISA CPO Dic-93 Jul-01 92 Comunicaciones y transportes (comunicaciones) Dic-91
TVAZTCA CPO Ago-97 Jul-01 48 Comunicaciones y transportes (comunicaciones) Ago-97
VITRO A Abr-98 Jul-01 40 Industria de la transformación
(minerales no metálicos) Nov-94
Total de observaciones 2.903
Figura 1
Rendimientos estandarizados (ri /σ).
2 3 2
2
0 0
1
-2 -2
0
-4 -4
-1
-6 -6
-2
-8 -3 -8
93 94 95 96 97 98 99 00 01 93 94 95 96 97 98 99 00 01 93 94 95 96 97 98 99 00 01
3 2 4
2
2
0
1
0
0 -2
-2
-1
-4
-4
-2
-3 -6 -6
99:01 99:07 00:01 00:07 01:01 98:07 99:01 99:07 00:01 00:07 01:01 93 94 95 96 97 98 99 00 01
Como puede observarse, las gráficas muestran claramente que la volatilidad de los rendimientos no es cons-
tante en el tiempo.
Tabla 8
Características estadísticas de los rendimientos en exceso de la tasa libre de riesgo
(rit-rft ).
Desviación Jarque-
Acción Media Mediana Sesgo/1 Curtosis/2 Probabilidad/4
estándar Bera/3
Alfa -3,755 -1,855 16,966 -3,731 27,893 3208,039 <,01
Apasco -1,339 -2,854 9,886 0,735 3,392 3,086 0,21
Ara -2,642 -0,021 18,331 -3,746 22,690 1072,639 <,01
Bimbo -2,646 -2,154 15,789 -4,565 37,347 5631,442 <,01
Cemex -2,896 -0,856 16,346 -3,106 19,562 1355,898 <,01
CIE -0,865 1,55 17,501 -2,215 10,309 182,641 <,01
Comerci -2,308 -1,961 13,425 -0,167 3,523 1,715 0,424
Contal -2,468 -1,652 16,572 -1,972 11,540 376,089 <,01
Desc -3,813 -2,783 19,962 -4,446 33,750 4568,191 <,01
Elektra -4,786 -2,592 32,529 -5,132 38,041 4277,624 <,01
Femsa -1,822 -1,029 30,353 -3,176 40,574 6474,119 <,01
Gcarso -2,571 -2,436 13,879 -1,196 6,264 72,991 <,01
Gcc -2,015 -1,539 16,152 -1,967 13,575 562,344 <,01
Geo -4,486 -3,413 17,293 -0,239 5,217 16,074 <,01
Gissa -4,208 -1,626 24,870 -6,804 61,484 16075,08 <,01
Gmodelo -4,673 -1,741 23,994 -4,903 29,256 2684,047 <,01
Gruma -4,996 -4,635 11,338 0,072 3,224 0,238 0,888
Ica -5,649 -4,595 23,079 -3,645 26,219 2492,682 <,01
Ich -3,283 -3,791 8,701 0,031 2,636 0,181 0,913
Kimber -2,937 -2,071 19,011 -6,444 57,667 14064,65 <,01
Maseca -3,109 -3,069 13,601 -0,276 5,430 27,688 <,01
Pe&oles -0,488 -1,084 11,801 -0,191 2,970 0,655 0,721
Pepsigx -5,459 -4,307 17,571 -2,536 16,774 727,153 <,01
San Luis -6,828 -3,746 27,724 -3,692 23,342 1346,498 <,01
Soriana -0,643 -0,223 12,453 -0,155 3,541 1,739 0,4191
Tamsa -1,195 -1,226 14,136 -0,755 6,603 68,076 <,01
Telecom -2,556 -0,846 23,766 -3,877 23,485 1059,504 <,01
Televisa -5,182 -2,696 26,177 -5,057 38,096 4669,294 <,01
Telmex -2,292 -1,052 11,985 -1,362 7,561 125,83 <,01
Tvazteca -8,602 -4,356 32,695 -2,001 10,355 116,862 <,01
Vitro -3,950 -4,652 11,381 0,211 3,200 0,292 0,864
17
La opción de estimación por máxima verosimilitud es preferible a la de mínimos cuadrados, pues
con éstos se obtienen estimadores ineficientes en presencia de heteroscedasticidad. Incluso a pesar de que el
método máximoverosímil se basa en el supuesto de normalidad en los términos de perturbación, cuando la
distribución es diferente se obtienen estimaciones de cuasimáxima verosimilitud.
del equilibrio externo, resultaron menos significativas, pues la primera sólo contribuyó a
explicar los rendimientos de 22 activos, en tanto que la segunda únicamente de 15.
Cabe destacar que en las ecuaciones de comerci UBC, contal, elektra CPO,
pe&oles, vitro A, pepsigx CPO y telmex L resultaron significativos conjuntamente
todos los factores, en tanto que en el caso de soriana B sólo se encontró evidencia
sobre la relevancia del sentimiento de mercado y de las expectativas inflacionarias,
aunque en éstas últimas la significancia es casi del 10%. Para las demás ecuaciones
sólo se obtuvo evidencia de que tres o cuatro factores son relevantes, por lo que
parece haber algún soporte para sostener que los rendimientos accionarios del merca-
do mexicano pueden explicarse a partir de unas cuantas fuentes de riesgo, como lo
sugieren quienes proponen la APT como una teoría válida para explicar los rendimien-
tos accionarios. Sin embargo, es de notarse que en diez de las ecuaciones estimadas
se encontró que el intercepto es significativo, β0 ≠ 0, lo que implica que el rendimiento
de dichos activos no está explicado únicamente por los factores de riesgo que se han
propuesto. Así, resulta que nos encontramos con el mismo obstáculo que otros inves-
tigadores han enfrentado, pues nuestros resultados parecen consistentes con otros
hallazgos, pero no podemos resolver de manera indubitable cuáles son los factores que
determinan la relación riesgo-rendimiento en tanto no conozcamos los factores que
están capturados por los interceptos significativos.
Según los resultados que se presentan en la tabla 10, con excepción de la acción
de geo B, se encontró evidencia de que al menos uno de los factores contribuye a
explicar la volatilidad (ecuación de la varianza de los términos estocásticos) y, por ende,
el impacto de las variables económicas propuestas en el rendimiento esperado de los
activos. Destacan los casos de las acciones de cemex CPO, elektra CPO y telmex L, en
las que se encontró que los cinco factores de riesgo sistemático también contribuyen a la
explicación de la volatilidad de sus rendimientos. Esta evidencia indica, entonces, que las
noticias económicas también son valoradas en el mercado accionario mexicano, por lo
que pueden contribuir a explicar el comportamiento de los rendimientos que ofrecen los
instrumentos que se negocian en dicho mercado. Así mismo, también se evidencia que
existe la posibilidad de pronosticar la volatilidad futura utilizando también variables eco-
nómicas observables.
Al observar conjuntamente las ecuaciones del rendimiento esperado y de la vola-
tilidad de los activos, en 20 de ellos resultan significativas las cinco variables que repre-
sentan nuestros factores de riesgo sistemático. Las excepciones son alfa A, ara, bimbo
A, femsa UBD, gissa B, gruma B y tamsa, en las que sólo cuatro factores contribuyen
a explicar la volatilidad observada, así como gcc B, geo B, maseca B y soriana B que
exhiben sensibilidad sólo a tres factores. De los factores propuestos, cabe mencionar
que CPET y VCIR no estuvieron presentes en seis de los casos, CRESINT en 2 y
CINPC sólo en uno. Se desprende entonces que las variables propuestas en este estudio
son relevantes para analizar los activos mexicanos.
De acuerdo con los resultados que presentamos en la tabla 10, también se de-
tectaron casos de activos cuya volatilidad exhibe memoria infinita, es decir, que los
Tabla 9
Resultados finales de las regresiones.
Rit–rft=β0+βi,CINPCCINPCt+βi,CPETCPETt+βi,RMEXRMEX+βi,VCIRVCIR+βi,CRESINTCRESINT
Log
Acción β0 β CINPC β CPET β RMEXC β VCIR β CRESINT lik e lih ood DW /1 C IA/2 C BS /3
Alfa A ns 0,4613 0,1769 0,8703 ns -0,2294 -432,8958 2,0022 7,7526 7,9686
Apasco ns -2,1874 -0,5218 0,754 -0,3855 ns -130,1760 2,1253 7,2911 7,8029
Ara 1,6698 -5,0297 ns 0,9214 0,1015 0,7847 -205,6993 1,8098 7,5069 7,9332
Bimbo A ns -0,8096 ns 0,5582 0,2254 ns -423,0047 1,9028 7,5966 7,8366
Cemex CP O ns -0,7564 -0,1845 1,064 -0,2272 ns -379,6158 1,9382 7,0742 7,3915
Cie b ns 1,8575 ns 0,5959 0,3208 -0,8896 -243,2030 1,8508 7,5881 7,9501
Comerci UBC ns -0,6448 -0,1984 0,9378 0,1197 -0,0958 -387,5428 2,1265 7,0095 7,2975
Cont al ns -0,5315 -0,274 0,623 -0,0926 -0,221 -397,7843 2,0397 7,5373 7,8583
Desc B ns -0,8482 ns 1,0267 -0,1726 0,1285 -413,6642 2,0433 7,4327 7,6727
Elektra CP O ns -1,03 0,0788 1,1638 0,3399 -0,1268 -332,3514 1,9791 8,2465 8,6516
Femsa UBD -3,0126 2,4171 -0,0463 0,9433 ns -0,1163 -421,7869 1,9158 7,5928 7,8568
Gcarso A1 -2,7605 0,7296 ns 1,228 -0,1131 -0,1114 -401,0941 2,1990 7,2297 7,4937
Gcc B -1,8589 ns ns 1,0581 0,1566 -0,4992 -372,9360 1,9598 7,2063 7,4325
Geo B ns -2,3178 ns 0,7393 ns 0,223 -308,8025 2,0291 7,7976 8,0045
Gissa B -2,9933 ns ns 0,7933 -0,4316 0,1723 -449,2071 2,2770 8,0563 8,2963
Gmodelo C -4,4553 1,6652 0,3451 0,2126 0,6496 ns -332,3326 2,2335 7,7378 8,0734
Gruma B ns -1,7419 -0,2032 0,3008 ns ns -300,8770 1,6869 7,7469 8,0149
Ica ns -1,5206 ns 1,1523 -0,3614 -0,155 -435,0046 1,8216 8,2779 8,5759
Ich B 3,0751 -7,2091 ns 0,5512 -0,1233 -0,9082 -101,1175 1,5271 7,0073 7,5112
Kimber A ns -1,5389 -0,4316 0,5753 ns -0,0303 -408,2585 1,8751 7,8366 8,1114
Maseca B ns -1,3003 ns 0,7262 ns -0,0938 -432,1284 1,8297 7,7040 7,8720
P e&oles ns -0,8096 0,2013 0,6102 -0,2156 -0,054 -390,1888 1,7844 7,5175 7,8173
P epsigx CP O -5,5182 -0,4374 -0,1876 0,3843 -0,185 -0,3001 -332,7960 2,0057 7,8135 8,1232
San Luis CP O ns -1,7492 ns 0,8728 0,5715 -0,8589 -308,7050 2,3431 8,4133 8,7506
Soriana B ns -0,5234 ns 1,0281 ns ns -374,6951 2,2072 7,1345 7,3093
T amsa -3,5742 1,1975 0,2769 0,6224 ns 0,3051 -395,6308 2,2217 7,6006 7,8754
T elecom A1 2,0758 -2,2139 ns 1,278 ns 0,7728 -208,8780 2,0342 7,3293 7,7132
T elevisa ns -1,1069 ns 1,3394 -0,2188 0,1069 -329,2569 1,7884 7,4562 7,7321
T elmex L 1,8844 -2,4992 0,0247 0,9822 0,0515 0,1093 -360,4501 2,0208 6,5868 6,9469
T vaztca CP O ns -3,4232 0,3593 1,5212 -0,5015 ns -188,6217 1,8767 8,4520 8,8456
Vit ro A ns -5,8048 0,0993 0,9383 0,093 -1,3641 -128,4023 2,1213 7,1488 7,6180
1/DW = Estadístico de Durbin y Watson, según el cual se puede probar la autocorrelación serial (primer
orden). Como puede verse, no existe en ninguna de las regresiones reportadas, por lo que no hay problema
para realizar la inferencia respecto a la significatividad de los factores.
2/CIA = Criterio de Información de Akaike sobre el ajuste de la regresión.
3/CBS = Criterio Bayesiano de Schwarz sobre el ajuste de la regresión.
ns = no significativo al 10%. Se verificó la no significatividad mediante la prueba de restricciones de Wald,
retirando de la especificación los no significativos.
Tabla 10
Estimación de la ecuación de la varianza condicionada.
CONCLUSIONES
En este documento revisamos los cimientos de la explicación que ofrece la teoría del
mercado de capitales sobre el rendimiento de los activos. Debido a que en el estado
actual de dicha teoría no existe una formulación explícita sobre cuáles son los factores
de riesgo que determinan ese rendimiento, llevamos a cabo el análisis de componentes
principales (APC) de la estructura de correlaciones de trece variables económicas su-
geridas por la revisión de estudios empíricos en diversos países y por su importancia en
la política económica mexicana.
Se encontró que cinco de esos factores podían explicar las relaciones observables
entre las variables económicas analizadas, asociándose dichos factores al nivel de acti-
vidad económica, al grado de confianza o sentimiento de mercado y a las expectativas
inflacionarias, cambiarias y de equilibrio del sector externo. Seleccionamos la variable
con mayor carga factorial en un factor para que lo representase en una especificación
lineal para explicar los rendimientos de 31 activos mexicanos, en exceso de la tasa libre
de riesgo, resultando una especificación con cinco variables explicativas.
Al analizar las distribuciones de probabilidades de las series de rendimientos de
los activos bajo estudio, se encontró que se apartaban de la normalidad, contrario a lo
deseable para una especificación lineal, y que exhibían una volatilidad cambiante en el
tiempo. Por lo tanto, se estimó conjuntamente la ecuación de los rendimientos del activo
y un modelo EGARCH-X(1,1) de volatilidad cambiante condicionada a los valores en el
período previo de los términos de perturbación aleatoria de la ecuación de rendimientos
y de la volatilidad.
Nuestros resultados sugieren que el factor más importante para explicar los
rendimientos es la confianza que experimentan los inversionistas, pues en todos los
casos se evidenció sensibilidad hacia dicho factor, en tanto que el equilibrio del sector
externo parece ser el menos importante, ya que en sólo 15 de los casos se observó
relevancia estadística, razón por la cual podemos considerar que estos resultados son
consistentes con otros hallazgos y sugieren que con pocos factores se puede compren-
der la estructura del riesgo y rendimiento de los activos. Sin embargo, también se halló
la posibilidad de que puede haber más factores de riesgo que los que se evidenciaron
mediante nuestro análisis, razón por la cual debemos investigar cuál o cuáles son los
riesgos no explicados.
La evidencia recabada respecto al comportamiento de la volatilidad de los activos
sugiere que las noticias económicas también impactan la volatilidad, mostrando que es
posible hallar efectos más pronunciados con las noticias malas que con las buenas y, por
tanto, constituyendo evidencia sobre el efecto apalancamiento. Además, se observó que
la volatilidad de algunos de los activos estudiados tiende a persistir en el tiempo, es decir,
obedece a procesos no estacionarios que requieren modelarse de manera adecuada.
Es conveniente destacar que respecto a la volatilidad de los activos se requiere
mayor estudio, pues los resultados que se muestran en este reporte son tan sólo indica-
tivos, ya que la selección de rezagos iguales en el modelo de varianza condicionada para
todos los activos no parece ser la mejor estrategia para explicar la volatilidad. Una mejor
opción sería ajustar la volatilidad de cada activo con un modelo particular de volatilidad
cambiante, pudiendo proceder mediante el enfoque que sugiere la metodología de lo
general a lo particular propuesta por Hendry. Es decir, según la cual se iniciaría conside-
rando el mayor número de rezagos posibles y ajustando el modelo de acuerdo con las
pruebas estadísticas pertinentes. Naturalmente, es de vital importancia motivar ese tra-
bajo con un sólido fundamento teórico, lo que resulta más difícil aún dado que la teoría
actual no indica cuáles factores de riesgo, y no otros, son los relevantes.
Referencias
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of Risk”. Journal of Finance. Septiembre, pp. 425-442.
SHARPE, William F. (1970). Portfolio Theory and Capital Markets, McGraw-Hill. Nueva York.
Francisco Javier Vázquez Téllez es actuario de ENEP Acatlán, UNAM. Tiene una
Maestría en Finanzas, de la Facultad de Contaduría y Administración de la
UNAM. Participa actualmente en el desarrollo de modelos estadísticos en la
iniciativa privada, y se interesa por la teoría de la cartera y teoría del riesgo.
