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La creación del mundo

La Creación
Al principio Dios manifiesta su gran amor y decide crear al mundo en siete días, veamos
como lo hizo:

El día PRIMERO:
Dijo Dios Que haya LUZ, y así creo la luz, y a su vez la separó de la oscuridad; el DIA y la
NOCHE, y vio Dios que era bueno.

El día SEGUNDO:
Y dijo Dios que haya un firmamento entre las aguas, y así hizo el firmamento, y lo llamo
CIELO.

El día TERCERO:
Que se junten las aguas en solo lugar, así paso, apareció lo seco y lo llamo TIERRA y a las
aguas las llamó MARES.
Luego dijo: que produzca la tierra que produzca HIERBAS que den semilla y toda clase de
ARBOLES que den frutos.

El día CUARTO:
Dijo Dios: que hayan lámparas en el cielo para iluminar tierra, y fue así como hizo el SOL
para el día y la LUNA para alumbrar la noche. Y colocó las ESTRELLAS en el cielo para
iluminar nuestras noches. Y vio Dios que era bueno.

El día QUINTO:
Este día Dios creó los PECES y todas las criaturas que viven en el mar. Asu vez también
creó las AVES de cielo, y vio Dios que era bueno.

El día SEXTO:
Luego dijo Dios, que la tierra produzca toda clase de ANIMALES domésticos y salvajes.
Ahora hágase el HOMBRE, a mi imagen y semejanza y domine a todos los animales. Y vio
Dios que era bueno.

El día SÉPTIMO:
Dios descanso.

¿Qué nos enseña esta historia?


 El inmenso amor de Dios a nosotros, porque todo lo hizo para nosotros y lo hizo
muy bueno.
 Esta historia nos invita a dar las gracias a Dios por todas las maravillas

Historia de la salvación

La historia de la salvación es la realización del plan de salvación que Dios quiso a favor de
la humanidad. Dios creó al hombre PARA QUE SE SALVE y viva toda la eternidad feliz en el
cielo con El, pero el pecado vino a dañar el proyecto de Dios, el sabio y rico en
misericordia no abandonó al hombre al poder de la muerte sino que le promete la
Salvación.
ETAPAS DE LA SALVACIÓN

LOS PATRIARCAS

El segundo paso es cuando Dios inicia con Abraham el camino de la salvación. La fe firme y
decidida de Abraham, respuesta a la promesa de Dios. Esta promesa de salvación continúa
en Isaac, Jacob y sus descendientes.
Dios llama a Abraham, el primero de los patriarcas, para pedirle que deje su país y se dirija a la
tierra que Él le mostrará. Abraham fue padre de Isaac, Isaac fue padre de Esaú y Jacob. Jacob tuvo
12 hijos que dieron origen a las 12 tribus de Israel. Esta etapa de las preparación del pueblo de la
antigua alianza.

Los patriarcas peregrinaron desde la Mesopotamia, desde UR de Caldea, hasta Egipto.


LOS ESCLAVOS

El tercer paso se da cuando Dios libera a su pueblo de la esclavitud, manda celebrar la Pascua o el
paso hacia la libertad y hace una alianza con su pueblo donde le promete su asistencia en el
camino difícil hacia la Tierra Prometida.

Algunas tribus descendientes de los patriarcas tuvieron que emigrar a Egipto para sobrevivir. Los
israelitas permanecieron en Egipto 400 años. Fueron hechos esclavos por el faraón de Egipto y
utilizados como mano de obra para la construcción de las grandes obras públicas.

De todos los israelitas Dios escogió a Moisés, y desde una zarza ardiente le comunicó que debería
liberar al pueblo de la esclavitud de Egipto. Así, guiado por Moisés el pueblo fue liberado,
celebraron la primera Pascua y caminaron por el desierto durante 40 años hasta llegar a la tierra
prometida.

En el monte Sinaí, Dios le entregó a Moisés los 10 Mandamientos, con los que se sellaba la Alianza
de Dios con su Pueblo.

Al llegar a la tierra prometida, los israelitas la encontraron ocupada. Dios eligió a Josué como
sucesor de Moisés, y lo puso al frente del pueblo. Después de muchos años de luchas se logró la
conquista.

