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Estos son los 20 mejores

descubrimientos científicos de
la década
En la década de 2010 se han producido hallazgos increíbles y
logros importantes. Estos son nuestros favoritos.

La detección de las primeras ondas


gravitacionales
En 1916, Albert Einstein propuso que cuando se aceleran objetos con masa
suficiente, a veces pueden generar ondas que se desplazan por el tejido del
espacio y el tiempo como las olas en la superficie de un estanque. Aunque más
adelante Einstein dudó de su existencia, estos pliegues espaciotemporales —
denominados ondas gravitacionales— son una predicción fundamental de la
relatividad y su búsqueda ha cautivado a los investigadores durante décadas.
En los años 70 aparecieron pistas sugerentes de la existencia de las ondas,
pero nadie logró detectarlas de forma directa hasta 2015, cuando el
observatorio LIGO de Estados Unidos sintió el temblor de la colisión distante de
dos agujeros negros. El descubrimiento, anunciado en 2016, abrió las puertas a
una nueva forma de «escuchar» el cosmos.
En 2017, LIGO y el observatorio europeo Virgo sintieron otro conjunto de
temblores, esta vez provocados por la colisión de dos objetos ultradensos
denominados estrellas de neutrones. Telescopios de todo el mundo observaron
la explosión, lo que convirtió el fenómeno en el primero observado en ondas
gravitacionales y de luz. Estos datos históricos han proporcionado a los
científicos una perspectiva sin precedentes del funcionamiento de la gravedad
y de la formación de elementos como el oro y la plata.

La reorganización del árbol familiar humano


Aunque es primitivo en ciertos aspectos, la cara, el cráneo y los dientes (que
vemos en esta reconstrucción) muestran rasgos modernos que justifican la
colocación del H. naledi en el género Homo. El artista John Gurche pasó casi
700 horas reconstruyendo la cabeza a partir de escáneres del hueso
empleando pelaje de oso para el pelo.
En esta década hemos presenciado muchos avances en la comprensión de
nuestros orígenes con nuevas dataciones de fósiles ya identificados, cráneos
fosilizados completos y la incorporación de nuevas ramas al árbol familiar. En
2010, el explorador de National Geographic Lee Berger desveló un antepasado
distante llamado Australopithecus sediba. Cinco años después, anunció que el
conjunto de cuevas de la Cuna de la Humanidad, en Sudáfrica, contenía los
fósiles de una nueva especie: el Homo naledi, un homínido cuya anatomía se
parece a la de un humano moderno y a la de parientes mucho más antiguos.
Un estudio posterior también reveló que el H. naledi es sorprendentemente
reciente: habría vivido entre hace 236 000 y 335 000 años.
En Asia también se han producido descubrimientos importantes. En 2010, un
equipo anunció que el ADN extraído de un hueso de meñique siberiano no se
parecía al de ningún humano moderno. Se trataba de la primera prueba de un
linaje misterioso: el de los denisovanos. En 2018, se hallaron herramientas de
piedra de 2,1 millones de años en un yacimiento chino, lo que confirmó que los
fabricantes de herramientas llegaron a Asia cientos de miles de años antes de
lo pensado. En 2019, investigadores de Filipinas desvelaron los fósiles
del Homo luzonensis, un nuevo tipo de homínido similar al Homo floresiensis,
el «hobbit» de Flores. En Célebes, el descubrimiento de herramientas de piedra
que son anteriores a la llegada de los humanos modernos sugiere la presencia
de un tercer homínido isleño en el Sudeste Asiático.

El descubrimiento de miles de exoplanetas


El conocimiento humano de los planetas que orbitan estrellas distantes dio un
gran salto en la década de 2010, en gran medida gracias al telescopio espacial
Kepler de la NASA. Entre 2009 y 2018, Kepler detectó más de 2700
exoplanetas confirmados, más de la mitad del total actual. Entre los grandes
éxitos de Kepler figura el primer exoplaneta rocoso confirmado. Su
sucesor, TESS, que se puso en marcha en 2018, ha empezado a escudriñar el
firmamento y ya ha confirmado 34 exoplanetas.
También se han puesto en marcha reconocimientos desde la Tierra. En 2017,
un equipo de investigadores anunció el descubrimiento de TRAPPIST-1, un
sistema estelar a solo 39 años luz que alberga siete planetas del tamaño de la
Tierra, la mayor cantidad hallada en una estrella que no es el Sol. Un año
antes, el proyecto Pale Red Dot anunció el hallazgo de Proxima b, un planeta
del tamaño de la Tierra que orbita Próxima Centauri, la estrella más cercana al
Sol a solo 4,25 años luz.
La revelación de arte primitivo

Un trabajador mide los anillos de piedra de la cueva de Bruniquel (Francia),


que podrían haber sido obra de neandertales.