Urbi Garay
Profesor agregado del Centro de Finanzas
Instituto de Estudios Superiores de Adminis-
tración (IESA) Oferta pública para la toma de
urbi.garay@iesa.edu.ve control en Venezuela: estudio
Maximiliano González de eventos para el caso Banco
Profesor agregado del Centro de Finanzas de Venezuela - Banco Caracas
Instituto de Estudios Superiores de Adminis-
tración (IESA)
maximiliano.gonzalez@iesa.edu.ve
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende explicar el comportamiento del precio de las acciones del
Banco Caracas (BCCS), a raíz del anuncio oficial del proceso de oferta pública de toma
de control (OPA) por parte del Banco de Venezuela-Grupo Santander (BVGS). Para
ello, se utiliza como herramienta de análisis la metodología de estudio de eventos.
La teoría de eficiencia de mercado señala que cuando las empresas emiten anun-
cios oficiales importantes, como por ejemplo, anuncios sobre fusiones o adquisiciones,
inmediatamente la nueva información se incorpora a los precios de las acciones; por ello,
en ese día se deberían registrar rendimientos anormales para las instituciones que inter-
vengan (véase Fama et. al. 1969). Esto sucederá siempre que el mercado no haya
anticipado el anuncio; es decir, cuando éste es eficiente en su forma semifuerte. En el
caso del anuncio oficial de la fusión BCCS-BVGS, mucho antes de que la noticia oficial
llegara al mercado, ya existían expectativas tanto favorables como desfavorables alre-
dedor del proceso, por lo que surgió la necesidad de estudiar cómo el mercado incorporó
en los precios dicha información.
La metodología de estudio de eventos que se utiliza en este trabajo comienza con
el cálculo de los rendimientos anormales durante los días previos y posteriores al evento
en cuestión (el anuncio oficial de la fusión de estas dos instituciones ocurrió el día 5 de
octubre de 2000). Los rendimientos anormales se calculan como la diferencia entre el
retorno diario observado en el mercado y el retorno esperado de la acción, obtenidos a
través de algún modelo; en nuestro caso, el modelo utilizado fue el conocido Modelo de
Mercado, el cual se explicará más adelante.
Cuando los retornos anormales son nulos, quiere decir que no hubo sorpresas ante
el anuncio oficial. En esta circunstancia, se dice que la información ya fue absorbida por
el mercado previamente o que fue irrelevante, pero en el caso contrario, es decir, cuando
sí se observan rendimientos anormales, se entiende que el mercado reaccionó positiva o
negativamente ante el anuncio oficial.
Los rendimientos anormales acumulados que se obtuvieron en este estudio, tal y
como se explicará en detalle más adelante, fueron sometidos a pruebas estadísticas
mediante las cuales, si durante el día del evento el retorno anormal es estadísticamente
significativo (diferente de cero), se concluye que el modelo no explica el retorno obteni-
do y, en consecuencia, es el anuncio (evento) el responsable de la reacción favorable
(rendimiento positivo) o desfavorable (rendimiento negativo) de los inversionistas1 .
1
Note la semejanza de este tipo de estudios con las investigaciones experimentales, en las cuales a un
grupo se le aplica un determinado tratamiento mientras que a otro (grupo de control) no se le aplica. Luego,
se estudia la respuesta de ambos grupos ante el tratamiento. Como la única diferencia entre los grupos es la
aplicación del tratamiento, se concluye sobre los efectos negativos o positivos del mismo. En nuestro caso,
el tratamiento es el evento que se estudia y los efectos negativos o positivos de dicho tratamiento son los
rendimientos anteriores y posteriores al anuncio. Si no hay diferencia entre los dos grupos (rendimientos
antes y después) se concluye que el tratamiento (anuncio) no tuvo ningún efecto, pero si la diferencia entre
La primera sección del trabajo presenta las causas y los tipos de fusiones y adqui-
siciones bancarias, así como la evidencia nacional e internacional con respecto a estos
procesos; la segunda detalla la cronología y las características de la OPA llevada a cabo
por parte del Banco de Venezuela - Grupo Santander sobre el Banco Caracas, y la
tercera presenta la metodología empleada, la cuarta presenta los resultados obtenidos y
las conclusiones del estudio.
Las exigencias competitivas del mercado bancario venezolano han causado un acelera-
do proceso de fusiones y adquisiciones durante la última década. El sistema financiero
de este país se ha visto envuelto en un proceso de cambios, en un intento por mejorar la
competitividad y reducir los relativamente elevados gastos de transformación de la ban-
ca venezolana.
Una posible vía para esta reducción de gastos de transformación es la represen-
tada por las fusiones interbancarias. Las expectativas sobre nuevas fusiones hacen fluc-
tuar los precios de las acciones y pueden crear o destruir valor simplemente porque se
difunden rumores o noticias no oficiales entre un determinado grupo de inversionistas.
El objetivo principal de realizar una fusión es la maximización del retorno de los
accionistas, a menos que en la empresa existan problemas de agencia, con lo cual el
objetivo principal para los gerentes sería el bono o la compensación que obtendrían por la
cantidad de activos que manejan.
A continuación se mencionan brevemente las teorías que han desarrollado distin-
tos autores para justificar las fusiones y adquisiciones (F&A) bancarias. En la mayoría
de los casos de fusiones bancarias la evidencia sugiere que es necesario considerar
varias de las teorías en conjunto para poder explicar este fenómeno.
Teoría de la eficiencia
Las F&A bancarias permiten que los bancos grandes y solventes absorban a los ban-
cos pequeños o a las entidades que se encuentran en una situación de tensión financie-
ra, con la consecuente promoción de la fortaleza del sistema financiero (véase a Jensen,
1986).
los dos grupos es positiva (o negativa) se concluye que el tratamiento (anuncio) tuvo un efecto positivo
(aumentó el rendimiento) o negativo (disminuyó el rendimiento).
2
Esta sección se basa en Garay (2001).
Numerosos estudios han analizado los efectos que sobre la creación de valor producen
los anuncios de fusiones y adquisiciones bancarias. La siguiente tabla muestra los estu-
dios más representativos y un resumen de los resultados a los cuales llegaron estas
investigaciones.
Se puede evidenciar que la mayoría de los estudios se centran en períodos de
tiempo relativamente cortos –trabajan con un período de análisis de cinco años– a ex-
cepción del trabajo de Becher (2000), el cual incluye 18 años en su muestra. Los traba-
jos realizados hasta el año 1986 contenían una muestra de fusiones relativamente peque-
ña, debido principalmente a que para la fecha no se contaba con una muestra de mayor
tamaño.
Empleando el promedio simple de cada estudio, resulta que las compañías target
obtuvieron un rendimiento positivo a raíz del anuncio (20,74%), mientras que las compa-
ñías bidder destruyeron algo de valor y se mantuvieron casi en el break-even (-0,49%).
En general, los resultados para las muestras estudiadas no fueron muy atractivos para
Tabla 1
Efectos de anuncios de fusiones y
adquisiciones bancarias sobre la creación de valor.
las empresas bidders o adquirientes, debido a que cuatro estudios encontraron que el
precio de sus acciones experimentaba retornos ligeramente negativos3.
Las fusiones bancarias en Venezuela pueden ser por incorporación o por absorción4.
La fusión por incorporación ocurre cuando dos o más instituciones ya existentes crean
una nueva, agregando los componentes del balance de cada una de ellas al balance de la
nueva institución. La fusión por absorción es aquella que implica la compra o adquisición
por parte de una institución de otra(s) institución(es) ya existente(s), incorporando a la
adquiriente los activos, los pasivos y el patrimonio de las adquiridas.
...“Dentro de la clasificación de los distintos tipos de adquisiciones, ya sea por
absorción o por incorporación, encontramos la llamada “adquisición hostil”, la cual
permite reemplazar a los gerentes de una empresa –que en principio habían ignorado
3
Nótese que estos resultados son consistentes con la teoría que indica que los accionistas de la
empresa objetivo, al anticipar una toma de control por parte de la empresa adquiriente, exigirán un precio tal
que incorpore los beneficios esperados luego de la adquisición, reduciendo substancialmente los beneficios
del adquiriente (véase a Grossman y Hart, 1980).
4
Resolución No. 015-0596 de la Junta de Emergencia Financiera (30/07/96).
los intereses de los accionistas que se suponía debían servir–, en un intento por
corregir los errores cometidos por estos gerentes. La adquisición hostil más popular
es la oferta pública de acciones (OPA), la cual se puede definir de la siguiente
manera”:
“La OPA es un procedimiento mediante el cual una persona (el oferente) se dirige
directamente a los accionistas de una sociedad cotizada y les propone adquirir dentro de
un plazo determinado sus acciones a cambio de una contraprestación determinada (dine-
ro o títulos de otra sociedad), la cual es generalmente superior al precio de cotización (se
ofrece una prima de control), con el propósito de obtener una participación significativa
o mayoritaria” (Italiani, 2001).
El proceso de fusiones bancarias ha tenido un gran auge en los Estados Unidos debido
principalmente a la gran cantidad de instituciones financieras que operan en ese país y
a la diversidad de tamaños entre los diferentes holdings y consorcios financieros
existentes. El mercado norteamericano mantiene parte de sus operaciones en bancos
relativamente pequeños, de carácter regional, pero también existen los denominados
Money Center Banks y los Super-Regionals. Estos últimos han ganado terreno a
costa de los primeros, lo que se resume con el típico caso del “pez grande que se come
al pequeño”.
Las operaciones más importantes de fusiones y adquisiciones bancarias en los
Estados Unidos han implicado la unión de 6 de los 12 mayores bancos del país: Chase
Manhatan Bank con Chemical Bank, NationsBank con BankAmerica, Norwest con
Wells Fargo y Bank One con First Union. La fusión de JP Morgan con el Chase
Manhatan Bank se considera una megafusión (Buniak, 2001).
En el resto del mundo también existe una creciente actividad de fusiones y
adquisiciones bancarias. En el año 2000 surgió la primera fusión intercontinental,
Deutsche Bank con Bankers Trust, que generó la aparición del banco más grande
del mundo.
En Europa se realizó la unión del Banco de Santander y el Banco Central
Hispano, y la del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) con Argentaria. De estas fusiones
surgieron los dos grupos financieros más grandes de España y los grupos financieros
extranjeros con mayor presencia en la banca venezolana y latinoamericana. De la mis-
ma manera, en Francia, el Banco Paribas (BNP) se asoció estratégicamente con Société
Genérale, fusión de la que surgió el cuarto banco más grande del mundo. En Suiza se
produjo la fusión bancaria más grande de Europa, que involucró la unión de los bancos
suizos UBS y Swiss Bank Corporation.
En Canadá, cuatro de los cinco bancos más grandes (Royal Bank of Canadá
con Bank of Montreal y Canadian Imperial Bank con Dominion Bank) están estu-
diando la posibilidad de fusionarse, en tanto que en Japón la fusión del Bank of Tokyo
con el Mitsubishi Bank originó al banco más grande del mundo oriental.
funcionamiento de los bancos universales. Estos pretendían fusionar las diferentes líneas
de negocios y la banca especializada en una sola institución.
El proceso de fusiones entre las diferentes instituciones financieras encuentra un
apoyo en el Gobierno Nacional, que pretende alcanzar como objetivo una reducción
importante en las tasas de interés. Se presume que la nueva institución fusionada será
más sólida y podrá reducir sus gastos de transformación, tanto de personal como de
gastos operativos.
La Superintendencia de Bancos ha concedido varios incentivos al proceso, como
diferir el pago por plusvalía a 20 años, cuando antes era de sólo 4 años. También se ha
planteado la posibilidad de otorgar financiamiento a los procesos a través del Banco
Central de Venezuela.
Entonces, con el apoyo del Gobierno Nacional, las instituciones financieras que
tenían intenciones de fusionarse por motivos económicos –por diversificación o por
inviabilidad económica de un gran número de bancos pequeños– el proceso se ha acele-
rado en estos tres últimos años.
A pesar de esta cantidad de fusiones llevadas a cabo entre 1995 y el año 2000, el
índice de concentración bancaria no ha crecido significativamente. Según estimativos
del Banco Central de Venezuela, la cuota o participación de mercado del total de depó-
sitos que tienen los cinco primeros bancos del país se mantuvo en 56,1% para el año
2000. La medición, llevada a cabo a través del índice de concentración HHI (Herfindahl-
Hirschman), no revela la necesidad de investigar los procesos, debido a que el estimativo,
incluyendo los anuncios de las fusiones recientes, se encuentra en unos 1.766 puntos. La
normativa vigente para la Reserva Federal y el Departamento de Justicia de los Estados
Unidos en la evaluación de fusiones señala que la apertura de la investigación a los
procesos se inicia cuando este índice sobrepasa los 1.800 puntos; por arriba de los 2.200
las entidades en proceso de fusión deben explicar detalladamente los beneficios que
generaría al mercado dicha operación.
En Venezuela operan actualmente 87 entidades bancarias, de las cuales cuatro
instituciones financieras poseen un 70% de los depósitos totales para la fecha de este
estudio. El resto del mercado queda repartido en un universo de 83 entidades, muchas de
las cuales presentan claras señales de inviabilidad económica y financiera en el nuevo
entorno competitivo. Con toda esta concentración se prevé la desaparición de aquellos
bancos que cuenten con menos del 1% de los depósitos totales.
II. EL PROCESO DE ADQUISICIÓN DEL BANCO CARACAS POR PARTE DEL BANCO
DE VENEZUELA -GRUPO SANTANDER
A. Propósito de la adquisición
Los beneficios reportados que se esperaban obtener de la fusión por parte del Banco de
Venezuela eran los siguientes5:
Como se puede apreciar en los objetivos trazados, éstos son claramente compati-
bles con la literatura anteriormente revisada sobre las principales causas que motivan los
procesos de fusiones.
A continuación se presenta una breve reseña cronológica de los distintos eventos que
precedieron al anuncio oficial de oferta pública de toma de control (OPTC) del Banco
Caracas por parte del Banco de Venezuela, el cual ocurrió el 5 de octubre del año 2000.
A finales del mes de junio de 2000 en el mercado financiero se sospechó de la
intención del Banco de Venezuela por adquirir el Banco Caracas, lo cual impulsó a los
inversionistas a comprar acciones de este último, trayendo como consecuencia un au-
mento en el precio de las mismas (El Nacional, 23 de junio de 2000).
En el mes de agosto de 2000 los accionistas minoritarios del Banco Caracas pre-
sentaron una demanda ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) argumentando que,
según el artículo 110 de la Ley del Mercado de Capitales, es obligatorio informar al
organismo (CNV) de la pretensión de adquisición y no la posterior negociación de com-
pra-venta. Para esta violación la ley prevé la anulación de la operación en caso de fallar
a favor de los demandantes (El Nacional, 4 de agosto de 2000).
El 5 de octubre de 2000, el Banco de Venezuela firmó un acuerdo amistoso con el
Grupo Control para adquirir el 65,386% del Banco Caracas a través de una OPTC (El
Nacional, 6 de octubre de 2000) y el 7 de noviembre del mismo año comenzó su ejecu-
ción (El Nacional, 7 de diciembre de 2000). El objetivo de la OPTC era, en principio, el
de adquirir una cantidad de acciones equivalente al 85% del capital social del Banco
5
Esta información fue obtenida de un comunicado emitido por el Banco de Venezuela a sus empleados.
F igu ra 1
E vo lu c ió n d el p re cio d e la a cc ió n d el B a n co C ara ca s
3 50
3 00
P recio de la acción
2 50
2 00
1 50
1 00
50
0
0 4-E n e-0 0 2 3-F eb -0 0 1 4-A b r-00 0 6-J un -00 2 1-J ul-00 0 5-S e p-0 0 1 9-O c t-00 0 1-D ic-0 0
Fech a
Fuente: Datastream.
Tabla 2
Resultados de la fusión e indicadores principales.
Banco Banco
(MM$) Fusión Ranking
Venezuela Caracas
III. METODOLOGÍA
6
Este rendimiento generalmente se conoce por su nombre en inglés Cummulative Abnormal Returns
(CAR).
7
Existen otras metodologías para el cálculo de los rendimientos anormales; por ejemplo, el Mean
Adjusted Returns, donde se le resta a los retornos observados el retorno promedio de la acción durante el
período de estudio; otra de las metodologías utilizadas para este tipo de estudios es el Market and Risk
Adjusted Returns, mediante el cual se le resta a los retornos observados el rendimiento de la acción obtenido
a partir del Capital Asset Pricing Model (CAPM).
positivo, quiere decir que el mercado asumió como positiva la información de la fusión; si
es negativo, el mercado percibió como desfavorable la noticia, y si el retorno anormal es
cero, el mercado no incorporó en los precios la noticia de la fusión.
