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UNIVERSIDAD SANTA MARÍA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

COMUNICACIÓN SOCIAL

REDACCIÓN II

SEGUNDO SEMESTRE SECCIÓN “C”

LOS EFECTOS QUE CAUSÓ EL COVID-19 EN LA SALUD DE LOS VENEZOLANOS

Integrantes:
Profesora:
 Karla Cadeddu C.I: 28.596.899
Graciola Gordon
 María González C.I: 29.558.498
 Carliani León C.I: 29.965.348
 Karla Quintero C.I: 28.300.972
 Yinleiny Romero C.I: 27.257.867

Caracas, junio de 2020


La actual situación mundial con la pandemia del COVID-19 ha desolado a millones de
personas y a su vez ha afectado severamente a distintos sectores como la economía, la
política, el turismo, pero sobre todo al área de la salud la cual se encuentra al borde del
colapso en muchos países. Sin embargo, Venezuela es uno de los países donde el daño en
la salud pública es más grave debido a la crisis humanitaria que está atravesando y se ha
ido gestando desde hace muchos años.

Diversos factores como la escasez de productos sanitarios e insumos para atender a los
pacientes, la migración de profesionales de la salud debido a la falta de remuneración
monetaria para el personal médico, el decadente estado en el cual se encuentran los centros
asistenciales, han sido los protagonistas que más han impactado de una manera negativa en
la salud de los venezolanos, mucho más ahora en la actual pandemia, sin embargo, existen
otros elementos que también son igual o peor de dañinos para la salud pública del país ante
el COVID-19 y que a continuación serán enunciados de una manera más detallada.

CRISIS EN LA DISPONIBILIDAD DE INSUMOS DE SALUD

En Venezuela es inevitable que los habitantes adquieran una enfermedad, sin embargo,
el problema no es tanto enfermarse, sino conseguir los insumos y la atención médica
adecuada y mucho más en estos tiempos de crisis con el COVID-19. Existe una falta de
medicamentos a nivel nacional (se estima que la escasez alcanza un 85 %) y además se
presentan fallas en las estructuras e instalaciones de los hospitales (La Federación Médica
Venezolana (FMV) considera que los centros de salud tienen una inoperatividad del 80 %).
"La situación sanitaria del país es gravísima. Los hospitales carecen de personal, suministros, medicamentos y

electricidad para mantener en funcionamiento los equipos" asegura Michelle Bachelet, alta comisionada
de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Estos elementos sin duda alguna ponen
en riesgo la vida de los venezolanos y a su vez los hace más vulnerables ante la pandemia.

Sin contar que los medicamentos que se consiguen tienen un alto precio que la mayoría
de venezolanos no pueden costear y ahora mucho menos por los problemas económicos
que han ido en aumento en el país ante la cuarentena social. La Federación Farmacéutica
Venezolana (Fefarven) estima que ocho de cada diez medicamentos no están disponibles
en las farmacias por la hiperinflación que afecta a la economía venezolana.

Entre los factores que explican la crisis asistencial caben destacar el grave desequilibrio
en la distribución del personal sanitario, y el hecho de que una gran parte del personal
dedicado a la asistencia directa de pacientes comparten la actividad médica con otras
ocupaciones o en varios organismos públicos y privados, por lo que la atención exclusiva
institucional se ve afectada. La formación clásica de Médicos en Venezuela se imparte en las
universidades públicas. Por razones principalmente económicas, en la gran mayoría de ellas
y desde hace más de una década, el número de plazas para estudiantes de medicina ha
disminuido a pesar de que tenemos un país con crecimiento poblacional sostenido.

Por otro lado, Las dificultades para esterilizar los instrumentos quirúrgicos es otro
obstáculo que deben superar los trabajadores de la red pública y que restringe la
operatividad de los servicios de emergencia.

Aunque suene ilógico, en los hospitales venezolanos no se hacen ni placas. De acuerdo


con los números revelados por la Federación Médica Venezolana, en los centros de salud
pública hay una paralización de equipos que supera el 85%, los equipos de rayos X están
dañados en 51% de los centros asistenciales del país, mientras que 95% de los tomógrafos
están inoperativos.

