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editorial Tiempo de crisis:

Democracia a la deriva
2
4 La crisis continúa
De neoliberalismo, democracia
y política transformadora en Perú
Anahí Durand
7 Fujimorismo y crisis de régimen:
Discursos y política en el Perú
Alonso Marañon
10 2018: Crisis neoliberal, democracia
y proceso constituyente
14 “La calle sigue siendo un terreno clave”. Luis Rodríguez
Crisis del gobierno de PPK y 12 ¡Ahora es cuando!
perspectivas para la izquierdas Alternativas y horizontes nuevos
Eliana Carlin, Marco Sipán y Hernán para la izquierda peruanas
Maldonado Trilce Oblitas y Gabriel Valenzuela

3 4
19 Indulto Navideño: 26 El Frente Amplio chileno:
La impunidad del neoliberalismo De la emergencia
Goya Wilson y Rafael Salgado a la radicalización plebeya
22 ¡Paro Agrario! Felipe Lagos Rojas 29 ¿Es la política de
Abandono del agro y identidad suficiente?
movilización campesina Roger Lancaster
Javier Alarcón 32 Lecturas posmodernas
24 “Si las mujeres paran de Mariátegui en el Perú

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el mundo para…” Segundo Montoya Huamaní
Mariela Belleza Salazar

34 Piglia: ¿Qué hacer con la


memoria?
Augusto Rubio Acosta
37 Keiko Keiko y Kuczy Kuczynski
¿Qué es una revolución? Dos coplas del carnaval
ayacuchano 2018
38 ¿Qué es una revolución?
Álvaro García Linera
41 ¿Quien necesita una
revolución hoy?
Diego Sztulwark 49 El asedio del capital
44 Revolución y democracia: Hernán Maldonado
Vigencia de un horizonte 51 Get Out.
más allá de los 46 Una vida de luchas ¿Podrás huir de tus miedos?
“progresismos latinoamericanos” A 25 años del asesinato Luiza Solange Torres
Ramón Pajuelo Teves de un mártir obrero
47 25 años de resistencia visual
1992-2017. Carpeta colaborativa

1
editorial

Al diseñar el presente número de Ojo Zurdo, nos plantea- pérdida de cohesión social. En este escenario, las luchas po-
mos discutir el continuismo neoliberal durante el gobierno pulares existentes, aunque todavía débiles, siguen sataniza-
de Kuczynski. En el camino, se desató la crisis de vacancia das como amenazas, presentadas como simples “conflictos
e indulto y, poco tiempo después, asistimos al desenlace que sociales” o “ruido político” a ser extirpado.
aún se encuentra en curso, con la juramentación de Martín
Vizcarra como nuevo Presidente, y del gabinete Villanueva El régimen neoliberal a la peruana, legalizado por el espurio
que acaba de asumir funciones. Estas circunstancias expli- diseño de la Constitución fujimorista, ha tocado sus límites
can el tema central de la presente edición: “Tiempo de crisis, con el escándalo Lava Jato, que puede ser visto como radio-
democracia a la deriva”. Nuestro interés, en consonancia con grafía de la pobredumbre que lo sostiene. Al tocar costas pe-
la perspectiva crítica socialista que nos caracteriza, es ir más ruanas, la ola del tsunami brasileño de corrupción desnudó
allá del simple análisis de coyuntura, promoviendo el deba- completamente nuestra endeble democracia neoliberal. Puso
te sobre las raíces profundas de la crisis política, y sobre las en evidencia el error histórico de la última transición: Pensar
perspectivas de transformación real en el país. que la recuperación democrática no requería el cambio de
modelo, de Constitución ni de régimen económico. Con los
Desde nuestro punto de vista, el flamante gobierno de Viz- destapes de Lava Jato, Kuczynski terminó de mostrarse como
carra expresa una sucesión presidencial que resulta insu- lo que siempre fue: Un monigote al servicio de los ricos y po-
ficiente para resolver los graves problemas vinculados a la derosos, una pieza de recambio en la historia reciente de la
continuidad de la hegemonía neoliberal, así como a la crisis captura privada del Estado peruano.
de representación que envuelve a un (inexistente) sistema de
partidos, y a un Estado capturado por los grupos de poder El segundo round de la crisis fue el intento fujimorista de lim-
que siguen beneficiándose del orden neoliberal. Una suce- piarse la cara sacrificando al monigote. Eso explica el primer
sión presidencial, aun siendo legal y Constitucional, tiene un pedido de vacancia, que encalló debido a la mafiosa lucha
carácter diferente a una transición de régimen como la que dinástica entre los hermanos Keiko y Kenji Fujimori. Un mo-
necesitamos en Perú. Una transición capaz de sentar nuevas ribundo Kuczynski aceptó pagar el costo de su permanencia
bases para avanzar hacia una mayor democratización en to- con la libertad del asesino y ex dictador Alberto Fujimori. Lo
dos los planos de nuestra vida social. que no esperaba es que el indulto navideño dividiría al país
y que, a pesar de la despolitización reinante, despertara una
El origen de la crisis que sacude a la sociedad peruana, se ha- indignación callejera que, mediante cinco sucesivas jornadas
lla en la permanencia de un sistema neoliberal que se alimen- de protesta, mostró una auténtica reserva moral de democra-
ta de corrupción, destrucción del tejido social y privatización cia y dignidad ciudadana.
del Estado en beneficio de unos cuantos poderosos. Pero tanto
como esto, resulta fundamental la paulatina domesticación Desde diciembre pasado, el fracaso de la primera vacancia,
de una izquierda que, reducida a su condición parlamentaria, el indulto y la indignación en las calles, produjeron un rea-
parece incapaz de reemplazar el sueño revolucionario del pa- lineamiento de las fuerzas políticas, que condujo al segundo
sado por un proyecto nacional de profunda transformación pedido de vacancia en el Congreso. El sector liderado por Kei-
democrática. El abismo entre las luchas sociales anti neolibe- ko Fujimori, al mismo estilo de su padre y su asesor Monte-
rales de la actualidad, y el accionar de una izquierda política sinos, montó entonces una operación mafiosa para dejar en
que no se plantea ir más allá del orden establecido, es uno de evidencia la alianza, también mafiosa, entre Kuczynski y su
los ingredientes de la dramática crisis peruana de estos días. hermano Kenji. Los videos que destaparon la compra de votos
a favor del gobierno, terminaron de derrumbar a Kuczynski,
A pesar del discurso de éxito que nos han vendido desde la mostrando que el país requería, más que una sucesión presi-
infame década fujimorista, la realidad es que las cifras del dencial, una auténtica transición democrática.
crecimiento neoliberal, e incluso la reducción de la pobreza,
tienen el costo de mayor desigualdad social y progresiva des- Pero el desenlace de este tercer round de la crisis política, fue
humanización de la vida cotidiana, en una sociedad asolada más bien el retorno de Martín Vizcarra como flamante Presi-
por el egoísmo, la reproducción de múltiples violencias y la dente. En setiembre de 2017, al ser nombrado embajador en la

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lejana Canadá, luego de renunciar al Ejecutivo por el escánda-
lo del aeropuerto de Chinchero, pocos imaginaron este final
digno de un cuento de hadas. En su primer mensaje, Vizcarra
anunció tímida pero correctamente, que impulsaría mejoras
en lucha anticorrupción, educación y salud, así como la re-
construcción de las regiones afectadas por el Fenómeno del
Niño. Una sucesión presidencial en el sentido pleno de la fra-
se, que abre un escenario interesante de posibles reformas,
pero que se halla bastante lejos de una transición democrá-
tica capaz de asumir en toda su dimensión la magnitud de la
crisis que nos envuelve.

Al cierre de este número de Ojo Zurdo, con la juramentación


del nuevo gabinete ministerial, el gobierno ha iniciado plena-
mente sus funciones. Exhibe un perfil básicamente técnico y
pragmático, que se guiará por la búsqueda de resultados, a
través de un estilo de gobierno directo, más cercano al logro
de eficacia en las calles que a los escritorios en las oficinas.

Entretanto, la crisis política sigue su curso. El terremoto Lava


Jato que derrumbó a Kuczynski y dejó expuesto el carácter
mafioso del sistema político imperante, también dejó en-
trever un amplio rechazo ciudadano a la actual democracia
neoliberal, finalmente funcional al continuismo del modelo conjunto de imágenes en serigrafía –algunas de conmemo-
hegemónico. Una real democracia política supone actores ración y homenaje, otras críticas y cuestionadoras– sobre los
capaces de representar intereses sociales reales, y no mafias hechos enmarcados en la dictadura de Alberto Fujimori. El
enquistadas en el Estado con el único fin de beneficiarse del año pasado, la exposición de esta muestra en el Lugar de la
poder. De allí que la tarea histórica por asumir desde la iz- Memoria (LUM), generó presiones sobre esta institución que
quierda, consiste en arraigar un proyecto de cambio desde las arrastraron la renuncia de su ex director, Guillermo Nugent.
esperanzas profundas del pueblo peruano. Por eso quisimos incluir aquí las imágenes, gracias a la cola-
boración de las y los artistas participantes.
Esta quinta entrega de Ojo Zurdo, busca contribuir a dicha
tarea desde el plano de la reflexión y el debate. De allí que el Agradecemos como siempre a nuestros lectores por seguir
análisis del tema central, se acompaña de nuestras acostum- apoyando, al leer estas páginas, un proyecto editorial alter-
bradas secciones, y de un especial en homenaje al reciente nativo y autogestionario que depende de sus propias ventas.
centenario de la revolución rusa de 1917. Un horizonte revo- Éstas no siempre alcanzan para llegar hasta la imprenta, por
lucionario implica, ahora más que nunca, la capacidad de crí- lo cual expresamos nuestro agradecimiento a un grupo de
tica, imaginación y renovación, que solo puede brotar como compañeros peruanos residentes en España, quienes han he-
resultado de la acción política de izquierda –en las calles, el cho posible que Ojo Zurdo continúe su rumbo.
debate de ideas, la construcción orgánica y la gestión públi-
ca– realmente comprometida con las expectativas y luchas Lima/Cuzco, abril de 2018.
democráticas del pueblo en movimiento.

Este número incluye también ilustraciones y gráficos de la


exposición “Resistencia Visual 1992-2017. Carpeta colaborati-
va” coordinada por Karen Bernedo. La carpeta consta de un

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La crisis continúa.
De neoliberalismo, democracia
y política transformadora en Perú
Anahí Durand*

Los hechos vinculados al caso Lava Jato han revelado el nivel doras que hoy dominan el escenario político institucional se
de corrupción de las principales fuerzas políticas que se tur- esfuerzan por recomponerse, haciendo cuenta que aquí no
nan el poder en el Perú hace 27 años. Desde el fujimorismo paso mucho. Pretenden presentar un escenario de norma-
y su partido Fuerza Popular, pasando por Alejandro Toledo, lidad donde la salida de PPK del sillón presidencial, es todo
el APRA de Alan Garcia, Ollanta Humala, Kuczynski y la ex cuanto se necesita para continuar el juego político. Pero, más
alcaldesa de Lima Susana Villarán, todos engrosan la lista de allá de sus esfuerzos, es más probable que la crisis no se so-
acusados de recibir millonarios sobornos de la empresa Ode- lucione con un mero recambio y la democracia neoliberal,
brecht, sea para favorecer contratos y licitaciones o financiar instalada por el Fujimorismo y continuada por los sucesivos
sus campañas electorales. El gobierno como mero trampolín gobiernos, continúe mostrando sus límites. Ello en medio de
para el beneficio privado y el Estado como maquinaria de ne- una población indignada, pero con una gran desafección, que
gocios y componendas. Como diría el viejo Gonzales Prada: se movilizó masivamente contra el indulto ilegal, pero a la vez
“donde se pone el dedo brota la pus…” y estos meses no ha mantuvo un malestar de baja intensidad ante el último pro-
dejado de brotar. ceso de vacancia que derivó en renuncia. En tal sentido, ana-
lizamos la actual situación de crisis a partir de sus implican-
En ese marco, la salida de Kuczynski y la juramentación de cias para la democracia neoliberal heredada de la transición
Martin Vizcarra como nuevo presidente, es ante todo un epi- del 2000, los realineamientos en los actores políticos, y sobre
sodio de una crisis de implicancias más profundas y desen- todo desde las posibilidades que pueda abrir a una propuesta
lace abierto. El fujimorismo, el APRA y las fuerzas conserva- transformadora y de protagonismo popular.

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La democracia neoliberal en crisis es el fujimorismo, y con este también el denominado “anti
Hace 25 años Alberto Fujimori instaló a sangre y fuego el régi- fujimorismo”. No olvidemos que, si bien el régimen político
men neoliberal en el país. La Constitución de 1993 selló el pac- neoliberal sobrevivió a la transición del 2000 con bastante
to político empresarial y, fiel a los mandatos del consenso de éxito, el fujimorismo que lo instaló no salió incólume, gene-
Washington, redujo el Estado al rol promotor de la actividad rando un fuerte rechazo en un sector de la población. La úl-
privada favoreciendo la corrupción, vulnerando derechos y tima década, mientras Keiko Fujimori concentraba un 30%
empobreciendo la vida cotidiana. Además, sentó las bases de de aceptación, un porcentaje similar la rechazaba, truncando
un sistema político cerrado y personalista, liquidando la opo- sucesivamente sus posibilidades de llegar al gobierno. El “anti
sición social y política, empoderando la élite conservadora y fujimorismo” se configuraba como un campo amplio de ne-
permitiendo la convivencia con el narcotráfico y otras econo- gaciones y contraposiciones, donde a un extremo se ubican
mías ilícitas. Todo ello pudo lograrse en el marco del proceso quienes, como Vargas Llosa, critican sobre todo el irrespeto
de “pacificación” post conflicto armado interno y con el am- fujimorista a la institucionalidad democrática y en el otro,
plio respaldo de las fuerzas armadas, grupos empresariales y quienes cuestionan el sistema neoliberal instalado en los 90,
la comunidad internacional. como Verónika Mendoza.

La caída del fujimorismo, impulsada por movilizaciones po- Justamente, es muy probable que los escasos 40 mil votos que
pulares, pero también avalada por la pérdida de apoyo de los le dieron el triunfo a Kuczynski, provinieran de quienes bus-
Estados Unidos y grupos de poder nacional, dio lugar a una caban cerrarle el paso al fujimorismo. Incluso la izquierda se
“transición” plagada de continuidades. Del 2001 en adelante sumó a esta evaluación, reconociendo, con justificadas razo-
ninguno de los presidentes que ejerció el poder desmontó el nes, que Keiko era el “enemigo principal” para la democracia.
andamiaje neoliberal instalado, básicamente porque com- Pero si bien era de prever que la derecha tecnócrata empresa-
partían dicha plataforma. La debilidad de las organizaciones rial coincidiría con la derecha mafiosa encarnada en el fuji-
sociales y la debacle de la izquierda, abonaron a la superficia- morismo en materia económica, no era tan previsible la tensa
lidad de los cambios; no se revisó el festival de privatizacio- relación política que marcó el breve período PPKausa. Pese
nes, los dueños de los medios de comunicación mantuvieron a que Kuczynski decidió no incomodar al fujimorismo como
sus canales de TV, las reformas al sistema electoral fueron estrategia de sobrevivencia, el afán hegemonista naranja y su
cosméticas y continuó vigente la lesiva legislación laboral. desesperación por librarse de
Peor aún, se reforzó la “gubernamentalidad” neoliberal, en- las investigaciones de Odebre- “La Constitución de 1993 selló
tendida como la implementación de una economía del poder, cht, impulsaron la arremetida el pacto político empresarial
que administra y coloniza distintas esferas de la vida institu- fujimorista. La primera vacan- y, fiel a los mandatos del
cional, comunitaria y subjetiva de las sociedades y las perso- cia demostró la debilidad de consenso de Washington, redujo
nas1 (Foucault 2006). La transición democrática Paniaguista PPK y también su torpeza, pues el Estado al rol promotor de la
continuó e incluso reforzó el neoliberalismo, precarizando a para conservar el poder, nue- actividad privada favoreciendo la
los sectores populares bajo promesas de éxito para los “em- vamente apeló al fujimorismo, corrupción, vulnerando derechos y
prendedores” debilitando los lazos sociales y favoreciendo indultando al patriarca a cam- empobreciendo la vida cotidiana.”
una lógica que instala la hegemonía del mercado y favorece bio del apoyo de Kenji y diez
el clientelismo político. congresistas que lo siguieron. En ese momento, ambas partes
consiguieron lo que querían: PPK pudo conservar el cargo de
La crisis desatada por el caso Odebrecht ha puesto en jaque presidente y Kenji obtuvo la libertad de su padre Alberto Fuji-
judicial a los principales actores políticos del sistema y has- mori y un mayor margen de maniobra en el parlamento. Pero
ta puede llevar a reformar aspectos institucionales, pero lo en perspectiva, el indulto debilitó más todavía a PPK, agre-
que todavía es incierto es si profundizará el agotamiento de gando calle a una crisis hasta entonces parlamentaria, pues
la hegemonía neoliberal. No olvidemos que, pese a su vigen- miles de jóvenes junto a organizaciones políticas y sociales se
cia, distintos actores sociales no han cesado de cuestionar al movilizaron protestando contra el indulto en distintas ciuda-
modelo, sea en protestas socio ambientales en los Andes y la des del país.
Amazonía, o en masivas protestas de jóvenes contra proyec-
tos de ley que consagran la semi esclavitud laboral. Desde el La renuncia de Kuczynski en marzo para evitar la vacancia
ámbito político electoral también se han expresado impug- ante la evidencia de compra de congresistas grabados al me-
naciones al neoliberalismo; el 2011 fue Ollanta Humala quien jor estilo fujimontesinsta, fue el colofón final de este breve
aglutinó electoralmente el descontento, y el 2016, la irrupción intento del lobbismo y la tecnocracia local por dirigir direc-
de Veronika Mendoza y el Frente Amplio demostraron que tamente los destinos del país. El fujimorismo también queda
un sector, básicamente popular y sur andino, seguía incon- golpeado, demostrando no ser más el bloque cohesionado al
forme y dispuesto a explorar otras alternativas. Asimismo, si que muchos temían. Los pleitos dinásticos entre Keiko y Ken-
bien esta crisis no se ha expresado en masivas protestas calle- ji, y el silencio de Alberto, completan el cuadro de una familia
jeras, si ha revelado un malestar en la población que podría en decadencia que de seguro perderá algo de aprobación en
sumar al rechazo a la derecha neoliberal. Por ello, más allá de un sector del pueblo que por mucho consideraron un coto se-
los deseos de los defensores del stablishment, la crisis y sus guro. Tampoco el “anti fujimorismo” se salva, pues el desastre
repercusiones pueden continuar, forzando realineamientos del gobierno de Kuczynski fuerza a replantear la elección del
en los actores políticos mal menor y ha decantado las posiciones al interior del cam-
po político. Probablemente, los sectores más institucionalis-
(Anti) fujimorismo y tecnocracia; tas, junto a la maltrecha tecnocracia, buscaran realinearse
¿realineamientos post crisis? tras la figura de Vizcarra, resguardando en lo posible la de-
Sin duda, uno de los grupos sacudidos por la última crisis mocracia neoliberal heredada del 92. Pero la izquierda y en

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general los sectores críticos al statu quo no tendrían por qué Orientar la crisis hacia una salida transformadora, requie-
seguir esa pauta… por el contrario, podrían dar pasos hacia re entonces afirmar un momento destituyente que permi-
salidas transformadoras desde y para los desfavorecidos del ta avanzar en consolidar un nuevo poder constituyente, no
modelo. como pasos mecánicos, pero si como procesos que manten-
gan capacidad de denuncia, afirmen propuesta programática
¿Salidas transformadoras? Darle un curso de la crisis y levanten una nueva narrativa. Esto incluye también afir-
Por ahora, la juramentación del presidente Martín Vizcarra y mar nuevos ejes de antagonismo, recreando en la conciencia
del gabinete liderado por Cesar Villanueva, cuenta con el res- y accionar de los sujetos, otros discursos de impugnación al
paldo más o menos explícito de las principales agrupaciones orden imperante, orientando el conflicto, denunciando la do-
políticas y podría estabilizar en algo la movida coyuntura na- minación neoliberal y proyectándose hacia la construcción
cional, pero está lejos de clausurar la crisis. Las investigacio- de nuevas relaciones de poder3. Hay la oportunidad de mover
nes del caso Lava Jato seguirán confirmando la podredumbre los ejes del antagonismo (anti) fujimorista a otro signado por
en la clase política empresarial, y el Fujimorismo con Keiko la contradicción viejo orden constitucional injusto/nuevo or-
a la cabeza continuará presionando al ejecutivo desde la ma- den democrático y de justicia social, o pacto político empre-
yoría parlamentaria que mantiene. A esto se agregan los in- sarial/pueblo organizado, que aportarían sustantivamente a
tereses corporativos que presionan al Estado para favorecer propuestas transformadoras.
sus intereses, como ocurre con las iglesias evangélicas o los
dueños de universidades privadas. Todo ello en medio de un La crisis continúa y todavía el régimen está desnudo; la de-
latente malestar e indignación ciudadana, expresado en un recha neoliberal, sea en su variante lobista o fujimorista, se
58% de peruanos que apoyaron la vacancia2, pero que a dife- ha mostrado tal cual, sin respetar la institucionalidad, el sis-
rencia de lo ocurrido contra el indulto, no se expresaron esta tema de justicia y mucho menos a la población. Asistimos a
vez en masivas marchas de rechazo. un momento clave, que bien podría derivar en la construc-
ción de una nueva hegemonía político cultural que dispute y
Los grupos políticos de izquierda, matices más o menos, han gane para las mayorías un sentido común favorable a nuevas
insistido en denunciar una crisis de régimen y la necesidad reglas de juego y una nueva Constitución. Si algo traen las
de realizar cambios de fondo, que abarcan desde reformas crisis es contingencia, lo que puede pasar puede también no
urgentes a las reglas de juego electoral hasta la promulgación ocurrir y, aunque para muchos sea improbable un desenlace
de una nueva Constitución. En medio del opaco consenso favorable al campo popular, nada está dicho. Históricamente
neoliberal, los planteamientos de las izquierdas irrumpen los grupos de poder en el Perú han sido hábiles en encontrar
desordenando el escenario y preocupando a las élites, pero salidas que no alteren sus privilegios y pueden hacerlo ahora,
sin movilización popular y sin el compromiso de un sector limpiándose entre ellos y dando algo de aire a Vizcarra como
importante de organizaciones sociales, pierden resonancia pieza de recambio. Pero esta crisis puede generar oportuni-
y potencial destituyente. Justamente, para lograr cambios de dades inéditas de acumulación y construcción política y en
fondo hace falta fuerza en explicitar la crisis y remarcar lo esa línea hace falta comunicar con fuerza qué orden se busca
decadente del régimen, poniendo en evidencia la captura del destituir, cual construir y con quienes. Podemos conformar-
Estado por los poderes privados y la burda manipulación del nos con un escenario de estabilización con algunos cambios
marco democrático a favor de grupos de poder, tal como lo legales o podemos insistir en abrir un nuevo ciclo, un proceso
hizo la CONFIEP al invertir su dinero para levantar sus can- Constituyente donde los protagonistas sean los millones de
didatos o embarrar a los candidatos que pudieran amenazar peruanas y peruanos excluidos de derechos y bienestar que
sus intereses. merecen (merecemos), una vida digna y un horizonte más
emancipado.

* Socióloga. Docente de la UNMSM e integrante del Comité Editorial de Ojo Zurdo.

1. Michel Foucault, Seguridad, territorio, población. Buenos Aires: FCE, 2006.


2. Encuesta IPSOS 12 de marzo, www.elcomercio.pe La misma encuesta señalaba que un 76% desaprobaba la gestión de PPK y un 80% desaprobaba la gestión del
Congreso.
3. Modonesi, Massimo 2010, Subalternidad, antagonismo, autonomía, Marxismo y subjetivación política. Buenos Aires: CLACSO/Prometeo Libres.

