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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
EXTENSIÓN ACADÉMICA VALENCIA

ORIENTACIONES DIDÁCTICAS EN EL MANEJO DE LAS CONDUCTAS


DERRUPTIVAS COMO APORTE PARA LOS DOCENTES DE 5TO GRADO
EN LA E.B “JULIO GARMENDIA”

Proyecto del trabajo especial de grado que se presenta como requisito parcial para
optar al título de Magister Scientiarum en Orientación Educativa

Autora: Verónica Pineda


Tutor: Douglas Salas Picón

1
INTRODUCCIÓN

La conducta disruptiva es una problemática que se evidencia diariamente


las aulas, enfrentándonos a diferentes comportamiento de los niños y niñas, como
lo son hablar en clase, pelearse y reírse de los compañeros, no hacer caso,
generar desorden, etc. con lo cual se genera una mala relación entre el docente y
los mismos, por ende se ven afectados los procesos cognoscitivos; Desde luego
estas conductas afectan el buen funcionamiento de la clase, puesto que se ve
interrumpida la mayor parte del tiempo, interfiriendo en la adquisición de
conocimientos, por esta razón es importante abordar esta situación pero con la
mirada al docente y su dominio o manejo del tema.

El tema del presente estudio supone un paso más a conductas disruptivas


que se presenta en los ambientes de aprendizaje, por ende el mismo tiene como
base reconocer aspectos generales y buscar herramientas que ayuden a mejorar y
que brinden al docente de manera didáctica la orientación necesaria para evitar
las situaciones que afectan el clima escolar en el momento de desarrollar una
clase.
Por eso, el objetivo general del estudio es Integrar orientaciones didácticas
en el manejo de la conducta disruptiva como aporte a los docentes de la Escuela
Bolivariana “Julio Garmendia” del municipio Valencia, estado Carabobo. Para tal
fin la Investigación se ha estructurado en el capítulo I, contiene una descripción
detallada del planteamiento del problema, la formulación de los objetivos y la
justificación de la misma. El capítulo II, está referido al marco teórico referencial,
en el cual se señalan los antecedentes de investigaciones relacionados con el
tema en estudio, las bases teóricas y legales que lo sustentan.
El capítulo III, se presenta al marco metodológico, en el cual se describe el
tipo de investigación, diseño de la investigación, la población y muestra a

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seleccionar, las variables de estudio, las técnicas e instrumentos de recolección de
datos, las técnicas de análisis de los datos; finalmente, se destacan las referencias
y anexos del estudio. En el Capítulo IV se presenta el análisis de los resultados y
las conclusiones del diagnóstico. Para culminando con las Conclusiones y
Recomendaciones de la investigación en un V Capitulo finalizado con las
Referencias Bibliográficas y Anexos.

CAPITULO I
EL PROBLEMA
3
1.1 Planteamiento del Problema
1.2
El mundo se enfrenta a una visión de conductas inapropiadas que han
generado agresividad, observando cada vez más frecuente encontrar niños y
niñas que presentan dificultades para integrarse en los centros educativos, y para
terminar este ciclo con los objetivos básicos. En este sentido Se evidencia la
presencia de alumnos que muestran procesos de inadaptación, algunos de los
cuales se manifiestan como conducta disruptiva en el contexto pedagógico,
conformándose como un fenómeno cada vez más frecuente y preocupante
fundamentalmente para aquellos que tienen la responsabilidad de llevar a cabo el
proceso de enseñanza-aprendizaje.

Generalmente las conductas disruptivas están asociadas al fracaso escolar.


De ahí la importancia de describir el fenómeno disruptivo desde diferentes puntos
de vista sin dejar de lado a los actores implicados. Según Jurado (2015), las
conductas disruptivas son definidas como: Aquellas conductas que dificultan los
aprendizajes y distorsionan la relación individual, y la dinámica del grupo,
afectando tanto al individuo que la provoca como a los que reciben las
consecuencias. Dichas conductas se entienden como resultado de un proceso que
tiene consecuencias en el alumno y en el contexto de aprendizaje. Así pues, la
conducta disruptiva puede identificarse con la manifestación de un conflicto y/o
con la manifestación de una conducta contraria a las normas explícitas o
implícitas.

En este sentido la disrupción en las aulas ha sido tema de debate en las


últimas décadas, ocasionando de forma evidente, una brecha en el proceso de

4
enseñanza aprendizaje, de acuerdo a la definición de Simón, Gómez y Alonso-
Tapia (2013), consideran que las bases de las conductas disruptivas son:
Aquellos comportamientos que interrumpen las actividades
en marcha, distorsionan el desarrollo normal de las tareas,
que obligan al profesor a invertir buena parte del tiempo
destinado a los procesos de enseñanza-aprendizaje en su
afrontamiento y que se manifiestan de forma persistente
(p:50).

En relación a lo antes expuesto son más notorias en los ambientes de


aprendizaje situaciones de niños y niñas que no cumplen con normas, además
escasamente atienden y prestan atención a las indicaciones que pueda dar la
docente en el aula, también se observan que inician una actividad y no la culminan
puesto que suelen ser distraídos, inquietos, agresivos, ruidosos, injuriosos,
rebeldes, indolentes, mentirosos, no participativos, etc. , esto puede ser debido a
que no se encuentren cómodos en clase, a que no se adapten a sus compañeros
o a la forma de trabajar del docente e incluso pueden venir desencadenados por
problemas del exterior, es decir, problemas que tengan en casa o en su entorno
familiar que les perjudique negativamente en su conducta y termine
desencadenado en una dificultad para el proceso de enseñanza-aprendizaje del
niño o de la niña.

Cabe resaltar que este tipo de conductas es necesario analizarlas desde


diversos factores, para así poder encontrar la manera más eficaz de eliminarlas o
minimizarlas y evitar que pueda perjudicar el aprendizaje de otros niños lo cual ha
sido siempre un problema escolar ya que diariamente se puede ver que el
inadecuado comportamiento que tienen los alumnos ya no es solo en casa, sino
también en el aula tanto con sus compañeros como con sus docentes.
Según Salazar (2007), expresa respecto a “los trastornos de la conducta
destructivas, usualmente progresan hacia conductas agresivas en la escuela, que

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luego pasan en delincuentes, criminales y violencia en la adolescencia y la vida
adulta temprana”. (p: 4). En concordancia con la cita presentada, al estudiante se
le debe brindar medidas y herramientas necesarias para ser orientados, y actuar
como un ser humano pensante, respetuoso, garante de los servicios de una
comunidad con principios y valores que disminuya este tipo de comportamiento,
para un estado sin violencia social.

De esta manera, es necesario desarrollar nuevos mecanismos para poder


solventar situaciones de conductas agresivas, que controle las realidades
presentadas en la educación primaria, donde muchos estudiantes se ven
involucrados en este tipo de direcciones, es por ello que Ramírez (2012) indica
que “los conflictos trastornos que, en exceso, y si no se tratan en la infancia,
probablemente originará problemas en el futuro y se plasmará en forma de fracaso
escolar, falta de capacidad de socialización y dificultades de adaptación” (p:125).
Según Moreno Olmedilla, (1999).

La disrupción en el aula es una situación en la que un grupo


de alumnos impiden con sus comportamientos el desarrollo
normal de la clase, obligando al profesor a emplear cada vez
más tiempo en controlar la disciplina y el orden y, por lo
tanto, interfiriendo en el aprendizaje del resto de los alumnos
(P: 54)

Como se puede observar, cuando se habla de conductas disruptivas se


tiene muy presente al alumno, pero no se debe limitar solo a éstos, pues también
es muy importante el papel del docente en este asunto, haciendo énfasis a la
formación que reciben en el manejo de conducta disruptiva, aspecto en el que se
debe ofertar más orientación y disertación en el tema y como abordarlo desde el
punto de vista pedagógico con el apoyo de especialistas en el mismo, no obstante

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Otra parte, Álvarez (2016) realizaron una investigación para conocer qué
medidas de mejora sobre el tema proponían los docentes de infantil, primaria y
secundaria de centros específicos, teniendo como resultado: Crear programas
específicos adaptados, modificar la metodología del aula docente, flexibilizar la
organización del aula, mejorar la formación del profesorado, mejorar la
coordinación entre los diferentes servicios y mejorar la coordinación entre los
profesionales del centro que trabajan con el alumno.

Como vemos, la formación que recibe el docente en conductas disruptivas


para su prevención e intervención es determinante a la par que insuficiente hasta
el momento. Además de la importancia que tiene esta enseñanza para erradicar el
problema, es determinante que los docentes conozcan las características del
alumnado que presenta estas conductas

En relación a lo anteriormente mencionado existe una problemática que se


viene presentando en niños y niñas de 5to grado “A” de la Escuela Bolivariana
“Julio Garmendia” que crean inquietud e interés por saber analizar este tipo de
comportamientos y qué orientaciones didácticas en el manejo de la conducta
disruptiva se pueden implementar como aporte a los docentes que están a cargo
de direccionar una formación integral para ellos y ellas.

Dentro del grupo anteriormente mencionado, se han podido observar


comportamientos disruptivos que afectan los procesos de enseñanza-aprendizaje,
ataques contra adultos significativos como los padres y los docentes, en los cuales
es evidente los mordiscos, golpes, empujones, bromas de mal gusto, entre otros
que se evidencian en diferentes momentos pedagógicos de la jornada escolar
entre otras acciones de intransigencia.

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Con lo expuesto hasta ahora, se va a realizar a la siguiente interrogante:
¿Cómo atender la conducta disruptiva en los alumnos de 5to grado de la
Escuela Bolivariana “Julio Garmendia”?