5. Se realizaron los cálculos de retornos anormales acumulados (CAR) para
cada intervalo, CAR (–15, –1) y CAR (0, 15). En este caso, se aplicó la sumatoria desde
el día menos quince (–15) hasta el día menos uno (–1), para el primer intervalo, y desde
el día cero (0) hasta el decimoquinto (+15) para el segundo intervalo. En el anexo 2 se
presenta el gráfico de los resultados obtenidos, el cual se analiza más adelante.
6. Se procedió a realizar la prueba de significancia estadística “t” sobre los rendi-
mientos anormales acumulados [CAR(–15, –1) y CAR(0, 15)]. En otras palabras, se
comprobó la siguiente hipótesis nula:
Ho: CAR(–15, –1) – CAR (0,15) = 0
Utilizando como estadístico:
CAR (− 15, − 1) − CAR (0, 15)
t=
σ CAR
de Caracas experimentó alzas durante ese período, al tiempo que el precio de las accio-
nes del Banco Caracas permanecía esencialmente estable.
Ahora bien, nos queda por explicar por qué las acciones del Banco Caracas expe-
rimentaron rendimientos anormales positivos y significativos el día del anuncio oficial de
la OPA. La única explicación que nos parece plausible consiste en que aquellos pocos
inversionistas que no estaban informados acerca del proceso reaccionaron ante el anun-
cio oficial ocasionando un alza el día en que éste se produjo. Esa alza se diluyó en los días
siguientes al anuncio en la medida en que la mayor parte del mercado ya había estado al
tanto de las negociaciones entre el Banco de Venezuela y el Banco Caracas.
Anexo 1
Estimación del Modelo de Mercado para el Banco Caracas.
Estimaciones de Beta:
Para la estimación del Beta del Banco Caracas se procedió a realizar la regresión de los
rendimientos obtenidos por las acciones del banco, contra los del Índice Bursátil Caracas
(IBC) desde enero de 1995 hasta diciembre de 1999. La regresión estimada correspon-
de al conocido Modelo de Mercado y supone que éste es el modelo correcto:
Ri = α + âRM + µ
Anexo 2
CAR CAR
-1 5,-1 0 ,1 5 E v o lu ció n d e l p re c io d e la a c c ió n de l B a nc o C a ra c a s
a lre d ed o r d e l a n u n c io d e la O PA d e l B an c o d e Ve n ez u e la
15
10
R endim iento (% )
-4 .53 -7 .08
5 R etorno o b se rv ad o a cu m ula d o
R etorno e sp e ra d o ac u m u lad o
0 R etorno a n o rm al a cu m u la do
-5
-1 0
9/1 4/2000
9/1 5/2000
9/1 8/2000
9/1 9/2000
9/2 0/2000
21/09/00
22/09/00
25/09/00
26/09/00
27/09/00
28/09/00
29/09/00
2/1 0/2000
3/1 0/2000
4/1 0/2000
5/1 0/2000
9/1 0/2000
10/1 0/2000
13/10/00
16/10/00
17/10/00
18/10/00
19/10/00
20/10/00
23/10/00
24/10/00
25/10/00
26/10/00
27/10/00
30/10/00
11/10/2000
-15 -14 -13 -12 -11 -10 -9 -8 -7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Fecha
Referencias
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Urbi Garay es profesor agregado y coordinador del Centro de Finanzas del IESA
y Ph.D. en Finanzas de la Universidad de Massachussets, Amherst (2000); tiene,
además, una M. A. en Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad de
Yale (1994) y es economista de la Universidad Católica Andrés Bello (1991).
Obtuvo el premio al mejor proyecto de tesis doctoral en finanzas de los EE.UU.,
otorgado por la American Association of Individual Investors, la Financial
Management Association y la Universidad de Florida (1999).
Javier Gosende tiene una Máster en Finanzas del Instituto de Estudios Superio-
res de Administración (2002) y es Licenciado en Administración de Empresas de
la Universidad Católica Andrés Bello (1998).
Ignacio Vélez-Pareja
Profesor de Finanzas y Decano de la
Facultad de Ingeniería Industrial en el Costo de capital para firmas no
Politécnico Grancolombiano transadas en bolsa *
Bogotá, Colombia.
ivelez@poligran.edu.co
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
En finanzas se trabaja con supuestos heroicos en relación con la validez de modelos como
el Capital Asset Pricing Model, CAPM (el modelo que predomina para calcular el
Se considera que el mercado de valores de los Estados Unidos es casi perfecto para las
empresas que se negocian en bolsa. El número de empresas que se negociaban en las
principales bolsas de valores en diciembre de 2002, se muestra en la siguiente tabla:
Tabla 1
Número de empresas registradas en las bolsas de valores de los Estados Unidos.
Para tener una idea de la importancia relativa de estas cifras, debemos compararlas
con el número total de firmas en los Estados Unidos. En la tabla 2 se muestran las firmas
existentes en los Estados Unidos, clasificadas por el número de empleados.
Se puede observar que el número de firmas en los Estados Unidos es de más de
5,6 millones y que de ellas más del 98% tienen menos de 100 empleados y 99,7% tienen
menos de 500 empleados.
Aunque el total de firmas en bolsa y el total de firmas en los EE.UU. están referi-
dos a años diferentes, podemos formarnos una idea de la proporción de empresas que se
negocian en bolsa en relación con las que no se negocian 1. En este contexto, en los
EE.UU. se considera que una firma es grande si tiene 500 o más empleados.
No hay consenso sobre el criterio para clasificar a las firmas según su tamaño,
incluso a nivel mundial. En algunos países se usa el volumen de activos y en otros el
número de empleados; tampoco hay acuerdo en la definición de los límites de cada
categoría. Por ejemplo, mientras en los EE.UU. una firma se considera grande si tiene
más de 500 empleados, en Europa, se clasifica a una empresa como grande si tiene más
de 250 empleados, lo mismo que en Japón2.
1
El número de firmas registradas en las bolsas es de 0,13392% del total de firmas, 0,2565% de las
firmas con más de 4 empleados en 1999 y 44,86% de las firmas con más de 500 empleados.
2
En Japón estos límites dependen de la actividad.
Tabla 2
Firmas de los Estados Unidos según el número de empleados -1999.
Número de Participación
Tamaño de la firma firmas (%)
Total 5.607.743 100
0* 709.074 12,6
1-4 2.680.087 47,8
5-9 1.012.954 18,1
10-14 399.908 7,1
15-19 205.785 3,7
20-24 126.755 2,3
25-29 84.622 1,5
30-34 61.165 1,1
35-39 45.651 0,8
40-44 35.340 0,6
45-49 28.189 0,5
50-54 22.621 0,4
55-59 18.258 0,3
60-64 15.445 0,3
65-69 13.383 0,2
70-74 11.320 0,2
75-79 9.869 0,2
80-84 8.620 0,2
85-89 7.683 0,1
90-94 6.751 0,1
95-99 6.176 0,1
100-499 81.347 1,5
500-999 8.235 0,1
1.000-1.499 2.756 0,0
1.500-2.499 2.236 0,0
2.500+ 3.513 0,1
* El número de empleados se mide en marzo, de manera que algunas firmas (las creadas después de marzo,
empresas cerradas antes de marzo y empresas estacionales) aparecerán sin empleados y algún gasto de
nómina.
Fuente: Office of Advocacy, U.S. Small Business Administration, basado en datos del U.S. Department of
Commerce, Bureau of Census, Statistics of U.S. Businesses.
Colombia
Total Proporción
microempresas %
Comercio 557.759 57,7
Servicios 288.771 29,9
Industria 120.785 12,5
Total 967.315 100,0
Tabla 4
Número total de empresas registradas en Confecámaras 20014.
No. Proporción
Tamaño de firmas (%)
Sin datos de activos 46.550 8,74
Microempresas 432.269 81,19
Pequeñas 39.963 7,51
Medianas 7.786 1,46
Grandes 5.845 1,10
Total 532.413 100,00
3
DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE (2000). Co-
lombia. Encuesta nacional de microestablecimientos de comercio, servicios e industria. http://www.dane.gov.co
4
Confecámaras es la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio. http://www.confecamaras.org.co.
No hay acuerdo en el criterio para clasificar las firmas por tamaño. Algunos usan el nivel de activos, otros el
número de empleados.
II. ¿QUÉ SE PUEDE HACER CON LAS FIRMAS QUE NO SE NEGOCIAN EN BOLSA Y
CON LOS MERCADOS EN DESARROLLO?
Todo lo anterior apunta a la pertinencia o no de los modelos típicos, tales como el CAPM
en las firmas que no se negocian en bolsa y en general en los países en desarrollo.
Creemos que los países en desarrollo son importantes en sí mismos. Bruner, et al.
(2002) mencionan cuatro razones que justifican el estudio de [las empresas que no transan
en bolsa y] los países en desarrollo. Primero, “no existe una clara y única mejor forma
(best practice) para valorar […] en los países en desarrollo”. […] Incluso, hay “desa-
cuerdo en lo básico sobre asuntos fundamentales, tales como el cálculo del costo de
capital […]”. Segundo, hay diferencias entre las economías de los países en desarrollo y
de los países desarrollados en relación con la “transparencia contable, liquidez, corrup-
dos aproximados que supuestamente miden el riesgo sistemático (del mercado) y encon-
trar formas que incluyan en el modelo el riesgo no sistemático.
¿Es el mercado en desarrollo inconsistente con el CAPM? Sí lo es o puede serlo.
Pero el problema no es que la realidad sea inconsistente con el modelo, es todo lo contra-
rio; el problema está en que el modelo es inconsistente con la realidad y este es el meollo
del asunto. Es muy frecuente encontrar personas que tratan de forzar la realidad para
que se ajuste al modelo, cuando debe ser lo contrario. Pretender ajustar la realidad al
modelo es un error craso.
Todas las consideraciones anteriores no tienen como propósito descalificar el
CAPM. Muchos lo han intentado y el CAPM sigue vivo y campante. Nuestro propósito
no es ése. Sólo queremos llamar la atención del lector sobre el hecho de que debemos
ofrecer alternativas para manejar las herramientas de valoración para las empresas que
no se transan en bolsa o en general para firmas de mercados en desarrollo.
Debemos tener en cuenta que la mayoría de los inversionistas de las empresas que no se
transan en bolsa pueden no estar diversificados. Por otro lado, que unos métodos captu-
ran el riesgo total (sistemático y no sistemático o que se puede diversificar), mientras
otros capturan sólo el riesgo sistemático. Los métodos que incluyen el riego total son
aquellos que se basan en apreciaciones subjetivas del riesgo en tanto que los que se
basan en datos históricos incluyen sólo el riesgo sistemático.
Debemos definir si en la valoración de las firmas que no se transan en bolsa los
flujos de caja con riesgo deben ser evaluados con el riesgo total o con el riesgo sistemá-
tico incluido en la tasa de descuento.
Existe abundante evidencia de que las firmas que no se transan en bolsa (en
particular las pequeñas empresas) tienen un riesgo adicional que debe ser considera-
do. Para mencionar sólo un par de estudios, citamos a McMahon y Stanger (1995) y a
Heaton (1998).
McMahon y Stanger (1995) dicen que la función objetivo desde el punto de vista
financiero de las pequeñas empresas debe ser redefinida teniendo en cuenta varias di-
mensiones o variables: rentabilidad, riesgo, liquidez, diversificación, transferibilidad, fle-
xibilidad, control y rendición de cuentas (accountability). Ellos reconocen que cierta
rentabilidad puede ser pecuniaria y otra parte de esa rentablidad puede ser no pecunia-
ria. En particular sobre el riesgo no sistemático dicen:
“[…] there is need to comment on the nature of risk from the viewpoint of small
enterprise owner-manager. Contrary to precepts of existing financial thought, there
is good reason to believing both systematic and unsystematic risk are important to
“An appraiser must also consider the impact on required return of smallness itself
beyond the systematic risk captured by beta. In a study on the effect of size on
required return, Banz [1981] found that returns for small companies were substan-
tially higher, even after the adjustments for beta risk had been made. In one test,
Banz created portfolios identical beta risk, and found “the average excess return
from holding very small firms long and very large firms short is, on average, 1.52%
per month or 19.8% on an annualized basis”.
[…]
“Because of the difficulty of estimating the cost of capital of small illiquid busi-
nesses, venture capital companies which specializes in buying and selling small
illiquid businesses, will often use a discount rate of 20-50% for the cost of equity
capital”.
El secreto de todo este tema está en el cálculo de Ke, el costo del patrimonio con deuda,
o de Ku, el costo del patrimonio sin deuda5. Se puede conocer Ke para un período dado,
por ejemplo, el período inicial y así calcular Ku. Por este motivo se presentan algunas
alternativas de cálculo tanto para Ke como para Ku.
Di −1 Vi −AI1
Kei = Ku i + (Kui − Kd i ) − ( Ku − Ψi ) (1)
Pi L−1 Pi L−1
Donde Ke es el costo del patrimonio con deuda, Ku es el costo del patrimonio sin
deuda, Kd es el costo de la deuda, D es el valor de mercado de la deuda en el período
anterior, PL es el valor de mercado del patrimonio en el período anterior, y es la tasa de
descuento apropiada para los ahorros en impuestos y VAI es el valor presente de los
ahorros en impuestos.
5
Ku se escribe en otros textos como rho como KA, el costo de los activos de la firma.
Si se supone que ψi, la tasa de descuento apropiada para los ahorros en impues-
tos, es Ku, entonces la ecuación (1) es:
Di −1 Vi −AI1
Kei = Ku i + (Kui − Kd i ) − (Ku i − Ku i )
Pi L−1 Pi L−1
Di −1 (3)
Kei = Ku i + (Ku i − Kd i )
Pi L−1
Sin embargo, la ecuación (4) es válida sólo para perpetuidades. Cuando trabaja-
mos con flujos de caja finitos esta fórmula no se puede utilizar.
Si se cambia el subíndice “con deuda” y i-1 por proxy y si se elimina el superíndice
L, cuando ψ = Kd, el ajuste de β se hace con
D proxy
â proxy + â D (1 − T )
â Sin deuda = Pproxy
D proxy
1 + (1 − T ) (6a)
Pproxy
Sin embargo, esto es más fácil decirlo que hacerlo. Hemos ilustrado el uso de la
fórmula, pero debemos recordar que el valor de mercado de la firma que no se transa en
bolsa no se conoce. Este valor es el que estamos tratando de calcular cuando valoramos
una firma. Por tanto, hay una circularidad en este cálculo.
Si suponemos que la tasa de descuento para los ahorros en impuestos es Ku,
entonces el ajuste es:
D proxy
â proxy + â D
Pproxy
â Sin deuda =
D proxy (6d)
1 +
Pproxy
Entonces, tal y como se hizo antes, endeudamos este coeficiente β usando los
valores de la firma no transada y empleamos la siguiente expresión:
Dno negociada Dno negociada
â no negociada = âsin deuda 1 + − âD (6e)
P
no negociada Pno negociada
Dnonegociada
1 +
Pnonegociada
ânonegociada = â proxy
Dproxy (6f)
1 +
Pproxy
Nuestro sencillo ejemplo de arriba, suponiendo una deuda libre de riesgo (βD = 0),
será ahora:
Dno negociada
1 + 70
1+
P
no negociada 145
= 1,3
1,48275862
â no negociada = â proxy = 1,3 × = 1,071
D proxy 80 1,8
1 + 1 + 100
Pproxy
Observe que en ambos casos el coeficiente βno negociada es más bajo que el coefi-
ciente βproxy tal y como se esperaba.
Como también se dijo, estos cálculos no se deben hacer para una firma proxy
aislada. Debemos identificar el sector de la economía al cual pertenece la firma, calcular
el costo del patrimonio sin deuda (Ku) para un número apropiado de empresas del
sector (depende de la disponibilidad de información), calcular un promedio ponderado
(de acuerdo con las ventas o la utilidad operacional) del coeficiente beta sin deuda y
apalancar o endeudar el coeficiente beta para la firma no transada. Al hacer todo esto
debemos ser conscientes de que el valor de mercado del patrimonio de la firma no
transada es lo que deseamos calcular y esto genera una circularidad. (Para entender
cómo se resuelve este problema, véase Vélez-Pareja and Tham 2000). Una alternativa
es suponer que el endeudamiento de la firma no transada converge hacia el promedio de
las firmas transadas en el mismo sector.
Con el coeficiente beta de la firma no transada y recordando la existencia de
circularidad, calculamos el costo del patrimonio con deuda Ke como:
Por ejemplo, para diciembre de 2001 tenemos una prima de riesgo de 0,17% –
2,82% = –2,65%.
La tasa de interés real la calculamos usando la ecuación de Fisher:
(1+Rf) = (1+if)(1+ir) ⇒ ir = (1+Rf)/ (1+if) – 1 = 1,0282/1,0064–1 = 2,16%
La tasa de interés libre de riesgo prevista para el primer trimestre de 2002, supo-
niendo una inflación de 1,4% para ese trimestre y una tasa libre de riesgo igual al prome-
dio, es:
Rf 2001 = [(1+if est.)(1+ir avg.) – 1] = [(1+1,4%)(1,94%) – 1] = 3,37%
Costo del patrimonio Ke suponiendo que la prima de riesgo del primer trimestre es
igual a la del último trimestre,
Tabla 5
Información financiera de la Compañía Nacional de Chocolates.
