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Para que una polis sea buena polis debe levantarse en 3 fundamentos:
La philía, significa amistad entre ciudadanos; o sea, lo sano es que los ciudadanos de
una polis sean amigos entre sí, pero Platón dice que en su tiempo, en Atenas, los
atenienses ya no son amigos entre sí, ahora hay hostilidad y traición.
El ethos (costumbres compartidas): Una polis es una buena comunidad política
cuando los ciudadanos comparten costumbres; o sea, hay homogeneidad cultural,
pero eso está en crisis porque ha surgido un relativismo moral que trae una diversidad
ética, ahora cada grupo tiene su propia moral, sus propias costumbres y esto hace que
la unidad se vaya perdiendo. Los que antes estaban unidos por una forma de vida, se
desarticulan en diferentes formas de vida. Platón califica la diversidad como algo
negativo. Platón es conservador, por ende, busca que se mantenga viva la unidad y el
hecho de ver que surgen nuevas costumbres y diversas formas de vida será percibido
como una desintegración de la antigua unidad y lo ve como algo malo.
Nómos (leyes): Son importantes porque articulan, delimitan, ordenan la ciudad; así
que una buena polis necesita pocas leyes, pero estables y respetadas; una buena polis
no es aquella donde proliferan leyes. Y Platón decía que esto pasaba en la ciudad; en
Atenas cada día surgían un nuevo grupo de leyes; esto es un mal síntoma, porque hace
sospechar que las leyes no están siendo usadas para el bien común, sino para el bien
individual, los legisladores usan estas leyes para favorecer a grupos de interés.
No es de extrañar que Platón esbozara el mito de la caverna. Literalmente Platón creía que la
polis estaba sumergida en la oscuridad como si fuera una caverna, pensaba que la polis vivía
tiempos de oscuridad, por tanto los ciudadanos estaban alienados, pues los hacen pensar en
que deben interesarse en la gloria, la fama, la riqueza, etc.
Y ¿cómo se sale de las sombras? De manera filosófica, buscando el saber genuino. En la polis
no circula un saber genuino, sino un seudo-saber (saber de los sofistas), el saber de los poetas
que es ficticio. Y el que sale a la luz es el filósofo.
Luego, la segunda parte habla de que los humanos jamás serán felices a menos que coincidan
en una misma persona el filósofo y el político. Esto es paradójico, es la gran paradoja (opinión
que va más allá de la opinión común y corriente). La doxa del público es que los filósofos no
tienen nada que hacer en política; un ejemplo es Sócrates, que no puede articular bien las
palabras, habla raro, no habla como debe hablar un varón y mejor sería que un sofista ejerza
su defensa. Y no tiene nada que ver, porque ven a la filosofía como un juego, no es seria; pero,
quizás es lo más serio, quizás la crisis de la polis se debe a que los ciudadanos que hacen
política no piensan, no reflexionan. Platón pide que el que gobierna sea político y filósofo a la
vez, está exigiendo la unión de ambos. Porque la mentalidad común las ve como cosas
incompatibles.
--Platón propone otras paradojas como la paradoja de la mentira; él dice que los filósofos
gobernantes tienen licencia para mentir si y solo si mienten por el bien de la polis, lo cual no
significa que sean como las mentiras contemporáneas, no se trata de inventar un hecho que
no se ha dado (la pizarra es negra, cuando en realidad es blanca), sino que la mentira para
Platón es la ficción literaria, el mito; o sea, la capacidad de inventar historias que cumplen un
fin. Un ejemplo es el mito de las razas contado por Platón; según él, los humanos nacieron de
la tierra, algunos eran de oro, otros de plata, otros de bronce (materiales de la tierra); los que
son de la raza de oro son los mejores y tienen capacidades intelectuales; los de plata tienen
valor; los de bronce son físicamente fuertes; con esta historia se puede justificar que
diferentes grupos de la ciudad se conformen a diferentes actividades: si uno tiene capacidades
intelectuales, están destinados a dirigir la ciudad. Cuenta esta historia para educar al pueblo,
para asignarles un lugar; esta historia, además, los mantiene tranquilos, en su sitio y permite la
gobernabilidad.
-La paradoja del gobierno de las mujeres porque en una sociedad de impronta varonil como la
Grecia antigua, la mayoría de las mujeres estaba destinada a obedecer al hombre, no se
esperaba que participara en la política; platón piensa contra la corriente porque piensa que las
mujeres son capaces de gobernar.
