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Autor
• Falcón, Enrique M.
Sumario
PERICIA Y PERITOS
Hemos dicho que el ordenamiento del proceso civil nos habla de conocimientos
técnicos, artísticos, científicos o industriales. Veamos cuáles son ellos.
a) La tecnología y la técnica
b) El arte
El arte, en el sentido de "bellas artes" (escultura, pintura, dibujo, expresión literaria, etc.,
con sus derivaciones culturales), es, en primer lugar, un medio de expresión, pero
también se lo puede considerar como un medio de conocimiento. Aplicado al proceso
está en función del conocimiento sobre el carácter artístico, su aplicación y eventuales
conflictos sobre esa materia. De modo tal que el conocimiento artístico está en relación
con factores varios, pero identificado muchas veces con la ciencia, con la experiencia y
en otros casos con una cualidad particular e irrepetible que tienen ciertos individuos. Se
puede tomar una obra artística para demostrar su valor, su autenticidad, su contenido, su
alcance, etcétera. La obra puede estar apoyada en cualquier sustento. Por ejemplo una
pintura, un dibujo, o cualquier otra expresión de este tipo puede usar papel, tela, piedra,
incluso muros u otros elementos donde pueda apoyarse la expresión pictórica. La
escultura puede realizarse sobre piedras a las que se le va dando la forma (por ej.,
mármol), o realizarse a través del agregado de elementos como la arcilla, o bien se
pueden hacer modelos para trabajar luego con metales, etcétera. En algunos casos las
obras de este tipo se desarrollan como grandes construcciones (pirámides, templos,
edificios), aspecto que corresponde en algún caso a la arquitectura y en otros a la
ingeniería. La expresión literaria puede tener como soporte el papel, o sistemas
electrónicos, ópticos, etcétera. Es cierto que cualquiera de estas expresiones, pintura,
escultura, literatura y otras que están comprendidas dentro del concepto del arte, por sí
solas no son arte. Es necesario que las obras trasciendan al autor y sean reconocidas
como artísticas. Pero de todos modos es difícil decir quién determina lo que es artístico
y cuál es el límite del arte.
c) La ciencia
d) La industria
Hay dos aspectos para el tratamiento de lo pericial que deben ser tenidos en cuenta,
porque también requieren conocimientos especiales aunque desde otro punto de vista.
Son ellos el comercio y la experiencia.
a) El comercio
b) La experiencia
Recordemos también que no todo el campo del conocimiento está cubierto por la
ciencia, ni por la técnica derivada de ella. Hay sectores delimitados o abandonados por
la ciencia, ya sea por la poca entidad, o la falta de medios para llegar al conocimiento
científico. En la actualidad, dice Lazaron [4], hay una tendencia a utilizar el concepto
más amplio: las reglas de la experiencia son la totalidad del conocimiento humano
referido a las leyes y tendencias, incluida la técnica, pero esta idea contrasta con la de
ciencia en el sentido técnico específico. La experiencia (del latín experiri, "comprobar")
es una forma de conocimiento o habilidad adquiridos a través de la observación o del
ejercicio permanente de ciertas actividades que permiten formar una idea generalizada
del comportamiento de ciertos sucesos, de la calidad de los objetos, de las personas, o
permiten la realización de actividades que exceden las posibilidades del común de la
gente. La experiencia puede ser individual o grupal. La primera responde a una
actividad solitaria, reducida generalmente a un solo individuo que experimenta diversas
vivencias o cumple determinadas actividades en un campo de la vida (por ejemplo, el
fuego quema). La grupal es la que corresponde normalmente a los individuos que
conforman el grupo social (por ejemplo, se considera que un automóvil a 100
kilómetros por hora resulta peligroso en la ciudad). Generalmente la experiencia tanto la
individual como la grupal está asociada con el acontecer corriente de las cosas y la
repetición de los mismos efectos ante las mismas causas o causas similares.
Pasado el umbral inicial nos encontramos ahora con la pericia. Sin embargo no todas las
pericias son iguales y ello no por la circunstancia de tratarse de distintas materias, sino
por el conocimiento o los elementos que debe disponerse para su actuación. El mismo
Código Procesal Civil y Comercial nacional nos muestra esta distinción que pasa de la
pericia elemental, por la pericia normal a la prueba científica. Veamos estos casos. El
primero es el de la pericia simple, ejemplificado en el artículo 474 del CPCCN bajo el
título de Dictamen inmediato: "Cuando el objeto de la diligencia pericial fuese de tal
naturaleza que permita al perito dictaminar inmediatamente, podrá dar su informe por
escrito o en audiencia; en el mismo acto los consultores técnicos podrán formular las
observaciones pertinentes". El segundo supuesto, o de la pericia regular, requiere que el
perito realice la pericia siguiendo los pasos de la técnica y de la ciencia para presentar
su dictamen por escrito (aunque podría ser verbal como lo es en muchos supuestos en el
common law), examen que contendrá la explicación detallada de las operaciones
técnicas realizadas y de los principios científicos en que se funde (art. 472, CPCCN).
