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La clínica de este cuadro es más florida. Se inicia a las 2-3 semanas tras el nacimiento,
con una duración de 4-6 semanas e incluso superior al año sin tratamiento. La
prevalencia de este trastorno es del 5-22% de las nuevas madres según las distintas
series. Puede manifestarse en forma de episodio maníaco que luego evoluciona a
depresivo, aunque la forma de inicio más característica es la de una depresión
melancólica, con fuertes sentimientos de culpa, de incapacidad total de hacerse cargo de
su hijo y de ambivalencia en relación con el afecto por éste.
Síntomas
Pereza, Fatiga, Tristeza, Alteración del sueño y del apetito, Falta de concentración,
Confusión, Pérdida de memoria, Irritabilidad hacia el marido o los otros hijos,
Sentimiento de culpa Pérdida de libido, Miedo a autolesionarse o dañar al niño.
Sobreprotección del niño; la madre ve al niño siempre como enfermo, lo que motiva
repetidas consultas al especialista. A veces esta situación es el único síntoma de una
depresión silenciosa de la madre. Puede aparecer raramente una intolerancia extrema
hacia el bebé: llega a gritarle e incluso a pegarle.
Síntomas ansiosos; angustia intensa, miedo, taquicardia, taquipnea, temblor, mareo,
pánico, etc.
Psicosis postparto
La psicosis postparto es una enfermedad aguda y grave que ocurre en 1-2 de cada 1.000
nacimientos. Aparece generalmente de forma brusca entre el del tercer y el noveno día
postparto, aunque puede iniciarse incluso en el sexto mes. La psicosis postparto no se
diferencia clínicamente de otras psicosis. Su aparición clínica comporta labilidad del
humor, agitación grave, confusión, incapacidad para dormir, pensamiento
desorganizado y alucinaciones que implican al niño (pueden pensar que el niño está
muerto, que esta poseído por un demonio y debería morir, o que es un salvador con una
misión divina. A lo largo del día puede existir una variabilidad sintomática importante;
puesto que la madre puede con frecuencia autolesionarse o dañar a su niño, la psicosis
postparto es una emergencia médica. El 15-20% de las mujeres con psicosis postparto
ha tenido episodios psicóticos previos. Las primigestas son doblemente vulnerables a la
psicosis. Tras un episodio de psicosis postparto, las mujeres tienen un riesgo de recaída
con episodios maníacos o depresivos.
Esta es una forma de ansiedad que ocurre hasta en el 11% de las madres primerizas. Los
síntomas incluyen: nerviosismo, ataques de pánico reincidentes (hiperventilación, dolor
de pecho, palpitaciones), preocupaciones o miedo (Wisner, Peindl and Hanusa, 1996).
¿Por qué se producen ataques de pánico en esta etapa?
Revolución hormonal, haber atravesado un parto (que para algunas mujeres puede ser
vivido como una situación sumamente traumática), heridas que quedan en el cuerpo.
Todo ello sumado a los cuidados constantes que requiere nuestro bebé, su llanto que a
veces se prolonga por horas, las noches interrumpidas, el aluvión de visitas y de
consejos bienintencionados pero a veces contrarios a nuestros instintos y creencias… El
puerperio no es fácil. Nuestra salud mental muchas veces sufre las consecuencias.
¿Cómo se siente un ataque de pánico?
Como su nombre lo indica, es una sensación repentina de miedo o terror, que puede ser
desencadenado por estímulos variados: salir a la calle, pensar en que tu bebé se lastime
o se enferme, la sensación inminente de que algo malo va a ocurrir, etc. Además, tu
cuerpo manifiesta diferentes síntomas, tales como palpitaciones, dolor agudo en el
pecho, sofocos, dificultades para respirar, mareos, etc. Los ataques de pánico suelen
desaparecer después de unos minutos, pero se sabe que son manifestación de una
condición más duradera, como son la depresión y la ansiedad posparto. Por eso, no
deberías ignorarlos sino prestar atención y pedir ayuda.
¿Cómo se tratan?
Lo primero que debes hacer es recurrir a tu pareja o a tus familiares más cercanos, que
podrán contenerte hasta que lo peor pase. Si experimentas ataques de pánico en forma
recurrente, considera iniciar una terapia. Tanto en el caso de la depresión postparto
como de la ansiedad, la ayuda de un psicólogo es un pilar clave para sobreponerte. En
casos leves a veces alcanza con terapias enfocadas y breves que te brindan herramientas
necesarias como para lidiar tú misma con los ataques de pánico y no permitir que
interfieran en tu vida cotidiana. En casos más severos, existen medicamentos que
pueden ayudarte a controlar los ataques de pánico, pero si estás dando el pecho deberías
consultar con tu médico si son compatibles con la lactancia materna. El profesional
evaluará costes y beneficios de cada droga antes de decidirse a indicarte una. De
cualquier manera, lo que debes recordar ante un trastorno mental postparto, es que tú no
tienes la culpa de que te ocurra. Que ello no te convierte en una mala madre. Y que todo
tiene solución con el tratamiento apropiado.