1.3 Objetivos de la Investigación

1.2.1 Objetivo General


Integrar orientaciones didácticas en el manejo de la conducta disruptiva
como aporte a los docentes de 5to grado en la Escuela Bolivariana “Julio
Garmendia”

1.2.2 Objetivos Específicos

 Identificar la conducta disruptiva en los niños y niñas de 5to grado “A” en la


Escuela Bolivariana “Julio Garmendia”

 Determinar la necesidad de orientaciones didácticas en el manejo de la


conducta disruptiva como aporte a los docentes de 5to grado en la Escuela
Bolivariana “Julio Garmendia”

 Brindar orientaciones didácticas en el manejo de la conducta disruptiva como


aporte a los docentes de 5to grado en la Escuela Bolivariana “Julio Garmendia”

1.3 Justificación de la Investigación

En la presente investigación se quiere establecer una serie de orientaciones


didácticas para lograr el manejo de la conducta disruptiva como aporte a los
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docentes de 5to grado en la Escuela Bolivariana “Julio Garmendia”. Es
conveniente resaltar, que cada docente, familiar u otra persona debe tener
nociones que le permitan manejar cualquier circunstancia de conflicto, de forma
constructiva y práctica. Por lo tanto, esta labor se debe llevar a cabo tanto dentro
como fuera del aula, porque este es un tema que afecta a toda la comunidad
educativa y también de forma indirecta al mundo que lo rodea. Sin embargo, con
esta investigación se pretende dar orientaciones didácticas a los docentes que les
permita llevar a cabo su jornada escolar de la mejor manera posible

A nivel teórico esta investigación contribuye con la necesidad de ampliar el


conocimiento y profundizar la comprensión de las conductas disruptivas en
contextos escolares, ya que dificulta el desarrollo del proceso de enseñanza –
aprendizaje, e influye de manera negativa en la convivencia en la escuela.
Asimismo, posee relevancia social ya que otorga información concreta de la
realidad de las conductas disruptivas en el sistema educativo, lo que concientiza a
toda la comunidad de cómo afecta este problema en el mismo y en la falta de
orientaciones didácticas en pro de ofrecer una herramienta más a los docentes
sobre el manejo del tema y como atender el mismo.

A nivel metodológico, se encuentra en esta investigación la oportunidad de


hacer un aporte a la Orientación Educativa, ya que se brindará el conocimiento
válido y confiable, que enriquecerá las posibles herramientas a utilizar para el
mejor manejo del comportamiento educativo, asimismo permitirá que otras
investigaciones puedan adaptar técnicas de modificación de conducta en el aula
de clase. Finalmente la justificación del presente estudio se fundamenta a nivel
práctico en establecer una base sólida de conocimiento, que permita plantear
orientaciones didácticas idóneas de mitigar las consecuencias negativas de las
conductas disruptivas.

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CAPITULO II
MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes de la Investigación.

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La importancia de la investigación es útil para enriquecer y fortalecer la
conceptualización de términos, comprendiendo una compleja búsqueda que
permita remontarse a periodos anteriores, en el cual se hayan producido estudios
que mantengan relación con el trabajo que se está realizando, en otras palabras,
revisar todo el material escrito que anteceda al presente trabajo para usarlos como
guía, con la intención de nutrir y afirmar lo que a continuación se expone. Para
Ramírez (2006), consiste en dar al lector toda la información posible acerca de las
investigaciones que se han realizado, tanto a nivel nacional como internacional,
sobre el tema que se pretende investigar (p: 61).

En el ámbito Internacional

Se presenta el estudio llevado a cabo por Ocaña Rodríguez. Perú (2015)


El presente trabajo de investigación, tuvo como objetivo determinar la relación
entre las conductas disruptivas y el aprendizaje significativo en el área de
comunicación en los estudiantes del V ciclo de primaria de la institución educativa
privada Nuestra Señora de la Merced. Huacho, 2015. La investigación de tipo
básica, con un diseño no experimental transversal correlacional. Se utilizó el
método hipotético deductivo desde un enfoque cuantitativo. La muestra fue
probabilística, se obtuvo de una población de 125 estudiantes, quedando una
muestra de 125 estudiantes de la institución educativa privada Nuestra Señora de
la Merced. Huacho, 2015.
A dicha muestra se administró el cuestionario sobre conductas disruptivas y
aprendizaje significativo y para las pruebas de hipótesis, se usó el estadístico Rho
de Spearman. Los resultados indicaron que existe relación significativa inversa
entre las conductas disruptivas y el aprendizaje significativo en el área de

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comunicación en los estudiantes del V ciclo de primaria de la institución educativa
privada Nuestra Señora de la Merced. Huacho, 2015.

La relación que tiene este trabajo con el presente estudio es que ambos
parten de la conducta disruptiva en las aulas como en este caso que se pretende
brindar al docente orientaciones didácticas como herramienta educativa para tratar
conductas disruptivas de alumnos de quinto grado Escuela Bolivariana “Julio
Garmendia” del municipio Valencia, estado Carabobo

Es importante señalar que el trabajo de investigación, se vincula con el


presente ya que el mismo estableció la metodología de igual manera entre ellos el
cuestionario y la entrevista, al mismo tiempo que hizo uso de una investigación
descriptiva de campo, estableció vínculos entre la conducta disruptiva del alumno
la cual toca un aspecto importante para la presente investigación que tiene que ver
la misma y las orientaciones didácticas para el docente.

Finalmente, desde la perspectiva que aquí se adopta Valle B y Cruz


K (2011) con su trabajo sobre Las conductas disruptivas en el rendimiento
académico de los estudiantes de la unidad educativa “Juan Montalvo” del recinto
Mata de Plátano. Ecuador. El trabajo tiene por objetivo el poder minimizar las
conductas disruptivas que suponen para el maestro un gran desgaste y para la
clase una alteración del rendimiento académico. La investigación será de tipo
cuantitativa, es descriptivo,

Entre las conclusiones se derivan que una de las causas que repercuten en
el comportamiento disruptivo del niño es la ausencia de valores, los mismos que
deben ser practicados dentro del núcleo familiar. Otra El objetivo radica en poder
minimizar o controlar las conductas inapropiadas en los niños y fortalecer las

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relaciones interpersonales mejorando la integración de todos los niños. Con
respecto a los estudios o antecedentes tomados anteriormente se puede
destacar su gran relevancia y relación directa con la presenta
investigación, considerando que todos estos apuntan a la conducta del niño
desde distintos aspectos o factores que inciden en el mismo.

En el ámbito Nacional

El trabajo realizado por Márquez (2016) El presente estudio tiene por


finalidad analizar el rol del docente desde la orientación educativa en el manejo de
las conductas agresivas en los estudiantes de educación primaria de la Unidad
Educativa Nacional Juan Fernández de León del Municipio Guanare estado
Portuguesa. El estudio se sustentó en la teoría Conductual de Bravo (2008). En tal
sentido, la investigación se enmarca en una investigación de campo, apoyada en
un estudio descriptivo.

La población estudiada fue conformada por dieciocho (18) sujetos de


educación primaria, seleccionando como muestra finita a los dieciocho (18)
docentes los cuales participaron en el estudio, a quienes se les aplicó como
técnica la encuesta, y como instrumento un cuestionario tipo escala Likert, el
mismo se procesó para su confiabilidad con una prueba piloto aplicada a sujetos
con características similares a la muestra, se utilizó el coeficiente del Alpha de
Cronbach.

Concluyendo que la orientación educativa que brindan los docentes ha sido


poco efectiva para mantener la disciplina en el aula, sin embargo, los docentes
reconocen que deben implementar el diálogo, técnica de conflicto y de mediación,
habilidades sociales, trabajo en equipo, que generando mediaciones para que los

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estudiantes busquen alternativas para mejorar las relaciones interpersonales
fomentando el buen trato, el respeto, el intercambio en participación comunes, y
actividades en común, reforzando la parte personal de los estudiantes de
educación primaria.

La relación que tiene este trabajo con el presente estudio es de gran


utilidad la cual ambos parten por analizar a la conducta en niños y niñas, en este
caso se desea fortalecen con orientaciones didácticas a docentes para el manejo
de conductas disruptivas en niños y niñas de quinto grado de la Escuela
Bolivariana “Julio Garmendia” del municipio Valencia, estado Carabobo.

En el ámbito Regional

Seco y Tovar (2015) en el estado Carabobo realizan una investigación


titulada Estrategias centradas en las Artes Plásticas dirigidas a docentes para el
manejo de conductas disruptivas en niños y niñas de 5to grado de la U.E.E.B
Padre Bergerettí. El soporte teórico de la investigación se fundamentó en la teoría
de Araiza O, sobre el Impacto de las artes plásticas para el fortalecimiento del
valor respeto y sobre las conductas disruptivas en el rendimiento académico de los
estudiantes. Se ubicó bajo una investigación cualitativa de campo. Para la
recolección de datos se utilizó un cuestionario y como técnica la entrevista.

Concluyendo que el aumento de la población estudiantil que presentan


conductas disruptivas ha traído como consecuencia la exclusión de los mismos ya
sea por parte del mismo profesor, por no poder encontrar como tratarlo, como por
sus compañeros y hasta sus mismos padres, razón por la cual proponemos
estrategias para integrar de manera más efectiva a los estudiantes dentro del aula,
con las cuales creemos lograr acoplar a él maestros-estudiante

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2.2 Bases teóricas

Este trabajo se sustenta en la teoría conductista de Watson, J. (1924) quien


define la conducta como:
Es el modo de ser del individuo y el conjunto de acciones
que realiza con el fin de adaptarse a un entorno. Es la
respuesta a una motivación, traduciéndose motivación como
todo lo que impulsa a un individuo a realizar una conducta.
La conducta del individuo, cuando se considera en un
espacio y un tiempo determinado se conoce como
comportamiento. (pág. 46)

De acuerdo a la concepción de este autor se puede entender que la


conducta son todas aquellas acciones que le permite a la persona establecer
relaciones con el entorno, es decir, la conducta está relacionada a la modalidad
que tiene una persona para comportarse en diversos ámbitos de su vida. Esto
significa que el término puede emplearse como sinónimo de comportamiento, ya
que se refiere a las acciones que desarrolla un sujeto frente a los estímulos que
recibe y a los vínculos que establece con su entorno.