Finalmente tenemos la prueba científica. Aquí no bastan operaciones técnicas normales,
sino que se tienen que utilizar aparatos de alta complejidad, exámenes científicos de
muy alto conocimiento, o recibir informes sobre cuestiones científicas, técnicas o
descubrimientos novedosos, o el estado de la ciencia en determinada materia. El
CPCCN no habla de esta materia como pericia científica, sino que la incluye dentro de
la misma pericia. Así tenemos por un lado: 1) ejecución de planos, relevamientos,
reproducciones fotográficas, cinematográficas, o de otra especie, de objetos,
documentos o lugares, con empleo de medios o instrumentos técnicos, y 2) exámenes
científicos necesarios para el mejor esclarecimiento de los hechos controvertidos (art.
475, incs. 1° y 2°, CPCCN) y por otro lado opinión pedida a universidades, academias,
corporaciones, institutos y entidades públicas o privadas de carácter científico o técnico,
cuando el dictamen pericial requiriese operaciones o conocimientos de alta
especialización (art. 476, CPCCN).
El perito, en general del campo de la pericia, viene así a completar el conocimiento del
juez en materias que escapan a su información [7].
Sin embargo ello no le quita su naturaleza de medio de prueba, ya que en definitiva
todos los medios tienden a completar de una u otra manera el conocimiento del juez. En
cuanto a su objeto existe una limitación en el proceso civil, donde sólo cabe hacer una
pericia cuando la apreciación de los hechos controvertidos [8] (o fijados por el juez en
la audiencia preliminar, art. 360, inc. 1°, CPCCN) necesita de los expertos para que
ilustren al magistrado sobre circunstancias que éste no está en condiciones de conocer o
apreciar por sus propios medios, ya porque no se hallan al alcance de los sentidos, o
porque su examen requiere aptitudes técnicas que sólo proporcionan determinadas
disciplinas, ajenas a los estudios jurídicos [9]. Por ello, no corresponde que la pericia se
extienda a materias distintas a la misma, especialmente si el contenido incumbe
especialmente al juzgador por tratarse de una materia jurídica [10]. En materia penal la
pericia se funda sobre la pertinencia de la causa de los hechos o circunstancias sobre los
cuales debe versar el dictamen pericial (art. 253, CPPN) y tales hechos o circunstancias
deben, asimismo, ser susceptibles de percepción directa por los peritos y adecuarse a la
especialidad de quienes son designados peritos en esa calidad [11]. Pero
fundamentalmente hay que tener en cuenta que la pericia penal, si bien se encuentra
limitada al tema del debate, se dirige a la averiguación de los hechos en sí mismos y no
sólo de los hechos tal cual están mencionados en el proceso, pues justamente la pericia
es uno de los elementos para la investigación de dichos hechos.
a) Idoneidad
Una de las cuestiones que ha tenido en cuenta especialmente la teoría que niega la
calidad de prueba a la pericia es el hecho de que la misma se realice sobre elementos de
prueba ya producidos. Esta concepción lleva una contradicción en sí misma, pues si el
medio estuviera producido podría decirse que no se necesitaría prueba alguna. Sin
embargo, ambas posiciones pueden tener miras estrechas. Puede suceder que un
conjunto de medios de prueba producidos en el proceso no permitan determinar con
claridad cuál es la consecuencia final, que sólo un experto puede vislumbrar y explicar.
En muchos casos estas demostraciones son los indicios formadores de la presunción.
Pero en otros casos son los elementos fuente de una pericia. Así tenemos dos tipos de
pericia que no se contradicen, ni varían su naturaleza jurídica. Así como hay
documentos de primero y segundo grado (v. gr., el registro y los informes, el protocolo
y el testimonio, etc.), también hay pericias de distintos grados. Y estos distintos grados
tienen en mira el objeto que se persigue con la pericia. Así la misma puede ser un medio
de investigación para conocer, para establecer la posibilidad y existencia de un dato
(como podría ser el examen de determinados elementos para hallar huellas o vestigios
que nos llevaran a otros caminos), puede ser usada como medio para la comprobación
del alcance, registro o conocimientos que tiene determinado objeto o persona (la pericia
tradicional: contable, médica, psicológica, física, etc.), y puede ser útil para comparar
distintos elementos ya aportados al proceso (como sucede en el cotejo), sin excluir la
posibilidad de integrarla con informes o exámenes científicos o técnicos. Así, la pericia,
como muchos otros medios de prueba, muestra una amplitud y apertura, que le permite
ser útil en muy diversas circunstancias para alcanzar la verdad posible. Y esto
fundamentalmente se da porque en muchos casos la determinación de los hechos
fundantes de la pretensión o la defensa no puede conocerse debidamente por vía de un
solo medio probatorio.
