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Nihil obstat: Vitoria, 28 de Marzo

Dr. ANGEL SUQUIA GOICO~CI-IEA


de 1989. ( Card enal- Arzo bispo de Madrid-A lcalá
)
Joaquín Golcoecheaundla.
Censor.

LA SANTA MISA
lmprl matu r: Vitoria, 28 de M
de 1989. arzo
EN LA ESPIRITUALIDAD DE
Fernando Gonzalo-Bllb
SAN IGNACIO DE LOYOLA
Vicario General. ªº·

SEG UND A EDICION

Imprime: «Egaña• Domingo Beltrán, 19. VITO


RIA.
Depósito legal : Vl-321-1989.
ISBN 96-081-5765-9.
PR~SENTACION
~~estro _Di; Angel nació en la villa muy noble y muy leal de
Zal~i a (Gmpuzcoa) el 2 de octubre de 1916. Sus padres José Ignacio
Suquia Tolosa Y Justa Goicoechea Bastarrica formaron un hogar
de
recia raigam bre cristiana con numerosos hijos. En el seno de su
cri&-
tianísim a familia vivió Angel arropad o por la piedad de sus padres
y
herman os. Tenía una afición desmes urada a leer, fuera un libro
o
fueran papele s de periódicos. Cuando decidió ir al Semina rio,
un tío
le dijo que los curas no ganaba n ni para comer, que se fijara
en su
tío cura Dn. José, cómo andaba . Fue muy sabia la contest ación
de
Angel: "Yo no quiero ser cura para ganar dinero, sino -para
ganar
almas" ,
Ingresó en el Seminario Menor de Saturra rán (Guipúzcoa), donde
se distingu ió por sus aficiones literarias tanto en castella no como
en la
lengua de Aitor. Destacó tambié n en el aprendi zaje del Latín.
Con una buena formación humaní stica ingresó en el Semina
rio
Dioces ano de Vitoria-Gasteiz a cursar Filosofía y TeologÍa, donde
fue
siempr e un alumno aventa jado y ejemplar. Después de la guena
civil
se encontró con Dn. Rufino Aldaba lde, Director Espiritual del Teolog
ado.
Encuentro feliz y providencial, hasta el punto de que la impron
ta del
maestr o quedar a grabad a para siempre en su alma. Con su
ayuda
comprendió el Sacerdo cio en profundidad del ser y del actuar
diná-
mico. Dentro de la formación genera l para el ministerio sacerdo tal,
pudo
"V"er, a través de Dn. Rufino, un ministerio concreto, el de los Ejercici
os
Espirituales de San Ignacio de Loyola, arma formidable, tambié
n en
manos del Clero diocesa no para renova r las conciencias cristian
as e
Inyecta r. en ellas el espíritu apostólico tal como requerí a de los seglare
s
la Acción Católic a. Y ya quedab a marcad a la trayect oria apostó
lica
de gran parte de la vida sacerdo tal de Dn. Angel.
Del año· 1940 al 46 se dedicó a la dirección de "los Ejercicios Espi·
rituales , preferentemente en· las Casas Dioces anas de Santa Teresa
de
San Sebast ián y de· Ntra. Sra. de Begoña en Bilbao, extend iendo
su
brazo hacia Salama nca, Madrid... Despué s de esta experie ncia de
seis
años, buscan do una mayor solidez teológica, arribó a la Univer
sidad
Gregor iana -de ·Roma el año 1946. En dos Cursos consiguió la
Licen-
ciatura en Sagrad a TeologÍa. Fue despué s prepara ndo su Tesis Doctor
al
7
. • y acierto en sus investigaciones lab
diligencia . lib o.
ha paciencia. ultado glonoso e 1 ro que Publiccnn
c_on,~u~ de varioS años-;u:SA EN LA ESPIRITUALIDAD DE S.A.c;:
n ~edición: LA sANT fu galardonado con la: medalla de or En mayo de 1966 fue n
enN2A•CIO DE LOYOLA, que ,.e claramente la devoción de Dn. Ang
JG
de S, S•
Pío XII, El título reve 1,.. . ,. d l E"
tor jncliscutib~ie e os 1ercicios, a cu,,.. .
0
e1 de Compostela y por úl~:
de 1969 Obispo de Mála ombrado Obispo de Almería, en noviembre
Y en ~ril de 1973 Arzobispo de Scmtiago
fue galardonado p 1 Scm Arzob1&po de Madrid-Alcalá, (1983) donde
al gr
an patriarca e .
d Loyola. au
d......,,.ciones
on Jas a u.t1•- ne
t revela t
. , .
cesarlas, camino siempre con suma fid
amb" ,
1en a 1 te nac1dad en 1e-
.
..a
actualidad es
ectoria ha id
Pres: ; . ta Sede con el Capelo Cardenalicio, En la
e~ e de la Conferencia Episcopal española. La tra-
luz. C presen am05 • a Y s o g1onosa. No es d . .
Jidad, El libro ~~ lo demuestra la cantidad exorbitante d exentos de dificultad momento e describu sus pasos, no
, '-=~tol'lca. como ' . , e
mvestigacion ..... lib os· revela tambien su mteres po:r asünilar , ti b d ea, en los que su inteligencia, su sabiduría y su
. umerables r , rdin . , . caraetens ca on ad. acom ~ad • · de Dios,
·
citas de lDD d tal la intensa. extrao ana Y nusti.ca devoción • pcm as por especiales gracias ha
de1ado siempre estelas de gratos recuerdos.
en su espíritu sac:ci: de la Misa. La explicación de la Santa Misa
del Santo al Sa I Ei ci·cios adaptando aspectos de la Misa a ¡,..n
roceso de os ,er , . b ., -
en el P día de los Ejercicios, fue santa o ses1on suya, ina-
materias de cada , . as de SURGE, revista fundada por Dn. Rutino A este nuestro querido Dn. Angel le presentamos y le ofrecemos
nif stada en las pagin Angel
e colaboró ampliamente Dn. • sus mnlgos la 2.' edición de su libro original: LA SANTA MISA EN LA
enlaque Ei . • d S I • ESPIRITUALIDAD DE SAN IGNACIO DE LOYOLA.
~t: • , n del Libro de los 1ercicios e an gnacio, prlncf.
La eA}'UC(ICl()
ro--·ela de Directores d e E"1ercie1os, "' que fun ciono " ' d urante La que fue su tesis doctoral en su día. perfectamente elaborada,
pa1mente en 1a ......,.. . . 1 d fil
_ el Seminario de Vitona y por a que es aron cerca sale a relucir hoy en el mnbiente sacerdotal, con la espercmza y deseo
sacerdotes, procedentes de mueh as Di'oceSlS
trece anos en
de . espano - 1as y algunas de que su riqueza eucarística. la de San Ignacio de Loyola, vuelva a
300
. era tarea fundamental en la Escuela a cargo de Dn. Angel· refrescar Y enardecer los corazones de muchos sacerdotes, haciendo de
extrCIJ1Jeras, , la Eucaristía, al Igual que San Ignacio y siguiendo la pauta y norma
En suma. el disdpulo predilecto de Dn. Rufino llego a ser consumado
maestro y director de Ejercicios. del Conc. Vat. ll. "centro y raíz de toda la vida del presbítero". (P. O.
núm. 14). "Pero esto no puede lograrse si los sacerdotes mismos no
penetran por la oración. cada vez más íntimmnente, en el misteño de
Llegó para Dn. Angel la hora de las grandes responsabilidades. Cristo". (Ibldem).
En mayo de 1955 fue nombrado Rector del Seminario Diocesano de El lector advertirá en San Ignacio a lo largo de este libro tres cosas
Vitoria, cargo que cumplió con destreza hasta setiembre de 1965 (diez Invariables: SU GRAN Y SANTA OBSESION POR LA SANTA MISA
años). Le había precedido aquel humilde y sabio, querido por todos, que le ·acompañaba día y noche como preparación a la misma o como
Dn. Felipe Ugalde, que capitaneó con amor la ascensión gradual del acción de gracias: LA CUIDADOSA PREPARACION PROXIMA DEL
Seminario hacia cotas muy elevadas, hasta que fue llamado al Tribunal ALTAR Y DEL MISAL CON SUS ORACIONES Y RITOS LITURGICOS
de la Rota de Madrid como experto en Teología Moral y en Derecho Ce DE LA IGLESIA: EL TORRENTE DE DONES Y DE GRACIAS EXTRAOR-
n6nico. Dn. Angel gobernó Ja nave y la guió sin dificultades hacia el puer- DINARIAS que llovían sobre su alma, conmoviendo su sensibilidad
to obligado de una auténtica formación sacerdotal, aportando sus valiosas hasta derramar copiosas lágñmas. Este torrente del cielo no le absorbió
experiencias en el campo de la Diócesis, orientando vocaciones hacia ni paralizó sus esfuerzos por estructurar con atisbos de genio a la
otras diócesis necesitadas y, sobre todo, hacia las Misiones Diocesanas, nacfente hija de sus amores, la Compañía de Jesús. Fue doblemente
ya en marcha desde el año 1948. Promovió la Pastoral de la ciudad de contemplativo nuestro egregio Santo de Loyola: IN ORATIONE ET IN
Vitoria como Consiliario de los Propagandistas Católicos (A C N~ de P.). ACTIONE.
Fue ases d I Jns · • • Deseamos a nuestros lectores, imitando al Santo en lo dicho, la
.. ~r e fituto de las Misioneras Evangélicas Diocesanas, hoy
M1s1oneras Secular . iluminación necesaria de lo alto para penetrar el M"1Steño de la Euca-
es, 1
unpu sor con ellas y con numerosos sacerdotes,
Preparad os para la d" ·, d dstía hasta el punto de convertirla en "centro y raíz" de sus vidas
de EieTcicios Es • •tu:ccion e ~os Ejercicios, de la Obra Diocesana
sacerdotales. teniendo en cuenta: "Los otros sacramentos, ASI COMO
renclante de hai:;:fáciles Parroquiales. Y por fin predicador y confe-
Y sugerente. TODOS LOS MINJSTEBIOS ECLESIASTICOS Y OBRAS DE APOST0-
B
9
ics Sagr ada Euca:riatia y a eil -·
1:ra1>acloa con llll
ln~e nte
tJJ)O estlsn (P o. 11ÚJSI- S).
118 ordeJl(J!I, • ---
,.,.adas al autor de este libro por lo ,.,,;
juato dar ,.. jnvestigar con tanta profu sión ,lcza ..e
por últiJnº' ~ e:ichall5tiv0 en a.saz cauti vado ra de
San Ignaci .
supOlle de esfu.,.. ...
d ·(l11106 UJ1CI estcanp<l ~..tico y e
mb . ad
nag - 'l o
para asido al Sacrificio ,eucgenui
e1 ...- o en e Ahora
fuelltell na de .San 1gnac io,. .
reves tido de·
Sacerdote, la representacion lo vemo s en el altar del Santu arto
cODlprendeJJlo& ebrante, tal coJllO INT RO DU CC ION
rJl(Dllentos de cel erdadera estcanp<l.
: Loyola. Esa es su v tr nosotros prese ntar al Santo centrando
8
h sido corriente ~ e enos aún, el afirm ar como lo cdinna
J
No ~a en la santa ~a ~ Ignac io gira toda
toda su "que la vida JIIÍStiCEsa le hora de las gran des
ella alrededor
Entr e· las muchas monografías que estud ian algun
aspec tos de la espir ituali dad de San Ignacio de Loyo o de los
la, se echa ba
el autor, 1 -..11:n,. a visita s, de laa de meno s una sobre el Sacrificio de la Misa.
c:rificio de a ,.~
del Sa · aciones • · Que el esfuerzo ascético, intenso, sobrenaturalizado,
m.iableS coinUJllC osotros, más desp ués del Conc . V.at. -n, de las carac teríst icas de su sistema de santificación, sea una
. ente entre n parec e claro.
Sí, ha sido corn vid sacerdotal en una sm , t • d ,,
eSlS e un subir Si la liturg ia ocupa o no, en la escuela espir itual ignac
el
CODcebir y prop0ner la.
anhelo
ª
feme n e1
de búsq ueda de Dios Y "un bajar del el luga r que le corresponde (1), se ha discutido much iana
al altar" con mil actividades pasto rales, empa pctd as en la o. '
ciltar" al teatr0 de las ~ora , ~racias a Dios, están en boga los estudios místi
eficacia salva dora. La otra parte de los la edición critic a del Diario Espir itual ha hecho posib cos; y
sangre de Cristo de endo ~aron para San Ignac le el estudio
, ticoa que se env io de la Sant a Misa, de uno de lbs rasgos más definidos, y acaso el meno
dones JIIJS d Dios pero no es 1111,R =-L... Jcuent s estudiado
e que, en (2), de la fisonomía inter ior del santo.
queda ~rvada al quere r e ,
del Santo, se den en los sacerd otes ti.e 1es cierto .
dosis infenores a las s El amor Y la devoción de Iñigo al Sacrificio de
, cte místico que cierta ment e eleva n y enm-
toques pasajeros de. cara r daro n subra yado s en los procesos de beatificación. la Mlsa que-
- . . Sus dieciocho
meses de espe ra en Venecia y Rom a antes de celeb

=~-~=~t;::c::
decen el espÍritu. rar,

autor por habe r anali zado el DIAm O del · ya sacer dote, han sido objeto de investigaciones histó ordenado
En suma. alabamos al (3) muy útiles . ricas serias
· · profundidad. aventCIJan· d o qwza · ' a ·otroa
e! reilejo de la vida espiritual del Santo de Pero aún parec ia oport uno un estud io teológico-
más especializado, del lugar que la Misa ocupa en ascético,
Loyola Y a su luz, entendemos mejor palabras Y te~ la espir ituali -
del Libro de dad perso nal de San Ignac io de Loyola.
los Ejercicios F.spirituales.
. _ Este tinte negro, de ascetismo rigido, exag erado
Deseamos que la luz de este libro se difunda e~ el ~~d
tal y que el lema del movinuento sacerdotal de
ó ~oer d~ ha queri do dar con harta frecuencia ( 4)-, desap -que se le
V1tona reciba el espir itual idad ignac iana desde el momento que arece de la
TOD O S~~
refrendo de San Ignacio: SIEMPRE SACERDOTE. EN entra en ella,
en prop orcio nes tan extra ordin arias , un medio
TE. SOLO SACERDOTE. objetivo, como
éste, de santi ficac ión.
EL EQU IPO Su mist ica mism a. adquiere un matiz nuevo, si
las gra-
cias recib idas tiene n relac ión estrecha, causal,
con las Misa s
celeb radas .
En la prim era parte he querido estud iar con deten
Nota-Próximo ya el 5.' Centenario del nacimiento de San imie nto
·1gnaclo ·de Loyola, ofre- la Misa en el ambi ente que vivió San Ignac io de
cemos por anticipado nuestro homenaje de adhesión y
gratitud.
Loyola.
10
11
ntilhombre paso a paso, he buscado la secreta
Siguiendo altógeincesan temente, aquella su
.
devoción a la Misa
. tas fuentes
vena que aumen ' una sola vez los influjos literarios de dividirse en <l que he tenido a .
No quise determinaren el Libro de Ejercicios, en el de las fuentes Y usados series: una de~ano para mi estudio puedei:'l
sta o de aquena. . obra · ·t I
1 Diario Esp1r1 ua .
fuentes nu as antes en lo~ as ya conocidas como tales
no se ha h:~as, ignoradas u o1!:!udios ignacianos; otra, de las
e .10nes en e
constituc ' ·nterés en señalar las coincidencias de o uso hasta aho actas como tales, Y de las que
En cambio, tuve 1 Entre aquéU ra.
