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Neftali León Cruz

Análisis del Discurso Histórico 22 de marzo de 2020

Edward H. Carr, ¿Qué es la historia?


(Barcelona: Editorial Ariel, 1984), p.p. 75-116.

Para Carr, la investigación del historiador va enfocada a la explicación del cómo funcionan
las cosas más que llegar a la imposición de leyes, sin embargo, se apoya en la hipótesis (parte
del método científico) como camino a seguir. En un recorrido por la concepción de ciencia a
partir de finales del siglo XVII, Carr explica su uso en pro de la sociedad y como el método
aplicado a las ciencias sociales, primero “mecanicista” con Newton y después como un
“organismo” con Darwin, motivaron a científicos a establecer leyes mediante un proceso
inductivo. Aquellos que estudiaban a las sociedades adoptaron igual lenguaje y
procedimiento. Finalmente, las proposiciones de los hombres de ciencia están sujetas a su
ulterior verificación, modificación o refutación, como menciona el autor, la prueba definitiva
es la empírica lo que traerá nuevos enfoques y conocimiento1.

Para la pregunta de si es o no ciencia la historia, el autor escribe una serie de


argumentos, que según quienes los dictan, distinguen la historia de la ciencia, mientras que él
se encargará no diferenciarlas sino de acercarlas: 1) Se alega que la historia se ocupa de lo
particular. El historiador tiende a generalizar, esta interesado en lo que hay de general en lo
único, “se vale constantemente de la generalización para comprobar los datos de que dispone” 2, es
claro que existe una relación de lo particular con lo general para que la historia cobre sentido.
2) La historia no enseña nada. El análisis de los fenómenos del pasado nos proporciona una
lección que bien podría aplicarse a otros; aprender del pasado a la luz del presente y
viceversa. 3) La historia no puede pronosticar. Las generalizaciones efectuadas por el
historiador y las lecciones aprendidas pueden ser aterrizadas en orientaciones para situaciones
posteriores. No llega a pronosticar actos por el hecho de que no son las mismas condiciones
entre unos y otros. 4) La historia es forzosamente subjetiva porque el hombre se está
observando a sí mismo. “En las ciencias sociales sujeto y objeto pertenecen a la misma

1
Ibidem, p.p. 78-79
2
Ibidem, p. 87

1
Neftali León Cruz
Análisis del Discurso Histórico 22 de marzo de 2020

categoría”3, es evidente que uno no puede salirse de su conciencia para estudiar a su


semejante, existe una observación particular y un modo de realizarse que varia de cualquiera
otra. Por otro lado, los físicos apuntan a una cierta incertidumbre e indeterminación en sus
resultados, bien lo define Carr, “existe una imperfecta comprensión”4, ¿quién tiene la verdad
absoluta?, desde mi punto de vista, el conocimiento es una esfera que va aumentando su
volumen a partir de la sustitución de su propio volumen o parte de él, por ejemplo, cuando
algo es refutado ese volumen sustituido es ocupado por el nuevo enunciado y por el propio
aprendizaje producto del error, cuando algo complementa ese mismo enunciado, el volumen
de la esfera conocimiento aumenta. 5) La historia a diferencia de la ciencia, implica
problemas de religión y de moralidad. Carr sentencia un apartado con la siguiente frase,
“La historia es un juego…, se juega sin comodín en la baraja” 5, es decir, la historia no encuentra
como respuesta ultima a la religión, y en su caso Dios. Sería difícil de creer que existe una
“mano que mece la cuna”, un poder encargado del devenir de cada individuo y de las propias
sociedades. La relación historia-moral resulta del juicio de valor emitido por el historiador a
partir del estudio de los acontecimientos. Cabe señalar que el autor se deslinda del juicio
moral, aquel relacionado con el personaje alrededor de un fenómeno, no es su competencia
analizar si es “bueno” o “malo”, sino el desarrollo de sus acciones en torno a un tiempo y un
lugar, insertado en una sociedad.

3
Ibidem, p. 94
4
Ibidem, p. 97
5
Ibidem, p. 101

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