Tabla 6
Información macroeconómica y prima de riesgo.
Éste es un costo del patrimonio trimestral. Si deseamos calcularlo sobre una base
anual debemos capitalizar cuatro veces esa tasa y así obtenemos 17,57%.
Como una alternativa y suponiendo que los resultados se obtienen a partir de un
número adecuado de observaciones, podemos utilizar un método ARM para calcular el
coeficiente β de la firma utilizando regresión lineal basada en los datos contables.
Éste es un caso en el que se encuentran con facilidad las dificultades del compor-
tamiento del mercado, en particular lo relacionado con la prima de riesgo del mercado.
En la tabla 8 puede observarse que la prima de riesgo de mercado es negativa con
mucha frecuencia: se presenta en once de los 19 semestres.
Al hacer la regresión encontramos que el coeficiente β es 0,5111 con un R2 de
0,4034. El coeficiente β es estadísticamente significativo con una probabilidad (p-value)
de 0,0372% para el estadístico t. Estos datos, como ya se dijo, son de la Compañía
Nacional de Chocolates7. El coeficiente beta calculado con valores de mercado por la
Superintendencia de Valores de Colombia sobre una base mensual, desde marzo de 1995
hasta diciembre de 2001, es de 0,788.
6
Si calculamos el coeficiente beta para cada período como (Ke – Rf)/(Rm – Rf) y promediamos el
resultado, obtendremos un coeficiente beta de 0,6667.
7
Los datos se pueden encontrar en el sitio web de la Superintendencia de Valores en http://
www.supervalores.gov.co/.
8
La Superintendencia de Valores hace la regresión de las rentabilidades mensuales para cada acción
y la rentabilidad mensual del mercado basada en el índice de la bolsa (en este caso consideraron los índices de
dos bolsas que negociaban en Colombia en esa época; nosotros utilizamos el índice de la Bolsa de Bogotá).
El modelo lineal que utilizaron fue Yi = a + bXi + eI, donde Yi es la rentabilidad de la acción, a la rentabilidad
independiente del mercado de la acción, b es el coeficiente beta de la acción y e, el error estadístico.
Tabla 7
Tasa libre de riesgo y rentabilidad del mercado.
Tabla 8
Prima de riesgo del mercado y prima de riesgo para la firma Compañía Nacio-
nal de Chocolates.
Figura 1
Beta contable.
30%
20%
10%
Rj-Rf
0%
-10 %
-20 %
-30 %
-4 0% -30% -20% -10% 0% 10% 20% 30%
Rm-Rf
KE = Rf 2002 + β(Rm-Rf)
Éste es un costo del patrimonio trimestral. Si deseamos calcularlo sobre una base
anual debemos capitalizar cuatro veces esa tasa y así obtenemos 17,60%. Como se
puede observar, este cálculo de Ke es significativamente cercano al anterior.
Existen otras propuestas como las de Estrada (1999) y Godfrey y Espinosa (1996).
Estrada propone considerar sólo el riesgo negativo, que es el que el inversionista trata de
evitar. Esta propuesta reconoce la existencia de una prima de riesgo negativa. Por otro
lado, y en la misma línea de pensamiento, Godfrey y Espinosa proponen usar la desvia-
ción estándar de los rendimientos como una medida apropiada del riesgo.
2. El Cálculo del costo del patrimonio sin deuda, Ku, con riesgo sistemático
Otra posibilidad es calcular Ku con el coeficiente beta sin deuda. Podemos usar el
CAPM y desendeudar el coeficiente beta utilizando las ecuaciones (6a) y (6d) indica-
das anteriormente.
D proxy
â proxy + â D (1 − T )
â sin deuda = Pproxy
D proxy (6a)
1 + (1 − T )
Pproxy
Con este coeficiente beta aplicamos el CAPM y obtenemos Ku. Esto es:
Ku = Rf + βsin deuda(Rm–Rf).
Si se supone que Ku es la tasa de descuento de los ahorros en impuestos, enton-
ces el coeficiente beta sin deuda es:
D proxy
â proxy + â D
Pproxy
â sin deuda = (6d)
D proxy
1 +
Pproxy
Una vez se conoce este coeficiente beta sin deuda para un número de firmas
similares a las que no se transan en bolsa, podemos usar un promedio ponderado de ellas
para estimar el coeficiente βsin deuda, como hicimos arriba. Con este cálculo podemos
ρ = Rf + βsin deuda(Rm–Rf)
El pensamiento actual en las finanzas hace grandes esfuerzos para evitar la subjetividad;
es decir, la evita como la naturaleza rechaza el vacío. Estrada (1999), por ejemplo, indica
que una de las ventajas de su propuesta es que no “está basada en medidas subjetivas
del riesgo”. Sin embargo, debemos ser conscientes de algunos hechos:
• Algunas veces no hay alternativa para hacer una evaluación subjetiva de algunas
variables.
Si sabemos que esto puede suceder (debido a una amplia diversidad de causas)
por lo menos debemos ofrecer algún procedimiento sistemático para explicitar dicha
subjetividad.
1. Cálculo del costo del patrimonio con deuda Ke con riesgo total
Para calcular Ke con riesgo total tenemos varias alternativas:
a. De manera subjetiva, asistida por una metodología como la expuesta por
Cotner y Fletcher (2000) y aplicada al dueño de la firma. En esta metodología se busca
medir de manera subjetiva el riesgo percibido por el dueño en determinadas condiciones
de endeudamiento. Este riesgo se añade a la tasa libre de riesgo y el resultado sería un
cálculo de Ke con riesgo total. La metodología propuesta por Cotner y Fletcher está
basada en el proceso jerárquico analítico (Analytical Hierarchy Process, AHP), pro-
puesta trabajada por Thomas L. Saaty desde los años setenta y publicada como libro en
1980. En el apéndice, el lector encontrará un resumen del artículo de Cotner y Fletcher.
Ellos consideran que el inversionista en una firma que no transa en bolsa (usualmente
una pequeña o mediana empresa) no está completamente diversificado. Por tanto, la
prima de riesgo que se calcula, basada en cálculos del propietario, incluirá el riesgo no
sistemático, lo que significa que ese riesgo será el riesgo total. Esta lógica aplica a
cualquier forma subjetiva hecha por un propietario para calcular el riesgo. Teniendo en
(Rm – Rf), y el resultado será un cálculo de la prima de riesgo de la acción más riesgosa.
Éste podría ser un límite o cota superior para el riesgo percibido por el propietario. En
el caso de que este riesgo (el de la acción) llegara a ser menor que el percibido por el
propietario, se debería considerar como un límite inferior. Pero si la acción más riesgosa
es considerada más riesgosa que el negocio mismo, entonces el límite inferior es la
prima de riesgo del mercado (Rm – Rf). En este segundo caso, el propietario podría ser
confrontado con diferentes combinaciones –de 0% a 100%– de la canasta de acciones
del índice y la acción más riesgosa del mercado. Después de varios intentos, el propie-
tario encontrará la combinación que lo hace indiferente con su negocio actual. El riesgo
percibido se puede calcular también como un promedio ponderado. Esto es, la prima de
riesgo del mercado (Rm – Rf), multiplicada por la proporción aceptada de la canasta del
índice de acciones, más la prima de riesgo de la acción más riesgosa (su beta multiplica-
da por la prima de riesgo del mercado Rm – Rf multiplicada por la proporción aceptada
de esa acción).
En ambos casos el resultado sería un cálculo estimado de la prima de riesgo del
negocio actual. Esta prima de riesgo se puede añadir a la tasa libre de riesgo (usando la
ecuación de Fisher) y el resultado sería un cálculo estimado de Ke.
Si se conoce ese Ke y las razones D% y P%, entonces se puede calcular Ku con la
ecuación Ku = KeP% + KdD%. Como se necesitan los valores de mercado, que deben
calcularse con los flujos futuros y el costo promedio de capital, se produce una circularidad,
pero esto es posible resolverlo con Excel.
2. Cálculo del costo del patrimonio sin deuda, Ku, con riesgo total
9
En realidad, en el artículo los autores dicen que la metodología es para definir el riesgo del costo de
capital, y al final dicen que es para definir el riesgo del patrimonio (equity). El desarrollo del artículo permite
deducir que se trata de definir el riesgo de la firma, de manera que al añadirlo a la tasa libre de riesgo se puede
tener un cálculo del costo de capital de la firma antes de impuestos. Éste sería ρ.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
En esta nota se ha presentado una visión general de las empresas que no transan en
bolsa y algunos enfoques para calcular el costo del patrimonio con y sin deuda, Ke y Ku.
Éste es un tema crítico y puede frustrar a algunos lectores que creen que las finanzas
son una disciplina muy bien definida que le proporciona al analista respuestas exactas y
totalmente demostradas, lo cual está alejado de la realidad porque existe una gran canti-
dad de problemas por resolver. Mientras tanto, debemos utilizar los modelos disponibles
y/o hacer ajustes y modificaciones a esos modelos y en algunos casos usar la subjetivi-
dad y la experiencia del gerente o del propietario para poder calcular ciertos parámetros.
Hemos presentado dos grupos de enfoques para calcular Ke y Ku en empresas
que no se negocian en bolsa: con riesgo sistemático y con riesgo total. El analista deberá
juzgar si el inversionista está o no diversificado. Si el inversionista está diversificado y su
firma no se negocia en bolsa, podría utilizar aquellos enfoques que estiman sólo el riesgo
sistemático; si no está diversificado, deberá usar los enfoques que calculan el riesgo total.
Referencias
BANZ, R. W. (1981). “The Relationship between Return and Market Value of Common Stocks”.
Journal of Financial Economics. pp. 3-18 (Citado por Heaton).
COTNER, J. S. y FLETCHER, H. D. (2000). Computing the Cost of Capital for Privately Held Firms.
American Business Review. June, pp. 27-33. Está disponible en la web en http://
www.sbaer.uca.edu/Research/1999/WDSI/99wds218.htm
DA COSTA, E. (2001). Global E-Commerce Strategies for Small Business. MIT Press.
ESTRADA, J. (1999). The Cost of Equity in Emerging Markets: A Downside Risk Approach.
Documento de trabajo disponible en Social Science Research Network.
HAMADA, R. S. (1969). “Portfolio Analysis, Market Equilibrium and Corporation Finance”. Journal
of Finance. 24 (March), pp. 19-30.
HEATON, H. B. (1998). Valuing Small Business: The Cost of Capital. The Appraisal Journal.
Volume 66, 1 (January). pp. 11-16.
PEACOK, R. (2000). Failure and Assistance of Small Firms. University of South Australia. p. 25.
Se puede bajar de http://www.sbeducation.info/downloads/sbfail.pdf
RUBACK, R. S. (2000). Capital Cash Flows: A Simple Approach to Valuing Risky Cash Flows.
Documento de trabajo disponible en Social Science Research Network.
SAATY, T. L. The Analytic Hierarchy Process: Planning, Priority Setting, Resource Allocation.
McGraw-Hill, New York, 1980.
VÉLEZ-PAREJA, I. (2000). The Colombian Stock Market: 1930-1998. Latin American Business
Review. Vol. 1 no. 4. pp. 61-84. Documento de trabajo disponible en Social Science Research
Network.
VÉLEZ-PAREJA, I. y THAM, J. (2000). A Note on the Weighted Average Cost of Capital WACC.
Documento de trabajo disponible en Social Science Research Network. (www.ssrn.com),
February, 2001. (Hay una versión en español en SSRN). Publicado en español como Nota sobre
el costo promedio de capital en Monografías no. 62, Serie Finanzas, La medición del valor y del
costo de capital en la empresa, Universidad de los Andes, julio de 2002. pp. 61-98.
Apéndice A
Ejemplo:
Tabla A1
Niveles de prima de riesgo (alternativas) para el modelo AHP.
La descripción puede ser similar entre diversas firmas, pero el tamaño del riesgo
puede variar. En consecuencia, el rango y el nivel de la prima de riesgo deben ser
establecidos en el contexto de las operaciones de la firma en particular.
Criterios de decisión. El segundo paso es especificar los factores importantes que
afectan el riesgo de la firma. A estos factores se les llama criterios de decisión.
Criterios de decisión
2) Factores operativos
a) Monto de los costos fijos de la operación
b) Apalancamiento operativo
3) Factores financieros
a) Cobertura de los intereses
b) Capacidad de endeudamiento
c) Composición de la deuda
5) Factores estratégicos
a) Proveedores
b) Clientes
c) Nuevos competidores
d) Rivalidad en la industria o sector
e) Productos o servicios substitutos
Relación de los criterios con las alternativas. “In the third stage of the analysis, the
AHP participants asses the condition of each factor (criterion) in the model, and then select
the most appropriate descriptor term for a level of risk premium relative to that criterion.”
Ponderación de los criterios. “The fourth step of the process determines the relative
importance of each criterion to the total risk in the organization. These are the weights in
the AHP model. Computing these weights is accomplished via the systematic pair wise
comparison technique that is integral to the analytical hierarchy process”. (En el apéndice
B se incluye un enfoque sencillo para encontrar ponderaciones de manera consistente).
Como una etapa final del proceso analítico por jerarquías, los valores numéricos
correspondientes a los términos de los descriptores seleccionados para cada criterio (y
subcriterios) se multiplican por la ponderación de cada criterio. Los resultados se suman
y el total es un “promedio ponderado” de la prima de riesgo de la organización que se
está estudiando.
Apéndice B
Característica Peso
M 7
A 5
C 10
P 7
B 9
Referencias
COTNER, J. S. y FLETCHER, H. (2000). “Computing the Cost of Capital for Privately Held Firms”.
American Business Review, Junio, pp. 27-33.
SAATY, T. L. (1990). Decision Making for Leaders. Pittsburgh, RWS Publications. Citado por
COTNER y FLETCHER.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
*
Primera versión: marzo de 2001. Esta versión: octubre de 2002.
Clasificaciones JEL: G31, G32, G38.
1
Agradezco a Bilge Yilmaz, Richard Kihlstrom, Nicola Persico, Makoto Nakajima y Marina Pavan
por sus útiles comentarios.
empresa en una fecha futura y a un precio fijo de ejercicio. De acuerdo con Gibson y
Singh (2000), el primer caso en el que una empresa emitió certificados de opción de venta
de sus propias acciones ocurrió en 1988, cuando Thermo Cardiosystems adjuntó certifica-
dos de opción de venta a las acciones vendidas en su oferta pública inicial. Los certificados
de opción de venta le daban al poseedor el derecho de volver a venderle una acción a la
empresa al precio de la oferta pública inicial al final de los años 1991, 1992 ó 1993.
Sea β la fracción de las acciones de la empresa que los certificados de opción de
venta permiten que se vuelvan a vender a la empresa y sea Xp el precio de ejercicio. Si se
ejercen las opciones de venta, la empresa tiene que pagar un monto total de ßXp. Suponga-
mos que ocurre la inversión. Sea S el valor de las acciones y V el valor de la empresa.
Condicionado al ejercicio de la opción, el flujo de caja total disponible debería ser igual al
pago para el poseedor de la opción de venta más el pago para el accionista; es decir:
V V < âX p
â X − V âX p < V < X p
P= p
1 − â
si
0 X p <V
2
En una de sus definiciones, ellos consideraron que las empresas en las que un accionista o una
familia tiene el control del 20% o más de las acciones, tales empresas están controladas por un accionista. De
acuerdo con esta definición, se considera que incluso las compañías cuyas acciones se cotizan en la bolsa,
como Microsoft, tienen un accionista que las controla.
Supongamos que existe una sola empresa. Para simplificar las cosas, se considera que la
empresa es propiedad total de un empresario3. Existe un número de inversionistas lo
suficientemente grande como para garantizar mercados de capitales competitivamente
racionales. La empresa tiene una oportunidad de inversión con un valor actual neto
(VAN) positivo y requiere una inversión I>0. La empresa debe reunir I en los mercados
de capitales.
El valor de la empresa es una variable aleatoria, V. Puede tomar valores {Vh, Vl},
Vh > Vl, con probabilidades p y 1 – p, respectivamente. Sin embargo, no es verificable y
el empresario puede, a cierto costo, desviar una fracción φ de dicho valor. Esto produce
una fracción d(φ) < φ de beneficios privados al empresario. De acuerdo con Burkart,
Gromb y Panunzi (1998), la función de desviación tiene las siguientes propiedades:
El factor de descuento es igual a 1. Se supone que todos los agentes son neutrales
al riesgo. Hay responsabilidad limitada. Los tiempos del modelo son como sigue:
3
La empresa puede ser propiedad de una coalición de accionistas y el gerente maximiza el valor para
los accionistas antiguos.