San Ignacio C as están: Las fue t .
doctrina. de endencias literarias, fué porque no entra- nes Y el Lºb artas, Escritos Dia ~ es narrativas de la vida de
Si no hablé de Pi trabajo una investigación de tipo histó-
ba en los planes de m
Montesin/ !º ~e Ejercicios{ el ~•o ~iritual, las Constitucio-
. . : a Vita Christi anc1onero, de Fray Ambrosio
rico-crítico. mostrar las coincidencias, fué porque en la ~ l~1tac1on de Cristo• el ,.;el ?artujano; los Libros de Horas
are a de Cisneros, Y ¿l Rose:rc1tatorio de la vida espiritual d¿
Si_ me detu:~ efritualidades, como en la de la Teología, im- Entre éstas· El . um, de Mauburno.
histor~a de las b P . esta O aquella doctrina son tra-dicionales
P
orta mucho sa er s1
piritualidad ignaciana se ha universalizado, en
. almas, de Bern~l 01::1: i~ª
las cere:rnonias de la M·
~odos los sacerdotes con cura de
co. el Tratado de lo que significan
AdemáS, 1ª esel Libro de Ejercicios, con la aprobación cálida Expossitio missalis per JSa, _de Fray Hernando de Talavera; la
cierto mod_o, Pº[odo ideal de perfección debe justificar su auten- et proposita, non vota,efee¿1a, del Maestro Ciruelo; los Conclusa
~e _la Igle;;~•/manera como se ha insertado en el cuerpo mistico Magnificat, de Gerson. 1 e~ªrd0 ?~0 ot; el Tractatus IX super
ticida~ P. "T aditio ab Apostolis iper manus Patrum" (5). G. Biel; el Quinque ve;ba ª ;po~sitio canonis lucidissima, de
de Cristo. r d'Ory; el Liber sacerdotal·8 . auh adversus h·aereses, de Mateo
En la segunda parte he entrado, en ~l estudio de la Misa, en sacerdotale, de Nicolás de~~~ Alberto C~tellani; el Trattato
la espm · ·tuali'dad personal de San Ignacio de Loyola. tactos en Venecia los añ.os 1536 •;;~ ~. dos Misales Romanos edi-
4
El objeto directo e inmediato de investigación no es otro
la espiritualidad personal del santo; pero a nadie puede Las de la primera serie han id
orden a un estudio de la M" s o ~aloradas todas ellas en
~~~társele que, de reflejo, llega la luz a la espiritualidad de la dad de San Ignacio de Lo isla en el ambiente o en la espirituali-
yo a.
escuela por él iniciada. Fácilmente advertirá el l to
No he pretendido precisar el valor ascético que la Misa, en traordinario del Can . ec r el contenido sacrifica!, ex-
si posee en orden a la santificación de las almas, sino el que, valo en tiem' os de - c10~ero, que _se eantaba en la corte de Aré-
qu l . p Iñigo' de los Libros de Horas Y del Gersoncito
e~ realidad, tuvo en el desarrollo de la vida espiritual de nues-
tro santo. Monte
º!
ue:ó :~n:~~: me~s. desde Manresa; del Ejercitatorio, qu¿
d d en ontserrat; del Rosetum, del Colegio de
El Sacrificio de la Misa puede ser considerado como un acto agu o, onde el santo asistia, cada mañana a la M"
más, subjetivo e individual, de devoción; o como el acto central durante el primer d , isa
Diari . . mes e su estancia en Paris, Y, sobre todo, del
0 Esp:mtual, que escribió él mismo en los años de su ma-
del culto católico por el que cada uno de los fieles, en unión con
la Iglesia, adora, da gracias, pide perdón y -auxilio a la Santísima durez mística.
Trinidad. He procurado no perder de vista ninguno de los dos En la segunda serie interesa destacar las obras de los maes-
aspectos, para ver cuál de ellos se acentúa, o se descuida acaso, tros de Iñigo: el doctor Ciruelo y el dominico Mateo d'Ory.
en la espiritualidad ignaciana. La Expossitio missalis peregregia, del profesor de Alcalá, en.,.
No he pasado por alto la conexión, cierta, del Sacrificio de tra de lleno, por su contenido y significado dentro de nuestro
la Misa con la vida mística, desbordante, de San Ignacio de estudio; el Quinque verba S. Pauli adversus haereses, del Maes-
Loyola; ese mundo maravilloso de luces y sentimientos infusos tro de Paris, interesa menos directamente.
viene de la Misa, como de su fuente y raiz, y tiende a la Misa, El Liber sacerdotalis y los Misales Romanos revisten, a mi
como ª Uuminarla y hacerla sentir. parecer, especial importancia. Que Iñigo hizo uso de ellos, en
12 '3
dable. Si arrojan o no una luz
arece indU de la espiritua lidad ignacian a
R,oma, P aspecto ,
venecia Y te sobre este
poten . SIGLAS
nueva, rá el 1ector. labor parecía ardua y superior
lo juzga 1
ue al principio, ª ·ado a estudio de este género AAS.
confieso q N~ era el más namhabe r vivido dentro de ella el = Acta Apostolicae Sedis. Romae, 1909 sgs.
fuerzas. por no , AHSL = .A,rchivium Historicum Societatis Iesu Roma.e 1932 sgs.
a mis no conocía de ceirca,de su fundador . AM.
= Analecta Mont •
quien serratiana. Montserrat,· 1917 ses.
'
de 1a compaf\. a Y to al p zameza, y a 1os PP. Leturia ASS.
Acta Sanctae Sedis. Romae 1866-1908
espiritu 1m1en · BAC.
=
irre, que me prestaro n'
Mi sincero agradec afí a e Iparragu Bibl~oteca de Autores Cristianos. Ma~id, 1942 sgs..
BAE.
rnándeZ, Larr ag te de datos, recogido s por cada uno
= BBibl~teca de A_utores Españoles. Madrid, 1929 sgs.
Tesser, He toda suer BMC. = iblioteca Mistica Carmelitana. Burgos-Mon te Carmelo 1915 sgs.
destnteresada.Illente os de paciente estudio, en 1os campos de CBE. = C~l~ectton de la Bibliotheque des Exercices. Enghien, 1~06 sgs.
de ellos, durante afl. CC. = Civilta Cattolica. Roma, 1850 sgs.
su especialidad. DAL. Dom F. Cabrol, Dictionnalre d'Archéologte et de Ltturgte París
1907, sgs. • '
DS. = M. VWer, Dictionnaire de Spiritualfté, Ascétique et Mysttque. Pa-
rís, 1932 sgs.
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HBV. 16. = Horae (Biblioteca Vaticana). París, Hardouin, 1520.
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.
<3> Véaiie la monograf!a del P. Leturia, P., La primera Misa de. San Ignacio
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Loyola 11 8U8 relaciones con la fundación de la Compañía, en ''Manresa". Barcelo-
de PE. = Periodica de re morali Canonica Liturgica. Romae-Unlv ersltas Grego-
na, 13 (1940), pp. 62-73, riana, 1903 sgs.
en<~,a~ase, entre otros, Brémond, H., Histoire littératre du sentiment religieux
PO. = Mlgne. Patrologia Graeca. París, 1857 sgs.
entre la · P:!s, 1923-l933 (once volúmenes), sobre todo el paralelo qu_e establece
PL. = Mlgne, Patrologio Latina. París, 1844 sgs.
3~7; Fest:~~alld ad de la escuela francesa y la ignaciana, m (1931), PP, 3 92• RAM. = Revue d'Ascétique et de Mysttque. Tolouse, 1920 sgs.
ques developpeme~m M., La ltturgte catholique: Essai de .syntMse, suivt de quel- RE. = A. Hauck, Realencyklopiidte fü.r protestantische Theoloqte und Kírche.
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(5) .Rah ·... 11 litur"''"'
i, ...,
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Fr/immfgk elr•a~=till. 8 von Loyola und das geschichtli che Werden setner TQ. = Theologische Quartalschr lft. Tuebingen, 1819 sgs
Sqint Ignace de Lo¡¡ola urg-Wien, 1947; traducción frai:icesa por De waux, a., ZAM. = Zeitschrl/t /1lr Aszese una Mvs:tik, Inmbruck, 1926 sgs.

14 et la Genése des Exercfces. Toulouse; 1948, · p. 33. 15


PR IME RA PA RTE

La San ta Misa en el am bie nte qu e vivió


lñi go de Loyola

17
CAPITULO I

DE LOYOLA A ARANZAZU,
PASANDO POR LA CORTE: 1491 - 1522

"El dogm a y la moral, con todo lo que al servicio de Dios


atafie, se apren den de los labios paternos. La religión es más
sólida cuando, vincul ada a los recuerdos de la casa patern a y al
amor .d e los padres, entra en la misma sangre, por decirlo asi,
llegando a ser lo más sagrad o de ese fondo de ideas, sentim ien-
tos y prácti cas que consti tuyen la tradic ión doméstica"
(1)'.
Esta págin a tuvo el poder de abrir, en los comienzos mismos
de nuestr o estudio, una interro gante: ¿Qué enraizamiento tenia
la devoción a la Misa en el ambiente que vivió Ifiigo los prime -
ros años de su vida? Natur almen te, los ojos y el alma se vuelven
aqui a la vieja casa sefiorial de Loyola en donde se desliz
aron
la niñez y la adolescencia del rapazuelo.

1.-EN LA CASA TORRE : 1491 - 1507

Ifiigo era el meno r de los trece hijos. Apenas llegó a gozar


del ambie nte cálido, a la sombr a mater na, del hogar. Perdió a
su madre a· los cinco años, y no nos ha hablad o nunca de ella.
Silencio preñ.ado, que guard a en el seno el misterio de much as
cosas de las que pasaro n en su juventud. Bien es verda d que
Magd alena de Araoz, -casada con el herma no mayor de los Loyo-
la. vino a ocupa r providencialmente aquel vacio triste. "Siem pre
os encon tré temer osa de Dios" -le escribirá Ifiigo desde Roma
( 2) para conso larle-. Quiso que el agradecimiento de ahora
compe nsara las solicitudes sin fin de su "segu nda madre ". El
18 19
ué muY hondo. H1;1bo de impres1o.
ieJllpre f ,..-.eros novicios de Roma en Y el peiigró serio en el que se vió durante la enfermedad dio
ostrÓ S us pruu , 11 '
ifio que la JJl a uno .de _s del corazon, aque a a;pertura ocasión para que nuestro soldado se mostrara, "como siempre
car enorJJleJJlentehas angustiosas le pintársele, no pocas veces se había mostrado, muy devoto de San Pedro" (13).
nar 1uc i n sue 1
JJlediO de 1as oJJlbre a q~ e s vitales, sin amor a os suyos:, Sencillamente, los principios de la fe no marchaban de
aliente del h de sentimiento na imagen de Nuestra Sefiora acuerdo con la vida real. Cojera del espíritu. Las prácticas ele-
v
S eco sin jugo libro de Puoras ·dou con la d e
su cufi a d a " ' Y el' mentales de la piedad cristiana podían sobrevivir, como tantas
' 1 en su - parec1
•'Mostró e nia extrano "le turbaba de tal manera la otras veces sucede, en medio de una vida interior r¡;i.quitica, aun
cuya cara :resó al dfscipulo ~º!quena página, que no tuvo más en medio de la muerte.
maestro coda vez que uegaba nte con un papel la imagen" ( 3) Ifiigo tenia un hermano sacerdote en casa, nada ejemplar
devoción ca respetuosa.me . por cierto, pero sacerdote: Pero López de Loyola. El camino que
remedio que cubrir Jeor manoir comme une tradition de
a él mismo se le propuso -y en esto corrió la suerte de los hijos
Les 1,oyola ont dan\ en el ambiente relajado de los Loy0 • de familias nobles- fué el de la clerecía, ya que eran bastantes
hé dice paul Dudon. ión de su tiempo, Ifi.igo tuvo que llegar los que se habían dado a la milicia en la Casa Torre. Conviene
rcre;entidos de la relajac tido hasta los ojos en las vanidades recordar este ambiente clerical que rodeó los primeros afios del
tser lo que fué: hombre mfradujo en Liberiorem vivendi licen- menor de los Loyola. El administrador apostólico del Obispado
del mundo (4). Ducoudraye mancebo" del libro de las Confiden- de Pamplona, el 6 de febrero de 1414, había otorgado a los seño-
tiam (5) las "travesur:¡ ~s Lainez y Polanco, nos dejaron de él res de la Casa Torre el patronato sobre las iglesias de Azpeitia,
cías (6). Dos de sus 1~ ~or' cierto· "fué tentado y vencido por a condición que se sometieran a las anteriores bulas pontificias
un retrato, desgar~~ (~) "no se ~ardaba de pecados, antes era y reconocieran por rector legitimo a Erquicia (14). Desde enton-
el vicio de la carnei ~n cosas de mujeres y en pendencias y ces, el señor de Loyola tenia tal intervención en el funciona-
especialmente trav eso miento de la parroquia, que el jesuita Tablares escribía en 1551:
revueltas de armas" (S) . "es de la Iglesia como Obispo" (15). Gozaba de las tres cuartas
- que un temperamento ardiente como el suyo, partes 'Cle los diezmos; proveía, por representación hecha al Obis-
Nada extrano 1
con una pot eneiall.dad formidable para el mal o para e bien, po de Pamplona, la rectoría y los beneficios de la parroquia;
se desviara, sin el Cuidado materno' por la pendiente. Muchas daba reglamentos acomodados para reformar la conducta de los
veces la juventud cae al empuje de cu~lidades que en si son clérigos; en las fiestas principales tenía asiento al lado del Evan-
buenas. "El amor sexual -comenta Hollis- es una especie del gelio; para la ofrenda al preste se levantaba primero, después
amor, y el amor mistico otra. Los dos tienen alguna cosa de del alcalde, y "avia costumbre que los nuevos Misa cantanos
común: una fuerte capacidad afectiva, que puede ser orientada desde la iglesia fuesen en la víspera con el clero de la casa, y
lo mismo en un sentido que en otro, una naturaleza fuertemente allí se les daba colación" (16). Entre los Loyola abundan los
conativa, como diría el psicólogo Jung. Todo Don Juan pudo clérigos, y en la parroquia, "hay huesa para enterrar a los
llegar a ser un santo, y todo santo, a su vez, pudo llegar a ser sacerdotes que son de su linaje, que está junto al altar de
San Miguel" (17).
un libertino" (9).
Un ambiente clerical como éste impone una vida religiosa
Si la moral de los Loyola flojeaba, su fe era firme, limpia, cultual más o menos intensa. ¿Hasta dónde se grabaron en su
incontaminada, como la del pais en que había nacido. El guipuz- alma virgen las primeras impresiones fuertes producidas por la
coano era celoso de su fe. Los neófitos no podian vivir entre celebración de los santos misterios, en aquella iglesia tan "suya",
ellos. "Ni una sospecha de herejía", siquiera, había caído sobre acaso junto al padre en el sitial de honor reservado para el
ellos (10). Sería acaso exagerado decir "que Ignacio conservó patrono, viendo actuar a su mismo hermano en el altar?
siempre para con Dios el amor a la Misa la veneración a los La Bula de Benedicto XIII es un documento precioso que
templos, el respeto a los sacerdotes religidsos y todas las cosas permite puntualizar hasta dónde llega la vida cultual religiosa
sagradas" (11) '
tal}a, es indicio, pero
que
la confesión de Pamplona antes de la ba-
· los '
en Azpeltia_en 1414, ochenta y cinco afios antes del nacimiento
no estaba alejado de sacramentos (1 2) ,
20 21
. orto se ie fmpone ia obligación de
.. - oía. Si al P;atr e "otro sacerdote que acompañe
de Migo de 1:~uia haya _si_elllPrcUga la Misa muy de madrugacta inehes de ios ministros cie Dios, y su Práctica dei proceso crimi-
que en la pa:1 rezo del oficio, Irabajar en el campo" ~18), quiere nal hubo de tener una gran resonancia en· España y fuera de
al rector e~riegos que salen a a satisfacción de su piedad. Don. ella (21). En la visita a una cualquiera de las grandes bibliotecas
~¡~
para 10 1pueblo 10 e?'1ge P:~ su sacerdocio, está el sacrificio.
decir q el sacerdote, viva o 'aiosas del pueblo, Y, en la paz de
romanas se tropieza, aún hoy, con versiones y ediciones del libro,
que demuestran la popUlaridad y aceptación que obtuvo por todas
partes (22). Escritor fecundo, pastor celosísimo, gloria secular
de e~táon las eXigencias_ rell';ná~ tarde, las rentas eclesiásticas indiscutible, ha hallado, por fin, en uno de los sacer~otes de su
Crecianerdo e Isabel, un sig1ºs aspirantes al sacerdocio, que el vi- diócesis el ,biógrafo que estudiara, con singular cariño y acierto,
Fern 1
UD1entaron. Eran .tantos otuvo que proscn·b·1r, a sup· r1cas""del Pa-
su vida multifacética (23).
