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lenguaje
Repasamos el proceso de aprendizaje del lenguaje
durante los primeros meses de vida de los bebés.
Alex Figueroba
En este artículo describiremos las etapas del desarrollo del lenguaje en niños
pequeños, desde las primeras vocalizaciones indiferenciadas hasta la
adquisición de los componentes complejos del habla que a largo plazo
permitirán el perfeccionamiento de las capacidades comunicativas.
En el primer año de vida los sonidos de los bebés avanzan desde las primeras
vocalizaciones reflejas, como gruñidos y llantos, hasta los arrullos
(consonantes, vocales o combinaciones simples como “gu”) y el balbuceo,
consistente en la producción de cadenas silábicas; inicialmente estas se
repiten, pero más adelante se combinan sílabas distintas.
2. El periodo holofrásico
El término “holofrase” se utiliza para hablar de las frases constituidas por una
sola palabra, que resultan características de la segunda etapa del desarrollo
del lenguaje. Durante el periodo holofrásico las palabras cumplen funciones
que más adelante corresponderán a las frases.
El significado de las holofrases depende en gran medida del contexto en
que sean pronunciadas y del lenguaje no verbal. Así, si un bebé dice “bibe”
probablemente esté pidiendo que le den el biberón, pero si lo señala es posible
que quiera decir “Esto es un biberón”, por ejemplo.
Los bebés suelen alcanzar el periodo holofrásico cuando tienen más o menos
un año. Más adelante su vocabulario aumentará de modo rápido e intenso y
poco a poco empezarán a combinar diferentes palabras.
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Entre los dos y los tres años los niños empiezan a combinar tres o más palabras
de forma habitual, llegando a emitir frases sorprendentemente ricas. También
aprenden a utilizar distintas entonaciones que les permiten usar el modo
interrogativo, por ejemplo.
Hay dos tipos de errores muy frecuentes durante la época de adquisición del
lenguaje: las sobreextensiones y las infraextensiones. Los primeros son
generalizaciones consistentes en usar una palabra para designar otros objetos,
como llamar “perro” a todos los mamíferos; las infraextensiones o
subgeneralizaciones son errores opuestos a estos.
A medida que los pequeños crecen tienen lugar distintos hitos que serán
fundamentales para el desarrollo del lenguaje adulto. Entre otros, tienen gran
importancia la identificación de las formas irregulares, la adquisición de los
modos verbales y el progreso del conocimiento metalingüístico y
metacognitivo.