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POESÍA MÁS POESÍA N.

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ALEJANDRA PIZARNIK dentemente de su figuración metafórica; sólo admitió una


desviación hacia la pintura llamada naïf, que fue una escue-
la floreciente en la Argentina en ese entonces»
BIOGRAFÍA Con todo, más allá de estas sutilezas, Alejandra juega a
convertirse en reportera, y llega a asistir al Festival de Cine
Consta en el registro que su natalicio fue el 29 de abril de de Mar del Plata de 1955. Pero la experiencia periodística
1936. Su raigambre es ruso-judía, y ésa es la identidad que queda apartada en beneficio de otras inquietudes.
defienden sus padres, llegados a la Argentina tras haber per- Como expresión de esa fragilidad a la que se hace
manecido algún tiempo en París, donde vive un hermano del muchas veces alusión, el asma es irrefutable. En vista de
cabeza de familia, Elías Pozharnik, su padre. La variante en semejante aprisionamiento somático, don Elías cuida a su
la ortografía del apellido, es uno de los muy corrientes erro- hija: costea su primer libro, La última inocencia (1956), e
res de registro de los funcionarios de inmigración. El padre incluso llega a abonar los honorarios del psicoanalista que
tenía veintisiete años, y no hablaba una palabra de castella- intentará poner en orden el desván sentimental de Alejandra.
no, lo que era el caso asimismo de su esposa, un año menor, De hecho, ni la pintura ni la poesía bastan como terapia,
Rejzla Bromiker, cuyo nombre pasó a ser Rosa. y ella experimenta el breve y peligroso fenómeno psicodéli-
Con los Pizarnik instalados en la capital argentina, al co de las anfetaminas. También cura el dolor con analgési-
árbol genealógico se agregan dos niñas: Myriam y Flora, que cos y frecuenta los somníferos para escapar de la vigilia noc-
más tarde será llamada Alejandra. El clan ocupa una espa- turna.
ciosa vivienda en Avellaneda, mantenida gracias al negocio Con todos los rasgos de la bohemia juvenil podría hacer-
de venta de joyería al que se dedica Elías. El destierro, por se una suerte de patrón de conducta, relativamente fiel a la
doloroso que parezca, es en este caso providencial, pues el personalidad de Pizarnik, salvo en un detalle nada desdeña-
resto de los Pozharnik y Bromiker, con excepción del herma- ble, y es que ella «tuvo una invencible aversión a la política,
no del padre en París, y la hermana de la madre en que justificaba con el hecho de que su familia en Europa
Avellaneda, pereció en el Holocausto. hubiera sido sucesivamente aniquilada por el fascismo y el
La experiencia infantil de Alejandra es bastante liberal, estalinismo. Para ella, la literatura tenía un único compromi-
de acuerdo con el criterio de su progenitor. En 1954 conclu- so y era con la calidad».
ye los estudios secundarios y comienza un periodo de titu- Así, pues, la vida literaria es una empresa que ella aco-
beo académico. A medio camino entre las aulas de Filosofía mete con máximo interés. Entre los primeros tejados bajo los
de la Universidad de Buenos Aires y las de la Escuela de que se guarece, figura la revista Poesía Buenos Aires (1950-
Periodismo, la joven procura descubrir una vocación literaria 1960), foco del grupo de los llamados invencionistas, parale-
que le anima a seguir el catedrático de Literatura Moderna, lo a otro, el surrealista, cuyas inquietudes también son las
Juan Jacobo Bajarlía. propias de la joven poetisa. Curiosamente, la autora de Las
Ya por estas fechas, «la fascinación de la infancia perdi- aventuras perdidas (1958) frecuenta la consulta del psicoa-
da –escribe Enrique Molina– se convierte en ella, por una nálisis.
oscura mutación que cambia los signos, en la fascinación de Dentro del panorama surrealista, hay dos poetas que
la muerte, igualmente deslumbradora una y otra, igualmente coinciden con Alejandra: Enrique Molina y Olga Orozco. Con
plenas de vértigo». esta última, por cierto, «tendría una relación amistosa que
excedió la literatura»
Casi en paralelo, la joven accede en 1955 a las creacio-
nes de Antonio Porchia, un poeta fundamental en la creación
del estilo y el procedimiento de Pizarnik. No fue la única que
sacó enseñanzas de su obra: el otro fue Roberto Juarroz y
es instructivo hacer un paralelo entre ambos discípulos.
Al reseñar la correspondencia que mantuvo nuestra
poeta con el escritor y pintor manchego Antonio Beneyto,
Blas Matamoro intuye que, para ella, «los poemas son apro-
ximaciones a la Poesía. No son obras ni textos, sino inten-
tos, borradores, ensayos». Con todo, a través de ese tanteo
cabe establecer un inventario de cualidades personales:
«ser hija y habitante de la noche, esa madre antigua y regia;
buscar con afán la recuperación de los olvidos infantiles; cul-
tivar sin confusión el laberinto de una compleja identidad,
centrada en deseos nítidos; existir en una soledad sin fondo
y sin horror; practicar una estética de la locura (Artaud,
Ahora sabemos qué la condujo al taller del pintor surrea- Lautréamont) como defensa contra la locura».
lista Batlle Planas. Por algo los cuadros de Batlle reproducen En esa lucha contra la entropía, Alejandra Pizarnik ensa-
escenas espectrales, «con algo de Tanguy y algo de Arp o ya diversas estrategias. Una de ellas es el destierro, puesto
Miró. El interés de la poeta en este tipo de pintura deriva evi- en práctica en París desde 1960 hasta a 1964, donde traba-

