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INTRODUCCIÓN…

La construcción de los arcos se inicio en 1939 finalizando en 1941. Fue llevada a


cabo por el arquitecto Aurelio Aceves bajo órdenes del Lic. Silvano Barba Gonzaléz, en
ese entonces Gobernador constitucional del Estado; para conmemorar el cuarto Centenario
de la Fundación de Guadalajara, así
como en homenaje a los viajeros que
arribaban a la ciudad por la recién
inaugurada carretera México-Morelia-
Guadalajara, que constituía el ingreso a
la ciudad.
Los colaboradores del
Arquitecto e Ingeniero Aurelio
Aceves fueron: Arq. Constantino
Ramirez Fonseca, autor del dibujo;
Faustino Gonzales, maestro de obras
y Silvino González, Maestro cantero.

ANTECEDENTES…
Modernismo:
Una vez consolidada la idea de la nueva arquitectura nacional, los constructores
(Villagrán-Goeritz-Zonh) planean y llevan a cabo obras monumentales usando la
combinación de materiales y colores tradicionales y regionales, propios de Jalisco.
La nueva axiología: la función sigue a la forma es desarrollada a través de la
experiencia profesional de los ingenieros y arquitectos, dando como resultado espacios
mejor planeados por el ahorro del mismo con dichos elementos (concreto y acero).
Otro afecto que influyo un tanto fue la máquina lecorbusiereana haciendo de las
mentalidades tapatías modernas una “renovación” tardía, la discontinuidad tapatía se
amplía, se hace consiente, crónica.
Las obras estabilizadoras-modernas que comienzan a surgir van desde mercados,
oficinas, teatros, calles, colonias y subalternos templos en colonias populares.
Los padres de la “modernidad” tapatía serían: Arroniz, Robles Gil, Aceves Peña,
Villagrán, Navarro Branca, Goeritz, Urzúa, Barragán Morfín, etc.

Postmodernismo:
Llegó como una especie de caos ordenado, heredado del siglo XIX, de las colonias
del poniente metropolitano, desbocándose de esta forma el perenne (neo) liberal; y esa
esperada curada del problema pobreza- analfabeta se pospuso. Siendo prolongada y
volviéndolo de pasajero a cotidiano.
Lo moderno y lo regional:
La arquitectura modernista de Jalisco nace en las manos de Navarro-Aceves,
iniciando como una máscara de regionalismo tradicional muy conservador favoreciendo la
identidad tapatía y dándole calidad universal.
El modernismo se fue consolidando lentamente, transformando la estética de la
ciudad. Los arquitectos hacen lo que pueden al poniente, al oriente inician con los edificio
religiosos, después en los hospitales del seguro social, escuelas públicas y algunas privadas.

Renacimiento:
Época en que el mundo del arte occidental se llenó de elementos visuales; a través
de la arquitectura se hacían referencias a mitologías, dioses, políticos, acontecimientos, etc.
La puerta representaba a la sociedad y su gobernante, en especial las puertas en
forma de arco, llegaron a ser un símbolo necesario, una adicción fundamental de
gobernantes y gobernados,

Clásico, grecolatino y religioso:


Debido a la consolidación del nuevo estado nacionalista francés, los arquitectos
desarrollaron con mayor ímpetu sus proyectos, el siglo XIX es predominante para el
carácter ilustrado, afrancesado y totalitarista.

ESTADO DE LA CUESTIÓN…
Los arcos de Guadalajara están dedicados a la
Fundación de Guadalajara.
En la cara poniente, en la parte superior del
edificio ostenta el lema: “Guadalajara, capital
del Reino de la Nueva Galicia, fundada en este
lugar el día 14 de febrero de 1542”; en la cara
oriente de la parte superior el lema es: “una
estancia agradable es garantía de regreso”; en
el muro central: “escudo de armas concebido a la
ciudad por el emperador Carlos V el día 8 de noviembre de 1539”. Se ornamenta
además con dos escudos de armas de la ciudad, ubicados en el muro central (uno por
cada lado).