La formación de recursos humanos para el área de la salud es fundamental para


garantizar una población sana capaz de luchar por su propio desarrollo. En ella deben
participar además del Estado, las comunidades, los profesionales del área de la salud,
sociedades académicas y científicas involucradas. En este momento todos los centros
asistenciales se encuentran en total colapso, el país que una vez conto con los mejores
profesionales en el área de la salud y la mejor atención hospitalaria, hoy carece de ella.

LA FALTA DE SUMINISTRO DE AGUA

El agua es un recurso fundamental en la vida de los seres humanos, siendo


transcendental en su salud, alimentación e higiene personal, esto quiere decir que es un
elemento beneficioso para llevar una vida saludable, por lo tanto, la falta de este suministro
podría traer repercusiones negativas muy notorias.

Ante la pandemia actual del COVID-19, el agua es necesaria para el cumplimiento de las
medidas higiénicas y sanitarias indicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
sin embargo, en Venezuela la falta de este recurso ha dificultado el cumplimiento de estos
lineamientos, es decir, es casi imposible lavarse las manos constantemente, lavar la ropa,
bañarse, entre otros procedimientos a seguir que involucra el vital líquido. Esto es alarmante
porque al no poder llevar a cabo estas medidas aumenta las posibilidades de contagio
existentes, dejando a la población venezolana cada vez más expuesta al infame virus.

Gran cantidad de la población venezolana manifiesta no haber contado con este servicio
durante días, semanas o incluso meses, lo que lleva a diversas comunidades a optar por
cisternas de agua, sin embargo el costo de las mismas es algo elevado, por lo tanto no es
accesible para gran parte de la población. "Pasamos hasta un mes sin servicio, y cuando llega viene con
poca presión y no se llenan los tanques. El agua huele mal, es de color marrón; cuando la hervimos quedan
sedimentos en la olla. Con esto de la cuarentena ha sido peor, ya no sabemos cuándo tendremos servicio, y nos

dicen que nos lavemos las manos para evitar el contagio de coronavirus" explica María, una habitante de la
capital del país a DW, una plataforma digital.

Los hospitales y clínicas también se han visto afectados por esta situación, lo que hace
que tanto las instalaciones como el personal médico no puedan mantenerse en constante
higiene y que los pacientes no puedan recibir la atención adecuada. "Tenemos dificultades con el

suministro de agua en algunos de los establecimientos de salud" , afirmó el ministro de Salud, Carlos
Alvarado.

Cabe destacar, que no solo la falta de suministro de agua es un problema, sino que
también, cuando llega la misma a los hogares venezolanos, esta se encuentra en estado de
insalubridad total, lo que podría generar no sólo un mayor índice de contagios por COVID-
19, sino que también trae como consecuencia el surgimiento de otras infecciones o
enfermedades.

PROLIFERACIÓN DE OTRAS ENFERMEDADES EN PLENA PANDEMIA

Los últimos seis meses del 2020 se han visto tensos para los centros hospitalarios y el
personal que allí trabaja, todo este descontento proviene de la falta de atención que se les
ofrece a pacientes con enfermedades como chikungunya, escabiosis, VIH, tuberculosis,
malaria, difteria, sarampión, entre muchas otras. Las dos últimas infecciones volvieron
porque el Estado no pudo mantener en óptimas condiciones las jornadas de vacunación en
más del 95% de todo el país, causando así el incremento de personas afectadas.

En Venezuela más allá del virus COVID-19 existe una crisis sanitaria, una escasez de
medicamentos y una inflación que afecta cada día a personas dependientes de tratamiento
que ya en Venezuela se les hace imposible obtener, dejando una única opción que los
obliga a emigrar para conseguir más posibilidades de vida.
La red Defendamos la Epidemiologia Nacional denunció que este año hay una cantidad
de 13.000 casos de tuberculosis, del cual el 60% se encuentran en las cárceles del país,
provocando que las familias de los detenidos manifiesten y pidan al Estado ofrecer una
buena alimentación, una desinfección de las celdas y recursos de protección para la salud y
de esta forma disminuir el número de contagiados, que entre los meses de mayo y abril han
fallecido a causa de tuberculosis y desnutrición.