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N.º 5 POESÍA MÁS POESÍA

jó para la revista “Cuadernos” y algunas editoriales france- Desde luego, sólo en este clima de bloqueo y melancolía
sas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a es posible estudiar de forma pormenorizada títulos como
Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Nombres y figuras (1969), La condesa sangrienta (1971) y El
Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura france- infierno musical (1971). En cierto modo, podemos insinuar
sa en la Sorbona. un propósito testamentario, aunque ese fin también es pro-
Luego de su retorno a Buenos Aires, Pizarnik publicó tres pio de creadores que no conciben el suicidio entre sus pla-
de sus principales volúmenes, “Los trabajos y las noches”, nes.
“Extracción de la piedra de locura” y “El infierno musical”, así Como es obvio, resultan graves las consecuencias de
como su trabajo en prosa “La condesa sangrienta”. esa patología consistente en vincular vida y obra. A vueltas
En 1969 recibió una beca Guggenheim, y en 1971 una con esa conexión entre la obra literaria y la realidad de su
Fullbright autora, Frank Graziano cree que «la obra de Pizarnik sólo
«En el fondo –escribe el 25 de julio de 1965– yo odio la puede nombrar una muerte literaria y nunca una real». Es
poesía. Es, para mí, una condena a la abstracción. Y ade- más, el debate sobre si la escritora cometió un suicidio o
más me recuerda que no puedo «hincar el diente» en lo con- simplemente erró la dosis, resulta académico en lo concer-
creto. Si pudiera poner orden en mis papeles algo se salva- niente a su creación literaria, pues dicha obra «sólo nombra
ría. Y en mis lecturas y en mis miserables escritos» la muerte que sufrió Pizarnik como autora, como personaje
Otra empresa posible es el silencio, que se presenta de de su propia ficción, cualesquiera que fuesen las intenciones
dos maneras en su obra. «La primera –temible y peligrosa específicas de Pizarnik como persona».
para la palabra poética, aún en antítesis con ella– correspon- El 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba un fin de
de a la incapacidad de enunciación. La otra –atracción y semana fuera de la clínica psiquiátrica donde estaba interna-
fuerza de la palabra poética– simboliza un mundo auténtico, da, Pizarnik murió. Al año de su muerte se edita su obra
intacto y perdido, y confina con la poesía misma, además de completa realizada por la poeta y traductora Ana Becciú, la
ser el componente necesario de la resonancia propia del len- obra recoge un gran número de poemas inéditos, escritos en
guaje lírico» la última etapa de su vida (entre 1962 y 1972) y conservados
Pese a figurar como detalle anecdótico, sorprende que, en su archivo, que custodia la Biblioteca de la Universidad
aun definiéndose en esa totalidad de la muerte, Pizarnik cul- de Princeton.
tivara a ratos y con buen estilo el donaire social. Una vez
más, el lenguaje era su instrumento privilegiado. Por ello,
Ivonne Bordelois, censura a los autores de semblanzas por-
que no hablan nunca de «la extraordinaria voz de Alejandra
y de su aún más extraordinaria dicción. Alejandra hablaba
literariamente desde el otro lado del lenguaje, y en cada len-
guaje, incluyendo el español y sobre todo en español, se la
escuchaba mal, en una suerte de esquizofrenia alucinante»
Cuando el 30 de abril de 1966 retoma las páginas de su
diario, se observa recién llegada a los treinta años, sin saber
aún nada de la existencia. «Lo infantil –escribe– tiende a
morir ahora pero no por ello entro en la adultez definitiva. El
miedo es demasiado fuerte sin duda. Renunciar a encontrar