*En la puerta de ingreso, por la columna sur, funciona un Módulo de


Información turística.
*En la planta alta se encuentra una galería.
*En la azotea, la cual sirve como mirador, se encuentran dos binoculares
mediante los cuales se puede admirar gran parte de la ciudad.
En el interior podemos encontrar un mural turístico de la ciudad titulado:
“Guadalajara señorial y moderna” realizado por maestros y alumnos del Centro Municipal
de arte y cultura “Casa Colomos”. Juan José Ocegueda Serrato, José Munguía Castillo, Ana
María San Juan y José Francisco Benavides, quienes lo realizaron durante las celebraciones
del 25 aniversario de de las fiestas de Octubre de 1990 (este mural es desmontable).
El 12 de septiembre de 2001 se inauguró la iluminación de los arcos, por el
presidente municipal Fernando Garza Martínez, siendo el primer edificio en Guadalajara
con este tipo de iluminación.

PREGUNTAS…
*¿Por qué se construyeron, para qué y en qué año?
*¿Qué personas estuvieron involucradas en su realización?
*¿Cuál fue el motivo de que se construyeran en ese sitio?
*¿Qué contexto social se vivía en la época de su construcción?
*¿Cómo era Guadalajara en esos tiempos?
*¿Cuáles son las bases de su arquitectura?
*¿Qué arquitectura predominaba en la ciudad durante esa época?
*¿Por qué delfines en las fuentes?
*¿A qué se debe la utilización de cada uno de los materiales?
*¿Se han ido renovando o restaurando con el tiempo?
*¿Qué valor le brinda actualmente la ciudad?
*¿Aun siguen siendo tan significativos, como en el momento de su construcción?
*¿Qué función tienen hoy en día?

MARCO TEÓRICO…
Está investigación se encuentra basada en la tesis “ARCOS DEL CUARTO
CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE GUADALAJARA, PENSAMIENTO
TRIDIMENSIONAL RUMBO A LA MODERNIDAD” llevada a cabo por el Arq. Juan
Manuel Campa Molina (alumno del CUAAD) y dirigida por el Mtro. Arq. Carlos Correa
Seceña, Guadalajara Jalisco. México 2010. La cual me pareció muy completa, debido a que
cuenta con una investigación rica en información y referencias.
También se llevo a cabo una visita dirigida por mi maestro del curso arq. Carlos
Correa (directo de la tesis mencionada anteriormente).

HIPÓTESIS…
“Los Arcos del Cuarto Centenario de La Fundación de Guadalajara, muestran
un gran eclecticismo debido a su variedad arquitectónica. Por tal motivo
pueden ser considerados como una síntesis de la Arquitectura de la ciudad a
través de esos cuatro siglos”.

CUERPO…
Los Arcos eran anteriormente un majestuoso arco construido a base de una
estructura de hierro, coronado por el escudo de la ciudad, al pie de las fuertes columnas,
lucía farolas de tipo colonial; en el centro se leía la inscripción “GUADALAJARA” y todo
el conjunto de la circunscripción de su base se adornaba con hermosas jardineras chapeadas
con azulejos de Tlaquepaque.
Después de la estructura de fierro cedió su lugar al actual edificio con un doble arco
de 21m. de altura total.

Son de estilo neoclásico,, semejantes a los arcos del triunfo de algunas ciudades de
Europa. El exterior de los arcos está ornamentado con azulejos amarillos y azules;
cuenta con 4 fuentes ubicadas en cada uno de
los lados de sus fuertes columnas laterales
empotradas en sus respectivos nichos, los que
cobijan sendas cabezas de pescados talladas
en cantera y decoradas alrededor con
mosaicos formando figuras geométricas.
Además se pueden observar
pedestales, columnas empotradas, frisos y
cornisas, dos de las cuales presentan
balaustradas con sendos balcones.
También encontramos 7 ventanas con arquería de medio punto; a cada lado de las
ventanas, hay pedestales que sostiene un par de columnas salomónicas de orden corintio,
destacando sobre las columnas anteriores.
Existe un salón en la planta alta que sirvió de asiento en los primeros años a la
oficina de información turística del Estado, y más tarde el 18 de Marzo de 1959 se instaló la
sala de banderas colocándose las enseñas patrias de todos los países de América, siendo a
fines de la década de los 70´s cuando se trasladan las banderas al Centro de la Amistad
Internacional.