~ario general de pamploint·ª más de una Misa nueva al año (19).
b a en Azpe ia
trono, no ay talgia con ia lectura de libros como los El Aviso para todos los sacerdotes es el que más nos interesa
Nos Invade cie~tª/º~guna que otra exageración, hay pálpi- entre s:us libros. Fué publicado en Madrid (24), en la imprenta
de Henao. En m~dio ~tual rica, que se vivía en Azpeitia y en de Miguel de Eguía, tan íntimamente relacionado con el movi-
tos de aquella vida e rimer~s años de Iñigo de Loyola. "La prin- miento humanista de su tiempo, y con quien Iñigo de Loyola
1
la cas~ To!re en ~t~nato es servida con mucha asistencia de habia de ponerse en contacto durante los días de su estancia en
ci~al igles~a de~a~erdotes, que son un rector, siete beneficiados, Alcalá (25). Precisamente en el año de 1539, cuando Iñigo con-
ve1Dte Ycinco d tercia y quince expectantes. Cántanse los divi- servaba aún frescas .en el alma "las reliquias" de las consolacio-
dos ca~e~andes ~isas Mayores y Vísperas todos los días, con la nes tenidas en su primera Misa, y conocía ya al "santo don Die-
nos Oficios e
solemnidad que cualquiera Iglesia o eg
e 1 ial" ( 20) . go" (26), hermano del impresor de Alcalá. El libro, que mereció
ser traducido al italiano (27), tiene, dentro de nuestro estudio,
Quien no haya vivido, hoy todavía, en ese rincón delicioso, valor meramente ambiental.
entre los maizales del valle y ~ajo l.a sombra del ~zarraitz, acari- Es la época en que "los sacerdotes persuaden a los fieles
ciado por la sonrisa de las Virgenes de sus ermitas, en un am- para que dejen, a la hora de la muerte, un gran número de
biente que aun ahora, conserva intactas las esencias más puras Misas a decir, sin haberse cuidado antes de pagar a sus acreedo-
de la fe, eÍ respeto más profundo al culto Y a la celebración de res", y, abusando de la buena fe y devoción de los fieles, se
los divinos misterios, con los viejos patriarcas de nuestra tierra, "Comprometen a tantas Misas cuantas en un año no podrían
que oyen la Misa Mayor de los domingos y acuc3:en a Vísperas, decir muchos sacerdotes" (28).
no podrá comprender fácilmente el ambiente religioso que rodeó En una palabra, los fieles, a los que se refiere nuestro Bernal
la primera infancia de Iñigo de Loyola. Ellos vivieron en una al menos, creen en el valor del Santo Sacrificio de la Misa; su
sociedad en la que, junto a lacras morales serias, era permitido fe ingenua degenerará a veces, si se quiere, en vana supersti-
a los labriegos y artesanos "ir a la Misa, muy de madrugada, ción, y será explotada por la avaricia de sus sacerdotes, pero
todos los dias". siempre fué indice seguro, para saber el puesto que la Misa ocupa
El Obispo de Calahorra, B. Díaz de Luco, nos viene como de en una sociedad, el interés de sus miembros en contribuir, de
la mano para nuestro intento. Es hombre de prestigio sacerdotal. una u otra manera, a la celebración de los Santos Misterios.
En T~ento, su palabra de "canonista docto" habia de abrirse paso Si la experiencia dice que cuanto el servicio de la Iglesia es
por si solo. Conocía, como pocos las miserias de su tiempo y de mejor, más ordenado y continuo, tanto más crece la devoción
su diócesis,
. que entonces se extendía
' hasta muy dentro de lo que de los parroquianos y se inclinan a participar en los divinos
hoy es diócesis de Vitoria. Por eso, la situación reiigiosa, serena- oficios, "bien está -dice Bernal Diaz de Luco- que los curas
tengan buen cuidado de que sus Iglesias estén bien servidas y
:e~: ~eflejada en sus páginas, sin ditirambos ni recargamiento y se digan Misas mayores y cantadas en los días festivos y en
clero~ ~:• vi~: ª ser, poco más o menos, el ambiente real del los otros ellas de la semana, conforme al número de los benefi-
entonces a 1 :':uó e? la parroquia de Azpeitia, que pertenecía
cesIS de Pamplona. No ignoraba el autor los cri~
ciados, la entrada de los beneficios y la cualidad del pueblo" (29).
~ . . 23
ahorra ptopónia cOlho meta a sUs
. el obisJ>ó de Cal itia -po r lo que ya sabemos
Esto q\i!n la parroquia deA:0- era térm ino y reali dad, y
diocesanos, nio de Gabriel de H~'Mlsas mayores y cant adas
No se trata de justificar una actitud ni much
prese ~tarl a como modelo a nuestros tiem'pos sino o menos dé
de} te5tim~ien que se trat.a de antos "beneficiados, cape con
", el espiritu de una época lejana. A este fin, re¡ul tan de pene trar
i:
obsérvf de luces, órg~ os io~ años' de Rom a bast aria
pro{;cia y expectantes ·!~l as cosas sagra das: visperas,
llane s
a Iiiigo
éste Y otros pormenores del libro al que venimos hacie interesantes
re~cia: que los días de trabajo "no digan a un mism o ndo refe-
~ei la múSica y el canto ara quedarse sumido en la
misas Misas que se suelen decir, sino de suerte que dura tiempo las
nte
0
áras cosas semejantes, :s que su iniciación litúr gica, más alta mafi ~?ª Y a todas las horas haya Misa; que se digan toda la
~ración" (30). Para n:ot :lt~ espléndido, viene ya desd
el gusto pera s en los domingos y dias de fiesta, y en las vigili "las vís-
e Loyola. sada ment e Y en buen modo, con sus capas pluviales, as ... , repo-
a la música sagrada, ad c a las que asistia con frecu enci otras cosas debidas; que se tenga el mismo cuidado cetros y
Todas estas solemnid es ·en las breves visitas de la Casaa ante s digan Maitines en las fiestas principales, en las que, en que se
O Torr e aunque no
de su marcha a Arév~i;ir en la corte, debieron dejar una huella teng a obligación, el pueblo concurre" (34).
durante Jos afios que ibilisima del menor de los Loyo
grande en el alma sens la. La reforma de Trento, medio siglo después, se ocup
Sant a Misa. ó de la
isas mayores, si el núm ero de los bene fi-
"Ademá~ de las !nte s lo permite, debe el sace rdote con Se ve clara una de las preocupaciones de los Padres de
ciados Yclérigos res! tal modo que en todos los ellas labo cura to en el Decr etum de observandis et vitan dis in celeb Tren -
de almas disponer meuy de mafiana, para que pued an rable s sae ( 35) : Bien asen tada la doctrina, trata n de enca
ratio ne Mis-
oirla los
h a Misa s1empre
ay ' l otros trabajadores que teng an devoción, ante s de y la devoción a la Misa, lejos de toda superstición.uzar la piedad
artesanos Y os
ejercicios" (31). Debia ser muy creeido e1 nu- ·
ir a sus trabajos Y
mero de artesanos en el valle de Azpeitia, Y 1os "g izone " d 1
·as de la casa Torre partían muy de maft ana, como s e as 2.-EN LA CORTE DE AREvA LO:
cercar hoy, 1507 - 1517
u
a sus trabajos del campo. Pensar en que "debe h a ber
una Misa
para los que tienen devoción", es ya por si solo un deta Ifiigo pasó de un ambiente relajado moralmen
hay algo más significativo en la página de Bern al, nada lle. Pero menos relajado todavía: a la corte de Arévalo (36).te a otro nn
y pueril en sus apreciaciones: "Los indevotos se
inge nuo años de la adolescencia no son una buena recomendaLos quince
.suelen mover, no
pocas veces, a asistir a la Misa diaria por la buen a opor exponerse, con todo el fuego pasional de la juventud, ción para
que se les presenta de oírla, o por la vergüenza que les
tunid ad gros que salta n entre magn ates y damas. Al fin y a los peli-
caus a el noble, y la inge nua candidez del muchacho que entra al cabo era
ver a los compafieros y vecinos que asisten a ella" ( 32). mera vez, a la iniciación de la vida cortesana, sin apoy, por pri-
La Misa lleva aneja la predicación de la pala bra divin sin experiencia propia, con la psicologia propia del o alguno,
hambre de ella en las almas. La preparación y suf!cien a. Hay que a los cinco años de edad perdió a su mad re hijo menor
sacerdote para este ministerio, las mate rias más prop ias
cia del suyos licencia, disolución, ambiciones y hamb re dey vió en los
enseñanza y catequesis, la suavidad en el decir y la prud
para la hubo de encontrar, por desgracia, una mano que le pendencias,
el adaptarse al modo y manera de ser de cada uno, soh tema a en
enci completo las puer tas de la malicia y le cerrara, ya delabriera por
maneja a la maravilla Bernal. Pero, ¿cuándo podr á el
s que bién, las de la inocencia. En medio de todo ello, Ignactodo tam-
sace rdote la vida "desgarrada" a que se hacia mención en el io llegó a
hablar a todos sus fieles? comienzo de
este estudio.
"Seria conveniente -ya que asi estab a orde nado Pero si la integridad del dogma, la "fe incontaminada
:ente en la Iglesia- que los domingos y fiest as no se dijanttg ua- timb re de hono r en la familia y en el país de los Loyo ", era
ese Misa la,
as~~ ~i:!u :~! antes de la Mayor,_para que los parro era menos, entonces, en la corte de Castilla. Los cuida no lo
quia nos que mate rnos que Magdalena de Ar.aoz prodigara dos más
o sus encarg d para escuchar la doctrina que los cura en la Casa
a os suelen exponer" (33). s propios Torr e al huerfanillo, son ahor a cuidados que le rega
24 la otra mu-
25
, tianas : Maria de dueva ra
ra y pie.dad cri~ la nüsm a nosta lgia de la
trato
jer, r~abla. de ter~~ ª 1engua. V.itno en Arévalo, en el palaci o
37 Il la .JJlíSr~cias a ella, ~ era se puso en conta cto "con Sacram ento se esconde no tan sóio la virtud o ia figura de jesú-
< >· abandonadª· ~ alcázar de Naj d~ poesía castel l~n~, cristo, sino El mismo, que "por Pan se dió--l a Carne que conci-
tanto
~::áva rrete, ~-en esana y profund:vos ascéti cos Y r:h~1o sos en bió--l a Virgen, flor de las flores" (46). Si la presen cia real es
ella florac1on .. ,a.nistica, con mo ·nu·ento de la mus1c a y del el funda mento de la Comunión y del Sacrificio, porque aquello
aqU O bUJJl, 1 florec1 se "recibe y se ofrece" que contiene el Sacram ento, el vate fran-
popular cOJJlco rteJada por e ciscano la pone de relieve. Luego, con penetr ación psicológica,
gran parte, . la que el alma popul ar vibra profun da, retrat a magis tralme nte el conflicto sentim ental que
canto" c3s). a de una regio~ ~na · cualq uiera de sus paisan os en aquell a hora nacier a en los discípulos presentes: "los corazo-
Iñigo uega\e sia y de la music ~ largas con las dulce s mela- nes estaba n en dos extremos partid os:-es el uno que pensa-
al ritJJ10 de 1ªu~ hOY, de pasar hO:n Jos Jabios, o con los oidos ban- en el Pan que adora ban,-r obado r de sus sentid os-Es el
sería capaz, ª ·onero vascongado en tonad as lentas , matiz adas otro, en lamen tar-qu e Cristo se les partía -para nunca más
di~ del ~:rts olari " (3 9 ), quede los temas más :b anale s hasta torna r-al trato famil iar-qu e solía" (47) .
abierto~ · 0 de emoción, cant~ ~e:os Así el Canci onero de Fray Del hecho de la presen cia real, con un leve recuerdo del

:::~o
de iro~aprofundaIIlente rel~gio • co~o aquell os qe su tierra
O
Montesino, fra;c~ ~f~a 'católi ca, de sus dama s y con-
40) "vate predilecto de sa antab a al son de tonad as
popul a-
camin o por donde se llega a ésta- la transu bstanc iación -, pasa
al modo en que Jesucr isto está presen te en el Sacramento:
"... Puede --ser la Hostia partes hecha -, y que, partid a, suce-
(eje:os en cuyos palacios se ;uesto proba bleme nte en vida de la de-qu e Cristo entero se quede -en la grand e y más estrec ha"
sres" (4Í) Y que "aunque -~odm ante la vida de Iñigo en Aréva lo Y ( 48). Más adelan te explic ará cómo, por virtud de las palabr
as
', • de la consagración, bajo la especie de pan solamente se contiene
reina católic a se 1mprim
año de10 ur • d
1508,, ( 42), debió ser muy e su agra o.
d
el Cuerpo de Cristo, y por conco mitanc ia natura l, la Sangre, el
en la corte, en el ·
~= creta vena de su pieda d y devoc ión
Si aquí "se .topa con ~~ Iñigo ( 43), intere sa el anális is de
en la primera formacitn r si pudie ra hallar se en él algo que
este precioso docUII1en o, po .
alma, la divinidad. Ahora quiere gustar en el silencio de la fe,
la entrañ a mism a del mister io: "que es uno solo exent o-de ser
otro en cada uno,- y que, partid a suced e-que Cristo entero se
quede -en I.a grand e y más estrec ha" (49).
diga relación con la Santa Misa.
La Eucar istía fué insti:tuída p_a ra nuestr as almas, como ali-
mento espiri tual que nutre, antído to que li_b ra de las culpas coti-
vate franci scano es cristo céntri co. En tor- dianas y preser va de los pecad os morta les ( 50) : "Pan de esfuer-
El Cancionero de1 zo, vida enter a-con tra vicios capita les,-p or Ti huye y desespe-
e isto se desarrollan todos los otros mot·ivos.· la Trinid ad,
~:merec!
;ir :n María, los Santos. En él hay _dos canciones qu~ _nos ra-la guarn ición y bande ra-de las hueste s infern ales" (51).