una madre, la idea ya no me parece tan imposible. Tampoco
renunciar a ser un ser excepcional (aspiración que me has-
tía). Pero aceptar ser una mujer de 30 años… Me miro en el
espejo y parezco una adolescente. Muchas penas me serían
ahorradas si aceptara la verdad»
Mediante el simbolismo desmesurado de Extracción de
la piedra de locura (1968), la sola cita del dolor y la impoten-
cia configura el tablero poético, pero no ya por medios con-
vencionales, sino a través de una constatación –rica en con- «Este volumen no es definitivo -advierte la antóloga en
secuencias– de la falta de fe en su propia imaginación crea- una nota final-, en un sentido académico; es sólo una com-
dora. «Si no fuera así –escribe el 24 de mayo de 1966– no pilación, hecha, eso sí, con lealtad a Alejandra Pizarnik, y
leería para aprender sino para gozar. ¿Aprender qué?: devoción a su obra, única e irrepetible». Todas las carpetas
Formas. No, no es el deseo de frecuentar modos de expre- y cuadernos, además de los papeles con anotaciones o poe-
sión. Mis contenidos imaginarios son tan fragmentarios, tan mas, fueron conservados casi en el mismo orden en que los
divorciados de lo real, que temo, en suma, dar a luz nada dejó su autora y ese orden es el que Becciú ha tratado
más que monstruos. Creo que se trata de un problema de «escrupulosamente» de respetar. Afortunadamente, el archi-
distribución de energías. Pero lo esencial es la falta de con- vo de Alejandra Pizarnik, compuesto por diarios, manuscri-
fianza en mis medios innatos, en mis recursos internos o tos, correspondencia, pinturas y otros papeles, es uno de los
espirituales o imaginarios». más consultados por investigadores y académicos de todo el

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POESÍA MÁS POESÍA N.º 5

mundo. Según relata el responsable de manuscritos de la corredores negros


Biblioteca de la Universidad de Princeton. Fue Aurora los he recorrido todos
Bernárdez, viuda de Julio Cortázar, gran amigo de la poeta
(Alejandra decía que la Maga de «Rayuela» era ella), quien ¡oh quédate un poco más entre nosotros!
le entregó, personalmente, los papeles que conservaba en mi persona está herida
su apartamento de París y le puso en contacto con la familia mi primera persona del singular
de Pizarnik hace más de quince años.
escribo como quien con un cuchillo alzado en la
oscuridad
EN ESTA NOCHE, EN ESTE escribo como estoy diciendo
MUNDO la sinceridad absoluta continuaría siendo
A Martha Isabel Moia lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!
en esta noche en este mundo los deterioros de las palabras
las palabras del sueño de la infancia de la muerte deshabitando el palacio del lenguaje
nunca es eso lo que uno quiere decir el conocimiento entre las piernas
la lengua natal castra ¿qué hiciste del don del sexo?
la lengua es un órgano de conocimiento oh mis muertos
del fracaso de todo poema me los comí me atraganté
castrado por su propia lengua no puedo más de no poder más
que es el órgano de la re-creación palabras embozadas
del re-conocimiento todo se desliza
pero no el de la resurrección hacia la negra licuefacción
de algo a modo de negación y el perro de maldoror
de mi horizonte de maldoror con su perro en esta noche en este mundo
y nada es promesa donde todo es posible
entre lo decible salvo
que equivale a mentir el poema
(todo lo que se puede decir es mentira) hablo
el resto es silencio sabiendo que no se trata de eso
sólo que el silencio no existe siempre no se trata de eso
no oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible
sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura

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N.º 5 POESÍA MÁS POESÍA

el que no sirva ni para He malgastado el don de transfigurar a los prohibi-


ser inservible dos (los siento respirar adentro de las paredes).
ayúdame a escribir palabras Imposible narrar mi día, mi vía. Pero contempla
en esta noche en este mundo absolutamente sola la desnudez de estos muros.
Ninguna flor crece ni crecerá del milagro. A pan y
agua toda la vida.
EL DESEO DE LA PALABRA
En la cima de la alegría he declarado acerca de una
La noche, de nuevo la noche, la magistral sapiencia música jamás oída. ¿Y qué? Ojalá pudiera vivir
de lo oscuro, el cálido roce de la muerte, un instante solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema
de éxtasis para mí, heredera de todo jardín prohibi- con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y
do. mis semanas, infundiéndole al poema mi soplo a
medida que cada letra de cada palabra haya sido
Pasos y voces del lado del jardín. Risas en el inte- sacrificada en las ceremonias del vivir.
rior de las paredes. No vayas a creer que están
vivos. No vayas a creer que no están vivos. En POESÍA MÁS POESÍA
cualquier momento la fisura en la pared y el súbito
también en televisión
desbandarse de las niñas que fui.
Jueves a las 22h
Caen niñas de papel de variados colores. ¿Hablan en Grupo Cero TV
los colores? ¿Hablan las imágenes de papel? www.grupocero.org
Solamente hablan las doradas y de esas no hay nin-
guna por aquí.
LA ENAMORADA
Voy entre muros que se acercan, que se juntan.
Toda la noche hasta la aurora salmodiaba: Si no esta lúgubre manía de vivir 
vino es porque no vino. Pregunto. ¿A quién? Dice esta recóndita humorada de vivir 
que pregunta, quiere saber a quién pregunta. Tu ya te arrastra Alejandra no lo niegues
no hablas con nadie. Extranjera a muerte está hoy te miraste en el espejo 
muriéndose. Otro es el lenguaje de los agonizantes. y te fue triste estabas sola 
la luz rugía el aire cantaba 
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás 
tremolarás tus manos así volverá 
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó 
el barco con barbas de espuma 
donde murieron las risas 
recuerdas el último abrazo 
oh nada de angustias 
ríe en el pañuelo llora a carcajadas 
pero cierra las puertas de tu rostro 
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
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POESÍA MÁS POESÍA N.º 5

te duele la vida tanto tanto  ¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces! 


desesperada ¿adónde vas?  ¡Y mis pocos años! ¿Por qué no? 
desesperada ¡nada más! La muerte está lejana. No me mira. 
¡Tanta vida Señor! 
¿Para qué tanta vida?

PIEDRA FUNDAMENTAL

No puedo hablar con mi voz sino con mis voces.


Sus ojos eran la entrada del templo, para mí, que soy
errante, que amo y muero. Y hubiese cantado hasta
hacerme una con la noche, hasta deshacerme desnuda
en la entrada del templo.
Un canto que atravieso como un túnel.
Presencias inquietantes,
gestos de figuras que se aparecen vivientes por obra de
un lenguaje activo que las alude,
signos que insinúan terrores insolubles.
Una vibración de los cimientos, un trepidar de los
NOCHE fundamentos, drenan y barrenan,
Quoi, toujours? Entre moi sans cesse et y he sabido dónde se aposenta aquello tan otro que es
le bonheur! yo, que espera que me calle para tomar posesión de
G. de Nerval mí y drenar y barrenar los cimientos, los fundamen-
Tal vez esta noche no es noche,  tos,
debe ser un sol horrendo, o 
lo otro, o cualquier cosa...  TALLERES DE POESÍA GRUPO CERO
¡Qué sé yo! ¡Faltan palabras,  actividades@grupocero.info
falta candor, falta poesía 
cuando la sangre llora y llora! Canal de Televisión Grupo Cero
¡Pudiera ser tan feliz esta noche!  24 horas de programación ininterrumpida
Si sólo me fuera dado palpar  de Poesía y Psicoanálisis
las sombras, oír pasos,  Televisión Online Internacional
decir «buenas noches» a cualquiera  www.grupocero.org
que pasease a su perro,
Conferencias de psicoanálisis, recitales de
miraría la luna, dijera su 
poesía, películas, cortometrajes, espectáculos
extraña lactescencia, tropezaría de flamenco, tango y poesía, conciertos, etc.
con piedras al azar, como se hace.
Pero hay algo que rompe la piel, 
una ciega furia
que corre por mis venas, 
¡Quiero salir! Cancerbero del alma: 
¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa!
¡Pudiera ser tan feliz esta noche! 
Aún quedan ensueños rezagados. 
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N.º 5 POESÍA MÁS POESÍA