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Fujimorismo y crisis de régimen:
Discursos y política en el Perú
Alonso Marañon*

El 2017 tuvo un álgido final político, que recordaba a cuan- De los 90 a nuestros días: El (anti) fujimorismo como
do el 27 de diciembre de 1999 Alberto Fujimori anunciaba referente en la política peruana
sorpresivamente su tercera candidatura a la presidencia. Habrá que remontarse, al menos, hasta el 5 de abril de 1992
Esta vez también sucederían eventos importantes. El 21 de para comprender los discursos que brindan sentido a la polí-
diciembre del 2017 el Congreso votó en mayoría impedir la tica peruana. En dicha fecha Alberto Fujimori, a través del fa-
vacancia presidencial de Pedro Pablo Kuczynski, impulsada moso autogolpe contra el régimen de los años ochenta, impu-
por el Frente Amplio y parte de la bancada fujimorista. Varios so el relato principal que hasta hoy en día nos rige como país:
congresistas y representantes oficialistas afirmaron que la La terrible época del terrorismo y la hiperinflación fue supe-
gobernabilidad y la institucionalidad habían triunfado. Por rada mediante la combinación de la “mano dura”, la “antipo-
un breve momento se intentó crear la ilusión de que un dis- lítica” y un Estado centrado en la promoción de la inversión
curso liberal-republicano se imponía sobre los ánimos más privada. Los elementos de este discurso existían ya previa-
contestatarios y/o populistas. La realidad desmentiría todo mente en el sentido común, construidos durante el proceso
ello. El 24 de diciembre, en plenas vísperas de navidad, PPK político de los años ochenta, y el gobierno de Fujimori supo
decidió indultar al ex dictador Alberto Fujimori, sellando así cómo combinarlos adecuadamente para su acumulación del
un pacto de impunidad con el bando de Kenji Fujimori, cu- poder. Actualmente el discurso fujimorista exalta continua-
yos votos congresales fueron claves para impedir la vacancia. mente que su resultado más exitoso es la estabilidad socioe-
La noticia se difundió rápidamente por todos los medios de conómica, un hecho sin parangón en la historia peruana.
comunicación. Las marchas y la indignación no tardaron en
llegar. Nuevamente el fujimorismo y su discurso marcaban la La “fórmula del éxito” inaugurada por Fujimori ha sido im-
pauta de la política peruana. plementada continuamente por los distintos gobiernos na-

7
cionales del siglo XXI. La “Marca Perú”, inaugurada durante que cada cierto tiempo, por ejemplo, en procesos electorales
el segundo gobierno de Alan García (2006-2011), puede ser o en momentos de conflictos sociales, incomoda a las élites
considerada una de sus ejemplificaciones más explícitas: El peruanas y su narrativa fujimorista. El ánimo contestatario
Perú es una marca que compite internacionalmente para no posee un discurso que integre los hechos políticos de las
atraer turistas e inversiones. Como consecuencia lógica de últimas décadas y les brinde un sentido que promueva la ac-
lo anterior, el “desarrollo” vendría automáticamente, con ción política de amplios sectores del país. No obstante, este
los resultados que ya conocemos. A nivel local y urbano ha ánimo comprende que el Perú no anda tan bien como lo afir-
sucedido algo similar. El relato iniciado en los años noventa man los gobiernos nacionales. Por momentos se confunde
ha dado forma a un “fujimorismo urbano”: Ciudades donde con el antifujimorismo más radical, por la crítica frontal a las
prevalecen los malls y los intereses privados por sobre los es- reformas de los noventas y por la forma muchedumbre de ac-
pacios e intereses públicos.1 Para los que no estén de acuerdo ción colectiva, pero sus momentos de expresión no solo están
con estas ideas, y se atrevan a protestar, siempre estarán los circunscritos a los intentos del fujimorismo por apoderarse
policías o los militares. del gobierno nacional. En el 2006 y 2011 el ánimo contesta-
tario apareció con fuerza bajo la candidatura presidencial de
La dimensión represiva del relato noventero, expresado Ollanta Humala, y en los siguientes años bajo las candidatu-
principalmente en el autoritarismo del gobierno de Fujimo- ras de Verónika Mendoza y Gregorio Santos. Lo que tuvieron
ri, dieron elementos para la construcción de una narrativa en común fue su discurso de cambio de modelo económico
medianamente alternativa: El antifujimorismo. Este relato y nueva constitución. Asimismo, en los conflictos sociales,
señala que Alberto Fujimori encabezó una dictadura que con- como el Baguazo o el sucedido en torno a la Ley Pulpín, se ha
centró el poder, saqueó el Estado y cometió crímenes de lesa puesto en cuestión la formula noventera del éxito y se han
humanidad. Los resultados de sus acciones se manifiestan dado pequeñas gestas de victorias frente a los gobiernos na-
aún ahora en la precaria institucionalidad del Estado y la te- cionales.
rrible influencia de la bancada fujimorista en el Congreso. El
evento político que consolidó al antifujimorismo, influyendo La narrativa contestataria también es invocada por el mismo
en la memoria peruana de gran manera, puede remontarse discurso del desarrollo cada vez que este busca justificar al-
a la Marcha de los Cuatro Suyos, cuándo miles de personas gún aspecto negativo de sus promesas, como si fuera su “ex-
se manifestaron contra la segunda reelección fraudulenta de terior constitutivo”3. Por ejemplo, cada vez que decae el creci-
Fujimori en el 2000. Una gesta heroica que muchos defien- miento económico, aparecen políticos o “especialistas” en los
den como el acto que hizo caer posteriormente al ex dictador. medios de comunicación que afirman que la culpa del subde-
Sin embargo, a diferencia del primer relato, este posee con- sarrollo del país la tienen los manifestantes o los candidatos
tornos muy imprecisos. En las “antimineros”. Según esta versión, si estas personas llegaran
“El mensaje ha sido claro: lo versiones más moderadas del al poder existiría el peligro de volver a la época del terrorismo
importante es mantener la vigente antifujimorismo, se considera y la hiperinflación. O peor aún, el Perú podría volverse como
estabilidad política y económica, a que durante los años noventa el Venezuela. De esta manera el discurso del desarrollo conti-
pesar de los límites institucionales gobierno, a pesar de sus accio- nuamente precisa de invocar una amenaza contestataria.
y los hechos de corrupción. En nes, lideró reformas importan-
este sentido, el indulto a Alberto tes (especialmente económicas) Los discursos y el ánimo descritos anteriormente han estado
Fujimori significa el ataque directo que a la actualidad han traído presentes en el contexto peruano y específicamente en la co-
a ciertas bases políticas de la estabilidad y prosperidad para yuntura de marchas contra el indulto y por la salida de PPK
transición del 2001.” todos los peruanos. En las ver- y demás fuerzas políticas. Las narrativas conviven y a su vez
siones más radicales, hay una están en disputa unas con otras. El discurso nacido el 5 de
frontal crítica a toda la herencia del fujimorismo, pues se abril de 1992 está expresado en el pacto de impunidad entre
considera que inició un periodo de mayor desigualdad social el presidente y el fujimorismo. El mensaje ha sido claro: lo
y de una cultura que solo promueve la iniciativa individual a importante es mantener la vigente estabilidad política y eco-
expensas del bienestar colectivo. Ambas vertientes conviven, nómica, a pesar de los límites institucionales y los hechos
con una predominancia de la primera, desde los años noven- de corrupción. En este sentido, el indulto a Alberto Fujimori
ta hasta la actualidad. La vigencia del fujimorismo en el siglo significa el ataque directo a ciertas bases políticas de la tran-
XXI ha reavivado el antifujimorismo, especialmente durante sición del 2001. El actual régimen democrático, influenciado
los periodos electorales. La muchedumbre ha sido su forma por el discurso antifujimorista en sus inicios, se estableció so-
de manifestación colectiva: una coalición temporal de indi- bre tres premisas: En primer lugar, mantener intacto el mo-
viduos indignados y volátiles organizaciones que se juntan delo económico inaugurado en los años noventa; en segundo
para decir “NO”2. No al regreso a la dictadura, no a las esteri- lugar, restablecer la institucionalidad liberal socavada du-
lizaciones forzadas, no al narcoestado, etc. La muchedumbre rante los años noventa; en tercer lugar, como profundización
no posee horizonte político pues tiene como única función de lo anterior, procesar a Alberto Fujimori por los crímenes
impedir el regreso del fujimorismo a la conducción del go- cometidos durante su gobierno. La segunda y tercera premisa
bierno nacional. Al darse por finalizada esta tarea, el antifuji- han sido prácticamente diezmadas en la navidad del 2017 y
morismo se repliega. en los hechos de inicios del 2018. La intención del Congreso
de desconocer los fallos internacionales que buscan revertir
Discurso y acción política contestataria como respues- el indulto, y otras acciones de similar magnitud como la des-
ta a la crisis titución de miembros del Tribunal Constitucional, auguran
¿Existe un tercer relato que sea clave en la política nacional que el pacto de impunidad se profundizará en los siguientes
desde los años noventa? Si bien no como algo precisamente meses. Por ende, el vigente régimen político puede encontrar
constituido, puede afirmarse que hay un ánimo contestatario su final muy pronto.

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En respuesta a las decisiones de las principales fuerzas polí- que expresa los límites del discurso fujimorista, pero que aún
ticas, la muchedumbre antifujimorista ha vuelto momentá- tiene que sortear los vaivenes del sentido común para ganar
neamente a las calles. Sin embargo, en esta ocasión su desafío un amplio consentimiento entre la población.
es mucho mayor al que normalmente acostumbra. No es un
período electoral donde todo se decida con una mayoría en En suma, el actual contexto está abierto a una modificación
segunda vuelta. Asimismo, ante los hechos de corrupción en de los discursos que han ordenado la política peruana. Sería
torno a Odebrecht y su relación con todos los gobiernos, está un error analizar dichos discursos como si fueran bloques to-
quedando expuesto que la disputa por el poder va más allá talmente constituidos que no estén sujetos a cambios en el
que solo evitar el regreso del fujimorismo al Poder Ejecutivo. proceso de lucha. Por ello se vuelve importante comprender
Atendiendo a estos sucesos, ciertos actores de la izquierda han los elementos que brindan o pueden brindar sentido a la ac-
comenzado a promover, más por un ánimo contestatario que ción política, pues pronto podría haber una reconfiguración.
por un programa o discurso claramente definido, la opción de Para lanzar hipótesis sobre las formas que asumirían dichos
una Asamblea Constituyente para alterar las bases del poder cambios, debe comenzar una discusión en torno a los ele-
en el Perú. Una elección nada descabellada ante un escenario mentos del actual sentido común.

* Sociólogo y militante de izquierda.

1. Daniel Ramírez Corzo, “Revuelta urbana y derecho a la ciudad: más allá de la ciudad popular”. En: Ojo Zurdo, N°3. Lima, 2017.
2. Álvaro García Linera, “Crisis estatal y muchedumbre”. En: Observatorio Social de América Latina, OSAL, N°10. Buenos Aires: CLACSO, 2003.
3. Ernesto Laclau, La razón populista. México, Fondo de Cultura Económica, 2005.

9
2018: crisis neoliberal, democracia
y proceso constituyente*
Luis Rodríguez**

El indulto al dictador Fujimori, el “Gabinete de la Reconcilia- soles si ingresaran a trabajar, bajo la nueva ley pulpín, los 412
ción” y la recientemente suspendida nueva ley pulpín expre- mil estudiantes matriculados en institutos al 2016.
san un claro mensaje de quienes mandan en Perú: No existe
alternativa a la Republica Empresarial (Francisco Durand) No es normal que la salud siga siendo un privilegio del que
que el fujimorismo consolidó, enriqueciendo -en medio del gozan algunos mientras el sistema sigue fragmentado y des-
desmantelamiento del Estado y un mar de corruptelas- a financiado; no es normal que ocupemos el primer lugar en
empresarios y asesores económicos y financieros (como Kuc- Tuberculosis Multidrogo resistente y el segundo en TBC en
zynski) quienes tomaron el control del aparato estatal con América Latina; no es normal que en los últimos 8 años ten-
ayuda del Banco Mundial, que fungió de partido político de gamos 1000 casos de feminicidio; no es normal que mientras
Fujimori (Óscar Ugarteche). siguen ocurriendo crímenes de odio (solo en el 2016 se regis-
traron 8 casos) el fujimorismo, representando a las fuerzas
Del pacto de canallas al “que se vayan todos” más conservadoras, derogue el DL 1323 que representaba un
Las elites se muestran como la única alternativa posible. Bus- avance en la tipificación y agravamiento de las penas en estos
can envolverse con las banderas de la Democracia y la Repu- casos; no es normal que en los últimos 10 años, 30 mil perua-
blica, tapando sus corruptelas e incapacidades para dirigir y nos/as hayan muerto en las pistas y carreteras; no es normal
gobernar el país. En el fondo ese era el mensaje que encerraba el fallecimiento de 52 peruanos/as en Pasamayo; no es nor-
el discurso en defensa de PPK mal que más de la mitad de los 3 millones de adultos mayores
“Las elites buscan seguir que hizo Borea en el Congreso: no reciban ningún tipo de pensión y aquellos que si lo hacen
articulando su agenda de clase con La democracia y la republica reciban, en su mayoría, pensiones de hambre.
la idea procedimental, liberal, de son ellos, los de siempre, los que
democracia. Ya no será Toledo sino mandan y gobiernan en medio Y si las elites y sus partidos insisten en que no hay alternati-
quizá Guzmán y sus “moraditos” los del caos, injusticia, impunidad, va, salvo la que ellos representan, si buscan envolverse en las
que se envuelvan en las banderas pobreza, desempleo y aban- banderas de la democracia y la república y normalizar el caos
de la democracia.” dono social de niños, madres que a diario producen, es porque la posibilidad de ponerle fin
y ancianos. La defensa a PPK a la larga noche (neo) liberal es real y ha comenzado. Eso es lo
en cualquier terreno no era sino la defensa a la Republica que buscan ocultar.
Empresarial que se construyó sobre la base de la dictadura,
corrupción, impunidad, explotación, exclusión, dolor y des- En Perú la crisis política actual expresa una crisis de régimen.
esperanza de millones de peruanos y peruanas. A ver si deja- Vivimos un momento destituyente. Entender sus característi-
mos algo en claro de una vez: Ellos, las elites y sus represen- cas (y posibilidades de fundar un nuevo sistema político y un
tantes políticos, no son ni la Republica ni la Democracia. No nuevo país) nos obliga a hacer un esfuerzo por ver el proceso
representan la Patria, no representan al Perú. de agrietamiento del orden neoliberal en los últimos 20 años.
Así, a pesar de ser un proceso largo y sostenido (como toda
Las elites notificadas de la rabia creciente de la gente (por su crisis) podemos identificar hasta tres momentos importantes.
demostrada incapacidad para dirigir y gobernar el país; inca- El primer momento (entre 1996 al año 2000) ocurrió con la
pacidad que se ha convertido ya en un obstáculo para el avan- caída del dictador Alberto Fujimori. En este periodo el neoli-
ce y progreso del Perú) buscan normalizar el caos, desorden y beralismo logró recomponerse, a pesar del desmoronamiento
muerte (de compatriotas, sobre todo los más vulnerables por- del régimen, básicamente por dos razones:
que viven en condiciones de pobreza) que producen a diario.
Es decir, buscan presentar como normal lo que a todas luces 1. Encontrándose la izquierda en medio de una derrota pro-
es caos, desorden y excepción. No es normal que los maestros funda, el campo político peruano se hallaba hegemoniza-
ganen 1200 soles mensuales y que se les quiera expulsar de la do por las fuerzas neoliberales;
carrera magisterial; no es normal que miles de productores 2. En consecuencia, las elites empresariales, a través de
agrícolas vendan la papa a 0.20 o 0.10 céntimos por el ingreso partidos y líderes políticos neoliberales (como Toledo),
de miles de toneladas de papa precocida provenientes de paí- lograron vincular su agenda de clase con la idea (proce-
ses con los que tenemos TLCs que PPK y Mercedes Araoz im- dimental y liberal) de democracia. Logrando instalar una
pulsaron y firmaron; no es normal que el salario mínimo este configuración del campo político que les permitió con-
en 850 soles, que un gerente gane 57 veces lo que un trabaja- servar el poder, hasta ahora, a saber: fujimorismo (dicta-
dor y que la inmensa mayoría sobreviva en el autoempleo o dura) versus antifujimorismo (democracia).
el empleo precario en MYPES que no pasan, la mayoría, el
segundo año de funcionamiento. No es normal que las elites Con ese objetivo las elites apelaron permanentemente (con
empresariales busquen meterse al bolsillo 6 mil millones de mayor o menor intensidad) al conflicto armado interno

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(como un retorno al pasado de miedo, pues como ha dicho los neoliberales al traicionar sus compromisos de campaña.
Juan Carlos Monedero, es en el miedo donde se fortalecen
las fuerzas conservadoras) en una disputa feroz por la cons- La traición de los Humala-Heredia no cerró la crisis sino que
trucción discursiva de memoria, para legitimarse y asegurar la agudizó. La irrupción de Verónika Mendoza y Gregorio
el consentimiento de la población en torno a su agenda de Santos expresaron así el 2016, en el campo electoral, una cri-
clase (presentada como el avance generalizado de la sociedad sis de régimen y el ánimo de la gente por superarla, popular y
peruana). Lograron así mantener el poder y reconstruir su he- democráticamente.
gemonía. Eso les funcionó bien y frente al agrietamiento ac-
tual del orden (neo) liberal han vuelto a lo mismo. Eso explica El tercer momento, 2017, expresó la profundidad de la cri-
el indulto y el discurso de “reconciliación nacional” que los sis en dos circunstancias: La huelga magisterial y el indulto.
partidos del viejo orden (PPK, APRA y el Fujimorismo) buscan El tratamiento despótico, macartista y represivo de la huel-
imponer. ga por parte de PPK mostró y dejó en claro (sobre todo para
quienes se emocionaron con su
Las elites buscan seguir articulando su agenda de clase con la mensaje de asunción de man- “Queda claro que no representa
idea procedimental, liberal, de democracia. Ya no será Toledo do) su carácter profundamente ni la republica, ni la democracia,
sino quizá Guzmán y sus “moraditos” los que se envuelvan en anti-republicano y anti-demo- sino un poder despótico, cuasi
las banderas de la democracia. Curioso pero para Franco Giu- crático. El empleo desmedido monárquico, que no diferencia
ffra (asiduo colaborador del decano de la concentración de de la fuerza dio cuenta además entre lo público y lo privado.”
medios) “Perú no ha tenido aún la suerte de tener un gobierno que el régimen se sostiene cada
de derecha, pero se ha beneficiado enormemente de los prin- vez más sobre la base de la represión y criminalización de la
cipios de una economía de mercado”. Es claro que las elites protesta. Si un régimen se sostiene cada vez más sobre el uso
buscan mover el campo político peruano hacia la derecha. de la fuerza, y la mentira, es porque proporcionalmente pier-
De ahí que es necesario entender que el ciclo de división del de cada vez más consentimiento de la gente. Es decir, pierde
campo político fujimorismo-antifujimorismo se agotó, termi- hegemonía.
nó. Que la transición democrática terminó no con el indulto
al dictador sino cuando Toledo nombró a Kuczynski minis- El indulto ha dejado en evidencia, quizá como ningún otro
tro de economía el 2001. Lo que expresaba que seguían man- hecho anterior, el carácter despótico y corrupto de la clase
dando los mismos. ¿O acaso podemos hablar de transición empresarial que controla el Estado. Kuczynski no solo ha
democrática luego del Arequipazo y el Baguazo? ¡Por favor! buscado mantenerse en la presidencia lo que queda del perio-
Es necesario y urgente construir una noción de democracia do sino que ha negociado impunidad para él y sus aliados. Y
alternativa a la liberal y procedimental de las elites. para ello utiliza las instituciones. Queda claro que no repre-
senta ni la republica, ni la democracia, sino un poder despóti-
El segundo momento, año 2011, tuvo otro carácter. A través co, cuasi monárquico, que no diferencia entre lo público y lo
de distintas movilizaciones sociales desde el Arequipazo privado. No fue casual que en uno de sus mensajes sustituye-
(2003) hasta Conga (2011) pasando por el Baguazo (2009), un ra la palabra renunciar por “abdicar”.
importante sector de la población movilizada logró abrir una
brecha en el sentido común y Estado neoliberal. Así, logra- La indignación crece a cada momento. Y en semanas se ha
ron poner en cuestión las ideas que antes le dieron cohesión, pasado del pacto de canallas al “que se vayan todos”. Hemos
tales como la privatización de recursos, empresas y bienes pasado de la pesada sensación de que no existe alternativa,
públicos; o eficiencia y gerencia en la gestión de lo público sensación que a algunos/as les lleva a sostener que lo que que-
a partir del ingreso de técnicos y funcionarios del sector pri- da es resistir y defender la gobernabilidad e institucionalidad
vado; o el supuesto éxito neoliberal en la reducción de la po- democrática (es decir sostener el régimen neo-liberal) para,
breza. Las distintas movilizaciones sociales -contestando el de a pocos, plantear un proceso constituyente y refundar la
discurso y programa neoliberal condensado en el “perro del Republica. Vamos entendiendo que la crisis no amerita una
hortelano” de Alan García- fueron cambiando la correlación solución jurídica o técnica sino política. Lo que está puesto
de fuerzas en la sociedad peruana. Cambio que se expresaría en cuestión es la configuración misma del poder que la cons-
en las elecciones del 2011 con el triunfo de Humala. Parecía titución del 93 consolidó. Eso es lo que hoy se tambalea. Que
que el campo político cambiaba y se abría un espacio hacia la el momento actual de la crisis abra paso a un nuevo orden y
izquierda. Sin embargo, dado el ciclo de crisis y derrota en la a un nuevo Estado (derrotando a las elites y su apuesta por
que ésta todavía se hallaba, el sujeto político que canalizó el una salida conservadora y autoritaria) dependerá de lo que
descontento social, fue el partido de los Humala-Heredia, un hagamos nosotros este año.
proyecto político familiar que terminó salvándole el pellejo a

* El artículo fué entregado el 27 febrero, antes de la vacancia del PPK.


* Investigador y miembro del Comité Editorial de Ojo Zurdo.

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¡Ahora es cuando!
Alternativas y horizontes nuevos
para la izquierda peruana
Trilce Oblitas y Gabriel Valenzuela*

Crisis de régimen:
nuevo horizonte democrático o barbarie fujimorista rias y lobbies1, impidiendo la realización de políticas públicas
Ante la actual crisis de régimen que vive el país, se hace nece- para la igualdad, sobre todo, respecto a la justicia tributaria.
sario impulsar un proyecto de país alternativo para recuperar Como resultado, la desigualdad social se ha mantenido alta a
la democracia capturada por los grupos de poder económico pesar del auge de la economía (el ciclo de las commodities) y
(GPE). Si queremos fomentar nuevos horizontes democráticos, más aún en una época pos bonanza.2 Las brechas sociales se
primeramente hemos de dejar de lado la oclusión imaginaria demuestran por la insuficiente inversión en las personas para
y la incapacidad de la izquierda postrada por el sentido común erradicar la pobreza extrema, la poca inversión en salud, edu-
neoliberal. Por ello, decir basta a los modelos democráticos cación, y protección social. Además, en los próximos años, se
procedimentales, debilitados o de poca calidad, y socialmente augura la reducción en el presupuesto de programas sociales
excluyentes por no respetar los derechos sociales y económi- claves, una baja en la creación de empleo y un retroceso labo-
cos de sus ciudadanos y ciudadanas, resulta insuficiente. Se ral que se expresa en el estancamiento del salario mínimo y
requiere plantear un modelo alternativo democrático que sea una significativa reducción en la inversión de programas con-
viable y utópico a la misma vez. Pensamos, por tanto, que el tra la inequidad de género en el actual gobierno.
concepto de “instituciones populares” planteado por Álvaro Gar-
cía Linera, nos podría servir para revertir el sentido común he- La explotación y la alienación de las clases dominadas no se
gemónico y proponer alternativas serias a la gobernanza neo- sostienen solas. Requieren también de una dimensión ideoló-
liberal de las clases dominantes. Si no logramos efectuar este gica que funciona primordialmente a través del poder mediá-
“salto político” habremos perdido una oportunidad histórica tico, altamente concentrado en dos grupos empresariales: Los
y, sin lugar a dudas, el proyecto neoliberal de las clases domi- grupos El Comercio y La República). Estos oligopolios mediáti-
nantes se refundará a través de su expresión más barbárica: El cos monopolizan las agendas de la información y operan para
fujimorismo 2.0. conseguir grabar en el imaginario ciudadano el mantra de que
lo público es corrupto, ineficaz, sinónimo de despilfarro y de
Neoliberalismo en el Perú: ¿En beneficio de quiénes? ataque a la libertad, favoreciendo los intereses privados de los
En un país periférico dentro del sistema mundo como es el GPE (contrarrestando cualquier alternativa al status quo). Un
Perú (geográficamente situado en un espacio de extracción buen ejemplo de esto, fue la temerosa y alarmista reacción de
de plusvalía global y donde las élites locales, históricamente, El Comercio contra el llamado de Veronika Mendoza por un
concentran mucho poder), la restauración del poder de las “proceso constituyente” durante las movilizaciones contra el
clases dominantes se propulsó en el momento de la caída del indulto a Fujimori, tachandola de tener un “afán totalitario
gobierno populista del APRA y el auge de la coalición mafiosa y autocrático”.3 Claramente, un proceso constituyente demo-
fujimorista (1993), instaurando un proceso de transformación crático rompería con la constitución neoliberal del 93 y por lo
neoliberal sumamente agresivo. Mediante el aparato estatal tanto con el funcionamiento de los GPE.
neoliberal (con un sistema político “decretista” y “excepcio-
nalista” que le favorece), los mecanismos de acumulación por A pesar de los resultados negativos del proyecto neoliberal
desposesión como la privatización, la desregulación y la libe- (reconocido incluso por economistas del FMI), este continúa
ralización del mercado beneficiaron a unos pocos a costa de la ejerciendo su poder estructural e ideológico. La actual gober-
restricción de la capacidad organizativa de las clases popula- nanza neoliberal que lo acompaña no ha hecho más que con-
res (que sufren de una débil capacidad de acción colectiva y or- tinuar con las políticas privadas en beneficio de la maquinaria
ganizativa desde entonces). Constituyendo, de esta manera, el del poder de los de arriba, al entender que la culpa no era de
régimen del 93 y su transición incompleta que dura hasta hoy. las políticas económicas neoliberales, sino más bien de la de-
ficiente institucionalidad y las particularidades de los países
Si cartografiamos el poder del actual régimen neoliberal, en las que se aplicaban. Según este modelo post Consenso de
identificamos dos pilares que lo sostienen. En su dimensión Washington, se haría necesario mejorar la “transparencia” y
estructural, los GPE lograron concentrar mayor poder econó- “accountability” de las instituciones estatales, a fin de que el
mico mediante la alta concentración de mercado, a costa de neoliberalismo funcione con más efectividad. En otras pala-
la desposesión de los derechos sociales y económicos de las bras, las instituciones han de servir para consolidar los inte-
mayorías. Este poder económico, altamente concentrado, ha reses gananciales de las elites económicas a costa de limitar la
repercutido sobre las instituciones utilizando mecanismos de fuerza participativa, conflictiva y transformadora del “escán-
captura política: Financiamiento lícito e ilícito, puertas girato- dalo de la democracia”4.

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Es más, la teoría institucionalista continuamente nos pide que crisis es que no se limita a la élite política sino a una parte im-
enfoquemos el debate en la confianza y la representación, ha- portante de la elite económica (caso del “club de constructores”
ciéndonos pensar que el sistema democrático puede reducirse y la temporal detención de los ejecutivos de Graña y Montero,
a que las instituciones existentes de un viejo orden político son uno de los “doce apóstoles”), en el que se observa una ruptura
los únicos vehículos de representación, se encuentran débiles importante del régimen del 93.
por el comportamiento electoral de la población y su confian-
za o falta de la misma. De esta manera, es posible entender que Por otro lado, se vislumbra un panorama político por el cual
si bien el neo institucionalismo aboga por determinar la rela- la desafección de la población con las elites políticas se ha ge-
ción e interacción entre las instituciones y los individuos, no neralizado, acoplado con un gobierno incapaz de incorporar a
es suficiente para visibilizar las reivindicaciones de un sector una parte importante de la derecha fujimorista a largo plazo
de la población que no tiene mayor vínculo o se identifica con (la ilusión temporal del “gabinete de reconciliación” mediante
las instituciones que deberían garantizar no solo asumir au- un pacto desde arriba le ha costado a PPK la dimisión de una
to-representación de nuestros derechos, sino entender, inter- parte importante de sus ministros y la fractura de su partido),
pretar y traducir a políticas de acción, nuestras demandas y y donde las élites políticas y económicas ya no poseen un pro-
luchas. Es por ello que, aunque una institución cumpla con su yecto nacional unitario tras haber roto el contrato social con las
rol asignado para ejercer representación y poder (por ejemplo clases populares, que poco a poco se ha ido desgastando.
los partidos políticos tradicionales o el Congreso), construidos
bajo parámetros viejos de identificación política, pueda no ne- Una institucionalidad popular antioligárquica
cesariamente ser un vehículo colectivo que resuelva los proble- El plantearnos construir un sistema que a través de una nueva
mas de acción colectiva o decisión colectiva. institucionalidad genere respuestas colectivas a las demandas
de la gente, de las protestas en la calle, de los y las maestras, de
Las instituciones se comportan como vallas de un sistema que los productores de papa, así como de las mujeres denunciantes
se concentra en instrumentalizar la representatividad para de abuso, quizás es lo más revolucionario que puede hacer la
incrementar las cuotas de poder de grupos selectos e incre- izquierda en el Perú en este momento.
mentar los ingresos de los mismos; por ello, como menciona
Álvaro García Linera, no se nos permite ver aquellas fracturas Por eso entendemos que una nueva institucionalidad requiere,
y fisuras de la sociedad entre los gobernantes y los gobernados, ante todo, un proceso constituyente que provenga de la poten-
de manera que es perpetuada la dominación y relaciones de cia plebeya de los de abajo y hacerse eco de las nuevas emanci-
poder pactadas, en las que la voz de la calle no tiene protago- paciones por venir, para contrarrestar la Constitución neolibe-
nismo y solo se la describe como amenaza a un sistema de ins- ral del 93. En sintonía con el elemento popular que constituye
tituciones ya desgastadas. Todo ello hace que nos planteemos a la democracia, la “sala de máquinas”⁷ ha de ser reorganizada
si las instituciones son capaces de revertir esta tendencia con- para canalizar las demandas populares y los nuevos proyec-
tinua o si es que existen alternativas o nuevos paradigmas que tos de emancipación social, apelando a su conflictividad. Para
re-configuren estos equilibrios pactados. Es entonces, quizás el cualquier proyecto de izquierda esta no es una tarea sencilla ya
momento político de la izquierda que puede y tiene la capaci- que se basa en saber navegar las contradicciones tanto de las
dad de construir una fuerza política que altera los equilibrios calles como de las instituciones, para avanzar hacia nuevos ho-
viejos para poder devolver las instituciones a la gente. rizontes democráticos y de expansión de derechos. En palabras
de Luciana Cadahia, se trata de concebir una “gubernamentali-
Crisis de las elites y panorama político dad populista”, desde la cual construir una forma de gobierno
La actual crisis de régimen se produce en un momento de conflictual cuyo uso de las instituciones va transformando la
crisis de sobreacumulación capitalista global5, impidiendo lógica liberal de la que proviene la escuela institucionalista⁸.
su flujo y ciclo de acumulación, con lo cual se ha forjado un
nuevo proyecto de reestructuración del poder de las clases do- Ante la ruptura política que se avecina y el desgaste del régi-
minantes en detrimento de las clases populares. Esto se hace men del 93, romper con el pasado institucional oligárquico
evidente con el fin del auge económico en el 2014, cuando los mediante la construcción de una institucionalidad popular es
GPE lograron capturar el gobierno de Ollanta Humala, y ac- un desafío constante que se genera a partir de la integración de
tualmente con las revelaciones de los casos de corrupción (el las luchas sociales de los de abajo contra los de arriba. Proceso
caso lavajato), que implican a todos los gobiernos de la “tran- de cambio y de voluntades colectivas, que ha de ser enmarcado
sición democrática”, de manera que el conflicto de intereses y contextualizado para un proyecto alternativo de país.
entre lo público y lo privado se hace notorio6. Lo nuevo de esta

* Trilce Oblitas es Msc en Ciencia Política, especialista en resolución de conflictos y cooperación por la Universidad de Leiden; Gabriel Valenzuela es Msc en Globalización
y Desarrollo Económico por la Universidad de Londres.

1. Durand, Francisco, Los doce apóstoles de la economía peruana: una mirada social a los grupos de poder limeños y provincianos, Lima: PUCP, 2017.
2. Oxfam, ¿Hacia dónde vamos?: Promesas de Kuczynski contra la desigualdad continúan estancadas tras un año de gobierno, Documento de Trabajo Perú N° 6, Octubre
2017. Las promesas de desarrollo económico inclusivo incluidas en el plan de gobierno de PPK ya no se cumplirán, ahora que el presidente se encuentra perdido en su
laberinto.
3. “El golpe soñado”. Editorial, El Comercio, Lima, 30 de diciembre de 2017.
4. Jacques Rancière, El odio a la democracia, Madrid: Amorrortu, 2006.
5. La sobreacumulación del capital puede entenderse como la caída de la tasas de ganancia de Marx. Esto es, una crisis de sobrecapacidad productiva y laboral que
ralentiza y estanca el circuito del capital. Ver: David Harvey, El enigma del capital y la crisis del capitalismo, Madrid: Akal, 2012.
6. Véase: Francisco Durand, Juegos de poder: política tributaria y lobby en el Perú, 2011-2017, Lima: Oxfam, 2017.
7. Roberto Gargarella, La Sala de Máquinas de la Constitución: dos siglos de constitucionalismo en América Latina (1810-2010), Buenos Aires: Katz, 2014.
8. Cadahia, Luciana, “Populismo y Democracia: una alternativa emancipadora”. En: Cuba Posible, 2017.

13
“La calle sigue siendo un terreno clave”.
Crisis del gobierno de PPK y
perspectivas para la izquierda
Eliana Carlin, Marco Sipán y Hernán Maldonado

En medio del crítico escenario de país abierto en relación al indulto a Fujimori y la vacancia de PPK, convocamos al
presente Diálogo Zurdo a tres compañeros de las nuevas hornadas de la izquierda peruana. Agradecemos la recepción a
nuestro llamado de Eliana Carlin, activista anti fujimorista, Marco Sipán, militante del MAS, y Hernán Maldonado, sociólogo
y analista político.

Ojo Zurdo: ¿Cómo evalúan en términos generales el escenario po- Sin embargo, también puede cobrar fuerza una articulación
lítico configurado en el país luego del sacudón de fines de diciem- de los actores sometidos al poder, como las agremiaciones de
bre que trajo el fracaso de la vacancia y el indulto a Fujimori? cafetaleros, arroceros o paperos. En la mirada cortoplacista
¿Estamos ante una crisis de régimen? de la izquierda limeña la articulación de varias demandas
de clases medias puede ser la alternativa para modificar el
Marco Sipán: Existe una crisis de poder en el Perú. Por un lado modelo económico, pero hay más bien una crisis de sistema.
tenemos a las grandes familias que han controlado el poder, Por eso el acercamiento entre Goyo Santos y Verónika Men-
conviviendo junto a nuevos actores del neoliberalismo como doza adquiere importancia, porque es la complementación
Chlimper y Dayer que son actores que quieren acumular, del Nuevo Perú, más articulado a los sectores profesionales
enriquecerse y lograr mayor poder, reordenando con ello la dentro de las ciudades, y la gente del MAS, más articulada a
ubicación de esta nueva oligarquía. Este es el enfrentamiento los sectores un poco más marginados, en especial del campo.
entre PPK y el fujimorismo y en esa línea la estrategia de la
CONFIEP es incorporar a ambos sectores dentro del ámbito Hernán Maldonado: Si vemos comparativamente la histo-
del poder económico. Aunque todavía no es tan fuerte, Roque ria política de los últimos 30 años podemos tener una justa
Benavides desde la CONFIEP sería el actor político que puede medida del tipo de crisis que vivimos. Yo dudo que estemos
representarlos y competir electoralmente. La CONFIEP quie- ante una crisis de régimen y más aún tengo dudas de que sea
re jugar el 2021 como un actor propio, la oligarquía lo ha he- una crisis de sistema. La crisis del 90/92 que en realidad fue
cho antes y lo ha hecho siempre del lado del APRA, no sería un conjunto de crisis que suponían crisis económica, crisis
raro una nueva versión de estas alianzas del siglo pasado. de modelos de dominación, crisis del Estado en medio de un

14
nivel de violencia política que vivíamos desde los 80, fue cla-
ramente sistémica y permitió una modificación sustantiva en
la correlación de fuerzas, pero de carácter desdemocratiza-
dor. Permitió la hegemonía de los grupos neoliberales, fue la
oportunidad para que los actores vinculados al gran capital,
-que nunca perdieron el poder, pero que lo compartían con
otros sectores-, impusieran su hegemonía artículándose a la
hegemonía global del neoliberalismo. Otro momento fue la
crisis del 2000, donde no hubo una crisis sistémica y tampo-
co hubo una crisis orgánica, es decir no se puso en cuestión
el modelo económico, pero sí se puso en cuestión lo que en-
tendemos como régimen político; es decir, las reglas, las insti-
tuciones, los mecanismos alrededor de los cuales se compite
por el poder.

La actual crisis, si bien muestra los límites de una forma de


organizar el Estado, basada en el lobismo y la “puerta girato-
ria”, un Estado capturado por el capital financiero y por va-
rios grandes intereses privados, pero no es una crisis sistémi- de la reconstrucción u otros. Tenemos un Estado más o me-
ca y creo que tampoco de régimen. Pero fundamentalmente nos paralizado y una economía que si bien no está en crisis
no lo es -y eso es lo qie debe preocuparnos-, porque esta crisis tampoco está creciendo en los términos de sus propias posibi-
no tiene conexión con las preocupaciones en la sociedad, y lidades. Eso nos lleva a pensar que la mayor parte de las élites
ahí está la responsabilidad de los actores políticos para co- y el empresariado ya le bajó el dedo a PPK y ahí está la contra-
nectar la agenda constituyente, de cambios y reformas, con dicción que le planteo a Marco: ya casi nadie sostiene a PPK,
una mayoría de ciudadanos segmentados. Por eso para mi más bien presumo que están buscando una salida de lo más
es más crisis de gobierno que una crisis de régimen o estruc- estable para que en ese marco no se filtren otras demandas y
tural, tanto así que todos, o por lo menos los principales ac- agendas que no son de su interés, y es la agenda que más bien
tores de la escena política, plantean salidas de acuerdo a las nosotros estamos promoviendo: La de los productores, de las
propias reglas del régimen, lo cual es distinto al escenario del regiones, los estudiantes, los trabajadores y de algo que no
2001. Aunque muchos ya reconocemos los límites del modelo, se dice mucho también, que son los consumidores. Creo que
creo que para la mayoría en este momento el modelo no está por ahí tenemos que empezar a pensar en salidas, es decir:
todavía en cuestión y eso explica mucho de la sensación ge- ¿Cómo en ese marco donde todo el mundo está pensando en
neral de malestar y estancamiento que prima en el ambiente salidas políticas a esta crisis, se abre otro curso de solución in-
político y la sociedad en general. corporando a sectores populares y ciudadanos en perspectiva
democratizadora? Necesitamos, justamente a partir de esa
Eliana Carlin: Yo no sé si hay una crisis de régimen, pero no es crisis, otros cuestionamientos y otras lecturas de la sociedad,
una crisis sistémica. Temas como el indulto a Fujimori mues- para hacer la conexión entre los problemas que tiene la gente,
tran que el régimen ha entrado a una lucha por la supervi- el modelo económico, el modelo de acumulación y el propio
vencia, y estamos hablando de un gobierno que tiene un año régimen político.
y medio en el poder. Esta situación me lleva a plantear una
paradoja: estamos en un escenario donde la elite empresarial Marco Sipán: Esta crisis política es reflejo del tema económi-
ha disputado la toma de poder y ha logrado el gobierno, pero co, pero no porque se haya precarizado mucho las condicio-
al final son un grupo de gente enemiga del Estado, enemiga nes de vida, eso no genera la crisis. Lo que genera la crisis es
del rol del Estado, que sin embargo hoy ocupan cargos en ese la contienda de poder. Cuando explicamos la crisis nos falta
Estado y sostienen una tecnocracia al servicio de intereses justo ese enfoque del poder, de quien tiene el poder, quien
privados. Yo creo que son un grupo de personas dedicadas maneja el poder y cómo ese poder no solamente puede venir
básicamente a la empresa, cuyas incursiones en el Estado son desde lo hegemónico, sino también desde lo contra hegemó-
para servirse del mismo, es lo que se ha evidenciado ahora nico. Si no se han podido articular las luchas, si no se puede
con el propio presidente de la República. bajar a PPK, si no se puede hacer muchas cosas es porque no
logramos ser fuertes en la contra hegemonía. Decimos que
En medio de esta crisis agravada por el indulto, es evidente esta situación es muy parecida a la situación del 2001, o sea
el pésimo trabajo de Estado realizado en dieciocho meses de el pueblo sale a la calle, pero el bloque contra hegemónico no
gobierno, es un gobierno que está paralizado no solamente puede lograr hegemonía y al final se mantiene la dictadura
porque está en un momento de entrampamiento político del neoliberal, y somos los actores los que la mantenemos todos
que no saben salir, sino porque desde el día uno no ha teni- estos años. La crisis está en el bloque contra hegemónico, o
do idea de qué hacer. Veamos la situación terrible de la re- sea es la izquierda, son los sindicatos, los movimientos socia-
construcción tras el fenómeno del niño costero, ¿dónde están les, ahí está la crisis, porque estamos en un momento en el
entonces los famosos técnicos?, ¿dónde esas personas de lujo cual hay una generación que emerge y esos somos nosotros,
que nos iban a enseñar cómo se trabaja eficientemente? pero todavía no podemos sacarnos las taras del pasado de la
izquierda. Por ejemplo, se sigue manteniendo la articulación
Hernán Maldonado: Lo que dice Eliana es clave, con PPK se de Juntos por el Perú con su dirección, y ellos tienen las ha-
ha caído el mito de la tecnocracia eficiente, o sea ni siquiera bilidades y las mañas políticas; los actores emergentes como
en sus propios términos pueden resolver problemas como el nosotros no podemos todavía plasmar una nueva propuesta

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y nuevas demandas. Aún no tenemos aún la capacidad de re- Marco Sipán: Un régimen político se sostiene por tres cosas:
emplazarlos, entonces hay gente que parece como de izquier- Uno lo económico, dos lo político, y tres la cultura. Si bien en
da, pero repite todo el tema neoliberal y al final justifica y los dos primeros aspectos hay problemas, en la cultura llevan
afianza ese poder neoliberal, entonces yo creo que eso es un gran ventaja. La gente en Lima está acomodada, la gente va al
punto que debemos analizar. cine, a comer, a hacer un sin fin de cosas, pero la realidad es
que en comunidades de Huancavelica, del interior de Ayacu-
Hernán Maldonado: Has dado un punto clave aunque no cho o aquí en Huacho, es imposible de que haya esa cultura.
necesariamente concuerdo contigo, pero sí creo que es fun- Se impone la desigualdad como cultura, inclusive el racismo
damental abrir un proceso de transformación, de generar y el machismo forman parte de un patrón de poder que sos-
un cambio sustancial en el manejo de las cosas en el país, y tiene culturalmente el modelo.
en cómo se maneja el poder, la economía, la relación con la
sociedad, etc. Ello supone un permanente ejercicio de reno- Hernán Maldonado: Creo que a PPK lo sostiene hoy el he-
vación y creatividad, de crear nuevas formas e iniciativas, cho de que los actores políticos no se ponen de acuerdo sobre
pero no concluyo como tú que el problema sean ciertas lec- cómo sacarlo. Ante eso el gobierno se mueve algo, incorpora
turas según las cuales la crisis ya está dada y lo que faltaría el tema internacional a la agenda nacional, cree que golpean-
es la vanguardia. Creo que el reto de ir en una perspectiva do a Maduro va a dejar de estar jodido, anuncia subir el suel-
de transformación requiere dejar las inercias, que finalmente do mínimo y luego va a sacar del sombrero una u otra cosa.
promueven lo de siempre, con el mismo lenguaje, las mismas La permanencia de PPK y su gobierno responde a que los ac-
formas organizativas y probablemente las mismas lecturas. tores políticos no se ponen de acuerdo sobre cómo y cuándo
Más bien debemos estar permanentemente generando inno- sacarlo, pero creo que ya tiene categoría de zombi.
vación e iniciativas tácticas. A mí lo que me sorprende, por
ejemplo, es que se ha perdido la cultura de la iniciativa tácti- Eliana Carlin: Yo creo que a PPK se sostiene porque todavía
ca, que paradójicamente sí muestran los colectivos ciudada- no se lee bien a Vizcarra. Los distintos sectores que quieren
nos como “No a Keiko” o “Habla Castañeda”, entre otros. Eso sacar a PPK, incluso sus tecnócratas que deben de ser sus
que Negri llama una “continuidad de operaciones de renova- amigos de la playa o Cieneguilla no tienen claridad sobre eso.
ción” en un horizonte constituyente, lo tienen los colectivos Lo que ocurre es que Vizcarra es un personaje al que se le pue-
en los movimientos ciudadanos y no lo tienen los partidos. de leer de distintas formas: Ha sido muy buen gestor, tiene la
El punto es cómo enganchamos esas dinámicas, porque una experiencia de gobierno regional en Moquegua, todo bien por
salida política progresista, que hable de mayores niveles de- ese lado, pero la derecha lo puede leer como aliado de manera
mocratización, en lo cual los tres coincidimos, supone dos muy fácil, y en determinado escenario la izquierda también
carriles: Uno institucional, de reglas, de buscar salidas insti- lo puede leer como aliado. Creo que aquí hay una disputa por
tucionales que es fundamentalmente el Congreso, y otro de Vizcarra, por darle contenido a Vizcarra, por ganarlo, y él
movimientos sociales, la calle. Esa conexión es indispensable. mismo debe estar pensando a quien hacerle guiño para poder
entrar limpio y gobernar hasta el 2021.
Ojo Zurdo: Tomando en cuenta que más allá de los membretes
coincidimos en que el Perú atraviesa una grave crisis, y que PPK Ojo Zurdo: Entrando a un segundo tema, si bien vivimos en un
ha perdido irreversiblemente legitimidad, entonces: ¿Qué lo sos- país de hegemonía neoliberal, también por años hemos tenido
tiene?, ¿Qué sostiene finalmente a este régimen? protestas dispersas con agendas distintas, y el punto es ¿Por qué
estas protestas no tienen consecuencias políticas? Nos parece una
pregunta clave para la izquierda: ¿Qué está pasando con la pro-
testa social? ¿Cómo ven la posibilidad de que las calles permitan
una salida de PPK y la eventualidad de un cambio político favo-
rable para la izquierda?

Eliana Carlin: A la calle le toca la agitación, pero no creo que


la calle sola pueda sacar a PPK, lo que tiene que hacer es ca-
pitalizar esa salida, jalar agua para su molino lo más que se
pueda. La calle sigue siendo un terreno clave, puede hacer
otras cosas y no salir a marchar en el mismo lugar, ha habido
intentos de romper eso, pero hay una lógica muy fuerte de
hacer marchas casi como única movilización colectiva. Hay
problemas de fondo con la movilización, nosotros queremos
representar a toda la sociedad, a todo el pueblo, pero la des-
afección política, que es nuestra realidad, nos revela que al
pueblo y a la gente les importa poco quién lo represente. Sal-
vo en algunos momentos electorales, no existe una cultura
cívica participativa para que la gente politice asuntos que
ocurren en la vida diaria, como esas tarjetas que cobra unos
intereses insólitos. La ausencia de una cultura cívica partici-
pante hace que no relacionemos estos temas cotidianos con
el Estado que no regula nada,

Marco Sipán: Concuerdo con que la gente debe seguir ha-

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ciendo acción colectiva, seguir en las calles, pero vuelvo a las los españoles y la aristocracia se metió dentro de sus propios
taras de la cultura política que arrastramos y la necesidad de guetos, era la gente del pueblo la que transmitía la herencia
derrotar incluso generacionalmente a sectores que terminan colonial. Creo que ahora es igual. Es la gente del pueblo que
afianzando el sistema, siendo sumamente funcionales. Ese es está reproduciendo esto, existe un sector popular neoliberal y
un punto que hay que analizar, porque frena todo avance y nosotros queremos como izquierda incorporar justo eso des-
si logramos convocar, sumar, movilizar, quien se aprovecha de otro tipo de identidad que no reconocen. Allí entra la idea
de esa movilización al final y al cabo son otros; o sea, hay al- de incorporar al otro, que es nuestro discurso, y por eso el
guien, un grupo o grupos de izquierdistas que gestionan todo postmodernismo no tiene la capacidad suficiente para incor-
este avance del movimiento popular a su favor, y eso se ve porar a estos sectores. Para mí la crisis es mas de utopía, sin
claramente con la CGTP o el SUTEP. utopía no existe pueblo, las masas están desarmadas, o sea la
izquierda no le está dando armas a las masas para que pue-
Hernán Maldonado: Para mi queda claro que el tema de la dan constituirse como pueblo y por lo tanto ostentar el poder,
calle tiene límites, incluso en el mejor escenario, porque a esas nuevas armas las tenemos que descubrir y encontrar al
diferencia de hace veinte años, no estamos al frente de una calor de ese pueblo neoliberal que ha surgido de la pobreza.
crisis orgánica, ni una crisis de una envergadura que lance a
cientos de miles de personas a la calle como en Brasil, Argen- Hernán Maldonado: Tengo distancias sobre el discurso de la
tina, Chile. Y eso no va a cambiar en el corto plazo, depende utopía, no me parece que sea un factor central de articula-
mucho de la conducción y representación acumulada, que ción y movilización. Sí creo en la necesidad de un nuevo mito,
aún es débil. Creo que lo que corresponde hacer en el media- no necesariamente utópico, en el sentido de que tendría que
no y largo plazo, y cuando más antes empecemos mejor, es estar en curso, no en un futuro indeterminado; tendría que
construir una hegemonía basada en un relato que represen- estar en algo que es potencia, que es posibilidad, pero que ya
te más eficazmente a los sectores que queremos representar. está. En ese sentido insisto en la necesidad del relato, porque
Actualmente la izquierda no tiene sujetos de transforma- creo que acá ha habido una épica plebeya, que ha emergido
ción y ha perdido la idea de que los procesos de cambio se en las peores condiciones, por ejemplo como plantea Mar-
construyen a partir de sujetos. Apela a los viejos sujetos de tuccelli, los informales en realidad se volvieron empresarios
siempre, que no son mayoritarios. Volvamos a Lenin, cuando porque querían seguir siendo trabajadores, o sea no era el
recomienda partir de la realidad y no de los deseos. Hoy tie- discurso de Hernando de Soto según el cual ellos creían en
nes una multiplicidad de actores en tensión con el modelo, el mercado y odiaban al Estado. Sin embargo, ellos lograron
aunque ellos no lo se asuman necesariamente así, y eso tie- un relato épico de esa gesta, que era popular y plebeya, acor-
ne que ver con la hegemonía del neoliberalismo, pero tienes démonos de esa canción popular de Los Chapis, “ambulante
productores, trabajadores, sectores emergentes, estudiantes, soy, proletario soy”. Ellos como ambulantes, como comercian-
ciudadanos consumidores. Sin embargo la articulación de to- tes, se asumieron como proletarios, como trabajadores, hoy
dos estos actores ni siquiera se pone en la mesa para discutir ya estamos en otra situación obviamente, pero creo que sería
y pensar. Hay un tema terrible, de la izquierda en general, de importante una épica, un relato que articule a la mayor canti-
no repensar y apelar solo a actores que de alguna manera re- dad del pueblo, en distintas dimensiones.
producen una visión tradicional. Pareciera que no estamos
reconociendo cambios culturales profundos que ha tenido la Aquí el tema de la producción y el trabajo es clave, pero tam-
sociedad, transformaciones a nivel cultural de las ciudades, bién el tema de consumo, pues la gente vive agobiada por la
que han roto todos los paradigmas de la izquierda; sin embar- economia de la deuda, los productores de papa por ejemplo,
go, seguimos teniendo reflejos sobre identidades populares los ciudadanos como consumidores, hay cosas que estamos
de hace mucho tiempo. Lo mismo en el campo, hay una nueva dejando de lado. La labor de la izquierda en este contexto, más
ruralidad, hay un conjunto de actores productivos políticos, que dar la caracterización especifica de la crisis, es meter esas
eso no lo estamos viendo y tampoco lo estamos protagonizan- agendas, meterse en la realidad más allá de nuestros deseos
do, no lo estamos poniendo a la mesa. de cómo deberian ser los sujetos, y en ese marco la calle pue-
de ayudar a incluir una agenda distinta y por eso cuanta más
Ojo Zurdo: Justo a propósito de esto: ¿Cómo evalúan la situación gente en la calle mejor, y mucho mejor si no capitalizan los
de la izquierda en este escenario de crisis abierto desde diciembre? de siempre. Seguro en esas movilizaciones emergerán otros
¿Qué perspectivas podemos ubicar hacia adelante para que la iz- liderazgos, otros compañeros, y en las regiones emergerán
quierda pueda generar esa nueva fuerza política participante? otros actores. Allí el tema constituyente va a ser clave, pero
las constituyentes pueden ser vistas como demasiado lejanas,
Hernán Maldonado: Creo que carecemos de un nuevo relato, tenemos que traducir esa idea en cosas más específicas, en
me parece que estamos perdiendo la oportunidad de construir campañas específicas sobre salud, monopolios de farmacias,
un relato, que incorpore una épica popular, que interpele al puertas giratorias, cosas que hagan que la gente interpele y
modelo neoliberal. En efecto, hay en mesa relatos específicos, cuestione el modelo neoliberal.
parciales, y ese puede ser el daño del discurso post moderno,
de que todos los actores son iguales de importantes, en todos Marco Sipán: Yo he estado haciendo una investigación sobre
los momentos. Lo que quiero decir es que hemos perdido una la acción colectiva de “Con mis hijos no te metas” y puedes
discusión sobre los sujetos transformadores. Como decía Ma- constatar que la gente se moviliza en buena parte por la uto-
riátegui: ¿Cuál es el nuevo mito desde el que articulamos a pía, la idea del paraíso. No es que del mundo de la objetividad
múltiples actores? material salga la idea de que te movilices. Son cinco organiza-
ciones que construyen un movimiento, un proyecto, con pla-
Marco Sipán: En su libro Aristocracia y Plebe, Tito Flores nificación, con recursos, con cuadros políticos, con iglesias,
Galindo hablaba de Lima y menciona que cuando se fueron con estructuras, o sea como un partido político. Pareciera que

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que ejerce ciudadanía, si en su espacio de militancia eso no
ocurre.

Marco Sipán: Yo he viajado mucho en estos últimos meses,


creo que a Iquitos y Tacna nomás no he llegado. Nosotros he-
mos constituido más o menos veintiún comités, y en muchos
de esos comités llegaba la gente de Nuevo Perú y planteaban
la exigencia de que se vincule a Goyo con Verónika, no es una
exigencia de las direcciones, es de abajo, porque no existe la
izquierda como actor protagónico salvo en algunos momen-
tos. Hoy se está partiendo de la tesis de Juntos por el Perú de
que es suficiente reafirmarnos como izquierda, cuando noso-
tros decimos que hace falta refundar otra izquierda. ¿Es mo-
mento de reafirmarnos bajo la línea de los PCs o romper el
molde y construir otra izquierda se llame como se llame? No-
sotros estamos en lo segundo, por romper el molde. Hay una
apuesta por lo contra hegemónico, porque nos oponemos al
neoliberalismo, pues reproduce todo el sistema. No podemos
seguir reproduciendo lo mismo.

Hernán Maldonado: En efecto hay un problema de la izquier-


da que tiene que ver con su débil arraigo social, regional, po-
pular, etcétera. Ese problema se está tratando de resolver des-
de distintas iniciativas y espero que el MAS y el Nuevo Perú
puedan sumar en ese esfuerzo, pero creo que esto demanda
avanzar también en términos de un nuevo relato, un nuevo
discurso, por el cual se acerca a la gente, a un proyecto colec-
la gente no es ciudadana hasta antes de la religión, o sea son tivo, a una idea de comunidad. En segundo lugar, creo que
trabajadores desde las seis de la mañana hasta las once de la hay que cambiar la cultura política, porque efectivamente
noche, y en la iglesia encuentran la idea de igualdad, encuen- hay discursos y prácticas que espantan. ¿Cómo y con quienes
tran la idea de participar en lo público, y este reconocimiento construimos una alternativa a esto que está al frente? Una
de sus iguales. Eso lo puede hacer la izquierda, o sea construir. alternativa finalmente moderna, secularizada. Porque ahora
Finalmente son organizaciones sociales que desde su acción el fujimorismo tiene una coalición con grupos mal llamados
colectiva tienen discurso, implementan campañas, tienen re- conservadores, pues en realidad sus nucleos más activos son
pertorios; a esta calle que sale en muchos casos espontánea- abiertamente reaccionarios, ya que están claramente contra
mente la izquierda la puede articular, proponerse constituir una agenda de igualdad. Entonces no solo es género, el tema
una organización de los campesinos, una organización de los aquí es la defensa de la igualdad, contra una visión jerárqui-
sectores medios, una organización magisterial como la que se ca, porque estos grupos no creen en la igualdad. Entonces hay
está forjando, o sea, grandes bloques que pueden articular en un elemento que la izquierda tiene que reconstruir o reno-
lo que Gramsci llama el bloque de los desposeídos, el bloque var, es decir, aprehender a coexistir en lógica de frentes. Por
histórico de los desposeídos, esa es la chamba. otro lado, hay mucha ansiedad cuando repecto a aspectos co-
yunturales, electorales, ha pasado con el tema de las conver-
Eliana Carlin: Yo nunca he pertenecido a un partido for- saciones entre Verónika Mendoza y Goyo Santos y también
malmente, más me he vinculado al movimiento social anti con Juntos por el Perú. Me parece que lo más importante es
fujimorista, de hecho me interesa eso más que otra ubica- generar condiciones para caminar juntos y eso supone por
ción política, pero veo que entre los partidos y movimientos ejemplo ver la unidad a partir del de trabajo conjunto, no ne-
formales de izquierda con participación en el Congreso, hay cesariamente a nivel orgánico, partidario, electoral, sino en
incluso conductas infraternas, como forma de discrepar, su- iniciativas tácticas que ayuden a reactivar la conexión entre
mamente complicadas. Frente a eso las ganas de militar van la sociedad y la política. Ese es un enorme reto para toda la
apagándose. Pero más allá de mi experiencia personal, lo que izquierda.
me llama mucho la atención es esta forma de comunicarse
e interactuar que tienen como compañeros de los distintos Eliana Carlin: Yo creo que el único camino de la izquierda
espacios de izquierda, que alejan a cualquiera. Son muy con- es la construcción y consolidación de un frente único convo-
frontacionales y hasta destructivos. Yo me considero una per- cante. Esta crisis no va a desencadenar en un escenario cons-
sona comprometida, con interés en participar en política sin tituyente necesariamente, pero si lo hiciera incluso preocu-
ninguna duda, pero espanta la idea de participar en espacios paría muchísimo más, porque una asamblea constituyente
donde una pueda ser vejada o maltratada por personas que mañana sería una asamblea absolutamente fujimorista. Creo
supuestamente son compañeros. Así abiertamente lo pongo que la crisis va a desencadenar en que PPK va a salir y entra
sobre la mesa. Si es así, cómo se puede ofrecer a alguien un Vizcarra y esto no necesariamente es un cambio de gobierno,
espacio en el que pueda llenar otro tipo de necesidades, sentir ¿no?

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Indulto Navideño:
La impunidad del neoliberalismo
Goya Wilson y Rafael Salgado*

Es difícil pensar en términos de crisis del neoliberalismo des- lateral amiotrófica), son ejemplos de una realidad en la que
pués del "regalo navideño" otorgado por el presidente Pedro un indulto político se reviste de humanitario, mientras otros
Pablo Kuczynski al fujimorismo, el cual legitima las políticas mueren en prisión esperando un poco de humanidad.
neoliberales implementadas en los años 90. El indulto al dic-
tador Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por El indulto como pieza de negociación política
crímenes de lesa humanidad, había sido públicamente des- Desde que Alberto Fujimori fue condenado, la posibilidad de
estimado por el mismo Kuczynski y su entorno, e incluso se un indulto humanitario al reo fue una constante en la políti-
había negado en reiteradas ocasiones que existiese un pro- ca peruana. Cada crisis de los últimos gobiernos traía consigo
ceso en curso en el Ministerio de Justicia y el Ministerio de un anuncio sobre un posible indulto. Tanteaban el escenario,
Salud. Aún ahora se sigue negando, y no es posible acceder mientras públicamente generaban un debate sobre su salud,
al expediente porque el MINJUS se rehúsa a entregarlo a pe- las condiciones de su celda o sus visitas. En el gobierno de
sar de la solicitud de la Defensoría del Pueblo. La negativa a Humala se discutió esa posibilidad, intentándolo asociar con
entregar los expedientes ha sido una práctica sistemática de la reconciliación, como si el indulto fuese un paso necesario
las fuerzas armadas frente a las investigaciones judiciales por para esta, y no una medición de fuerzas entre grupos políti-
violaciones a los derechos humanos. ¿Qué se intenta ocultar? cos buscando o reafirmando cuotas de poder. En esta ocasión,
la crisis casi terminal de PPK devino en negociación política
No es que estemos en contra de la categoría del indulto hu- a espaldas de la ciudadanía, sellando un pacto de impunidad.
manitario, es que nos queda claro que el indulto a Fujimori
fue otorgado por razones políticas y no por razones humani- En diciembre último, el indulto a Fujimori estuvo ligado al
tarias. “Nadie debería morir en la cárcel”, dijo el ex presidente proceso de vacancia impulsado contra Kuczynski por delitos
Ollanta Humala y estamos totalmente de acuerdo. Sin embar- de corrupción, al hacerse público el nexo de sus empresas
go, en su gobierno y en todos los otros, casos como el de Jaime con el caso Odebrecht. La libertad de Fujimori, apareció, así
Ramírez Pedraza, que murió en la cárcel con ELA (esclerosis como un burdo intercambio: El indulto del patriarca Fujimo-

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ri a cambio de mantener la presidencia de Kuczynski. Cierto, no tienen memoria porque no vivieron el pasado reciente.
pero es más profundo. El indulto mostró la vigencia de la ar- Ahí están ellos y ellas, demostrando que rechazan las conse-
ticulación entre sectores políticos-grupos económicos-secto- cuencias que dejó el fujimorismo, y que la memoria es más
res militares, consolidada durante el gobierno fujimorista. Lo que la sola vivencia, que es más bien la forma de reinterpretar
que se busca es legitimar esta articulación y el sistema que el pasado, para cuestionar el presente y construir el futuro.
sostienen, dejando impunes todos los crímenes cometidos. Por ello tenemos delante el reto de lograr articular todas es-
tas expresiones de descontento con la realidad que vivimos.
El mensaje más claro que nos deja el indulto es la impunidad. Debemos reconstruir ese tejido social que destruyó la guerra
Por un lado, porque se libera a un criminal de lesa humani- y la dictadura para luchar por construir objetivos comunes
dad que aún tiene juicios pendientes; por otro lado, porque donde ninguna lucha sea más importante que la otra, porque
se mantiene en el gobierno a corruptos con claros indicios de entendemos que al final todas hacen parte de la lucha contra
delitos y con investigaciones en curso. Pero también, es una este sistema.
forma de decirnos que el sistema neoliberal implantado por
la Constitución de 1993, que vulnera diariamente nuestros El gobierno de PPK sabía que mantener esta situación de im-
derechos, sigue vigente y puede profundizarse. Además, que punidad no era fácil. Por ello activaron todo tipo de mecanis-
continúa teniendo un alto respaldo de sectores internacio- mos, un marketing social y político de lo que llaman reconci-
nales neoliberales que apoyaron su implementación en esos liación. En realidad, tras ese discurso de reconciliación, hay
años, y a quienes no les molesta la impunidad ni las violacio- una manera de imponer cierto uso de la memoria para crear
nes a los derechos humanos, siempre y cuando se mantenga y mantener división entre diferentes sectores de la sociedad
el régimen político que articula en Perú la globalización fi- peruana, y sobre todo para eliminar toda oposición o cons-
nanciera. trucción de propuestas alternativas a dicho sistema. Se busca
acabar con nuestra memoria para seguir reforzando la idea
Las mismas declaraciones de Kuczynski fueron más allá de que no hay cambio posible.
las "razones humanitarias", al calificar los crímenes del ré-
gimen fujimorista como "excesos" y "errores". Este no es un Si bien es cierto el conflicto armado interno terminó hace
discurso nuevo, ha sido largamente repetido desde la derecha años, muchas de las medidas implementadas en esos años
peruana. Lo nuevo fue el lugar de enunciación: Nada menos continúan. No hablamos solamente de las políticas neolibe-
que la presidencia de la República. Al sumarse Kuczynski, se rales y de los impactos que han tenido a nivel económico,
demuestra y legitima un discurso homogéneo de la derecha social, cultural, ambiental y político. Hay un conjunto de me-
peruana, incluso de aquella que se presentaba como alterna- canismos implementados en estos años tanto para construir
tiva al fujimorismo. En ese discurso, las demandas de las víc- un sentido común favorable a estas políticas neoliberales,
timas por verdad y justicia, son equiparadas con un discurso como para eliminar toda resistencia-disidencia. Así, para la
de odio. ¿Qué pretende el presidente al decirnos "la justicia no construcción de ese sentido común se activan diversos me-
es venganza"? Si nunca lo ha sido para las familias y quienes canismos del marketing de la reconciliación y mecanismos
han luchado por estas demandas. Se trata de deslegitimar las legales expresados principalmente en la legislación antiterro-
décadas de luchas de diversos grupos para obtener algo al me- rista promulgada durante el Fujimorismo, la que pese a cier-
nos cercano a la justicia, pues lo que hasta hoy se ha obtenido tas modificaciones sigue vigente, y es usada en los procesos
es indiferencia e impunidad. legales que se desarrollan contra todo aquel que cuestione el
actual modelo: Desde los que luchan por la defensa de sus te-
Impunidad y reconciliación en el Perú de hoy rritorios hasta las luchas LGTBI+.
Catorce años después de entregado el informe de la CVR, mi-
les de casos continúan impunes. Aún hoy miles de familiares En esta polarización de la opinión pública y de las organi-
que llevan décadas buscando a sus desaparecidos sin encon- zaciones sociales, quedan de un lado quienes al demandar
trar justicia. El discurso de “voltear la página” legitimado con verdad y justicia son tildados de “terroristas”, y de promover
el pacto de impunidad, a través del indulto y la gracia presi- odio. Mientras que del otro lado estarían quienes promueven
dencial concedida a Fujimori, envía otro mensaje claro: No la reconciliación, quieren dar vuelta a la página y vivir en paz.
hay voluntad política para afrontar crímenes de lesa huma- Ese discurso es uno de los mecanismos utilizados, una vez
nidad, como el caso Pativilca (1992) hoy en el fuero penal. Esta más, para mantener viva la idea del terrorismo, y se agrava
situación es más compleja aún para las y los familiares o ex al utilizar a las y los ex-militantes de Sendero o el MRTA para
militantes del MRTA o SL, quienes, habiendo sufrido tortura, demostrar su vigencia, aún si han reconocido sus responsa-
violación, desaparición, o asesinatos, no pueden ser conside- bilidades, pedido perdón, cumplido sentencias, expresado su
rados víctimas según la legislación peruana. renuncia al uso de la violencia, y reclaman su derecho a la
reinserción social y política. Todo eso es también dirigido a
Desde el mismo momento de su anuncio, el indulto ha susci- sus familiares, quienes ni siquiera fueron parte de los grupos
tado un masivo rechazo. En las calles, diversas convocatorias armados, reproduciendo una peligrosa estigmatización.
a nivel nacional movilizaron a miles de personas evidencian-
do no solo el alto rechazo al indulto y todo lo que significa en Al implantar esa división entre los que quieren la “reconci-
términos de impunidad y continuidad neoliberal, sino tam- liación” y los que no, se limita la posibilidad de complejizar
bién la vigencia de las luchas por la defensa de la democracia, el entendimiento sobre lo ocurrido en esos años, así como de
la vida y los territorios. En esta diversidad de luchas que van lograr construir una sociedad diferente a aquella que produjo
camino a articularse, es la juventud la que ha demostrado la guerra y todas sus consecuencias, entre ellas, la deshuma-
mayor dinamismo y capacidad de superar el estigma de los nización de los otros y otras. Es además útil para simultánea-
grupos de poder, que los califica de terrucos o cuestionan que mente legitimar los pactos resultantes de las luchas de poder

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entre las élites políticas del país y deslegitimar la protesta que al fin y al cabo afectó a toda la sociedad, para quienes la
social y política que se oponga. Estas élites utilizan diversos justicia no es ni odio ni venganza. Es la forma en que como so-
tipos de violencia como forma de imponer sus decisiones. No ciedad podemos aprender que las violaciones a los derechos
por nada se le tilda de terrorista a toda protesta social, como humanos, la corrupción, y todos los crímenes cometidos en
forma de justificar y legitimar la activación de los mecanis- esos años, nunca debieron suceder. En ese sentido no habla-
mos de violencia estatal: Represión y acoso policial, detencio- mos de imponer una verdad, sino de aceptar que hoy existen
nes ilegales y los estados de emergencia. La violencia sigue muchas formas de recordar y entender qué y por qué se dio
siendo la manera de afrontar las diferencias, aun cuando es el conflicto armado interno. La reconciliación debería ser la
diferente e incomparable a lo vivido durante el conflicto ar- vía para poner a dialogar estas memorias, no imponerlas, en-
mado interno, es definitivamente unas de sus herencias más contrar caminos para construir un país en el que no vuelvan
visibles: Violencia en la vida cotidiana, violencia política, vio- a haber razones para sentir que la violencia es la forma de re-
lencia estructural. solver nuestros problemas, y poder imaginar otras maneras
más justas de vivir colectivamente.
No hay forma de construir reconciliación sin verdad ni jus-
ticia. Las víctimas somos ejemplos vivientes de un proceso

* Activistas por la memoria e integrantes de Hijxs de Perú.

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¡Paro Agrario!
Abandono del agro y
movilización campesina
Javier Alarcón*

Mientras en Lima despedíamos el 2017 movilizándonos con- vestigando para determinar quienes fueron responsables de
tra el indulto, en los Andes los productores de papa recibían el las muertes ocurridas durante las movilizaciones.
2018 con movilizaciones y bloqueos en cinco departamentos.
Luego serían los productores de maíz y arroz en San Martín, Pero hay mucho más. Llama la atención en particular lo di-
y entre las demandas aparecían otras exigencias, como el cie- fuso de la información sobre el proceso de movilización. Una
rre de DEVIDA, viejo reclamo de las organizaciones cocaleras acción coordinada en varios departamentos no surge espon-
de las que hace tiempo no se escuchaba noticias. táneamente. Lo que sabemos con certeza es que los grandes
gremios agrarios nacionales no han sido los principales pro-
Se han barajado varias explicaciones sobre los orígenes de motores de esta medida.
la movilización campesina. La más popular, que generó una
breve euforia nacionalista, fue la que indicaba que la impor- Dejando de lado las rocambolescas “explicaciones” de los ser-
tación de papa pre cocida estaba afectando a la producción vicios de seguridad, que con más macartismo que inteligen-
nacional. Luego, analistas más informados indicaron los cia acudieron al viejo recurso de terruquear a algún dirigen-
efectos de las lluvias sobre los calendarios agrícolas, la coin- te, la explicación más plausible es que fueron los “mayoristas”
cidencia de las cosechas de Costa y Sierra, en fin, la evidencia quienes recurrieron a las redes sobre las que sustentan su
o la ratificación de la ausencia de, ya no digamos de cualquier negocio, para promover la movida. Al parecer, esas redes fue-
atisbo de planificación, palabra que provoca urticaria entre ron útiles para iniciar la movilización, pero luego el proceso
la alta burocracia estatal peruana, sino del cumplimiento de las rebasó. Sucesivos actos de desconocimiento de los líderes
la tarea básica que hasta el más liberal exigiría de cualquier participantes en las negociaciones, la exigencia de cada blo-
Estado: Un buen servicio de información. que movilizado para que sean los dirigentes locales quienes
participaran en las negociaciones, son un síntoma de ello.
Frente a todo eso, la solución fue en el caso de la papa, el ofre-
cimiento de la compra de la producción, en dos movimientos: Este episodio de movilización campesina plantea otros cues-
Una primera oferta, de compra por los gobiernos regionales, tionamientos: por un lado, evidencia que las transforma-
estableciendo un fondo tope, y la segunda, un ofrecimiento ciones del agro y las sociedades rurales andinas no están
de compra de volumen por cada productor. En el caso del recibiendo la atención necesaria. Por otro, muestran la insu-
maíz se ha propuesto una medida similar, consistente en el ficiencia de las políticas planteadas desde el Estado, y tam-
pago de un sobre precio. bién de las propuestas de actores políticos y de las iniciativas
promovidas por los programas privados de promoción del
Y luego de eso… silencio. Los productores se han seguido mo- desarrollo.
viendo, las reuniones han continuado, pero el tema salió de la
visibilidad pública. Mientras la carretera central, en el punto Crisis agraria, modernización y economía campesina
neurálgico de La Oroya, no esté bloqueada, pareciera que el En los últimos veinte años, se ha impuesto un discurso hege-
tema ya no importa más. Asimismo, parece que nadie está in- mónico que, de manera esquemática, plantea que la situación
de exclusión y pobreza de agricultores y campesinos, sólo es
posible de superar fomentando su “modernización” desde un
enfoque de mercado, lo que implica el incremento de la pro-
ductividad, la mejora de la calidad de los productos, la articu-
lación a cadenas productivas, en especial a aquellas vincula-
das a la agro exportación.

Para quienes no puedan articularse a este tipo de iniciativas,


quedan los programas sociales, desde las transferencias con-
dicionadas y distintos tipos de subsidio, hasta aquellas ini-
ciativas, como Haku Wiñay, que buscan ser mecanismos de
tránsito entre los programas asistenciales y los programas de
fomento productivo.

Durante la huelga, un productor declaraba en televisión y


planteaba la crítica más precisa a los programas de fomen-

22
to productivo. Palabras más o menos, decía: “Nos proponen fraestructura productiva, facilidades tributarias, legislación
asociatividad, yo me asocio con mi vecino, con mi compadre, laboral que niega derechos a jornaleros y jornaleras; y otras
pero no están todos. Acá queremos que la ayuda llegue a to- medidas de apoyo.
dos, hasta el último que está allá en el cerro”
Asimismo, mostraron el agotamiento de la agenda promovi-
En sus palabras, reclamaba lo que debe ser la característica da en el lustro pasado desde la sociedad civil, que se enfocó
central de políticas enfocadas en los derechos: La universali- en iniciativas legales orientadas teóricamente a fomentar la
dad. Las políticas deben beneficiar a todos y todas; los progra- agricultura familiar y la seguridad alimentaria. Leyes, regla-
mas estatales de fomento productivo llegan a unos cuantos, mentos, estrategias, largamente debatidas y aprobadas con
sea por criterios de focalización en base a mediciones de po- sinnúmero de resistencias, en particular de los funcionarios
breza, sea por mecanismos de autoselección al exigir asocia- del MEF, así como inversión dispersa y sin norte en infraes-
tividad. tructura de riego, que no han logrado ningún cambio de fon-
do en beneficio de productores y productoras agrarios, en
Pero allí no se agotan las limitaciones de estos programas. especial de los Andes.
Una familia campesina maneja diversos cultivos, en parcelas
distribuidas en varios pisos ecológicos. Más aún, de acuerdo El tema de fondo es que otra política agraria necesita otro
a la disponibilidad de recursos, y a la composición de la fa- Estado, y otro marco constitucional. Avanzar en ese camino,
milia, asignan su recurso más valioso, la fuerza de trabajo, exige renovar las formas de articulación y representación del
a una cartera de actividades agropecuarias y no agropecua- mundo agrario, y renovar las
rias. La construcción de caminos, el comercio, el transporte propuestas programáticas. La “atender sus demandas implica
de bienes, la venta de fuerza de trabajo femenino en el trabajo rearticulación organizativa y revisar los límites constitucionales
doméstico, son algunas de las muchas actividades a las que se de la representación del mundo impuestos a la acción estatal en la
dedican las familias. Ningún programa se plantea este com- agrario y rural plantea varios década fujimorista.”
plejo escenario como el referente de su acción. retos y desafíos. Por un lado, la
experiencia muestra que las organizaciones clásicas (centra-
Los programas estatales, y muchos programas privados, se les campesinas, federaciones agrarias, etc.) no han logrado
enfocan en intensificar un solo cultivo, o una sola crianza. La incorporar eficientemente la dimensión productiva en su ac-
limitada respuesta a estas propuestas se explica achacándo- ción y sus demandas. El hecho que la producción sea familiar,
les la responsabilidad a las propias familias campesinas: “No y que las familias desplieguen diversas estrategias producti-
están organizados”, “no quieren organizarse”, “no quieren vas, dificulta la agregación de demandas.
participar”, “no saben”, “no entienden”, son frases habitual-
mente esgrimidas como explicación de los pobres resultados Por otro lado, la pluriactividad implica un continuo despla-
alcanzados. zamiento de los integrantes de las familias en territorios am-
plios y disímiles. El modelo de organizaciones basadas en el
Pero la acción de los campesinos movilizados en enero mos- territorio se muestra insuficiente para enmarcar la multipli-
tró no solo su capacidad de organización y acción colectiva. cidad de las demandas y necesidades que pueden surgir de
Sus demandas evolucionaron rápidamente del pedido de esta situación. Es importante en esa línea un enfoque territo-
mejores precios a la exigencia de “declarar en emergencia al rial más amplio que ubique las distintas dinámicas económi-
agro”. La respuesta de los guardianes del modelo, quienes ale- cas de las comunidades y las familias, atendiendo sus posibi-
garon que el marco legal no permitía declarar en emergencia lidades de articulación y atención.
a un sector productivo por situaciones de mercado, muestra
la potencia disruptiva de las demandas campesinas: atender Pero la movilidad de las poblaciones rurales plantea también
sus demandas implica revisar los límites constitucionales im- nuevas oportunidades de acción. El mundo rural está cada
puestos a la acción estatal en la década fujimorista. vez más integrado al urbano, los límites son difusos, las redes
viales y las comunicaciones generan nuevas condiciones. Los
Movilización campesina y posibilidades de cambio campesinos son, al mismo tiempo, habitantes urbanos. Es en
Las movilizaciones agrarias de inicios del presente año no estos espacios de interacción donde podrían estar las opor-
son sólo las más importantes movilizaciones campesinas de tunidades para construir nuevas coaliciones que permitan
los últimos años. Evidencian el fracaso de las políticas im- renovar la agenda agraria y las articulaciones organizativas
pulsadas desde los años 90’, orientadas a beneficiar a la gran necesarias para lograr ser mayoría. Una mayoría que haga de
agricultura de exportación en Costa y Selva principalmente, la producción y el acceso a los alimentos el eje de una nueva
cuyo éxito se construyó en base a los subsidios públicos en in- agenda común.

* Militante del Movimiento Nuevo Perú, consultor en temas de sociedad y economía rural.

1. Con este término, los campesinos se refieren a grandes productores, que alquilan extensiones significativas de tierra por algunos años, para producir papa
intensivamente, es decir, usando agroquímicos, semillas “mejoradas” y maquinaria.

23
“Si las mujeres paran
el mundo para…”*
Mariela Belleza Salazar**

El 8 de marzo de este año, las mujeres en nuestra diversidad primera jefa de Estado del mundo elegida democráticamente.
decidimos levantar nuestras voces demandando la soberanía Ese “largo viernes” trajo cambios en Islandia, siendo uno de
de nuestros cuerpos, y para evidenciar que sin nuestro traba- los más trascendentales el que los hombres, los padres, termi-
jo, dentro y fuera de la casa, la producción de mercancías y naran extenuados tras una jornada de trabajo remunerado y
de servicios no solo se afecta sino que se paraliza. Buscamos doméstico no remunerado, al cuidado y sostenimiento de sus
evidenciar nuestro aporte para la economía y la sociedad exi- hijos e hijas y de la sociedad.
giendo reconocimiento del trabajo doméstico no remunera-
do y de cuidado como un trabajo fundamental para el funcio- En el Perú no fuimos millones de mujeres volcadas a las ca-
namiento de la sociedad, donde nosotras hacemos el trabajo lles, no paramos ni salimos de nuestros trabajos, ni dejamos
invisible que permite que el mundo siga andando. a los hijos e hijas al cuidado de ellos, no dejamos de vender
en las calles ni de servir en las casas. No pudimos más que
Las mujeres este 8 de marzo decidimos plegarnos activamen- sostener en nuestros sueños emancipadores la plataforma
te a la huelga feminista y parar para denunciar que ganamos de quince puntos que demandan el reconocimiento y valo-
menos aunque trabajamos más, que somos más pobres, que ración social, política y económica del trabajo reproductivo y
sufrimos mayores situaciones de violencia y discriminación. de cuidados, desde el campo a la ciudad, trabajo digno, el mis-
Solo en el Perú, las mujeres trabajamos 9 horas más que los mo sueldo por el mismo trabajo, la creación de un Sistema
hombres a la semana, con dramáticas brechas en la distribu- de Cuidados que nos permita trabajar, estudiar y disfrutar de
ción del trabajo de cuidado, y ganamos un 16%1 menos en el nuestros tiempos como nuestros pares hombres. También la
sector público y 29% menos en el sector privado. Si a ello le erradicación de las violencias que marcan nuestros cuerpos
sumamos que el 68% de mujeres peruanas hemos sufrido al- y, para ello, una educación con enfoque de género. Esta pla-
gún tipo de violencia por parte de nuestra pareja2, el escena- taforma amplia, transversal y urgente, parece sin embargo
rio se agrava. lejana o poco enraizada en las mujeres y en el movimiento
popular.
El mundo ha visto este 8 de marzo multitudinarias manifes-
taciones de mujeres emulando la histórica huelga que pro- Es necesario que nuestros feminismos den un paso atrás para
tagonizaron las mujeres de Islandia el 24 de octubre de 1975, la autocrítica y dos pasos adelante para el cuestionamiento,
donde se calcula que hasta el 90% secundaron la convocato- la propuesta y la acción que permitan estar a la altura del mo-
ria que consiguió paralizar el país por completo. Cinco años mento histórico, de la mano del movimiento popular pero, so-
después, en noviembre de 1980, Vigdis Finnbogadóttir -una de bre todo, de las mujeres que son parte de ese movimiento. En
las mujeres que había salido a manifestarse- venció a tres can- este Perú de desigualdades, en donde las mujeres nos encon-
didatos hombres en las elecciones presidenciales, siendo la tramos en un mayor porcentaje en el sector informal (75%)3,

24
en donde existe 20% más de mujeres que hombres sin ingre- doméstico, feminizado y, por tanto, invisibilizado, la respon-
sos propios, situación que se agrava en zonas rurales donde sabilidad de sostener y reproducir la vida.
la diferencia llega al 34%4, la revolución feminista parece in-
minente pero no termina de cuajar. Esto porque no incluye a Como señalan Amaia Orozco y Sara Lafuente5, el “trabajador
las mujeres, a todas en sus diversidades, a todas en su crítica champiñón” que brota de la nada en la sociedad y el mercado
hacia un sistema que no tiene como única o principal dico- laboral para mover la economía sobre la que se sostiene la
tomía lo público/privado-doméstico, sino que requiere una idea de autosuficiencia, no solo está vinculado con la idea de
visión más amplia que la del sujeto femenino como espejo del masculinidad —y por oposición de una feminidad construida
sujeto hegemónico en la sociedad; es decir, el hombre, blanco, a partir de la existencia y de servir al otro— sino que es cen-
heterosexual, adulto y de clase media. tral para el sostenimiento del capitalismo en su etapa neoli-
beral. Con ello, ahí donde la principal contradicción parecía
La complejidad de centrar el tema en un horizonte articulado ser público v/s privado-doméstico, nos encontramos frente a
con la crisis de los sistemas hace que en algunos lugares y en un cuestionamiento al sistema capitalista instalado hasta en
la propia huelga histórica de las islandesas el término “huel- los sentidos comunes, dirigiendo —incluso— los cauces del
ga” fuera cuestionado e incluso abandonado para aglutinar feminismo.
mayores voluntades (en Islandia se llamó “Women`s day off”
o “Día Libre de las Mujeres”). Este 8 de marzo, por ejemplo, Quizá el reto del movimiento feminista se encuentre en esa
en diversos lugares de las Españas algunos partidos políticos articulación y en ese camino, el albor de una nueva y cuarta
cuestionaron plegarse a la “huelga feminista” porque el tér- ola del feminismo, en donde el foco de las reivindicaciones es-
mino tendría un significado “anticapitalista”, sin percatarse tará en los derechos sociales, económicos y culturales, enten-
o asumir que el movimiento pugna por subvertir un sistema diéndonos y reconociéndonos en nuestra diversidad, en don-
enmarcado en el modelo de progreso capitalista que impli- de nuestras demandas se engarcen en un mundo atestado de
ca, a su vez, una lógica de acumulación que pone en riesgo desigualdades cuyos sistemas políticos, sociales, culturales y
la propia sostenibilidad de la vida, embutiendo en el ámbito económicos han fallado

* Lema de las movilizaciones en la “huelga feminista” del 8 de marzo de 2018.


** Abogada, activista e integrante del Comité Editorial de Ojo Zurdo.

1. Autoridad Nacional del Servicio Civil Peruano, SERVIR. La mujer en el Servicio Civil Peruano. Lima, marzo de 2018, pp. 9-10.
2. INEI, Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes). Lima, 2017.
3. INEI, Producción y Cuenta Satélite en el Perú, Cuenta Satélite de la Economía Informal 2007–2012. Lima, pp. 119-120.
4. INEI, Brechas de Género 2017. Avances hacia la igualdad de mujeres y hombres. Lima, pp. 34.
5. Transfeminismos. Epistemes, fricciones y flujos; Solá, Miriam y Urko, Elena (compiladoras). “Economía y (TRANS)feminismos. Retazos de un encuentro”. 2013, pp. 99-101.

25
4

El Frente Amplio chileno:


De la emergencia
a la radicalización plebeya
Felipe Lagos Rojas*

Pese a que el multimillonario derechista Sebastián Piñera es este modo actuaba en los márgenes de los mercados creados
el nuevo presidente de Chile, las elecciones de 2017 mostra- a partir de la privatización de los derechos sociales alcanza-
ron la emergencia de una fuerza política capaz de confrontar dos por la clase trabajadora (pensiones, vivienda, educación
el consenso neoliberal imperante: El Frente Amplio chileno y salud). Con todo, las elecciones del 2009 mostraron el ago-
(FA) irrumpió como tercera fuerza política, al lado de una de- tamiento del Concertacionismo, llevando a la derecha al go-
recha rejuvenecida y de una centroizquierda moribunda. En bierno por primera vez en medio siglo por la vía de los votos,
este artículo se presenta el contexto de emergencia del FA y de la mano de Piñera.
sus principales desafíos a futuro.
A contracorriente de este consenso, entre 2006 y 2011 Chile
Consolidación del consenso, fue testigo de la multiplicación del descontento y la moviliza-
acumulación de descontento ción callejera. El 2006, los estudiantes secundarios se levan-
Desde el retorno a la democracia en 1990, la política chile- taron a nivel nacional para poner fin a la Ley de Enseñanza
na se ha configurado en base a un consenso neoliberal eco- vigente desde la dictadura. El 2008 fue el turno de los traba-
nómico, fiscal, social y del orden público. La Concertación, el jadores subcontratistas, quienes paralizaron la producción
bloque de centroizquierda que asumiera el gobierno tras la minera durante días en una demostración sin precedentes.
derrota de Pinochet en el plebiscito del 88, administró por Otros movimientos regionales, feministas y ecologistas se
20 años el edificio neoliberal. Esto implicó la normalización volcaron a la calle con el fin de frenar o revertir proyectos
y fortalecimiento del carácter subsidiario del Estado, que de asociados a lo que David Harvey llama “acumulación por

26
desposesión”. A comienzos del 2011 el movimiento ‘Patago- La emergencia del Frente Amplio chileno
nia sin Represas’ convocó a protestas multitudinarias en las El FA arremetió en el escenario político en medio de este pe-
principales ciudades del país. ríodo de insurgencias, con el mandato de servir de platafor-
ma política para los movimientos sociales y las fuerzas trans-

4
El mismo 2011 los estudiantes universitarios salieron a las formadoras en un horizonte posneoliberal, y cuyo principal
calles demandando “no al lucro en la educación” y “educa- objetivo en el plano político-institucional es transformar el
ción pública, gratuita y de calidad”. El movimiento fue capaz carácter del Estado chileno. La constitución de esta plata-
de combinar de modo efectivo la protesta masiva en las ca- forma política tuvo varios orígenes (como muchas de estas
lles (las más grandes desde 1988), la ocupación y paralización experiencias), aunque no resulta riesgoso situar uno de ellos
de colegios y facultades, un conjunto de voceras y voceros ca- en las elecciones nacionales municipales del 2016. En esta
rismáticos, y pliegos suficientemente concretos que incluían ocasión, organizaciones recientemente formadas como Re-
nacionalizar el cobre, reforma tributaria y una nueva Cons- volución Democrática (RD), Movimiento Autonomista (MA),
titución. Únicamente el desgaste del movimiento hacia el Nueva Democracia (ND) e Izquierda Libertaria (IL) formaron
fin del año académico impidió avances sustantivos hacia en- un pacto. Por este medio, Jorge Sharp (otro ex líder estudian-
tender la educación como un derecho social universal. Con til) fue electo Alcalde de Valparaíso, la segunda ciudad del
todo, se puso de manifiesto un profundo descontento con el país y su puerto principal. Su triunfo inyectó la proyección
neoliberalismo neo-extractivista y de Estado subsidiario. La de esta nueva fuerza política, autónoma de ambas expresio-
educación permaneció como un mercado como cualquier nes del consenso neoliberal.
otro, pero aun así a muchos quedaba claro que algo había
cambiado, que un movimiento heterogéneo y joven comen- Fue así como la ‘tesis de la emergencia’ de la izquierda anti-
zaba a tomar distancia del consenso neoliberal y, al hacerlo, neoliberal en el escenario político-institucional comenzó a
proyectaba su voluntad de transformar Chile. Después de ser elaborada y discutida, para ser finalmente asumida como
veinte años de resaca transicional, no era poca cosa. la ‘tesis del período’.

Politizando la movilización A comienzos del 2017 se unieron otras diez organizaciones,


El 2013 Bachelet comenzó su segunda campaña presidencial dando nacimiento al Frente Amplio. También se decidió ha-
sobre la base de un programa que incluía una nueva Consti- cer uso de las primarias legales recientemente promulgadas,
tución, educación pública gratuita y una reforma tributaria lo cual implicó actos de generosidad pocas veces vistos en
progresiva. Su liderazgo individual (contracara de la desle- política. La periodista Beatriz Sánchez y el sociólogo Alber-
gitimación de los partidos) alcanzaría para sumar al Partido to Mayol fueron a las primarias presidenciales por el sector;
Comunista en la alianza que paso así de llamarse Concertación también se organizaron varias primarias parlamentarias.
a Nueva Mayoría. Después de veinte años de marginalidad Con una participación de más de 320 mil personas, el 2 de
político-institucional, el PC asumía en el papel un programa julio Sánchez fue elegida candidata presidencial.
reformista mientras contribuía en los hechos con el intento
de restauración del consenso neoliberal. Esta táctica le per- En paralelo, el FA desarrolló un ambicioso proceso partici-
mitió elegir cuatro parlamentarios (los primeros desde 1972), pativo de elaboración de su programa de gobierno. Para ello,
siendo la más conocida Camila Vallejo, ex líder estudiantil se levantaron Comunales Frenteamplistas para proponer, dis-
del 2011. Pero el PC pagaría un precio por ello, en tanto la cutir y elaborar propuestas programáticas para el eventual
izquierda del espectro político fue abandonada, deviniendo gobierno del FA, y toda medida del Programa Final tuvo su
espacio disponible. Tres otros exlíderes estudiantiles fueron origen en el proceso participativo desde la discusión comu-
electos en 2013: Karol Cariola del PC, y los independientes nal. Durante siete meses, 224 Comunales (en Chile y el ex-
Gabriel Boric y Giorgio Jackson; los dos últimos jugarían un tranjero) reunieron a miles de militantes de base e indepen-
papel relevante en la articulación del Frente Amplio chileno. dientes para trabajar en el ‘Chile deseado’, un ejercicio de
imaginación colectiva sin precedentes en la historia del país.
El programa de reformas prometido por Bachelet y la Nueva Este proceso culminó con un plebiscito sobre los principales
Mayoría resultó un mero reajuste de las antiguas reglas del disensos.
juego (sin sorpresa). Lo que es peor, su gobierno logró, con el
apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores encabezada por El “Programa de Muchos” incluyó entre sus propuestas: Una
el PC, la aprobación de una reforma laboral que refuerza aún nueva Constitución mediante una Asamblea Constituyente;
más el poder empresarial. Encima de todo, el 2014 quedaría al fin a las AFP y establecimiento de un sistema de pensiones
descubierto un mecanismo de financiamiento ilegal de cam- solidario tripartito; condonación de la deuda privada en edu-
pañas políticas, transversal a todo el arco de partidos. Otros cación superior y restitución del derecho universal a edu-
casos recientes de corrupción y cohecho a parlamentarios, cación, salud y vivienda; definición de Chile como Estado
en el Ejército y Carabineros, han contribuido a incrementar Plurinacional y reconocimiento de derechos, jurisdicción y
la desconfianza hacia la política organizada en torno al con- autoridad (es decir, autodeterminación) de los pueblos indí-
senso neoliberal. Asimismo, desde 2016 se levanta un movi- genas sobre sus territorios ancestrales. A esto se debe sumar
miento nacional contra el actual sistema previsional basado que Beatriz es la primera candidata presidencial declarada-
en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). El mo- mente feminista en la historia de este país.
vimiento ‘No más AFP’ ha convocado multitudes en rechazo
a estas corporaciones privadas que administran y lucran con El establishment acusó con todo a Sánchez y al FA de irres-
los fondos previsionales. Las AFP son uno de los legados más ponsabilidad y populismo, y abundaron comparaciones con
perversos de Pinochet, en tanto se proyectan pensiones de Cuba, Venezuela y Corea del Norte.
hambre para la mayoría de la población en retiro.

27
Todo este proceso alcanzó su clímax electoral el 19 de no- lo mismo, aproximaciones apresuradas hacia el centro po-
viembre, cuando Sánchez obtuvo un sorprendente 20,3% lítico arriesgan cerrar más y más los márgenes de su propio
mientras que a nivel parlamentario el FA logró una bancada crecimiento hacia afuera del actual arco de representación.
de 21 representantes (20 diputados y 1 senador). Ni los más El fortalecimiento y expansión del sector en el mundo po-
optimistas Frenteamplistas esperaban estos resultados, en pular, así como la articulación de aquella presencia con las
parte pues tanto la prensa como las encuestas predijeron instancias de representación, han sido parte de los énfasis
sistemáticamente un 9-10% para la coalición. La candidata en las discusiones sobre el futuro de la coalición. El arraigo
del FA enfatizó en su discurso de esa noche que “con encues- popular y de clase del FA es aún embrionario, algo que guar-
tas honestas, seríamos nosotros quienes hubiésemos pasado da relación con el carácter “superestructural” que la política
a segunda vuelta”; Sánchez terminó menos de tres puntos en su conjunto tiene para parte importante de la población
porcentuales por debajo del candidato de la NM, Alejandro (en Chile la participación electoral no alcanza al 50%). En un
Guillier. escenario más que probable de creciente polarización políti-
ca, la “basificación” debiese ser central para disputar los sen-
Hacia una política plebeya: tidos comunes y arrebatarle el monopolio de la gestión del
Tareas antineoliberales, horizontes posneoliberales malestar a un Estado que mantiene su naturaleza neoliberal
Después de un cuarto de siglo de resaca pos autoritaria, y en y su carácter subsidiario.
medio del agotamiento del consenso reinante, la izquierda
chilena emerge una vez más al servicio de los movimientos Para estos desafíos, varias de las actuales estructuras orgá-
sociales y populares articulados en torno a un programa pos nicas que componen el FA han perdido vigencia. Revolución
neoliberal, proponiendo para esto una forma radicalmente Democrática alcanzó ocho diputados y un senador, el Par-
democrática de ejercer la actividad política. tido Humanista cuatro diputados, el Movimiento Autono-
mista tres, el Partido Liberal dos; cuatro organizaciones un
La tesis de la emergencia resultó correcta, lo que da hoy al representante, y otras cuatro ninguno. Este resulta un esce-
FA una bancada parlamentaria significativa aunque no de- nario propicio para la convergencia o integración política y
cisiva, sumada a importantes liderazgos nacionales. Los de- orgánica de fuerzas pequeñas pero con una significativa pre-
safíos a futuro son mayúsculos. El nuevo gobierno de Piñera sencia popular y sectorial, junto a una identidad socialista
buscará profundizar los dispositivos neoliberales y frenar que aún se encuentra en un momento preliminar de su ela-
algunos avances democráticos recientes, por ejemplo en ma- boración ideológica. Un instrumento político de la izquierda
teria de derechos sexuales y reproductivos. Respaldado por radical sin duda contribuirá en la maduración del FA como
una coalición que agrupa a las derechas liberal, tecnocrática, proyecto transformador, en vistas a profundizar su trabajo
populista y conservadora-militar, Piñera seguramente bus- popular y extender su radio de interpelaciones, anclajes y ar-
cará alinear a Chile con el ‘giro neoliberal’ que actualmente ticulaciones posibles. La heterogeneidad interna del FA sólo
encabezan Temer y Macri en Sudamérica. Esto será acom- puede ser beneficiosa, tanto a ojos del electorado (reducien-
pañado de una ofensiva en la configuración de espacios de do la complejidad y profundizando la diferencia específica
gestión del malestar social: el proyectado Ministerio de Fami- entre distintas posiciones) como en el proceso de definicio-
lia apunta en ese sentido. La derecha chilena se muestra hoy nes político-programáticas.
más preparada que antes para disputar los sentidos comu-
nes, sin duda gracias a décadas de progresismo light. Con todo, se debe insistir en el carácter unitario del proceso
por venir, lo que significa evitar disputas internas que jue-
En el corto plazo, el FA debe definir qué tipo de oposición guen en contra del objetivo común: Consolidar el FA como
quiere ser. Se corre el peligro de escoger, en este escenario, alternativa real y confiable (y ambas conjuradas al unísono)
el camino fácil de ‘todos contra la derecha’, tratando de ga- de gobernabilidad hacia un Chile pos neoliberal. Para este
narse rápidamente el flanco izquierdo del espectro político. objetivo, todas las fuerzas mancomunadas son aún escasas,
Esto sería un error, no solo porque la centroizquierda man- y el tiempo (que es el tiempo del capital) ha demostrado re-
tiene importantes vínculos orgánicos con el gran capital e iteradas veces que juega en sentido estadocéntrico, fomen-
ideológicos con el neoliberalismo. Sobre todo, el FA perdería tando nuevos abismos entre política y sociedad. Se trata, una
la oportunidad de dar un cierre definitivo al ciclo histórico vez más, de la posibilidad de una política plebeya, popular,
anterior. El FA puede y debe redefinir el clivaje político fun- donde el ejercicio radical de la democracia se constituya en
damental, que significa pasar de la dicotomía dictadura-de- alternativa de gobierno. ¿Será una aproximación producti-
recha / democracia-centroizquierda a la oposición entre neoli- va al socialismo del siglo XXI, o bien un nuevo ejercicio de
beral / post-neoliberal. Aprovechar entonces esta oportunidad ‘transformismo’ lo que emerja de este proceso en Chile? Ma-
consolidaría al tiempo que instalaría al FA en el centro de la riátegui pensaba que la historia es un reformismo, pero sólo
escena política. a condición de que los revolucionarios operen como tales.

La representación obtenida por el FA es un piso, pero no se


acerca aún al techo de posibilidades para la izquierda. Por

* Investigador independiente, trabaja aspectos del pensamiento radical en las Américas. Miembro de Nueva Democracia, organización perteneciente al Frente Amplio
chileno. Agradezco los aportes y conversaciones con Francisca Gómez, Pablo Sepúlveda, Cristián Lagos e Ismael Puga en el desarrollo de estas ideas.

28
¿Es la política de
identidad suficiente?*
Roger Lancaster**

Primero me encontré, en algún momento de la década de Sin embargo, categorizar a Anderson y Marx como pensado-
1990, con la afirmación de que "toda política es política de res de identidad tergiversa su trabajo. Anderson no basa su
identidad". La afirmación parecía hecha a medida para esa dé- análisis en afirmaciones generales sobre los mecanismos in-
cada, cuando Judith Butler estaba retratando toda identidad temporales de la formación de la identidad. Por el contrario,
como performance y la política como un ajuste lento, serio lleva los factores político-económicos convergentes, especial-
y claramente no revolucionario de las normas sociales. Esta mente el surgimiento de lo que llama el capitalismo impreso,
idea ha persistido, sin duda, porque la coyuntura política más a un análisis meticuloso.
amplia que la formó aún sigue vigente. Flamea en los debates
actuales sobre las elecciones de 20161 y en las discusiones so- Y, como sugirió E. P. Thompson, alinear la conciencia de clase
bre la relación entre los movimientos sociales posteriores a con extractos de identidad de clase de las condiciones históri-
los años sesenta y una renovada izquierda socialista. cas y las luchas de su producción.

A primera vista, la idea parece una abreviatura útil de cómo “Una vez asumido este [enfoque], es posible deducir
la política realmente funciona. Por ejemplo, en Comunidades qué conciencia de clase debería tener “ella” [la clase
imaginadas (1983), Benedict Anderson mostró cómo cierto trabajadora] (pero raras veces tiene) si fuese debida-
tipo de identidad moldeó el mundo moderno. Después de Gu- mente consciente de su propia posición y de sus in-
tenberg, los libros, periódicos, escuelas y otras instituciones tereses reales. Hay una superestructura cultural, a
emergentes socavaron los axiomas antiguos, convencieron a través de la cual este reconocimiento empieza a evo-
las personas a unirse a diferentes comunidades y, así, prepa- lucionar de maneras ineficaces. Estos “atrasos” cul-
raron el terreno para la propagación del nacionalismo y el turales y esas distorsiones son un fastidio, de modo
surgimiento de los Estado-nación. que es fácil pasar desde esta a alguna teoría de la sus-
titución: el partido, la secta o el teórico que desvela
Del mismo modo, podríamos leer a Karl Marx como un teóri- la conciencia de clase, no tal y como es, sino como
co de la política de la identidad. Cuando sus seguidores defi- debería ser”.2
nen la conciencia de clase como el desarrollo de una clase en
sí misma dentro de una clase para sí misma, ellos describen De hecho, la afirmación de que toda política es sobre identi-
eficazmente un proceso mediante el cual los miembros de dad es tan general que los observadores pueden usarla para
una clase toman conciencia de sí mismos como una clase y dar una visión de casi cualquier fenómeno político. Después
forjan una identidad colectiva. de todo, cada movimiento posiciona un "nosotros" en contra

29
de un "ellos" y genera apoyo al reclutar personas para unirse La influyente protesta de Carl Wittman, “El manifiesto Gay”,
a un grupo e identificarse con una causa. publicada en 1970 por el Red Butterfly Bridge del Frente de
Liberación Gay, nos da una visión útil del pensamiento de los
Que esta afirmación se puede aplicar a tantos casos no es una primeros militantes. Lejos de celebrar el ghetto gay, Wittman
fortaleza. El paradigma rechaza un análisis de lo particular trata a San Francisco como un "campo de refugiados". Recha-
para fingir maestría en lo general, borra las especificidades zando el matrimonio gay como un objetivo político, él llama
históricas de luchas y movimientos dados, y pinta todo con en cambio a alternativas al matrimonio. Y mientras enfatiza
el mismo pincel. la necesidad política de salir del closet, Wittman subraya la
tentativa de la identidad con miradas hacia un futuro libe-
Identidades armadas rado de la bisexualidad: "Seremos homosexuales hasta que
Una revisión escrupulosa de lo que los movimientos socia- todos hayan olvidado que es un problema". Del mismo modo,
listas y de la clase trabajadora normalmente han exigido la polémica de Dennis Altman en 1971, liberación y opresión
(atención médica universal, educación gratuita, vivienda pú- homosexual, concluye con un capítulo titulado "El fin del ho-
blica, control democrático de los medios de producción), no mosexual".
cuadra fácilmente con la forma
“A medida que los imaginarios típica en que se entienden las Bajo la rúbrica de la liberación, los activistas adoptaron la
políticos se contrajeron, cada uno políticas de identidad. En su identidad para abolirla. Las ideas marxistas sobre la lucha de
comenzó a vivir más cómodamente sentido más estricto, la política clases -que culminan de manera similar con la abolición de
en la casa de la identidad. Este de identidad describe cómo las las clases sociales- influyeron en sus ideas. Se unieron en tor-
proceso encajó con las nuevas personas marginadas adoptan no a las demandas de ingresos adecuados, vivienda, atención
formas de consumismo y el estilo identidades previamente estig- médica, bienestar ecológico y empleo significativo. Su lucha
de vida del posfordismo y el matizadas, crean comunidades de liberación fue finalmente un llamado revolucionario a la
neoliberalismo.” sobre la base de atributos e in- acción con una visión universalista de la libertad.
tereses compartidos (que típica-
mente se consideran esenciales e inmutables) y se agrupan El cambio a la identidad como el tropo político clave, así como
para obtener autonomía o derechos y reconocimientos. Lle- el recorte gradual de las demandas para ajustarse a este con-
varía este argumento un paso más allá y diría que incluso los cepto más restringido, surgió a raíz del surgimiento político
nuevos movimientos sociales de izquierda que dieron origen original, a medida que las comunidades gay urbanas crecían,
al término política de identidad no siempre se ajustan a este mientras que los homosexuales emergían como un nicho de
molde. mercado y cuando el discurso político cambió de la liberación
social a la personal. En este contexto, las identidades cada vez
Considerando el movimiento gay, a finales de la década de más cosificadas saldrían de los armarios para reclamar sus
1960, la política gay tuvo menos que ver con la pompa de la derechos, cada una compitiendo por acrónimos cada vez más
identidad que con las demandas urgentes para terminar con elaborados. A continuación se presenta una historia comple-
la violencia y la opresión. Los activistas primero pidieron que ja de separatismos, nacionalismos e interseccionalidades.
los policías salgan de nuestros bares, que las instituciones de-
jen de estar encima de ellos, y que los psiquiatras se retiren Liberación universal
de nuestras vidas. Todos los nuevos movimientos sociales de izquierda trazan
trayectorias similares. En el transcurso de la década de 1970,
La identidad aparece temprano, por supuesto, generalmente el movimiento de mujeres, el movimiento negro y el movi-
en las discusiones sobre salir del closet. En este contexto, sin miento gay se retiraron de sus visiones originales y radicales
embargo, los activistas no dieron indicios de buscar lo que para asumir visiones del mundo esencialmente liberales. A
Nancy Fraser llama "reconocimiento", ni cosificar la homose- medida que los imaginarios políticos se contrajeron, cada uno
xualidad como la esencia inmutable de una persona. comenzó a vivir más cómodamente en la casa de la identidad.
Este proceso encajó con las nuevas formas de consumismo
Examinando su investigación sobre la historia temprana de y el estilo de vida del posfordismo y el neoliberalismo. Los
la liberación gay, Henry Abelove argumenta que hoy, a pesar brotes periódicos de radicalismo ocasionalmente interrum-
de las preconcepciones post-Stonewall, fundamentalmente pieron esta tendencia, pero estos brotes se calmaron, domes-
no comprendemos la relación que los primeros activistas gay ticaron y reabsorbieron el movimiento principal.
tenían para identificarse. "Me parece poco sugerir", escribe,
"que [los primeros liberacionistas] vieron surgir, como el re- La política de identidad, desde esta perspectiva, no es coex-
sultado de una búsqueda de la verdad en lo profundo de un tensiva con la política ni la forma adoptada invariablemente
supuesto yo interior. Pensaron en esto más bien como una li- por los nuevos movimientos sociales de izquierda; más bien,
beración de una reticencia asumida deliberadamente”3. Es de- describe la forma que tomaron estos movimientos en cir-
cir, consideraron públicamente identificarse como gay como cunstancias cambiantes. Esta evolución ha tenido resultados
un “medio indispensable" para construir un movimiento po- importantes. Debemos el hecho de que los Estados Unidos se
lítico, una militarización suave y persistente del individuo en haya vuelto más tolerante e incluyente con respecto a los éxi-
las luchas colectivas de los homosexuales. Entre otras cosas, tos de las políticas de identidad y las reformas liberales que
esto significa que los liberacionistas generalmente adoptaron han ganado. Pero este tipo de compromiso político ha fallado
un enfoque dialéctico de las categorías sexuales. Desde el co- en abordar las clases de inequidad social en torno a las cuales
mienzo, sostuvieron que etiquetas como heterosexual y ho- los liberacionistas anteriores centraron su activismo. Y aho-
mosexual serían descartadas después de la liberación. ra, a medida que las desigualdades de clase se han dilatado,

30
los políticos de la derecha se alían con grupos de identidad adelante implicará la acumulación de minorías en una mayo-
para apuntalar el neoliberalismo contra cualquier resistencia ría, una sola amalgama de identidades pre construidas en un
hacia él. movimiento socialista.

Démosle a la política de identidad su tarea, pero también sea- La izquierda ahora debe descubrir cómo ganarse a los públi-
mos claros acerca de sus limitaciones. Podemos aprender del cos que están siendo representados por intermediarios de
pasado, pero no de las historias encapsuladas que convierten identidad con un programa socialista incluyente y universa-
los términos como identidad en abstracciones. Y nos enga- lista.
ñamos a nosotros mismos si pensamos que el camino hacia

* Originalmente publicado en jacobinemag.com bajo el título “Identity Politics Can Only Get Us So Far?” Traducción: Claudia Lorena Agudelo. Ojo Zurdo agradece la
autorización del autor.

1. El autor se refiere a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y los debates alrededor del significado de la victoria de Trump (N.T.)
2. Thompson, E.P. La formación de la clase obrera en Inglaterra. Barcelona: Editorial Crítica, 1989, XIV, énfasis del original.
3. “Stonewall Obscures the Real History of Gay Liberation”, The Chronicle of Higher education, June 26, 2015 (N.T.).

31
Lecturas posmodernas
de Mariátegui en el Perú
Segundo Montoya Huamaní*

Todo saber, sea oral o textual, está marcado por la experien- lleva a pensar que, el título Adiós a Mariátegui es tan solo un
cia del lugar, indisolublemente ligada al pensamiento y sensi- pretexto provocador, para poner en cuestión e introducir el
bilidad, que se denomina locus de enunciación1. En efecto, todo discurso filosófico posmoderno en los debates intelectuales
conocimiento está localizado y, por ende, tiene compromisos de nuestro país, o quizá como sugiere Murrugarra Florián:
geo-corpo-políticos; pues no es lo mismo filosofar en Nueva «López nos deja en la duda si el no olvidarlos significa desa-
York o Paris, que en México, Bogotá o Lima. El discurso filosó- rrollar sus aportes en las nuevas circunstancias históricas
fico posmoderno, que analizamos a continuación, no es una porque tiene potencial vivificante, o simplemente reducirlos
excepción. Su lugar de procedencia es el Centro y Norte de a la enumeración de efigies en los rituales de altares muer-
la cultura mundial europea-norteamericana, cuyos países y tos»6.
teóricos productores de estos discursos y prácticas son: Ale-
mania (Nietzsche y Heidegger: “padres”); Francia (Lyotard, En la nota introductoria, López se declara seguidor o situado
Derrida, Foucault, Deleuze); Italia (Vattimo); Estados Unidos en el horizonte del «pensamiento débil» de Vattimo —filósofo
(Rorty: neopragmatista-tardomoderno); entre otros2. italiano, uno de los máximos exponentes de la filosofía pos-
moderna— y de este modo lo convierte en su referente teóri-
Es pertinente precisar y definir los usos del término posmo- co más importante, para luego hacer uso de sus categorías e
derno. Equivocadamente, y a primera vista, se piensa en la intentar “repensar” el Perú bajo presupuestos filosóficos tar-
“superación” de la modernidad pues eso significa el prefijo domodernos europeos. Leamos: «Quiero decir que me sitúo
post; sin embargo lo que proponen al emplear esa palabra es abiertamente en el contexto de lo que en terminología de Vat-
mostrar -lo opuesto- una «actitud de despedida de la moder- timo, se llama «filosofía débil»…»7. Pues bien, encuentro varias
nidad en la medida que buscan sustraerse a sus lógicas de de- dificultades en la posición favorable de López, aparentemente
sarrollo»3 y sobre toda a la idea de fundamento. Abreviando justificada, hacia la «filosofía débil» de Vattimo. En primer lu-
al máximo se tiene por posmoderna la incredulidad respecto gar, percibo una filiación gratuita y acrítica al pensamiento
a los metarrelatos4 o el fin de las ideologías; y la disolución de Vattimo pues no hay un capítulo teórico de esclarecimien-
de la categoría de lo nuevo como experiencia de culminación to conceptual o al menos preparatorio -antes de “apropiarse”
de la historia universal. Los metarrelatos, según sus teóri- de sus categorías para interpretar la compleja y heterogénea
cos, son discursos “liberadores de la humanidad” que ope- realidad peruana- dedicado a exponer críticamente el pensa-
ran legitimando instituciones, prácticas sociales y políticas, miento de Vattimo en sus diferentes etapas como, por ejem-
legislaciones, éticas, maneras de pensar, usos y costumbres. plo, lo hace el filósofo argentino Enrique Dussel en un ensayo
Por ejemplo: la ilustración que afirma la emancipación de la titulado Postmodernidad y transmodernidad. Diálogo con la fi-
humanidad por medio del uso libre de la razón frente a los losofía de Vattimo8. Sin embargo, alguien podría objetar que
prejuicios y dogmas; el marxismo que propone el «reino de la el libro de López trata sobre el pensamiento de Mariátegui y
libertad» frente a la opresión a través de la revolución social; no sobre la evolución intelectual de Vattimo, pero resulta que
el cristianismo que promete la salvación del pecado original; tampoco es así. Entonces, ¿por qué poner como título Adiós a
el liberalismo que ofrece bienestar y prosperidad por medio Mariátegui? ¿De qué tratan los ensayos reunidos en este libro?
del libre mercado; entre otros. ¿Es el título solo un pretexto provocador para introducir una
“moda filosófica” en los debates intelectuales de nuestro país?
Aquí finaliza la esquemática presentación del discurso filosó-
fico posmoderno y comienza la parte crítica orientada a las En segundo lugar, si la lectura de López sobre la filosofía de
lecturas en clave posmodernas del marxismo de Mariátegui. Vattimo es acrítica y des-contextualizada, entonces, deviene
En esa línea de interpretación se ubican los siguientes textos: en eurocéntrica porque no se atreve a ir más-allá de Vattimo;
«Historia y verdad en Mariátegui» (2007) de Augusto Ruiz Ze- y tan solo se limita a reproducir un discurso filosófico euro-
vallos; Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva posmo- peo pensado por y para las sociedades capitalistas-posindus-
derna (2007) de José Ignacio López Soria; La Voluntad de Crear. triales (Europa y Estados Unidos). Y lo que es más polémico:
Método e intuición en Mariátegui (2015) de Valdivia Cano; así Suponer que nosotros como país atravesamos la modernidad
como investigaciones realizadas por japoneses5. Me centraré aunque un sector mayoritario de intelectuales peruanos y
en la lectura del filósofo e historiador López Soria. Su libro latinoamericanos se resiste a creerlo. Entre ellos, el filósofo
está compuesto de una nota introductoria y diez ensayos, pu- peruano radicado en Brasil, Obando Moran sostiene que la
blicados anteriormente en revistas y obras colectivas. Para cultura intelectual peruana es una impostura porque: «Sigue
los fines propedéuticos de nuestro artículo comentaremos la siendo ontológicamente feudal aunque ónticamente se pre-
pertinencia del título, la nota introductoria y el primer ensa- suma de moderna, pero es una modernidad que no se asienta
yo porque, por extraño que parezca, ningún capítulo del libro en ningún suelo crítico, en ninguna contextualización pro-
está dedicado a exponer, criticar o re-pensar el pensamien- pia de la crítica, es decir en ninguna tradición cultural propia
to socio-político moderno de Mariátegui. Entonces, esto nos cuyo horizonte fuese objeto de una larga reflexión y crítica de

32
sus fundamentos y que a su vez sirva de fundamento y sostén
para contener y asimilar la diversidad de filosofías que llegan
a nuestro país…»9. También el filósofo cubano Pablo Guada-
rrama afirma sobre el tema: «El criterio habermasiano de que
la modernidad es un proyecto incompleto ha encontrado jus-
tificados simpatizantes en el ámbito latinoamericano, donde
se hace mucho más evidente la fragilidad de la mayor parte
de los paradigmas… Se ha hecho común la idea de que no he-
mos terminado de ser modernos y ya se nos exige que seamos como diría David Sobrevilla— nuevas rutas para la criticidad
postmodernos…»10. propositiva…»13. El mayor riesgo y ambigüedad de escribir un
libro con ese título es que después de leerlo nos damos cuenta
El prejuicio eurocéntrico de López radica no precisamente en que el título se convierte —como ya se dijo— en un pretexto,
leer a Vattimo, Lyotard, Foucault, Heidegger o Nietzsche, sino pues no hay un capítulo del libro dedicado a “re-visar”, criti-
en su intento injustificado y acrítico de crear sucursales filo- car o “liquidar” —si fuera el caso— el pensamiento moderno
sóficas posmodernas en el Perú. No porque sea una “moda” de Mariátegui. Empero, alguien podría objetar diciendo que
o “pose intelectual” europea, sino porque él está seriamente el pensamiento de Mariátegui “no es del todo moderno” o que
convencido de reproducir el discurso posmoderno en el Perú no es el máximo exponente del proyecto moderno en el Perú;
sin pasar por la fagocitación del ser (cultura europea) por el sino que es un juicio sesgado y no del todo válido. Dado que
estar latinoamericano11. Además como lo aclara y cuestiona no considera el hecho de que Mariátegui critica el culto a la
Dussel, la limitación de filósofos como Vattimo —y nosotros razón de los ilustrados y racionalistas modernos como Des-
incluimos a López— radica en no tomar conciencia de que la cartes, Wollf, Leibniz, Spinoza; y condena el cientificismo de-
modernidad es el centro de la historia mundial de Europa. Es cimonónico en aras de defender la necesidad metafísica que
decir, no considerar esta centralidad como rasgo esencial de tiene el hombre por el mito. Entonces, la propuesta de López
la modernidad es una actitud eurocéntrica porque no reco- se torna arbitraria y poco convincente, pues algunos escritos
noce que los logros modernos son resultado de una dialéctica de Mariátegui nos revelan a un marxista “cuasi moderno”,
centro-periferia; en otras palabras, la periferia (América Latina) “posmoderno”, “romántico”, “abierto”, “fronterizo”. Un Mar-
es creadora igualmente de la modernidad. Dicha periferia de xismo anómalo difícil de ubicar y clasificar dentro de la li-
la modernidad es su otra-cara constitutiva. Otra limitación es teratura y el horizonte del pensamiento moderno marxista
creer que, los pueblos “barbaros” de la periferia nos podemos europeo y latinoamericano.
beneficiar de un “debilitamiento” de la razón instrumental
moderna centro-europea a través de un “pensamiento débil”, Sin embargo, Mariátegui sostiene una crítica inmanente a
esto no es suficiente. Es necesaria la afirmación de una «ra- algunos de los fundamentos de la modernidad. Leamos: «La
zón liberadora», de una ética de la liberación12 como recono- experiencia racionalista ha tenido esta paradójica eficacia
cimiento de la dignidad de esa alteridad negada. de conducir a la humanidad a la desconsolada convicción de
que la razón no puede darle ningún camino... El hombre occi-
Ahora comentaremos el primer ensayo titulado «Despedirse dental ha colocado, durante algún tiempo, en el retablo de los
no significa olvidar», donde López ofrece las razones y nos dioses muertos, a la Razón y a la Ciencia. Pero ni la razón ni
advierte de los malentendidos que ocasiona dicho título: «no la ciencia pueden ser un mito »14. Por último, recordemos las
es raro que, con el riesgo de ser malentendido, haya puesto a palabras del filósofo sanmarquino Sobrevilla: «Nos lo enseñó
este conjunto de ensayos el título de Adiós a Mariátegui… Con así Augusto Salazar Bondy cuando nos aconsejaba replantear
este título pretendo, además, dejar sobrentendido que despe- y reconstruir la filosofía (europea) desde nuestra propia pers-
dirse de Mariátegui, cuando lo que uno busca es «repensar» — pectiva»15 o lugar de enunciación.

* Maestrista y licenciado en filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es coautor de dos libros: En torno a Pedro Zulen (2014) y Repensando a Augusto
Salazar Bondy (2015). Trabaja para la Revista de Filosofía Iberoamericana SOLAR, es colaborador de la Cátedra José Carlos Mariátegui y miembro del Grupo de Estudios
de Filosofía «Pedro Zulen».

1. Categoría empleada por Walter Mignolo, basándose en Rodolfo Kusch. Cfr. «Decires fuera del lugar. Sujetos disidentes, roles sociales y formas de inscripción». Revista
de Crítica Literaria Latinoamericana, Año 21, N°. 41, 1995, PP. 9-31.
2. Cfr. Mauricio Beuchot, Historia de la filosofía en la posmodernidad, México, Editorial Torres Asociaos, 2° ed. 2009.
3. Cfr. Vattimo, El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna, Barcelona, Editorial Gedisa, p. 10.
4. Cfr. Lyotard, La condición posmoderna. Informe sobe el saber, Madrid, Cátedra, 3° ed., 1987, p.10.
5. Cfr. «Estudios sobre José Carlos Mariátegui en Japón. Informe bibliográfico actualizado», artículo de Toyoharu Tsuji en Anuario mariateguiano, Vol. IV, Nº 4, pp. 121-134.
6. Cfr. «La arquitectura de lo humano: ¿Adiós a Mariátegui?», en Mariátegui en el siglo XXI, Lima, 2012, Librería Editorial Minerva, pp. 445-463.
7. Cfr. Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva posmoderna. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú. 2007, pp.14-15.
8. Según Dussel, la obra de Vattimo es un todo coherente y evolutivo que atraviesa tres etapas: 1) desde 1961 comienza con el estudio y escribe sobre de Aristóteles,
Heidegger y Gadamer; 2) desde 1972 comienza el interés y escribe principalmente sobre Nietzsche; 3) desde 1980 desarrolla un “pasamiento débil” y aborda la
problemática posmoderna. Cfr. Postmodernidad y transmodernidad. Diálogo con la filosofía de Vattimo. México: Colección Lupus inquisidor, Edición nº 1, 1999, pp. 13-
34.
9. Cfr. Ocaso de una impostura. El fracaso del paradigma intelectualista de la filosofía en el Perú. Lima, Fondo Editorial del Pedagógico de San Marcos, 2003, p.24.
10. Cfr. América Latina: Marxismo y postmodernidad. Cuba, Universidad de La Villas Santa Clara, 1994, p.73.
11. Cfr. Rodolfo Kusch, América profunda. Buenos Aire, Editorial Biblos, 1999, p.146-155.
12. Cfr. Postmodernidad y transmodernidad. Diálogo con la filosofía de Vattimo, pp. 38-40.
13. Cfr. Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva posmoderna, p. 20.
14. Cfr. Alma Matinal. Lima, Editora Amauta, 1972, p. 23
15. Cfr. «Posmodernidad y racionalidad»; en La Racionalidad, 1° ed. Camacho, 1988, pp.145-171

33
6
Piglia:
¿Qué hacer con la memoria?
Augusto Rubio Acosta*

Hace años, como quien deliberadamente regresa al pasado a mental de un intelectual, en la historia de Julieta los recuerdos
buscar una experiencia perdida, ingresé de madrugada a un que tengo de ella (y lo que ha olvidado al perder la memoria)
bar del centro histórico para beber unos tragos y poner mú- también explican -reconstruyéndose mediante fragmentos-
sica. El lugar se llamaba El fracaso; carecía de rótulo exterior una historia familiar, la de su comunidad y su época.
con ese nombre, pero en todos los que ahí bebían y conversa-
ban en voz alta existía el consenso de que así se denominaba ¿Qué hace que un autor se invente un personaje, a su vez es-
o debía denominarse el lugar. El fracaso era una especie de critor y álter ego que aparece y reaparece en sus novelas, en
espacio mítico dedicado a las emociones antiguas, un espa- ocasiones fugazmente, en otras con mayor protagonismo?,
cio ideal para las historias personales, los recuerdos ajenos y ¿por qué llevar al personaje a sus diarios?, ¿qué determina
futuros, para las ficciones propias. Fue en esa fonda de Tru- que un autor de la impecable trayectoria literaria de Piglia,
jillo que conocí a Julieta, la mujer cuyo reloj interno se de- tras novelas, cuentos y ensayos fundamentales de las letras
tuvo cuando le extrajeron un par de dientes, la que perdió la argentinas contemporáneas, decida mirar hacia atrás y es-
memoria poco antes que le colocaran los brackets linguales carbar en su memoria, en sus diarios escritos a lo largo de
y su mordida encajara por completo, tornándose su sonrisa más de medio siglo (entre 1957 y 2015) para entregarlos a los
hermosa y armónica. Lo recuerdo como si fuese ayer. Los re- lectores a manera de libro póstumo y por entregas?
cuerdos se injertan y nos invaden, nos cambian la vida.
Una forma de vivir
Empecé a escribir la historia de Julieta y de cómo –a la hora La explicación a todo esto descansa en la lectura de los tres
de la anestesia en la ortodoncista- perdió el sentido de la me- volúmenes que componen los diarios: Años de formación, Los
moria, construyendo artificialmente su experiencia y expe- años felices y Un día en la vida, libros que abarcando su expe-
rimentando -como propias- vivencias que ella nunca había riencia vital de 1957 a 2015, muestran a un niño que nació y
vivido. El ejercicio imaginario terminó por identificarme con creció en ausencia de literatura, pero que una vez que apren-
mis fantasías egoístas y ambiciones personales. Y con Piglia, dió a leer decidió ser escritor para poder escapar del mundo
autor de cabecera de todos estos años, a quien a manera de atosigante en que vivía.
detective y tras la lectura de los tres volúmenes que compo-
nen “sus diarios”, intenté en algún momento descubrir sus Convencido de que no hay nada más ridículo que registrar
secretos en el vasto y oscuro rastro autobiográfico de su obra la propia vida, Piglia se convenció con el tiempo de que si la
narrativa. tarde que decidió iniciar la escritura de su diario no hubiese
llevado a la praxis su pasión, jamás hubiese escrito otra cosa.
Como en Los diarios de Emilio Renzi, libro donde el escritor La sensación de haber vivido dos vidas, una fija en sus cua-
argentino le regala al protagonista su memoria y seis décadas dernos y otra en sus recuerdos, lo persiguió a lo largo de su
de sus papeles privados, para indagar en la educación senti- existencia. Le costaba trabajo releer y experimentar de nuevo

34
lo que había vivido, constatar que episodios que recordaba el intento de estar siempre en el momento intenso del pre-
perfectamente no estaban en los diarios de Renzi, como si su sente, por eso se escribe en presente. Piglia es consciente de
personaje (o autor mismo) nunca los hubiera vivido. Es ese ello en todo momento y por ello la lectura de estos libros que
cierto estilo documental, que integra realidad y una ficción hoy comentamos hace parecer que es son libros en proceso,
imperceptible, lo que atraviesa la obra de Piglia y la dota de no terminados. “Entre la cultura popular y la tradición más
una enorme potencia. exigente”, como destacaron los jurados que le concedieron el
Premio Formentor 2015, estamos ante el vivo testimonio de
Diario 1968 una manía, un hábito, una adicción por escribir donde se en-
trecruzan vida y literatura. Los años felices contiene todo ello.
Lunes 25 [de marzo]
Nací el 24 de noviembre de 1941, he buscado en los diarios las DIARIO 1969
noticias de ese día. Busqué en la Biblioteca Nacional todo lo
que pude encontrar. La guerra ocupaba todo el espacio infor- Domingo 5 [de enero]
mativo. Eran las seis de la mañana y, según mi padre, estaba Tampoco me gustan los estilos afectados que circulan en la
lloviendo. narrativa de mi generación: todos escriben con la voz de otro
(sobre todo con la de Borges, Onetti y Cortázar); por mi lado,
Jueves [19 de septiembre] a pesar de todo, una voz propia que no será necesariamente
Releyendo el diario de Pavese recupero la vieja manía de auto- la mía, es decir, la que uso en la vida. Escribir con la sinceri-
construcción de la vida (como obra de arte) con sus oficios (de dad de un sujeto al que no conozco y que sólo aparece —o
vivir, de escribir, de pensar), con sus técnicas y sus reglas. (…) se asoma— cuando escribo. Llámalo H, como se dice ahora
habitualmente en Buenos Aires cuando uno no puede dar
Pienso que lo mejor que he escrito en estos cuadernos ha sido precisiones sobre un tema.
el resultado de la espontaneidad y la improvisación (en sen-
tido musical), nunca sé sobre qué voy a escribir, y a veces esa Jueves 16 [de enero]
incertidumbre se convierte en estilo. Ayer a la tarde vino Manuel Puig, crispado, confundido, bus-
cando “gustar”, caer bien y someter sus libros a esa prueba
Ricardo Piglia, lector, crítico, editor, guionista, profesor de imposible de constatar. Siempre habrá alguien a quien no le
literatura, pero sobre todo narrador, empezó a escribir sus gustará lo que él escribe y eso le obsesiona. (…) Me cuenta el
diarios en 1957, una vez que su padre salió de la cárcel adonde plan de Jorge Álvarez de lanzar Boquitas pintadas como un
fue encerrado por su filiación peronista; al decidir el traslado folletín y su propósito de escribir una novela policial sobre
familiar a Mar del Plata, el joven autor inicia de este modo la el mundo del arte y de la crítica cultural, a los que ve como
fragua de una especie de fábula al no saber necesariamente asesinos que matan al artista sensible y contracultural.
qué hacer con su memoria.
Más tarde me encuentro con Héctor Schmucler, recién llega-
Sentarse a juntar los cuadernos de Mar del Plata, de Prince- do de Francia, con ganas de poner en marcha una revista (mo-
ton y de su tierra natal, debe haber sido muy duro. Traumas, delo: La Quinzaine); está deslumbrado por Cortázar, a quien
hallazgos, las aves negras atravesando el cielo de la infancia ha frecuentado en París, y fascinado por las novedades que
hablan de la dificultad del autor para dar cuenta -en sus cua- circulan, básicamente la oleada del estructuralismo (onda
dernos- de la vida. El mundo íntimo de un escritor, pero sobre Barthes + la revista Tel Quel).
todo un ser humano, aparece ante nuestros ojos, es la fábula
-a la que antes nos hemos referido- lidiando con su memoria. “Sólo se pierde lo que realmente no se ha tenido”, Borges. Usa-
A los lectores de Los diarios de Emilio Renzi no nos hace falta ré esta cita como epígrafe de mi próximo libro.
saber si en verdad es Piglia o no el protagonista; encontra-
mos imágenes expresando momentos de su vida en base a la Un día en la vida
asociación y eso nos basta. Bastan las veces que el autor nos Los últimos meses como profesor de literatura latinoameri-
hizo tomar apuntes, llenar libretas o subrayar libros que nos cana en Princeton y su regreso a Argentina hasta 2015 fueron
empujó a leer uno tras otro. Leer a Piglia a distinta edad (a volcados por el autor de “Respiración artificial” en el tomo fi-
veces joven, otras adulto) es leer libros distintos. El libro lo lee nal de los diarios de Renzi.
a uno, en eso consiste la grandeza de su obra literaria.
“El diario, sin duda, es un género cómico. Uno se convierte
Los años felices automáticamente en un clown. Un tipo que escribe su vida
Un escritor retiene imaginariamente algo que va a perder. día tras día es algo bastante ridículo. Es imposible tomarse
Piglia, en el segundo tomo de su trilogía (que cubre de 1968 a en serio. La memoria sirve para olvidar, como todo el mundo
1975), incluye la vida alterada del protagonista producto del sabe, y un diario es una máquina de dejar huellas. Me gus-
tiempo vertiginoso y feliz que experimentaba; la clandestini- tan mucho los primeros años de mis diarios porque allí lucho
dad y los días que pasaba huyendo de las fuerzas de seguridad con el vacío total: no pasa nada, nunca pasa nada en realidad,
que recorren Buenos Aires en busca de militantes de izquier- pero en ese tiempo me preocupaba, era muy ingenuo, estaba
da, constituye –junto a una carga erótica importante- los ejes todo el tiempo buscando aventuras extraordinarias. Empecé
transversales sobre los que gira el libro. a robar la experiencia a gente conocida, las historias que yo
me imaginaba que vivían cuando estaban conmigo. Escribía
El presente, tiempo de la pasión en el que uno no piensa en muy bien en esa época, dicho sea de paso, mucho mejor que
el futuro ni en las consecuencias de éste, está muy conectado ahora, tenía una convicción absoluta, que es siempre la mejor
con la emoción que uno siente en el momento. El diario es garantía para construir un estilo”.

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Del joven adolescente que empezó a escribir un diario en su ellos sintetizan en tres o cuatro ítems o nombres lo que lla-
Adrogué natal, al autor consagrado que víctima de esclerosis man el “presente”, lo actual, lo que emerge en medio de la fu-
lateral amiotrófica mantuvo la lucidez y continuó trabajando gacidad de la circulación cultural.
casi hasta el final de sus días, hay un laboratorio y una bitá-
cora de vivencias. Lunes [31 de agosto]
Yo escribo estos cuadernos porque confío en que alguna vez
DIARIO 1971 tendrá sentido pasarlos a máquina y hacerlos publicar, por-
que yo habré justificado con mi obra la lectura de estos apun-
Lunes 29 [de junio] tes diarios y personales.
Se murió Marechal (¿el viernes?), alcanzó a terminar su nove-
la. Según David [Viñas], no había nadie. ¿Y cuando muera yo? ¿Qué hacer entonces con la memoria? Precisamente en El fra-
caso, al conocer a Julieta y a “Perro viejo”, al empezar a escri-
Lunes [3 de agosto] bir la historia que por estos días me atormenta, me pregunté
La lectura de los semanarios deja ver una coherencia, esque- lo mismo. Lo mismo.
mática, preparada para el consumo de la cultura. También

* Augusto Rubio Acosta: poeta, narrador, periodista y gestor cultural peruano.

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Keiko Keiko / Kuczy Kuczynski
Dos coplas del carnaval ayacuchano 2018
Para deleite de los lectores de Ojo Zurdo, Transcribimos dos
coplas interpretadas por grupos de comparsas durante el car-
naval ayacuchano 2018, dedicadas a Keiko Fujimori y Pedro Kuczy Kuczynski
Pablo Kuczynski.

Kuczy Kuczynski,
Kuczy Kuczynski,
Keiko Keiko
desgraciado vende patria.
Keiko Keiko,
toda la vida vagaza. Kuczi Kuczynski,
Kuczi Kuczynski,
Keiko Keiko, desgraciado vende patria.
toda la vida vagaza.
Por tu indulto a Fujimori,
Anda ponte a trabajar, ahora te vas a la mierda.
devuelve lo que has robado.
Por tu indulto a Fujimori,
Anda ponte a trabajar, ahora te vas a la mierda.
Presidenta no serás.

37
¿Qué es una revolución?*
Álvaro García Linera**

I. La revelación: La revolución soviética de 1917 La Revolución rusa anunció el nacimiento del siglo XX,1 no
Su estallido dividió el mundo en dos; más aún, dividió el ima- solo por el cisma político planetario que engendró, sino sobre
ginario social sobre el mundo en dos. Por un lado, el mundo todo por la constitución imaginaria de un sentido de la histo-
existente con sus desigualdades, explotaciones e injusticias; ria, es decir, del socialismo como referente moral de la plebe
por otro, un mundo posible, de igualdad, sin explotación, moderna en acción. Así, el espíritu del siglo XX fue revelado
sin injusticias: el socialismo. Sin embargo, eso no significó la para todos; y, desde ese momento, adeptos, opositores o indi-
creación de un nuevo mundo alternativo al capitalista, sino ferentes tendrán un lugar en el destino de la historia.
el surgimiento, en las expectativas colectivas de los subalter-
nos del mundo, de la creencia movilizadora que era posible Pero así como sucede con toda “revelación”, la revelación cog-
alcanzarlo. nitiva del socialismo como opción realizable, vino acompaña-
da por un agente o entidad canalizadora de este descubrimien-
La revolución soviética de 1917 es el acontecimiento político to: la revolución.
mundial más importante del siglo XX, pues cambia la historia
moderna de los Estados, escinde en dos y a escala planetaria Revolución se convertirá en la palabra más reivindicada y
las ideas políticas dominantes, transforma los imaginarios satanizada del siglo XX. Sus defensores la enarbolarán para
sociales de los pueblos devolviéndoles su papel de sujetos de referirse al inminente resarcimiento de los pobres frente a la
la historia, innova los escenarios de guerra e introduce la idea excesiva opresión vigente; los detractores la descalificarán
de otra opción (mundo) posible en el curso de la humanidad. por ser el símbolo de la destrucción de la civilización occi-
dental; los obreros la convocarán para anunciar la solución a
Con la revolución de 1917, lo que hasta entonces era una idea las catástrofes sociales engendradas por los burgueses y, a la
marginal, una consigna política, una propuesta académica o espera de su advenimiento, la usarán –al menos como ame-
una expectativa guardada en la intimidad del mundo obrero, naza– para dinamizar la economía de concesiones y toleran-
se convirtió en materia, en realidad visible, en existencia pal- cias con la patronal, lo que dará lugar al Estado de bienestar.
pable. El impacto de la Revolución de Octubre en las creen- En contraparte, los ideólogos del viejo régimen le atribuirán
cias mundiales –que son las que al fin y al cabo cuentan a la la causa de todos los males, desde el enfrentamiento entre
hora de la acción política– fue similar al de una revelación Estados y la disolución de la familia, hasta el extravío de la
religiosa entre los creyentes, a saber, el capitalismo era finito juventud.
y podía ser sustituido por otra sociedad mejor. Eso significa
que había una opción diferente al mundo dominante y, por En los debates filosóficos y teóricos, la revolución será para
tanto, había esperanza; en otros términos, había ese punto ar- unos la antesala de una nueva humanidad por venir, el es-
quimediano con el que los revolucionarios se sentían capaces truendo que desata la creatividad autoconsciente y autode-
de cambiar el curso de la historia mundial. terminada de la sociedad. En cambio, para la curia del viejo

38
régimen, será la anulación de la democracia y la encarnación dial, las revoluciones sociales emergentes prolongan su per-
diabólica de las oscuras fuerzas que intentan destruir la liber- manencia dependiendo de la actitud frente a los factores de
tad individual. Sin embargo, lejos de vislumbrar una degene- contenido revolucionario.
ración del debate, esta derivación religiosa de los argumen-
tos en pro o en contra de la revolución, refleja el profundo Si el Estado asume el protagonismo de los cambios y las deci-
enraizamiento social que desató el antagonismo revolución/ siones sociales, el fracaso es más inminente y rápido. Si la so-
contrarrevolución, que incluso llegó a movilizar las fibras ciedad laboriosa asume gradual e intermitentemente el pro-
morales más íntimas de la sociedad. tagonismo democrático en la toma de decisiones cotidianas
del país, el fracaso se aleja. Si el Estado toma coercitivamente
En definitiva, la revolución (ese hecho político-militar de las el mando en la construcción de relaciones asociativas en la
masas que toman por asalto el poder político, esa insurrec- producción, el fracaso toca las puertas. Si las clases laborio-
ción armada que demuele el viejo Estado y levanta el nuevo sas construyen y deconstruyen para volver a construir nue-
orden político), será la intermediaria privilegiada y portado- vas y crecientes formas expansivas de trabajo comunitario,
ra de una opción realizable de mundo. Y alrededor de este asociativo, el fracaso se diluye por un buen tiempo. Si el Esta-
suceso se construirá toda una narrativa de producción de la do no puede garantizar mejoras en las condiciones de vida o
historia futura, con tal fuerza que será capaz de movilizar las promover continuas revoluciones culturales que revitalicen
pasiones, sacrificios e ilusiones de más de la mitad de los ha- las oleadas revolucionarias, el fin de la revolución se acerca.
bitantes de todos los continentes. Si el poder de Estado se mantiene en manos de las clases tra-
bajadoras, de sus organizaciones vitales que ayudan a des-
A partir de 1917, la lucha por la revolución, su preparación, brozar el camino de la libre iniciativa del pueblo trabajador,
realización y defensa, captarán no solo el interés y laboriosi- las posibilidades de la continuidad revolucionaria se amplían
dad de millones personas, sino la voluntad y predisposición a mucho más.
esfuerzos y sacrificios pocas veces antes vistos en la historia
de la humanidad. Clandestinidad, carencias materiales, tor- Una vez cumplidos sus 10 primeros años, el curso de la revo-
turas, encarcelamientos, destierros, desapariciones, mutila- lución soviética justamente va inclinándose por cada una de
ciones y asesinatos, se constituirán en el costo ilimitado que las dualidades negativas arriba señaladas: concentración del
miles y miles de militantes estarán dispuestos a pagar para poder de Estado en manos del partido y expropiación gradual
alcanzarla. Tal será su capacidad de entrega a la causa revo- del poder de manos de las organizaciones sociales; impulso
lucionaria, que la mayoría de ellos soportará cada una de las burocrático de formas asociativas de trabajo que anulan la
estaciones del suplicio aun a sabiendas que, con mucha pro- capacidad creadora de la propia sociedad en la construcción
babilidad, no serán capaces de disfrutar de su victoria. Y esa de nuevas relaciones económicas. Es así que, desafortunada-
entrega con devoción al sacrificio histórico, con la confianza mente, a inicios de la década de los 30, la Revolución de Oc-
de que la siguiente o subsiguiente generación pueda presen- tubre finaliza dando lugar a una compleja constitución impe-
ciar el amanecer humano producido por la inminente revolu-
ción, nos remite a la presencia de un tipo de “gasto heroico”
bataillano2 en torno a ella y a los revolucionarios; de hecho,
se trata del derroche y generosidad de esfuerzo humano más
planetario (geográficamente) y más universal (moralmente)
de la historia social.

En los últimos 100 años morirán más personas en nombre


de la revolución que en nombre de cualquier religión, con la
diferencia de que en el caso del sacrificio religioso, la entrega
se da a favor del propio espíritu del sacrificado; mientras que
en la revolución, la inmolación es a favor de la liberación ma-
terial de todos los seres humanos, lo que hace del hecho revo-
lucionario un tipo de producción de comunidad que adelanta
episódicamente a la comunidad universal deseada.

II. Conclusión: ¿Qué sucedió después?


¿Qué sucedió después con la revolución soviética? ¿Por qué
fracasó? En general, toda revolución social que no ensambla
con otras revoluciones sociales a escala mundial, tarde o tem-
prano fracasa y habrá de fracasar de manera inevitable. Por
sí sola, inexorablemente se verá conducida al fracaso en su
intento por construir el comunismo; aunque ciertamente du-
rante todo el tiempo del despliegue de su desarrollo puedan
lograrse grandes e irreversibles conquistas sociales, laborales
y materiales para la población trabajadora no solo del país
insurrecto, sino de todos los países del mundo, motivados
por la presencia amenazante para las burguesías o estimu-
lante para las clases trabajadoras de la revolución socialista
en marcha. Ante la inexistencia de una propagación mun-

39
prácticas, de sus logros sociales, de sus características inter-
nas y dinámicas generales que pueden volverse a repetir en
cualquier otra nueva ola revolucionaria. Pero también queda
y nos hereda sus dificultades en la construcción de alianzas;
sus desviaciones corporativas, burocráticas, privatistas; sus
límites que finalmente la llevaron a la derrota. Queda, enton-
ces, el fracaso de la revolución, su derrota.

Hoy recordamos la revolución soviética porque existió, por-


que por un segundo en la historia despertó en los plebeyos
del mundo la esperanza de que era posible construir otra so-
ciedad, distinta a la capitalista vigente, en base a la lucha y
la comunidad en marcha de la sociedad laboriosa. Pero tam-
bién la recordamos porque fracasó de manera estrepitosa,
devorando las esperanzas de toda una generación de clases
subalternas. Y hoy diseccionamos las condiciones de ese fra-
caso porque justamente queremos que las próximas revolu-
ciones, que inevitablemente estallan y estallarán, no fracasen
ni cometan los mismos errores que ella cometió; es decir, que
avancen uno, diez o mil pasos más allá de lo que ella con su
ingenua audacia logró avanzar.

A 100 años de la revolución soviética, continuamos hablando


de ella porque añoramos y necesitamos nuevas revoluciones;
porque nuevas revoluciones que dignifiquen al ser humano
como un ser universal, común, comunitario, vendrán. Y esas
revoluciones venideras que toquen el alma creativa de los
trabajadores no podrán ni deberán ser una repetición de lo
acontecido hace un siglo atrás; tendrán que ser mejores que
rial, primero, y estatal-nacional, después.3 ella, avanzar mucho más que ella y superar los límites que ella
engendró, precisamente porque fracasó y, al hacerlo, nos dio
¿Qué queda ahora de esta revolución? La experiencia más a las siguientes generaciones, las herramientas intelectuales
prolongada, en la historia contemporánea, de una revolución y prácticas para no volver a fracasar, o, al menos, para no ha-
social, de sus potencialidades organizativas, de sus iniciativas cerlo por las mismas circunstancias por las que ella fracasó.

* Este texto recoge las páginas iniciales y finales del libro de Álvaro García Linera, ¿Qué es una revolución? De la revolución rusa de 1917 a la revolución en nuestros
tiempos. La Paz, Vicepresidencia del Estado y Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, 2017..
** Sociólogo y matemático, actualmente vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

1. Hobsbawm sostiene que el “corto siglo XX” se habría iniciado con la Primera Guerra Mundial y finalizado con la caída de la Unión Soviética en 1989. Preferimos hablar
de la Revolución rusa como punto del inicio de siglo porque, a diferencia de la Primera Guerra Mundial, que significó una nueva fase de la ininterrumpida mutación de
la geografía estatal continental, los efectos de la revolución polarizaron, como nunca antes había sucedido, la lucha política a escala mundial. Véase Hobsbawm, Eric
J., Historia del siglo XX. 1914-1991, Editorial Crítica (Grijalbo Mandadori), Barcelona, 1995.
2. Véase Georges Bataille, La parte maldita, Barcelona, Icaria, 1987.
3. Sobre el curso de la Rusia soviética, véase Chavance, B., op. cit.; Bettelheim, Ch. Les luttes de classes en URSS 3 période 1930-1941, Éditions du Seuil-Maspero, París,
1983; Chamberlain, W. H., The Russian Revolution, 2 vols., Macmillan, New York, 1935; Sorlin, P., La sociedad soviética 1917-1964, Vicens Vives, Barcelona, 1967. Y, por
supuesto, los 7 libros de E. H.Carr sobre la historia de la revolución rusa.

40
¿Quien necesita una
revolución hoy?
Diego Sztulwark*

A Fernando Martínez Heredia

La crítica de la ley del valor esas energías plebeyas y revocadoras del viejo orden en po-
Sobre la revolución se hacen toda clase de preguntas. Hace der político centralizado (Estado revolucionario, dictadura
algo más de un año, en las paredes de la ciudad se podía leer: democrática del proletariado) atravesando la guerra civil; la
“¿dónde está la revolución?”, como si esta fuera, también, una transición socialista es básicamente monopolio estatal, poder
desaparecida. No son pocas las páginas que se interrogan so- político en manos revolucionarias (poder estatal como modo
bre cuándo fue que la revolución dejó de interesar, cómo y transitorio, llamado a “extinguirse” con la generalización de
por qué se pudrió. También se han oído frases provenientes nuevas relaciones de producción que crearán las masas a es-
del lenguaje psicoanalítico que sugerían hacer duelo y pasar cala planetaria: el comunismo). Es la subsistencia de la forma
a otro modo de pensar lo político. La estrategia de Álvaro Gar- Estado que expresa la de la ley del valor en el socialismo: la es-
cía Linera, vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, tatalización de las energías populares se da en el terreno polí-
es ir derecho a la Idea, preguntar por la esencia. ¿Qué es una tico y no necesariamente se traduce en una estatización de la
revolución? es el título de su reciente libro1, escrito a un siglo economía. Lenin lo explicó en su balance del “comunismo de
de la toma del poder por parte de los bolcheviques. Se trata de guerra” en 1921: la supresión coactiva de la ley del valor que
un texto didáctico y severo que define el ser de la revolución rigió los primeros tres años del poder soviético no funcionó,
-un fenómeno excepcional y que actúa por oleajes- en su ac- se trató de un “salto” voluntarista que condujo al colapso. La
tualidad, a partir de una minuciosa lectura de los textos que gran enseñanza que García Linera extrae de Lenin se sinteti-
Lenin escribía desde la trinchera. Escrito sobre el fondo de za en la fórmula control político y elementos de economía de
lo que denomina “la revolución de nuestro tiempo”, es decir, mercado.
una fase de repliegue de los gobiernos llamados progresistas
en Sudamérica, la prosa de Linera se monta sobre la del líder Hace poco más de un año, tras la derrota que Evo Morales y
bolchevique, particularmente sobre sus últimos textos, como García Linera sufrieran en un referéndum acerca de la po-
modo de responder a sus críticos de izquierda, a quienes des- sibilidad de la reelección como presidente y vicepresidente
deña como intelectuales de café (o de capuchino). del Estado Plurinacional de Bolivia, este último compartió
una breve autocrítica en una de sus locuciones. Allí sostuvo
La edición, a cargo de la editorial de la propia vicepresiden-
cia, es realmente bella: una cubierta blanca y la estampa de
una estrella roja y una hoz cruzada con un martillo. El epí-
grafe que inicia el libro es de Antón Semiónovich Makárenko.
Se trata de una cita perteneciente a los álgidos meses de 1917,
en la que afirma que estaban viviendo “tiempos salvajes”, que
con la revolución sus vidas se “purificarían” y que las cosas
mejorarían para los jóvenes. ¿Qué nos dicen estas palabras?
¿Son salvajes también nuestros tiempos? ¿No es precisamen-
te esta concepción puritana de la revolución la que ha sido
sustituida como gran imaginario colectivo por el del capita-
lismo como religión? ¿Qué es lo que esperan los jóvenes de
hoy?

El encanto último de este texto proviene del estado de home-


naje en el que trabajan las precisas categorías analíticas de
García Linera. Es su propio papel histórico -intelectual a car-
go de la argumentación del proceso en su fase estatal- el que
busca impulso y orientación en repetir a Lenin: volver a escri-
bir sobre el Estado y la revolución, el poder dual, los soviets,
la guerra civil y, sobre todo, respecto al repliegue del último
Lenin en la NEP (Nueva Política Económica). Un propósito y
unos esquemas irreprochables, quizás en exceso. Sus tesis: la
revolución es un movimiento tectónico, telúrico, volcánico,
rarísimo, plural, plebeyo e intempestivo; el leninismo es, aquí,
la voluntad política de conducir y, en definitiva, de convertir

41
que los gobiernos progresistas de la región habían sido efica- relaciones de producción y toman el poder político sobre
ces en la tarea de incluir a millones de personas al consumo el final, casi como un corolario. Mientras que las segundas
popular y a beneficiarlas con el otorgamiento de una trama primero deben conquistar el poder político para apoderarse
de derechos antes negados, pero reconoció cierta incompren- de los medios de producción y de cambio, para luego difun-
sión sobre el hecho de que segmentos de estas masas benefi- dir relaciones sociales fundadas en lo común. ¿Cómo evitar,
ciadas se subjetivaran de un modo neoliberal, asumiendo há- por lo tanto, que la transición socialista sea acosada por un
bitos de clase media y aspiraciones elaboradas en los modos poder dual invertido que brota precisamente de la vigencia
de individuación de las redes sociales virtuales. García Linera de la producción de mercancías? En 1965, el Che Guevara se
concluyó que había faltado trabajo ideológico. En otras pala- planteó estas mismas cuestiones acerca de la subsistencia de
bras, en el socialismo la subjetivación de mercado es inevita- la ley del valor en el socialismo: “la base económica adoptada
ble, aunque se puede contrarrestar a través del poder político ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la concien-
organizado en el propio Estado. cia”. Más que esperar el comunismo se trata de “construirlo”,
de modo que “simultáneamente con la base material hay que
El problema que García Linera busca entender es profundo y hacer al hombre nuevo”. ¿Qué está pensando Guevara cuando
ninguna revolución parece haberlo resuelto de manera defini- advierte que el socialismo no debería ser concebido como un
tiva. ¿Cómo evitar que la acción de los flujos de capital, que el tiempo de espera?
propio Estado socialista promueve para sostener la vitalidad
de su economía, acabe influyendo sobre el comportamiento La respuesta de García Linera al “trabajo de zapa” de la ley
de las masas populares restituyendo en ellas un deseo de pro- del valor sobre la conciencia de la sociedad en revolución es
piedad privada? La teoría clásica de la revolución responde la voluntad. No la voluntad de personas sueltas, ni la de las
con la tesis de una dictadura democrática. ¿Tenemos cómo masas que es incalculable y opera por ofensivas y repliegues,
pensar una dictadura democrática que no devenga una dic- sino la de una voluntad permanente, organizada, monopóli-
tadura burocrática o directamente capitalista? Una vez que ca: la voluntad del Estado. La revolución depende, ni más ni
asume, como premisa, que el período revolucionario es el de menos, de esta instancia. Ni la insurrección -efímera, incalcu-
la institucionalización inevitable de las energías volcánicas lable e incapaz de perdurar-, ni el comunismo -tiempo largo
de la insurrección popular, lo que llevó a los bolcheviques a la y creación radical de las masas- operan en el tiempo presente
estatización de los soviets de obreros, soldados y campesinos, como fuerza continua en la lucha por defender la legalidad
se plantea de inmediato el problema de la sustitución del cen- socialista. La insurrección tiende a quedar atrás como fuente
tro de gravedad: de arriba (cuadros de dirección) hacia abajo del poder constituyente del Estado. El comunismo tiende a
(masas trabajadoras). Del mismo modo, se plantea una aporía quedar como utopía u horizonte, puesto que lo comunitario
entre lo viejo –las formas de autoridad y de intercambio de la no se inventa desde arriba (Estado y comunidad son antítesis
sociedad burguesa-, que no termina de morir y lo nuevo –for- inconciliables, escribe Linera). La creación de asociaciones
mas de decidir y producir en común-, que no termina de adve- libres de productores a escala planetaria es cuestión de vita-
nir ya que no surge de la concentración burocrática del poder lidad popular, y de tiempo. El Estado socialista así concebido
estatal. ¿No debería ser esta la tesis de la institucionalización es una voluntad que protege las nuevas relaciones de fuer-
de la revolución reformada en profundidad buscando colocar zas respecto de las viejas clases poseedoras desposeídas así
los impulsos de lo común en el centro de las instituciones del como de la enorme influencia del mercado mundial capitalis-
nuevo poder popular? ta, mientras gana tiempo para que maduren las nuevas rela-
ciones que él no puede crear. El momento revolucionario es
La teoría marxista distingue las revoluciones burguesas de entonces, para García Linera, el de la voluntad férrea, el de la
las proletarias. Las primeras previamente generalizan sus defensa y centralización, el del diseño y mantenimiento de la

42
arquitectura de un nuevo poder que cristaliza las nuevas re- La revolución definida en abstracto corre el riesgo de perder
laciones entre clases sociales. El problema con esa “voluntad” conexión con la pregunta, menos metafísica y más urgente,
parece ser el de siempre, “el propio educador necesita ser edu- que el vice también se hace: ¿Quién necesita una revolución
cado”, decía Marx. ¿Dónde se educa esta voluntad? ¿A quién y qué revolución se necesita? Este modo de preguntar resta,
escucha? ¿Qué referencias prácticas la orientan? seguramente, universalidad a la cuestión de la revolución,
pero puede, quizás, permitir una relación distinta –no leni-
¿Por qué evocar para una tarea actual a una revolución fraca- nista- con Lenin y con el problema de la revolución. Como de-
sada? Porque en su momento supo despertar unas “expectati- cía un malvado profesor: la vigencia de Lenin (la correlación
vas” únicas (aquello que Kant llamaba un “entusiasmo”) entre entre formas organizativas y temporalidad de la acción) solo
las clases subalternas del mundo, que se sintieron por pri- puede pasar por la heterodoxia más extrema, una dialéctica
mera vez “sujetos de la historia”. La revolución bolchevique entreverada entre la continuidad del deseo subversivo y la
ofreció carnadura material para un posible realizable en este discontinuidad material de los elementos que lo componen.2
mundo. Y si bien su fracaso estrepitoso devoró “las esperan-
zas de toda una generación”, el proceso revolucionario ruso Quizás valga la pena conservar algunas preguntas, una cierta
fue un fenomenal y perdurable acto pedagógico. Su vigencia metodología (presente también en el libro de García Linera)
radica, dice Linera, en una universalidad ejemplar: sus poten- que apunte a concretar un poco la cuestión revolucionaria.
cialidades organizativas, sus iniciativas prácticas, sus logros, Una pregunta crítica: ¿Qué sujetos concretos expresan en la
sus características internas y dinámicas generales “pueden movilización la composición del trabajo “vivo” contra el man-
volverse a repetir en cualquier nueva ola revolucionaria”. La do del trabajo “muerto”? Una pregunta estratégica: ¿Cómo se
revolución rusa ofrece la fisonomía de las revoluciones. No confronta en las prácticas cotidianas el mando del valor de
tanto el modelo para los levantamientos plebeyos, como la se- cambio a partir de una reivindicación de los valores de uso?
cuencia de hierro que hace que su triunfo de paso al problema Y una pregunta táctica: ¿Qué novedades emergen de la diná-
de su institucionalización. La inevitable fijación de lo fluido mica que correlaciona la temporalidad y la institucionalidad,
que consagra un nuevo estado de cosas a largo plazo. Se trata en el proceso de radicalización plebeya, que llevan a ocupar el
de un período en el cual el principal problema político pasa a centro de la toma de las decisiones?
ser cómo prolongar el protagonismo de lo plebeyo, amenaza-
do por los cuadros de dirección (nuevo poder burocrático). En Las discusiones más apasionantes aparecen, en el mejor de
otras palabras, García Linera conserva el marco racional de los casos, cuando se intenta responder estas preguntas sin ro-
la revolución sin imaginar en concreto –no es el tema de este deos, en situaciones precisas, en las que las cuestiones de la
libro- cómo las racionalidades vivas (comunidades indígenas esencia quedan relegadas por las cuestiones, más urgentes,
y populares, por ejemplo) afectan y redeterminan la esencia de las existencias.
misma de lo que considera una revolución en marcha.

* Filósofo y sociólogo argentino, autor de diversos artículos y libros sobre pensamiento crítico y la realidad latinoamericana.
** Sociólogo y matemático, actualmente vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

1. Álvaro García Linera, ¿Qué es una revolución? De la Revolución Rusa de 1917 a la revolución de nuestros tiempos, Ediciones Vicepresidencia, 2017.
2. Entre los libros a leer como parte la reflexión que suscitan cien años de la Revolución Rusa se encuentra La fábrica de la estrategia, 33 lecciones sobre Lenin, lecciones
universitarias impartidas en 1972 por el profesor Antonio Negri. 11 de Octubre, 2017.

43
Revolución y democracia:
Vigencia de un horizonte
más allá de los
“progresismos latinoamericanos”
Ramón Pajuelo Teves*

¿Qué es una revolución?1 Con este provocador título, Álvaro sacrificio de la democracia, no solo como un conjunto de re-
García Linera se propone la tarea de reivindicar el horizon- glas de juego políticas, sino fundamentalmente como sentido
te revolucionario que, durante el último siglo, cobijó los sue- y praxis cotidiana en todos los planos de la vida y del poder.
ños y la acción política de izquierda en todo el mundo. Muy
a su estilo, el autor emprende dicha labor lejos de cualquier A pesar del esfuerzo que realiza García Linera para tratar de
academismo, y de toda pretensión de erudición histórica en reencontrar las ideas de revolución y democracia, me temo
torno a la revolución que inauguró lo que Joseph Fontana ha que su libro prolonga una herencia que ha conducido a la iz-
denominado el “siglo de la revolución”.2 Su punto de vista quierda hacia una concepción nada democrática del poder y
corresponde más bien al del teórico revolucionario que, por del cambio social. Específicamente, se trata de la idea que las
la vía del ensayo crítico, emprende una apasionada revisión revoluciones –siendo la más emblemática la Rusa– son como
de un acontecimiento del pasado, con la finalidad de hallar erupciones volcánicas que expresan una condensación y acu-
en esa experiencia las claves de los dilemas del presente y el mulación a lo largo de la historia que, en el fondo, resulta prác-
porvenir. Es justo resaltar este punto de vista que alimenta ticamente inevitable en el tiempo. Y fundamentalmente, la
y otorga sentido al libro: El interés de su autor por reabrir el idea de que una vez ocurridas, las revoluciones transitan por
debate acerca de la revolución, no es meramente intelectual, momentos relativamente lineales que requieren de un punto
sino que responde a la necesidad de comprender los cambios de quiebre político, el cual asegura la hegemonía revolucio-
y desafíos del presente latinoamericano y mundial. naria (a cualquier costo). En la formulación de García Linera,
el “momento jacobino leninista” parece asegurar, en la medi-
Por esa razón, García Linera propone, contra todo el sentido da que se trata de un punto de bifurcación, las condiciones de
común que domina nuestra época, que las transformaciones posibilidad del sucesivo “momento gramsciano hegemónico”.
revolucionarias aún laten en distintos lugares del mundo. Pero no queda resuelto, ni en la elaboración intelectual, ni en
Por ejemplo, en América Latina, y específicamente en Bolivia, la experiencia histórica de las propias revoluciones, el deseo
donde el autor es un directo protagonista. Sin embargo, este del autor de que la revolución sea entendida a fin de cuentas
hilo conductor de la reinterpretación que el autor efectúa en como la “realización absoluta de la democracia” (p. 34).
torno a la revolución de octubre y sus reverberaciones en La-
tinoamérica, bien puede discutirse, pues resulta difícil pensar Como si no fuese suficiente el fracaso de la vía revolucionaria
los progresismos latinoamericanos como revoluciones histó- que consideraba legítimo el uso de la violencia, ahora debe-
ricas. Incluso en Bolivia, donde es evidente una transforma- mos pensar que los recientes progresismos latinoamericanos
ción de las correlaciones de fuerza sociales y políticas que expresan o expresaron revoluciones en marcha. Pero resul-
condujeron a la grave crisis de inicios de la década pasada, no ta inadmisible pensar como alternativa en el autoritarismo
podemos hablar de una transformación poscapitalista. Ade- desarrollista de Correa en Ecuador; en el corporativismo
más de ello, resulta decepcionante constatar que Evo Morales progresista de los esposos Kirchner en Argentina; en el capi-
ha optado por aferrarse al poder a toda costa, pisoteando sus talismo andino ambivalente con los movimientos sociales e
propias reglas de juego y sacrificando así un horizonte demo- indígenas de Bolivia, o el fiasco del PT brasileño (esa izquier-
crático en aras de asegurar hegemonía política. da que representó la mayor esperanza de cambio, tragada fi-
nalmente por su burguesía nacional, cuya lápida es la corrup-
En la interpretación de García Linera sobre el significado de ción sin fondo de Lava Jato y la prisión de Lula, quien pasó
la revolución de 1917, podemos encontrar un correlato teóri- de ser el símbolo máximo del político obrero revolucionario,
co de esta situación en la actual escena boliviana. Situación al del operador del capital nacional corrupto). En general, la
que nos muestra, no solo en Bolivia sino también en el resto “revolución progresista” no resultó capaz de ir más allá del
de progresismos latinoamericanos, que la imaginación políti- desarrollismo extractivista, y encima -exceptuando la nota-
ca de la izquierda aún es tributaria de un ideario revoluciona- ble experiencia de Mujica en Uruguay- ni siquiera demostró
rio que, más allá de la retórica, se halla lejos de un auténtico capacidad de profundizar la democracia liberal.
sentido democrático. Finalmente, la revolución se concibe
como un cambio histórico estructural que puede justificar el Quizá es más útil ver, en América Latina, prácticas concretas

44
bles, así como guerras mundiales que implicaron verdaderas
de resistencia, lucha democrática y reflexión teórica alterna- tragedias humanitarias. Las luces y sombras de la revolución
tiva, que sí pueden conducir a una renovación del viejo ho- de 1917 tienen que ver con todo esto. Porque es innegable que
rizonte revolucionario. Y América Latina, en su enormidad abrió paso a una nueva época marcada por el sueño de la re-
histórica, social y territorial, sigue sembrada de estas expe- volución, y que también engendró horrores injustificables.
riencias, que no solo transmiten la necesidad vital de luchar,
resistir y sobrevivir ante el poder, el dolor y la explotación, El fracaso revolucionario ruso, ahogado en el poder burocrá-
sino también la alegría y esperanza de toda construcción tico estatal bolchevique, no pudo desalojar de la imaginación
colectiva, diaria, de nuevos sentidos históricos. Sentidos al- colectiva, en todo el mundo, la utopía de la revolución enten-
ternativos anti hegemónicos, anti capitalistas, finalmente dida como alternativa pos capitalista. Pero las revoluciones
revolucionarios, capaces de reinsertar la democracia en la re- de Rusia y China, así como otras en distintas partes del mun-
sistencia cotidiana ante el poder y todas sus ramificaciones. do a lo largo del siglo XX, sacrificaron el componente de mo-
dernidad política democrática que se hallaba en el centro del
Ocurre que la revolución, como todo ideal histórico, no es cambio histórico que enmarcó a la Francia revolucionaria y
una receta a aplicar, sino el resultado de una coincidencia la Rusia bolchevique. La escisión entre democracia política y
compleja entre circunstancias históricas y prácticas micros- revolución fue, sin duda, una de las herencias más pesadas
cópicas, que más allá del poder hegemónico estatal aparen- del control político partidario que encumbró por encima el
temente democrático, conducen a una reorientación del sen- ideal de la hegemonía estatal. El mismo que arrastra pesadi-
tido del poder y de la vida social. ¿Esto requiere la captura llas autoritarias, tanto como la simple incapacidad de poder
cuasi leninista del Estado y la imposición de una hegemonía ser parte de un mundo inevitablemente diverso, no solo en
no democrática? ¿Hasta qué punto seguimos pensando que términos culturales y sociales, sino también políticos.
es legítimo disponer violentamente de otros seres humanos,
de otros seres vivos y de la propia naturaleza? ¿La gente de Esto a pesar de que, teóricamente hablando, desde Marx
izquierda puede seguir pensando que posee de forma natural, hasta posteriores formulaciones de la revolución como mo-
casi por añadidura ideológica, y no tanto por sus prácticas, dernidad política, como democracia fundamental (pienso en
una cierta superioridad moral inmutable? Estas preguntas José Carlos Mariátegui y Adam Schaff, entre muchos otros y
pueden conducirnos a un nuevo debate en torno a las relacio- otras), el debate sobre la construcción del socialismo siempre
nes entre democracia y revolución.3 reivindicó la búsqueda de igualdad democrática. Pero el he-
gemonismo estatal leninista aplastó el horizonte de la revo-
El 2017 conmemoramos el centenario de la revolución rusa lución como democratización constante, como socialización
y ahora recordamos que hace cincuenta años ocurrió el es- práctica concreta, en todos los planos de la convivencia social
tallido estudiantil de mayo de 1968, el cual, entre otras cosas, y del poder. Ese horizonte, perdido en medio de los extravíos
nos devolvió el derecho a imaginar y vivir cotidianamente el de revoluciones y progresismos contemporáneos, puede ser
cambio, el sueño de la revolución. Entre ambos sucesos, tu- la base para volver a edificar una izquierda a la medida de sus
vieron lugar otras revoluciones, como las de China (1949) y ideales de siempre.
Cuba (1959), que también marcaron fuertemente la biografía
del fantasma revolucionario anunciado por Marx en su Ma-
nifiesto Comunista de 1848. Pero esta biografía tuvo su punto
de arranque, en lo que respecta a la expansión de un imagi-
nario revolucionario, en la Revolución Francesa de 1789. El
octubre rojo de 1917 no fue solo el resultado casi tectónico
de la erupción revolucionaria bolchevique. Fue un momento
excepcional de lucha revolucionaria obrero-campesina, anti
aristocrática y anti capitalista, que se enmarcó en el comple-
jo proceso de disolución imperial, profundización capitalis-
ta monopólica y avanzada de la modernidad política a nivel
mundial.

Desde la izquierda, no hemos pensando suficientemente en


las conexiones de las revoluciones francesa y rusa. Ambas se
engarzan, a manera de umbral y desenlace, al ciclo de revo-
luciones atlánticas que arrastraron: La desintegración de los
mayores imperios monárquicos europeos; las revoluciones
político-sociales inglesa, francesa e hispánica; la nacionaliza-
ción temprana de territorios periféricos como los de América
Latina; la expansión global del capital a niveles inimagina-

* Investigador del IEP y miembro del Comité Editorial de Ojo Zurdo.

1. Álvaro García Linera, ¿Qué es una revolución? De la Revolución Rusa de 1917 a la revolución en nuestros tiempos. La Paz, Vicepresidencia del Estado, 2017.
2. Joseph Fontana, El siglo de la revolución. Una historia del mundo desde 1914. Barcelona: Editorial Crítica, 2017.
3. Resultan valiosas, en ese sentido, los aportes prácticos y teóricos de distintos movimientos sociales como los de indígenas o mujeres, por citar ambos, así como
los debates generados por propuestas como la John Holloway para desestatizar la idea de transformación social, o de Aníbal Quijano y el grupo de colonialidad/
modernidad en torno a la necesidad de repensar la revolución como descolonización del horizonte de vida.

45
Una vida de luchas
A 25 años del asesinato
de un mártir obrero
“Luchamos por una causa superior a nuestras vidas”. Esta fra-
se de Pedro Huilca Tecse (1949-1992) condensa sus ideales, sus
luchas y su presencia actual en el país, 25 años después de su
cobarde asesinato a manos del nefasto grupo Colina, el 18 de
diciembre de 1992.

En todo este tiempo, el Perú se ha transformado enormemen-


te. El crimen de Pedro Huilca, cuando era Secretario General
de la CGTP, fue uno de los acontecimientos que facilitaron la
imposición del modelo neoliberal, que ha significado un enor-
me retroceso en derechos labores y sociales obtenidos en lar-
gos años de luchas.

La vida de Pedro Huilca proyecta hasta hoy la necesidad de


seguir luchando por justicia social con democracia e igualdad,
ideales que continúan movilizándonos a construir ese país
para todos los peruanos con que soñó.

Conmemorando los 25 años de su partida, se realizaron diver-


sas actividades para rememorar su legado como líder sindical,
militante de izquierda y defensor de una verdadera democra-
cia, en contra del terror senderista y el régimen autoritario de
Fujimori.
Con el ejemplo de Pedro Huilca, somos miles y miles los que
seguimos luchando por una causa superior a nuestras vidas.

¡Pedro Huilca presente!

46
CARPETA COLABORATIVA
25 AÑOS DE RESISTENCIA VISUAL
1992-2017*

47
1992 fue un año decisivo para la historia reciente del Perú, como la pintura, el grabado, el cine, la instalación y la per-
una serie de sucesos ocurridos durante ese año marcaron de formance.
forma radical lo que sería nuestra forma de relacionarnos so-
cial, emocional y políticamente con nuestro país. Este proyecto de exposición tiene como objetivo poner en
evidencia la forma en la que los artistas nos relacionamos
En tal sentido sucesos como el asesinato de dirigentes como emocionalmente con nuestro país y la forma en la que el arte
María Elena Moyano y Pedro Huilca Teccse, el atentado de la se vuelve ese espacio a través del cual los ciudadanos y ciuda-
calle Tarata, la desaparición de los estudiantes y el profesor danas podemos procesar nuestros duelos como sociedad pos
de la Cantuta, la captura de Abimael Guzmán y una de las guerra.
primeras marchas masivas por la paz en los distritos de Mira-
flores y Villa el Salvador son sucesos que han dejado huellas Finalmente se hace necesario reconocernos en la historia de
profundas en nuestra sociedad. nuestro país para poder entender lo que somos en el presente,
que mejor manera que hacerlo de a través del arte y la cultu-
Estos acontecimientos han sido conmemorados año tras año ra, espacios que han sabido quebrar las brechas de comuni-
como memorias ejemplares que deben servir para que la vio- cación y las barreras para procesar episodios tan difíciles y
lencia nunca más vuelvan a enlutar nuestro país y han sido dolorosos como este.
abordados desde distintas disciplinas del arte y la cultura
Karen Paola Bernedo Morales**

FICHA TÉCNICA
CURADURÍA Y CONCEPTO: Karen Bernedo
ASESORÍA DE PROYECTO: Carlos Troncoso
DISEÑO DE FOLDER: Miguel Lescano
LOGO 25 AÑOS: Mauricio Delgado
VIDEO: LIMA

La Carpeta contiene 37 grabados sobre clúpac a un solo color de 50x 70 cm

ARTISTAS Y COLECTIVOS PARTICIPANTES:


Amapolay Manufacturas Autónomas- Félix Álvarez- María Pía Álvarez- Liliana
Ávalos - Rudolph Castro- Jesús Cossio- Comunespacio - Mauricio Delgado - Miguel
Det - Carolina Estrada- - Gabriela Flores- Jaime Higa- elgalpon.espacio- Natalia Igui-
ñiz- Elio Martuccelli- Monica Miros- Shirley Montalbán - Jorge Miyagui- Museo
itinerante Arte por la Memoria- Las Insurgentes- Miguel Lescano - Pilar Pedraza-
Santiago Quintanilla -- Lorenzo Talaverano- LUM- Lalo Quiroz- Lici Ramírez- Oscar
Salvatierra- Marte Supay- Carlos Risco - Susana Torres - Carlos Troncoso- - Javi Var-
gas- - Guillermo Valdizán- Rosamaría ValdivieSo.

LOS GRABADOS FUERON IMPRESOS EN LOS SIGUIENTES TALLERES:


AMAPOLAY MANUFACTURAS AUTÓNOMAS/ CENTRO LIMA/ CENTRO ARTE
Y GRABADO KAPULÍ/ ELA- ESCUELA LIBRE DE ARTE/ CONO NORTE/ ESPACIO
ABIERTO/O.C.U.P.A TALLER/ LLAVE EN EL OLO/P.A TALLER DE GRABADO – CUS-
CO/ SUDAKA.

CON EL AUSPICIO Y LA COLABORACIÓN DE :


GOETHE INSTITUTE LIMA, MUSEO ITINERANTE ARTE POR LA MEMORIA,
COORDINADORA NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS, TALLER LLAVE EN EL
OJO.

AGRADECIMIENTOS:
LONDRES 38 ESPACIO DE MEMORIA, GRECIA AGUINAGA, LUIS DE LA CRUZ,
IRMA PFLUCKER, JUNCALÍ DURAND.

* Las ilustraciones utilizadas en este número de Ojo Zurdo corresponden, en su mayoría, a esta muestra.
** Artista, curadora, investigadora y militante en temas de memoria y violencia.

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Fichas técnicas de obra
1. HITOS: 5 DE ABRIL / CAPTURA DE ABIMAEL GUZMÁN

1. 1992 2. El día después 3. Sin título


Félix Alvarez Susana Torres Jesús Cossio

2. CASOS: CANTUTA/TARATA/UNIVERSIDAD NA-


CIONAL DEL CENTRO/SOTANOS DEL SIE/HUA-
YAO/PEDRO HUILCA/MELISSA ALFARO/ESTERILI-
ZACIONES FORZADAS/ CAMPESINOS DEL SANTA

4. ¿Acuerdo de paz? 5. Rebobinar y play


Carlos Risco Marte Supay

6. Cantuta presente
Liliana Avalos

7. María Elena 92 8. Los seguimxs esperando 9. Altar


Jorge Miyagui Amapolay Museo Itinerante Arte por
la Memoria

49
10. Tarata 11. Constelaciones 12. Las insurgentes
Gabriela Flores Javier Vargas Las Insurgentes

13. Pedro Huilca presente en 14. Sin título 15. Pedro Huilca
la lucha sindical Monica Miros Lorenzo Talaverano
Jaime Higa

16. Las fosas 17. Pentagonito lugar de memoria 18. De las cantutas
Santiago Quintanilla Rosamaría Valdivieso nacieron retamas
Lici Ramirez

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3. DENUNCIA Y MEMORIA: CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA/TV Y
PRENSA BASURA/PRIVATIZACIÓN/CORRUPCIÓN

19. Por un lugar de la memoria


Huayao
LUM
20. El baile del chino 21. Prensa chicha
Mauricio Delgado María Pía Alvarez

22. La guerra de hoy 23. Tv basura 24. Estado al servicio del capital
Shirley Montalbán Miguel Lescano Lalo Quiróz

25. Se remata país con vista al mar 26. Este cuerpo no vale nada 27. Terrorismo de estado
Carlos Troncoso Jorge Baldeón Oscar Salvatierra

51
28. Sin título 29. En directo desde la basura 30. Sin cambios
Miguel Det Carolina Estrada Comunespacio

4. 1992-2017 MEMORIA-MOVILIZACIÓN Y ESPERANZA

31. 1992-2017 Lo que el tiempo 32. Recordar y vigilar 33. Sin título
nos dejó. Imagen curatorial Elio Martuccelli Pilar Pedraza
Karen Bernedo

34. Juntos cantemos 35. Ya va a venir el día 36. Mi miedo se volvió fuerza
Rudolph Castro Guillermo Valdizán Natalia Iguiñiz

52
El asedio del capital*
Hernán Maldonado**

ma contemporánea, con el objetivo de “teorizar sobre la anu-


lación de la democracia y del imaginario democrático”.

Para ello, Brown echa mano de los iniciales hallazgos de Mi-


chel Foucault2 y su perspectiva de la gubernamentalidad y la
producción del sujeto, tesis temprana y premonitoria, sobre
la naturaleza específica del neoliberalismo antes de su plena
expansión y hegemonía planetaria.

Con él, avanza un buen tramo, cuando este lo identifica como


“una mutación de enorme trascendencia” en el liberalismo clási-
co —una “reprogramación” de la gubernamentalidad liberal—,
donde ya no se trata solo de “liberar la economía”, sino prin-
cipalmente de extender los poderes del mercado, diseminán-
dolo al conjunto de la vida y el tejido social, interiorizándolo
en los sujetos, profundizando —radicalmente— el “homo oe-
conomicus”.

Pero no se trata de una teoría política foucaltiana. Aunque


reconoce que ayuda a enmarcar el problema, considera que
no lo resuelve por dos razones centrales que explica amplia-
mente en el libro: En primer lugar, la poca preocupación por
los efectos desdemocratizadores del neoliberalismo —le re-
procha que no le importara la política del neoliberalismo— y,
en segundo lugar, por la nula importancia que le da al capital
como forma de dominación, lo que considera que proviene de
la antipatía que Foucault le tenía al marxismo.

De ese modo, Brown advierte que busca “presentar ciertas di-


mensiones del análisis del capitalismo de Marx que es nece-
sario unir a la apreciación que Foucault que hace de la razón
neoliberal para generar una explicación rica de la desdemo-
A estas alturas, ya tenemos cierta familiaridad sobre la histo- cratización neoliberal” (p. 99).
ria y características del neoliberalismo como modelo econó-
mico-político o ideología hegemónica. Este bicho “cambiante, La doble captura del neoliberalismo
asistemático, contradictorio, e impuro” (p. 58), viene siendo Para Brown, la operación más profunda, no es la desregu-
motivo de distintos estudios y ensayos, que coinciden con su lación, sino una radical economización de la vida en donde
hegemonía planetaria y las crisis y respuestas políticas que ha “los sujetos toman la forma de capital humano para fortale-
provocado en distintas partes del mundo. cer su posicionamiento competitivo y apreciar su valor como
una figura de intercambio o interés” (p. 40-41). De ese modo,
De la mano de Foucault contando con el Estado —capturado y absorbido por la econo-
El libro de Wendy Brown, politóloga de Ciencias Políticas de mización, al converger con la Governanza3 como modalidad
la universidad de California, nos ofrece una aproximación política—, se disemina la idea de la valorización —de cada
—poco habitual— desde la producción de la subjetividad y uno— en todos los dominios de la vida a través de “prácticas
cierta interiorización o inmanentización del capital1 en su for- de autoinversión y atracción de inversionistas”4 o, incluso, a

53
través de seguidores, likes y retweets, sea a través de “clasifica- el interés público (p.293). Un aspecto que abona a ello -lo ex-
ciones y calificaciones de cada actividad y esfera”5. plica en un capitulo entero- es el deterioro y abandono de la
educación humanista, mediante lo que llama la neoliberaliza-
En ese marco, una de las tesis más provocadoras del libro es la ción del conocimiento y la modificación de las instituciones
que sostiene que ya no es el interés el corazón del capitalismo, educativas universitarias cada vez más fusionadas a los nego-
sino lo que llama la responsabilización de los individuos, en don- cios, dejando de formar a los jóvenes para la participación y la
de el sujeto es forzado a convertirse en un inversor y provee- vida pública.
dor responsable de si mismo, alineado a la moral del Estado y
el crecimiento macroeconómico, en un contexto de creciente Así, todo este coctel neoliberal, produce una catástrofe para la
incertidumbre y precariedad. Por ello afirma que el “sacrificio democracia, ya que las virtudes civiles -incluso las pensadas
es el que reemplaza al interés individual” (p.110-112). y defendidas por el liberalismo clásico-, como la deliberación
en torno a la justicia y la diversidad de deseos sobre la vida en
Asimismo, en varios pasajes del libro, insiste en establecer común –que para pensadores como Maquiavelo eran funda-
las diferencias del liberalismo clásico con los neoliberales: mentales para la salud de una república-, se desvanecen, re-
Los primeros establecían una economización limitada, donde duciendo el espacio para una ciudadanía activa, debilitando
había espacio para la virtud cívica y el homo políticus no era el demos (p. 100).
subsumido por una lógica económica, al mantenerse separa-
das las esferas económicas y políticas; pero los neoliberales, Finalmente, concluye que la democracia pierde su carácter
en cambio, van más allá con la generalización del Homo Oe- vivo al separarse de la política y la economía, reduciéndose a
conomicus como paradigma y base cultural y subjetiva del puros procedimientos (p.171). Por eso llama la atención sobre
neoliberalismo. el limitado malestar hacia el Neoliberalismo como amenaza a
la democracia (p. 290), señalando que “incluso, si muchas po-
Democracia contra el demos líticas neoliberales se abandonaran esto no reduciría el debi-
La consecuencia será la disolución de los elementos republi- litamiento de la democracia provocado por la economización
canos de la ciudadanía formulada como un compromiso con de la vida política y la usurpación del homo politicus” (p. 279).

* Wendy Brown. El Pueblo sin atributos. La secreta revolución del neoliberalismo. Malpaso Ediciones, Barcelona, 2016, 313 págs. Autónoma de Mexico.
* Sociólogo y analista político.

1. LORDON, Fréderic. Capitalismo, deseo y servidumbre. Marx y Spinoza. Tinta Limón Ediciones. Buenos Aires, 2010.
2. FOUCAULT, Michel. Nacimiento de la biopolítica. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. 2012.
3. Aclara que no son lo mismo, pero la gobernanza terminó convirtiéndose en “la forma de administración primaria del neoliberalismo”.
4. Hace unos meses en Lima, una conocida universidad privada realizaba una campaña publicitaria donde ofertaba en paneles estudios de postgrado con el siguiente
slogan: “Haz que el interés por ti siempre cotice al alza. Invierte en ti mismo”.
5. Una situación cada vez más frecuente que una serie británica la ha llevado, en modo distópico, al extremo. Ver: “Black Mirror. “Caída en picada” (Nosedive) 2,016.
Episodio 1 Temporada 3.

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Get Out.
¿Podrás huir de tus miedos?
Luiza Solange Torres*

cia ante el invitado. Tales situaciones no pasan desapercibi-


dos por Chris; sin embargo, luego cobran menos importancia
por la compañía de Rose y su apoyo. Chris intenta sobrelle-
var la estancia; más aún cuando él mismo se siente extraño
respecto a la familia blanca de Rose como a los empleados
negros, pues a él lo acompaña una incertidumbre respecto a
las identidades y comportamientos de estos.

Rod es el amigo de Chris con quien mantiene contacto du-


rante su estancia en la casa de los Armitage. Él simboliza un
puente para saber qué pasa realmente, y una mirada objetiva
ante los hechos que sucedían, pues a pesar que su persona-
je es cómico logra deducir lo que pasaba. Cuestión que Chris
no podía hacer por estar hundido en sus miedos y conflictos
emocionales del pasado (madre) y presente (ser negro).
Suspenso, modestia fingida, amistad, poder y racismo sutil.
Sí, todo esto se muestra en los 100 minutos que dura la pelí- En la casa de los Armitage se da una fiesta para conocer o
cula de Jordan Peele, Get Out (2017, Estados Unidos) traducida exhibir a Chris como alguien distinto, alguien mejor en el
para Latinoamérica como ¡Huye! La película es de género te- sentido físico y bilógico. Los invitados, personas acaudaladas,
rror, la música a cargo de Michael Abels y protagonizada por venían a conocer mejor el producto. La película da cuenta de
Daniel Kaluuya. que la fiesta era una fachada para subastar a Chris, quien se-
ría el cuerpo de otra persona, pero cuya mente o conciencia
Un negro (afroamericano) está caminado por un suburbio, serían del mejor postor. Una vez atrapado, Chris se pregunta:
se da cuenta que está perdido; la escena muestra un auto, lo ¿Por qué nosotros? ¿Por qué la gente negra? Tal vez sea por su
está siguiendo, él no intenta nada, se resigna y decide volver, genética, su físico, su velocidad o estilo, aquello que los demás
pero cuando voltea le da el encuentro un hombre con una compradores buscaban.
máscara, el cual lo desmaya y mete en la maletera de su auto.
Destacar que la música influye mucho tanto para crear ese Una vez que Chris logra salir con desesperación de la casa,
ambiente aterrador como para sensibilizar respecto a una atropella a la empleada, y sucede la escena de toda película
temática que, claramente, está latente en la película. El im- de terror: el dilema entre irse o auxiliar a alguien. Se muestra
pacto de esta primera escena se contrasta con lo artístico. Se a la empleada negra tirada, Chris vuelve a sentir los remordi-
muestran fotografías del personaje principal y lo cotidiano mientos por su madre. La salva, pero resulta ser la matriarca
de una pareja interracial. Todo en apariencia sucede bien has- de los Armitage en el cuerpo de la joven negra. Al final, Chris
ta que cumplen cinco meses y Ross decide visitar a su familia logra salvarse con la ayuda de Rod, quien llega a la casa.
en compañía de Chris. Como es de imaginar, en Chris surgen
algunos conflictos por el hecho de ser negro y, más aún, si ella Esta película logra el efecto de mantenernos atentos ante lo
no comentó esto a sus padres. Pero este miedo o prejuicio, se que pueda pasar, y de trasmitirnos el racismo sutil que la re-
desvanece por la confianza que le transmite su novia. corre. Impredecible por momentos, es central mencionar que
todo el tiempo nos transmite el miedo que Chris carga desde
En el camino atropellan a un venado; este hecho es significati- la muerte de su madre. Podemos decir que el tema de la hip-
vo pues muestra el racismo evidente cuando el oficial solicita nosis, tratado en esta película como medio para sedar a los
a Chris su identificación a pesar de que él no manejaba. Por negros y ser llevados al “Lugar hundido”, tiene que ver con
otro lado, al ver Chris el venado atropellado, evoca la noche el hecho de estar atrapados o hundidos por otros. A través de
en que su madre murió de frío luego de haber sufrido un ac- los prejuicios, diciéndonos qué somos o qué debemos hacer.
cidente automovilístico. Aquí empiezan a conocerse los con- Podemos, finalmente, resaltar el hecho de que la música juega
flictos emocionales del personaje principal. mucho en esta película para la transmisión de sensaciones: El
piano, el violín, la música en general marca el paso del terror,
La bienvenida a Chris por parte de los padres es tal, que se misterio y suspenso.
vuelca en una tolerancia fingida y sobreactuada complacen-

* Bachiller de Filosofía - UNMSM.

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Centenario de Los Heraldos Negros
y 90 años de 7 ensayos…
Comité Editorial de Ojo Zurdo

Se cumple este año el primer centenario de la publicación de


Los Heraldos Negros, el primer poemario de César Vallejo, el
poeta peruano más universal. Impreso en los talleres gráficos
de la Penitenciaría de Lima, la obra, compuesta por un con-
junto de 69 poemas agrupados en un pórtico y seis secciones,
apareció con fecha de imprenta 1918 pero circuló efectiva-
mente desde mediados de 1919. Sus versos fueron escritos por
Vallejo entre 1915 y 1918 inclusive, en un momento de su vida
durante el cual su auroral vocación poética estuvo acompa-
ñada de fuertes experiencias personales.

El poema que da título al libro, Los Heraldos Negros, es sin


duda la composición poética más representativa del Perú
contemporáneo. Resultado de una singular exploración de
contenido existencial, nos revela la formación de una nueva
sensibilidad que, en el Perú del final de la llamada “Repúbli-
ca Aristocrática” (1894-1919), fue capaz de revelar los hondos
desgarramientos de la experiencia histórica peruana en su
conjunto.

La contemplación intimista de Los Heraldos Negros, acompa-


ñada de la exploración y búsqueda de un lenguaje textual
capaz de revelar las honduras y desgarramientos de la vida
colectiva nacional, contribuyó a cancelar la estela del roman-
ticismo y modernismo en la poesía peruana, abriendo puer-
tas a la vanguardia literaria que estalla plenamente con la
aparición de Trilce en 1922.

Una década después del primer poemario de Vallejo, salió a


luz el libro cumbre de José Carlos Mariátegui: 7 ensayos de in-
terpretación de la realidad peruana. Impreso como parte de la
“Biblioteca Amauta”, el sello editorial impulsado por el pro-
pio Mariátegui, el volumen ganó desde el primer momento
un lugar de privilegio en la estantería de la historia intelec-
tual peruana.

A lo largo de las décadas siguientes, múltiples reediciones y


traducciones a diversas lenguas, hicieron de los 7 ensayos…
la más importante obra de reflexión en torno a la realidad
peruana en sus distintas dimensiones y facetas. Se trata del
libro más emblemático de la trayectoria vital que condujo a
su autor, José Carlos Mariátegui, a convertirse en unos de los
más originales pensadores marxistas desde la periferia del
mundo moderno capitalista, y en nada menos que el creador
del socialismo peruano.

Cada aniversario en que recordamos la aparición de los 7 en-


sayos…, nos convoca por ello a releer críticamente sus páginas,
y a proseguir de esa forma la tarea a la cual su autor dedicó
plenamente su propia existencia: La lucha indesmayable por
la edificación de un Perú nuevo en un mundo Nuevo.

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