4
La empresa puede disfrutar de los beneficios derivados de cotizarse en la bolsa y, por tanto, podría
tener una preferencia por emitir acciones en lugar de deuda.
Supongamos que φe* resuelve la condición (2). Obsérvese que la decisión de desvia-
ción es independiente del valor de la empresa. Los inversionistas racionales prevén
φe* . Debido a que desviar fondos es ineficiente, maximizar el valor de la empresa
equivale a minimizar la desviación de fondos. Esta solución óptima se puede obtener
escogiendo αe = 0 (lo que no es posible por suposición) o vendiendo la empresa. Supo-
niendo que lo último tampoco sea posible (por ejemplo, debido a que todos los
inversionistas son pequeños), la condición (2) indica que la segunda mejor solución se
lograría maximizando la participación en el flujo de caja del empresario. Sin embargo,
éste debe reunir I de los inversionistas y, por tanto, debe equilibrar estas dos fuerzas
contrapuestas. Por tal motivo, el empresario escoge la αe mínima que le permite reunir
I, siempre que se cumpla con la condición (2). Entonces tenemos:
I
áe =
(1 − ö EV ).
*
e
(3)
( )
Desde luego, se requiere que 1 − φ e* EV ≥ I , de otro modo el financiamiento a través de
acciones fracasa. La pérdida esperada por desviación con el financiamiento vía accio-
nes asciende a:
[φ *
e ( ) ]
− d φ e* EV .
Puesto que los inversionistas prevén la conducta del empresario, éste tiene interés en
comprometerse a no desviar. Los certificados de opción de venta pueden ayudarle a
hacerlo. A continuación se divide el análisis en dos casos diferentes.
1. [1 – d (1)] V1 ≥ I
2. [1–d(1)] V1 < I
En este caso, las emisiones consideradas anteriormente no son factibles. Sin embargo,
siempre que [1–d(1)] Vh ≥ D, una emisión conjunta de acciones y opciones de venta con
D
β = α pe = , D > I , y Xp = Vh resuelve el problema. Las opciones de venta se ejercen
Vh
siempre. Cuando se realiza V1, el empresario decide desviar todo, pero cuando se realiza
Vh, el empresario prefiere no desviar nada. Entonces escoge D, de tal forma que
pD =I (4)
La desviación esperada con una emisión de acciones con opción de venta asciende
a (1–p)[1–d(1)] V1. Entonces, la emisión de acciones con opción de venta reduce la
desviación si
[φ *
e ( )]
− d φ e* EV ≥ [1 − d (1)](1 − p )V1 (5)
[φ *
e ( )] { [
− d φ e* pVh ≥ (1 − p ) [1 − d (1)]− φ e* − d φ e* ( )]}V1
Puesto que la pérdida por desviación es creciente, el lado derecho (LD) de esta expre-
sión es positivo y, por tanto, la condición (5) se cumple cuando pVh es lo suficientemente
alto o cuando φe* está lo suficientemente cerca de 1.
En esta sección hemos visto cómo una emisión conjunta de acciones y opciones de venta
podría ayudar a resolver o a mejorar el problema de la desviación. Esto se resume en la
siguiente proposición:
5
No resulta sorprendente que el pago esperado de los inversionistas replique el de la deuda. Esto es
sólo una simple aplicación de la paridad compra-venta (put-call parity). Considérense las siguientes transac-
ciones (abstrayendo de los problemas estudiados), todas en t = 0. El empresario vende la empresa a los
V −I
nuevos inversionistas en V. Les compra opciones de compra 1 − α = V , X c = V , y les vende opciones de
venta (b = 1, Xp = V). Supóngase que se ejercen las opciones de venta cuando V<Xp, Luego, se ejercen las
opciones de venta con probabilidad 1 – p. Por tanto, el valor de las opciones de venta es igual a P = p0 + (1–
p)b Xp = (1–p))V). El valor de las acciones es S = pV+(1–p)0 = pV, y el valor de las opciones de compra es
C=V–I. Entonces, utilizando la paridad compra-venta, esto es equivalente a que el empresario venda la deuda
con valor I.
Supuesto 2: (i )Vh2 > Vh1 > Vl1 > Vl 2 . (ii)EV1 ≥ EV2 ≥ I, donde EVi es el valor esperado
de la empresa si se escoge el proyecto j, j ∈ {1,2}. La parte (ii) implica que
( ) (
p Vh2 − Vh1 ≤ (1 − p ) Vl1 − Vl 2 .) (6)
Vimos en la sección anterior que con financiamiento de acciones el nivel óptimo de desvia-
ción es independiente del valor de la empresa. Por tanto, dicho nivel es también indepen-
diente del proyecto escogido. Por consiguiente, en el t=3 el nivel óptimo de desviación está
dado por la condición (2). Entonces, en t=1 la suposición 2 garantiza que el empresario
escoja el proyecto 1. En este caso, la única fuente de ineficiencia es el problema de la
desviación. La pérdida esperada por desviación con financiamiento de acciones es
[φ *
e ( )]
− d φe* EV1 (7)
En primer lugar obsérvese que cuando la empresa ha emitido deuda con valor nominal
D, el problema de la desviación se convierte en un problema de todo o nada. El empre-
sario desvía todo en el estado k,k ∈ {H, L}, si [1 − d (1)]Vk j < D, j ∈ {1,2}, y no desvía
nada de otra manera. Entonces, si [1 − d (1)]Vl2 ≥ I , la deuda sin riesgo es factible para
ambos proyectos. En tal caso, no hay problema en absoluto. La empresa siempre logra
la solución óptima no desviando nada y escogiendo el proyecto 1. Por tanto, a partir de
aquí se supone que [1 − d (1)] pVl2 < I . En segundo lugar, hay que darse cuenta que si
[1 − d (1)] pVh2 < I el financiamiento de deuda fracasa para el proyecto 2. Entonces, a
partir de ahora se supone también que [1 − d (1)] pVh2 ≥ I . En la parte que sigue, nuevamente
se divide el análisis en casos diferentes.
1. [1 − d (1)]Vl1 ≥ I
En este caso la deuda sin riesgo es factible para el proyecto 1. Con la deuda sin
riesgo, no hay desviación. Supongamos que la empresa emite deuda con un valor
nominal D = I. La tabla que sigue establece los pagos correspondientes.
Esta tabla deja en claro que el problema de sustitución de activos surge cuando
( ) ( ) [ ]
p Vh2 − Vh1 > (1 − p ) Vl1 − Vl 2 + (1 − p ) (1 − d (1)) Vl 2 − I . (8)
[φ *
e ( )]
− d φ e* pVh1 ≥ EV1 − EV2
Esto se debe a que cuando el nivel óptimo de desviación con financiamiento de acciones
es cercano a uno, los inversionistas no recibirán (casi) nada en el mal estado, indepen-
dientemente del proyecto que se escoja.
( ) (
p Vh2 − Vh1 > (1 − p ) d (1) Vl1 − V12 ) (12)
[φ *
e ( )]
− d φ e* EV1 ≥ [1 − d (1)](1 − p )Vl1 (13)
Sólo obsérvese que en este caso la solución óptima no se puede lograr con financiamien-
to de deuda ni con financiamiento de acciones.
Ahora, considere una emisión de acciones y opciones de venta como la del modelo
D
anterior, con α pe = β = V 1 y X p = Vh1 . Nuevamente, las opciones de venta se pueden
h
ejercer en cualquier momento entre t = 3 y t = 4. Supóngase nuevamente que se ejercen
las opciones de venta siempre que el valor de la empresa sea igual o inferior a Vh1 . Aquí
se analizan únicamente los casos en que [1 − d (1)]Vl1 ≥ I y en que [1 − d (1)]Vl1 < I , pero
[1 − d (1)] pVh1 ≥ I . Sabemos, por el análisis anterior, que cuando [1 − d (1)]Vl1 < I , y
[1 − d (1)] pVh2 < I ,
la deuda (con riesgo) sólo es factible para el proyecto 2. Y siempre
podemos replicar la deuda utilizando acciones y opciones de venta (como vimos en el
primer modelo). La sección que sigue muestra la forma en que las acciones con opción
de venta pueden resultar tan buenas como la deuda, y a veces mejores.
1. [1 − d (1)]Vl1 ≥ I
Sea D = I. Obsérvese que si las opciones de venta se ejercen siempre, el pago para los
poseedores de acciones con opciones de venta es el mismo que el pago con deuda. Por
tanto, se concluye que las acciones con opciones de venta son al menos tan buenas
como la deuda. Es posible que exista un caso en el que los inversionistas no ejercen sus
opciones de venta y retienen sus acciones, cuando su pago es mayor que el pago equiva-
lente de la deuda. Entonces, si el empresario escoge el proyecto 1 las opciones de venta
siempre se ejercen, pero si el empresario escoge el proyecto 2, éste no es necesariamen-
te el caso.
Puesto que [1 − d (1)]Vl2 < I , los tenedores de acciones con opciones de venta no reciben
nada en este estado. No obstante, cuando se obtiene Vh2 , los inversionistas tienen que
decidir si ejercen o no sus opciones de venta. Si las ejercen, su pago es I. Si no ejercen
la opción de venta, su pago es α pe (1 − φ pe*
)Vh2. Por tanto, los inversionistas ejercen sus
opciones de venta si
( )
α pe 1 − φ *pe Vh2 ≤ I (14)
Observe que los inversionistas no ejercen sus opciones de venta cuando están en mejo-
res condiciones quedándose con sus acciones. Si, como resultado, el empresario queda
en peores condiciones, entonces sus incentivos para escoger el proyecto 2 son menores
con financiamiento de acciones y opción de venta que con financiamiento de deuda. En
otras palabras, existen casos en los que, con financiamiento de deuda, el empresario
escogerá el proyecto 2, pero con financiamiento de acciones y opción de venta escogerá
el proyecto 1. Esto se muestra en la siguiente proposición:
Vh1
Proposición 4: si σ pe < 1 −
*
, entonces las acciones con opción de venta pueden lo-
Vh2
grar la solución óptima (se escoge el proyecto 1 y ninguna desviación en todos los esta-
dos) cuando ni la deuda ni las acciones pueden lograrlo.
Vh2 Vh
opciones de venta no se ejercen. En este caso, el pago del empresario en el estado alto
(H) con el proyecto 2 llega a ser:
(1 − φ )(1 − φ )V
*
pe pe h
2
( )
+ d φ *pe Vh2
[ ( )] ( )
Vh2 − φ *pe − d φ *pe Vh2 − α pe 1 − φ *pe Vh2 > Vh2 − I
Puesto que el pago del empresario es el mismo en el estado bajo (L) que con
financiamiento de deuda (cero), se concluye que si no se ejercen las opciones de venta,
el pago esperado del empresario con el proyecto 2 es menor si se usa financiamiento de
acciones y opción de venta que si se usa financiamiento de deuda. Esto implica que hay
casos en los que el financiamiento de deuda conducirá a la escogencia del proyecto 2,
pero el financiamiento de acciones y opción de venta todavía conducirá a la escogencia
del proyecto 1. En un caso así, el nivel óptimo de desviación es cero. Por consiguiente, la
solución óptima se logra con acciones y opción de venta pero no con deuda. Además,
esto no es posible si se usa financiamiento de acciones solamente debido a que, aunque
las acciones también conducen a la escogencia del proyecto 1, el nivel óptimo de desvia-
ción es siempre mayor que cero (recuérdese la condición 2).
La proposición anterior nos dice que el financiamiento de acciones y opción de
venta logra la solución óptima cuando ni la deuda ni las acciones solas pueden hacerlo.
Esto se logra debido a que la combinación de acciones y opción de venta permite a los
inversionistas disfrutar de una parte de los beneficios de un aumento en el valor de la
empresa en el estado alto (H), resultante de la escogencia del proyecto 2. Con financia-
miento de deuda, el empresario recibe todo este incremento. Por tanto, el financiamiento
de acciones y opción de venta reduce los incentivos del empresario para escoger el
proyecto 2, en comparación con el financiamiento de deuda.
Obsérvese que la proposición no dice que el empresario deba preferir el financia-
miento de acciones con opción de venta siempre que
Vh1
φ *pe < 1 − (15)
Vh2
Nótese que el lado izquierdo de la condición (15) refleja la severidad del problema de la
desviación. Cuanto más fácil sea desviar el flujo de caja, mayor será φ*pe. El segundo
término, en el lado derecho, también refleja la severidad del problema de la escogencia
de proyecto. Aunque este término está limitado por debajo por el supuesto 2 (véase la
condición 6), cuanto más severo sea el problema de la escogencia de proyecto, menor
Vh1
será 2 . El siguiente corolario pone de relieve esta conexión entre la importancia rela-
Vh
tiva de ambos problemas y la condición óptima para la emisión conjunta de acciones y
opciones de venta.
La razón por la cual la extensión del problema de la desviación tiene que ser
relativamente limitada es que el derecho de los inversionistas sobre la empresa es varia-
ble cuando no se ejercen las opciones de venta (estado alto).
Puesto que LLSV descubrió que ambos tipos de protección de los inversionistas
Vh1
tienden a estar correlacionados, entonces parece razonable suponer que f*pe y V 2 esta-
h
rán correlacionados en forma negativa. Esto implica que la probabilidad que la condición
(15) se cumpla debe ser al menos positiva.
Vh1
Si φ pe ≥ 1 −
*
Vh2
, las opciones de venta se ejercen siempre, sin importar el proyecto que se
escoja. En este caso a los inversionistas les resulta indiferente la deuda y las acciones
con opción de venta. El nivel óptimo de desviación depende del proyecto escogido. Si se
escoge el proyecto 1 (la condición 8 no se mantiene), no hay desviación y, por tanto, las
acciones con opción de venta son preferibles a las acciones solas. Si se escoge el pro-
yecto 2 (se mantiene la condición 8), entonces las acciones con opción de venta son
preferibles a las acciones solas cuando la deuda es preferible a estas últimas. En otras
palabras, cuando se cumple la condición (11), premisa 2.
[ ( )] [ ] (
)V2
(
pVh2 φ *pe − d φ *pe + (1 − p )d (1)Vl1 − Vl 2 + I 1 − φ *pe h1 − 1 ≥ p Vh2 − Vh1 ) (7)
Vh
Aunque la solución óptima no se puede lograr, este caso –el nivel óptimo de desviación
siempre es positivo en el estado bajo (L), independientemente del título valor o del proyec-
to–, la siguiente proposición muestra cómo, en algunos casos, una emisión de acciones y
opción de venta puede lograr mejores resultados que la deuda o las acciones por sí solos.
Vh1 ∗
Proposición 7: suponga que las condiciones (12) y (17) se cumplen. Si φ pe < 1 −
en-
Vh2
tonces las acciones con opción de venta son preferibles a la deuda cuando
[ ]
EV1 − EV2 < (1 − p ) d (1) Vl1 − Vl 2 . Si la condición (13) se mantiene, también son prefe-
ribles a las acciones solas.
Proyecto H L VE
1 8 8 8
2 13 1 7
Proyecto H L VE D Ee PE Epe
1 8 8 8 3,0 5,0 3,0 5,0
2 13 1 7 1,5 5,3 1,5 4,8
IV. DISCUSIÓN
que las opciones de venta son sólo una alternativa, no hace falta que se ejerzan. Es
precisamente esta opción lo que hace que las opciones de venta con fines de protec-
ción sean mejores que la deuda.
En un contexto diferente, Green (1984) muestra cómo la deuda convertible re-
suelve el problema de la sustitución de activos. Puesto que la opción de conversión se
ejerce con probabilidad menor a uno, es posible que su uso pueda reducir la desviación,
tal como se considera en este ensayo –es deuda con riesgo y, por tanto, reducirá la
desviación si se cumple el equivalente de la condición (5)–. De hecho, cualquier título
valor con un pago fijo en el estado bajo (L) y la opción de recibir un pago variable en el
estado alto (H), tal como deuda convertible o acciones preferibles convertibles, podría
tener en este marco una ventaja con respecto a deuda y acciones. Por tanto, los resulta-
dos que se presentan en este ensayo podrían verse como un argumento a favor del uso
de títulos valores híbridos cuando la empresa enfrenta ambos tipos de problema6.
Nótese también que no se consideró el uso de convenios junto con el financia-
miento de deuda. De hecho, Leland (1994) ha demostrado que la deuda simple junto con
un convenio tiene efectos muy similares a los de la deuda convertible. Sin embargo,
Jensen y Meckling (1976) sugieren que los convenios no siempre son factibles:
“En principio sería posible que los poseedores de bonos, mediante la inclusión
de diversas cláusulas en los convenios, limitaran la conducta gerencial resul-
tante en reducciones del valor de los bonos. Cláusulas que impongan restric-
ciones sobre las decisiones correspondientes a los dividendos, las emisiones
futuras de deuda y el mantenimiento del capital de trabajo son comunes en las
emisiones de bonos. Para proteger completamente a los poseedores de bonos
de los efectos de los incentivos, estos convenios tendrían que ser increíble-
mente detallados y cubrir la mayoría de los aspectos operativos de la empresa,
incluyendo limitaciones al nivel de riesgo de los proyectos emprendidos. De
hecho, puesto que la administración es un proceso continuo de toma de deci-
siones, será casi imposible especificar completamente esas condiciones sin
hacer que los poseedores de bonos ejecuten esta función gerencial”.