Vínculo :de unión intima , estrec hísima , con Jesucristo, en
n una más partic ular atenci ón: El Trata do ~el Sant1 s~~o
Sacramento de la Hostia consagrada, que metri fico po~ serv1c;o quien nos transf orma: "Cuan do te nos das así,-n o te conviertes
de la más ilustre y magnifica señora, la duque sa Don~ Mar a en lfilÍ,-m as yo me transf ormo en Ti,-d el mund o y de mi par-
Pimentel, Duquesa del Infantazgo, y fa cantil ena que h1~0 para tido" (52); prend a de la felicid ad futura y de la resurr ección de
cantar en la Santa Misa en devoción de la Santa Bost1 ~ ( 44!· los cuerpos: "Dame, Señor , segura salida de la cárcel de este
Conocemos otras dos piezas en prosa del mism o autor : Ahqu alis cuerpo " ( 53).
praeparatio animae y la Protestación para antes de comu lgar, Pero la Eucar istía _es Sacra mento y Sacrificio. El mismo que
que nos serán muy útiles para penet rar el pensa mient o del autor se recibe, se ofrece. Y el "Sobe rano Pontífice", que con.su sabi-
en su Cancionero. duría "alum bró al mund o" y con su santa Encar nación "le ensal-
La Eucaristia es el Sacram ento institu ido por Jesuc risto en zó" y con su precio sa muert e "le redimió", es el mismo que "ago-
aquella Cena "en que fenec ió-el hamb re de tus amore s" ( 45 ), ra, 'gozado de su inmen sa ·c aridad ", para conse rvar lo .que había
dándonos su Carne en comida y su Sangr e en bebid a. En el repara do, es "en esta Hostia viva Sacrificio y Sacerd ote, dador
26 27
or la iguaj.dad qué
. ia recib e, P
z Y el que "horno en el que fué fabricado por el Espíritu Santo", con la
· tón de pa ' tal" (54). ? porque es "memorial harina de su pureza original, este Pan ( 64). Ella es la gran
y don, obl:iCpadre ceiest. ía es sacrifiCi\a- la pasión del Rey reparadora de los bienes divinos, y toda gente somos deu-
tiene con ·cótnº la Eu~ar;!i, se represe:udas ni equívocos, des- dora a Ella, "porque el pan que nos mejora de s~ entrafias
:Mas, tón": "en T1, naYª 1ugar a representació n: No es nos vino" ( 65).
de la pas y paJ"a que n~iSJllª de e~ta . ues que se ve, con los El poeta, que escribia para mover voluntades, tenia que se-
fiel" ~55\a natural~za real renovacton, ~ificio hay "plagas que fialar las disposiciones con que el alma debe acercarse al sobera-
entranª recuerdo, siilº 1 EucariStia-S~ ~ -mas en vivo origi- no misterio. Llena de fe, "porque el callar con el creer-en cosa
desnudo f cómo en .a da5 en fron , tan admirable-es , según mi parecer,-la vena del merecer-eo-
ojos de la e, no pinta
amor consten~, (56). er misteriosa, pero el mis- rona perdurable" (66), pero de una fe viva, actual, puesta en
ejercicio en el momento de la consagración: ''Mirese de tal ma-
Esta renovac1:: :ealidad: "Esta,,
terio no obstJ:I. a h -es tnisterio. · ·
~:7).
na1-del pacie . . eal no deja de~ tia en parte lisa-y en

as
'Así como la S~grooa
que hizo la 1mpre-
nera--esta Hostia, nuestro centro,-<¡ue nuestra fe se refiera-no
a I.a cantidad de fuera,-mas a la gloria de dentro" (67) ; en
estado de gracia, no sea que "El que trata el sacrificio,--e n lugar
parte de cruz heC a,en Dios eternal-tn al" ( 58 ) asi la Eucaris. ti a
es de vivir, muera-si lo come con dentera-de algún vicio" (68).
pastón, "Sin to':'~omplexi ón-naturdezca a~ui la divinidad Y la Con devoción y lágrimas, para gustar la suavidad inenarrable,
sión,- en so1a s o real, sin que pa
rificio verdader , d Jesucristo. escondida en el más grande y más tierno de los Sacramentos:
sac .dad glorificada e "No se curen de razones,-que el secreto hagan raso-mas laven
1 . gica y emoción serena con
human~ ué decir de la exactitud
Y "q de las propiedades, de
/!~1~r de la santa Misa? En la sus corazones--co n llantos y devociones-c on tal caso" (69).

que habtfe" hora del sacrificio


"venera
se.:
la nueva presenc1. "
bren los cielos a la voz del
corporal se derrama por el
salvar" que fué el
Si el valor de toda "esta literatura tan rica en la Castilla de
entonces está en que ilumina un aspecto, más importante que
atendido hasta ahora, del escenario en que se desenvolvió la
sacerdote, Y con d clemencia para '
d o mayor diluvio e . ,, ( 59 ) El misterio se acaba en juventud del autor del libro de los Ejercicios" (70), y nos des-
mun • ia "para pumr
pasado de just1c de él nos · procede es " e t erna". Es el cubre el influjo, "indirecto y subconsciente ", de toda ella, en la
ero la salud que ,, ( 0) primera formación del recién convertido, yo diría que este am-
un punto, P · ble concordia 6 · biente eucaristico-sa crifical, más importante que atendido hasta
"sacrificio de pe urard t Misa es el acto glorificador
PUestos los ojos en Dios, la s~ntoa "Sumo Sacerdote Y Pontí- ahora, que vivió el alma apasionada de Ifiigo, fué abriendo ca-
mino a una espiritualidad en la que la Santa Misa había de ser
por excelencia que ofrece,, J esucns
r medio •
del sacerdote, a cuya voz centro y quicio indiscutible.
fice" Y su "Santa Iglesia ' po la Humanidad la Misa es
los cielos se abren. Puestos los ojos en .
ll gan toda suerte de bienes '. ( 6 l)

nd
el puente de oro por do e nos e a la hora del sacrificio--es -
"-Sean los cristianos ciertos- que . · Los libros de caballería invadieron Europa en el medievo, y
tos-libertad por seria dificil comprender el alma de aquella edad sin haber pe-
tán los cielos abiertos."-''E dan a vivos_ Y muer az de perdón:
beneficio" (62) . Vena inagotable de bien, de
"Aquellas llagas relucientes-n o se agotan.-
Álli' todas cinco
netrado el alma de los libros que la nutrían. Como sería dificil
entender a los hombres de hoy sin haberse asomado antes a ese
an el per-
manan remedíos no finales-y del Padre Eterno gan - mundo de la -literatura moderna-cin e, novela-, que forma o
dón de los que sanan-de sus culpas criminales" ( 63) · deforma el criterio y los sentimientos de la gran masa.
La pluma del franciscano en medio de la corte espafiol;i. q~e De éstos, el Amadís de Gaula "fué uno de los que por más
tan al vivo sentia la devoció~ a Nuestra Señora, tratando de a tiempo y más hondamente imprimieron su sello, no sólo en el
· dominio de la fantasía, sino en el de los hábitos sociales" ('ll) .
Eucaristia, tan estrechamente ligada con el dogma de 1a mater- . r-·
nidad divina de la Virgen santísima, no pudo callar la mte Los reajustes y r,efundiciones del famoso manual de los caba-
vención de Maria en el gran Sacrificio Eucaristico: Ella fué e1 lleros andantes debieron llegar a Castilla "con la edición tipica-
28 29
Montalvo, cuya primera
e aarci ordóñeZnd!na idea del "éxito obteni-
Se ha escrito mucho, en la acera de enfrente, del influjo que
rnente castellanae~ de 1508 (72)- º\e se hicieron, sólo en Espa- estos libros ejercieran en el alma del converso. Ya antes de Una-
icióO conocida J.nCO ediciones q muno, Stillinfleet Y Larousse parangonaron a Iñigo con el famo-
ed }'brO 1as c
do por el 1 1,, (73). 0
de 1as Sergas de Esplan- so Don Quijote. Pero con una diferencia sustancial: para Larous-
fia, hasta 152 AJJ1adís de Ga~la en el lector de hoy. Los que se (78) Y para el Obispo anglicano (79), el espíritu de caballería
La lectura de extrafia impresión se derrumban por la des- que animó a ambos dos caballeros es despreciable, ridículo. Para
dian produce ~::os a ver tronos : e antaño, o damas a las que
estarnos ya h mejores servidores de caballeros como aquéllos,
Unamuno (80), no. "¿Qué locura colectiva podríamos imbuir en
estas pobres muchedumbres?-se pregunta-. ¿Qué delirio?"
lealtad_ de 1~!s hace volver los 0 ~º\a lealtad de Amadis a su rey (81) . Este canoniza lo que aquéllos ridiculizan.
la reahdad os con 1a lectura e ··sma pena que experimenta Entre nosotros, el primero en señalarnos un campo nuevo de
·rnenta:m , • a la m1
experi su dama orian , queftos crecen y llega la hora estudio ha sido el Padre Leturia, al valorizar uno de los pasajes
L1suartaedrºe ~iendo que sus hijonsdepreán ellos sus caminos. del Amad.is, en que se describe una escena de vela de armas.
una rn la empre "Tiene mucho de poética y devota-concluye el Padre Leturia-,
en que, dejándola so ' uélla. Admitimos con gusto Y bus- y se comprende que Iñigo encontrase en ella estimulo de imita-
Esta época no es como aq el crecimiento. Pero sentimos ción" (82)'.
progreso,_glo deie de ser niño, sin la in-
Os con ahinco el nuestro
cam si J 1 it d Y ¿no pudiera haber en las páginas de Amadis o del Esplan-
•erta trlsteza de que " bi'a mezclar las mayores ax u es dián otras escenas devotas, religiosas, que hubieron de despertar
c1 el otro que sa
genuidad de aqu e religiosa profunda" (74). en él el mismo estimulo de imitación? Antes de adentrarnos en
morales con una f aleza intima, no dejan de ser más o el tema de nuestro estudio vamos a detenernos en otros no menos
Estos libros, en su natur famoso Don Quijote de la Mancha, reveladores, que nos llevarán sin violencia alguna a medir el
1
menos religiosos. Cuan~º: ~~: quemar los libros de caballería que influjo que, en general, pudo ejercer el libro en San Ignacio.
el cura y el_barbero qmsiede un hombre ·.d e bien, solamente tres Así nos será más fácil llegar al influjo particular que dichos
habían vaciado los _s~s~sA dís Pelerín y Tirante blanco. libros pudieron ejercer en su devoción a la Santa Misa.
se libraron del suphc10. ma ' El Fraudalo, que, por consejo de Esplandián, se bautiza con
rlo-dijo el cura, refiriéndose al Amadis-,
-Hay que quetmad donde vienen todos los otros libros de el maestro Elisabel, no se quiso mudar de nombre. Con el mismo
porque es la fuen e e que había vivido en "el servicio del enemigo malo" quiere servir
caballeria. ahora al Señor, y hacer tales cosas, que, "siendo ejemplo de
-No señor-repuso el barbero-, porque es el mejor de aquellos parientes y amigos", sea causa "de los tornar al co-
cuantos ha producido el ingenio humano en ese género. nocimiento de la Santa Fe Católica" (83). El Iñigo converso
siente deseos, en 1535, de visitar Azpeitia, de ir a sus parientes
Nunca hubiera permitido el cura lo que cons~ntió, com~ y amigos, no "a los tornar a la fe católica", pero si para "dar
"tampoco lo hubiera consentido la Inqu_isición esp~ola--en ~- causa alguna de edificación alli mismo donde había sido causa
decir de Menéndez y Pelay~ si sus págmas no hubieran resp de escándalo" (84).
rado la fe y las instituciones católicas" (75). Una preocupación bien característica de Iñigo, desde la pri-
Que el Amadís, con otros libros del género, llegó a las ma- mera decisión de servir a Dios, fué la de la Cartuja. Ofreciasele
nos de Iñigo de Loyola, es cierto. Se lo dijo él mismo, en dos meter en la Cartuja de Sevilla sin decir quién era, para que en
ocasiones, a su confidente Luis González de Cámara. Porque menos le tuviesen y alli nunca comer sino hierbas (85). No es
"tenia el entendimiento lleno de aquellas cosas, Amadis de Gaula raro en lós libros de caballería encontrarse con héroes como
Y semejantes libros" (76); tan pronto como cesaron los ap~ros Andalid, que, tlespués de haber pasado ''la mancebía en muchas
que le hiciera pasar su pierna quebrada, el enfermo conval•~cien- vanidades" (86), llegan al retiro "por la merced de Dios", porque
te, caliente aún el alma con el fervor de Ja visita de San Pedro, "los que le han de servir tienen grandes inconvenientes y en-
"sintiéndose bueno, porque era muy dado a leer libros de caballe- trevalos contratando con las gentes". Pero la coincidencia es
ria, pidió que le dieran algunos dellos para pasar el tiempo" <77 )· 31
30
. ó a un criado que_ iba a Burgos
. Iñigo mand
1 cartu ja de M1raf lores (87) • todos los sentim ientos morales de la person a; otra mund ana, que
aún má.S perf:~ de la reglalasde c~rona s a Amad ís Y Orian a, s~
e inform dejando aband ona totalm ente en las manos del diablo. De ordina rio, estas
que s Brtsena, aflores ( 88). dos concepciones se manti enen en un equilibrio oscilante, Y en-
usuarte Ytambién en Mir de Monts errat, pensa ndo, como tonces se ve a esta gente apasio nada darse, de improviso, a una
retiraron d LOyola fuése cami~~e babia de hacer por amor de impet uosa devoción en medio de los más groseros pecados.
Ja,
Iñigo · en 1as hazañ~leno de aquell as cosas" . Una vez en Los emper adores de Amadis y Esplan dián tienen sus capilla
si~mp.~e ~~ el entendiJllle~to concertó con el confe sor el dia de y capellanes. Los caballeros se levant an a media noche para con-s
D1os,o!terio, biZO oracion~rar tres dias, Y decidi ó con él mismo fesar y comul gar "con gran devoción". "Siendo venido el alba, el
el :nfesi?D, que babia de !la, y que la espad a y el pufial colgase emper ador y la emper atriz, con su hija y dueña s y doncellas,
su -..,andase r~coger la m ñora "Este fué el prime r homb re a vienen a hacer compañ.ia a los que .. . han de entrar en la bata-
que ... Nuestra 5e · lla", y, "oida por todos la Misa", Norandel, toman do consigo los
en el altar de determinación" ( 89) ·
quien descubrió su nueve caballeros, mient ras los otros "ruega n al Señor de las
# i antes de habla r con nadie , se infor- victorias", se presen ta a la infant a Leoni na, e hincad as las rodi-
Es de pensar que In ~~Í monasterio. Sin duda que hubo de llas, se le ofrece a su servicio ( 95) .
mara de los con!esof:sbiografia del confes or de los peregr inos:
hacérsele simp_áticaones el hombre que, a los treint a y dos años, Para ellos, la Santa Misa es una especie de amuleto, cuerno
Dom Juan de_~ban la vicaria de MireproiX para vestir )a cogulla de buey o herrad ura de caballo, que trae fortun a, libra de los
peligros, salva de las desgra cias corporales. Gerson tuvo que
habia re~un~:~º ªQuién de todos los monje s tenia más semej an- arrem eter con dureza contra los que, en su tiempo, decían que
benedictma it:! del Amad.is para que Ifiigo, anima do por la los que oyen Misa por la maña na no se queda n ciegos aquel dia
zas con el erm tura 0
¡i,u
de la vida de los santos, " pudiese t ornar
'
(96). Exigia n mejor trato el prestig io y la revere ncia de las cosas
gracia en la lecnue ·
a su alma v buena concienei a se reque riria · ", sagrad as. Cuando Amadis se partió con gran cuidado de la insula
consej o de lo ~ - • d it i Firme, tan encub ierto que Don Galao r ni Flores tán, sus herma -
y luego acaso seguir su mi~ma vida de retiro Y e pen
ene a ?. _
Las páginas del Am~is o del Espla ndián están salpic adas de nos y su primo Agrajes no lo sintie ran, tomó seguri dad de Isango
tiernisima devoción a Nuestra Sefiora, media nera para con s_u que "gelo no dijese hasta otro dia, después de haber oido Misa"
Hijo. La súpÜca de Amadis, en una_de las ermita s, hinca dos los (97). De esa maner a, el disgusto que tenía que ocasionar la noti-
cia a los suyos no tendri a efecto s más desagradables, e Isango as1
hinojos en tierra, y llorando, debió leerla much as veces el dev_o~o lo htzo: "que habiendo oido la Misa, ellos pregu ntaron por Ama-
peregrino de Maria: "A Vos, Señor a, me encom iendo qu~ me dis, y él les dijo: Armadovos e decirvos ha manda do" (98).
acojáis en vuestro glorioso Fil~, que haya pieda_d de mi" (9~).