Sentís Melendo claramente, al diferenciar las fuentes y los medios probatorios, destaca
la calidad de prueba de la pericia haciendo ver que "en la prueba pericial, la materia u
objeto que se somete a la pericia o peritación, constituye la fuente que preexiste al
proceso; el trabajo, la actividad de los peritos, estudiándola y dictaminando, es el
medio" [20]. La admisión como medio probatorio es también extensa en la doctrina
[21]. Seguramente los conceptos que se vierten en el párrafo siguiente servirán para
apuntalar con mayor precisión esta última tesis, que considero la más acertada, en
función de la diferenciación entre medios y fuentes que hemos tratado ya con
anterioridad.
Existe -en el ámbito del Derecho- dos tipos de pericia en cuanto a la posibilidad de que
la misma se realice. Una es voluntaria, y llamamos así a aquella que se produce por
designación a pedido de partes o de oficio por el tribunal, y la necesaria, aquella sin la
cual la sentencia no puede ser dictada. En cualquier caso, o bien los peritos
corresponden a los cuerpos técnicos periciales o deben surgir de una inscripción y de la
lista del fuero [24].
b) Pericia voluntaria
c) Pericia necesaria
En algunos supuestos, la propia ley impone la práctica del peritaje técnico, desplazando
otro tipo de pruebas para la demostración de determinada clase de hechos. Así, en los
artículos 87, 142, 150, 155, 3466 del Código Civil; artículo 5° de la ley 17.418
(Seguros); en el proceso de demencia (art. 140, Cód. Civ.); en la mensura (arts. 660 y
661, CPCCN) [25]. En el proceso penal se requiere especialmente para ordenar la
cesación de la reclusión del imputado en un manicomio (art. 34, inc. 1°, 2° párr., Cód.
Pen.), o el tratamiento de desintoxicación y rehabilitación aplicado al condenado o
procesado que dependiere física o psíquicamente de estupefacientes (arts. 16 a 18, 20 y
22, ley 23.737); cuando se atribuya al imputado determinados delitos (arts. 78 y 264,
CPPN) [26]. La necesariedad de ciertas pericias ha llevado a que en la legislación se
estableciera que puedan ser decretadas de oficio (v. gr., CPPN en la etapa de
instrucción; Código Civil en el caso de pruebas biológicas [art. 253]).
d) Control de la parte
e) Ampliación
No hay normas específicas sobre la ampliación de la pericia, tanto sea la de los actos
realizados por el perito como la de los requerimientos efectuados por las partes. La
ampliación en el proceso civil puede producirse por vía de explicaciones que debe dar el
perito, por perfección o ampliación de la anterior, o por una nueva pericia, si el juez lo
considerase apropiado (art. 473, CPCCN), incluso la pericia puede ser ampliada en
segunda instancia si hubiere hechos o documentos nuevos sobre los que debiera versar
(art. 260, incs. 3° y 5°, CPCCN). Pero la pericia cumplida en varias etapas puede llevar
también a una ampliación de la misma cuando sean necesarios nuevos elementos o
dictámenes especiales para completarla. En el proceso penal el artículo 383 del CPPN
prevé además la posibilidad de la ampliación en la misma audiencia: "El presidente hará
leer la parte sustancial del dictamen presentado por los peritos y éstos, cuando hubieren
sido citados, responderán bajo juramento a las preguntas que les sean formuladas,
compareciendo según el orden en que sean llamados y por el tiempo que sea necesaria
su presencia. El tribunal podrá disponer que los peritos presencien determinados actos
del debate; también los podrá citar nuevamente, siempre que sus dictámenes resultaren
poco claros o insuficientes y, si fuere posible, hará efectuar las operaciones periciales en
la misma audiencia. Estas disposiciones regirán, en lo pertinente, para los intérpretes".
8. Bibliografía
VARELA, Casimiro A., Valoración de la prueba, 2ª ed., Astrea, Buenos Aires, 1999.
VÁZQUEZ ROSSI, Jorge, Derecho Procesal Penal, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1995.