6
Supóngase que los inversionistas ejercen las opciones de venta cuando el valor de la empresa es
estrictamente menor que el valor de las opciones de venta. Esto los dejará exactamente con el mismo pago.
Sin embargo, en la ruta de equilibrio (proyecto 1) las opciones de venta se ejercerán únicamente en el estado
bajo y los inversionistas retendrán sus acciones en el estado alto. Por consiguiente, las acciones se valorarán.
Utilizando un argumento similar, un bono convertible que replica los resultados de la emisión conjunta de
acciones con opción de venta nunca se convertirá. Por tanto, en el primer caso la empresa tendrá acciones
en circulación mientras que en el último nunca emitirá acciones. Mientras existan otras razones por las
cuales la empresa quiera que sus acciones se coticen en la bolsa, la emisión conjunta de acciones y
opciones de venta será preferible. Sin embargo, este argumento no se mantiene si consideramos acciones
convertibles preferidas.
ψ ′(e)=1 –α
Por tanto, ambas formulaciones son equivalentes. Al cambiar la interpretación del
problema de uno sobre desviación a uno sobre esfuerzo, abrimos la puerta al uso de
opciones de compra (dadas al empresario) junto con una emisión de acciones. Estas
opciones se utilizan comúnmente como forma de compensación gerencial a fin de armo-
nizar los incentivos de los gerentes con los de los accionistas. Sin embargo, en este
marco el uso de opciones de compra (junto con una emisión de acciones) nunca es mejor
que la emisión de acciones y opciones de venta considerada. La eficacia de las opciones
de compras se ve limitada por la necesidad que tiene el empresario de reunir I7.
CONCLUSIÓN
Este ensayo busca contribuir al análisis de los certificados de opción de venta conside-
rando el papel que pueden desempeñar a fin de mejorar los incentivos en las empresas.
Muestra cómo una emisión de opciones de venta con fines de protección puede lograr
una solución óptima en situaciones en las que ni la deuda ni las acciones pueden hacerlo.
Cuando no se puede alcanzar una solución óptima, una opción de venta con fines de
protección todavía puede ser preferible a la deuda o a simples acciones.
Desde un punto de vista positivo, los resultados de este ensayo ofrecen una posi-
ble explicación del uso de emisiones conjuntas de acciones y opciones de venta. Si las
adquisiciones se pueden ver afectadas por los problemas de desviación de flujo de caja
y de sustitución de activos, una emisión con fines de protección constituye una alternati-
va para las empresas con limitaciones de efectivo que tienen oportunidades de inversión
rentable.
Desde un punto de vista normativo, estos resultados sugieren que las empresas
que se encuentran en países con bajos niveles de protección a los inversionistas quizá
deberían ver los títulos valores híbridos como las opciones de venta con fines de protec-
ción (en vez de depender de deuda y acciones), a fin de alcanzar niveles más altos de
eficiencia y, por consiguiente, preferibles a las acciones si el problema de la desviación
es, al menos, tan importante como el de la sustitución de activos.
7
Para un análisis completo del papel de los certificados de opción de compra en un problema de
esfuerzo, véase Farmer and Winter (1986).
Referencias
BURKART, M., GROMB, D. y PANUNZI, F. (1998). “Why Higher Takeover Premia Protect Minority
Shareholders”. Journal of Political Economy, 106. pp. 172-204.
GIBSON, S. y SINGH, R. (2000). “Using Put Warrants to Reduce Corporate Financing Costs”.
University of Minnesota, documento en proceso.
GREEN, R. C. (1984). “Investment Incentives, Debt, and Warrants”. Journal of Financial Econo-
mics, 13. pp. 115-136.
(1998). “Law and Finance”. Journal of Political Economy, 106, pp. 1113-1155.
LELAND, H. E. (1994). “Corporate Debt Value, Bond Covenants, and Optimal Capital Structure”.
Journal of Finance, 49. pp. 1213-1252.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
A finales de enero de 2002, el señor Mariano Levi repasaba los últimos acontecimientos
relacionados con la concesión de la Ruta 13. El señor Levi, un importante funcionario del
departamento de infraestructura del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), debía
evaluar la solicitud de financiamiento presentada por LCA Construcciones, empresa que
había resultado ganadora del concurso público promovido por el gobierno de San Isidro
para construir y operar la Ruta 13 mediante el mecanismo de concesión de obra pública.
Más específicamente, el funcionario debía evaluar los diferentes variables y riesgos que
podrían afectar el proyecto y determinar si, en definitiva, el BID estaba o no interesado
en financiar parcialmente la obra y en qué condiciones. El BID había mostrado interés
en financiar la concesión de esa obra ya que consideraba que con ella apoyaría significa-
tivamente el desarrollo de la infraestructura vial del país, y además porque el proyecto
representaba una buena oportunidad para diversificar geográficamente la cartera de
crédito del Banco. La decisión final sería tomada por un comité interno del Banco ante el
cual el señor Levi tenía que hacer una recomendación formal en pocos días.
I. CONCESIÓN DE CARRETERAS
Las concesiones para la construcción y operación de carreteras han recibido gran atención
en los últimos años, aunque la idea no es nueva. En el siglo XIX, Estados Unidos, Reino Unido
y Rusia realizaron los primeros programas de concesión que posteriormente sirvieron de
referencia para que otros países adoptaran esquemas similares. Países como Japón, España,
Francia y Corea ya habían adoptado el sistema para mediados de los años ochenta. A princi-
pios de la década de los noventa, impulsado por el mejoramiento de las condiciones económi-
cas y el aumento del tráfico vehicular, se presentó un explosivo interés por el desarrollo de
grandes proyectos viales, en los cuales se involucró al sector privado a través de procesos de
concesión (anexo 1). Durante ese período, países en vías de desarrollo como Brasil, Portugal,
Chile, Argentina, Colombia, México y Tailandia adoptaron la concesión de carreteras como
una alternativa para resolver sus problemas de falta de infraestructura vial.
Desde un punto de vista formal, la concesión de una carretera es un mecanismo legal
mediante el cual una autoridad pública confiere el derecho a una compañía privada o semiprivada
para construir, supervisar, hacer mantenimiento y operar una carretera por un período deter-
minado. En particular, la autoridad pública confecciona un contrato muy detallado para tal
efecto, en el cual se establece que la compañía privada se encarga de realizar la inversión
requerida para crear el servicio (infraestructura objeto del contrato) y operarlo a su costo y
riesgo. La compañía privada, también llamada concesionaria o adjudicataria, es remunerada
a través del pago realizado por el usuario de la carretera o por la autoridad pública1.
1
En Europa, el 33% del total de las autopistas son concesionadas, de las cuales el 96% utilizan el
sistema de pago directo del usuario. Alternativamente al pago directo del usuario, algunas naciones han
optado por el denominado “peaje sombra”, mecanismo mediante el cual el Estado cancela directamente al
concesionario un monto preestablecido por cada vehículo que utilice la carretera.
A finales del año 2001, San Isidro, un país latinoamericano de mediano tamaño, acumu-
laba un gran déficit en infraestructura vial4. En más de 20 años no se habían desarrollado
proyectos realmente importantes para satisfacer las crecientes necesidades de los usua-
rios del sistema vial isidreño y proyectos como la construcción de la Ruta 13 habían sido
postergados tanto por restricciones presupuestarias como por dificultades judiciales que
impedían su realización.
La Ley 94-08 de 1994, que reglamenta los procesos de concesión de carreteras,
facultó al presidente de aquel entonces, Rafael Ríos, a iniciar los procesos de concesión
de carreteras en San Isidro. La primera experiencia a mediados de 1996, que resultó ser
un sonado fracaso, intentó dejar en manos privadas la reconstrucción y operación de la
Ruta 90, obra valorada en unos US$ 12 millones. En principio, la obra había sido adjudi-
cada a mediados de 1996 a un consorcio extranjero, pero desde ese momento hubo
pronunciamientos en contra del contrato de concesión por parte del ente contralor de
San Isidro hasta que se declaró totalmente nulo un año después. La principal razón para
anular la concesión fue la incapacidad del consorcio para conseguir el financiamiento
necesario para completar las obras correspondientes5.
2
En países como Chile ha sido responsabilidad del ministerio de obras públicas.
3
El anexo 3 contiene una breve reseña acerca de la experiencia de México y Chile, dos de los países
pioneros en la concesión de carreteras en la región.
4
El anexo 4 contiene datos macroeconómicos recientes de San Isidro.
5
El principal miembro del consorcio fue intervenido judicialmente a principios de 1997 por no poder
pagar a sus acreedores.
III. LA RUTA 13
A. Ingresos
Los ingresos del concesionario estarían constituidos principalmente por el peaje que se
cobraría en cada una de las siete estaciones de peaje contempladas a lo largo de la
carretera. Dado que la licitación obligaba al eventual concesionario a realizar la inver-
sión necesaria para crear el servicio y operarlo a su costo y riesgo, las contingencias
asociadas a la proyección de tránsito y sus correspondientes ingresos corresponderían
exclusivamente al concesionario. El peaje cotizado debía ser suficiente para que el adju-
dicatario pudiese recuperar la inversión, los costos de operación y el costo del capital
comprometido en el proyecto.
De acuerdo con los requisitos la licitación, el oferente debía proponer una tarifa
básica máxima de peaje (To) para cobrar a los usuarios de un vehículo liviano por un
recorrido completo en cada sentido. Dicha tarifa no podía ser superior a US$ 2,75, el
monto máximo que se establecía en el pliego de licitación. La tarifa ofertada (To)
deberá cotizarse únicamente en dólares USA. Sin embargo, durante la operación de la
carretera, las tarifas a pagar por los usuarios se expresarán y se cobrarán en pesos (la
unidad monetaria nacional). El monto expresado en pesos sería ajustado periódica-
mente para reconocer las variaciones en la paridad peso/dólar, así como la inflación en
dólares. El ajuste por variaciones en el tipo de cambio peso/dólar se haría trimestral-
mente, mientras que el ajuste para reconocer la inflación en dólares se haría anual-
mente.
Además de ese ingreso, era común que en este tipo de obras se considerara que
durante el período de explotación el concesionario podría obtener un ingreso adicional
equivalente al 5% de los ingresos por peajes proveniente de venta de espacios publicita-
rios y de otros servicios a lo largo de la ruta.
B. Egresos
Los principales egresos del proyecto pueden ser clasificados en tres grandes categorías:
1) Egresos relacionados con la inversión inicial, que incluye los gastos de ingenie-
ría del proyecto, gastos constructivos, administrativos y financieros preoperativos.
2) Egreso anual asociado con el mantenimiento vial y de la infraestructura de la vía.
3) Egreso anual originado por la operación y administración, que incluye la depre-
ciación y los gastos financieros.
Todo el derecho de vía requerido para mejorar las vías existentes (Secciones I
y II) y la construcción de las obras de la carretera nueva (Secciones II y III) sería
expropiado y pagado por el gobierno isidreño. Los terrenos debían estar libres de
cualquier tipo de gravámenes y afectaciones que pudieran afectar o impedir al conce-
sionario cumplir con sus obligaciones durante el plazo de la concesión y el Estado de
San Isidro sería responsable de realizar todos los trámites necesarios para garantizar
al concesionario la posesión y el uso libre de esos terrenos durante todo el plazo de la
concesión. En caso de que el Estado no entregase los terrenos en las condiciones
antes mencionadas, el concesionario quedaba liberado de la obligación de continuar
con el proyecto hasta un plazo de 30 días calendario hasta que el Estado entregara
efectivamente los terrenos.
C. Garantías y seguros
Dada la inexistencia de garantías reales para los entes financieros que potencialmente
estarían dispuestos a financiar los proyectos de concesión viales, a veces los gobier-
nos que impulsan la concesión de carreteras ofrecen alguna garantía de ingresos míni-
mos al gestor del proyecto. El principal objetivo de esa garantía es el de mejorar las
posibilidades para que el concesionario consiga el financiamiento de deuda necesario
para completar el proyecto. En el caso de la concesión de la Ruta 13, la licitación
ofrecía la posibilidad al gestor de optar por un mecanismo que le generaba cierto nivel
de ingresos mínimos (Ymin) durante los primeros 13 años de la etapa de explotación
(ver anexo 6). La elección de este mecanismo era de carácter opcional y, en caso de
ser aceptada, el concesionario deberá establecer en su oferta económica los montos
de ingreso mínimo garantizado por el Estado, los cuales no podrán ser mayores a los
máximos establecidos en la licitación, en donde se establecía que el concesionario
debería pagar el 1% del monto de ingreso mínimo solicitado como comisión al Estado
por esa garantía 6.
Adicionalmente, el aviso de licitación establecía que el ingreso mínimo solicitado
por el concesionario en su oferta sería aplicable únicamente en aquellos años en los que
el ingreso real obtenido por el concesionario Yt fuese superior al 80% del llamado ingreso
potencial Yp que presumiblemente podía haber obtenido el concesionario en ese año. El
ingreso potencial en el año t (Yp) correspondía al total de los ingresos anuales que resul-
tara de multiplicar el número de cada tipo de vehículo que transitara por la carretera por
la tarifa correspondiente cotizada para ese tipo de vehículo.
En cuanto a las garantías exigidas por la ONC, la licitación obligaba a cada ofe-
rente a entregar una garantía de participación y al concesionario una garantía de cons-
trucción, una garantía de explotación y una garantía ambiental de cumplimiento. El obje-
to, descripción y otras características relevantes de cada una de estas garantías se
encuentra en el anexo 7.
La licitación también especificaba que el adjudicatario debía tomar seguros para
cubrir pérdidas ocasionadas por eventos de fuerza mayor (sismos, inundaciones, guerra,
revolución, epidemias, contaminación). Específicamente, el adjudicatario debía tomar un
seguro de todo riesgo de construcción y otro seguro de todo riesgo de obras terminadas.
El primer seguro debería tomarse durante la fase constructiva y sustituirse por el segun-
do una vez las obras hubiesen concluido. Estas pólizas debían contener, obligatoriamente
y en forma explícita, cláusulas de renovación automática y de imposibilidad de cancelar
o de dar por terminado el seguro por parte del concesionario sin la aprobación escrita de
la administración concedente.
Por otra parte, de acuerdo con la legislación local, el concesionario podía solici-
tar la modificación de los términos y las condiciones del contrato de concesión con la
finalidad de restablecer el llamado “equilibrio económico - financiero” existente a la
fecha de inicio del contrato, si éste se viera afectado o alterado por alguna de las
siguientes causas:
– Como consecuencia directa y particular de medidas o actos unilaterales adopta-
dos por el Estado o sus instituciones, incluyendo la construcción de carreteras competi-
doras a la ruta concesionada o la imposición de peajes o falta de mantenimiento adecua-
do en carreteras que alimenten la Ruta 13.
– Por razones de caso fortuito o fuerza mayor que comprometan la capacidad
financiera del concesionario para continuar cumpliendo con sus obligaciones y que no
hayan podido ser cubiertas por seguros adecuadamente.
– Las condiciones previstas que no hayan podido ser resueltas por la aplicación de
los seguros a los que se refiere la licitación.
6
El pago por concepto de ingreso mínimo garantizado por el Estado era entonces a Ymin – Yt, donde
Yt representaba el ingreso bruto anual realmente obtenido por el concesionario en el año t de explotación y
Ymin el monto de ingreso mínimo elegido por el concesionario para ese año.
De hecho, estas disposiciones hacían que el Estado isidreño operase como asegu-
rador de último recurso para todo aquello que no hubiese sido cubierto por seguros
comerciales que se encuentren disponibles.
V. LA OFERTA ECONÓMICA
7
Esto es, cuando el valor presente de los ingresos totales realmente obtenidos durante la explotación
del proyecto llegue a ser igual al YVPN cotizado al momento de la licitación.
VI. LA ADJUDICACIÓN
8
Los estados financieros de los últimos tres ejercicios fiscales disponibles de LCA Construcciones
se encuentran en el anexo 8.
dad. El Anexo 12 muestra una comparación de los ingresos que la ONC había estimado
para los primeros 20 años de explotación de la carretera con los ingresos resultantes de
las proyecciones de tránsito utilizadas por LCA Construcciones. La ONC consideraba
sus propias proyecciones como moderadamente conservadoras. Esta entidad había uti-
lizado tasas de crecimiento en el tránsito que variaban entre un máximo de 10% y un
mínimo de 6,5% para estimar los ingresos por peaje que podrían generarse en la Ruta 13,
a pesar de que en promedio el flujo vehicular en San Isidro había crecido más de 8-10%
durante los últimos 15 años en las zonas económicamente más activas del país (como la
región en la que se ubicaba la Ruta 13). De hecho, en una estación de conteo vehicular
ubicada en la Sección I del proyecto (muy cerca de la capital de San Isidro) el creci-
miento vehicular había superado el 20% durante el último año, aunque era ampliamente
aceptado que esa tasa no era sostenible en el largo plazo. Con todo, la ONC había
calificado los ingresos estimados por LCA Construcciones en su oferta como modera-
damente optimistas.