Basado en lo antes expuesto, es importante resaltar que los niños y niñas


nacen con unos rasgos de personalidad específicos, pero esto no es lo que
determina su modo de actuar. Desde una edad muy temprana ellos aprenden
distintas formas de comportarse. Sólo hay que observar como los bebés son
capaces de usar una sonrisa o un llanto para conseguir un tipo de atención
determinado. Esto lo hacen porque han aprendido a través de sucesivas
experiencias que han vivido en su entorno.

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En este panorama, la conducta ha sido objeto de estudio de la psicología
desde sus inicios. Watson, J (1924) representante de la psicología de la conducta
o conductismo, postulaba que la psicología:

En lugar de basarse en la introspección, debía limitar su


estudio a la observación del individuo en una situación
determinada. El estudio de la conducta investiga la evolución
de ciertas etapas formativas en el individuo, como la infancia
o adolescencia, y va unido al estudio del desarrollo físico
desde el nacimiento hasta la muerte. (pág. 47)

En este sentido, la psicología descarta la introspección como manera de


estudiar la conducta, ya que este se basa en los conocimientos mentales del
propio sujeto. Por lo que adopta como forma de estudio la observación de la
evolución del desarrollo de personalidad, de las emociones, aspecto físico que
van teniendo desde el nacimiento hasta la muerte.

Tal es el caso que la psicología estudia fundamentalmente el


desarrollo de la infancia, ya que es donde los niños y niñas aprenden a
comportarse y a relacionarse, por lo que es oportuno observar cada una de sus
acciones para intervenir oportunamente si es de debido, todo esto para que ellos
tengan una conducta aceptable a lo largo de su vida. Atendiendo a estas
consideraciones Watson, J, establece cuatro postulados fundamentales de la
conducta, los cuales son:

1) Toda conducta se compone de respuestas objetivamente


analizables.2) La conducta humana compleja puede ser
analizada en unidades de respuesta más simples.3) La
conducta siempre se compone de movimientos musculares
y secreciones glandulares.4) A todo estímulo le sigue una
respuesta y toda respuesta es respuesta a un estímulo. Los
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procesos de conciencia no son susceptibles de ser
estudiados científicamente. (p: 48)

En consecuencia, la conducta se compone por distintos elementos para


que sea posible, como el aspecto físico, mentales y los estímulos
necesarios para que haya una respuesta y cada uno de estos puede ser
observados y medibles.
Asimismo los niños y niñas aprenden conductas por condicionamiento
cuando asocian dicha conducta a una respuesta o estimulo determinado. Por
ejemplo el niño que tiene una rabieta y recibe atención, asocia la rabieta a la
atención recibida. De esta forma ha aprendido un tipo de conducta para
lograr una respuesta.

El autor sostiene que, en el momento de nacer existen tres emociones


básicas que son respuestas incondicionadas: Amor (suscitado en él bebé por
las caricias, se manifiesta porque la piel se pone rosada y él bebé se relaja),
Miedo (suscitado por la pérdida brusca de la base de sustentación, que produce
contracciones corporales, gritos y enrojecimiento de la piel), Cólera (suscitada
por la sujeción del bebe imposibilitándole moverse; produce contractura,
gritos, enrojecimiento de la piel y alteración de los procesos viscerales).(p:
48) Todas las emociones o sentimientos posteriores son considerados como
condicionamientos a partir de estas tres emociones básicas.

Resulta asimismo interesante, que las emociones mencionadas son


innatas, es decir que se nace con ellas, y de gran importancia en la vida del ser
humano, ya que el amor, el miedo y la cólera se pueden presentar en cualquier
momento y se manifiesta a través de una acción estimulante que conlleva a una
respuesta.

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A lo largo de la vida especialmente en la niñez se presentan distintas
emociones básicas en el ser humano, que los niños van aprendiendo como actuar
de acuerdo lo que están sintiendo en un momento dado. Es así como cada una
de las emociones se presentan en los tipos de conducta que existen,
manifestando la personalidad que puede tener una persona, siendo el amor la
emoción principal de una conducta asertiva, por otra parte el miedo suele
ser común en personas pasivas, y la cólera pasa a ser característica de
una persona agresiva.

En relación a las características de la conducta asertiva Güell y


Muñoz (2000) expone que “las personas asertivas evitan que la manipulen, es
más libre en sus relaciones interpersonales, posee una autoestima más alta, tiene
más capacidad de autocontrol emocional y muestra una conducta más respetuosa
hacia las demás personas” (p:5). Consideran estos autores que el modelo de
conducta asertiva es difícil de llevar a la práctica, pues muchas veces durante el
proceso de socialización se aprende la pasividad, pero también el entorno social,
los medios de comunicación y una educación competitiva fomentan la conducta
agresiva. Por consiguiente, comportarse de una manera asertiva implica a veces
conducirse de manera contraria a los modelos de conducta que se practican más
frecuentemente.

En consecuencia y de acuerdo a las características presentadas por este


autor, se puede reafirmar que este tipo de conducta le permitiría al niño y niña a
ser más seguro en sus actuaciones, así también les ayudará a fortalecer sus
relaciones sociales o interpersonales sin irrespetar la postura o posición de otro
compañero.

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Por lo tanto cuando un niño y niña manifiesta características de conducta
asertiva tales como, respeto a los otros, auto control emocional, relaciones
interpersonales y una comunicación adecuada, quiere decir que posee una
conducta normal. Entonces, para este estudio se observará de manera detallada
a los niños para identificar o no cada una de estas características teniendo como
base principal estas concepciones que son trasmitidas por este autor con la
intensión de describir los comportamientos de este tipo.

Güell y Muñoz (2000) comentan, respecto de la conducta


pasiva, que se ha comprobado que se encuentra relacionada
con sentimientos de culpabilidad, ansiedad y sobre todo, con
baja autoestima. (p:7)

En este mismo sentido y dirección, según lo planteado por el autor la


conducta pasiva es no expresar sus propias necesidades, pensamientos y
sentimientos, lo cual implica ignorar sus derechos propios y permitir que los
demás impongan sus deseos, así como permitir maltrato para no ser rechazado y
ésta conlleva a generar una agresividad hacia sí mismo y para con otros.

De este modo cuando un niño o niña actúa sistemáticamente de manera


pasiva las experiencias negativas tienden a destruir su autoestima y la confianza
en sí mismo. Esto tiene como consecuencia que los niños más grandes acaben
por ignorar o tratar de modo demasiado autoritario, y los compañeros tenderán a
abusar.

Por otra parte (Ibid), establecen que “En la conducta agresiva, las
consecuencias a corto plazo pueden parecer favorables, por cuanto las personas
consiguen de forma agresiva o violenta sus propósitos y manifiestan sus
pensamientos y sentimientos” (p: 7). No obstante, esta conducta anula el derecho
de las otras personas y genera odio y resentimiento. De esta forma, a largo
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plazo, el comportamiento agresivo provoca que las personas eviten la relación
interpersonal con el agresor o la agresora.

Las conductas agresivas representan de algún modo a los niños que


muestran actitudes de imposición, que solo hacen lo que ellos quieran sin seguir
instrucciones o normativas, que además se hacen valer de los niños pasivos
para manipularlos a su favor o invitarlos a mostrar otros comportamientos,
igualmente son violentos en sus reacciones, en oportunidades son quienes más
levantan la voz aunque con ello irrespeten a otros. Es posible que este tipo de
comportamiento esté demandando atención por parte del niño y/o la niña, es
decir en este caso aunque se haga lo contrario se muestran necesidades de
afectividad y de atención.

De este modo para la investigación todas estas características serán un


elemento importante en la búsqueda y descripción de las conductas que se
pueden presentar en estudiantes de educación primaria sobre todo en el aula
de clase donde se involucra con otros iguales y posiblemente tengan intereses en
común como por ejemplo jugar, comunicarse, aprender entre otros, es por ello
que estos autores sustentan el trabajo de investigación.

Estas dos formas de comportamientos según lo que plantean los autores


pueden observarse como dos extremos, en un primer momento la forma pasiva
es donde el niño y niña es sujeto de burlas, de timidez ante una situación
particular, con temores a equivocarse, inseguridad de sus propias opiniones,
grandes rasgos y sentimientos de inferioridad porque considera que otros pueden
más que él o por consecuencia porque presenta alguna inestabilidad emocional.
Todas estas características pueden ser evidenciadas sobre todo en los niños y

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niñas callados que no participan ni se involucran con otros a pesar de sus
intereses.

En los últimas décadas se ha incremento enormemente los


comportamientos de estudiantes que distorsionan el ambiente dentro del aula,
deteriorando la relaciones interpersonales el cual dificulta el proceso de
aprendizaje. Son numerosas las conductas que observamos a diario en nuestra
labor como docente, viviéndolas con ansiedad e impotencia, ya que no nos
permite cumplir con nuestra tarea de manera eficiente y causando en el estudiante
un bajo rendimiento escolar. Estos comportamientos inapropiados se las conocen
con el nombre de conductas disruptivas, la misma que se produce por la
interacción del niño con su entorno familiar, ambiental y educativo entre otros,
serán factores precisos de la evolución y desarrollo de esta conducta.