ETAPA DE LA MONARQUÍA. ETAPA DE LA DIVISIÓN

El cuarto paso se da ya en la Tierra Prometida cuando Dios le manda Jueces, que manifiestan el
amor misericordioso de Dios y piden fidelidad a la Alianza. Los Reyes, que luego Dios elige, son sus
representantes, pero para gozar del favor de Dios deben ser fieles a la Alianza y deben de
manifestar que sólo Dios es rey. En esta historia de salvación Dios rechaza la infidelidad del pueblo
a la Alianza, quitándole su favor, lo cual da como resultando que el reino se divide y el pueblo va al
exilio, donde debe purificarse de la infidelidad.

Con el tiempo el pueblo de Israel se organizó políticamente bajo la autoridad de reyes. Saúl fue el
primer rey de Israel, que fue sucedido por David, el gran rey de Israel que logró unificar toda la
nación.

David fue sucedido por su hijo, Salomón, que fue el rey que construyó el gran templo de Jerusalén.

A la muerte de Salomón, Israel se dividió en dos: el reino del norte (Israel), y el reino del sur (Judá).
Como consecuencia de esta división, los reinos quedaron empobrecidos y a merced de los grandes
imperios vecinos.

Entonces aparecieron los grandes profetas que invitaban a la conversión.

El reino de Israel terminó siendo destruido y arrasado por los asirios.


ETAPA DEL DESTIERRO. ETAPA PERSA

El quinto paso lo marca el regreso del exilio y la reconstrucción del Templo son signos de que Dios
no les ha abandonado para siempre, y de que les ofrece otra oportunidad.

El reino de Israel fue arrasado por los asirios y todos los israelitas fueron deportados a Nínive.

Luego, el reino de Judá fue invadido y destruido por el imperio de Babilonia, y allí deportados
todos los judíos.

Después de muchos años de destierro los judíos pudieron volver a su tierra, pero ya no como una
nación independiente, sino como una provincia del imperio persa. Con mucha dedicación y
esfuerzo, conducidos por Nehemías y Esdras, todos trabajaron en la reconstrucción de la ciudad y
del Templo.

ETAPA GRIEGA. ETAPA ROMANA

El sexto y definitivo paso es Jesucristo, quien es centro y fin de la historia de la salvación. Toda la
historia de Israel se encaminaba hacia Cristo y se dirige hacia El.

Nehemías y Esdras, juntó a todo el pueblo judío, trabajaron con mucha dedicación en la
reconstrucción de la ciudad, y todos volvieron a leer el libro de la Ley.

Luego, Alejandro Magno derrotó al imperio persa y todos los territorios pasaron a estar en poder
de los griegos. Los judíos soportaron la nueva dominación, pero se opusieron con fuerza a las
costumbres religiosas que los griegos querían imponerles, y aparecieron figuras fuertes como
Judas Macabeo.

Tiempo después los romanos arrebataron a los griegos sus dominios y construyeron un imperio
que se extendió prácticamente a lo largo de todo el mundo conocido hasta entonces. El general
Pompeyo fue quien conquistó Jerusalén y destruyó el Templo como signo de sometimiento y
dominio (el Templo luego fue reconstruido).

Bajo el imperio romano se produjo el gran acontecimiento de la historia de la salvación: el


NACIMIENTO DE JESÚS, el Hijo de Dios, el Salvador. Dios envió a su Hijo, y con Jesús ingresó la
salvación en el mundo.
El pueblo se dividió en 12 tribus y Dios eligió a los Jueces para conducirlas.

Desde las promesas de salvación (Gn 12, 1-3)

Con frecuencia lees los libros científicos, en revistas o a través de la TV, noticias como estas:

“A través de exámenes con carbono 14 se comprobó que los fósiles humanos encontrados en…
son restos de hombres que vivieron hace 14 millones de años. Se ha comprobado que hace 10.000
años había habitantes en América…etc.”

Etapa 1

Etapa 2

Formación del pueblo de Israel, esclavitud en Egipto, éxodo, travesía por el desierto y la alianza de
Sinaí. Nace el pueblo de Dios como pertenencia exclusiva del Señor. “Yo Yahvéh seré tu Dios; tu
Israel serás mí pueblo… no tendrás otro Dios fuera de mí”. A partir del éxodo hay un mediador:
Moisés, imagen y “tipo” de Cristo, único mediador entre Dios y los hombres y único guía de la
humanidad.