aquello que me es adverso desde mí, conspira, toma la mano galopaban en ronda feroz sobre corceles
posesión de mi terreno baldío, no, negros. Ni en mis sueños de dicha existiría un coro
he de hacer algo, no, no he de hacer nada, de ángeles que suministre algo semejante a los soni-
dos calientes para mi corazón de los cascos contra las
algo en mí no se abandona a la cascada de cenizas
arenas.
que me arrasa dentro de mí con ella que es yo, con-
migo que soy ella y que soy yo, indeciblemente distin- (Y me dijo: Escribe; porque estas palabras
ta de ella. son fieles y verdaderas.)
En el silencio mismo (en el mismo silencio) tragar (Es un hombre o una piedra o un árbol el
noche, una noche inmensa inmersa en el sigilo de los que va a comenzar el canto…)
pasos perdidos.
Y era un estremecimientos suave trepidan-
No puedo hablar para nada decir. Por eso nos per- te (lo digo para aleccionar a la que extravió en mí su
demos, yo y el poema, en la tentativa inútil de trans- musicalidad y trepida con más disonancia que un
cribir relaciones ardientes. caballo azuzado por una antorcha en las arenas de
¿A dónde la conduce esta escritura? A lo negro, a lo un país extranjero).
estéril, a lo fragmentado.
Estaba abrazada al suelo, diciendo un nom-
Las muñecas desventradas por mis antiguas manos bre. Creía que me había muerto y que la muerte era
de muñeca, la desilusión al encontrar pura estopa decir un nombre sin cesar.
(pura estepa tu memoria): el padre, que tuvo que ser
No es esto, tal vez, lo que quiero decir. Este
Tiresias, flota en el río. Pero tú, ¿por qué te dejaste
decir y decirse no es grato. No puedo hablar con mi
asesinar escuchando cuentos de álamos nevados?
voz sino con mis voces. También este poema es posi-
Yo quería que mis dedos de muñeca penetra- ble que sea una trampa, un escenario más.
ran las teclas. Yo no quería rozar, como una araña,
Cuando el barco alternó su ritmo y vaciló
el teclado. Yo quería hundirme, clavarme, fijarme,
en el agua violenta, me erguí como la amazona que
petrificarme. Yo quería entrar en el teclado para
domina solamente con sus ojos azules al caballo que
entrar adentro de la música para tener una patria.
se encabrita (¿o fue con sus ojos azules?). El agua
Pero la música se movía, se apresuraba. Sólo cuando
verde en mi cara, de beber de ti hasta que la noche se
un refrán reincidía, alentaba en mí la esperanza de
abra. Nadie puede salvarme pues soy invisible aun
que se estableciera algo parecido a una estación de
para mí que me llamo con tu voz. ¿En dónde estoy?
trenes, quiero decir: un punto de partida firme y
Estoy en un jardín.
seguro; un lugar desde el cual partir, desde el lugar,
Hay un jardín.
hacia el lugar, en unión y fusión con el lugar. Pero el
refrán era demasiado breve, de modo que yo no podía
fundar una estación pues no contaba más que con un
tren algo salido de los rieles que se contorsionaba y se
distorsionaba. Entonces abandoné la música y sus
traiciones porque la música estaba más arriba o más
abajo, pero no en el centro, en el lugar de la fusión y
del encuentro. (Tú que fuiste mi única patria ¿en
dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escri-
biendo.)
Una noche en el circo recobré un lenguaje per-
dido en el momento que los jinetes con antorchas en