Por otro lado, el brote de difteria que comenzó en Venezuela en julio de 2016 aún sigue
activo en el país, en 2019 se registraron casos en todas las edades, pero la tasa de letalidad
más alta de ese año la tuvo un grupo de 5 a 9 años de edad, seguida por el grupo de 1 año y
el grupo de personas entre los 40 y 49 años, la difteria usualmente afecta a las amígdalas,
garganta, nariz y vías respiratorias. Además, produce una toxina que al entrar en el torrente
sanguíneo afecta a otros órganos como los riñones, el cerebro y el corazón .Este año se
generaron 25 casos sospechosos durante las primeras cinco semanas de 2020, según el
último boletín de la Organización Panamericana de la Salud.

En el caso del dengue se han reportado 2582 casos en el mes de marzo y esto es debido
a la poca atención que se les ofrece a estos pacientes y a la carencia de un diagnostico
precoz. Esta enfermedad se transmite por la picadura de un mosquito infectado con uno de
los cuatro serotipos del virus del dengue: Aedes aegypti y se reproduce en cualquier
recipiente artificial o natural que contenga agua; los síntomas de la enfermedad son fiebre,
fuertes dolores de cabeza y abdominales, vómitos persistentes y sangrado de mucosas. El
tratamiento de esta enfermedad no es costoso, pero en países como Venezuela donde no
hay insumos médicos y la salud pública es inestable, padecer de dengue podría aumentar el
riesgo de muerte.

"Según las investigaciones deberíamos tener el dengue en agosto, con el período de lluvias, cuando el
mosquito puede colonizar en las matas, pero cuando usted le brinda al mosquito un hábitat para todo el año… lo va

a tener consigo todo el año", asegura la bióloga María Eugenia y profesora investigadora en el
Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Facultad de Ciencias de la Universidad
Central de Venezuela.

Las enfermedades enunciadas, afectan de manera directa a todos los ciudadanos y


principalmente afectan la vida de las mujeres embarazadas, ya que corren el riesgo de
contagiarse y a su vez afectar la vida que se encuentra en su vientre. En el mes de abril
anunciaron casos de mujeres con COVID-19 en los estados Barinas y Aragua y fueron
enviadas a permanecer en cuarentena cumpliendo con todos los métodos de seguridad para
resguardar su vida y la de su bebé.
FALTA DE INFORMACIÓN EPIDEMIOLÓGICA VERAZ

Un factor de gran importancia en un país son sus datos epidemiológicos para poder
determinar la gravedad en la que se encuentran sus habitantes en cuanto a la salud, algo
que en Venezuela, desde aproximadamente el año 2015, ha sido una información censurada
por las autoridades. Esto ha generado incertidumbre en los venezolanos con respecto a la
salud pública de la región y a qué nivel de peligro pueden estar.

Esta situación se ha visto reflejada actualmente con la pandemia del COVID-19, ya que
se ha puesto en dudas al gobierno venezolano por la cantidad de cifras oficiales que han
revelado, debido a que sus países fronterizos como Colombia y Brasil poseen una cantidad
de contagios exorbitante a comparación de Venezuela, por ende no hay mucha coherencia.
También hay que tomar en consideración que la crisis humanitaria en Venezuela va
ascendiendo cada día.