Etapa 3

Bajo la dirección de Josué y de los jueces, Israel logra apoderarse de la tierra de Canaán, la tierra
que el Señor había prometido a los patriarcas, pero permanece desorganizado y dividido a causa
de las luchas al interior de las 12 tribus.

Etapa 4
Los profetas: en el pueblo de Israel surgieron muchos profetas, unos auténticos y otros falsos. A
los falsos se les reconocía como tales por sus intentos de introducir el culto idolátrico en el pueblo
(Dt 13,1-11) o por predicciones que nunca se cumplieron (Dt 18,20-22). La ley los castigaba con la
pena de muerte cuando asumían el papel de mensajeros de Dios sin serlo. Entre los verdaderos
profetas había algunos que sólo anunciaban las revelaciones divinas sin escribirlas, como Elías y
Eliseo. Otros que escribían lo que anunciaban o denunciaban, sobresalen los profetas mayores:
Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y los doce profetas menores.

Israel que era un pueblo monoteísta de cultura semita, educado por la “Palabra de Dios”, tiene
que enfrentarse a la invasión de la cultura griega (siglo III a.C.), lo cual causa una verdadera
revolución cultural. Fue Alejandro macedonia (354-323 a.C.), el fundador de Alejandría en Egipto y
el conquistador de los grandes imperios del lejano oriente, quien hacia el año 330 anexó el
territorio de Israel al imperio grecorromano.

En Dn. 2,32-39, Alejandro aparece en varias visiones del profeta sin que lo llame por su nombre.
Más tarde la religión y la cultura de Israel tendrían que enfrentarse a la cultura grecorromana. En
este contexto histórico (imperio romano) se prepara el nacimiento de Cristo.

Etapa 5

Los sacerdotes: el sacerdote surge con Israel como una institución querida por Yahvéh. Moisés
eligió a su hermano Aarón y los hijos de éste como representantes oficiales en lo referente al culto
de Yahvéh. El sacerdocio pasará luego a la tribu de Leví, de la que surgen los levitas y sumos
sacerdotes, imagen y tipo de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.

Etapa 6

Los reyes: Israel se organiza como una nación, a imagen de las demás naciones, con gobierno
monárquico. Pero el rey en Israel es signo visible de la presencia de Yahvéh en medio del pueblo y
a la vez imagen y tipo de Mesías que habrá de venir como Rey Universal. La unidad del pueblo se
consolida durante los reinados de Saúl, David y Salomón. Muerto Salomón el pueblo se divide en
dos reinos: al norte el reino de Israel, con su capital Samaria; y al sur, el reino de Judá, con su
capital Jerusalén.

Etapa 7

El exilio: el año 722 a.c. el reino de Samaria es invadido por el rey de Nínive. Los habitantes de
Samaria son deportados a Nínive, aniquilando el reino de Samaria. Dos siglos más tardes, en el año
587, Jerusalén es también invadida por el imperio de Babilonia. La ciudad Santa, Jerusalén, es
arrasada y la mayor parte de su población masacrada.

Los supervivientes son llevados al desierto en Babilonia en donde por más de 70 años se
encuentran lejos de la “Ciudad Santa”, sin templo, sin sacrificios y sin las Sagradas Escrituras. ¡Es el
exilio! pero Dios salva a su pueblo, suscita un liberador llamado Ciro, el rey de Persia, quien hace
posible el retorno del pueblo a Jerusalén, la reconstrucción de la nación y del templo.

Etapa 8

Eva, Sara, Rebeca, Ruth, Isabel, María: son nombres de mujeres creyentes cuya memoria está
íntimamente vinculada la historia de la salvación. Entre ellas sobresale la gloriosa Virgen María,
madre de nuestro Dios y Salvador Jesucristo. La Virgen María cooperó en forma enteramente
singular a la obra del salvador, con la obediencia, la fe, la esperanza y su ardiente caridad, con el
fin de restaurar en nosotros la vida sobrenatural.

Por eso nuestra madre en el orden de la gracia “Toda la historia de Israel, marcada por la promesa
de salvación, culmina en María. (Leer LOG. 67)

Etapa 9

En el AT los grandes creyentes, desde Abraham pasando por Moisés, hasta el último de los
profetas, experimentaron la presencia de Dios como Señor de la historia. Toda la historia del AT se
orienta hacia el Mesías prometido. Todo el AT, toda la historia de Israel, es preparación y figura de
Jesucristo y del nuevo pueblo de Dios. Con Cristo se parte en dos la historia de la humanidad, por
esta razón Cristo es el centro, el Señor y la razón de la historia.