Es vital optimizar las conductas en los niños, de forma que desarrollen sus
potencialidades, adopten aptitudes, valores y habilidades sociales que les ceda
relacionarse de manera positiva. Para ello es necesario optar técnicas y
estrategias innovadoras que permitan mejorar la situación. Se trabajaran de forma
progresiva, hasta lograr que el niño adopte un comportamiento adecuado

Según, Gómez y Serrats (2005), “Las conductas disruptivas es toda acción


mediante las cuales el estudiante agrede, quebranta o ignora el procedimiento
disciplinario establecido dentro del centro educativo” (p:11). Los problemas de
disciplina se han convertido en uno de los obstáculos más grandes que presentan
las instituciones actualmente. Estas pueden provocar distorsiones en la
socialización tanto entre estudiantes como con su profesor. Los estudiantes que
presentan éste tipo de conductas no solo se perjudican ellos mismos, sino
también a sus compañeros y profesores.

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Los efectos que provoca la presencia de conductas disruptivas se pueden
visualizar mediante el rendimiento académico así como en el ambiente de clases.
Los mecanismos que se puedan utilizar para combatir éste tipo de conductas en
los niños pueden terminar excluyendo a quienes presenten este tipo de disrupción.
Por tal motivo, las conductas disruptivas representan un obstáculo para el
desarrollo educativo de cada establecimiento en el cual éstas se manifiestan.

Las conductas disruptivas son conductas inapropiadas que manifiestan los


estudiantes con mayor frecuencia dentro del aula de clases, imposibilitando el
desarrollo de las mismas, lo cual afecta el proceso de socialización tanto entre
estudiantes como con el docente. Para, Martínez Carrero, (2019) “El
comportamiento disruptivo es común en la infancia, pero en algunos casos, debido
a su frecuencia y persistencia en el tiempo se convierte en un problema.
Generalmente, estas conductas se producen tanto en el hogar, como en la
escuela. Como lo son algunos ejemplos de este tipo de conductas “hacer ruiditos”
(tgamborileo con los dedos sobre la mesa, con el bolígrafo, con los puños etc.);
deambular sin motivo por la clase; hablar cuando habla el profesor; gritar; tirar las
cosas por la clase; no acatar las órdenes del profesor; rehusar abiertamente hacer
el trabajo de clase, etc. (p: 3).

Características de las conductas disruptivas

Tomás (2013) cita algunas características de las conductas disruptivas:


conglomerado de conductas inapropiadas, no convergencia de objetivos
educativos; propósitos educativos no compartidos. retardan y en algunos casos
impiden el proceso de enseñanza aprendizaje problema académico para reforzar o
ampliar conocimientos , interpretado como problema de disciplina dentro del aula,

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su repercusión va más allá de los individuos en donde se centra la atención,
propicia un clima de aula tenso donde se crean malas relaciones interpersonales,
tanto entre profesores y alumnos como entre los propios compañeros, supone un
campo abonado para la aparición o aumento del maltrato entre alumnos, separa
emocionalmente hablando a profesores y alumnos impidiendo en muchas
ocasiones planteamientos didácticos innovadores. (p: 3).

La presencia de conductas disruptivas se puede explicar por la interacción


de diversos factores que son desencadenantes para su aparición. Valle y Cruz,
(2011) refieren que estos factores son: Factores psicológicos: (Maltrato físico y
verbal; Discriminación o rechazo; Sentimientos de abandono); Factores familiares:
(Falta de afecto entre los conyugues; Base genética; Familias numerosas; Malos
tratos y violencia familiar; Padres se relacionan con delincuencia o conductas
antisociales); Factores escolares: (Metodología de trabajo poco atractiva; Falta de
respeto hacia los compañeros; Poca motivación a los contenidos; Falta de
sensibilidad por parte del docente; Dificultad del docente para controlar el grupo.
(p: 15).

Tipos de conductas Disruptivas

En algunos tipos de conductas disruptivas según Tomás (2013) en el aula y


sus diferentes manifestaciones: Conductas agresivas: golpear, patear, tirar del
cabello, empujar, uso de un lenguaje abusivo; Conductas físicamente disruptivas:
romper, dañar o destrozar objetos, lanzar objetos, molestar físicamente a otros
alumnos; Conductas socialmente disruptivas: gritar, correr en clase, exhibir
rabietas; Conductas desafiantes ante la autoridad: negarse a realizar tareas
exhibir comportamiento verbal y no verbal desafiante, utilizar lenguaje ofensivo o
peyorativo.; Conductas auto-disruptivas: ensimismarse, leer cómics bajo el

23
escritorio, etc (aunque sea un comportamiento que no suela molestar a los
docentes u otros alumnos, es probable que interfiera considerablemente en los
logros académicos de los estudiantes) (p:11)

De lo anterior expuesto se determina que son muchas las manifestaciones


de las conductas disruptivas pero todas están encaminadas a distorsionar la
armonía y el ambiente donde se desenvuelven las clases, mediante acciones
agresivas y desafiantes en el aula, pues se entiende como un problema del control
de los impulsos. Estas conductas tienen un gran impacto en diferentes áreas tanto
en lo educativo, personal y social de los estudiantes. Las emociones juegan un
papel importante en la vida del ser humano tanto para su socialización con los
demás, como también en su adaptación al medio que lo rodea, son ellas quienes
guían nuestra manera de reaccionar y actuar ante diferentes estímulos o
situaciones.

Teniendo en cuenta la descripción de disrupciones que nos ofrece Tomas


(2003) también Vaello (2007), las ha clasificado en tres niveles (de menor a mayor
grado de gravedad). También expondremos tanto las conductas típicas de cada
una, como las estrategias o herramientas que se deberían llevar a cabo para llegar
a solventar los comportamientos perjudiciales en el aula y el centro educativo.

1. Disrupciones leves

Dícese de las conductas que son poco molestas y que no perjudican el


desarrollo de la clase debido a su carácter leve y puntual: alumnos que
“cuchichean” durante un corto periodo de tiempo, un alumno que se distrae

24
mirando hacia la ventana o que está mirando al profesor pero tiene la mente
puesta en otra cosa… Son momentos que desearíamos evitar pero si lo
hiciésemos estaríamos continuamente interrumpiendo la clase.

En estos casos se intentará ignorar la conducta para evitar que se distraiga


el resto de la clase. De ese modo, no daremos protagonismo al autor del acto
disruptivo ya que, si una conducta no da el resultado que persigue, se terminará
extinguiendo. Muchas de estas actuaciones lo único que buscan es llamar la
atención y provocar la reacción del docente por lo que “hacer oídos sordos” puede
dar mejores efectos que si lo intentamos atajar. ¿Hasta cuándo debemos sostener
estas conductas? Desde que el profesor perciba que éstas, aunque sean mínimas
y leves, están estorbando el buen funcionamiento de clase, debe intervenir.
Primero se advertirá mediante gestos discretos hacia el individuo. Después, le
prestaremos una atención más visual para hacerle ver que estamos atentos a sus
actuaciones. Finalmente, el maestro se acercará a dicho alumno y continuará
dando la clase a su lado, sin dirigirse a él.

Debemos tener en cuenta y captar si estas disrupciones de carácter leve


están provocadas porque el alumno esté aburrido o fatigado, en este caso, y
desde que sea más de uno el que actúe de esa forma, habrá que buscar otras
medidas didácticas para subsanarlo. Por ejemplo, la utilización de actividades
meseta de Vaello (2007), en las que los niños se despejan durante un momento,
ayudando de esa manera a resolver las disrupciones. Por ejemplo, hablar del
tiempo que hace, preguntar a los niños que van a hacer el fin de semana, que
hicieron en el recreo, etc. Lo que se quiere conseguir con esto, es que el
alumnado despeje su mente durante unos minutos.

2. Disrupciones graves

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Son aquellas actuaciones que, desde el primer momento en que se realizan,
interfieren en la clase e inevitablemente llaman la atención del docente y distraen
al resto de compañeros. Dentro de estas disrupciones podemos distinguir las que
más se producen:

● El hablador

No para de hablar, y aunque sea en voz baja siempre se le escucha


cuchichear. Muchas veces no sigue el hilo de la clase y cuando lo hace es porque
no tiene a ningún otro charlatán o porque se siente vigilado por el docente. Está
pendiente de que el profesor no lo observe para entablar una conversación con el
de al lado.

Para frenar este comportamiento el maestro debe observar al alumno sin


que es este se percate y preguntarle algo cuando esté a punto de hablar (¿Has
entendido lo que acabo de explicar?). Procurar de vez en cuando impartir la clase
cerca del individuo para que no tenga más remedio que atender y cuando no sea
así, advertirle mediante gestos. También será beneficioso colocarlo en las
primeras filas de la clase o hacerle ver que necesita estar una temporada sentado
de manera individual, alejado de los demás para que aprenda a guardar silencio.
Cuando veamos que empieza a cumplir lo acordado se le sentará con alguien con
quien no guarde mucha relación para que no lo pueda tentar a conversar.

Luego comenzaremos a utilizar los reforzamientos positivos con él (cuando


esté cierto tiempo en silencio le diremos comentario positivos: “sigue así que lo
estás haciendo muy bien”) y darle una atención que le beneficie para no reincidir
en esa conducta. Cabe comentar que en ningún momento se pretende que el

26
alumno todo el tiempo en silencio. Sino que aprenda cuándo puede hablar y
cuándo tiene que escuchar y atender las explicaciones del profesor o de sus
compañeros.

● El interruptor

Es una de las disrupciones más frecuentes y molestas. El alumno


constantemente interrumpe la actividad con comentarios fuera de lugar o ruidos
con el fin de distraer al resto de compañeros y al maestro. Suele lograr su objetivo,
llamar la atención del docente y que este, le regañe. Esto hace que se sienta
satisfecho y logre prestigio ante algunos compañeros. Utilizará conductas
llamativas como preguntar cosas a destiempo o levantarse cuando no debe, sin
seguir ninguna norma ni orden.