Descubrimientos de todo el mundo han respaldado la teoría de que el arte —o


al menos los garabatos— es un fenómeno más antiguo y global de lo pensado.
En 2014, un equipo de investigadores demostró que las impresiones de manos
y el dibujo de un «puerco ciervo» en la cueva de Maros (Célebes) tenían al
menos 39 000 años, una antigüedad similar a la de las pinturas rupestres más
antiguas de Europa. En 2018, se anunció el descubrimiento de arte rupestre de
entre 40 000 y 52 000 años en Borneo, lo que pospone los orígenes de la
pintura figurativa. Y en 2018, un fragmento de ocre con rayas entrecruzadas
hallado en Sudáfrica y que data de hace 73 000 años podría ser el dibujo más
antiguo del mundo.
Otros hallazgos polémicos avivaron el debate sobre las capacidades artísticas
de los neandertales. En 2018 se descubrieron pigmentos y conchas marinas
perforadas en la cueva de los Aviones (Cartagena) con una antigüedad de
115 000 años, cuando solo los neandertales vivían en Europa. Ese mismo año,
otro estudio afirmó que algunas de las pinturas rupestres de España tienen
65 000 años de antigüedad. Muchos especialistas en arte rupestre han
cuestionado el hallazgo, pero si se sostiene, podría ser la primera evidencia de
arte rupestre neandertal. En 2016, un equipo de investigadores anunció que
una cueva francesa contenía raros círculos de estalagmitas colocadas hace
unos 176 000 años. Si no son obra de osos cavernarios, la antigüedad de los
círculos apunta a que son obra de los neandertales.

Nuevas vías por el sistema solar

V E R GA L E RÍA
En julio de 2015, la sonda New Horizons de la NASA cumplió su misión de una
década: visitar el gélido Plutón y enviar las primeras imágenes de la variada
superficie del planeta enano. El día de Año Nuevo de 2019, la New Horizons
realizó el sobrevuelo más distante que se ha intentado jamás cuando sacó
las primeras fotografías del objeto helado Arrokoth, un resto primigenio de la
infancia del sistema solar.
En 2011 y más cerca de casa, la sonda Dawn de la NASA llegó a Vesta, el
segundo objeto más grande del cinturón de asteroides. Tras cartografiar aquel
mundo, la Dawn partió para orbitar el planeta enano Ceres —el mayor objeto
del cinturón de asteroides—, convirtiéndose en la primera misión que ha
orbitado un planeta enano y la primera que ha orbitado dos cuerpos
extraterrestres distintos. Hacia el final de la década, la OSIRIS-REx de la NASA
y la Hayabusa2 de la JAXA visitaron los asteroides Bennu y Ryugu,
respectivamente, con el objetivo de llevar muestras a la Tierra.

La ampliación de las fronteras reproductivas

Gracias a la edición genética, dos madres ratón han tenido esta cría. Ahora
ha alcanzado la edad adulta y tiene sus propias crías.
En 2016, un equipo de médicos anunció el nacimiento de un «bebé con tres
progenitores» a partir del esperma del padre, el núcleo celular de la madre y el
óvulo de una persona donante al que extrajeron el núcleo. La terapia —que
sigue suscitando polémicas éticas— está destinada a corregir las
enfermedades de las mitocondrias maternas. Un estudio de 2018 creó los
precursores del esperma o los óvulos humanos a partir de células cutáneas y
sanguíneas reprogramadas, mientras que otro demostró que la edición
genética permitía que dos ratones del mismo sexo concibieran crías. En 2018,
un equipo de científicos chinos anunció el nacimiento de dos macacos
clonados, la primera vez que se clona un primate mediante la técnica empleada
con la oveja Dolly. Aunque los investigadores reconocen que no se utilizará esa
técnica en humanos, es posible que funcione con otros primates, nosotros
incluidos.
La detección del bosón de Higgs

Un bosón de Higgs surge de una colisión de protones en una ilustración.