-La paradoja del comunismo de los guardianes: lo más importante en una polis es la unidad,
cohesión y estabilidad; entonces con mayor razón los gobernantes deben tener un sentimiento
comunitario, deben estar orientados al bien común, no deben querer su bien personal, deben
dar su vida por la ciudad. Parte de su sacrificio implica renunciar al afecto particular: iban a
compartir las parejas, nadie tenía pareja exclusiva, todos eran de todos. ¿Por qué Platón
plantea una cosa tan rara y dificultosa? Porque él quería que era la manera de fomentar un
sentimiento comunitario y evitar el exclusivismo que lleva a que uno se interese solo por lo
suyo; entonces se trataba de combatir el individualismo y la conciencia de propiedad privada.
PENSAMIENTO PLATÓNICO:
División de la realidad:
Platón se declara hijo intelectual de Parménides, porque ha heredado de él la idea de que hay
2 tipos de realidad: la del ser y la de las simples apariencias; las apariencias corresponden a lo
sensible. Para Parménides, las apariencias eran un engaño y para Platón son una realidad de
segundo rango; para Platón son como copias de la verdadera realidad, porque lo que es
apariencia está hecho de materia, es sensible, corpóreo y material. Por tanto, está marcado
por la característica de todas las cosas corpóreas, que es la corruptibilidad; por tanto, está
sujeto a decadencia. Todo lo que pertenece al mundo sensible tendrá que decaer.
Entonces, esto es un primer rasgo del pensamiento platónico: divide la realidad en 2 planos, el
plano del verdadero ser y el plano del ser de segunda categórica, de las apariencias, de lo
sensible. Y lo sensible se va degradando, lo cual se refleja en la polis.
Radicalismo:
Pero no solo por eso es radical, porque no solo se trata de aseverar que se hace falta una
nueva educación, para una reforma educativa se necesita que el educador sea el filósofo,
porque él tiene el saber auténtico, genuino, absolutamente verdadero. El filósofo no se
conforma con una verdad a medias o mentiras como ocurre con los sofistas. La radicalidad está
en que
Platón no cree hablar por sí solo, no cree ser el único que detecta esa crisis, sino que está
acompañado por otros personajes que también manifiestan su incomodidad por la crisis. Por
ejemplo, a nivel popular, el pueblo expresa con sus narrativas la situación de decadencia.
b) El teatro crítico y conservador de Aristófanes: los poetas tienen una posición sobre la
polis y la democracia. En el caso de Aristófanes, es un conservador que está en contra
de la democracia y por eso la ridiculiza en su comedia “Las Nubes”. Ahí ataca a los
sofistas y su enseñanza. Personifica al discurso justo e injusto. Lo justo se hace injusto,
y lo injusto se hace justo. Se borran las diferencian. Aristófanes trata de demostrar la
peligrosidad de una enseñanza relativista. Entonces, el teatro también es una forma de
mostrar la decadencia; Aristófanes muestra como la polis ha decaído por obra de
malos maestros como los sofistas que relativizan. Ahora, Platón plantea la teatro-
cracia, porque, así como los hijos de la modernidad se deja impactar y seducir por los
contenidos de la televisión, el cine, etc., el hombre griego asumía como verdaderos los
contenidos del teatro.
“Esto es la tiranía, que se apodera de lo ajeno, no poco a poco, sino de un solo golpe
tanto con engaño como con violencia, trátese de lo sagrado o de lo piadoso, de lo
privado o de lo público: cuando alguien es descubierto, tras obrar injustamente en
uno solo de esos casos, es castigado y vituperado, pues los que cometen tales delitos
parciales son llamados sacrílegos, secuestradores, asaltantes, estafadores o
ladrones. Cuando alguien, en cambio, además de secuestrar las fortunas de los
ciudadanos, secuestra también a éstos, esclavizándolos, en lugar de aquellos
denigrantes calificativos es llamado ‘feliz’ y ‘bienaventurado’ no sólo por los
ciudadanos, sino por todos aquellos que se han enterado de toda la injusticia que ha
cometido”.
Gyges era un pastor que se fue a pasear y se encontró una caverna subterránea; de curioso
entró a la caverna y encontró un cuerpo de un hombre gigantesco, totalmente desnudo, pero
portando un anillo. Gyges se lo quitó. Luego, regresó donde sus amigos que también eran
pastores; y los encontró hablando mal de él. Él se molestó, pero luego reparó que seguían
hablando pestes de él; entonces, sospechó que se había vuelto invisible. Resulta que el anillo
daba el poder de la invisibilidad.
Las personas desearían ser invisibles para, por ejemplo, espiar a la persona que se ama, robar
una tienda, usar el transporte público sin pagar, etc. Entonces la invisibilidad nos da libertad
para hacer lo que deseamos; eso implica que algunos deseos no son socialmente admitidos.