Según la propuesta, la estructura de financiamiento del proyecto estará constitui-
da en un 62% por deuda bancaria y el restante 38% por recursos propios del gestor del
proyecto. Con la información disponible, el señor Levi tenía que definir si el BID debía
participar en el financiamiento del proyecto. Si la respuesta era positiva, el funcionario
debía formular una propuesta de estructura del financiamiento y enumerar las condicio-
nes generales en las que debía ofrecerse tramos, plazo, período de gracia, programa de
desembolsos y de repago, garantías, tasa de interés y comisiones.
Anexo 1
Países que han adoptado la concesión de carreteras
a entidades privadas.
Período País
1900-1959 Rusia
Reino Unido
Estados Unidos
Italia
1959-1990 España
Francia
Corea
Japón
1990-1998 México
Brasil
Chile
Noruega
China
Colombia
Portugal
Argentina
Hungría
Tailandia
Malasia
Fuente: Halperin, R., and P. Malone (1999). Overview of World Experience in Private Financing in the Road
Sector, ECSIN Working Paper no. 2, The World Bank.
Anexo 2
Participación del sector privado en la concesión
de carreteras en países seleccionados.
Fuente: Halperin, R., and P. Malone (1999). Overview of World Experience in Private Financing in the Road
Sector, ECSIN Working Paper no. 2, The World Bank.
Anexo 3
Una breve reseña de las experiencias mexicana
y chilena en concesión de carreteras.
La experiencia mexicana
Incentivado por la recesión económica y la caída del precio del petróleo de la segunda
mitad de la década de los ochenta, el gobierno mexicano lanzó en 1989 un programa
masivo de concesión de carreteras. Concretamente en febrero de 1989, el presidente de
México, Carlos Salinas de Gortari, anunció públicamente un programa para construir
4.000 kilómetros de carretera para finales de su administración en 1994. A partir de ese
anuncio, el Programa Mexicano de Concesión de Carreteras se convirtió en el programa
de concesiones más ambicioso del mundo.
Además de proveer a la Nación con un sistema vial que se consideraba crítico
para la competitividad del país y el crecimiento económico de largo plazo, a través del
ambicioso programa de concesiones el gobierno de México también quería revitalizar la
deprimida industria mexicana de la construcción que había sido severamente afectada
por la recesión económica de la segunda mitad de los ochenta.
Quizá las características más distintivas de la experiencia mexicana en la conce-
sión de carreteras son el tamaño del programa de concesión y la velocidad con que se
intentó implementarlo. A principios de 1992, escasamente tres años después del inicio
del programa de concesiones, México había dado en concesión más de 3.600 kilómetros
de carreteras, 1.500 de los cuales ya habían sido abiertos al tráfico vehicular. Al final de
la administración del presidente Salinas en 1994, México había concesionado 52 proyec-
tos por más de 5.400 kilómetros de vías.
Casi desde el inicio, la experiencia mexicana en concesiones viales ha estado mar-
cada por profundos problemas. Varias son las causas. Por una parte, el proceso de licita-
ción y el diseño de concesiones no fue del todo adecuado. La rapidez con que se llevó a
cabo el programa no permitió a las autoridades mexicanas hacer estudios adecuados de
ingeniería y de tránsito de las obras concesionadas. Como resultado de ello, a finales de
1994 los costos de construcción habían estado en promedio 25% por encima en términos
reales de lo que las autoridades habían estimado originalmente. El tráfico que circulaba por
las vías concesionadas había estado en promedio alrededor de 30% por debajo del tráfico
que habían estimado las autoridades mexicanas en el proceso licitatorio.
Lo relativamente elevado de las tarifas de peaje cobradas en las carreteras
concesionadas explicaba, en alguna medida, el reducido flujo vehicular en esas vías. En
el proceso licitatorio, la variable de adjudicación más importante utilizada por las autori-
dades mexicanas fue la duración de la concesión. Más específicamente, los oferentes
competían principalmente con base en el tiempo de la concesión, es decir que quien
ofreciese el menor tiempo era el ganador. El incentivo para los oferentes era el de
ofrecer las tarifas más altas posibles, pero con el tiempo de concesión más corto. Como
resultado de ello las tarifas de peaje ofrecidas por los ganadores de las licitaciones eran,
con frecuencia, mucho más altas de las que la población mexicana había estado acos-
tumbrada a pagar. Por ejemplo, antes del inicio del programa de concesiones en México,
el monto promedio del peaje cobrado en las carreteras con ese sistema fue de US$0,02
por kilómetro recorrido. Durante 1991 el peaje promedio cobrado por los concesionarios
privados en México fue de US$0,17 por kilómetro recorrido.
Asimismo, los criterios de selección de oferentes, así como la falta de credibilidad
de México en los mercados financieros internacionales de principios de los noventa,
limitó el potencial de concesionarios a un pequeño número de compañías constructoras
locales que, además, obtuvieron financiamiento para los proyectos casi exclusivamente
de bancos mexicanos propiedad del Estado. De las 52 concesiones que se habían otor-
gado a finales de 1994, 23 habían sido adjudicadas a alguna de las tres más grandes
empresas constructoras mexicanas (ICA, Tribasa y GMD). Estas empresas parecieron
siempre estar más interesadas en la construcción en sí misma que en la viabilidad finan-
ciera de largo plazo de los proyectos.
Aunado a esto, la aparente falta de disciplina financiera en los bancos propiedad
del gobierno también afectó el desempeño del programa de concesiones mexicano. Era
común encontrar que las instituciones financieras mexicanas descuidaran importantes
condiciones (seguros, garantías, revisión de estudios de tráfico, etcétera) que eran nece-
sarias para garantizar la recuperación de los recursos, convencidos quizá de que si even-
tualmente el proyecto resultaba ser un fracaso desde el punto de vista financiero, el
gobierno llegaría al rescate.
En general, la falta de capacidad institucional (tanto pública como privada) no
permitió ejecutar las tareas requeridas en el ambicioso programa de concesiones mexi-
cano. Más específicamente: (i) la capacidad técnica y administrativa de la industria local
de construcción era aparentemente insuficiente para el tamaño del programa; (ii) la
experiencia en financiamiento de proyectos de la mayoría de los intermediarios financie-
ros involucrados era muy escasa y (iii) la capacidad institucional del ente encargado del
proceso licitatorio, así como la del regulador a cargo de fiscalizar el desempeño operati-
vo y financiero de las concesiones, era sumamente limitada. Como consecuencia de
estos problemas, el programa de concesión de carreteras en México tuvo que ser resca-
tado por el gobierno en varias ocasiones durante los noventa.
La experiencia chilena
Al comprobar que los fondos públicos por sí solos no alcanzarían para sufragar la
inversión que se requería para ampliar, rehabilitar y mejorar la red vial existente, y que el
mejoramiento de la red vial era una prioridad nacional para mantener la competitividad
de la Nación, el gobierno chileno adoptó un programa de concesión de carreteras a
principios de los noventa. La participación privada en la construcción y operación de
carreteras fue posible después de la promulgación de la ley de concesiones chilena en
1991, ley bajo la cual se adjudicó la primera concesión vial en abril de 1993.
Contrario a la experiencia mexicana, la experiencia chilena en la concesión de
carreteras puede considerarse exitosa. Específicamente, la mayoría de las carreteras
concesionadas en Chile no han sufrido de los problemas de niveles de tráfico, retrasos en
el proceso constructivo ni aumentos en los costos de construcción que han sido tan
evidentes en el proceso mexicano.
En Chile se favoreció bastante la concesión de caminos existentes, lo que contri-
buyó de manera clara a reducir la incertidumbre de los inversionistas tanto en lo relativo
a los costos y riesgos de construcción, como en la estimación del tráfico que eventual-
mente transitaría por la vía. Desde una perspectiva estratégica, el gobierno chileno optó
por licitar principalmente vías que involucraran el mejoramiento y la ampliación de cami-
nos existentes, aprovechando de esa manera la infraestructura desarrollada con antici-
pación por el Estado.
Una de las mayores fortalezas del proceso de concesión de carreteras en Chile,
es la importancia que el gobierno le otorgó a prever el impacto que estas tendrían sobre
el territorio y las poblaciones. El Estado chileno reconoció muy rápidamente que la reha-
bilitación, el mejoramiento y la construcción de caminos tienen un impacto muy significa-
tivo sobre el uso del territorio y las poblaciones aledañas a la vía, de tal manera que muy
temprano en el proceso de concesión se involucró a las comunidades afectadas en as-
pectos tales como la utilización presente y futura del territorio, impactos socioeconómi-
cos, impacto ambiental, desarrollo local, accesibilidad a las vías y conectividad entre
poblaciones vecinas, así como modificaciones en las relaciones de trabajo.
En cuanto a las tarifas de peaje en Chile, el gobierno hizo un esfuerzo para que los
montos absolutos de los peajes en las rutas concesionadas no superaran los montos que
los habitantes del país habían estado pagando en otras vías. Si bien es cierto que eso
requirió aumentar el número de estaciones de peaje en algunas vías concesionadas, el
costo de la tarifa se mantuvo en niveles que la población chilena había estado acostum-
brada a pagar, con el fin de que se redujese grandemente el riesgo del rechazo social al
nivel de los peajes. La mayor parte de las vías concesionadas contemplaban peajes
troncales de US$2 cada uno, situados cada 100 kilómetros aproximadamente.
La gran cantidad de proyectos viales que fueron concesionados por el Estado
chileno durante los noventa, le permitió a la agencia encargada del proceso acumular
una gran experiencia y mejorar significativamente la metodología del proceso licitatorio.
De hecho, en el proceso de concesión de carreteras chileno se pueden distinguir tres
etapas bien diferenciadas. En la primera etapa, el Estado ofreció en concesión única-
mente tres obras, todas relativamente pequeñas, con inversiones que no superaban los
Anexo 4
San Isidro: Datos económicos seleccionados.
06 Carreteras.p65
118
Esquema de la Ruta 13.
CARRETERAS
EN
Ciudad de
Los Lagos
118
SAN ISIDRO:
Santa Sección II
Lucía 39,8 km
(2 carriles)
San Isidro Sección I
14,7 km Sección III
(4 carriles) 24,8 km(2
carriles)
Puerto
Iglesias
LA CONCESIÓN DE LA RUTA
13
Simbología:
Ciudad o centro poblacional Sección
Secci existente
Peaje en ruta principal Sección por construir
5/30/03, 9:12 AM
Peaje rampa de acceso o salida
Anexo 6
Ingresos mínimos ofrecidos por la ONC (US$).
Ingresos mínimos
Año ofrecidos en el cartel
de licitación
1
2
3 15.361.030
4 15.821.861
5 16.296.517
6 16.785.413
7 17.288.975
8 17.807.644
9 18.341.874
10 18.892.130
11 19.458.894
12 20.042.661
13 20.643.940
14 21.263.259
15 21.901.156
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
Anexo 7
Descripción de las garantías requeridas en el cartel de licitación.
Garantía de participación
Con el fin de asegurar la seriedad de la oferta y respaldar los daños que pudiera causar
el incumplimiento de los oferentes, éstos últimos debían presentar junto con su oferta una
garantía de participación en favor de la ONC. El monto de la garantía se estableció en
$6,25 millones de dólares, correspondientes aproximadamente al 5% del costo de cons-
trucción de la obra, y debía estar vigente por cinco meses a partir de la fecha de apertura
de las ofertas.
Esta garantía sería devuelta al interesado 30 días después del acto de adjudica-
ción, salvo en el caso del adjudicatario a quien se le devolvería hasta que rindiera la
garantía de construcción.
Garantía de construcción
Garantía de explotación
Garantía ambiental
Anexo 8
Estados financieros de LCA Construcciones (miles de US$).
Balance general
Estado de resultados
124
Flujo de caja del gestor (millones de US$).
Estado de resultados
Ingresos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
CARRETERAS
EN
Crecimiento tránsito (%) 9,5 8,7 8,0 7,4 6,7 6,1 5,8 5,5 5,2 4,9 4,6 4,4 4,1 3,9 3,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Tasa de inflación (%) 2,0
Ingresos por peaje 1.0 11.7 20.3 25.7 29.0 32.0 35.0 38.2 41.5 44.9 48.4 52.1 55.9 59.9 64.1 65.4 66.7 68.0 69.4 70.7 72.2 73.6 75.1 76.6
Otros ingresos 0.0 0.5 0.8 1.1 1.2 1.3 1.4 1.6 1.7 1.9 2.0 2.1 2.3 2.5 2.6 2.7 2.7 2.8 2.9 2.9 3.0 3.0 3.1 3.2
Total ingresos 1.0 12.2 21.1 26.8 30.2 33.3 36.5 39.8 43.2 46.7 50.4 54.3 58.2 62.4 66.7 68.1 69.4 70.8 72.2 73.7 75.1 76.6 78.2 79.7
124
SAN ISIDRO:
Gastos
Gastos operativos -1.8 -3.5 -4.6 -4.6 -4.7 -4.7 -4.8 -4.9 -5.0 -5.2 -5.3 -5.4 -5.5 -5.7 -5.9 -6.0 -6.1 -6.3 -6.4 -6.5 -6.7 -6.8 -6.9 -7.1
Conservación rutina -1.2 -1.1 -1.5 -1.5 -1.5 -1.6 -1.5 -1.6 -1.7 -1.6 -1.7 -1.8 -1.7 -1.8 -1.9 -1.9 -1.9 -2.0 -2.0 -2.0 -2.1 -2.1 -2.1 -2.3
Conservación periódica 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 -8.8 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 -10.3 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 -11.9
Gastos de inspección 0.0 -0.1 -0.2 -0.3 -0.3 -0.3 -0.4 -0.4 -0.4 -0.5 -0.5 -0.5 -0.6 -0.6 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.8 -0.8 -0.8 -0.8
Seguros y garantías 0.0 -0.1 -0.1 -0.2 -0.2 -0.2 -0.3 -0.3 -0.3 -0.3 -0.4 -0.4 -0.4 -0.4 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.6
Otros gastos -1.3 -0.7 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Garantía ingresos mín. 0.0 0.0 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.3 -0.3 -0.3 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Dep. activo fijo -3.5 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1
Dep. equipos -0.4 -0.6 -0.7 -0.6 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.8 -0.6 -0.6 -0.6 -0.6 -0.7 -0.7 -0.7 -0.6 -0.6 -1.0 -1.0 -1.1 -1.0
Total de egresos -8.3 -11.1 -12.3 -12.4 -12.6 -12.9 -13.0 -13.2 -22.3 -13.7 -13.9 -14.1 -14.2 -14.5 -14.9 -14.9 -25.3 -15.2 -15.3 -15.5 -16.2 -16.3 -16.5 -28.7
LA CONCESIÓN DE LA RUTA
UAI -7.2 1.1 8.8 14.3 17.6 20.4 23.5 26.5 20.9 33.1 36.5 40.2 44.0 47.9 51.9 53.2 44.1 55.6 56.9 58.2 59.0 60.3 61.6 51.0
Impuesto renta 0.0 0.3 -2.6 -4.3 -5.3 -6.1 -7.0 -8.0 -6.3 -9.9 -11.0 -12.3 -13.2 -14.4 -15.6 -16.0 -13.2 -16.7 -17.1 -17.4 -17.7 -18.1 -18.5 -15.3
13
Resultado neto -7.2 0.7 6.2 10.0 12.3 14.3 16.4 18.6 14.6 23.1 25.6 28.1 30.8 33.6 36.3 37.2 30.9 38.9 39.8 40.7 41.3 42.2 43.1 35.7
Flujo de caja 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Resultado neto -7.2 0.7 6.2 10.0 12.3 14.3 16.4 18.6 14.6 23.1 25.6 28.1 30.8 33.6 36.3 37.2 30.9 38.9 39.8 40.7 41.3 42.2 43.1 35.7
Dep. activo fijo 3.5 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1
Dep. equipos 0.4 0.6 0.7 0.6 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 0.8 0.6 0.6 0.6 0.6 0.7 0.7 0.7 0.6 0.6 1.0 1.0 1.1 1.0
5/30/03, 9:12 AM
Capital de trabajo -0.1 -0.2 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -1.2 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -1.3 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Inversiones activo fijo -88.4 -37.7 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Inversiones equipo -4.0 -1.5 -1.2 -0.3 -0.1 -0.5 -0.1 0.0 -0.2 -0.3 -3.1 -0.1 -0.2 -0.2 0.1 -1.7 -0.1 -0.1 -0.2 0.0 -3.6 -0.2 -0.1 0.0
Otros impuestos -0.9 -1.2 -1.2 -1.1 -1.1 -1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Flujo caja proyecto -96.6 -34.2 9.4 14.3 16.9 18.5 22.0 24.3 20.1 27.5 28.2 33.7 36.2 39.0 41.8 41.3 36.5 43.3 45.3 46.4 43.8 48.1 49.2 41.8
06 Carreteras.p65
Flujo de caja del gestor (millones de US$).