Cuando lleve a cabo la conducta no deseada, el docente le advertirá con


serenidad y en voz baja sin interrumpir el desarrollo de la clase. Será necesario
mantener contacto visual para que tenga claro que estamos pendientes de lo que
hace o dice. En el momento de su actuación le preguntaremos sobre algo ya
explicado. Así asociará que cada vez que hable o haga ruido tendrá que
responder alguna pregunta relacionada con el tema que se está impartiendo.
Podemos hacer también que el alumno interrumpa su conducta paralizando la
actividad, hasta que vea que no produce ningún efecto y finalicen sus
interrupciones. Se le puede preguntar también: “¿Te puedes controlar tú, o lo
tengo que hacer yo?”. Es una invitación al autocontrol para que vea que si sigue
por ese camino no habrá más remedio que sancionarle. Se intentará que
reflexione sobre la imposición del castigo. Ha sido algo decido por él al no
erradicar su conducta durante el tiempo establecido y no por el maestro.

27
● El gracioso

Está continuamente interrumpiendo la clase con chistes y, cuando se le


recrimina, responde de manera burlona para que alguno de su público le ría la
gracia. Suele tener un carácter popular, inmaduro y en ocasiones es hiperactivo.
No está pendiente de la clase y espera el momento adecuado para decir un
comentario gracioso, normalmente, cuando está hablando el profesor o cuando la
clase está en silencio y ser escuchado por todos.

El docente tendrá que ser capaz en estos casos de permitir chistes


adecuados en momentos oportunos para ello, elogiando el humor siempre que sea
breve y adecuado. Deberá tener la suficiente autoridad para que, mediante un
gesto, los alumnos interpreten que ya es suficiente y se pongan serios para
continuar la clase. Sin no es así, debe mirarlos seriamente y en silencio, sin reír.
Es aconsejable ignorar las bromas para que vean que hay tiempo para todo, y que
en ese momento, no cabe ninguna broma más.

3. Disrupciones muy graves

Son comportamientos que, aparte de repercutir negativamente en el


funcionamiento de la clase, pueden perjudicar física o psicológicamente al
docente. En ocasiones pueden hacer que éste reaccione de forma desmesurada y
sin control alguno. Estas actuaciones, si no son subsanadas a tiempo, repercutirán
en la autoridad del profesor, haciendo que muchos alumnos no le guarden respeto
y no hagan caso a sus indicaciones. Éste ambiente producirá un aumento de las
disrupciones en el aula.

● El irrespetuoso

28
Este alumno carece de educación y demuestra una actitud insolente y
desconsiderada. Continuamente está utilizando un lenguaje ofensivo e hiriente sin
tener en cuenta los sentimientos de los demás. Suele ser rencoroso, despectivo y
agresivo, pensando siempre mal del resto de compañeros. Le gusta crear
conflictos simplemente por el hecho de molestar. Cuando se le llama la atención,
intenta llevar la contraria y tener la última palabra para hacer ver que está por
encima de la clase y del profesor. Se comporta como si todo le diese igual y nada
le asustase.

Esta conducta es muy típica y difícil de erradicar porque el profesor debe


intentar ignorar los desafíos a los que le expone el alumno. Es preciso mantener la
calma y no tomarse los enfrentamientos como algo personal. Habrá que indagar si
este comportamiento lo realiza con un solo profesor o con varios. En ocasiones, se
puede usar la reciprocidad con frases como: “¿Por qué me tratas así? ¿Yo te trato
así?”. El alumno tiene que darse cuenta de que si quiere ser respetado, primero
tiene que respetar y si quiere ser atendido primero tiene que atender. Algo muy
importante en esta situación es no faltar al respeto al disruptor. Los sarcasmos y
humillaciones se deben evitar delante del resto ya que si no, el alumno lo verá
como un ataque y empeorará el conflicto.

● El matón

Esta conducta es de las más graves. El individuo no solo agrede


verbalmente, también lo puede hacer a través de la violencia física hacia personas
o materiales de la clase. Suele ser bastante intimidatorio, insulta, amenaza,
provoca y humilla, en algunos casos es físicamente mayor que el resto de sus

29
compañeros. De ahí que no tenga repulso a la hora de burlarse de otros. Sus
víctimas preferidas son pasivas, asustadizas y carecen de popularidad en la
escuela. A su vez, el protagonista de estas actuaciones es irascible, muy impulsivo
y con muy baja autoestima. Busca el prestigio y el reconocimiento de los demás a
base de violencia, induciendo miedo sobre sus iguales.

El maestro debe estar alerta ante cualquier indicio intimidatorio para poder
cortarlo de raíz. Los padres del agresor han de estar informados para que se
impliquen en la situación. Deben corregir cualquier conducta violenta que
aparezca en casa, enseñándole a controlar sus impulsos y su ira, sustituyendo la
agresividad por la comunicación. Se le demostrará al niño que todo lo que quiera
lo puede conseguir. El pilar fundamental para ello será el respeto, sin necesidad
de dominar a los demás. Es necesario entrenarlo en estrategias para trabajar el
autocontrol.

● El desafiante

El individuo está continuamente poniendo en duda la autoridad del profesor y


oponiéndose a todo lo que éste le exige. Sin motivo alguno, interrumpe la armonía
de la clase con gritos y con lenguaje obsceno. En cualquier momento buscará
enfurecer al docente y actuar en contra de su reacción. Esta actitud de reto
constante hacia profesor demuestra ante sus iguales el poder que tiene. Si lo
miran o sabe que lo observan, empeora su conducta. Está constantemente
buscando discusiones y disrupciones en clase por el menor motivo. Si esta actitud
no se modifica a tiempo puede llegar a convertirse en un líder.

Ante esta situación es necesario que el docente se mantenga calmado para


ser capaz de responderle lento y sosegado. Cuando el alumno esté preguntando

30
dudas continuamente con el motivo de entorpecer la clase, se le puede responder
algo como: “Te daré la respuesta delante del director o delante de tus padres”. En
caso de que el niño no retroceda hay que intentar reanudar la clase lo antes
posible para evitar que la situación cobre protagonismo. Ante esta conducta
también sería positivo trabajar la reciprocidad: “¿Si yo te respeto, por qué tú a mí
no?”. Si esto no da resultado, sería conveniente concertar una cita con los padres.
En ella el maestro podrá ser consciente de la situación familiar que rodea al
alumno y, por tanto, de los posibles motivos que lo empujan a comportar de esta
manera. Con la ayuda de los padres, se determinará qué herramientas se
utilizarán para enfrentarse a la conducta disruptiva.

Orientaciones didácticas

Las orientaciones didácticas proporcionan una visión más amplia del


contenido que se pretende estudiar, por ejemplo, la importancia de éste como
parte de la matemática básica, sus vínculos con otros contenidos, el nivel de
profundidad que se pretende alcanzar, algunos problemas en los que el contenido
tiene aplicación y, en algunos casos, se mencionan recursos adicionales que se
pueden utilizar para el estudio. Secretaría de Educación Pública México (2015)

Las secuencias didácticas se desglosan en planes de clase, constituyen una


propuesta básica para que los docentes puedan realizar, cotidianamente, un
trabajo planificado, con actividades diseñadas en función del contenido que se va
a estudiar y con intenciones didácticas premeditadas, en las que se describe el
tipo de recursos, ideas o instrumentos que se pretende pongan en juego los
alumnos. Además, incluyen una reflexión anticipada sobre lo que puede ocurrir
durante la gestión de la actividad y algunos elementos con los que el maestro
pueda apoyar a los alumnos en el análisis de lo que éstos producen.

31
Los planes de clase no son recetas para seguir al pie de la letra. Los docentes
de grupo que utilicen estos recursos deben resolverlos y analizarlos previamente
para apropiarse de ellos, en caso necesario, pueden hacer las modificaciones o
adecuaciones que consideren pertinentes. La tarea de diseñar buenos problemas
para estudiar matemáticas encierra una gran complejidad y otro tanto la de animar
la discusión para que los alumnos produzcan conocimiento a partir de esos
problemas.

En la primera tarea podemos apoyar a los docentes, porque las actividades de


estudio no son exclusivas para cada grupo de alumnos, incluso hay actividades
que se conocen y se usan universalmente con resultados muy similares. Luego
entonces, esta es una buena manera de acompañarlos, para que juntos logremos
mejorar la práctica de enseñar matemáticas. En la segunda tarea, si acaso
podemos orientar al maestro con algunos elementos que le permitirán sentirse
más seguro para gestionar la clase, pero no podemos suplirlo. Es aquí donde
debe echar mano de toda su creatividad, conocimientos y experiencia. Secretaría
de Educación Pública México (2015)

Prevención de comportamientos disruptivos

Para intentar prevenir los comportamientos negativos, el docente debe revisar


y modificar, si es necesario, la metodología y propuestas educativas, haciéndolas
motivadoras y llamativas. En cuanto a los contenidos, deben ser significativos,
estar conectados con los conocimientos previos del alumnado y con temas de su

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interés. La metodología utilizada debe ser variada y adaptada al contexto del
centro y la realidad del aula. Debe desarrollar la autonomía y la iniciativa personal
de los alumnos y el trabajo colaborativo. Las actividades planteadas han de estar
adaptadas a la capacidad y nivel de los alumnos. Los materiales y actividades
propuestos deben atender a la diversidad. Los agrupamientos deben ser
estudiados previamente, de forma que en cada grupo haya alumnos de distintos
niveles y capacidades equitativamente. Vaello (2007)

Fortalecimiento de la autoestima y la educación socio-emocional

La utilización de refuerzos sociales es indispensable para consolidar las


conductas positivas en el aula y contribuir a un buen clima. Son mensajes que
permiten a los alumnos reforzar su posición ante los compañeros y a la vez
aumentar su autoestima. Existen los refuerzos verbales, como comentarios
halagadores, ayudas, bromas, conversaciones amigables…y los refuerzos no
verbales, acercamiento, contacto físico y ocular, atención e interés por el
alumnado, etc.

