El térmico “biología” es algo nuevo, pero con un significado muy amplio, la
biotecnología está presente en la vida cotidiana desde hace mucho tiempo. De hecho, la biotecnología es una actividad antigua, que comenzó hace miles de años cuando el hombre descubrió que al fermentar las uvas se obtenía un producto como el vino. La biotecnología se encuentra presente en la fabricación de cerveza a partir de la fermentación de cereales que el hombre empezó a elaborar hace unos 4000 años, y también la fermentación de jugo de manzanas para la fabricación de sidras. En definitiva, en estos procesos intervienen microorganismos que transforman componentes. La fabricación de pan mediante el uso de levaduras, también la elaboración de quesos mediante el agregado de bacterias, y finalmente de salames. El yougurt asimismo, es un producto que se obtiene mediante procesos biotecnológicos desde la antigüedad. Aunque en ese entonces los hombres no entendían como ocurrían dichos procesos, ni conocían la existencia de microorganismos, sin saber que podían ser utilizados para su beneficio. Las aplicaciones de las mismas constituyen lo que se conoce como biotecnología tradicional y se basa en la obtención y utilización de los productos del metabolismo de ciertos microorganismos. Se puede definir la biotecnología tradicional como “la utilización de organismos vivos para empezar la obtención de un bien o servicio útil para el hombre”. La biotecnología se aplica a varias ramas de la industria: alimentarias, textil, detergentes, combustibles, plásticos, papel, farmacéutica. En general lo que se usan son productos del metabolismo de los microorganismos. Los científicos actualmente comprenden mucho más como ocurren los procesos biológicos que permiten la fabricación debido a productos biotecnológicos. Estos conocimientos dieron en primer lugar desarrollo de la biotecnología moderna. A diferencia de la biotecnología tradicional, la biotecnología moderna surge en la década de los 80, y utiliza técnicas denominadas en su conjunto como ingeniería genética, para de esa manera transferir genes de un organismo a otro. La biotecnología moderna avanza y en la actualidad son muchos los países que utilizan las técnicas de ingeniería genética para de esa manera la obtención de diferentes productos que tienen aplicación en la producción de alimentos, de medicamentos, y de productos industriales. Al tratarse de un conjunto de tecnologías diversas, el uso de las biotecnologías no se restringe necesariamente a los países desarrollados. Existe un espacio que los países empeguntes pueden ocupar, en función de sus riquezas naturales siempre que existan prioridades económicas y políticas definidas, claramente. Sin embargo, la condición fundamental es contar con instituciones competentes que formen una masa crítica de investigadores y aún más personal técnico entrenado. China e India cuentan hoy con industria biotecnológica avanzada y diversificada. Del mismo modo américa latina donde se concentran principalmente en Argentina, Brasil, Chile, etc. Países como Uruguay, Venezuea igualmente tienen actividad en algunas áreas, así como en menor escala Ecuador,Peru, etc. La biotecnología suscita opiniones y sentimientos encontrados. Mientras algunos escritores la perciben como una tecnología basada en un sólido conocimiento científico, para otros se trata de una actividad antinatural y peligrosa. El enfrentamiento de los que están a favor con los opositores ocurre con menos frecuencia en el terreno de las razones que en las pasiones, en ese caso estos políticos religiosos o ideológicos. Al discutir si la biotecnología es progresivita o también reaccionaria, buena o mala, al final se olvida que lo que caracteriza a una tecnología es el uso que hacemos de ella. Algunos productos y procesos que, aunque eran indispensables hace treinta años entran en nuestra vida cotidiana sin que sus bases científicas y biotecnológicas hayan penetrado en nuestra cultura, es decir a través de una divulgación amplia que abarque también a todos los niveles del sistema educativo. No existe ninguna posibilidad de construir una sociedad moderna si sus integrantes ignoran los aspectos más generales de la ciencia y la tecnología, no obstante, el desconocimiento aumenta el riesgo de rechazar tecnologías promisorias que pueden abrir perspectivas nuevas para un desarrollo sostenible en áreas críticas como la salud, la producción de alimentos, la energía y el medio ambiente. La propuesta de este libro de Charls es revisar los fundamentos de las biotecnologías y mostrar cómo se aplican en diversos sectores productivos de la sociedad, en efecto destacando como ejemplos algunos procedimientos latinoamericanos. Ya no se trata de promesas o de perspectivas, aunque los productos y procesos biotecnológicos forman parte de nuestra vida cotidiana, no solo ofreciendo oportunidades de empleo sino también de inversiones. Se trata también de plantas resistentes a enfermedades, plásticos biodegradables, detergentes más eficientes, biocombustibles y además procesos industriales menos contaminantes a finde utilizar menos necesidad de pesticidas, biorremediación de contaminantes, y centenas de ensayos de diagnóstico y medicamentos nuevos. Ya no se trata de promesas o perspectivas futuras, los productos y procesos biotecnológicos forman parte de nuestra vida cotidiana, en efecto ofreciendo oportunidades de empleo e inversiones. También se trata de plantas resistentes o enfermedades, plastias biodegradables y además detergentes más eficientes.