Estado de resultados
Ingresos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Crecimiento tránsito (%) 9,5 8,7 8,0 7,4 6,7 6,1 5,8 5,5 5,2 4,9 4,6 4,4 4,1 3,9 3,8 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Tasa de inflación (%) 2,0
Ingresos por peaje 1.0 11.7 20.3 25.7 29.0 32.0 35.0 38.2 41.5 44.9 48.4 52.1 55.9 59.9 64.1 65.4 66.7 68.0 69.4 70.7 72.2 73.6 75.1 76.6
Otros ingresos 0.0 0.5 0.8 1.1 1.2 1.3 1.4 1.6 1.7 1.9 2.0 2.1 2.3 2.5 2.6 2.7 2.7 2.8 2.9 2.9 3.0 3.0 3.1 3.2
Total ingresos 1.0 12.2 21.1 26.8 30.2 33.3 36.5 39.8 43.2 46.7 50.4 54.3 58.2 62.4 66.7 68.1 69.4 70.8 72.2 73.7 75.1 76.6 78.2 79.7
125
Gastos
Gastos operativos -1.8 -3.5 -4.6 -4.6 -4.7 -4.7 -4.8 -4.9 -5.0 -5.2 -5.3 -5.4 -5.5 -5.7 -5.9 -6.0 -6.1 -6.3 -6.4 -6.5 -6.7 -6.8 -6.9 -7.1
Conservación rutina -1.2 -1.1 -1.5 -1.5 -1.5 -1.6 -1.5 -1.6 -1.7 -1.6 -1.7 -1.8 -1.7 -1.8 -1.9 -1.9 -1.9 -2.0 -2.0 -2.0 -2.1 -2.1 -2.1 -2.3
Conservación periódica 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 -8.8 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 -10.3 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 -11.9
Gastos de inspección 0.0 -0.1 -0.2 -0.3 -0.3 -0.3 -0.4 -0.4 -0.4 -0.5 -0.5 -0.5 -0.6 -0.6 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.8 -0.8 -0.8 -0.8
Seguros y garantías 0.0 -0.1 -0.1 -0.2 -0.2 -0.2 -0.3 -0.3 -0.3 -0.3 -0.4 -0.4 -0.4 -0.4 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.5 -0.6
Otros gastos -1.3 -0.7 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Garantía ingresos min. 0.0 0.0 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.2 -0.3 -0.3 -0.3 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Dep. activo fijo -3.5 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1 -5.1
Dep. equipos -0.4 -0.6 -0.7 -0.6 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.7 -0.8 -0.6 -0.6 -0.6 -0.6 -0.7 -0.7 -0.7 -O.6 -0.6 -1.0 -1.0 -1.1 -1.0
Intereses y comisiones -9.4 -10.9 -10.2 -8.9 -7.6 -6.3 -4.9 -3.6 -2.3 -2.0 -1.6 -1.3 -1.0 -0.7 -0.4 -0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Total egresos -17.6 -22.0 -22.5 -21.4 -20.2 -19.1 -17.9 -16.8 -24.6 -15.6 -15.6 -15.5 -15.2 -15.2 -15.3 -14.9 -25.3 -15.2 -15.3 -15.5 -16.2 -16.3 -16.5 -28.7
UAI -16.6 -9.8 -1.4 5.4 10.0 14.2 18.5 22.9 18.6 31.1 34.9 38.8 43.0 47.2 51.5 53.1 44.1 55.6 56.9 58.2 59.0 60.3 61.6 51.0
Impuesto renta 0.0 0.0 0.0 -1.6 -3.0 -4.2 -5.6 -6.9 -5.6 -9.3 -10.5 -11.6 -12.9 -14.2 -15.4 -15.9 -13.2 -16.7 -17.1 -17.4 -17.7 -18.1 -18.5 -15.3
Resultado neto -16.6 -9.8 -1.4 3.8 7.0 9.9 13.0 16.1 13.0 21.8 24.4 27.2 30.1 33.1 36.0 37.2 30.9 38.9 39.8 40.7 41.3 42.2 43.1 35.7
Flujo de caja 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Resultado neto -16.6 -9.8 -1.4 3.8 7.0 9.9 13.0 16.1 13.0 21.8 24.4 27.2 30.1 33.1 36.0 37.2 30.9 38.9 39.8 40.7 41.3 42.2 43.1 35.7
Dep. activo fijo 3.5 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1 5.1
Dep. equipos 0.4 0.6 0.7 0.6 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 0.7 0.8 0.6 0.6 0.6 0.6 0.7 0.7 0.7 0.6 0.6 1.0 1.0 1.1 1.0
5/30/03, 9:12 AM
Capital de trabajo -0.1 -0.2 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -1.2 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -0.1 -1.3 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Inversiones activo fijo -88.4 -37.7 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Inversiones equipo -4.0 -1.5 -1.2 -0.3 -0.1 -0.5 -0.1 0.0 -0.2 -0.3 -3.1 -0.1 -0.2 -0.2 0.1 -1.7 -0.1 -0.1 -0.2 0.0 -3.6 -0.2 -0.1 0.0
Otros impuestos -0.9 -1.2 -1.2 -1.1 -1.1 -1.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Flujos netos deuda 63.6 26.6 -2.0 -9.7 -11.7 -11.8 -11.8 -11.8 -11.8 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -0.7 -0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
125
06 Carreteras.p65
126
CARRETERAS
EN
Anexo 11
Financiamiento bancario solicitado (millones de US$).
126
SAN ISIDRO:
Bancos comerciales 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
Préstamos 63.6 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Intereses (11,25%) -7,2 -7,2 -6,1 -5,1 -4,1 -3,1 -2,0 -1,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Comisiones (3,5%) -2,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Amortización deuda 0.0 0.0 -9.1 -9.1 -9.1 -9.1 -9.1 -9.1 -9.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Flujo neto 54.2 -7.2 -15.2 -14.2 -13.2 -12.2 -11.1 -10.1 -9.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Costo efectivo(%) 13,9
BID
LA CONCESIÓN DE LA RUTA
Préstamos 0.0 26.6 7.1 1.5 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Intereses (11,5%) 0,0 -3,1 -3,9 -3,8 -3,5 -3,2 -2,9 -2,6 -2,3 -2,0 -1,6 -1,3 -1,0 -0,7 -0,4 -0,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
13
Comisiones (2,5%) 0,0 -0,7 -0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Amortización deuda 0.0 0.0 0.0 -2.0 -2.6 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -2.7 -0.7 -0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Flujo neto 0.0 22.8 3.0 -4.4 -6.1 -5.9 -5.6 -5.3 -5.0 -4.7 -4.3 -4.0 -3.7 -3.4 -3.1 -2.8 -0.7 -0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
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ACADEMIA, REVISTA LATINOAMERICANA DE ADMINISTRACIÓN, 29, CLADEA, BOGOTÁ: 2002
06 Carreteras.p65
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Anexo 12
Estimación de ingresos (millones de US$).
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23
Ingresos
Estimación ONC ND N D 20.2 24.0 26.5 28.7 31.0 33.2 35.8 38.5 40.6 42.9 45.4 48.1 50.8 53.5 56.3 59.3 62.4 65.7 68.9 72.3 ND
Estimación LCA 1.0 11.7 20.3 25.7 29.0 32.0 35.0 38.2 41.5 44.9 48.4 52.1 55.9 59.9 64.1 65.4 66.7 68.0 69.4 70.7 72.2 73.6 75.1
Diferencia absoluta ND ND 0.1 1.7 2.5 3.3 4.1 5.1 5.6 6.4 7.8 9.2 10.5 11.8 13.3 11.9 10.4 8.7 7.0 5.1 3.2 1.3 ND
Diferencia % ND ND 0,5 7,1 9,3 11,4 13,1 15,2 15,7 16,7 19,3 21,5 23,1 24,5 26,1 22,2 18,4 14,7 11,1 7,7 4,7 1,8 ND
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ACADEMIA, REVISTA LATINOAMERICANA DE ADMINISTRACIÓN, 29, CLADEA, BOGOTÁ: 2002
MAURICIO JENKINS CORONAS, HUGO MARTÍNEZ OLEA
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Mesitas de té
Bibliografías
A cargo del profesor
J. Bradford McBride Latinoamericanas,
ITAM,
México
ANCHONDO, P. E.
CONTABILIDAD FINANCIERA BÁSICA.
Editorial ITAM-Prentice Hall. 2000.
CASTAÑEDA, R. G.
LA EMPRESA MEXICANA Y SU GOBIERNO CORPORATIVO: ANTECEDEN-
TES Y DESAFÍOS PARA EL SIGLO XXI.
Editorial Alter Ego. México, 1998.
COCINA, M. J.
APLICACIÓN DE PCGA EN LA PRESENTACIÓN DE LOS ESTADOS FI-
NANCIEROS DE LAS ENTIDADES NO LUCRATIVAS.
Centro de Investigación. ITAM, 2001.
COCINA, M. J.
TEORÍA DE LA CONTABILIDAD FINANCIERA.
Centro de Investigación. ITAM, 1998.
COCINA, M. J.
ÉTICA PROFESIONAL COMPARADA.
Centro de Investigación. ITAM, 1995.
HESS, M.
THE DETERMINANTS AND THE FORECASTABILITY OF SWISS STOCK
PRICES.
Editorial Studienzentrum Gerzensee, Dissertation Series no. 6. ISBN 3-9520416-
5-3. 2001.
LEAL, N.
LA PROFESIÓN CONTABLE EN EL SIGLO XXI.
Colección Progresión XX-XXI de las Profesiones. Publicado por la Dirección
General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública. México, 2001.
MINABURO, S. y ANAYA, J.
INTRODUCCIÓN A LOS DERIVADOS.
Editorial ITAM – Prentice Hall. México, 1999.
MINABURO, V. S. y GUIZA, P. J.
EL PROCESO DE CONSOLIDACIÓN DE ESTADOS FINANCIEROS.
Editorial McGraw-Hill. México, marzo 1998.
MINABURO, S. y MIYAUCHI, N.
ANÁLISIS FINANCIERO.
Editorial ITAM – Prentice Hall. México, 1997.
NÚÑEZ, L. L.
COSTOS PARA LA ADMINISTRACIÓN.
Editorial ITAM – Prentice Hall. México, 1997.
PÉREZ-FLORIANO, L.
HAZARD INFORMATION, RISK PERCEPTION, CULTURAL VALUES, AND
SAFETY COMPLIANCE: A COMPARISON OF CANADA, MEXICO AND THE
UNITED STATES. Library of Congress, United States of America. Agosto, 2001
SYRQUIN, H. Y. y SEGOVIA, M. L.
TUTORIAL DE EVOLUCIÓN Y ACTUALIDAD DEL SISTEMA MONETARIO
INTERNACIONAL.
Editorial ITAM, Pearson Educación. México, Octubre 2000.
ve, que indican los temas que permiten la ubicación Evite utilizar notas de pie de página en el texto;
del documento; no deben ser más de cinco. nunca hacerlas para referencias.
En la página 3 comienza el cuerpo del artículo.
Todas las páginas deben ir numeradas, incluidas las Referencias
que tengan las referencias, los apéndices, los cua- Incluir una lista ordenada alfabéticamente de las obras
dros y las figuras. que se hayan citado en el artículo. Esta lista debe
comenzar en una página separada titulada: Referen-
Títulos y subtítulos cias. Las referencias se adecuarán para publicarlas
Cada autor puede usar las convenciones de su país o en el estilo de la revista.
escuela, y en el proceso de corrección de estilo se Las referencias a un documento electrónico de-
adecuará al formato de la RLA. Para facilitar esta ben incluir: el nombre del autor si se conoce; el título
tarea, el autor debe entregar un plan de temas o con- completo del documento; el título completo de la
tenidos de su documento, de manera que haya clari- obra del que forme parte, si fuere el caso, la dirección
dad sobre los diferentes niveles y su jerarquía. ftp, http u otra dirección, y la fecha en que se tuvo
acceso al documento.
Cuadros y figuras
Los cuadros y figuras útiles no duplican el texto, Apéndices
sino que lo complementan y lo aclaran. Puesto que Los detalles metodológicos especiales, como expli-
los cuadros y las figuras son considerablemente más caciones del cálculo de medidas o los datos detalla-
costosas de elaborar que el texto, hay que considerar dos que las sustentan, pueden ir en uno o en varios
cuidadosamente el valor agregado que aportan a su apéndices. La presentación debe ser concisa pero
artículo. no abreviada. El título de un apéndice debe escri-
Como se explicó anteriormente, los archivos birse todo en mayúsculas (APÉNDICE) y los apén-
nativos de estas páginas deben ir al final del docu- dices múltiples así: APÉNDICE A, APÉNDICE
mento en el orden en que aparecen en el texto. Incluir B, etcétera.
en cada cuadro o figura toda la información que re-
quiere el lector para entenderlas a cabalidad: título, Resúmenes biográficos
nombres de las variables, fuente de la información, Si su artículo es aceptado para publicación, se le
unidades de medición, etcétera. Numerar los cua- solicitará entregar un resumen biográfico de 50 pala-
dros y las figuras en forma consecutiva (una serie bras o menos por cada autor. Este resumen debe
para cuadros, una para figuras) desde el comienzo indicar el lugar donde se obtuvo el grado más alto, la
hasta el final del artículo. Dentro del texto se debe afiliación actual y el cargo y los intereses actuales de
indicar la referencia al cuadro, figura, etcétera, así: la investigación; por ejemplo: Académica González,
véase cuadro 1. obtuvo su grado Ph.D. en la Universidad Hispano-
americana de México; actualmente es profesora aso-
Citas ciada de administración y directora del Centro de
Un aspecto importante de una buena academia es Mejoramiento de Gestión de la Universidad Latina.
darles el crédito apropiado a las fuentes de las ideas Sus intereses actuales en investigación incluyen fa-
originales y de las obras anteriores. Las citas inco- milias con carreras dobles y sistemas sociotécnicos
rrectas o inexactas no hacen justicia a los autores en organizaciones.
citados y pueden confundir a los lectores.
Es comprensible tender y desear citar traba- El lenguaje
jos propios anteriores y actuales. Sin embargo, el Los autores deben evitar expresiones o usos que
uso excesivo de autocitas distrae más, en lugar de denigren de grupos étnicos u otros o que puedan ser
prestar utilidad. Reducir al mínimo las referencias interpretados como tal. Tener mucho cuidado cuan-
que puedan revelar la autoría del manuscrito. Esto do se hable de género, donde las costumbres estable-
es importante para proteger el proceso de revi- cidas, como el uso de “él” como pronombre genérico
sión doble ciego. (“un administrador... él”) pueda implicar discrimi-
Las citas deben hacerse en el texto encerrando nación de género. Se prefiere intercalar ambos géne-
entre paréntesis los nombres de los autores y el año ros, usar el plural o sustantivos con significado neu-
de la obra. Ésta es la norma internacional común; tros (como personas). En síntesis, evitar lenguajes
instrucciones más detalladas pueden encontrarse en sexistas y parcializados.
el manual de estilo de la APA (American Psychologal
Association), o en la página www.apastyle.org/
Se convoca a todos los investigadores de las instituciones de educación superior de Latinoamérica y otras
regiones del mundo que hayan desarrollado casos con un particular énfasis en América latina a presentar sus
trabajos. Cada caso debe estar articulado en tres partes fundamentales:
a) Una primera que explique las motivaciones que llevaron a cabo la construcción del caso en el contexto
de la enseñanza de la administración, así como de las consideraciones metodológicas implícitas en el
trabajo.
b) La segunda parte consiste en la exposición propia del caso.
c) Finalmente, la tercera parte debe incluir las experiencias, realizadas o esperadas, del caso como
instrumento de trabajo en el esquema formativo de la institución.
El documento debe presentarse en forma electrónica, formato word, con letra arial tamaño 12 a doble espacio,
escrito en español o en inglés. Los documentos deberán enviarse a partir de la fecha de publicación de esta
convocatoria al correo electrónico cladea.ccm@servicios.itesm.mx en la Ciudad de México antes del 31 de
julio de 2003.
Los trabajos aceptados en la categoría de exposición extensa participarán en el Foro del día 23 de octubre, se
incluirán en una publicación patrocinada por el Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México. Final-
mente cada participante aceptado en esta categoría recibirá un apoyo económico de 500 USD para asistir a la
Asamblea y recibirá gratuitamente la inscripción
a la misma.