El dia en que se arman caball eros van a una iglesia para
Que Ignacio no sabe-p resent arse al Hijo sino por la Madre, tener alli la vigilia. A no ser que, como Galaor, ya aquell a maña -
no hace falta decirlo. Uno cualquiera de los famos os tres colo- na hayan "oido Misa, y visto el Cuerpo de Dios" (99). Nunca una
quios del libro de Ejercicios (92), o una págin a cualq uiera de su batalla , en nombr e del rey, sin antes "habe r -oido Misa con él"
Diario Espiritual, basta para probarlo (93). (100). Enton ces, besánd ole las manos , cabalg an con sus
caballos,
Finalmente, ¿cuál es el puesto que ocupa )a Misa en los libros y van al campo donde ha de ser la batall a con los roman os, que
que tan profunda huella dejaron en-el alma de San .Ignaci o, "a "ya salen armad os ..."
quien le era más fácil desprenderse del mund o que de los crite- Fué cuand o todos entrar on en la capilla "para oir Misa"
rios de caballeria!'? (94). . . que Beltenebros mirab a las doncellas y los caballeros, se acor-,
dó de si, de su señora y de la vida pasad a, comenzó a llorar muy
e!~:: ~
ri Aqui no se concibe una escena fuera del marco palaci ego. La
e~honor, el orgullo, son las tres dama s peligr osas que
la conci¿nc~ Yd~o~he, a los qué viv,en bajo sus techo s de oro. En
r,e ciame nte, e "finca ndo los ojos delant e del altar rogab a a la
Virgen Maria, le socorriese en aquell a gran cuita en la que se
encon traba" (101). Con espírit u bien distint o, Ifí.igo de Loyola,
para}elas op ~ ombre medieval se forma n dos concepciones en los grand es negocios de la Comp añia, aprov echará la hora
' ues as: una ascética, que absorb e, como por ósmosiS,
32
33
ar a la Madre que venga
gijo para rog
•fi iO del 02) Hernando-decía n los reyes-, en ninguna manera se habría lle-
del sacr1 e a uda (1 · . .a 1as cosas de devoción. vado a cabo la gloriosa hazaña" (111). Otros dormían sobre los
proP;~:UcriSto en su ~puja el apri~~~ros de los caballeros, que, laureles, mientras el gran Arzobispo daba mano a la obra impor-
con no sieIIlPre :aJilbién en 10s uerte a vida, suben a las tante de la conquista espiritual de árabes y moriscos. Los que
peroa.s deucad~• tornad8:'5 de ~ ue "oyendo Misa, puedan no comprendían que, para atraer a las gentes a la celebración de
gay al·~a.s del pe11gro, n 1as penas, po ria merced que su glorioso los Santos Misterios hiciera cantar coplas devotas, en lugar de
en sal1 oraIIlad!lS e c1·as de aque responsos, hubieron de tratarle de revolucionario, bajo la peli-
ernll•t""
""' ene..Maria. dar gra3 grosa censura, "que era cosa nueva en la Iglesia decirse cosa en
a 1a Virgen hecho" (10 )· . os entre los excesos y su- lengua castellana". Sus catecismos bilingües no convencieron a
Fijo 1es babia b·ente que estudi~: ;, la Misa, saltan también
8f1
Así, en el ~ue cae la devoc El alma de San Ignacio, con
todos, no gustó el trato de igualdad que daba a los convertidos,
y fué denunciado a la Inquisición. Si hubiera prevalecido su cri-
persticiones e~ gf: precisa, ,e ~cta.n los libros y con el que, en las terio de adaptarse a los usos y costumbres de los recién cristia-
goJ~es de. te?e~to que aprendiera;adurez de su vida mística, le nos, acaso no hubiera llegado la trágica quema de los moriscos,
el dISc~rill~nes inefables de la é limpiándose de toda impureza con el consiguiente levantamiento contra el Cardenal Cisneros
comun~caci~l Espíritu santo, !u terna de la devoción y amor a apaciguado gracias a la intervención de fray Hernando ( 112).
tnfund1er: rse con la sustancia ~ los años de su inf ancla. Es muy probable que las obras de tan conocido personaje
para que a h bia aprendido des e
la Misa que ª vinieran a meterse en la corte de Isabel, en vida de la reina,
cuando ésta se confesaba aún con fray Hernando, y en ese caso,
d aballería a los tratados ascético- Ignacio llegaba a tiempo para dar con ellos. Dado -e l carácter
Al pasar de los libros ed c Talavera para el estudio de la manual de algunos de éstos-pequeños devocionarios para la
morales de fray Hernan_d~ :an Ignaci~ de Loyola en Castilla, Misa y para la Confesión-, bien pudieron conocerlos en casa de
6 doña Maria de Guevara o aun de la misma Magdalena de Araoz.
Misa en ambiente que v~;~ No consta históricamente que el san-
se impone una advertenc\ · e significan las ceremonias de la De los tratados de fray Hernando hay uno que merece aten-
to leyera El Tratado d~ 0 qu de confesar reduciendo todos los ción muy particular: El tratado de lo que significan las ceremo-
Misa (104) y la Breve. ;rm:10s diez mandamientos (105 ), como nias de la Misa; pero nos servirá de aclaración, en el estudio de
pecados mortales Yv~~ia es n a sus manos El ceremonial de las sus páginas, un cotejo con otros dos tratados suyos: Breve forma
tampoco consta que egara ·'n para comulgar (106), y El Trata- para confesar y En qué manera se ha de haver la persona que
misas cantadas, ~a pre:a:ia::.zar Y en el vestir comúnmente se ha de comulgar. Estas tres lineas formarán el vértice de los dos
::i:::e:ec!:~~::~ :c!dos (107). Pero e_l silen~i? de la a~_tobio- ángulos que aquí nos interesan: ambiente, teología, ascética y
grafía en lo que se refiere a la f ormac1ón rellg1osa de In1go .en liturgia de la Santa Misa en las obras de fray Hernando de Ta-
Arévalo, lejos de cerrar el paso a la investigación, abre cammo lavera. El ambiente que rodea a la Misa, visto a través de los
libros de fray Hern.ando, viene a ser algo más crudo que el de
para los que se slenten con ánimo de recorrerlo. la diócesis de Bernal Díaz de Luco ( 113) , y menos escandaloso
La instrucción cristiana, de fray Hernando de Talavera, d~! que el de Italia y Francia en la misma época (114). En lo que
que forman parte los cinco tratados arriba enumerados, debio a los celebrantes toca, ni faltan sacerdotes que digan la Misa
imprimirse (108) entre los años de 1492-1507, y recuérdese que principalmente por la ofrenda que les dan, ni los que reciben
Ifiigo salió de Loyola, camino de la corte, antes de 1508, fecha encar-gos de decir las mismas Misas que ellos habían impuesto
de la muerte de su padre, y después de 1504 (109). La figura del en penitencia, ni quienes, sin escrúpulo, la dicen "teniendo
ilustre prelado, catedrático de Salamanca antes, prior de los Je· manceba" (115).
rónimos de Valladolid más tarde, político y cultivador de las En lo que toca a los fieles, parece estar en boga la costumbre
letras (110), llegó a ser popular en la corte de entonces. ,c onse- de ver el Cuerpo de Cristo, en la consagración, y salirse, sin más,
jero Ydirector de la reina Isabel, babia contribuido grandemente de la Misa (116). Los hay quienes vienen a la iglesia con perros,
ª 1ª conquista de Granada. Como que, "sin el auxilio :de fray
34 35
en tal tiempo, más tienen los
. (117), Y que, trepar de las manos de los
5
halcones y truhª= de 1os cantore5iJuj eres, ~ ellas a los varones"
~ "a 1os auUid es peor, a 1as das comienzan a propalarse : fray ilernandó á(¡uelia sodedad que, en ei juicio dei maestró
oJos que Venegas (128), tenía el "vicio particular de desechar .a quien no
organistas, Y, 10 ticiones ma•s absur t
istola o el Pa er "están en un fuera de su mismo linaje", aunque participara de la misma mesa
(llS). 1as super:i Evangelio, la ~uelas" (119). No pocos hacen y de la misma fe.
cuando se dice -ano sobre la5 de los enfermos (120).
la una ,... stiduras · . Jesucristo, Dios y hombre, es el primero y gran Sacrament o:
pie O co~isa sobre las ve mundo en el que v1vian, quiso signo sensible y eficaz de la gracia que de El y por El recibimos.
decir la las exigencias de1 ente "las imaginaci ones y La Iglesia participa de la misma sacrament alidad de Cristo:
Movidoz~~~po compilar bre;::ar la mente en tanto que Jurídica y externa, por una parte, esconde, al mismo tiempo, en
el buen ar s" en que se debe si los fieles desechan todo pen- su seno el alma, el Espíritu que la vivifica. ¡Sabía economía de
pensamienia MiSa (121). Porque ta contempla ción sentirán mag- la divina sabiduria que sabe adaptarse a nuestra pobre natura

:~:tfruto y singular cons;


dos como éste será ir esp g
,
:~do
se c~leb~\ue pueda retraer d~ e~ón El método, clásico en trata-
·en los doctores "auténtico s"
humana, que de lo sensible sube, insensiblemente, a lo insen-
sible y espiritual!
El Sacrificio, por definición, es la ofrenda social de un don
de la Iglesia <122>· ofundidade s teológicas , viene a ser que sólo a Dios se ofrece, hecha por persona públicame nte depu-
Más que un tratado de prlicado terso sencillo. El Sacrificio tada por la sociedad, y desde el momento que es social, debe ser
sensible. Por eso la Iglesia, desde los primeros tiempos, no
el nuestro un catecismo exp ,
dote inmortal ' e invisible, que, con la ha descuidado este aspecto social del Sacrificio de la Misa, tanto
de Jesucristo, primer sacrPad;e por mano de sus sacerdotes para rendir a Dios el culto externo y público que la misma natu-
Iglesia entera, ofrece a , raleza del hombre exige, cuanto para instruir a los fieles: todo
123
visibles < >· d la Misa destaca, con insistenci a notable, el mundo es capaz de entender una genuflexión, un gesto cual-
Entre los fi~es edo el sacerdote hace la confesión de sus quiera del sacerdote que celebra la Misa. Si hay signos que natu-
el propiciatorio· ~uf111tar da a entender que Jesucristo tomó ralmente nos descubren las interiorida des del espíritu, hay signos
pecados delantefl e ªy c~rgó sobre si todos los pecados para también que abren las entrañas de la más profunda teología.
nuestra carne aca,
''hacer dellos al Padre entera Y perfecta justic1a · " ( 124) · ondig
. c -
Fray Hernanuo de Talavera, en el otoño de una Edad Media
bada como correspondia _a la ofensa; entera, total, de en que el simbolismo adquiere una fuerza enorme, explica, una
~:~r:~~ue Dios queda aplacado con la re~ntegrac ión de esa como a una, las acciones, los ritos, las palabras del sacerdote en la
justicia conmutativa, y, satisfecho, por cuanto que el mismo reo Misa para que los asistentes se adentren en la fructuosa inteli-
suple el ejercicio de la justicia vindicativ a adelantán dose a f!: gencia (129) del misterio.
venganza del Juez. Tampoco olvida nuestro autor el gran El manípulo representa los trabajos y angustias que el Señor
latréutico del Sacrificio de la Misa ( 125). padeció (130); el altar, la santa humanida d de Cristo, en cuya
virtud y merecimie nto aplacan a Dios nuestros sacrificios (131);
Pero lo que .a primera. vista resalta e~ el resumido Tratado la ofrenda de los fieles es para reconocer "por obra" que Aquél es
de fray Hernando es aquella ascética serena, razonable , esplén- su verdadero Dios y Sefior (132); los tres Sanctus de la Misa
dida, que explica en .torno a los soberanos misterios. La Misa recuerdan las·tres Personas de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíri-
es para vivirla sencillamente. Memorial de la Pasión que hay tu Santo; dice: Señor Dios, porque son un Dios, y no tres: los
que tener siempre presente, para compenet rarse con los sufri- cielos están llenos de su gloria, porque en todas las criaturas
mientos de Cristo hasta la "afección y las lágrimas" (126), de- reluce el misterio de la Santa Trinidad (133).
seand0 padecer algún trabajo por Cristo, que primero padeció Bien es verdad que, conforme a los gustos de la época, fuerza
por ~osotros. Ocasiones para vivirla nunca pueden faltar. ¿Por algunas veces la significación natural de los signos (134); pero
qué no demandar al Señor-mie ntras se canta el htmno de 1ª siempre es para llegar de la corteza a la médula, de los ritos
r:,z, Gloria in excelsis Deo- esta paz "de buena voluntad con _externos a la vida intima; para ayudar a los fieles a que, en el
do crtstiano, de cualquier seta Y linaje?" (127). Bien conocía
36 37
,, ,, al Padré, con Jesucr isto, ''co
. ofrezcan a1go n
Santo SacrifiClO,. " (135),
alegria del corazon . ( del
os libros que llenaro n el ambie nte que . sacrificio) -es ofrec-ert e todo a Dios
. en sacrific ·
h el análiSIS de 1 te de Arévalo, alguno s de los cuales viva'. santa, agradable .a su majest ad y muy nena de io y ofrend a
. . ~Iñe_c1·g~ de Loyola en la comranos Y otros, si bien es nada Inás a Dios· Sen ~ m1 razón Dlle
v1v10 .· or o, lo que tengo os ofrezco· mi· voluntn..-'· m1·
. t mente· negaro n a susnociera y leyera, no P:Ud.ieron menos corazon
, mi· a lma, mi vida
· y · hay
cuanto en ·mí y cuantoa,u,pue-
c1er ~robable el que.Jos_ cota en su espírit u, nos toca somete r a do tener" (141).
~uemeterse, por via mdir-ec i Brémond, en su Histor ia del sent¡. e E~~re fray Hernando de Talavera y fray Juan de los Angeles
e·ci·o una página de Hen: (l 36) que, con justici a, hale dado
j Ul stá Ifügo de Loyola. Por fuerza hubo de encontrarse éste con un
• n Francia , . . ·
miento religioso e
O
de los volúmenes, casi exclus ivarnen - am~iente religioso en que la Misa, más que un acto de piedad,
universal reno mbre En un
. · . de la santa Misa · en su pat · vema a ser el centro de la piedad misma, eje y quicio indiscutible
. d a la h1stor1a ria, recuer da
te dedica o • de to.d a suerte (le ascensiones en los caminos del espíritu.
4 1 bibliografía de 1as prepar acione s para la
que, desde 16~ , la~~ flena página s enteras . "Yo no las he leído
Misa es tan nea, q f'rmarí a de muy buena gana una clara dis-
3,-ÜTRA VEZ EN LoYOLA: 1521 - 1522
t?d~~- dice-, per~o~ ~rupos de escritos: hasta e_l siglo XVII la
tmc1on entre.~os da como un ejercicio más de piedad ; con San La noticia hizo estremecer a la Casa Torre. Era el más pe-
Misa :s con: ::es (137 ) comienza a ser tenida como el acto quefio de casa el soldado a quien, en la defensa de Pamplona,
Fr~n.cisco : culto por excelencia que tiende a hacer de nosotros una bombarda le "había acertado -en una pierna, quebrándosela
rehg~oso ~ santas ofrecidas cada día a la gloria del Padre toda" (142). Los pprmenores de la batalla, en labios del mensa-
hostias vivas Y jero, vestían con aureola de heroísmo al capitán : a todos parecía
en umon e. . on el u· nico ' sacnf . . . · t " ( 138)
1c10 de J•e sucris o . '
que la fortaleza debía ser entrega da a los franceses ante la im-
Conviene advertir dos cosas: que la idea se insinú a con suma posibilidad de la defens a (143). Iñigo no pensaba otro tanto. Con
cautela-"telle est le tres délicat nuance que nous essayo ns pré- intuición de gran caudillo, fuése al "alcaide" y le persuadió a
sentement a saisir" -. Y que el autor, aunqu e se entreti ene casi defenderse. Pero aún había que persua dir a todos los otros, por-
siempre dentro del marco naci~°:al, h_ace, de cuand~ en cu~ndo, que los planes de Iñigo, a los que ya se doblegara el mismo alcai-
pequeñas incursiones en la espmtu al1dad de los pa1ses vecmos: de, eran contra el parece r "de los demás caballeros" (144); ¿por
como cuando, unas páginas más adelan te y hablan do de la mis- qué sólo él, con falta de experiencia y exceso de audacia, quería
ma materia, cita el Ejercicio de perfección y virtud es cristianas lanzarles por la pendie nte fatal de la derrota? ¿No -era mejor un
del P. Rodríguez (139). ¿Es que acaso quiere insinu ar el autor ',>acto-compromiso" a tiempo? Yo no sé los razonamientos a los
que recurrió •el hábil capitán para transfo rmar a aquellos hom-
francés que la escuela o el país a los que repres enta nuestr o Padre bres murmurador-es y disidentes de ayer en estos otros de ahora
Rodríguez consideró la Misa, hasta aquí, como un ejercic io de que se "conhort-an con su ánimo y esfuerzo" ... (145).
piedad nada más, y no como centro y síntesi s de todo el culto?
