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Introducción
El primer contacto que tiene el niño con el mundo exterior es apreciado por medio
de las sensaciones y es, la expresión auditiva, la primera en propiciarle vivencias
del mundo que lo rodea.
Estas sensaciones auditivas y la capacidad que posee el niño para diferenciar las
sensaciones agradables y desagradables que conforman su mundo emocional
permiten la adquisición y el desarrollo de la musicalidad sobre todo en al primera
infancia. Es pues, en esta edad tarea de la madre y del docente.
Por otra parte, la Expresión Corporal definida como el lenguaje del cuerpo o
manifestación de la totalidad de la persona, la cual consta de posibilidades de
movimiento y quietud, de gestos y ademanes, postura y desplazamientos
organizados en secuencias significativas, en el tiempo y espacio, se incorpora a
las actividades del Jardín de Niños con la finalidad de promover la comunicación y
expresión en el niño, contribuyendo con ello al desarrollo de su personalidad.
Es por ello, que las Actividades de Educación Musical y Corporal que se realicen
en Educación Preescolar, deberán respetar la naturaleza del niño, sus
posibilidades personales, cultivarlo y encauzarlo, aprovechando las características
propias de su edad, tales como: su necesidad de movimiento, su placer y
necesidad de emitir y repetir sonidos, su deseo y necesidad de comunicarse, el
enriquecimiento de sus ideas y vocabulario, de gozar plenamente su juego e imitar
cuando ve y escucha a su alrededor, como recurso de desarrollo y para estimular
la creatividad.
• La expresión y la comunicación.
• El lenguaje que posibilita el conocimiento del mundo, de sí mismo y de los
demás.
• El desarrollo del individuo como ser creativo.
Para esta autora las experiencias de Expresión Musical se basan en dos formas
de contactarse con la música: la audición y la producción musical.
El Canto
Un aspecto a tener en cuenta, es que las canciones que el niño deba reproducir
con su voz tienen que aparecer en la tesitura acorde con su registro. Este registro
se encuentra comprendido en el equivalente a las voces femeninas.
Otro recurso que se puede incluir en las actividades de canto son las rimas,
ambas permiten al niño aprender a estructurar frases, a utilizar con propiedad las
palabras y comprender su significado, además de enriquecerse del conocimiento
acerca del mundo que lo rodea.
Algunos de los propósitos (SEC, 2001:53) que se pretenden lograr con el canto en
el Jardín de Niños son:
El canto es una expresión artística por medio de la cual introduce al niño al mundo
de la música, además de ser un excelente medio pedagógico.
En este sentido, el canto por su riqueza musical y lúdica tienen las siguientes
características en el Jardín de Niños:
El niño al llegar al Jardín de Niños trae consigo experiencias sonoras, es por eso,
que la función del docente será el de proporcionar actividades que las
enriquezcan.
Por lo que es importante considerara algunos de los aspectos que debe tener en
cuenta el docente como, respetar la tesitura de la voz del niño, procurar cantar
con afinación correcta y voz agradable, natural y relajada y hacer del canto
momentos de esparcimiento y alegría.
El Ritmo
Por lo tanto, los contenidos para el trabajo del ritmo en Jardín de Niños serán
principalmente: el pulso y el acento.
Uno de los propósitos del trabajo del ritmo, es que el niño explore las posibilidades
rítmicas de su cuerpo y el mundo exterior, mediante la utilización de los diferentes
elementos del ritmo.
Sin embargo cabe señalar, que las actividades de ritmo deberán ser enfocadas en
un primer momento a que el niño descubra el ritmo en sí mismo y en el entorno, y
después al trabajo de los elementos del ritmo.
Los propósitos (García Conde & Col., 1977:19) que se pretenden lograr con las
actividades de ritmo en el Jardín de Niños son:
Por otra parte, los instrumentos musicales (SEC, 2001: 30) son objetos creados
para emitir sonido, los cuales proporciona a los niños la posibilidad de manipular,
experimentar y descubrir sus sonidos, así como crear y enriquecer formas de
expresión musical y con ello disfrutar la música.
Los instrumentos musicales pueden ser de naturaleza variada, desde los más
simples recolectados en el entorno: semillas, ramas, piedras, hojas secas, etc.,
objetos de uso cotidiano: cucharas, botellas, cajas, etc., hasta los más
convencionales: triángulo, pandero, tecomates, etc., lo más importante aquí es
poner en juego el potencial creativo y la capacidad para aprovechar los recursos
de la región en su elaboración.
Algunos de los propósitos (García Conde, 1977:33) que se logran con el uso de
los instrumentos musicales en el Jardín de Niños son:
Con todo ello y como ya se comentó anteriormente los niños podrán reproducir,
producir e interpretar a través de acompañar sus cantos, rimas y versos, algún
trozo de música grabada o ejecutada en piano u otro instrumento y sus
movimientos corporales y danzas.
Por último, se recomienda que el docente junto con los niños seleccione la música
y los instrumentos musicales a utilizar por familias, es decir; que se organicen los
instrumentos de acuerdo al material de que estén construidos. Si estas familias de
timbre diferente se combinan, se lograrán efectos de gran contraste y de sonido
agradable.
La Expresión Corporal en el Jardín de Niños
La Expresión Corporal (Stockoe & Harf, 1998: 13) es una conducta espontánea
desde siempre, es un lenguaje por medio del cual el ser humano expresa
sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos con su cuerpo,
integrándolo de esta manera a sus otros lenguajes expresivos como el habla, el
dibujo y la escritura.
La expresión por medio del gesto es natural en el niño desde los primeros
momentos de su vida, por ejemplo, el niño manifiesta tener frío encogiéndose,
igual que expresa el calor moviéndose. Otros estados de ánimo como el dolor, la
alegría, el miedo, etc., se expresan con más problemática interpretación, pero rara
vez el gesto puede disociarse totalmente del movimiento y del sonido, lo que
afirma su naturaleza global. Es por eso, que la Expresión Corporal por su carácter
global, debe ir unida a juegos y actividades en el que el gesto resulte ser una
necesidad para el niño de completar la expresión de manera conjunta.
El niño preescolar puede expresar con su cuerpo, se mueve con soltura, traduce
en movimiento lo que no puede expresar a través de la palabra, etc. Desde este
repertorio motor, irá adquiriendo otros movimientos que le permitirán construir
muchas maneras de comunicarse y por consiguiente ir descubriendo una nueva
manera de representar la realidad.
Es por ello, que las actividades de Expresión Corporal en el Jardín de Niños deben
ser orientadas hacia:
EL Juego
El juego en los niños preescolares (SEC, 2001: 62) tiene como rasgo
característico la preocupación progresiva por la imitación veraz de la realidad. Es,
por tanto, una actividad lúdica que pone en juego lo sesoriomotor y lo intelectual al
mismo tiempo.
Las actividades que el docente sugiere a los niños por lo general tienen una
tendencia lúdica, ya que es a través de este, que logra interesarlo e involucrarlo
física y emocionalmente en los juegos y actividades del aula.
Del mismo modo, se sugiere que las actividades de Expresión Musical y Corporal
transmitan de forma viva el lenguaje musical, escuchando música y produciéndola,
dando la oportunidad al niño de conocerse a sí mismo para organizar sus
conceptos de percepción, manejar sus experiencias afectivas y expresar
sensaciones, sentimientos y emociones que le permitan comunicarse consigo
mismo y con los demás por medio del movimiento, empleando sus tres elementos:
espacio, tiempo y dinámica del movimiento.
Referencias Bibliográficas