ANÁLISIS “Arcos de Guadalajara (400 años)”:


Lo estético:
Con origen común: ecléctico, neoclásico,
renacentista y grecolatino; su trascendencia
histórica-artística es más que evidente. Una ciudad
con casi quinientos años de antigüedad occidental,
requiere de una obra de arte a la altura de su
condición nacional, cultural, identidad regional y
espíritu específico.

Lo social:
Consolidan una visión cultural, los artistas hacen realidad lo intangible; han nacido
después de muchos siglos de tradición, de luchas, amores, odios y señales con
características diversas.
*Una población especial, mestiza, hispánica y católica.

Lo útil:
Responde a la gran sed: de modernidad, memoria, seguridad, tradición, expresión y
educación. Dándole mucho a la tierra generosa, la cuna de cientos de miles de tapatíos, que
somos como somos, por que nacimos y nos hicimos aquí.
La forma clásica de los arcos es una reminiscencia, un eco occidental, del cual se
rescata lo sencillo, la subalternidad; el arte, la razón, el poder científico de las élites
responde al colonialismo, lo nuestro es la dependencia, la esclavitud, la contemplación, la
pequeñez, la inocencia, la ingenuidad, etc.

Las formas:
Aurelio Aceves Peña tuvo una visión regionalista, heredo la batuta gremial de los
constructores tapatíos, consolidando de esta forma la identidad, la tipología e ideología de
la Élite.
“Dos arcos. ¿Por qué no uno pero grande? ¿doble moral? ¿bisexual? ¿el sol y la
luna? ¿el sol y la luna? ¿el cielo y la tierra? ¿ciencia y religión? ¿vida y muerte? ¿pobres y
ricos? ¿centro y región?.
Sencillo: “ida y vuelta”, dos carriles de cada lado, así nacieron los dos arcos. Lo
otro es quizás sobre interpretación.”

La obra clásica:
*Los colores, casetones, fuentes, tracerías, plantas y el lugar, son lugares que
revelan el genio del autor.
* Composición excepcional: la articulación y el equilibrio dinámico de elementos
contrapuestos.
* El panorama el cielo y el suelo hacen la tensión entre obra y lugar se integren en
armonía.
*Calidad estable. El tema: “Triunfo hispánico sobre la naturaleza; la línea que
marca continuidad es lo grecolatino”.
Autoridad:
La obra maestra arquitectónica revela una expresión absoluta a todas aquellas
fuerzas vitales que es posible absorber y encerrar en una forma constructiva.

La entrada:
Es el lenguaje simbólico, se remite al clasicismo grecolatino, relación armónica
entre rectas y curvas. La curva es especie de lo astronómico el circulo pertenece a los
astros. Los dioses clásicos fueron hijos de los astros.
En Guadalajara la deidad solar o cúpula, los arcos, el círculo y esfera tienen
este profundo significado. Los Arcos controlarán las formas posteriores en su medio
próximo: los ángulos rectos. El cuadrado, el círculo, los ejes, la división, los puntos de
entrada, la circulación. “La geometría es el lenguaje del hombre.”

La circulación:
La proyección hacia los cuatro rumbos y de “entrada-salida”, hace que se conduzca
llegada y abandono de la urbe. No hay velo que tejer, se introducía directamente a la ciudad
o se abandonaba. En el horizonte Oriente-Poniente se encarnaba el espacio Élite del
habitante privilegiado.

Volumen Centroidal:
La implantación del volumen para demarcar su orientación, hace las veces de
brújula humana que privilegia al eje Oriente-Poniente, la planta rectangular imponía el
dominio sobre el espacio.
Las vías:
*El camino más directo del centro histórico a los Arcos, parte por el eje principal.
Recorre todo el Poniente no para por ningún otro elemento significativo.
*Un segundo itinerario arranca de los Arcos de Sebastián al núcleo Arcos-Minerva.
De forma que en el sur ya hay una correspondencia hacia el valle. Este obsequia
vistas laterales. Cuando se llega a los Arcos, entonces la ruta recorre los ejes
principales.