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POESÍA MÁS POESÍA N.º 5

CUARTO SOLO Señor


el aire me castiga el ser 
Si te atreves a sorprender Detrás del aire hay monstruos 
la verdad de esta vieja pared; que beben de mi sangre
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges, Es el desastre
manos, clepsidras, Es la hora del vacío no vacío
seguramente vendrá Es el instante de poner cerrojo a los labios
una presencia para tu sed, oír a los condenados gritar
probablemente partirá contemplar a cada uno de mis nombres
esta ausencia que te bebe. ahorcados en la nada
(...)

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol


cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
EL DESPERTAR La jaula se ha vuelto pájaro 
a León Ostrov y ha devorado mis esperanzas
Señor
la jaula se ha vuelto pájaro  Señor
y se ha volado  La jaula se ha vuelto pájaro
y mi corazón está loco  Qué haré con el miedo
porque aúlla a la muerte 
y sonríe detrás del viento 
a mis delirios

Qué haré con el miedo


Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa


ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
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N.º 5 POESÍA MÁS POESÍA

LUCÍA SERRANO

Nace el 13 de julio de 1948 en Buenos Aires Argentina.


Poeta y psicoanalista, miembro de la Escuela de
Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero.
• 1976 Licenciada en Psicología
• 1993-2003 Directora de “Encore” (Centro de Atención,
capacitación e Investigación Psicoanalítica) Buenos
Aires
• 1998-2008 Dirige y coordina el ciclo poético-musical
“Las 2001 noches” Buenos Aires
• 1999 Premiada por la Sociedad Argentina de Escritores
Buenos Aires por su libro “Como la misma pasión”.
• 2000 Fue premiada en Buenos Aires por la Editorial
Nubla para formar parte de la “Antología Literaria 2000”.
• Publicó en diferentes revistas nacionales e internacio-
nales, Poesía y Psicoanálisis, trabajos sobre la práctica
clínica.
• Coordina talleres de escritura, el Grupo Tigre.
• Integrante de la Escuela de Poesía Grupo Cero, en el
taller coordinado por el poeta Miguel Oscar Menassa
Ha publicado:
• 1995 Blues para la corona. Editorial Grupo Cero
• 1997 Mística del caos
• 2000 La ineptitud de los vampiros. Editorial Grupo Cero Soledad que viniste a visitarme
• 2000 Sueños de la prisión (Primer Premio de Poesía
y te alojé por curiosidad.
(ex aequo) de la Asociación Pablo Menassa de Lucía en
su 3º convocatoria - Año 2002). Ya somos dos,
• 2003 Caramelo. Editorial Grupo Cero. Es su sexto libro desertores de cualquier encuentro.
de poemas publicado. Algunos días, preferiría desconocer tu guarida.
• 2019 Con la misma pasión (Publicado póstumamente
por la Editorial Grupo Cero)
POESÍA GRUPO CERO
www.poesiagrupocero.com
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ENCUENTRO poesiagrupocero@gmail.com
(Caramelo)
ME DECLARO TU AMANTE
Pasan las horas mientras el mundo duerme. (Blues para la corona)
Poesía, la voz me somete a despreciar el oro que no
calme la sed de tu horizonte. Centellea la esencia de tu marca,
Sueño que he muerto y desconocidas palabras en el vuelo del ave en las mañanas.
visitan la niebla atada a mis ojos. Piedra preciosa con la que investigo mi destino.
¡Oh vida abandonada por los vicios! Tranquilo tiempo, joya poética,
¡Oh vida repetida, incorregible! amante de todo lo que crece.
¡Oh vida no vivida! Yo, seré tu risa,
Son caras las derrotas que jamás has tenido. expectativas de un corazón que ya no pacta.
Mundo fatigado, que eligió el verso al olor de la
Debe haber la hora del descanso, rosa.
hora del que acepta no ascender más Ave marcando en su vuelo, tu ruta,
y detenido ríe, sin ambiciones. secreto placer que comparto contigo entre distancias.
Elevada forma en las riberas,
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POESÍA MÁS POESÍA N.º 5