Para que estos refuerzos sean efectivos se deben ejecutar de forma


inmediata, dando importancia a las conductas y no la persona que lo realiza. Es
decir, no se debe corregir y motivar a todos los alumnos de la misma forma porque
no todos son iguales. El docente debe conocer a sus alumnos y determinar qué
refuerzo se adapta mejor a la circunstancia y personalidad del mismo. No
obstante, los halagos y comentarios positivos no deben ser utilizados en exceso
porque pueden provocar el resultado contrario al que se desea. Vaello (2007)

Las competencias socioemocionales como el respeto, autocontrol,


responsabilidad, fuerza de voluntad o sacrificio se deben fomentar en el aula para

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evitar posibles problemas conductuales. El profesor, en su función como
entrenador socioemocional, deberá aprovechar cada conflicto para implantar
diferentes “cuñas socioemocionales”. Cada conducta impulsiva será una ocasión
para introducir una cuña de autocontrol; cada insulto, una ocasión para introducir
una cuña de respeto, cada actitud apática, una ocasión para fomentar la
automotivación. Y así con la empatía, la responsabilidad o la autoestima

Actitud del alumno

Como indica Vaello (2007, p: 19) “la disposición favorable de profesor y


alumnos es un requisito ineludible para activar cualquier proyecto de enseñanza-
aprendizaje”, ya que se ha demostrado que el rendimiento del alumno no
dependerá tanto de las capacidades intelectuales como de la actitud ante el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo que será primordial promover una
actitud positiva en los alumnos con actos disruptivos, evitando que se muestren
hostiles o alejados. Pues, mientras el alumno mantenga una actitud negativa,
ninguna estrategia instrucciones dará buenos resultados. Existen tres
componentes que influyen en el alumno a la hora de producir y recibir información:

- Cognitivo, referente a las creencias y expectativas (“no me entra”, “soy


incapaz”).
- Afectivo, referente a sentimientos y sensaciones (“no me gusta”, “no lo
soporto”).
- Conductual, referente a las actuaciones (“no me sale”, no pienso hacerlo”).

Podemos distinguir tres zonas actitudinales en la que se encuentran los


alumnos y que Vaello (2007) define como “el balancín”:

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- Polo positivo: la zona actitudinal donde se ubican los alumnos que trabajan,
se esfuerzan y conviven armoniosamente en todas las materias y con todos
los profesores.
- Polo negativo: es la zona actitudinal donde se sitúan los alumnos reacios a la
tarea escolar y con actitudes obstruccionistas generalizadas (en la mayor
parte de las materias y profesores)
- Zona de incertidumbre: es la zona actitudinal intermedia donde se encuentra
la mayor parte de los alumnos. En función de la capacidad de gestión de cada
profesor, se irán desplazando hacia un polo u otro.

Actitud de las familias

La familia desempeña un papel primordial tanto en la escuela como en el


hogar. Muchos de los comportamientos que se ven en las aulas son generados
por las vivencias del alumno en su entorno familiar. Por ello, debe existir una
comunicación constante entre el docente y la familia para construir un modelo de
conducta común donde exista un refuerzo parental. Estos dos agentes siempre
caminarán hacia el mismo destino, la realización personal del individuo.
El porcentaje de conflictos y conductas disruptivas disminuye, cuando dicha
comunicación entre escuela y familia se lleva a cabo. Informando a las mismas
sobre lo que precise la escuela de ellas (participación en fiestas del centro,
organización de talleres, seguimiento exhaustivo del rendimiento de sus hijos,
intervenir reuniones…). En resumen, las familias deben tener una actitud positiva
a la hora de relacionarse con la escuela, pues los intereses son comunes: el
desarrollo integral del alumno, el fomento del respeto hacia los compañeros, el
equipo docente y las familias, y evitar conductas que puedan desarrollar
comportamientos irreparables en el futuro.

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Según Vaello (2007), existen cuatro tipos de familias principalmente, las
colaboradoras, que mantienen un contacto frecuente con el centro, acudiendo a
las reuniones y preocupándose por los estudios de sus hijos. Las ausentes, que
no suelen acudir a las reuniones, solo lo hacen si son citados y colaboran si el
problema es muy grave. Las hostiles, que solo van al centro para protestar o dar la
razón a su hijo ante cualquier problema, manteniendo una actitud defensiva hacia
el docente. Y los impotentes, que no tienen ningún poder sobre sus hijos debido a
causas varias, como desestructuración familiar, trato intimidatorio y agresivo de los
hijos hacia los padres o ausencia del hogar gran parte del día.

Actitud del docente

Cada docente desarrollará su función de una manera u otra, según el cúmulo


de factores personales y laborales que le rodean. Todo ello hará que construya su
propio escenario de actuación y asuma un papel determinado. Ante todo deberá
tener confianza en sí mismo dotándolo de habilidades para conducir la clase y así
poder evitar actitudes problemáticas.

Al comenzar el día, el maestro debe saludar a los alumnos y supervisar la


entrada, ocupando un lugar central para que todos le puedan observar sin
dificultades. Los comentarios que se realicen han de ser concisos utilizando
mucho el contacto visual, intentando usar los nombres propios y el pronombre
“nosotros”.

Al empezar la actividad, el docente debe hacerlo con entusiasmo, dando


instrucciones claras para sacar el material necesario. Es aconsejable que los
contenidos del día estén relacionados con lo que ellos ya conozcan y, si es
posible, enlazarlo también con algún dato curioso o de cierto interés. La tarea se

36
clarificará con precisión y, si el trabajo es por parejas o en grupos, habrá que
ayudar a distribuirlo entre los diferentes miembros, dando instrucciones o pautas
específicas.

Durante el desarrollo de la actividad se debe organizar, planificar y recordar


las normas varias veces a lo largo de la tarea. Así, los alumnos tendrán claro
cómo se debe desarrollar sin que haya ningún percance. Para no aburrir a los
niños la mejor forma será variar las actividades: de observación, de escucha, de
interacción, de escritura, de dibujo… Además de modificar los grupos: parejas,
tríos, cuartetos.

Habrá que valorar, siempre que se pueda, las contribuciones espontáneas de


los alumnos, evitando que un grupo o una persona monopolicen la atención. El
ritmo de trabajo debe ser constante, cambiando de actividad con tranquilidad ya
que hacerlo bruscamente produce distracciones. Es imprescindible que en todo
momento se halaguen las acciones positivas y hacer que el niño se sienta cómodo
y motivado durante la realización de la tarea.

El docente debe calcular el tiempo de la actividad, de forma que, al


finalizarla, los alumnos tengan un espacio en el que puedan recoger con calma.
Antes de terminar, es necesario hablar de lo que se ha hecho y relacionarlo con
los planes de futuro que queremos abordar. Cuando los alumnos estén saliendo
podremos aprovechar para hablar unos minutos con las personas que no hayan
contribuido y ayudado en las tareas. Que el profesor salga de la clase de forma
pausada y relajada disminuirá los problemas y fortalecerá las relaciones con los
niños.

37
Con estas pautas se intentará prevenir o modificar las actitudes disruptivas,
persuadiendo al alumno de forma disimulada a conseguir dicho propósito. Para
Vaello (2007) existen dos tipos de persuasión, la congruente que es cuando se
cambia de intensidad, pero no de sentido. Es decir, lograr que el alumno con una
actitud muy negativa pase a otra menos negativa o neutral. Y la incongruente que
es cuando cambiamos de sentido, intercambiamos desde la raíz, una actitud
negativa, por otra positiva. Las acciones que el maestro lleven a cabo ayudarán a
encaminar las actitudes de los alumnos.

Establecer normas

Una de las claves para abordar la disrupción está en que se establezcan una
serie de normas y se administren de forma correcta las consecuencias o castigos
correspondientes. Lo más aconsejable es que las normas estén elaboradas y
aceptadas por el grupo y se expliquen de forma clara. Habrá que establecer, por
tanto, un sistema de sanciones y recompensas coherente. Dicha normativa deberá
trabajarse de forma periódica y hacerse explícita y presente en todas las áreas.
También habrá que revisarlas constantemente, su utilidad y si se cumplen o no. Es
necesario que le demos participación y responsabilidad al alumnado en el control y
seguimiento de las normas.

Con ello se contribuirá a que nuestros alumnos no perciban las reglas como
algo extraño y ajeno. La ausencia de implicación por parte del alumnado en la
elaboración de las normas dará lugar a que estas se consideren una imposición no
asumida por ellos. Para la elaboración de la normativa, es importante tener en
cuenta las conductas y situaciones que más se repiten en el aula y que ellos y el
docente identifican como “molestas”. De esta forma, el niño se orienta hacia una
moral de responsabilidad.

38
Sin embargo, no tiene sentido alguno que se establezcan unas normas sin
saber los premios y correctivo pedagógica que lleva cada una de ellas. Cumplirlas
trae consigo el beneficio no solo individual sino el grupal. Cuando actuamos
conforme a una norma, nos sentimos orgullosos y reconocidos positivamente por
la conducta realizada. Pero cuando actuamos en su contra, escondemos algún
interés particular que busca obtener casi siempre un beneficio propio y perjudicial
para el resto de los compañeros. De cualquier modo, el cumplir regularmente una
norma debería ser merecedor de un reconocimiento público a través de algún tipo
de premio, cosa poco frecuente; y al contrario, el incumplimiento de la misma,
llevaría la aplicación inmediata de medidas correctoras o de sanciones que intente
evitar la conducta no aceptada.