Una de las grandes razones que ocasionan estas dudas es la falta de información veraz
en cuanto al número de pruebas que se han realizado en el país, así como también la
efectividad de las mismas. El presidente Nicolás Maduro afirma que se han realizado
697.691 pruebas en total para detectar el COVID-19 hasta el 21 de mayo (con poca o nula
evidencia) y a su vez la ONU (Organización de las Naciones Unidas) manifiesta que de esta
cifra sólo se han realizado 16.577 pruebas de PCR en el país, siendo aplicadas en su
mayoría los test rápidos, los cuales no son tan efectivos ni confiables como las pruebas de
PCR. “La Organización Mundial de la Salud recomienda no utilizar pruebas rápidas para detectar el covid-19 ya

que éstas podrían dar resultados falsos y exponer a la ciudadanía al virus” reveló Juan Guaidó. Además,
sólo las autoridades tienen el poder de realizar las pruebas de detección mientras que a los
entes privados se le han prohibido el suministro de las mismas y han omitido sus resultados.

Todos estos factores traen como consecuencia el hecho de que las personas no estén al
tanto de la verdadera magnitud de contagios que pueden existir en el país, lo que conlleva a
que las mismas no tomen correctamente las medidas de prevención necesarias ocasionando
la vulnerabilidad de la población, lo que aumentaría en gran cantidad el número de casos de
COVID-19 en Venezuela causando un impacto en la salud de los venezolanos.

Cabe destacar, que el presidente el pasado mes de marzo difundió a través de la


plataforma Twitter unos artículos realizados por un científico y nanotecnólogo venezolano
llamado Sirio Quintero, quien afirmó tener una “cura” para el COVID-19: “El destacado científico
venezolano, Sirio Quintero, me hizo llegar 3 interesantes artículos sobre el Coronavirus y me ha dado su permiso
para compartirlos con el pueblo venezolano. Aquí se los dejo” tuiteó el mandatario Nicolás Maduro junto
a unos 3 archivos en PDF. Sin embargo, tiempo después, Twitter lo eliminó de su plataforma
debido a que a pesar de que hay posibilidad de que este tipo de remedios alivie de manera
leve los síntomas, no cura la enfermedad del todo, por lo tanto, publicar este tipo de
información es exponencialmente peligroso no sólo para la población venezolana sino a nivel
mundial creando falsas expectativas y mayor desinformación.

LA OPINIÓN DE LA CIUDADANÍA CON RESPECTO A LOS ELEVADOS COSTOS DE


LOS PRODUCTOS SANITARIOS EN TIEMPOS DE LA CUARENTENA POR EL COVID-19.

Si bien es un hecho que la pandemia por el virus COVID-19 ha traído consigo infinidades
de problemas en el ámbito social y económico en todos los países afectados, en esta
oportunidad se verá como ha incrementado el costo de los implementos de higiene personal
tales como las mascarillas, el gel antibacterial, guantes, alcohol y desinfectantes para
objetos y superficies y la manera en que puede afectar en la salud de los venezolanos.

La histeria que se ha desencadenado a raíz del coronavirus, se ha traducido en un


aumento desorbitado del precio de los insumos necesarios para cumplir con la prevención.
Los ciudadanos consumidores han manifestado sus quejas a los distintos entes sanitarios
por el aumento en el precio de algunos productos tras el estado de alarma motivado a la
pandemia que existe en estos momentos; Indican que hay escasez de estos suministros en
el mercado o que hay ´´prácticas abusivas´´ con respecto a su precio, lo que conlleva a que
muchas personas no puedan seguir correctamente los lineamientos de prevención
ocasionando el posible aumento de contagios.

´´Los empresarios tienen que cobrar los precios que estaban vigentes antes de la
entrada del estado de alarma´´, demanda la sociedad civil debido a que determinados
actores del sector que revende estos materiales han optado por subir los precios y
enriquecerse a costa del miedo y de la necesidad de los ciudadanos, provocando un
problema importante en muchas familias y aumentando el riesgo en la salud pública. Por lo
tanto, es inminente que haya un control claro y fijo de los costos de las mascarillas y otros
productos sanitarios.

En Venezuela la economía de las familias se ha visto fuertemente afectada por los altos
precios de los suministros sanitarios necesarios para la prevención del virus COVID-19.
Cabe destacar que desde que comenzó la cuarentena dictada por el gobierno nacional se ha
visto un aumento del 300% en los costos de mascarillas, guantes y gel con alcohol.