Las fachadas cumplen con un rol especial, dar paso o salida a un recinto sublime y
cordial. También forma parte de un sistema o símbolo que incluye las avenidas y la
Minerva, relacionadas entre sí aunque son independientes,
Estás formas integran una red de volúmenes y espacios conexos, con la
particularidad de que los Arcos y la Minerva, Están definidos disyuntiva y apropiadamente,
por configuraciones expresivas.
En este entramado, los espacios fueron creados con la intención de que los edificios
ahí construidos pudieran leerse correctamente; la disposición orgánica combina las fuerzas
del lugar con necesidades prácticas para forma espacios y generar objetos arquitectónicos
que simbolicen estampas excepcionales de la vida. La jerarquía de los símbolos se hace tan
reconocible que incorpora a la bulliciosa trama urbana.
Los edificios son símbolos que representan aspectos de la vida que los habitantes
juzgan trascendentales. Con el respaldo de las obras pictóricas y escultóricas, la ciudad es
rica en formas y contenido, refleja con fidelidad el estilo de la vida y los centros de interés
que caracterizan a una sociedad en un momento de la historia.
La topografía y las vías se unen para establecer un modo que ha producido en el
transcurso del tiempo, no sólo un magnífico edificio, sino que atinaron a representar
simbólicamente:
“el foco central”: la comunicación visual es simétrica hacia el Centro Histórico y
al Poniente. Hoy es más evidente, no se perturba su espacio, se genera lo mismo en ambos
polos; de la cuadrícula a la distorsión. La identidad escenográfica es clara e intemporal, sin
barreras visuales que asfixien en menos de cuatrocientos metros.

La tensión y la armonía:
La vida de Guadalajara gravita en su hispanidad, los arcos revitalizan esa identidad
fundacional. Ese modelo de vida, lleno de sentimientos grecolatinos, de satisfacción, de
agrado pro peninsular. Los arcos son triunfales, de autoridad romana herencia
irrenunciable, el ritmo unido a los colores, la cantera, la escala, la geometría hace un eco
del modelo clasicista.

La permanencia y la armonía:
La planeación de Oriente-Poniente es para separar diacrónicamente es para separar
el carácter hispano-indigenista como ejes paralelos. Si bien ahora ya no existen las
distinciones sociales, la construcción del monumento hace las veces de “ancla del tiempo”,
lo que fue y ya no volverá.

La Forma Genérica:

La configuración lineal de origen está modulada por la función de entrada-salida de


la ciudad. Los dos arcos inicialmente cumplieron dicha función. Hoy en día solo salida, la
sensación de que les falta algo está justificada por eso.
Los transeptos tienen cometidos funcionales. La organización en planta se hace eco
de los requisitos estructurales de servicio.

Las fuerzas del lugar:


La presencia de un valle ejerce una fuerza notable. De entrada se experimenta una
gran sensación de horizontalidad, todo el año hay cielo diferente, nublado, despejado o
mixto, dan a la ciudad efectos de luz y sombra. La atmósfera de la región, se cargan aun
más con las connotaciones simbólicas que acompañan al valle.
El asentamiento monumental fue en los comienzos frontera, zona periférica, una
evasión natural del núcleo histórico, de tal modo que el valle induce esas asociaciones
nostálgicas que a menudo provoca respuestas de ensueño.

La necesidad de confirmar la tipología del poniente se manifestó de dos maneras:


las fachadas y plantas. En general se les doto de elementos historicistas en torno al origen
hispánico de la ciudad, lo urbano y religioso se comunican con un destino común. “El
esplendor del monumento yace como símbolo y poder en lo temporal.”
“Los Arcos gravitan sobre la ciudad cual inmensa sombra de mariposa tierna reciente de
crisálida;
más arriba, descubierta y altiva la Minerva, es una suerte de nuevo escenario, donde se dan
los acontecimientos públicos. Los Arcos se proyectan con solides hacia el valle como
alarido de orgullo
que las gentes sienten por su ciudad”

Los ejes axiales:


Desde la antigüedad los, la ordenación axial sentó las bases de la arquitectura axial.
El sistema organizado que predomina en el siglo XX es la simetría bilateral acompañada
por una disposición volumétrica jerarquizada
La forma como señal:
Los Arcos son la señal que ilumina el género de actividades que tienen lugar en la
zona. La circulación en ambos sentido (original) está marcada por ser el principio y final de
la ciudad. Los accesos desde la colonia siguen a diferente cota de las líneas ingreso-egreso.

