Vous êtes sur la page 1sur 3

Diatriba de Amor frente a un hombre sentado.

Título y argumento.
Haciendo mención al título “diatriba”, es “un discurso violento e injurioso contra
una persona”. El destinatario (contra el cual se realiza la
diatriba) es el esposo de Graciela, un hombre que por la actitud que asume se muestra
como un interlocutor vacío, sin voz, en el que no hay respuesta a los reclamos, ni cambio
de actitud. Es un “monólogo en un solo acto”

Estructura y Forma
Publicada en 1987, esta obra constituye la única pieza de teatro escrita por el novelista
colombiano. En Colombia fue estrenada el 23 de marzo de 1994 en el marco del IV
Festival Iberoamericano de teatro. Sus protagonistas son una pareja de ricos que llevan
veinticinco años de casados y que tienen los problemas típicos de un matrimonio infeliz.
Es un drama burgués: su lenguaje es sencillo, se basa en el sentimentalismo y la
idiosincrasia, está centrado en la psicología de los personajes, y aborda temas como el
adulterio y el desamor. Formalmente tiene elementos vanguardistas, como mezclas de
lugares y de tiempos e interpelaciones al público.
Psicología y aspecto Educativo
Se observa un paralelismo entre el ascenso social y la evolución del desamor. Para ella,
“nada se parece tanto al infierno como un matrimonio feliz”.García Márquez presenta
un antagonismo entre el amor y la riqueza, y una afinidad entre la pobreza y el amor.
Cuando eran pobres, Graciela y su marido se amaban. Graciela exclama: “¡Qué felices
éramos, Dios mío!”, por el contrario, el bienestar económico del presente va ligado a la
infelicidad con un sentimiento de insatisfacción.
En Diatriba de amor contra un hombre sentado hay una deconstrucción del
rol femenino. Graciela hace una evaluación de su historia personal y renuncia a su papel
como esposa, rescata su yo para obtener una vida mejor y más digna. Es una mujer que
en su discurso indignado e injurioso desafía la sociedad y la ley que establece el deber
ser de la mujer. Es un personaje que desenmascara los códigos y las pautas culturales
que regulan las formas de asumir y construir lo femenino, busca romper la relación señor
y sierva que atraviesa la relación. En su discurso, Graciela expone sus rasgos
psicológicos y vivencias personales cuyo común denominador es la frustración en su
matrimonio.
El desenlace es simple y esperado: una noche, al llegar de una fiesta, Graciela toma
consciencia de su triste situación y al final decide abandonarlo todo para comenzar una
nueva vida sin su marido, pero para llegar a esto Graciela necesita volver al principio,
recorre en voz alta, siempre con él, sin él; lo que ha sido su vida de casada, tolerando el
sufrimiento por la falta del amor del hombre que le ha procurado todo, pero le ha quitado
el amor. El Fin de Graciela es Recuperar una libertad exenta de ataduras, necesidades,
dependencias. Decirle al hombre, siempre ausente, todo lo que no está dispuesta a repetir
para continuar su camino, sola.

Es notable que Graciela a pesar del deterioro que acompaña el paso de los años, de la
pérdida de su juventud, del miedo a la soledad, rompe con su pasado personal ("a la
mierda el pasado") se decide a recomenzar, y crear su propio camino: "me voy como
vine, con una mano adelante y otra atrás, y sin perros que me ladren... harta de esta
suerte mezquina que me ha dado todo menos el amor".
La "Diatriba de amor contra un hombre sentado" es un desenamoramiento, un desencanto
progresivo que culmina cuando las llamas consumen el maniquí que hace las veces de su
esposo. La obra tiene una doble finalidad: Graciela no sólo renuncia a su lugar como
esposa, además de romper la ilusión que la unió a su esposo por más de veinticinco años.
en su discurso de construye los patrones culturales que determinan su ser como mujer, la
identidad de género que ella asumía.
Su monólogo prolongado es el resultado de un acto de lucidez, de una revelación, de un
cambio en su manera de entender el mundo y su papel como mujer. Graciela es una mujer
conocedora de sí misma que busca ser autónoma en sus acciones, y que pretende construir
su mundo propio y ubicarse en él según su propio arbitrio y no según los dictados ajenos

La Obra no es un Melodrama

La Obra es lo contrario al melodrama, porque en este se destacan las grandes emociones


sentimentales y la búsqueda interior de la felicidad afectiva. El amor es la única vivencia
plena que brinda sentido a la existencia de los personajes.
El amor rompe las barreras sociales y culturales, une las clases, supera las dificultades que
separan las comunidades y los sujetos. En la obra de
García Márquez el amor fracasa en su propósito, Graciela hace a un lado la
propuesta de su esposo y recupera su condición humilde y su libertad.
Graciela rompe primero con la dependencia económica y luego con la
dependencia afectiva. Renuncia a la seguridad que le da la institución del matrimonio, al
respeto y al honor que trae consigo, a la dignidad y al señorío que acompaña su condición
de esposa: "si el matrimonio no puede darme más que honor y seguridad, a la mierda".

División del discurso

Su discurso se puede dividir en dos.


La primera parte es un intento por ser oída ("a mi sí que me vas a oír"), por tener el poder
de la palabra. ------Acto de poder……pone al marido en su lugar. Hace un derroche de su
fortaleza frente a su esposo que permanece indiferente por una falsa superioridad. El tono
es irónico y enérgico, es un discurso lleno de reproches
La segunda parte: Monologo frente al espejo, es un viaje a su interior, un diálogo con su
propia imagen, una
búsqueda de su identidad que el público sigue detrás del espejo. -----Comprensión de sí
misma. Es un acto de madurez y claridad. El tono es reflexivo y nostálgico, es un relato en
el que ella reconstruye su pasado y encuentra la fortaleza para renunciar a la seguridad que
le ofrecía su matrimonio y reencontrar su ser como mujer. El relato autobiográfico que
realiza Graciela frente al espejo, no es solo el resultado de un ejercicio de sacar la vida
almacenada en lo recóndito de la memoria, es un ejercicio de autoconciencia, de ubicación,
que le permite a ella reconocer las dimensiones de su rostro y los elementos que le dan
forma a su identidad, encontrarle sentido a su conducta, a la relación entre lo que
piensa, lo que siente y lo que hace.
Vivir la vida y narrar lo vivido son dos experiencias distintas. La vida vivida
no lleva un componente de reflexión, las experiencias se acumulan sin evaluar y
sin hacer una síntesis de lo vivido. Al contrario, las vidas narradas son textos en
los cuales las personas que las narran reinterpretan sus vidas, las someten a
revisión, a exégesis, a interpretación.

Vous aimerez peut-être aussi