lengua de un jardín sin límites, CONTRA VIENTO Y MAREA


casi una selva. (La ineptitud de los vampiros)
Una eternidad sin comienzos.
Un amor natural. Inventé nuevos mundos donde no era necesario tener
Cuando volvía aquella mañana, alma y el corazón se alojaba en la cabeza.
encendí todo tu rostro en el encuentro, ¡Cantad pequeño hombre!
Fui marca obligada de una transmisión. Háblale al silencio, hasta que alguna vez tu voz, no
Unión soberana, brillo intergaláctico. mate lo que vuela.
Mundos mirando esa mirada. Era un poeta el que sostuvo la indagación.
Dinamismo esencial para los grandes hombres
deseosos de las grandes alturas terrenas.
TRANSMISIóN No nos coronarán por ser huérfanos.
(Blues para la corona) Hablan de nosotros hasta los planetas.
¡Que nadie más me cuente historias, donde no son
Fue en el borde exacto del abismo, felices los poetas!
no en las orillas de un río manso. El frío nocturno arrastra al caer la ciega oscuridad.
Fue entre conversaciones olvidadas, Sin suficiente abrigo, todos los instintos dudaron de
no en el sentido de las palabras. alcanzar aventuras propuestas.
Fueron signos navegando sus dominios, La sombra que me seguía era una presencia pálida.
los que me concedieron una naturaleza deseante. Antes de destruir todos los cementerios que amena-
Amé, la cárcel de ese misterio. zan mis ansias, me haré aprendiz de fantasma.
Tanta libertad, encadenaba la vida de un ser solita- Estático silencio adormecido en gargantas vírgenes.
rio. Contra viento y marea, distorsionaré el rumbo de
A veces, quedábamos a solas, tú y yo entre monta- los rostros bárbaros que aún nos guían.
ñas, Las caídas marcan a un cuerpo tocado por la
amaneceres y océanos abiertos. magia.
Siempre me enamorabas, me enamorabas, me ena- No acepté ser un condenado más.
morabas. Miserable satisfecho, eludió las pequeñas condenas
Inclinación natural a las transparencias. que hubiese merecido.
Una mujer extraña, ángel o demonio, Buscaba lo perdido, mi espejo, mi espada.
a punto de ser castigada permanentemente. Tuve por destino las apariencias, las casualidades.
No pacta con los hombres en contra de los hombres. Los demonios siempre se reencarnaban, volviendo a
Le fue prohibido. cometer delitos inapropiados para un hombre sabio.
Difícil arte, transmitir las veladuras. La paranoia de ser capturado por no vivir en sus
tierras, me volvía al laberinto.
Como era un salvaje, fracasó en todos los intentos
de matar cuando no lo necesitaba.
Escribí a los dioses y sus pandillas la brutalidad
del chiste.
Todos eran amigos o enemigos, dependía del film
que estábamos filmando.
Los ladrones robaban para mí.
Los músicos componían malditas melodías para que
yo escribiera cuentos, donde el malo era un hombre
culto,