Etapas de la Historia de la Salvación

Dios comienza por escoger un Pueblo.

Papa Dios desde el principio ha querido la salvación de todos los hombres. Dios quiso formar un
Pueblo y para eso eligió a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob. Ellos son los portadores de las
promesas que se harán realidad en un futuro: promesas de descendencia, de la tierra y de la
bendición a todos los pueblos. A través de los patriarcas, modelos de fe, esperanza y obediencia.
Dios va preparándose un pueblo.

Un Pueblo que se libera y se forma:


Los descendientes de los patriarcas se establecieron en Egipto, allí sufrieron la opresión y la
esclavitud. Clamaron a su Dios y Él los liberó sacándolos de la esclavitud, por medio de un hombre
llamado Moisés, quien guío elegido por Dios para llevar a cabo esta tarea liberadora.

Salieron de la tierra y marcharon por el desierto, rebelándose contra el Dios que los había sacado
de la esclavitud. Dios los perdonó y les mostró su cuidado proveyéndolos de las cosas necesarias:
el pan, el agua, etc. en el desierto pactaron una Alianza con su Dios y así quedó constituido y
formado el Pueblo de Dios.

Un Pueblo que vive bajo la Alianza:

Al conquistar la tierra de Canaán bajo el mandato de Josué se establecieron allí. Hubo momentos
de gran fidelidad a Dios, pero poco a poco, no obstante las amonestaciones de los profetas, se
fueron separando de Yahvéh y olvidaron la alianza que habían pactado. Los poderosos explotaban
a los débiles; utilizaban el culto y las instituciones religiosas para tener seguridad y pretender
sobornar al Dios de la Alianza. Por eso Dios rechazó a su pueblo con la destrucción de los reinos de
Israel y de Judá. El exilio fue el castigo a la ruptura de la Alianza.

Un Pueblo bajo la esperanza de la Nueva Alianza: Un Pueblo bajo la esperanza de la Nueva Alianza:

El castigo del exilio no es la última Palabra del Señor, sino que de nuevo les va a mostrar su
misericordia devolviéndolos a la tierra que habían perdido y dándoles la esperanza de una Nueva
Alianza que no fallaría como la anterior. El pueblo del exilio, ayudado por diversas personas,
empieza a reflexionar sobre su situación, reconoce su error y se convierte al Señor.

En este período surgen las grandes figuras de los profetas, como signo de la Alianza entre Dios y su
Pueblo. Los profetas son hombres extraordinarios, llamados por Dios a ser su voz entre el pueblo.
Su acción es especialmente recordar al pueblo la alianza que tienen con Dios, afianzar la esperanza
en el Mesías y en su Reino.

Un Pueblo bajo la Nueva Alianza:

Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo nacido de mujer, nacido bajo la Ley.
En Jesús se cumplen todas las promesas del AT, en Él llega a su plenitud toda la Historia de la
Salvación.

Con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobre todo con su
muerte y gloriosa resurrección, con el envío del Espíritu de la verdad; instaura y hace presente el
Reino de Dios, nos revela la misericordia de Dios que es nuestro Padre, manifiesta y realiza la
reagrupación de los hombres dispersos y divididos por el pecado. Agrupa en torno a sí, discípulos y
gente que lo sigue, formando con ellos la comunidad, el nuevo Pueblo de Dios, abierto a judíos y
gentiles. En su sangre sella la Nueva y definitiva Alianza.

La Historia de la Salvación continúa en la Iglesia:


El cuadro de la historia de la Salvación, que encuentra en Jesús su eje y su centro, continua en la
historia de la Iglesia y de cada cristiano. La Iglesia es el Nuevo Pueblo de Dios, cuya cabeza es el
mismo Jesús, y se conforma como Pueblo Real, eso es, de Reyes, como Pueblo Profético y
Sacerdotal, que marcha con su jefe, Cristo, hacia el Reino de Dios.

Las 9 etapas del Antiguo Testamento son:

1. Los Patriarcas

2. Los Esclavos

3. Los Libertadores

4. Los Conquistadores

5. Los Reyes

6. Los Desterrados

7. Los Restauradores

8. Los Defensores de la Fe

9. Los sabios de Israel

10. Los que esperan al Mesías Salvador

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