Los correctivos pedagógicos, según expertos en el tema, se deben usar


como último recurso ya que pueden preceder a una serie de efectos secundarios:
maquillan temporalmente dichas conductas más que hacerlas desaparecer,
generan un desgaste entre el profesor-alumno produciendo relaciones de
resentimiento y agresividad, y por último, como el niño llega a ver el castigo como
algo natural, este perderá eficacia. Tenemos que hacerles entender por tanto, que
los castigos tienen un uso exclusivo y que persiguen eliminar conductas
inadecuadas para ciertas actitudes negativas.

Algunos profesores prefieren la ausencia de prohibiciones, de normas… Por


eso, nada es bueno o malo, todo dependerá del criterio subjetivo de cada uno.
Para ello sugerimos que las consecuencias negativas al violar una norma, sean
productivas. Por ejemplo, ausentándolo de actividades atractivas para él (como
quedarse sin recreo o no realizar una actividad extraescolar) o que tengan un

39
beneficio para la comunidad (como ordenar los materiales del aula o cerrar las
persianas al finalizar las clases).

2.3 Bases Legales

La investigación se sustenta legalmente en la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela (1999) y la Ley Orgánica de Educación (2009) y la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente (2007).

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)


Artículo 102: “La educación es un derecho humano y un deber social
fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como
función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y
como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio
de la sociedad.”(p.20)
Este artículo estructura el derecho y el deber fundamental del ser humano
tomando como punto de partida la educación para que alcance un desarrollo
acorde con sus expectativas personales dentro de la sociedad con una toma de
conciencia hacia su formación en función individual y profesional a lo largo de su
vida

Artículo 103: “Toda persona tiene derecho a una educación integral de


calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más
limitaciones que las derivadas de sus actitudes, vocación y aspiraciones. La
educación es obligatoria en todos sus niveles desde el maternal hasta el nivel
medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta
el pregrado universitario”…(p.21)

40
Este artículo está relacionado con la realidad de la sociedad, donde el sujeto
es reivindicado con el Ser, privilegiado en su capacidad para crear, conocer, hacer
y proponer cambios en la estructura de la vida a través del sistema educativo

Ley Orgánica de Educación (2009)

Artículo 3: expresa: “La presente Ley establece como principios de la


educación, la democracia participativa y protagónica, la responsabilidad social, la
igualdad entre todos los ciudadanos y ciudadanas sin discriminaciones de ninguna
índole, la formación para la independencia, la libertad y la emancipación, la
valoración y defensa de la soberanía, la formación en una cultura para la paz, la
justicia social, el respeto a los derechos humanos, la práctica de la equidad y la
inclusión; la sustentabilidad del desarrollo, el derecho a la igualdad de género, el
fortalecimiento de la identidad nacional, la lealtad a la patria e integración
latinoamericana y caribeña” (p.1)

“Se consideran como valores fundamentales: el respeto a la vida, el amor y


la fraternidad, la convivencia armónica en el marco de la solidaridad, la
corresponsabilidad, la cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la
valoración social y ética del trabajo, el respeto a la diversidad propia de los
diferentes grupos humanos. Igualmente se establece que la educación es pública
y social, obligatoria, gratuita, de calidad, de carácter laico, integral, permanente,
con pertinencia social, creativa, artística, innovadora, critica, pluricultural,
multiétnica, intercultural, y plurilingüe” (p.1)

En este artículo se aspira lograr la formación integral del estudiante y la


continuidad de los valores fundamentales como ser humano referente a una
sociedad a la cual pertenece, razón primordial de la existencia de un país. Por otra

41
parte, dentro del Artículo 15 sobre los fines de la educación, señala en su aparte 4
que se debe “Fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la formación
transversal izada por valores éticos de tolerancia, justicia, solidaridad, paz respeto
a los derechos humanos y la no discriminación.” (p.10)

Este artículo tiene relevancia para la investigación que se propone, porque en


él se sientan las bases para que en la educación se fomenten los valores que
tienen validez a la hora de una sana convivencia para evitar la violencia en las
instituciones educativas. Cabe destacar los principios rectores de la doctrina de la
protección integral que fundamenta la LOPNNA, de acuerdo a la exposición de
motivos de dicha Ley correspondiente al año 1998. Ellos son:
“El nuevo derecho, fundamentado en la doctrina de la Protección Integral
debe respetar una serie de principios rectores que constituyen sus pilares
fundamentales: el niño como sujeto de derechos; el interés superior del niño; la
prioridad absoluta; la participación y el rol fundamental de la familia en la garantía
de los derechos de los niños y adolescentes”. (p.37).

Estos principios constituyen los fundamentos de la ordenanza legal con


respecto a los niños y adolescentes como sujetos de derecho civiles, culturales,
económicos, políticos y sociales que poseen los adultos. El principio relacionado
con el interés superior del niño, se refiere que al ocurrir algún conflicto entre los
derechos y/o intereses de los niños, niñas y adolescentes y otros derechos e
intereses, tendrá preeminencia los primeros. Así mismo, la Ley Orgánica para la
Protección de Niños y Adolescentes (LOPNNA), correspondiente al año 2007,
expresa lo siguiente

42
Artículo 57: Disciplina escolar acorde con los derechos y garantías de los
niños, niñas y adolescentes. La disciplina escolar debe ser administrada de forma
acorde con los derechos, garantías y deberes de los niños, niñas y adolescentes.
En consecuencia:

a) Debe establecerse claramente el reglamento disciplinario de la escuela, plantel


o instituto de educación los hechos que son susceptibles de sanción, las
sanciones aplicables y el procedimiento para imponerlas.
b) Todos los niños, niñas y adolescentes deben tener acceso a ser informados e
informadas oportunamente, de los reglamentos disciplinarios correspondientes.
c) Antes de la imposición de cualquier sanción debe garantizarse a todos los
niños, niñas y adolescentes el ejercicio de los derechos a opinar y a la defensa y,
después de haber sido impuesta, se les debe garantizar la posibilidad de
impugnarla ante una autoridad superior e imparcial.
d) Se prohíben las sanciones corporales, así como las colectivas. e) Se prohíben
las sanciones por causa de embarazo de una niña o adolescente”(p.59 )

“El retiro o expulsión del niño, niña y adolescente de la escuela, plantel o


instituto de educación sólo se impondrá por las causas expresamente establecidas
en la ley, mediante el procedimiento administrativo aplicable. Los niños, niñas y
adolescentes tienen derecho a ser reinscritos o reinscritas en la escuela, plantel o
instituto donde reciben educación, salvo durante el tiempo que hayan sido
sancionados o sancionadas con expulsión” (p.59)

El artículo anterior resulta ineludible para fundamentar todo el reglamento


interno escolar, puesto que se refiere expresamente a la disciplina escolar, materia
de importancia, puesto que representa la forma en que todas las instituciones
educativas públicas y privadas, y otras que estén vinculadas con la disciplina de

43
niños, niñas y adolescentes, deben aplicar sin menoscabo de la dignidad y los
derechos humanos de aquellos, por otra parte constituye el primer intento de
adecuación de la legislación nacional en materia de convivencia y disciplina
escolar, para la prevención de la violencia en las instituciones educativas.

2.4 variable de la Investigación

Todo aquello que se va a medir y estudiar en una investigación constituye


una variable. Para Arias (2002), variable son “cualquier característica o cualidad
que es susceptible de asumir diferentes valores o dimensiones y que por lo tanto
puede ser medida”. (p. 71). Es decir, son las características observables de algo
que es susceptible de aportar distintos valores o de ser expresadas en varias
categorías.

Luego de identificadas las variables se procedió a la operacionalización, lo


cual consistió en descomponer, cada una de las variables en estudio en los
aspectos que la conforman, a fin de facilitar la recolección de datos necesarios.
Ramírez (1999), sostiene que el proceso se lleva a cabo de la siguiente manera:

Se descompone la variable del estudio en las dimensiones


que la componen. Entonces una dimensión representa los
rasgos característicos de la variable en estudio son
diferentes facetas de la realidad, lo cual nos permite conocer
los aspectos cualitativos de cada variable. (p: 19).

2.5 Operacionalizacion de Variable


Variable Dimensiones Indicadores Ítems
Desacato al Muestra rebeldía hacia el 3, 6,9, 12, 15
profesor profesor
Contestar al profesor de

44
forma impertinente y 18, 20, 22, 24
Conductas continua
Ignora los trabajos 2, 5, 8
Disruptivas
asignados en el aula
Incumplimiento de
Incumple con llevar 11, 14,17
las tareas
materiales escolares que le
servirán en clase
Habla constantemente
Alteración en el interrumpiendo el ritmo de 1,4,7,10,13,16,19
aula clase
Levantarse frecuentemente 21,23,25
de su asiento
Fuente: Pineda, V (2020)

45
2.6 Definición de Términos Básicos

Conductas: la conducta está relacionada a la modalidad que tiene una


persona para comportarse en diversos ámbitos de su vida, y se refiere a las
acciones que desarrolla un sujeto frente a los estímulos que recibe y a los
vínculos que establece con su entorno. Skiner (1976).

Comportamiento: Es una forma determinada de proceder o de accionar ante


diferentes estímulos de su entorno. Martin, G Y Pear, (2007).

Agresividad: Es un conjunto de patrones de actividad que pueden


manifestarse con intensidad variable, desde las expresiones verbales y gestuales
hasta la agresión física. Millán (2002).