Para Platón, Trasímaco y Gyges están equivocados; Platón no está de acuerdo con esa forma
de entender la justicia; la justicia no puede ser algo que se maneja instrumentalmente, porque
conviene; para Platón la justicia es un fin en sí misma.
En ese sentido, surge la teoría de la justicia de la fuerza o la ley del más fuerte. Sofistas como
Trasímaco y Calícles observan en la naturaleza y ven que el fuerte domina al débil, el león se
come al cordero y ¿quién se enoja por eso? ¿quién llama al león inmoral? De la misma manera,
en la sociedad, el fuerte aplasta al débil, la nación fuerte aplasta a la débil; en suma, reina la
ley de la naturaleza y su ley es la ley de la fuerza. Eso significa que el comportamiento tiránico
es natural. La fuerza de sus argumentos está en que presentan un hecho. Pero, los seres
humanos no somos simplemente animales, no somos como los leones porque somos animales
racionales. No somos bestias, no vamos a vivir como leones.
Para platón estas teorías de la justicia son parciales, porque son teorías que acomodan la
justicia al beneficio propio. Por ejemplo: si tú crees que la ley, es la ley de la fuerza, lo puedes
comprobar; si tienes una polis donde dominan los oligarcas, te darás cuenta de que los
oligarcas son los fuertes y, por tanto, acomodan la constitución a sus intereses. O sea, siempre,
la justicia se acomoda a los intereses de un grupo particular.
Platón quiere cambiar estas justicias parciales. Necesita una teoría que valore la justicia no
como instrumento de los grupos particulares, sino que la valore como algo valioso en sí mismo.
Platón tiene una concepción de la justicia holística, total; o sea, no puede referirse al propio
beneficio sino al bien común.
La teoría de platón sobre la justicia implica entender la justicia como un estado sano, porque
platón compara la justicia con la salud. Si uno come desmesuradamente un tipo de alimento
como la salud, eso afectará su salud, porque el exceso de sal trae desequilibrio y el
desequilibrio trae la enfermedad. Con el cuerpo político ocurre algo parecido; este se
encuentra integrado por varios elementos; y si uno de sus elementos entra en la desmesura,
esto trae desproporción, que a su vez trae enfermedad.
De la praxis a la theoria:
Entonces, esa es la tarea de Platón: construir la teoría perfecta y completa de la justicia, pero
para lograrlo debe investigar, debe recuperar todo lo que se ha perdido por mala influencia de
los sofistas. Platón cree que debe reconstruir el conocimiento y para eso se dedica a la
filosofía, funda su academia y empieza a dar clases para formar a esos filósofos-políticos, para
formar personas idóneas que podrán gobernar la ciudad cuando adquieran el conocimiento
correcto.
Aprendizaje:
El conocer está ligado al aprender, para conocer hay que aprender. ¿Cómo se aprende
verdaderamente? Cuando se aprende por experiencia propia. Esto es lo que Sócrates quería
lograr con la mayéutica. Platón piensa de esa manera; por tanto, está de acuerdo con el
método de la mayéutica de Sócrates; Platón enseña dialogando, porque se trata de convivir
con el tema de investigación, que nos preocupa, que queremos saber.
Mito de Theut:
¿Cómo la escritura va a fomentar el olvido? ¿Cuál es el defecto que el rey thamus encuentra en
la escritura? El defecto yace en que, para escribir, se utiliza papel, que es un elemento externo
a nosotros, la información la grabamos en ese objeto y si se pierde el objeto, se pierde la
información. Perder el papel es sinónimo de perder la memoria. En conclusión, el objeto no es
garantía de aprendizaje. Donde habría que escribir es en uno mismo. Uno debe grabar la
información en el alma y ¿cómo se graba en el alma? Ejercitando la memoria oral.
Pero, si prohíbe la escritura, ¿por qué escribe diálogos? Algunos especialistas dicen que, como
todo filósofo, Platón quiere divulgar sus ideas, pero lo hace cuidadosamente, porque piensa
como Heráclito respecto de que divulgar corre el riesgo de que el vulgo (la masa menos
capacitada) tergiverse el contenido del texto. Platón, entonces, publica su filosofía, pero
cuidando que el núcleo más valioso no quede expuesto al vulgo, de manera que solo los más
agudos van a detectarlo. Solamente las personas que saben apreciar el valor filosófico van a
descifrar ese contenido valioso que está en el diálogo, pero oculto.
Platón tiene una idea específica sobre la opinión: dice que las opiniones se parecen a las
estatuas de Dédalo, porque estas estatuas son muy realistas, parecen verdaderas. Algunas son
de personas que parecen estar corriendo. Entonces, Platón dice que la opinión parece
verdadera como las estatuas y parece estable, pero no lo es porque carece de fundamento.