¿Cómo obtiene masa la materia? En las décadas de 1960 y 1970, físicos como
Peter Higgs y François Englert propusieron una solución en forma de un campo
de energía novedoso que impregna el universo, denominado campo de Higgs.
El campo teórico incluía una partícula fundamental vinculada, denominada
bosón de Higgs. En julio de 2012, décadas de busca llegaron a su fin cuando
dos equipos del Gran Colisionador de Hadrones del CERN anunciaron la
detección del bosón de Higgs. El descubrimiento proporcionó la última pieza
que faltaba en el Modelo Estándar, una teoría de gran éxito —aunque
incompleta— que describe tres de las cuatro fuerzas fundamentales de la física
y todas las partículas elementales conocidas.
fosilizada.

El descubrimiento de los elementos básicos de la


vida en otros mundos
En los últimos diez años, las misiones espaciales nos han proporcionado una
perspectiva más sofisticada de las moléculas orgánicas con base de carbono
de otros mundos, los ingredientes necesarios para la vida tal y como la
conocemos. La misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea orbitó y aterrizó
en el cometa 67P Churyumov–Gerasimenko. Gracias a los datos que recopiló
entre 2014 y 2016, pudimos examinar de cerca las materias primas que
habrían traído a la Tierra los antiguos impactos. Antes de que la sonda Cassini
de la NASA muriera en 2017, confirmó que las columnas acuosas de la luna
Encélado de Saturno contienen grandes moléculas orgánicas, una pista de que
alberga los ingredientes necesarios para la vida. Y en 2018, la NASA anunció
que su róver Curiosity había hallado compuestos orgánicos en Marte, así como
ciclos estacionales en los niveles de metano atmosférico del planeta.

El descubrimiento —y redescubrimiento— de
especies
Los biólogos modernos identifican nuevas especies a un ritmo de vértigo:
nombran una media de 18 000 nuevas especies cada año. En la última década,
los científicos han descrito varias especies de mamíferos carismáticos por
primera vez, como el mono sin nariz de Birmania, la rata gigante de Vangunu y
el olinguito, el primer nuevo carnívoro del hemisferio occidental descubierto
desde finales de los 70. También han aumentado las filas de otros grupos de
animales con la descripción de peces con «manos», ranas más pequeñas que
un céntimo de euro y una salamandra gigante en Florida, entre otras nuevas
especies. Asimismo, se redescubrieron algunos animales que llevaban años
desaparecidos, como el saola vietnamita y el pika de Ilí chino.
Pero junto a estos hallazgos, también se ha escrutado el ritmo exponencial de
las extinciones modernas. En 2019, los científicos advirtieron que un cuarto de
los grupos de plantas y animales se encuentran en peligro de extinción, lo que
sugiere que hasta un millón de especies —tanto conocidas como desconocidas
— se encuentran en riesgo de desaparecer, algunas en cuestión de décadas.

El comienzo de una nueva era en el vuelo


espacial
La década de 2010 ha sido un periodo de transición fundamental para el vuelo
espacial, conforme el acceso a la órbita baja terrestre y más allá se convertía
en una empresa global y comercial. En 2011, China puso en órbita su primer
laboratorio espacial, Tiangong-1. En 2014, la misión india Mars Orbiter llegó al
planeta rojo y la India se convirtió en el primer país que ha logrado llegar a
Marte en su primer intento. En 2019, la ONG israelí SpaceIL intentó el primer
alunizaje con financiación privada y la misión china Chang’e-4 llevó a cabo
el primer alunizaje suave en la cara oculta de la Luna. También aumentó la
diversidad del cuerpo de astronautas: Tim Peake se convirtió en el primer
astronauta británico profesional, Aidyn Aimbetov se convirtió en el primer
cosmonauta kazajo postsoviético y los Emiratos Árabes Unidos y Dinamarca
enviaron a sus primeros astronautas al espacio. Es más, las astronautas de la
NASA Jessica Meir y Christina Koch llevaron a cabo el primer paseo espacial
de solo mujeres.
En Estados Unidos, tras el lanzamiento de la última misión del transbordador
espacial en 2011, las empresas privadas empezaron a llenar ese vacío. En
2012, SpaceX lanzó la primera misión comercial de reabastecimiento a la EEI y
en 2015, Blue Origin y SpaceX se convirtieron en las primeras empresas en
lanzar con éxito cohetes reutilizables al espacio y devolverlos a la Tierra, un
avance hacia lanzamientos más baratos a la órbita baja terrestre.

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