La llegada del enferm o, tras penoso viaje, constituyó un
Vuélvanse los ojos a toda esta literat ura religio sa de la Misa, acontecimiento. "Tal vez se adelan taron a Ozaeta, o al menos a
en los inicios del XVI, en la que tienen su puesto fray Am- Azcoitia, Pero López de Loyola y don Martín de Iztiol-a, párroco
brosio Montesino y fray Hernan do de Talave ra, y se v-erá que y médico de Azpeitia, respectivamente. Esperarían, al menos, en
no puede sostenerse sobre fundam ento serio }a sugere ncia de el puente de Loyola" (146). A la puerta misma de la casa solarie-
Henri Brémond. ga le acogió Magdalena de Araoz. A ella le sobraban las recomen-
daciones de don Martín, desde Navarra, para que cuidara del
Un siglo después de las obras de los dos autore s españo les Y enfermo. Iñigo traía a la -c uñada alguna que otra nueva de su
cinco años antes de la Vida devota se imprim ió el Tratad o espiri- casa ,de Anzuola, breve descanso en las fatigas del camino, pero
tual _d~ _los soberanos misterios y ceremo nias santas del divino a ella le interes aba más la salud del "pequeño".
Sacrificio de la Misa (140), de fray Juan de los Angele s. Un diá- Médicos y cirujanos de todas partes se concertaron para
l~go sabroso viene a descubrirnos la mente del gran teólogo fran- aquella carnice ria horrible que habia de hacerse en su pobre
ciscano sobre el particular: "Lo que tú debes hacer a este tiempo
38 39
. . . . t>ero ei enfe r~ó, en iuga r de lllefo_
. certad9. (147). el alegre rep1queo de O~az Y Loyola
pierna•des c~ .Al tieJO'Pº que atrono, san Juan Bau tista
, los lllé- sarle ~uch o su lectura, pero pe:rsever6 en ella (152)
rar, empeor Ías fiestas de s~Je se ¡os últim os sacr ame
anunciaban ciaron que reci { san Pedr o los días corr . Desdentos fué aficionando algún tanto más (153) . Hast a que,. Ya luego sé
dicos le an: san Juan has ªos Se han perd ido las
en Pere- tand o mucho de_ellos, le vino la idea de saca r algunal fin, gus-
últim as es- breve más esenciales de la vida de Cristo y de los Sant as cosas en
la visper~rm1nables, para todco· de las vieja s esen cias que se puso a escribir con toda diligencia un libro" os, con lo
crist
zosos, in humanas, En el fras san Pedr o, Y aque lla mism ianas (154) .
a noche Es innegable la influencia de la Vida de Cristo en
peran::n hilito de devoció~, ª Y "fué tanto crec iend o Iñigo de
la mejo ría Loyola. F:ué el primero, sin duda, que despertó en
qued nzó a sentirse mejor ' enso· que esta ba fuer a diente, sofiador, el deseo de visitar aquellas tierr as su ánim o ar-
"come , unos dias se p del Peligr~ bend
que de ahí ·ª Pale stina (155) . Algunos autores, como Watr igan t itas de
(156) , quisie-
de muerte" <148)- en qué medida, si inter vino , el herm ano ron exten der su influjo hast a el mismo libro de Ejerc
pirit uales , una de cuyas fuentes externas sería icios Es-
;Intervino acaso , Yd
u López e Loyola, en ·los mom ento s critic os, gra- el libro
tujan o. Otros, como el Padr e Codina y lo,:; editores del del Car-
sacerdote, Pero ? Ciertamen te que inter vino , Y que, su Mon umen -
ves, del enfermo, bl En la ause ncia de don Mar tm inter ven- ta Histo rica Socie tatis Jesu ll57) , aún "reconocie
ndo
ción fué muy not~d:d de aquellas hora s angu stios as.
debió asu- que much as cosas de las que leyó aquí fuera derra con gusto
Conocedor saberlo, en su libro", niegan rotun dame nte que la mando, sin
mir la responsa:~s de su parroquia, él mism o llam ó sea fuen te exte rna de inspiración. El Padr e Letu ria Vita Chri sti
acas o a algu-
de los ben :~ª. iadosos confesores para que vela ra
por el alma que en la contemplación del Reino de Cristo San observa (158)
no de los P Junto a la figur a ente ra de doña Magdalena mend ó uno solo de los libros de Loyola: La vida de Ignacio reco-
de su hermano.
n d o, m á s t arde, el En vez del Vita Christi, recomienda los Evan gelio s y los Sant os.
destaca aqui, la del hermano .sacerdote. Cua - la Imita ción
hermano mayor qu iere disua dirle del emp eno d e mar ch arse, don de Cristo, que conoció después.
Pero calla, al menos; y aun le acom pafía hast a Arán A nosotros nos toca subr ayar que en la autobiogra
zazu (149). fia habl a
Estas tres lineas de su Auto biogr afía son realm ente "in solidum" de los dos libros. Perseveró en la lectu
reveladoras. ra de uno y
Si no hubiera habido antes algu na intim idad entr e otro, fué aficionándose a los dos, y cuando vino a
los
horas largas de la convalecencia sería n inex plica bles. dos en las gusta
"dellos" se puso a sacar, tanto de la Vita Chri sti como r mucho
Los cami- Sanc torum , algu nas cosas más esenciales para de la Flos
nos de Dios son misteriosos. Un alma nací a a vida nuev escribir un libro.
dio de la muerte. Por la fuerza mism a del cont rast a en me- Además, si la soledad deja más libre el uso
e-qu e tam-
bién sigue sus leyes en los caminos del espi ritu -
junt o al her- natu rales (159) y Dios Nuestro Seño r todaviade"lelas potencias
mano sacerdote, que pocos meses desp ués verí a en (160) , las lectu ras de esta época debieron
socorrería"
casa influ ir tanto , si no
fruto de su pecado, Ifíigo se conv ierte a Dios, y sien el nuevo más, como las anteriores. Si la Providencia, en sus
designios, le
te
llamada inicial, imprecisa, poco clara si se quie re, difum acaso la iba prep aran do, con toda suer te de gracias exter nas e internas,
ún sacerdocio mejor vivido. Recu érdes e que Iñig
inad a, a al sacerdocio y al sacrificio que habi an de ser la fuen
castidad muy probablemente cami no de Arán zazu
o hizo voto de de su futur o apostolado, cabe pens ar que ''la no te dinámica
meros dias de marzo de 1522. ¿Ser ia difíc il busc ar
(150 ) los pri- cobr ada en aquella lección" (161) se exten día tambpoca lumbre
una traba zón nocimiento más extenso y profundo de }a Misa, a un ién a un co-
entre el voto de castidad y su llam amie nto al sace to más firm e en aquella prim era devoción. afinc amie n-
rdoc io?
F~é aqui que, "sintiéndose ya buen o" (151 ), le dier on
un Vita
~:is ti, de Ludolfo de Saxonia, y un libro de
la Vida de los
blli: s en romance. Iñigo conocía al Cart ujan o con Ludolfo de Saxonia bebió su teología en la limp ida
toda proba- dom inica na (162) . Se ve el discípulo de Sant o Tom fuen te
Ah oraad, desde Arévalo, pero habi a prefe rido otro s libro ás en aque llos
en parte s a éSt e.
curios~ar las á ipor no desa irar a su cuña da, y en part
e por
pasa jes de su Vida de Cristo en los que la mate ria
abierto a las especulaciones teológicas, sin el pelig ofrec e camp o
brosio Monte~ g nas traducidas por su vate pref erido del marc o asignado al libro en la intención del auto ro de salir se
, fray .Ain- r. Si se quie-
40
mo, comenzó a leer. Al prin cipio no debi ó inter e-
· 41
lé nse los capitu los referen tes
verdad del aserto, :M:S de ordina rio el Cartuj ano
re comprobar ¡a Eucarística <163 )· como fundam ento el dog1na
a 1a rnstituciónun místico. Establ:~si ones ascétic o-míst icas, Por Óru~,.para que ios fieies vean que ya está el sacrificio, y ia consa-
es un asoeta Y .en soberanas ase sus palabr as, cargad as de Vi- gracion del Cuerpo Y de la Sangre se hace bajo distint as especies,
para elevar~e, spíritu. son dens~ arlas no es posible penetr ar porque este Sacram ento se instituyó en recuerdo de la Pasión.
1as rutas de e sin desent ran ' ~udolfo de Saxonia, dentro de la linea tradicio nal de la
vencías propias, y Igles1~'. va a enseña rnos ahora el camino por donde se llega a la
todo su sentido, én sacerdo te (164), verdad ero sacer- devoc1on, tanto en la celebración del Sacrificio como en la Co-
risto ReY es tamb~ d e (l65) El sacerd ote está puesto munión . Resum en magnifico (172) de una ascesis sin engaño : es
Jesuc
. . setoesuprem·o del culto rer1g1oso.
según la ley d e .:Melqm · p ero necesa rio-op ortet-q ue vayan por delante el sacrificio de la
d~!eoios para el sacnfic i~f::ce r inmola r, si se prefie_re, no hay humild ad en la volunt ad-sac rificium humili tatis-y el de la
P_ victima sin don que O mortifi cación en la carne- afflicti onis in corpor e-para que lle-
caso el sacrifi cio y la victim a que
s1~rificio. lnónde está, en edsete ofrece al Padre? El mismo se guemo s a tener devoción en la consagración y comunión del
sa
Jesucris to, verda dero
.. sacer
· (166o) para
'
colmar de est a maner a los
Cuerpo y de la Sangre del Sefior.
hace nuestro sacrificio dar comien zo a una nueva econo- Todo en la Santa Misa le habla de alguno de estos tres sacri-
. . . d la ley antigua Y ficios: el amito del sacerdo te signific a el desprecio que ha de
sacrificios e figura a la realida d.
, Es el paso de 1a tener a las cosas terrena s (173)-s acrific io de la humild ad-; el
mia. . tima por sí solos, no consti. tuyen aun .
el alba, ancha y larga, la castida d del cuerpo (174)-s acrific io de
El sacerdote Y la vic b;azo y el trigo no hacen la harina la carne- . Acercarse sin estas disposiciones interna s a la hora
sacrificio formal. coml~c!1a éste, lo coge, lo muele y amasa. El del Sacrificio, es burlars e de Cristo, como se burlaro n en casa de
hasta que aqu~l. se ª!ando se acerca a la victim a, y la ofrece, de Herodes, y la burla del sacerdo te a Cristo ( 175) a la hora del
sacerdote sacrifica, c u gran Dueño y Señor. Si es así, ¿cuándo Sacrifi cio es la más dolorosa para el que, a impulsos del amor, le
una u otra m_a~era, ~r suela victim a es El mismo ? En la última hizo sacerdo te que ofrecie ra un sacrificio como el suyo, visible
Jesús se sacrifica, P q vino cambiá ndolos en su Cuerpo e interio r al mismo tiempo. El que viste las vestidu ras de Cristo
Cena al consagrar el pan Y e1 ' · . (176), aquella s misma s que El llevó en la Pasión : amito, alba,
' (167) Es curioso observ ar que el Cartuj ano donde dice
~c~:S :a", die~ "sacrifica". En un mismo texto (168) Y contex to casulla , manípu lo, debe tenerla s en el entend imiento por la me-
ditació n, en la memor ia por el recuerdo y en el afecto por la
emplea como sinónimas estas dos palabr as. compasión, y así conform arse en todo con Jesucristo.
Las propiedades del gran sacrific io de Cristo _las resume en ¿Qué efecto produc ían en el alma de Iñigo las página s sacer-
estas dos notas: es una oblació n agrada ble a Dios (169), Y el dotales del Cartuja no? ¿La presenc ia del herman o sacerdote
rescate sin precio de nuestra redenc ión. desper taría acaso en su mente, con alguna frecuen cia, las cosas
El sacrificio de Cristo no podía termin ar con s~ muerte en leídas? Si su herman o, como todos los suyos, fué conociendo
la cruz (170). Por eso, la noche misma en que ~~~1a d~ ent~~ "por lo exterio r" la mudan za que se había hecho en su ánima
garse, quiso dejar a la Iglesia, su esposa , el sacnf1c 10 v_is_1~le, interio rmente " (177), ¿cuáles fueron los signos manife stat ivos
como lo exigía la misma natura leza del hombr e, sacnf1c10 que de aquella admira ble mudan za interio r? La autobio grafía los
fuese memorial y represe ntación incrue nta del sacrifi cio san- declara en parte: "el tiempo que con los de casa conver saba todo
lo gastab a en cosas de Dios" (178). ¡Qué distint a debía ser la
griento de la Cruz. conduc ta del converso de la del mancebo de Arévalo o de la del
Les ordenó de sacerdotes, diciend o: "Hace d esto en memo- soldado de Pamplo na! Las muestr as de la honda transfo rmació n
ria de Mí"; y les dió el poder de realiza r el sacram ento del Cuer- interio r 'debieron multipl icarse. ¿Seria excesivo afirma r que ya
po Yde Ja Sangre del Señor ( 171). El poder de Jesucr isto sacerdo - ahora comien za Iñigo a familia rizarse más con la Eucari stía y la
te pasa a la Iglesia, y el sacerd ote hace ejercic io del poder que Santa Misa? Acaso ahora le hablab an más dentro "aquell as mi-
la Iglesia le transm itió cuando consag ra y sacrifi ca. Seguid amen- sas y víspera s solemn es que los 25 beneficiados de la Iglesia", de
la que los Loyola eran patrono s, celebra ban o cantab an "todos
te alza el Cuerpo del Señor, como fuera otro día alzado sobre 1ª
42 43
a de tas gtande s coiegi atas ;1
. n úrtli. cualcidiuierde la éxtraft eza de don Martin Y
o .icoDlo e en me o Y
los dias ' Iiílgo asistia de araoz ( 179).
a ¡as que de :Magdalena . dolorosa fué Aránza zu. Ifiigo hab1
O~~ "· ··t t ª~f
esto de tener fidelidad y constancia con quienes flnnan amistad
:~re!iar ::u~~: st te la estima que hacen de su limpieza. y linajes de qu~
del gozo de esta etapa
Pero L1vnez a los pies de la Señor a sfem e std-0 a os cos Y pastores; en especial, se jactan mucho de haber
inal V!' a. clad! y habe pa~tados de heretms con judíos, moros ni ctros infieles,
La f n S.U berlllano de hinojos · en· el suelo o arrastr aban r s m1)Te guardado el puro nombre cristiano y si algúnnunca rr.ez-
judio por
negado co os se postraban se nagela ba sin duda las carnes ~f:Soclos, fuere a aquella tierra, no le era. licito tardar en' un lugar más de' tres
• Y en toda la reglón más de trece, de donde se seguía que, en
Mientras un.. ierro (180), Ifil,gO si"'mpre se discip linaba (181) · muchachos el nombre de judío, se espantara n no menos oyendo los
as de µ.,: u que si fuera de otra espe-
caden ue partió des tierra "'
icular rigor. A la penite ncia intern a ,dey cie que la huma.na, Y aún tienen prlv!lcgio para que ninguno de los nuevamen
convertidos a nuestra santa fe católica pueda morar en aquella te
Desde q 10 baria con part ósito de no comet er aquello s ni otros de Zaldivia, J., Suma de las cosas cantábric as 'Y gutl)UZcoanas.tierra",
San
Martinez
Sebastlán,
esta vez
ecados con 11.,..,e
u •u •
prop
peniten ·
cia .e xterna , en cast igo de los
1944, p. 25 s. El original fue escrito a mediados del siglo XVI
Cfr. también MHSI., Nadal, Eplst., IV, pp. 285 s.
sus P ' afiadir 1a •
al unos, queria l dolor sensible de 1a carne con cilicios, (11) Fluvia, F . J ., Vtda de San Ignacio de Loyola.. Barcelona, 1'153.

de~órdenes pasados, e otras mil maner as de aspere zas ( 182). (12) MI., Fontes Narratfvi de Sancto Ignatto, I, p. 364.
de hierro Y. (13) lbidem, p. 368.
sogas, barras ábadO si su negada coincid ió con la vigilia (14) Henao-Vlllalta, Avertguac tones de las antigüedades de Cantabria
. Toloss.