La otra idea que tiene Platón sobre la opinión es que no es mala en sí misma; su problema es
que carezca de fundamento y que la aceptemos de manera acrítica y pasiva. La doxa a veces es
verdadera y cuando lo es, se puede usar para las personas que no pueden comprender una
fundamentación racional; o sea, el demos no está preparado para comprender razonamientos
filosóficos, pero hay que enseñarles las opiniones correctas.
La idea del conocimiento: Platón es un filósofo idealista, que no cree que la verdad esté en
este mundo; nada de lo que vemos en este mundo es absoluto; si encontramos una cosa que
es muy bella, pero, en tanto que es una cosa sensible, es corruptible. O sea, lo absoluto no
pertenece al mundo sensible y por eso hay un deseo, un eros de un saber absoluto.
Para que haya conocimiento deben darse ciertos requisitos: el sujeto cognoscente; el objeto
de conocimiento que debe ser estable (porque lo inestable no se puede conocer), perfecto,
que no pertenecen a este mundo; y la acción de conocimiento.
Con respecto al objeto, este reúne las características del ser de Parménides: inmutable,
ingénito, imperecedero. Y a este objeto lo denomina “idea”. Esta “idea” hay que tomarla con
cuidado, porque una cosa es idea en el sentido platónico y otra en el sentido corriente. Para
nosotros, una idea es un pensamiento (producto de la mente humana); cuando Platón habla
de las “ideas” no se refiere a productos mentales humanos o divinos; la idea de la que habla
Platón no nacen, ni mueren, simplemente existen en sí y por sí, tienen existencia propia.
Si queremos conocer debemos preguntarnos ¿en qué plano se encuentra el objeto estable y
esencial que el conocimiento busca captar?
Cuando uno intenta saber cuál es la esencia de algo; por ejemplo, la belleza, al tratar de probar
la esencia de la bondad a partir de ejemplos particulares, siempre quedara frustrado, porque
los ejemplos particulares no captan la esencia. Capto la esencia de la belleza en un paisaje,
pero al pasar el tiempo, va oscureciendo y se ve tenebroso y feo.
Relación Ideas-cosas:
La ardilla es un ser sensible que podemos percibir con nuestros sentidos, pero la idea de la
ardilla es inteligible: no la podemos ver o tocar, está al margen de los sentidos, hay una
diferencia ontológica en la esencia del ser de ambos.
Son dos mundos distintos y separados, entonces ¿se relacionan? ¿Pueden relacionarse 2 cosas
ontológicamente distintas? Bueno, si Platón ha planteado esta diferencia no es para que estén
separados, sino que debe haber una relación. El problema es que es difícil explicar dicha
relación. Platón resuelve el problema con las metáforas de la “participación” (Methesis) y “la
imitación” (mimesis).
Se supone que las cosas sensibles participan de las ideas inteligibles; es decir, que la ardilla,
para ser ardilla, participa de la idea de ardilla. ¿Y qué es participar? Es difícil de explicar.
Ideas del bien: Dice Platón que la mayoría de las ideas (ideas clásicas) son esencias; es
decir, la idea de justicia es la esencia de justicia; pero la idea del bien no es esencia
como las otras, la idea del bien, al contrario, es la causa de las ideas, es su origen.
En ese sentido, la idea del bien es lo que hace posible que haya el conocimiento. Allí,
Platón introduce la alegoría del sol; en el mundo sensible están las personas con ojos
para ver y objetos visibles, pero si falta la luz del sol, no se podría ver. En el campo
inteligible es igual, porque por más que haya un ojo de la mente y objeto inteligibles,
falta la luz que los conecta: la idea del bien; la ideal del viene s como si fuera la luz que
enlaza a ambos.
Ideas Categoriales: El ser humano no empieza a describir el mundo con total detalle
desde el principio; debe empezar por una matriz del pensamiento y lenguaje y esa
matriz consiste en conjunto de ideas matriz o categoriales. Estas Ideas son las del ser y
no ser, porque cualquier cosa que pensamos decimos “que es algo”.
Platón critica a Parménides porque era radical, solo pensaba en que algo es o no es,
como si no pudiese haber mediación entre el ser y no ser. Cree que el no ser es
negación absoluta del ser. Pero, el no ser no debe ser interpretado como al totalmente
opuesto al ser, sino como una negación determinada: decir que algo es blanco es decir
que no es negro, rojo, azul, etc. Así piensa Platón.