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N.º 5 POESÍA MÁS POESÍA

silencioso y lejano, al que no le apasionaban los FUE EN LA CÁRCEL


mitos vulgares y mucho menos los tristes demonios (Caramelo)
conocidos.
Cuando descubrí que Dios no había muerto, lo Un mundo entero debajo de este mundo vivía entre
busqué en el intento de que me perdonara los erro- las rejas,
res de las valentías. sin brazos que salieran al sol para aumentar la
Fui perdonada. apuesta.
Después, todo se hizo fácil buscando sin esperanzas. Todo lo que sé, lo aprendí en la cárcel,
Contra viento y marea, vivía en mí un lirismo hasta perfeccioné el francés de años juveniles.
inapropiado. En ese pequeño mundo no existe como verdadero,
Sólo amé el sonido de las grandes palabras. ni siquiera el color amarillo.
Destrozan lo poco de amor que se acerca a la celda.
Miguel Oscar Menassa: Comprended que aquí no has venido por ser inocen-
Quiero hacer un mea culpa como director de este te,
programa, he cometido dos errores y vamos hombre, ya mismo declárate culpable de
que Vicente Aleixandre era más grande que Cruz, algo,
era evidente, aunque Cruz es una gran poeta y si no sabes inventa.
que González Tuñon es más grande que Olga de Sí, fue en la cárcel donde aprendí a inventar.
Lucía fue evidente pero a partir de allí que Todo tenía que suceder sin arrepentimientos, sin
Enrique Molina sea más grande que Norma cuerpo,
Menassa, a mí, no me entra, y que Pizarnik sea y entre truenos y humo, la dinamita multiplicaba
más grande que Lucía Serrano tampoco me entra, lo posible incierto que jamás ocurrió.
porque Lucía Serrano ama a Pizarnik pero vieron Lo peor que viví fue en la cárcel.
como escribe contra Pizarnik, una amante de la Allí no hay almas limpias, blancos corazones,
muerte, una amante de la vida (...) estrellas que nos alumbren los pasos por venir.
Allí en la cárcel, el horizonte te queda lejos,
y después está el gendarme, con las manos vacías,
con la cabeza hueca, con un corazón artificial,
sus propios escombros lo acompañan.
Todo es gris en la cárcel.
Sí, recuerdo, fue en la cárcel donde perdí
el sentido de multiplicar y dividir.
Harapientos mendigos,
amantes de mínimos delitos que jamás cometieron.
A ver, a ver, ¿quién fue un asesino?
¿quién un ladrón a su juicio?
¿quién un perverso nacido de un vientre animal,
sin madre que sostenga su mirada?
Dios aparece entre todos sin ser visto y arma desór-
denes 
extremos.
Lujurias propias del goce.
Sí, fue en la cárcel, donde imaginé un laboratorio
perfecto.
Hierros oxidados rezan por tener una sensibilidad
vegetal,
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POESÍA MÁS POESÍA N.º 5

y entre las penas impronunciables, todos son mari- ¿Y quién no estuvo preso?
cas, Venganzas traman las horas que pasan,
y a los machos, que el padre nuestro los salve, o no y ninguna virtud se hace presente.
los salve  Todo es distancia, no hay cita, ni desdicha.
nadie. Todo es festín sin ninguna palabra. Todo sombra.
Sí, fue en la cárcel, que excitación te da el encierro Todo madrugada.
que no termina nunca. Algún amor clavándose en las piedras rueda y se
Obreros de puertos sin barcos. hace agua.
Bromas y carcajadas para una lágrima desconocida. Gotas para gemidos impronunciables.
¡Che cabrón, no puedes violarte a esa niña porque Al final todos son culpables, se terminan definitiva-
es mente
mi hija! los valientes.
Rataplán, rataplán, rataplán, las botas caminan Y todo eso, fue en la cárcel.
como los
caballos,
y lo único que existe es el mal.
¿A ver a quién puedo joder hoy, a qué ingenuidad,
a qué esperanza, a qué mañana?
Hoy me violaré a una madre.
Para eso dios me ha hecho huérfano, él tiene comple-
to
mi legajo,
él lo ha diseñado.
Hombre infantil, crees que diseñas tu destino,
pero él arma los escenarios para placeres que tú no
te
imaginas.
Sí, recuerdo, fue en la cárcel donde conocí los mila-
gros.
Allí se hizo presente la bruma del aire que tienen
los esclavos.
Todos los cerebros son huecos y se llenan con la
basura
que recogen los basureros.
En vano te lavas la cara o la cabeza.
Nadie tiene sueños, todos son inventos.
Los grandes escritores nacieron en la cárcel,
rodeados del estiércol hicieron catedrales y bárbaros
Revista
monumentos.
Vivieron muertos. POESÍA MÁS POESÍA Nº 5
¿No te parece acaso un desafío imposible de ser cier- en Internet
to? www.editorialgrupocero.com
Manchas en los baños almacenan los gestos del sal- sección revistas
vado,
y desfilan los hechos jamás vistos, jamás contados. Próximo número:
Un diseño para esquizofrénicos. César Vallejo y Carmen Salamanca
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