Al amanecer del 8 bubd de asistir a la Misa sabati na que 1894, VI, pp. 122-125.
(15) Henao-Vfilalta, op. cit., VI, p. 112.
nocturna del vierneste a la vigilia. Entonc es, como ahora, no se
(16) Henao-Vfilalta, op. cit., VII. pp, '14 s.
seguia inmediatamise?t a Aránzazu que no fuese corona da con la (1'1) Leturia, P., op. cit., p. 30,
comprendia una v 1a
d los soberanos misteri os ( 183). (18) Está integra en los Registros Vaticanos.
participación e (19) Leturia, op. cit.. p. 30. La Bula de patronato puede
verse en los Registros
echo de aquella noche no fué escaso , lo recuerd a Vaticanos.
Que el prtoov en su carta a Francis co de Borj a, que se intere- (20) Henao-Vlllalta, op. cit., VII, pp. '14 s.
el m1smo san • (21) Diaz de Luco, B ., Practica crimtnalls canonica in qua /ere
saba en l554 por la reedificación de la ig1esi a Y casa d est ruidos quae a clertci8 commtttt possunt, cum eorum poenls describun
omnia f lagit1a
tur. Lugduni, 1554.
or un incendio (184); habia cobrado fuerza s para su camino, (22) En la Biblioteca Central de Roma pueden verse diversos
~ue era harto largo y dificil (185), y ¿no ha~ria n influid o nada ediciones Lugduni, 1539 ; Venet!!s. 1543; Lugduni, 1544; Romae,ejemplare s de las
1581; Venetils.
1565 ; Antwerplae, 1568 ; Lugduni, 1569; Venetlls. 1563 ; Venettis,
aquella noche y aquella Misa en su devoci ón . 1602 y 1614.
(23) Marin, T., Tests de Historia. Civil, presentad a en la Universid
con premio extraordi nario, y cuya aparición se espera en breve. ad de Madrid,
(24) Dlaz de Luco, B., Aviso para todos los curas de ánimas,
en el que se
decla.ran m,uchos ojictos que requteren gran cuidado y suficfenci
a. Complutl, 1539,
apud Egulam.
(25) MI., Fontes Narrativi de Sanct o Ignatto, l . p. 308.
(26) MI., Fontes Narrattvt de Sancto Ignatto, I , pp. 628, 631, 65'1.
NOTA S:
(2'1) La traducció n la hizo Giov. Tarcagnota, y la edición que
hemos visto
nosotros en la Biblioteca Vaticana. está hecha en Venecia en el afio 1565.
(1) Dudon, P., Saint lgM.ce de Loyola. París, 1934, p. 262.
(28) Diaz de Luco, B., op. cit.. part. I. cap. II. fol 11.
(2) " .,. viviendo aai en esta vida, que en la. otra vivamos siempre.
Yo cierto (29) Diaz de Luco, op. cit., pa.rt. n , cap. XIV, fol. 88.
hago entero Juicio que desto tomaréis entera persuasi ón, porque siempre os
conocl (30) "... O com que multo se aleva.ntava em or ~ era a musica
muy temerooa de Dios" MI., Epfst., I, pp. 151 s. e canto das
cosas divinas; como sao visperas, missas e outras semelhantes : tanto que,
A la muerte de Magdalena de Araoz no auislero n dar la. noticia al santo, como elle
mesmo de con!essou se acertava de entrar em alguma igreya quandi se celebrava
"pensando que la trlstar!a", MI., Epfs<t,, I, pp. 35, 38. estos officlos cantades, logo pe.recia que totalmente se trasporta.va de BY o
mesmo"
Jlw..MI., Scrfpta, II, p. 435 ; cfr. Leturia, P., El gentilho mbre Iñigo LópeZ MI., Fonte11 Narrativt de Sancto Ignatto, I , p . 636.
ele
194:, pp~~lone ., 1941, P, 176; Arteche, J ., San Ignacio de Lo110Za. Barcelona (31) Diaz de Luco, B., op. cit., part. n cap. XIV, f. 88 ss.
,
(32) Diaz de Luco, op. cit., part. ll, cap. XIV, f. 88 ss.
<4J Rlbadenelra P Vf
(S) MI. F ' ·• da de San Ignacio, Madrid, 1945 ; BAC,,pp . 45-50· (33) Diaz de· tuco, op. cit., part. n, cap. XIV, f . 89 v.
(6) Ibldern,cm::rratfvi de Sancto Ignatto, I , p. 359. (34) D1.az de Luco, op. cit., part. 11, cap. XIV, f. 89 v.
(35) " ... Postremo, ne sul)el'stitioni locus allqu!s detur, edicto et
('I) Ibldein, p, 76. cavea.nt, ne Sacerdotes a1iis quam debltls hor!s celebrent ; neve poenls propositls
rlt us alios, aut
(8) Ibldem, p, l54. caeremonlas et preces in Mlssarum celebratlone adhlbeant, praeter, eas,
quae ab

44
~....
(9) l!ollls, s
...,_, ant'Ignazj o MU 45
· ano, 1948, p. 28.
su recepta e fuerint. Quarum dain v
nti et Jaudabili \ui magis a superst itioso cUltu, q/ro
tae ac freque tum numerU!ll, sía remove ant ; docean
Ecclesia proba andeisru!ll cer omnino ab ecc1:tissimi huius sacrific tque POPul 11.nt
ii tan Pretlo\Un,
1,1issaru!ll, et ~e inventus e! proveniat ~ª~vi Diarior um Actorum (71) Menéndez· y Pelayo M
O , Episto lar:• p. 189. ' ·• Orfgenes de la novela. Madrid, 1925 ; NBAE., I,
11 vera Rellg quo potissim ·¡¡um Tride7:ti n -~ 901-1938, edic. Goerres iana, '1In'
quls sit, et ªrructus". c~nci,,.,.¡burgi Br1sgovi ' 1 (72) Menéndez y Pelayo •
oelestls 1zect10. •'"' . , op. Clt., loe. cit., PP. 161, 210, 273.
ac ctatuum nova co ntesino de la corte de Isabel la Católica <73> Ga.ya.ngos, P., Libros de Caballería. Madrid, 1875 •
Trac63 (74) H it · J , BAE
. ión que hace Mo era Cancion ero
p. 9 . véase la descr1plc duquesa de Nápj ~turia. op. cit.,Sagrado . Madrid, 1925. Firence, 1~4rn:.a,243'_' Herbst des M i ttelalters , trad. italiana de, t. 40, p. LXIII.
pp. 80 sgs. Bernard o Jasink.
(36) crltoS a a en el · '
en los versos es 427 ss. ; as1 comO ios que autores de la época . (75) Menéndez y Pelayo, op. cit., loe. cit., pp. 213, 270.
tributa n a esta (76) ~ -• Fontes Narrativ i de Sancto Ignatio, I. p. 370.
BAE-, t. 35, P~turla recoge lo~t el~~- 68 sgs.
<37) El P. naada · op. e ., (77) Ib1dem, p. 386.
- ra vasco..., '
noble seno . cit., p. 61. temas religios os o profano s llevado de su IX.(78) Larouse, P., Grand Dictionn aire Universel du XIXe ste le
p. f>58.
(38) L~turia, º~ta popular, que carsttas co. No faltan compet iciones e . Parls, 1873,
de "bertso. (79) Hollls, op. cit., p. 50.
'?Jº
(3~) Atu~da siempre enne~:Curs o de gente.
(80) Unamun o, M., Vida de Don Qui jote de la Mancha
lnsPiració · que asist.e un gra francisc anos pueden verse en Llzarral de de Cervante s Y Saaved.ra, explicad a y comentada. Madrid,y Sancho, según Miguel
!arls", a las I clones de ¡ftigo co;;t lo~e en Aránzaz u, 8 (1928), 1941.
pp. 13-16, 53.55' (81) Unamun o, op. cit., p. 13.
(40) Las re a cio de 1,oyola. pe fen ~turia, op. cit., pp. 205-207.
J . A., ssn I~na < ), pp. 51-56. C r. , (82) Amadis de Gaula. Madrid, 1875 ; BAE., t. 40,
p . 400 Cfr. Leturia, op. cit.,
80-84 120-124 ' 9 1929 61
pp, 231-234.
,) Leturia op. cit., p. . (83) Amadis de Gaula, loe. cit., p. 469.
<41 '
<42) Leturia., op. cit., p. 68. s. (84) MHSI., Chron., I , p , 51. Cfr. MI., Scripta, I , p. 730.
c43¡ Leturia, op. cit., pp. 76 sio Romanc ero y Cancion ero sagrado s .. . ,. (85) MI., Fontes Narrativ i de Sancto Ignatio, I, p. 376.
sacados (86) AmacUs de Gaula, loe. cit., p. 119.
, (44) Mont.esino, Fr~Y ~b~~~ españoles, por don Justo Sancha
. Madrid , 1925 ; (87) MI., Fontes Narrativ í de Sancto Ignatio, I , p. 378.
de las obras de loste~r~~ ~57 s., 458.
BAE, t. 35, pp. 40 sg • 2' del santfsim o sacram ento, loe. cit., (88) Las Sergas de Esplandián. Madrid, 1875 ; BAE ; t. 40, p. 490.
(45) Monresino, Tractado p. 404. (89) MI., Fontes Narrati vi de Sancto Ignatio, I, p. 386.
(46) Montesino, op. cit.; ibidem, p. 404. (90) Albareda, A., Sant Ignasi a Montser rat. Montser rat, 1935,
pp. 56-59.
(47) Mont.esino, op. cit. ; lbidem, p. 404. ( 01) Amadis de Gaula, loe. cit., p . 112.

(48) Mont.Psino, op. cit. ; ibidem, p. 407. <92) "... El primer coloquio de Nuestra Señora, para que me
su Hijo y Señor para tres cosas" (Medit. de los tres peca.dos). "alcanze gracia de
(49) Montesino, op. cit. ; ibidem, p. 407. it V P 556 . ES., n. 875. Nuestra Señora porque me alcanze gracia. de su Hijo y Señor ... Un coloquio a
5
Conc. Triden., ses. XIII, cap. 11, loe. e ., ' . , recibido debaxo de su bandera". (Medit. de las dos bandera s). " ... para. que yo sea
< 0> •ft · Tractado del santísim o Sacram ento, loe. cit., p. 4021
(51) Mon...,smo,
tres coloquios que se hicieron en la meditaci ón precedente". M., He.zer los mismos
Exerc. et Direct ..
(52) Montesino, Cantinela para cantar en la M~a, . it 462 pp. 290, 354, 362.
loe. e .,, p. . . ·. (93) "... Antes de la Misa, ver a. la. Madre y al Hijo propicios
(53) Montesino, Aliqualis praepara tio animae ; ibidem, p. 457. al Padre". " ... Queriendo esto presenta r al Padre por medio para. interpelar
de ruegos de la Madre
(54) Mont.esino, op. cit.; ibidem, p. 457. y del Hijo, y primero haciendo oración a ella. porque me ayuda.se
y Padre, y degpués orando al Hijo". MI., Const., I. Ephem., pp. con su Hijo
(55) Mont.esino, Tractado del Santísim o Sacram ento,
(56) Mont.esino, op. cit. ; ibidem, p. 402.
º
loe. cit., p. 4 2·
(94) Hóllis, op. cit., p. 50.
87, 88.
(95) Las Sergas de Esplandián, loe., cit., p. 535.
(57) Mont.esino, op. cit. ; ibidem, p. 402.
(96) Joannis Gerson, quaedam argumen t a adversus eos qui publice
(58) Montesino. op. cit. ; ibidem, pp. 402 s. matizar e seu praedicare populo, quod si quis audiat Missam, volunt do~-
in illo die non en t
(59) Montesino. Aliqualis praepara tio animae , loe. cit., p. 458. coecus, nec moritur morte subttanea et talia multa. Opera
omnia., Antwerpia.e,
(60) Mont.esino, op. cit.; ibidem, p. 459. 1706, 11. pp. 521 sgs.
(61) Montesino, Tractado del Santísim o Sacram ento, loe. cit., p. 406 (97) Amadfs de Gaula, loe. cit., p. 116.
· (98) Amadfs de Gaula, loe. cit., p. 116.
(62) Montesino, op. cit. ; ibidem, p. 406.
(99) lbidem, p. 26.
(63) Montesino, op. cit. ; ibidem, pp. 406 s.
(100) Ibldem, p. 220.
(64) Montesino, op. cit. ; ibldem, p. 403. (101) Ibidem, p. 124.
(65) Montesino, op. cit. ; ibldem, p. (102) M., cfr. los Jugares arriba. cita.do.;.
403.
66
< > Montesino, Tractado del Santísim o Sacram ento,
(67) Montesino, op. cit. ; ibidem, p. 405.
º
loe. cit., p. 4 2· (103) Amadfs de Gaula, loe., p. 127.
(104) Talaver a, Fray Hernand o de. Tratado de lo que s!gntfic~ .
de la Misa y de lo que en cada una se debe pensar y pedir n las cer emo1!:ias
(68) Montesino, op. cit.; ibidem, p. 404. a Dios Nuestro Senor,
Madrid, 19'11 ; NBAE, t. 16, pp. 79-93.
(69) Montesino, op. cit.; ibidem, p, 404.
(70) l.eturla, op. cit., p. 76. 47
46
e ¡orm,a de confesar reduciendo todo
· . Hernando de. Br:Znaamtentos. Madrid, 1911 ; NBAE { loa
(105) TaJavera, Fr!!n1ales a ios dteZ ., 16,
pecados mortales 11 En qué manera se ha de ha1Jer la Pers ángeles y de los judíos con 1
pp. 4-35. FraY Hernando de. ar en el momento de comulgar y despué3º7t(¡ t
salvación demandemos al Sefios gen Ues.. · Esta. paz muy necesaria para nuestra
(106> Tale.vera, antes de comul3g6-46 de cera paz de buena volunta or de tod? corazón, muy especialmente aquella ter-
que ha de comulgar,
¡¡.dr1d NBAE, t. 16• PP venido". Ibidem, p. _ d con todo cristiano de cualquier seta o linaje que haya
. · El · tratado proveehoso eómo en el caz::: 84
co,nulgar. M
(107 Talavera,.
¡
'rra:y Hernando de. muchOS pecados. Madrid, 1911; NBAE.,
te se cometen
t Y
. 16,
(128) " ... Cuatro son los vi ·
Sólo en E afi cios Part·iculares de nuestra nac1on:
··
sp a se tiene por deshonra el oficio mecánico porexceso de trajes ...
tlr comunmen cuya causa hay
en el ves d FraY Herne.ndo de Tala.vera. Madrid ~:u~dancia dte ~olgazanes Y malas ~ujeres con t-0da la confradía de número... Se
pp. 57-78. Prólogo a 186 obras e •
1911 ,. ~r a ren a a nove~ad de .familia (si no se dl'riva de Scauzia)... Y la gente
(108) Mir, M., ~, eMspafiola ni sabe, ni quiere saber". Venegas, A., Agonta del tránsito de la muerte.
.AE t 16 pp. VJI•....,... te8 de l508 afio de la muerte d e su Padre. Cfr. -.n adrid, 1911 ; NBAE., t. 16, p. 174.
NB " · '
Iñtgo salló de 1,o:yola. an d s. Cfr. ' Leturi a, op . cit pp 54 s. pero la cosa
••<¡,,
uo9t> JI P 471 y después ~ 150attvi de sancto Ignatw,,, I, •p. 26, ;nota 3.
029) " ••• Ac ratio quidem, fide illustrata, cum sedulo, pie et sobrie quaerit.
ScriP ª•. • · 'MI., Fontes
no es cierta. crr.