Ideas Clásicas: éticas (virtud), estéticas (belleza), matemáticas (uno, doble)
Ideas de cosas particulares: Entendido como géneros clasificatorios; ejemplo: gato,
rosa.
Forma, idea, eidos y paradigma. Esas denominaciones tienen un sentido ontológico; eso
significa que cuando Platón habla de estas cosas, se está refiriendo a esencias realmente
existentes. Por ejemplo, según Platón, el triángulo sensible, en la medida en que es sensible,
no es un verdadero triángulo; es imperfecto, se puede borrar y ya no es triángulo; en cambio,
el triángulo inteligible es triángulo necesariamente siempre. El triángulo realmente existente
es el inteligible.
Genos (género) no tiene sentido ontológico, sino meramente lógico. O sea, es un término
clasificatorio, como cuando clasificamos especies animales. No tiene sentido ontológico
porque no se refiere a esencias, entes, seres, sino grupos lógicos.
Características:
Ideas: inteligibles, perfectas, únicas (una idea de triángulo), idénticas (una idea no
puede ser distinta de sí misma, no puede ser idea de otra cosa), ingénitas; inmutables.
Cosas: sensibles, imperfectas, múltiples (se puede dibujar varios triángulos), mixtas
(acto justo por razones incorrectas), nacen y mueren, mutables.
Protología: Se trata de la teoría de los principios; también es parte de la doctrina oral. Aquí
introduce elementos pre-socráticos, porque ahí está peras y apeirón. Todos los seres son
producto de la contención de el límite y lo ilimitado. La monada que representa al individuo y
la díada representa a lo ilimitada (peras-apeiron). Entonces, el límite, a su vez, está asociado a
la idea o forma y el apeiron, a la materia. De ese modo, todo ser es la conjunción de límite e
ilimitado, porque todo tiene materia y forma. Por ejemplo, una persona que fabrica cerámica,
toma la materia (una masa de arcilla) amorfa; el ceramista empieza a darle forma y al darle
forma, le ha puesto límites.
Platón tiene otro ejemplo: pensemos en el lenguaje articulado. Allí la materia sería la voz,
porque uno emite sonidos vocálicos y podemos prolongar esa voz un buen tiempo; pero al
emitir estos sonidos no se está pronunciado un lenguaje articulado, de manera que el sonido
vocálico es solo materia indeterminada. Pero cuando ponemos el límite de la consonante, se
empiezan a construir palabras; entonces, allí está la idea, el lenguaje es producto del límite y lo
ilimitado.
Por último, el nous es el intelecto. Los entes están articulados de una manera tan
proporcionada, que cualquiera diría que son producto de una inteligencia. Y, efectivamente,
Platón cree que el intelecto gobierna la realidad; no se trata de un Dios, pero sí una
inteligencia intrínseca a todo lo real. ¿Y por qué cree que hay una inteligencia? porque cuando
analizamos los seres, los entes, nos damos cuenta que son manifestación de una determinada
proporción numérica, un número, un límite. Entonces, es un mundo que expresa una
racionalidad interna.
El bien en sí: Para entenderlo es preciso remitirnos al simil del sol. Él está analogando el plano
sensible al plano inteligible. El sol pertenece al plano sensible y el bien, al plano inteligible. Y el
bien es análogo al solo, porque cumplen funciones análogas: el sol es fuente de de la
existencia de las cosas, porque las cosas no nacen sin luz, pero también es causa de la visión,
porque el ser humano tiene órganos que permiten ver y hay cosas visibles, pero aunque
tenemos ojos, no hay visión si no existe luz. Lo mismo ocurre en el plano inteligible; el bien es
como el sol, porque tenemos los ojos del alma (razón) que es capacidad de entender, de
inteligir y por otro lado están las ideas (objetos inteligibles), pero necesitan de luz, que en este
caso es la idea del bien, para así darse el feliz desenlace: el conocimiento.
TIMEO: Platón dice “puesto que este mundo es bello y el demiurgo bueno, es evidente que el
demiurgo estaba mirando hacia lo eterno cuando creó el mundo”. Es más fácil entender el
mundo, si uno lo piensa como que un artesano en su mente diseñó la forma y agarró la
materia y le dio forma. Entonces, el punto de partida es “la belleza del mundo” o la evidencia
empírica. El otro presupuesto es que el dios creador es bueno. Dios, para hacer el mundo, tuvo
que tener ante sus ojos modelos eternos, perfectos (ideas o números) para hacer un mundo
que se muestra bello.
Dos formas de ser respecto del saber:-philo-sophoi: amante del saber: de los objetos
inteligibles, las esencias. Philo-dóxoi: amantes de la dóxa, la opinión, el espectáculo de lo
sensible.