En 2019, un informe sobre Venezuela de la Alta Comisionada para los Derechos


Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, citó “carencias del 60 al 100% de fármacos esenciales en
cuatro de las principales ciudades de Venezuela, incluyendo Caracas”.

Las deficiencias son consecuencias del impacto que ha tenido en el sector de la salud el
colapso económico venezolano que se inició en 2013 y que continúa en el presente.

Ante el elevado precio de los insumos sanitarios, los venezolanos han tomado la iniciativa
de fabricarlos para su uso personal o para la venta sacando provecho de un negocio en un
país donde el costo promedio de un tapabocas en farmacias oscila desde 100.000 a 420.000
bolívares, o el equivalente a entre 1,3 a 5,6 dólares. El llamado de la ciudadanía a las
autoridades es que controlen la especulación de estos productos y les coloquen precios
justos.

Sin duda alguna, en Venezuela desde hace muchos años, han surgido e incrementado
diversos conflictos siendo de gran notoriedad la crisis humanitaria, la falta de recursos y
suministros indispensables, entre otras cosas que está atravesando la región, en la que se
han visto afectados millones de venezolanos. No obstante, en estos tiempos de cuarentena
debido a la pandemia del COVID-19, es que estos problemas aumentan su gravedad, lo que
ocasiona que para muchas personas del país sea más difícil todavía sobrellevar la situación
que se vive actualmente en el mundo.

Toda esta problemática hay que tenerla en consideración y darle la suficiente importancia
debido a que está generando que se vea afectada la salud de muchos individuos
venezolanos y a su vez ocasiona la vulnerabilidad de los mismos ante el virus COVID-19, ya
que al no poseer la adecuada atención médica o no tener muy buenas condiciones de
salubridad, pueden aumentar bruscamente los contagios por el coronavirus.

Esta información es de utilidad para que las personas estén al tanto de la magnitud de las
dificultades por las que está pasando Venezuela en cuanto a la salud pública y tomen sus
precauciones, ya que se encuentran muy expuestos no sólo ante el virus sino también de
otras infecciones que se puedan presentar.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Rojas, Osman. (2019). Pacientes sufren por la falta de insumos en medio de crisis
hospitalaria. Obtenido de la página:
https://www.laprensalara.com.ve/nota/2681/2019/07/pacientes-sufren-por-la-falta-de-
insumos-en-medio-de-crisis-hospitalaria%C2%A0
 Altuve, A. (2020). Desde Venezuela: una pandemia en medio de la crisis. Obtenido
de la página de: https://saludconlupa.com/noticias/desde-venezuela-una-pandemia-
en-medio-de-la-crisis/
 Schlenker, Oscar. (2020). Venezuela se queda sin agua en medio de la crisis del
coronavirus. Obtenido de la página: https://www.dw.com/es/venezuela-se-queda-sin-
agua-en-medio-de-la-crisis-del-coronavirus/a-53564016#:~:text=En%20su
%20informe%20anual%2C%20el,agrava%20la%20crisis%20del%20servicio.
 Sarmiento, Mabel. (2020). Hasta marzo se reportaron 2582 casos de dengue.
Obtenido de la página: https://cronica.uno/hasta-marzo-se-reportaron-2582-casos-
de-dengue/?amp_markup=1
 Hernández, Osmary. (2020). ONU: Venezuela aplica solo 16.500 pruebas contra el
virus. Obtenido de la página: https://cnnespanol.cnn.com/2020/05/24/alerta-onu-
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  Pérez Valery, Jorge Luis. (2020). Las fragilidades del sistema sanitario venezolano
en medio de la pandemia del coronavirus. Obtenido de la página:
https://cnnespanol.cnn.com/2020/03/13/las-fragilidades-del-sistema-sanitario-
venezolano-en-medio-de-la-pandemia-del-coronavirus/

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