Aprendizaje: es un proceso esencial del comportamiento del ser humano


que parte de la experiencia vital y que incide tanto en la adquisición de
conocimientos como en el desarrollo de la personalidad y en la expresión de los
sentimientos. Gispert (2000: 27)

Imitación, El aprendizaje ocurre casi automáticamente cuando las


conductas del modelo se presentan en forma adecuada y el estudiante las copia
exactamente, incluso, sin comprenderlas y las reproduce. Gispert (2000: 27)

convivencia escolar: es un componente macro en todo proceso formativo


que ofrece la educación, el cual es indispensable en la optimización y consecución
de climas escolares y de aula adecuados; ésta al ser un gran componente, acoge
diversos aspectos positivos y negativos que inciden de manera notable, como la
ausencia de disciplina y esta a su vez, como detonante de las conductas
disruptivas; aspectos, que de no ser tratados con pertinencia e inmediatez,
afectaran notablemente todo intento de enseñanza y aprendizaje en el aula.
Antúnez (2000)
CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO

3.1 Tipo de investigación

Sobre el tipo del presente estudio se enmarcó en una investigación de


campo, en este sentido, el Manual de la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador (UPEL, 2006) define estos estudios como “…el análisis sistemático de
problemas en la realidad, con el propósito bien sea de describirlos, interpretarlos,
entender sus naturaleza y factores constituyentes... Los datos de interés son
recogidos en forma directa de la realidad...”. (p: 17). En los diseños de campo
también se emplean datos secundarios, sobre todos los provenientes de fuentes
bibliográficas, a partir de los cuales se elabora el marco teórico. No obstante, son
los datos primarios obtenidos a través del diseño de campo, los esenciales para el
logro de los objetivos y la solución del problema planteado.

Así como también las investigaciones de campo parten de una evaluación


de necesidades, para determinar la discrepancia entre la realidad observada y el
deber ser, asignándole prioridad a las necesidades educativas y a los posibles
métodos para solucionar el problema. De lo anterior se desprende que fue una
investigación de campo debido a que la información obtenida proviene de los
aspectos reales que se viven en los de los alumnos de 5to Grado “A” de la
Escuela Bolivariana “Julio Garmendia”, sobre conducta disruptiva, y su incidencia
en el aula del mencionado contexto
3.2 Diseño de investigación

En cuanto al diseño de investigación se refiere a la estrategia que adopta el


investigador para responder al problema, dificultad o inconveniente plantado en el
estudio. En esta investigación se planteó un diseño no experimental, porque según
Palella y Martins (2006) “…es el que se realiza sin manipular en forma deliberada
ninguna variable. Se observan los hechos tal y como se presentan en su contexto
real y en un tiempo determinado o no, para luego analizarlos.”

Por lo tanto, en este diseño no se construye una situación específica sino


que se analizaron las que existen en los de los alumnos de 5to Grado “A” de la
Escuela Bolivariana “Julio Garmendia” sobre conducta disruptiva como un
problema de gestión en el aula. El nivel fue descriptivo, que según Chávez (1994),
la define como: “...aquella que se orienta a recolectar información relacionada con
el estado real de las personas, objetos, situaciones o fenómenos, tal como se
presenta en el momento de su recolección”

3.3 Población y muestra

3.3.1 Población

Según Tamayo y Tamayo, (1997), ¨La población se define como la totalidad


del fenómeno a estudiar donde las unidades de población posee una
característica común la cual se estudia y da origen a los datos de la investigación¨
(P: 114) En esta investigación la población seleccionada fue los de los alumnos
de 5to Grado de la Escuela Bolivariana “Julio Garmendia” de los 5to grado A , B,
C y D lo que da un total de 120 niños y niñas.
3.3.2 Muestra

Arias (2006), define la muestra como “una parte (sub-conjunto) de la


población obtenida con el propósito de investigar propiedades que posee la
población”. (p.16). Así mismo la muestra es estratificada, según Arias (2006)
Este tipo de muestreo se caracteriza por la división de la población en subgrupos o
estratos debido a que las variables que deben someterse a estudio en la población
presentan cierta variabilidad o distribución conocida que es necesario tomar en
cuenta para extraer la muestra. Dicha muestra estuvo representada en este
trabajo de investigación por 20 de los alumnos de 5to Grado “A” de la Escuela
Bolivariana “Julio Garmendia” ya que estos fueron los que muestran las
características más resaltantes de las conductas disruptivas.

3.4. Técnicas e instrumentos de recolección de datos

3.4.1 Técnicas de recolección de datos

Balestrini (2002), expresa que: “Las técnicas de recolección de información


responden al “cómo” obtener la información requerida para desarrollar el estudio”.
(p: 139); es decir, constituye la metodología que se utilizó para recoger la
información necesaria. Por tales razones se utilizó como técnica la encuesta que
para Briones (1998), constituye:

Una técnica de recolección de información que parte de la


aplicación de uno o más instrumentos de recolección de
información; tal metodología permitirá la obtención de la
información necesaria para llevar a cabo la investigación.
(p: 91).
Para efectos de esta investigación se utilizó la técnica de
recolección de datos fue; la observación directa, que según. Arias (2006) es una
técnica que consiste en visualizar y captar mediante la vista, en forma sistemática
cualquier hecho, fenómeno y situación que se produzca en la naturaleza o en la
sociedad. (p: 69) Por lo tanto se observaron cada una de las conductas de los
alumnos de 5to Grado “A” de la Escuela Bolivariana “Julio Garmendia”

Otra de las técnicas que se utilizó en esta investigación fue la observación


directa con la intencionalidad de constatar las conductas de los alumnos que
sirvieron de muestra a lo que Hernández, S y Otros (2003), expresan que: “la
observación directa consiste en el registro sistemático, válido y confiable de
comportamientos o conducta manifiesta”. A través de esta técnica el investigador
puede observar y recoger datos mediante su propia observación. (P: 316).

3.4.2 Instrumentos de recolección de datos

Arias (1999), Los instrumentos son los medios materiales que se emplean
para recoger y almacenar la información. Ejemplo: fichas, formatos de
cuestionario, guías de entrevista, lista de cotejo, grabadores, escalas de actitudes
u opinión (p: 25)

Como instrumento de recolección de información se utilizó el cuestionario, de


acuerdo a Balestrini (2002), constituye “...un método para obtener información de
manera clara y precisa, donde existe un formato estandarizado de preguntas y
donde el informante reporta sus respuestas.” (p: 144). En la presente investigación
se utilizó uno (01) dirigido a los alumnos y la lista de cotejo, definida por Arias
(2006) “es un instrumento en el que indica la presencia o ausencia de un aspecto
o conducta a ser observada” (p: 70) .La lista de cotejo a utilizada en este estudio
estuvo conformada por 15 ítems que la investigadora en atención a los
parámetros establecidos, cada uno de estos ítems a evaluar presentaran
alternativas sí o no.

Así mismo se utilizó la guía de observación para registrar los eventos más
significativos relacionados con el tema en cuestión y cronológicamente evaluar lo
repetitivo de esta. Según Tamayo (2004) define a la guía de observación como: Un
formato en el cual se pueden recolectar los datos en sistemática y se pueden
registrar en forma uniforme, su utilidad consiste en ofrecer una revisión clara y
objetiva de los hechos, agrupa los datos según necesidades específicas, se hace
respondiendo a la estructura de las variables o elementos del problema. (p: 172)
3.5 Validez y confiabilidad del instrumento

3.5.1 Validez del instrumento

Hernández y otros (2003), señalan que la validez se refiere “al grado en que
un instrumento realmente mide lo que pretende medir”. (p: 346). Por tal motivo, los
cuestionarios que se elaboraron fueron sometidos a la validez de contenidos a
través del juicio de expertos, para esto se consultaron a tres (3) especialistas con
la experiencia necesaria y conocimientos básicos en el área de estudio. MSc.
Mery Colina especialista en Biología y Química, (Metodología) MSc. Edelin
Rojas, (especialista en Pedagogía Social) y la Psicóloga Yoliana Laguna

3.5.2 Confiabilidad del instrumento

Según en relación a la confiabilidad Hernández y otros (2003), señalan que


constituye la característica de los instrumentos que permiten obtener mediciones
similares en diferentes aplicaciones del instrumento. La confiabilidad de los
instrumentos se determina en consideración al tipo de instrumento utilizado.

3.6 Técnicas de análisis de datos

En esta investigación se implementó la estadística descriptiva Según


Tamayo (2000), define como” Aquella que utiliza técnicas que indican
características, de los datos disponibles, comprende el tratamiento y análisis de
datos que tienen como objetivo resumir y descubrir los hechos que han
proporcionado la información y que por lo general toman la forma de tabla y
gráficos”.( p:211)

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de IRIF, S.L. https://www.educaciontrespuntocero.com/tecnologia/
ANEXO

Encuesta dirigida a los alumnos del 5to grado “A” de la Escuela Bolivariana
“Julio Garmendia”

F M
Sexo:
Edad: _____________
Institución: _____________________________________________________

INSTRUCCIONES

A continuación presentamos una lista de acciones que se desarrollan en clase.


Lee cada una de ellas y marca con una (X) la alternativa con la que más te
identifiques. Tenga en cuenta como se ha resuelto en el siguiente ejemplo

N° ÍTEMS SI NO
1 Incumplo con las tareas asignadas en el aula
2 Incumplo con lo que el profesor me indica
3 Suelo conversar con mi compañero cuando estoy en clase
4 Me cuesta trabajar en silencio en la hora de clase
5 Muestro desinterés por solucionar algún problema con el profesor
6 Distraigo a mis compañeros cuando están haciendo la tarea
7 Ignoro con las indicaciones que da el profesor para realizar una actividad
8 Suelo ingresar a clase luego de la hora en que finalizó el recreo
9 Hablo cuando el profesor está explicando la clase
10Contesto mal ante una indicación del profesor
11Me cambio de asiento durante la hora de clase
12Me cuesta mantenerme sentado en mi lugar durante la hora de clase
13Camino por el aula a la hora de clase
14Me gusta hacer bromas durante el desarrollo de la clase
15Suelo ocasionar ruidos con la carpeta, mesa o silla
Fuente: Pineda, V (2020)
http://pan-gea21.blogspot.com/2017/04/aspectos-culturales-de-la-
region-centro.html

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