La forma como símbolo:


Los dos Arcos, frontera total y simbólica entre el suelo de una colonia y su
tipología, separa el habitante del monumento. Permiten apreciar de un solo golpe de vista la
implantación del símbolo en el paisaje; la fachada presta carácter clásico al conjunto.

El eje diagonal:
La necesidad de unir los Arcos con las vías por las que se extiende, es causa de la
única interrupción que causa la serie de edificios que rodea el monumento.

Vista desde el Noroeste:


Los accesos, las vistas desde la Minerva, las salidas de los Arcos al Oriente. La
Toma o Caja de Agua, apartada en el lado sur de los Arcos, es un núcleo secundario visual
del eje diagonal que traspasa las vías. De los accesos secundarios al monumento, uno
apunta a la Caja y otro a la diagonal con López Mateos.

La doble fachada:
Estanca la sensación originada por el punto focal; la envolvente rectangular y la
simetría bilateral del monumento atestiguan la importancia de la vida urbana,

La minerva:
La fuente está colocada para relacionarse e integrarse con los Arcos. Al pie de los
Arcos la circulación permite mantener su posición vigente respecto a otras avenidas; de
forma análoga, el remate superior y la Minerva hacen otro tanto respecto a horizontes más
lejanos. Así mismo la Minerva es un objeto visual colocado a la altura media y detiene el
eje principal de los Arcos.
Los focos son lugares en donde se concentra el tráfico y convergen los ejes en
simetría, está convergencia subraya la configuración en abanico del espacio y contribuye a
unificar las vías.

CONCLUSIÓN…
Después de haber realizado esta investigación puedo decir que los arcos de
Guadalajara son y seguirán siendo un gran icono de esta ciudad. En ellos se pueden
encontrar todas las etapas de la arquitectura de Guadalajara a través de esos cuatrocientos
años; la cual queda reflejada en sus formas, colores, elementos (como lo son las columnas,
el arco de medio punto, sus ventanas, etc.) así también en sus materiales (en su mayoría
regionales).
Está construcción nos permite retornarnos a una Guadalajara antigua, de igual forma
pude leer el contexto social que se vivía en esos años, de lo cual percate que existió una
importante influencia afrancesada en cuanto a la construcción.

Uno de los elementos que llamó más mi atención fueron las fuentes, así como los
balcones que encontramos en el segundo nivel. Al estar situada en esta parte percibí un
sentimiento de tranquilidad y ala ves de grandeza, ya que es un sitio silencioso desde el
cual se puede observar y admirar gran parte de la ciudad. Para mi estos dos espacios
podrían resultar un lugar agradable para pasar un largo rato manteniendo una conversación
(cultural) ya que tienes una buena demostración de variables sitios importantes y
representativos de la ciudad.
Al subir a le azotea se presentan sentimientos distintos, y en particular me resultan
más confortables los balcones, aunque debo reconocer que la vista desde este sitio es mejor
que en los anteriores, ya que cuenta con un panorama libre de barreras, puesto que está a la
altura o un poco más alto respecto a los edificios que lo rodean,

Me quedo con una experiencia muy agradable respecto a este sitio, tanto en la
investigación, como en la visita a este lugar, realmente es un edificio que siempre llamo mi
atención, pero al nunca me había dado el tiempo de ingresar.

Por último creo que la hipótesis queda confirmada…


“Los Arcos del Cuarto Centenario de La Fundación de Guadalajara, muestran
un gran eclecticismo en cuanto a su arquitectura. Permitiéndonos de esta
forma tener un conocimiento de las influencias presentes, así como de los
elementos más sobresaliente de la arquitectura de la ciudad durante aquellos
tiempos”

Otra cosa que me gustaría mencionar por ultimo es que desde mi punto
de vista: todo edificio-arquitectura es un libro, ya que gracias a sus
características (materiales, componentes, colores, formas, etc.) puedes saber
en qué parte de la historia se encuentra ubicado, permitiendo de esta forma
conocer rasgos característicos de la época.

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