Una madre sin un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) post-parto puede tener
pensamientos que le generen malestar o le inquieten, como por ejemplo que el bebé se
pueda resbalar mientras le baña. La diferencia con una madre TOC es que para la
primera ese pensamiento será pasajero, no creerá en él ni le dará especial importancia y
se le pasará; para la segunda, la aparición de ese pensamiento es recurrente e intrusivo,
llegando hasta tal punto que le dará un valor de verdad que le hará temer la realidad de
que suceda.
Manejo terapéutico
Los psicólogos
Los psiquiatras
Los trabajadores sociales clínicos titulados
Los terapeutas titulados
Expertos en traumas titulados
Especialistas en el duelo
Puede definirse como el periodo de tiempo que va desde el momento en que el útero
expulsa la placenta hasta un límite variable, generalmente 6 semanas, en que vuelve a la
normalidad el organismo femenino. Se caracteriza por una serie de transformaciones
progresivas de orden anatómico y funcional que hacen regresar paulatinamente todas las
modificaciones gravídicas (involución puerperal). Tras un parto, siempre quedan
señales indelebles que indican que lo hubo, aún después de muchos años, sobre todo si
el parto fue intervenido.
La involución, especialmente del aparato genital, y el establecimiento de la lactancia,
son los hechos más característicos del puerperio, condicionando en general esta última
que no se recupere el ciclo menstrual hasta al cabo de unos meses, incluso años, si la
lactancia es a demanda y prolongada.
Este periodo de tiempo se divide clásicamente en:
Cesárea: deben utilizarse apósitos limpios y secos hasta que retiren los puntos en el
centro de salud. El aseo del cuerpo debe ser diario, pero sin mojar la herida.
Partos naturales (con o sin episiotomía): no hay que tener miedo de ducharse (no
bañarse) a diario, pero es recomendable utilizar jabones neutros o de glicerina. La
episiotomía debe ser lavada 2 ó 3 veces al día con suero fisiológico (o agua hervida con
sal, en su defecto). La zona debe mantenerse limpia, seca y aireada. Cuando se acuda al
baño, es recomendable cambiar la compresa por otra limpia.
Durante el puerperio, serán comunes los dolores en la zona del vientre (por la herida y/o
los entuertos), la episiotomía y la espalda. Si el dolor es intenso, antes de
tomar medicamentos para aliviar el dolor hay que consultar al médico y que prescriba
aquellos que puedan administrarse sin contraindicaciones. En caso de estar dando el
pecho al bebé, procurar ingerir los medicamentos después de las tomas de forma que
pase la menor cantidad posible a la leche.
¿Cómo puede una mujer darse cuenta que padece de depresión posparto?
Solo un proveedor de atención médica puede diagnosticar la depresión posparto en una
mujer. Dado que los síntomas son amplios y pueden variar de una mujer a otra, el
proveedor de atención médica puede ayudar a determinar si se deben a una depresión
posparto o a algún otro factor. Una mujer que padece de estos síntomas debe consultar
inmediatamente con un proveedor de atención médica. ¿En qué se diferencia la
depresión posparto de la tristeza posparto (“baby blues”)? La tristeza posparto (o “baby
blues”) es un término que se utiliza para describir los sentimientos de preocupación,
tristeza y fatiga que muchas mujeres experimentan después de tener un bebé. Los bebés
requieren mucho cuidado, de modo que es normal que las madres se preocupen o se
sientan cansadas de proporcionar ese cuidado. La tristeza posparto, que afecta hasta a un
80 por ciento de las madres, incluye sentimientos leves que duran una o dos semanas y
desaparecen por sí solos. En el caso de la depresión posparto, los sentimientos de
tristeza y ansiedad pueden ser extremos e incluso pueden afectar la capacidad de una
mujer de cuidarse a sí misma o a su familia. Debido a la gravedad de los síntomas, por
lo general, se requiere tratamiento. La depresión posparto, que ocurre en casi el 15 por
ciento de los partos, puede comenzar un poco antes o en cualquier momento después de
que nazca el bebé, pero generalmente comienza entre una semana y un mes después del
parto.
¿SON ALGUNAS MUJERES MÁS PROPENSAS A PADECER DE LA
DEPRESIÓN POSPARTO?
Algunas mujeres están expuestas a un mayor riesgo de padecer de depresión posparto
porque tienen uno o más de los siguientes factores de riesgo: