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ISSN: 0120-3916
rce@pedagogica.edu.co
Universidad Pedagógica Nacional
Colombia
Recibido:16/08/2012
Evaluado:30/08/2012
María Cristina Martínez Pineda *
Juliana Cubides**
Resumen
El presente artículo se fundamenta en las investigaciones coordinadas por
las autoras y se orienta a desentrañar los vínculos entre sujeto y política
con el interés de precisar acercamientos metodológicos que coadyuven,
desde la investigación, a la constitución de subjetividades políticas con- Palabras Clave
temporáneas. Para su desarrollo, el texto se estructura en tres apartados:
palabras previas, acercamientos a la categoría de subjetividad política en Sujeto político, subjetividad po-
procesos investigativos y pistas para su configuración. lítica, la política, acciones co-
lectivas, instituido–instituyente,
Abstract constitución de subjetividades.
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Palabras previas
La pregunta por el vínculo entre sujeto y política y desde
este por la constitución de subjetividades políticas alternativas
o emergentes ha sido un punto de partida obligado en las in-
vestigaciones sobre los movimientos y movilizaciones sociales
por la educación dinamizadas por actores educativos y, espe-
cialmente, por educadores y jóvenes universitarios. Desentra-
ñar esta conexión es central para comprender los modos como
se producen las relaciones de los actores movilizados con la
política y para reconocer las demandas en la configuración de
subjetividades políticas que logren instalarse como alternativas
a las formas clásicas e instituidas del sujeto político moderno.
Partimos de afirmar que la pregunta ¿qué es la política? no ha
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tructura de dominación. Este reco-
individuales en un marco normati-
nocimiento sitúa y proyecta nues-
vo y jurídico específico. Desde una N.º 63
tras apuestas investigativas en la
perspectiva estrictamente formal y
perspectiva de producir pensamien-
normativa, la política vista desde el 69
to crítico desde América Latina que
poder del Estado integra y somete,
pueda dar cuenta de las singulari-
al mismo tiempo, al conjunto de in-
dades de los sujetos y movimientos
dividuos a un determinado proyecto
de la región y ponga en cuestión las
de sociedad y su respectivo ordena-
formaciones discursivas hegemóni-
miento jurídico.
cas que, al actuar como regímenes
Bajo el primer aspecto, de verdad, han privilegiado una
[la integración] vincula a determinada relación o identidad
los individuos a un siste- política del sujeto, otorgando un
ma de relaciones sociales
origen incuestionable a un modo de
que tiene como funda-
ser y estar en el mundo sobre otros
mento la división social
mundos posibles, no reconocidos,
del trabajo, y permite la
cohesión de las clases, excluidos y/o sometidos.
los estratos y los grupos En este orden, la proyección se
dominantes alrededor ubica en un horizonte emancipa-
de las instituciones pú- torio y decolonizador que supere
los cánones europeos de civilización1. Significa que la apuesta
subyacente a nuestras investigaciones se sustenta en la premisa:
otro mundo es posible y su reconfiguración exige sujetos políti-
cos con capacidades para pensar, actuar y construir lo social y lo
político desde otras maneras.
Acercamientos a la categoría de
subjetividad política
Las siguientes premisas actúan como referentes para la com-
prensión y usos de la categoría de subjetividad política en pro-
cesos investigativos y en el agenciamiento de procesos emanci-
patorios.
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Premisa uno
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de 2001 y los decretos reglamen- el caso colombiano, aunque la Ley
tarios que impusieron límites a sus 715 de 2001 no expresa ni materia- N.º 63
acciones por miedo a la sanción. liza la reforma o la contrarreforma
El control legal se instaló desde re- educativa en toda su extensión, es 71
gulaciones que buscaron paralizar una expresión significativa de este
en todas sus expresiones su acción proceso.
política, sujeción que en el caso de Desde el referencial del mercado,
los maestros oficiales se espera que la escuela es reducida a un apéndice
se acepte y exprese como condición de la empresa capitalista y se posi-
naturalizada para el ejercicio de su ciona como campo efectivo y eficaz
rol y que asuman posturas de sub- para la formación y producción de
ordinación y funcionalidad al orden cuerpos socialmente productivos;
social existente2. de este marco se espera que las ins-
tituciones educativas operen como
2 En efecto, las políticas públicas impuestas en
el campo de la educación y la instalación, en dispositivos de gobierno, disciplina-
términos de adopción y adaptación, de las ma- miento y subjetivación que incidan,
cropolíticas internacionales a los contextos na-
cionales se materializaron en leyes y planes sec- formen, condicionen, direccionen.
toriales, en sintonía con las políticas de reforma En suma, que produzcan subjetivi-
y ajuste estructural de lo estatal. Esta tendencia
ha caracterizado “la estrategia de desarrollo”,
dades para un determinado modo
no solo en Colombia, sino en la mayoría de los de ser y estar en el mundo.
países de la región (Martínez, 2004).
Este primer marco interpretativo de la subjetividad política pue-
de leerse desde los modelos posfigurativos de socialización de los
que habla Margaret Mead (1997), que se inscriben y se reprodu-
cen de manera funcional al modelo cultural dominante. Para este
modelo de socialización, la subjetividad se transmite, se hereda,
es inmutable. Es precisamente esta primera noción de la subjetivi-
dad política la que se convierte en objeto de problematización en
nuestras investigaciones y la que anima la búsqueda de construir
o desentrañar puntos de fuga que actúen como otros modos insti-
tuyentes de subjetividad, que muchas veces operan en los mismos
escenarios instituidos.
Premisa dos
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hace visible como inherentemente actividad tanto individual como co-
político y porque posibilita pen- lectiva, reflexiva, conflictiva y nunca N.º 63
sar la política como subjetividad y acabada que está en movimiento
como producción subjetiva; es de- continuo, y cuando se intenta for- 73
cir, como el arte y la disposición malizar o fijar su contenido de ma-
de construir, además de lo posible nera estable, se diluye, se desvane-
y lo deseable; donde tienen cabida ce, queda subsumida en medio de
la memoria, la resistencia, la imagi- lo político, convirtiéndose en una
nación, la creatividad, la utopía, la estructura de poder. La política está
multiplicidad de saberes y experien- siempre en medio de esta tensión
cias que organizan nuestra existen- constitutiva entre lo instituido y lo
cia individual y colectiva3. instituyente, su propósito es crear los
La tensión instituido/instituyente, proyectos y las instituciones imagi-
conceptos propuestos por Casto- nadas, para que una vez construidas
riadis, es constitutiva de la signifi- e “interiorizadas por los individuos,
cación que se quiere dar a la noción faciliten en lo más posible el acceso
de política. Para Castoriadis (2001), a su autonomía individual y su posi-
bilidad de participación efectiva en
3 Postura y planteamientos que se sustentan en
todo poder explícito existente en la
los escritos de Castoriadis y que se amplían en sociedad” (Castoriadis, 1988, p. 21).
el trabajo de Martínez (2008) y Cubides (2012).
Hasta aquí podemos afirmar que es posible repensar y asumir la
política desde otros referentes, lugares y acciones instituyentes, ejer-
cida por sujetos dotados de autonomía, creatividad y con apuestas
por otros órdenes sociales a construir. Subjetividades políticas que
se vienen reconfigurando desde otras matrices de pensamiento y
acción y desde otros escenarios de actuación. Aquí tienen lugar las
movilizaciones por la educación como escenarios de subjetivación
política.
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cer como instituyentes. libertad que defienden los subjetivis-
En las investigaciones que he- tas, ni el de la plena sujeción, como
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mos adelantado se pone en escena argumentan los funcionalistas. El su-
la tensión que subyace entre las dos jeto es potencia, posibilidad, poder 75
líneas de constitución y formación constituyente, resistencia, voluntad
de los sujetos políticos en el campo de acción, solidaridad, pero también
de la educación: la instituida como es debilidad, egoísmo, poder insti-
poder dado, y la instituyente como tuido, función social. Está inmerso
capacidad y como poder a cons- en un campo de fuerzas, en el con-
truir, aclarando que la forma insti- junto de relaciones e interacciones
tuida–dominante de pensar y actuar que establece con el entorno, con su
no establece un cierre de lo social, sí mismo, con procesos instituciona-
sino que es posible, individual y les locales y globales, que lo estruc-
colectivamente, cambiar ese pen- turan permanentemente desde una
samiento instituido en el campo de multiplicidad de vectores de subje-
lo instituyente–alternativo. En suma, tivación: la necesidad, el deseo, las
pensar la dialéctica instituido/insti- pulsiones, los instintos, el interés, el
tuyente exige una lectura relacional lenguaje, las leyes, el pensamiento,
y constructiva de la realidad social; la voluntad, los sentimientos, los
como hemos dicho, por tratarse de proyectos, entre otros.
Reconocer esta doble connotación del sujeto, de un lado, so-
cialmente producido por dispositivos y prácticas de poder, indivi-
duos y colectivos conectados y sujetados a formas y lógicas que
lo determinan, y de otro, como producción subjetiva con capaci-
dad de prefigurar, expresando las oposiciones, las resistencias, la
creatividad y la capacidad de agenciar transformaciones, permite
definir la subjetividad como el universo intrínseco del sujeto, de
su producción social y de su producción política, como voluntad
e intencionalidad de un sentido particular de existencia individual
y colectiva.
La subjetividad no viene dada, se produce socialmente de ma-
nera constante y remite a la corporeidad del sujeto en todas sus
dimensiones. Por tanto, si las instancias de subjetivación no están
totalmente establecidas, porque la subjetividad “no conoce ningu-
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agenciar el “darse constituyente”,
en oposición con lo que hoy lo de- tensión y disputa con los desafíos
termina y en perspectiva de activar constituyentes. Esta primera labor N.º 63
otros pliegues de su subjetividad. de autoconstitución hace visible
Se esbozan a continuación algu- los determinantes del orden insti- 77
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actos creativos que devienen de Los planos de fuerza que contri-
una dimensión estética potenciada. buyen a esa mirada exploratoria y N.º 63
En estos espacios se minimizan las constitutiva de subjetividad política,
inseguridades, se desarrolla la con- promovidos en escenarios de acción 79
fianza al compartir deseos, necesi- colectiva, son: lo agenciante, lo po-
dades, apuestas y logros. A su vez, tenciado y las resistencias (Martínez,
estos procesos personales sirven de 2008). Exploratoria y constitutiva
plataforma para potenciar accio- porque las experiencias investiga-
nes políticas de mayor envergadura tivas que documentan estos plan-
(Martínez, 2008). teamientos se han trazado la doble
intención: reconocer y potenciar
5 Mead (1982), en su texto Espíritu, persona y
sociedad, señala que “espíritu y persona” son
subjetividades. Reconocer que es
emergentes sociales, y que el lenguaje propor- desentrañar, provocar modos de re-
ciona el mecanismo para su emergencia, “la
persona es algo que tiene su desarrollo; no está
flexión que coadyuven a descubrirse
presente inicialmente, en el nacimiento, sino como sujetos en su mismidad, ello
que surge en el proceso de la experiencia y la exige provocar momentos de intros-
actividad sociales. (...) La persona tiene la carac-
terística de ser un objeto para sí, y esa caracte- pección y autorreflexión para reco-
rística la distingue de otros objetos y del cuerpo nocer acciones, eventos y procesos
(…) esta característica está representada por el
término “sí mismo”, “self” (pp.168-176). subjetivantes; y, más allá de estos,
para identificar las expresiones políticas de la subjetividad. Las fuer-
zas se asumen como vectores que están en movimiento y movilizan
a los sujetos de las experiencias para provocar reterritorializaciones
en los modos de subjetivación y en los escenarios instituidos e insti-
tuyentes en que se producen estas configuraciones subjetivas.
La noción de planos de fuerza vinculada a la constitución de
subjetividades políticas se utiliza en dos dimensiones: como unida-
des de exploración y análisis y como ruta metodológica. Como uni-
dades de análisis porque las acciones y expresiones que dan cuenta
de las movilizaciones en el sujeto, en sus modos de agencia, po-
tencia y resistencia pueden leerse en perspectiva analítica para des-
entrañar modos y expresiones de subjetivación política. También
porque en las interacciones y luchas entre lo instituido–instituyente,
estas categorías operan como matrices de transformación que pro-
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6 Las rutas metodológicas, así como las exploraciones y acercamientos a identificar y potenciar
formas constituyentes de subjetividad no están acabadas, más bien podríamos decir que los
acercamientos son múltiples y eso contribuye a poner en el centro de discusión esta categoría.
Lo agenciante se refiere a aquello no es entonces la sola articulación
que apalanca, provoca o promueve de acciones o interacción, sino lo
el fortalecimiento de la capacidad que estas logren para provocar y
política del sujeto; la hipótesis con animar la acción.
que hemos abordado este concep-
El agenciamiento no es
to plantea que cuanto más amplia
la articulación (…), el
sea la capacidad de agencia, mayor
agenciamiento pone en
será también la capacidad del sujeto
juego, en nosotros y fue-
para influir en los cambios sociales,
ra de nosotros, multiplici-
culturales, políticos y para mejorar
dades, territorios, fuerzas
sus propias condiciones de vida.
de composición. Por lo
En el plano analítico, hemos uti-
tanto, no se trata de dos
lizado esta noción con una doble
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2005, p. 205).
ción en la cotidianidad. Alteracio-
nes que son también alter–acciones, En síntesis, llamamos agencia a N.º 63
otras acciones, que suceden tanto aquellas fuerzas–acciones–expre-
en el plano reflexivo como en el de siones que activan, promueven o 81
la acción. Como evento –o factor posibilitan una alteración en la coti-
de agencia–, la mirada se realiza a dianidad del sujeto, tanto en su for-
acciones externas que son propicia- ma de pensar como en las acciones
doras o movilizadoras para la emer- que realiza y que producen un au-
gencia o fortalecimiento de otras mento de su poder.
capacidades en el sujeto. Para ilustrar los modos como
Agenciar es estar en el medio, en opera esta fuerza, citamos algunos
la línea de encuentro entre un mun- eventos agenciantes: 1) Algunas for-
do interior con un mundo exterior mas de organización de los colecti-
para provocar la capacidad de ac- vos de maestros logran romper las
ción. Desde Aristóteles se hablaba formas verticales, el mito del poder
de agencia referida a una potencia representado y el carácter preesta-
para la acción; en nuestro caso es blecido de operar. Estas formas no
asumida como la posibilidad de uniformes logran redistribuir el po-
despliegue para otros modos de der, minimizar ansiedades, miedos
pensar y actuar. El agenciamiento e inseguridades. Al relacionarse de
otra manera, más horizontal y sin escalas de jerarquía, se agencia
y se estimula una relación y un reconocimiento de pares, un poder
colegiado que produce empoderamiento compartido. 2) La inte-
racción comunicativa, el clima de confianza y la acción entre pa-
res, ayuda a los maestros a superar los miedos que albergan y que
les impiden reconocer que no hay problema en decir “no sé”, “no
entiendo”; 3) Los lazos afectivos que se provocan y estrechan en
algunas organizaciones de jóvenes y maestros cohesionan y crean
entramados que fortalecen la decisión y la voluntad de acción co-
lectiva. Esto porque está comprobado que el ángulo físico se adapta
más rápido que el ángulo mental, ya que lo ontológico requiere
mayores esfuerzos de apropiación y concienciación.
Lo potenciado. “La potencia es algo que mi cuerpo puede”, “es
la potencia de mi cuerpo”, decía Spinoza, entonces la potencia es
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una capacidad instalada en el suje- mentales, a buscar opciones para
to. Capacidad porque se instaura en salir del individualismo, aunque N.º 63
los mismos sujetos potenciales del todo apunte a que se mantenga la
cambio, su fundamento está en sus insularidad del sujeto, a vincularse 83
formas de pensar y actuar, su expre- a proyectos alternativos aunque se
sión está en la transformación que diga que no hay nada que hacer.
se opera en sus formas de acción, en En este orden, los maestros y los jó-
sus prácticas y experiencias. venes, cuando se colectivizan para
Resistir remite a aquellas fuer- la acción, actúan como sujetos que
zas que se movilizan e instalan en resisten y que provocan resistencias
la subjetividad para provocar la ac- actuando en escenarios convencio-
ción crítica y la emergencia de nue- nales y no convencionales para ero-
vas acciones. Fuerzas que operan sionar lo hegemónico. Acciones que
en el adentro y afuera, en la trama muchas veces se leen en clave de lo
y en la estructura; afuera para ser instituido y que exigen ampliacio-
capaces de leer y comprender crí- nes en la mirada investigativa.
ticamente las realidades y replan- Asumimos entonces la resistencia
tear nuevos horizontes de sentido, como una noción compleja y mul-
adentro para efectuar los cambios tidimensional, como una capacidad
necesarios y poder pensar y actuar política que implica el desarrollo de
desde lógicas instituyentes. Se trata otras capacidades, una posición de
fuerza que posibilita movimientos en lo establecido y como un ele-
mento sustancial a todo proceso de cambio social. Por tanto, las
expresiones de resistencia pueden leerse como fuerzas orientadas a
reconocer y desestructurar lo instaurado como “orden impuesto”, a
superar los límites y las limitantes que buscan cooptar la condición
de sujetos.
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descriptores constitutivos y estructu-
fortalecimiento para rebelarse ante
rantes de subjetividad política.
las frustraciones, fortalecer y afirmar N.º 63
El primero de estos campos, los
la visión proyectiva y las utopías
efectos de la tensión instituido–ins-
viables”9 (Martínez, 2008). 85
tituyente, ya han sido precisados en
El tercero remite al reconocimien-
la primera y segunda parte del texto.
to de los principios de producción,
Efectos que ponen el énfasis en el
transformación y proyección, que
antagonismo y la lucha de fuerzas a
pueden leerse, de un lado, como
la hora de definir la política y aque-
categorías constitutivas de subjetivi-
llo que define a los sujetos políticos
dad política, en cuanto capacidades
y que suponen una consideración
que se instalan en el sujeto desde los
de fondo que no debe ser dejada
planos de lo agenciante y lo poten-
a un lado: construir el mapa de las
ciado; de otro, como expresiones de
tensiones intrínsecas y las líneas de
acción política, en las que se inclu-
fuerza constitutivas del campo don-
yen los modos de resistencia.
de se configuran y reconfiguran las
relaciones entre sujeto y política.
9 Algunas expresiones de la dimensión volitiva
El segundo hace referencia al re- son: persistencia en el alcance de propósitos,
conocimiento de las emergencias deseo permanente de cualificación, incremento
de la capacidad para decidir por sí mismo, para
constituyentes de subjetividad. Ci- expresar sus posiciones, sus propias ideas.
tamos entre estas la exploración y
Producción, que puede ser leída como capacidad que se ins-
tala en el sujeto y da cuenta de sus formas de individuación y ex-
perienciación, dos procesos que lo configuran y expresan como
productor. En las reflexiones y en la mirada individual y colectiva
a la cotidianidad de los sujetos es posible reconocer su capa-
cidad para actuar como productores y gestores de iniciativas:
proyectos, planes y propuestas alternativas, entre otras acciones.
Transformación en los planos personal, profesional, social
y político del sujeto. Este principio, en los sujetos maestros, se
hace visible en la comprensión del papel político de la educa-
ción, en el convencimiento que cada sujeto tiene acerca de la
necesidad de trabajar por el buen vivir de sus pares, sus estu-
diantes y, de manera más amplia, de la sociedad, en la necesidad
manifiesta de trascender y superar los planos de subordinación,
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N.º 63 Referencias
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