"ª"
loe cit pp. VII-XIV.
aliquam Deo dante mysteriorum intelligentiem eemque fructuosisslmam asequitur
tum ex eorum, que naturallter cognosclt, analogia, tum e mysteriorum ipsorum
M Prólogo · ., nexu inter se et cum fine hominis ultimo". Corn:. Vatic., ses. m , cap. IV, en
(110) Mir, ., Prólogo' loe. cit., pp. VII-XIV. Acta et Decreta sacrorum Conclliorum recentium... Collectio Lacensis, auctor!bus
(111l l\Ilr, M., ' it PP vn-XIV. Cfr. asimismo el P!'ólogo de Al presbyteris 8. J., e domo B. M. V... ad Lacum. Fr!burgi, 18'10, VII, pp. 248 ss. ;
(11:ll Mir, M., Próli!go, 1; • tüÜJ dei venerable Don Fray Hernando de Talavera'. ASS., 5 (1869), pp. 462 ss. ; ES., n. 796.
cántara suáreZ Y Munanornu!a Confesor y Consejero de los Reyes Catóztcos Don (130) " . .. cuando en la mano izquierda pone el manipulo. consideramos cómo
primer Arzob~ de beGrt M~id, 1866. el Redemptor nuestro en todos los trabajos y angustias que desde su Natividad
Fernando 11 Dona Isa por nos padeció". Talavera. Traetado de lo que significan las ceremonias de la
faz d LUCO op cit., loe. cit. Misa loe. cit., p. 82.
(113) D
m> 4 ª:· !:f; it~zt
CompagTaln
e ' · it PP 216 248 256; Tacehi-Ven turi, P., Storia della
i,
.,Ro~a. 1031. PP- 201 sgs.
Breve for~ de dinJesar• loe. cit., pp. 13 s.
(131) " . .. el altar representa la sanctisima humanidad de ese mismo Señor, en
cuya birtud Y merescimiento nuestros sacrificios y ofrendas le aplacen". Ibidem, p. 80.
(115) avera. (132) " ... Buélve luego el sacerdote al pueblo, y ofresce el pueblo reconociendo
por obra que aquel es su verdadero Señor". Ibidem, p. 87.
(116) Ibidem, p. 13· i
(117) " ... el que a la Iglesia trae en tal tempo perro s, aleones y trua.nes". Ibl- (133) " ... Dice Sanctus tres veces a honor de las tres Personas de la Santísima
Trinidad, que son Padre IDjo é Espíritu Sancto. E dice Sefior Dios, porque son un
dem, p. 14. Dios é un Sefior y no tres. E dice que son los cielos y la tierra llenos de su gloria
(118) Ibidem, p. 14. por11ue en todas las criaturas reluce el misterio de la Sanctisima Trinidad". Tala-
(119) Ibidem, p. 23. vera, Tractado de lo que signif ican las ceremontas de la M isa, p. 88.
(120) "... los que sobre las vestiduras de algunos enfermos dicen o hacen decir (134) " ... está puesto el altar hacia Oriente, porque el Redemptor nuestro, que
la Misa". Ib!dem, p. .23. por el altar en alguna manera es representado, fué nombrado Oriente, según se
(121) " ... Trabajemos por desechar todo pensamien to de cosa temporal escribe en Zaca.ria.s profeta". Ibidem, p. 81.
..., que
desta contemplación nos puede retraer ..., esperando que si a ello nos diéram: " .. . E aun por las ampollas con que después ministran otra vez agua Y vino al
sentiremos dende magnifico fruto y consolación singular". . Talavera, Tratado sacerdote, podemos recordar aquellas bienaventuradas tetas que al IDjo de Dios
lo que significan las ceremonias de la Misa, loe. cit.. p. 81. dieron leche". Ibidem, p. 86.
. (135) " ... E nos debemos ofrescer alguna cosa a1ll ante el Señor é Redemptor
<122) "... lo cual cogi de los dichos e escripturas de los católicos Y auténti~ nuestro. presentándole algo como a nuestro Rey y Befior, y esto con alegria de
doctores que desta materia hablan". Ibidem, p . 81. al corazón". Ibidem, p. 87.
123) "... El sacerdote que celebra la Misa representa.· tres cosas : lo· prunero, n (136) Brémond, H., Hístoi re li ttérai re du sentiment religieu:t en Fr ance depuis
sacerdote perdurable Jesucristo Nuestro Señor. Lo segundo,. a la Iglesia Y co ¡~ la fin des guerres de reltgion. Pa.ris, 1932-36, IX, pp. 130-205.
fradia en cuyo nombre y fé ofresce aquel sacrificio". Talavera, Tractado de (137) "... Je ne vous ai point parlé du soleil des exerclces spir!tuels, qui est le
que significan las ceremonias de la Misa, loe. cit., p. 81. trés saint, saeté et tré souverain sacrlfice et sacrament de la Messe : centre de la

= q 24> " ... Haee luego el sacerdote· ante el ~ t ar la conlfesión general, dand~u!
entender que nuestro Redemptor tomó carne a.si flaca, pasible como la de- 1; por
con k°ado original; !>Or lo cual fué de muchos reputado pecado~ nos al
Padr car O osi que tomó todos nuestros pe<'ados sobre si para hacer e
e, como lo hizo, entera é perfecta justicia". Ibidem, p. 83,
rellgion chrétienne coeur de la dévotion, A.me de la piété, mystére ineffable qui
comprend les ab~es de la charlté divine, et par ·1equel Dieu, s'appllquan réelle-
ment a · nous. nous ·communique magnifiquement ses grft.ces et faveurs... Fautes
done toute sorte d'efforts pour asslster tous les jours a la sainte Messe, e.fin
d'offrir avec le prétre le sacrifice de notre redemptiom". San Francisco de Sales.
Jntroducctó n a la vida devota, libro II cap. XIV, Oeuvres completes. Annecy, 1892-
<125) " ot ¡
nos debe~~ ;ece e pueblo reconociend o que aquel es su verdadero Señor E 1931, m. pp. 100 s.
dole algo comi !e~aigun a cosa humillándo nos alli ante el Sefi~;·n,iI: m. p. 8'1,
sentán· (138) Brémond, op. cit., IX, pp. 131 sgs.
) .. La O (139) Brémond, op; cit., IX, pp. 130, 164, l'lO.
026 Rey Y Señor. y esto con alegría de corazón • por· .
· ·· Misa conviene oir (l40) Fra Juan de los Angeles, Tratado espirlt1!-4l de los soberan-0s misterios
que haya Parte en ella con d evoción..., de rodillas... , . o·frescer algo
, trabajo o ceremonias Ydel dtvtno Sacrificio de la Misa. Madrid, 1604.
U
afán con afección Y lá~~~estros pecados... , deseando padescer atgun
(l l ) Fr~ Juan de Jos Angeles, op. cit. Madrid, 1912 ; NBAE., t. 20, p. 441.
n27l ....· Lo áng . Ibidem, p. 38. ft~~•- 4
s eles h vi
ción hizo, conviene a sabeº eron singular gozo par la mucha paz que 1 Ene ª ... "'"
con loS 49
r • de Dios con los hombres é de los hoxnbres
~ '
¡gn,atio, I , p. 364.
sancto
a,rattvl ele
Fontes N • I p 364
(142> r,a., 364. cto Ignatio, , . .
143> JbideIIl, p. NarratiVi ele san (167) "· · · omnium ordlnum officla in semetips o adlmplev1t
( Domlnus. Presbyte -
• rl Fontes ratum quando in Coena Panem et vlnum tn corpus et sangulne m mutav1t"
(144) ¡_vµ,, p 364. dem. II. p. 598. . Ibl-
(145) IbideIIl, . cit., p. 124. to ¡gnatio, I, p . 365. 068) . "· · · sunt autem tria sa.crificii genera : unum Domlnlc i corporls,
r.,eturia, oP, fvt ele sane contriti cordis, tertlum mortlficatio ca.rnis... 0portet ergo sacrifici alterum
(146l Fontes Narra i praecede re in mente ut devotlo habeatur in Domlrúcl corporis consecra um humllllta tls
c147l r,a., receptlon e". Ib!dem, IV. p. 407. tlone et
368 sgs. ula otro herman o suyo quiso ir con é
(148) Jbidem, PP· baJgando en una c:nin~ que quisiese n tener 069) " · •· Sacrlflcl um quod erat Deo placens et redemptl onls nostra.e
una vlgUia e~ inna.pre-
.. y asf, ca rsuadió en el h ciendo oración aquella. noche Para tlabile pretium" . Ibldem, 407.
(li~ oi\~te. al q'Z,:i;uz ; en la cut el aherman o en Ofia.te en casa. de unaCObr
h 115stra 5efiora de he~ (l70) "· · ·. quia. tamen per mortem sacerdoti um eius exttngue ndum
non era.t ; In
u ca,ntlno, deX N varrete" . MI., Fontes Narrattv i de Sancto· (:oena novisslm a, qua nocte tradebatu r, ut dllectae sponsae suae
nue
nuevas fuerz
as para s él fué a a Ecclesia.e vlslbile.
visitar Y se sicut homlnum natura exlgit, rel!nquer et sacrlficium, quo cruentum
znana que iba3a so. '
.. . • in cruce pera.ngen dum represent a.retur". Conc. Trident., ses. XXII, cap.lllud, semel
l voto de castidad de . San Ignacio de Loyola VIII. p. 959 ; ES., n. 938. I, loe. cit.,
¡gnatio, I, p. J Fijando el sitio dtién Ribaden eira, op. cit., loe.
cit., P. 53, Y 1~
(150) Irlarte, ·•P l56-64. Cfr. tam i en MI Fontes Narratf vt de Sancto Ig '171) "... Ordlnavi t eos in-sacerd otes dicens : Hoc facite 1n
meam...
l',{AN 3 (1927), P . bre san Jgnac o. , . eius potestate m conficiendi sacramen tum Corporis et Sangulni s Domirú. Et dedlt
carta'' del P. La.lnez so . cont Ecclesla, pa.ssumque Chrlstum retracta.t, cum illud corpus Domini Hos igitur
natio I pp. 74-'76. ¡ .,_ sancto Ignatio, I, p. 370. et sacerdos cum levat Corpus Domlrú, represent-at, quod Christus consecra t :
' · t Narrativ ""'
ad persever aba en su 1ecc1·6 n Y en sus buenos leva.tus. Sepa.rati m tamen flt corporls et sangulni s consecra.tio quia in cruce slt
(151) MI., Fon esse curando fuit Sanguis separatu s a Corpore. Hoc autem sacramen tum lnstitutu in Passione
de n a , m est quasi
(152) " .. · El, no 376 quoddam memoria le illlus Passionis". Ludolphu s de Saxonia., op. cit., IV,
propósitos". Ibidem, p. · p. 412.
d muchas veces, algún tanto se aficionab a a Jo (172) " ... Sunt autem tria. sacrificii genera : unum Dominic i corporis,
" P 0 r los cuales, leyen o alterum
(153) .. • r!t.o" Ibidem p. 370. contriti cordis. tertlum mortlfica tlo ca.rnis... Oportet ergo sacrificiu m
que allí ha.liaba ese praecede re in mente, affllctlorús in carne, ut devotio habeatur in Dominic humillita tis
· ' uellos libros, le vino el pensami ento de sacar i corpo-
(l54l " .. . Y gustando much~: !cf~es de la Vida de Cristo y ris consecra tione et reception e". Ibidem. p. 414.
de los Santos; y
algunas cosas en breve m~ o con toda diligenc ia". Ibidem, p . 376. (173) " ... arnictus capltls significa t spem ... spes autem facit
contemp tum terre-
así se pone a. escribir un r norum". Ibidem, p. 526.
tt . de sancto Ignatio, I, p. 372.
(155) MI., Fontes Narra vi (174) " .. . alba autem longa et lata mentls et corporis signiflca
des Exercices de Satnt Ignace de Loyola. Amiens. Ibidem, p. 526. t castltate m".
(156) Watrlge.nt. H., -~-r;!es eET 71 (1897). pp. 506-559; 72 (1897), pp. 195-216
;
1897, pp. 82 sgs. Cfr. l'Oill.....,...o ·• (175) " ... Non solum autem Herodes eum sprevlt sed etlam llluslt.
induendo
73 (1897), pp. 199-288. veste alba, et hoc in diversion em et signum illusionis". Ludolph us
de Saxorúa,
op. cit.. J>. 553. "... Qui ergo talla ferunt exterius nihil sentientes... interius..
(157) Codina, A., MI., Exero. et Di.rect., p. '71. . pro-
fecto Chrlsto illudunt". Ibldem p. 525.
(158) Leturia, op. cit., p. 158.
0 76) ". .. Unde mystice nota.ndu m quod Pontifex noster in
Passlone habuit
(159) MI., ibidem, pp. 246 sgs. omnia. pontifica.lía : amictus, alba casulla. cingulum, manipulu m... Qua.e
memoria.ro Passloni s Christl gestat Pontifex ... me qui eis utltur debet omnia In
(160) MI Fontes Narrativ i de Sancto Ignatio, I . p. 373. ea habere in
intellect. u per meditatl onem ; in memoria, per recordati onem : in affectu,
c161) " ., y cobrada no poca lumbre de aquesta. leción, comenc; o
de vera.s· -~n su vida pasada, y en quánta necesida d tenia. de hacer
apensar mf
penitenc ª
passlone m, et se Domino pro posse in apparatu conformare". Ibidem, per com-
p. 525.
(177) ". .. asf su hermano, como t.odos los demás de casa, fueron
della". Ibidem, p. 374. conocien do por
...iri- lo exterior la mudanc;a que se había hecho en su ánima interiorm ente"
(162) Molin, N., Htstorta cartuxana. Tournai , 1903, tres vol. ; Pourrat Narrativ i de Sancto lgnatio, I , p. 376.
MI., Fontes
, P., S~,.
ritualité chrétienne. París, 1919-1928, m, pp. 470-473 y 477; Cayré, (178) " ... y el tiempo que con los de casa conversaba. todo lo gastaba
et htstoire de la théologie. París, 1945, II, p. 703 ; sin E-,utor, art. ., dPaltpr~/:
FL en cosas
u 0 de Dios, con lo que hacia provecho a sus ánimas". Ibidem, p. 376.
Saxe, DTC., IX. París, 1926, col. 1.067-1.070 ; Gourdel , Dom Ives, art.
Cha.rtreta- (179) Cfr. MI., Scripta, II, p. 340.
auteurs, DS., fac. X. París, 1945, col. 761.
(180) Liza.rralde, J. A., San Ignacio de Loyola, penitente
<163) Ludolphus de Saxonia, Vita Jesu Christi ex Evange lio et approbat en Aránzazu, en
is ab Aránzazu. 8 (1928), pp. 15 sgs.
Ecclesiae doctortbus sedulo collecta. Parisiis- Romae, 1870, IV, pp.
407 sgs. (181) La.rraña ga, v., Autobiografta y Diario espiritual. Madrid, 1947;
<164) "· · · Chrlstus rex et sacerdos verus Euchari stiam sub specie BAC., p. 144.
dedit". Ibidem, IV, p, 415. panis et vinl (182) " ... la. décima a.ddición es perútenc ia, la cual se divide en
interna y ex-
terna. Interna es dolerse de sus peca.dos con !firme propósito de
J!~ 5~ "··· sacramen
tum instituit quod olim Melchis edech rex et sacerd05: .
de: mus flguravit, quapropt er Christus sacerdos secundu m ordine~
aquellos ni otros algunos ... ; la externa es castigo de los pecados no cometer
MI., Exerc. et Direct., p . 306.
cometido s".
Me1c aba- " ... Ja. tercera (manera), castigar la carne ; es. a saber, dándole dolor
tur" Ibapipdella.tur, qu1a hoc sacrame ntum in oblation e Melchis edech praeflgur sensible,
• em, p. 415. el qual se da trayendo cilicios o sogas o barras de hierro sobre las carnes,
flage-
<166> " ... volens J lándose o llagándo se y otras maneras de aspereza s". Ibldem, p . 308.
mentum sei • e rresta-
esus finen dare legalibu s sacrifici is et novum lnc,per
' Psum facit nostrum sacriflci um". Ibidem, p . 407.
so -51
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c ia o y s u P oezna..· ~"'e1Je
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porque, cuanme acuerdo haber recibe noche". MI., E p ts te•, Y .l J. P ell
de m i v1da,aquella m is m a iglesia d ' · 442.
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